Arte y memoria del Formativo en el sitio de Limoncarro

June 15, 2017 | Autor: Luis Condori Aguilar | Categoría: Memoria Histórica, Formativo, Cupisnique, Arqueología Del Arte
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Descripción

MEMORIA Y ARTE EN LIMONCARRO
Luis Condori Aguilar —Arqueología del Formativo

INTRODUCCIÓN

El Templete de Limoncarro es un sitio monumental que presenta características propias de un centro ceremonial, arte y expresiones funerarias, patrones vinculados a la memoria material presente en el Formativo, visible en sitios de otras esferas de interacción (Kaulicke, 2014). Además, es un ejemplo de intervención artificial de la estructura para modelarla hacia una abstracción del arte figurativo comparable con otros sitios contemporáneos de lo que se conoce como esfera Cupisnique (v.g. Huaca de los Reyes), y según otros investigadores (Sakai& Martínez, 2014) también a sitios de la parte norte del Perú en general (v.g. KunturWasi). Este modelamiento continuo del espacio se intensifica en la segunda fase descrita del sitio, la fase Limoncarro, en contraste de la primera, la fase La Calera. Así, para la fase Limoncarro Tardío (entre 1000 y 800 a.C.), la plataforma sur del sitio representa el rostro de un arácnido desde una perspectiva frontal (Sakai& Martínez, 2008) que, sumado a otras expresiones decorativas del sitio y su constitución arquitectónica, conforman un corpus artístico bien definido y reconocible dentro de una trayectoria espacio—temporal fundamental en el entendimiento del Período Formativo, donde las expresiones y desarrollos independientes (en este caso la tradición Cupisnique) son en esencia la "formación" de modelos culturales más estáticos en épocas posteriores antes que una homogeneización de formas y costumbres, como puede sugerir el fenómeno Chavín. Por otro lado, el sitio de Limoncarromantiene tradiciones de tratamiento del espacio detectables en etapas previas, como es la superposición arquitectónica relacionada a eventos de "entombment" o renovación cíclica del espacio, y contextos funerarios vinculados a estos eventos. La evidencia arqueológica nos permite suponer entonces que la descripción de estas trayectorias autónomas, antes que postular modelos aglutinantes (como el concepto "horizonte"), deriva en un mejor entendimiento del pasado prehispánico en la costa norte del país.

SOBRE EL SITIO

El sitio se encuentra al pie del cerro La Calera, ubicado en el curso bajo del río Jequetepeque, costa norte del Perú. Se localiza a unos 20 kilómetros de la costa y alrededor de 150 metros sobre el nivel del mar, sobre las coordenadas 17º17' de latitud sur y 79º26' de longitud oeste. Forma parte del distrito de Guadalupe, provincia de Pacasmayo, departamento de La Libertad (Fig. 1). El complejo fue descubierto en 1968, durante la realización de excavaciones a cargo de Jorge Zevallos Quiñones, de la Universidad Nacional de Trujillo. En esos trabajos se hallaron tres relieves de barro que representaban las cabezas de felinos; cada escultura medía 1 metro de altura, 60 centímetros de ancho y 70 centímetros de profundidad. Los investigadores sugieren que estas imágenes se parecen mucho a los relieves de cabezas de felinos hallados en la Huaca de los Reyes, en el valle de Moche (Pozorski, 1982). Los antecedentes de investigación en el sitio se mencionan brevemente en el artículo de Sakai y Martínez (2008). En el sitio de Guayabo, ubicado a una distancia aproximada de 2 kilómetros al este del Templete de Limoncarro, varios tractores (Salazar-Burger y Burger 1982: 216) pusieron al descubierto gran cantidad de restos arqueológicos, en 1969, entre ellos un cuenco de piedra labrada, decorado con el motivo de la araña Más tarde, un equipo alemán de investigación arqueológica trabajó en el levantamiento del plano del sitio y en la limpieza de los pozos de excavaciones clandestinas; de esta manera, se pudo identificar el uso de adobes cónicos, un rasgo típico de la costa norte en la construcción del edificio. Además, se comprobó la presencia de un dibujo lineal en el relieve lateral. Lamentablemente, no he podido hallar el informe mencionado de Barreto (Las investigaciones en el Templete de Limoncarro [informe preliminar, versión abreviada], 1984).


















1: Ubicación del sitio (Proyecto Arqueológico Limoncarro)1: Ubicación del sitio (Proyecto Arqueológico Limoncarro)Ilustración : Ubicación del sitio (Proyecto Arqueológico Limoncarro)Ilustración : Ubicación del sitio (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
1: Ubicación del sitio (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
1: Ubicación del sitio (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
Ilustración : Ubicación del sitio (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
Ilustración : Ubicación del sitio (Proyecto Arqueológico Limoncarro)


























Este templete fue investigado durante este milenio por Masato Sakai y Juan José Martínez durante cinco temporadas, desde el 2005. En un artículo donde resumen sus resultados (Sakai y Martínez, 2008) describen la distinción de dos fases constructivas, principalmente: una de 1100 a 1000 a.C., denominada fase "La Calera" (por el cerro asociado al sitio), y la segunda, de 1000 a 800 a.C., denominada fase "Limoncarro". De esta forma, es posible situar a Limoncarro en el periodo Formativo Medio, cuyos rasgos generales para este área son:

Viraje respecto a la complejidad tecnológica en alfarería. Se amplía notablemente la gama morfológica de recipientes, y el tipo "asa-estribo" a partir de este periodo es un objeto altamente frecuente para la costa norte. Además de la forma, la decoración también se complejiza notoriamente.
Otros soportes son también materia de complejización decorativa (recipientes líticos, artefactos óseos, mates, conchas, etcétera). La ubicación temporal de este período es coherente con la inexistencia, o registro ínfimo, de textiles, debido a la poca conservación que los caracteriza

El uso frecuente de estos materiales como soporte artístico trascienden su uso como contenedores de líquidos o sólidos, y "contienen" ahora iconografía representativa, en este caso del tipo Cupisnique. Por otra parte, en el norte se preserva una tradición proveniente de épocas anteriores: el abandono progresivo de "megasitios" y la aparición de centros ceremoniales con decoración profusa y evidentemente más compleja respecto a sus antecesores: Limoncarro y Huaca de los Reyes son ejemplos de esto, al utilizar además la arquitectura como soporte inequívoco de representaciones artísticas, incluso configurándose los mismos espacios con configuraciones constructivas posiblemente antropomorfas o zoomorfas. El arte arquitectónico será tratado en detalle más adelante.

La fase La Calera se caracteriza por una actividad constructiva limitada. En esta fase las estructuras tienen poca envergadura volumétrica. Los restos arquitectónicos de esta fase se componen de un muro de hecho de piedras y un piso de barro color claro dispuesto sobre un relleno artificial usado para nivelar la superficie natural del terreno. Al final de la fase La Calera el muro fue enterrado y formó parte de los cimientos de la construcción posterior. En cuanto a la cerámica de esta fase se han identificado seis tipos: CL-Marrón Fino, CL-Marrón Inciso, CL-Marrón Alisado, CL-Gris, LM-Negro Alisado, LM-Marrón Tosco. Como mencioné con anterioridad, las dataciones de Carbono 14 ubican a la fase La Calera en el año 1100 y 1000 a.C. La fase Limoncarro se caracteriza por la construcción de tres plataformas y una plaza central hundida. Las plataformas fueron dispuestas en forma de "U" con la parte abierta orientada hacia el Cerro Pitura. Para esta fase se determinó claramente la ocurrencia de 4 etapas constructivas. Las primeras 3 etapas se relacionan al proceso de edificación, remodelación y uso de las plataformas y la plaza central hundida. El material constructivo usado en las construcciones fueron la piedra y el adobe cónico. En estas etapas se adicionaron diversos elementos arquitectónicos a las plataformas para formar rasgos de motivos zoo-antropomorfos. La cuarta etapa de la fase Limoncarro se caracteriza por un renovado esfuerzo en la actividad constructiva. El evento más significativo de esta etapa fue el entierro de la plaza central hundida que fue nivelada hasta la altura de la superficie del entorno. En el proceso de cubrimiento de la plaza hundida se enterró también la parte baja de los muros de las plataformas que la bordean. Hemos agrupado las tres primeras etapas de construcción de esta fase en una subfase llamada Limoncarro Temprano, y al último evento de remodelación le hemos llamado subfaseLimoncarro Tardío. De esta forma, la primera subfase Limoncarro Temprano indica el tiempo en que funcionó la plaza hundida, mientras que la subfase Limoncarro Tardío indica el tiempo posterior al cubrimiento de la plaza hundida, hasta el abandono definitivo del centro ceremonial. La cerámica de la fase Limoncarro se compone de nueve tipos: LM-Negro Inciso, LM-Gris, LM-Marrón Pulido, LM-Negro Pulido, LM-Marrón Inciso, LM-Negro Alisado, LM-Rojo Alisado, LM-Marrón Alisado, LM-Marrón Tosco. La decoración en las vasijas fue más frecuente que en la fase anterior, destacando los motivos incisos de tipo geométricos y algunos figurativos (felinos, aves rapaces y serpientes) que se parece mucho a los de la cerámica denominada tipo Cupisnique Medio o Clásico, a partir de la cronología de Larco.

REPRESENTACIONES ARQUITECTÓNICAS Y ASOCIACIONES

La investigación llevada a cabo por Sakai y Martínez en el sitio describe dos intervenciones arquitectónicas especiales vinculadas a la decoración:

Relieves o dibujos lineales incisos. Ambos decoran las paredes exteriores de los recintos y plataformas, y tienden a ser polícromos. Su tamaño, color y ubicación hace que los diseños sean notablemente visibles.


2: Incisiones decorativas en alas laterales (Proyecto Arqueológico Limoncarro)2: Incisiones decorativas en alas laterales (Proyecto Arqueológico Limoncarro)Ilustración : Diseños murales del sitio (Proyecto Arqueológico Limoncarro)Ilustración : Diseños murales del sitio (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
2: Incisiones decorativas en alas laterales (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
2: Incisiones decorativas en alas laterales (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
Ilustración : Diseños murales del sitio (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
Ilustración : Diseños murales del sitio (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
Adaptación o adecuación de la planta de las plataformas. Esta es una característica que el estado de las investigaciones solo ha detectado en Limoncarro, expresada tanto en los restos visibles en superficie como en las etapas constructivas anteriores, lo que concluye en la repetición artística de un motivo arcaico con pequeñas variaciones, casi en el mismo espacio.

Al inicio de la subfase Limoncarro Temprano, los elementos arquitectónicos que configuran la figura de un felino antropomorfo aparecen en la Plataforma Norte. En el nivel de piso más antiguo de esta plataforma, se hallaron pequeñas estructuras cuadradas y otras con forma de "L", simétricamente distribuidas a cada lado de la escalera central que conecta con la plaza hundida. La distribución y forma de estas estructuras sobre el piso de la plataforma parecen cumplir la función simbólica de representar los ojos y cejas de una figura zoo-antropomorfa, donde la escalera representa la boca. Otros rasgos complementarios que confirman la intencionalidad de representar una figura en la planta del edificio son dos salientes arquitectónicas ubicadas una a cada extremo del muro perimetral norte (lado exterior del templo) que estarían representando las orejas. Además, también se construyó un muro de 60 metros de largo conectado a una de las paredes laterales de la plataforma, el cual dobla a manera de zigzag. Suponemos que dicho muro tuvo la intención de representar la cola del felino.


















3: Reconstrucción hipotética del cambio Temprano hacia Tardío (Proyecto Arqueológico Limoncarro)3: Reconstrucción hipotética del cambio Temprano hacia Tardío (Proyecto Arqueológico Limoncarro)Ilustración : Reconstrucción hipotética del Templete, fases Limoncarro Temprano hacia Tardío (Proyecto Arqueológico Limoncarro)Ilustración : Reconstrucción hipotética del Templete, fases Limoncarro Temprano hacia Tardío (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
3: Reconstrucción hipotética del cambio Temprano hacia Tardío (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
3: Reconstrucción hipotética del cambio Temprano hacia Tardío (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
Ilustración : Reconstrucción hipotética del Templete, fases Limoncarro Temprano hacia Tardío (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
Ilustración : Reconstrucción hipotética del Templete, fases Limoncarro Temprano hacia Tardío (Proyecto Arqueológico Limoncarro)



















En la segunda etapa de la subfase Limoncarro Temprano los elementos arquitectónicos que configuraban el motivo del felino en la Plataforma Norte se mantienen y otro motivo zoo-antropomorfo aún no bien definido se construye en la Plataforma Central. Al igual que en la Plataforma Norte, la escalera central de la Plataforma Central estaría representando la boca de la figura. En esta plataforma se construyen dos pequeños recintos semi rectangulares, uno a cada lado de la escalera que conecta con la plaza hundida. Estos recintos replican la misma intención de representar los ojos de un motivo zoo-antropomorfo tal como sucedió en la Plataforma Norte, aunque llama la atención que en una de las esquinas de los recintos se adicionó un pequeño muro a manera de apéndice que se proyecta en dirección contraria a la plaza. La forma del ojo con este rasgo recuerda al ojo enroscado por una serpiente del personaje zoomorfo representado en uno de los monolitos de piedra del sitio de KunturWasi en Cajamarca (Onuki et al. 1995: lámina 2). En la Plataforma Sur, también en la segunda etapa de la subfase Limoncarro Temprano, se construyó una escalera central que conecta con la plaza hundida. En la parte inferior de la plataforma, adosado a la pared que mira hacia la plaza, se construyeron 6 estructuras cuadrangulares pequeñas tipo cubos, 3 a cada lado de la escalera. Tales estructuras miden en promedio 1.35m de ancho, por 0.75m de profundidad y hasta 0.95m de altura. Aunque fueron descubiertas en mal estado de conservación debido al daño causado por excavaciones clandestinas, es probable que las caras frontales de estas estructuras presenten relieves de caras de felino, pero lamentablemente solo quedaron partes de la boca. Se ha reconocido que estas estructuras tienen similitudes con los relieves descubiertos en el complejo de Caballo Muerto (Pozorski 1976: 311 314, Figura 24 26, 31). En las caras laterales de las estructuras ubicadas en el lado este de la escalera se trazó la representación de la cabeza de un felino antropomorfo con patas de araña. Otro motivo zoomorfo representando un ave de rapiña aparece en una de las estructuras con relieves ubicados en el lado oeste de la escalera.
4: El motivo de la araña en la Plataforma Sur4: El motivo de la araña en la Plataforma SurIlustración : Motivo arácnido en la Plataforma Sur (Proyecto Arqueológico Limoncarro)Ilustración : Motivo arácnido en la Plataforma Sur (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
4: El motivo de la araña en la Plataforma Sur
4: El motivo de la araña en la Plataforma Sur
Ilustración : Motivo arácnido en la Plataforma Sur (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
Ilustración : Motivo arácnido en la Plataforma Sur (Proyecto Arqueológico Limoncarro)











El cambio arquitectónico más significativo ocurrió durante la cuarta etapa (subfase Limoncarro Tardío). Durante esta etapa, además del entierro de la plaza hundida, se cubren las estructuras de la sub-fase anterior. En las plataformas Central y Norte las estructuras que formaban los rasgos de los motivos zoo-antropomorfos son enterradas y cubiertas con un piso. Sin embargo, en la Plataforma Sur se construyó frente a la escalera un peldaño con forma de mandíbula de araña, el cual está representado en un plato de piedra de la colección de Rafael Larco Herrera (Museo de Arte Precolombino, Cuzco), posiblemente hallado en el valle de Chicama. Adicionalmente, en la parte superior se construyeron también una serie de muros pequeños que parecen representar los ojos y cejas de dicho motivo zoo-antropomorfo. Debido a que quisimos preservar las pequeñas estructuras que formaban los rasgos de la figura en la parte superior de la Plataforma Sur, se evitó excavar esta área, por lo que no sabemos si existieron otros motivos en las fases anteriores. Es interesante que la última intención de configurar una figura zoo-antropomorfa en las plataformas del Templete de Limoncarro fuese representar una araña. El motivo con rasgos de araña habría perdurado hasta el momento del abandono del centro ceremonial, indicando la preferencia de esta imagen sobre otras de la iconografía Cupisnique. En resumen, las remodelaciones arquitectónicas en el Templete de Limoncarro indican que durante la subfase Limoncarro Temprano la representación del motivo zoo-antropomorfo del felino ―así como las del ave rapaz y la serpiente― tuvieron un lugar especial en la arquitectura, expresándose a través de la adecuación del plano en las plataformas para representar rasgos animales o por medio de la edificación de relieves y diseños lineales incisos. Esto cambió en la subfase Limoncarro Tardío, época en que la única imagen representada en la arquitectura fue la araña. A través de los cambios de preferencia en la representación de motivos zoo-antropomorfos en la arquitectura del Templete de Limoncarro, se puede observar que el manejo de las imágenes dentro de la iconografía Cupisnique es más dinámico de lo que supusieron Larco (1941) y Elera (1993), para quienes la imagen del felino o la representación tripartita del felino, ave rapaz y reptil, fueron recurrentes y predominantes.

Por otro lado, en relación al período Limoncarro Temprano, se registró en la parte sureste de la Plataforma Central, sobre el piso que define esta etapa, se construyó un muro de dos caras. Como se mencionó arriba, también hay una escalera que baja de la plataforma a la plaza, pero se encuentra notablemente dañada, en especial la parte central. Al realizar la limpieza de esta estructura se halló el esqueleto de un infante, de 42 centímetros de largo y 16 de ancho (ATM-2), entre los cascajos del relleno interior de las escaleras. No se pudo determinar el sexo, pero estaba con las piernas estiradas y la cabeza dirigida hacia la parte superior de las escaleras; asociado a estos restos había un textil dañado. El sitio del hallazgo se encuentra 80 centímetros por debajo de uno de los peldaños de la escalera. Debido a que el cuerpo fue enterrado al momento de la instalación de la escalera, es probable que haya formado parte de un ritual de construcción.

La superposición arquitectónica asociada a deposiciones funerarias detectada por la arqueología está vinculada al ejercicio de la memoria, o memorias. Al respecto, Kaulicke especifica:

"Una se presenta como una especie de memoria generalizada y de larga duración, con vínculos indirectos con el presente, y la otra es de corta duración, con vínculos más o menos estrechos con el presente. Sus filiaciones con pasados específicos se plasman, y se reconfirman, con objetos concretos que pertenecían a una realidad pasada que está presente «debajo de sus pies». Este pasado materializado puede vincularse, visiblemente, con el ciclo humano en la forma de contextos funerarios insertados en momentos fijos de estas secuencias. De todo ello se desprende que las superposiciones obedecen a ritmos variables en el sentido de series de eventos de breve duración que preceden al funcionamiento de la construcción y, luego, eventos más espaciados de dilatada persistencia, así como otros eventos más seguidos que resultan en la «muerte» del edificio y su «regeneración» en otro nuevo con el que se reinicia esta historia concatenada. Esta historia puede extenderse a dimensiones relativamente grandes de varios siglos en los que la memoria se mantiene de un modo relativamente constante y conexo. Pero no es solo la historia «escondida» la que 5: Ubicación del ATM-25: Ubicación del ATM-2promueve la memoria, sino que existe otra más directa en aquellos casos en los que la arquitectura abandonada se mantiene visible fuera de la reutilización de elementos de fases anteriores (Kaulicke 2009:275)".
5: Ubicación del ATM-2
5: Ubicación del ATM-2
Ilustración : Ubicación del contexto funerario ATM-2 (Proyecto Arqueológico Limoncarro)Ilustración : Ubicación del contexto funerario ATM-2 (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
Ilustración : Ubicación del contexto funerario ATM-2 (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
Ilustración : Ubicación del contexto funerario ATM-2 (Proyecto Arqueológico Limoncarro)
Además, el mismo autor resalta en un artículo posterior (Kaulicke 2014) que el Formativo centro andino está caracterizado por la recuperación de la memoria en distintos soportes materiales relacionados al arte, contextos funerarios y centros ceremoniales. Después de modificaciones y entierros parciales se llega a un enterramiento total en el cual la arquitectura anterior está incorporada en la "nueva" lo que podría entenderse como un ciclo. Estos enterramientos, como se ha visto, son en sí procesos complejos y los propios rellenos adquieren aspectos ritualizados. Esta ritualización convierte el enterramiento en un proceso de transformación como regeneración o renovación. Aún en los casos de enterramientos finales, esta idea de la regeneración parece mantenerse, lo que está ejemplificado en posteriores contextos funerarios humanos que se insertan, de manera preferida, en asentamientos o complejos monumentales abandonados cuando otras estructuras "viven" a su lado solo para cumplir ciclos parecidos. Las lógicas de las memorias, por tanto, involucran y crean paisajes en torno a los ciclos de muerte y regeneración (de hombres y de sus obras tanto inamovibles como transportables). Todo ello funciona bajo un sostenido uso y reuso de materias y su conceptualización y reconceptualización. Dentro de ello se puede diferenciar entre lo "visible" y lo "invisible". Los procesos de enterramiento (tanto de contextos arquitectónicos como de individuos) implican transferencias y transformaciones las cuales vinculan el pasado "invisible" con el visible, el arte mueble e inmueble.



COMENTARIO FINAL

En el Período Formativo Medio hay una creciente diversificación de materialidad en términos cuantitativos y cualitativos. Además, el arte no tiende solamente hacia la diversidad morfológica de estructuras (detectada en Limoncarro), sino que también subsisten recipientes de piedra y mates altamente decorados (v.g. Limoncarro, Jequetepeque). Al adquirir decoraciones figurativas, la función de recipientes para comestibles, combustibles, pigmentos, alucinógenos, etc. se combina con la de identificaciones dentro de un carácter de festines o ritos de diferentes tipos. El motivo de la araña y el felino característicos del arte cupisnique son asi registrados en Limoncarro con frecuencia, lo que nos hace pensar en una intensificación de su expresión durante el Formativo Medio, posible rescate de memoria asociada además a la superposición arquitectónica y sus relaciones funerarias. Finalmente, ninguno de los esbozos de tipología del complejo arte presente en el Formativo [(Patzschke 2008) (Roe 1974) (Vega Centeno-1998)] han considerado la modificación de estructuras enteras como una categoría de representación artística. Así, el arte inmueble de este período, además de contar con frecuentes diseños murales en alto o bajorrelieve, también es visible desde una perspectiva de planta, dificultando así la accesibilidad pública hacia el motivo. Cabría preguntarse por qué esta voluntad críptica de representación, o si su marcada monumentalidad era quizá visible desde otra parte aún no considerada, además de vincular este tipo de arte con el detectado en otras esferas, y su evolución en el tiempo. Preguntas más generales como qué es lo que representan estas memorias también quedan pendientes.















BIBLIOGRAFÍA

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Patzschke, R. (2008) DIE GRAFFITI DER FORMATIVZEITLICHEN ANLAGE VON SECHÍN BAJO UND IHRE ZEITLICHE EINORDNUNG.Disertación para optar al grado de Doctor en Filosofía. Recuperado de http://www.diss.fu-berlin.de/diss/servlets/MCRFileNodeServlet/FUDISS_derivate_000000005408/dissertation_patzschke.pdf
Pozorski, T. (1982)Early social stratification and subsistence systems: the CaballoMuerto complex. En M. Moseley, & K. Day, Chan Chan: Andean Desert City (págs. 225-253). Albuquerque: School of American Research.
Roe, P. G. (1974) A FURTHER EXPLORATION OF THE ROWE CHAVÍN SERIATION AND ITS IMPLICATIONS FOR NORTH CENTRAL COAST CHRONOLOGY.En Studies in Pre-columbian Art and Archaeology (págs. 1-80). DumbartonOaks, Trusteesfor Harvard University.
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Vega-Centeno, Rafael (1998) Patrones y convenciones en el arte figurativo del Formativo Temprano en la costa norte de los Andes Centrales. En Boletín del Instituto Francés de Estudios Andinos N° 27 (2), pp. 183-211.



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