Breve reseña sobre el santuario mariano de Terena (Portugal), Pax et Emerita 8, 2012, 471-474

Recensiones Breve reseña sobre el Santuario Mariano de Terena (Portugal) A unos setenta y cinco kilómetros de Badajoz, en el distrito portugués de Alandroal, se ubica la villa de Terena. En sus afueras se sitúa la ermita hoy conocida como Santuario da Nossa Senhora da Boa Nova. No puede decirse que sea conocida fuera del ámbito local y de unos pocos especialistas en historia y literatura medieval. Esta breve reseña intenta contribuir a que deje de ser así, darla a conocer, informar al público que la desconoce, explicar por qué es importante y merece ser conocida. Para empezar, es un edificio singular, perfectamente conservado, una iglesia-fortaleza gótica con planta en cruz griega; es decir, con los cuatro brazos de igual longitud. Este hecho, sobre lo que volveremos más tarde, constituye ya una rareza de cierta importancia. Lo segundo que nos cabe destacar de referida ermita, y no menos importante, es que don Alfonso X el Sabio le dedicó doce de sus Cantigas de Santa María (los números 197, 198, 199, 213, 223, 224, 228, 275, 283, 319, 333 y 334). El número es excepcional y merece ser comentado; pero antes es conveniente señalar la naturaleza de los milagros atribuidos a la Virgen en dichas cantigas: sana diversas enfermedades (6), resucita muertos (3), impone justicia entre personas (2) y castiga y sana a un cura que había prohibido la asistencia de su feligresía a la romería mariana de Terena (1). Esta dimensión salutífera aboga por la idea expresada por Leite de Vasconcelos: el que estemos en presencia de una cristianización de mitos preexistentes, teniendo en cuenta la cercanía de un antiguo santuario de Endovélico y, máxime, añado, teniendo en cuenta que este territorio no llevaba medio siglo de cristianización, con lo que difícilmente podía haberse constituído en tan breve tiempo un repertorio tan extenso de milagros. Pero volvamos al número mismo de cantigas, excepcional como se apuntó. Del total de los 331 lugares, de los que el autor de las cantigas especifica que ocurrieron milagros, Terena alcanza sólo un 3,6%. Podría parecer una exigua cantidad; sin embargo, si establecemos una tabla de frecuencias, el panorama resulta más interesante: 471

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Reino

Santuario

Nº Apariciones

Castilla/Sevilla

Puerto de Santa María

24

7,25%

Aragón

Salas

22

6,65%

Castilla/Vieja

Villa Sirga

14

4,23%

Portugal

Terena

12

3,63%

Francia

Rocamador

11

3,32%

Francia

Soissons

11

3,32%

Ultramar

Bizancio/Constantinopla

9

2,72%

Italia

Roma

8

2,42%

Aragón

Montserrat

6

1,81%

Castilla/Vieja

Segovia

6

1,81%

Castilla/Sevilla

Sevilla

6

1,81%

Terena es la cuarta localidad más nombrada por Alfonso X, en el corpus de las Cantigas, de toda la Cristiandad. Este dato, de por sí, denota la importancia que el rey le otorgaba. Teniendo en cuenta que el santuario más nombrado, con notoria diferencia, por este autor fue el de su querida fundación del Puerto de Santa María, parece claro que existe en el mero número de atribución de milagros una intencionalidad. Máxime cuando Alfonso X disponía de innúmeros milagros de multitud de localidades entre los que elegir. Y eligió concretamente éstos, es decir, los que (por las razones que fuere, no entraremos en ello) le interesaba promocionar: los de Terena, la cuarta de todas y la primera de Portugal. Existe, además, una relación directa entre el lugar y el rey sabio. Uno de los personajes más cercanos a Alfonso X, fue el caballero portugués don Martim Gil de Riba de Vizela. Glosar a este personaje exigiría un extenso tratado; baste decir que se mantuvo junto a Alfonso X hasta el último momento, fue testigo de su testamento y antes había sido tenente, por el rey, de Badajoz. Uno de los señoríos de este personaje fue, justamente, Terena. No cabe duda de que el interés del rey-autor por el lugar tiene algo que ver con su relación personal con don Martim Gil de Riba de Vizela. Cabría pensar que el ciclo de cantigas dedicadas a Terena estuviera relacionado con el contencioso que mantuvo Alfonso X con el reino portugués al respecto 472

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del Algarve, máxime cuando se observa que las localidades de las que proceden las personas que invocan a la Virgen de Terena (Aroches, Badajoz, Beja, Burgos del Cerro, Cumbres Mayores, Elvas, Estremoz, Moura, Santarém, Terena y Xerez de Badajoz (Jerez de los Caballeros)) conforman un territorio específico y limitado al antiguo reino de Badajoz y parte del Algarve. No entraremos a analizar en detalle este espacio, ni las implicaciones de la geografía política de las Cantigas. Mas sí es necesario resaltar que con su elección y jerarquización de poemas, Alfonso X estaba construyendo un nuevo espacio simbólico articulado principalmente (en lo que a la Península se refiere) en torno a cuatro santuarios marianos: Puerto de Santa María (Cádiz), Salas (Huesca, Aragón), Villasirga (Palencia) y Terena (Portugal); nuevo espacio simbólico que sustituiría al preexistente, articulado en torno al camino de Santiago, y promocionaría de paso la nueva orientación de la espiritualidad que se estaba formando en toda la cristiandad occidental en torno a la centralidad del culto mariano. Un dato más que hay que añadir a esta construcción de un nuevo espacio es la novedad y originalidad de los edificios en los que se plasmaban estos santuarios. La planta del edificio de Terena, recordemos, una cruz griega y con aspecto exterior de fortificación, es idéntica en todos los sentidos al santuario del Puerto de Santa María, hoy conocido como Torre de Doña Blanca y anteriormente como Santa María de Sansueña. Tal identidad supone —no tenemos dudas de ello— que ambas construcciones obedecen a un mismo plan constructivo, a una misma idea, que sólo puede atribuirse a Alfonso X, aunque la mayor parte de quienes han investigado el tema prefiera considerar que el actual edificio de Terena debe fecharse en el siglo XIV. También el santuario de Villasirga, muy vinculado a la familia real castellana, presenta rasgos atípicos en su orden, aunque poco tiene que ver con éste de Terena. Los tres santuarios, todos vinculados a Alfonso X, tienen además en común su originalidad arquitectónica, lo que exige ciertamente más estudio e investigación. Lamentablemente, sin embargo, el estudio de la actuación del rey sabio en arquitectura es uno de tantos temas pendientes de atención científica y sistematización. Termino aquí esta breve reseña, no sin antes señalar que todo lo dicho en ella es producto de trabajos de investigación de otros autores, a quienes es de justicia citar. La primera mención al santuario fue dada por Leite de Vasconcelos (1905), el cual planteó prácticamente todas las cuestiones básicas que se refieren al mismo. Una aportación esencial es el conjunto de la obra del Dr. Luiz Carlos de Souza (2003), quien en su tesis O espaço sagrado nas Cantigas de Santa María, presentada en la Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais 473

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(Brasil), resolvió lo fundamental sobre el significado simbólico de las cantigas sobre el santuario. En lo arquitectónico, el profesor Rafael Cómez Ramos, de la Universidad de Sevilla, ha señalado la singularidad de la planta y su asociación necesaria con la Torre de Doña Blanca. Y finalmente, en lo referente a la relación entre don Martim Gil de Riba de Vizela y don Alfonso X, es fundamental lo publicado por don Antonio Rei.

Bibliografía Cómez Ramos, Rafael: “Arquitectura fronteriza portuguesa: la Vera Cruz de Marmelar, un enclave de la reconquista lusa”, Laboratorio de Arte 21, 2008-2009, pp. 37-65. Rei, António: “Os Riba de Vizela, Senhores de Terena (1259-1312)”, Callipole (Câmara Municipal de Vila Viçosa) 9, 2001. Souza, Luiz Carlos de: “Romaria e peregrinações ao Santuário de Terena nas Cantigas de Santa Maria, de D. Afonso X”. p. 683-689. en Leão, Ângela Vaz e Bittencourt, Vanda O. (Org.), Anais do IV Encontro Internacional de Estudos Medievais, Belo Horizonte: PUC Minas, 2003. Vasconcelos, J. Leite de - “Santa Maria de Terena no seculo XIII”, in O Archeologo Português, Lisboa: Imprensa Nacional, 1ª Série, vol. X, 1905, pp. 341. Guillermo Kurtz

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