ASIGNACIÓN DE LA FUERZA LABORAL JUVENIL ENTRE TRABAJO Y EDUCACIÓN

July 4, 2017 | Autor: Cecilia Garavito | Categoría: Education and Labor Markets, Tesis Doctorales
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Descripción

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ ESCUELA DE POSGRADO DOCTORADO EN ECONOMIA

ASIGNACIÓN DE LA FUERZA LABORAL JUVENIL ENTRE TRABAJO Y EDUCACIÓN

TESIS PARA OPTAR EL GRADO DE DOCTORA EN ECONOMIA

PRESENTADA POR CARMEN CECILIA GARAVITO MASALÍAS

ASESOR: DR. LUIS GARCIA NUÑEZ DR. GUSTAVO YAMADA FUKUSAKI DR. PABLO COTLER AVALOS

LIMA, 2011

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A mis hijos, Carla y Jorge Con todo mi amor

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AGRADECIMIENTOS

Quiero agradecer en primer lugar a mi asesor, el Dr. Luis García Núñez, por su constante estímulo y guía en la elaboración de esta tesis. Gracias a su apoyo y exigencia pude centrar las preguntas de mi investigación y ensayar las respuestas a un nivel adecuado de rigurosidad académica y metodológica. Agradezco también al Dr. Gustavo Yamada Fukusaki por sus valiosos comentarios a la primera versión de la tesis, los cuales permitieron una mejora apreciable de este trabajo. Los comentarios del Doctor Pablo Cotler Avalos a una presentación preliminar de esta investigación me permitieron simplificar las hipótesis planteadas y buscar las respuestas en forma más eficiente.

Agradezco también el apoyo del Coordinador del Doctorado en Economía, el Dr. Javier Iguíñiz Echeverría, y los miembros de su Comité Asesor, Dra. Janina León Castillo y Dr. Jorge Rojas Rojas, por sus comentarios a diferentes versiones de la tesis, y su apoyo en otros temas relacionados. Asimismo, agradezco los comentarios de los colegas del Departamento de Economía que leyeron versiones preliminares de este texto, y muy especialmente a los colegas asistentes a los Seminarios de Tesis, cuyos comentarios me ayudaron a mejorar esta investigación.

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Finalmente quiero agradecer a mi familia por su constante apoyo y estímulo en esta tarea emprendida hace dos años. A mi hija, Carla Hernández Garavito, por su ejemplo, su apoyo, y por retarme a ser mejor académica y mejor persona.

A mi hijo, Jorge Hernández Garavito, por su apoyo, por su

dedicación, y por enseñarme que es posible vencer los temores y avanzar por el camino trazado. A mi madre, Dora Masalías Eráusquin, por su cariño, por su apoyo, y por creer siempre en mí.

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RESUMEN EJECUTIVO

El objetivo de esta tesis es analizar qué determina que los jóvenes solteros de 18 a 24 años que aún viven en la casa de sus padres se encuentren estudiando, trabajando, combinado ambas actividades, o fuera de la actividad económica y del sistema educativo. Si bien la trayectoria de vida usual de los jóvenes es pasar de estudiar a combinar esta actividad con el trabajo, para finalmente solo trabajar, algunos jóvenes dejan el sistema educativo muy temprano, lo cual determina un bajo perfil de ingresos a lo largo de su vida. Asimismo, existen jóvenes que no estudian ni participan en la actividad laboral, lo cual constituye un desperdicio de sus habilidades y perpetúa una situación de vulnerabilidad a la pérdida del bienestar.

A partir de un modelo de negociación entre los padres y el joven, determinamos las variables que influyen en los distintos usos del tiempo de los jóvenes, y planteamos hipótesis relacionadas al poder de negociación del joven en el hogar, el costo de oportunidad de su tiempo y las preferencias e ingresos de los padres. Finalmente estimamos las relaciones entre las variables por medio de una regresión Logit Multinomial.

En conclusión, los jóvenes se mantendrán en el sistema educativo, aún si están trabajando, mientras mayor sea su poder de negociación relativo en el hogar, menor sea el costo de oportunidad de su tiempo, y más años de estudios tengan sus padres. Los ingresos de éstos solamente son importantes para mantener al joven en el sistema educativo si se encuentra trabajando. Finalmente, un mayor ingreso laboral de los padres aumenta la probabilidad de que el joven no trabaje ni estudie, en relación a solamente trabajar, si bien el ingreso no laboral solamente tiene este efecto para el caso de las mujeres.

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INDICE

Introducción

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1. Trabajo Juvenil y Educación

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1.1 El Marco Conceptual: La Economía de la Familia

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1.1.1 Modelos Unitarios de la Familia

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1.1.2 Modelos de Negociación en la Familia

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1.1.3 Demanda de Educación para los Hijos

21

1.1.4 Negociación con los Hijos y Trabajo Infantil

24

1.2 Estudios Empíricos

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1.2.1 Economía Familiar

26

1.2.2 Poder de Negociación

31

1.2.3 Educación y Trabajo Infantil y Juvenil

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1.3 Los Hechos Estilizados

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2. Modelo de Negociación

42

2.1 Solución Interior

47

2.2 Soluciones de Esquina

51

2.3 Hipótesis

53

3. Evaluación Empírica

55

3.1 Análisis descriptivo

55

3.2 Análisis econométrico

63

3.2.1 Estimación del Poder de Negociación del Hijo

66

3.2.2 Estimación del Ingreso Esperado del Hijo

69

7

3.2.3 Determinantes de la Asignación del Tiempo de los Jóvenes

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4. Conclusiones y recomendaciones de política

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Bibliografía

85

Anexo 1: Análisis Matricial del Modelo

97

Anexo 2: Encuesta Nacional de Hogares: Filtros

104

Anexo 3: Análisis de Componentes Principales

106

Anexo 4: Logit Multinomial – Efectos Marginales

108

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LISTADO DE CUADROS

Cuadro 1:

Uso del Tiempo de los Jóvenes en el Perú Urbano

39

Cuadro 2:

Perú Urbano. Actividades de los Jóvenes (18 – 24 años)

56

Cuadro 3:

Razones para no Estudiar ni Trabajar

59

Cuadro 4a: Población de 18 – 24 años por Variables Principales 2008 61 Cuadro 4b: Población de 18 – 24 años por Variables Principales 2009 62 Cuadro 5:

Puntaje Factorial 2008 – 2009

67

Cuadro 6:

Poder de Negociación según Actividad del Joven

68

Cuadro 7:

Estimación de la Ecuación de Ingresos 2008

71

Cuadro 8:

Estimación de la Ecuación de Ingresos 2009

72

Cuadro 9:

Logit Multinomial – 2008

75

Cuadro 10: Logit Multinomial – 2009

76

Cuadro 11: Logit Multinomial por Sexo – 2008

79

Cuadro 12: Logit Multinomial por Sexo – 2009

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LISTADO DE GRAFICOS Gráfico 1:

Actividades de los Jóvenes según Edad - 2008

58

Gráfico 2:

Actividades de los Jóvenes según Edad - 2009

58

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INTRODUCCION

Uno de los problemas más importantes que enfrentan los miembros jóvenes de una familia es la disyuntiva entre trabajo y educación. Si bien parte de este grupo demográfico es aún menor de edad y no se puede asumir que la decisión de continuar estudiando o no sea independiente de lo que desean sus progenitores, el resto son adultos jóvenes que ya toman algunas decisiones propias, aún si todavía forman parte del hogar de sus padres. La transición del estudio al trabajo que es parte normal de su desarrollo se ve alterada muchas veces, y el joven abandona los estudios prematuramente para insertarse en la fuerza laboral, o bien permanece en el hogar sin participar en la actividad económica ni estudiar, todo lo cual determina un deterioro del capital humano adquirido previamente, y un perfil bajo de ingresos a lo largo de su vida. En esta etapa tan importante de la vida del joven, es importante determinar qué factores lo retienen en el sistema educativo y cuáles lo llevan a retirarse de él.

El objetivo de esta tesis es analizar qué determina que los jóvenes solteros de 18 a 24 años que aún viven en la casa de sus padres se encuentren estudiando, trabajando, combinado ambas actividades, o fuera de la actividad económica y del sistema educativo.

Para analizar este problema hemos extendido los modelos de negociación cooperativa que existen en la literatura sobre decisiones familiares para incluir

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a los hijos - adultos jóvenes - en dicho proceso. Los modelos existentes en la literatura1 analizan la negociación entre esposos, pero no incluyen a los hijos, lo cual cambia la naturaleza de la negociación. El joven mayor de edad no es un agente pasivo, y a medida que aumenta su edad, se educa y es capaz de generar ingresos, su poder relativo de decisión en el hogar también aumenta. Asimismo, de acuerdo a la percepción de los roles de género en el hogar, esta variable puede tener influencia en la capacidad de decisión del joven. Dado que se trata de una variable multidimensional, vamos a estimar el poder de negociación del joven como un índice, empleando el análisis de componentes principales.

Las preguntas que esta tesis pretende responder son las siguientes: ¿Qué determina que algunos jóvenes se encuentren solamente estudiando, mientras que otros combinan los estudios con el trabajo? ¿Qué determina que no estudien y solamente trabajen? ¿Por qué algunos jóvenes no están estudiando ni trabajando? ¿Existen diferencias por sexo?

El análisis se hará a nivel nacional urbano, dado que en las ciudades hay un mayor desarrollo del mercado de trabajo y otras opciones laborales; asimismo, la distancia a los centros educativos no es muy grande, todo lo cual nos permite analizar la decisión familiar en un contexto de bajos costos de transacción y mercados completos. Por otro lado, sabemos que el 75,9% de la

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M. Manser y M. Brown (1980), M. MacElroy y M. Horney (1981,1990), M. Browning y P. Chiappori (1998), y Z. Chen y F. Woolley (2001)

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población peruana, y el 75,2% de la Población en Edad de Trabajar (PET) se encuentra en las ciudades2. Asimismo, como grupo demográfico, la población juvenil urbana (14 – 24 años) es el 29,5% de la PET urbana. Finalmente, el 76,9% de los jóvenes aún vive con sus padres3, siendo solteros el 93,8% de este grupo4. Si tomamos solamente a los jóvenes de 18 – 24 años, el 69,3% vive con sus padres, y el 89.6% de ese grupo son solteros.

Vamos a estimar el modelo con los datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) para los años 2008 y 2009.

En el capítulo 1 presentamos una revisión crítica de los modelos teóricos que tienen relación con nuestro tema de investigación, para luego revisar los estudios empíricos y finalmente describir los hechos estilizados para el caso del Perú. En el capítulo 2 presentamos el modelo teórico que vamos a emplear, una extensión de los modelos de negociación al interior de la familia, así como las hipótesis propuestas. En el capítulo 3, luego de un análisis descriptivo de los datos, estimamos un índice de poder de negociación en el hogar del joven, así como el costo de oportunidad de su tiempo; finalmente, por medio de una regresión Logit Multinomial, determinamos qué variables influyen en la probabilidad de que el joven se encuentre estudiando, trabajando, combinando

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Perú en Cifras, página web del Instituto Nacional de Estadística e Informática. Los porcentajes son para el periodo 2006 – 2007. 3 Aquí no contamos a los nietos solteros en dicho rango de edad, ya que aún cuando en teoría también viven con sus padres, éstos no son jefes de hogar, y podrían no estar presentes. 4 Instituto Nacional de Estadística e Informática, Encuesta Nacional de Hogares 2009.

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ambas actividades, o no realizando ninguna.

Finalmente, en el capítulo 4

presentamos las conclusiones y recomendaciones de política.

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CAPITULO 1 TRABAJO JUVENIL Y EDUCACION

El tema que analizamos se enmarca en el estudio de las decisiones familiares sobre la asignación del tiempo de sus miembros entre actividades generadoras de ingresos, actividades necesarias para generar mayores ingresos en el futuro, y actividades no económicas. En esta tesis vamos a analizar cómo es que los jóvenes solteros mayores de edad que aún viven en el hogar de sus padres negocian con ellos sobre la distribución de su dotación de tiempo entre estudio, trabajo, la combinación de ambos, y actividades no económicas. Si bien el joven ya es un adulto y toma algunas decisiones, al vivir en la casa de sus padres está sujeto a normas de comportamiento y metas comunes de bienestar. Analizar el comportamiento de este grupo es relevante ya que en el Perú Urbano el 69,3% del total de jóvenes en este rango de edad todavía forman parte hogar de sus padres y el 89,6% de ese grupo son solteros5. Es importante determinar qué es lo que retiene a los jóvenes en el sistema educativo, y por qué algunos abandonan los estudios antes de tiempo y pasan a trabajar.

Asimismo, muchos jóvenes no trabajan ni estudian,

fenómeno que se da en mayor proporción entre las mujeres, lo cual no solamente las hace vulnerables a una pérdida de bienestar sino que constituye un desperdicio en términos de capital humano para el país.

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Encuesta Nacional de Hogares del Instituto Nacional de Estadística e Informática, Perú Urbano, año 2009.

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En este capítulo vamos a revisar la bibliografía teórica y empírica, para luego describir algunos hechos estilizados para el caso del Perú Urbano. En la siguiente sub-sección hacemos un resumen crítico de la literatura teórica sobre la economía de la familia, la demanda por educación de los hijos, la oferta laboral de niños y jóvenes, y el poder de negociación al interior del hogar.

1.1 El Marco Conceptual: La Economía de la Familia El problema económico que estamos analizando es la asignación de la fuerza laboral juvenil entre estudios, trabajo, la combinación de ambas actividades, o la salida tanto del sistema educativo como de la fuerza laboral. Para esto vamos a realizar un resumen crítico de los modelos teóricos que nos permitan encontrar los determinantes de dicha asignación, tanto para el hogar en general, como para los jóvenes en particular.

1.1.1 Modelos Unitarios de la Familia El artículo seminal de Becker (1965) analiza la asignación de la fuerza laboral familiar entre el mercado de trabajo y las tareas domésticas a partir de una función de utilidad familiar. El autor desarrolla una teoría donde la utilidad de los miembros del hogar no depende de los bienes de mercado sino de los llamados “bienes domésticos”, los cuales son producidos en el hogar por medio de tiempo y bienes de mercado, estos últimos adquiridos por medio de los ingresos obtenidos en el mercado de trabajo. Son las productividades relativas de los miembros del hogar en ambas actividades las que determinan quien realiza las tareas domésticas y quien ofrece su fuerza laboral en el mercado.

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Este modelo es extendido por el autor posteriormente para incorporar otras razones que expliquen la asignación del tiempo de los miembros del hogar6.

La función de utilidad familiar que estos modelos emplean tiene problemas de consistencia ya señalados por Arrow7, lo cual ha llevado al desarrollo de modelos alternativos8. Becker (1974, 1976) enfrenta este problema por medio de la introducción de un jefe de hogar altruista, quien decide por todos los miembros de la familia, teniendo sus intereses en mente, es decir, en su función de utilidad9. De esta manera las características de los otros miembros del hogar y su nivel de educación pasan a ser también insumos para la producción de los bienes domésticos, y por lo tanto determinan indirectamente la asignación de la mano de obra familiar entre la producción de dichos bienes y el mercado de trabajo. El supuesto fundamental es que si el jefe de hogar se preocupa por el bienestar del resto de miembros del hogar, un cambio en la distribución del ingreso familiar entre los miembros no tiene efectos en sus niveles de consumo debido a que el jefe les transfiere los recursos necesarios para evitarlo. Becker enfrenta los cuestionamientos en relación a no tomar en cuenta las preferencias del resto de miembros de la familia por medio del “teorema del rotten kid”, el cual establece que aun si éstos son egoístas, los beneficios de eventuales acciones altruistas del jefe – transferencias de ingresos – los inducirán a mantener un comportamiento altruista. A partir de

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Ver S. Coltrane (2000), L. Haddad, J. Hoddinott y H. Alderman (1994) y S. Lundberg y R. Pollak (2007) para revisiones críticas de los trabajos teóricos y empíricos sobre el tema. 7 K. Arrow (1966). 8 Ver P. Samuelson (1956) para una exposición de las condiciones bajo las cuales es posible obtener una función de utilidad agregada. 9 Ver también G. Becker (1987); y M. Killingsworth y J. Heckman (1986).

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este modelo se deriva una función de oferta de trabajo al mercado que depende de los precios de los bienes y factores de producción transados en éste, de los ingresos laborales y no laborales, y del altruismo del jefe de hogar. Asimismo, una de las consecuencias del análisis de Becker sobre la diferencia en las productividades relativas de los miembros del hogar – en este caso esposos - es un emparejamiento negativo con respecto a los salarios.

Gronau (1977) extiende el modelo para incorporar la diferencia entre el ocio y el trabajo doméstico, los cuales no son separados en el trabajo de Becker. El autor señala que la evidencia empírica, con datos de los Estados Unidos de Norteamérica y de Israel, muestra que el efecto de un aumento en el salario de un individuo sobre su trabajo en el hogar y sobre su ocio depende del estado marital, del sexo, y de su condición de empleo. De esta manera, si el salario de mercado aumenta y el individuo está trabajando, reducirá las horas de trabajo doméstico ya que se hace más rentable sustituir bienes domésticos por bienes de mercado. El efecto de la elevación del salario sobre el ocio dependerá de las magnitudes relativas de los efectos sustitución e ingreso, lo cual a su vez determina el efecto final sobre las horas de trabajo. En cambio, si el individuo no está trabajando, el aumento del salario de mercado puede hacer que ingrese al mercado, o alternativamente podría no afectar su asignación de tiempo entre ocio y trabajo doméstico, de acuerdo a su preferencia por bienes o por tiempo libre.

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1.1.2 Modelos de Negociación en la Familia En estos modelos se asume que cada miembro de la familia tiene su propia función de preferencias y que negocian sobre la base de objetivos individuales y familiares. Estos modelos dejan de lado la teoría de los bienes domésticos de Becker, de manera que los argumentos de la función de utilidad vuelven a ser los bienes de mercado y el “tiempo libre”10.

Manser y Brown (1980) y McElroy y Horney (1981) analizan el matrimonio como un juego cooperativo donde cada miembro de la pareja tiene sus propias preferencias sobre los bienes privados que consume. Por lo tanto la ganancia del matrimonio será el consumo de un bien público familiar, y el “amor y compañía” de la pareja, bien que introducen en la función de utilidad del individuo por medio de un coeficiente  que refleja las características de la pareja que influyen en la utilidad del individuo. El matrimonio consiste entonces en un juego cooperativo, donde el umbral de amenaza está representado por la utilidad indirecta que cada individuo obtiene de los bienes que consume antes de casarse, es decir, la amenaza es el divorcio. Es así que las funciones de oferta de trabajo al mercado de cada esposo dependen de los precios de los bienes y factores que transan en el mercado, de sus ingresos laborales y no laborales, y de los parámetros  . McElroy y Horney (1981) señalan que, al contrario del modelo unitario donde los precios e ingresos no influyen en la función de utilidad unitaria, en el modelo de negociación son parte de la función de utilidad colectiva, por lo que el sistema de ecuaciones a resolver no 10

Es necesario recordar que este “tiempo libre” incluye otras actividades aparte del ocio, como estudios, trabajo doméstico y trabajo voluntario.

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necesariamente tendrá una matriz de substitución (Slutsky) simétrica11. Desarrollando un poco más el mismo modelo, Lam (1988) emplea funciones de utilidad cuasi-lineales para analizar el bien público familiar y encuentra una explicación para el emparejamiento positivo de los esposos con respecto a los salarios, evidencia empírica que contradice una de las predicciones del modelo unitario de Becker.

Lundberg y Pollak (1993) presentan un modelo de negociación en el cual se comparan diversos esquemas de subsidios al cuidado o a la alimentación de los hijos, donde en caso de divorcio la madre se queda con su custodia y recibe la transferencia de dinero respectiva.

Hay dos diferencias importantes con

respecto al grupo de modelos presentados en el párrafo anterior: el umbral de amenaza no es el divorcio sino un comportamiento no cooperativo al interior del matrimonio; y la cooperación se obtiene no por medio del altruismo, sino por medio del control social sobre los roles de los géneros.

Por lo tanto las

funciones de oferta de trabajo de cada individuo no dependerán de ningún supuesto de altruismo entre los esposos, pero sí de las normas sociales sobre las tareas asignadas a cada género en el hogar.

En relación a este tema, desde la teoría del género Folbre (1986, 1996), Folbre y Nelson (2000), y Woolley (1992) encuentran una contradicción en el supuesto de altruismo al interior del hogar y el supuesto del propio interés fuera de él, es decir, en el mercado. Adicionalmente, Sen (1989) señala que las

11

Sobre este punto ver también R. Pollak (1977); y A. Mas-Colell, M. Whinston, y J. Green (1995).

19

percepciones de los géneros sobre el propio bienestar se ven alteradas por la socialización diferencial que reciben; si la mujer percibe el bienestar familiar como superior al propio no se puede esperar que los modelos de maximización del bienestar individual reflejen lo que es mejor para la mujer12.

Otro modelo cooperativo que no asume altruismo entre los miembros de la familia es el de Browning y Chiappori (1998), quienes parten de funciones de utilidad

individuales,

cuyos

argumentos

son

los

bienes

consumidos

individualmente por cada miembro del hogar y un bien de consumo común. Los autores señalan que dado que la negociación se da entre miembros de una familia, éstos conocen las preferencias del resto de miembros, por lo cual se puede asumir que el resultado de esta negociación es eficiente. Existe una diferencia importante con los anteriores modelos, y es que los autores no emplean umbrales de amenaza sino factores de distribución, los cuales dependen del poder de negociación de cada miembro de la pareja al interior del hogar. De esta manera, la función de utilidad colectiva es la suma ponderada de las funciones de utilidad individuales, donde las ponderaciones son estos factores o parámetros de negociación.

A partir de este modelo pueden

derivarse funciones de oferta laboral que dependen de los precios de bienes y factores transados en el mercado, así como del poder de negociación relativa de cada miembro del hogar.

12

La literatura sobre “empoderamiento” de la mujer, entendida como su capacidad de tomar decisiones autónomas con respecto a su vida está relacionada con su capacidad de elección autónoma, y con su poder de negociación en el hogar. Sobre este punto ver N. Klabeer (1999).

20

Entre los modelos no cooperativos, Leuthold (1968) analiza el tema de los efectos de las transferencias exógenas hacia el hogar. La autora trabaja con un modelo donde cada miembro de hogar maximiza una función de utilidad individual, sujeta a una restricción de presupuesto familiar, lo cual implica que cada individuo asume que las decisiones de consumo de su pareja son constantes.

Esto resulta en una función de reacción para cada individuo,

donde el equilibrio se obtiene a la manera de un modelo de negociación de Cournot-Nash. Por lo tanto la oferta de trabajo al mercado depende, entre otros determinantes, del poder relativo de cada miembro del hogar para “acercar” el resultado de equilibrio al que desea.

Chen y Woolley (2001) trabajan un modelo no cooperativo de la familia a partir de funciones de utilidad individuales, pero agregan un bien público, el “cuidado” de un miembro de la pareja por el otro, y transferencias de dinero entre los esposos previas a las decisiones de consumo individuales y del bien público13. Cada miembro del hogar maximiza una función de utilidad individual que es la suma de su propia función de utilidad más la función de utilidad de su pareja ponderada por el parámetro de “cuidado” mencionado arriba.

Las

transferencias de ingreso pueden ser voluntarias o negociadas, y dependen negativamente del nivel de ingresos del otro miembro de la pareja. Entonces, las funciones de oferta de trabajo resultantes de este esquema estarán determinadas por los precios, los ingresos de cada individuo, el parámetro de cuidado, y las transferencias de ingresos previas entre los esposos. Andaluz,

13

Los autores introducen el bien público por medio de funciones de utilidad separables.

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Marcen y Molina (2008) construyen un modelo no cooperativo dinámico donde las decisiones de consumo son secuenciales, de manera que la cooperación se asegura por la amenaza de un “castigo” en la próxima decisión del otro miembro del hogar.

1.1.3 Demanda de Educación para los Hijos Con respecto al tema general de la acumulación de capital al interior del hogar, tenemos en primer lugar el modelo de Ben Porath (1967), quien asume que el individuo asigna parte de su dotación de fuerza laboral a la “producción” de capital humano, y el resto al trabajo fuera del hogar.

Así el individuo

“produce” su propio capital humano por medio de tiempo y bienes comprados en el mercado. Dado que sus ingresos en cada periodo están relacionados al rendimiento de su inversión en capital humano en el periodo anterior, el individuo puede inferir cual será su corriente de ingresos futuros, maximizando su valor presente y determinando así una senda de consumo inter-temporal. En este contexto, la caída en la inversión en capital humano en el tiempo se debe a la reducción de su valor esperado a partir de cierta edad y a la elevación de los costos marginales de adquirir más educación. El autor señala que en el caso de los niños, donde son los padres quienes toman la decisión, si éstos solamente toman en cuenta el periodo en que sus hijos vivirán en la casa, la inversión será menor a la óptima.

Becker (1993) introduce la acumulación de capital humano en su modelo de 1965, extendiéndolo de manera que las decisiones de consumo se tomen

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para un periodo determinado, y que parte de la dotación de tiempo del hogar en cada momento se dedique a la formación de capital humano futuro. Como en el modelo de Ben Porath (1967), Becker asume que el capital humano es “producido” por medio de tiempo y de bienes comprados en el mercado, y que esta inversión genera un rendimiento que eleva los ingresos esperados. De esta manera, la oferta de trabajo depende no solamente de las variables que determinan el tiempo dedicado a las tareas domésticas, sino también del rendimiento de la inversión en capital humano.

Un tema que se deriva del anterior es el de la demanda por hijos, y la relación entre su cantidad y su calidad. Becker y Lewis (1973) elaboran un modelo donde a mayor “calidad” de los niños, mayor es el precio sombra de su cantidad; y a mayor cantidad de éstos, mayor el precio sombra de su “calidad”. Sobre la base de este trabajo, Becker y Tomes (1976, 1979) analizan el efecto de las decisiones de los padres sobre la educación de sus hijos y demuestran que bajo ciertos supuestos los padres invertirán más en el capital humano de los hijos más hábiles, compensando a los menos hábiles por medio de la inversión en capital no humano. Sobre este tema, Lundberg y Pollak (2007) señalan que la inversión inadecuada en el capital humano de los hijos puede deberse a dos razones: en primer lugar, las externalidades positivas de esta inversión hacen que parte de los beneficios no sean capturados privadamente, sino que pasen a la sociedad; y en segundo lugar, el hecho que la capacidad de los padres para diseñar contratos que obliguen a los hijos a repagarles por la inversión es limitada. Sobre este mismo tema, Iversen y Rosenbluth (2006)

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señalan que dado que los niños y niñas no revelan su disposición al estudio o al trabajo a muy temprana edad, lo más probable es que las decisiones de sus padres sobre el tema se basen en su propia experiencia y en su percepción de los roles de género de la sociedad.

El modelo de Ravallion y Wodon (2000) analiza los efectos de una transferencia condicionada de ingresos a las familias, sujeta a que los hijos vayan a la escuela. El modelo parte de una función de utilidad familiar que tiene entre sus argumentos tanto las horas de educación de los hijos como sus horas libres. El costo de la educación es el salario de mercado de los niños menos la transferencia, mientras que el costo de las horas libres es solamente el salario de mercado. Una vez derivadas las demandas de educación y de horas libres para los hijos, se puede encontrar su oferta de trabajo al mercado. Desde el punto de vista teórico el modelo predice un efecto positivo sobre las horas de educación de la transferencia condicionada de ingresos, y un efecto ambiguo sobre las horas de trabajo, ya que las mayores horas de educación pueden tomarse de las horas libres. Los autores encuentran que su modelo es consistente con la realidad en la zona rural de Bangladesh para los años 1995 – 1996, ya que encuentran que si bien la transferencia de ingresos aumenta la matrícula de los niños en la escuela, solamente reduce su trabajo en el mercado en alrededor de un cuarto del tiempo en que aumenta su asistencia a la escuela.

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García (2006) desarrolla un modelo donde incluye las horas de trabajo doméstico de la esposa y de los niños, y analiza los efectos de cambios en los salarios de los padres y de los hijos sobre las horas que éstos dedican al trabajo doméstico, al trabajo en el mercado y a los estudios. Analiza además que sucede cuando el ingreso familiar es tan bajo que solamente llega al nivel de subsistencia. Los argumentos de la función de utilidad familiar son un bien de consumo común comprado en el mercado, un bien llamado “tareas domésticas” producido con el tiempo del hijo y de la madre, y la educación del hijo que está en la función de utilidad familiar por motivos altruistas. El modelo muestra que el trabajo doméstico de los hijos y de la esposa depende de sus salarios de mercado y de los precios de los bienes de mercado que sustituyen aquellos elaborados con trabajo doméstico. El autor introduce en su modelo un “efecto trabajo doméstico” que afecta la pendiente de las curvas de oferta de trabajo y de demanda por educación para los hijos.

1.1.4 Negociación con los Hijos y Trabajo Infantil Un tema muy importante en relación a la educación y al trabajo de los hijos es su capacidad de negociación al interior del hogar.

Una serie de

modelos han sido desarrollados donde los hijos no son agentes pasivos cuyo comportamiento está completamente determinado por las decisiones de los padres. Así, Burton, Phipps y Curtis (2002) desarrollan un modelo de agencia, donde el niño se “porta bien” como respuesta a la estrategia de “padre altruista” de sus progenitores. Esta estrategia consiste en alabanzas y censuras a fin de lograr el comportamiento deseado. Sin embargo, aunque el niño reacciona a la

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estrategia de sus padres, las características de los hijos influyen en dicha estrategia, endogenizándola14. En el modelo de Lundberg, Romich y Tsang (2007), el padre escoge cuanta autonomía de decisión darle al niño de acuerdo a su resistencia al control. En este modelo, los padres toman en cuenta la calidad del niño (inversión en capital humano) para decidir el grado de control sobre su comportamiento. Las autoras encuentran evidencia auto reportada de que los niños comienzan a decidir por sí mismos algunos aspectos del uso de su tiempo entre los 10 y 12 años de edad.

Sobre el tema del trabajo infantil y juvenil, la literatura teórica se ha centrado en dos puntos: las razones para enviar a los menores al mercado de trabajo, y las consecuencias de esta decisión sobre su acumulación de capital humano. Sobre las razones para enviar a los menores al mercado de trabajo, Basu y Van (1998, 1999) señalan dos hipótesis posibles: el luxury axiom, que relaciona el trabajo infantil con la pobreza del hogar; y el substitution axiom, que asume que el trabajo infantil es un sustituto más barato del trabajo adulto. Asimismo presentan un modelo con dos equilibrios estables, donde solamente es posible eliminar el trabajo infantil elevando el salario de los adultos. La relación entre pobreza y trabajo infantil no ha podido ser corroborada en todos los casos, si bien el trabajo infantil tiene serias consecuencias sobre la probabilidad de asistencia a la escuela del resto de hermanos, y sobre el bienestar futuro de la familia15. En un contexto donde las trasferencias inter-

14

Con datos de la Encuesta Nacional Longitudinal de Niños y Jóvenes de Canadá para el año 1994, los autores encuentran evidencia empírica de la endogeneidad de la estrategia adoptada por los padres, con respecto al comportamiento de los hijos. 15 Ver también K. Basu y Z. Tzannatos (2003); J.M. Baland y J. Robinson (2000).

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generacionales de dinero son cero y el mercado de capitales es imperfecto, los padres podrían no internalizar el efecto negativo de enviar a los niños a trabajar16. Sobre este punto, Bhalotra (2000) con datos para niños y niñas del área rural de Pakistán encuentra evidencia de que si bien el trabajo de los niños se puede explicar por el nivel de pobreza, esto no se cumple en el caso de las niñas.

1.2 Estudios Empíricos En el marco de la economía de la familia, el tema que nos ocupa es la asignación del tiempo de los jóvenes entre trabajo, educación y tiempo libre. El estudio de la economía familiar ha evolucionado desde los primeros artículos sobre oferta familiar de trabajo, pasando por la discusión de los determinantes de la asignación de los frutos de este trabajo entre los miembros de la familia, hasta llegar al análisis de la demanda de hijos, y el trade-off entre su cantidad y su calidad, tema muy relacionado a la oferta de trabajo infantil y juvenil.

1.2.1 Economía Familiar Los primeros estudios sobre la economía familiar se centraron en el análisis de los determinantes de la oferta familiar de trabajo, tanto para el caso del Perú como para otros países17. Así tenemos que con datos para Lima Metropolitana, Garavito (1996, 2001) y Felices (1996) encuentran que la participación laboral de la mujer está influida sobre todo por variables familiares 16

J.M. Baland y J. Robinson (2000). Ver M. Killingworth y J. Heckman (1986), y S. Lundberg y R. Pollak (2007) para reseñas generales sobre el tema. Para el caso de Latinoamérica ver G. Psacharopoulos y Z. Tzannatos (1989,1992). Para estudios sobre Perú ver J. Newman (1988); S. Khandker (1990); C. Garavito (1995, 1996, 1997, 2001); y J. Chacaltana y N. García (1999). 17

27

y de contexto, mientras que la participación laboral del varón está determinada en mayor medida por variables individuales. Asimismo, Jaramillo y Montalva (2009) encuentran, con datos de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) para los años 1996, 2000 y 2004 – 2007, que en el caso de las mujeres, una mayor fecundidad reduce su probabilidad de trabajar, de tener un empleo estacional o temporal, con respecto a no trabajar en absoluto. Otros estudios18 encuentran que la presencia de niños tiene un efecto negativo sobre la participación laboral de la mujer, salvo en el caso de las jefas de hogar 19. Finalmente, estudios del efecto de la crisis económica sobre la fuerza laboral señalan la existencia de dos efectos: el efecto “trabajador adicional” que implica que más personas de un hogar salen al mercado para sostener los ingresos del hogar; y el efecto “trabajador desalentado” que implica que ante la crisis y falta de empleo los trabajadores se retiran del mercado. Sobre este punto, Tansky (1994) encuentra con datos para Lima Metropolitana evidencia que el efecto trabajador adicional predomina; sin embargo, Garavito (2001) encuentra evidencia para años más recientes de que el efecto trabajador desalentado empieza a predominar20.

A partir del trabajo de Becker (1987), quien sintetiza y expande su análisis anterior sobre producción en el hogar, analizando los determinantes económicos del comportamiento de la familia, se ponen las bases para un abundante trabajo empírico posterior.

18

Uno de los puntos trabajados es la

Programa de Estadísticas Laborales (2009); K. Troske y A. Voicu (2004); C. Garavito (1996). Sobre el concepto de jefe de hogar ver R. Rosenhouse (1989); S. Handa (1994); y J. Saavedra y M. Valdivia (2003). 20 Para un análisis a nivel de América Latina ver A. Gaviria (2001). 19

28

distribución del tiempo de las mujeres y los varones entre las tareas domésticas, el ocio y el mercado de trabajo. Así, Gronau (1977) encuentra con datos del panel de ingresos de Michigan para 1972 que un aumento del ingreso del esposo tiene efectos diferentes sobre la asignación del tiempo de la esposa según ésta haya estado trabajando antes o no. Si no ha estado trabajando, su tiempo libre aumentará y su trabajo doméstico se reducirá, mientras si ha estado trabajando, un aumento del ingreso del esposo aumentará su tiempo libre, pero no tendrá efecto sobre sus horas de trabajo doméstico. Asimismo, si la esposa trabaja, un aumento de su propio salario la llevará a dedicar más horas al mercado, reduciendo su tiempo libre.

El siguiente tema que la literatura empírica analiza es la manera como se toman las decisiones sobre la asignación de recursos al interior del hogar, y las consecuencias de estas decisiones sobre el bienestar de sus miembros. En general, los estudios sobre el tema parten de funciones de utilidad familiar, o de la función de utilidad de un jefe dictador benevolente.

Becker (1974,1976)

postula el teorema del rotten kid, ya mencionado antes, donde los miembros del hogar se comportan como si fueran altruistas, aún si no lo son, con el fin de asegurar las transferencias de ingresos del jefe de hogar altruista.

Un

desarrollo posterior son los modelos de negociación cooperativa y no cooperativa, los cuales buscan explicar el comportamiento de la familia, y a la vez evaluar la consistencia del modelo unitario. Así, con datos para Canadá, Browning y Chiappori (1998) demuestran que los ingresos de los esposos no

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se agrupan como predice el modelo unitario, y que el modelo colectivo es plausible.

Por otro lado, la literatura empírica confirma que la mayor carga de las tareas domésticas recae sobre la mujer, y que esta diferencia por género se extiende al caso de hijas e hijos21. Mientras el ciclo de vida no parece influir en la dedicación a las tareas domésticas de los varones, cuyas horas de trabajo en dichas tareas no cambian en el tiempo, se da el caso contrario en el caso de las mujeres22. Un resultado interesante es que la contribución del varón a las tareas domésticas es mayor cuando la mujer trabaja, cuanto mayor es su nivel de educación, y cuanto más alto es su salario23, y que ésta tiene un mayor poder de negociación en parejas con niveles de educación altos24. Finalmente, si bien no es el tema de este trabajo, en los estudios centrados en la familia rural, se encuentra una división importante de las labores agropecuarias por sexo y por grupos de edad25.

Siguiendo con el tema del modelo unitario versus los modelos de negociación Monge (2004), con datos de la Encuesta Nacional de Hogares del Instituto Nacional de Estadística para el año 2002, encuentra evidencia empírica para el caso del Perú que permite rechazar el modelo unitario para el caso de los gastos en comida, en educación y en salud de los miembros del 21

A nivel general ver S. Coltrane (2000); para el caso del Perú ver J. Dagsvik, y R. Aaberge (1991); C. Garavito (2001); L. García (2004). 22 Programa de Estadísticas Laborales (2009). Los datos corresponden al Módulo uso del Tiempo de la ENAHO 2008 del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, para Lima Metropolitana. 23 H. Bloemen, S. Pasqua y E. Stancanelli (1998); C. Newman (2002); L. García (2007). 24 J. Lee (2004); L. Song (2008). 25 C. Deere (1992); H. Jacoby (1992); y M. Valdivia y M. Robles (1997).

30

hogar; mientras la evidencia con respecto a los gastos relacionados a la vivienda es consistente con el modelo unitario (income-pooling). Asimismo, si bien no puede diferenciar entre diferentes versiones de modelos colectivos, encuentra evidencia estadística que le permite afirmar que la negociación entre los miembros de la familia es eficiente. Relacionado a este tema, en un estudio sobre el empoderamiento26 de la mujer en el hogar, con datos de la ENDES 2005 – 2008 a nivel nacional, Vera Tudela (2009) encuentra que la mayor parte de las decisiones en el hogar son tomadas por la mujer, o de manera conjunta con su compañero.

Sobre la distribución de los frutos del trabajo al interior del hogar, Deaton (1988) presenta evidencia de una distribución desigual de los bienes en el hogar en países africanos y asiáticos.

Asimismo, con datos para Filipinas,

Folbre (1984) encuentra que los varones consumen un porcentaje mayor que el correspondiente a sus requerimientos de proteínas, en relación a las mujeres de todas las edades, y que los gastos en las hijas son menores que los gastos en los hijos a partir de los 9 años de edad.

Bhalotra y Attfield (1998)

encuentran evidencia de diferencias en el consumo familiar con datos para el sector rural de Pakistán, donde los varones e hijos trabajadores consumen más alimentos que los varones que no trabajan, mientras que el consumo de mujeres e hijas trabajadoras no es sustancialmente diferente del consumo de las mujeres que no trabajan fuera del hogar.

26

La definición de empoderamiento que el autor emplea es la de Kabeer (2001).

31

1.2.2 Poder de Negociación Regresando al tema del poder de negociación al interior del hogar mencionado brevemente antes, Song (2008) encuentra para el sector rural de China que el poder de negociación de las mujeres aumenta con su nivel de educación, pero que aún en este caso se da una diferencia por género en los gastos en salud, a favor de los niños varones27. Con respecto al mismo tema, tomando el ingreso no laboral de que dispone cada miembro de la pareja como indicador del poder de negociación al interior de las familias brasileñas, Thomas (1990) encuentra evidencia de que el aumento del poder de negociación de la madre tiene mayor efecto sobre el bienestar de los hijos que el aumento del ingreso no laboral del padre. En forma similar, para el caso del Perú, Riesco y Alburqueque (2007) encuentran que mientras el ingreso de los varones alivia la percepción subjetiva de estrechez económica28, el ingreso de la mujer asegura estabilidad en los ingresos familiares y suficientes comidas al día. Browning y Chiappori (1998) encuentran, con datos para Canadá, que un mayor ingreso de las mujeres casadas implica un mayor gasto en ropa de mujer y una reducción en el gasto en ropa para varones y comidas en casa. Asimismo, con datos para Tailandia, Schultz (1990) encuentra que un aumento del poder de negociación de la madre aumenta su propio consumo y tiempo libre, pero aumenta también el número de hijos; el autor señala que esto se explicaría porque es tradición que los hijos se ocupen de la madre anciana cuando esta ya no puede valerse por sí misma. Sobre el mismo tema, Gupta y

27

La autora atribuye este último resultado a que en la China Rural tradicionalmente es el hijo varón quien se hace cargo de los padres ancianos. 28 Los autores emplean las siguientes preguntas de la encuesta de hogares: ¿con sus ingresos viven bien? ¿sus ingresos le permiten garantizar el número de comidas al día? ¿sus ingresos son estables?

32

Straton (2008) encuentran que el tiempo de ocio está asociado al poder en el hogar en Estados Unidos de Norteamérica, donde los beneficios sociales van a personas de bajos ingresos, mientras que no ocurre así en Dinamarca, donde los beneficios sociales son universales. Finalmente, en el caso del Perú, Vera Tudela (2009) a partir de preguntas de la ENDES relacionadas con la capacidad de la mujer de tomar diversas decisiones, construye tres índices de empoderamiento: en el hogar, económico y sociocultural. El autor encuentra que son las mujeres con menos años de educación y residentes en las áreas rurales las que presentan los niveles más bajos de los tres índices; asimismo encuentra que la proporción de mujeres con empoderamiento familiar y económico bajo aumenta con la edad, lo cual no sucede en el caso del empoderamiento sociocultural. Finalmente, el autor encuentra que a mayor empoderamiento familiar de la mujer, mayor es la probabilidad que ésta tenga asistencia profesional durante el parto, y que las hijas menores de tres años tengan el número completo de vacunas y controles de crecimiento de acuerdo a su edad.

1.2.3 Educación y Trabajo Infantil y Juvenil La decisión de la familia con respecto a la participación laboral de los hijos está indisolublemente ligada a la inversión en su capital humano y a los retornos de dicha inversión.

La mayor parte de estudios revisados versan

sobre el trabajo infantil y adolescente, y no sobre el trabajo de los jóvenes mayores de edad; sin embargo consideramos que algunos hallazgos pueden extenderse al estudio de la asignación del tiempo de los jóvenes adultos. Un

33

punto de debate importante es aquel acerca del efecto de los ingresos familiares sobre la asistencia a la escuela, lo cual tiene consecuencias inmediatas sobre la dedicación de los niños y adolescentes al trabajo doméstico y al trabajo en el mercado.

Mientras Rodríguez y Abler (1998)

encuentran para el caso de Perú que la asistencia de los niños a la escuela no depende significativamente del ingreso familiar ni del tamaño de la familia, sino más bien de sus características individuales, Rosati y Rossi (2003) encuentran un efecto positivo del ingreso familiar con datos para Nicaragua y Paquistán. Introduciendo el elemento de género, Bhalotra y Heady (2000), encuentran efectos diferenciales del ingreso familiar sobre el trabajo de niñas y niños en los sectores rurales de Pakistán y de Ghana; los autores encuentran asimismo que un mayor nivel de educación de la madre reduce el trabajo de niñas y niños en Pakistán, y de los niños en Ghana.

Otro punto de debate es sobre la asignación del tiempo de los menores entre las distintas actividades.

Con datos para Perú, Rodríguez y Vargas

(2008) encuentran que alrededor de la cuarta parte de los menores entre 6 y 16 años participa en actividades generadoras de ingresos familiares sin dejar de asistir a la escuela, por lo cual la escolaridad y el trabajo serían actividades complementarias en términos de asignación del tiempo29. A partir de los datos de la Encuesta sobre Trabajo Infantil (ETI) del año 2007, Rodríguez y Vargas (2009) encuentran que del total de niños entre 5 y 17 años de edad, 92% estudian, 42% participa en la fuerza laboral, y el 77% participa en las tareas del

29

Similares resultados obtiene Alarcón (1991).

34

hogar. Un resultado para los jóvenes mayores de edad es el de Coloma y Vial (2003) en caso de Chile, donde los autores encuentran que más años de educación y de experiencia laboral aumentan la probabilidad de trabajar de los jóvenes varones entre 18 a 24 años que no están estudiando.

Asimismo

encuentran que un mayor ingreso familiar no tiene un efecto significativo sobre la probabilidad de trabajar.

Para el sector rural peruano, Valdivia y Robles (1997) encuentran que el trabajo de los niños depende

positivamente de su propio salario y

negativamente de los salarios de la madre y del padre30. Asimismo, con datos de la ENNIV de 1985 /86, Jacoby (1994) encuentra que los niños abandonan el colegio más rápido a menor ingreso de los padres, y cuanto menos espaciados sean los nacimientos31. Con datos del panel 2004 – 2006 de la ENAHO – INEI, Castro y asociados (2008) encuentran que las restricciones crediticias que enfrentan las familias ubicadas en los quintiles más bajos de ingresos afectan su demanda por educación superior, aún en periodos de crecimiento de la economía.

Con datos para Brasil, México y Perú, Dahan y Gaviria (2000) encuentran que la desigualdad en la inversión en el capital humano entre hermanos es mayor entre las familias moderadamente pobres y de clase media, y que los padres tienden a invertir más en los hijos más hábiles.

Asimismo, Gaviria

(2001), con datos de una Encuesta del Banco Interamericano de Desarrollo 30

Un análisis del tema para América Latina donde se comparan jóvenes de los sectores rural y urbano puede verse en L. Alcázar, S. Rendón y E. Wachtenheim (2001). 31 C. Rosati y M. Rossi (2003) encuentran el mismo resultado con datos para Nicaragua y para Pakistán.

35

(BID) en siete países32 del área, encuentra que los hogares responden a los shocks de ingresos, trabajando más, reduciendo la inversión en capital humano, y vendiendo activos; asimismo, encuentra que los hogares de menores ingresos son los que tienen una mayor probabilidad de sufrir shocks de ingresos y de reducir su inversión en capital humano. Finalmente, con datos para el sector rural de Pakistán, Bhalotra (2004) ha encontrado evidencia de comportamiento altruista de los padres con respecto a la educación de los hijos, aún en familias muy pobres.

Sobre la contribución del trabajo de los hijos al bienestar del hogar, Riesco y Alburqueque (2007) encuentran que mientras en hogares con parejas casadas el ingreso de los hijos no es fundamental para aliviar la estrechez económica, si lo es en hogares donde las parejas son convivientes, y en hogares mono-parentales. Los autores señalan que esto se debería a que los hijos producto de uniones más estables tienden en su mayoría a emplear sus ingresos para sus propios gastos. Sobre el mismo tema, con datos para Bolivia y Venezuela, Psacharopoulos (1997) encuentra que el trabajo infantil contribuye significativamente al ingreso familiar, pero afecta los logros educativos de los niños.

Sobre el efecto de los roles de género, García (2004, 2007) encuentra diferencias en la asignación del tiempo de los niños y niñas; el autor señala que una reducción del tiempo dedicado al trabajo en el mercado, no

32

Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Venezuela.

36

necesariamente se traduce en una mayor asistencia escolar, ya que los niños, y sobre todo las niñas podrían dedicar más tiempo a las tareas domésticas 33. Rodríguez y Vargas (2009), con datos a nivel nacional, encuentran que es más frecuente entre los niños combinar estudios y trabajo en el mercado, y más frecuente entre las niñas combinar estudios y trabajo doméstico.

Gertler y

Glewwe (1992) encuentran, para el sector rural del Perú, que los padres prefieren enviar a los hijos que a las hijas al colegio, pero que sí existe una demanda de educación para las niñas en la zona. En la India rural, Rosenzweig y Evenson (1977) encuentran que un mayor nivel de educación de la madre lleva a un incremento en la escolaridad de las niñas. La preferencia de los padres por invertir más en la educación de los hijos varones afecta el ingreso relativo por sexo, y por lo tanto, su bienestar34. Finalmente, estudios para el Perú encuentran que aún en el caso de los niños y jóvenes existe segmentación del mercado: mientras los varones trabajan preferentemente como obreros en empresas pequeñas, las mujeres trabajan preferentemente como trabajadoras familiares no remuneradas o en el sector doméstico35.

1.3 Los Hechos Estilizados Los artículos revisados para el caso del Perú tratan fundamentalmente de dos temas: el proceso de decisiones al interior de la familia; y la asignación del tiempo de los niños y los jóvenes entre educación, trabajo, y tareas del hogar. En el caso del primer tema los datos empleados provienen de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), que permite analizar con mayor 33

Ver también L. García (2006). J. Saavedra (1997); A. Gaviria (2001); M. Dahan y A. Gaviria (2000). 35 W. Alarcón (1994); J. Saavedra y J. Chacaltana (2001). 34

37

precisión los procesos de negociación al interior de la familia, y sus efectos sobre el bienestar de sus miembros. En el caso del segundo tema, la mayoría de los investigadores emplean los datos de las Encuestas de Niveles de Vida del Banco Mundial (ENNIV), y en segundo lugar las Encuestas Nacionales de Empleo, tanto del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) como del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Respecto al primer tema, como vimos en la sub-sección anterior, con datos de la ENDES 2002, Monge (2004) encuentra evidencia de que las decisiones sobre gastos en comida, educación, y salud son negociadas por la pareja, mientras que los gastos en vivienda si pueden entenderse en un marco de decisión unitario. Asimismo, con datos de la ENDES 2005 – 2008, Vera Tudela (2009) encuentra que las decisiones en el hogar son negociadas por la pareja o tomadas por la mujer. Un tema relacionado es el efecto de los ingresos de la esposa y del esposo sobre el bienestar familiar, tema muy ligado a sus respectivos poderes de negociación. Así vemos que Riesco y Alburqueque (2007) encuentran que si bien el ingreso del esposo alivia la percepción subjetiva de estrechez económica, el ingreso de la esposa asegura estabilidad en los ingresos familiares y suficientes comidas al día. Por otro lado, por medio de índices de empoderamiento de la mujer construidos a partir de preguntas sobre las decisiones de las mujeres en diversos aspectos de su vida, Vera Tudela (2009) encuentra que a mayor empoderamiento familiar de la mujer, mayor es la probabilidad que ésta tenga asistencia profesional durante el parto, y que las hijas menores de tres años tengan el número completo de vacunas y

38

controles de crecimiento de acuerdo a su edad. Asimismo, las mujeres con grados de empoderamiento más altos son las que tienen más educación y viven en el sector urbano.

Sobre el segundo tema, en el Cuadro 1 podemos ver el uso del tiempo de adolescentes y jóvenes del Perú Urbano, de acuerdo a varias investigaciones. Los datos para el año 2001 nos dan una idea de la evolución de las actividades de los jóvenes a medida que aumenta su edad. Con datos del convenio MTPE – INEI para el Perú Urbano, vemos en primer lugar que el porcentaje de los jóvenes que trabaja es mayor entre aquellos de 18 – 24 años en relación con los jóvenes de 16 a 17 años, y que el aumento se da entre los que pasan a combinar estudios con trabajo. El porcentaje de los que solamente estudian aumenta, así como el porcentaje que solamente se dedican a las tareas domésticas. Los datos para los años 1990 y 2005 se basan en las cifras que presenta el informe de la Organización Internacional del Trabajo sobre trabajo decente de los jóvenes en el Perú36, elaborado con datos de las ENAHO del MTPE. El grupo de edad es de 15 – 24 años, para Lima y para el Resto Urbano. Así vemos que el porcentaje de jóvenes que trabajan y estudian ha caído tanto para Lima como para el Resto Urbano, siendo la caída mayor en Lima, donde se ha elevado el porcentaje de los que solamente trabajan. El porcentaje de los jóvenes que solamente estudian se ha elevado ligeramente en el periodo, así como el porcentaje de “otros inactivos”. Es preciso anotar que esta elevación se da en un contexto de crecimiento de la economía.

36

Organización Internacional del Trabajo (2007a).

39

Cuadro 1: Uso del Tiempo de los Jóvenes en el Perú Urbano

Perú Urbano Ocupados Trabajan y Estudian Solo Trabajan Inactivos Solo Estudian Quehaceres del Hogar Otros Inactivos Desocupados Total

ENAHO - MTPE INEI ENAHO - MTPE 2001 2001 1990* 2005* 1990** 2005** 16 - 17 años 18 - 25 años 15 - 24 años 15 - 24 años 15 - 24 años 15 - 24 años 35.9% 56.8% 40.7% 38.4% 50.5% 44.8% 14.3% 43.6% 13.3% 6.7% 19.2% 14.7% 21.6% 13.2% 27.4% 31.7% 31.3% 30.1% 59.5% 34.7% 51.7% 51.4% 43.4% 48.2% 51.7% 20.2% 34.8% 35.3% 28.4% 30.5% 6.4% 11.4% 1.4% 3.1% 16.9% 16.1% 15.0% 17.7% 4.6% 8.5% 7.6% 10.1% 6.1% 7.0% 100.0% 100.0% 100.00% 100.0% 100.00% 100.0%

Fuente: PEEL (2003); OIT (2007) * Lima ** Resto Urbano

40

Podemos decir entonces que a medida que su edad aumenta, los jóvenes que pertenecen a la PEA urbana pasan de trabajar y estudiar a la vez, a solamente trabajar. Asimismo, podemos ver que la mayoría de los jóvenes inactivos están estudiando, mientras que otros están dedicados a las tareas del hogar. Finalmente, vemos que parte de los jóvenes que no estudian ni trabajan no están inactivos, sino buscando empleo.

Sobre los motivos por los cuales los jóvenes de 15 – 24 años dejan de estudiar la Organización Internacional del Trabajo (2010, 2007b), con datos para América Latina y el Caribe, señala que las razones principales son la necesidad de trabajar, así como problemas familiares o económicos.

Sin

embargo, para los jóvenes varones de 20 – 24 años el hecho de entrar a trabajar es una razón casi tan importante como las anteriores, mientras que para las mujeres esta razón es mucho menos importante. Existe un porcentaje apreciable de jóvenes que no trabajan porque “no les interesa o les fue mal” (17% para el año 2010), mientras que el 10% ha dejado de estudiar por dedicarse a los quehaceres del hogar o debido a un embarazo.

Se podría concluir a partir de la revisión bibliográfica hecha que si bien una parte de los trabajos empíricos buscan demostrar que el modelo unitario de la familia no explica la realidad, otros simplemente buscan ajustar los datos a un modelo determinado, sin ponerlo a prueba. Son parte del primer grupo los trabajos de Deaton (1988), Folbre (1984), Bhalotra y Attfield (1998), y Monge (2004), quienes estiman sus modelos y encuentran evidencia empírica de una

41

distribución desigual de los frutos del trabajo al interior del hogar. Asimismo, los trabajos de Song (2008), Thomas (1990), y Schultz (1990) estiman sus modelos y encuentran evidencia de diferencias en el comportamiento y en el poder de negociación de mujeres y varones al interior del hogar, resultados que nos alejan del enfoque de los modelos unitarios de la economía de la familia. El artículo de Browning y Chiappori (1998) aplica pruebas estadísticas a los datos que permiten rechazar el modelo unitario y establecer el modelo de negociación familiar que proponen como plausible. No hemos encontrado, sin embargo, trabajos que analicen la asignación de la fuerza laboral juvenil a educación y trabajo a partir de un modelo de negociación, por lo cual en el siguiente capítulo proponemos un modelo que explique esta asignación a partir de una negociación cooperativa al interior de la familia.

42

CAPITULO 2 MODELO DE NEGOCIACION

En esta sección presentamos un modelo basado en los artículos de Browning y Chiappori (1998), Ravallion y Wodon (2000) y Bhalotra (2004). Hay dos diferencias con respecto al modelo de Browning y Chiappori. En primer lugar, asumimos que la negociación entre los padres se da previamente, y que negocian con el hijo, el cual tiene una función de preferencias propia, como un frente común37.

En segundo lugar, introducimos una variable de poder de

negociación del hijo en el hogar; para esto nos basamos en los parámetros de distribución del poder de decisión en el hogar de Browning y Chiappori, aplicados por los autores a la negociación entre la pareja. En nuestro caso el poder de negociación del hijo en el hogar será una variable que dependerá de su género, su nivel de educación, su edad y la edad de sus padres (brecha generacional), todo lo cual determina la capacidad del hijo de influir en las decisiones tomadas en el hogar. De Ravallion y Wodon (2000) y de Bhalotra (2004) tomamos la inclusión de la educación en la función de utilidad de los padres, por razones altruistas. La diferencia es que en nuestro modelo el hijo tiene una función de utilidad individual.

37

Si bien existe evidencia empírica reportada en el capítulo anterior que sugiere que el modelo unitario no explica en forma adecuada el comportamiento de una pareja, creemos este es un supuesto razonable para el caso de nuestro modelo.

43

El modelo a desarrollar parte de una familia compuesta por la madre, el padre y un hijo38. Asumimos que la madre y el padre trabajan todas sus horas disponibles, ya sea como asalariados o en un negocio propio. Como dijimos arriba, los padres se comportan como un frente común con respecto al hijo, por lo cual asumiremos que comparten una función de utilidad39.

Esta función

incluye el consumo agregado de ambos padres (C ) 40, y las horas de estudio del hijo (E ) : U  U (C, E )

U j  0 ; U ij  0 ; U jj  0

(i ) i, j  C, E

En cuanto a las preferencias del hijo, éste desea un consumo propio (C h ) , horas de educación (E ) , y horas en actividades no económicas ( H h ) 41. Estas últimas incluyen tanto el ocio como otras tareas llevadas a cabo al interior del hogar. Dado que la dotación de tiempo es fija, al decidir el hijo sobre sus horas en actividades no económicas, y al decidir junto con los padres sobre sus horas de educación, sus horas de trabajo quedan también determinadas:

V  V (Ch , E, H h ) V j  0 ; Vij  0 ; V jj  0

(ii )

i, j  Ch , E, H h

Para obtener la función de utilidad familiar adaptamos el modelo colectivo de Browning y Chiappori (1998), quienes asumen que cada miembro del hogar tiene una función de utilidad diferente y un poder de negociación distinto, 38

Es muy simple extender el modelo al caso de un solo progenitor presente en el hogar. La función de utilidad es estrictamente cuasi-cóncava, con derivadas de primer y segundo orden continuas. 40 C es un bien hicksiano, es decir, una canasta de bienes en la cual los precios relativos de sus componentes no varían. 41 La función de utilidad del hijo es estrictamente cuasi-cóncava, y sus derivadas de primer y segundo orden son continuas 39

44

planteando un modelo de negociación eficiente en el sentido de Pareto42. Dado que la relación entre los padres y el hijo es asimétrica, por sus roles dentro del hogar, hacemos el poder de negociación de los padres igual 1 y postulamos que el poder de negociación del hijo frente a los padres (0    1) es variable, aumentando a medida que el hijo gana estatus de adulto en el hogar.

Si bien hablamos de un “hijo” en forma genérica, la literatura empírica revisada nos muestra que las preferencias de los padres sobre los bienes que consumen los hijos dependen del género43, lo cual podría estar determinando diferencias en el poder relativo de las hijas y de los hijos al interior del hogar, manteniendo todo lo demás constante. Asimismo, un mayor nivel de educación que está asociado a una mayor capacidad de generación de ingresos también es un parámetro importante en la capacidad de tomar decisiones del hijo. Por otro lado, la edad de los padres, relacionadas a la brecha generacional, también implican diferencias en la organización del hogar, y por lo tanto, influirán en el poder de negociación relativo del hijo. Por lo tanto el poder de negociación del hijo en el hogar (  ) estará explicado por la siguiente ecuación:

   (sexo, edad , años _ de _ estudios , edad _ padre, edad _ madre)

(iii )

Entonces la función a maximizar por la familia será:

  U (C, E )  V (Ch , E, H h )

(iv )

0   1

42

Este supuesto tiene sentido dado que los individuos negociando están inmersos en una relación de largo plazo y tienen un conocimiento adecuado de las preferencias del otro. 43 T. Iversen y R. Rosenbluth (2006); L. García (2006); P. Gertler y P. Glewwe (1992).

45

Si asumimos que ambos padres trabajan todas sus horas disponibles como asalariados, entonces la suma de sus ingresos será fija e igual a I 0 .

En

cambio, si los padres tienen un negocio propio, aún si dedican a él todas sus horas disponibles, dado que el hijo también puede trabajar en el negocio, los beneficios dependerán negativamente del costo de oportunidad de sus horas de trabajo. Por lo tanto, el ingreso de los padres tomará la siguiente forma general: 

I  (1   ) I 0   ( wh )

(v)

Donde los extremos son   0 si ambos padres son asalariados, y   1 si 

tienen un negocio propio y solamente trabajan en él. La expresión  ( wh ) es la función de beneficios y depende de la técnica empleada, del precio de mercado del bien producido, y de los costos de los factores empleados, donde wh es el costo de oportunidad o tasa salarial del hijo. Por lo tanto, la restricción de presupuesto familiar será la siguiente:

whT  (1   ) I 0   (wh )  PC  Ph Ch  ( Pe  wh ) E  wh H h

(vi)

Donde T es la dotación de tiempo del hijo, P el precio del bien de consumo de los padres, Ph el precio del bien de consumo del hijo, y Pe el precio de sus horas de educación. La restricción de tiempo del hijo será:

T  H h  E  Lh

(vii)

Donde Lh son sus horas de trabajo. El problema de decisión a resolver por medio de una negociación cooperativa eficiente de la familia será entonces:

46

Max   U (C, E )  V (Ch , E, H h )

whT  (1   ) I 0   (wh )  PC  Ph Ch  ( Pe  wh ) E  wh H h

s.a.

Lh  T  E  H h  0 Donde: 0   1

  0 (Padres asalariados)

  1 (Padres no asalariados)

Construyendo el Lagrangiano:

  U (C , E )  V (C h , E , H h ) 

1[ whT  (1   ) I 0   ( wh )  PC  Ph C h  ( Pe  wh ) E  wh H h ]  2 (T  E  H h ) Donde 1 y  2 son los multiplicadores de Lagrange. Las condiciones de primer orden de Kuhn – Tucker serán las siguientes:

U C  1 P  0

C.(U C  1 P)  0

C0

U E  VE  1 ( Pe  wh )  2  0

E0

E.[U E  VE  1 ( Pe  wh )  2 ]  0

VC  1 Ph  0 h

Ch  0

Ch .(VCh  1 Ph )  0

Hh  0

VH  1 wh  2  0 h

H h .(VH h  1 wh  2 )  0

whT  (1   ) I 0   (wh )  PC  Ph Ch  ( Pe  wh ) E  wh H h  0

1.[whT  (1   ) I 0   (wh )  PC  Ph Ch  ( Pe  wh ) E  wh H h ]  0 T  E  Hh  0

2  0

2 .(T  E  H h )  0

1  0

47

2.1 Solución Interior Si el joven trabaja y estudia E  0 , y Lh  T  E  H h  0 . Dado que en este caso 2  0 , y las condiciones de segundo orden serán:

U C  1 P  0 U E  VE  1 ( Pe  wh )  0

VC  1 Ph  0 h

VH  1 wh  0 h

whT  (1   ) I 0   (wh )  PC  Ph Ch  ( Pe  wh ) E  wh H h La condición de equilibrio óptimo es la siguiente:

1 

U C U E  VE VCh VH h    P Pe  wh Ph wh

(viii)

Con el fin de analizar los efectos de las variables exógenas sobre las variables endógenas, tomamos diferenciales a las condiciones de primer orden:

U CC dC  U CE dE  1dP  Pd1 U EC dC  U EE dE   (VEE dE  VEC h dC h  VEH h dH h )  1 d ( Pe  wh )  ( Pe  wh )d1  VE d

 (VC E dE  VC C dCh  VC H dH h )  1dPh  Ph d1  VC d h

h

h

h

h

h

 (VH E dE  VH C dCh  V H H dH h )  1dwh  wh d1  VH d h

h

h

h

h

 PdC  ( Pe  wh )dE  Ph dC h  wh dH h  CdP  C h dPh  [(T  H h  E )   wh ]dwh  EdPe  (1   )dI 0

h

48

En forma matricial:

U CE 0 0 P U CC   dC  U VEH h  ( Pe  wh )  dE   EC U EE  VEE VEC h  0 VCh E VChC h VCh H h  Ph   dC h      VH h E VH hCh VH h H h  wh  dH h   0   P  ( Pe  wh )   d   Ph  wh 0      1  A

1 0  0  0 C 

0

0

1

1

0 0

0 0 E

0

1

1

0  [(T  E  H h )   wh ] C h

0 0   dP  dPe  0  VE   dwh   0  VCh  dP  h  0  VH h   dI  0  (1   ) 0   d   

Donde:

det( A)  [U CC (U EE  VEE )  U CE ]1 2

  2 ( Pe  wh ) U CC  P[U CE  ( Pe  wh )] 2  0

1   Ph2VH H  2Ph whVH C  wh2VC C  0 ; h

h

h h

h h

 2  VC C hVH H  VC H h

h

h

h

2 h

0

 3  VC EVH C  VH EVC C  0 h

h

h

h

h

h

A partir del análisis matricial44, obtenemos los efectos de cambios en el ingreso exógeno de los padres, en el costo de oportunidad del tiempo del hijo, y en su poder de negociación en el hogar, sobre las horas dedicadas a la educación y a las actividades no económicas. De acuerdo a la restricción (vii) , esto nos permitirá conocer los efectos de dichas variables sobre las horas de trabajo del hijo.

44

Ver Anexo 1 para el análisis matricial del modelo.

49

Si ambos padres son trabajadores asalariados (  0) un aumento de su ingreso llevará a un aumento tanto en las horas de educación como en las horas dedicadas a actividades no económicas del hijo:      2 dE  PU CE  ( Pe  wh )U CC  2  0 dI 0 det( A)      2 dH h  [ PU CE  ( Pe  wh )U CC ] 3  0 dI 0 det( A)

Si los padres tuvieran preferencias con respecto a la educación de los varones sobre la educación de las mujeres, entonces U CE  U CE . Si asumimos que V

M

U CC  U CC , entonces los efectos ingreso serían mayores para los hijos que V

M

para las hijas. Por lo tanto, un aumento en el ingreso exógeno de los padres reduciría las horas de trabajo del hijo en mayor medida que en el caso de las hijas. Finalmente, podemos decir que un aumento del ingreso exógeno de los padres reducirá las horas de trabajo del hijo:

dLh dE dH h   0 dI 0 dI 0 dI 0   



Si se eleva wh , el costo de oportunidad de la educación aumenta, lo cual reduce la cantidad demandada por efecto sustitución, mientras que el efecto ingreso depende de si los padres son asalariados o si tienen un negocio propio. En el caso que los padres sean asalariados (  0) tenemos un efecto ingreso ordinario, que reduce la demanda de horas de educación y un efecto ingreso dotación que las aumenta.

Si (T  E  H h )  0 el efecto ingreso neto será

50

positivo, y el efecto precio dependerá de las magnitudes relativas de los efectos sustitución e ingreso. En el caso en que los padres tengan un negocio propio

(  1) el efecto ingreso será negativo, por lo cual el efecto precio también lo será:      2 2 dE  1 P   2   3   dwh det( A)    ES  0

       2             PU  ( P  w )U   EC e h CC 2  (1   )(T  E  H h )    wh  ? det( A )    EI ?

Un incremento de wh lleva asimismo a una reducción de la demanda de horas dedicadas a actividades no económicas, por efecto sustitución, mientras que el efecto ingreso se comporta igual que en el caso de la demanda por horas de educación:





dH h 1 P  P 3  ( Pe  wh )U EC VChCh  [(U EE  VEE )VChCh  VEC h ]  dwh det( A)    2

ES  0

         (U U  U 2 ) CC EE CE 4  (1   )(T  H h  E )    wh  ? det( A)    EI ?

Donde:  4  VEH h VH hCh  VECh VH h H h  0 En ambos casos, si el joven trabaja pocas horas, T  E  H h es cercano a cero, por lo cual el efecto ingreso será reducido, y el efecto precio será negativo. Si el joven trabaja más horas, el efecto ingreso eventualmente podría

51

ser positivo y mayor que el efecto sustitución. Es así que el efecto de una elevación del costo de oportunidad del tiempo del hijo tiene un efecto indeterminado sobre sus horas de trabajo:

dLh dE dH h   ? dwh dwh dwh   ?

?

Finalmente, un incremento en el poder de negociación del hijo en el hogar aumentará tanto su demanda por horas de educación como su demanda por horas en actividades no económicas45:   dE  P [VE 2 ]  0 d det( A) 2

2

 

dH h  PV E  3  0 d det( A) 2

Y por lo tanto, reducirá sus horas de trabajo:

dLh dE dH h   0 d d  d    



2.2 Soluciones de Esquina Para poder analizar la asignación del tiempo de los jóvenes entre estudios, trabajo, y actividades no económicas, debemos analizar las soluciones de esquina tanto para ( E  0) , como para ( L h  0) .

45

Es importante recordar que la demanda por horas en actividades no económicas solamente depende de las preferencias del hijo, mientras que la demanda por horas de educación del hijo también depende de las preferencias de los padres.

52

La ecuación (viii) se cumple para la solución interior, mas no para las soluciones de esquina. Los jóvenes se encontrarán estudiando siempre que el precio pagado por la educación sea menor o igual al mayor precio que se pagaría antes de quedarse sin estudiar (precio de reserva de la educación). Definimos el precio de reserva de la educación como:

 U E   (VE  VH h ) Pe *  wh  VH h  

  E 0   

(ix )

Vemos que Pe * depende positivamente de las utilidades marginales de los padres y del hijo, con respecto a la educación de éste, y negativamente de la utilidad marginal de las horas que el hijo dedica a actividades no económicas, evaluadas en el punto donde éste no está estudiando. Asimismo, si los padres tienen una preferencia por la educación de los hijos sobre las hijas, el precio de reserva de la educación será mayor para los varones que para las mujeres. Resumiendo:

E  E( P, Ph , wh , Pe , I ;  )  0  Pe  Pe *

E  E( P, Ph , wh , Pe *, I ;  )  0  Pe  Pe *

Por otro lado, los jóvenes entrarán a trabajar si el ingreso por hora obtenido en el mercado es mayor que el valor de su tiempo (salario de reserva). Definimos el salario de reserva del hijo como:

 VH h  wh *  Pe   U E   (VE  VH h )

E  H h T

    

(x)

53

Como vemos, wh * depende positivamente de la utilidad marginal de las horas que el hijo dedica a actividades no económicas, y negativamente de las utilidades marginales de las horas de educación, evaluadas en el punto donde el hijo no está trabajando. En este caso, si los padres tienen una preferencia por la educación de los hijos mayor que por la educación de las hijas, el salario de reserva de éstas será menor que el de los varones. Entonces:

Lh  Lh ( P, Ph , wh , Pe , I ;  )  0  wh  wh * Lh  Lh ( P, Ph , wh , Pe , I ;  )  0  wh  wh *

Por lo tanto, tenemos las siguientes posibles soluciones: Si Pe  Pe * y wh  wh *  E  0 y Lh  0 , el joven solo estudia Si Pe  Pe * y wh  wh *  E  0 y Lh  0 , el joven estudia y trabaja Si Pe  Pe * y wh  wh *  E  0 y Lh  0 , el joven solo trabaja Si Pe  Pe * y wh  wh *  E  0 y Lh  0 , el joven no estudia ni trabaja

2.3 Hipótesis A partir del modelo presentado y de la literatura teórica y empírica revisada planteamos las siguientes hipótesis: - Un mayor poder de negociación del hijo en el hogar lleva a que aumente

la probabilidad de que siga estudiando, pero también aumenta la probabilidad de que dedique su tiempo a actividades no económicas, lo cual reduce su probabilidad de trabajar.

54

-

A mayor costo de oportunidad del tiempo del joven (tasa salarial estimada), menor será la probabilidad de que solamente estudie o que dedique horas a actividades no económicas, y mayor la probabilidad de que ingrese a la fuerza laboral, aún si está estudiando. La probabilidad de trabajar será mayor para las mujeres que para los hombres, debido a su menor salario de reserva.

-

A mayor ingreso de los padres, se elevan tanto el salario de reserva de los hijos como el precio de reserva de la educación, lo que aumentará la probabilidad de que el joven estudie y que dedique horas a actividades no económicas, reduciendo la probabilidad de que trabaje. Este efecto será mayor para los hijos varones que para las hijas mujeres, debido al mayor precio de reserva de la educación de éstos.

- Un mayor nivel educativo de los padres reduce la probabilidad de que los hijos dejen de estudiar, ya que padres más educados tienen una valoración positiva de la educación de sus hijos.

55

CAPITULO 3 EVALUACION EMPIRICA

Con el fin de encontrar los determinantes de la asignación del tiempo disponible del joven entre estudio, trabajo, la combinación de ambas actividades, y actividades no económicas, vamos realizar regresiones a partir de los datos de la Encuesta Nacional de de Hogares (ENAHO) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI)46. Vamos a trabajar solamente con el Perú Urbano, ya que consideramos que las condiciones que determinan la asignación del tiempo de los jóvenes entre las actividades mencionadas son cualitativamente distintas en la ciudad y en el campo. Asimismo, vamos a trabajar con los jóvenes adultos que aún viven en casa de sus padres y son solteros, para poder considerarlos mano de obra secundaria y aplicar consistentemente el modelo de elección entre estudios, trabajo y otras actividades del hogar. Finalmente hemos escogido dos años en los cuales el crecimiento del producto fue alto (2008), y bajo (2009), con el fin de ver si hay cambios atribuibles al ciclo económico.

3.1 Análisis Descriptivo En el Cuadro 2 podemos ver los datos de las cuatro actividades a las que los jóvenes mayores de edad (18 – 24 años) que aún viven con sus padres dedican su tiempo, para los años estudiados. Los cuatro “usos” posibles del

46

Para una descripción de la Encuesta y las variables empleadas ver el Anexo 2.

56

tiempo de los jóvenes son: Solamente Estudia; Estudia y Trabaja; Solamente Trabaja; y No Estudia Ni Trabaja.

Es necesario mencionar que nuestra

definición de “trabajo” es diferente a la del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo

(MTPE) en

relación

a

los Trabajadores

Familiares

No

Remunerados (TFNR); mientras el MTPE considera ocupados solamente a aquellos TFNR que trabajan al menos 15 horas a la semana, nosotros hemos considerado ocupados también a los que trabajan menos de 15 horas a la semana, siguiendo la Resolución de la 13va Conferencia Internacional de Estadígrafos del Trabajo de 1982, en la cual se señala que el requisito de un tercio de la jornada de trabajo como tiempo mínimo para considerar ocupado a un Trabajador Familiar No Remunerado debe dejarse de lado47. Cuadro 2: Perú Urbano. Actividades de los Jóvenes (18 – 24 años) 2008

Actividad

Sólo Estudia Estudia y Trabaja * Sólo Trabaja * No Estudia Ni Trabaja Total Población a/ Muestra

2009

Hombre

Mujer

Total

Hombre

Mujer

Total

18.3 19.2 49.9 12.6 100.0 794,238 2,233

21.8 22.9 38.8 16.5 100.0 662,991 1,864

19.9 20.9 44.7 14.5 100.0 1,457,229 4,097

16.9 23.2 47.2 12.7 100.0 789,866 2,256

23.1 24.5 36.8 15.6 100.0 629,862 1,799

19.7 23.8 42.6 13.9 100.0 1,419,728 4,055

Fuente: ENAHO - INEI Elaboración propia a/ Valores Expandidos * Incluye a TFNR aquellos que trabajan menos de 15 horas a la semana

Vemos así que la mayoría de jóvenes adultos solteros que aún viven con sus padres se encuentran trabajando, y que en segundo lugar combinan los estudios y el trabajo. Como podemos ver en el cuadro este patrón se mantiene

47

Ver Decimotercera Conferencia Internacional de Estadígrafos del Trabajo (1982); ver también M. Higa (2008).

57

aún si separamos la muestra de acuerdo al sexo. La única diferencia es que el porcentaje de mujeres que solamente estudian, o que no estudian ni trabajan, es superior a los porcentajes respectivos de los varones.

Una pregunta que surge en este punto es si los datos del Cuadro 2 simplemente reflejan la evolución “normal” de los jóvenes hacia la adultez, donde pasan de estudiar, a combinar los estudios con el trabajo, y finalmente a solamente trabajar. Este proceso es ciertamente parte de lo que sucede, pero en los Gráficos 1 y 2 podemos ver que si bien el porcentaje de los jóvenes que solamente estudia va disminuyendo al aumentar la edad, aumentando el porcentaje que solamente trabaja, los porcentajes de jóvenes que estudian y trabajan y que no estudian ni trabajan no tienen un patrón claro de acuerdo a la edad del joven, lo cual nos hace presumir que hay otras causas que explican esta evolución. Es importante notar, sin embargo, que salvo para los jóvenes de 24 años, el porcentaje de los que solamente trabajan es menor en el año 2009 que en el 2008. Esto que parecería ser una contradicción debido a la crisis del año 2009, no lo es ya que en nuestro país la fuerza laboral es procíclica, es decir, en los años de recesión los trabajadores despedidos se retiran de la fuerza laboral48.

48

Ver C. Garavito (2003).

58

Gráfico 1: Actividades de los Jóvenes según Edad – 2008 18

19

20

21

22

23

24

70.0 60.0 50.0 40.0 30.0 20.0 10.0 0.0 Sólo Estudia

Estudia y Trabaja

Sólo Trabaja

No Estudia Ni Trabaja

Fuente: ENAHO - INEI Elaboración propia

Gráfico 2: Actividades de los Jóvenes según Edad – 2009 18

19

20

21

22

23

24

70.0 60.0 50.0 40.0 30.0 20.0 10.0 0.0 Sólo Estudia

Fuente: ENAHO - INEI Elaboración propia

Estudia y Trabaja

Sólo Trabaja

No Estudia Ni Trabaja

59

Es importante señalar que el rubro “No Estudia ni Trabaja” engloba un conjunto de razones heterogéneas por las cuales el joven no estudia ni se encuentra trabajando, entre las que destacan: no hay trabajo, los quehaceres del hogar, y otras razones no especificadas. Como podemos ver en el Cuadro 3 la razón “Otro”, no especificada en la encuesta, se reduce considerablemente en el año 200949.

Considerando que estos jóvenes aún dependen de sus

padres, algunas de estas actividades pueden ser tomadas como voluntarias. Asimismo, no es posible saber si cuando los jóvenes dicen que no hay trabajo se refieren a que no existe trabajo en su carrera o trabajo en general. Por otro lado, sabemos que los quehaceres del hogar afectan sobre todo a las mujeres. Dado que no es posible separar el “tiempo libre” de los jóvenes en forma inequívoca, vamos a trabajar con todas estas razones como un indicador agregado de “actividades no económicas”. Cuadro 3: Razones para no Estudiar ni Trabajar

No hay trabajo Se cansó de buscar Por su Edad Falta de Experiencia Los quehaceres del hogar no le permiten Razones de salud Falta de capital Otro Total Población a/

2008 35.3 2.5 2.5 5.7 15.6 6.7 1.6 30.1 100 211,298

2009 39.3 5.1 2.6 10.3 19.7 3.4 0.8 18.8 100 197,342

Fuente: ENAHO - INEI Elaboración propia a/ Valores Expandidos

49

Hemos añadido a “Otro” aquellos que, a pesar de no estar matriculados ni asistiendo a clases declararon no trabajar “porque sus estudios no se lo permiten”. Son 1 caso en el 2008 y 7 casos en el 2009. Aún sin estos datos, la caída es apreciable.

60

En los Cuadros 4a y 4b podemos ver los ingresos y características del joven, y de los padres, así como los años de estudios de éstos últimos, de acuerdo a los distintos usos del tiempo del joven. Podemos ver en primer lugar que el mayor porcentaje de mujeres se encuentra entre quienes no estudian ni trabajan para el año 2008 (52.41%), y entre quienes solamente estudian para el año 2009 (51.30%); en este último año el porcentaje de quienes no estudian ni trabajan es el siguiente en importancia (49.10%). Esto denota un cambio, si bien no podemos decir que es indicador de una tendencia. En cuanto a los ingresos por hora de los jóvenes, estos son mayores para quienes solamente trabajan en el 2008, y para quienes trabajan y estudian en el 2009. Como era de esperar son los jóvenes de mayor edad quienes solamente trabajan. No hay un patrón claro con respecto a la edad de los padres; si lo hay con respecto a sus años de estudios y a sus ingresos laborales y no laborales. Mientras los padres de los jóvenes que solamente estudian tienen más años de estudio en la muestra, los padres de los jóvenes que solamente trabajan tienen menos años de estudios en promedio. El mismo patrón se repite con respecto a los ingresos laborales y no laborales de los padres.

61

Cuadro 4a: Población de 18 – 24 años por Variables Principales 2008

Características del Joven % de Mujeres Edad del Hijo Ingreso por Hora del Hijo Características de los Padres Edad de la Madre Edad del Padre Años de Estudios de la Madre Años de Estudios del Padre Ingreso Laboral de los Padres Ingreso No Laboral de los Padres

Solo Estudia

Estudia y Trabaja

Solo Trabaja

No Est. Ni Trab.

48.90 20.24 (1.8) 0.00

49.88 20.52 (1.9) 3.65 (7.9)

39.51 20.96 (1.9) 4.15 (19.9)

52.41 20.24 (1.9) 0.00

47.61 (6.7) 51.20 (7.8) 10.17 (4.5) 11.43 (3.8) 27842.88 (80621.9) 13241.40 (102426.8)

47.68 (6.7) 51.49 (7.6) 8.59 (4.4) 10.24 (3.8) 22001.31 (6239512) 9017.00 (112843.9)

47.49 (6.8) 51.38 (7.9) 7.17 (4.2) 8.79 (3.7) 15824.26 (54804.7) 8226.40 (108144.3)

47.01 (7.9) 51.30 (7.8) 8.32 (4.7) 9.81 (3.9) 22305.80 (85413.8) 10303.62 (82711.8)

Fuente: ENAHO - INEI Elaboración propia Las cifras entre paréntesis son las desviaciones estándar

62

Cuadro 4b: Población de 18 – 24 años por Variables Principales 2009

Características del Joven % de Mujeres Edad del Hijo Ingreso por Hora del Hijo Características de los Padres Edad de la Madre Edad del Padre Años de Estudios de la Madre Años de Estudios del Padre Ingreso Laboral de los Padres Ingreso No Laboral de los Padres

Solo Estudia

Estudia y Trabaja

Solo Trabaja

No Est. Ni Trab.

51.30 20.20 (1.8) 0.00

46.30 20.54 (1.9) 4.44 (9.8)

37.36 21.06 (1.9) 3.74 (6.3)

49.10 20.28 (1.9) 0.00

47.28 (6.6) 51.21 (7.8) 10.16 (4.6) 11.36 (3.8) 25050.39 (36779.6) 6232.10 (15462.6)

47.22 (6.5) 50.81 (7.7) 8.82 (4.4) 10.39 (3.9) 21863.51 (27598.2) 3337.27 (7611.1)

47.84 (6.9) 51.73 (8.1) 7.09 (4.1) 8.87 (3.8) 14068.59 (13833.7) 1832.24 (4276.8)

47.91 (7.2) 51.04 (8.1) 8.28 (4.4) 9.91 (3.8) 18301.83 (2441.3) 3333.06 (9058.0)

Fuente: ENAHO - INEI Elaboración propia Las cifras entre paréntesis son las desviaciones estándar

63

En la siguiente sub-sección llevamos a cabo el análisis econométrico de los determinantes de la asignación del tiempo de los jóvenes al estudio, al trabajo, a la combinación de ambas actividades, y a actividades no económicas.

3.2 Análisis Econométrico En esta sección vamos a realizar regresiones para estudiar las asociaciones entre las variables con el fin de ver si tales asociaciones son consistentes con las predicciones del modelo teórico. Dado que nuestro objetivo es analizar la probabilidad de que los jóvenes hayan asignado su tiempo a cuatro actividades, el modelo Logit Multinomial es el adecuado50. Nuestra variable dependiente será la probabilidad de que el joven se encuentre estudiando, estudiando y trabajando, solamente trabajando, o no estudiando ni trabajando, de acuerdo a las variables que determinan el precio de reserva de la educación y el salario de reserva del trabajo, tal como vimos en el capítulo anterior. Si y j es la variable endógena, entonces:

y j  0 Solo Trabaja ( Pe  Pe *, w  w*) (base) yj 1

Solo Estudia ( Pe  Pe *, w  w*)

yj  2

Estudia y Trabaja ( Pe  Pe *, w  w*)

y j  3 No Estudia ni Trabaja ( Pe  Pe *, w  w*) De acuerdo al modelo, la probabilidad de que y j  v es la siguiente:

Pr( y j  v) 

exp( xi  v ) j 3

1   exp( xi  j ) j 1

50

A. Cameron y P. Trivedi (2005).

v  0,1,2,3

(xi )

64

Donde x i son las variables que explican la elección. Si hacemos  0  0 :

Pr( y j  0) 

exp( xi  0 )



j 3

 exp( x  j 0

i

j

)

1 j 3

1   exp( xi  j )

(xii )

j 1

Por lo tanto, si dividimos (xi ) entre (xii ) obtenemos las probabilidades de solamente estudiar, estudiar y trabajar, y no estudiar ni trabajar, con respecto a solamente trabajar:

     exp( xi  v )  j 3    1   exp( xi  j )   Pr( y j  v)  j 1   exp( x  )  i j Pr( y j  0)     1   j 3    1   exp( xi  j )    j 1  

Las variables explicativas ( xi ) serán las siguientes: -

Poder de Negociación del Hijo (PNH ) : Variable multidimensional no observable que estimaremos por medio del método de componentes principales51. Esperamos que a mayor poder de negociación del hijo, mayor sea la probabilidad de que esté estudiando, o dedicándose a actividades no económicas, en relación a solamente trabajar.

-

Ingresos esperados del hijo (IEH ) , variable numérica medida en nuevos soles por hora, y que representa el costo de oportunidad de las horas que el hijo dedica a estudiar o a actividades no económicas. En el caso

51

De acuerdo a la literatura revisada en el capítulo 1, las variables que explican el poder de negociación del hijo son el género, los años de educación, y la brecha generacional con respecto a sus padres.

65

de que los padres tengan un negocio familiar también representa el costo implícito de emplear al hijo en el negocio. Dado que no todos los jóvenes trabajan, y que parte de los que trabajan no reciben una remuneración52, vamos a estimar esta variable por medio de una ecuación de ingresos de Mincer53. Entonces, a mayor ingreso esperado del hijo menor será la probabilidad de que solamente estudie, o de que no estudie ni trabaje, en relación a solamente trabajar. -

Logaritmo del Ingreso laboral total de los padres (LnILTP) : Variable numérica, medida en nuevos soles mensuales. Se espera que a mayor ingreso laboral de los padres, mayor sea la probabilidad de que el joven estudie, o que no estudie ni trabaje, en relación a solamente trabajar.

-

Logaritmo del Ingreso no laboral total de los padres (LnINLTP) : Variable numérica, medida en nuevos soles mensuales. Se espera que a mayor ingreso no laboral de los padres, mayor sea la probabilidad de que el joven estudie, o que no estudie ni trabaje, en relación a solamente trabajar.

-

Años de Estudios de la madre (AEM ) , variable numérica que empleamos como proxi de las preferencias de la madre. Un resultado empírico establecido en otros trabajos es que a mayor educación de la madre, mayor es la probabilidad que el hijo estudie, aún si la madre no trabaja.

-

Años de Estudios del Padre (AEP ) , variable numérica que empleamos como proxi de las preferencias del padre. Esperamos que un padre con

52 53

Los Trabajadores Familiares No Remunerados. J. Mincer (1970).

66

un mayor nivel de educación prefiera que el hijo estudie, y que si trabaja, que no deje los estudios.

Dado que necesitamos estimar el poder de negociación del hijo en el hogar, y el costo de oportunidad de su tiempo como pasos previos a la estimación del Logit Multinomial, lo hacemos en las siguientes dos sub-secciones.

3.2.1 Estimación del Poder de Negociación del Hijo El poder de negociación del hijo en el hogar es una variable multidimensional, no observable, por lo cual requiere ser aproximada por un indicador.

De acuerdo a la literatura revisada54, el poder de negociación

dependería de variables como el género, el nivel de educación, y la brecha generacional, entre otras.

Hemos construido un índice de poder de

negociación por medio del método de componentes principales, el cual nos permite explicar una variable por medio de una combinación lineal de sus componentes55. Las variables que vamos a emplear son las siguientes: -

Género: Debido a la persistencia de los roles tradicionales de ambos sexos, esperamos que los jóvenes varones tengan un mayor poder de negociación en el hogar que las mujeres.

-

Edad del Hijo: A mayor edad del hijo, mayor es su grado de responsabilidad, y menor la brecha generacional con sus padres, todo lo demás constante. Por lo tanto, mayor será su poder de negociación.

54

L. Song (2008), M. Browning y P. Chiappori (1998), N. Gupta y L. Straton (2008), D. Vera Tudela (2009). 55 Ver F. Fabozzi y asociados (2006); y P. Kline (1994).

67

-

Años de Estudios del Hijo: A mayor nivel de instrucción del hijo, mayor será su poder de negociación en el hogar, ya que tiene la capacidad potencial de generar más ingresos.

-

Edad de la Madre y Edad del Padre: Ambas variables están relacionadas tanto a las actitudes frente a la organización del hogar de los padres, como a la brecha generacional con el hijo. Mientras mayores sean los padres en comparación con el hijo, es posible que el éste tenga primero un menor poder de negociación y luego un poder mayor al hacerse éstos ancianos.

En el Cuadro 5 presentamos los puntajes (loadings) de los factores 1 y 2 para los dos años analizados. Como podemos ver el factor 1 está más relacionado con las características de los padres, mientras que el factor 2 está más relacionado con las características del joven. Cuadro 5: Puntaje Factorial 2008 – 2009 2008 Variables Sexo del Hijo Edad del Hijo Edad del Padre Edad de la Madre Años de Estudios del Hijo

Factor1 0.1631 0.4173 0.8936 0.8961 0.0633

Elaborado a partir de la ENAHO - INEI

Factor2 -0.5037 0.5627 0.0405 0.0779 0.8332

2009 Factor1 0.1812 0.4854 0.8930 0.9033 0.0287

Factor2 -0.4999 0.538 0.0109 0.0473 0.8562

68

Dado que el factor 1 explica la mayor parte de la varianza 56, es el que empleamos para construir el índice de poder de negociación del hijo en el hogar, para todos los jóvenes de la muestra57.

En el Cuadro 6 podemos ver los promedios del índice de poder de negociación del joven en el hogar de acuerdo a los distintos usos de su tiempo. Vemos que en el año 2008 el poder de negociación del joven que estudia y trabaja es mayor que el del joven que solamente trabaja, lo cual sería consistente con lo esperado; asimismo, en el año 2009 el poder de negociación del joven que solamente estudia es mayor que el del joven que estudia y trabaja. Sin embargo, el mayor poder de negociación en este año se da para quien solamente trabaja, lo cual podría estar relacionado a otros factores como el ciclo económico. En la siguiente sub-sección estimamos el ingreso laboral por hora esperado del hijo. Cuadro 6: Poder de Negociación según Actividad del Joven

Solo Estudia Estudia y Trabaja Solo Trabaja No Estudia Ni Trabaja Total

2008 0.4047 (0.005) 0.4098 (0.006) 0.4077 (0.004) 0.3912 (0.007) 0.4053 (0.003)

2009 0.3861 (0.005) 0.3808 (0.004) 0.3976 (0.004) 0.3841 (0.007) 0.3908 (0.002)

Fuente: ENAHO - INEI Elaboración propia

56 57

Ver Anexo 3. Debido a que el índice debe estar entre 0 y 1, hemos normalizado los resultados.

69

3.2.2 Estimación del Ingreso Laboral Esperado del Hijo En esta sub-sección presentamos los estimados del ingreso laboral por hora del hijo, sobre la base de una ecuación de ingresos de Mincer, y corrigiendo el sesgo de selección por el método de Heckman (1974, 1979). Para ello planteamos una ecuación de ingresos y una ecuación de participación en la fuerza laboral. La ecuación de ingresos es muy simple para no perder información, dado el rango de edad con el cual trabajamos58:

ln( w)   0  1 AEH   2 EXPLAB   3 SEXO   4 M  

Donde w es el ingreso laboral por hora del hijo, medido en nuevos soles. Las variables explicativas serán las siguientes: -

Años de Educación del Hijo (AEH ) : variable numérica que mide el efecto de más años de educación sobre el ingreso laboral. Esperamos que el signo de esta variable sea positivo.

-

Experiencia Laboral (EXPLAB ) : variable numérica que mide los años de trabajo en la última ocupación. También se espera un efecto positivo de esta variable sobre los ingresos laborales.

-

Sexo: Variable dicotómica que toma el valor 1 si el joven es varón y 0 si es mujer.

Esta variable intenta capturar diferencias en los ingresos

laborales asociados a los efectos de los roles de género en la sociedad. Esperamos que los varones tengan un ingreso laboral por hora esperado mayor que las mujeres.

58

El ingreso por hora estimado se va a imputar a todos los jóvenes, independientemente de su condición laboral y de ingresos.

70

-

Lambda de Mills (M ) : La inversa del Ratio de Mills que mide la probabilidad estimada de trabajar.

La ecuación de participación en la fuerza laboral es la siguiente:

PL   0   1 Sexo   2 Edad   3 Estudia   4 Ln( INL _ Padres )   Donde PL es una variable dicotómica, cuyos valores son 1 si el joven participa en la fuerza laboral, y 0 si no participa. Las variables explicativas serán las siguientes: -

Sexo: Se espera que los varones tengan una mayor probabilidad de participar en la fuerza laboral que las mujeres.

-

Edad: Variable numérica medida en años. Se espera un efecto positivo sobre la probabilidad de participación del joven en la fuerza laboral.

-

Estudia: variable dicotómica que toma el valor 1 si el joven se encuentra estudiando, y 0 en el caso contrario. Se espera que si un joven está estudiando su probabilidad de participar en la fuerza laboral sea menor.

-

Logaritmo del Ingreso No Laboral de los Padres [ Ln( INL _ Padres )] : variable numérica medida en nuevos soles mensuales, consistente en el logaritmo natural de la suma de los ingresos no laborales de la madre y del padre. Se espera que a mayor ingreso no laboral de sus padres, el joven tenga una menor probabilidad de formar parte de la fuerza laboral.

Como podemos ver en los Cuadros 7 y 8, los signos de las variables son los esperados y los coeficientes son significativos al 1%; en cuanto a la inversa del ratio de Mills, el coeficiente es positivo y significativo al 5% para ambos años.

71

Cuadro 7: Estimación de la Ecuación de Ingresos – 2008 Modelo de Selección de Heckman en dos etapas (modelo de regressión con sesgo de selección)

Ln(Ingreso por Hora) Sexo Años de Estudios Experiencia Potencial Constante Select Sexo Edad Estudia ln(Ingreso No Laboral Fam.) Constante Lambda de Mills rho sigma

Número de obs = 4097 Obs Truncadas = 1986 Obs No Truncadas = 2111 Test de Wald chi2(3) = 122.37 Prob > chi2 = 0.0000 P>|z| [95% Conf. Interval]

Coef.

Std. Err.

z

0.2274384 0.1325826 0.0704396 -1.0267830

0.0466272 0.0130126 0.0136042 0.2397233

4.88 10.19 5.18 -4.28

0.0000 0.0000 0.0000 0.0000

0.1360508 0.1070784 0.0437759 -1.4966320

0.3188260 0.1580869 0.0971034 -0.5569341

0.2606393 0.1004138 -0.680862 -2.15E-02 -1.795172 0.2276761 0.236930 0.96095283

0.0407525 0.0105585 0.0413960 5.05E-03 0.2204101 0.1059416

6.40 9.51 -16.45 -4.25 -8.14 2.15

0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0320

0.1807658 0.0797196 -0.7619967 -0.0313702 -2.227168 0.0200345

0.3405128 0.1211080 -0.5997273 -1.16E-02 -1.363177 0.4353177

72

Cuadro 8: Estimación de la Ecuación de Ingresos – 2009 Modelo de Selección de Heckman en dos etapas (modelo de regressión con sesgo de selección)

Ln(Ingreso por Hora) Sexo Años de Estudios Experiencia Potencial Constante Select Sexo Edad Estudia ln(Ingreso No Laboral Fam.) Constante Lambda de Mills rho sigma

Número de obs = 4054 Obs Truncadas = 1924 Obs No Truncadas = 2130 Test de Wald chi2(3) = 113.54 Prob > chi2 = 0.0000 P>|z| [95% Conf. Interval]

Coef.

Std. Err.

z

0.2686396 0.1516432 0.0916982 -1.3763880

0.0518925 0.0150485 0.0156454 0.2890774

5.18 10.08 5.86 -4.76

0.0000 0.0000 0.0000 0.0000

0.1669321 0.1221486 0.0610337 -1.9429690

0.3703470 0.1811378 0.1223627 -0.8098066

0.2599660 0.1048490 -0.5684401 -2.47E-02 -1.888072 0.3410192 0.32330 1.0548182

0.0409121 0.0105056 0.0413546 5.14E-03 0.2206998 0.1288151

6.35 9.98 -13.75 -4.80 -8.55 2.65

0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0080

0.1797797 0.0842584 -0.6494937 -0.0347377 -2.320636 0.0885463

0.3401522 0.1254396 -0.4873865 -1.46E-02 -1.455508 0.5934921

73

En todos los casos, el Test de Wald es significativo al 1%, lo cual indica que las variables independientes explican la participación y los ingresos en forma conjunta. A partir de los coeficientes obtenidos en cada regresión de ingresos estimamos el costo de oportunidad del tiempo de los hijos.

3.2.3 Determinantes de la Asignación del Tiempo de los Jóvenes En esta sub-sección presentamos las estimaciones del modelo Logit Multinomial propuesto en la sección 3.2 para los años 2008 y 2009, tanto para el agregado de la población, como para cada sexo. La base del Logit es la actividad “Solo Trabaja”. En los Cuadros 9 – 12 podemos ver que las cuatro regresiones son globalmente significativas al 1%, y que en general los coeficientes son significativos y tienen el signo esperado59.

En cuanto a los resultados agregados, en los Cuadros 9 y 10 vemos que no hay diferencias en los signos de los coeficientes en ambos años. En cuanto los efectos de las variables explicativas sobre las actividades de los jóvenes, encontramos en primer lugar que a mayor poder de negociación del hijo en el hogar, mayor es la probabilidad de que solamente estudie, o de que estudie y trabaje, en relación a solamente trabajar, siendo los coeficientes significativos al 1%. En cuanto a la probabilidad de no estudiar ni trabajar, los coeficientes para ambos años son estadísticamente iguales a cero. Asimismo, a mayor ingreso por hora esperado del hijo, menor es la probabilidad de que solamente estudie, estudie y trabaje, o no estudie ni trabaje, tal como esperábamos y con

59

Ver el Anexo 4 para los efectos marginales.

74

coeficientes significativos al 1% en todos los casos.

En cuanto al ingreso

laboral total de los padres, encontramos que un mayor ingreso tiene un efecto positivo pero estadísticamente igual a cero sobre la probabilidad de solamente estudiar, en relación a solamente trabajar. En el caso de estudiar y trabajar, el coeficiente es positivo y significativo al 5% solamente para el año 2008. Finalmente encontramos que un mayor ingreso laboral de los padres reduce la probabilidad de no estudiar ni trabajar, en relación a solamente trabajar, siendo el coeficiente significativo al 5% solamente para el año 2009. En cuanto al ingreso no laboral de los padres, encontramos un efecto positivo y significativo al 5% solamente sobre la probabilidad de no estudiar ni trabajar, en relación a trabajar, para el año 2008. Tanto los años de estudios de la madre como del padre aumentan la probabilidad de solamente estudiar, de estudiar y trabajar, o de no estudiar ni trabajar, en relación a solamente trabajar, con coeficientes significativos por lo menos al 5%.

75

Cuadro 9: Logit Multinomial – 2008 Base=Solo Trabaja Poder de Negociación Ingreso por Hora Estimado Ln(Ingreso Lab. de los Padres) Ln(Ingreso No Lab. de los Padres) Años de Estudios de la Madre Años de Estudios del Padre Constante Test de Wald ch2(18) Tamaño de la Población Number of obs * signficancia al 0.10% **significancia al 0.05 ***significancia al 0.01

Solo Estudia 2.257535*** 4.51 -1.372578*** -12.78 0.0305354 0.84 2.70E-02 1.49 0.1205362*** 5.48 0.1390992*** 5.74 -3.172099*** -4.19

Estudia y

No Estudia Ni

Trabaja 1.84994*** 3.96 -0.9682013*** -10.04 0.1073106** 2.79 2.27E-02 1.33 0.056387** 2.96 0.068919** 3.17 -2.758784*** -3.82 390.83*** 1,060,598 3021

Trabaja -1.56E-01 -0.28 -0.7364628*** -6.79 -1.81E-02 -0.49 0.0471772* 2.40 0.0830328*** 3.71 3.08E-02 1.20 -0.0484623 -0.06

76

Cuadro 10: Logit Multinomial – 2009 Población Urbana de 18 a 24 años: Logit Multinomial Solo Estudia Estudia y Base=Solo Trabaja Trabaja Poder de Negociación 2.782494*** 1.823144*** 4.36 3.19 Ingreso por Hora Esperado -1.23259*** -0.7369634*** -13.24 -9.74 Ln(Ingreso Lab. de los Padres) 0.0214375 7.13E-02 0.59 1.50 Ln(Ingreso No Lab. de los Padres) 2.66E-02 1.67E-03 1.05 0.10 Años de Estudios de la Madre 0.1218113*** 0.0761873*** 5.77 3.94 Años de Estudios del Padre 0.1324135*** 0.0796851*** 5.49 3.54 Constante -3.24028*** -2.565599*** -4.11 -3.26 Test de Wald ch2(18) 338.70*** Tamaño de la Población 1,051,847 Number of obs 3037 *significancia al 0.1 **significancia al 0.05 ***significancia al 0.01

No Estudia Ni Trabaja 0.4737505 0.68 -0.7337272*** -6.95 -0.0701848** -2.13 6.06E-03 0.29 0.0644435** 2.78 0.0692212** 2.96 -0.2590634 -0.31

77

En cuanto a las estimaciones por sexo, podemos ver en los Cuadros 11 y 12 que el efecto del poder de negociación sobre la probabilidad de solamente estudiar, en relación a solamente trabajar, es también positivo y significativo; lo mismo sucede con la probabilidad de estudiar y trabajar, salvo para las mujeres en el año 2009. En cuanto a la probabilidad de no trabajar ni estudiar, tal como en el agregado, ningún coeficiente es estadísticamente distinto de cero. El efecto del ingreso laboral por hora esperado se mantiene y es negativo y significativo en todos los casos. Asimismo, podemos ver que el efecto marginal de un nuevo sol más de ingresos por hora sobre la probabilidad de que las mujeres continúen solamente estudiando es mayor que el efecto sobre los varones, como esperábamos60.

En cuanto al ingreso laboral total de los padres, encontramos que un mayor ingreso tiene un efecto positivo y significativo al 5% sobre la probabilidad de solamente estudiar en relación a solamente trabajar para los varones en el año 2009. El efecto sobre la probabilidad de estudiar y trabajar, en relación a solo trabajar, se mantiene igual que en las estimaciones agregadas. Finalmente un mayor ingreso laboral de los padres reduce la probabilidad de no estudiar ni trabajar, en relación a solamente trabajar solamente para las mujeres en el año 2009 con una significancia de 10%. En cuanto al ingreso no laboral de los padres, encontramos un efecto positivo y significativo al 5% sobre la probabilidad de solo estudiar en relación a solo trabajar para las mujeres en el año 2009. El efecto sobre la probabilidad de estudiar y trabajar

60

Los efectos marginales se presentan en el Anexo 4.

78

es también positivo y significativo al 10% para las mujeres en el mismo año. No es posible determinar si el efecto de los ingresos de los padres sobre los usos del tiempo tiene diferencias por sexo debido a la falta de significancia de algunos coeficientes. En cuanto a los efectos de los años de educación de los padres sobre la probabilidad de solo estudiar en relación a solo trabajar, son los mismos que para el agregado. Sin embargo, los años de estudios del padre tienen un efecto estadísticamente igual a cero sobre la probabilidad de que las mujeres estudien y trabajen y sobre la probabilidad de que no estudien ni trabajen, en relación a solamente trabajar.

79

Cuadro 11: Logit Multinomial por Sexo – 2008

Base=Solo Trabaja Poder de Negociación Ingreso por Hora Estimado Ln(Ingreso Lab. de los Padres) Ln(Ingreso No Lab. de los Padres) Años de Estudios de la Madre Años de Estudios del Padre Constante Test de Wald chi2(18) Tamaño de la Población Number of obs * signficancia al 0.10% **significancia al 0.05 ***significancia al 0.01

Solo Estudia 2.497594*** 3.56 -1.384184*** -9.27 0.0149046 0.28 3.77E-02 1.54 0.1277496*** 4.06 0.1754152*** 5.11 -3.559477*** -3.34

Hombres Estudia y Trabaja 1.935927** 3.07 -0.8839845*** -7.00 0.1277314** 2.10 0.0525249* 2.20 3.55E-02 1.34 0.0908043** 3.02 -3.35671*** -3.28 234.84*** 568,992 1642

No Estudia Ni Trabaja 8.38E-01 1.06 -0.9876701*** -5.70 3.45E-02 0.54 0.046465* 1.88 0.0857978*** 2.56 0.0784037** 2.05 -1.578383 -1.37

Solo Estudia 2.617213*** 3.60 -1.92832*** -9.60 0.0452142 0.89 1.47E-02 0.55 0.1167562*** 3.80 0.11587*** 3.34 -2.513562* -1.98

Mujeres Estudia y Trabaja 2.097765** 3.10 -1.427394*** -7.95 0.0884363* 1.76 -6.94E-03 -0.28 0.083176** 3.00 4.85E-02 1.51 -2.038215* -1.98 182.06*** 491,607 1379

No Estudia Ni Trabaja -9.73E-01 -1.22 -0.4983233** -2.28 -5.53E-02 -1.17 4.01E-02 1.37 0.0837864** 2.77 -2.06E-02 -0.58 1.310084 1.16

80

Cuadro 12: Logit Multinomial por Sexo 2009

Base=Solo Trabaja Poder de Negociación Ingreso por Hora Estimado Ln(Ingreso Lab. de los Padres) Ln(Ingreso No Lab. de los Padres) Años de Estudios de la Madre Años de Estudios del Padre Constante F (H: 18 1051) (M: 18 900) Tamaño de la Población Number of obs * signficancia al 0.10% **significancia al 0.05 ***significancia al 0.01

Solo Estudia 4.602339*** 5.21 -1.264102*** -9.83 0.1450054** 2.25 -2.81E-02 -1.03 0.1174552*** 3.81 0.18225243*** 5.82 -6.267659*** -5.39

Hombres Estudia y Trabaja 4.0077282*** 5.29 -0.7488669*** -7.77 5.49E-02 1.00 -3.60E-02 -1.52 0.0585471** 2.26 0.1164412*** 3.91 -4.509733*** -4.54 193.34*** 575,624 1662

No Estudia Ni Trabaja 1.32E+00 1.41 -0.6738451*** -4.61 -4.67E-02 -1.12 2.59E-04 0.01 0.0170366 0.58 0.1294316*** 4.18 -1.599533 -1.50

Solo Estudia 1.832052* 1.85 -1.715318*** -9.53 -0.0512606 -1.01 0.064991** 2.22 0.1420416*** 4.72 0.0803485* 2.09 -5.84E-01 -0.49

Mujeres Estudia y Trabaja 2.86E-01 0.32 -1.25901*** -7.87 1.40E-01 1.46 0.0430929* 1.67 0.1190194*** 4.13 4.26E-02 1.25 -9.01E-01 -0.70 215.89*** 476,223 1375

No Estudia Ni Trabaja 6.05E-03 0.01 -1.143377*** -6.21 -9.64E-02 -1.90 2.18E-02 0.69 0.1309973*** 3.66 1.91E-03 0.05 1.310673 1.00

81

Como podemos ver la mayor parte de los coeficientes son significativos y tienen los signos esperados. El poder de negociación del hijo está relacionado positivamente con una mayor probabilidad de seguir estudiando, mientras a mayor costo de oportunidad del tiempo del hijo, es menor la probabilidad de estudiar o de llevar a cabo actividades no económicas, siendo este efecto mayor para las mujeres que para los varones. Los ingresos laborales y no laborales de los padres presentan algunos problemas debido a información faltante, pero en general encontramos que un mayor ingreso de los padres aumenta la probabilidad de estudiar, y de seguir haciéndolo aún si se está trabajando. Finalmente los años de estudio de los padres tienen los signos esperados, si bien al desagregar por sexo los años de estudio del padre no parecen influir sobre los usos del tiempo de las hijas.

82

CAPITULO 4 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES DE POLITICA

Las estimaciones llevadas a cabo nos permiten contestar las preguntas hechas en la introducción, y establecer que nuestras hipótesis son en su mayor parte consistentes con la realidad. A la pregunta sobre qué determina que los jóvenes se mantengan en el sistema educativo, podemos contestar que un mayor poder de negociación en el hogar, un menor costo de oportunidad de su dotación de tiempo, y padres con más años de educación aumentarán la probabilidad de que el joven siga estudiando, en relación a solamente trabajar. Mayores ingresos laborales y no laborales de los padres no parecen tener efectos sobre la probabilidad de seguir estudiando.

Asimismo, el efecto

negativo de un mayor costo de oportunidad del tiempo de los jóvenes sobre la probabilidad de solo estudiar es mayor para las mujeres que para los varones.

En cambio, si contestamos a la pregunta sobre qué determina que los jóvenes combinen estudios y trabajo, se dan algunas diferencias en relación a la respuesta anterior. Si bien un mayor poder de negociación del joven y un menor costo de oportunidad de su tiempo aumentan la probabilidad de que estudien y trabajen, en relación a solamente trabajar, en este caso los ingresos de los padres también tienen un efecto positivo y significativo, sobre todo en el año 2008 y para el caso de los varones. En general más años de estudios de

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la madre aumentan la probabilidad de que los jóvenes se mantengan en el sistema educativo aun cuando trabajan, pero más años de estudio del padre solamente tienen este efecto sobre los hijos varones.

Los jóvenes que no estudian ni trabajan tienen un mayor poder de negociación en el hogar y un menor ingreso por hora esperado. Los efectos de los ingresos laborales y no laborales de los padres sobre la probabilidad de no estudiar ni trabajar, en relación a solamente trabajar, difieren.

Mientras el

ingreso no laboral de los padres tiene un efecto positivo y significativo sobre la probabilidad de no estudiar ni trabajar, sobre todo para los hijos varones, el ingreso no laboral tiene un efecto negativo y significativo para el agregado y para las mujeres en el año 2009. Esto nos hace pensar que si bien el “tiempo libre” es un bien para mujeres y para varones en este grupo demográfico, éste puede tener características y razones diferentes de acuerdo a los roles de los sexos en el hogar. Finalmente, más años de educación de la madre aumentan la probabilidad de no estudiar ni trabajar de los jóvenes, en relación a solamente trabajar, pero este efecto solamente se da para los hijos varones en el caso de los padres.

Las recomendaciones de política que se desprenden a partir de nuestros resultados serían las siguientes:

-

El joven tendrá un mayor poder de negociación en el hogar mientras mayor sea su nivel de educación, lo cual redundará en la probabilidad de

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seguir estudiando. Es necesario asegurar el acceso de los jóvenes al sistema educativo para que el proceso de creación de capital humano se retroalimente.

-

Los jóvenes pertenecientes a familias de menores ingresos tienen una mayor probabilidad de entrar a trabajar antes de terminar su educación, o de dejar los estudios para trabajar.

Una manera de reducir esta

probabilidad es tomar medidas para aumentar los ingresos de los padres, con programas de empleo y de capacitación.

-

El mayor nivel educativo de la madre mantiene a los jóvenes en los centros educativos, aún si también trabajan, y este efecto se da tanto para las hijas como para los hijos.

En general la madre tiene una

influencia muy importante en la asignación de parte del tiempo del joven a los estudios, por lo cual los programas mencionados arriba deberían dirigirse a las madres.

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Anexo 1: Análisis Matricial de los Modelos El problema de optimización a resolver es el siguiente:

Max   U (C, E )  V (Ch , E, H h )

whT  (1   ) I 0   (wh )  PC  Ph Ch  ( Pe  wh ) E  wh H h

s.a.

Lh  T  E  H h  Lh  0 0   1

Construyendo el Lagrangiano:

  U (C , E )  V (C h , E , H h ) 

1[ whT  (1   ) I 0   ( wh )  PC  Ph C h  ( Pe  wh ) E  wh H h ]  2 (T  E  H h ) Condiciones de primer orden de Kuhn - Tucker:

U C  1 P  0

C.(U C  1 P)  0

C0

U E  VE  1 ( Pe  wh )  2  0

E0

E.[U E  VE  1 ( Pe  wh )  2 ]  0

VC  1 Ph  0 h

Ch  0

Ch .(VCh  1 Ph )  0

Hh  0

VH  1 wh  2  0 h

H h .(VH h  1 wh  2 )  0

whT  (1   ) I 0   (wh )  PC  Ph Ch  ( Pe  wh ) E  wh H h  0 1  0

1.[whT  (1   ) I 0   (wh )  PC  Ph Ch  ( Pe  wh ) E  wh H h ]  0 T  E  Hh  0

2  0

2 .(T  E  H h )  0

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Solución Interior: Trabaja y Estudia ( E  0 ; Lh  T  E  H h  0) Si T  E  H h  Lh  0 , entonces 2  0 . Entonces:

U C  1 P  0 U E  VE  1 ( Pe  wh )  0

VC  1 Ph  0 h

VH  1 wh  0 h

whT  (1   ) I 0   (wh )  PC  Ph Ch  ( Pe  wh ) E  wh H h Tomando diferenciales a las seis expresiones:

U CC dC  U CE dE  1dP  Pd1 U EC dC  U EE dE   (VEE dE  VEC h dC h  VEH h dH h )  1 d ( Pe  wh )  ( Pe  wh )d1  VE d

 (VC E dE  VC C dCh  VC H dH h )  1dPh  Ph d1  VC d h

h

h

h

h

h

 (VH E dE  VH C dCh  V H H dH h )  1dwh  wh d1  VH d h

h

h

h

h

 PdC  ( Pe  wh )dE  Ph dC h  wh dH h  CdP  C h dPh  [(T  H h  E )   wh ]dwh  EdPe  (1   )dI 0

h

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En forma matricial:

U CE 0 0 P U CC   dC  U VEH h  ( Pe  wh )  dE   EC U EE  VEE VEC h  0 VCh E VChC h VCh H h  Ph   dC h      VH h E VH hCh VH h H h  wh  dH h   0   P  ( Pe  wh )   d   Ph  wh 0      1  A

1 0  0  0 C 

0

0

1

1

0 0

0 0 E

0

1

1

0  [(T  E  H h )   wh ] C h

0 0   dP  dPe  0  VE   dwh   0  VCh  dP  h  0  VH h   dI  0  (1   ) 0   d   

El determinante de la matriz A es positivo:

det( A)  [U CC (U EE  VEE )  U CE ]1 2

  2 ( Pe  wh ) U CC  P[U CE  ( Pe  wh )] 2  0 Donde:

1   Ph2VH H  2Ph whVH C  wh2VC C  0 ; h

h

h h

h h

 2  VC C VH H  VC H h

h

h

h

h

2 h

0

Obtenemos los signos de las ecuaciones por medio de la Regla de Cramer. En el caso de la demanda del bien C :      2  ( Pe  wh ) 2 dC  (1   ) 0 dI 0 det( A)

1  2 ( Pe  wh ) 2  2  2 ( Pe  wh ) 2 dC   C (1   ) ? dP det( A) det( A)      ES 0

EI 0

100

          2 2  ( Pe  wh ) 2 dC 1  P( Pe  wh ) 4   C h (1   ) ? dPh det( A) det( A)     ES 0

EI 0

Donde:  4  VEH h VH hCh  VECh VH h H h  0            2 2              ( Pe  wh ) 2 dC 1  P( Pe  wh ) 2   3    (1   )(T  E  H h )   wh  ? dwh det( A) det( A)       ES 0 EI ?

Donde:  3  VCh EVH hCh  VH h EVChCh  0

          2 2  ( Pe  wh ) 2 dC 1  P( Pe  wh ) 2   E (1   ) ? dPe det( A) det( A)     ES 0

EI 0

     dC  P( Pe  wh )VE  2  0 d det( A)

Para la demanda de E :      2  PU EC  ( Pe  wh )U CC  2 dE  (1   ) 0 dI 0 det( A)

          2 2  PU EC  ( Pe  wh )U CC  2 dE 1  P( Pe  wh ) 2   C (1   ) ? dP det( A) det( A)      ES  0

EI 0

         2 2 2  PU EC  ( Pe  wh )U CC  2 dE 1  P  4   C h (1   ) ? dPh det( A) det( A)   ES  0

EI 0

101

        2 2 2  PU EC  ( Pe  wh )U CC  2 dE  1  P  2   E (1   ) 0 dPe det( A) det( A)    ES 0

EI 0

            2 2 2              PU EC  ( Pe  wh )U CC  2 dE  1 P   2   3    (1   )(T  E  H h )   wh  ? dwh det( A) det( A)         ES 0 EI ?

  dE  P [VE 2 ]  0 d det( A) 2

2

Para la demanda de C h :      2 dC h  PU EC  ( Pe  wh )U CC  4  (1   ) 0 dI 0 det( A)

          2 2 dC h 1  ( Pe  wh ) P 4  [ PU EC  ( Pe  wh )U CC ] 4   C (1   ) ? dP det( A) det( A)     ES 0

dC h  dPh

EI 0

          1 PV H h H h [2( Pe  wh )U CE  P(U EE  VEE )]

det( A)  ES  0

 2 [ PU EC  ( Pe  wh )U CC ] 4  C h (1   ) 0 det( A)  EI  0

         2 2 2 dC h 1  P  4  [ PU EC  ( Pe  wh )U CC ] 4   E (1   ) ? dPe det( A) det( A)    ES  0

EI 0

102

2 dC h 1 [ P  4  ( Pe  wh ) PhU CCVH h E ]  dwh det( A)  ES  0

       2              [ PU  ( P  w )U ] CE e h CC 4  (1   )(T  E  H h )   wh  ? det( A)      EI ?

      2 2 dC h  P VE  4  0 d det( A)

En el caso de la demanda de H h :      2 dH h  [ PU CE  ( Pe  wh )U CC ] 3  (1   ) 0 dI 0 det( A)      2 dH h 1  ( Pe  wh ) P 3  [ PU CE  ( Pe  wh )U CC ] 3   C (1   ) ? dP det( A) det( A)      2

ES  0

EI 0

   2   w ( P  w )  U V dH h  [( Pe  wh )U CC  PU CE ] 3 1 h e h CC EC h   C h (1   ) ? dPh det( A) det( A)   ES 0

EI 0

     2 dH h 1  P  3  [ PU CE  ( Pe  wh )U CC ] 3   E (1   ) ? dPe det( A) det( A)    2

ES  0

2

EI 0

103





dH h 1 P  P 3  ( Pe  wh )U EC VChCh  [(U EE  VEE )VChCh  VEC h ]  dwh det( A)    2

ES  0

         (U U  U 2 ) CC EE CE  (1   )(T  H h  E )   wh  4  ? det( A)    EI  0

 

dH h  PV E  3  0 d det( A) 2

104

Anexo 2: Encuesta Nacional de Hogares En el presente trabajo se ha empleado los datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) para los años 2008 y 2009, los cuales fueron descargados de su página web61. Esta encuesta es de cobertura nacional, y tiene como población objetivo al conjunto de viviendas y sus ocupantes, tanto para el área urbana como rural del país62. El tipo de muestreo es probabilístico, estratificado, multietápico y de áreas. El marco muestral para el diseño de ambas encuestas es la información estadística del Censo Nacional 2005. Ambas encuestas se llevan a cabo en forma continua, por lo cual disponemos de información tanto por trimestres como anual. Se han considerado los siguientes filtros: 1. Individuos que tienen información sobre el sexo, edad, nivel educativo y condición de empleo en cada año. 2. Individuos que son hijos del jefe de hogar63. 3. Individuos de 18 años hasta 24 años de edad. 4. Individuos cuyo estado civil o conyugal es soltero64. 5. Se han eliminado a los individuos que no responden si tienen o no trabajo. 6. Se han eliminado las observaciones con imputación Hot Deck65.

Creación de algunas variables En base a las preguntas de la encuesta se han creado algunas variables categóricas: 1. Área geográfica: Para el área urbana se ha considerado los centros poblados mayores de 400 viviendas, siendo los centros poblados de hasta 400 viviendas área rural. 2. Indicador de la PEA: será una variable con tres categorías: a) ocupado, b) desocupado abierto, y c) inactivos (incluye a los desocupados ocultos). 3. Edad: se ha trabajado con la pregunta p208a (¿qué edad tiene en años cumplidos?). 61

http://www1.inei.gob.pe/srienaho/index.htm Ficha Técnica de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO). 63 Se sacará de la muestra a individuos que no son miembros del hogar, es decir a los trabajadores del hogar, a otros no parientes y a pensionistas. 64 Se deja de lado al joven casado y conviviente porque es jefe de hogar y las decisiones de estudiar y trabajar ya no dependen del padre sino de él. En la muestra existen 3 observaciones de individuos que son viudos o separados, por lo cual filtramos sólo a individuos que sean solteros. 65 Se requiere información veraz de estos individuos, y con este tipo de imputación se puede acentuar artificialmente la consistencia de las algunas variables. 62

105

4. Nivel educativo: se ha trabajado con la pregunta p301a (Nivel Educativo aprobado). Esta variable tiene cinco categorías, 0 si el individuo tiene inicial o menos, 1 si tiene primaria, completa o incompleta, 2 si tiene secundaria, completa o incompleta, 3 si tiene superior no universitaria, completa o incompleta, 4 si tiene superior universitaria completa o incompleta. 5. Años de estudios: Creada a partir de la variable nivel educativo. 6. Sexo: se ha empleado la variable p207, cuyos valores son 1 para los varones y 2 para las mujeres. Esta variable se ha recodificado a 1 y 0 para estimar las ecuaciones de ingresos de Mincer. 7. Indicador de Estudios: Para la construcción de esta variable se necesita dos variables: p306 (Este año, ¿está matriculado en algún centro o programa de enseñanza regular?) p307 (actualmente, ¿asiste a algún centro o programa de enseñanza regular?). 8. Ingreso Principal Mensual: Es la suma de todos los ingresos de la ocupación principal durante año, dividida entre 12. Las variables empleadas fueron: ingreso total en la ocupación principal (i524a1); en su ocupación principal, ¿cuál fue la ganancia que obtuvo? (i530a); ¿en cuánto estima Ud. el valor de los productos utilizados para el consumo? (d536); en su ocupación principal, ¿con qué frecuencia recibe este ingreso, y cuánto es? (d529t). En todos los casos y donde corresponda los ingresos son deflactados, y anualizados, e imputados donde corresponda. 9. Ingreso Secundario Mensual es la suma de todos los ingresos obtenidos de la ocupación secundaria durante el año, dividida entre 12. Las variables empleadas fueron: ingreso total en la ocupación secundaria (i538a1); en su ocupación secundaria, ¿en cuánto estimaría su remuneración? (d540t); ¿en cuánto estima Ud. el valor de los productos utilizados para el consumo? (d543); en la ocupación secundaria, ¿con qué frecuencia recibe este ingreso, y cuánto es? (i541a). En todos los casos y donde corresponda los ingresos son deflactados, y anualizados, e imputados donde corresponda. 10. Ingreso Laboral Total Individual Mensual: Es la suma de los ingresos laborales principal y secundario mensuales. 11. Ingreso No Laboral Total Mensual: Es la suma de los ingresos extraordinarios, los ingresos por transferencias corrientes nacionales e internacionales, los ingresos totales por rentas de propiedades rentadas y otros ingresos extraordinarios, todos deflactados y mensualizados.

106

Anexo 3: Análisis de Componentes Principales ENAHO 2008 Factor analysis/correlation Number of obs = Method: principal-component factors Retained factors = Rotation: (unrotated) Number of params = Factor Eigenvalue Difference Proportion Factor1 1.94946 0.82034 0.3899 Factor2 1.12912 0.14676 0.2258 Factor3 0.98236 0.34798 0.1965 Factor4 0.63437 0.32968 0.1269 Factor5 0.30469 . 0.0609 LR test: Independent vs. Saturated: ch2(10) = 2864.46 Prob>chi2 = 0.0000 Factor loadings (pattern matrix) and unique variances Variable Factor1 Sexo del Hijo -0.0622 Edad del Hijo 0.6142 Edad del Padre 0.8288 Edad de la Madre 0.8467 Años de Estudios del Hijo 0.4055

Factor2 0.5258 -0.3369 0.3365 0.3036 -0.7306

Uniqueness 0.7197 0.5092 0.1999 0.1909 0.3018

Factor analysis/correlation Number of obs = Method: principal-component factors Retained factors = Rotation: orthogonal varimax (Kaiser off) Number of params = Factor Variance Difference Proportion Factor1 1.80633 0.53408 0.3613 Factor2 1.27225 . 0.2544 LR test: Independent vs. Saturated: ch2(10) = 2864.46 Prob>chi2 = 0.0000

Rotated factor loadings (pattern matrix) and unique variances - Varimax Variable Factor1 Factor2 Uniqueness Sexo del Hijo 0.1631 -0.5037 0.7197 Edad del Hijo 0.4173 0.5627 0.5092 Edad del Padre 0.8936 0.0405 0.1999 Edad de la Madre 0.8961 0.0779 0.1909 Años de Estudios del Hijo 0.0633 0.8332 0.3018

Factor rotation matrix Factor1 Factor2

Factor1 0.9086 0.4177

Factor 2 -0.9086

3286 2 9 Cumulative 0.3899 0.61557 0.8122 0.9391 1.0000

3286 2 9 Cumulative 0.3613 0.6157

107

ENAHO 2009 Factor analysis/correlation Number of obs = Method: principal-component factors Retained factors = Rotation: (unrotated) Number of params = Factor Eigenvalue Difference Proportion Factor1 1.97060 0.78383 0.3941 Factor2 1.18677 0.20860 0.2374 Factor3 0.97817 0.38837 0.1956 Factor4 0.58980 0.31515 0.118 Factor5 0.27465 . 0.0549 LR test: independent vs. Saturated: chi2(10) =3275.46 Prob>chi2 = 0.0000 Factor loadings (pattern matrix) and unique variances Variable Factor1 Sexo del Hijo 0.0031 Edad del Hijo 0.6377 Edad del Padre 0.8449 Edad de la Madre 0.8668 Años de Estudios del Hijo 0.3141

Factor2 -0.5318 0.3442 -0.2891 -0.2583 0.7970

Uniqueness 0.7172 0.4749 0.2025 0.1819 0.2661

Factor analysis/correlation Number of obs = Method: principal-component factors Retained factors = Rotation: orthogonal varimax (Kaiser off) Number of params = Factor Variance Difference Proportion Factor1 1.88250 0.60764 0.3765 Factor2 1.27487 . 0.2550 LR test: independent vs. Saturated: chi2(10) =3275.46 Prob>chi2 = 0.0000

Rotated factor loadings (pattern matrix) and unique variances - Varimax Variable Factor1 Factor2 Uniqueness Sexo del Hijo 0.1812 -0.4999 0.7172 Edad del Hijo 0.4854 0.538 0.4749 Edad del Padre 0.8930 0.0109 0.2025 Edad de la Madre 0.9033 0.0473 0.1819 Años de Estudios del Hijo 0.0287 0.8562 0.2661

Factor rotation matrix Factor1 Factor2

Factor1 0.9421 -0.3353

Factor2 0.3353 0.9421

3302 2 9 Cumulative 0.3941 0.6315 0.8271 0.9451 1.0000

3302 2 9 Cumulative 0.3765 0.6315

108

Anexo 4: Logit Multinomial – Efectos Marginales ENAHO 2008

Población Urbana de 18 a 24 años: Efectos Marginales Solo Estudia Estudia y No Estudia Base=Solo Estudia Trabaja Ni Trabaja Poder de Negociación 0.2955452** 0.2604442*** 0.2521795*** 3.59 3.71 3.90 Ingreso por Hora Esperado -0.1522721*** -0.136993*** -0.1301474*** -8.15 -8.70 -8.86 Ln(Ingreso Lab. de los Padres) -1.25E-03 -6.17E-03 -2.98E-04 -0.20 -0.12 -0.06 Ln(Ingreso No Lab. de los Padres) 1.29E-03 1.36E-03 1.20E-03 0.43 0.54 0.49 Años de Estudios de la Madre 0.0146174*** 0.0130182*** 0.0122498*** 3.97 4.20 4.13 Años de Estudios del Padre 0.0194646*** 0.0170495*** 0.0162744*** 4.69 4.85 4.93 *significancia al 0.1 **significancia al 0.05 ***significancia al 0.01

109

Base=Solo Trabaja Poder de Negociación Ingreso por Hora Estimado Ln(Ingreso Lab. de los Padres) Ln(Ingreso No Lab. de los Padres) Años de Estudios de la Madre Años de Estudios del Padre * signficancia al 0.10% **significancia al 0.05 ***significancia al 0.01

Solo Estudia 0.2924932** 2.51 -0.1496471*** -5.68 -6.91E-03 -0.73 1.28E-03 0.32 0.0169487*** 3.31 0.0224656*** 3.82

Hombres Estudia y Trabaja 0.441486* 2.65 -0.1276707*** -6.26 -4.86E-03 -0.65 1.48E-03 0.46 0.0140884*** 3.54 0.0186291*** 4.02

No Estudia Ni Trabaja 0.2422835* 2.63 -0.1245184*** -5.92 -5.48E-03 -0.71 1.16E-03 0.35 0.0140063*** 3.39 0.0185674*** 3.94

Solo Estudia 0.3600136** 3.00 -0.2270549*** -6.57 0.0032268 0.36 1.82E-03 0.42 0.0118924** 2.25 0.018892** 3.10

Mujeres Estudia y Trabaja 0.3405807** 3.15 -0.2156645*** -6.96 3.56E-03 0.45 1.60E-03 0.40 0.0113629* 2.40 0.0174185*** 3.21

No Estudia Ni Trabaja 0.3029951*** 3.55 -0.1874604*** -7.81 3.82E-03 0.58 1.11E-03 0.33 0.0096686** 2.45 0.0149727*** 3.32

110

ENAHO 2009

Población Urbana de 18 a 24 años: Efectos Marginales Solo Estudia Estudia y No Estudia Base=Solo Trabaja Trabaja Ni Trabaja Poder de Negociación 0.3562879*** 0.3125439*** 0.3066426*** 3.38 3.53 3.62 Ingreso por Hora Esperado -0.1406537*** -0.1250732*** -0.1214596*** -8.37 -9.29 -9.09 Ln(Ingreso Lab. de los Padres) 0.0012393 1.22E-03 1.54E-03 0.18 0.22 0.29 Ln(Ingreso No Lab. de los Padres) 3.52E-03 3.00E-03 2.90E-03 1.07 1.08 1.07 Años de Estudios de la Madre 0.0139765*** 0.012419*** 0.012088*** 3.85 4.10 4.15 Años de Estudios del Padre 0.0154895*** 0.0137321*** 0.0133585*** 3.64 3.85 3.90 *significancia al 0.1 **significancia al 0.05 ***significancia al 0.01

111

Base=Solo Trabaja Poder de Negociación Ingreso por Hora Estimado Ln(Ingreso Lab. de los Padres) Ln(Ingreso No Lab. de los Padres) Años de Estudios de la Madre Años de Estudios del Padre * signficancia al 0.10% **significancia al 0.05 ***significancia al 0.01

Solo Estudia 0.4510648** 3.12 -0.1422193*** -6.47 0.0234948** 2.05 -2.07E-03 -0.47 0.0158231** 3.06 0.0186507*** 3.44

Hombres Estudia y No Estudia Solo Estudia Trabaja Ni Trabaja 0.3895787*** 0.3746427*** 0.3367486** 3.43 3.70 2.11 -0.1190388*** -0.1128312*** -0.1709394*** -7.14 -7.10 -5.34 0.0188593** 0.0178252** -0.0169463 2.05 2.18 -1.57 -1.92E-03 -1.90E-03 0 -0.55 -0.59 1.61 0.0129523*** 0.01222595*** 0.0109869** 3.25 3.31 2.12 0.0158232*** 0.0150122*** 0.0121227* 3.75 3.80 1.85

Mujeres Estudia y Trabaja 0.3098307** 2.12 -0.1618177*** -5.60 -1.64E-02 -1.61 0 1.62 0.0106596** 2.23 0.0111099** 1.95

No Estudia Ni Trabaja 0.2974317** 2.13 -0.1572527*** -5.78 -1.40E-02 -1.51 0.0072772* 1.66 0.0103157** 2.28 0.0108995* 1.92

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