Arqueología en Jaca: seguimiento arqueológico de la reforma de las calles del casco antiguo

June 9, 2017 | Autor: Julia Justes | Categoría: Arqueologia Medieval, Arqueología romana / Roman archeology, Arqueología urbana
Share Embed


Descripción

laestelaenlosorígenes

Arqueología en Jaca: seguimiento arqueológico de la reforma de las calles del casco antiguo Texto y fotos: Julia Justes Floría y José Ignacio Royo Guillén. Arqueólogos

D

esde que en el año 2012 elaboramos la primera síntesis de arqueología jacetana gracias al patrocinio de Librería General (Justes y Royo 2012), han sido varias las intervenciones arqueológicas realizadas en el casco antiguo que han continuado ofreciendo información sobre el pasado de la ciudad. En las próximas páginas haremos un repaso sucinto de las principales aportaciones de estos nuevos trabajos (figura 1). En todos los casos se trata de seguimientos arqueológicos de reformas de viales impulsados por el Ayuntamiento de Jaca. En este tipo de intervenciones, nuestra labor se centra en observar la apertura de las zanjas que acogen los diferente servicios públicos: saneamiento, abastecimiento…etc., consiguiendo además, en muchos de los casos, documentar diversas estratigrafías, materiales y estructuras que vienen a completar la secuencia de las diferentes ocupaciones del solar jacetano a lo largo de los últimos 2000 años.

tructuras de las viviendas de Iakka. Del conjunto de materiales de cronología romana recuperados, destacamos un cuenco de cerámica engobada (figura 2). Aunque apareció muy fragmentado fue posible su reconstrucción: se trata de un cuenco hemisférico de pasta amarillenta y engobe rojizo, siendo un tipo de recipientes muy habituales en el servicio de mesa del siglo I d. C. En el mes de octubre de 2013 se acometió la renovación del

Las intervenciones arqueológicas en los viales jacetanos Entre los meses de mayo a julio de 2012 se procedió a la reforma de la calle Ramón y Cajal, vía de trazado N-S, situada al S de la calle Mayor. En este vial la mayor parte de las zanjas se abrieron en terreno ya alterado, circunstancia habitual en la calles de escasa anchura que concentran en un menor espacio el mismo número de conducciones que una calle de mayor anchura. Por suerte, bajo la acera que discurría por el lateral oeste, pudimos localizar áreas intactas en las que identificamos varios niveles arqueológicos de época romana alto imperial, fechados entre los siglos I a II d. C. Además de numerosos fragmentos de recipientes de menaje de mesa y cocina de cronología romana, en estos estratos fértiles se recuperaron varios fragmentos de ladrillos y adobes, elementos asociados a las es-

8

E35

SEGUIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS HASTA 2011 SEGUIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS PERIODO 2012-2015 1- RAMÓN Y CAJAL 2- BELLIDO, TRAMO 1 3- OBISPO 4- DEL CARMEN 5- ESCUELAS PÍAS... 6- PLAZA RIPA

Figura 1: Seguimientos arqueológicos de la reforma de viales en el Casco Antiguo de Jaca. En azul el periodo 2006-2011. En rojo, el periodo 2012-2015.

laestelaenlosorígenes

tramo 1 de la calle Bellido, trabajando únicamente en el sector que parte de la Plaza de la Catedral en dirección SE hasta la confluencia de la calle Zocotín. Debido a las características de las zanjas abiertas (de escasa longitud y profundidad) apenas si pudimos recuperar datos de interés. Con todo, destacamos la presencia de un muro coincidente en su trazado con el lateral sur de la zanja de saneamiento que aunque heterogéneo en lo que se refiere a su sistema constructivo, mostraba cierto ritmo en la presencia de bases de pilares, por lo que apuntamos que es posible que en origen el lateral S de la calle Bellido tuviera, en este primer tramo, soportales similares a los que todavía hoy conserva la plaza de la Catedral. Una de las zonas de mayor interés de las ejecutadas en los últimos años es la calle Obispo; por su estratégica situación puede considerarse uno de los viales principales de la ciudad, al unir la Catedral y la calle Mayor. El control y seguimiento arqueológico de las obras se llevó a cabo entre los meses de julio y septiembre de 2013. Debido al sistema de ejecución de las obras y a las alteraciones previas del subsuelo, la identificación de niveles arqueológicos intactos se realizaba de forma esporádica (desprendimientos de perfiles, ligeras variaciones en el trazado de la zanja actual respecto a las anteriores…). A pesar de ello podemos afirmar que en contadas ocasiones se da con una uniformidad estratigráfica como la que observamos a lo largo de los 120 metros de vial. Este hecho, en sí mismo, ya es una pista sobre la naturaleza de los estratos identificados que, en nuestra opinión, se pueden asimilar a la presencia de una vía

pública de cronología alto medieval, construida entre los siglos XI y XII (Figura 3). Esta infraestructura se construyó mediante la superposición de capas de losas, bolos y zahorra, un sistema tosco pero indudablemente avanzado en un momento en el que no era habitual la pavimentación de las calles de las poblaciones cristianas (figura 4). Dando un paso más, y como hipótesis a confirmar, podemos contextualizar la construcción de estos pavimentos con el desarrollo urbano que, a lo largo del siglo XI, tuvo lugar en Jaca de la mano de acontecimientos políticos, como es la transformación de la villa pirenaica en la capital del naciente reino de Aragón. A lo largo de los últimos años, en otros trabajos arqueológicos de la misma naturaleza realizados en otras calles de la ciudad (Zocotín, la Rosa, Echegaray…), nos hemos encontrado con fragmentos de pavimento empedrados, a base de bolos en algunas ocasiones, enlosados en otras. Todos ellos van cobrando significado poco a poco, al unir nuevas piezas del puzle. Se trata de pavimentos a los que hemos asignado variadas cronologías, desde la romana (en especial el localizado en la calle Echegaray) o modernos como el hallado en la antigua calle la Palma. En este momento podemos afirmar que la cronología alto medieval es indudable para el fragmento de la calle del Obispo. Esta datación, basada en los fragmentos cerámicos recuperados en su interior (figura 5), nos permite tener un elemento base desde el que establecer parámetros cronológicos y tipológicos para los demás viales localizados en Jaca. Por otro lado, el grupo de cerámicas alto medievales cristianas recogidas incrementa no-

Figura 2: Cuenco hemisférico de cerámica engobada fechado en el siglo I d C. recuperado en la calle Ramón y Cajal. Diámetro: 12, 5 cm; altura 6: cm

>> 9

E35

laestelaenlosorígenes

De arriba abajo: Figura 3: Fragmento de vial de cronología medieval identificado en el tramo sur de la calle del Obispo. Figura 4: Representación gráfica de las diferentes capas que conformaban la calle medieval identificada en la calle del Obispo. 10

E35

tablemente la cantidad de restos arqueológicos de esta edad existentes hasta el momento en el alto Aragón. En nuestro caso hemos de añadir un interesante dato, como es la aparición de un dinero de vellón jaqués que nos ayuda a fijar la cronología del conjunto cerámico (figura 6). En los meses de febrero a julio de 2014 se llevó a cabo la renovación de la calle del Carmen. Esta calle es paralela a la de Ramón y Cajal y prolongación de la del Obispo. Sin duda el dato más destacable y constante, a lo largo de los 170 metros del vial reformado, es el gran calado de las afecciones previas que alteraron de forma muy importante el subsuelo; por ello, ni siquiera bajo las aceras es posible encontrar estratos arqueológicos no alterados. A pesar de este hándicap se han localizado, de forma puntual, algunos estratos que han ofrecido interesante información arqueológica. El primer dato que nos interesa destacar es la presencia de fragmentos de cerámica romana a lo largo de todo el vial. En el sector norte esta cerámica aparece de forma dispersa sin contexto arqueológico, en fragmentos de tamaño pequeño y de aspecto rodado. Por el contrario, en la mitad sur, aumenta la presencia tanto de indicios estratigráficos como de fragmentos de cerámica romana. En nuestra opinión, la presencia y características de los estratos de cronología romana que acabamos de comentar es indicativa de que el sector sur de la calle del Carmen estaba incluido dentro de la ciudad romana. Este dato se ve corroborado por los resultados del seguimiento de la reforma del vial de la vecina calle Ramiro I y los resultados de la excavación realizada bajo el edificio que se levanta en la confluencia de las calle Correos, Ramiro I y del Carmen. Por otro lado los estratos de cronología romana identificados en el sector S de esta vía pública se caracterizan por su composición limosa, su escaso espesor (10/20 cm) y la presencia de abundantes carbones que tiñen las tierras de unos intensos tonos negruzcos muy característicos. No se han localizado estructuras alto medievales pero si puntualmente varios estratos arqueológicos de esta época; este hecho ha permitido, de nuevo, ampliar el escaso número de fragmentos de recipientes utilizados en el ámbito cultural cristiano durante los siglos XI-XII (figura 7). En el entorno de las antiguas Escuelas Pías se ha trabajado en varios viales, el tramo final de la Calle Sancho Ramírez, de dirección W-E, y la calle Escuelas Pías, de trazado N-S, calles que rodean la manzana ocupada por el antiguo colegio de los Escolapios. Las excavaciones realizadas en dicho solar en los años 80 del siglo XX (Ona et alii 1987), supusieron un hito en el conocimiento sobre el pasado de la ciudad ya que se pudo documentar arqueológicamente las diversas fases de vida de la localidad desde

laestelaenlosorígenes

la etapa prerromana a la altomedieval. El seguimiento arqueológico de la reforma llevada a cabo en los viales de Sancho Ramírez (extremo E) y Escuelas Pías, se realizó durante los meses de septiembre y octubre de 2014. Las reformas ejecutadas tienen un denominador común, la escasa afección en el subsuelo. Solamente en dos puntos en los que la presencia de arquetas hizo profundizar un poco más, se pudo documentar la presencia de estratos arqueológicos. Así junto a los números 14 a 18 de la calle Sancho Ramírez hemos comprobado la existencia de un nivel fértil de cronología romana, que se caracteriza por sus intensos tonos oscuros, textura arcillosa y presencia de fragmentos de cerámica, datadas entre los siglos I y III d. C. La presencia de este estrato con las características descritas no supone una novedad, puesto que en los seguimientos de las calles colindantes (7 de Febrero de 1883, Plaza del Pilar) y en la excavación arqueológica previa a la construcción del edificio que hoy se levanta en el antiguo solar de los Escolapios, se constató la existencia de un estrato de cronología romana de características similares. Sin duda, el hecho de mayor relevancia arqueológica e histórica es la identificación en el tramo de zanja abierto junto a la fachada de la finca número 1 de la calle Escuelas Pías de un paquete estratigráfico que aportó un conjunto cerámico fechado entre los siglos X-XII. Este depósito de desechos domésticos muestra un conjunto de piezas heterogéneo pero de alto interés: junto a fragmentos de vasijas de formas sencillas, perfiles sinuosos y sin apenas decoración (hallados de forma reiterada bajo casi todos los viales del casco antiguo de Jaca), vemos unas piezas, de esta misma cronología y contexto cultural, que podríamos denominar singulares o de mayor calidad, ya que presentan formas abiertas y decoraciones más elaboradas. Y junto

a todas ellas, un porcentaje reducido de piezas de procedencia alóctona, en concreto se trata de fragmentos de recipientes elaborados en talleres andalusíes del valle del Ebro. Este hecho vendría a confirmar los contactos económicos entre ambas sociedades, la cristiana y la musulmana, en esta época de conflicto entre ambas. Por otro lado, la alta valoración que se hacía de estas últimas vasijas, motivaría las reparaciones para prolongar su vida útil (se ha observado la presencia de varias perforaciones para colocar grapas que unían las roturas). Ya en 1986 en la excavación del solar de Escolapios se observó la presencia de vasijas de características muy similares a las ahora descritas…”presencia de materiales de procedencia andalusí con marcas de reparaciones” (Ona, op. cit., 22-23). Resulta muy interesante que de las numerosas intervenciones arqueológicas realizadas en Jaca, solamente en la zona que se sitúa en el extremo E de la calle Mayor, en el entorno de la antigua iglesia de San Ginés, se haya constatado la presencia de estos fragmentos de vasijas de fabricación musulmana (en su mayoría vidriadas, técnica desconocida en el ámbito cristiano), procedentes de intercambios comerciales con el mundo musulmán. A modo de hipótesis apuntamos que muy posiblemente en este sector de la ciudad alto medieval se encontrara uno de sus centros de poder, bien el militar (castro) bien el político (palacio real). Solo de esta forma podemos entender la presencia de estos materiales singulares, sin duda muy costosos en la época, y ausentes en el registro arqueológico documentado en el resto de la ciudad. Por último citaremos brevemente la última intervención realizada entre los meses de marzo a mayo de 2015, se trata de la renovación de la plaza Ripa. En ella los resultados han sido los esperados, ya que era más que previsible la presencia de necrópolis de época medieval y moderna en este sector de la ciudad. Las inhumaciones comparten características con las más modernas documentadas en la plaza Biscós, ya que se trata de enterramientos en los que el cuerpo del difunto se colocaba en posición de decúbito supino, orientado al E (cabeza al W) sin losas ni ningún otro elemento que identifique o delimite la tumba. No podemos determinar si las tumbas identificadas pertenecen al cementerio Mayor o al “fossal de san Nicolás”, ya que no hemos hallado muros u otros elementos que indiquen una separación física con el cementerio Mayor de la plaza Biscós, aunque eso no significa que en su día no existiera. En nuestra opinión, y a modo de hipótesis, parece probable que se trate del cementerio relacionado con la iglesia de San Nicolás, ya que los edificios que se encontraban al E de la plaza separaban el espacio de las actuales plazas Ripa y Biscós, haciendo ambos recintos indepenFigura 5: Fragmentos de vasijas de cronología medieval recuperadas en la calle dientes. Los datos aportados por el del Obispo. >> 11

E35

laestelaenlosorígenes

seguimiento arqueológico realizado en esta plaza, permiten completar el mapa del interesante y singular complejo funerario que rodeó la catedral de Jaca en la Edad Media y principios de la Edad Moderna (figura 9).

A modo de recapitulación A medida que se va ampliando el mapa de los viales reformados en Jaca, vamos añadiendo información arqueológica de la que podemos extraer interesantes y novedosos datos históricos. Evidentemente el método de trabajo arqueológico desarrollado en los viales (seguimiento de la apertura de zanjas) no permite la elaboración de complejas argumentaciones: en muchos casos debemos conformarnos con apuntar hipótesis y dudas sin respuesta. Son muchas las variables que han podido influir en la conservación de los restos arqueológicos. Que no se localice un determinado tipo de elementos no quiere decir que no los hubiera, sino simplemente que no ha llegado hasta nosotros, por ello somos conscientes de que resulta aventurado realizar generalizaciones. A pesar de ello creemos que es posible apuntar varios datos históricos fiables, al estar constatados en varios puntos de la ciudad. Son dos las épocas que aparecen de forma reiterada en el registro arqueológico de la ciudad, la etapa romana alto imperial y la alta Edad Media. En relación a esta segunda etapa, hemos confirmado que algunas calles de la ciudad altomedieval coinciden en su trazado (aunque no en anchura) con las actuales. Quizás las calles más importantes contaron con un sistema de pavimentación tosco pero elaborado para su época. Este sistema de pavimentación lo habíamos visto en otros viales del N del casco antiguo de forma parcial; ahora, gracias al tramo documentado en la calle del Obispo, ha sido posible datarlo y analizar su estructura completa. Refiriéndonos todavía a la etapa altomedieval, estamos ya en condiciones de iniciar la caracterización de un conjunto de cerámicas de esta época, desconocidas en otros enclaves situados más al S, como Huesca. Entre los siglos X y XII se utilizaron en Jaca unos recipientes de cerámica de formas redondeadas, realizadas con una pasta muy característica (tonos rosados u ocres, gruesos desgrasantes…), muy sencillas en su ejecución y repertorio decorativo. Posiblemente una buena parte de estas vasijas eran de fabricación local, pero un pequeño porcentaje parece estar emparentado con los recipientes que se fabricaban en otros incipientes núcleos de poder cristianos (reino de Navarra o los condados catalanes) y por lo tanto podrían provenir de in-

12

E35

De arriba abajo: Figura 6: “dinero” de vellón acuñado por Sancho Ramírez recuperado en la calle del Obispo. Figura 7: Cerámica cristiana, calle Escuelas Pías. Figura 8: Fragmentos de vasijas de fabricación musulmana localizados junto a las vasijas de la figura 7.

laestelaenlosorígenes

Figura 9: Áreas en el entorno de la Catedral en las que se ha constatado arqueológicamente la presencia de enterramientos: 1- Plaza de San Pedro. 2- Plaza de la Catedral. 3- Plaza Biscós. 4- Plaza de Ripa.

tercambios comerciales con estos territorios. Hemos visto fragmentos de estos sencillos recipientes en la práctica totalidad de los seguimientos realizados. Se trata de un horizonte cultural bien estudiado en las vecinas tierras navarras, en el actual País Vasco y en Cataluña, pero todavía por definir en el territorio aragonés. El hecho de poder conocer las formas y características técnicas de los recipientes que utilizaban los habitantes de Jaca en este periodo, nos ayuda a acercarnos a sus costumbres culinarias, alimenticias, a sus conocimientos técnicos para la elaboración de estas vasijas … en suma nos ayudan a documentar mejor la sociedad que los utilizó. Por otro lado, el hallazgo en la calle Escuelas Pías de un lote de estas cerámicas cristianas junto a restos cerámicos de procedencia islámica datados entre el final del siglo X y el siglo XI, nos ayuda a confirmar la cronología que ya intuíamos para estas cerámicas que parecen ligadas al naciente reino de Aragón. La segunda etapa presente en buena parte del registro arqueológico de Jaca es la que se refiere a la época romana de la ciudad. Si bien todavía estamos muy lejos de conocer la forma urbs, sí estamos más cerca de conocer su extensión, y esto es posible diferenciando las zonas en las que aparecen fragmentos de cerámica romana de las que no aparecen (además de valorar otras variables como son el tamaño de los fragmentos y las características de los estratos que los contienen). En este sentido los hallazgos en Ramón y Cajal, entorno de Escuelas Pías y calle del Carmen, nos hacen concluir que todas ellas estuvieron incluidas en la trama urbana de la ciudad romana, al menos en la etapa alto imperial. Por el contrario, aunque en la calle del Obispo, sí se localizaron escasos restos muy fragmentados de cerámica romana, no tenemos argumentos concluyentes para incluirla en el ámbito plenamente urbano en esta época (siglo I-III d. C.). Los estratos de cronología romana identificados en estas primeras calles citadas presentan una serie de caracterís-

ticas comunes que, por otro lado, concuerdan con los vistos en la mayor parte del resto de viales reformados en la etapa anterior (2006-2011). Así podemos definirlos como niveles de escaso espesor (20/30 cm), a excepción del tramo final de la calle Sancho Ramírez, cuya potencia total no pudimos constatar y por lo tanto desconocemos. Igualmente se caracterizan por tener intensos tonos oscuros debidos a la presencia de abundantes carbones (puede ser indicio de la presencia de uno o varios momentos de incendio generalizado). Otro denominador común de los estratos de cronología romana es la ausencia de elementos tan propios del modus vivendi romano como son las tégulas, o los pavimentos o restos de pintura mural, muy habituales en los yacimientos romanos. Contrasta con este último dato que la cultura material sí aporta los elementos habituales en un ámbito romanizado, como son las piezas de cerámica de lujo denominada Terra Sigillata y la cerámica común, ya sea engobada o sin cubierta. En suma, no podemos sino poner en valor este tipo de trabajos (los seguimientos arqueológicos de las reformas de viales) que, a pesar de su complicada ejecución (siempre hablando desde la Arqueología), aportan valiosas informaciones sobre nuestro pasado. La suma de estos pequeños puntos de información discontinuos nos ayuda a dar luz a las numerosas incógnitas que todavía quedan por despejar y sobre todo a ir completando el conocimiento sobre el origen y posterior desarrollo de la ciudad de Jaca, durante un periodo de más de 2000 años. l BIBLIOGRAFÍA JUSTES FLORÍA J. y ROYO GUILLÉN J. I. (2010). “La ocupación tardorromana e hispanovisigoda de Jaca: los inicios del cambio”. Historia y arqueología de las sociedades del valle del Ebro (ss. VII-XI). Villa 3. CNRS. Université de Toulusse-Le Mirail (Francia). pp. 17-66. JUSTES FLORÍA J. y ROYO GUILLÉN J.I. (2012). La arqueología de Jaca: Orígenes de una ciudad pirenaica. Librería General. Jaca. JUSTES FLORÍA J. y ROYO GUILLÉN J. I. (en prensa). “Las recientes aportaciones de la Arqueología urbana a la historia de Jaca: 25 años después de las excavaciones en el solar de las Escuelas Pías”. Bolskan 24. EIA. Huesca. ONA GONZALEZ J.L; PAZ PERALTA, J.; PÉREZ CASAS, J. A.; DE SUS GIMENEZ, Mª L. (1987). Arqueología urbana en Jaca: solar de los Escolapios. Diputación General de Aragón. Zaragoza. PAZ PERALTA J y JUSTES FLORÍA J. (2012). “Jaca (Huesca). Historia y Arqueología. Desde la etapa prerromana a la antigüedad tardía”. En D. Barraud, Fr. Réchin (dir.), D’Iluro à Oloron-Sainte-Marie. Un millénaire d’histoire (Aquitania, suppl. 29), Bordeaux, pp.145-176. ROYO GUILLÉN J.I. (2004). “La arqueología urbana de Jaca y sus aportaciones”. En J.L. Ona y S Sánchez (coord.): Comarca de la Jacetania. Colección Territorio, nº 12. Gobierno de Aragón. Zaragoza. pp. 61-72.

13

E35

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.