Barranco León y Fuente Nueva-3: el Pleistoceno inferior de la Península Ibérica

July 4, 2017 | Autor: J. Vázquez Rodríguez | Categoría: Archeozoology, Industrias Liticas
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Descripción

BARRANCO LEÓN Y FUENTE NUEVA-3: EL PLEISTOCENO INFERIOR DEL SUR DE LA PENÍNSULA IBÉRICA José María Vázquez Rodríguez

ÍNDICE

1. Introducción ……………………………………………………………… 1

2. Industria lítica ……………………………………………………………. 2 2.1. Industria lítica de Barranco León ……………………………………………… 2 2.2. Industria lítica de Fuente Nueva-3 …………………………………………….. 5

3. Fauna …………………………………………………………………….. 7 3.1. Mamíferos ……………………………………………………………………… 7 3.2. Insectívoros ……………………………………………………………………. 9 3.3. Reptiles …………………………………………………………………………. 11 3.4. Anfibios ………………………………………………………………………… 13 3.5. Arvicólidos …………………………………………………………………….. 16

4. Pólenes ……………………………………………………………………17

5. Estratigrafía y procesos de sedimentación ……………………………….. 18 5.1. Estratigrafía de Barranco León ………………………………………………… 18 5.2. Estratigrafía de Fuente Nueva-3 ……………………………………………….. 21

6. Conclusiones ……………………………………………………………... 22

Bibliografía ………………………………………………………………………. 25

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1. ITRODUCCIÓ

La cuenca de Guadix-Baza (Mioceno-Pleistoceno Superior) se compone de las dos formaciones o subcuencas que le dan nombre (Guadix y Baza), las cuales son de origen fluvial y lacustre, respectivamente (Toro et al. 2000). Los diferentes yacimientos se encuentran, en mayor medida, en la Formación Baza; los yacimientos de Barranco León y Fuente Nueva-3, insertos en esta formación, se relacionan directamente con niveles asociados a la presencia de aguas lacustres que, durante se evolución y permanencia, variaron su nivel de salinidad, hecho que define, en parte, y como se verá, las diferentes unidades estratigráficas, paleoclimáticas y sedimentarias.

Ambos yacimientos se encuadran dentro de un periodo de polaridad inversa, pero, en líneas generales, Barranco León parece ser algo más antiguo que Fuente Nueva-3 (Carbonell 2005).

La importancia de Barranco León reside, principalmente, en la presencia de un nivel (BL-5) con componente antrópico (un molar humano denominado BL-0), y cinco (entre ellos BL-5) con presencia de fauna de mamíferos. Fuente Nueva-3, por su parte, aporta dos niveles (2-3) con restos faunísticos e industriales. Los instrumentos líticos fueron hallados en 1983, pasando a desarrollarse campañas de excavación a principios de los años 90 que, posteriormente, serían paralizados y de nuevo reanudados en 1999.

Los primeros ejemplos de industria lítica en Fuente Nueva-3, hallados en superficie y en el nivel 2, sobre todo, salieron a la luz a principios de los años 90, tras el hallazgo, el 5 de mayo de 1991, del yacimiento en sí (Martínez Navarro 1995: 15).

La industria lítica recuperada en ambos yacimientos, como se verá más adelante, presenta aspectos muy poco evolucionados, acercándose mucho a las tipologías Olduvayenses (Cela y Ayala 2001: 329). Pese a la diferencia de posturas en relación a la naturaleza de los restos hallados en Venta Micena, en líneas generales hubo consenso en la atribución de cronologías a las industrias de Barranco León y Fuente Nueva-3. A este respeto, ambos yacimientos, como ya se ha expuesto, se encuadran en un periodo de polaridad inversa; este aspecto, unido al análisis de las características de la fauna

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documentada, le confieren una cronología inmersa en el subcron Matuyama, lo que reduciría el campo cronológico al espacio temporal 0,78-1,77 m.a.

Las asociaciones faunísticas han sido de gran ayuda, si no determinantes, en la datación cronoestratigráfica de ambos yacimientos. Fuente Nueva-3 se asocia a la presencia del taxón Allophaiomys burgondiae, que, mediante la comparación con otros yacimientos y sus dataciones, reduciría a 1,07 m.a. el límite superior cronológico, dentro del cron inverso Matuyama (Toro et al. 2000).

El estudio conjunto de fauna y los análisis paleomagnéticos, finalmente, confieren a FN-3 y BL el espacio cronológico 1,3-1,1 m.a.(Carbonell y Rodríguez 2000: 38).

2. IDUSTRIA LÍTICA

A día de hoy, la importancia de las industrias líticas recuperadas en los yacimientos de Fuente Nueva 3 y Barranco León es máxima y más si tenemos en cuenta que se trata de las más antiguas de Europa. Son datadas aproximadamente en 1,2 millones de años de antigüedad, dentro del espacio cronológico (1,8-0,7 m. a.) de tipologías afines y semejantes (Dmanisi, Ceprano, TD4/TD6…) (Toro et al 2002: 196).

La procedencia de la materia prima no dista demasiado de los yacimientos, siendo las cuarcitas, calizas y sílex extraídas de afloramientos locales cercanos. Como se explicará más adelante, se han podido reconocer y reconstruir todas las etapas/fases de la cadena operativa de talla, de lo cual ha derivado un interesante dato: los ocupantes de BL y FN-3 empleaban métodos de talla “oportunistas” pero ciertamente sofisticados (Toro et al. 2009).

2.1. Industria lítica de Barranco León

El bagaje lítico de Barranco León se compone, de momento, de 1292 piezas, de las cuales la mayoría se encuentran alteradas, principalmente en forma de descamaciones. Estudios sobre esta industria lítica hallada en Barranco León,

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desarrollados entre 2001 y 2002, han aportado una serie de datos concretos acerca sus características generales.

Materias primas: •

La materia prima principal es el sílex. En este caso, se señala su procedencia de zonas cercanas, presentándose en diversos estados de conservación; la calidad del sílex seleccionado en Barranco León, además, no es uniforme, diferenciándose tres tipos bajo este baremo. La materia prima silícea proviene de la sedimentación fluvial.



Algo menos abundante, aunque también aporta numerosos restos, es la caliza; también proviene de un afloramiento cercano.



La cuarcita es bastante menos abundante, presentándose en forma de lascas, por lo general.



El grupo de piezas retocadas se compone, principalmente, de muescas, denticulados y raederas.



Se presentan también una serie de núcleos trabajados con técnicas bien definidas.



A ello habría que añadir la presencia de restos de talla (lascas de diversos tamaños) indeterminados y algunos cantos utilizados con óxido de calcio. De todos modos la talla de estos cantos no aportó apenas restos.

En general, se plantea la posible selección premeditada de las materias primas, en base a la presencia masiva de lascas de un sílex determinado.

La industria lítica de Barranco León se divide en tres grupos: lascas no modificadas, piezas retocadas y núcleos. •

Las lascas se habrían extraído, con el empleo de percutor duro, mediante tres tipos de talla: multidireccional, centrípeta y ortogonal, lo que representa la prueba de una cierta organización en las labores talla y reducción de los núcleos.



El número de núcleos hallado es relativamente escaso, representando una proporción muy reducida dentro de la industria lítica.



Las piezas retocadas se limitarían a lascas con muescas.

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La cadena operativa que se desarrollaría en Barranco León fue expuesta en la memoria de las campañas de excavación 1999-2002 (Toro et al. 2000); de este modo, se dividiría en un total de tres fases: materia prima, talla y retoque.

1. Materia prima: como ya se ha expuesto, serían sílex y caliza, principalmente, a los que habría que añadir la cuarcita. Los soportes sobre los que se aplicaría la talla se presentaban en forma de lascas y cantos, además de nódulos más voluminosos. 2. La talla se aplicaría, por norma general, a una de las caras del soporte, aunque en algún caso se ha efectuado en la dos. 3. La aplicación del retoque en una tercera fase de la cadena operativa daría como resultado final las piezas ya comentadas (raederas, denticulados y muescas)

2.2. Industria lítica de Fuente ueva-3

Un total de 932 piezas, algo menos que en Barranco León, se han recuperado en Fuente Nueva 3: •

En lo que respecta a las materias primas, lo más abundante sigue siendo, al igual que en Barranco León, el sílex. Tiene más importancia en FN-3 la cuarcita que en BL.



La procedencia de las materias primas en principio sería la misma que para Barranco León.

Las tres fases de la cadena operativa (1. materias primas, 2. talla y 3. retoque) se desarrollarían del siguiente modo en Fuente Nueva 3:

1. Los cantos (sílex, primordialmente, presentado en diferentes calidades) se presentan poco trabajados, presentando un número reducido de negativos de extracciones. 2. De todos modos, la talla está bien organizada y esquematizada. El núcleo es previamente preparado para el golpeo con percutor duro. La dirección del golpeo y talla puede ser centrípeta o unipolar, lo que denota una cierta conciencia y dominio de la técnica empleada para reducir el núcleo. 5

3. Salvo la escasa presencia de muescas, el retoque como tal no aparece bien registrado en el componente lítico de FN-3; en gran medida muchas de las alteraciones de las lascas o de los también escaso útiles se deben meramente al uso; dichas marcas de uso, que se presentan en las piezas en forma de estriados y filos pulidos, ha permitido suponer que habrían sido empleadas para trabajos sobre piel, fibras vegetales y madera.

Unifacial

BL

FN-3

Centrípeto

x

x

Multidireccional

x

Unipolar

x

Multipolar Bifacial

x

ortogonal Multidireccional

x

x

Las alteraciones indicadas en los útiles y lascas son asignables tanto al componente lítico de Fuente Nueva 3 como al de Barranco León; por lo general se presentan roturas y marcas de uso, amén del puro retoque. Algunas de las piezas presentan pátina cubriente. En este sentido, el estudio de dichas alteraciones y marcas determinó, como se ha comentado, un empleo de estos materiales para actividades concretas.

60 50 40 BL FN-3

30 20 10 0 A

B

C

D

E

F

G

División, en porcentajes, del bagaje lítico de FN-3 y BL. (A: piedras; B: núcleos; C: Restos; D: Lascas; E: lascas pequeñas; F: Cantos; G: Cantos tallados o acondicionados).

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En conclusión, ambas industrias corresponden a un mismo tecno-complejo inserto en el preolduvayense africano: se asemejan, de este modo, a las tipologías y técnicas vistas en industrias de yacimientos norteafricanos, georgianos y europeos. Por otra parte, es interesante, también, el hecho de que hayan sido asociadas estas industrias con fauna (Hippopotamus antiquus en Barranco León y Mammuthus meridionalis en Fuente Nueva 3) (Toro et al 2009: 123).

3. FAUA

3.1. Mamíferos

Fuente Nueva 3 presenta el siguiente listado faunístico, mucho más amplio que el de Barranco León: •

Megaceroides cf. obscurus: tras los aportes de restos craneales en general, se hallaron dos cráneos durante las campañas 2001 y 2002.



Pseudodama sp: la determinación concreta de la especie antes denominada Cervus sp. provino a partir de los hallazgos de piezas dentarias, fragmentos de húmero, metatarsos y falanges, entre otros.



Bovini gen. et sp. indet.: un metatarsiano y varias piezas dentarias.



El caballo está representado, fundamentalmente, con restos de piezas dentarias y fragmentos postcraneales.



Hemitragus cf. albus: los restos son muy escaso, limitándose a una pieza dentaria y una falange.



Megantereon cf. whitei: fragmentos de metacarpiano y de canino.



Caprini gen. et sp. indet.: algún molar.



Stephanorhinus cf. Hundsheimensis, al igual que otras especies, también ha documentado piezas dentarias (deciduales) y fragmentos postcraneales.



Hippopotamus antiquus: una mandíbula y numerosas piezas dentarias.



Mammuthus meridionalis se documentó en base a restos óseos postcraneales (del nivel inferior) y un esqueleto (incompleto) asociado a la industria de FN-3, como ya se comentó. La presencia de estas lascas abre el debate acerca de las actividades de descarnado aplicadas, en este caso, a dicho taxón.

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Canis mosbachensis: piezas dentales



Ursus sp.: piezas dentarias y una hemimandíbula izquierda.



Meles sp.: Fragmentos de paladar, canino y bóveda craneal.



Vulpes sp.: dos piezas molares.



Pachycrocuta brevirostris: escasos restos, piezas dentarias y coprolitos.

El listado taxonómico referente a mamíferos de Barranco León, en principio era mucho más reducido que en Fuente Nueva-3 pero, a raíz de las investigaciones de realizadas a partir de fines de los 90, aportó una fauna casi tán variada como la de éste: •

Megaceroides cf. obscurus: fragmentos craneales, postcraneales y un asta entera.



Al igual que en Fuente Nueva 3, se documentan, para el caballo, piezas dentarias y fragmentos óseos postcraneales. Por su parte, un ejemplar equino más corpulento y robusto (Equus sp.) ha aportado, únicamente en Barranco León, los mismos tipos de restos.



Bovini gen. et sp. indet.: piezas dentarias y alguna falange.



Pseudodama sp: aportó piezas dentales sueltas y en conexión y porciones de asta.



Hemitragus cf. albus: restos de falanges dientes, metacarpo y metatarso.



El Stephanorhinus cf. Hundsheimensis también aportó restos deciduales dentarios y postcraneales e, Barranco León.



Hippopotamus antiquus: mandíbula y piezas dentarias, al igual que en FN-3.



Canis mosbachensis: piezas dentales, algo más abundantes que en FN-3.



Ursus sp.: piezas dentarias.



Meles sp.: un canino



Vulpes sp: piezas dentarias (M1 y un premolar).



Homotherium sp.: fragmentos y restos postcraneales.



Pachycrocuta brevirostris: escasos restos, piezas dentarias y coprolitos.

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Familia

Género

Especie

FN3

Elephantidae

Mammuthus

Mammuthus meridionalis

x

Equidae

Equus

Equus altidens

x

Equus sp.

BL

x x

Rhinocerotidae

Stephanorhinus

Stephanorhinus cf. hundsheimensis

x

x

Hippopotamidae

Hippopotamus

Hippopotamus antiquus

x

x

Cervidae

Megaceroides

Megaceroides cf. obscurus

x

x

Pseudodama

Pseudodama sp.

x

x

(indet..)

Bovini gen. et sp. indet.

x

x

(indet..)

Caprini gen. et sp. indet.

x

Hemitragus

Hemitragus cf. albus

x

Megantereon

Megantereon cf. whitei

x

Homotherium

Homotherium sp.

Pachycrocuta

Pachycrocuta brevirostris

x

x

Ursus

Ursus sp.

x

x

Canis

Canis mosbachensis

x

x

Canidae

Vulpes

Vulpes sp.(cf. Vulpes praeglacialis)

x

x

Mustelidae

Meles

Meles sp.

x

x

Bovidae

Capridae

Felidae

Ursidae

x

x

Listado taxonómico de mamíferos de Fuente Nueva 3 y Barranco León, según familia, género y especie (Martínez et al. 2002)

La ausencia de marcas de descarnado, producidas por especies carnívoras, en los restos óseos comentados, induce a concluir que la acumulación de éstos no se debió a la acción animal, sino antrópica (Carbonell y Rodríguez 2002: 39).

3.2. Insectívoros

Están representados en BL y FN-3 por un total de seis taxones, que, por otra parte, y como se verá, aportan importante información acerca del clima y el entorno en el Pleistoceno Inferior.

Se presentan representantes de tres familias insectívoras: Soricidae, Talpidae y Erinaceinae.

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Familia

Subfamilia

Especie

Talpidae

Desmaninae

Galemys sp.

Erinaceidae

Erinaceinae

Erinaceinae indet..

Crodicurinae

Crodicura sp.

Soricidae

Sorex minutus Soricinae

Sorex sp. Asoriculus gibberodon

Taxones insectívoros de Fuente Nueva-3 y Barranco León.

70 60 50 40

BL

30

FN-3

20 10 0 A

B

C

D

E

F

Representación de taxones insectívoros en FN-3 y BL. ( A. Galemys sp / B. Erinaceinae indet. / C. Crodicura sp. / D. Sorex minutus / E. Sorex sp. / F. Asoriculus gibberodon)

Cada especie ha de ser relacionada con un tipo de hábitat concreto: •

Galemys sp.: se trata de una especie propia de espacios provistos de aguas abiertas.



Erinaceinae indet.: se relacionan con climas no rigurosos.



Crodicura sp.: al igual que Erinaceinae sp., no habita entornos de bajas temperaturas, acercándose más a un hábitat cálido.



Sorex minutus/Sorex sp.: zonas húmedas y con bastante vegetación. Bosques y zonas con pluviosidad elevada.



Asoriculus gibberodon: se desarrolla aguas abiertas y permanentes.

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En base a estos datos, Marc Furió Bruno (2004: 241) llega a una serie de conclusiones acerca del entorno de FN-3 y BL: •

Sería una zona en mayor o medida húmeda, donde el índice de precipitaciones anuales sería elevado.



Podría determinarse que las temperaturas no alcanzarían cotas muy altas ni muy bajas.



Habría aguas abiertas.

El mismo autor llega a comparar este paisaje, clima y ambiente pleistocénico de sur de la Península Ibérica con el que actualmente impera y caracteriza al norte de la misma.

3.3. Reptiles

Representan el 23,57 % del total de herpetofauna hallada en Fuente Nueva-3 y Barranco León, presentándose los siguientes taxones: •

Colubber hippocresis: ha aportado poquísimos restos en ambos yacimientos. Representa el 0,23% del total de restos de reptiles y anfibios en Barranco León y el 1,85% de Fuente Nueva-3.



)atrix matura: en las campañas 1999-2002 se documentaron un total de 104 restos en Barranco León (12,01% del total de anfibios y reptiles) y 54 en Fuente Nueva-3.



Lacerta lepida: representa este taxón el 0,92% y el 2,78% de los restos en Barranco León y Fuente Nueva-3, respectivamente.



Chalcides cf. bedriagae: apenas ha aportado un resto (0,12%) en Barranco León y dos en Fuente Nueva-3 (0,93%).



Angulis fragilis: el único representante de la familia Anguidae sólo aparece testimoniado en Barranco León, pero no representa más que un 0,23% de los restos del yacimiento.

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Los taxones anfibios de Fuente Nueva-3 y Barranco León se encuadran en dos clases diferentes: Lacertilianos (Lacerta lepida, Chalcides cf. bedriagae y Angulis fragilis) y Ofidios ()atrix matura y Colubber hippocresis).

Los restos óseos de especies reptiles documentados en Fuente Nueva-3 y Barranco León son los siguientes (Blain 2002): •

Colubber hippocresis o Vértebras



)atrix matura o Vértebras



Lacerta lepida o Maxilares y piezas dentarias.



Chalcides cf. bedriagae o Vértebras y piezas dentarias.



Anugis fragilis o Vértebra y osteodermo.

En cuanto al entorno y hábitat, Colubber hippocresis se relaciona con ambientes diversos, e incluso en entornos montañosos con cotas sobre el nivel del mar notables. En general suele ser atribuido a entornos rocosos y soleados, lo que sugiere un hábitat montañoso. La otra especie de la familia Colubridae documentada en FN-3 y BL, )atrix matura, depende primordialmente del agua.

Lacerta lepida puede asentarse en terrenos montañosos pero también llanuras; de todos modos, ofrece una adaptación a entornos más variados, desde secos a húmedos, con cursos o estancamientos de agua.

Las zonas de baja altitud asociadas a una alta pluviosidad determinan la presencia de Chalcides cf. bedriagae.

Finalmente, Angulis fragilis se desenvuelve en zonas donde las temperaturas no son demasiado duras, dependiendo siempre de entornos húmedos.

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FAMILIA

TAXÓ

F-3

BL-5

Colubridae

Colubber hippocresis

x

x

)atrix matura

x

x

Lacertidae

Lacerta lepida

x

x

Scincidae

Chalcides cf. bedriagae

x

x

Anguidae

Anguis fragilis

x

Relación de taxones reptiles documentados en Fuente Nueva-3 y Barranco León.

120 100 80 BL-5

60

FN-3

40 20 0 A

B

C

D

E

Representación, en número de restos (NR), de especies reptiles en Fuente Nueva-3 y Barranco León-5. (A. Colubber hippocresis / B. )atrix matura / C. Lacerta lepida / D. Chalcides cf. bedriagae / E. Anguis fragilis)

3.4 Anfibios

Los anfibios componen el 76,43 % restante de herpetofauna, con un total de seis taxones diferentes: •

Rana cf. perezi: ha aportado el mayor número de restos de todos los anfibios y reptiles, siendo el taxón más representado tanto de FN-3 (34,26%) como de BL5 (66,51%).



Bufo calamita: representa el 0,92% de los restos de anfibios y reptiles de Barranco León. No está representado este taxón en Fuente Nueva-3.

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Bufo bufo: los restos de Bufo que han podido asignarse a este taxón concreto apenas han aportado ejemplos (sólo uno en FN-3). Representa el 1,04% para Barranco León y el 0,46% para Fuente Nueva-3.



Pelodytes punctatus: únicamente se atestigua un resto en Fuente Nueva-3 y cinco en Barranco León.



Pelobates cultripes: sin estar documentado en la secuencia de Fuente Nueva-3, no tiene apenas peso (0,46%) dentro de los restos de Barranco León.



Discoglossus cf. galganoi / jeanneae: se han documentado un número decente (34) de restos de ambos taxones en Barranco León, aunque no representa un porcentaje notable.

En base a los estudios de este tipo de fauna de las campañas de excavación 19992002 (Blain 2002) el listado de restos hallados de taxones anfibios quedaría confeccionado del siguiente modo: •

Discoglossus cf. galganoi / jeanneae: o Fémures, tibio-fíbulas., caracoideos, íliones, escápulas y ursolitos.



Pelobates cultripes: o Maxilar y fronto-parietales.



Pelodytes punctatus: o Ilion, húmeros, tibio fíbulas, coracoides.



Bufo bufo: o Ilion, húmero y cóndilo.



Bufo calamita: o Ilion, húmero y cóndilo.



Rana cf. perezi: o Escápula, húmero, ilion.

Rana cf. perezi es una especie determinada siempre por el entorno/medio acuático; dentro de la imperante humedad del ambiente, suele depender de una climatología eminentemente soleada.

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Las dos especies documentadas de Discoglossus (galganoi y jeanneae) se relacionan por lo general con ambientes húmedos, relacionados a estancamientos fluviales y donde la temperatura media debe ser superior a los 10 º C.

Por su parte, Pelobates cultripes se adscribe a un entorno muy similar, con suelos húmedos.

Las especies Bufo bufo y Bufo calamita se caracterizan por una buena adaptación a diferentes medios, pero por lo general montañosos.

El taxón Pelodytes punctatus es una especie que se desarrolla en entornos arenosos asociados a cursos o estancamientos fluviales; por lo general ocupa altitudes poco pronunciadas.

FAMILIA

TAXÓ

F-3

BL-5

Ranidae

Rana cf. perezi

x

x

Bufonidae

Bufo bufo

x

x x

Bufo calamita x

x

Pelodytidae

Pelodytes punctatus

Pelobatidae

Pelobates cultripes

x

Discoglossidae

Discoglossus cf. galganoi / jeanneae

x

Relación de taxones anfibios documentados en Fuente Nueva-3 y Barranco León.

70 60 50 40

BL-5

30

FN-3

20 10 0 A

B

C

D

E

F

G

H

Porcentajes de representación de especies anfibias en Fuente Nueva-3 y Barranco León-5. (A. Rana cf. perezi / B. Bufo bufo / C. Bufo calamita / D. Bufo sp. / E. Pelodytes punctatus / F. Pelobates cultripes / G. Discoglossus galganoi/jeanneae / H. Anuro indet.)

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3.5. Arvicólidos

Fuente Nueva-3 atestigua la presencia de los siguientes taxones: •

Mimomys savini: en los sectores medio y superior de la secuencia. Se trataría de especies de características arcaicas.



Mimomys oswaldoreigi



Allophaiomys chalinei



Allophaiomys aff. lavocati: se asocian a los sectores medio y superior, tratándose de una especie en cierta medida avanzada.



Allophaiomys sp.: formas poco evolucionadas halladas en los sectores medio y superior de la secuencia.

Por su parte, la representación de arvicólidos en Barranco León es algo más extensa: •

Allophaiomys aff. Lavocati: asociado a los niveles A y D de Barranco León. Se señala su relación con A. burgondiae, aunque más avanzado, pero no tanto como los ejemplares encontrados en Atapuerca (Agustí y Madurell 2002: 138).



Allophaiomys sp.: ejemplares poco evolucionados hallados en los niveles A y D.



Allophaiomys pliocaenicus: atestiguado únicamente en BL-1.



Mimomys savini: en los niveles A y D de la secuencia de Barranco León. Al igual que en FN-3, se trata de ejemplares arcaicos.



Castillomys crusafonti rivas



Orcyctolagus cf. lacosti



Apodemos aff. mystacinus



Apodemos aff. sylvaticus: únicamente en BL 2-3.



Eliomys intermedius: en BL 2-3.

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Taxón

Barranco León

Fuente Nueva-3

Allophaiomys aff. lavocati

x

x

Allophaiomys sp.

x

x

Allophaiomys pliocaenicus

x x

Allophaiomys chalinei Mimomys savini

x

x x

Mimomys oswaldoreigi Castillomys crusafonti rivas

x

Orcyctolagus cf. lacosti

x

Apodemos aff. mystacinus

x

Apodemos aff. sylvaticus

x

Eliomys interedius

x

Relación de taxones arvicólidos registrados en Fuente Nueva-3 y Barranco León.

4. PÓLEES

El estudio de los pólenes hallados en Fuente Nueva-3 y Barranco León (Jiménez 2002) ha determinado un total de 42 taxones vegetales asociados a Barranco León y 35 en Fuente Nueva-3. En ambos yacimientos el componente polínico ofrece vestigios de más especies arbóreas que herbáceas: •

En Barranco León dominan especies arbóreas como Pinus, Quercus sp, Cupressaceae, Olea, Cedros y Picea. También se presentan taxones propios de entornos boscosos, tales como Fraxinus, Ilex, Corylus y Betula. El componente herbáceo presenta un variado número de taxones: Centaurea, Ephedra, Criciferae, Asteraceae, Plantago y Artemisa.



Fuente Nueva-3 presenta especies arbóreas como Pinus, Quercus sp, Cupressaceae, Olea y Fraxinus. Otras especies arbóreas indican la presencia de aguas en la zona, bien en forma de cursos o estancamientos.

Es interesante el hecho de que, en la zona donde se documentó presencia humana en Barranco León-5, el componente arbóreo es muy reducido y aumentan ostensiblemente

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los pólenes herbáceos. Jiménez Moreno (2002: 174) expone como explicación un posible cambio en el cima.

5. ESTRATIGRAFÍA Y PROCESOS DE SEDIMETACIÓ

Tanto Barranco León como Fuente Nueva-3 se encuadran dentro de de la Formación Baza, cuya sedimentación y formación es de origen lacustre, abarcando un espacio cronológico de 2,2/2,1-1 M.a. (Martínez Navarro et al. 2004: 293). Dentro de la división de dicha formación, ambos yacimientos habría que ubicarlos en el Miembro calizo superior.

5.1. Estratigrafía de Barranco León

La estratigrafía de Barranco León, confeccionada por Pere Anadón y Ramón Juliá (2002: 52) comprende un total de siete tramos, nombrados de A a G:

A. Calcarenitas-calcisiltitas. B. Niveles arenosos. 0,25-0,32 m. C. Calcarenitas-calcisiltitas. 0,20-0,23 m. D. Es especialmente importante al albergar dentro de él al nivel BL-5. 0,05-0,65 m. o D1 (inferior): gravas arenosas. o D2 (superior): arenas cuarzoso-bioclásticas E. Arenas de feldespato y cuarzo. 0,32-0,35 m. F. Lutitas arenosas. Se subdivide en F1 y F2 (inferior y superior). 0,22 m. G. Arenas.

El nivel BL-5 es de naturaleza calcárea y se encuadra dentro del subtramo D1. El estudio comparativo de cantos determinó la naturaleza eminentemente caliza de éstos. De todos modos, el estudio sedimentológico de Anadón y Juliá (2002: 58), ya citado, diferenciaba dos tipos de cantos provenientes de BL-5: por un lado, los de calizas ligeramente arcillosas y nodulosas y, por otro, aquellos de calizas mucho más compactas.

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Se ha intentado llegar a un acercamiento a la posible evolución ambiental de la secuencia de Barranco León; de este modo, se diferencian un total de siete fases asociadas a determinados tramos, todos ellos desarrollados en un entorno lacustre: •

Fase 1: correspondería a un entorno dominado por un depósito lacustre. Corresponde al tramo B.



Fase 2: en esta etapa, también de apariencia lacustre, se diferenciarían subfases en las que la salinidad de las aguas variaría. Corresponde al tramo C.



Fase 3: bajo nivel de salinidad de las aguas. Corresponde con el tramo D.



Fase 4: entorno de pradera asociado a aguas lacustres muy poco saladas. Corresponde al tramo E.



Fase 5: Corresponde a los subtramos F1 y F2 inferior.



Fase 6: aguas dulces. Tramo F2 superior.



Fase 7: aumenta el nivel de salinidad de las aguas. Tramo G.

En la sedimentación de los diferentes tramos y niveles habría sido especialmente determinante el aporte fluvial. FASE 1 2 3 4 5 6 7

TRAMO B C D E F1 F2 inferior F2 superior

F2

F

G

Relación entre fases Paleoambientales y tramos estratigráficos de Barranco León.

Paralelamente, y en base a los datos obtenidos a partir de siete cortes o perfiles estratigráficos (BLE-1, BLE-2, BLW-1, BLW-2, BLW-3, BLW-4 y BLW-5) se determinó una división en cuatro unidades, nombradas de A a D (García 2002: 86):

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A. o Espesor: 12-25 m. o Cronología: Plioceno superior. o Se corresponde con la parte inferior. B. o Espesor: 5,5-6,5 m. o Cronología: 1,8-1,3 M. a. / Pleistoceno inferior. o Diez fases de de deposición. C. o Espesor: 6-6,5 m. o Tres fases de deposición. o Cronología: 1,3 – 0,8 M. a. / Pleistoceno inferior medio. D. o Espesor: 2-3 m. o Cronología: 0,8-0,4 M.a. / Pleistoceno superior-medio.

La sucesión de dichas unidades se basa en intercalaciones debidas a cambios sedimentarios y, especialmente, climáticos.

En cuanto al componente litológico, podría esquematizarse del siguiente modo: •

Margas: están presentes en las cuatro unidades.



Margocalizas: en la Unidad B (Pleistoceno inferior).



Lutitas: en las Unidades C y D.



Calcilutitas: presentes en todas las Unidades.



Calizas: únicamente en la Unidad C (Pleistoceno inferior medio).



Areniscas: Unidad C (Pleistoceno inferior medio).



Calcarenitas: Unidad D (Pleistoceno superior-medio).

Así mismo, se ha determinado el esquema y tipo de sedimentación de cada una de las unidades definidas (García 2002: 89) en base a la aportación de sedimentos lacustres que, a lo largo del Plio-Pleistoceno, rellenó la cuenca Guadix-Baza (Oms et al. 2002) De este modo, la deposición aluvial de materiales afecta a la formación de las Unidades

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pleistocénicas media y superior (C y D), mientras que la deposición lacustre es determinante en todos los tramos.

5.2. Estratigrafía de Fuente ueva-3

La sucesión estratigráfica de Fuente Nueva-3 se compone de cuatro grandes sectores: •

Niveles basales: se determina su naturaleza caliza, en la que se diferencian dos tipos (Anadón y Juliá 2002: 65): calizas noduloso-brechoides y calizas conglomeráticas, afectadas en ocasiones por procesos palustres e incluso kársticos.



Corte: los niveles del corte se han estudiado en base a los datos obtenidos en diferentes perfiles (P1 a P7). Dependiendo del corte, los sedimentos se componen de margas, calizas y arenas.



Niveles de la pared superior: margocalizas y margas lutíticas.



Techo: calizas compactas.

Al igual que en Barranco León, para Fuente Nueva-3 se ha desarrollado un modelo de sucesión paleoambiental y sedimentaria que puede resumirse, en base a cinco fases, del siguiente modo: •

Inicial: corresponde con el tramo basal. Procesos de sedimentación asociados a entorno lacustre.



Fase 1: corresponde a los tramos de calizas y margocalizas. Vegetación palustre.



Fase 2: Tramos del corte. Procesos de sedimentación de carbonatos. Entorno lacustre oligosalino o dulce.



Fase 3: corresponde al tramo de pared superior. Aguas poco salinas. Depósitos de medio lacustre. Procesos de sedimentación de carbonatos.



Fase 4: corresponde al techo. Procesos sedimentarios palustres asociados a un entorno lacustre.

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6. COCLUSIOES

Dos son los campos fundamentales que, tras su estudio, permiten concretar aspectos ambientales y cronológicos referentes a estos yacimientos: la fauna y la industria lítica.

En referencia a la fauna, los taxones anfibios denotaban la necesidad de que el ambiente fuera húmedo y, ante todo, asociado a algún estancamiento o curso de agua, aspecto éste directamente relacionado con la presencia de procesos de sedimentación de naturaleza lacustre. Así mismo, la presencia de aguas estancadas también era atestiguada por pólenes arbóreos determinados, como ya se expuso.

Las especies reptiles documentadas también se acercaban a hábitat húmedos (bien por la pluviosidad o por cursos fluviales cercanos), e incluso montañosos. Se podría determinar en cierta medida, así mismo, que las temperaturas no serían demasiado estrictas en la zona.

A este respecto, y en la línea de las conclusiones de Furió Bruno (2004) el entorno de los yacimientos de BL y FN-3 sería dependiente de la presencia de aguas abiertas, donde la humedad y las lluvias alcanzarían niveles importantes. Las temperaturas, en definitiva, no podrían ser muy elevadas ni, por el contrario, muy bajas.

La abundante presencia de taxones mamíferos se sustentaría directamente de un clima y un hábitat favorables en el sentido de la alimentación y el sustento; el tipo de clima y entorno podría permitir la presencia de una gran variedad de especies.

La variedad taxonómica en el entorno inmediato de los yacimientos, pues, está directamente relacionada con la presencia de las aguas abiertas o cursos fluviales; evidentemente, el agua determinaría en este caso concreto el grado de movilidad de las especies. Así mismo, y sobre esta misma línea argumental, los humanos (cuya presencia se corrobora con el hallazgo del molar de Barranco León-5) encontrarían en este entorno un cazadero en toda regla, amén de una fuente suministradora de agua permanente.

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Respecto a la presencia humana, ya se comentó que la ausencia de huellas de carnívoros en los huesos puede ser prueba de que éstos llegaron a su destino por la acción humana. De todos modos, ante la abundante fauna, sorprende la práctica ausencia de restos óseos humanos.

La atribución cronológica al Pleistoceno inferior se determina en base a diversos aspectos. La propia fauna documentada es concluyente a estos efectos: las especies de macromamíferos citados suelen salir de África y llegar a Eurasia entre el límite PlioPleistoceno y el Pleistoceno inferior; es el caso de Vulpes sp., Equus altidens, Hemitragus cf. albus o Hippopotamus antiquus, comparables con ejemplares hallados en otros yacimientos.

Sería especialmente relevante la presencia de Mammuthus meridionalis en la secuencia estratigráfica de Fuente Nueva-3 por su relación directa con un total de nueve lascas de sílex (Iglesias Diéguez 1998: 41).

Por otra parte, la dispersión de la fauna del Pleistoceno inferior en Fuente Nueva-3 y Barranco León se desarrolla durante un segundo episodio (entre 1,2 y 1,3 m. a.), en la biozona del Allophaiomys lavocati (Martínez Navarro 2004).

Martínez Navarro (2004), en relación con la cuestión de los posibles contactos a través del Estrecho de Gibraltar, desestima esta posibilidad, al menos en lo referente a la fauna, puesto que las especies a uno y a otro lado son diferentes.

Las industrias líticas, primordialmente de lascas, por su parte, se acercan a las tipologías halladas en yacimientos tales como Le Vallonet, Atapuerca o Dmanisi; se asemejan, entre otros aspectos, por la existencia de accidentes de talla, prueba del empleo de percutor duro.

Otra cuestión sería la naturaleza de los yacimientos. A este respecto, se vuelve a hacer referencia a la ausencia de marcas de carnívoros en los huesos documentados; ya se había planteado posibilidad, en base a este dato, de la acción antrópica. Es especialmente diagnóstica la asociación de algunos restos faunísticos con lascas. Podría tratarse de un lugar cercano al cazadero en sí, donde se desarrollarían las primeras 23

actividades de carnicería y despiece para su transporte, teniendo en cuenta la práctica ausencia total de restos humanos óseos. Por otra parte, se tendría q tener muy en cuenta el estudio tafonómico de los huesos para determinar si hay o no marcas de corte o despiece.

Para concluir, es necesario hacer referencia a la dispersión y ruta de los grupos humanos hasta la región de Orce. Si bien diversas teorías defienden la posibilidad del paso por el Estrecho de Gibraltar, personalmente me acerco más al planteamiento que explica un movimiento migratorio humano desde África en base a unas condiciones climáticas que provocaron la salida de especies animales. La expansión humana hacia el este, pues, en fechas tán antiguas, vendría precedida de un cambio climático acontecido entre 2-1,7 m. a. (Diez, 2005: 180) que provocó, como se ha comentado, la emigración de especies animales y, con ellas, las humanas. El ejemplo más concluyente, en este sentido, sería Dmanisi y sus restos humanos e industrias (semejantes a las de Fuente Nueva-3 y Barranco León) asociadas a dataciones de 1,7 m. a. aproximadamente.

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