¿Burbujas de filtro? Hacia una fenomenología algorítmica

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Descripción






Disponible en http://www.ted.com/talks/eli_pariser_beware_online_filter_bubbles?language=es
MoveOn (http://front.moveon.org/), Avaaz (http://avaaz.org/es/) y Upworthy (https://www.upworthy.com/) son algunos de los proyectos de activismo político vinculados a lo digital que cuentan a Eli Pariser entre sus participantes, cuando no entre sus fundadores.
Según un artículo de Rene Pickhardt son 57 las señales que Google toma en cuenta para elaborar los resultados de búsquedas para sus usuarios. Pickhardt, R. (11 de Mayo de 2011). What are the 57 signals google uses to filter search results? Recuperado el 30 de Julio de 2015, de Blog de Rene Pickhardt: http://www.rene-pickhardt.de/google-uses-57-signals-to-filter/
El ejemplo utilizado por el autor para ilustrar este punto es a partir del término "Egipto". Una excelente explicación sobre el problema de las burbujas de filtro a partir de este ejemplo se encuentra en: http://dontbubble.us/
No es la intención de este trabajo concentrarse en la relación plataformas digitales y democracia, sino más bien atender a la estrategia de análisis que lleva a Pariser a elaborar la noción de burbujas de filtro y criticarla rescatando los aspectos que se consideran positivos. No obstante diremos que el término democracia que retomamos aquí de la mano del autor implica la existencia de un espacio informativo común, la coexistencia de lo diverso y la posibilidad de, participación, discusión e intervención de los criterios de construcción de ese espacio.
Borges, J. L. (2005). El pudor de la historia. En Otras inquisiciones (págs. 203-207). Buenos Aires: Emecé.
También se distinguen según el tipo de dato que registran. Entre las que encontramos las del tipo preferencias (idioma, número de resultados visibles en una búsqueda, localización, etc), seguridad (id, últimas conexiones, etc.), procesos (ligado al funcionamiento de los sitios web) y las relacionadas con la publicidad (entre otras).
https://es.wikipedia.org/wiki/Cookie_%28inform%C3%A1tica%29
Eric McLuhan y Marshall McLuhan. (1990). Leyes de los medios. La nueva ciencia. méxico, D.F.: Alianza.
Barabasi, A.-L. (2003). Linked. New York: Perseus Books.
Watts, D. (2006). Seis grados de separación. Buenos Aires: Paidós.
https://duckduckgo.com/
Entre las muchas alternativas que se podrían mencionar y que sitúan la personalización de contenidos en un terreno diferente del fenómeno de las burbujas de filtro se destaca Nuzzel (http://nuzzel.com/). Esta plataforma nos ofrece una curaduría informativa redológica en múltiples capas constituida por aquello que comparten los contactos de un usuario determinado y lo que comparten los contactos de los contactos de ese usuario. Incluso es permeable a la posibilidad de entrar en los universos informativos de cada usuario y ver que comparten sus contactos y los contactos de sus contactos
Ver la conferencia TED de Steven Johnson: ¿de dónde provienen las buenas ideas? (2010) Disponible en: http://www.ted.com/talks/steven_johnson_where_good_ideas_come_from?language=es
No es el objetivo de este trabajo desagregar todos los ámbitos en los que la algoritmia ha impactado en un sentido fenomenológico. Para este tema remitimos al lector a libro de Lev Manovich "El software toma el mando", Editorial UOC, 2014.
Bateson, Gregory (1976). Pasos hacia una ecología de la mente. Buenos Aires, ed. Carlos Lohlé.
En rigor, 60 fue el total de participantes en el experimento. Pero 11 de ellos no fueron tenidos en cuenta en el registro de las urls de sus búsquedas debido a que no activaron el ítem de región en el buscador DuckDuckGo, lo cual distorsionaba la muestra. No obstante, sí se cuenta su participación en la segunda parte del experimento.
Constituyó un requisito indispensable que el término de búsqueda fuera exactamente el mismo y redactado de forma idéntica en cada buscador por cada uno de los participantes. Se sugirió realizar el ejercicio desde el ordenador que utilizaban habitualmente.
El formulario está disponible en: https://goo.gl/VgexsV
Esto es relevante en tanto que señala el grado de aislamiento de los usuarios. Tomando en cuenta los extremos posibles la cantidad de enlaces exclusivos de una sola búsqueda (frecuencia = 1) podría oscilar entre 490 (49 participantes x 10 recursos c/u) en el caso de que el total de los usuarios esté completamente burbujeado y a cero en el caso de no presentar aislamiento (ver figura 7).
Se destaca el hecho de que ante la pregunta en la que tenían que decidir cuál de los buscadores les ofreció mejores resultados, los participantes burbujeados refirieron al buscador en el que no padecieron aislamiento. Cabe señalar que los usuarios burbujeados no son los mismos en ambos buscadores. Es decir, quien encontró algún tipo de aislamiento informativo en su búsqueda con Google no padeció lo mismo en DuckDuckGo, y viceversa.
DuckDuckGo despliega una distribución equilibrada donde las primeras 10 fuentes se reparten, sin demasiada diferencia entre sí, más del 90% del total de las impresiones. Google por su parte presenta una gran concentración en su fuente principal (www.lanacion.com.ar), la cual dobla en frecuencia (91 sobre 45) a la fuente que se sitúa en segunda posición (www.infobae.com).
Los buscadores no han utilizado exactamente las mismas fuentes. Y a las fuentes compartidas no las han ponderado de igual manera. Aún tomando en cuenta el sitio de noticias www.lanacion.com.ar al que ambos buscadores sitúan en el primer puesto del ranking de frecuencias, vemos que lo hacen de manera muy disímiles: se encuentra sobredestacado en el caso de Google y apenas destacado entre las diez fuentes principales en DuckDuckGo.

Aníbal ROSSI
Universidad Nacional de Rosario (Argentina)
[email protected]
¿Burbujas de filtro? Hacia una fenomenología algorítmica
¿Filter bubbles? Towards an algorithmic phenomenology

Resumen
El presente trabajo es una reflexión sobre las implicancias en la vida social de los sistemas algorítmicos que componen las diferentes plataformas digitales de acceso y participación en la web. El concepto de burbujas de filtro brindado por Eli Pariser en su conferencia TED del año 2011 es el punto de partida de esta reflexión. El cual es sometido a una lectura crítica con la intención de explicitar sus aristas más potentes, es decir, aquellas que abren camino a un vastísimo terreno de investigación en el que poco se ha incursionado desde los discursos académicos sobre nuestra actual ecología mediática.
Luego de un señalamiento condensado de los puntos centrales que forman parte del planteo de las burbujas de filtro se da lugar a una breve genealogía de las "cookies". Esto es, el desarrollo tecnológico que ofreció las huellas mnémicas digitales que abrió paso a la personalización de los contenidos en la web.
En la etapa crítica del trabajo se pone en crisis la metáfora de la burbuja y su capacidad heurística para aprehender en su complejidad el impacto de los criterios maquínicos de selección en nuestras formas de vida que, hoy podríamos decir, se tratan de formas tecnológicas de vida (Lash, 2004). En su lugar se propone el concepto de fenomenología algorítmica, concluyendo en la necesidad de una relación dialógica y/o metacomunicativa entre los usuarios y los sistemas algorítmicos en relación con los cuales experiencian el mundo.
Finalmente se presentan los resultados de un experimento empírico en el que se indaga por un lado, la veracidad de la hipótesis que presenta a Google como plataforma que burbujea (aísla informativamente) a sus usuarios y a DuckDuckGo como un buscador genérico. Como así también el grado de conocimiento que poseen los usuarios de algunas opciones de configuración ofrecidas por los buscadores y en qué medida están dispuestos a intervenirlas.

Palabras clave
Burbujas de filtro, buscador genérico, Google, DuckDuckGo, fenomenología algorítmica, metacomunicación.

Key Words

1. Burbujas de filtro
1.1 Cuidado con las burbujas de filtro
En marzo del 2011 el estadounidense Eli Pariser brindó una conferencia TED titulada "Cuidado con la burbujas de filtro en la web" y en mayo del mismo año publicó un libro bajo un nombre similar (The filter bubble). Esta tuvo gran repercusión en la red al punto de llegar ser traducida a más de cuarenta idiomas y contar (al momento de redactar este trabajo) con un número de visitas cercano a los 3.300.000. Quién hasta allí fuera reconocido tan sólo por su desempeño como activista político llamó la atención de muchos poniendo sobre la palestra una cuestión poco vislumbrada y nulamente criticada desde un punto de vista sociotécnico. Él la llamó burbujas de filtro.
1.2 ¿Qué son las burbujas de filtro?
Según Pariser nuestro acceso a la información está condicionado por el diseño algorítmico de las plataformas que usamos para ingresar a la web. Desde el 2009, año en que Google decidió tomarse más en serio el registro del comportamiento de sus usuarios para ofrecer resultados a medida, Internet ha virado hacia la personalización de los contenidos. Desde entonces los algoritmos no han dejado de conjeturar a los usuarios. Incesantemente se preguntan acerca los intereses de quién está detrás del navegador para luego construir un perfil y en función de este intentar predecir qué contenidos quiere ver y cuales publicidades les conviene ofrecerle. Para probar esta afirmación basta realizar dos búsquedas en Google sobre el mismo tema desde ordenadores diferentes. Lo que veremos al hacerlo es que en ambos casos no obtenemos exactamente los mismos resultados. Es decir, ante búsquedas idénticas obtenemos resultados no idénticos.
Esto según su análisis representa un grave problema. El peligro detrás de la divergencia, en apariencia carente de importancia, es el de la atomización informativa. Las configuraciones maquínicas que mueven a estas plataformas amenazan con operar una desconexión simbólica con los otros. La predicción de nuestros deseos a partir de la traza de nuestros movimientos pasados y basada tan sólo en el criterio de relevancia atentaría contra la posibilidad de seguir habitando un universo simbólico compartido. Cada quién quedaría encerrado en la reproducción de su recorrido, en la condescendencia informativa. Preso de su propia burbuja.
1.3 Burbujas y democracia
La preocupación de Pariser sobre las burbujas de filtro involucra indirectamente el problema de la privacidad y la venta de datos. Sin embargo su planteo acerca los criterios de selección y organización de la información que utilizan Google y Facebook (entre otros), está fundamentalmente ligado a otra pregunta. A saber, ¿son estas configuraciones las más convenientes para un contexto democrático, o no? La regla con la que juzga el papel que estas plataformas deberían cumplir en dicho contexto presupone una relación de continuidad con los medios masivos anteriores. Así como lo hicieran sus antecesores predigitales los actuales algoritmos deben contribuir a la percepción de un espacio compartido y de una agenda informativa común. "La democracia que trae Internet aún no ha llegado", dice. En nuestras burbujas de filtro vemos lo que los diferentes sistemas creen que queremos ver y no lo que tenemos que ver. Según Pariser no sólo no decidimos lo que vemos sino, lo que juzga aún más grave, no tenemos idea de lo que queda afuera.
Su propuesta superadora tiene que ver con construir un debate en torno a la ética de los algoritmos. Así como los gatekeepers de los medios masivos en su momento se sometieron a cuestionamientos similares, hoy debemos apuntar a la inteligencia maquínica que constituye nuestras plataformas de acceso a la información en la web. Se debe avanzar en dirección de un enriquecimiento cualitativo de las variables a partir de las cuales se ecualizan los criterios de personalización del contenido. No sólo la idea de relevancia sino también la de inconformidad, contenido estimulante e importante deberían ser parte de la ecuación. ¿Qué muestran? ¿Qué dejan afuera? ¿Por qué lo hacen? ¿Con cuales criterios? ¿Qué información manejan sobre los usuarios? El modo en que operan, ¿está en sintonía con la manera en que creemos debemos organizarnos y convivir como colectivo? Todas estas preguntas no pueden quedar ajenas a las discusiones sobre la ecología mediática que habitamos y el modo en queremos rediseñarla.
Pero para poder seguir la traza del problema planteado por Pariser tendremos antes que hacer una genealogía. Una que nos ubique en la emergencia de la tecnología que habilitó todas las conjeturas maquínicas de las que hablamos más arriba. Una genealogía mediática. La genealogía de una "galleta".
1.4 Cookies
1.4.1 Genealogía de una galleta
La verdadera historia, según cuenta Borges, suele ser pudorosa. Los hechos relevantes pueden pasar desapercibidos y sus fechas esenciales permanecer ocultas durante mucho tiempo. La historia de los medios en general y la de la Internet en particular no son la excepción. Lou Montulli fue protagonista de uno de esos hechos.
Corría el año 1994. Un equipo de desarrolladores de Netscape Communications abocado a resolver la implementación de un carro de compra online para una aplicación de comercio electrónico tuvo que afrontar un desafío técnico. Los representantes del cliente solicitaban que encontrasen una forma de guardar los estados de transacción en el ordenador de cada usuario y no ya en el servidor de la empresa como se hacía habitualmente. Montulli, un programador de tan solo 23 años que formaba parte del equipo de desarrollo tuvo una idea para resolver el inconveniente. Tenía la solución para lograr que los ordenadores recordaran la información de cada sesión. La llamó cookie. No se trataba de software ni de código, sino tan sólo de datos almacenados en el ordenador del usuario a pedido del servidor web. A partir de este pequeño gran invento de Montulli, los navegadores y los sitios webs comenzaron a recordar a los internautas. Las cookies ofrecieron las "huellas mnémicas" algorítmicas con las que la web comenzó a construir a sus "usuarios modelo". Esas escurridizas entidades situadas en la conjunción entre cuenta de usuario, ordenador y browser eran ahora conjeturadas.
Que el navegador sugiera el username que se está por ingresar, que no sea necesario loguerarse cada vez que se ingresa a un sitio o que el buscador hable el idioma de cada usuario son tan solo algunas de las posibilidades habilitadas por este desarrollo.
1.4.2 Una breve descripción…
Las Cookies se pueden diferenciar según:
El tiempo que permanecen activas:
Persistentes, es decir que tienen una fecha de caducidad definida a fin de sobrevivir a varias sesiones de navegación. Una vez cumplida esa fecha los datos registrados desaparecen.
No persistentes, se eliminan cuando el navegador se cierra.
El seguimiento que hacen del usuario:
Locales, sólo registran las acciones de los usuarios dentro del sitio.
De terceros, registran los movimientos del usuario más allá de un sitio específico. Se usan generalmente con fines publicitarios.
Según leemos en Wikipedia, en ausencia de las cookies cada petición de una página web o un componente de una página web sería un evento aislado, sin relación con el resto de las peticiones de otras páginas del mismo sitio. Ergo, esta tecnología representó sin dudas una notable innovación. Pero en el terreno de los medios, como lo supo ver McLuhan, las innovaciones, los cambios nunca son avances. Siempre se trata de desplazamientos laterales sobre los múltiples puntos cardinales del espacio mediático. Cuyos efectos responden a una dinámica compleja, indeterminada. Así fue que Montulli no imaginó (¿cómo podría?) que una simple galleta como le gustaba llamarle, se convertiría en el primer eslabón de una enrevesada cadena alimenticia digital. Donde la publicidad online, la venta de datos personales y las burbujas de filtro entre otros, se contarían entre las especies deformes de ese ecosistema.

2. ¿Burbujas de filtro?
2.1 Los algoritmos se hacen visibles
Luego de los estudios pioneros en el área del análisis de redes como es el caso de Lászlo Barabási y Duncan Watts (entre otros) ya no fue posible la repetición obstinada de algunos discursos utópicos que veían a la web como el reino de la igualdad. El 80/20 (o ley de Pareto) que gobernaba el reparto de links en la web explicitaba el carácter de su topología que, como la de todas las redes libres de escala, estaba lejos de una distribución equitativa. Hace tiempo también que es percibida como un hecho la existencia de algunas regiones inexploradas por los buscadores. Zonas silvestres que forman parte de la anatomía oculta de la red: Web profunda (deep web), es el nombre con el que se la designa. Pero poco se había dicho hasta aquí acerca del comportamiento de Internet desde su trama algorítmica. Al menos no existía una discusión que ligue este tema con preocupaciones menos exclusivas de un tecnicismo ingenieril y más próximas a las ciencias sociales.
Gran parte de la puesta en cuestión a gran escala de los criterios maquínicos de curaduría informativa y sus posibles efectos se la debemos a Pariser. A partir de allí emerge un terreno de reflexión posible que es necesario explorar, cultivar y enriquecer.
2.2 La metáfora de la burbuja y la burbuja de la metáfora
Las metáforas son indispensables. Abren horizontes de percepción/reflexión que significan una bocanada de aire fresco. Dando paso en muchas ocasiones a la creación de conceptos que nos permiten aprehender el mundo y habitarlo de múltiples maneras. Pero no son inocentes. El aleph conceptual no existe. Todo lo que un concepto muestra es todo lo que muestra, pero no es todo. Del mismo modo las metáforas, al tiempo que son productivas y hacen visibles diferentes situaciones, poco (más bien nada) dicen de aquello con lo que son incompatibles. Muestran lo que muestran pero no ocultan lo que no muestran, simplemente no pueden mostrarlo. Como sabiamente supo decir Heinz Von Foerster, no vemos que no vemos.
La metáfora de la burbuja usada por Pariser, pone el acento en el encierro y la atomización. No es ningún halago decir que vivimos en burbujas de filtro, por el contrario el término invoca todas las objeciones del solipsismo. Como si el resultado de la personalización fuera la inmersión en una esfera informativa egocéntrica en la que tan solo circulan fragmentos que reflejan nuestra propia identidad algorítmicamente conjeturada. La pérdida de un universo informativo común, la desconexión con los otros son los peligros sobre los cuales este término nos advierte. Dos personas buscando lo mismo en Google o visitando su página de inicio en Facebook obtendrán resultados diferentes, ya no existe un Google estándar. Desde la metáfora de la burbuja esta divergencia es entendida en clave negativa. Y se traduce en una especie de moral informativa: "vamos hacia una internet que nos va a mostrar lo que cree que queremos ver y no lo que tenemos que ver", dice Pariser. Pero ¿quién decide lo que tenemos que ver?
2.3 ¿Un buscador estándar?
Haciéndose eco de estas afirmaciones han emergido varias alternativas a los buscadores más usados las cuales prometen no rastrear los datos del usuario ni utilizarlos con fines comerciales. Entre ellas destaca DuckDuckGo, un buscador opensource apoyado en una comunidad de contribuyentes que participan activamente para mejorarlo. Entre las descripciones de la iniciativa se afirma como una de sus bondades que quienes utilicen DuckDuckGo tendrán entre manos un buscador estándar. Es decir, dos usuarios diferentes haciendo la misma búsqueda obtendrán los mismos resultados. La suposición de fondo, como señalamos más arriba, es la de que los algoritmos deben imitar la premisa homogeneizante de los medios predigitales que ofrecen el mismo contenido para todos (broadcast). Lo que se intenta recuperar por esta vía es la ficción, instituida a partir de los medios masivos, de un contexto informativo compartido. Es la idea de los medios como ventanas abiertas a un mundo que, aunque sujeto a interpretaciones, se pretende objetivo.
En relación a este punto cabe preguntar si no hay una operación de análisis fallida, o al menos discutible. ¿Estamos sólo ante el derrumbe de una antigua ficción? ¿No se tratará también de la emergencia de mundos posibles rupturistas respecto del pasado pero cargados de positividad? La promesa de retorno siempre es tentadora, pero ¿si ocurre que nos encontramos ante la emergencia de otra(s?) ficciones? Y si el tipo subjetivo instituido por esta nueva ficción no es compatible con la idea estatal de un único centro configurante (informativo en este caso)? (Lewkowicz, 2004). Quizás haya que prestar más atención al presente sin escandalizarnos y reconociendo la dureza de épocas anteriores. Atravesamos una transformación y como ante todo cambio aquí también corremos el riesgo de examinarlo bajo el signo de la pérdida.
Es imposible negar hoy la importancia que comporta en el ámbito de las ciencias sociales el inicio de una discusión en torno a los algoritmos de filtro y el modo en que conjeturan a los usuarios. Pero probablemente el traslado literal de un criterio válido en una ecología mediática diferente a la actual no sea una solución viable. Quizás la democracia de internet no haya llegado aún, quizás nunca llegue si se la espera como repetición de lo ya conocido. La mejor alternativa de cara al futuro siempre ha sido la de imaginar cómo intervenirlo más bien que cómo repetirlo. Esta última opción es la más peligrosa de las burbujas.
3. Hacia una fenomenología algorítmica
¿Qué muestran las plataformas digitales? ¿Qué dejan afuera? ¿Por qué lo hacen? ¿Con cuales criterios? Todas estas preguntas se inscriben en un registro diferente al del análisis de los medios centrado en el contenido y atravesado por el par mentira/verdad. Cuando Pariser afirma que no somos los usuarios quienes decidimos qué entra en nuestra pantalla de inicio de Facebook o la página de resultados de una búsqueda, está dejando en claro que el problema no está directamente ligado al qué, cómo, ni al quien de lo que se dice. La veracidad o confiabilidad de los contenidos no corre a la par de este cuestionamiento. En dicho análisis no opera el supuesto hermenéutico de que hay un significado oculto que no se hace evidente y requiere por tanto ser descifrado. El modo en que se plantean estas preguntas dirige la atención hacia otro horizonte. Indagan acerca de cuáles son las condiciones de posibilidad que hacen que un entorno informativo dado aparezca. Sitúa el problema del acceso a la información en un terreno fenomenológico, no hermenéutico.
Para esclarecer este punto me permito abusar un poco del recurso de la cita. Según Deleuze:
"Hay fenomenología a partir del momento en que el fenómeno ya no es definido como apariencia sino como aparición […] La aparición es lo que aparece en tanto que aparece"
Y continúa:
"La fenomenología se plantea la pregunta: ¿qué es el hecho de aparecer? Es lo contrario de una disciplina de las apariencias. La apariencia es algo que remite a la esencia dentro de una relación de disyunción, dentro de una relación disyuntiva: o bien pertenece a la apariencia, o bien pertenece a la esencia. ¿A qué remite la aparición? La aparición es muy diferente, es algo que remite a las condiciones de lo que aparece." (Deleuze, 2008, p.)
Claramente el planteo del problema de las burbujas de filtro se corresponde con la relación conjuntiva entre lo que aparece y las condiciones de posibilidad de lo que aparece. El hecho de que esa condición de posibilidad esté atravesada por una configuración tecnológica constituye un territorio fenomenológico singular. No estamos ya hablando de una fenomenología a secas sino de una fenomenología tecnológica (Lash, 2005). Algorítmica, para ser más precisos. En esta fenomenología lo que nos aparece, lo que experienciamos, está atravesado por la configuración algorítmica de los sistemas digitales en conexión con los cuales emerge para nosotros un mundo. Es necesario seguir y expandir la huella de Pariser más allá del terreno del acceso a la información. La algoritmia no sólo ha reconfigurado la imagen del bibliotecario o del gatekeeper, se ha derramado también en los espacios de conversación, la cartografía, los juegos, el cuidado de la salud, las relaciones íntimas, y una larguísima lista de etcéteras. Ha impactado profundamente en las condiciones de posibilidad del aparecer del mundo.
Sobran elementos para decretar la omnipresencia de los algoritmos en nuestras formas de vida, sin embargo nos resta aún la tarea de construir una relación más activa con ellos. Necesitamos migrar hacia un terreno intermedio que nos permita entablar una conversación de constante redefinición de los horizontes y modalidades de mutua influencia. Necesitamos entablar una relación dialógica con los algoritmos.
3.1 En diálogo con los algoritmos
Todos tenemos una epistemología decía Bateson, y quien crea que no, tiene una muy mala. De la misma forma podemos decir que hoy todos tenemos una configuración de nuestras extensiones digitales y quien crea que no, tiene una muy mala. Dejar la configuración por defecto de las plataformas y apps que usamos, o no intervenir el registro de las cookies en nuestro navegador no representa un error en sí mismo. El error se constituye en el desconocer la acción de los algoritmos y en cada caso la posibilidad de intervenirlos/configurarlos/reprogramarlos.
3.1.1 Política y retórica
Hay aún quienes piensan que cuando ingresan una búsqueda en Google están viendo "lo que hay" en la web, y quienes suponen que lo que ven en sus páginas de inicio de Facebook es todo lo que publican sus contactos. Sin mencionar otras posibles falsas conjeturas acerca del régimen de visibilidad y alcance de sus acciones por desconocer la arquitectura de las plataformas de las que participan. Para Scott Lash:
"El código es la 'operacionalidad', la 'funcionalidad'. 'El código te permite hacer cosas'. Si el contenido es la parte frontal, el código es lo que sucede en la parte trasera [...] Las 'tuercas y tornillos' detrás de lo que hay en la pantalla" (Lash, 2005, p. 337).
Según Lawrence Lessig ésta operacionalidad del código constituye la política de la web (Lessig, 2001). Son las tuercas y tornillos en tanto configuración determinante de las posibilidades operativas de funcionamiento de un dispositivo digital. Por ejemplo, que sólo podamos valorar las publicaciones en Facebook positivamente (y no de forma negativa o en gradientes de cero a diez por mencionar una alternativa) es parte de su política, de su arquitectura. Que aquella valoración positiva se llame me gusta en lugar de, por ejemplo, estoy de acuerdo o eres genial! forma parte de la retórica de la plataforma, ese mix de capa simbólica y programación, que Ian Bogost bautizó como retórica procedural (Bogost, 2007).
3.1.2 Si usar es comunicar, configurar es metacomunicar
El reconocimiento de ambas dimensiones es el primer paso para repensar la relación con estos dispositivos. Relación que debiera no manifestarse estanca sino abierta a la redefinición constante, experimental. Al decir de Richard Sennet:
"el experimento invita a la conversación dialógica, la discusión de final abierto con otros acerca de hipótesis, procedimientos y resultados" (Sennet, 2012, p.167).
Es preciso enriquecer nuestro diálogo más allá del dualismo conspirativo de programar o ser programado (Rushkoff, 2010), y sin alimentar la ilusoria posibilidad de arrancar de cuajo la indeterminación y la pasividad en nuestra relación con la técnica. Antes es imperioso asumir la responsabilidad de administrar esas pasividades (Sloterdijk, 2012). Reconocer que somos parte de un lazo comunicativo con la algoritmia de nuestros aparatos y que nuestro experienciar el mundo está hoy más que nunca ligado a ese lazo. Como todo proceso comunicativo este también ofrece la posibilidad de apertura y redefinición constante. No se trata tan solo de usar (comunicar) sino también, y fundamentalmente, de preguntarnos acerca del tipo de relación que queremos entablar. Es decir, se trata de meta-comunicarnos. Comunicarnos sobre la comunicación, sobre la relación que estamos construyendo con ellos.
Sin duda humanos y dispositivos tenemos que multiplicar y mejorar nuestras habilidades metacomunicativas. Éstas encuentran hoy en la programación programada que es la configuración y la intervención más radical que implica el hackeo, dos de las fronteras que configuran nuestros espacios de redefinición mutua. Hay mucho por delante para mejorar este diálogo...
4. Experimento empírico
En esta última parte del trabajo se presentan los resultados de un experimento empírico cuyos objetivos fueron múltiples. En primer lugar se pone a prueba la afirmación de que estamos atrapados en burbujas de filtro. Para esto hemos acotado al buscador Google el universo de plataformas que, según la exposición de Pariser es más amplio, y sumadas conforman el perímetro informativo dentro del cual cada quien estaría encerrado. Al mismo tiempo se indagó en la veracidad de la presentación del buscador alternativo DuckDuckGo como un "buscador estándar". Por otra parte se intentó examinar el grado de conocimiento que tienen los usuarios de la muestra sobre el funcionamiento de las cookies, opciones de configuración y búsqueda avanzada ofrecidas por Google, y en qué medida están dispuestos a intervenirlas.
4.1 Detalles del experimento
El número de participantes de la muestra fue de 49 personas, todos ellos estudiantes avanzados de la carrera de comunicación social de la Universidad Nacional de Rosario. El período en el que se realizó la actividad se extiende desde el 15/05/15 hasta el 28/05/15.
La misma consistió en lo siguiente:
Realizar una búsqueda usando las palabras Elecciones 2015 en los buscadores Google y DuckDuckGo (activando en este último la opción "Región: Argentina").
Cada participante debió atender a los 10 primeros resultados en ambos buscadores (exceptuando los anuncios, la información ofrecida a la derecha de los resultados y las sugerencias que suelen estar intercaladas al estilo "en las noticias").
Luego de un detenido examen de cada uno de los recursos web ofrecidos como resultado en cada buscador se completó un formulario en el que se registraron las urls de cada recurso detallando a que buscador pertenecía.
4.2 Operacionalizando un concepto
Según Franco Moretti, la operacionalización es el proceso por el cual los conceptos se transforman en una serie de operaciones las cuales habilitan la mensura de un conjunto de objetos. Operacionalizar significa construir un puente entre los conceptos y la medición, y entre esta y el mundo (Moretti, 2014). En este caso los conceptos que debimos operacionalizar fueron los de burbuja de filtro y buscador genérico. Para esto imaginamos cómo quedarían representadas ambas ideas al expresarlas en un grafo de red donde:
Cada usuario participante de la muestra sea un nodo
Cada uno de los resultados obtenidos en la búsqueda sean un nodo
Cada nodo "usuario" aparezca conectado a sus nodos "resultados"
De esta manera, en el caso de que algún participante de la muestra estuviera encerrado en una burbuja de filtro por parte de alguno de los buscadores, esto es, que los 10 resultados ofrecidos por el buscador fueran exclusivos de su búsqueda y no apareciera en la de ningún otro participante, entonces estaríamos ante una topología de red de tipo estrella. Es decir al centro de la red se ubicaría el nodo usuario y en conexión con ese usuario, y sólo con ese, los recursos web que obtuvo como resultado de su búsqueda.

Figura 1: "Usuario burbujeado"
Si alguno de los usuarios que participaron de la actividad quedara representado en un grafo de topología idéntica al que muestra la Figura 1 (los nodos de color azul representan a usuarios y los de color amarillo a los recursos web ofrecidos en las búsquedas), diremos que ese usuario fue burbujeado por el buscador. En el polo opuesto a la idea de burbuja se encuentra la de un buscador genérico (ante búsquedas idénticas resultados idénticos). Vista como un gráfico de red la comprobación de dicha situación implicaría una topología en la que solo 10 recursos, y tan solo esos diez, estarían conectados con todos los participantes de la muestra.


Figura 2: "Buscador genérico"
En una situación como la ilustrada en la Figura 2 el grado de aislamiento informativo es nulo, ya que no existe recurso web alguno que haya sido exclusivo de una sola búsqueda. Por el contrario, dicha topología indica que los mismos recursos estuvieron presentes en todas las búsquedas. Se reforzará la operacionalización de ambos conceptos a partir dos acciones simultáneas. En primer lugar, se realizará una serie de gráficos de barra que permitan visualizar las frecuencias de los diferentes recursos. Finalmente se hará foco en el tipo y número de fuentes utilizadas por cada buscador.
4.2.1 Grafos de relación usuarios/resultados

Figura 3: "Google: Relación usuarios-recursos"

Figura 4: "DuckDuckGo: Relación usuarios-recursos"
4.2.2 Distribución de las Url's según buscador
Los gráficos de barra de las figuras 5 y 6 fueron realizados atendiendo a la frecuencia de aparición de cada recurso (url) en cada uno de los buscadores. En estas visualizaciones se destacan el número de url's que componen el total de las búsquedas y la cantidad de enlaces exclusivos de una sola búsqueda. A fin de enriquecer la descripción de la distribución de los recursos se crearon cuatro categorías en función del grado de concentración que presentan. A su vez cada una de estas categorías está señalizada con un color diferente. A saber:



Figura 5: "Distribución según frecuencia de las Url's en Google"

Figura 6: "Distribución según frecuencia de las Url's en DuckDuckGo"

Tipo de Url
GOOGLE
DUCKDUCKGO
HUB
7
10
SATÉLITE
4
-
ISLA
12
4
BURBUJA
20
12
4.2.3 Usuarios "burbujeados" y grado de aislamiento


GOOGLE
DUCKDUCKGO
Usuarios burbujeados
13
3
Usuario más aislado
5 Url´s burbuja
7 Url's
burbuja
4.2.4 Sitios Raíz
Los gráficos que siguen reflejan la variedad y recurrencia de los sitios raíz manejados por ambos buscadores para elaborar sus resultados. Se entiende por sitio raíz lo siguiente: si la dirección absoluta de un recurso es http://www.lanacion.com.ar/elecciones-2015-t50499 entonces decimos que su fuente, su sitio raíz es http://www.lanacion.com.ar. Se hacen visibles también cuántas y cuáles de estas fuentes tienen en común.

Figura 8: "Variedad y frecuencia de sitios raíz en Google"

Figura 9: "Variedad y frecuencia de sitios raíz en DuckDuckGo"

4.2.5 Fuentes compartidas
Los sitios raíz compartidos por ambos buscadores son 10:

1
http://www.lanacion.com.ar
6
http://www.elecciones.gov.ar
2
http://es.wikipedia.org
7
http://www.telam.com.ar
3
http://www.infobae.com
8
http://www.cronista.com
4
http://www.minutouno.com
9
http://www.electoral.gov.ar
5
http://www.clarin.com
10
http://www.informatesalta.com.ar

4.3 Opciones de búsqueda, cookies y configuración




¿Cuál de los dos buscadores te ofreció resultados más satisfactorios?
¿Usas las opciones de búsqueda avanzada?


DuckDuckGo: 31 – Google: 25
Sí, las utilizo: 28 – Sé que existen pero no las uso: 23 – No sabía que existían: 5
¿Conoces las opciones de configuración de tu buscador?
¿Sabes cómo funcionan las Cookies?


Sé que existen pero no las uso: 37 – Sí, las utilizo: 14 – No sabía que existían: 5
Sí, sé cómo funcionan pero nunca las modifiqué: 33 – No tengo idea de cómo funcionan: 13 - ¿Has dicho Cookies?: 1
4.4 Observaciones finales
Luego de recorrer los resultados de este experimento vemos que la advertencia de Pariser sobre las burbujas de filtro no encuentra un asidero empírico contundente en base al cual sostenerse. Si bien el alcance del mismo es acotado dada la focalización (tomando solo en cuenta a sólo los buscadores y constituida por una sóla búsqueda) y puntualización (no extendida en el tiempo) de la muestra, así como la homogeneidad de los participantes, es suficiente para desestimar la afirmación categórica del fenómeno de las burbujas de filtro. No obstante sí se encontró respaldo empírico en base al cual afirmar que el buscador alternativo DuckDuckGo está muy cerca de constituirse en un buscador genérico. Es decir, un buscador que ante búsquedas idénticas ofrece idénticos resultados (siempre que se active el ítem de región geográfica). Queda latente la necesidad de preguntarnos en torno a estos fenómenos en qué medida la personalización implica aislamiento o si existe algún umbral por debajo del cual puede ser comprendida positivamente como variedad.
En el marco de una posible mejora de nuestra relación dialógica con los dispositivos digitales, hemos dicho ya que no es un error dejar la configuración por defecto de las plataformas y apps que utilizamos. Más bien el error consiste en desconocer la acción de los algoritmos y en cada caso la posibilidad de intervenirlos/configurarlos/reprogramarlos. En esta dirección los resultados del experimento son contundentes. La gran mayoría de los participantes acusa tener conocimiento de la existencia y/o el modo de operar de las cookies detrás de sus acciones, así como las opciones avanzadas de su buscador (indispensable para intervenir el rumbo por defecto de una búsqueda). Sin embargo, son muy pocos los que manifiestan estar dispuestos a hacer efectiva esa modificación, por el contrario la actitud que prima es la de la no intervención. De manera que no sería el desconocimiento sino la indiferencia la que nos aleja de la posibilidad de metacomunicarnos con los dispositivos.
A modo de cierre podemos decir que Google no nos sumerge en un solipsismo informativo y que sí DuckDuckGo está cerca de ser un buscador genérico. Ante la pregunta ¿están los usuarios decididos a configurar o intervenir nuestros dispositivos? Habrá que decir que no. La mayoría prefiere dejar todo como está… al menos por ahora.
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