Arte com educación y ética (en español)

September 13, 2017 | Autor: Rodrigo Contrera | Categoría: Young People, Theatre, Artes, Teatro, Español Lengua Extranjera, Actuacion
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Descripción

El arte necesita de educación y ética
Rodrigo Contrera
Actúo profesionalmente hace 1 año y 4 meses, si no me equivoco. Empezé en el area invitado por un diretor que se hizo mi amigo. Le mostraron un personaje que era mi cara y no hesitó. Yo también no, que acepté el juego y hice mi parte. Aprendí mucho y había mucho que hacer. En teatro, un personaje no se da por hecho cuando termina la temporada.
Yo me metía con teatro hace 7 años (2007). Había visto ensayos en los bastidores, había visto espectáculos muy variados en locales muy diferentes entre sí, había escrito en blogs sobre teatro en general, leído mucho sobre teoria, práctica y principalmente historia de teatro; además, había presentado espectáculos en festivales, incluso había hecho um espectáculo grande, y conquistado muchos amigos en varias compañías. He creado incluso un grupo propio, con duplas que se presentan en bares.
Después de mi primer personaje, hice más 7, todos chicos, en espectáculo del mismo grupo de aquél director. Aprendí harto, pero sé que en representación – y dirección – el aprendizaje, además de constante, demora vidas enteras. Por eso he intentado aprender actuando en corta-metrajes y en todo que aparezca. Hice muchas audiciones, con profesionales varios. Hasta me sometí a actuar sin pago (algo de que no estoy muy seguro, todavía). Pero necesito aprender. Claro, no vivo sólo de eso – soy periodista, traductor y un montón de otras cosas (pero siempre freelance).
He hecho audiciones de corta-metrajes de alumnos de varias universidades. En algunas audicones, he sido bien tratado. En otras, no. En una en especial, el galloo que me respondió simplesmente no puso mi nombre para el test – y no me dijo nada, ni antes, ni después de mi aparición en el local. En outra, una chica del grupo ni me avisó del resultado (pese a que yo haya pedido). Después se disculpó, pero cuando le llamé la atención (lo mínimo que yo podía hacer), inmaginó que nada había ocorrido. Empecé a rehusar tests para alumnos de esa universidad (quien quiera me pregunte cuál). Hace poco, unos gallos se metieron a hacer un largo-metraje e hicieron tests con actores. Fuí y pasé – la primera vez. Combinaron un encuentro bien lejos – yo fuí. No fueron y, después, me dijieron, simplemente, entre risaditas, "qué pena". Les pregunté qué eso significaba, se disculparon, y listo. No aparecí más. A quien quiera, le doy los nombres y todo lo demás (incluso los diálogos con ellos). Una relación que empieza a base de desculpas que no convencen no puede tener futuro.
No me limito al grupo que me ha convidado para actuar hasta ahora ni al mío. Muy contrario a eso, además de hacer estudios con otros grupos antes del actual, hoy en día hago estudios con grupos alrededor de San Pablo y intento ingresar en otros, en varios otros locales, siempre con la intención de aprender por la vía mas difícil, que es la práctica. Teoricamente, todavía leo mucho, y no dejo a deber a casi nadie.





Pero aprendo también que existen grupos y grupos, y que a veces se necesita distinguirlos antes de participar de ellos, sea como membro o como visitante. Esta experiencia con grupos de alumnos y equipos de un largo-metraje que, fue lo que noté, no cumplen dogmas básicos de civilidad ética me mostró la necesidad de educación y ética por los miembros de cualquier grupo y a la necesidad de, actuando como actor, director y dramaturgo, saber rehusar cualquier contacto con ellos.
Porque todos nosotros sabemos que en muchos ambientes de teatro necesitamos convivir con prácticas que en otros mercados serían inaceptables. Por ejemplo, hablamos sobre determinado director y "descubrimos" que el siempre confunde aspectos personales con profesionales, lo mismo que el joven Ray Charles hacía en su banda cuando empezó su carrera (y no sólo cuando empezó). O sea, "tu entras si me dejas entrar". Sé muy bien que la vida es hecha por seres humanos, y que éstos son fallos y ceden a tentaciones. Pero una cosa es saber eso y otra es aceptar que eso se haga regla – porque implantada por criterios de poder. Es incómodo, eso, y además desmerece cualquier dogma ético y profesional serio.
Ese tipo de práctica involucra otras compañías, en que los directores a veces son homosexuales pero no por eso dejan de confundir los ámbitos. Hablamos sobre otro director y sabemos que "ah, pero él siempre quiere porque quiere para sí todos sus actores, los más guapos, de preferencia". Ok, ?que tengo yo en contra eso? Nada, en la práctica, porque cada uno hace lo que quiere. Pero no es serio trabajar con arte con ese tipo de postura. De todo eso percebo que antes de más nada, para determinados ambientes, se necesita saber lo que debe y lo que no debe hacerse, tanto pra resguardar las personas como el propio arte.
Porque es mentira que en algunos ambientes que conozco necesariamente la putada ocurra sin límites de cualquier especie. Hay quien, claro, quiera eso, pero la verdad es que, contradiciendo algunas imágenes boemias, determinados directores no usan de trampas que les permita confundir ámbitos personales con profesionales para alcanzar ventajas indevidas. Todo al contrario, todos saben que esos directores son, digamos, unos "animales", pero esa regla no existe necesariamente en su grupo ni en los ambientes circundantes. ?Por qué? ?Acaso porque se necesita preservar las aparencias? No necesariamente. Así es porque no conviene, porque trabajamos en un mercado que necesita tener una ética, cualquiera que sea ella. Porque conozco amigos que, por lo que me cuentan unas amigas, les dicen que pueden darler personajes en espectáculos de ellos mismos caso se acuesten com ellos. Es triste.
Mi limitada experiencia me dice, pese a eso, que no es nada fácil convencer esos profesionales medio bajos eticamente de que ellos están equivocados en sus posturas profesionales. Porque es moda crer que el mercado es así, que para alcanzar algunas cosas se necesita pagar tasas harto incómodas para algunos y algunas. Mi posición es que pensar de esa forma es nivelar el arte por debajo, y contribuir para que digan que los artistas, nosotros, somos todos unos promíscuos y sin carácter. La verdad es que eso no es verdad, pero actitudes como las que mencione hacen crer que eso lo sea. Pena.
Sí, yo lo sé, me van a clasificar de ingenuo o de cosas peores. Que se vaya a la mierda quien piensa así. Continúo hombre, tengo mis puntos débiles y mi vida toda particular, pero no acepto rebajar el arte por la debilidad de unos y de otros. Es una mierda repetir eso, de tan claro y obvio que es, pero así es la vida.

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