Biografía de un cimarrón

July 24, 2017 | Autor: Shailja Kashyap | Categoría: Literatura Testimonial
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Descripción





George Yudice
Elzbieta Sklodowska
2


Reivindicar la identidad de 'los marginalizados' a través de los testimonios: el caso particular de Biografía de un cimarrón de Miguel Barnet:
Desde hace siglos se enseña la historia desde la perspectiva y de los ojos de los europeos y se arregla todo alrededor de sus hechos. Todo lo que es europeo se considera universal, ideal, justo y algo que merece ser mencionado. Aunque en mayoría de los casos en una forma encubierta o mejor indirecta, pero la resistencia siempre estaba ahí. Los testimonios pueden ser considerados como uno de los formas de resistencia donde el narrador que a la vez representa el individual y el colectivo, rechaza 'las normas' de cualquier sociedad y crea un tercer espacio y en este proceso trata de auto- reivindicar tanto la identidad individual como la colectiva de la comunidad a que él pertenece.
Este género de literatura testimonial es uno de los géneros más discutible por causa de muchos factores como el estatus del narrador y del transcriptor, la veracidad de los hechos relatados, etc., y para analizar éstos es muy importante pasar por la historia los factores que conducían al desarrollo de los testimonios, las otras formas de narrativas cercanas y sobre todo los textos que se consideran los hitos como Biografía de un cimarrón del autor cubano Miguel Barnet.


Literatura de testimonio en América latina:
"In Latin America testimonial discourse is closely associated with revolutionary developments, and the official birth of the genre dates from the rich cultural production of Cuba in the mid- and late 1960s." (Gugelberger 5). En particular, Testimonio como un género surgió después de la revolución cubana, cuando el escritor cubano, Miguel Barnet, publicó su libro Biografía de un Cimarrón en el año 1966. Los otros textos importantes que se pueden categorizarse debajo este género fueron publicados en las décadas sesenta, ochenta y después. Por ejemplo, Hasta no verte Jesús mío (1969) de la escritora mexicana Elena Poniatowska, La Canción de Rachel (1969), Gallego (1981) y La vida real (1984) de Miguel Barnet, Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia (1984) de Elizabeth Burgos, entre otros, son textos que conforman al modelo dominante del campo testimonial. La escritura testimonial es bastante heterogénea ya que muchos críticos también incluyan los textos como Yo el Supremo de Augusto Rao Basta, los libros periodísticos de Eduardo Galeano, lo relatos personales de de lucha social o de guerra como los de Domilita Barrios (1977) y Omar Cabezas (1983), y mucho más. Aunque todos los textos mencionados arriba y aun los otros textos abarcan muchos relatos de diferentes índoles y contribuyen en maneras diferentes, pero es de suma importancia mencionar el testimonio de Menchú, una india de Guatemala porque este texto ha revigorizado los debates que existen alrededor del género llamado Testimonio. Es un
"… urgent firsthand account of a poor, rural Indian community, the book offers a critically important perspective on the crisis of Central America and by extention, on global relations, speaking to us from within another culture that she is determined to Project, Menchú challenges five hundred years of European colonialism and forces us to examine not only her experience but also America's history and our own daily priorities." (Carey-Webb 44).
Los cambios de enfoque que este género llamado literatura de testimonio ha traído en el enfoque de la sociedad son; anteriormente las secciones de la sociedad que se tomaron por objetos, ahora se insisten en ser sujetos; él o la 'protagonista' que da el testimonio no piensa en sí mismo como alguien extraordinario sino alguien que sirve de una alegoría para muchos, la gente. La otra característica saliente de la literatura del testimonio es que no es sólo acerca de recontar el pasado y rellenar las brechas que están ahí en la historia oficial, sino también debe prever una sociedad transformada. Así, una 'arma cultural' para aumentar el nivel de la conciencia. También cabe mencionar que los testimonios de esta manera los textos testimoniales hacen muchas correcciones en el enfoque a través del cual el oeste ve a 'los marginalizados' o a los que se han puestos al borde de la periferia. En otras palabras, Se realiza la enunciación testimonial en diferentes etapas. Primero, en una situación de entrevista los narradores como Esteban Manejo (Biografía de un Cimarrón), Rigoberta Menchú (Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia) cuentas sus vidas a los transcriptores (entrevistador) que graban y posteriormente transcriben los relatos orales.
En mi opinión es muy difícil dar una definición de una manera precisa como todavía hay muchos debates acerca de este género de literatura de testimonio. Muchas veces se asocia testimonio con las narrativas de holocausto, las autobiografías, los diarios, etc. No cabe duda que todas las formas mencionadas arriba son formas de escritura que muy a menudo amplían la historia oficial de los marginados. A pesar de servir para una causa común uno se puede ver algunas diferencias muy destacables entre ellos. Los Testimonios pueden ser descritos como las narrativas orales recogidas de las personas quienes a causa de sus circunstancias no pueden escribir sus experiencias a sí mismas (en mayoría de los casos son analfabetas). Enfatizan en la experiencia del grupo en lugar de la perspectiva del individual (John weberly, article no. 819163). Quiere decir evoca en sus lectores el 'Nosotros' en lugar del 'Yo'. Según otro crítico, "… testimonial writing may be defined as an authentic narrative, told by a witness who is moved to narrate by the urgency of a situation (e.g. war, opression, revolution, etc.). Emphasizing popular, oral discourse, the witness potrays his or her experience as an agent (rather than a representative) of a collective memory and identity." (Yudice 17). Es decir el narrador no habla para o representa una comunidad más bien lleva a cabo un acto de auto reivindicación de identidad que es a la vez individual y colectiva. No son biografías porque los sujetos hablan por sí mismos, ni son autobiografías porque son grabados y escritos por una segunda persona. En cuanto a la narrativa de holocausto, ésta describe sólo lo que pasó en un período de la historia.
¿Por qué surgió el género de testimonio? Como acabo de mencionar que los testimonios vinieron a existencia después de la revolución cubana y la razón fue reconstruir los modelos de narrar. En gran parte, especialmente en caso de los países colonizados, es la clase dominante cuya visión y cuya escritura predomina y afecta los pensamientos de la gente. Gugelberger y Kearney en su artículo dicen que,
"In colonial situations major authors tend to write not only from positions of class superiority but also from the centers of empire. Writing from this skewed "subject position" within the global context, such authors presume to represent - to write about and to write for - subaltern peoples who are relatively powerless to represent themselves either symbolically or by more immediate political means. Such literature, as one of the forms of the cultural construction of difference, is better seen not as representation, but as an epistemological and political misrepresentation" (3).
Pero durante las últimas décadas una diferente tipo de literatura ha sido desarrollando que es totalmente en contraste con la literatura escrita por la clase dominante. Ahora los escritores no son los que están en el núcleo del poder sino los que están al margen.
Los negros, la esclavitud y los cimarrones en América Latina:
Desde el siglo XVI, se empleó la palabra cimarrón para nombrar a los esclavizados que huían al monte. Se refirió originalmente al ganado doméstico que se había escapado a las montañas en La Española y poco después también a los esclavos indios que habían escapado de los españoles. Al finalizar la década de 1530 ya se había empezado a aludir principalmente a los fugitivos afroamericanos. La historia del cimarronaje es la historia de rebeliones audaces y continuas, orientadas por el ansia de libertad. Esta ansia por el ansia de la libertad se puede ver en toda la narrativa de Esteban Montejo;
"Muchas cosas no las hacía. Pero mucho tiempo no hablé una palabra con nadie. A mí me gustaba esa tranquilidad. Otros cimarrones andaban siempre de dos o tres. Pero eso era un peligro, porque, cuando llovía, el rastro de los pies se quedaba en el fango. Así cogieron a muchos grupitos de bobos." ( Barnet 54).
Los cimarrones, algunos de ellos fugitivos, llevaban una vida de libertad en rincones apartados de las ciudades o en el campo denominados palenques o quilombos. Posteriormente, en Cuba se adoptó preferiblemente el vocablo jíbaro para definir los cimarrones.


El caso particular de Cuba:
En Cuba la esclavitud se inició con la entrada de Colón con indígenas guanches de las Islas Canarias, junto a los primeros esclavos africanos que se utilizaron para explotar su mano de obra o su fuerza de trabajo. Los esclavos en condiciones injustas, crueles y degradantes vivían desnutridos y semidesnudos, carecían de atenciones médicas, estaban hacinados en pésimas chozas o barracones bajo estricto control y abundante vigilancia, tenían que hacer trabajos intensos, estaban sometidos a duros castigos. Tenían todos sus derechos violados y negados. Ante tantas maldades, como reacción lógica, los hombres enfrentaban resistencia y rebeldía y por consecuencia huían a los montes.
Los esclavos, su Situación y actitud: el huir como un símbolo de rebeldía (creación de tercer espacio independiente de todos los normas de la sociedad):
Los esclavos buscaban medios para escapar de tal injusticia, motivo por el cual se escapaban solos o en grupos. Laboraban obligados en todas las esferas posibles de la vida económica, como en minas, ingenios, cafetales, y en muy disímiles labores de la agricultura en general. Desde el siglo XVI hasta la abolición en el 1X, se conoce de fugas de humanos que anihilan la libertad y que como símbolo de rebeldía se enfrentaban con odio a las injusticias. Los cimarrones son los esclavos que huían y trataban de ocultarse lejos de sus explotadores en sitios inaccesibles como las montañas, donde evitaban el formar grandes grupos para no atraer la atención, ser cuidadosos al caminar para no dejar tras sí rastros o huellas. En esas condiciones adversas y difíciles, tanto para los adultos como para sus hijos menores, realizaban una vida de guerrillero con constante vigilancia para la defensa de su libertad.

Vida de los cimarrones:
Para lograr subsistir, en los sitios donde se guarecían, es decir, en los Palenques, realizaban su vida cotidiana, y allí o en el entorno cercano, conformaban ranchos o campamentos, recogían frutas y raíces, pescaban, cazaban aves, puercos jíbaros, jutías, realizaban labores o tareas agrícolas y labraban la tierra y sembraban o producían plátano, malanga, ñame, frijoles y otros renglones o productos.
Para eliminar la justa y necesaria rebeldía de quienes ansiaban la libertad, surgió desde los primeros momentos la persecución y la represión de los esclavos. Con los métodos más perversos y viles, surgieron los llamados Rancheadores, quienes empleados al servicio de los ricos explotadores esclavistas, montados en buenos caballos, bien alimentados, armados, auxiliados por fieros perros, perseguían con sádico ensañamiento a los cimarrones, sometiéndolos a duros y múltiples torturas y asesinatos. Por ejemplo Esteban Montejo durante su vida en Guerra describe un castigo y lo llama como el castigo de diablo; "El cepo de campana era un castigo del diablo. Él se lo aplicaba a todo el que no estuviera con sus ideas. " (Barnet 183).
El primer Reglamento de Esclavos rigió desde 1797 hasta 1815, y el Depósito de Esclavos se creó en La Habana en el año 1800. Hay un momento en que la Oficina de Capturas de La Habana se refiere a la cifra de 15,971 cimarrones. Mediante el Reglamento de Cimarrones emitido en 1846, brindaba a los captores de los mismos la cifra de 4 pesos fuertes por la captura de un cimarrón simple o huido, 20 pesos fuertes al que entregara un cimarrón apalencado sin ofrecer resistencia, 32 al que lo entregara si ofrecía resistencia con arma blanca, y 50 pesos duros si lo entregaba pero la resistencia le ofrecía con arma de fuego.
¿Biografía de un Cimarrón: ¿Un relato que despierta la conciencia o una continuación al género llamado las narrativas de los ex-esclavos que conforma con 'las normas' de la sociedad y de las casas editoriales?
Según el crítico James Olney, las convenciones para narraciones de esclavos eran tan tempranas y tan firmemente establecidas que uno se puede imaginar una especie de esquema extraídas de los grandes relatos. Tal esquema, junto con algunas otras características tendrá los aspectos siguientes:
El narrador desde un cierto punto de su vida – el presente – mira atrás hacía los eventos sucedidos en pasado en su vida y los recuenta en una manera que pueda mostrar cómo el pasado ha llevado a este estado actual de ser.
En su relato, un ex – esclavo no puede yuxtaponer el presente con el pasado a causa del miedo que al hacer esto él parecería reajustar y así distorsionar y falsificar el pasado.
Un retrato firmado por el narrador.
La portada del libro que incluye la reclamación, como una parte integral del título "escrito/a por él/ella sí mismo/a" o alguna variante muy cercana. Se hace esto para establecer la identidad del narrador y al hacer esto se establece la veracidad del texto.
Uno o más de un prólogo o introducciones escritos por un amigo blanco que es un abolicionista o por un editor/autor blanco actualmente responsable para el texto. En tal prólogo se dice a los lectores que el relato es una narración plena con todos los hechos puestos tales como son y sin ninguna exageración o nada contado de la imaginación, a pesar de esto, como se afirma, minimiza el horror de la esclavitud.

La narrativa actual:
Comienza con la primera línea, "Me nací…" luego narra datos acerca del lugar pero nada de la fecha de nacimiento.
Esboza los detalles acerca del origen, la familia,etc.
Descripción de un amo extremamente cruel o los detalles de la primera experiencia observada de los azotes del látigo.
Descripción de la cantidad y tipo de vianda dada a los esclavos, la cantidad del trabajo asignado a ellos, el horario, etc.
Descripción de la vigilancia, los intentos fracasados de huida, escondidos durante el día y viajando por la noche guiado por la estrella del norte.
Reflexiones acerca de la esclavitud
Son poseídos de algunos objetivos, intenciones y usos muy específicos entendidos por los narradores, por los patrocinadores y por los lectores: revelar la verdad de esclavitud y así decir narrar acerca de su abolición.
Ahora se puede decir que el tema central es mostrar la realidad de la esclavitud; y la necesidad de abolirlo; el contenido es una serie de eventos y descripciones que hace que el lector pueda ver y sentir las realidades de la esclavitud y el forma es una narrativa cronológica en episodios con un comienzo que reivindica la existencia y está rodeada por varios testimonios para aquella reivindicación.
Ahora, cuando pasamos por el texto de Barnet vemos que el libro corresponde completamente todas la características de un relato contado por un ex – esclavo salvo algunas como las mencionadas en puntos uno, tres, cuatro y punto (a) del punto seis. Además el texto barnetino es diferente en el sentido que lo que se recuenta en las narrativas es siempre casi las realidades de la institución de esclavitud, casi nunca el desarrollo intelectual, sentimental y moral del narrador, aquí, muy a menudo, Esteban Manejo (el narrador del libro Biografía de un cimarrón de Miguel Barnet) triunfa en ser una excepción: él va más allá del motivo singular de describir la esclavitud, en cambio la describe con más convicción que algún otro narrador. "Lo que sí hombres no estamos dados a ver es el alma. No podemos decir que ella tenga tal o cual color. El alma es una de las cosas más grandes del mundo." (61).
Miguel Barnet nació en La Habana, Cuba, en el año 1940. Es un autor que destaca por sus facetas de escritor, etnólogo y poeta. Él también colaboró con Alejo Carpentier en el Instituto Cubano del Libro y con el Poeta Nicolás Guillén en la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), institución de la cual es fundador y actualmente vicepresidente. Sus novelas testimonio son ampliamente conocidas mundialmente pero Miguel Barnet es conocido sobre todo por su novela-testimonio Biografía de un cimarrón (1966). En ella se cuentan las aventuras de un esclavo fugitivo, y por ello llamado cimarrón, Esteban Montejo. La obra está dividida en tres partes, la primera es una narración de la vida del esclavo en los barracones construidos en los ingenios de Cuba y después como cimarrón en el monte cubano. En la segunda parte Esteban nos cuenta acerca de la abolición de la esclavitud y en la tercera parte hay una descripción la guerra de Independencia y la vida durante la guerra.
El libro participa notablemente de muchas de las características del reportaje periodístico. El autor reconoce su intervención mediante una rica documentación de libros y documentos históricos como el mismo reconoce: "Me serví de muchos libros de historia, de mapas, manuscritos, periódicos y revistas de la época." (Barnet 9).Y esto dio lugar a uno de los textos testimoniales más destacables de la historia en América Latina como la simple enunciación de la historia de Esteban Montejo supone la denuncia de una situación esclavista prolongada durante muchos años en la historia de la colonia en Cuba, en donde cabe recordar que existió la esclavitud hasta 1886. El libro de Barnet tiene como objetivo de reproducir una época y un tiempo, pero también tiene la intención de reconstruir las costumbres y la forma de vida de los últimos indios incluso los que intentaron huir de la esclavitud En esta manera aparecen datos interesantes sobre el juego, la vida privada de los esclavos, sus creencias religiosas, etc.
Acerca del personaje del narrador del libro, Esteban Montejo puede definirse por un lado como un ser primitivo que cree en la superstición y a la vez por el otro lado le distancia a sí mismo de la comunidad de los esclavos y sus creencias hasta tal punto que a veces parece criticarlas:
"Hay cosas que yo no me explico de la vida. Todo eso que tiene que ver con la naturaleza para mí está muy oscuro, y lo de los dioses más. Ellos son los llamados a originar; todos esos fenómenos que uno ve, que yo vide y que es positivo que han existido.
Los dioses son caprichosos e inconformes. Pues aquí han pasado tantas cosas raras. Yo me acuerdo de que antes, en la esclavitud, yo me pasaba la vida mirando para arriba, porque el cielo siempre me gustaba mucho por lo pintado que es." (17).
La Auto-reivindicación y descripción de lo esperpento:
Barnet acierta a conjugar la historia personal y la historia colectiva para reproducir un mundo desaparecido. El propio Montejo es consciente en su discurso de la relevancia de sus palabras, ya que lo que sus ojos vieron ya no existe:
"Todos los esclavos vivían en barracones. Ya esas viviendas no existen, así que nadie las puede ver. Pero yo las vide y no pensé nunca bien de ellas. Los amos sí decían que los barracones eran tácitos de oro. A los esclavos no les gustaba vivir en esas condiciones, porque la cerradera los asfixiaba."(25).
La misma intención que tiene el editor Barnet se presenta en las palabras del narrador Montejo. A través de su testimonio, éste intenta recuperar razones de sus recuerdos acogiéndose a elementos poco significativos de su biografía con la intención de recordar lo sucedido. En este proceso él también hace un intento de recuperar la propia identidad que testimonia su existencia. Así al mencionar su linaje y sus apellidos hay un intento de explicación de todos los detalles de su ascendencia:
"Hasta me acuerdo de que mis primos predijeron la fecha en que yo nací. Fue el 26 de diciembre de 1860, feria de san Esteban, el que están los calendarios. Por eso yo me llamó Esteban. Mi primer apellido es Montejo, por mi madre, que era una esclava de origen francés. El segundo es Mesa. Pero ese casi nadie lo sabe. Total para lo que lo voy a decir si es postizo. El verdadero era Mesa. Lo que sucedió fue que en el archivo me lo cambiaron y lo dejé así; como yo quería tener dos apellidos como los demás para que no me dijeran "hijo de manigua", me colgué ése y ¡cataplum!"(19).
El texto de Barnet, hay breves apuntes para describir la violencia, aun sabiendo de las duras condiciones de los esclavos en Cuba, pero sin dramatizarlo. "Todo era a base de cuero y vigilancia."(28). En la misma manera el trabajo infantil en los campos de caña de azúcar es relatado con la mayor naturalidad:
"En flor de Sagua trabajé en gaveta del cachimbo. Pero eso vino después de que yo hubiera tenido experimentación en el bagazo no hay la cuestión era de pico y pala. A mi entender hasta la mejor el corte de caña. Yo tendría entonces unos diez años, y eso no me habían mandado al campo. Pero diez años en aquella época era como decir 30 horas, porque los niños trabajan como bueyes.
Cuando un negrito era lindo y gracioso, lo mandaban para dentro para la casa de los amos. Ahí lo empezaban a endulzar y... ¡qué sé yo! El caso es que negrito se tenía que pasar la vida espantando moscas, porque los amos comían mucho. Y al negrito lo ponían en la punta de la mesa mientras ellos comían. Le daban un abanico grande de yarey y largo. Y le decían: "¡vaya, para que no caigan moscas en la comida!". Si alguna mosca caía en el plato lo regañaban duro y hasta le daban cuero. Yo nunca hice eso, porque a mí no me gustaba emparentarme con los amos. Era cimarrón de nacimiento." (Barnet 22-23).
Además de la violencia también el racismo es notorio en el mundo que retrata Barnet y en el discurso de Montejo los individuos son juzgados por su pertenencia a una raza;
"Los isleños nunca me gustaron; eran muy mandones y muy equíticos. Los gallegos eran mejores y se llevaban más con los negros." (Barnet 58).
Y el tocoloro, que es medio verdoso él. El tocoloro lleva en el pecho una faja punzó que es igual a la del rey de España. Decían los mayorales que él era el mensajero del rey. Yo lo que sé es que él tocoloro no se podía ni mirar. El negro que matará a uno esos pájaros estaba matando al rey. Muchos negros vide yo coger látigo por matar tocoloros y gorriones." (Barnet 60-61).
Destaca el desprecio que sufren los africanos frente a las otras razas;
"A los lucumises no les gustaba el trabajo de la caña y muchos se huían. Eran los más rebeldes y valentones. Los congos no; ellos eran más bien cobardones, fuertes para el trabajo, y por eso se disparaban la mecha sin quejas. Ahí una jutía bastante conocida que le dicen conga; muy cobardona ella." (Barnet 41).
La Guerra de Independencia, participación de los esclavos y la condición después de la guerra:
Sin embargo, en la última parte del libro, una vez instaurada la independencia de Cuba, se reivindica la figura del negro como agente que ha participado en la guerra y al que se le debe rendir justicia por su participación sin cual no se podía ganar la 'independencia'. Según Robert J.C. Young,
"When national sovereignty had finally been achieved, each state moved from colonial to autonomous, postcolonial status.
Independence! However, in many ways this represented only a beginning, a relatively minor move from direct to indirect rule, a shift from colonial rule and domination to a position not so much of independence as of being in-dependence " ( 3).
Se ha mostrado esto en la tercera parte del libro cuando aun después de lograr la 'independencia' Cuba sufre la intervención de los Estados Unidos y el rechazo de la existencia de los negros y los esclavos.
"Al terminar la guerra empezó la discusión de si los negros habían peleado o no. Yo sé que el 95% de la raza negra hizo la guerra. Ellos empezaron a decir que el 75. Bueno, nadie les critico esas palabras. El resultado fue que los negros se quedaron en la calle. Guapos como fieras y en la calle eso era incorrecto, pero así fue.
En la policía no había ni un uno por ciento de negros, porque los americanos sacaron la palabra esa de que cuando el negro cogiera fuerza, era dañino a la raza blanca. De modo sea que al negro los separaron completamente. Los cubanos de la otra raza se quedaron callados, no hicieron nada y ahí quedó el asunto, hasta hoy en día, que es distinto, porque he visto blancos con negras y negros con blancas, que es más delicado, por la calle, en los cafeses, dondequiera.
Morúa y Campos Marquetti trataron de arreglar el problema y les dieron algunos puestos en el gobierno a los negros. Puestos de serenos, porteros, carteros... Aún así, cuando se disolvió el ejército, los libertadores negros no pudieron quedarse en la ciudad. Regresaron al campo, a la caña, al tabaco, a cualquier cosa, menos en las oficinas. Más oportunidades tenían los guerrilleros, con todo y haber sido traidores. La verdad es ésa, sin discusión. Término general Maceo hubiera tenido que colgar a mucha gente en el monte para haber podido mandar en algo." (Barnet 204-205).
La descripción de lo espanto:
Durante la mayor parte del libro hay una descripción espantosa de las maneras en que les trataron a los esclavos. Les trataban a los esclavos peor que los animales incluso el caso en que les forzaban a las negras a parir más crías para que tuvieran más esclavos. Lo mismo se produce con el retrato de la enfermedad:
"Las condiciones de vida de las haciendas en muchas ocasiones es retratada como la cría de animales, ya que los esclavos son forzados a amancebarse con el fin de la procreación de nuevos esclavos:
"Los granaderos eran privilegiados. Los amos los buscaban para juntarlos con negras grandes y saludables.
Después de juntos en un cuarto aparte del barracón, los obligaban a gustarse y la negra tenía que parir buena cría todos los años. Yo digo que da como tener animales. Pues... bueno, si la negra no paría como a ellos se les antojaba, la separaban y la ponían a trabajan en el campo otra vez.
"Pero las peores, las que desplumaban a cualquiera, eran la viruela y el vómito negro. La viruela ponían los hombres como hinchados y el vómito negro sorprendía cualquiera, porque venía de repente y entre vómito y vómito se quedaba uno muerto.
En aquellos tiempos no existían grandes medicinas. Los médicos no se veían por ningún lugar. Eran las enfermeras medio brujeras las que curaban con remedios caseros." (Barnet 45).
Aunque la forma testimonial emplea varios recursos para ganar su veracidad – entre ellos el punto de vista de la primera persona, aparecen problemas como, ¿hasta qué punto el editor ha manipulado al informante?
Según Barnet sí mismo, las características técnicas del género testimonial quedan reducidas a la supresión del ego del escritor llamado gestor o editor, el empleo del lenguaje hablado, vivo, y la recopilación científica del material por medio de entrevistas grabadas conducidas según un cuestionario. Barnet no renuncia, sin embargo, a unas intervenciones con tal que sean fieles al tono del discurso original. Pero hasta cierto punto también es cierto que los antecedentes familiares, la formación, la religión, la educación, etc., del transcriptor son de igual importancia al tiempo ponerlo en escrito el grabado. Además en varias ocasiones el lector encuentra mucha dificultad en descifrar si es la voz del ex-esclavo o del transcriptor dada la condición que muchas veces la voz narrativa parece conformar con el discurso colonial. Por ejemplo el uso de la palabra brujería para las creencias de los africanos o presentar la manera de vestirse de las mujeres de África en una manera degradante y luego su comparación con las de Cuba.
"Yo una vez vide una fotografía de África y todas las negras tenían las barrigas infladas y los pechos al aire. La verdad es que en Cuba yo no recuerdo ese espectáculo. Al menos en los barracones era todo lo contrario. Las mujeres se vestían con muchas telas y se cubrían los pechos. " (Barnet 157).
"Además, bailaban el zapateo, que es el baile primitivo de Cuba, y la tumbandera . El zapateo era muy lucido. Ese baile no era tan indecente como los africanos. " (Barnet 80).
Biografía de un cimarrón es, junto al relato de la vida de Esteban Montejo, es el retrato de un conflicto nacional, muy similar a la búsqueda de identidad. Cuba fue de las últimas en obtener su independencia, siempre tutelada bajo la vigilancia de los Estados Unidos. Cuando se debate esa historia de la identidad nacional aún por definir, se puede observar que a la sombra de esa ambiente llena de ansiedad para ser o mantener su estado libre, pasó toda su vida, Esteban Montejo. Por ello, el texto retrata no sólo el infierno de la esclavitud la rebelión de los esclavos (los que huían al monte ) sino también los años de la consecución de la independencia como la búsqueda de un objetivo inacabado en donde muchos sectores no sentían incluidos y en donde ser reflejaba la falta de cohesión nacional. Aquí se plantea el problema de realizar dicha integración ante la falta de un objetivo común, aunque ese objetivo sea denominado "independencia". Y esa indefinición de la identidad nacional es la que se observa en el libro de Barnet:
"si los africanos no sabían a qué iban, los cubanos tampoco. La mayoría, quiero decir. Lo que sucedía era que aquí había una revolución, un salpafuera en el que todo el mundo cayó. Hasta el más pinto. La gente decía: " ¡Cuba libre! ¡Abajo España!". Luego decían: " ¡viva el rey!". ¡Qué sé yo! Aquello era el infierno. El resultado no se veía por ninguna parte. Quedaba un solo camino, y era la guerra. (163).
En definitiva, el relato de la vida de Esteban Montejo recogido y confeccionado por Miguel Barnet es un magnífico testimonio de época que destaca muchos de los problemas que 'los marginalizados' afrentaron y todavía afrentan en ciertas maneras en su camino de la búsqueda de su identidad. Son notables las críticas al sistema de haciendas, al régimen esclavista, a la violencia perpetrada contra el hombre y a los agentes que colaboran con este sistema, ya sean sacerdotes o mayorales. En adición a todo esto y con arreglo a estas ideas se puede decir que aunque a veces el narrador, Esteban Montejo parece conformar con el pensamiento colonial pero más que esto es un personaje que vivía solo durante largos años de su vida. Huía de la esclavitud pero no se unía con los otros cimarrones y así no confirma con 'las normas' de ninguna sociedad. Esta creación del tercer espacio puede ser visto como un signo de rebelión. Por ello se puede decir que Barnet otorga un adelanto notable al género de la literatura testimonial y que lo sitúa al libro cerca de los textos mucho más próximos en el tiempo y de gran interés histórico como las memorias de Rigoberta Menchú.


Bibliografía
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