Caballero de la orden del Santo Sepulcro. S. XII

Caballero de la orden del Santo Sepulcro,

La toma de Nicea por parte del ejército cruzado, en 1097. Miniatura de De la creación del Mundo a la conquista de Tierra Santa. Manuscrito medieval.

Alejo había conseguido su propósito, pero al emperador no le interesaba en absoluto una ciudad destruida y despoblada y, además, la mayor parte de los habitantes de la ciudad eran cristianos. Así pues, se llegó a un acuerdo y las tropas pechenegas entraron de noche en la ciudad para garantizar el orden. Los cruzados se sintieron defraudados, puesto que esperaban saquear la ciudad para obtener un importante botín. En vez de ello, se encontraron que apenas pudieron entrar más que en pequeños grupos y fuertemente vigilados. Para evitar que el descontento fuera a mayores, Alejo repartió comida abundante y parte del tesoro del sultán entre los cruzados, que quedaron gratamente sorprendidos por la cantidad de riquezas recibidas. Alejo aprovechó la ocasión para someter al juramento de lealtad a todos los jefes que aún no lo habían hecho, incluido Tancredo.

La batalla de Dorileo Desde Nicea, los ejércitos cruzados marcharon por la antigua calzada bizantina que cruzaba Asia Me-

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nor. El 26 de junio, el grueso del ejército marchaba en dirección al río Azul, que se cruzaba por un puente existente en la localidad de Leice. Allí, se celebró un consejo que decidió dividir el grueso de la partida en dos grupos con el objetivo de evitar los problemas de abastecimiento. El primer cuerpo de ejercitos estaba formado por los normandos, los flamencos y los bizantinos. El segundo grupo lo conformaban los francos. Mientras tanto, el sultán Kilij Arslan había llegado a una alianza con el emir danishmend y esperaba atacar a los cruzados en el valle que se abría frente a Dorileo. El 30 de junio, el primer ejército cruzado, al mando de Bohemundo, acampó a la vista de la ciudad. El sultán lanzó un ataque desde las montañas que no pilló desprevenidos a los cruzados. Rápidamente, Bohemundo levantó un campamento y envió mensajeros para solicitar auxilio. El caudillo decidió mantenerse a la defensiva, protegiéndose de las cargas de los arqueros turcos. A mediodía llegó el segundo grupo de cruzados. Su llegada sorprendió a los turcos, que pensaban

siglo XII

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a orden del Santo Sepulcro, pensada como un cuerpo de guardia de honor para el rey y el patriarca de Jerusalén, fue una de las más poderosas de las órdenes militares fundadas en Tierra Santa. Sin embargo, tuvo menos importancia que la de sus homólogas órdenes del Temple y el Hospital.

La orden del Santo Sepulcro Según la tradición, el fundador de esta noble orden militar fue el mismo Godofredo de Bouillon poco después de que los cruzados acometiesen la conquista de J e rusalén en 1098. Pero como sucede en la mayoría de las historias referentes a las órdenes militares, es difícil discernir qué es lo que hay de

real detrás de esta leyenda. En efecto, poco se sabe de los orígenes de la orden y del año en que fue realmente fundada. De lo que parece haber menos dudas es que el cometido de la nueva congregación fue la custodia del Santo Sepulcro y de la reliquia de la Vera Cruz, la más preciada de la cristiandad. De ahí que este cuerp o

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La Vera Cruz

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a Vera Cruz era un relicario que contenía los restos del madero en el que fue ajusticiado Jesucristo. Según la leyenda, la cruz fue encontrada por la emperatriz Elena, madre de Constantino el Grande, durante una peregrinación que realizó a Tierra Santa el 3 de mayo de 326, fecha que pasaría al calendario litúrgico de la Iglesia como festividad de la Invención de la Santa Cruz. Durante siglos, los emperadores bizantinos ansiaron esta sagrada reliquia. De hecho, el emperador Heraclio la utilizó como excusa para montar una campaña militar contra los persas entre 622 y 628. Puede darnos una idea de la importancia de esta reliquia el hecho de que tras su triunfo, el emperador ordenara acuñar moneda con la imagen de la Vera Cruz. En la época del reino cruzado de Jerusalén, la Vera Cruz era un rico relicario en forma de cruz manual de oro ornamentada con piedras preciosas que envolvía un alma de madera y que era enarbolada al frente de las tropas a lo largo de las principales campañas realizadas por el monarca de Jerusalén.

Yelmo Desde mediados del siglo XIII hasta el XIV se sabía que el uso de almófares y defensas de mallas era insuficiente para proteger el rostro del caballero. Hacia esa época aparecieron los yelmos cerrados que cubrían toda la faz. Una estrecha ranura reforzada por láminas de metal en forma de cruz servía a modo de visera, y los orificios de la parte inferior hacian las veces de respiraderos y aliviaderos. Se encajaba en la cabeza gracias a una cofia acolchada.

Emblema Los caballeros de la orden del Santo Sepulcro llevaban una cruz potenzada de gules (color rojo carmesí), esto es, una cruz griega con los extremos de los brazos rematados. Más tarde se añadirían otras cuatro brazos en los ángulos, formando la conocida como cruz de Jerusalén. En el pecho, sobre la sobrevesta blanca, el caballero lucía la cruz patriarcal de doble traviesa como símbolo de la autoridad y privilegio de la sede de Jerusalén. Los santos Constantino y Elena. Fresco bizantino.

acabara adoptando el nombre distintivo de orden del Santo Sepulcro, y sus caballeros fueran conocidos a través de los siglos como sepulturistas. Según parece, la orden estaba compuesta por un centenar de caballeros escogidos a partes iguales

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entre lo más selecto de las órdenes militares del Temple y el Hospital. Ambas debían aportar, además, de forma solidaria un millar de sirvientes de armas, de manera que es fácil imaginar que este legendario cuerpo llegó a constituir un contingente

militar de gran valor en la siempre precaria defensa del reino de Jerusalén. Para hacerse una idea de la importancia de este cuerp o , baste señalar que en la batalla de Hattin, en la que participaron la mayor parte de los caballeros del rey de Jerusalén y sus princi-

pales vasallos, combatieron sólo unos 1.200 caballeros y unos 10.000 hombres de infantería. Como guardia de corps del monarca y del patriarca de Jeru s a l é n , los caballeros de la orden del Santo Sepulcro debieron participar en casi todos los

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hechos de armas acaecidos en Tierra Santa solo conjunto arquitectónico ambos lugares santos, hasta la caída del primer reino. Sin embargo, el de la pasión y el del sepulcro. su presencia apenas se menciona en La basílica del Santo Sepulcro, construida las fuentes en que se hace alusión en hacia el año 336 en el sitio donde la tradición infinidad de ocasiones a los templasitua ambos sucesos, estaba ubicada en la rios y los hospitalarios, órdenes parte noroccidental de Jerusalén. La primitiva sobre las que descansaba la defensa del reibasílica fue incendiada durante la ocupación no. Con todo, parecen estar documentados de la ciudad por los persas en 614. Reconsen el sitio de Tiro de 1128, en la toma del truida de nuevo por el abad Teodosio a castillo de Montferrand en 1146, en el asecomienzos del siglo VII, después de la recondio de Damasco de 1153 y en el sitio de Acre quista de la ciudad, fue destruida otra vez de 1180, durante el cual murió el prior. En térhacia 1009 por el califa al-Hakim Bi-Amr Allah minos generales, es de suponer que la orden y reedificada y restaurada por los cruzados participó en todas las ocasiones en que el rey después de 1098 y durante todo el siglo XII. de Jerusalén solicitaba ayuda militar al patriarca de la ciudad santa y, sobre todo, La orden en Europa cuando la insignia de la Vera Cruz era enarbolada en combate. Así, se puede afirmar con Con el final del reino latino de Jerusalén y la cierta seguridad que los caballeros de la toma de la ciudad por Saladino en 1187, casi orden del Santo Sepulcro tomaron parte en un siglo después de su caída en poder de los 1187 en la campaña de liberación de la ciucruzados, la orden del Santo Sepulcro se difundad de Tiberíades, asediada por el ejército de dió por Europa y se acomodó en distintos paíSaladino, y que terminó en la desastrosa jorses de la cristiandad occidental, recibiendo nada de los Cuernos de Hattin, que llevó al importantes donaciones en el Imperio romanod e rrumbe del reino cruzado levantado por germano, Flandes, Polonia y Francia. Medio Godofredo de Bouillon apenas un siglo antes. siglo antes, la orden había sido una de las En esa ocasión no fue el patriarca Heraclio beneficiadas del testamento del rey aragonés quien guió a las tropas cristianas bajo el Alfonso I el Batallador, quien en octubre de estandarte de la Vera Cruz, como era su 1131 redactó un primer testamento por obligación, sino que delegó el cometido el que declaraba herederos de su reino en el prior del Santo Sepulcro y el obisy sucesores «al Sepulcro del Señor que La espada reinaba sobre po de Acre. En medio del desastre, los está en Jerusalén y a los que lo custoel resto de las armas del caballeros del Santo Sepulcro no pudiedian y sirven allí a Dios; y al Hospital de caballero. Aunque quizá menos importante que la ron evitar que la Vera Cru z , la reliquia los pobres de Jerusalén; y al Templo de lanza desde el punto de más venerada por toda la cristiandad, Salomón con los caballeros que vigilan vista de eficacia en el cayera en manos de Taki ed-Din, el valeallí para defender la Cristiandad». El combate a caballo, roso sobrino de Saladino que mandaba monarca corroboró el testamento poco reunía el simbolismo del poder del caballero el ala derecha del ejército del sultán. antes de su muerte, apenas tres años y, sobre todo, el de después, creando un problema sucesosus privilegios. rio de difícil resolución que sólo pudo El Santo Sepulcro La espada se guardaba y solucionarse mediante el pago, por partransportaba en vainas El Santo Sepulcro, el lugar que debía te del conde de Barcelona Ramón Beconstruidas con cachas custodiar la orden militar de ese nomrenguer IV –príncipe de Aragón merced a de madera forradas de piel y recubiertas de bre, es la tumba en la que, según la trasu matrimonio con doña Petronila– de cuero con refuerzos dición, Jesús fue sepultado después de cuantiosos donativos en rentas y tierras metálicos. su crucifixión. Según el evangelio de a las órdenes beneficiadas. san Juan, este sepulcro estaba cerca Los miembros de la orden del Santo del lugar donde había sido ejecutado, Sepulcro se distinguían por el embleun pequeño montículo desnudo llamado Gólgota ma adoptado por la congregación: la cruz potenza(calavera) situado a las afueras de la ciudad. De da roja bordada sobre el manto y, en el mismo esta form a , cuando en el siglo IV el emperador color, una cruz patriarcal –de doble travesaño– Constantino el Grande acometió la construcción de sobre el pecho, símbolo de la potestad de la más un gran edificio de culto, decidió englobar en un alta autoridad religiosa de la ciudad de Jerusalén.

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Antioquía, con sus

que los habían acorralado a todos. La agosto llegaron a Iconio, que estaba sólidas murallas que llegada de los hombres de refresco desierta. Los cristianos se detuvieron la convertían en una plaza casi inexpugnable. permitió a los cruzados reponerse y para reponer fuerzas y aprovisionarse, Miniatura del siglo XV. lanzar una contraofensiva que sorprensobre todo de agua, que necesitarían dió a los turcos. Animados por el factor para alcanzar la ciudad de Heraclea. sorpresa, los soldados cruzados reanuLa marcha hacia Antioquía suscitó didaron su empuje y los turcos huyeron, abandonanferencias entre los cruzados. La mayoría decidió do su campamento y las tiendas de los emires reseguir la ruta por Cesarea, más segura. Otros, con pletas de tesoros. Tancredo y Balduino a la cabeza, penetraron en CiliEl sultán comprendió que no podía contener a cia, que estaba en poder de los turcos y era una este ejército a su paso por Asia Menor y decidió ruta más directa, pero mucho más peligrosa. El 10 asolar los campos y las ciudades para evitar que de septiembre, Tancredo y Balduino marchaban por los cruzados se aprovisionaran. separado por los desfiladeros del Tauro, mientras el resto del grueso del ejército seguía el camino El camino hacia Antioquía que llevaba a Cesarea. A finales del mes, los príncipes llegaron a la ciudad, que estaba abandonada. Después de la batalla, los jefes cruzados se reuDesde allí avanzaron hacia Comana, una villa armenieron para decidir el itinerario a seguir. Optaron nia que en ese momento asediaban los turcos. La por un camino lento a lo largo de las montañas y llegada de los cruzados les obligó a levantar el sibordeando el desierto, pero la ruta había sido satio y los occidentales, de acuerdo con los bizantiqueada años atrás y no había pueblos, campos y nos, colocaron como gobernador a Pedro de Aulps, fuentes para abastecer a un ejército tan numeroso. un caballero provenzal al servicio de Alejo. La tropas comenzaron su marcha con lentitud a traDesde Comana, los cruzados marcharon en divés de la meseta de Anatolia, atravesando las ciurección a Coxon, una rica ciudad armenia que condades de Poliboto y Filomelio, y a mediados de trolaba una ubérrima vega. La comitiva se quedó

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