Buentrato. Su relación con la inteligencia emocional y la convivencia escolar Francisco Javier Vásquez De la Hoz* Recibido: 22 de julio de 2012
Aceptado: 15 de octubre de 2012
Proper treatment. Its relationship with emotional intelligence and school environment Palabras clave: Buentrato, Inteligencia emocional, Convivencia pací¿ca.
Resumen En este artículo de revisión se hace una aproximación al concepto del buentrato, entendiéndolo como constructo de reciente aparición en la psicología cientí¿ca, pero no por ello de poca relevancia. Para no hacer apología al tradicional maltrato, damos una mirada positiva al tema del trato en las relaciones humanas, resaltando y promocionando ese trato adecuado o buentrato, que favorece la convivencia pací¿ca entre las personas, partiendo de un proceso personal de autorregulación reÀexiva de las emociones o inteligencia emocional.
Key words: Proper treatment, Emotional intelligence, Peaceful coexistence.
Abstract This review article considers an approach relating to the proper treatment, understanding it as a concept of recent appearance in scienti¿c psychology, but not of little relevance. To do the traditional abuse apology, is a positive point of view related to the issue of the human relations treatment, highlighting and promoting the proper treatment, which promotes peaceful coexistence among people, on the basis of a personal process of reÀexive self-regulation of emotions or emotional intelligence.
*
Jefe del Departamento de Publicaciones, Líder del Grupo de Investigación Psicología Educativa (B), Editor de la revista cientí¿ca Psicogente (C).
[email protected]
Educ. Humanismo, Vol. 14 - No. 23 - pp. 37-46 - Diciembre, 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/educacion/index.php/educacion
38
BUENTRATO. SU RELACIÓN CON LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LA CONVIVENCIA ESCOLAR
Aspectos preliminares
verdadero de crear tiempos y espacios para
Todos, o al menos la mayoría de nosotros,
la comunicación franca, de doble vía, ho-
esperamos que las relaciones interpersonales o
nesta, respetuosa, abierta, sin ambigüedades
humanas que sostenemos a diario, en el trabajo,
o ambivalencias, asertiva y positiva. Ella
en las organizaciones educativas, en la familia,
es posible desde la empatía, pues facilita la
en la pareja, etc., sean de calidad, y deben carac-
comprensión del otro, de sus necesidades y
terizarse, entre otros aspectos, por:
deseos, del entendimiento y aceptación de su expresión emocional.
• La práctica y la promoción de la solución de
• El buen humor, que implica reír y hacer
conÀictos, que permiten el uso de la negocia-
reír; reírse de uno mismo, lo que es propio
ción, la re-conciliación y el perdón; el ma-
de las personas maduras. En este sentido, la
nejo razonable de acuerdos y desacuerdos, y
capacidad de autoconocimiento o atención
de los consensos y disensos; la práctica del
y claridad emocional nos permite identi¿-
ganamos todos, nadie pierde. Sin duda al-
car nuestras emociones y la forma como las
guna, una persona que desee y necesite re-
expresamos. Esto facilitará, a su vez, aclarar
solver un problema deberá concentrar todos
los aspectos positivos y negativos de nuestra
sus recursos atencionales, es decir, priorizar
forma de ser; nos permite re-conocer los as-
sus procesos cognitivos, en la solución de
pectos que favorecen o nos desfavorecen al
dicho problema, máxime si son de carácter
interactuar con otros, así como dar cuenta de
emocional. Además, habilidades como la an-
nuestras virtudes y defectos, lo que facilitará
ticipación emocional, podrán servirnos como
su transformación o cambio a estados cada
ejercicio en la recreación de estados emocio-
vez más positivos.
nales propios y de otros, previendo las conse-
• El respeto, como aquella consideración por
cuencias de nuestros actos y las reacciones de
los sentimientos de los demás (Romero,
los demás, lo que también suele ser llamado
2006), que implica primero el conocimiento
pensamiento consecuencial. Esto se da por-
y comprensión de las emociones propias, y
que somos capaces de ponernos en el lugar
las de los demás, después. La aceptación del
del otro, saliendo del pensamiento egocéntri-
otro conlleva a la convivencia, a partir de su
co del que hablara en su momento Piaget, o
legitimación y aprecio como ser humano.
lo que también se conoce como pensamiento
• El buentrato, que se da y se recibe. Comen-
en perspectiva (Segura & Arcas, 2006).
cemos por decir que trato es la forma como
• La comunicación efectiva y afectiva, que se
procedemos o actuamos al relacionarnos con
de¿ne como aquella capacidad de escucha
otro ser humano, grupo u organización, sea
respetuosa y de uso adecuado y oportuno
por obra u omisión, de manera física o ver-
de la palabra y el silencio, con compromiso
bal, etcétera. Cuando esta relación es más o
Educ. Humanismo, Vol. 14 - No. 23 - pp. 37-46 - Diciembre, 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/educacion/index.php/educacion
39
FRANCISCO JAVIER VÁSQUEZ DE LA HOZ
menos duradera, hablamos entonces de con-
al ubicarse una conducta cualquiera en el punto
vivencia; y si se da de manera adecuada, po-
cero (0) de dicha línea, sin duda implicaría que
demos hablar de relaciones interpersonales
no ocurre maltrato, pero de igual forma, que no
de calidad o de convivencia pací¿ca. En todo
está ocurriendo buentrato.
caso, la coexistencia activa, como llaman a la convivencia desde perspectivas epistemoló-
Si bien se puede a¿rmar entonces que el
gicas complejas, se entiende como la verda-
buentrato es la ausencia de acciones o situacio-
dera aceptación de ese otro (ser humano, gru-
nes de maltrato, ya que este no se presenta en
po u organización), es decir, su legitimación.
las relaciones de calidad, ello es solo una parte, acaso una de sus consecuencias, en tanto impli-
Tenemos así que el buentrato es un construc-
ca además, lo que quizás es más importante aún,
to de reciente aparición en la psicología, cues-
una relación que promueve la sensibilidad por y
tión evidenciable en la poca literatura cientí¿ca
el sentimiento de: re-conocimiento, aceptación,
existente. Sin embargo, en Latinoamérica, se
respeto y valoración; de complacencia, gozo y
destacan las preocupaciones sobre el tema por
bienestar siempre recíprocos. El buentrato inclu-
parte de Romero (2006) y Polit (2007a & b). En
ye además todos los estilos o formas de relacio-
Polit, encontramos una aproximación a la de¿ni-
narnos y comportarnos en esas relaciones, en la
ción de tal constructo cuando dice que el buen-
medida que promuevan el bienestar y garanti-
trato es toda forma de relación que promueve el
cen una buena calidad de vida (Roca González,
descubrir y la valoración de los propios sentidos
2010). Con otras palabras, el buentrato se rela-
y de los demás, el diálogo en nuestros propios
ciona con la convivencia activa que promueve el
entornos de vida cotidiana, y la construcción de
desarrollo integral de hombres, mujeres y niños,
proyectos de vida propios y de convivencia con
en tanto somos diferentes, valiosos y contamos
los otros (Polit, 2007a & b).
con deberes y derechos que se deben respetar.
Pero una de¿nición acaso más completa de
Entonces, una de¿nición de buentrato tendría
buentrato, tendría que comprender este concepto
que contemplar los siguientes aspectos: com-
mucho más allá de la ausencia de maltrato. De
portamiento físico o verbal, realizado por una
manera imaginaria, supóngase que en una línea
persona, grupo u organización en dirección a la
simbolizamos sus extremos con los números
integridad física y psicológica que contribuye al
más uno (+1) del lado del buentrato, y menos
desarrollo de la autoestima y la autonomía, esto
uno (-1) del lado del maltrato, por lo que en el
es, que promociona la singularidad del otro, per-
centro del continuo lineal estaría el cero (0), es
mitiendo con esto el respeto y la validación de sus
decir, la ausencia de uno y otro, la no manifes-
derechos, y la promoción de su desarrollo como
tación de ninguno de ellos. Esto signi¿ca que,
ser humano (Durán & Vásquez, 2006; Vásquez
Educ. Humanismo, Vol. 14 - No. 23 - pp. 37-46 - Diciembre, 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/educacion/index.php/educacion
40
BUENTRATO. SU RELACIÓN CON LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LA CONVIVENCIA ESCOLAR
& Durán, 2007; Vásquez, 2008, adaptado de Ro-
(Polit, 2007b). Convivencia sería entonces la re-
mero, 2006). Tales comportamientos implican:
lación que las personas establecen con otras du-
a) Identi¿car en los otros conductas positivas
rante un cierto tiempo, caracterizada por la for-
a cambio de la exagerada concentración en los
ma como se tratan. Si la forma en que se tratan
comportamientos negativos; b) Expresar recono-
es adecuada (buentrato), se estaría propiciando
cimiento y elogios oportunos a esos comporta-
una convivencia sana y pací¿ca, pues, según lo
mientos positivos; c) La comunicación efectiva
visto en las anteriores de¿niciones de buentrato,
y afectiva, que incluye el saber escuchar con
implicaría la aceptación de las individualidades
atención y respeto, el silencio como forma váli-
de los involucrados. En este caso, la conviven-
da de comunicación, hasta las constantes verba-
cia partiría, como dijera Maturana (1997), del
lizaciones te quiero/te amo; d) Manifestaciones
reconocimiento del otro como legítimo otro y
comportamentales del afecto que sentimos por el
permitiría el desarrollo de estrategias para vivir
otro, que incluyen las acciones de contacto físico
juntos. Según Arango (2007), dichas estrategias
como abrazar, acariciar, besar.
se expresan en términos de calidad de las relaciones de las personas involucradas (o relaciones
Antes de cerrar este apartado, cabe decir que
de convivencia) y en términos de calidad de vida
el buentrato se asocia al altruismo, la solidari-
en general. Entendido de esta forma, el buentrato
dad, la empatía, la promoción de la libertad y la
es una búsqueda y un asunto de justicia, en tanto
autonomía, la cooperación, la actitud prosocial
cualquier ser humano desea o procura vivir, por
y democrática, la negociación y la conciliación,
cuanto solo así es posible la re-construcción de
entre otros (Romero, 2006).
un mundo cada vez más humano y estético, donde valga la pena vivir (Builes & López, 2009).
Buentrato, inteligencia emocional y convivencia en el aula
Por otra parte, un dé¿cit emocional puede
Como ya se mencionara, si el trato es la forma
propiciar comportamientos irracionales (Morin,
de proceder y comportarse con alguien, el buen-
1999). No obstante, y como lo a¿rma otra vez
trato consistiría en comportarse de manera ade-
Maturana (1997), es a partir de la reÀexión y del
cuada con una o varias personas, mientras que
uso de la razón como podemos aprender a regu-
el comportarse inadecuadamente con alguien o
lar nuestros propios estados emocionales, y tal
con otras personas sería, por supuesto, maltrato.
regulación reÀexiva emocional facilitará la con-
Entendido de esta manera, el término trato nos
vivencia que legitima al otro. Por lo anterior, la
remite a la idea de relación, en tanto involucra
inteligencia emocional (de aquí en adelante IE),
al menos una persona con la cual se interactúa,
como proceso psicológico humano que permite
y si esta relación es más o menos duradera en el
la autorregulación reÀexiva de las emociones,
tiempo, nos remite a otra idea, la de convivencia
juega un papel trascendental en las personas
Educ. Humanismo, Vol. 14 - No. 23 - pp. 37-46 - Diciembre, 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/educacion/index.php/educacion
41
FRANCISCO JAVIER VÁSQUEZ DE LA HOZ
para la aceptación y reconocimiento de la sin-
formas de vivir de manera compartida con otras
gularidad propia, primero, y de la de los demás,
personas (p. 411). Ello exige no solo el reconoci-
después. Mayer y Salovey (2007) y Fernández-
miento de nuestras propias acciones y las accio-
Berrocal y Extremera (2006) consideran la IE
nes de los demás para construir vida en común,
como una inteligencia genuina, que se basa en
sino también el reconocimiento de la interdepen-
el uso adaptativo de las emociones en la cogni-
dencia de estas acciones, pues solo así es posible
ción, de forma que el individuo pueda resolver
la convivencia; solo así es posible transformar-
problemas y adaptarse e¿cazmente al ambiente
la, crear vínculos de compromiso y aceptación
(Grewal & Salovey, 2006). Está compuesta por
mutua que, en su máximo nivel, se expresa en
cuatro dimensiones, elementos o ramas, a saber:
sentimientos amorosos. En este sentido, Arango resalta que es desde el aprendizaje y la expresión
Habilidad para percibir y valorar con exac-
del amor donde se encontraría el fundamento
titud la emoción; la habilidad para acceder y/o
central de la convivencia (p. 411). Entonces, la
generar sentimientos cuando estos facilitan el
idea de Maffesoli en 1997 cobra inusitada im-
pensamiento; la habilidad para comprender la
portancia cuando a¿rma que la vida está hecha
emoción y el conocimiento emocional; y la habi-
ante todo, y cada vez más, de emociones, senti-
lidad para regular las emociones que promueven
mientos y afectos compartidos (Arango, 2007),
el crecimiento emocional e intelectual (Mayer &
que caracterizan y condicionan las formas de tra-
Salovey, 2007, p. 30).
tarnos unos a otros, por lo que entre más adecuada y sana sea la expresión de estos (buentrato),
Entonces, la IE juega un papel importante en la vida de las personas, en tanto es un proceso de
de mejor calidad tenderá a ser la dinámica de las relaciones humanas.
reÀexión que implica el uso de la razón, de la inteligencia, para el manejo adecuado de la expre-
Así, y junto con Arango, reconocemos, acep-
sión emocional, el aprendizaje de la autorregu-
tamos, respetamos y dimensionamos en su real y
lación emocional y la facilitación emocional del
justo valor, el papel que juegan la sensibilidad y
pensamiento. Así, la escogencia adecuada de las
la afectividad humana en los procesos de convi-
emociones, facilita los procesos de pensamiento,
vencia (Arango, 2007).
generando ideas y comportamientos racionales que coadyuvan la convivencia que legitima al otro (Maturana, 1997).
A partir de lo anterior, también cobra trascendental importancia el reto y la responsabilidad que tienen las distintas instituciones sociales en
Acaso es desde la perspectiva de Maturana
los procesos de socialización y formación de las
que Arango (2007) propone la convivencia como
personas, pues, mediante tales procesos, como
un acto de vivir con otros, como construcción de
dijera Sanz en 1995, los miembros de cada so-
Educ. Humanismo, Vol. 14 - No. 23 - pp. 37-46 - Diciembre, 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/educacion/index.php/educacion
42
BUENTRATO. SU RELACIÓN CON LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LA CONVIVENCIA ESCOLAR
ciedad mantienen o re-producen sus particulares
Moraes, 2011), con recursos y acciones educa-
formas de relacionarse (Arango, 2007) o tratarse.
tivas que favorezcan la implicación emocional
En síntesis, la IE funciona como un catalizador
y los procesos de sentipensar, como también las
para el desarrollo del buentrato en las relaciones
dimensiones éticas e inclusivas (solidaridad, res-
humanas o interpersonales que tiene su impacto
ponsabilidad, etc.) que permitan una aceptación
en la coexistencia sana y pací¿ca.
del otro en su alteridad (Sanz & De la Torre, 2011). Justamente todo esto es lo que en parte se
Si reconocemos que estamos frente a una cri-
ha llamado el bientratarse.
sis de civilización (ecológica, económica, social, política, educativa), cuyas consecuencias ponen
Reiteramos entonces, la responsabilidad so-
en riesgo la supervivencia humana, y si acepta-
cial que las distintas instituciones sociales y los
mos también que dicha crisis es generada por
adultos tienen en la formación de las nuevas ge-
las manifestaciones de un paradigma del tener
neraciones: en el despliegue y fortalecimiento
y no del ser (paradigma este caracterizado por
de competencias no solo en el saber conocer y
ser mecanicista y fragmentador del conocimien-
hacer, sino también en el saber ser, ya que estas,
to y de la realidad; preocupado por la búsqueda
entre otras cosas, ayudan a desarrollar habilida-
de ganancias; que por ello promociona por un
des de autorreÀexión y autorregulación emocio-
lado el individualismo y, por otro, el paterna-
nal básicas para la salud mental, el buentrato y,
lismo; que se ocupa del consumo desenfrenado
en últimas, la convivencia pací¿ca entre los se-
de los recursos materiales y la depredación de
res humanos. Ya en Vigotsky encontramos que
los recursos naturales; que empuja a muchos a
el objetivo de toda educación es el dominio de
la marginación social; que se materializa en el
los sentimientos, que el fundamento del proce-
autoritarismo, la violencia, el maltrato; que nie-
so educativo consiste en aprender a dominar las
ga la inÀuencia y el potencial de las emociones,
reacciones emocionales (Vigotsky, 2001).
los sentimientos y los afectos, así como de los valores éticos, estéticos y espirituales), es de
No es descabellado entonces proponer que
imaginar que la educación para la comprensión
las organizaciones educativas, que es el caso
humana deberá considerar la educación para la
que nos ocupa, incluyan en sus currículas la
sensibilidad, partiendo de ambientes educativos
formación deliberada en IE, contribuyendo esto
intelectualmente enriquecidos y afectivamente
en la construcción de escenarios propicios para
integradores. Una educación dirigida al autoco-
la convivencia pací¿ca en esas organizaciones,
nocimiento (aprender a ser) y a la coexistencia
pues los educandos, por ejemplo, conquistarán
activa (aprender a convivir), que ayude a una
habilidades para el procesamiento emocional
mejor gestión de los problemas y la resolución
de información, preparándolos para el desplie-
pací¿ca de los conÀictos (De la Torre, Pujol &
gue de competencias socioafectivas. Con ellas
Educ. Humanismo, Vol. 14 - No. 23 - pp. 37-46 - Diciembre, 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/educacion/index.php/educacion
43
FRANCISCO JAVIER VÁSQUEZ DE LA HOZ
se relacionarán, desde la práctica del buentrato,
este modo, se podrá romper el círculo vicioso
la solución pací¿ca de conÀictos, la equidad, el
de dinámicas basadas en el abuso del poder y el
respeto por la singularidad y la validación de los
maltrato, y se constituirá, en cambio, un círculo
derechos propios y del otro.
virtuoso de dinámicas de interacciones basadas en el respeto y el buentrato.
Pero, además, se requiere que todos los actores y estructuras que conforman las organizacio-
A manera de cierre
nes educativas asuman, más que la responsabi-
Al abordar el constructo buentrato, y al expo-
lidad, la obligación de hacer su propio proceso
ner los alcances de la relación de este con otro
de reÀexión crítica, no de espaldas a la realidad,
concepto de reciente aparición en la Psicología
sino de frente a esta. De tal suerte que, por ejem-
Cientí¿ca, el de inteligencia emocional, todo
plo, los actores y estructuras que por su posición
ello en el marco de la convivencia en los contex-
en el organigrama manejan el poder dentro de
tos educativos, hemos hecho una apuesta desde
aquellas organizaciones, revisen las característi-
la mirada positiva de la Psicología. Se ha evitado
cas de las relaciones humanas que establecen en
así la apología del tradicional concepto de mal-
su interior, las cuales se han establecido tradi-
trato, que desafortunadamente se mani¿esta hoy
cionalmente sobre la base del autoritarismo. Con
en todos los escenarios sociales sin distingos de
Romero (2006), aceptamos que todas las relacio-
clases, género, edad, estatus, rol, etcétera.
nes sociales están basadas en el poder, entendido este como la capacidad de inÀuir en los otros y
Con todo esto, queda claro el nivel incipiente
que, además, las instituciones sociales asumen
del constructo buentrato, en tanto la escasez de
o crean sus propios modelos para ejercer el po-
material académico cientí¿co publicado sobre el
der. Pero el problema comienza cuando dichos
particular. Por otra parte, apenas sí se ha aborda-
modelos disponen estrategias que llevan a prac-
do en otras áreas como la jurídica, social comu-
ticarlo de manera desigual y autoritaria (autori-
nitaria, educativa, laboral, vinculado al tema de
tarista), cuando tal práctica de poder comienza
los derechos humanos. En el área de salud se han
a ser o termina siendo socialmente aceptada, y
hecho aproximaciones importantes relacionadas
cuando sistemática e ineludiblemente conduce,
con la atención de pacientes/clientes por el per-
en consecuencia, a la legitimización institucio-
sonal de salud. Pero, en todo caso, en ninguna se
nal del maltrato y la violencia (Vásquez, 2007a;
le de¿ne, y si se le de¿ne, se hace sin rigor aca-
Vásquez & Durán, 2007). En estas condiciones,
démico alguno, lo que, en consecuencia, no ha
la reÀexión crítica antes propuesta permitirá, en
permitido que se adelanten investigaciones cien-
palabras de Arango (2007), una reconstrucción
tí¿cas sobre el particular, acaso, precisamente,
creativa de las formas en que se dan las rela-
por no contarse con una de¿nición (conceptual y
ciones en las organizaciones educativas. Y, de
operacional: dimensiones, categorías,…) preci-
Educ. Humanismo, Vol. 14 - No. 23 - pp. 37-46 - Diciembre, 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/educacion/index.php/educacion
44
BUENTRATO. SU RELACIÓN CON LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LA CONVIVENCIA ESCOLAR
sa y clara que permita su valoración cuantitativa
ras de la vida, obliga, empuja o presiona a un
o cualitativa. Si bien, en la psicología y en las
abordaje cada vez más serio, más cientí¿co, que
Ciencias Sociales en general existe un problema
más temprano que tarde terminará causando un
serio en materia de medición por cuanto su con-
verdadero impacto académico y social.
cepción está relacionada con la cuanti¿cación de variables observables, cuestión esta que no
En el epílogo de estas líneas, no está de más
es posible aplicar al estudio de variables propias
decir que el buentrato es importante al menos en
de aquellas ciencias; no es menos serio el hecho
tres sentidos: No solo se debe dar, sino que por
de considerar la posibilidad de entender más am-
bienestar psicológico se espera recibir buentrato;
pliamente la idea de medición, de manera que in-
es decir, en la vida es tan importante participar
cluya el término modalidad, ya que estas, como
en relaciones humanas de calidad donde puedan
elementos constitutivos de las variables, pueden
expresarse los afectos positivos que facilitan el
medirse cuando de ellas se establecen sus cuali-
buentrato, como el recibirlo. No obstante, y este
dades y atributos, asignándoles nombres o deno-
es el segundo sentido, para esto, para recibir el
minaciones y no ya número o cifras como ocu-
buentrato, se debe ser merecedor de este, hay
rre en la medición cuantitativa. Esto es posible
que brindarlo u ofrecerlo primero. Cuestión esta
desde el uso de escalas de medición nominal u
que obliga, tercer sentido, a aprenderlo y prac-
ordinal que permiten establecer distintos niveles
ticarlo, por lo que expresiones populares tales
de medición de las variables y que, para el caso
como nadie da de lo que no tiene y no hagas a
de las cualitativas, permiten su categorización y
los demás lo que no te gustaría te hicieran, ter-
jerarquización. Este será el reto para hacer del
minan siendo al menos importantes cuando se
buentrato un constructo cientí¿camente válido.
trata de reÀexionar sobre este tema. Por tanto, así como el maltrato es aprendido en la dinámica
Así las cosas, al proponer una de¿nición de
de las relaciones humanas más allá del contexto
buentrato, se puede incurrir en la presentación de
donde estas se mani¿esten, por fortuna también
ideas que poco o nada se relacionan con el tér-
se puede desaprender, dando paso así a la adqui-
mino mismo. De hecho, como ya se dijo, existen
sición de habilidades del (re-aprendizaje para el)
pocos trabajos teóricos y empíricos que propon-
buentrato. ¿Desde dónde? Desde la IE como ca-
gan seriamente sus elementos constitutivos, por
talizador. ¿Para qué? Para la convivencia sana y
lo que es posible que caigamos fácilmente en de-
pací¿ca o coexistencia activa.
¿niciones equívocas y poco pertinentes. Siendo aún una variable teórica abstracta, un constructo
Resta entonces exhortar a los distintos acto-
hipotético, no pierde su valor cientí¿co, pues el
res de las comunidades educativas, especialmen-
creciente interés que despierta en diversas esfe-
te a aquellos que más interacción tienen con los
Educ. Humanismo, Vol. 14 - No. 23 - pp. 37-46 - Diciembre, 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/educacion/index.php/educacion
45
FRANCISCO JAVIER VÁSQUEZ DE LA HOZ
educandos, para que reÀexionen sobre las ideas
Emotional intelligence: A theoretical and
expresadas acá y, si están de acuerdo con ellas,
empirical review of its ¿rst 15 years of
empiecen a diseñar e implementar los procesos
history. Psicothema, 18(supl.), 7-12.Con-
y programas respectivos. De tal suerte que se
sultado el 21 de abril de 2007 en: http://
empiece a contribuir en el desarrollo de los tan
www.psicothema.com/pdf/3270.pdf
anhelados espacios de convivencia pací¿ca en el
Grewal, D. & Salovey, P. (2006). Inteligencia
aula. No se pierde nada, quizás se gane algo…
emocional. Mente y cerebro, 16, 10-20. Maturana, H. (1997). Emociones y lenguaje en
Referencias Arango, C. (2007). Psicología comunitaria de la convivencia. Cali: Programa Editorial Universidad del Valle.
educación y política. (9ª ed.). Santiago de Chile: Dolmen Ediciones. Mayer, J. & Salovey, P. (2007). ¿Qué es la inteligencia emocional? En J.M. Mestre & P.
Builes Correa, M. V. & López Serna, L. M.
Fernández-Berrocal (Coords.). Manual de
(2009). Relatos recon¿gurados de la vio-
inteligencia emocionall (pp. 23-43). Ma-
lencia en Antioquia (Colombia). Revista
drid: Pirámide.
Colombiana de Psiquiatría, 38(2), pp.
Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios
248-261. Consultado el 27 de marzo de
para la educación del futuro. Ministerio
2012 en: http://redalyc.uaemex.mx/src/
de Educación Nacional de Colombia y
inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=80615421003
UNESCO.
De la Torre, S., Pujol, M. & Moraes, M. (2011).
Organización de las Naciones Unidas para la
Por una educación transformadora: Los
Educación, la Ciencia y la Cultura (2001).
siete saberes de la educación para el pre-
La educación para todos para aprender
sente. Carta de Fortaleza. En: De la To-
a vivir juntos: Contenidos y estrategias
rre, Pujol, Moraes (Coords.). Documentos
de aprendizaje-problemas y soluciones.
para el cambio. Hacia una educación
UNESCO: 46ª reunión de la Conferencia
transformadora. Barcelona: Editorial Cír-
Internacional de Educación, Ginebra 5-8
culo Rojo-Investigación.
de septiembre de 2001.
Durán, F. & Vásquez, F. (2006, noviembre).
Polit, D. (2007a, enero). Buen trato y maltrato
Inteligencia emocional y buentrato: Ele-
a los niños, niñas y adolescentes. [Power
mentos para construir convivencia pací¿-
point]. Ponencia Foro No al Maltrato In-
ca desde la investigación-acción. [Power
fantil. Cali.
point]. Ponencia presentada en la Jornada
Polit, D. (2007b, julio). La concepción social de
académica en conmemoración del Día del
la infancia y el signi¿cado del buen trato.
Psicólogo. Barranquilla.
[Power point]. Ponencia I Congreso Pa-
Fernández-Berrocal, P. & Extremera, N. (2006).
namericano, IV Iberoamericano, IX La-
Educ. Humanismo, Vol. 14 - No. 23 - pp. 37-46 - Diciembre, 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/educacion/index.php/educacion
46
BUENTRATO. SU RELACIÓN CON LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LA CONVIVENCIA ESCOLAR
tinoamericano y XV Colombiano de Pre-
organizaciones educativas. [Power point].
vención y Atención del Maltrato Infantil
Ponencia presentada en el I Congreso Pa-
Franklin Farinatti. Bogotá.
namericano, IV Iberoamericano, IX Lati-
Roca González, C. L. (2010). Guía de orienta-
noamericano y XV Colombiano de Pre-
ciones para el buen trato a niños y niñas en
vención y Atención del Maltrato Infantil
el Nivel Inicial. Ministerio de Educación
Franklin Farinatti, del 17 al 19 de julio de
del Perú. Consultado el 11 de septiembre
2007 en la ciudad de Bogotá, D.C.
de 2012 en: http://ebr.minedu.gob.pe/dei/
Vásquez, F. (2007a). Inteligencia emocional en
pdfs/guias/guia_del_buen_trato.pdf Romero, L. (2006). Construyendo el buentrato.
las organizaciones educativas. Psicogente, 10(17), 42-59.
Herramientas para facilitar el cambio.
Vásquez, F. (2008, mayo). Inteligencia Emocio-
(3ª ed.). Barranquilla: Centro de Asesoría
nal + Buentrato = ¿Convivencia pací¿ca?
y Consultoría (CAC).
Ponencia 13º Congreso Colombiano de
Sanz, G. & De la Torre, S. (2011). Declaración
Psicología. Bogotá. También disponi-
de Barcelona: Transdisciplinariedad y
ble en texto electrónico: Pérez-Acosta,
educación. En: De la Torre, Pujol, Moraes
A. (2008). La psicología colombiana en
(Coords.). Documentos para el cambio.
la década de la conducta. Memorias del
Hacia una educación transformadora.
13er. Congreso Colombiano de Psico-
Barcelona: Editorial Círculo Rojo-Inves-
logía. Bogotá: Sociedad Colombiana de
tigación.
Psicología - Institución Universitaria Ibe-
Segura, M. & Arcas, M. (2006). Relacionarnos bien. Madrid: Narcea S.A. Vásquez, F. & Durán, F. (2007, julio). Inteligen-
roamericana (ISBN: 978-958-44-3259-9). Texto electrónico en archivo pdf y grabado en CD-ROM, p. 240.
cia emocional y buentrato como estrate-
Vigotsky, L. (2001). Psicología pedagógica. Un
gias para la convivencia pací¿ca en las
curso breve. Buenos Aires: Aique.
Educ. Humanismo, Vol. 14 - No. 23 - pp. 37-46 - Diciembre, 2012 - Universidad Simón Bolívar - Barranquilla, Colombia - ISSN: 0124-2121 http://portal.unisimonbolivar.edu.co:82/rdigital/educacion/index.php/educacion