Bendito eras entre todas las mujeres

http://www.elmostrador.cl/opinion/2005/01/29/bendito-eras-entre-todas-las-mujeres/ 29.01.05 Andrés Monares

Bendito eras entre todas las mujeres Una vez salidos del arduo y vertiginoso tráfago que significó la última Junta de la Democracia Cristiana, es posible referirse con algo de calma a la candidatura de Adolfo Zaldívar para ser pre candidato presidencial de la Concertación en representación de su partido. Para empezar, creo que en principio no fuimos pocos los sorprendidos por sus pretensiones. En su momento uno pensó, casi con lástima, que nadie de su círculo cercano fue lo suficientemente sincero con él. Al contrario de lo ocurrido a Frei con sus “amigos”, que imaginamos ya nos lo llama así, que le hicieron ver que ni ellos lo votarían. Aunque se evidencia nuestro error cuando en la Junta, a la cual concurrían más de quinientos delegados, Zaldívar pierde ante Alvear por 48 sufragios. Así, queda claro que los parámetros al interior del “planeta” Partido Demócrata Cristiano no son los mismos del resto del país. Es decir, sólo los no iniciados podíamos equivocarnos de forma tan grosera al pensar que Zaldívar había cometido un desvarío al candidatearse y que no tenía arrastre dentro del Partido. Es más, al revisar los “logros” del ex pre-pre candidato, los hechos van mostrando su real significación para muchos de sus camaradas. En primer lugar, sacó de su decadencia al Partido y elevó su respaldo en las urnas. Porque cuando hablamos de ese nuevo empuje de la DC, hablamos estrictamente de conseguir más votos. Lamentablemente, a decir de los chaqueteros de siempre, ese afán no respondería al idealismo que busca poder llevar a cabo de una vez y sin trabas el proyecto humanista cristiano en el país. Sino que los votos se traducen en más poder o influencia política y social. Lo que a su vez implica más puestos de trabajo para sus militantes y simpatizantes en el aparato del Estado. Y, lo que todos saben pero callan pudorosamente, en más posibilidades de hacer negocios a todo nivel: desde la humilde OTE de algún oscuro camarada que “gana” una licitación de un servicio menor; hasta los negocios en serio en las privatizaciones, la gran minería, el sector inmobiliario o en las concesiones. Cómo no lo iban a querer, cuando todos sabemos que nuestro personaje está imbuido de ese espíritu sectario del “camino propio”, latente desde el gobierno de Frei Montalva en la DC. Gracias a San Colorín, de forma expedita, la torta se hubiera repartido entre muchos menos. Además, Zaldívar había entrado decidido en la pelea con el partido que se estaba metiendo en su territorio: el centro político. De esa forma, habría logrado efectivamente quitarle votos... ¡a la UDI! A un partido de extrema

http://www.elmostrador.cl/opinion/2005/01/29/bendito-eras-entre-todas-las-mujeres/ 29.01.05 Andrés Monares

derecha, católico ultraconservador, que reúne a gran cantidad de ex funcionarios y simpatizantes de la dictadura, los que participaron y respaldaron las acciones que dicho gobierno realizó en perjuicio del país y sus delitos (léase liquidación de empresas y riquezas nacionales, y crímenes contra la humanidad respectivamente). Por si fuera poco, la UDI postula de modo explícito el modelo socioeconómico neoliberal, que hasta el conservador Papa actual ha definido como anticristiano. Comprendemos ahora tanta preocupación porque no les birlaran el mote de “popular”. Pero, lo que más me entusiasmó de la pre-pre candidatura de Zaldívar, hasta hacer que se inflamara mi pecho de esperanza, fue escucharlo proponiendo con ese inconfundible dejo gangoso, su firme decisión de corregir el modelo económico chileno. Su corazón de hombre bueno ya no aguantó su evidente injusticia. Cómo uno no va a admirar a un personaje tan preclaro que después de tres décadas se da cuenta de las terribles consecuencias del modelo neoliberal. Fueron cerca de treinta años de profunda reflexión y observación de la realidad nacional (y yo creo que internacional también) los que dieron lugar a su valiente propuesta. A pesar de ello, imagino que no faltarán los que van a hablar de oportunismo político y demagogia populista. ¿Ladran Sancho? Se nota que no conocen el espíritu de Zaldívar y de la propia DC, identificados con el trabajo social del padre Hurtado y comprometidos con eso de “los pobres no pueden esperar”. Ante esa obviedad, uno no va a ser tan inoportuno de preguntar por el lugar que ocupa en el proyecto del Partido el Humanismo Cristiano y el Socialismo Comunitario. Tampoco por el conocimiento de los militantes de Aristóteles, santo Tomás de Aquino, Mounier, Maritain, de la Doctrina Social de la Iglesia o del Vaticano II. Ni menos por la aplicación de esas ideas que hizo el Partido en los dos gobiernos de la Concertación que ha encabezado y en el que actualmente forma parte. Salta a la vista que sólo su respeto a la democracia como forma de vida, los ha hecho aceptar a contrapelo las políticas neoliberales de la Concertación. De ahí el arduo trabajo de Zaldívar para hacer crecer el voto DC y que el Partido termine con la administración del modelo de la dictadura. Esa madurez ideológica y política, esa consecuencia de cristianos comprometidos, es fruto de la rigurosa lectura que cada militante hace del viejo y ya mítico librillo titulado “ABC de la Democracia Cristiana”. Es admirable la “formación de cuadros” en la DC. Símbolo de ella fue la profunda huella que dejó entre la militancia, y en el propio Zaldívar, la obra y el ejemplo de vida del fallecido Jaime Castillo. Con esa pérdida irreparable para el Partido, como se escuchó decir a todo DC entrevistado para la ocasión, los dirigentes y militantes ya han podido sacar de sus

http://www.elmostrador.cl/opinion/2005/01/29/bendito-eras-entre-todas-las-mujeres/ 29.01.05 Andrés Monares

anaqueles los libros de su “maestro” (de seguro con las hojas todavía sin cortar). Ahora no hay peligro de que Don Jaime pase a la casa u oficina y no vea sus obras. Con tranquilidad cualquiera puede ya afirmar que nunca leyó nada de Castillo. De esa libertad de pensamiento al interior de un partido, que profundizó la presidencia de Zaldívar y la mesa de alto vuelo intelectual que conformó, pocas tiendas políticas se pueden jactar. En fin. Ya no vale llorar sobre la leche derramada, a estas alturas no hay remedio: nos perdimos a Adolfo... Y eso que tocarle el pelo a un colorín da buena suerte.