ARROYO CUADREJÓN (T.M. EL TOBOSO, TOLEDO). Nuevos datos sobre el aprovechamiento hídrico en La Mancha desde la Prehistoria Reciente hasta nuestros días, en MArqAUDEMASeriePrehistoriaReciente-Época Moderna. Madrid, 2017

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Descripción

ARROYO CUADREJÓN (T.M. EL TOBOSO, TOLEDO) NUEVOS DATOS SOBRE EL APROVECHAMIENTO HÍDRICO EN LA MANCHA DESDE LA PREHISTORIA RECIENTE HASTA ÉPOCA MODERNA Jorge Morín de Pablos Germán López López Antonio Malalana Ureña (Eds. científicos)

MArq Audema Serie Prehistoria Reciente - Época Moderna

ARROYO CUADREJÓN (T.M. EL TOBOSO, TOLEDO) Nuevos datos sobre el aprovechamiento hídrico en la Mancha desde la Prehistoria Reciente hasta época Moderna

MArq Audema 2017 Serie Prehistoria Reciente - Época Moderna

Este volumen de Memorias Arqueológicas AUDEMA ha sido publicado por:

MArq SER © de la edición: Área Científica y de Divulgación. Departamento de Arqueología, Paleontología y Recursos Culturales AUDITORES DE ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE, S.A. © de los textos: los autores © de las fotografías y de los dibujos: Departamento de Arqueología, Paleontología y Recursos Culturales AUDITORES DE ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE, S.A. ISBN: 978-84-16450-25-1 Depósito Legal: M-12324-2017 Dirección de la Serie: Jorge Morín de Pablos Diseño y Maquetación: Esperanza de Coig-O’Donnell Diseño Gráfico de la Portada: Esperanza de Coig-O’Donnell Impreso en España - Printed in Spain Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluido fotocopias, grabación o por cualquier sistema de almacenamiento de información sin el previo permiso escrito de los autores

ARROYO CUADREJÓN (T.M. EL TOBOSO, TOLEDO) Nuevos datos sobre el aprovechamiento hídrico en la Mancha desde la Prehistoria Reciente hasta época Moderna

Jorge Morín de Pablos Germán López López Antonio Malalana Ureña

MArq Audema 2017 Serie Prehistoria Reciente - Época Moderna

TIPO DE OBRA RAMAL 3-1 A SOCUÉLLAMOS DE LA ZONA NORORIENTAL DE LA LLANURA MANCHEGA

LOCALIZACIÓN P.K. 0+530 - 3+300 DEL RAMAL 3-1 POLÍGONO 47, PARCELA 246 DEL T.M. EL TOBOSO PROVINCIA DE CUENCA

CONSTRUCTORA

AVDA. PRÍNCIPE FELIPE Nº 61 16660-LAS PEDROÑERAS (CUENCA) TFNO. 967 50 54 77 FAX. 967 50 54 78 JEFE DE OBRA: RAMÓN SÁNCHEZ MOLINA

CONSULTORÍA ARQUEOLÓGICA

DEPARTAMENTO DE ARQUEOLOGÍA, PALEONTOLOGÍA Y RECURSOS CULTURALES AUDITORES DE ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE, S.A. AVENIDA ALFONSO XIII, 72 28016 MADRID TFNO. 91 510 25 55; FAX. 91 415 09 08 E-MAIL: [email protected]

INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA Excavación arqueológica en área del yacimiento Arroyo del Cuadrejón

EQUIPO TÉCNICO DIRECCIÓN ARQUEOLÓGICA: Jorge Morín de Pablos EQUIPO ARQUEOLÓGICO: Jorge Morín de Pablos, Marta Escolà Martínez, Pablo Guerra García, Esperanza de CoigO´Donnell y Carlos Fernández Calvo

GEÓLOGO ASESOR: Fernando Tapias Gómez ESTUDIO HISTÓRICO: Germán López López y Antonio Malalana Ureña ESTUDIO DE MATERIALES: Germán López López y Antonio Malalana Ureña

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ÍNDICE 1. EL PROYECTO CONSTRUCTIVO

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2. EL MEDIO FÍSICO

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2.1. CARACTERÍSTICAS HIDROGEOLÓGICAS DEL ENTORNO DEL YACIMIENTO

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2.2. PUNTOS DE AGUA DEL ENTORNO (POZOS Y LA LAGUNA DE LA NAVA)

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3. ESTUDIO HISTÓRICO

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3.1. LA EDAD DEL BRONCE EN LA ZONA DE ESTUDIO

23

3.2. EDAD MEDIA

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3.3. EL TOBOSO EN ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA: CONSTRUCCIONES HIDRÁULICAS Y ALFARERÍA

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3.4. TÉCNICAS Y MATERIALES CONSTRUCTIVOS DE LOS ELEMENTOS ETNOGRÁFICOS

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3.5. ANEJO PLANIMÉTRICO

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4. LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA 5. ESTUDIO DE MATERIALES

91 151

5.1. CERÁMICA

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5.2. INDUSTRIA LÍTICA

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6. CONCLUSIONES

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7. BIBLIOGRAFÍA

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1. EL PROYECTO CONSTRUCTIVO JORGE MORÍN DE PABLOS Con objeto de proyectar la parte de las infraestructuras hidráulicas precisas para completar la red de distribución para el abastecimiento de agua potable a la Llanura Manchega, se redactó con fecha diciembre de 2002, el Proyecto de los Ramales de distribución a partir de la conducción de agua que, desde el Acueducto Tajo-Segura, incorpora recursos a la Llanura Manchega. Para la definición de los corredores de las conducciones, después de efectuado un estudio geológico general de la zona y un reconocimiento de campo con vistas a minimizar las afecciones de todo tipo, se han seguido los siguientes criterios generales: t

Desarrollar el trazado sensiblemente paralelo a carreteras y caminos.

t

Separarse de cauces naturales y evitar su cruce en la medida de lo posible.

t

No afectar a lagunas, humedales y zonas protegidas o de interés ecológico o arqueológico.

t

Rodear las poblaciones, alejándose del casco urbano y áreas de posible ampliación.

La elección final del trazado dentro del corredor se ha efectuado con criterios hidráulicos y económicos, limitando la profundidad de las zanjas y las proliferaciones de puntos altos. Con objeto de evitar la necesidad de instalar codos, siempre que ha sido posible, se han definido curvas de acuerdo circulares para los cambios de alineación. Los radios mínimos adoptados, en función del diámetro de la tubería, han sido determinados con base en las tolerancias de desviación angular admisible. Las tolerancias de desviación especificadas por el fabricante han sido recortadas con el fin de limitar los esfuerzos sobre las juntas dadas las presiones a las que están previstas que trabajarán las conducciones. Las designaciones de los ramales y sus correspondientes longitudes son las que se reflejan en la siguiente tabla, en la que se indican los ramales que presentan alguno o todos de los con-

Arroyo Cuadrejón

dicionantes medioambientales que se hace referencia en el Anejo nº 12 “Estudio de Impacto Ambiental” y que en resumen son los siguientes: t

Establecimiento de pista restringida de tal forma que se efectúe una ocupación mínima estrictamente en la zona de la zanja de la conducción, con prohibición de acopio de material en el borde de la misma. Se jalonará la zona de actuación de forma que no se realice ninguna actividad fuera de la pista de trabajo, como creación de áreas auxiliares para los acopios de tierras, almacenamiento de material de obra, o movimiento y actuación de la maquinaria.

t

Planificación de las obras para no actuar en la época de nidificación y cría (meses de febrero a agosto, ambos inclusive).

t

Realización antes de la entrada de maquinaria, por personal especializado de recorridos sistemáticos de campo para detectar lugares de interés para la fauna como nidos o dormideros.

t

Minimizar la afección a las zonas de paleodunas, prestando especial cuidado con las distintas capas extraídas del perfil del suelo, de forma que no se mezclen los distintos materiales extraídos.

RAMAL 3.1 El Ramal 3.1., denominado Ramal a Socuéllamos, tiene una longitud total de 35+347 kilómetros. Arranca en la caseta de derivación situada en el P.K. 8+450 del Ramal 3 a Minaya. El ramal proyectado afecta a los términos municipales de El Toboso (Toledo), Pedro Muñoz y Socuéllamos (Ciudad Real). La actuación arqueológica realizada se encuentra en el término municipal de El Toboso (Toledo), entre los P.K. 0+970 y 1+670 del ramal antes descrito.

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Proyecto constructivo

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2. EL MEDIO FÍSICO FERNANDO TAPIAS GOMEZ Y JORGE MORÍN DE PABLOS 2.1. CARACTERÍSTICAS HIDROGEOLÓGICAS DEL ENTORNO DEL YACIMIENTO La zona de estudio se encuadra en el amplio interfluvio existente entre las cuencas del río Gigüela al Noroeste y el río Záncara al Sureste, a cuya cuenca hidrográfica pertenece la zona de estudio. Este interfluvio se caracteriza por tener una gran extensión debido a su orografía caracterizada por sus suaves pendientes labradas sobre materiales paleógenos en las zonas de vaguadas y materiales mesozoicos plegados en las zonas ligeramente elevadas. En las pequeñas elevaciones también se pueden encontrar materiales neógenos de los episodios sedimentarios de colmatación de la Cuenca Mesoterciaria del Tajo. Todos estos factores como las suaves pendientes y las características impermeables de los materiales geológicos aflorantes o situados a poca profundidad, condicionan la formación de charcas o lagunas endorreicas por toda la región. Estas charcas tienen un carácter fuertemente estacional aunque pueden permanecer con cierta cantidad de agua en la época estival. El número y la extensión de estas lagunas endorreicas era mucho mayor a mediados del siglo XX, si bien la sobreexplotación de los acuíferos y la desecación de varias de ellas por causas epidémicas ha llevado a que en la actualidad estas zonas se encuentren muy restringidas. Durante la época en la que se encuadran los restos arqueológicos, documentados en las presentes excavaciones (Edad del Bronce), el paisaje lagunar sería muy similar al existente hace 100 años si bien por entonces existirían todavía los extensos encinares adehesados naturalmente, que darían a esta zona una amplitud de recursos alimenticios. Desde el siglo XVI se han venido construyendo varios pozos para la extracción del agua subterránea si bien dadas las características salinas de los materiales paleógenos y la sobreexplotación de los acuíferos estos pozos no han sido utilizados para la extracción de agua

Arroyo Cuadrejón

potable, sino más bien para la ganadería y la agricultura. Existen excepciones en cuanto las condiciones de potabilidad, y estos son los pozos situados sobre los materiales mesozoicos (calizas, arenas y dolomías) ya que los acuíferos asociados a estos materiales presentan unas condiciones más óptimas para su consumo. Los materiales geológicos que se localizan en el entorno más próximo de las zonas excavadas se localizan en la suave ladera de la vertiente occidental del arroyo del Cuadrejón, dicha vertiente culmina en el suave y alargado promontorio que generan los materiales mesozoicos plegados a modo de anticlinal y sobre la que se asienta la población del Toboso. El arroyo Cuadrejón tiene un carácter fuertemente estacional y una extensión no superior a los 20 km hasta llegar a la Laguna del Retamar. Este arroyo aparece ligeramente encajado sobre el sustrato paleógeno caracterizado por arcillas y limos rojos con conglomerados y areniscas, estos materiales constituyen también el sustrato geológico en las zonas de excavación. El encajamiento de este curso de agua estacional genera que al pie de la suave elevación de El Toboso se formen depósitos coluviales con cantos, bloques, arenas y arcillas. La zona de excavación con más extensión situada al sur, parece situarse bajo una capa de materiales compuestos por arenas y limos con abundantes cantos de no más de 5 cm asociados a algún episodio de avenida “reciente” del sistema fluvial del Cuadrejón ya que son depósitos de carácter fluvial, podrían incluso calificarse como de terraza reciente.

Mapa geológico con la localización de las zonas excavadas, puntos de agua y tipo de materiales geológicos del entorno. Tomado y modificado del visor SIGECO del IGME.

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El medio físico

2.2. PUNTOS DE AGUA DEL ENTORNO (POZOS Y LA LAGUNA DE LA NAVA) Debido a las características geológicas del suelo y a la topografía de la comarca, la ausencia de cursos de agua superficiales provocaba que antiguamente la única manera de conseguir el agua necesaria para la supervivencia fuese mediante pozos, con niveles freáticos muy superficiales. No está lejano el día en que los habitantes de El Toboso se abastecían de pozos comunitarios de diferentes calidades de agua (para beber, para lavar, para el ganado, etc.), y esta cultura del agua permanece todavía en las costumbres y recuerdos de los vecinos de esta localidad. Son varios los pozos que persisten todavía dentro del pueblo, como son: Pozo de La Gascona, Pozo de La Torre, Pozo de La Puerta, etc. Se tiene constancia de que los pozos artesianos conforme han llegado a nuestros días se construyeron ya en el siglo XVI, generalmente presentan un brocal de cuatro ojos horadados en piedra y sostenidos por arcos de medio punto, además de algún abrevadero. A continuación se describen brevemente cinco de los pozos más cercanos a la zona de estudio en el entorno de la población del Toboso. t

El “Pozo de la Virgen” se utilizaba exclusivamente para uso animal y al igual que los pozos del interior del caso urbano de “La Gascona” y “La Torre” para usos higiénicos de limpieza de ropa y del hogar debido a las características salobres de sus aguas.

t

El “Pozo de Arriba” presenta unas aguas con mejor calidad para uso humano, pero debido a la escasez de su caudal se agotaban sus reservas rápidamente. Desde este lugar se puede observar una de las mejores vistas de El Toboso.

t

El denominado actualmente “Pozo Dulce” se llamaba antiguamente “Pozo Primero”, su agua era salobre y su uso principal era abastecer la cabaña ganadera. Junto a este pozo existe todavía una charca, se trata de una laguna endorreica natural formada por aguas de escorrentía. Durante las épocas muy lluviosas ésta se desbordaba anegando campos y caminos, mientras que durante el verano la superficie se reduce considerablemente.

t

El “Pozo de la Cadena” tenía un agua de calidad inferior, por lo que sólo se utilizaba para abastecimiento animal.

t

El “Pozo de la Hilandera” era de características similares al “Pozo Dulce”, aunque la calidad del agua era ligeramente inferior. Sin embargo y debido a su abundante caudal era utilizado por todos los habitantes del municipio, tanto humanos como animales. Era uno de los pozos más populares del término de El Toboso. Su nombre se debe a que este pozo estaba situado en el patio de una casa de vecinos y las mujeres de las diferentes viviendas hilaban alrededor del brocal. Comparando la localización del pozo respecto al pueblo en la actualidad, parece ser que en los siglos XV y XVI, tenía un gran núcleo de población y se extendía hasta aquí. Seguramente formaba parte de “El Toledillo” (zona de refugio de los moriscos).

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Vista general del Pozo de la Virgen junto a la carretera del cementerio.

Detalle del brocal del Pozo de la Virgen y su pequeño abrevadero.

Vista general del Pozo de Arriba.

Detalle del Pozo de Arriba con sus cuatro bocas y su abrevadero.

Localización del Pozo Dulce.

Vista superior del Pozo Dulce con sus dos bocas y su gran abrevadero.

Vista general del Pozo de la Hilandera.

Detalle del Pozo de la Hilandera con sus cuatro bocas y su abrevadero.

Vista general de la Cadena.

Mapa topográfico con la localización de las zonas de excavación y la ubicación de los puntos de agua del entorno.

Vista de la laguna o charca próxima al Pozo Dulce.

Detalle del Pozo de la Cadena con sus cuatro bocas y su abrevadero.

Panel informativo y puesto de observación existentes en la charca del Pozo Dulce.

Plano 1882. IGN

3. ESTUDIO HISTÓRICO GERMÁN LÓPEZ LÓPEZ, ANTONIO MALALANA UREÑA Y JORGE MORÍN DE PABLOS 3.1. LA EDAD DEL BRONCE EN LA ZONA DE ESTUDIO La primera fase de las investigaciones sobre la Edad del Bronce en La Mancha datan de finales del siglo XIX hasta mediados del s. XX, período en el que las “Motillas” son atribuidas a túmulos funerarios (Sánchez Jiménez, 1947 y 1948) como es el caso de la Motilla de Torralba en el valle del Guadiana (Ciudad Real) (Hervás y Buendía, 1898) o la morra de La Peñuela (Chinchilla de Montearagón, Albacete) (Zuazo y Palacios, 1917; Sánchez Jiménez, 1941). Fruto de unas prospecciones realizadas en los términos de Manzanares y Alcázar de San Juan (Ciudad Real) se localizaron varias motillas, que fueron interpretadas como túmulos de enterramiento, si bien se planteó la posibilidad de que fueran lugares de hábitat pertenecientes al Bronce Pleno (Schule y Pellicer, 1965). La Motilla de Los Romeros (Alcázar de San Juan) fue objeto de investigación, realizándose varios sondeos arqueológicos y zanjas radiales (Almagro Gorbea, 1973), identificándose posteriormente como una fortificación de la Edad del Bronce (García Pérez, 1988). A partir de la década de 1970 comenzará el proyecto de prospecciones y excavaciones arqueológicas del equipo de la Universidad de Granada dirigido por T. Nájera y F. Molina en la Motilla de los Palacios (Almagro, Ciudad Real) (Molina y Nájera, 1978), en las Motillas de Las Cañas y del Azuer (Daimiel, Ciudad Real) (Molina et al., 1983 y 2005; Nájera y Molina, 1977, 2004a, 2004b y 2004c; Nájera et al., 1978, 1979 y 1981), siguiendo hasta la actualidad en el último caso. Posteriormente, en la década de 1980 comenzaron a excavarse varios yacimientos de la Edad del Bronce por el equipo de la Universidad Autónoma de Madrid dirigido por G. Nieto

Arroyo Cuadrejón

Planta general de la Motilla del Azuer (Nájera y Molina, 2004: 37).

y J.L. Sánchez Meseguer, destacando el poblado en alto de La Encantada (Granátula de Calatrava, Ciudad Real) (Nieto y Sánchez Meseguer, 1980; Nieto et al., 1983; Sánchez Meseguer, 1994, 2000 y 2004; Sánchez Meseguer y Galán, 2004) y la Motilla de Santa María del Retamar (Argamasilla de Alba, Ciudad Real) (Fernández Vega et al., 1988; Colmenarejo et al., 1994; Galán y Sánchez Meseguer, 1994). En dicha década, en La Mancha Oriental se realizaron prospecciones sistemáticas, localizándose 250 yacimientos inéditos de la Edad del Bronce (Fernández Miranda et al., 1994; Fernández-

Vista aérea de la Motilla del Azuer (Nájera y Molina, 2004: 36).

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Estudio histórico

Vista general del Cerro de La Encantada.

Posse et al., 1996;), y se acometió la excavación de la Morra del Quintanar (Munera) (Martín Morales, 1983 y 1984) y la Motilla de El Acequión (Albacete) (Fernández Miranda et al., 1988, 1993, 1994 y 1995; Fernández-Posse et al., 1996 y 2001). Estas investigaciones sumadas a los descubrimientos de las últimas décadas con motivo de Silos en laderas del Cerro de La Encantada. actuaciones preventivas en proyectos de obra civil y edificación (Benítez de Lugo, 2011a y b), así como el proyecto de investigación de la cueva fortificada de Castillejo del Bonete (Benítez de Lugo et al., 2007a) han permitido constatar una notable densidad de poblamiento durante la Edad del Bronce. Se trata, en general, de pequeños poblados de unas centenas de metros cuadrados que sólo en algunos casos se acercan a 1 hectárea de superficie. Sin embargo, con cierta frecuencia son yacimientos que poseen potentes y complejos recintos de piedra o emplazamientos en lugares altos y destacados de difícil acceso, en muchas ocasiones igualmente fortificados (Fernández-Posse y Martín Morales, 2007). Por tanto, la llanura manchega durante este período cronocultural presenta tres tipos de yacimientos: poblados fortificados asentados sobre elevaciones naturales (morras), poblados fortificados situados en tierras llanas (motillas) y poblados situados en cerros de difícil acce-

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Arroyo Cuadrejón

so. Se asiste al surgimiento de una cultura de gran personalidad y originalidad, denominada “Cultura de las Motillas” (este de Ciudad Real y oeste de Albacete, principalmente), por ser la motilla el yacimiento más característico (Nájera y Molina, 1977; Molina y Nájera, 1978; Molina, Nájera y Aguayo, 1979; Nájera, 1984). Sin embargo, Nieto y Sánchez Meseguer (1980) propusieron el término “Bronce de La Mancha” englobando dentro de éste los diferentes tipos de asentamiento que se desarrollaron en la Edad del Bronce en la zona. Los tipos de asentamiento característicos de esta cultura son las motillas, las morras y los castellones, además de los “campos de hoyos”. Los denominados “campos de hoyos” o “campos de silos” llegarán sin modificaciones excesivas desde el Neolítico/ Materiales cerámicos y metálicos de El Acequión Calcolítico a la Edad del (Fernández-Posse y Martín Morales, 2006: 119). Bronce. Son estructuras de almacenamiento que acompañaron a poblados levantados en materiales perecederos, como se constata en la Loma del Lomo (Cogolludo, Guadalajara). Las morras suelen aprovechar bordes de pequeños farallones rocosos, espolones sobre cursos de agua, cerros o laderas de cerros, siendo lugares con cierta elevación. Yacimientos en alto es el tipo de localización también de los castellones o poblados como La Encantada (Ciudad Real), algunos con notable tamaño y monumentalidad, con laderas aterrazadas y fortificaciones en sus puntos más vulnerables, pero una gran mayoría son pequeños cerros de cima plana que no llegan a los 300 m2 de superficie.

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Estudio histórico

Por su parte, las motillas son asentamientos fortificados situados en llanura que destacan sobre el terreno circundante, en forma de montículo, como consecuencia del depósito arqueológico, con dimensiones que oscilan entre los 4 y 11 metros de altura y diámetros variables entre 40 y 100 metros. Las motillas suelen presentar una torre central y entorno a esta torre se articulan una serie de muros concéntricos que dejan pequeños espacios libres entre los diferentes lienzos de la fortificación. En la actualidad se conoce un gran número de asentamientos de este tipo que constatan una ocupación de La Mancha entre el 2200 y el 1500 a.C (FernándezPosse y Martín Morales, 2007). Con equidistancias de 4 a 5 kilómetros entre unas y otras, según las zonas, pero siem-

Fortificación del acceso a la cueva de Castillejo de Bonete (Benítez de Lugo, 2011b: 52).

Materiales arqueológicos del Castillejo de Bonete (Benítez de Lugo, 2011b: 54)

La tradición de los enterramientos en inhumación en cueva se remontan al Calcolítico. (Reconstrucción virtual de la necrópolis de Huecas, Toledo, Bueno et al., 2012).

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Arroyo Cuadrejón

Reconstrucción virtual de una motilla. Dibujo de Balawat (Benítez de Lugo, 2011b: 57).

pre buscando el contacto visual, su distribución afecta a las vegas de los ríos, zonas llanas y fácilmente inundables, y las zonas palustres deprimidas donde hasta momentos recientes era mucho más frecuente la existencia de los típicos humedales y lagunas manchegas. En el sector noroccidental de La Mancha, los poblados en altura comparten entre ellos una serie de características comunes como su morfología, emplazamiento o registro arqueológico. Los yacimientos en llano son de escasa entidad y, en ellos, se encuentra representada toda la secuencia cultural desde el Calcolítico hasta momentos más avanzados. La diferencia entre los dos tipos de yacimiento, altura y llano, además de ser morfológica y temporal, es funcional. La ocupación del llano se establece en torno a las zonas fértiles de los ríos, lo que les permite tanto el cultivo de la tierra como el cuidado de animales. Los poblados en altura

Mapa topográfico de 1882 (IGN) en el que se señalan los yacimientos de la Edad del Bronce.

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Estudio histórico

suelen estar sobre formaciones rocosas de naturaleza cuarcítica, en un ambiente de montaña, entre monte bajo y matorral, con suelos poco aprovechables para la agricultura debido a su alto contenido en piedras su gran distancia con respecto a las zonas fértiles de los principales ríos. La relación entre los poblados en altura y las ocupaciones en llano puede ser considerada de intercambio. En este sistema, el abastecimiento de bienes de consumo de tipo agrícola y ganadero se realiza de forma organizada, lo que favorece los contactos de unos grupos con otros (Ruiz Taboada, 1998). En la Mancha toledana, a escasos kilómetros del yacimiento objeto de estudio, se sitúa la motilla de El Morrión (Ruiz Taboada, 1994), en el mismo término municipal de El Toboso (Toledo). Junto al cerro de El Morrión, a unos 100 metros al este, en un pequeño cerro, se localiza otro yacimiento de la Edad del Bronce denominado El Nuño (Ruiz Taboada, 1994). El Morrión se sitúa en una vaguada, junto al arroyo del Cuadrejón, y está rodeado por un anillo de pequeños cerros que le aíslan visualmente del resto del territorio. Con un diámetro aproximado de 35 metros, se encuentra asentada sobre un pequeño lecho de caliza que aflora en su parte Norte. El yacimiento de El Nuño no presenta estructuras a la vista y es de escasa entidad. Sus materiales arqueológicos aparecen concentrados en un radio aproximado de 10 metros. La ubicación de los asentamientos de la Edad del Bronce en La Mancha se vincula al acceso a tierras cultivables y al agua, con clara preferencia sobre aquellas que permiten barbechos cortos, apropiados para un tipo de cultivo intensivo desechando los terrenos apropiados para cultivos de secano de ciclo largo, y pastos permanentes para el ganado, como se detecta en La Mancha Oriental (Fernández Miranda et al., 1994). Además parece de

Mapa topográfico de 1882 (IGN) en el que se señala el yacimiento de Arroyo Cuadrejón.

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Arroyo Cuadrejón

Materiales cerámicos de El Morrión. Cuencos (Ruiz Taboada, 1994: 425).

Materiales cerámicos y líticos de El Morrión. Bordes y piezas decoradas (Ruiz Taboada, 1994: 426).

suma importancia la exigencia defensiva de los sitios, eligiendo emplazamientos naturales que la faciliten o exagerando la envergadura de las fortificaciones donde no existe (Fernández-Posse y Martín Morales, 2007). Por tanto la disponibilidad de agua y la existencia de tierra cultivable es una constante en la elección de los asentamientos de la Edad del Bronce en La Mancha. El control de estos recursos agropecuarios podría haber motivado la fortificación de los poblados que controlaban los escasos pozos existentes, como en el caso de la motilla del Azuer (Daimiel, Ciudad Real) donde se localiza un pozo en el interior de su recinto (Nájera y Molina, 2004b), siendo éstos de gran profundidad para llegar a los niveles freáticos de los acuíferos de agua subterránea presentes en la región, debido a que la crisis climática del IIº Milenio a.C. motivaría el descenso de dichos niveles. Durante la Prehistoria Reciente pudo darse un fuerte período de sequía en La Mancha, atestiguado para el conjunto de la Península Ibérica (Carrión et al., 2001; Francisco et al., 2006; Fábregas et al., 2003; Julià et al., 2001), por lo que la defensa y fortificación del recurso básico para la subsistencia como es el agua podría ser reflejo de un estrés ambiental (Benítez de Lugo, 2011a y 2011b) de condiciones de aridez dentro del período subboreal y baja productividad del medio que daría lugar a una complejidad social donde los yacimientos en llano garantizarían la supervivencia de los poblados en alto y motillas (Chapman, 1991). Otros investigadores, sin embargo, indican que la oferta de las tierras susceptibles de ser explotadas para la producción agrícola

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Estudio histórico

era bastante amplia en toda la región, y debido al tamaño reducido de los grupos poblacionales, hacen a priori innecesario el control del agua, máxime cuando existen zonas productivas no ocupadas (Fernández-Posse et al., 2001; Fernández-Posse y Martín Morales, 2006). Otro recurso a explotar relacionado con la ganadería es la sal, conociéndose yacimientos como Las Saladillas (Alcázar de San Juan) cercanos a aguas salobres (García Huerta y Morales, 2004). Siguiendo la tónica general constatada para los asentamientos de la Edad del Bronce, este yacimiento se ubica en las inmediaciones del arroyo Cuadrejón y de dos pozos (Pozo de Arriba y Pozo de la Virgen) que se conservan en la actualidad (se trata de pozos artesianos del s. XVI con brocaFotografía del pozo de la Motilla del Azuer (Benítez de Lugo, 2011b: 63). les de piedra y arcos de medio punto), así como de tres lagunas (la ladera al este junto al municipio, la Laguna Nava Medel al este y la Laguna de la Nava al suroeste, que posibilitarían la presencia de tierras de cultivo de secano de ciclo corto y pastizales. En concreto del Pozo de Arriba se extrae agua potable y del Pozo de la Virgen agua salobre para el ganado. Debido a las características geológicas del suelo y a la topografía de la zona, la ausencia de cursos de agua provocaba que la forma de conseguir agua fuera mediante pozos, aprovechando niveles freáticos superficiales. La cercanía a puntos de agua tuvo que condicionar la ubicación de este asentamiento de la Edad del Bronce. Tal como constata Ruiz Taboada (1998) en la Mancha Noroccidental, las ocupaciones de la Edad del Bronce no se vincularían a complejos lagunares, ya que sus aguas salobres, con un alto porcentaje de cloruros, potasio y magnesio (Cirujano Bracamonte, 1980) serían inadecuadas para el consumo humano y animal. El yacimiento objeto de estudio es de tipo “campos de hoyos”, como “Las Saladillas” (García Huerta y Morales, 2004) o los yacimientos de Embalse de El Vicario (Morín et al., 2007), La

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Arroyo Cuadrejón

Planta y fotografía aérea del yacimiento de Velilla (Fernández del Cerro et al., 2007: 203)

Fotografía general del yacimiento de Embalse de El Vicario.

Villeta I y La Villeta II (Benítez de Lugo et al., 2007) en el cercano Campo de Calatrava (Ciudad Real), así como los numerosos yacimientos documentados en otras áreas de la Submeseta Sur sobre todo la comarca de La Sagra y el valle medio del río Tajo en la provincia de Toledo, como los yacimientos excavados del Bronce Medio de Velilla (Mocejón, Toledo) (Fernández del Cerro et al., 2007) o del Bronce Final de Merinas II (Alameda de la Sagra, Toledo) (Sanabria et al., 2007). En la zona manchega, a partir de un horizonte formativo o de transición se desarrollará una pujante Edad del Bronce en la que conviven hasta momentos avanzados elementos de la cultura material propia de momentos calcolíticos, para recibir posteriormente influencias tanto del mundo argárico o del Bronce Valenciano. La cultura material estará definida por cerámicas preferentemente lisas, con perfiles ondulados, cazuelas y cuencos hemiesféricos, así como cazuelas carenadas. La industria lítica parece sufrir cierta “regresión” tipológica, perdurando en menor número los soportes laminares y permaneciendo de forma pujante los elementos de hoz, manteniéndose también la presencia de material pulimentado, tanto hachas y azuelas como molinos (López López y Morín de Pablos, 2008). Respecto a los inicios de la Edad del Bronce en el área toledana parece inseparable del final del mundo campaniforme (Almagro, 1988), tal como lo indica la presencia de cerámica de

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Estudio histórico

este tipo junto a las ya características cerámicas carenadas y lisas de este período en yacimientos como Calaña (Albarreal de Tajo), La Bóveda (Villaseca de la Sagra), Cerro del Castillo (Mora), La Encantada (Layos), Cerro del Calderico (Consuegra), Huerta de Palacios (Layos) (Carrobles et al., 1994) o en el Cerro del Bú (Toledo), especialmente en este último, único yacimiento excavado, donde se han encontrado cerámicas campaniformes de tipo marítimo junto a las características del Bronce Pleno con una cronología bastante elevada según las muestras obtenidas por C14 Material cerámico del yacimiento de Velilla (Fernández del Cerro et al., 2007: 204). (Álvaro y Pereira, 1990). A partir de este horizonte formativo, y sobre el sustrato del Bronce Pleno, la Edad del Bronce en el valle medio del Tajo evolucionaría, al menos en algunos sectores, sin cambios significativos hasta la aparición de cerámicas del horizonte Cogotas I, tal y como se documenta en el Cerro del Bú, donde aparecen cerámicas de estas características en la última fase de poblamiento del lugar. Los distintos hábitats de esta fase localizados en Toledo representan básicamente un doble patrón de ocupación, por una parte yacimientos en llano, caso de Carpio I (Belvís de la Jara), Olivares de La Fuente, Calaña, Fuente Amarga y el Golín, y por otro lado se ocupan cerros elevados desde los cuales se controla estratégicamente el territorio y los cursos fluviales como por ejemplo el casco antiguo de Toledo, Cerro del Castillo de Mora, Arroyo Manzanas o los poblados en altura del Cerro la Paja y Cerro del Pilarejo (Alameda de la Sagra), Cerro San Gregorio (Añover de Tajo) o Cabeza Rodrigo (Pantoja). Esta dualidad ha sido interpretada por algunos autores por diferenciación de actividades económicas, por una parte la ganadería y caza para los primeros y el comercio o la agricultura para los segundo, con peculiares relaciones de interdependencia.

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Arroyo Cuadrejón

3.2. EDAD MEDIA En el año 711 se producen grandes cambios, los árabes se asientan en la península y comienza una larga época de coexistencia y superposición de culturas, religiones y lenguas. Cuando los árabes conocieron estas tierras la llamaron La’a Mansha (otros dicen Al-Ansha), que quiere decir según algunos filólogos “tierra sin agua”. Sin embargo esta región llegó a convertirse en zona rica en agricultura, ganadería e industria textil. Gracias a las avanzadas técnicas de regadío, hicieron florecer las vegas de los ríos. Entre los siglos VIII al X la organización territorial de la España musulmana fue variando. Sin embargo, hoy por hoy no es posible elaborar una relación completa de las coras o provincias de al-Andalus (Vallvé, 1986: 227). Dicho esto, el territorio andalusí diferenciaría las regiones en función de su localización en la frontera o lejos de ella. En cualquier caso la unidad territorial básica era la N‫ހ‬UD (kuwar, plural), pero tendremos que esperar al gobierno del emir v$EGDU5D‫ف‬PŅQ, para que en al-Andalus se constituya una verdadera estructura administrativa; en donde los distritos militares se conviertan en provincias (kuwar), que a su vez, se subdividan en distritos (aqālīm, singular, iqlīm). Este segundo nivel territorial tendrá como objetivo crear demarcaciones fiscales (Salvatierra y Canto, 2008: 51). Ya en la época de los califas ´Abd ar-Ra‫ف‬mān III y al-‫ـ‬akam II el estado hispanomusulmán se estructura en provincias (N‫ހ‬UD) y marcas (ଥXJ‫ހ‬U, singular ଥDJU) (Lévi-Provençal, 1996: 118). La N‫ހ‬UD era una circunscripción administrativa de carácter provincial que contaba, como es lógico, con una capital en donde residía el gobernador y un territorio circundante. Este término fue adoptado en la Península en el siglo VIII, a partir del periodo de los gobernadores. Y aunque el concepto se importaría de Oriente, aquí incorporaría una variación importante, la dimensión del territorio, mucho más extenso en al-Andalus. La motivación era obvia, pese a la conquista, se pretendía mantener intacto el armazón administrativo de la España visigoda (LéviProvençal, 1973: 26). La N‫ހ‬UD estaba organizada en distritos (iqlīm), que a su vez se dividía en alquerías. En cada iqlīm dominaba una

Perfil de la ciudad de Toledo. Segunda mitad del S. X. Códice de Roda, fol. 197v. RAH.

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Estudio histórico

población, frecuentemente fortificada, de ahí, que se las identifique como ૛LଙQ; asimismo, la defensa del territorio se completaba con la presencia de torres (burŷ y atalayas). En bastantes ocasiones el concepto de alquería y burŷ se fusionaban, conformando una unidad. En definitiva, durante el califato, sin que sea un sistema totalmente estable, el territorio se estructura en N‫ހ‬UDV y madīnas fronterizas. Mientras las primeras suelen estar gobernadas por linajes locales, en las ciudades se sitúan gobernadores militares que deberían ejercer directamente el poder omeya. La zona de estudio se encuentra en la Mancha Alta, un lugar fronterizo, más bien de contacto de cuatro grandes espacios territoriales: una ciudad fronteriza como Toledo y las N‫ހ‬UDV de Santaver, Calatrava y Tudmīr. La ciudad de Toledo contaba con territorio extraordinariamente extenso, cuyo dominio y control es vital para la defensa de al-Andalus. La frontera media es determinante, tanto para la estabilidad interior del estado omeya, durante el emirato independiente y el califato, pero también por presión ejercida por leoneses y castellanos. Escritores como al-Rāzī o Ibn Gālib identifican Tulaytula como una de las cuatro capitales de Al-Andalus, de la que destacan el rendimiento agrícola de su territorio y la calidad de los cereales que en ellos se obtienen (al-Rāzī, 1975: 65-68. al-Bakrī, 1982:25. Vallvé, 1974: 377). El perfil histórico social de Toledo va a marcar políticamente las relaciones entre esta periferia y los sucesivos gobiernos de emires y califas. La población indígena sigue siendo determinante, pues la comunidad mozárabe es amplia, aunque no es el único motivo para las gentes de Toledo de enfrentarse a Córdoba. La propia inercia de equilibrio entre los distintos poderes locales era difícil de mantener, tanto que la ciudad del Tajo buscaba expandir el territorio a costa de los bereberes asentados en su entorno, como los de Santaver. Las noticias de estas revueltas ya son registradas desde el reinado de al-‫ـ‬akam I, con otros episodios con ´Abd al-Ra‫ف‬mān II, Mu‫ف‬ammad I o ´Abd al-Ra‫ف‬mān III. La franja de contacto, al menos con las coras Santaver y Tudmīr, aparece identificada en las fuentes árabes como distrito o iqlim de al-Luŷŷ, integrado en el territorio toledano, cuya capital era 4D‫ٿ‬Uµ$‫ډ‬L\\DR4D‫ٿ‬U%DQLµ$‫ډ‬L\\D, e identificada por Vallvé con Alcázar de San Juan (Ciudad Real) (Vallvé, 1972: 151; 1986: 285). A. Pretel, a partir de estos datos, cree que podría situar dicho iqlim en una zona de navas y lagunas en donde se encuentran los límites de las provincias de Toledo, Cuenca y Ciudad Real (Pretel, 2007: 44). Tras la desintegración a comienzos del siglo XI del Califato de Córdoba, surgen en la península diversos reinos de taifas, entre los que destaca el reino medieval de Toledo, cuyo territorio coincide en gran parte con la actual Castilla-La Mancha. Estos reinos de taifas tuvieron un importante esplendor artístico y cultural, pero los reinos cristianos avanzaron lentamente desde el norte y conquistaron las principales plazas y territorios bajo poder político musulmán. Antes de 1031, algunos territorios, aprovechándose de un débil poder central, ya se gobernaban asimismo de manera autónoma. Dentro de este dificultoso proceso, es ciertamente complicado identificar el instante en el que Toledo se convirtió en taifa independiente. Ya hacia 1010, las familias toledanas más notables decidieron unirse para gobernar el territorio. Sin embargo, el

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Arroyo Cuadrejón

momento clave fue cuando los toledanos, ante el mal gobierno de Àbd alMalik, pidieron ayuda al señor de Santaver, ‘Abd al-Ra૛mān b. ‫ت‬ī l-N‫ހ‬m, quien enviaría a su hijo, el joven Ismā’īl, en algún momento posterior a 1018, pues por entonces aún era gobernador de Uclés. Alrededor del año 1032 podría estar gobernando Toledo, pues desde ese momento ya estaba reconoci-

REINO DE NAVARRA REINO DE ARAGÓN REINO DE LEÓN

CONDADOS CATALANES

ZARAGOZA TUYIBÍES

CALATAYUD TORTOSA ALBARRACÍN TOLEDO

ALPUENTE AMIRÍES

REINO DE TOLEDO

REINO DE BADAJOZ

VALENCIA

BANU DIL-NUN

CÓRBOBA

ABADÍES

ZIRÍES

REINO DE SEVILLA NIEBLA SILVES HUELVA FARO

A

ENI

ED

D NO REI

AFTASÍES

MORÓN RONDA ARCOS ES

MURCIA

REINO DE GRANADA

CARMONA

ALMERÍA MÁLAGA

Í UD M ALGECIRAS M A H

BERLANGA CALATAYUD BARAHONA Río Jalón ATIENZA MUHAMMAD BEN HUD MEDINACELI

REINO DE LEÓN

SANTIUSTE SIGÜENZA

TUYIBÍES

MOCTÁDIR (1046-1081)

SEGOVIA

(ZARAGOZA)

SANTAVER

REINO DE TOLEDO HUETE CUENCA

Río Tajo UCLÉS

QUINTANAR

Río Jú

Río Z ánca

Rí o

Ci gü el

a

TOLEDO

ra

car

OCAÑA

La Península Ibérica alrededor de año 1050 (Menéndez Pidal, 1969)

36

BENI CAÇIN (ALPUENTE)

ILLESCAS

BANU DIL-NUN MAMÚN (1044-1075)

BENI RAZIN (ALBARRACÍN)

Río Guadiela

ALCALÁ

oT aju ña

MADRID

GUADALAJARA



Río Guadarrama

Río

Ja r a

ma

MOLINA Río Tajo

AMIRÍES (VALENCIA)

Estudio histórico

do como soberano y ostentaba el título al-‫ڨ‬ŅILU (Viguera, 2000: 57). Si hacemos caso al cronista Ibn ‘Idār‫ݳ‬, su gobierno sería beneficioso para los pobladores de la taifa (Ibn ‘Idārī, 1993: 229).

REINO DE NAVARRA

REINO DE ARAGÓN

Sancho Ramírez

REINO DE LEÓN Y CASTILLA

CONDADOS CATALANES

Alfonso VI

REINO DE ZARAGOZA Mostain Lhagib Mondsir Abu Meruan Abdallah Alcadir

REINO DE BADAJOZ

Abdalla Almortada

Omar Motawakkil

b. ‘Abd Ism ‫’ ݕ‬īl al-Ra૛m‫ݕ‬n b. ‫ت‬ī l-N‫ހ‬m (ca. 1032-1043/44) construiría un potente taifa, reino que destacaría en todos los

Mondsir de Lérida

REINO DE SEVILLA Abbed Motamid

REINO DE GRANADA Mohámmad Temin

Abdallah

BERLANGA SEPÚLVEDA

Motasím

BORDECOREA

CALATAYUD

BARAHONA Río Jalón ATIENZA MEDINACELI

REINO DE LEÓN Y CASTILLA

HUÉRMECES

REINO DE ZARAGOZA MOSTAIN (1085-1101)

ALFONSO VI (1072-1109)

SEGOVIA

SIGÜENZA HITA BRIHUEGA

UCEDA

CANALES CIFUENTES

SANTAVER

Río Guadiela

ZORITA

HUETE

ILLESCAS

Río Tajo OREJA

CUENCA

AMASÁTRIGO

Río Jú

Río Z á

Rí o

MORA

Ci

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la

OCAÑA

ncar

TOLEDO

a

car

UCLÉS

BENI RAZIN BENI CAÇIN ABU MERUAN ABDALLAH (1048-1092) (1058-1103)

ALBENDEA

ALCALÁ



MADRID

GUADALAJARA oT aju ña

Río Guadarrama

Río

Jara

ma

TALAMANCA

MOLINA Río Tajo

REINO DE SEVILLA ALCADIR BEN ABBED MOTAMID (1069-1091) (1086-1092) QUINTANAR

La Península Ibérica en 1086 tras la capitulación de Toledo (Menéndez Pidal, 1969)

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Arroyo Cuadrejón

GUADALAJARA Río Guadiela Ta ju

ña

ALCALÁ

MADRID

SANTAVER

ALMOGUERA HUETE

MAQUEDA

CUENCA

Río Tajo ar

OCAÑA

Ci

gü el

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TOLEDO

QUINTANAR CONSUEGRA

CAÑAMERO

PUEBLA DE ALCOCER

ALCÁZAR

ALCOBA

o

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ARROBA di an a

PORCUNA

Río CALATRAVA

ABENOJAR

ALARCOS

ALMODÓVAR

YÉMEDA MIRA

UTIEL

ALARCÓN INIESTA

a dian Gua JORQUERA

TOMELLOSO

MANZANARES

ALMADÉN CALATRAVA LA NUEVA

Río Záncara

ORGAZ

NAVAHERMOSA

MOYA

VALERA

Rí o

LA GUARDIA



CAÑETE

UCLÉS Río Jú c

TALAVERA Río Tajo

TRAGACETE

ZORITA

ILLESCAS

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PUENTE DEL ARZOBISPO

CIFUENTES Río Tajo MOLINA

HITA

Rí o

Río Guadarrama

ESCALONA

r ieta ío T

Río Jara ma

UCEDA

1085-1118 1118-1157 1157-1224 1224-1276 1275-s.XV

OSSA

ALBACETE BAZALOTE CHINCHILLA

ALHAMBRA Río Jabalón

Fase de la Repoblación en el centro peninsular (González, 1975: I)

órdenes, el político, el económico y el cultural; manteniéndose la dinastía en el poder hasta el 1085. Quizá el momento de mayor esplendor se asocia al hijo de Ismā’īl, Abū lv‫ـ‬asān Ya‫ف‬yà al-Ma’m‫ހ‬n (1043/44-1075), quien renovaría la fisonomía de la capital, Toledo, e intentarían ampliar los límites territoriales de la taifa a costa de sus vecinos hermanos, llegando a conquistar Córdoba. Sin embargo, nunca pondría sus ojos en la frontera del norte, hacia los reinos cristianos, consiguiendo cierto status quo de neutralidad a cambio del pago de cuantiosas parias (Gaspar Remiro, 1916: 94-95). A la muerte de al-Ma’m‫ހ‬n le sucedería su nieto al-Qadir bi-llah, quien perdería el reino a manos de Alfonso VI (Fath, 1994: 117). Desde el punto de vista territorial, más o menos reproducía la Marca Media, y podemos considerarla como la de mayor extensión de toda al-Andalus. Limitaba al oeste con la taifa de Badajoz, al sur con las de Córdoba y Granada, al sureste con las de Denia y Valencia y al este, fundamentalmente, con la de Zaragoza. Al norte, tras la Sierra (Sistema Central), tuvo enfrente, primero al Reino de León y posteriormente al de Castilla. La Taifa de Toledo, al estar en el centro peninsular, es determinante a lo largo de todo este periodo. De hecho será el reino que soporte las envestidas más feroces lanzadas desde el norte cristiano, por lo que el resguardo de sus fronteras es fundamental para el resto de los dominios musulmanes. Al-Qadir, tras pactar ciertas capitulaciones, entregaba Toledo a Alfonso VI en 1085, una de las ciudades más importantes de al-Andalus. Este hecho produjo la entrada en la Península de los almorávides, llamados para ayudar a las otras taifas.

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Estudio histórico

Todo el territorio de las actuales provincias de Madrid, Toledo, Cuenca, Guadalajara y Ciudad Real fue campo abierto de batalla a partir de 1085, con posiciones claves disputadas e intercambiadas, con un momento crítico por la derrota de Alfonso VIII en Alarcos (1195); la tranquilidad definitiva para todo esta zona llegaría tras la victoria de Las Navas (1212). Por tanto, durante los siglos XI - XIII, La Mancha sería un continuo campo de batalla en el que las fronteras entre cristianos y musulmanes cambiaban de un día para otro. Numerosos castillos y fortalezas recuerdan el carácter fronterizo de este territorio en época medieval. En este proceso militar y repoblador, la Corona cuenta con la ayuda de las órdenes militares, a las que, en pago a sus servicios, los reyes otorgan extensas tierras en calidad de señoríos. En la región intervienen muy activamente las órdenes de Calatrava, San Juan y Santiago. Esta última actuó en El Toboso. Para atraer nueva población que colonizase estas tierras amplias, escasamente pobladas y fronterizas, fue necesario conceder exenciones tributarias, estructurar un complejo soporte jurídico con fueros, franquicias, cartas pueblas y organizar una administración local. De esta manera, la reconstrucción agraria dejó una compleja huella en el ámbito de las relaciones sociales del mundo rural. En principio puede afirmarse que la reactivación del campo trajo beneficios a sus cultivadores. Los restos de la vieja servidumbre retrocedieron notablemente en buena parte de Europa, al tiempo que muchas de las corveas que aún subsistían fueron convertidas en rentas en metálico, lo que en principio favorecía a los labriegos que estaban obligados a satisfacerlas. Al mismo tiempo, se fortalecieron los grandes propietarios territoriales, caso de los “landlords” ingleses, los “junkers” alemanes o los ricos hombres de la Corona de Castilla. Quien se llevó la peor parte fue, según todos los indicios, la pequeña nobleza rural, la cual, tras el varapalo que recibió de la depresión, se encontró sin fuerzas suficientes para salir adelante. Por otra parte, en algunas regiones de Europa, particularmente en el Este, la servidumbre, lejos de retroceder, conoció a fines de la Edad Media un notable resurgimiento. En la mitad del siglo XIV, concretamente en 1353, aparecen los Comunes, asociaciones entre pueblos con fines fiscales y ganaderos, cuya misión era distribuir los repartimientos de pechos, pedidos y otros servicios del maestre. Tres zonas comprendían las propiedades de la Orden de Santiago: Partido de Castilla La Vieja, Provincia de León (Extremadura), y Provincia de Castilla, que a su vez se dividía en cuatro comunes: el de Uclés, el de Segura, el de La Mancha y el del Campo de Montiel. Ya en los inicios del siglo XIV, sobre todo en Castilla, se alude con insistencia en las crónicas y documentos a la pobreza, el despoblamiento y las dificultades. Debemos tener en cuenta que la crisis Bajo Medieval de este siglo estuvo constituida básicamente por la trilogía de hambre, guerra y peste; en definitiva, grandes catástrofes que afectaron a la Europa feudal de aquella época. Es evidente que las tierras de La Mancha también se vieron sacudidas por periodos de malas cosechas y hambres subsiguientes, así como por interminables guerras, que ocasionaron enormes destrozos, sobre todo en el ámbito rural, proliferando igualmente pestes mortíferas. Un conjunto de desgracias meteorológicas y devastaciones continuas de los campos que se tradujo en una disminución de la producción del cereal, y de ahí que la tierra quedara pobre y yerma, lo que había de repercutir en la pobreza de las gentes.

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Arroyo Cuadrejón

3.3. EL TOBOSO EN ÉPOCA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA: CONSTRUCCIONES HIDRÁULICAS Y ALFARERÍA HISTORIA, POBLACIÓN Y ECONOMÍA El propio nombre del municipio aparece en las diferentes fuentes documentales: en 1238 se conoce El Toboso como “el Villarejo Toboso” en el fuero que se concede a los pobladores de Madridejos (De Hinojosa, 1919); en 1275 la Orden de Santiago concede fuero a “El Toboso” (Alvarado Planas, 1995); en la Cosmografía de Fernando Colón (1517) aparece como “el toboso”; en el Censo de la Corona de Castilla de 1591 aparece como “El Tovosso”; El Censo de Ensenada (1752) recoge el nombre de “El Tovoso”; finalmente en el Diccionario geográficoestadístico-histórico de Madoz (1845-1850) ya se denomina “El Toboso”. En 1468, El Toboso aparece en los censos de la Orden de Santiago y en 1480 el maestre de la Orden, Alonso de Cárdenas, al confirmar sus privilegios, la concede el título de villa. El siglo XVI es la época de mayor pujanza de la villa y de mayor repoblación. Su configuración urbana es la característica de esta comarca, con sus edificios de mampostería y tapial y sus muros bien encalados. Las casas, con corredores de madera y columnas, tienen unos patios de planta cuadrada o rectangular adintelada y el suelo es casi siempre de guijarros. Las Relaciones Histórico-Geográficas de Felipe II (1575) es su Respuesta 2 (pág. 578) se indica que “Es un lugar antiguo de mas de trecientos años, es fama que Don Pelay Perez Correa, maestre que fue de Santiago, lo mandase fundar para asegurar el camino que de Toledo por el pasa a Murcia, porque era tierra despoblada. No hay memoria ni aun sospecha que haya sido pueblo de moros por ser falto de agua como en el capitulo veinte y tres se dira, aunque haciendo fundamentos y zanjas para edificar casas se han hallado en muchas partes tinajuelas y ollas de barro y tejas y otras cosas de esta manera, que muestran ser cosas muy antiguas, pero no se sabe ni de ellas se entiende si son edificios que alli hoviese antes que España se perdiese y ganase por los moros, o hechos por ellos en el tiempo que la señorearon”. En la Respuesta 3 (pág. 578) se dice en cuanto al origen del municipio que “Es villa desde la era de mil e trescientos y setenta y seis años, que fue el año del Señor de mil e trecientos y treinta e ocho, y dola titulo de villa don Vasco Rodriguez, maestre que fue de Santiago”. En la respuesta 32 (pág. 580) se indican datos geográficos: “El sitio del dicho pueblo es un lomo de un cerro de muchas peñas, no muy alto ni aspero, y va a la larga del cerro desde hacia el norte al mediodia, y por el comedio del pueblo va lo mas alto y asi las aguas lluvias se escuelan y corren a una parte y a otra del pueblo hacia el oriente y el puniente, y se allega a unas lagunas temporales que cerca de el estan, donde se abreban los ganados, y cuando tienen agua, y de presente no esta cercado, hay rastros de que en tiempos pasados lo fue, porque hay parte de la cerca, y conocimos mucha de ella hecha de tierra, y porque hay en el enteras dos torres de cal y canto, que estaban en las puertas y salidas del pueblo, y son de poco momento para el tiempo de ahora”. En la respuesta 35 (pág.

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Estudio histórico

580) se indica que “Las casas son de tierra tapiada con sus cimientos de piedra, y estos materiales los hay en el pueblo y cerca del. En cuanto a la población, se recogen datos en la Respuesta 39: “Habra en el dicho pueblo setecientas casas, y novecientos vecinos al presente, con los moriscos que de las Alpujarras del reino de Granada se truxeron, y nunca tuvo tantos vecinos ni poblacion como ahora, porque hay personas hoy vivos que conocieron y vieron el pueblo cercado, y no habra hasta docientas casas. En la Respuesta 26 se indica en cuanto a la economía agropecuaria que “Es tierra de labranza y crianza, y lo que mas en ella se coge es trigo, cebada y vino. El ganado que se cria y hay es menudo, ovejas y sus crias. Suele haber y cogerse de diezmo a cuatro y cinco mil fanegas de trigo, y poco mas de cebada, y de vino tres mil arrobas en cada un año, y quinientas y seiscientas cabezas de la cria del ganado, lo que valen no hay certeza por la variación de los tiempos, y por estar arrendados por mayor los dichos diezmos. De lo que mas falta tiene es de leña, montes y dehesas, carnes y aceite, sal, de leña se proveen como se dice en el capitulo quince, de carnes de la comarca, de aceite de Andalucia, de sal de Jumilla”. En las Relaciones de los Pueblos de España… (1575, 1 de diciembre), se mencionan datos de descubrimientos arqueológicos en la Respuesta 36 (pág. 581): “En este capítulo hay que decir que el año próximo paso de sesenta y seis, andando unos hombres cavando en tierra para tapiar una casa en un exido fuera y cerca del pueblo a la salida del mediodía, toparon una gran piedra debaxo de tierra, que les parecio no estar pegada ni trabada con las demás piedras, que en aquella parte hay muchas, por lo cual les vino voluntad de levantar, esperando que debaxo de ella hallarian mejor tierra, y alzada pareció dbaxo della una boca, que la dicha piedra tapaba a manera de cueva o silo, y rayando en ella comenzaron de topar huesos y calaveras de hombres, lo cual les puso advertencia para ir cavando con más consideración y yendo cavando con este tiempo hallaron una orden de huesos y calaveras a la par, que de la forma como estaban se entendió tenían las cabezas hacia el oriente y los pies hacia el poniente, y entre calavera y calavera hallaron que habia unas piedras que llaman rayos, que dicen caer del cielo cuando truena, y cavando más abaxo, y ahondando como tres cuartas, toparon otra orden de huesos y calaveras y rayos puestos por el orden de los primeros y por entonces no se prosiguió más la obra y de los huesos y calaveras que entonces se sacaron, algunos huesos y calaveras eran de extraña grandeza y groseza, en mucho más gordor y grandeza de los que hoy se sacan de las sepulturas y para dar de estos mas entera relacion, y entender si la dicha cueva se havia acabado de limpiar, fuimos a saber del que tiene el sitio donde la dicha cueva esta, el cual nos dixo que había procurado de la limpiar, y que por estar llena de huesos, y calaveras de hombres, lo dexo de hacer, y que en lo que habia cavado entre los huesos, había hallado una trompeta consumida por el tiempo, por quien y cuando estos cuerpos aquí fueron sepultados no hay memoria, antes parecio cosa de maravilla, porque la tierra de encima de la piedra que la boca de la cueva tapaba, esta parecia en su manera y superficie que jamas hubiese sido movida, mayormente estando como este en unos riscos de peñas, y que la dicha cueva esta hecha en peña, y muestra parece ir honda por debaxo de tierra a un lado, y por no estar acabada de limpiar no se le da más relación”.

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En las Relaciones Geográficas de Tomás López (1788) se determina que “Aun se conservan de esta población /moros/ dos casas fuertes que por sur construcción, y por la tradición común, denotan ser obra de moros, los cuales tal vez se hicieron aquí fuertes…”. En el Diccionario de Madoz (1845-1850) se indica que “El término comprende un término que llaman la Motilla, en el que hay ruinas de una fortificación y un pozo manantial llamado de los Moros”. Además se dice que El Toboso pertenece al partido judicial de Quintanar de la Orden, a la Diócesis de Santiago de Uclés, y se ubica sobre riscos en su mayor parte. Su clima es templado, reinan los vientos N. y E. y se padecen estacionales. Tiene 400 casas, la de ayuntamiento, cárcel, pósito, tercia, escuela dotada con 1.100 reales de los fondos públicos, a la que asisten 70 niños, otra de niñas sostenida por retribución, en la que se educan 20. Existen 2 conventos de monjas, uno de Trinitarias Recoletas fundado por D. Alejo Morales Nieva, cuyo edificio tiene su fachada principal toda de piedra labrada, y la iglesia con ricas alhajas y ornamentos, el otro de Franciscas Calzadas. La iglesia parroquial (San Antonio Abad), curato de segundo ascenso y de provisión de S. M. á propuesta del Tribunal Especial de las Órdenes Militares, como perteneciente a la de Santiago, es de 3 naves con 2 magníficos pórticos y la torre de piedra bien labrada. Existe una ermita titulada del Cristo de la Humildad con una casa contigua, habilitada todo para los pobres, otra de la Vera-Cruz, la de San Sebastián sin rentas y en los afueras el convento de Agustinos casi arruinado, y el cementerio. Existen 8 huertas que se riegan con noria, hay bastante viñedo y muchas canteras de jaspes de diferentes colores, cal y yeso. El terreno es de buena calidad para las viñas y cereales, aunque de secano, pues solo se recogen junto al pueblo las aguas llovidas en 3 charcos sin corriente. La producción principal es de vino muy bueno, candeal, cebada, centeno, avena, melones, sandías y verduras. Se mantiene ganado lanar y se cría caza menuda. Existen 3 lagares para cera, 9 molinos de viento, 6 telares para géneros de lana del país, un molino de chocolate y 2 tiendas al por menor de especería y telas y el tráfico de la cera. La población consta de 380 vecinos, 1.330 almas. Es fama que le mandó fundar el gran maestre Pelay Pérez Correa, para asegurar el camino de Toledo a Murcia y debió estar fortificado, porque en 1576 aun existía aparte de la cerca y 2 torres a la entrada, en cuyo hueco hay en el día 2 hornos de pan. En cuanto a datos del Cementerio antiguo y la huerta indicar que el Convento de Agustinos se fundó en 1600 por parte de fray Jerónimo de Sauna y fue sede del Capítulo General de la Orden (1642) y Colegio Mayor. Sufrió una exclaustración durante la Guerra de la Independencia. En 1816 se pidió licencia para vender propiedades con las que reparar la fábrica arruinada. Fue desamortizado en 1836, arruinándose y convirtiéndose en cementerio. En el siglo XVIII se decía que El Toboso era pueblo sano y que morían en general “de muy viejos”. El cementerio estaba constuido desde 1834 y generaba 130 reales anuales en concepto de rompimientos. En 1835 el ayuntamiento propuso la construcción del cementerio en un quiñón sito en el Parador de Robles, propiedad del convento de Trinitarias. Los costes fueron 836 reales de los fondos de propios, porque los vecinos “habían arrimado la piedra y demás”. En tiempos de Madoz sabemos que en las afueras estaba el convento casi arruinado de los agustinos y el cementerio. En 1925 se tomó el acuerdo de sembrar eucaliptos alrededor de las charcas, que

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Estudio histórico

poco a poco se iban cegando y que secularmente ocasionaban problemas de salubridad por las plagas de mosquitos (Briones et al., 2006).

CONSTRUCCIONES HIDRÁULICAS La construcción de pozos, algibes y abrevaderos en el siglo XVI fue de vital importancia, ya que esta zona geográfica tiene escasas precipitaciones durante el año. Éstos fueron construídos tanto dentro como fuera del pueblo, y servían para el abastecimiento humano, como el animal. Los brocales de los pozos son de gran belleza y calidad de labrado, pueden tener diferentes formas, desde uno hasta cuatro ojos horadados en piedra y sostenidos por arcos de medio punto; pueden tener una o dos gradas antes de llegar al brocal. Los pozos solían tener un nombre, dependiendo del lugar donde éstos estuviesen ubicados. Cabe contar el siguiente número de pozos con sus nombres correspondientes: Pozo del Calvario; Pozo de la Gascona; Pozo de la Puerta; Pozo de la Torre o de las nieves; Pozo de la Hilandera; Pozo Dulce; Pozo Primero; Pozo de la Puerta; Pozo de la Virgen; Pozo de la Cadena; Pozo los Moros; Pozo los Machos; y Pozo Arriba (situado cerca de unos molinos en ruinas, en las inmediaciones del yacimiento objeto de estudio). Referente a los recursos hídricos, las Relaciones de Felipe II indican que: “20.- No tiene rio alguno, y los rios que mas cerca pasan es el rio de Ciguela, que lo mas cerca esta dos leguas de este pueblo, y esta hacia la parte de cierzo y norte, y el rio Zancara lo mas cerca de aquí tres leguas, y esta a la parte de mediodia, son rios que de invierno traen agua, y esta a la parte de mediodia, son rios que de invierno traen agua, y los agostos poca o ninguna. 21.- No tiene riberas, huertas ni regadios, ni frutas de ningun genero, solo hay unos pequeños huertos, que particulares tienen para criar hortaliza para sus casas, y las riegan a brazo de agua de pozos que en ellos tienen, y son pozos de poca agua, de cuya causa la hortaliza que hay es poca, y en los dichos huertos se crían y hacen rabanos de a seis y de a siete libras, muy tiernos, blancos, trasparentes y muy dulces, y de ello demas de los haber visto, y se ven muchos años, hay de ello testimonios antiguos, de modo que si como son buenos se criaran muchos, era la cosa mas notable que en esta materia había en España, pero por la falta de agua, y que se riegan a brazo de pozos como esta dicho de ellos y de lo demas hay poca, en los rios dichos no hay pesca de consideración, y la que hay es comun. 22.- No hay molinos en esta tierra ni aceñas señaladas por ser los dicho rios como se declara en el capitulo veinte, y los molinos que en ellos hay son de particulares. 23.- Es falto de aguas porque no hay rios, ni fuentes, ni lagunas, solo hay pozos de donde se proveen de agua, y se muele en los molinos que hay en los dichos rios, y cuando no traen agua se van a moler a los molinos que hay en los rios de Tajo, Xucar y Guadiana, que esta a diez leguas de este pueblo”.

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Arroyo Cuadrejón

51.- Fuera y cerca del pueblo hay una ermita, que se llama Nuestra Señora de los Remedios, es ermita de mucha devoción, y muy frecuentada de gente de toda esta tierra, que a ella vienen con devocion. Hay fama y noticia de muchos milagros que ha fecho, en especial de dos mujeres que en diversos tiempo y lugares cayeron en unos pozos hondos y de mucha agua, y estando en peligro de las vidas se encomendaron en Nuestra Señora de los Remedios, y luego visiblemente crecio tanto el agua de los dichos pozos, que la misma agua los echo fuera sin lision alguna”. Según el Diccionario de Madoz (18451850) El Toboso “se surte de aguas potables en 8 pozos públicos, de los cuales la mitad tienen 4 brocales y graderías de piedra labrada, los hay también particulares, y algibes para el agua llovida en muchas casas y huertas” […] “El término comprende un término que llaman la Motilla, en el que hay ruinas de una fortificación y un pozo manantial llamado de los Moros”.

Tinaja de El Toboso (1625)

ALFARERÍA Las primeras noticias de las tinajas producidas en El Toboso pertenecen a la Relaciones de Felipe II de 1575: “Lo que en dicho pueblo se ha labrado mejor que en otro lugar de España son tinajas para tener vino y aceite y lo que más quisieran echar en ellas, y de hacer hay en dicho pueblo mucha pericia y sciencia, este trato va ya cesando por la falta de leña para las cocer”. En la Respuesta 47 también se alude a las tinajas: “El pueblo es de Vuestra Magestad porque es del maestrazgo de

Ilustración del pasaje de las tinajas en El Quijote de la edición de Ibarra de 1782

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Plano de El Toboso (Catastro de Ensenada, 1752)

Santiago como esta dicho, y tiene en el diezmo de las tinajas, taja, pollos y lechones, mostrenco y paradilla el comendador de Villamayor, y el ni otro particular fuera de Vuestra Magestad no tiene otro aprovechamiento alguno ni preminencia”. En un inventario de 1604 queda constancia de que se hacían tinajas de 16, 25, 30, 70 y 80 arrobas. También se hacían piezas menores conocidas como “tinillos” que se utilizaban como orzas de matanza. En la Primera Edición de El Quijote (1605-1615), Cervantes recogerá la fama de estas tinajas: “Halló Don Quijote ser la casa de

Hornos de tinajas. Dibujo de Carlos de Haes (1865).

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Arroyo Cuadrejón

don Diego de Miranda ancha como de aldea; las armas, empero, aunque de piedra tosca, encima de la puerta de la calle; la bodega, en el patio; la cueva, en el portal, y muchas tinajas a la redonda, que, por ser del Toboso, le renovaron las memorias de su encantada y transformada Dulcinea; y suspirando, y sin mirar lo que decía, ni delante de quién estaba, dijo: “Oh tobosescas tinajas, que me habéis traído a la memoria la dulce prenda de mi mayor amargura!” (Q,II, Capítulo XVIII). En el siglo XVIII, el Catastro de Ensenada (1752) indica que en el pueblo existían cinco

Tinaja de 1876 de El Toboso

tinajeros y varios hornos de cocer tinajas. Se conservan del año 1865  dos dibujos de Carlos de Haes sobre los hornos de las tinajas. El paraje donde se situaban los hornos era conocido como “El Obrador”, a la salida del pueblo en dirección Miguel Esteban. En 1911 Pío Baroja en “El Arbol de la ciencia”, hace referencia a la fama de las tinajas de El Toboso: “Se explicaba que la fantasía de la gente hubiese transformado en duendes aquellas ánforas vinarias, de las cuales, las ventrudas y abultadas tinajas toboseñas, parecían enanos; y las altas y airosas fabricadas en Colmenar tenían aire de gigantes”.

Plano de El Toboso (1882, IGN)

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3.4. TÉCNICAS Y MATERIALES CONSTRUCTIVOS DE LOS ELEMENTOS ETNOGRÁFICOS A continuación se desarrolla una breve descripción de las técnicas y los materiales constructivos identificados en los elementos etnográficos cercanos al yacimiento intervenido. Como eje vertebrador de todos estos conjuntos se ha escogido el denominado Camino de Mota del Cuervo, la antigua carretera que unía ambos cascos urbanos y que hoy queda reducida a un uso agropecuario y como camino vecinal. A ambos lados de este camino se disponen los elementos que han sido analizados. Dichos elementos han sido escogidos además, por su proximidad con el área arqueológica, y son los siguientes: 1.- Solar con restos de cimentaciones, derrumbes y brocal. 2.- Estructura identificada con un chozo. 3.- Pozo de Arriba. 4.- Pozo de La Virgen.

Los restos identificados se encuentran en condiciones dispares de conservación. Así por ejemplo, tanto el llamado Pozo de Arriba como el Pozo de la Virgen se encuentran en buen estado y adecuados para su visita. Sin embargo el chozo, situado alejado del Camino a Mota del Cuervo, se haya en estado de ruina, mientras que el solar con restos de cimentaciones se encuentra arrasado y colmado de vertidos y basuras. No obstante en los tres casos es posible hacer una breve descripción de los materiales constructivos y de las técnicas de edificación, si

Panorámica en 3D de los elementos etnográficos cercanos al yacimiento

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Arroyo Cuadrejón

Panorámica en 3D de los elementos etnográficos cercanos al yacimiento

bien es cierto que sólo son unos primeros datos y que sólo con una excavación sistemática es posible determinar datos concretos de dichas estructuras.

Primer plano del Pozo de Arriba (izquierda) con sus tres brocales en perfecto estado, y detalle del chozo localizado cerca del Camino de Mota del Cuervo (derecha), en estado de semi-ruina.

SOLAR CON RESTOS CONSTRUCTIVOS Dicho solar se sitúa a unos cincuenta metros del área arqueológica intervenida, y se dispone paralelo y lindero al eje dispuesto por el Camino a Mota del Cuervo. Se han identificado al menos, tres tipos de super-estructuras: muro lindero, brocal y pileta. Se detallan sus características en los siguientes puntos:

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Estudio histórico

Vistas en 3D del solar con restos constructivos

a) Muro lindero: muro corrido de una fábrica tosca de mampostería con un sillarejo de tamaño mediano. La traba parece que se hizo con un mortero bastardo muy deteriorado. Se han conservado dos lienzos que merecen la pena ser descritos. El primero, lindando con el camino, destaca por su grosor (más de 70 cm.), aunque ha perdido casi todo su alzado y sólo se conserva la cimentación. El segundo, situado en el lado opuesto y delimitando la finca con la siguiente, se caracteriza por lo contrario. Su

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alzado se conserva en buena parte, siendo una mampostería mal trabada (probable reparación posterior de casi todo el tramo). No obstante se aprecia menor anchura que el anterior, por lo que podría estar alterado.

Aspecto de algunos componentes del solar, el cual debió pertenecer a una casa de labor o labranza, situada a poco metros del área arqueológica intervenida: detalle de la posible pileta de decantación (izquierda), y brocal en mal estado (derecha), posiblemente perteneciente a un horno cerámico.

b) Brocal: situado en la linde Este de la parcela se caracteriza por su buen estado de conservación, a pesar de encontrarse muy colmatado su interior con todo tipo de vertidos. A los lados queda invadido por matorral y un arbusto de gran porte, lo que facilita su deterioro. A simple vista se trata de una fábrica de sillarejo bien trabado e isódromo, de forma circular y con un diámetro aproximado de 2,50 m. (por motivos de seguridad no es posible un acercamiento mayor y por lo tanto, una medida más certera). La hipótesis es que pudiera pertenecer a la chimenea de un gran horno de fabricación de cerámica, aunque no se aprecian restos de hollines en su interior. También podría pertenecer a un pozo de agua, o a alguna construcción vinculada con el tratamiento de ésta (noria y/o molino). No se aprecian canalizaciones cercanas ni vinculadas a esta estructura. No obstante, y dada la cantidad de vertidos en los alrededores, sólo con una buena limpieza sistemática sería posible discernir sobre la naturaleza de este elemento. c) Pileta: localizada en un punto central del complejo, se ha identificado como una pileta por varios motivos. El primero es su tamaño, ya que apenas se le han calculado unos 4 metros cuadrados de superficie interior. El segundo es la presencia de un revoco de mortero en las paredes interiores, el cual podría tener cualidades hidráulicas. Ambos datos indican que se trata de una pileta de decantación, lo que confirmaría que el brocal pertenece a un horno cerámico (la pileta permite decantar las arcillas en la cadena de producción). Los muros delimitativos están configurados de la misma forma que los muros perimetrales, a saber, de mampostería bien trabada con un sillarejo de mediano tamaño.

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Detalle de las potentes cimentaciones documentadas en el solar con restos arquitectónicos, entre los que destacan los cimientos a base de mampostería trabada con mortero, en algunos casos con más de 1,50 metros de anchura.

CHOZO Una segunda estructura se localiza al Nordeste de la superficie arqueológica intervenida. Se trata de una construcción de forma circular cuya techumbre ha desaparecido, pero que por la disposición de los alzados conservados podría ser cupulada. Esta tipología de estructuras sólo responde a los denominados chozos, cucos o bombos, muy abundantes en toda la zona de La

Vistas en 3D del chozo

Aspecto del chozo localizado en El Toboso, con apreciación de la fábrica similar al opus incertum romano (izquierda) y paralelo localizado en las proximidades de Los Hinojosos, con una más que parecida fábrica entre ambos (derecha).

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Arroyo Cuadrejón

Mancha. En este caso la cubierta se ha perdido, dejando ver la fábrica general del edificio. Se trata de una mampostería similar al opus incertum, con un sillarejo exterior bien trabado con mortero y un núcleo a base de cascote y canto. Debido al diámetro que debía necesitar, así como al peso de la cubierta, este sistema constructivo es el más adecuado para evitar posibles derrumbes.

POZO DE LA VIRGEN Y POZO DE ARRIBA Ambas estructuras se localizan muy cercanas al área intervenida. Auque son muy habituales este tipo de estructuras en los humedales de La Mancha, estos ejemplos destacan por su buen estado de conservación y por tener un potente aljibe inferior, desde el que se almacena el agua de captación. Así mismo ambos poseen unas cualidades técnico-constructivas muy similares: sillería isódroma de piedra caliza bien trabajada, tanto en el brocal como en las plataformas y rejuntado a base de mortero (el actual es moderno, pero se entiende que fuese un mortero bastardo en su origen). Sólo se diferencian en la forma y la configuración de las bocas de toma. Mientras que el Pozo de La Virgen es de forma cuadrangular y con un solo brocal, el Pozo de Arriba posee una forma circular y con cuatro brocales también circulares.

Vistas en 3D del Pozo de Arriba

Detalle del Pozo de la Virgen, con los elementos propios de una conservación “in situ”.

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No es posible saber si los aljibes inferiores poseían algún tipo de revestimiento, ya que no es posible el acceso a su interior. Tampoco se documentan estructuras vinculadas con la extracción y/o el traslado de aguas, tales como acequias, atarjeas o similares. Debieron existir, ya que en algunas piezas de la sillería se localizan enjutas o quicios cuadrangulares destinados a algún tipo de maquinillo de extracción.

CONCLUSIONES A diferencia de otras estructuras de similares características, los pozos se encuentran restaurados y preparados dentro de la denominada Itinerario Turístico de la Ruta de Don Quijote. Desde la perspectiva histórica por un lado, forman parte de un rico conjunto de toma de agua procedente del acuífero manchego. Por otro lado se interpretan también como marca-

Pozal de Pedro Muñoz, junto a la carretera de Tomelloso, en la que la mampostería aún conserva varias hiladas (izquierda) y típica casa manchega en Los Hinojosos (derecha), la cual representa claramente el estilo y los materiales arquitectónicos presentes en El Toboso.

Ejemplo similar al Pozo de Arriba (derecha), documentado cerca del área arqueológica: el Pozo de Rabanedo, en el término municipal de Mota del Cuervo (derecha), donde también se ha identificado un gran aljibe en la parte inferior (izquierda).

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dores territoriales desde la época de la Repoblación manchega, e incluso con reminiscencias del denominado Bronce Manchego, con las llamadas motillas, morras y castellones. En esta época los recursos hídricos comienzan a adquirir relevancia, si bien es cierto que con posterioridad dichos pozos y captadores acaparan las construcciones en las veredas de los caminos ganaderos, como sucede con el solar en ruina y con el chozo, localizados junto a la superficie arqueológica intervenida. Los materiales empleados responden a la necesidad de atender a una demanda constructiva que repunta a partir del siglo XIII. Mientras tanto las técnicas siguen los patrones constructivos presentes en toda la Meseta, empleando técnicas sólidas que soportan la climatología local (tapiales y mampuestos encalados y trabados con mortero de cal, preferentemente). “Nos situamos para ello en El Toboso, allí donde hubiera tres lagares para cera, nueve molinos de viento y seis telares amén de canteras de jaspe multicolor (…)” (Villaverde Gil, 2002:166).

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3.5. ANEJO PLANIMÉTRICO

4. LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA JORGE MORÍN DE PABLOS, GERMÁN LÓPEZ LÓPEZ, MARIO LÓPEZ RECIO Y PABLO GUERRA GARCÍA El yacimiento arqueológico de Arroyo Cuadrejón ocupa toda la superficie de una pequeña loma, al Sur de la localidad actual del Toboso. El espacio está fuertemente antropizado, tanto por la presencia de caminos y construcciones contemporáneas, como por los cultivos actuales –Vides-. En la ocupación de este espacio en la antigüedad resulta vital la existencia del agua. Aquí se puede acceder mediante pozos al freático y captar un agua de excelente calidad en una región donde ésta escasea. Este es el principal motivo de la presencia humana desde la Prehistoria reciente. Todavía hoy se pueden observar dos pozos, entre los que destacan el Pozo Nuevo por la calidad de sus aguas, situado al NE del Sector II. En los trabajos de prospección previos se localizó abundante material cerámico con una cronología bajomedieval, moderna y contemporánea. Mucho más escasa la presencia de algunos materiales del Bronce pleno de La Mancha, entre los que destaca un borde con ungulaciones en el labio. La Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla-La Mancha planteó como actuación previa el decapado mecánico del espacio que ocupaba la zanja de la infraestructura proyectada. Tres metros de ancho entre el PP.KK. 0,970 al PP.KK. 1 + 660 del Ramal 3.1 a Socuéllamos (T. M El Toboso, Toledo). Esta actuación permitió localizar diferentes estructuras negativas excavadas en el geológico del tipo “fondos de cabaña”. Entre los días 17 y 22 de octubre se llevo a cabo una excavación arqueológica en extensión de los mismos. La excavación del yacimiento se efectuó en área, siguiendo el método propuesto por E.C. Harris. La documentación utilizada para la recolección de datos se efectuó en una ficha para cada Unidad Estratigráfica. Ésta recoge la documentación de cada unidad estratigráfica, es decir, cualquier elemento identificable de la realidad, tanto estratos, capas o niveles, que se

Arroyo Cuadrejón

Trabajos de prospección arqueológica.

Material del Bronce pleno con ungulaciones hallado en la prospección.

han señalado con un número inscrito en un círculo, como elementos debidos a la acción del hombre, ya sea por construcción, ya por denudación, que se anotan en el interior de un cuadrado. En el encabezado de la ficha se anotan los datos principales referentes al lugar, campaña, etc., que precederán a la información subsiguiente. De forma previa a la definición de composición de la unidad (apartado en el que se describe de manera minuciosa el aspecto visible, cualidades, y características de la misma), existen tres espacios en los que se anota cuanta información gráfica existe sobre el elemento o unidad estratigráfica. Al epígrafe “Composición” suceden los referentes a la situación espacial de la unidad en relación con otros estratos o elementos del conjunto de la carta arqueológica. Los cuatro espacios finales completarán la información que nos ofrece la excavación de la unidad, señalando en la última de ellas las fichas de inventario que se obtengan en el laboratorio con los materiales exhumados, de los cuales los más representativos deberán anotarse durante la elaboración de la ficha en su casillero o epígrafe correspondiente. En el desarrollo de los trabajos de campo se tomaron muestras sedimentológicas de cada uno de los “fondos” para su posterior procesado para la obtención de muestras palinológicas, carpológicas y

Excavación arqueológica..

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La intervención arqueológica

antracológicas. Además del Fondo 4 –U.E. 107- se tomó una muestra cerámica para la datación por termoluminiscencia. En el cribado de los sedimentos no se han recuperado restos de fauna, debido a la acidez del terreno. Cada una de las estructuras se dibujo E.1:20, tanto la planta, como la Sección, sin importar la cronología de las mismas (Paleo-raigones contemporáneos y medievales, drenajes, fondos de la Edad del Bronce, etc.); se realizó una fotografía escala de la estructura, antes y después de su excavación y, por último, se tomaron vistas aéreas de la zona de excavación con la utilización de un pértiga de ocho metros de altura.

Dibujo arqueológico

Los materiales recuperados, cerámicos en su mayoría, aunque existe una industria lítica residual, han sido lavados en laboratorio, pegados y siglados para su posterior entrega en el Museo.

Fotografía cenital.

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Arroyo Cuadrejón

SECTOR I Al Sur del camino viejo a la Mota del Cuervo, que parte del cementerio de la localidad, entre el PP.KK 222 al PP. KK. 7777, se localizaron un total de 17 “fondos”. Éstos se limpiaron entre los días 17 al 19 de octubre, pudiéndose distinguir al menos cuatro ocupaciones humanas.

Imagen de Iberpix en la que se observa el trazado del camino viejo a Mota del Cuervo.

La más moderna está ligada a los cultivos actuales en la zona, ocupados mayoritariamente por plantaciones de viñedos en secano. En la excavación se han localizado los paleo-raigones de esta última actividad humana en el espacio. La vid se plantó realizando una pequeña zanja con medios manuales -azada- y se distingue perfectamente en el sustrato terciario.

Vista aérea en la que se observan las plantaciones de viñedos.

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La intervención arqueológica

Paleoraigones de las plantaciones de viñedos de la primera fase.

Una segunda fase de ocupación, con una cronología moderna-contemporánea- se localiza al Norte de la Zona excavada. Se trata de dos zanjas con dirección Este - Oeste.

Paleoraigones de las plantaciones de viñedos de la segunda fase.

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Una tercera fase, con una cronología más antigua -¿Bajo medieval?- está ligada a la explotación que se encuentra al Oeste del área excavada. Allí, todavía se puede apreciar la existencia de un alfar, ligado a un pozo –actualmente cegado- y que cuenta con una pequeña construcción y un horno.

Trabajos de prospección arqueológica.

Pozo ligado al alfar.

Horno

Construcción

Testar.

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Así, se han localizado los paleo-raigones de estos cultivos arborícolas -¿Olivos?-. Se trata de fosas cuadrangulares excavadas en el sustrato terciario y que están colmatadas por materia orgánica y con materiales de cronología medieval. Finalmente, una última fase, la más antigua – Bronce pleno-, formada por “fondos” circulares que ocupan la totalidad del área excavada. Son “fondos” circulares de tamaños y tipología diferentes que se extienden de Norte a Sur. Sus rellenos cuentan con abundante material cerámico del Bronce pleno manchego. Apenas se ha localizado industria lítica y algunos fragmentos de molinos barquiformes (La fauna es inexistente por la acidez del terreno).

Paleoraigones cuadrangulares de cronología medieval.

Sección del terreno con las diferentes fases del yacimiento Arroyo Cuadrejón.

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Fase I La fase más moderna localizada en el yacimiento corresponde a una plantación de vides. Se han localizado los paleo-raigones de la misma. Se pueden distinguir dos fases en la evolución del viñedo. La más moderna, en la que las vides se han dispuesto en dirección Norte-Sur, mientras que la más antigua se orienta Este – Oeste. En este sentido, señalar que se han empleado un sistema de plantación diferente. Así, el más moderno utiliza un sistema doble, mientras el más antiguo ha utilizado un sistema simple. En los dos casos el sistema de plantación es el mismo, utilizándose una vara de vid, que se coloca en una zanja rectangular realizada con una azadilla -40 x 10 cms, aprox.- y escasa profundidad para que no se pierda la irradiación solar. Las vides están deparadas a más de 2 metros, ya que los sarmientos se extienden más de 60 cms. a cada lado. Hasta que la vid sea productiva pasan unos tres años, pasado ese tiempo se podan lo sarmientos al finalizar la cosecha para que éstos broten al año siguiente. El espacio elegido para la implantación del viñedo es el más idóneo, ya que se encuentra en una ladera soleada y bien drenada. Se trataba de una plantación tradicional de secano y viñedo bajo.

Vista desde el norte de los paleoraigones. En primer término puede apreciarse la fase más antigua del viñedo en dirección este-oeste y con una sola zanja para la vara.

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La intervención arqueológica

Vistas generales de los paleoraigones de la segunda fase del viñedo. El sistema de plantación es de dos zanjas paralelas en dirección noreste suroeste.

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Fase II La segunda fase de ocupación documentada en el yacimiento de Arroyo Cuadrejón también está relacionada con la práctica de la agricultura tradicional en la zona. Se han documentado un total de seis zanjas cuadrangulares, situadas al Sur de la zona excavada, y que probablemente estén en relación con la implantación del cultivo del olivo en El Toboso. Este tipo de cultivos comenzó a introducirse en la provincia de Toledo a partir del siglo XVIII, siendo generalizado en el siglo XIX. En el interior de las zanjas se han localizado materiales cerámicos con una cronología más antigua, ya que en la zona existe un alfar con una cronología Bajomedieval/Moderna y existe una amplia dispersión de material de los testares del mismo por toda la zona.

Sector I desde el norte.

La plantación del mismo se realizaba en zanjas cuadrangulares como las excavadas, con unas medidas muy variables que oscilan entre los 20 x 20 cms. de la Estructura 14, a los 1 x 1m. de la Estructura 9, la de mayor tamaño, y una profundidad que oscila entre los 10 a los 60 cms. En nuestro caso, la profundidad es menor, ya que estas estructuras también se han visto afectadas por las labores de cultivo más modernas, como la implantación de la vid –La profundidad de las Estructuras 5 y 9, sería la más habitual-. A continuación se describen las estructuras de Sur a Norte:

Sector I desde el norte.

Sector I desde el norte.

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La intervención arqueológica

ESTRUCTURA 14 (U.E. 128): se trata de una zanja cuadrangular de unos 20 x 20 cms. y 10 cms. de profundidad. El sedimento que la colmataba –U.E. 127- es marrón oscuro, sin presencia de material cerámico.

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ESTRUCTURA 13 (U.E. 126): se trata de una zanja cuadrangular de 40 x 40 cms, y 10 cms. de profundidad. El sedimento que colmataba la estructura es grisáceo –U.E. 125-. En el interior de la misma se han localizado materiales cerámicos de cocción oxidante.

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ESTRUCTURA 17 (U.E. 135): se trata de una zanja cuadrangular de 60 x 60 cms. y 20 cms. de profundidad. Ésta sólo ha podido ser excavada parcialmente, ya que quedaba fuera de la zona afectada por la infraestructura. El sedimento que la colmataba es de color grisáceo.

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ESTRUCTURA 2 (U.E. 104): se trata de una zanja cuandrangular de 50 x 50 cms. y 20 cms de profundidad. El interior de la misma está colmatado por un sedimento grisáceo –U.E. 103-. En si interior se localizan cerámicas oxidante realizadas a torno.

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ESTRUCTURA 5 (U.E. 110): se trata de una zanja cuadrangular de 80 x 80 cms. y 50 cms. de profundidad. La estructura corta un fondo de la Edad del Bronce –U.E. 108-. El interior está colmatado por un relleno de tierra grisácea –U.E. 109- y se han localizado cerámicas oxidantes en su interior.

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ESTRUCTURA 6 (U.E. 112): se trata de una zanja cuadrangular de 40 x 40 cms. Está colmatada de un sedimento grisáceo –U.E. 111- y en su interior no se localizan materiales.

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ESTRUCTURA 15 (U.E. 130): se trata de una fosa cuadrangular de 80 x 80 cms. y 40 de profundidad. No se ha podido excavar en su totalidad, al estar parte de la misma fuera de la zona afectada. El sedimento que la colmata es una tierra grisácea –U.E. 129- y en su interior se localizan cerámicas oxidantes.

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ESTRUCTURA 9 (U.E. 118): se trata de una fosa cuadrangular de 1 x 1 ms. y 60 cms. de profundidad. El sedimento que la colmata es una tierra grisácea –U.E. 117- El material cerámico localizado en su interior es oxidante.

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La intervención arqueológica

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Zanja 9

Zanja 14 Zanja 5

Zanja 15

Zanja 2

Zanja 17

Zanja 6

Zanja 13

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Fase III La tercera fase de ocupación detectada en los trabajos arqueológicos parece ser dos drenajes paralelos al Camino Viejo a la Mota del Cuervo. Se trata de dos zanjas con dirección Este – Oeste y paralelas al camino mencionado. Las zanjas se han excavado directamente en el sustrato terciario y parecen buscar la pendiente hacia el Oeste, con el fin de evitar encharcamientos en la zona más plana de esta loma que domina la margen izquierda del Arroyo Cuadrejón. Drenaje I (U.E. 137): zanja excavada directamente en el sustrato terciario con una anchura de 80 cms. El relleno es el propio de la zona y apenas se han localizado materiales –U.E. 137-. Se han recuperado dos fragmentos de cerámica oxidante a torno. Drenaje II (U.E. 140): zanja excavada en el sustrato terciario con una anchura de 80 cms y relleno del material de la zona –U.E. 139-. Se localiza abundante material cerámico, cocción oxidante a torno.

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Drenaje I

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Drenaje II

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Fase IV La fase más antigua localizada en el yacimiento corresponde a un campo de “fondos” del Bronce pleno de La Mancha. Se han localizado ocho “fondos” –F1, 2, 3, 4, 7, 8, 10 y 16-, así como dos probables agujeros de poste –UU.EE. 118 y 121-, que estarían asociados a la U.E. 119 –F. 10-. La zona excavada es un área mínima de la extensión real del enclave que se extiende a lo largo de toda la loma que está en la margen izquierda del Arroyo Cuadrejón. Este espacio es el más idóneo desde el punto de vista geológico, ya que es la única zona extensa que conforma una plataforma de arenas en un territorio ocupados por múltiples lagunas. Es el único espacio seco en el territorio. Por otro lado, cuenta con diferentes pozos, actualmente destaca la existencia del Pozo Nuevo el único que proporciona agua dulce en esta área. En estos momentos el control de los puntos de aguada parece ser relevante, ya que parece tratarse de un período de relativa aridez.

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Estructura 1 (U.E. 102): fondo de 95 cms. de diámetro y 42 cms. de profundidad. El sedimento que los rellena –U.E. 101- es una tierra grisácea muy fina. Se localizan cerámicas realizadas a mano de cocción reductora, típicas producciones del Bronce Pleno manchego.

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Estructura 3 (U.E. 106): fondo de 1,20 ms. de diámetro y un metro de profundidad excavado en el sustrato terciario. El interior estaba colmatado por una tierra grisácea –U.E. 105-. Es la estructura que más materiales ha proporcionado, tanto cerámicos como líticos, así destaca la presencia de un molino barquiforme. Señalar que de todas las estructuras parece que es la única que pudo tener una función como espacio contenedor de cereales. En este sentido, la totalidad de los restos cerámicos conservado corresponden a un recipiente de gran tamaño, tipo dolia, que pudo estar enterrado y servir como “silo” subterráneo.

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Arroyo Cuadrejón

Estructura 4 (U.E. 108): fondo de 1,10 cms. de diámetro y 80 cms. de profundidad. Está cortado por la Estructura 5, que es una zanja de cronología moderno/contemporánea. El sedimento que colmata si interior es una arena grisácea muy fina –U.E. 107-. Se localizan materiales cerámicos realizados a mano y de cocción reductora, con una cronología del Bronce Pleno. Por otro lado, parece asociado al fondo 4 y también pudo tener esa función contenedora, aunque aquí es menos clara esta hipótesis.

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Arroyo Cuadrejón

Estructura 7 (U.E. 114): Fondo (?) de unos 40 cms. de diámetro y 10 cms. de profundidad. Se encuentra muy alterado por la labores agrícolas, así se observa como las huellas de la reja del arado lo atraviesan de Norte a Sur. El sedimento que lo colmataba era una arena muy fina de color grisáceo sin materiales –U.E. 113-. Se adscribe a este momento por la tipología circular de la estructura, aunque no existen argumentos materiales.

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La intervención arqueológica

Estructura 8 (U.E. 116): Fondo de 1,40 ms. de diámetro y 60 cms. de profundidad. Su interior está colmatado por una arena fina grisácea –U.E. 115-. Los materiales son cerámicas a mano de cocción reductora, así como alguna pieza lítica de industria laminar. La función de este tipo de estructuras sería la de conservación de las cosechas de cereales.

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Arroyo Cuadrejón

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Estructura 10 (U.E. 120): Fondo de 1 metro de diámetro y 40 cms. de profundidad. Su interior estaba colmatado por una tierra grisácea de textura arenosa fina –U.E. 119. Se localizaron algunos restos de cerámicas a mano de cocción reductora. Señalar que este fondo tiene asociados dos agujeros de poste al Oeste de la misma –UU.EE. 122 y 124-, que servirían para una posible cubierta, lo que avalaría la hipótesis de tratarse de un área de almacenamiento.

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Estructura 11. (U.E. 122): agujero de poste de 15 cms. de diámetro y 15 de profundidad. Relleno de tierra grisácea fina –U.E. 121-. Sin materiales y asociado al fondo 10.

Estructura 12. (U.E. 124): agujero de poste de 10 cms. de diámetro y 10 de profundidad. Señalar que el poste ha sido invadido por las raíces de una de las cepas cercanas. Relleno de tierra grisácea fina –U.E. 123-. Sin materiales y asociado al fondo 10.

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La intervención arqueológica

Estructura 16 (U.E. 132): fondo de 1,20 ms. de diámetro y 10 de profundidad. La estructura está muy afectada por los trabajos agrícolas. El relleno esta formado por una tierra grisácea fina –U.E. 131-. Materiales cerámicos realziados a mano y de cocción reductora.

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Fondo 11 Fondo 10

Fondo 16

Fondo 12

Fondo 7

Fondo 1

Fondo 4

Fondo 8

Fondo 3

SECTOR II Al Norte del Sector I se localizaron cuatro estructuras negativas al Este del Pozo Nuevo. Tres de ellas circulares, y que podrían asociarse al yacimiento del Bronce Pleno, y una cuadrangular que se asociaría a la plantación del olivar en tiempos modernos contemporáneos.

Estudio histórico

Fotografía aérea del sector II. Al oeste puede apreciarse el pozo nuevo.

Pozo nuevo.

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Arroyo Cuadrejón

Estructura 1 (U.E. 202): Fondo de 1 ms de diámetro y 20 cms. de profundidad. Colmatado de sedimento grisáceo fino –U.E. 201-. No se localizan restos materiales.

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Estudio histórico

Estructura 2 (U.E. 204): fondo de 1,40 ms. por 1,20 ms. y 30 cms. de profundidad. El interior formado por un relleno grisáceo fino sin materiales –U.E. 203-.

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Arroyo Cuadrejón

Estructura 3 (U.E. 206); Zanja de 80 x 80 cms. y 20 de profundidad. Está colmatada por una tierra grisácea –U.E. 205-.

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Estudio histórico

Estructura 4 (U.E. 208): Fondo de 60 cms. de diámetro y 20 cms. de profundidad. Su interior está colmatado por una tierra grisácea fina –U.E. 207-.

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5. ESTUDIO DE MATERIALES GERMÁN LÓPEZ LÓPEZ, JORGE MORÍN DE PABLOS Y JOSE MANUEL ILLÁN ILLÁN 5.1. CERÁMICA El yacimiento de Arroyo Cuadrejón se sitúa en una suave ladera sobre el cauce del mismo nombre. En el entorno se sitúan yacimientos de cronología próxima (Bronce Inicial/Pleno), como los de El Morrión y El Nuño (Taboada, 1994). El lugar aparece alterado por las labores agrícolas, por lo que existe una diversidad de fosas rellenas con sedimentos y materiales cerámicos, diferenciándose restos de la Edad del Bronce y de época moderna. Entre los estructuras excavadas destacan los fondos 1, 3, 4 y 10 que cuenta con fragmentos cerámicos, restos de adobe y lítica correspondientes al Bronce Pleno. En cuanto a la cerámica, en su mayoría se trata de fragmentos de grandes recipientes, tipo ollas, con una clara utilización como contenedores vinculados con las estructuras excavadas. Las formas que mejor se aprecian son las de ollas globulares, que en algunos casos cuentan con cuello troncocónico, típicas en la zona manchega en momentos del Bronce Pleno. El conjunto cerámico tiene un número total de 188 fragmentos, de los cuales 127 (67,5%) son materiales del Bronce Pleno y los 61 (32,5%) restantes, a época moderna. El material selecto (formas y decoraciones) es tan sólo de 29 fragmentos, de los cuales 23 (79,3%) son del Bronce Pleno y 6 (20,7 %) de época Moderna. Destaca la ausencia de decoración en los fragmentos, que cuentan en su mayoría con un acabado alisado; la cocción es reductora irregular, con pastas y desgrasantes gruesos. Las únicas decoraciones presentes son digitaciones en el labio de 3 fragmentos (1,59 % del total) de cazuelas o cuencos. Como excepción, también se cuenta con la presencia de restos de

Arroyo Cuadrejón

engobe de tonalidad rojiza, cuya tradición proviene de la decoración a la Almagra de época Calcolítica. Las bordes decorados son similares a los hallados en el yacimiento próximo de El Morrión (Taboada, 1994). En lo que se refiere al resto de los fragmentos cerámicos se vinculan con la época moderna, entre los que destaca la mayoría de fragmentos con vedrio plumbífero con tonalidades meladas y verdes. El conjunto cerámico lo completan fragmentos de contenedores, como cántaros, con modelos típicos de Mota del Cuervo. Entre las piezas únicamente destaca un fragmento de cuenco o escudilla con acanaladura exterior, vedrío plumbífero melado al interior con un motivo en manganeso. Como conclusión, los materiales cerámicos de Arroyo Cuadrejón indican una presencia dilatada en el tiempo, pero no continua. Los materiales hallados se vinculan con la explotación del entorno y denotan un uso productivo por la práctica ausencia de motivos decorativos y la ausencia de piezas propias de otros contextos diferentes a los relacionados con labores agrícolas o de almacenamiento.

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Estudio de materiales

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Estudio de materiales

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5.2. INDUSTRIA LÍTICA DESCRIPCIÓN DE LAS PIEZAS: U.E. 105 2012/17/38: Molino de caliza de tendencia circular fracturado. 24x14x7,5 cms. 2012/17/39: Plaqueta de caliza recortada. 9,2x8,3x4,3 cms. U.E. 115 2012/17/40: Tapadera de cuarcita semicircular. 12,2x6,6x2,9 cms. 2012/17/41: Lasca de semidescortezado de cuarcita. 6,7x5,2x1,8 cms. 2012/17/42: Lasca desbordante cortical de cuarcita. 5,2x6,4x2,4 cms. 2012/12/43: Lasca laminar de sílex. 4,0x1,5x0,8 cms.

CARACTERIZACIÓN E INTERPRETACIÓN DEL CONJUNTO LÍTICO: El conjunto lítico conservado en el registro es muy escaso, en concreto, 6 piezas (3 piezas de industria pulimentada y 3 de industria tallada) procedentes de 2 Unidades Estratigráficas (U.E. 105 y 115) correspondientes a rellenos de estructuras excavadas en el suelo denominadas “fondos de cabaña” de la Edad del Bronce. El conjunto de material pulimentado consta de un molino de caliza de tendencia circular fracturado, así como una plaqueta natural de caliza recortada y una tapadera de cuarcita semicircular. El conjunto de material tallado consta de tres lascas, dos de ellas de cuarcita con restos de córtex (lasca de semidescortezado y lasca desbordante cortical), así como un producto de lascado de débitage laminar en sílex. La materia prima empleada para la industria tallada es de origen local, existiendo en el entorno del yacimiento extensos mantos de cantos cuarcíticos en superficie procedentes de la disgregación de los conglomerados del sustrato de la llanura manchega. Dicho sustrato geológico, con niveles de Molino de caliza de tendencia circular fracturado. U.E 105.

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Estudio de materiales

margas y arcillas pueden contener ocasionalmente sílex, que aflora en superficie, aunque también pudiera ser una materia prima alóctona. Del mismo modo, el material pulimentado está elaborado en caliza, materia prima del sustrato geológico plioceno que aflora en gran parte de la superficie de la llanura manchega. La escasez del registro lítico impide una valoración en detalle de la presencia de dicha industria en yacimientos de la Prehistoria Reciente como éste. Dichos restos están vinculados a las distintas actividades y explotaciones agropecuarias del entorno, como son el cultivo cerealístico por la presencia de un molino. Se constata, de la misma forma, la perduración de la talla de cuarcita para la confección de elementos cortantes, atestiguado en los yacimientos de Velilla, Merinas (Toledo) y El Embalse de El Vicario (Ciudad Real) mediante secuencias de lascado cortas y expeditivas, (López López y Morín de Pablos, 2008) así como la talla de sílex para producciones laminares, debido a que los requerimientos técnicos necesarios indican una selección de una materia prima de buena calidad para la talla. No existe material retocado, aunque por lo exiguo de la muestra no pueden realizarse valoraciones al respecto.

Plaqueta de caliza recortada. U.E 105.

Tradicionalmente se ha venido señalando para las distintas fases de la Prehistoria Reciente un pau-

Tapadera de cuarcita semicircular. U.E. 115.

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Arroyo Cuadrejón

Lasca de semidescortezado de cuarcita. U.E. 115.

Lasca desbordante cortical de cuarcita. U.E. 115.

latino empobrecimiento de las producciones líticas (Blasco, 1997), quedando como algo residual tanto en el registro arqueológico como en la producción bibliográfica, si bien es cierto que hasta el momento no son tantos los yacimientos que han proporcionado repertorios líticos extensos pertenecientes a los distintos momentos cronológicos y que permitan establecer comparaciones fiables, dada la escasa extensión excavada en los yacimientos ya clásicos de la bibliografía, por lo que en el estado actual del conocimiento de esta parte de la cultura material resulta excesivamente aventurado afirmar la existencia de cambios significativos en las manufacturas líticas de unos y otros períodos (Barroso, 2002). Junto a esto, la información recogida en la bibliografía resulta tremendamente desigual en lo que a las producciones líticas se refiere, limitándose en la mayoría de los casos a un exiguo material retocado con escasas referencias a otros tipos técnicos como núcleos, etc. y pasando muy por encima de las cadenas operativas. Respecto a la adquisición de materias primas y al uso diferencial que en los yacimientos de la Edad del Bronce se hace de las mismas, se podrían señalar una serie de pautas comunes como podría ser el hecho de que dominan rocas de origen local, explotando principalmente litologías de acceso muy inmediato, pese a que en la

Molino de caliza de tendencia circular fracturado. U.E 105.

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Estudio de materiales

práctica totalidad de los yacimientos se documentan materias primas de origen alóctono. También resulta un rasgo común la multiplicidad de cadenas operativas y la diferente gestión de los recursos líticos en función tanto del tipo de roca explotada como de la utilidad o funcionalidad de la pieza a elaborar (López López y Morín de Pablos, 2008). En la mayoría de los yacimientos de la Edad del Bronce de la Submeseta Sur, la industria lítica se caracteriza principalmente por la presencia de elementos de hoz, como sucede en yacimientos como el Arenero de Soto (Martínez y Méndez, 1983), el Negralejo (Blasco, 1983), el Cerro del Bú (Álvaro y Pereira, 1990) o el Cerro de la Encantada (Sánchez García-Arista, 1988), sin embargo no constatados en el presente yacimiento.

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6. CONCLUSIONES GERMÁN LÓPEZ LÓPEZ, ANTONIO MALALANA UREÑA Y JORGE MORÍN DE PABLOS El emplazamiento del yacimiento de tipo “campos de hoyos” de Arroyo Cuadrejón, con evidencias de ocupación durante la Edad del Bronce y época medieval-moderna se justifica por la cercanía del propio arroyo Cuadrejón y de dos pozos (Pozo de Arriba y Pozo de la Virgen) que se conservan en la actualidad, que posibilitarían la presencia de tierras de cultivo de secano y pastizales, así como agua potable para consumo humano y animal. Debido a las características geológicas del suelo y a la topografía de la zona, la ausencia de cursos de agua permanentes provocaba que la forma de conseguir agua fuera mediante pozos, aprovechando niveles freáticos superficiales. En concreto del Pozo de Arriba se extrae agua potable y del Pozo de la Virgen agua salobre para el ganado. La ubicación de las estructuras arqueológicas viene determinada por la propia naturaleza litológica y posición geomorfológica del entorno, ocupándose una suave ladera de la vertiente occidental del arroyo Cuadrejón, correspondiente a una terraza fluvial reciente, con un nivel de escasa potencia de arenas, limos y gravas heterométricas en superficie y un sustrato geológico Paleógeno compuesto por arcillas, limos con conglomerados y areniscas, en un lugar no inundable cercano a un complejo lagunar formado por las lagunas del Pozo de la Puerta, Nava Medel y Laguna de la Nava. Durante el Bronce Pleno existe una ocupación de los terrenos situados en el entorno del Arroyo Cuadrejón, con la presencia al sur de la motilla de El Morrión, situada en la vega junto al Pozo de los Moros, y a unos 100 metros al este, en un pequeño cerro, el yacimiento de El Nuño (Ruiz Taboada, 1994), así como el yacimiento en llano objeto de estudio, aprovechando los recursos hídricos de los acuíferos, las tierras cultivables

y pastos. El yacimiento excavado presenta en el relleno de las estructuras material cerámico caracterizado por la ausencia de decoraciones, salvo bordes con digitaciones y restos de engobe (de tradición calcolítica). Son piezas alisadas, con formas de grandes recipientes, ollas globulares. Los restos de adobes presentes responden a las evidencias de material constructivo perecedero de las construcciones o de sistemas de recubrimiento de estructuras de almacenamiento. El material lítico es muy escasa, poco diagnóstico, destacando la presencia de un molino. Por otro lado, no se conservan restos faunísticos. Por su parte, el registro cerámico de época medieval-moderna se caracteriza por sus vedríos plumbíferos melados y verdes, así como fragmentos de cántaros de formas características de los alfares de Mota del Cuervo. En superficie se localiza un gran número de fragmentos de tinajas, que evidencian la importancia de la producción de este tipo de grandes recipientes en época moderna-contemporánea en la población de El Toboso. Mapa hidrogeológico con Las Lagunas, el Arroyo Cuadrejón, la ubicación de las zonas de excavación y los yacimientos de la edad del bronce de El Nuño y la Motilla de El Morrión.

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