Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo

July 9, 2017 | Autor: I. Garcia Zapata | Categoría: Arte efímero, Toledo
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Descripción

Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata

Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo

Ignacio José García Zapata

Resumen: Con motivo de la llegada a Toledo del nuevo Arzobispo, el Cardenal Luis María de Borbón, se llevaron a cabo una serie de fiestas en su honor. Estás celebraciones cambiaron por unos días la imagen de la ciudad, destacando entre todos los fastos la portada erigida en la puerta del Perdón. Una obra efímera dirigida por Mariano Salvatierra, que guarda semejanzas con el diseño propuesto por Ventura Rodríguez para la nueva fachada del templo. Ambos proyectos tenían como objetivo la recuperación de Toledo como una ciudad en consonancia con los nuevos postulados académicos.

Palabras Claves: Efímera, Portada, Puerta del Perdón, Salvatierra, Ventura, Toledo

Abstract: By reason of the arrival of the new Archbishop of Toledo, Cardinal Luis María de Borbon, took place a series of celebrations in his honor. These celebrations for a few days changed the image of the city, most notably cover all pomp erected in the Forgiveness Gate. An ephemeral work directed by Mariano Salvatierra, which is reminiscent of the approach proposed by Ventura Rodriguez for the new facade of the temple. Both projects were aimed at the recovery of Toledo as a city in line with the new academic postulates.

Key Words: Ephemeral, Cover, Forgiveness Gate, Salvatierra, Ventura, Toledo

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata Muchos son los factores a tener en cuenta a la hora de abordar cualquier obra de arte realizada para una efeméride. Este tipo de piezas, en suma confeccionadas para un momento determinado y, por tanto, con una vida limitada, apenas han llegado hasta nuestros días. Sin embargo, algunas de ellas se pueden conocer gracias a diferentes dibujos y grabados que se encuentran en los archivos, mayoritariamente de la Iglesia, pues junto con la Monarquía era la gran sustentadora de este tipo de encargos. Éste es el caso de la portada arquitectónica que con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón se elabora por parte del Cabildo toledano para recibirlo a su llegada al templo de la ciudad1. Dicho proyecto, dirigido por el reconocido Mariano Salvatierra, guarda cierta semejanza con el que poco antes propone Ventura Rodríguez para la nueva fachada del templo. Ambas ideas tenían como objetivo la recuperación de Toledo como una ciudad en consonancia con las nuevas academias que se basaban en la recuperación de los ideales clásicos. Esquemas que se pueden apreciar en la Puerta Llana del templo toledano. Arquitectura efímera y Toledo En las últimas décadas se ha experimentado un creciente interés en el estudio del campo que aborda todo el aparataje que se confecciona con motivo de una efeméride. Estas celebraciones, tales como nacimientos, defunciones, bodas, recibimientos, victorias o cualquier acontecimiento religioso, son causa de fuerza mayor para llevar a cabo un montaje acorde al nivel del episodio. España es uno de los grandes valedores de estos eventos, importándolos a América, donde son acogidos con gran interés. Por ejemplo, la Casa de los Austrias es una de las patrocinadoras de esta clase de actos.2. La llegada del Barroco y todo lo que este movimiento lleva aparejado tras de sí, conlleva que este tipo de sucesos tengan una mayor importancia, aparejada a la espectacularidad que ofrece esta nueva corriente. La conjunción de las artes aplicadas a estos hechos permite transformar la ciudad en espacio y tiempo. Por ejemplo, la portada para el nuevo arzobispo primado de Toledo equipara la ciudad con la época clásica, modificando así el espacio medieval del atrio de la catedral metropolitana. No obstante, estos sucesos llevan acoplados otro tipo de interés, como puede ser el de ofrecer una vía de escape para el pueblo trabajador, distrayéndolo de otros asuntos cotidianos. A la vez que

Arzobispo de Toledo desde 1800 a 1823. García Bernal ya acometió un importante estudio sobre la fastuosidad de los acontecimientos públicos de los Austrias: Cfr. GARCÍA BERNAL, José Jaime, El fasto público en la España de los Austrias, Sevilla: Universidad de Sevilla, 2006.

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata ofrecen una imagen de unidad entre los diferentes estamentos de la sociedad: clero, nobleza y pueblo llano3. No obstante, son eventos pasajeros y como tal, las obras tienen un tiempo de vida limitado. Frágiles y provisionales, llegan a competir en apariencia con las verdaderas construcciones de la ciudad. Sin embargo, su destino ya está determinado. A pesar de ello cumplen con creces sus cometidos. Causan admiración, sorpresa y fascinación en las personas que las contemplan, así mismo solemnizan el momento festejado. Con el desarrollo de la arquitectura efímera y de otros componentes, se alude a los sentidos para exaltar, glorificar y simbolizar el poder terrenal y celestial de la realeza y de la Iglesia4. Estas fiestas del poder se desarrollan en la ciudad del Tajo durante toda la Edad Moderna. Algunas de ellas ya han sido puestas de manifiesto por la historiadora Paula Revenga, quien ha desgranado algunos acontecimientos festivos relacionados con los recibimientos de diferentes monarcas en la ciudad. Como pueden ser las entradas de Carlos II, Felipe V o Carlos III. Estos advenimientos perecederos no van aparejados siempre a la alegría, en algunas ocasiones se erigen túmulos para celebrar las exequias de un personaje relevante, como pueden ser las honras de Luis I5. A este respecto existen las aportaciones del profesor Martínez Gil, quien ya puso de manifiesto como la muerte de una figura notable veía alterada la vida de la localidad. Ésta vive forzosamente este hecho luctuoso mediante el redoblar de las campanas, el luto obligatorio, el cese momentáneo de las tareas diarias y las ceremonias funerarias6. Dentro de las ceremonias religiosas hay que destacar el monumento de Jueves Santo, una obra efímera anual que el propio Luis María encarga a Ignacio Hann a comienzos del siglo XIX7.

Cfr. FAGIOLO DELL’ARCO, Maurizio y CARANDINI, Silvia, L’effimero barroco, Roma: Bulzoni, 1978. 4 BONET CORREA, Antonio, “La arquitectura efímera del barroco en España” en NORBA-ARTE, 1993, nº 13, pp. 23-70; BONET CORREA, Antonio, “La fiesta barroca como símbolo del poder” en Diwan, 1979, nº 2 y 3; BONET CORREA, Antonio, Fiesta, poder y arquitectura, Madrid: Akal, 1990. 5 REVENGA DOMÍNGUEZ, Paula, “Ceremonia, fasto y realeza: las relaciones de fiestas toledanas del siglo XVIII” en Abrente: Boletín de la Real Academia Gallega de Bellas Artes de Nuestra Señora del Rosario, 2006-2007, nº 38 y 39, pp. 233-256; REVENGA DOMÍNGUEZ, Paula, “Arquitecturas efímeras e metamorfose urbana. Entradas triunfais dos primeiros borbóns na cidade imperial” en Abrente: Boletín de la Real Academia Gallega de Bellas Artes de Nuestra Señora del Rosario, 2010-2011, nº 42 y 43, pp. 209-236. 6 MARTÍNEZ GIL, Fernando, “Las fiestas barrocas de la muerte en el Toledo del siglo XVII” en Anales toledanos, 1993, nº 30, pp. 99-116. 7 De MINGO LORENTE, Adolfo, El monumento de Semana Santa de la Catedral de Toledo, Toledo: Consorcio de Toledo, 2012. 3

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata Dos borbones, Cardenales Primados de la Catedral de Toledo Luis María de Borbón no fue el primer cardenal de la casa de los borbones en poseer el título de arzobispo de Toledo, décadas antes su padre Luis Antonio de Borbón ya había disfrutado de la mitra toledana. Éste nació en 1727 del matrimonio entre Felipe V e Isabel de Farnesio, su segunda esposa, quien le dio cuatro hijos. Los dos primeros están destinados a ponerse al frente de las posesiones del Imperio en la península itálica, por lo que el tercero, Luis Antonio, es encauzado forzosamente a una carrera eclesiástica. Dicho trasunto comienza muy pronto, con apenas ocho años ya era Administrador de la archidiócesis toledana y con catorce ya posee el cargo de la de Sevilla, es decir, dos de las diócesis más relevantes del reino están bajo su dirección. Este rápido apogeo está motivado por la ávida necesidad del Papa Clemente XII quien ve en esta operación, el restablecimiento de las relaciones entre el Reino de Nápoles y el Estado Pontificio. No obstante, el joven eclesiástico pronto desarrolla gustos difíciles de compaginar con su situación en la Iglesia. Por estos motivos, en 1754, anuncia al rey su hermanastro Fernando VI - la decisión de abandonar la carrera eclesiástica y, por tanto, la cátedra de Toledo y Sevilla8. Después de varios años, tras aceptar las rígidas condiciones sobre el derecho de sucesión impuesto por Carlos III, contrae matrimonio con la joven aragonesa María Teresa de Vallabriga. El primero hijo de esta relación es Luis María de Vallabriga, quien viene al mundo en mayo de 1777. Su infancia la desarrolla entre varios palacios, pero sobre todo en el palacio de Mosquera, en Arenas de San Pedro. En este enclave organiza su padre una pequeña corte donde toman partida los grandes artistas del momento: Luis Paret, Luigi Boccherini, Ventura Rodríguez o Francisco de Goya9. Constituyéndose en dicho lugar un referente de la cultura de finales del siglo XVIII. En este ambiente ilustrado y culto, donde toman partida grandes personajes del mundo de las artes, se va cultivando el joven Luis María10. De hecho, si se observa el retrato que de él hizo Goya, perteneciente a la colección particular del Marques de Miraflores, se puede contemplar a un joven prototipo de la ilustración, ya no solo en la apariencia

Sus intereses en otros menesteres como la caza, la danza, la música y las mujeres, difícilmente compaginables con su posición, le atormentaban: “aspiraba a una mayor tranquilidad de su espíritu y seguridad de su conciencia”. PEÑA LÁZARO, Rosario, El Infante don Luis de Borbón y Farnesio, coleccionista y mecenas, Madrid: Universidad Autónoma de Madrid, 1990. 9 ANGULO ÍÑIGUEZ, “La familia del Infante don Luis pintada por Goya” en Archivo Español de Arte, 1940, nº 41. 10 La educación de Luis Antonio estuvo marcada por la presencia de grandes maestros, por ejemplo contó con la tutela de un profesor de danza venido expresamente de Paris. RODRÍGUEZ LÓPEZ-BREA, Carlos, Dos borbones, Cardenales Primados en Toledo, Toledo: Universidad de Castilla la Mancha, 2001, pp. 31. 8

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata física con el modo de vestir, sino también en los motivos que le acompañan, un compás y dos mapas. Tras la muerte del padre en 1785, su educación y la de sus hermanas, ateniendo a las disposiciones del monarca, corre por cuenta del arzobispo de Toledo Francisco Antonio Lorenzana11. El joven borbón se establece así en el palacio arzobispal, donde puede continuar desarrollando sus exquisitos gustos gracias a la sensible personalidad de Lorenzana, amante de las artes, las humanidades y las ciencias12. En la ciudad imperial, por aquellos años un pequeño enclave sostenido por el papel preponderante de la Iglesia, reside controlado por el rey, Carlos III, quien teme de las aspiraciones al trono de Luis Antonio. No obstante, la llegada al trono de Carlos IV y las pretensiones religiosas del joven, allanan el camino para el restablecimiento de las relaciones entre el monarca y sus primos. En 1793, con quince años, recibe la primera tonsura, seis años más tarde es ordenado sacerdote. El primer cargo que ostenta es el de arcediano de Talavera, importante dignidad de la archidiócesis toledana. Poco antes de concluir el siglo, en 1799 ya es arzobispo de Sevilla. En este ascenso meteórico tienen mucho que ver los nuevos lazos con la familia real y la persona de Godoy, quien se casa con una de las hermanas del nuevo arzobispo hispalense13. Al año siguiente, con veinte y tres años recibe el capelo cardenalicio por parte de Pio VII. Ese mismo año, empujado por las desavenencias entre Godoy y Lorenzana, el arzobispo toledano fue preparando su salida de la cátedra primada. Con la sede toledana vacante, el rey se apresura a nombrar a su primo, recientemente distinguido en Sevilla, como arzobispo de Toledo. De este modo, a caballo entre finales de 1800 y principios de 1801, se disponen todas las trabas documentales y legales con la Santa Sede para que reciba dicho título, al mismo tiempo que administra la sede andaluza. La noticia es acogida por el joven cardenal con gran satisfacción, ajeno al posible interés del rey por poner de su lado al clero con la distinción de su familiar como cabeza visible de la Iglesia española. Al respecto declara el joven cardenal: “estoy prontísimo a sacrificar mi propia vida, si conviniere así, por cumplir cualesquiera de sus soberanos preceptos”14.

Arzobispo de Toledo desde 1772 a 1800. POYALES CASADO, Antonio, Francisco-Antonio de Lorenzana, gran mecenas en el Siglo de las Luces, Curso de Verano de la Universidad Autónoma de Madrid “Ciencia, Cultura y cambio en la Ilustración Española”, 2011. 13 RODRÍGUEZ LÓPEZ-BREA, Carlos, Dos borbones, Cardenales Primados…, ob. cit. 10. pp. 3741. 14 RODRÍGUEZ LÓPEZ-BREA, Carlos, Don Luis de Borbón. El Cardenal de los liberales (17771823), Toledo: Junta Comunidades Castilla La Mancha, 2002, pp. 66. 11 12

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata El recibimiento de Luis María de Borbón en Toledo Como es habitual en cualquier localidad, incluso en el siglo XXI, la llegada de un personaje de cierto renombre, siempre supone un hecho significativo para la vida diaria de la ciudad. Éstas, buscando agradar y agasajar al visitante o al nuevo inquilino, se aderezan y, vulgarmente, se ponen sus mejores galas, es decir, las calles muestran un perfecto estado, limpias; las casas dejan ver sus mejores colgaduras, al igual que los edificios públicos; las personas visten sus mejores ropas, en definitiva, la ciudad se adereza para causar un efecto agradable al recién llegado. Este tipo de eventos tienen su mayor índice de proliferación durante el Renacimiento y el Barroco, momentos en los que no solo aumenta el número de acontecimientos celebrados, sino el aparataje que llevan aparejados entorno a sí15. Dentro del ambiento de las fiestas efímeras destacan las realizadas con motivo de la recepción de un personaje ilustre, en su mayoría la llegada de un monarca o de algún virrey16. Junto a ellos se encuentran las de los obispos, cuyos recibimientos aún no han sido abordados en profundidad. Los protocolos del obispo son mucho más exigentes, dado que llegaban para establecerse en su nueva diócesis y gobernar17. Dentro de este campo solo se tiene conocimiento de algunos estudios en Galicia, de la mano de Roberto J. López, quien estudia las entradas solemnes del episcopado gallego18; al sur de la península se conocen algunos datos insertos en el compendio de doña Mª José Cuesta, en el que trata la fiesta y la arquitectura efímera en la Granada del siglo XVIII19; en la vecina Portugal también existe algún artículo, como el de José Pedro Paiva20; al otro lado del Atlántico se ha elaborado del mismo modo otros trabajos, por ejemplo los de doña Pilar Latasa quien se interesa por la entrada del arzobispo Borja en la ciudad de Charcas21. A pesar de la enumeración de estas publicaciones, en comparación con las que tratan sobre las entradas de los monarcas, son una ínfima minoría.

FAGIOLO, Marcello (dir.), Atlante temático del Barocco in Italia. Il gran teatro del Barroco, 3 V. Roma: De Luca Editori d’Arte, 2007. 16 DURÁN MONTERO, Miguel Ángel, “La entrada en Lima del virrey Don García Hurtado de Mendoza” en Laboratorio de Arte, 1990, 3, pp. 57-61. 17 A este respecto hay que citar las entradas del obispo en las diócesis de Sigüenza y Orihuela. 18 LÓPEZ LÓPEZ, Roberto Javier, “Elementos simbólicos del poder temporal del episcopado gallego en el siglo XVIII: las entradas solemnes” en Torrione, Margartia (ed.), España festejante. El siglo XVIII, Málaga: Servicio de publicaciones de la Diputación de Málaga, 2000, pp. 37-50. 19 CUESTA GARCÍA de LEONARDO, Mª José, Fiesta y Arquitectura efímera en la Granada del siglo XVIII, Granada: Universidad de Granada, 1995. 20 PAIVA, José Pedro, “O cerimonial da entrada dos bispos nas suas dioceses: una encenacao de poder (1741-1757)” en Revista de História das Ideias, 1993, 15, pp. 117-146. 21 LATASA VASSALLO, Pilar, “Escenificación del poder episcopal en Charcas: fiestas en la entrada del arzobispo Borja (1636)” en Taller de Letras, 2012, 179-199. 15

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata El nuevo arzobispo va a recibir la diócesis más importante de España, tanto por extensión como por el número de personas que están bajo sus dominios, además de por su interés histórico como primada de España, lo que le convierte en la cabeza del clero castellano22. A todo ello hay que sumar la diócesis de Sevilla, otra de las más relevantes del estado. La entrada oficial se produce en febrero de 1801, una vez resueltas todas las trabas legales del nombramiento. Como es de esperar todas las instituciones de la ciudad ponen todo su empeño en preparar unas jornadas festivas para tal acontecimiento. Ayuntamiento, Universidad, Cabildo y, uno de los referentes en este tipo de actos, los Gremios, llevan a cabo el desarrollo de este festejo, en el cual se vuelca toda la ciudad. No es de extrañar que se prepare un gran recibimiento, dado que el nuevo prelado era primo del rey, por lo que se une el linaje real con el cargo eclesiástico. Aunque a este respecto ya están acostumbrados los toledanos, quienes durante décadas acogen a los grandes personajes de la sociedad española, como sucede con Luis Antonio de Borbón o con Fernando de Austria, ambos arzobispos de la ciudad castellana.23. Como ha recogido Carlos María Rodríguez los actos de recepción dan comienzo en la tarde del once de febrero nada más llegar el primoroso prelado. Al día siguiente - tal y como demuestra la documentación de los fondos Borbón-Lorenzana de la Biblioteca Regional de Castilla La-Mancha24, puesta de manifiesto por el mismo investigador - el Cabildo de la catedral rinde honores a Luis María en el palacio arzobispal, en lo que es una clara muestra del ordenamiento jerárquico de la Iglesia y de este tipo de celebraciones. Esta marcialidad, perfectamente programada, consiste en una serie de puntos en los que se establece todo el proceso, desde la posición de los canónigos a la de los familiares del arzobispo. Éste, por su parte, tal y como está establecido, debe de postrarse ante la reliquia del Lignum Crucis - una de tantas de las que tenía la catedral25 - así deja ver su sumisión a Cristo, simbolizado en el trozo de madero.

CAMACHO CABELLO, José, La población del arzobispado de Toledo en los tiempos modernos, Madrid: Universidad Complutense. Departamento de Geografía e Historia, 1996. 23 PORRES MARTÍN-CLETO, Julio et al. Los Primados de Toledo, Toledo: Diputación Provincial: Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 1993 24 Fondo Borbón-Lorenzana. Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha. “Razón de lo que se observa en esta Sta. Yglesia Primada por su Ylustrísimo Cabildo, quando va a dar la bienvenida al Exmo. Sr. Arzobispo a su Palacio, la primera vez que viene a Toledo” y “Lo que se observa en la entrada en público que hace el Exmo. Señor Arzobispo la primera vez que viene a su Santa Yglesia de Toledo Primada de las Españas”. 25 Buena prueba del extenso relicario de la catedral de Toledo y, exclusivamente de Lignum Crucis, es la petición que se realiza por parte de la diócesis de Cartagena de un trozo de ella, con motivo de la perdida de esta reliquia en la ciudad de Murcia. Ver: PÉREZ SÁNCHEZ, 22

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata Se puede precisar que esta parte era la estrictamente protocolaria, la establecida en los rígidos cánones de la Iglesia, la de la estructuración jerárquica de la sociedad, aquella reservada solo a unos pocos. No obstante, no era el grueso de la festividad. En suma, la fiesta de entrada era para el pueblo, quien verdaderamente acaba disfrutando de estos actos. En aquel momento se reparten los sucesos por la ciudad, no limitándolos solo al atrio de la catedral o a la plaza de Zocodover. Para estas efemérides se programan diversos tipos de funciones, como por ejemplo: desfiles de gigantes, espectáculos de danzas, lanzamientos de fuegos artificiales, mascaradas o corridas de novillos26, entre otras muchas y diversas actividades, cuya finalidad no era otra que la de ofrecer un escape al bullicioso pueblo, necesitado de distracción. Estos eventos tienen como telón de fondo una urbe ricamente engalanada para la ocasión. Como en cualquier otro tipo de acontecimientos que tenga como tramoya la ciudad, las calles, plazas y fachadas de las casas se disponen para ofrecer su mejor cara. Dentro de este aspecto destaca la iluminación, los grandes edificios, los emblemas de la ciudad, son alumbrados con cientos de luces, el ayuntamiento, palacios o la catedral. Estos motivos son acompañados por elementos confeccionados ex profeso para tal día: arcos del triunfo, altares o portadas, piezas que se colocan en calles o plazas y que junto a las fachadas engalanadas dan un aspecto remozado de la ciudad, una situación que aún hoy tiene su parangón con el día del Corpus Christi. Recientemente ha salido a la luz en el Archivo Diocesano de Toledo un documento en el que se da buena cuenta de todo ello: “Hasta el día catorce inclusive hubo primorosas iluminaciones, estando las fachadas de las Casas Consistoriales, Puerta del Perdón y Casa Palacio Arzobispal, cada una diferente, no sabiendo a quién dar la preferencia, estando la música de la Iglesia dentro del atrio de dicha Puerta del Perdón que estaba adornada de una arquitectura supuesta de lienzos muy costosamente adornados, estatuas y trasparentes y en estos términos la ciudad y Palacio de 10.000 vasos encendidos de varios colores en la galería de dicha Ciudad: unas primorosas parejas de los sastres y vistosas pólvoras en el Ayuntamiento, Zocodover, no olvidándose la Real Universidad, que hizo su obsequio de

Manuel, “Arcas de prodigios (a propósito de tres relicarios de plata de la catedral de Murcia)” en Imafronte, 1999, 14, pp. 195-210. 26 Estas corridas están documentadas durante los días 14-15 y 16 de febrero de 1801, todas ellas costeadas por el nuevo arzobispo.

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata iluminación y otros festejos en que se esmeró la juventud como individuo que Su Eminencia era de ella”27. Los artistas implicados en la elaboración de la portada efímera realizada con motivo de la entrada de Luis María de Borbón Como se ha adelantado en el texto precedente, el atrio de la catedral, delante de la famosa Puerta del Perdón, de cara al palacio arzobispal y a la casa consistorial, es objeto del monumento más relevante construido a propósito para este evento. En esta portada se conjuga arquitectura, pintura y escultura, las tres grandes artes puestas al unísono, en perfecta armonía, al servicio del nuevo inquilino. El Archivo Capitular de la Catedral de Toledo conserva el diseño de esta fachada que unida a la información relativa que se ubica en los libros de gastos de la Obra y Fábrica de 1801, ayudan a conocer al detalle todo el fastuoso monumento. Proyectada por el artista Mariano Salvatierra, la confección del diseño es elaborada por el dibujante de la ciudad, Juan Ramos, quien recibe en septiembre de 1801 por la elaboración de dos copias de este proyecto, junto a los diseño de los jarrones de la Capilla Mayor, la cantidad de dos mil doscientos reales de vellón28. Los pagos registrados hacen pensar que el peso de la obra lo lleva Salvatierra, quien junto a Gregorio Durango y Eugenio Aleman, aparejador y carpintero respectivamente, reciben por libranza de manos del tesorero diez mil reales de vellón con motivo de sus trabajos en dicho monumento, el cual, según se desprende del documento, es un trabajo extraordinario para el que dedicaron cuantioso tiempo29. Ese mismo mes de abril se abonan seis mil reales de vellón a repartir entre José Guerra y Juan Ramos, el mismo que más adelante cobra por las trazas. Ambos eran escultores, el primero de Madrid y el segundo de Toledo, quienes ven recompensados así sus esfuerzos por las hechuras de cuatro estatuas de trece pies que confeccionan para la portada30. En esta magna obra no solo toman partida la arquitectura y la escultura, sino que también tenía presencia la pintura. Los lienzos elaborados para la ocasión fueron fruto de los artistas residentes en Madrid Fernando Brambila, pintor de cámara de su majestad el rey y, Gregorio Borghini. Por sus trabajos reciben en total cuarenta y cinco mil reales de vellón, repartidos en un recibo con tres cantidades y lo restante mediante

RODRÍGUEZ LÓPEZ-BREA, Carlos, Don Luis de Borbón. El Cardenal…, ob. cit. 14. pp. 68. Archivo Capitular de la Catedral de Toledo (en adelante A.C.T.), Libro de Gastos, 1801, fol. 144 R. 29 A.C.T. Libro de Gastos, 1801, fol. 144 R. 30 A.C.T. Libro de Gastos, 1801, fol. 143 V. 27 28

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata una letra a favor de los señores Chavarri y Posadillo31. A pesar de que dichos maestros acaban aceptando dicha cantidad, en un principio no fue así, ya que demandan una cuantía mucho mayor, suceso que ocasiona la intersección de otros pintores, entre ellos de Francisco de Goya. Este asunto ya fue destacado por Martí Monsó en 1901. Al parecer los pintores Brambila y Borghini demandaron por su trabajo la suma de noventa mil reales. Según Monsó este precio parecía excesivo al cabildo, quien lo compara con las pinturas que ejecuta Francisco Bayeu para el claustro del templo, y la cuenta que de ellas dio. Con el problema ya planteado todo se dispone para solicitar la presencia de personas doctas que tasen los lienzos. La primera estimación es la del director de pintura de la Casa de China, el señor Josef Camaron, éste, más en la línea de los pintores madrileños, estima el resultado del trabajo en noventa y un mil quinientos reales32. La catedral, por su parte, solicita la intervención de los maestros Antonio y Ángel Tadey, también vecinos de Madrid, los cuales acuden a la llamada del obrero mayor para ver y tasar los lienzos de la discordia. Ambos artistas evaluan las pinturas en cincuenta mil reales, casi la mitad que Camaron. Atendiendo a la buena disposición de ambos personajes, el cabildo les libra a principios de 1802 la suma de tres mil reales en efectivo, cuatrocientos ochenta y ocho en unos pañuelos y doscientos treinta y dos en gastos ocasiones en la fonda33. Con estos dos posicionamientos contrapuestos hay que recurrir a un tercer pintor que de un veredicto final. Para ello se solicita el arbitraje de Francisco de Goya, primer pintor de cámara de su majestad. El artista aragonés no se hace de rogar y a comienzos del mes de marzo llega a la ciudad para llevar a cabo sus pesquisas. El resultado de sus estudios queda plasmado en su declaración del seis de marzo: “D.n Francisco de Goya y Luccienttes primer Pinttor de Camara de S. M. y Director de la R.l Academia de S.n Fernando, habiendo sido nombrado por el S.or Corregidor de estta Ciudad de Toledo para tercero en Discordia de las tasaciones que se han hecho de la obra de pintura egecuttada por D.n Fernando Brambila y compañero en la Porttada o Arco de Triunfo, erigido en la Puerta llamada del Perdon de esta S.ta Iglesia Primada, p.a la entrada publica en ella del Emmo S.or Cardenal Borbon su nuebo Prelado, y entterado por menor de todo lo trabajado por dhos Profesores, y examinados prolixamente todos y A.C.T. Libro de Gastos, 1801, fol. 148 V. MARTÍ y MONSÓ, José, Estudios histórico-artísticos: relativos principalmente a Valladolid, basados en la investigación de diversos archivos en http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=855 (Fecha de Consulta: 23-XI2014) 33 A.C.T. Libro de Gastos, 1801, fol. 191 V. 31 32

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata cada uno de los lienzos y demas piezas de q.e se compone dha obra las quales le han sido manifestadas por los Ministros de la Fabrica, y reconocido todo con la mayor prolixidad y a toda su satisfaccion, declara que dando a esta obra todo su valor, segun razon y como le dicta su conciencia, la debe tasar y tasa en la cantidad de quarenta y cinco mil r.s v.n y q.e esta tasacion esta hecha con toda la imparcialidad sin pasion de odio ni otro respetto, sino arreglada a sus conocimientos en el nobilísimo Arte y profesion de la Pinttura, y haiendo leído el D.n Franc.co por si mismo estta su declaraz.n se afirmo en su contenido segun que asi lo manifestó y expreso ser de cinq.ta y quatro años y lo fimo con su Sria, de todo lo qual Yo el Essño doy fee”, Casanova34. Dicha resolución fue aceptada por los dos artistas, como se ha podido ver en el pago que aceptaron de cuarenta y cinco mil reales. Monsó deja entrever que Goya no fue del todo ecuánime y que se posiciona junto al cabildo, de hecho tasa las obras en menor cantidad que los Tadey, primeros evaluadores por parte de la iglesia35. Tiene que quedar el cabildo contento con la actuación de Goya, dado que se le gratifica con seis mil reales de vellón por su intervención en el problema36. Estos fueron todos los personajes que intervinieron en la ejecución de la obra. En su mayoría eran maestros de la vecina Madrid, cuya concurrencia en Toledo se limita a esta labor37. El dibujo de Juan Ramos conservado en el Archivo Capitular deja ver un diseño de Mariano Salvatierra completamente en sintonía con los nuevos preceptos artísticos. Es decir, la idea del artista toledano se aleja un tanto de la pomposidad de los proyectos barrocos tan propios de estas efemérides, dado que no hay que olvidar que este movimiento fue uno de los grandes aliados de las fiestas, ya muy mermadas a finales del siglo XVIII. El proyecto de Ventura Rodríguez para la Puerta del Perdón de la Catedral de Toledo El designio de Salvatierra encajaba perfectamente en el nuevo ideal neoclásico reinante a caballo entre el siglo XVIII y XIX. Como bien apunta el numerario toledano Nicolau Castro, el diseño de la portada de bienvenida recuerda al planteamiento que años antes, en 1773, elabora Ventura Rodríguez para reformar la fachada del templo MARTÍ y MONSÓ, José, Estudios histórico-artísticos: relativos principalmente a Valladolid…, ob. cit. 31. pp. 475-474. 35 Ibídem. pp. 474. 36 A.C.T. Libro de Gastos, 1801, fol. 151 V. 37 No existen noticias de la mayoría de los artistas citado en el catálogo de referencia para conocer los artistas que trabajaron en Toledo, salvo Mariano Salvatierra. Ver: RAMÍREZ de ARELLANO, Rafael, Catálogo de Artífices de Toledo, Toledo: Diputación Provincial de Toledo. 2002. 34

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata toledano38. Ciertamente una comparativa entre ambos dibujos deja ver ese aire clasicista confeccionado con el empleo de las columnas, el uso del orden corintio, la presencia del frontón… en definitiva, la vuelta a los templos griegos y romanos39. El profesor Juan Luis Blanco, observa que el proyecto de Ventura recurre a la recuperación para la catedral de Toledo de un barroco final romano. Este trabajo está incluido dentro de las reformas que el Cardenal Lorenzana inicia en la sede toledana. El fundamento de Ventura era el de emparentar mediante la arquitectura a Toledo con Roma, dado que en la ciudad eterna se han realizado a esta manera las basílicas mayores de Santa María la Mayor y de San Juan de Letrán. De hecho los proyectos toledanos parecen venir de los arcos que se erigen para la toma de posesión de León XI, de Paulo V o de Urbano VIII40. En ellos además de una arquitectura muy parecida aparecen las virtudes cardinales, ángeles o referencias al cargo del homenajeado41. A pesar de contar con el apoyo del arzobispo la decisión del cabildo de mantener la portada gótico fue superior, motivo que ocasiona la rectificación del cardenal, que a pesar de ordenar el inicio de las obras las acaba paralizando, esgrimiendo los problemas que ocasionarían a la torre y a la capilla mozárabe42. Es en este contexto del fluir de las nuevas ideas y del interés por equiparar la ciudad imperial con los grandes centros de poder europeos, en el que nace esta portada efímera. Acorde a los nuevos gustos del continente, deja atrás la apariencia de una ciudad antigua y medieval mediante el empleo del neoclasicismo. Una estética que viene de las relaciones que Toledo mantiene con la Corte, de hecho varios de los artistas implicados vienen de Madrid donde la nueva apertura de miras, la ilustración llegada de la mano de los borbones, tiene un mayor peso43.

NICOLAU CASTRO, Juan, “Mariano Salvatierra Serrano. Escultor de la Catedral de Toledo” en Toletum, 1996, 34, pp. 135-162. 39 Existe un catálogo elaborado recientemente donde se pueden consultar los dibujos del Archivo Capitular de la Catedral de Toledo. En él se pueden ver ambos proyectos: Figura 131 y Figura 134. FERNÁNDEZ COLLADO, Ángel; RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Alfredo y CASTAÑEDA TORDERA, Isidoro, Los diseños de la Catedral de Toledo, Toledo: Instituto Teológico San Ildefonso, 2009. 40 FAGIOLO, Marcello (coor.), La festa a Roma dal Rinascimento al 1870 (Roma, Palazzo Venezia, 23 maggio - 15 settembre 1997), Torino: Umberto Allemandi editore, 1997. FAGIOLO, Marcello (coor.), Corpus della festa a Roma. Il Settecento e l'Ottocento, Roma: De Luca editori d'arte, 1997. 41 FAGIOLO DELL’ARCO, Maurizio y CARANDINI, Silvia, L’effimero barroco… ob. cit. 3. Vol. 2. 42 BLANCO MOZO, Juan Luis, “La restauración como problema: El arzobispo Francisco Antonio Lorenzana y Ventura Rodríguez ante las reformas de la Catedral de Toledo (1774-1775)” en Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte, Universidad Autónoma de Madrid, 2000, 12, pp. 111-130. 43 SAMBRICIO, Carlos, La arquitectura española de la ilustración, Madrid: Consejo superior de los colegios de arquitectos de España, 1986. 38

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata La portada efímera realizada con motivo de la entrada de Luis María de Borbón El nivel intelectual y artístico en el que se cría el pequeño Luis María, también puede ejercer cierto peso a la hora de elegir ese modelo de portada. Con ella, el cabildo toledano demostraría ser ilustrado y conocedor de las nuevas modas. A raíz de ello se ha hecho mención al intento de referenciar el centro del cristianismo, Roma, con el eje del cristianismo español, Toledo, cuya materialización se lleva a cabo mediante la arquitectura tratada. A tal efecto concurren los maestros más doctos del momento, como es el caso de Mariano Salvatierra, artista referente de la ciudad44. Tras apuntar como debe de ser esa jornada festiva, corresponde ahondar en el monumento en sí. Sobre un pedestal de considerable altura parten tres calles: la central con la puerta y dos juegos de columnas a cada lado sobre sale ante las dos laterales, que dejan ver un nicho entre pilastras. En primer lugar, el pedestal está decorado con diversos símbolos alusivos al arzobispado. En la calle central aparecen dos medallones entre guirnaldas y hojas de laurel. Mirando de frente a la portada, el de la izquierda deja ver a dos ángeles sobre una nube que portan el capelo cardenalicio; en el lado derecho, repitiendo el mismo esquema, dos ángeles sustentan la mitra. Ambos objetos sirven para destacar la condición de cardenal y de arzobispo de Luis María. En el pedestal de las calles laterales, surgen otros objetos apenas esbozados, donde se pueden identificar el báculo, la cruz, cofres, jarras, libros, incensarios, racimos de uva, trigo… en definitiva un conjunto de elementos propios del templo y de la eucaristía45. El cuerpo principal está ocupado por la puerta. Ésta lleva en cada hoja dos espacios rectangulares y uno, abajo, cuadrado. Aunque el dibujo no concreta demasiado, todo parece indicar que en cada rectángulo aparecen las figuras de los cuatro evangelistas. En los dos cuadrados inferiores surgen dos llamadores con la forma de la cabeza de león. Sobre la puerta aparece dibujada una escena. En ella se pueden Mariano Salvatierra también elabora el sepulcro del Cardenal Luis María de Borbón. Éste puede verse hoy en la Sacristía Mayor de la Catedral de Toledo. Sobre una urna aparece arrodillado el Cardenal, en actitud orante. A ambos lados de la urna fúnebre se posan dos ángeles, uno de pie y otro sentado. Los dos muestran una actitud apesadumbrada. En sus manos portan el báculo y la cruz del arzobispo. Todo el conjunto se enmarca entre dos columnas y un arco de medio punto, que también deja ver el escudo del arzobispo. En este dibujo de 1824 puede contemplarse dicho conjunto. Signatura DIB/18/1/2313. http://bdh.bne.es/bnesearch/Search.do?numfields=1&field1=materia&field1val=%22Borb%C 3%B3n+y+Villabriga%2c+Luis+Mar%C3%ADa+de%2c+Conde+de+Chinch%C3%B3n++(17 771823)+%22&field1Op=AND&docLikeThis=bdh0000167748&exact=on&advanced=true&lang uage=es&fillForm=false&showBack=true (Fecha de consulta: 02-XII-2014) 45 DE LA PEÑA VELASCO, Concepción, “El ornamento litúrgico de plata y oro en la arquitectura y el retablo del Barroco” en Estudios de Platería: San Eloy 2003 (J. Rivas coord.), Universidad de Murcia, 2003, pp. 487-502. 44

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata ver dos filas de eclesiásticos que están observando el acto central. Éste está formado por un pequeño altar al que se dirigen tres personajes: el primero lleva una cruz, el segundo lo que puede ser una jarra y el tercero sostiene la capa magna del cardenal, símbolo de la jurisdicción. Se trata de una misa con el cabildo en el coro, que indica el poder de gobierno del arzobispo sobre el colegio de la catedral. Toda la escena se produce en un templo como deja ver el fondo del bosquejo. La puerta y la representación religiosa se hallan enmarcadas por unas molduras con ménsulas vegetales que sostienen un entablamento. Sobre éste surge una de las representaciones principales del conjunto. Dos grandes ángeles, uno de pie y otro con una rodilla hincada en tierra, parecen sujetar un gran tondo en el que se muestra la icónica imposición de la casulla a San Ildefonso. Su posición, justo encima de la escena de la misa en el coro, marca la sucesión del arzobispo de Toledo como heredero de San Ildefonso. El espacio que queda entre el entablamento y la emblemática imagen está ocupado por una serie de guirnaldas en disposición vertical y horizontal. Este cuerpo central se concluye con dos pares de columnas de orden corintio sobre los pedestales sobresalientes a la línea de la fachada. Entre las esbeltas columnas acanaladas y sobre un fondo también adornado con distintos elementos en vertical, emergen dos figuras. Estas esculturas femeninas simbolizan los dos ritos de la catedral, el latino y el hispánico, de los cuales es cuidador el nuevo arzobispo. Estos están representados con la maqueta de la fachada del templo toledano y con la capilla mozárabe del mismo espacio. Las calles laterales guardan una disposición semejante aunque difieren en las imágenes escultóricas y pictóricas. Entre pilastras de orden corintio se abre un nicho coronado por ménsulas y un frontón semicircular. Ambos espacios cuentan con la presencia de una figura. En la calle lateral izquierda, siempre de frente al dibujo, aparece la imagen de la Fe. Una esbelta mujer con los ojos vendados y cubierta con grandes ropajes que crean profundos ángulos, que eleva con su mano izquierda un cáliz, mientras que con la derecha recoge un libro. Al otro lado, otra imagen lleva un pequeño crucifijo y una antorcha. Entre el frontón curvo y las guirnaldas que repiten el mismo juego de la calle central, se atisban otras dos secuencias pictóricas. En la calle de la Fe, se representa el momento en el que Luis María va al Vaticano a recibir el palio arzobispal, el Papa, Pio VII, lo sube de la tumba de San Pedro y se lo pone en presencia de los cardenales que son los que están sentados. Para que no se confunda la escena el pintor pone una cruz de doble travesaño para que se sepa que sólo es un arzobispo. En la escena de la calle opuesta, el Papa lo llama a Roma para nombrarlo cardenal y por eso le pone el capelo con el que lo va a coronar. En este caso Luis María está arrodillado al lado del Papa para que éste le ponga el capelo y el anillo, y los

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Arquitectura de la Ilustración en Toledo: La portada efímera levantada con motivo de la entrada del Cardenal Luis María de Borbón a la Catedral Primada de Toledo Ignacio José García Zapata cardenales en fila para abrazarlo uno por uno porque el Papa delega en él una parte del poder de la Iglesia y se abraza con los antiguos cardenales que tienen otra parte y lo reciben. El siguiente cuerpo en altura, el entablamento, está decorado por la alternancia de un pelicano y una guirnalda vegetal. Este juego de formas está interrumpido en el centro por una placa con una inscripción. No se logra entender que hay escrito, de hecho simplemente se señalan las líneas, pero debe de aludir al hecho conmemorado. Sobre este friso surge por los laterales una balaustrada irrumpida por un gran zócalo que ocupa el mismo ancho que la calle central. Este pedestal decorado por cabezas de león, antorchas, cuernos de la abundancia y diversos elementos vegetales, sostiene el apoteósico remate de la obra. Seis esculturas de grandes proporciones que flanquean el escudo con las armas del nuevo arzobispo. Cuatro de ellas se corresponden con las virtudes cardinales. Empezando por la izquierda, se puede ver la Fortaleza, simbolizada con la lanza y el escudo; le sigue la Justicia, que sostiene la balanza y la espada; al otro lado de las armas cardenalicias continua la Templanza, con la palma y lo que puede ser el freno, por ser éste una de sus características principales, aunque no se logra identificar con claridad, cierra el espacio la Prudencia, que con una mano sostiene el espejo en el que se mira mientras que con la otra alza la serpiente de la reflexión. Todo está concluido por las armas del cardenal que se ubican en medio de las virtudes cardinales, sostenidas por un ángel y otra figura femenina. El escudo cuenta con todos los elementos distintivos de su arzobispado: báculo, cruz de doble brazo, mitra y capelo en la parte superior, y debajo de estos objetos: corona que remata un blasón conformado en dos cuarteles con leones y otros dos con torres, y en el centro la flor de lis. Ya por debajo de estos elementos se pueden ver unas flores y un reloj de arena (Fig 1). En esta fachada confluían los símbolos del cargo de arzobispo, de las jurisdicciones de don Luis, de sus atributos personales y de la Iglesia. Todos ellos dispuestos armoniosamente a lo largo y ancho del monumento. Cuyo dibujo es una magnifica muestra del importante papel que desempeñaban estas obras efímeras, donde se conjugaban diferentes artes para la alabanza y glorificación del protagonista. Para ello se opta por representar las escenas más relevantes de su vida religiosa, como es su designación en Roma como nuevo príncipe de la Iglesia. Todo ello sin olvidar su papel en Toledo, representado mediante su precedente en San Ildefonso o con los dos ritos que él va a tener que cuidar. Del mismo modo, con la intención de enfatizar la moralidad correcta del nuevo prelado, se colocan junto a su escudo las cuatro virtudes cardinales.

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ILUSTRACIONES

Ilus. 1. Portada erigida en el atrio principal de la Santa Iglesia de Toledo para la entrada publica que hizo en ella don Luis María de Borbón, Cardenal de Scala, Arzobispo Primado de España, Juan Ramos, 1801, Archivo Catedral de Toledo

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