Brus Rubio Churay y los sonidos del manguaré o el triunfo de los prescritos. Brus Rubio la selva invisible. Catálogo de exposición. GAV URP, Lima 2010

June 15, 2017 | Autor: M. Yllia Miranda | Categoría: Arte Peruano Contemporáneo, Arte indígena Peru
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Descripción

No estamos todavía perdidos. Exisümos. Existo yo todovíar. [sta frase de Brr.¡s lluLr!o, que parece ser una reflcxión poétiea clel pinto4 revele en realidad una prcblemática a la que se enfrenian los ineJígenas eje la Ama¿¡:nía: el de ser s!empre caricaturi¿adr:s o atrapadcs en la in¡novilidad ce la fotografía o oel cuadernr: cle eampe, c en su afán de representarse, el de earicatuni¿a¡'se a sí rnisrnr:s. Este es el enorme pcso qile deben asun¡ir lcs artistas qr-re e rean clesde la subalternicjad y que Erus R¡"¡bio lagra sortear ccn nr:table talento.

Fernsusebrasnodebenservlstassolaeiesdeesaparedcja,sinocomcel

resultadodel ejerciciovisual perrranente,qilenssrer"nite

a un observador oportuno, ávido de refene¡rtes del ¡-nundo que lo rodea y del ccnocirniento qrre alberga :a memoria de su sociedaC. Aunque ns es el pri*rero en utili¿ar la llancharna o corteza vegetal, conro lie nzc eie sus pinturas, pere Brus este material se ha con vertiqjo en la página en blanco, el vehícL¡lo para traducir la oralidad al lenguaje ele las forrnas y dejar la irnpronta de un eonocimiento atávieo que se resiste a quebranlar el víner¡la del hornirre y la naturaleze. pero cue e! t¿mbien el sop{lrte de prcpuestas estéticas inncv¿doras, cue sc erigen como banderas que esperar l,r ccnqu'sta de nuevos cspacios para extendcr su arte. EN LA SELVA TODOS TIENEN VOZ. Las pinturas que Rubic nos presenta en esta c¡easién, en más de r¡n senfirjn nos permiten ec¡'robe ra¡" que la percepciér¡ del entcrno natural en la Ama¿onia es tar"nbién cultural, pues solo a travás dei conoeir¡iento ora! eJe sus pr,rbladores, es posible icientíficar y oir a !as entide¡jes que existen a su airededer: animales, árboies y seres que la habitan y que segúrn dicen aiguna vez, como nosotros, tuvieron apariencia hurmana.

La palabra entre los boras y huitotr:s-murui, transmitirJa pr:r los ancianos, ¡jise urre en la oscuridad de la maloca, sin prisa y guiada por la eoea y el tabaeo, dos planlas indispensables para su existencia. Brr.¡s 11-¡bio sabe de ello y ¡:or eso argumenta Yo essr na ftsblo. Yu harta escucha, pues conoce que en su eornunidad la noehe sirve para aprender el pasado y planificar el futurc. A ello se debe que la mitr:rlergía ocupe un lugar cenlral en sus pinturas y que sus ol¡ras le den visibilidad a episcdir:s épicos qile narran los avatares, amores, trageeJias y cu¡tas de sus rjiversos héroes cL¡lturales, cor"l'1o se aprecia e¡'r Flevccicin de..!itams y su bendieión, en donde describe gráfieannente el desenlace del mito, cuanejo jitorna asciende al eielo y se convierte en 5ol y su hermana que lo seguía eayé al nc soportar el calor, dando origen al lruto cr:nocid¡: comc d$/e d{:¡le.

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Tomado del documental

Las

pqrtes clel todo, realizado por Carlos 5ánchez Giraldo y Sofia Velázquez Núñez. Mercado Central, 2OOg

LA PERSISTENCIA DE LA MEMORIA

Otros tenras corno ¿o explotación del csucha en Pucaurquil/rr, plantean la vigencia del pasado e n ia vida contemporánea de lcs boras y huitotos-murui, una de las estrategías para asegurar su transrnislén entre los más jóvenes. Las narraciones del ciclo extractivo de las gonras en las primeras décadas del sigk: XX, un suceso que cJiezmó y dispersó a su poblacién y socavó sus estructuras pciíticas y sociales, ccnstituye un episodio fundacional en la memoria indígena. La plntura cJe Rubio muestra que la memoria es selectiva y reinterpreta lc¡s hechos desde su propia perspectjva. De ese modo se entiende cómo el artjsta ha incluido a su nataf pucau¡.auilk: como espacío protagónico, del escenario de los hechcs.

Otra pintura eonroA!¡frlnsmía negada, aunque evidencia una clara sintonía con los lenguajes gráficcs Ce ios textos escolares, es una obra rlca en sirnbolismos. Ei arfista, a través de una solución plásüca, ironiza la participaeión del [stadei en la vicia de lcs indígenas representando explícltanrente la manipuiación dE sus dirigentes y la enearcelación rje la cor¡unidad -qus eparecE tras Ljna reja- frente a los representantes del gobierno que dejan al azar del jr.;ego el destino político ele sus territorios. Rubi¡¡ desc¡"ibe con elocuencia lo que Gatyatri Spivak2 denon'lina el s!lencio del subalternc frente a los poderes hegemónicos, un ten.¡a que Ceja ver un proyecto eie nación fragmentado, descr:Nccado y cansino, incapaz de sir los sonidt¡s del manguaré3. Es sumamente significaüve: ver cómr el respeto de lcs indígenas a la naturaleza, se presenta en elocuente nretáfora compuesta por dos personajes que cuirlan entre sus l'l'lanos una planta. Del mismo modo destaca el rol protagónico de los artesanos en su comunidad y su búsqr.;eda en vaflc del apoyr: de las autoridades. l-a capacidad de alegorlzar esta problemátiea y de plantear una mirada crítica a su saciedad, es una tendeneia colectjva entre las jévenes generaciones indígenas de antjstas y líderes, a la que Brus pertenece y representa" LAS MUCHAS VIDAS DE LAS IMÁGENES

Pero además eie las neferencias a su etnicidad nrestjza bora y huitoto, Rubio incorpora a su prontuario visual un gr{rpo de pinturas que constatan un recurso del arte en general: la vida errante y la ubicuidad de Nos iconos del arte universal. tl hecho se torna ntucho más ¡nteresante si la reprodr:cción, apropiacién, reinterpretacién o diálogo se realiza clesde la percepeión de los artistas de la periferia. Este proceso se advierte en Las hiias de! cur$ca o lss f,'es graaias y en el Srsdegón Huitcta, que fornran parte ¡mportante

de la rnuestra.

En los rhryos de! curaco o los fres gracias Rubio propone la lectura ambivaiente de la obra. For un lado presenta a tres rnujeres en el esplendor de su desnudez y ricamente ornameniadas eorporalmente, sosteniendo cada una un mate con cahuana, e.r bebida

hecha a base de yurea. Su rango social es cornparable con la fin¿ eirnarnentación corporal que las atavía y enfatiza su sensualidad. Sin embargo desde otra perspectiva poclemos deslindar que la inragen es subsidiaria de ias tres Cárites o Grecias de la mitologíe helénica de Pedro Pabln Rubens, un iccno clel arte universal.

Algo equivalente sucede con Sodegtón !-lu¡tota, donde el artista recurre a un género especialmente difundido en el barraco europes que ha cautivaclo ¿ casi todos los pintores acadérnicos, y que Rubio, con intuiliva creatividad, neinterpreta lneorporado referentes locales, el suri, el rnaní, la sacha papa, el sacha mango, el macambo, el easabe, pan de yuca, el far* o tamal de yuca, y omaikc o ají negro o tucupiy el boquiehieo asadoa, todos ciispuestos en un gran cesto colocado sob¡'e un mantel hecho eje llanchama pintadi con diseños geométriccs. l',lo se trata ele una simple aproximación temática, el artista ha seguiclo ex prcfeso los parámetros propios del género y los ha representado en clave anrazénica, reernplazandc sus componentes con los equivalentes reglcnales.

2

Spivak, Gayatri Chakravorty. 2003. "¿puede hablar el subalterno?,,. Revista colomb¡ana de Antropologia. (39):297-364

3 nstrumento de comunicación uülizado por boras, huitotos y otras sociedades Amazónicas. 4

Descripción realizada por Brus Rub¡o Churay.

Pero icómo obras del barroco europeo se llegan a insertar en el alfabeto visual de Brus Rubio, un pintor indígena de la Amazonía Peruana? Quizá la respuesta nos remita a la infinita movilidad y reproductividad de las imágenes, que lejos de los museos o instituciones que las secularizan, se instalan y se resignifican en la cotidianeidad de los entornos urbanos, desde donde migran hacia las

periferias. El resto ya lo conocemos. COLOFÓN

Alguna vez Cornejo Polars propuso que la voz de los subalternos sí discurría, pero que eran los sectores hegemónicos los que no tenían ia capacidad de oíria, es en ese sentido que Rubio utiliza a la pintura como vehículo para contravenir esta realidad que aunque absurda sigue vigente. Ei riesgo de autoexotizarse que asume la pintura de Brus Rubio es tan peligroso corno lo puede ser la reflexión crítica de quien lo aprecia, juzga o i¡rtenta hacerlo desde una mirada citadina y ajena. En uno y otro caso, la culpa, si es que la hay, viene de muy lejos y esperamos fervientemente que pueda ser superada.

MARIA EUGENIA YLLIA

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Corne¡o Polar, Antonio. !994. Escribir en el aire. Ensayo sobre

ld

heterogene¡dad soc¡o culturdl en los literdturds dnd¡nos. L¡ma:Editorial Horizonte

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