Ayelen con Fe y sin Ebola

OPINIÓN Retrato

Ayelén, con fe y sin ébola 30 de Enero de 2015 | 12:00

La joven misionera de 26 años pasó cuatro días internada en el Hospital Muñiz, ante la sospecha de que había contraído el virus en África. Dada de alta, quiere volver.

Pensar que sos un peligro para el país fue muy difícil, me quebró mucho. El momento más difícil fue la internación y el traslado en la cápsula hacia el hospital. No podía creer que nos estuviera pasando eso y no sabíamos qué iba a pasar después, cuánto tiempo íbamos a estar aisladas. Las personas tenían miedo de estar con nosotras. A una empleada del hospital la rocé sin querer con mi mano, y se puso a llorar, con miedo, diciendo que tenía dos hijos. Todo esto fue muy fuerte para mí”. Ayelén Saavedra, la joven de 26 años, estudiante de Relaciones Internacionales, que estuvo internada durante cuatro días en el Hospital Muñiz, por la sospecha de que había contraído ébola en Nigeria, relató así su experiencia a Tiempo. Ayelén viajó hacia ese país africano el 31 de diciembre pasado, junto a un grupo de misioneros de una congregación cristiana, y regresó al país el 21 de enero. Durante esos días, presentó un cuadro gastrointestinal, con fiebre y vómitos que se encontraban semicontrolados al momento de su regreso, y que no despertaron ninguna alerta en ella, porque había tomado los recaudos suficientes y porque Nigeria es una de las naciones que habían sido declaradas libres de ébola en octubre de 2014. Una vez en la Argentina, se realizó controles y fue a trabajar normalmente, los días jueves y viernes de la semana pasada. Sin embargo, cuando el sábado acompañó a la amiga con la que había viajado al Hospital Vélez Sarsfield http://tiempo.infonews.com/nota/143910/ayelen­con­fe­y­sin­ebola

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para realizarse un chequeo, y los médicos descubrieron que las jóvenes habían tenido contacto con personas de toda África, incluidos los países que todavía tienen “transmisión activa” del virus, las autoridades sanitarias porteñas decidieron, preventivamente, dar inicio al protocolo internacional frente a casos sospechosos. “Ni nos hubiésemos imaginado que iba a pasar eso. Imaginamos que podíamos estar ahí 24 horas, pero no cuatro días. Nos llevaron de un hospital a otro en las cápsulas y a partir de ahí quedamos totalmente aisladas, cada una en su pieza, con gente que entraba con trajes que parecían de astronautas. Después del segundo día, por la mejoría que presentábamos, nos permitieron usar los celulares, y así, por lo menos, podía recibir los mensajes de mi familia y mis amigos”, continuó Ayelén. A pesar de todo ese susto, la joven asegura que quiere volver a África, a “servir al prójimo”, y dijo estar especialmente agradecida con el infectólogo Jorge San Juan, jefe de Terapia Intensiva del Muñiz, y con las doctoras Mabel Mogueras, Elizabeth Virgilio y todo el cuerpo de médicos, por su “muy buen trabajo” y su preparación. "En esos días reflexioné sobre muchas cosas, pero ahora estoy feliz, estoy sana y me siento muy bien. Todos los exámenes salieron perfectos. Dios fue, es y seguirá siendo fiel”.  «       "Dios, llévame adonde nadie quiera ir" "Hace tres años le dije a Dios: 'Llévame adonde nadie quiera ir', y surgió el llamado para ir a África. Me dije: 'No puedo ser indiferente a la situación que está pasando.' Para este proyecto nacido del corazón de Dios contamos con la ayuda de Dios, pero también con la tuya. Vos podés ser parte. Miles de niños se están muriendo de hambre, miles de niños padecen la enfermedad llamada ébola. Por favor, sé parte, necesitamos tu ayuda." Ese fue el mensaje que Ayelén y sus compañeros difundieron por Youtube antes de encabezar una misión internacional que a ella la llevaría por hogares para niños, escuelas e iglesias locales, y donde advirtió las paupérrimas condiciones de vida en Nigeria: una línea de pobreza de más del 60%, una esperanza de vida de 52 años, el 72% de las mujeres entre 10 y 24 años analfabetas y el 43% de la población sin agua potable. Ayelén es fundadora en la Argentina del Ministerio Buenas Nuevas al Mundo, una congregación religiosa con origen en Corea del Sur, además de conferencista, predicadora y parte del equipo de Word Alive International Outreach Argentina. "Hacemos ayuda social, pero sobre todo trasladamos un mensaje de amor. Porque a veces es necesario un abrazo antes que diez mil palabras", describió Ayelén a Tiempo.

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