Buentrato. Su relación con la inteligencia emocional y la convivencia escolar Proper treatment. Its relationship with emotional intelligence and school environment

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Buentrato. Su relación con la inteligencia emocional y la convivencia escolar Francisco Javier Vásquez De la Hoz* Recibido: 22 de julio de 2012

Aceptado: 15 de octubre de 2012

Proper treatment. Its relationship with emotional intelligence and school environment Palabras clave: Buentrato, Inteligencia emocional, Convivencia pací¿ca.

Resumen En este artículo de revisión se hace una aproximación al concepto del buentrato, entendiéndolo como constructo de reciente aparición en la psicología cientí¿ca, pero no por ello de poca relevancia. Para no hacer apología al tradicional maltrato, damos una mirada positiva al tema del trato en las relaciones humanas, resaltando y promocionando ese trato adecuado o buentrato, que favorece la convivencia pací¿ca entre las personas, partiendo de un proceso personal de autorregulación reÀexiva de las emociones o inteligencia emocional.

Key words: Proper treatment, Emotional intelligence, Peaceful coexistence.

Abstract This review article considers an approach relating to the proper treatment, understanding it as a concept of recent appearance in scienti¿c psychology, but not of little relevance. To do the traditional abuse apology, is a positive point of view related to the issue of the human relations treatment, highlighting and promoting the proper treatment, which promotes peaceful coexistence among people, on the basis of a personal process of reÀexive self-regulation of emotions or emotional intelligence.

*

Jefe del Departamento de Publicaciones, Líder del Grupo de Investigación Psicología Educativa (B), Editor de la revista cientí¿ca Psicogente (C). [email protected]

Educ. Humanismo, Vol. 14 - No. 23 - pp. 37-46 - Diciembre, 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/educacion/index.php/educacion

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BUENTRATO. SU RELACIÓN CON LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LA CONVIVENCIA ESCOLAR

Aspectos preliminares

verdadero de crear tiempos y espacios para

Todos, o al menos la mayoría de nosotros,

la comunicación franca, de doble vía, ho-

esperamos que las relaciones interpersonales o

nesta, respetuosa, abierta, sin ambigüedades

humanas que sostenemos a diario, en el trabajo,

o ambivalencias, asertiva y positiva. Ella

en las organizaciones educativas, en la familia,

es posible desde la empatía, pues facilita la

en la pareja, etc., sean de calidad, y deben carac-

comprensión del otro, de sus necesidades y

terizarse, entre otros aspectos, por:

deseos, del entendimiento y aceptación de su expresión emocional.

• La práctica y la promoción de la solución de

• El buen humor, que implica reír y hacer

conÀictos, que permiten el uso de la negocia-

reír; reírse de uno mismo, lo que es propio

ción, la re-conciliación y el perdón; el ma-

de las personas maduras. En este sentido, la

nejo razonable de acuerdos y desacuerdos, y

capacidad de autoconocimiento o atención

de los consensos y disensos; la práctica del

y claridad emocional nos permite identi¿-

ganamos todos, nadie pierde. Sin duda al-

car nuestras emociones y la forma como las

guna, una persona que desee y necesite re-

expresamos. Esto facilitará, a su vez, aclarar

solver un problema deberá concentrar todos

los aspectos positivos y negativos de nuestra

sus recursos atencionales, es decir, priorizar

forma de ser; nos permite re-conocer los as-

sus procesos cognitivos, en la solución de

pectos que favorecen o nos desfavorecen al

dicho problema, máxime si son de carácter

interactuar con otros, así como dar cuenta de

emocional. Además, habilidades como la an-

nuestras virtudes y defectos, lo que facilitará

ticipación emocional, podrán servirnos como

su transformación o cambio a estados cada

ejercicio en la recreación de estados emocio-

vez más positivos.

nales propios y de otros, previendo las conse-

• El respeto, como aquella consideración por

cuencias de nuestros actos y las reacciones de

los sentimientos de los demás (Romero,

los demás, lo que también suele ser llamado

2006), que implica primero el conocimiento

pensamiento consecuencial. Esto se da por-

y comprensión de las emociones propias, y

que somos capaces de ponernos en el lugar

las de los demás, después. La aceptación del

del otro, saliendo del pensamiento egocéntri-

otro conlleva a la convivencia, a partir de su

co del que hablara en su momento Piaget, o

legitimación y aprecio como ser humano.

lo que también se conoce como pensamiento

• El buentrato, que se da y se recibe. Comen-

en perspectiva (Segura & Arcas, 2006).

cemos por decir que trato es la forma como

• La comunicación efectiva y afectiva, que se

procedemos o actuamos al relacionarnos con

de¿ne como aquella capacidad de escucha

otro ser humano, grupo u organización, sea

respetuosa y de uso adecuado y oportuno

por obra u omisión, de manera física o ver-

de la palabra y el silencio, con compromiso

bal, etcétera. Cuando esta relación es más o

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FRANCISCO JAVIER VÁSQUEZ DE LA HOZ

menos duradera, hablamos entonces de con-

al ubicarse una conducta cualquiera en el punto

vivencia; y si se da de manera adecuada, po-

cero (0) de dicha línea, sin duda implicaría que

demos hablar de relaciones interpersonales

no ocurre maltrato, pero de igual forma, que no

de calidad o de convivencia pací¿ca. En todo

está ocurriendo buentrato.

caso, la coexistencia activa, como llaman a la convivencia desde perspectivas epistemoló-

Si bien se puede a¿rmar entonces que el

gicas complejas, se entiende como la verda-

buentrato es la ausencia de acciones o situacio-

dera aceptación de ese otro (ser humano, gru-

nes de maltrato, ya que este no se presenta en

po u organización), es decir, su legitimación.

las relaciones de calidad, ello es solo una parte, acaso una de sus consecuencias, en tanto impli-

Tenemos así que el buentrato es un construc-

ca además, lo que quizás es más importante aún,

to de reciente aparición en la psicología, cues-

una relación que promueve la sensibilidad por y

tión evidenciable en la poca literatura cientí¿ca

el sentimiento de: re-conocimiento, aceptación,

existente. Sin embargo, en Latinoamérica, se

respeto y valoración; de complacencia, gozo y

destacan las preocupaciones sobre el tema por

bienestar siempre recíprocos. El buentrato inclu-

parte de Romero (2006) y Polit (2007a & b). En

ye además todos los estilos o formas de relacio-

Polit, encontramos una aproximación a la de¿ni-

narnos y comportarnos en esas relaciones, en la

ción de tal constructo cuando dice que el buen-

medida que promuevan el bienestar y garanti-

trato es toda forma de relación que promueve el

cen una buena calidad de vida (Roca González,

descubrir y la valoración de los propios sentidos

2010). Con otras palabras, el buentrato se rela-

y de los demás, el diálogo en nuestros propios

ciona con la convivencia activa que promueve el

entornos de vida cotidiana, y la construcción de

desarrollo integral de hombres, mujeres y niños,

proyectos de vida propios y de convivencia con

en tanto somos diferentes, valiosos y contamos

los otros (Polit, 2007a & b).

con deberes y derechos que se deben respetar.

Pero una de¿nición acaso más completa de

Entonces, una de¿nición de buentrato tendría

buentrato, tendría que comprender este concepto

que contemplar los siguientes aspectos: com-

mucho más allá de la ausencia de maltrato. De

portamiento físico o verbal, realizado por una

manera imaginaria, supóngase que en una línea

persona, grupo u organización en dirección a la

simbolizamos sus extremos con los números

integridad física y psicológica que contribuye al

más uno (+1) del lado del buentrato, y menos

desarrollo de la autoestima y la autonomía, esto

uno (-1) del lado del maltrato, por lo que en el

es, que promociona la singularidad del otro, per-

centro del continuo lineal estaría el cero (0), es

mitiendo con esto el respeto y la validación de sus

decir, la ausencia de uno y otro, la no manifes-

derechos, y la promoción de su desarrollo como

tación de ninguno de ellos. Esto signi¿ca que,

ser humano (Durán & Vásquez, 2006; Vásquez

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BUENTRATO. SU RELACIÓN CON LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LA CONVIVENCIA ESCOLAR

& Durán, 2007; Vásquez, 2008, adaptado de Ro-

(Polit, 2007b). Convivencia sería entonces la re-

mero, 2006). Tales comportamientos implican:

lación que las personas establecen con otras du-

a) Identi¿car en los otros conductas positivas

rante un cierto tiempo, caracterizada por la for-

a cambio de la exagerada concentración en los

ma como se tratan. Si la forma en que se tratan

comportamientos negativos; b) Expresar recono-

es adecuada (buentrato), se estaría propiciando

cimiento y elogios oportunos a esos comporta-

una convivencia sana y pací¿ca, pues, según lo

mientos positivos; c) La comunicación efectiva

visto en las anteriores de¿niciones de buentrato,

y afectiva, que incluye el saber escuchar con

implicaría la aceptación de las individualidades

atención y respeto, el silencio como forma váli-

de los involucrados. En este caso, la conviven-

da de comunicación, hasta las constantes verba-

cia partiría, como dijera Maturana (1997), del

lizaciones te quiero/te amo; d) Manifestaciones

reconocimiento del otro como legítimo otro y

comportamentales del afecto que sentimos por el

permitiría el desarrollo de estrategias para vivir

otro, que incluyen las acciones de contacto físico

juntos. Según Arango (2007), dichas estrategias

como abrazar, acariciar, besar.

se expresan en términos de calidad de las relaciones de las personas involucradas (o relaciones

Antes de cerrar este apartado, cabe decir que

de convivencia) y en términos de calidad de vida

el buentrato se asocia al altruismo, la solidari-

en general. Entendido de esta forma, el buentrato

dad, la empatía, la promoción de la libertad y la

es una búsqueda y un asunto de justicia, en tanto

autonomía, la cooperación, la actitud prosocial

cualquier ser humano desea o procura vivir, por

y democrática, la negociación y la conciliación,

cuanto solo así es posible la re-construcción de

entre otros (Romero, 2006).

un mundo cada vez más humano y estético, donde valga la pena vivir (Builes & López, 2009).

Buentrato, inteligencia emocional y convivencia en el aula

Por otra parte, un dé¿cit emocional puede

Como ya se mencionara, si el trato es la forma

propiciar comportamientos irracionales (Morin,

de proceder y comportarse con alguien, el buen-

1999). No obstante, y como lo a¿rma otra vez

trato consistiría en comportarse de manera ade-

Maturana (1997), es a partir de la reÀexión y del

cuada con una o varias personas, mientras que

uso de la razón como podemos aprender a regu-

el comportarse inadecuadamente con alguien o

lar nuestros propios estados emocionales, y tal

con otras personas sería, por supuesto, maltrato.

regulación reÀexiva emocional facilitará la con-

Entendido de esta manera, el término trato nos

vivencia que legitima al otro. Por lo anterior, la

remite a la idea de relación, en tanto involucra

inteligencia emocional (de aquí en adelante IE),

al menos una persona con la cual se interactúa,

como proceso psicológico humano que permite

y si esta relación es más o menos duradera en el

la autorregulación reÀexiva de las emociones,

tiempo, nos remite a otra idea, la de convivencia

juega un papel trascendental en las personas

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para la aceptación y reconocimiento de la sin-

formas de vivir de manera compartida con otras

gularidad propia, primero, y de la de los demás,

personas (p. 411). Ello exige no solo el reconoci-

después. Mayer y Salovey (2007) y Fernández-

miento de nuestras propias acciones y las accio-

Berrocal y Extremera (2006) consideran la IE

nes de los demás para construir vida en común,

como una inteligencia genuina, que se basa en

sino también el reconocimiento de la interdepen-

el uso adaptativo de las emociones en la cogni-

dencia de estas acciones, pues solo así es posible

ción, de forma que el individuo pueda resolver

la convivencia; solo así es posible transformar-

problemas y adaptarse e¿cazmente al ambiente

la, crear vínculos de compromiso y aceptación

(Grewal & Salovey, 2006). Está compuesta por

mutua que, en su máximo nivel, se expresa en

cuatro dimensiones, elementos o ramas, a saber:

sentimientos amorosos. En este sentido, Arango resalta que es desde el aprendizaje y la expresión

Habilidad para percibir y valorar con exac-

del amor donde se encontraría el fundamento

titud la emoción; la habilidad para acceder y/o

central de la convivencia (p. 411). Entonces, la

generar sentimientos cuando estos facilitan el

idea de Maffesoli en 1997 cobra inusitada im-

pensamiento; la habilidad para comprender la

portancia cuando a¿rma que la vida está hecha

emoción y el conocimiento emocional; y la habi-

ante todo, y cada vez más, de emociones, senti-

lidad para regular las emociones que promueven

mientos y afectos compartidos (Arango, 2007),

el crecimiento emocional e intelectual (Mayer &

que caracterizan y condicionan las formas de tra-

Salovey, 2007, p. 30).

tarnos unos a otros, por lo que entre más adecuada y sana sea la expresión de estos (buentrato),

Entonces, la IE juega un papel importante en la vida de las personas, en tanto es un proceso de

de mejor calidad tenderá a ser la dinámica de las relaciones humanas.

reÀexión que implica el uso de la razón, de la inteligencia, para el manejo adecuado de la expre-

Así, y junto con Arango, reconocemos, acep-

sión emocional, el aprendizaje de la autorregu-

tamos, respetamos y dimensionamos en su real y

lación emocional y la facilitación emocional del

justo valor, el papel que juegan la sensibilidad y

pensamiento. Así, la escogencia adecuada de las

la afectividad humana en los procesos de convi-

emociones, facilita los procesos de pensamiento,

vencia (Arango, 2007).

generando ideas y comportamientos racionales que coadyuvan la convivencia que legitima al otro (Maturana, 1997).

A partir de lo anterior, también cobra trascendental importancia el reto y la responsabilidad que tienen las distintas instituciones sociales en

Acaso es desde la perspectiva de Maturana

los procesos de socialización y formación de las

que Arango (2007) propone la convivencia como

personas, pues, mediante tales procesos, como

un acto de vivir con otros, como construcción de

dijera Sanz en 1995, los miembros de cada so-

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ciedad mantienen o re-producen sus particulares

Moraes, 2011), con recursos y acciones educa-

formas de relacionarse (Arango, 2007) o tratarse.

tivas que favorezcan la implicación emocional

En síntesis, la IE funciona como un catalizador

y los procesos de sentipensar, como también las

para el desarrollo del buentrato en las relaciones

dimensiones éticas e inclusivas (solidaridad, res-

humanas o interpersonales que tiene su impacto

ponsabilidad, etc.) que permitan una aceptación

en la coexistencia sana y pací¿ca.

del otro en su alteridad (Sanz & De la Torre, 2011). Justamente todo esto es lo que en parte se

Si reconocemos que estamos frente a una cri-

ha llamado el bientratarse.

sis de civilización (ecológica, económica, social, política, educativa), cuyas consecuencias ponen

Reiteramos entonces, la responsabilidad so-

en riesgo la supervivencia humana, y si acepta-

cial que las distintas instituciones sociales y los

mos también que dicha crisis es generada por

adultos tienen en la formación de las nuevas ge-

las manifestaciones de un paradigma del tener

neraciones: en el despliegue y fortalecimiento

y no del ser (paradigma este caracterizado por

de competencias no solo en el saber conocer y

ser mecanicista y fragmentador del conocimien-

hacer, sino también en el saber ser, ya que estas,

to y de la realidad; preocupado por la búsqueda

entre otras cosas, ayudan a desarrollar habilida-

de ganancias; que por ello promociona por un

des de autorreÀexión y autorregulación emocio-

lado el individualismo y, por otro, el paterna-

nal básicas para la salud mental, el buentrato y,

lismo; que se ocupa del consumo desenfrenado

en últimas, la convivencia pací¿ca entre los se-

de los recursos materiales y la depredación de

res humanos. Ya en Vigotsky encontramos que

los recursos naturales; que empuja a muchos a

el objetivo de toda educación es el dominio de

la marginación social; que se materializa en el

los sentimientos, que el fundamento del proce-

autoritarismo, la violencia, el maltrato; que nie-

so educativo consiste en aprender a dominar las

ga la inÀuencia y el potencial de las emociones,

reacciones emocionales (Vigotsky, 2001).

los sentimientos y los afectos, así como de los valores éticos, estéticos y espirituales), es de

No es descabellado entonces proponer que

imaginar que la educación para la comprensión

las organizaciones educativas, que es el caso

humana deberá considerar la educación para la

que nos ocupa, incluyan en sus currículas la

sensibilidad, partiendo de ambientes educativos

formación deliberada en IE, contribuyendo esto

intelectualmente enriquecidos y afectivamente

en la construcción de escenarios propicios para

integradores. Una educación dirigida al autoco-

la convivencia pací¿ca en esas organizaciones,

nocimiento (aprender a ser) y a la coexistencia

pues los educandos, por ejemplo, conquistarán

activa (aprender a convivir), que ayude a una

habilidades para el procesamiento emocional

mejor gestión de los problemas y la resolución

de información, preparándolos para el desplie-

pací¿ca de los conÀictos (De la Torre, Pujol &

gue de competencias socioafectivas. Con ellas

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se relacionarán, desde la práctica del buentrato,

este modo, se podrá romper el círculo vicioso

la solución pací¿ca de conÀictos, la equidad, el

de dinámicas basadas en el abuso del poder y el

respeto por la singularidad y la validación de los

maltrato, y se constituirá, en cambio, un círculo

derechos propios y del otro.

virtuoso de dinámicas de interacciones basadas en el respeto y el buentrato.

Pero, además, se requiere que todos los actores y estructuras que conforman las organizacio-

A manera de cierre

nes educativas asuman, más que la responsabi-

Al abordar el constructo buentrato, y al expo-

lidad, la obligación de hacer su propio proceso

ner los alcances de la relación de este con otro

de reÀexión crítica, no de espaldas a la realidad,

concepto de reciente aparición en la Psicología

sino de frente a esta. De tal suerte que, por ejem-

Cientí¿ca, el de inteligencia emocional, todo

plo, los actores y estructuras que por su posición

ello en el marco de la convivencia en los contex-

en el organigrama manejan el poder dentro de

tos educativos, hemos hecho una apuesta desde

aquellas organizaciones, revisen las característi-

la mirada positiva de la Psicología. Se ha evitado

cas de las relaciones humanas que establecen en

así la apología del tradicional concepto de mal-

su interior, las cuales se han establecido tradi-

trato, que desafortunadamente se mani¿esta hoy

cionalmente sobre la base del autoritarismo. Con

en todos los escenarios sociales sin distingos de

Romero (2006), aceptamos que todas las relacio-

clases, género, edad, estatus, rol, etcétera.

nes sociales están basadas en el poder, entendido este como la capacidad de inÀuir en los otros y

Con todo esto, queda claro el nivel incipiente

que, además, las instituciones sociales asumen

del constructo buentrato, en tanto la escasez de

o crean sus propios modelos para ejercer el po-

material académico cientí¿co publicado sobre el

der. Pero el problema comienza cuando dichos

particular. Por otra parte, apenas sí se ha aborda-

modelos disponen estrategias que llevan a prac-

do en otras áreas como la jurídica, social comu-

ticarlo de manera desigual y autoritaria (autori-

nitaria, educativa, laboral, vinculado al tema de

tarista), cuando tal práctica de poder comienza

los derechos humanos. En el área de salud se han

a ser o termina siendo socialmente aceptada, y

hecho aproximaciones importantes relacionadas

cuando sistemática e ineludiblemente conduce,

con la atención de pacientes/clientes por el per-

en consecuencia, a la legitimización institucio-

sonal de salud. Pero, en todo caso, en ninguna se

nal del maltrato y la violencia (Vásquez, 2007a;

le de¿ne, y si se le de¿ne, se hace sin rigor aca-

Vásquez & Durán, 2007). En estas condiciones,

démico alguno, lo que, en consecuencia, no ha

la reÀexión crítica antes propuesta permitirá, en

permitido que se adelanten investigaciones cien-

palabras de Arango (2007), una reconstrucción

tí¿cas sobre el particular, acaso, precisamente,

creativa de las formas en que se dan las rela-

por no contarse con una de¿nición (conceptual y

ciones en las organizaciones educativas. Y, de

operacional: dimensiones, categorías,…) preci-

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sa y clara que permita su valoración cuantitativa

ras de la vida, obliga, empuja o presiona a un

o cualitativa. Si bien, en la psicología y en las

abordaje cada vez más serio, más cientí¿co, que

Ciencias Sociales en general existe un problema

más temprano que tarde terminará causando un

serio en materia de medición por cuanto su con-

verdadero impacto académico y social.

cepción está relacionada con la cuanti¿cación de variables observables, cuestión esta que no

En el epílogo de estas líneas, no está de más

es posible aplicar al estudio de variables propias

decir que el buentrato es importante al menos en

de aquellas ciencias; no es menos serio el hecho

tres sentidos: No solo se debe dar, sino que por

de considerar la posibilidad de entender más am-

bienestar psicológico se espera recibir buentrato;

pliamente la idea de medición, de manera que in-

es decir, en la vida es tan importante participar

cluya el término modalidad, ya que estas, como

en relaciones humanas de calidad donde puedan

elementos constitutivos de las variables, pueden

expresarse los afectos positivos que facilitan el

medirse cuando de ellas se establecen sus cuali-

buentrato, como el recibirlo. No obstante, y este

dades y atributos, asignándoles nombres o deno-

es el segundo sentido, para esto, para recibir el

minaciones y no ya número o cifras como ocu-

buentrato, se debe ser merecedor de este, hay

rre en la medición cuantitativa. Esto es posible

que brindarlo u ofrecerlo primero. Cuestión esta

desde el uso de escalas de medición nominal u

que obliga, tercer sentido, a aprenderlo y prac-

ordinal que permiten establecer distintos niveles

ticarlo, por lo que expresiones populares tales

de medición de las variables y que, para el caso

como nadie da de lo que no tiene y no hagas a

de las cualitativas, permiten su categorización y

los demás lo que no te gustaría te hicieran, ter-

jerarquización. Este será el reto para hacer del

minan siendo al menos importantes cuando se

buentrato un constructo cientí¿camente válido.

trata de reÀexionar sobre este tema. Por tanto, así como el maltrato es aprendido en la dinámica

Así las cosas, al proponer una de¿nición de

de las relaciones humanas más allá del contexto

buentrato, se puede incurrir en la presentación de

donde estas se mani¿esten, por fortuna también

ideas que poco o nada se relacionan con el tér-

se puede desaprender, dando paso así a la adqui-

mino mismo. De hecho, como ya se dijo, existen

sición de habilidades del (re-aprendizaje para el)

pocos trabajos teóricos y empíricos que propon-

buentrato. ¿Desde dónde? Desde la IE como ca-

gan seriamente sus elementos constitutivos, por

talizador. ¿Para qué? Para la convivencia sana y

lo que es posible que caigamos fácilmente en de-

pací¿ca o coexistencia activa.

¿niciones equívocas y poco pertinentes. Siendo aún una variable teórica abstracta, un constructo

Resta entonces exhortar a los distintos acto-

hipotético, no pierde su valor cientí¿co, pues el

res de las comunidades educativas, especialmen-

creciente interés que despierta en diversas esfe-

te a aquellos que más interacción tienen con los

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FRANCISCO JAVIER VÁSQUEZ DE LA HOZ

educandos, para que reÀexionen sobre las ideas

Emotional intelligence: A theoretical and

expresadas acá y, si están de acuerdo con ellas,

empirical review of its ¿rst 15 years of

empiecen a diseñar e implementar los procesos

history. Psicothema, 18(supl.), 7-12.Con-

y programas respectivos. De tal suerte que se

sultado el 21 de abril de 2007 en: http://

empiece a contribuir en el desarrollo de los tan

www.psicothema.com/pdf/3270.pdf

anhelados espacios de convivencia pací¿ca en el

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BUENTRATO. SU RELACIÓN CON LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LA CONVIVENCIA ESCOLAR

tinoamericano y XV Colombiano de Pre-

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