Bolivianidad y Prejuicio Nacionalitario

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Descripción

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´Bolivianidad´ y prejuicio nacionalitario Por el rescate de la diversidad … más allá de la autoridad de lo dicho

gretel echazú Métodos y técnicas de la investigación 1 Antropología Salta, Agosto de 2004

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El trabajo que me propongo hacer tiene que ver con una reflexión pausada, centrada en los rasgos más enriquecedores y críticos que se han desprendido de nuestro trabajo de investigación. Las siguientes reflexiones, son, por tanto, exploratorias: no me propongo confirmar hipótesis a priori, como así tampoco descartar en forma categórica los resultados de nuestro trabajo de campo: mis reflexiones deambularán, pues, desde un sondeo a los datos ´recolectados´ en el campo hacia las tomas de postura conceptuales y vivenciales desde las cuales se estructuraron los instrumentos para la ´recolección´(construcción) de los mismos. Estas ideas serán acompañadas de imágenes de diverso tipo, que intentarán despertar aquellos sentidos que se han entumecido en el excesivo uso de la palabra escrita. Los ejes que guiarán el camino de estas reflexiones son los siguientes: Censura estructural: aquí desarrollamos las limitaciones del método de la encuesta y de la construcción de nuestro objeto sociológico para captar la diversidad. Aproximación empírica: Se irán proponiendo a lo largo del trabajo algunas interpretaciones y tendencias posibles, regresando al esquema de nuestras primeras hipótesis (relacionar prejuicio con posición en el espacio social, atravesado por las problemáticas de la enunciación a partir de los medios de comunicación y la cercanía o distancia social efectiva) en base a los datos obtenidos. Revisión histórica: Se realizará una breve revisión histórica de los procesos inmigratorios en nuestro país. Se fijará la mirada en la homogeneización de los discursos por parte de los grupos de poder y la constante redefinición de la relación nosotros – otros en la dinámica del tiempo. Se invitará a la reflexión sobre el papel de los medios masivos de comunicación en la formación de la ´opinión pública´. Una propuesta para la acción: El fin último de esta propuesta es generar reflexión en determinados grupos sociales por medio de la devolución del conocimiento. Una necesaria enunciación y politización de los propios marcos interpretativos de los grupos sociales más pauperizados simbólicamente.

La meta (utópica, inspiradora) de este trabajo está mucho más allá de la crítica demoledora, e incluso de la mera autorreflexión que siempre vuelve sobre sí misma. La meta es reconocer la diversidad en lo real: el mundo mestizo y complejo en que vivimos. Se propone un camino para hacerlo, desde marcos investigativos donde se contemple la incertidumbre por sobre la certeza, y donde se reconozca que el silencio

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de lo no dicho puede tener la misma entidad que lo dicho en, por ejemplo, una encuesta, más allá de que lo segundo aparecezca como más legítimo que lo primero. Gráficos, pasajes literarios, tonos de voz y gestos: quitar a la palabra su anquilosada supremacía, en pos del des-cubrimiento (en un sentido similar al de quitar un velo) de formas de ver el mundo que allí están, pero que necesitan de una ciencia actualizada y comprometida que les aprovisione determinadas condiciones de enunciabilidad para, por fin, existir como discursos.

CENSURA ESTRUCTURAL En toda sociedad compleja existe una serie de discursos, enmarcados en múltiples tramas de significaciones. Estas tramas de significaciones se encuentran solapadas unas con otras. Sin embargo, es posible dilucidar que están posicionadas en cierta jerarquía, la cual responde en parte a la jerarquía compleja de posiciones objetivas en el espacio social. La jerarquía de tramas de significaciones ( y consecuentemente, de los discursos inscritos en ellas) está sujeta a enmarañadas y cambiantes relaciones de fuerza y es susceptible, por tanto, de variaciones. ¿De dónde partimos? Me aventuraré en la aseveración de lo siguiente: en la confección de nuestro cuestionario la traducción de un discurso hegemónico sobre la sociedad tuvo una presencia muy fuerte 1 . Es lícito preguntarnos, en este punto, en qué consiste este discurso hegemónico, y dónde creo encontrar las pistas que lo indiquen. Los discursos hegemónicos no constituyen un corpus duro al que cabría incriminar de ideológico: son ideas en movimiento, que contemplan desde un particular posicionamiento lo que pasa y lo que debería pasar, haciendo de una única forma de enunciación la forma en que debe asumirse la realidad (pueden ser varias, pero ello no les quita el carácter de excluyentes – exclusivas respecto de las otras formas de enunciabilidad…). Ello se ofrece a una mayoría consumidora del discurso hegemónico, que viene a constituir la herramienta legítima de aprehensión de su realidad, por diversa que ésta sea. En la atmósfera social, desde sus zonas más altas a las más bajas, es posible acertar a encontrar ciertas palabras, ciertas frases que se repiten, prehechas, hasta el cansancio. En el cuestionario que elaboramos, cierto tono moral en las preguntas, cierta tendencia a la dicotomización de las actitudes (o estás aquí o estás allá, de qué lado estás…), la búsqueda de una verdad abierta, de un auténtico discurso… esto no es 1

El discurso hegemónico es un agente activo del autoritarismo de los sectores altos de la sociedad, cuya postura es principalmente elitista y excluyente de "los otros", grupos discriminados por pobreza, color o cualquier indicador de diversidad considerado como subalterno.

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sino lo que yo defino como la imposición de la pauta simplificadora y unívoca del discurso hegemónico 2 . Es importante detenerse aquí para referenciar a nuestro propio proceso investigativo. Decidimos investigar sobre un tema, que puede resumirse en: ´El – prejuicio – hacia – las – personas – de – nacionalidad – boliviana – en – la – ciudad – de – Salta´ Siguiendo la reflexión anterior, ¿quiere decir ello que la elección de este tema de investigación, formulado de este modo, limitado y particular, supone a priori la reproducción de un discurso hegemónico sobre la sociedad? Hay que diferenciar dos aspectos referidos al mismo asunto: uno metodológico, representado por la delimitación concreta de las unidades de análisis, y uno que se asienta en el sentido común 3 de los investigadores –en este caso, el nuestro-. Es necesario separar estos dos momentos, que toman en consideración niveles diferentes dentro del propio trayecto investigativo. Primer nivel: recorte de la realidad El investigador necesita explicitar los límites tanto conceptuales como empíricos de su tarea. Este acotamiento es imprescindible para la construcción del objeto de conocimiento. De acuerdo a Guber ´el proceso de construcción del objeto de conocimiento abarca dos momentos de la investigación científica: la abstracción de los datos de campo y la concreción de dicha abstracción en contextos específicos´. En este sentido, el referente nacionalitario del prejuicio es el resultado del primer paso. La delimitación del campo de estudio hace posible el estudio del campo. Ahora bien: Por qué hemos recortado el tema de este modo, con estos límites, y no de otro, con otros límites? Segundo nivel: recontextualización Para ello es necesario recontextualizar de manera crítica el tema. Esto perteneció, en nuestro trabajo, a una instancia muy posterior, luego de - la vivencia con el grupo de discusión, - la elaboración del cuestionario - el relevamiento de datos

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Por el contrario, si lo que se busca es la convivencia de discursos en el campo de la interculturalidad, es necesario un entendimiento más que un consenso, y la no pretensión de la posesión de una verdad absoluta. 3 Sentido común, que puede figurarse como el sustrato sobre el que se registra indefectiblemente toda hipótesis, todo cuestionamiento desde el lenguaje hacia el mundo.

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La instancia a la que nos referimos tiene que ver con un momento posterior del trabajo investigativo, ligado a la interpretación de los datos. Esto pretende hacerse de una manera que no es mecánica, que no obedece a las leyes del método cuantitativo per se, a la luz de un solo aspecto de la realidad, sino en un esfuerzo por realizar una aprehensión amplia, dilatada, de una realidad que se manifiesta como compleja. Problematización: juego crítico entre los dos niveles Ahora que están bien diferenciados los dos niveles, me interesa unirlos en pos de una pauta crítica de análisis. El recorte que hicimos del tema –unificar y homogeneizar las múltiples dimensiones del prejuicio en el prejuicio hacia los inmigrantes de nacionalidad boliviana- es un corte nada nuevo: los medios masivos de comunicación tratan a este tema como ´el tema´ cuando refieren al prejuicio. De esto se desprende que la multiplicidad de significados negativos con la cual se enjuicia a otro en forma peyorativa ha sido nucleada en una sola imagen, vinculada a la adscripción nacionalitaria de los agentes: la bolivianidad. Ene este sentido puede afirmarse que, aunque un determinado recorte de la realidad es imprescindible para modelar cualquier trabajo de investigación, el recorte que hemos hecho ha sido, en una primera instancia del trabajo, poco problematizado, reproduciendo al fin una imagen del discurso hegemónico que impera sobre lo social. Con esto se puede mensurar hasta qué punto los problemas que planteamos y que nos ocupamos de estructurar como tales, cuando no han pasado por el proceso de transformación del análisis crítico (el paso epistemológico que Bourdieu define como ruptura) pueden llegar a asomar como sencillas construcciones sociológicas, imbuidas de una visión hegemónicamente construida de la realidad social y los sujetos en ella actuantes. Podemos encontrar algunos síntomas que nos indican que el problema de la inmigración boliviana en Salta, tomado de la manera en que lo hicimos, implica muchas veces un trasvase más o menos directo de las categorías mediáticas a las categorías sociológicas y, en consecuencia, la constitución de objetos sociológicos en problemas sociales, a la manera en que lo advierte Remi Lenoir. Se hace necesaria entonces una somera problematización que, aún elaborada en forma ulterior, pretende modificar, si no el curso del camino tomado durante la investigación, la perspectiva desde la cual ese camino que es la investigación pueda ser mirado. Una metáfora significativa de ello es la de desandar el camino.

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La bolivianidad Esta imagen no representa el prejuicio en todas sus formas, ni mucho menos: observemos, por ejemplo, el caso de los llamados cabecitas negras en Buenos Aires. ¿Quiénes son ellos? Pueden ser personas tanto del ´interior´ del país como de los países limítrofes. Allí, la característica relevante a la hora de definir al otro pasa más bien por la identificación de ciertos rasgos físicos (acompañados de otros rasgos identitarios, como posturas, formas de andar, formas de vestir…) que por la pertenencia a uno u otro país. Y es que, muchas veces, la prensa que ha construido la imagen del ciudadano argentino como blanco y culto, ha negado a su vez la del indígena y el criollo que habitan dentro de sus fronteras. Desde esta perspectiva, se ubica en el plano del pasado al indígena, al criollo, al mestizo. Ellos se hallan vinculados al ideario de la barbarie, opuesta a la civilización, por sobre la que se construyó la ideología del proyecto nacionalitario en nuestro país. La actual focalización del prejuicio en el migrante limítrofe –sobre todo bolivianotiene que ver con la negación de esa realidad (y la atribución de esos rasgos a un lejano pasado): somos un país blanco y civilizado, se afirma desde el discurso hegemónico. Y es así como partir de esta negación interna, se pasa a la negación externa: no queremos que entre por nuestras fronteras la barbarie. La bolivianidad es entonces el símbolo de una barbarie que se pretende erradicada del seno de nuestra nación. Este discurso se reactualiza en el marco de los actuales procesos de globalización y de retroceso del estado benefactor. Este punto será desarrollado más adelante, cuando se analice la transmisión del papel ´formador de conciencias´desde las instituciones del estado como la escuela y el ejército a las empresas propietarias de los medios masivos de comunicación. La bolivianidad como concepto naturalizado responde, podemos afirmar, a una construcción mediática de la información. Es importante destacar que la construcción mediática no es autónoma, y esto en un doble sentido: porque está fundada sobre la acción estatal que desde 1870 viene dando forma a la imagen que nuestra sociedad tiene de sí misma (nuestra argentinidad) y porque tanto el estado como los medios de comunicación han operado y operan en forma consumadamente centralizada: la información legítimamente construida como producto es generada en la megalópolis porteña, destinando a la inmensa diversidad humana que radica en las provincias al mero consumo de esa información 4 .

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Y destinando además a los propios medios de comunicación de esas provincias a, las más de las veces, el papel de reproductores de las noticias nacionales.

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¿Cómo cristalizaron estas ideas? La manifestación de un problema mediático (y estatal) en un trabajo de investigación no puede menos que continuar reproduciendo una similar ´realidad – idealidad´ discursiva en los mismos términos. Ello, por lo menos, en una primera lectura 5 . Ahora bien: ¿cómo influye esto en la aprehensión de la realidad que se procura obtener desde el mismo inicio de ese trabajo investigativo? A partir de la construcción de las categorías de análisis –la base conceptual y teórica-, el siguiente paso (siempre dentro del marco del método cuantitativo) será la operacionalización: la traducción de conceptos en variables pasibles de ser medidas. Este procedimiento es fundamental al momento en que inicialmente se trabaja con propiedades cualitativas del hecho social, es decir, aquellas que tomadas a priori no se pueden medir. La elaboración de la encuesta y del cuestionario, su instrumento de aplicación, permite obtener información estandarizada sobre el problema planteado. La previa problematización - conceptualización moldea el instrumento: Las respuestas no pueden ser mejores que las preguntas formuladas: si las preguntas son vagas, las respuestas también lo serán, si las preguntas son capciosas, las respuestas estarán sesgadas 6 .

Esto manifiesta que la encuesta moldea los esquemas de interpretación a través de los cuales se producirá el sentido. Podemos suponer entonces que los agentes entrevistados han sido guiados por el recorte naturalizado de la realidad puesto ante ellos hacia una análoga reproducción de los discursos hegemónicos, habiendo dejado, involuntariamente, a contrapelo la manifestación de los significados que efectivamente orientan sus vivencias cotidianas en términos del prejuicio. Por otro lado, existen limitaciones para actuar en este sentido que son inherentes al método cuantitativo. Son varias e interesantes las observaciones que pueden realizarse con relación a este punto. La percepción por parte de los actores de las reglas de juego inscriptas en la situación del método de la encuesta los impulsa muchas veces a autorrepresentarse como legítimos 7 , y a adscribir, por tanto, al discurso dominante. La censura estructural propia de la situación de la entrevista refleja y refuerza la verticalidad en la producción de conocimientos que es característico de nuestro orden científico y social: en base a dos roles muy bien diferenciados, el científico social se 5

Más adelante se realizará una interpretación de las grietas del cuestionario por donde sea posible entrever otros espacios de enunciación. 6 M. A. Aguilar, Notas de Cátedra. 7 Esta actitud está fundada en dos cuestiones: en la internalización de dispositivos de control, que podemos definir como producto de una estrategia de poder por parte de los sectores hegemónicos, y de la resistencia, estrategia de poder propia de los sectores subalternos. En referencia a lo primero, podemos afirmar con Criado que ¨mientras mayor es la censura sobre el producto lingüístico, más legítimo será el producto discursivo¨.

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sitúa en posición superior al entrevistado. Mientras aquél es pasivo transfusor de “datos”, uno es activo constructor de hipótesis y modelos. Mientras aquél elige entre unas pocas alternativas, uno es el que las selecciona previamente y reinterpreta posteriormente. Mientras uno es, desde la metáfora histriónica, el juez, aquél es el indagado, quien difícilmente estará lejos de sentirse culpable hasta que no se demuestre lo contrario. Por último, podemos agregar que la relación encuestador – encuestado no es una relación de servicio (pues el encuestador no da una paga), sino que es, más bien, una situación del “deber ser”, que implica cierta credibilidad en el valor moral a priori de una encuesta proveniente de la institución universitaria. Este “deber ser” no es una actitud natural: se estructuró en nuestra psique en la infancia, con la educación que recibimos, los consejos que nos dieron, con la escuela, con la iglesia, el ejército, y tanto con los héroes nacionales como con los personajes favoritos de la televisión. Esas instituciones y personalidades que le dieron forma a nuestra conciencia cívica, a nuestro ser en el mundo. Y aquí encontramos una conexión inesperada: el “deber ser” que posibilita la obtención de las respuestas en las entrevistas que realizamos tiene el mismo origen que la idea de ser nacional, aquél que oponemos cuando referimos al prejuicio hacia personas de otra nacionalidad. Ambos son fragmentos de un mismo discurso hegemónico que se ha hecho carne en nosotros. Por tanto, para avanzar sobre este “ser en el mundo” desde una postura crítica se hace necesaria una breve…

REVISIÓN HISTÓRICA El “problema” inmigratorio, como se viene sugiriendo a lo largo del trabajo, no es un problema natural, que devenga de la espontánea interacción entre las personas. Este problema surge como tal en un contexto histórico definido y específico, y es el del surgimiento de las naciones – estado en el mundo; fenómeno relativamente reciente cuya profundidad histórica ha sido ahondada por el proyecto nacionalitario, a través de planes colosales de formación y homogeneización de conciencias como la llamada “invención de las tradiciones” 8 . La cuestión inmigratoria supone la existencia de los nacionalismos y de las fronteras que a causa de ellos se generaron. El nacionalismo inventa un nosotros ligado en forma insoslayable a un otro: somos porque nos oponemos a, porque nos diferenciamos de. Además, en virtud de la exaltación de sentimientos familiares, fraternales y de consanguinidad, la alteridad nacionalitaria se presenta no sólo como dicotómica, sino también moralizante: el nativo se opone al extranjero, y además, al dotar al nosotros nativo de lo cercano, lo afectivo y lo

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Eric Hobsbawm y Terence Ranger, 2002.

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positivo, se asume a un otros al que se percibe por definición como extraño y muchas veces negativo 9 . Esta alteridad, sin embargo, no ha sido unívoca ni estática: se ha redefinido a lo largo del tiempo en nuestro país. El largo camino de la argentinidad ¨La apoteosis de la inmigración europea es un modo de celebración de la argentinidad´ Alejandro Grimson

A fines del siglo XIX y a causa de la búsqueda de una rápida inserción de Argentina en el proyecto capitalista global 10 , comenzó a idearse por parte de las élites de intelectuales liberales el gran proyecto inmigratorio argentino, destinado a ´todos los pueblos del mundo´, pero centrado en la recepción efectiva de ciudadanos europeos. Su venida significó muchas veces el emblemático desembarco del ´Superior Fuego del Progreso´ a las costas de la metrópoli porteña. Sin embargo, más allá de las tremendas demandas simbólicas, definidas por parte de los grupos de poder, de lo europeo como objetivación del Progreso, las concretas poblaciones migrantes provenientes de Europa no fueron objeto de políticas laborales ni de vivienda concretas que aseguraran su situación una vez desembarcados. Aunque en el discurso eran muy favorecidos, en la práctica las elites no asignaron a esta masiva corriente migratoria un lugar especial en la estructura económico social donde – ellas sí- estaban posicionadas favorablemente. En respuesta, los migrantes trasatlánticos alcanzaron asociarse, con la consigna étnica y de clase combinadas de renovadas maneras, en diversos grupos. La protesta política de los nuevos migrantes, entre otros factores, redirigió la acción estatal: el mismo estado que alguna vez había ensalzado sus virtudes, hoy los identificaba con la perturbación del orden público y hasta con la inseguridad nacional 11 . La clase regente imagina a la clase migrante y apuesta por el proyecto inmigratorio, pero se anquilosa en una postura económica y social que evidentemente no se adapta al cambio real que pone en marcha el proceso inmigratorio en forma irreversible.

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La patria, madre, es la metáfora afectiva que nos enlaza fraternalmente y nos permite trascender nuestra individualidad, haciéndonos percibir a nosotros mismos como históricos e inmortales al mismo tiempo.

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Y en el contexto de la crisis europea de posguerra La Ley de Residencia de 1902 efectiviza la expulsión de migrantes por vía administrativa que fueran imputados de corromper este orden. Bajo estas disposiciones se ocultan los miedos de una clase dirigente que se siente amenazada, invadida y desbordada por acciones cuyas consecuencias no había previsto. 11

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El crisol fragua La imagen de la argentinidad comienza en consecuencia a endurecerse, haciéndose hincapié en la primacía del vínculo natural del nativo con su patria ya a mediados del siglo XX. La argentinidad se cierra cada vez más a las corrientes que metafóricamente ´confluían´ en el crisol, y lo hace fraguar en un nuevo perfil. Podemos afirmar, además, que la argentinidad se cristaliza, por fin, gracias a la negación y el reforzamiento de la diferencia interna, y ello pervive en forma contradictoria junto a la idea de un ser común, en todos y para todos que el discurso hegemónico se encargará de alimentar por muchos años. De esta forma y no sin luchas, se reordena el nosotros. Y frente a ello, necesariamente, aparecerán los nuevos ´otros´. Antes de ahondar en esto, haremos una pequeña digresión que nos conducirá al tema que nos interesa por la vía particular que propongo para la reflexión. Una mirada al semillero del imaginario cultural La máquina cultural 12 estatal, encargada de integrar a la población aspirando a la ciudadanía cultural masiva, lo hizo a través de la escuela y el servicio militar 13 durante principio y mediados del siglo XX. En esta etapa, el estado dedicó un gran esfuerzo económico para la construcción de la Historia Oficial de la Nación Argentina, producto último del enorme proceso de homogeneización de identidades propio de cualquier estado – nación moderno. De allí en adelante, y con el cada vez mayor alcance de la radio, la televisión y los periódicos a la población, los llamados massmedia comenzaron no sólo a relatar hechos sino también a formar una opinión, la opinión pública, especie de prolongación de una historia oficial matizada con hechos referidos a fenómenos acontecidos en el corto plazo, en el marco de una nueva lucha de poderes. En este campo el periodismo, “cuarto poder”, comienza a funcionar como herramienta de poder cada vez más decisiva luego del reestablecimiento de la democracia en los ´80, ejerciendo enorme influencia en los sistemas de representaciones culturales y políticas. Los partidos políticos de todas las líneas se interesan en incorporarse a los debates mediáticos, los candidatos venden su propuesta como un producto a través de éstos. Al tener la prensa una relación cada vez más estrecha con los sectores política y económicamente dominantes en nuestro país, su rol de actor intelectual con vocación explicativa objetivista y neutral se entremezcla en forma cada vez más ineludible con un posicionamiento y estrategia propiamente políticos. 12

Beatriz Sarlo, 1998. Ambas instituciones han contribuido enormemente a armonizar los conflictos que suscitó el fenómeno inmigratorio en la etapa inmediatamente anterior, por medio del mencionado llamado a la afectividad: La Patria como gran familia: el sentimiento hacia ella debe superar aún a los lazos filiales. La escuela, por su parte y en forma específica, ha sido el espacio organizador de los nuevos recursos simbólicos por excelencia, y además, un espacio de imposición de derechos: el derecho a la nacionalidad, que se enseña como única forma de incorporación a la sociedad argentina. 13

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Por otra parte, los tiempos mediáticos y las teletecnologías marcan el pulso social de una manera aún más precisa que antes, efectivizando el acceso y control permanente de la población hasta en los ámbitos más privados. El fenómeno mundial de la producción de información se refleja en nuestro país mediante su consumo por parte de sectores cada vez más amplios de la población. El consumo de información funciona como un espacio virtual de nivelación social, fundando la ilusión de que este proceso de popularización de las noticias generaría un acceso igualmente mayor a un más elevado Lebensniveau 14 . Este fenómeno se fundamenta en una supuesta realidad de la imagen, que es en realidad construida, elaborada y artificial. A tal punto la elaboración de imágenes se transformó en testimonio de lo “real”, que lo que tienen de construidas comienza a ser tomado como “natural”. En el tiempo del hiperrealismo mediático, la imagen es prueba de verdad y por lo tanto, de “realidad”. “La única verdad es la realidad” Juan Domingo Perón

Entrados ya en estas últimas décadas, y en el contexto duro del neoliberalismo, la “crisis” comienza a ser el caballito de batalla no sólo de políticos sino también del propio periodismo, que sugiere que un conocimiento más detallado de La Realidad 15 –asumida como la construcción que los medios presentan- será herramienta de importancia fundamental para superarla y edificar un mejor futuro. De esta forma el acercamiento a la información producida por la prensa se concibe como deber de todo ciudadano argentino responsable. La Opinión Pública presentada por los massmedia pasa aquí a cumplir un papel simbólico tan relevante para el desenvolvimiento del ser argentino que viene a superar – a la vez que complementa- la función llevada a cabo por los intelectuales y por la misma escuela. Afirma Sáez Capel: ¨Decir que la prensa no solo da noticias, sino que además las construye, es un lugar común en la sociología de la información. Esto significa que la prensa reelabora las noticias en el mismo proceso de seleccionarlas y redactarlas. El objetivo perseguido por ella es que el hecho anoticiado resulte comprensible e interesante para el lector, y, por otra parte, que la información transmitida encaje bien en la línea editorial del periódico¨.

Las noticias sobre la inmigración no tienen por que ser, en cuanto a esto, distintas de las otras.

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Nivel de vida. Quino juega con esta idea, y hace decir a su entrañable personaje, Mafalda: ´si los diarios mienten la mitad de lo que dicen, y no dicen la mitad de lo que pasa, resulta que los diarios NO EXISTEN¨

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Los ´nuevos otros´ “La migración es la sangre constantemente renovada de la que se alimenta la metrópoli” E. Hobsbawm.

Ahora bien. ¿Quiénes son estos nuevos ´otros´, que habrían sido edificados por el imaginario nacional una vez que hubo fraguado el crisol de razas y que los massmedia hubieron tomado el papel hegemónico en la construcción de discursos en nuestra sociedad? Entre 1890 y 1914 aproximadamente, se afincaron en el país casi dos millones y medio de extranjeros que produjeron un rápido y fuerte impacto en la estructura demográfica y contribuyeron a la acelerada urbanización del patrón de asentamiento. Esta inmigración termina hacia finales del ´30 y ya para 1991, la mitad de los extranjeros provienen de los países limítrofes. Hasta la década de 1960 el principal foco de atracción para los migrantes limítrofes eran las economías regionales, parcialmente desprovistas de mano de obra debido a los procesos de migración interna hacia las grandes ciudades. Alejandro Grimson apunta: ¨Después de la crisis económica y política de la Argentina en 1930, la Argentina desarrolla un nuevo modelo de acumulación basado en la sustitución de importaciones. En este proyecto económico, la mano de obra era un componente central. Nuevamente florecieron las alusiones xenófobas -´aluvión zoológico´,´cabecitas negras´- tanto del interior como de los países limítrofes ¨

Los migrantes limítrofes, otrora invisibles, son visibilizados por el discurso político y el de los medios de comunicación en forma creciente en los últimos años. ¿Cuáles pueden ser las causas de ello? Por un lado, el migrante que llega es un excluido, portador de una desigualdad originaria que ha causado su exclusión. Pero además es un expulsado que ingresa a una sociedad no sólo dominada, sino constituida por la desigualdad. Ésta no sólo corresponde al orden de la estratificación interna sino que es también un rasgo de la sociedad receptora con respecto a los países dominantes en el conjunto planetario. Por otro lado el estado de bienestar, Welfare State, que como expresamos anteriormente invirtió muchos recursos en la homogeneización cultural, inició (aún antes de la democratización) un proceso de franco retroceso. Esto conllevó en forma casi inexorable la reavivación del conflicto étnico y de clase que, latente, se escondía detrás de la retórica de la Patria Grande.

13 “No es racista el más ignorante, sino el que se siente más inseguro”

Puede aducirse que la clase media argentina, amenazada por las políticas neoliberales y el aumento de la brecha entre poderosos y pobres, ha venido depositando visiblemente en el migrante limítrofe los miedos que esta situación le genera. Por añadidura, frente al terror a causa de las crecientes tasas de desempleo e inseguridad en las grande urbes –terror en gran medida cimentado y apoyado por los mismos massmedia-, se ha instalado en la opinión pública la imagen culpable del migrante, chivo expiatorio representante de la tan temida barbarie, a quien se atribuirán nuevamente las causas de nuestro atraso frente a los países centrales 16 . Por su parte, el Estado ha vaciado de sentido a la inmigración actual, en tanto que, según el relato hegemónico, el país no necesitaría más mano de obra. Sin embargo, la ola migratoria actual, en estos mismos términos de ilegalidad e inaceptabilidad, es funcional a esas mismas políticas en tanto que aporta mano de obra particularmente desprotegida y necesitada a precios mínimos. En este contexto, la relación nosotros – otros es cada día más una relación entre colectivos que no están irremediablemente opuestos 17 (esto si pensamos en una aproximación que contemple las posiciones en el espacio social en forma mas objetiva), pero que es presentada y asumida en forma colectiva como tal.

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… de quienes una misma brecha de desigualdad nos distancia cada día más. Otros estudios han enfatizado en la ocupación, por parte de los migrantes limítrofes, de determinados nichos del mercado laboral, lo que destaca que la mano de obra limítrofe siempre cumplió un papel complementario, no competitivo respecto de la mano de obra local (Maguid, 1998) 17

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APROXIMACIÓN EMPÍRICA

Antes de entrar de lleno a la interpretación de los datos, es importante mencionar que ésta es asumida desde un principio como un ejercicio, y no como un ensayo de certezas. Las dificultades en los procesos de control, el tamaño de la muestra, los problemas tanto en el momento de llenar la encuesta como en la carga de datos hacen que esta encuesta tenga muchos vacíos, y que por lo tanto los resultados que de ella se obtienen no tengan demasiada validez. Sin embargo, en el marco del fin planteado, la búsqueda de las grietas en el discurso hegemónico, resulta ser un interesante estímulo.

Prejuicio y posición social Atendiendo a uno de los primeros interrogantes, qué tipo de relación hay entre prejuicio y posición en el espacio social, se elaboró un índice referido a posición social que se comparó con los resultados de la escala aditiva B1a, referida al prejuicio hacia el colectivo boliviano. El índice incluía: - Nivel de instrucción (niveli) 18 - Tipo de vivienda (tipoviv) 19 - Situación de la vivienda (situaviv) 20 - Categoría socioocupacional (nivelo) 21 - Beneficio de plan social (plansoc) 22 Básicamente la tarea fue aunar las categorías de la variable en un índice (ej, niveli); y de esta manera poder sumarlas en un nuevo índice aditivo (possoc) que mostrara la posición relativa de cada encuesta en esta escala. niveli =

0, si A3=1, 2; 1, si A3=3, 4, 5; 2, si A3=6, 7, 8, 9;

tipoviv=

0, si A2=1, 2; 1, si A2=3, 4, 5;

situaviv=

0, si A9=3, 4, 5, 6; 1, si A9=1, 2;

nivelo=

0, si A6=9, 10, 11, 12, 13;

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Recategorizado en Bajo (1 y 2), Medio (3 a 5) y Alto (6 a 9). Recategorizado en Bajo (1 y 2) y Alto (3 a 5) 20 Recategorizada en Inestable (3 a 6) y Estable (1 y 2) 21 Recategorizada en Baja (12 a 9), Media (8 a 4) y Alta (3 a 1) 22 Recategorizado en No (3) y Sí (1y2) 19

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1, si A6=8, 7, 6, 5, 4; 2, si A6=3, 2, 1; plansoc=

0, si A10=1, 2; 1, si A10=3;

possoc = niveli + tipoviv + situaviv + nivelo + plansoc Así, el índice puede variar entre 0 (mínimo, posición social muy baja) y 7 (máximo, posición social muy alta). Los resultados de esta sumatoria fueron comparados con los resultados arrojados por la escala aditiva B1b (grado de prejuicio hacia los bolivianos) que también comprende una sumatoria cuyo índice varía también entre 0 (mayor grado de prejuicio) y 7 (menor grado de prejuicio).

Los resultados arrojados fueron los siguientes: POSSOC * BOLIV Crosstabulation Count BOLIV ,00 1,00 POSSOC 2,00 1 3,00 2 4,00 2 3 5,00 6 4 6,00 1 4 7,00 Total 11 12

Total 2,00

4,00 1 5 5 15 7

5,00

5 2 2 8

3,00 1 4 4 13 2

5 6 17 9

6,00 1 7 10 34 10

17

24

33

37

62

7,00 2 9 25 32 25 1 94

6 37 57 123 66 1 290

16

possoc = 2,00

possoc = 3,00

possoc = 4,00

3,51%

5,41% 16,67% 24,32%

5,26% 3,51%

13,51%

7,02%

33,33%

Prejuicio hacia bolivianos 0,00

43,86% 8,77%

10,81%

16,67%

10,53%

18,92% 13,51% 16,67%

17,54%

13,51%

4,88%

possoc = 6,00

possoc = 7,00

1,52%6,06%

3,25% 1,63%

26,02%

4,00 5,00 6,00 7,00

16,67%

possoc = 5,00

1,00 2,00 3,00

12,12%

10,57% 37,88%

3,03%

12,20% 10,61%

27,64%

13,82%

13,64% 15,15%

100,00%

(Gráfico obtenido directamente del programa SPSS)

Este gráfico ilustra la tabla anterior. Cada circulo muestra en diferentes colores los diferentes grados de prejuicio en cada nivel de la variable possoc. Observación: Los casos en que el prejuicio sobre los bolivianos estuvo en los extremos (2 y 7, ya que no hubo ni 0 ni 1) son casos muy aislados por lo cual no los consideraremos en el análisis (gráficos primero y último).

Si observamos la forma en que se distribuyen los casos en los diferentes gráficos, vemos que no es significativa la diferencia de grados de prejuicio en relación a la posición en el espacio social. Esto nos dirige hacia una idea fundamental: la relación con el colectivo boliviano es cotidiana, y como la cotidianidad misma, es diversa. La relación con la bolivianidad es más que una imagen (o además de ella), una vivencia. Una observación que no queremos dejar de lado La Máquina Cultural estatal estructuró un discurso con características particulares: muy humanista, con una ineludible faceta higienista y un soporte marcadamente constitucionalista, entre otros aspectos. Nos preguntamos si no será una mera ingenuidad de nuestra parte suponer que la exclusión –producto del prejuicio- hacia el colectivo boliviano se distribuye realmente de manera tan uniforme en todos los segmentos del espacio social (desde los más altos hasta los más bajos). Se abre entonces el interrogante de si existirá una marcada actitud humanista, básicamente entre los sectores altos, que encubra el prejuicio bajo una máscara de complacencia. Vale la inclusión de un parágrafo de un viejo manual Estrada familiar, que revela cuál es la actitud mental que, según nosotros hipotetizamos, puede estar interfiriendo en los resultados arrojados anteriormente:

17 La libertad no se defiende solamente con las armas. Antes que con ellas, se reafirma mediante la Cultura. El hombre inculto suele hacer mal uso de su libertad: no sabe de tolerancia ni de convivencia social y pretende afirmar sus derechos sin tener en cuenta los de sus vecinos. El hombre culto, en cambio, tiene hábitos de sociabilidad y respeta los derechos ajenos. Instrucción Cívica. Manual Estrada, 4# Grado, 1963. Estrada Editores, Buenos Aires. Para poder profundizar en el análisis de esta nueva problemática, sería necesaria una nueva partida al campo y nuevas categorías desde las cuales pensar. La línea queda tendida.

Cercanía/distancia efectiva y posición social La bolivianidad en Salta es más que una imagen, o junto a ella, una vivencia. La variable B8 de cercanía – distancia efectiva en el espacio social ilustra esta cuestión. Para su análisis hemos construido una nueva escala, donde: contacto =

0, si B8= vacío 1, si B8= 4 o 5 (relación comercial) 2, si B8= 2 (vecino) 3, si B8= 9 (estudio) 4, si B8= 1, 2, 3 (trabajo) 5, si B8= 8, (amigo) 15, si B8= 6 (familiar) 23

Y del cruce entre este índice, contacto, y el de posición en el espacio social, possoc, se observa lo siguiente: POSSOC * CONTACTO Crosstabulation Count CONTAC Total TO ,00 1,00 2,00 3,00 4,00 5,00 6,00 7,00 8,00 9,00 10,00 11,00 12,00 13,00 15,00 POSSO 2,00 2 1 1 1 1 6 C 3,00 8 9 1 1 6 3 2 3 2 1 1 7 44 4,00 11 4 8 3 3 11 4 4 2 3 3 8 64 5,00 29 6 15 15 14 8 10 8 3 4 3 4 1 1 10 131 6,00 14 3 5 8 9 5 5 4 3 5 1 1 2 9 74 7,00 1 1 Total 64 13 38 27 28 30 22 18 9 15 6 9 5 1 35 320 23

Se eligió un valor de 15 para los casos en que estaba presente la respuesta 6 (referida a relaciones familiares). Si a esta opción la dejábamos como valor 6, obteníamos casos en que relaciones más formales como ser Trabajo + Comercial + Vecindad, obtenían un puntaje mayor a los casos en que la respuesta solo contenía la opción 6 (relaciones familiares). Sumamos entonces la escala de valores de 1 a 6 inclusive –esto es, 15=1+2+3+4+5+6; y asignamos este valor máximo. Se priorizaron las relaciones familiares y se anotaron únicamente éstas en los casos en que había otro tipo de relaciones. Esto proviene de la suposición de que las relaciones familiares asumidas como tales en el cuestionario indican un grado de cercanía que es superlativamente mayor que las demás.

18

2,00

3,00 15,91%

16,67%

4,00 12,50%

18,18%

33,33% 2,27% 2,27%

4,69%

4,55%

3,13%

6,82%

6,25% 20,45%

16,67%

4,55% 16,67%

2,27% 2,27%

5,00

6,00 12,16% 22,14%

6,11%

7,63%

12,50%

4,69% 4,69%

17,19%

13,64%

7,63% 0,76% 0,76% 3,05% 2,29% 3,05% 2,29%

6,25%

6,25%

6,82%

16,67%

contacto

17,19%

4,69%

7,00 18,92%

0,00 1,00

8,00 9,00

2,00 3,00

10,00 11,00

4,00 5,00 6,00

12,00 13,00 15,00

7,00 Pies show counts

2,70% 1,35% 1,35% 6,76%

4,05%

4,58% 4,05%

6,76%

5,41% 11,45%

6,11%

10,81%

6,76% 10,69%

11,45%

6,76%

12,16%

100,00%

Vemos que el grado de cercanía en el espacio social se mantiene constante en todos los niveles sociales. La hipótesis estipula que mayor contacto y mayor aceptación van de la mano, mientras que la extrañeza y el desconocimiento son terreno fértil para el prejuicio excluyente y la xenofobia. En base a esto podemos aventurarnos a expresar que, a no ser que un dispositivo ideológico construya la alteridad respecto de los bolivianos en forma radical, el odio al otro será muy difícil de sostener en nuestra provincia, por otra parte tan ligada a lo andino. Expresa Eduardo Galeano, dejándonos sin más que aclarar: “estas raíces, ignoradas pero no ignorantes, nutren la vida cotidiana de la gente de carne y hueso, aunque muchas veces la gente no lo sepa o prefiera no enterarse, y ellas están vivas en los lenguajes que cada día revelan lo que somos a través de lo que hablamos y lo que callamos, en las melodías que nos bailan, en los juegos que nos juegan y en las mil y una ceremonias, secretas o compartidas, que nos ayudan a vivir”, Ahora bien. El hecho de que no se haya construido una alteridad tan radical y xenofóbica que se muestre a las claras en el cuestionario, esto no implica: - ni que el prejuicio hacia el colectivo boliviano no exista en nuestra provincia (analizando detenidamente el cuestionario vemos que sí existe, sólo que no está focalizado en un grupo particular), - ni que haya sido inocua la construcción mediática respecto de ellos, tanto en nuestro país como en nuestra provincia.

19

Apuntaremos algunas cosas al respecto de lo segundo. Bolivianidad y prensa ¨El imaginario es como uno de esos puzzles gigantes que parece infinito. Sus piezas están compuestas por las imágenes que hemos acumulado a través de nuestra experiencia personal, a través de la televisión y la prensa. Es un puzzle que tiene múltiples soluciones, pero las más posibles son aquellas que ya conocemos. Las piezas del puzzle vienen de fábrica. Sobre ellas construimos guiones, interpretamos la realidad que nos rodea¨. Clara Pérez

¿Cuál es la imagen concreta que presenta la prensa? De acuerdo a Hugo Calello, ¨Hablando en términos generales salta a la vista que ella está dominada por la insistencia con que se vuelve sobre el tema de la necesaria protección de los derechos humanos y sociales de los inmigrantes. Y luego también por la perspectiva con que se les mira, en tanto que necesitados de ayuda, provenientes de países atrasados, culturalmente distintos y deficientemente adaptados a nuestros usos 24 ¨.

Esto de hecho conduciría a sentimientos contradictorios o ambivalentes respecto de ellos. Al insistir en los derechos que deberían serles garantizados, los periódicos subrayan su dignidad y el respeto que merecen. Pero al presentarles como necesitados de ayuda y enraizados en el atraso de sus países de origen, sugieren que su presencia nos habrá de resultar costosa. ¿Cuál es el caso de la prensa salteña? Tomemos el caso del diario El Tribuno, representante de la prensa oficialista: Estos son los resultados arrojados por la búsqueda de la frase ´inmigrantes bolivianos´ de la edición digital del Diario El Tribuno, a partir de Noviembre de 1999: 23/5/01: Investigan caso de xenofobia en Buenos Aires: muerte de una mujer boliviana y su bebé, ambos arrojados de las vías del tren. 1/7/01: Detenido en la frontera un boliviano que transportaba cocaína en sus partes íntimas. 2/11/02: Investigarán el caso de una mujer boliviana discriminada en la puerta de un negocio. 17/5/03: Ofrecen niños salteños y bolivianos en adopción 17/8/03: La pachamama y los sahumerios. Sobre la hibridación de los ritos en honor de la madre tierra -´proveniente de Bolivia´- y la práctica de sahumar la casa. 13/9/03: Sobre los ´mosquitos bolivianos que además de picar, contagian dengue y paludismo´.

Lo expresado anteriormente: se hace referencia a las malas condiciones sociales y de salud del país vecino, apelando a la solidaridad, a la vez que se destaca las aristas conflictivas de una relación que se busca presentar como un conflicto social xenofóbico, y por fin se hace alguna referencia a actos delictivos referidos al 24

¨A todos los media les atraerían las mismas noticias: casos desgraciados, conductas extrañas o delictivas, inadaptaciones, tragedias, y convulsiones económicas o políticas en los países de procedencia; también noticias sobre la mala integración social de los que entre los inmigrantes son más pobres y están marginados o discriminados. Por lo demás esto último gustaría a los lectores, porque con ello se enaltecería su autoestima al sentirse miembros de países mejores, además de generosos y bondadosos. Pero contribuye (como casi toda actitud compasiva, cuando es sistemática) a que se rebaje a los compadecidos¨. (Hugo Calello,2000)

20

narcotráfico donde la nacionalidad de la persona se destaca en el mismo encabezado de la noticia. Por otra parte, vemos que hay una nula referencia a la percepción por parte de los actores (sean estos de origen salteño o boliviano): la concepción hegemónica de la historia, plasmada en el diario, privilegia el registro de los acontecimientos públicos. Sin embargo hay que notar que en la prensa tanto escrita como radial o televisiva no existe un discurso lineal y monolítico sobre el inmigrante, sino que puede verse que, a pesar del relativamente escaso espacio atribuido a estas discusiones –como si se hubieran pasado tristemente de moda, quedando irresueltas y anquilosadas en clichés perennes y tan contradictorios como ´no a la discriminación´y ´un boliviano en nuestro país, un puesto menos de trabajo para un argentino´-, no hay una, sino varias imágenes sobre el inmigrante muchas veces contradictorias entre sí. Ahora bien ¿Acepta esto la gente tal y como se le ofrece?

21

APROXIMACIÓN EMPÍRICA La realidad en las noticias de la prensa Correspondencia con la realidad

NS/NC Siempre Aveces Casi Nunca Nunca Total

Frecuencia 79 90 91 27 19 306

Porcentaje 25,8 29,4 29,7 8,8 6,2 100,0

Los resultados de las encuestas sugieren que sí: más del 50 % de los encuestados opina que la imagen que la prensa refleja sobre los migrantes –sea ésta positiva o negativa- se corresponde ´siempre´o ´casi siempre´con la realidad. Es necesario asumir que la prensa no construyó su discurso sino desde las mismas bases de un discurso estatal previo, aquél que fundó el semillero del imaginario cultural. Así es como nos encontramos, a la vez que este discurso periodístico, un vital sentimiento patriótico que no es ajeno a la crisis institucional. Las encuestas que en nuestro trabajo realizamos son, en muchos sentidos, una especie de espejo por el que, en forma más o menos distorsionada, estamos hablando de nosotros mismos. Y un breve análisis de la mismidad, desviando por un momento la atención de la alteridad, fortalece la hipótesis que supone que es aún posible observar con qué presencia la realidad histórica del sentimiento patriótico es un componente que aún define nuestra identidad.

22

APROXIMACIÓN EMPÍRICA La argentinidad

Conceptos sobre la argentinidad Cualidad Sucio (-) Amable (+) Negro (-) Trabajador (+) Nacionalista Instruido (+) Sumiso (-) Vago (-) Delincuente (-) Aprovechador (-) Tacaño (-) Desconfiado (-) Usurpador (-) Respetuoso (+) Alegre (+) Machista (-) Solidario (+) Tramposo (-) Otro TOTAL

Respuestas 4,00 51,00 8,00 32,00 42,00 33,00 11,00 78,00 31,00 43,00 17,00 28,00 4,00 22,00 6,00 58,00 57,00 41,00 3,00 569,00

POSITIVOS

201,00

35,5%

NEGATIVOS

323,00

57,1%

Nacionalista

42,00

7,4%

566,00

100,0%

TOTAL

23

Distribución de Valoraciones de la Argentinidad 60,0%

50,0%

40,0%

30,0%

20,0%

10,0%

0,0% POSITIVOS

NEGATIVOS

Nacionalista

Las cualidades que identifican al argentino resultan ser en su mayoría negativas (más del 50 % de las opiniones vertidas lo califican como vago, machista, aprovechador, tramposo etc). Por otra parte, más del 7 % caracteriza al argentino como ´nacionalista´. La duda se abre cuando nos cuestionamos si este calificativo tiene connotaciones positivas o negativas. Hemos concluido que, pudiendo implicar tanto una como otra actitud, ello ha de depender del contexto. Como en su mayoría las opiniones sobre el argentino resultan ser negativas, podemos arriesgar el hecho de que esto se diga con la intención de atribuir a la categoría ´nacionalista´ un sentido negativo. LA ARGENTINIDAD.. AL PALO! La calle más larga, el río más ancho, las minas más lindas del mundo... El dulce de leche, el gran colectivo, alpargatas, soda y alfajores... y muchas otras cosas más... La argentinidad al palo... la argentinidad al palo... Tanos, gallegos, judíos, criollos, polacos, indios, negros,

Más desnutridos En el "Granero del mundo". Cayó la Fundación Padre Bufarra. Alfonsín con "la casa está en orden" "El que apuesta al dólar pierde", dijo el Ministro. También Menem y su primer inmundo Cavallo y sus lágrimas de cocodrillo. Cinco presidentes en una semana. Encontraron al muñeco de Yabrán con un tiro en la cabeza. De La Rúa con su tímida boludez... ¡Este país está lleno de ladrones!

24 cabecitas... pero con pedigree francés somos de un lugar santo y profano a la vez, mixtura de alta combustión la argentinidad al palo... la argentinidad al palo... (…) no es para menos la coronación, brota el encanto del suelo argento. ¡Vamo´...! ¡Vamo´...! ¡Y no me vengan con cuentos chinos! Que El Che, Gardel y Maradona son los number one, como también lo soy yo, y argentinos ¡gracias a Dios!

¿Yo?... ¡Argentino! Como el tiro en el corazón de Favaloro. Del éxtasis a la agonía oscila nuestro historial. Podemos ser lo mejor, o también lo peor, con la misma facilidad. (Estribillo) ¡Al palo! ¡Al palo! ¡Al palo!

La Bersuit

También Videla y el mundial 78 Spadone y la leche adulterada Manzano se hizo la cirugía del orto Descuartizan vacas en el norte. Y siguen los nariguetazos en el Congreso Galtieri y "los estamos esperando".

La identidad argentina, la argentinidad, se encuentra en crisis. Miles y miles de jóvenes argentos cantan y adhieren a la violenta devastación del mito nacional que sugiere esta canción. Esta expresión popular –aprovechada por los massmedia y las compañías discográficas- deja, sin embargo, un sabor amargo. De dónde proviene esta turbadora sensación? Pienso que de la relación estrecha que se establece entre identidad = argentinidad y argentinidad =crisis. Por tanto, en virtud de una conocida ley de la lógica, identidad = crisis. La tan mentada ´crisis de identidad´de los jóvenes. Hay opción? Hay salida? Tal vez no dentro de los marcos interpretativos tradicionales… Lo interesante y alentador de esta crisis de la argentinidad –entendida como el conjunto de los valores que hacían al ´ser argentino´- es que, así como nunca se logrará formar una sociedad multicultural, en armonía, si es que todos los que la integramos estamos convencidos de que nuestra religión, nuestra filosofía y nuestro sistema político son absolutamente correctos, esto significa que esta pérdida de certezas, esta ´crisis de valores´ puede ser muy estimulante para alentar el reconocimiento de la diversidad, y la concepción de una nueva multiculturalidad.

25

APROXIMACIÓN EMPÍRICA Aceptación italianos – bolivianos Se trabajó sobre la escala B1 comprendida como simplemente aditiva 25 . Se creó una nueva variable llamada “Índice de Aceptación” cuyos valores van del 0 al 7. Se sumaron todas las respuestas para cada encuesta siguiendo el siguiente criterio: cada respuesta valía un punto en caso de ser valorativamente positiva, y cero en caso de ser valorativamente negativa. Ejemplo: Donde dice, “¿Estaría usted dispuesto a formar pareja con un italiano?” en caso de ser “Si” la respuesta, se le dió el valor de 1, mientras que en caso de ser ¨No¨, el valor de 0. En forma inversa, donde dice, “… restringir el ingreso como inmigrante?” en caso de ser “No” la respuesta, se le daba el valor de 1, mientras que en caso de ser ¨Sí¨, se le daba el valor de 0. Se realizó el mismo procedimiento para los casos B1a (Italianos) y B1b (Bolivianos). Los cálculos demuestran un menor índice de aceptación de los bolivianos respecto de los italianos, pero un análisis de las gráficas viene a dar a luz sugestivas tendencias.

Bolivianos Italianos

25

Índice de Aceptación 0

1

2

3

4

5

6

7

Total:

Casos

29

15

19

30

37

46

64

94

334

48

4

5

16

24

25

71

141

334

En un principio, se había pensado en el tratamiento acumulativo de esta escala. Sin embargo, en vistas a distorsiones que posteriormente se encontraron –como de la dimensión genérica o religiosa-, y comprendiendo la dificultad de trabajar como unidimensional una escala que comprendía mas de una dimensión, donde otras variables intervenían en el juego, se optó por elaborar una escala aditiva.

26

Indice de Adaptación de Bolivianos e Italianos 160 140

Número de Casos

120 100 80 60 40 20 0 0

1

2

3

4

5

6

7

Índice de Aceptación Bolivianos

Italianos

Indice de Adaptación de Bolivianos e Italianos

0 0 1 2

1 7

2

0 1

3

7

2 3

3 4

4 5

4

6 5

6 5 6

7

27

Obsérvese que las opiniones respecto de la aceptación de los italianos están polarizadas en los extremos, mientras que las opiniones respecto de la aceptación de los bolivianos muestran una mejor distribución. ¿Qué puede significar esto? En consonancia con la idea de la argentinidad como discurso hegemónico frente a una vivencia que es multicultural, podemos afirmar que al igual que en la tabla boliv – possoc presentada anteriormente, este contacto real, cotidiano, con la comunidad boliviana en Salta, genera una diversidad de opiniones que se muestran tan diversas como es la realidad misma. Por otra parte, cuando se habla de lo italiano se hace referencia a una imagen idealizada y labrada a fuego por la retórica nacionalista que se rescata principalmente desde el discurso, la palabra, la idea, más que desde la misma vivencia, la anécdota, lo habitual. Esto sucede sobre todo en la norteña provincia de Salta, donde la afluencia migratoria transoceánica ha sido sustancialmente menor que en relación a ciudades portuarias como Buenos Aires o Rosario. La imagen prehecha, rígida, impuesta desde arriba sugiere un monólogo de significaciones, que en la realidad del sujeto se traduce en una especie de ´tómame o déjame´ ideológico. A la luz de las encuestas, las opiniones se ven más polarizadas: adscripciones totales o total negación. Este es un haz que deja entrever nuestra experiencia no mediatizada por las telecomunicaciones, la de todos los días. Volvemos a una idea: el rechazo activo a las personas de nacionalidad boliviana solamente como tales es en nuestra provincia muy complejo de sostener como ideología en acción.

28

UNA PROPUESTA PARA LA ACCIÓN Retomemos la reflexión iniciada con este trabajo: tanto la escuela y otras instituciones a principios del siglo XX como los medios masivos de comunicación han jugado un papel protagónico a la hora de definir los rasgos fundamentales del imaginario cultural argentino y de los otros a los cuales éste, metafóricamente, se opondría. Por otro lado, la encuesta como única herramienta nos brinda la posibilidad limitada de observar cómo se reproducen estas ideas tanto en las categorías construidas como en las respuestas obtenidas. Cabe ahora, como reflexión final a la que el desarrollo de las ideas nos conducen, preguntarse cómo trascender este íntimo monólogo entre sectores altos, constructores de discursividad, como lo son la prensa, la universidad y otras instituciones del estado, y explorar, desde nuestra disciplina humanística, formas no hegemónicas de enunciar – vivenciar lo social. Es importante abrir un debate político que trascienda el mecanismo que hace funcionar a lo que reflejan los massmedia como si fuera la opinión pública misma. Mi propuesta va aún más allá: la idea de una ¨Opinión Pública¨, reflejo del alma de la nación ha de abandonarse en pos del pensar-se en nuevas categorías de inclusión: tal vez más regionales y localistas, o tal vez trasnacionales (y por qué no, ambas cosas a la vez)… en base a nuevos mecanismos identitarios que intenten desprenderse de la argentinidad como único parámetro de enunciabilidad, argentinidad que necesariamente conlleva una oposición más o menos radical, pero siempre prejuiciante, del otro que adscribe a una nacionalidad diferente. ¿Qúe puede haber de alienante y subordinante en el ejercicio de esta clase de prejuicio, en vistas de nuestra sociedad actual? Ya otros autores han subrayado la situación propia de sociedades complejas, donde muchas veces, como mecanismo político tendiente a reproducir el orden dominante, la desigualdad étnica se aviva y coloca por encima de la desigualdad de clase. Con ello, es más probable que resurjan los conflictos culturales entre grupos pero sobre una misma estructura de asimetría social. Se habla, en este caso, del fenómeno de ´verticalización de las identidades étnicas´. Así como se exacerban las diferencias culturales, se soslayan las identidades de clase y de género. El pensamiento hegemónico genera intuiciones de uniformidad que no se corresponden con el complejo mosaico étnico aún existente al interior de nuestra ´Nación Argentina´. Y lo hace sobre todo en Salta, donde ¿cómo es posible que una mayoría de personas –con claras vinculaciones a lo andino no sólo por su aspecto físico, sino también por las prácticas culturales concretas que cotidianamente sostienen- sea concebida como una minoría? Esto ocurre así: la superproducción massmediática de Opinión Pública y símbolos culturales presenta la realidad de las mayorías –numérica, pragmática, matemáticamente hablando- como realidades minoritarias, pertenecientes a grupos

29

que no reúnen un número suficiente como para ser representativo dentro de los proyectos políticos del Estado. Este fenómeno no es, sin embargo, particular a nuestra provincia: América Latina es el lugar donde las mayorías son tratadas como minorías pauperizadas simbólicamente, nunca dueñas de un presente, sino a lo más, portadoras de un pasado. ¿Qué ocurre en otra latitud, en uno de los centros mismos de Occidente?

Alemania: una mirada a otras construcciones nacionalitarias



Muchas discusiones actuales en Alemania giran en torno al concepto de Leitkultur (cultura

guía), y la xenofobia. La pregunta es si la existencia de una Leitkultur alemana llevaría en sí el germen de la xenofobia como consecuencia lógica. La idea de Leikultur representaría lo alemán como lo deseable, lo más alto, lo superior, y lo extranjero como lo desconocido y potencialmente desordenador. Creo que es interesante focalizar por un momento la atención en el lugar donde se producen estas interesantes discusiones: Alemania, el locus del terror, que aún hoy es atizado por el fantasma de la Segunda Guerra Mundial y el pavor de la pos – historia. Las heridas de la memoria y la condena de la comunidad internacional al régimen nazi –exacerbador de la cultura de lo nacionalitario- han dado lugar a sugestivos planteos acerca de la multiculturalidad desde dentro de este mismo país. Traigo a colación el ejemplo porque encuentro significativo destacar que cualquier nacionalismo unido al poder capitalista puede llevar a consecuencias semejantes no sólo a las ocurridas en la Segunda Guerra Mundial sino también a las ocurridas en la grandísima cantidad de conflictos bélicos que posteriormente acaecieron sobre el planeta con el respaldo de los Estados Unidos. Afirma Wolfgang Kaschuba: ¨ Desde hace ya mucho tiempo las ciencias de la cultura nos quieren explicar que somos más bien nosotros mismos y no tanto ´los extraños´ quienes producimos una ´cultura de lo extraño´ , entre otras cosas, mediante la aplicación de etiquetas burocráticas al otro: turista, migrante, asilante, trabajador extranjero invitado… Las personas que vienen a nuestro país, naturalmente tienen sus propias ideas acerca de cual es su identidad. En este sentido son diferentes por poseer sus propios estilos culturales y concepciones sobre sí mismos, Pero estas imágenes y concepciones de sí mismos están basadas en muy pocos casos en estereotipos nacionales. El origen nacional sólo marca segmentos dentro de un espacio que sirve de orientación, con un horizonte plenamente abierto, donde también juegan un papel importante cuestiones como estilo de vida, gusto o contextos generacionales. Todo esto no se puede centrar en una sola cultura u opción de identificación, según sugieren los ideólogos de una ´Cultura Guía´. ¨

30

Trascendiendo la dicotomía Bolivianidad vs. Argentinidad Aquí es donde volvemos a la importancia de reproblematizar aquello que había sido simplificado en el recorte que impuso nuestra investigación sobre la realidad: el prejuicio hacia las personas de nacionalidad boliviana rescata solamente la arista nacionalitaria del prejuicio, y por tanto asume la posesión o no de una identidad nacional como pauta fundamental de construcción de una identidad. Así, como hemos visto, reproduce y anquilosa una visión sobre lo social cargada de aquella argentinidad que impuso la máquina cultural estatal y que aún rescatan los medios, con el fin de amortiguar o avivar la actual crisis social, según concierte. Aunque seguramente haya otras lecturas posibles y necesarias al respecto, incluir las luchas de clase, de género y ambientales –por citar sólo algunas- se vuelve imperativo fundamental a la hora de definirnos desde otras zonas de nuestro ´ser en el mundo´ no tan visibilizadas por el Estado o los aparatos constructores de la información. Nuestro entorno conforma, es necesario notarlo, otros fragmentos de identidad 26 que no se pueden definir puntualmente en base a categorías tan amplias como la de nación, sino que se añaden a ella, y que van completando nuestra visión particular del mundo. Podemos complejizar esta visión superponiendo la diversidad de marcos identitarios de los que formamos parte (status, roles, marcos de referencia para la acción en general), hasta llegar a hablar de una única condición, la de la propia subjetividad. Es necesario conquistar por nuestros propios medios el derecho a repensar una identidad (latinoamericana, regional y local), para contrarrestar el discurso duro y la vivencia ficticia en una cultura massmediática que pretende ser global, y quizá lo sea en términos de alcance de la información, pero que a nivel individual, en términos de recepción y contextualización de la información, nunca dejará de experimentarse como una vivencia limitada y local. Por su parte, la antropología puede contribuir, desde una postura multicultural, a hacer efectiva la expresión política de los grupos cuyas identidades han sido reducidas a la mera dimensión de lo nacionalitario. Y esto incluye tanto al nosotros argentino como al otros extranjero, visibilizando posibles puntos diversos de reunión y comunicación entre las identidades. Sería muy interesante llegar a ahondar en esta cuestión, sobre todo si asumimos que en nuestro espacio social local hay amplias brechas por donde se cuela lo no hegemónico, lo diverso. Y no es que en esta diversidad no exista el conflicto. Como afirma Imanol Zubero, 26

Adscribimos a un manejo no esencialista del término, donde son posibles los intercambios y la comunicación entre diversas identidades que se articulan en un solo grupo

31 ‘Es preciso construir un espacio social donde los conflictos puedan manifestarse y desarrollarse. El conflicto es y será constitutivo de las relaciones sociales, la radicalidad de la semejanza o la diferencia es la que impide el desarrollo y expresión de los conflictos.’

Este espacio social se llenará de lo que ha sido vaciado, el derecho a la diferencia en el marco de la tan mentada democracia.

32

Devolución del conocimiento: una vuelta posible y necesaria “Sólo existe lo que se nombra” Clara Pérez

A través de este proceso el investigador no sólo podrá ir explicitando progresivamente sus supuestos y su posición de enunciación, diferenciando sus inferencias de los sentidos verbalizados y actuados por sus informantes, sino que brindará la posibilidad a los informantes –otredad activa, constructora de mismidadde hacer lo propio: reflexionar sobre su posición de enunciación. En este sentido, es interesante tomar la perspectiva de la investigación – acción participativa propuesta por Fals Borda et al. La devolución puede tener múltiples sentidos, y abarca desde la creación de talleres de discusión de los temas tratados previamente por el grupo investigador hasta la presentación y discusión propiamente mediática de las líneas que pueda tender el trabajo. Saltalamaccia propone emprender no ya en forma posterior, sino dentro del mismo trabajo investigativo, en la instancia de la entrevista, una tarea conjunta de desestructuración de las explicaciones hegemónicas, aquellas que en la situación de entrevista se manifiestan como las explicaciones que el entrevistado ha asumido como definitivas. El rol del entrevistador tenderá entonces a dejar de ser meramente extractivo, generador de una corriente de información unidireccional, y comenzará a mostrarse como un diálogo, donde a la vez que se cree un material específico, se reforzará la capacidad de expresión de los actores, estimulando la reflexión de la experiencia cotidiana y la elaboración de significaciones políticas y públicas, a partir de ella 27 . En todos los casos, el fin será el mismo: explicitar los mundos sociales que tienen sentido para los diferentes grupos –sobre todo los más pauperizados simbólicamente-, e iniciar la tarea de reflexión conjunta, donde en los flujos y reflujos del conocimiento la intelectualidad académica se conciba como proyecto participativo de diversos sectores de nuestra sociedad. Probablemente, estas propuestas no presenten las estructuras retóricas que sí poseen ´los Grandes Relatos de los Grandes Hombres´, y más aún, muchas veces encuentren su expresividad en otro tipo de lenguajes, las “pistas metacomunicacionales” como el lenguaje gestual del cuerpo (cosa que ilustra muy bien Grimson) o el artístico.

27

No se puede afirmar que los grupos pauperizados simbólicamente no hayan elaborado marcos de significación en los cuales enmarcar sus experiencias, sino que éstos están envueltos en el silencio que posee todo marco de significación que se desvía de los cauces del pensamiento hegemónico, impuesto como ya dijimos desde una elite hacia todos los sectores sociales.

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En cualquiera de las formas que se presente, el fin último ha de ser crear, mediante el ejercicio de prácticas discursivas no convencionales 28 , el marco de enunciabilidad –y, por qué no, de legitimidad- dentro del cual se halle a través del lenguaje una manera de decir, de contar acerca de aquellas estrategias de resistencia –como la contraestigmatización- que los grupos no hegemónicos ponen permanentemente en marcha. Ésta no es una tarea fácil, pues requiere poner en el tapete todo el esquema de relación del sujeto investigador con los sujetos investigados, y darle a esta relación nuevos fines. En este tipo de tarea, las muestras no se guiarán por el criterio estadístico de representatividad, sino por el de significatividad, respetando el campo simbólico de los agentes 29 . Así, la tarea de la ciencia social se centrará más en los esquemas de producción de sentidos de que los productos terminados que propone el análisis cuantitativo ortodoxo. Trabajar en pro de ello nos permitirá, por fin, dar forma a los silencios incomprensibles que con retórica intentamos muchas veces subsanar nuestras investigaciones. Como asume Guber, “(…) es en el campo donde esa perplejidad puede y debe ser alimentada, instalando el proceso cognitivo en las contradicciones, las rupturas y las interrupciones en la comunicación”. La antropología en particular, como enfoque totalizador, tiene de este modo la posibilidad de reorganizar su discurso en términos de la deconstrucción de sus mismas bases, y hacer posible una nueva posición, más comprometida con su entorno inmediato, desde donde asumir problemáticas diversas y locales. El antropólogo, al asumir como objeto problemático su propio rol dentro del trabajo de campo, puede hacer uso de cualesquiera métodos y técnicas de la investigación se proponga. La técnica es así asumida como una herramienta que está lejos de ser neutral en la obtención de información, y que constituye un dispositivo de aproximación a la construcción de la realidad, cuyas limitaciones y ventajas deben ser controladas metodológica y teóricamente.

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Aquellas que no responden a las convenciones de objetividad y neutralidad valorativa legitimadas por el campo científico académico. 29 Esto tendrá el fin de no generalizar representaciones sociales más allá de los grupos de pertenencia y referencia de cada agente, y en contrapartida, fomentar la visibilización de las representaciones sociales propias de cada grupo. Para complementar ello será necesario que el investigador interactúe con dos niveles: el nivel donde se estructura la percepción del mundo y el que refiere a las posiciones objetivas que estos grupos ocupan en el espacio social.

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Consecuencias En el marco de la verticalidad de la situación clásica de la encuesta se nos hace mucho más complicado enunciar la diversidad de discursos existentes. Y aún más: se nos hace inaccesible la compleja diversidad de tramas significativas que no están siquiera estructuradas en un discurso. Llegar a ellas acercaría muchos abismos entre sí: el abismo que separa lo dicho –el “deber ser”- de lo hecho, es decir, las prácticas reales de las personas. Ello redundaría en la formación de una ciencia social cada vez más capacitada para comprender la sociedad que estudia, eliminando progresivamente el conocimiento espontáneo de lo social (modelado externamente por la fuerza de diferentes tipos de discurso hegemónico) y acercando, de este modo, el terrible abismo que separa a la actividad universitaria de la propia sociedad.

35 Esta reflexión me trae a la mente la imagen de un cuadro de Frida Kahlo, ¨Las Dos Fridas¨. Obsérvese que una está ataviada con vestimenta perteneciente a la alta sociedad mejicana de la época, y otra, con un traje de tehuana. Estas dos imágenes coexisten dentro de ella no en forma separada sino casi orgánica: con el corazón fuera, ambas sostienen las arterias del corazón de la otra para no morir desangradas.

Esta se presenta como apropiada para sugerir la conexión que existe entre la ciencia como productora de conocimientos sistematizados y la sociedad, productora de sentidos y de otras formas conocimiento.

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