\"Arqueología y comunicación en la sociedad contemporánea. Lección Inaugural del Curso 2000-2001 de la Universidad Pablo de Olavide\".

July 7, 2017 | Autor: Pilar León Alonso | Categoría: Archaeology, Classical Archaeology, Public Archaeology, Roman Archaeology
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Descripción

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"'Por La Profesora Ora. Dna. Pilar Leon Alonso "'\.,,__Catedratica de Arqueologia

ARQUEOLOCIA Y COMUNICACl6N CONTEMPORANEA

EN LA SOCIEDAD

Por la Profesora Ora. Dna. Pilar Leon Alonso, Catedratica de Arqueologfa

EOITA: Universidad Pablo de Olavide Carretera de Utrera n° 1 41013 Sevilla Telf.: 954 - 349 200

ARQUEOLOGIA Y COMUNICACION CONTEMPORANEA

EN LA SOCIEDAD

Recae sobre mf el encargo, que es honor, de pronunciar la leccion inaugural del Curso Academico 2001-2002 yes mi deseo hacerlo acogiendome al valor semantico, por tanto antiguo, de inaugurare que es la ceremonia, en la que se consultaban augurios y se verificaban presagios previamente a la consagracion de un recinto, de un monumento, de algo relevante, que a partir de ese momenta quedaba inaugurado, es decir, puesto en uso jo la comunicacion

0

abierto oficialmente. Esta es la razon por la que esco-

como tema, observada desde el punto

de mira de la

Arqueologfa, pero susceptible de ser proyectada a cualquier otra parcela de la vida profesional y academica. Comunicacion y comunicatividad,

pues, en augurio para

el nuevo Curso.

Entre las prerrogativas que sustancian una ciencia, ha jugado siempre papel preponderante su potencial comunicativo. Las ciencias del espfritu, concretamente las humanfsticas, se caracterizan por la comunicatividad,

es decir, por la capacidad de

desbordar los Ifmites del confinamiento cientffico y de conectar con el mundo exterior. Esto es asf, en gran medida, porque el gran publico se siente receptivo y proximo a ellas y, en gran medida tambien, porque ellas necesitan nutrirse y renovarse fuera de sf mismas. La Arqueologfa es una de estas y puede servir de ejemplo precisamente por la posicion que ocupa en la sociedad contemporanea. Enunciada asf la cuestion, a nadie se Ie oculta que los niveles de comunicacion son diversos y van desde uno practicamente inconsciente, en el que se digieren sin saberlo nombres, citas, referencias al mundo de la Arqueologfa, hasta el que se hace consciente por resultar eventual mente fastidioso

0

incomodo, pero tan poderoso que ha generado

una especialidad dentro de la Arqueologfa, la lIamada Arqueologfa urbana urgencia. Entre esos extremos hay un nivel de comunicacion

0

de

sutil alcanzado por

una fina capilaridad, que infiltra a la Arqueologfa en la sociedad, sin que nos paremos a reflexionar sobre el hecho. No me refiero ya al mayor

0

menor calado que

puedan alcanzar publ icaciones de caracter cientffico, en las que el arqueologo da cuenta de su hacer. Me refiero al nivel cultural, divulgativo, incluso ludico, que alcanza en la sociedad actual una gran importancia y que la matiza con bastante exactitud. Es mas, se podrfa hablar de un nivel de propaganda polftica a tenor de eventos como la "neocueva" de Altamira

0

la exposicion de

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Omeyas, por citar

solo dos de plena actualidad. Lo mismo ocurre con las formas de comunicacion practicadas a cada nivel, que van desde la reflexion teorica especializada hasta

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foros socioculturales, pasan-

do por "comics" del tipo Asterix y otros. A mi modo de ver, ya es notable la propaganda y afluencia con que cuentan cfrculos de iniciacion pseudofilosofica -no se si se les debe Ilamar asf- al estilo del que responde por "Nueva Acropolis"; pero es mas notable la concurrencia de publico a congresos y reuniones especializadas, que se supone van a situarse en un plano elevado dentro de la disciplina cientffica. A esto se han de anadir las expectativas que despierta la Arqueologfa en el plano laboral, convertida hoy su presencia en requisito dentro de determinados ambitos de la vida ciudadana, tales como gerencias municipales de urbanismo, diputaciones provinciales, contratistas de obras; todo 10 cual promueve la elaboracion de cartas de riesgo, la creacion de talleres-escuelas y, en fin, una serie de actividades apoyadas en la vertiente experimental de la Arqueologfa. EI fenomeno no es del todo nuevo, pero es recientemente cuando cobra un auge inusitado y se repara en su importancia, de ahf que, una vez advertido, merezca la pena detenerse a analizar-

10 y a reflexionar brevemente sobre su por que, que no es otro que el poder comunicativo de la Arqueologfa. Este reside en la comunicatividad

inherente a todo acto de creacion, a todo

hecho creativo, aspecto fundamental

de la creacion artfstica, que alcanza a la

Arqueologfa en la medida en que ella "recrea" la antiguedad y el pasado. A este respecto no puede pasar inadvertida la contribucion semiotica, el diseno

0

de ciencias jovenes como la

la imagen, de suerte que de Walter Benjamfn a Humberto Eco

se crea un hilo conductor, que pasa por especialistas en marketing, animadores culturales, humoristas y que, como en seguida veremos, da de pleno en la Arqueologfa.

Requisitos indispensables para generar comunicaci6n son la fluidez, la claridad, la precision y la sencillez en la transferencia del mensaje. Todos ellos configuran un resorte psicologico que evidentemente la Arqueologfa tiene: /lega, toca, prende en quien recibe el mensaje. Examinemos su contenido.

1. EI mensaje de la Arqueoiogia La identificacion de Arqueologfa con piedras, tejoletes y cacharros rotos es un topico banal no exento de realismo. Se miren como se miren,

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restos arqueolo-

gicos Ilevan aparejada por su propia naturaleza la categorfa de material descompuesto e incompleto,

de vestigios fragmentarios de una realidad inexistente. Es

digno de notar, sin embargo, que su mensaje no es inerte sino todo 10 contrario, positivo y vitalista. Se aducira contra esta afirmacion el argumento universal de las ruinas en cuanto sfmboio por antonomasia de la caducidad y de 10 effmero; a 10 que se puede replicar con el caracter ideal de ese argumento, imagen artfstica y poetica que ha hecho del "paisaje con ruinas" un genero artfstico per se, bien dentro de la elegfa literaria bien dentro de la pintura. AI margen de la belleza del motivo conviene recordar, que incluso en esa imagen elegfaca y melancolica hay un componente pragmatico portador de una carga positiva. Essu contenido etico, puesto que la contraposicion del pasado y el presente sirve de ejemplo moralizante; una especie de vanitas que

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historiadores del arte conocen sobradamente.

Pues bien, eximidos de ese tributo al "sic transit gloria mundi", el mensaje de la Arqueologfa entra en una dinamica ilusionante, pues

10

que

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restos y vestigios

arqueologicos proclaman es: el pasado es recuperable. Que la recuperacion

0

recreacion del pasado ha sido una alta aspiracion del hombre moderno, 10 indican no solo las grandes conquistas de la Arqueologfa

1

y el exito que acompano desde

un principio a la aparicion de la Arqueologfa como ciencia, sino fenomenos sociologicos relacionados con la moda

0

con corrientes de opinion,

por ejemplo.

Piensese, que el descubrimiento de las ciudades de Vesubio y mas concretamente de ese fabuloso arsenal de conocimientos arqueologicos que es Pompeya, genera

en Europa la aparicion del !lamado "estilo imperio" desde el disefio del mobiliario a

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talles altos del vestido femenino. 0 bien que la exposicion de

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bronces de

Riace en Florencia y en Roma, tras ser recuperados del fondo del mar, form6 una algarabfa sonada, en cuya orquestacion intervino activamente el feminismo. Este aspecto de la cuestion pone c1aramente de manifiesto que la recuperacion del pasado estimula determinados registros del presente, aquellos que el hombre de hoy ha sublimado, debido al peso de una larga tradicion historica y al deseo de colmar unos anhelos que el entorno de la sociedad contemporanea frustra, mas que otra cosa, en la inmensa mayorfa de las ocasiones. Encontrarse a sf mismo, descubrir sensaciones, identificarse con la naturaleza, son algunos de

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que se busca cana-

lizar por la vfa de escape de un pasado idealizado. Este requisito -"10 ideal"- es el que el receptor del mensaje arqueologico antepone a cualquier otro, en el sentido de que el entusiasmo por Pompeya, por volver al ejemplo anterior, hace caso omiso de todas las injusticias, incomodidades, y carencias que a ojos del crftico actual tuvo la epoca. Como ya se ha dicho, esta vertiente del tema encara viejos y pesados condicionamientos,

algunos de

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cuales remiten a la Antiguedad y en su

mayorfa al Renacimiento y al Neoclasicismo. Hoy no se cuestionan, convertidos en rei iquia hist6rica, pero es necesario reflexionar sobre ellos con sentido crftico, si no queremos que el mensaje arqueologico sea engullido por el monstruo del marketing, cuesti6n sobre la que volveremos. La reinsercion en el tiempo, en el pasado, que permite la Arqueologfa, tiene una faceta inquietante que es consecuencia dialectica de la definicion que hemos dado al mensaje arqueologico. EI pasado es recuperable. lLo es el futuro? Arqueologizar el futuro, si es que se puede decir asf, hoy parece una contradictio in terminis carente de sentido, pero hay indicios que apuntan hacia la aproximacion de Arqueologfa y futuro. Esasunto que excede el interes de estas breves reflexiones, pero evocarlo en relacion con el mensaje de la Arqueologfa contribuye a perfilar su objetivo prioritario en cuanto ciencia historica, que es a partir del pasado modelar el presente y forjar el futuro.

2. La difusi6n del mensaje arqueol6gico La Antiguedad, muy especial mente la Antiguedad Clasica, es un arsenal fabu1050

de imagenes prestigiosas, metaforas, ideas asociativas, muchas de cuyas c1aves

plasticas estan en poder de la Arqueologfa. Siempre ha habido un interes bastante amplio por acceder a elias, fuera del ambito especializado, pero en tiempos recientes el interes se ha acrecentado hasta extremos sorprendentes. La difusion del mensaje arqueologico

se hace desde muy diversos sectores sociales y con diversas

miras. Habida cuenta de que la faceta academica y cientffica de este fenomeno es la que menos nos interesa ahora por restringida y cotidiana en las aulas, nos centraremos en la faceta social y cultural por fntimamente Iigada al factor comunicacion. Un ejemplo sencillo bastara para adentrarnos en ella. Una compafifa naviera sumamente conocida en nuestro pafs organizaba hasta hace muy poco tiempo cruceros a pafses de rica oferta arqueologica, artfstica y cultural, oferta naturalmente repleta de promesas de emociones, sensaciones, descubrimientos y encuentros. EI precio a pagar por

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cruceristas inclufa un cicio de conferencias y chari as prefe-

rentemente arqueologicas, pronunciadas en alta mar por especialistas de categorfa, que ademas guiaban las visitas a yacimientos y monumentos en ias escalas. En el papel de "garante cultural" del crucero, por allf desfilo buena parte del escalafon de Ciencias de la Antiguedad de la Universidad espanola, de cuyos oficios quedo siempre satisfechfsima la c1ientela, segun me comentaron alguna vez !os conferenciantes mismos. Como este ejemplo hay otros, mas accesibles en cuanto a precio mente gratuitos, de

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0

total-

que todos tenemos nocion. Lo que subyace bajo este afan y

10 que ofrecen quienes manipulan el mensaje es poner al alcance de cualquiera 10 que se supone objeto de elite,

0

si se prefiere, hacer partfcipe a cualquiera de un

parafso perdido -el pasado que se supone ideal-, que la Arqueologfa ayuda a localizar y a reencontrar. De ahf la proliferacion de nombres griegos y latinos para usos y circunstancias rayanos a veces en el absurdo. Desde un punto de vista semantico el hecho tiene puntos en comun con otros tan actuales como

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seriales televisivos

y la prensa del corazon, analogos aunque a la inversa, puesto que en estos es la elite la que padece las vicisitudes de 105demas mortales. Pero en uno y otro caso la conexion comunicativa esta asegurada y en el de 10 arqueologico con un halo brilIante de cultura y prestigio, que

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otros, por el momenta al menos, no se atreven

a exhibir. Parano alargar demasiado estas notas, reducire a tres mensaje arqueologico -cientffico, rio sucinto.

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canales de difusion del

cultural y comercial- y les dedicare un comenta-

La Arqueologfa ha estado y esta en dialogo con otras muchas ciencias, cosa sobradamente sabida. A efectos de comunicaci6n

y de difusi6n de mensaje voy a

centrarme exclusivamente en una relaci6n curiosa, a la que no se ha prestado mucha atenci6n, ni siquiera por parte de los arqueologos. Se trata de una ciencia mas joven que la Arqueologfa y mas identificada que ella con la sociedad contemporanea, el psicoanalisis. Por extrano

0

vista, el psicoanalisis y particularmente

sospechoso que pueda parecer a primera su fundador, Sigmund Freud, dieron una

difusion extraordinaria a la Arqueologia y al mensaje arqueologico. Merece la pena explicar por que. En la personalidad genial de Freud hay una faceta secundaria, tal vez no muy conocida, que es la de coleccionista de antiguedades, minuciosamente analizada por psicoanalistas, estudiosos de la Antiguedad, crfticos de arte, en una obra de conjunto tan sugerente como ilustrativa2. Es bien conocido que Freud descubrio simultaneamente el poder del psicoanalisis y el rechazo que este generaba en la sociedad burguesa de la epoca. Paraveneer dificultades en este sentido, recurrio a un paraleiismo y a una companfa, par asi decirlo, prestigiada y bien vista, la Arqueologfa, que no solo no levantaba sospechas sino que levantaba entusiasmo. Heinrich Schliemann acababa de descubrir Troya y habfa impulsado el descubrimiento de las ciudades homericas, Micenas y Tirinto; Arthur Evans descubria Cnossos y la cultura minoica; franceses y alemanes sacaban a la luz las ruinas de Delfos y Olympia; las ciudades del Vesubio causaban pasmo; Europa, en fin, se rendfa a la fascinacion por la Arqueologia. Freud no 10 dudo. Fascinado en parte por ella, como demuestra su coleccion de antiguedades, y convencido en parte de la utilidad

de su metodo, proclamo

y demostro que "el psicoanalista, como el

arqueologo, debe descubrir estrato por estrato de la psique del paciente antes de llegar a profundizar en tesoros mas valiosos"3. Asf nacio ilIa metafora arqueol6gica", idea motriz que para Freud tenfa mas que sentido metaforico. A nivel cientffico adquiere especial valor tanto la apropiacion del metodo como la interpretacion de la tarea del arqueologo. La estratigraffa era un metodo cronologico transferido desde la Geologfa a la Arqueologfa, del que segun Freud habfa hecho

2 3

L. Gamwell, R. Wells (eds.J. Sigmund Freud and Art. His personal Collection of Antiquities, 1989. P. Gay en op. cit. 16.

una utilizacion model lea Schliemann, de ahf que aquel decidiera aplicarla como procedimiento experimental, primero, y convertirla en metodo despues4. Por su parte la labor que realiza el arqueologo consiste para Freud en sacar a la luz reliquias fragmentadas y mutiladas del pasado, largamente ocultas y enterradass. AI igual que, hizo con las piezas de su coleccion arqueologica, Freud poblo su universo cientffico de fragmentos mentales de un pasado soterrado, que el genial mente supo descubrir6. La trascendencia de la metafora arqueologica en el pensamiento freudiano es enorme, porque como afirma D. Kuspit, no actuo solo sobre el metodo de analisis sino sobre ei concepto mismo del psicoanalisis, en cuanto era un instrumento de autoentendimiento.

Prueba de ello es que Freud aplico al psicoanalisis la estructu-

ra de! lenguaje arqueologico, especial mente en 10 que concierne a la concepcion topografica de la psique7. En relacion con el tema de la comunicacion y de la difusian del mensaje arqueologico,

la metafora arqueologica

0 analogfa

entre

Arqueologfa y Psicoanalisis produjo beneficios mutuos. La una se encontro con una propaganda inesperada y el otro se presento ante el publico culto asociado a una actividad popular, respetable y celebre. Por medio de la asociacion, Freud querfa demostrar que al igual que la Arqueologfa, el psicoanalisis podia ser una aventura con resultados positivos, dejar de ser sospechosa y alcanzar una posicion social de aceptacion. Desde un punto de vista personal y humano esta batalla de Freud resulta particularmente conmovedora para un arqueologo, porque, como indican P. Gay

y D. Kuspit, especialistas en la obra de Freud, el hombre al que este probablemente admiro mas fue Schliemann, no solo porque al descubrir el tesoro de Prfamo encontro verdadera felicidad, sino por su exito social. La felicidad, por tanto, no era solo cuestion de ver cumplido un sueno infantil sino una ambicion de adult08. De la alta estima en que Freud tenfa a la Arqueologfa y que esa estima esta impregnada del ideal winckelmanniano,

tan poderoso en la epoca, dan idea las palabras de

los expertos antes citados: "A los ojos de Freud el psicoanalisis,

como

Arqueologfa, era una investigacion heroica de !a realidad legendaria"9.

4 5

L. Gamwell, "The origins of the Freud's Antiquities Collections", ibid. 21.

op. cit. 22

55."

6

ibid.

7

D. Kuspit, "A Mighty Metaphor: the Analogy of Archaeology and Psychoanalysis", op. cit. 133

8

ibid.

9

ibid. 134.

55.

la

Por atractiva e interesante que resulte la "metafora arqueologica" y sin dejar de reconocer el interes y la admiracion de Freud por la Arqueologfa, la crftica actual exige algunas puntualizaciones.

En primer lugar hay que sefialar/ como hacen

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expertos en Freud/ que 10 que mas interesaba a este era obtener "un camuflaje cosmetico para la teorfa psicoanalftica"/ ya que "Ia psique misma parecfa tener caracter arqueologico en cuanto campo de reliquias y ruinas"/ en palabras de KuspitlO. Todo 10 que hay en la Arqueologfa de leyenda/ de aventura/ de misterio ante un pasado perdido y de excitacion por recuperarlo/ Ie conferfa -y Ie confiere- autoridad/ prestigio y atractivo/ de ahf que apareciera como modelo ideal para una actividad nueva/ aparentemente similar pero a la sazon mal vista. En segundo lugar/ en

10 que Freud puso sus miras y 10 que realmente exploto fue el metodo de excavacion estratigrafica/ aunque reconocfa que donde la Arqueologfa coincide con el psicoanalisis es en la hermeneutical sobre todo/ en la interpretacion de un significado incierto/ no tanto porque el objeto no se deje entender/ sino por la duda del arqueologo acerca de si su interpretacion es correcta en la descontextualizacion espaciotemporal

del objeto. Logicamente Freud resalta el compromiso

y riesgo

mayores que asume el psicoanalista/ por cuanto su objeto de estudio -el pacientea 10 largo de la busqueda y al producirse el hallazgo experimenta cambios y reacciones/ que no experimenta el objeto arqueologico. En este sentido el dialogo/ la pregunta y la observacion se realizan en condiciones distintas. Por 10 demas/ el legado de Freud en el campo de la comunicacion entre ambas ciencias esta expresado en las palabras de E. Handler Spitz: "La Antiguedad sigue siendo el legado mayor y mas inexplorado para el psicoanalisis contemporaneo y otras profesiones de la salud mental. Y es fuente inagotable de conocimiento de la condicion humana//11. La difusion del mensaje arqueologico desde otras ciencias solo puede encontrar aquf constancia testimonial a causa de la expansion de la interdisciplinariedad. Como muestra/ siempre dentro del marco de la sociedad contemporanea/ basta aludir a todas las especialidades que se acogen a la entelequia sustantivada como "patrimonid/

y adjetivada de maneras mil.

10

ibid. 136.

11

E. Handler Spitz, "Psychoanalysis

and the Legacies of Antiquity", op. cit. 153 ss.

La difusion del mensaje arqueologico es un fluido que impregna la cultura europea desde mucho antes que existiera la Arqueologfa como ciencia. Nadie ha anal izado este fenomeno ni ha reflexionado sobre el con la profundidad y la lucidez que

10 ha hecho N. Himmelmann en una obra que ha cumplido veinticinco aiios y que conserva intactas su actualidad y su vigencia. Desde la perspectiva ideal de un pasado utopico hasta la realidad inmediata de la cultura moderna, por glosar

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con-

ceptos que dan tftulo ala obra12, Himmelmann tiende el hilo de la trayectoria de la Arqueologfa, que se tensa en el momenta crucial de su nacimiento como ciencia. La figura de

J. J.

Winckelmann

(1717-1768) cobra extraordinario protagonismo no

solo por ser el fundador de la Arqueologfa y de la Historia del Arte, sino por la repercusion y la resonancia que su obra y su ideario estetico alcanzaron en Europa 13. Para la difusion del mensaje arqueologico, que aquf consideramos, tuvo aun mas trascendencia la vision de la Antiguedad forjada y transmitida por

J. W. Goethe

debi-

do ados razones; una es el impulso entusiastico dado por Goethe al estudio del Arte Clasico, en el que el mismo se implico; otra es que Goethe personal mente asumiera facetas, en las que el hombre moderno puede reconocerse, entre las cuales las de viajero, amante del arte, versado el mismo en dibujo, curiosa de la naturaleza14. Ese reconocimiento en

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0

identificacion dio notoriedad creciente al tema arqueologico

ambientes selectos y cultos de la lIustracion y posteriormente en el cientifis-

mo del siglo XIX. Respecto al estallido polifacetico de la cultura contemporanea y al relampagueo en el de la Arqueologfa nada se puede aiiadir al cuadro luminoso e ingenioso pergeiiado por Himmelmann15.

Nos limitaremos, por tanto, a lanzar una

rapida ojeada a nuestro entorno inmediato. Los comentarios que siguen no pretenden ser exhaustivos, sino referir sencillamente que puntos de inflexion se marcan hoy en el plano cultural, al abordar la

12 N. Himmelmann, Utopische Vergangenheit. Archaofogie und moderne Kultur, 1975. Version italiana: N. Himmelmann, Utopia del passato. Archeologia e cultura moderna, 1976. Cito en adelante la version original. 13 ibid. 18 55. 51 55. 14 ibid. 6455. 15 ibid. 13855.

difusi6n del mensaje arqueol6gico. Bastara con anotar la imagen de la Arqueo!ogfa en el mundo de la imagen, la relaci6n con el binomio naturaleza/cultura y la oferta arqueol6gica en materia de modas y model os actuales. Ni que decir tiene que el primero de 105aspectos citados, el mundo de la imagen, es absorbente en la sociedad contemporanea. Y la imagen que da la Arqueologfa no puede ser mas favorecedora, al menDs en cuanto a frecuencia e intensidad. La cuesti6n merece un analisis detallado, que alguna vez se hara, entre otras razones por la implicaci6n directa con el cine. Naturalmente 105estudiosos e historiadores del septimo arte han acotado y considerado

la aportaci6n

que en tematica y contenido

ha hecho la

Antiguedad en general a la creaci6n cinematografica, pujante hasta el punto de originar un genero Ilamado "peplum" 0 mas corrientemente "pelfculas de romanos". No me interesa ahora tanto la faceta tematica, propiamente hist6rica, como la de calidad arqueol6gica, que deja mas que desear. Mencionare pocos ejemplos, porque sin duda estes se agolparan en la mente de cada cual. Bastara pensar en la ambientaci6n y la escenificaci6n distorsionados a veces, a ojos de un arque610go, pero transmisoras de imagen, tales como arquitecturas imponentes, derroche de lujo, simulaciones de marmol, bustos de personajes posteriores a la epoca en que se desarrolla la acci6n. Anacronismos, en fin, que lIegan a tener su gracia y que rizan el rizo en inventos fastuosos, pero inventos, como la entrada de Cleopatra en el foro romano en la archipopular version de j.L. Mankiewicz,

protagonizada

por Elizabeth Taylor. En toda la Roma de epoca de

Cesar no hubo un espacio publico con capacidad para acoger semejante turbamulta, incluido el ingenio monumental en forma de esfinge, que servfa de trono a Cleopatra y a su hijo Cesari6n; como tam poco alcanz6 esa hipertrofia ni el mas sonado de 105triunfos. Frente a esa estetica operfstica, W. Wyler no par6, hasta que pudo rodar la extraordinaria

carrera de carras de Ben-Hur

en el Circo

Maximo de Roma, preparado para la ocasi6n. Que al margen de esa imagen, digamos festiva, el publico se compenetra y capta la imagen arqueol6gica depurada, 10 demuestra el exito televisivo y en vfdeo de la celebre serie Yo Claudio, adaptaci6n de la novela de R. Graves. Conocida es la excepcionalidad

de la escuela

inglesa por su cine hist6rico modelico y a decir verdad que en este caso, cada episodio es una lecci6n practica de Arqueologfa. Portentosa la puesta en escena, cuidadfsimos 105interiores, reproducci6n fiel del ambiente en mobiliario, peinados.

atuendos,

Con todo

10 que este aspecto de la cuestion da que pensar, resulta increfble, que

10 que haya catapultado al estrellato la imagen de la Arqueologfa sea la vaciedad de Indiana Jones. Para nada es cuestion de Arqueologfa, pero en !os antfpodas de Winckelmann Hollywood":

el buen Harrison Ford encarna el modelo de arqueologo "made in aventurero romantico, tesoros fabulosos, intriga excitante. Incluso el

atributo iconogrMico por excelencia, el famoso latigo, es una intrusion infundada. Conviene recalcar, que el creador del engaiio, S. Spielberg, ha fabricado habilmente un sofisma presentado con imagen de plena actualidad: el heroe disfrazado supuestamente de arqueologo es en el fondo un ejecutivo intrepido, un hombre de accion programado, un "broker" de !a aventura. Desde el punto de vista que juzgamos, si la confusion es un merito, Spielberg

10 tiene, en la medida en que ha sido

capaz de fundir la estampa noble del arqueologo legendario can la del heroe hiperdinamico contemporaneo, anhelos contradictorios pero actuantes en el hombre de hoy. Posteriormente ha emergido Gladiator, un prodigio de tecnologfa para recrear otra forma heroica, igualmente violenta, de la vida contemporanea, que remite a un antiheroe de la Antiguedad, el gladiador, luchador atletico que desaffa la fuerza bruta y que afronta decidido el peligro flsico. Una imagen mas remansada y convincente, incluso para el publico inexperto, es la que ofrecen reportajes excelentes de contenido arqueologico. Cuando en ellos se alcanza un nivel satisfactorio de amenidad y veracidad se crea efectivamente ese umbral de sensacion placentera, que puede transmitir el mensaje de la Arqueologfa. Tambien este lIega desde el campo de la distension por vfas tan dispares como pueden ser el humor del arqueologo por

0

0

la novela policfaca. Chistes y humoradas sobre el quehacer

sobre el objeto de estudio de la Arqueologfa conocemos todos,

10 que voy a comentar solamente una manera de hacer crftica que me parece

muy positiva. Es la que de vez en cuando practica A. Mingote, mas que en las historietas largas, en la descarga instantanea de ingenio que son sus vinetas cotidianas. En una de ellas16 critica sagazmente la inversion de situaciones y por tanto de la escala de valores a partir de los que se enjuicia el mismo hecho. EI motivo 10 ofrece en un dibujo doble el celebre "Discobolo"

de Miron contemplado por un grupo

de espectadores de entonces y de ahora. Para los espectadores antiguos, se supone que coetaneos de la obra, el conocido es el atleta, un tipo de heroe de la sociedad griega c1asica, mientras que el escultor pasa ignorado, mal visto como estuvo el artista en aquel tiempo. Los espectadores modernos, en cambio, contemplan embelesados la escultl:lra de Miron, sin el menor interes por el personaje representado, convertido el artista en referente social de nuestro tiempo, sabre todo, por ser un artista griego c1asico. Critica no menos mordaz e ingeniosa es la dirigida contra la practica arqueologica, inevitable por demas, de tomar la parte por el todo y de dar rienda suelta a la imaginacion, cuando no a la fantasia. EI motive en esta ocasion es de plena actualidad, Atapuerca, y alii aparece un arqueologo afanado en su excavacion, cuando una joven colega se Ie acerca blandiendo un hueso y proclamando feliz: "iEs la primera mujer de la talla 38 en este yacimiento!"17. La critica actua como defensa del profano, cuyo sana escepticismo se contrapone al hipercientifismo infundado; pero aun es mas notable la comunicacion establecida con el lector por medio de la asimilacion estrambotica de una mujer prehistorica, es decir, de un ideal femenino orondo y rotundo, antitesis del actual, nada menos que con una talla casi de anorexica. En realidad, satira, parodia, caricatura, desplegaron muy pronto sus armas contra los arqueologos, cuando todavia se los conoda como" anticuarios".

lnvectivas

literarias divertidisimas se conocen desde el siglo XVII yen los siglos XVIII y XIX proliferan los grabados, que nos los muestran avidos y absortos en sus gabinetes de anticuallas18. No se sustrajo el gran Stendhal a poner una pincelada elegante pero demoledora en este cuadro, cuando advierte, que para pertenecer al respetable cuerpo de los arqueologos Ilil {aut avoir abjure tont respect pour la logique qui est

fiennemi acharne de tous les systemesl119. La finura de la critica destila por sus maravillosos Paseas par Rama, como tambien su admiracion por la belleza antigua. En cuanto a la novela polidaca, fue la representante por excelencia del genero, la inolvidable Agatha Christie, la que introdujo la Arqueologia en ellugar del cri-

ABC, 15-4-2001. P. Berghaus, "Der Archaologe im graphischen Bildnis", Der Archaologe. Craphische Bildnisse aus dem Portratarchiv Diepenbroick, 1983, 111 55. 19 Stendhal, "Les Tombeause de Corneto", Reune des Deuse Mondes, 1. Septiembre 1853. 17 18

men. Como ella misma cuenta en su autobiograffa20,

la introdujo en su vida, al

casarse con el arqueologo M. Mallowan, excavador de Nimrud y un experto en marfiles. La atmosfera de la vida y las ciudades actuales de Oriente Medio, aromatizadas con el ambiente de arqueologos en el que se movfa, da a novelas como Asesinato en Mesopotamia

l

mo inimitable.

Intriga en Bagdad Muerte en el Nilo, un pintoresquisl

EI tema narrativo no es la Arqueologfa en sf, pero de su mensaje

capta extraordinariamente y se identifica con el poso que el pasado arqueologico ha dejado en aquellos lugares, con su intriga por conocerlo, con su envoltura misteriosa. EI metodo inquisitivo y la busqueda de indicios aclaratorios, pistas 0 claves, tfpico de la indagacion arqueologica, es el que fabrica y Miss Marple, maestros ambos en aplicarlo.

105

exitos de Hercules Poirot

La analogfa ha hecho de muchos

arqueologos asiduos lectores de Agatha Christie, pero como fenomeno social ha adquirido envergadura hasta tal punto que en estos dfas se celebra en el Kulturforum de Berlfn una exposicion titulada: Agatha Christie y el Oriente. Criminalfstica y Arqueologfa21.

La importancia que se ha dado desde el sector de la arqueologfa

cientffica a este evento cultural, puede medirse por el hecho de que el Museo Britanico haya prestado doscientas piezas arqueologicas.

No en balde, Agatha

Christie fue colaboradora "amateur" de las excavaciones arqueologicas realizadas por la escuela inglesa en Oriente y, sobre todo, es !a mujer que ha ganado mas dinero con el crimen, despues de Lucrecia Borgia, como alguna vez se ha dicho. La relacion de la Arqueologfa con el binomio naturaleza/cultura es una de las claves vitales en la difusion del mensaje arqueologico, desde un punto de vista cultural.22 En pocas palabras se puede decir, que ese binomio es la helice que mueve el pensamiento y la accion del arqueologo, porque esta en la base del hecho arqueologico en Sf23. La observacion mas elemental de la naturaleza y de las formas que hay en ella dio origen al universo creativo del mundo antiguo. Tomemos como ejemplo la espiral, forma omnipresente en la naturaleza, y la veremos poblar estelas, relieves, pinturas. Hayen ella algo tan magico, sin duda por infinito, que dio

A. Christie Mallawwan, Ven y dime como vives (1946.1974),1987. £1Pafs-Babelia, 18-8-2001. 22 EI tema es tan atractivo e interesante que constituira pr6ximamente un curso de doctarado en un programa de nuestra Universidad, motiva par el que me limitare a un simple esbozo de la cuesti6n. 23 Fundamental Himmelmann, op. cit. 39 ss. 20

21

lugar al laberinto y este a la metafora del desconcierto cognoscitivo, del que no se sale sin un hilo salvador, todo ello convertido en actualidad palpitante24. Formas en espiral se encuentran por doquier a 10 largo y ancho del mundo antiguo, pero ninguna tan bella, exacta y armoniosa como el capitel jonico, un invento, como tantos otros, que a 105griegos les vino de Oriente. Pero sin duda fueron 105griegos 105que llegaron mas lejos en la plasmacion plastica de formas de la naturaleza y ya es asf desde el Geometrico. Nada mas admirable, por sencillo, que la decoracion "paisajfstica" en clave simbolica de la decoracion de un vasa geometrico. EI hombre antiguo, mucho mas acostumbrado que el actual a reconocer la pureza de las formas, las reproducfa limpias, abstractas, y asf el meandro 0 la onda es el fluido, la corriente de agua; el triangulo picudo es la altura y su superposicion puede ser un tallo 0 un arbusto; la roseta de puntos es la flor; la cruz, el aspa es el fulgor del astro. La coordenada cultural del citado binomio apunta inequfvocamente al arte. La interrelacion de la Arqueologfa y la Historia del Arte comienza desde el punto y momenta en que ambas ciencias fueron fundadas por Winckelmann;

disociadas

luego sus trayectorias, queda el transvase de aquelio que aquf tratamos, la presencia de ambas entre naturaleza y cultura. En la obra antes citada N. Himmelmann pasa revista a 105diversos aspectos de la cuestion y puntualiza acertadamente cual es el papel de ia Arqueologfa25. Queda asf de manifiesto que la comunicatividad entiende

como transferencia

de experiencias

de estudio,

cientfficas,

se

de la

Arqueologfa y de la Prehistoria a la estetica moderna, por ejemplo, en el ambito del museo. La serificacion de objetos es una de las experiencias que ha sido absorbida como formula expositiva para vitrinas de colecciones y museos; la valoracion de 10 incompleto, 10rota e incluso 10feo como algo autonomo es otra experiencia arqueologica incrustada en el arte; la Arqueologfa de por sf, hechos arqueologicos, temas genuinamente arqueologicos,

se han convertido a menudo en motivo artfstico,

sobre todo en el arte contemporane026.

Entre los muchos ejemplos que podrfan

aducirse, a cual mas conocido, escojo uno especia!mente ilustrativo de la vision desmitificadora que el arte contemporaneo tiene del mensaje arqueologico. Es la

A. Leon, "Ariadna y Te5eo en ellaberinto Humanf5tico", Historia, crftica y pedagogfa artfsticas. Obra selecta (A. Bonet Correa, tyla V. Gomez de Terrero5, ed5.l, 2000, 387 55. 25 d. n. 15. 26 ibid. 162 55.

24

"Venus de los trapos" de Michelangelo

Pistoletto,

obra emblematica

ra (1967). Sobre un fondo abstracto una Venus, tambaieante espalda

al espectador,

a punto

de derrumbarse

ideal que la diosa asume en la mitologfa Kosmos gynaik6s-,

se tambalea

no pudo

Venus,

imaginar

exquisitez,

es que acabarfa

trapos. La montana

el ideal edu!corado effmero y

y derrumba

griega,

asociada

al lumpen,

que es Afrodita.

realidad

arquetipo

fuente

imagenes candidatas

denunciada

ciendo

de sf misma.

De acuerdo

musculado

avanzada,

avejentado;

Schwarzenegger un sfmbolo

Universo",

de agresividad

que

10 crea.

comunica

tambien

su

sobre tipos actuales de

el tema; aquf no puede ser en dos

flashes rapidos, dos Monroe

tensa y potenciada

Hercules

ejer-

hasta la cultiva-

Farnese de Lisipo.

y la estetica de baja epoca c1asica, el heroe, exage-

de acuerdo

con

igualmente

fmprobos,

musculado

y de potencial

se muestra en su madurez

la mentalidad

erotico.

y la estetica

actuales,

pero en vigor de juventud,

como

Por su parte la imagen de Marilyn

de gran valor artfstico e historico,

mo. La imagen evoca una preciosa terracota

helenfstica,

por ser el ulti-

que representa

a Afrodita

EI ieono busca ser el mismo par medio de recursos como la transparen-

cia del pano y la sutileza de la pose, aunque la vitalidad tica centuplicada Goretti.

artfstica de

del grabado anatomico

y aun mas del monumental

procede de un reportaje fotografico

danzante.

que

la otra a Marilyn

Olympia",

ai cabo de esfuerzos

aparece

por io

Una muestra a Schwarzenegger

es la version culturista

con la mentalidad

radamente

apuntaba

pero quedara concentrado

La imagen de "Mister

do desde el Renacimiento

a los

para la quintaesen-

por la corriente

Ya en el eomentario

y como "Mister

ultima fibra de musculatura,

y de la

por la inseguridad,

testigo de la sociedad

a canones de nuestro tiempo.

Olympia"

si algo

Resulta, asf, que el mensaje de solidez y

heroes, al estilo de Indiana Jones y Gladiator,

como "Mister

miserable

EI -el

toma el deje de tristeza y de pesimismo

contemporanea.

tratado en toda su extension,

porque,

del consumismo,

de modas y model os la Arqueoiogfa

mensaje a la sociedad

da la

de trapos.

del refinamiento

al detritus

Olimpo

innegable

el arte contemporaneo,

En cuanto

con ella. Es explicable,

la Afrodita

farte povera. EI mensaje arqueologico Ie imprime

sobre una montana

de la imagen c1asica son suplantados

10 deleznable,

en su pedestal,

c!asica, que es el del eterno femenino

de desechos la abruma,

cia del lujo y del confort

de f/arte pove-

en Marylin

No es buscar afinidades

hacen

que a su lado Afrodita

estereotipadas.

te recrear el mito de una nueva Afrodita

arrolladara

y la carga ero-

parezca

Sta. Marfa

Es que se busca intencionadamen-

y un nuevo erotismo

al gusto de los nuevos

tiempos. Sin embargo, aunque parezca paradojico, la analogia tiene tambien una vertiente desmitificadora conectada al mensaje de la "Venus de 105trapos". La moda no podia dejar de ser exponente del mismo fenomeno en muy diversas facetas y niveles. Como muestra cito solamente el peinado femenino, de figurfn digamos, aunque el elenco es mucho mas amplio. Y no es mas que el prestigio de las imagenes de las que proceden, aparte de su elegancia y atractivo, 10 que pone la nota modelica.

EI marketing. Arqueologfa

y consumismo. Todo viene a ser 10 mismo. La

Antiguedad y, sobre todo, la imagen clasica, como fetiche de propaganda, slogans, anuncios. En este plano la comunicacion

es incesante, aunque a veces pasa inad-

vertida, pero es una autentica voragine de ideas asociativas las que se ofrecen continuamente a nuestros ojos. Las dos facetas esenciales del tema, el turismo de masas y el prospecto

propagandfstico

han sido magistral mente tratados por

Himmelmann ya su obra remit027. Basta recordar que gracias al charter 105confines del imperio de Alejandro estan a la puerta de casa; que cualquiera puede disfrutar de una velada a la griega 0 a la romana organizada por el correspondiente "Tour-Operator" in situ; que es factible el chapuzon en unas termas roman as autenticas para 105visitantes, todo 10 cual es demostracion palmaria de que el pasado no solo es recuperable sino objeto de ficcion y excelente negocio, al alcance de cualquiera. IY que decir de 105objetos personales que a diario nos endosamos y cuyas etiquetas de marca se nos adhieren como escapularios de nombres paganos? Un ejemplo muy de moda: las codiciadas prendas deportivas "Nike" diluyen en la fonetica inglesa el marchamo griego de nike, victoria, todo un acicate para quien con ellas compite. No me resisto a hacer mencion especial de otro ejemplo muy popularizado a nivel infantil, ajenos 105destinatarios a la interconexion entre Arqueologfa y consu-

mismo, pero practicantes fervientes de este ultimo.

Me refiero al "fenomeno

Barbie", una de las criaturas mas proteicas de la jugueterfa reciente. La inefable mufieca reproduce a escala infantil la serie de modelos femeninos de la sociedad contemporanea, por

10 que el comprador puede escoger entre "Barbie ama de

casa", "Barbie ejecutiva", "Barbie deportista", "Barbie divorciada" ... Lo notable del caso es que Barbie va equipada con todo lujo de detalles para cada situacion y, por consiguiente, dispone de ajuares tipificados, por usar la terminologfa arqueologica. Pues bien, en el rico elenco de estereotipos faltaba la guinda antiquizante, hasta que alguien dijo (eureka"!

y aparecio "Barbie diosa griega". El hallazgo es increible,

porque a la manera de una escultura griega la diosa Barbie viste un chiton adornado con hojas de laurel y sobre el un manto orlado con un meandro, al tiempo que se toca la cabeza con un pofos, en el que van joyas incrustadas. Naturalmente el ambiente para la epifanfa de este producto de marketing no podfa ser otro que un recinto arqueologico,

en el que emergen las ruinas de una columnata dorica.

Quiere esto decir que el consumismo arqueologico va por buen camino y que la clientela futura esta asegurada.

3. Arqueologfa-actualidad Esta cuestion se desarrolla en dos pianos, el de la Arqueologfa como tema de actualidad candente, es decir, del dfa, y el de la Arqueologfa actual, la ciencia que hoy mira al futuro. Pruebas de que la Arqueologfa es tema candente, son facilmente deducibles de ios comentarios hechos sobre ia difusion del mensaje Arqueologico.

Pero para

convencerse de que no solamente 10 es, sino que 10 sera, basta leer la prensa cotidiana. Dos noticias frescas, del pasado mes de Agosto encauzaran la reflexion a nivel espiritual y material, digamos as!, y demostraran el afan casi obsesivo por sazonar cualquier

cosa, a la que se quiera hacer propaganda,

con algo de

Arqueologfa. Con motivo de la concesion de la medalla de oro de la UIMP a la pianista Rosalyn Tureck, la prensa ha informado desde Santander del entusiasmo de la artista y de su casi exclusiva dedicacion carrera. La informacion

a Bach a 10 largo de su dilatada

afiadfa textual mente: "Tureck ha conectado fa obra de

johan Sebastian Bach con fa arqueofogfa; fa ffsica; fas matematicas; ef in cons-

ciente

0

la biologra"28. Desgraciadamente nada se informa acerca de c6mo 0

sabre que presupuestos se ha lievado a cabo la conexi6n, pero en cualquier caso la selecci6n de ciencias reiacionadas con la musica de Bach es tan equilibrada, simetrica e ideal que parece pautada sobre el pentagrama. De hecho, las ciencias mencionadas son cinco, como las Ifneas del pentagram a, y la secuencia 1-2-2 (arqueologfa.

ffsica/matematieas.

inconsciente/biologfa)

es

rftmica.

La

Arqueologfa, tal vez en representaei6n de las eieneias del espfritu, queda entronizada asf en el reino de la armonfa, eonstituido por la musiea de Bach, asistida por las eiencias abstraetas y las ciencias naturales. Mas reeiente en tiempo y dispar en eontenido es la segunda noticia, alusiva a una casa de modas femenina, a la que se ha dado el nombre de "Bae!o Claudia"29. La eleeci6n del nombre esta en su derecho de ser caprichosa; pero para que se yea que, al margen de cualquier otro factor, el incentivo reside en el prestigio del nombre antiguo y en la evocaei6n arqueol6gica, sin que exista la mas mfnima base de posibi!idad asociativa, recordare que la unica actividad industrial conocida en la antigua eiudad de Baelo Claudia (Tarifa, Cadiz) fue la del garum, una salsa 0 condimento para salazones de peseado, cuya naturaleza grasienta la indispone de entrada con el glamour. EI plano siguiente nos traslada a la cuesti6n crucial, la Arqueologfa actual cientffiea y competitiva de eara al futuro. La visi6n "Iight" de la Arqueologfa -de eualquier eieneia- no pasa de ser superficial, raz6n por la que el estudioso y el que aspire a serlo debe estar en guardia ante la trivialidad y la pseudocultura. De esto hay que ser conscientes, como tambien de otro hecho que afecta a todas las ciencias humanfsticas y es que la batalla se librara en el campo de la teenologfa avanzada. Habida cuenta de su vertiente experimental, la Arqueologfa ha seguido de cerca y ha incorporado en su beneficio 105sucesivos adelantos tecnieos y tecnol6gicos. No me refiero ya a la informatica y sus derivados, por hablar s610 de nuestro tiempo, sino a tecnicas y tecnologfa cientffica entranadas, por ejemplo, en la geoffsiea 0 en la prospecci6n magnetica por radar. Por poner un ejemplo muy proximo, en una

28 29

£1 Pars, 9-8-2001, 30/ Revista. ABC, 19-8-2001, 84 55.

campana breve de trabajos desarrollados al nivel tecnologico antes dicho en Italica (Santiponce, Sevilla), en 1999, se ha avanzado mucho mas que a 10 largo de decadas por el sistema de excavacion tradicional. Todo ello naturalmente sin mover un metro cubico de tierra. Es un avance tan practico como encomiable, ha desvelado datos sorprendentes, pero no

105

ha interpretado ni ha resuelto

camente suscitados por su conocimiento.

105

problemas logi-

La interpretacion y la exegesis par parte

del arqueologo son tareas irrenunciables. Cada vez mas se tiende entre nosotros a identificar la Arqueologfa con una tecnica,

10 que ahora Ilaman metodologfa -excavar-, y con un objetivo practico cen-

trado en la excavacion. Los arqueologos mismos se han escorado peligrosamente hacia esa baliza de la accion mecanica con la consiguiente confusion entre concepto y metodo. Se ha soslayado la episteme y se ha hipervalorado una forma de

techne. Es mas, la lIamada metodologfa arqueologica no contempla sino la tecniC2 de excavacion, su casufstica, sus requisitos, sus peculiaridades. Ningun arque%

0

prescindirfa de ella, pero entendiendola como medio y no como fin. Los estudiantes de Arqueologfa con sentido crftico saben perfectamente hasta que punto el lenguaje de esa //metodologfa// es pobre en comunicacion, semejante a una especie de autismo en el que se encierra el arqueologo entre siglas de unidades estratigrafica , matrices operativas y secuencias cronologicas. Que este conocimiento

sea util,

nadie 10 pone en duda, por 10 depurada que afortunadamente es hoy la tecnica de excavacion. Lo que mas que dudoso es rechazable es la ecuacion: metodologfa = arqueologfa. No se puede ensenar a

105

estudiantes la variedad de sistemas para rea-

lizar una excavacion, para secuenciar estratos, para ordenar el registro arque%gico, sin ensenarles a interpretar, a formular preguntas, a crear una hipotesis. Esprioritario ensenarles a dialogar con el yacimiento a priori, a plantearle interrogantes y, en fin, a medirse con el, cuando

105

dos -arqueologo y yacimiento- estan en la ten-

sion que precede a la accion destructiva que es toda excavacion. Desde el punto de vista de la docencia universitaria y con la mira puesta en el futuro, es obligado Ilamar la atencion sobre la anemia intelectual provocada por ignorancia de las lenguas c1asicas, sin las que un arqueologo esta perdido; por desconocimiento de lenguas modern as, que son el complemento

0

sustituto de aque-

lias; por desconexion de otras ciencias hermanas integradas en la Historia de la Cultura y esenciales para el conocimiento de la Antiguedad. En este desierto cognoscitivo es mas comodo agujerear el terreno que hipotetizar con fundamento. Algo

asf como si el internista, para dar un diagnostico, requiriera operar previamente al enfermo. Tampoco debe pasar par alto la influencia del contubernio arqueologico-antropologico-etnologico

(que puede ser mas largo) en su pretension de borrar

fronteras entre ciencias distintas, por mas que su objetivo ultimo sea el hombre. En este sentido es digna de notar la lingua franca -artefactos, manufacturas, itemsvaledera para todas ellas y convenientemente tecnificada. Como resumen, juzgue cada cual a su criterio una intervencion arqueologica realizada hace poco sobre la basura acumulada en la feria de una localidad andaluza. Es la depauperacion absoluta de la excavacion y no por rechazo a un material miserable -ahf esta la "Venus

10 vienen haciendo a diario los

de los trapos"- sino por falaz, porque ese menester

servicios de reciclaje de residuos sin la menor veleidad pseudocientffica. No se piense que el cometido de arqueologo es un empefio faustico. Estan factible como cualquier otro e igual de gratificante para quien dad y entusiasmo. En el mundo de la comunicacion,

10 afronta con curiosi-

que es el que aquf nos intere-

sa, el nivel va a mas a medida que la Arqueologfa irrumpe en edades historicas cada vez mas recientes y a medida que el pasado se aproxima cada vez mas al presente, por la celeridad con que este deja de serlo. Es probable que en adelante, el arqueologo tambien tenga que comunicar futuro. Hoy, todavfa suena a ficcion, pero piensese en

10 fascinante que puede Ilegar a ser tomar por yacimiento arqueologi-

co la Nasa, Cabo Kennedy, los estudios de MGM, alguna estacion espacial que quede obsoleta; todo esto sin olvidar la posible robotizacion del arqueologo, como ya apunta en otras ciencias. Si algo Ilega a hacer atractiva la Arqueologfa entonces, me aventuro a decir que no sera la metodologfa de excavacion -codificada

por ordenador- sino el conteni-

do epistemologico que transmita y com unique el arqueologo, aun en el supuesto de que sea un robot. Para concluir y probar que en la sociedad contemporanea la Arqueologfa no solamente es referente activo de comunicacion,

sino que tambien toma referencia

de otras ciencias y de su entorno social, me acojo a una sentencia lIena de humor y de ingenio del economista Paul Preston, premio Nobel de Economfa: "EI economista que sabe, hace su trabajo y el que no, se dedica a cuestiones metodologicas". Aplfquese a la Arqueologfa.

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