ARTE E IDEOLOGÍA: A PROPÓSITO DE LA APORÍA DE AUSCHWITZ

El ensayo indaga en la aporía moderna que Adorno expresó en su famoso apotegma "ya no es posible hacer poesía después de Auschwitz". En el epigrama adorniano hay una alusión a algún tipo de límite que aquí se aborda desde múltiples perspectivas: desde el estructuralismo de Althusser (y los Aparatos Ideológicos del Estado); desde el psicoanálisis lacaniano y sus derivaciones en Alain Badiou (y "la pasión de lo real") o en Mladen Dolar (la Escuela Psicoanalítica de Liubliana); desde la historia del Arte y la inveción del espacio en la pintura renacentista del Quatroccento italiano; e incluso desde las reformas a la poesía propuestas por el Platón de La República en la Grecia clásica y su doctrina del mito. Lo común a todas estas perspectivas es que, desde cada una de ellas, Arte parece haber siempre constituido un campo de batalla por la producción de sensibilidades históricas, posiciones de sujeto, cosmovisiones del mundo o (para decirlo un poco rápida y ampliamente) "sentido común". La hipótesis central del ensayo consiste en que, después de los genocidios del Siglo XX, al Arte le quedan pocas posibilidades -si acoso alguna- para sostener el semblante de inocencia que la Modernidad le supuso en suerte.