Aquino_El Culto a Maria y Maria en el Culto_Revista FEM_1981

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Descripción

mexico, d.f.

ujer y la iglesia • la mujer y la iglesia • la 11

directorio

Publicacion feminista Volumen V No. 20 agosto 1981-enero 1982/$40.00 Editado por Nueva CulturaFeminista

DIRECCION COLECTIVA , Marta Acevedo - Lourdes Arizpe - ,Flora Botton Beja - Teresita De Barbieri Alaide Foppa - Marta Lamas - Carmen Lugo - Tununa Mercado Elena Poniatowska - Antonieta Rascon • Sara Sefchovi'ch - Elena Urrutia COORDINO ESTE NUMERO Teresita De Barbieri ADMINISTRACION Beatr;z Garcia DISE~O

Maria Shelley - Lourdes Davila FORMACION

David Mar/inez. 1. Alfonso wpez O.

, ,

Los articulos firmados son responsabUldad de los autores.

SulCl'lpclones y auVe FEM. Nueva Culma Femlulsta, A.-c.

Av. Mexico No. 76-1. Col. Progreso Tlzapan, Me:dco, 20, D.F. TeJefono, 548-83-42 de 9 a 13 hn.

.

Predo de llUCripclon (6 nUIDeI'Ol): en la Republica Me:a:lcana: $240.00 pesos; Otros paises $24.00 d61ares. No Ie devaelven oripnaIea.

Imp_ en Mellico: Editorial Uno, S.A. de C. V. D Derechos Reaervado!! conforme a la ley. 1976. .

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indice' Los cinco aflos de /ein "'/"",. 3

Editorial • /e", ,- 5 Una invitaci6n a reflexionar sobre nuestros ancestros • Teresita De Barbieri • 7 Dios, el gran patriarca - Rosema.ry Reuther -Ii El poder y la mujer en laiglesia • Leonar A.idaConcha - 15 , Naciones Unidas invita a fe",_ • 20 ' Extracci6n de plusvalfa, represi6n de la sexualidad , y catoJicismo en latinoam~rica - OUo Madura- ::n La matriz es como latierra • Mirta ReNault- 29 E1 aborto: razones de una ausencia ' , .' "e", - 30 EI cantat de los cantares • e:J3' ,, Carta abierta a mi hermano Juan Pablo ." Catherine Halkes - 39 . E1 culto a Maria y Marla en e1 culto • 'M'aria PilllrAquino. 41

Diecinueve trapos mas los ,zapatos veintiuno • Patricia Gaxiola de Hara • 47

El sacerdocio femenino • Ie",· 51 , I.e pido a usted Su Santidad • Theresa Kane R.S!M. • ~3

Esta noche 6sta carta, Alaide, -Sttdlll.Quan. 54' , '

tHay una religiosidad femenina1 - Mririe-NOfIlle Mo,.teil. 57

Entre cruces y fusiles - Carlos Martinez Ass4d - 59 , ,Hablan los obispos - - 61 Guadalupe: del ES,tado naci6n a 10 nacional popular • Victor Ram08 - 63

Poemas ,- .Idea Villlriito • 68

Misi6n de la familia crlstiana • • 69

Oraci6n de la secretaria • An6"imo-70

Ese serpasivo queescuCha ,.' Cai4lina Wa;;,erman • 71 ' La otra mitad de los oprimidos • Maruja Gonzalez B. • 79

Cristianas protestantes en Am~rica Latina • Berta, Vargas. 85

En pocas palabras -, lem ,. 90

Furia • ,Feder;q.ci6n de las mujeres sociali&tas • 95 Libros • Elen.a Ul"i'Utia • 103

Artes plasticas • Lilillna Montes Lefort • 105 Cine • .107

' Saludo • AMES- 108

Galena del Feminisnio ' 'it 'A.ldide Foppa .109 Correo feminista • • 111

Colaboran • • 112

I

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editorial Lugar privilegiado de la superestructura, las creencias religiosas han dado sentido a la vida, a las naturafeza; han legitimado los diferentes órdenes sociales soei ales relaciones de las personas entre sí y con la naturaleza; establecidos a la vez que han permitido su cuestionamiento. En tiempos borrascosos como el que nos ha tocado vivir, incluso las religiones se ven sometidas a la crítica. desempeilado por el cristianismo. El EI ideal del dei amor En la civilización occidental aquel papel ha sido desempeñado sln distinción de clase, sexo, edad, raza, nacionalidad, etcétera, esto es, la entre los seres humanos sin soUdaridad, la justicia, la fraternidad, la libertad, la paz, valores consustanciales a esta civilización, tienen su orígen en el mensaje evangélico. Pero Pel'o también el cristianismo ha servido para legitimar las arbitrariedades, las iqjusticias, las guerras de conquista, la opresión ejercida por los poderosos y la explotación a los oprimidos. . Una de las discriminaciones de más larga tradición y abundantes justificaciones es la que pesa sobre numérica mente más importante, que las mujeres. No obstante que constituyen la báse de fieles numéricamente niilos y las niñas, niilas, y los introducen en el culto, las mujeres transmiten las ideas y valores cristianos a los niños sólo han accedido a lugares secundarios dentro de las iglesias. aón son las teologías oficiales de las iglesias que han fundado doctrinas que justifican la Más grave aún perpetuaria. Con fundamentos sagrados, opresión y una moral que se ha encargado históricamente de perpetuarla. '- el sexismo se encuentra en las raíces mismas de nuestra civilización y alimenta nuestras prácticas cotidianas hasta el punto de que creyentes y ateos las vivimos como "naturales". En América latina esta herencia nos ha sido transmitida por la Iglesia católica, institución ¡,;entralizada, (.;entralizada, jerárquica y antidemocrática por excelencia. Comprometida la mayor parte de las veces por el poder establecido, ha perpetuado la explotación, y la moral que ha propagado está orientada a dei cuerpo humano y en particular de la sexualidad femenina. remenina. la represión y negación del EI nuevo feminismo, que todo lo cuestiona, y la crítica interna de algunos algonos grupos de fieles han El '- puesto dei cristianismo en el ordenamiento patriarcal de nuestras de relieve la responsabilidad del sociedades y en su reproducción. También en América latina una tendencia cada vez más sostenida desmitifica ese orden sacralizado, sUl'gió, las contradicciones de los principios trata de identificar las' coordenadas históricas en que surgió, cristianos con la realidad social y política, y busca proyectos alternativos. Las reflexiones y acciones que extrailo, surgen, comprometidas con los intereses de los oprimidos, demuestran que el feminismo no es extraño, ai mensaje evangélico. Lejos de ello, ambos se encuentran ligados. ni ajeno ni se opone al Esta nueva perspectiva teológica aporta elementos de ruptura fundamentales para la construcción de Iibres. sociedades justas y libres. .

lamanipulación denuncia la manipulación de lo religioso por los sectores más retrógrados de las dei orden vigente, explotador y sociedades latinoamericanas para el mantenimiento del sexista. denuncia el uso de lo sagrado por los grupos más retrógrados de las iglesias cristianas para mantener a las mujeres en la opresión y el sojuzgamiento.

I

teresita de barbieri

una invitacion

a reflexionar

sobre

nuestros ancesnos

Cuando concluia elanalisis de la informaci6n del proyecto de investigaci6n "Mujeres y vida cotidiana" comence a sos­ pechar que era necesario -desde una perspectiva feminista latinoamericana- saber mas acerca de la Iglesia cat6lica y el cristianismo. En esa investigaci6n. donde. entre otras cosas. pregunte sobre su identidad genericaa un grupo de.treinta y cuatro mujeres de sectores medios y obreros, surgi6 una "ma­ triz" respecto de 'qu£ es, que no es y que debe ser la mujer; "matriz" sumamente homogenea, independiente de las va­ riables tradicionales usadas en el analisis socio16gico:edad, escolaridad, actividad, posici6n de clase, participaci6n so­ cial, politica y aun religiosa. Las entrevistadas se veian a sf mismas determinadas por la biologia, como seres humanos de segunda clase, debiles y dependientes. obligadas y dis­ puestas a servir a sus esposos y a sus hijos, a hacer por estos cualquier tipo de sacrificios. soportar toda clase de priva­ ciones, sin derecho a reclamar para si mismas nada en forma directa. Subyaclan a esta imagen los valores de abnegaci6n, sacrificio, desprendimiento, entrega de sf. 1 Imagen y valores iguales a los que babia observado y vivido en otras latitudes y bajo otios contextos culturales, algo diferentes al de Mexico de mediados de la decada de 1970. Me refiero a 10 que habra aprendido e intemalizado como user mujer" en los ados de 1950 en el Uruguay, ya 10 que habiL\ observado en Chile mas dediez dos despues.

guntas: ;,de d6nde proviene esta"matriz"? ;,Que tenemos en comun? ;,Que es eso tanprofundo? En mi experiencia personal habta surgido de la formaci6n y aprendizaje en el seno de una familia cat6lica y, en conse­ ,cuencia, de las ensefianzas tradicionales de la Iglesia. Por ahi comence a pensar que algo tendria que ver con el hecho comun a las sociedades latinoamericanas de ser todas pro­ ducto de la conquista cultural de la Iglesia; de que en ultima instancia fue el cristianismo de la Contrarreforma el que nos conform6. ;,Por que, entonces, no dedicarnos a revisal el pensamiento de la Iglesia respecto a los papeles genericos? De tal preocupaci6n, compartida por la direcci6n colectiva de/em., esproducto este numero.

Esto 10 interprete -y 10 sigo interpretando- como un con­ tenido cultural profundamente arraigado entre las mujeres y de seguro entre los varones. La duda 'se transform6 en pre­

1 M.T: De Barpieri: M~;eres y vida cotidiJIna. Mexico, Instituto ~ Investi­ "aciones Sociales UNAM. 1980. (Inedito)

Algunos Interrogantes y planteos prevJos Una pregunta surge de inmediato: ;,que importancia tiene hoy dia el analisis de una instituci6n religiosa en un Mundo que se laiciza, que pierde cada vez mas el sentido y la practi­ ca de 10 religioso? Pero, despues de la revoluci6n irani, ante los tragicos sucesos de Irlanda, frente a 10 que ocurre en America Central y en general en varios de los paises de nuestra America, ;,podemos decir que los pueblos pierden el sentido de 10 religioso?

I,Que respuestas dan la ciencia, la tecnica, los Joros y acuerdos-mtemacionales, en fin, 'los modelos de desarrollo productivistas y enajen,antes de las sociedades actuales a las intlrrogantes que se form ulan gran des masas de varones y .inujeres sobre la vida y la muerte, el dolor y el goce, la alegrfa y la tristeza, el exito y el fracaso, el orden.y el desorden? EI progreso, el desarrollo, las planes y programas -aim losexi­ tosos- lohan significado felicidad, paz y armonia entre los hombres? I,Han erradicado la pobreza, la miseria y las guerras? ;,Han elevado por si solos la dignidad de las grandes mayorias? La historia reciente nos muestra· que pueblos enteros se Ie­ vantan contra la opresion y la explotaci6n a partir de sus ex­ periencias religiosas. EI cristianisn:to -yen particular el ca­ tolieismo- yel Islam, de "opio de los pueblos" se han trans­ formado en :fuerzas ,c,apaces de movilizar a grandes masas en procesos liberadores. 2 EI problema es sumamente complejo y no es ellugar aqu,i para expticarlo. S610 tratare de, 'seftalar algunas lineas gene­ rales a partir de las cualesse ha pensado este numero. Desde el punto de vista metodol6gic0 3 hay que seftalar que, aun cuando las retigiones surgen de la necesidad de tras­ cendencia de los seres humanos y se basan en la creencia en un ser superior, anterior y mas alia de 10 humano, son pro­ ductos histOricos. En otras palabras, no nacen de una vez y para siempre; por el contrario, cambian, se redefinen y se adecuan al tiempo histOrico. Entre religion y sociedad se dan procesos dialecticos complejos, de determinaciones e5nfluen­ cias mutuas. Los contenidos de las ideas y de los valores, las practicas y las instituciones religiosas se encuentran atravesa­ das por las tensiones, conflictos y luchas que se desarrollan en las sociedades. No obstante y a pesar de esta intima rela­ cion entre religiOn y sociedad, aquella presenta una relativa autonomia. Enel analisis de las religiones y en particular del cristianis­ mo y de la Iglesia carotica, es necesario distinguir el nivel de la instituci6n como tal, instaneia que separa y distingue a las diferentes categorias de fieles, del nivel de los dogmas y la moral, asi como del de los cultos, ritos, etcetera. Otro elemento que debemos tener en cuenta es que las reli­ giones son configuraciones sociales totalizantes. Esto signifi. ca que la doctrina y la moral orientan las practicas concretas, de sus fieles en todos -0 casi todos- los aspectos de la vida humana: des de la politica y las artes hasta la vida cotiqiana. Las relaciones entre los generos, entre las generaciones y entre las c1ases sociales estan tambien inc1uidas.

Ellugar de las muJeres en el cristlanismo A pesar de haber surgido de un mensaje liberador e igualita­ rio, el cristianismo es una religion sexista. 4La predica de Je­ 'sucristo, cuyo contenido mas directo se enc'Uentra en los Evangelios, reivindica la relaei6n personal e intima del ser humano con Dios, la cual supone la igua/dad de todos, con

independencia del stxo, ia edad, la ,posicion social, el origen etnico, la nacionalidad, etc. loA que se debe la contr,adkci6n entre un mensaje igualitario y una practica religiosa y social androcentrica, mis6gina y anti{emel).ina? . ,. Los estudiosos del problema encuentran elementos de di­ verso orden que habrian Hevado a redefinir el cristianismo. En primer lugar, las condiciones propias de la sociedadjudia donde Jesucristo predic6 la Buena Nueva y donde logr6 sus primeros adeptos. Ese penodo de la historia del pueblo, de Israel -Hamado del judaismo tardio- fue rigidamente patriarcal: las mujeres eran consideradas propiedad del padre y luego del esposo; debian permanecer enclaustradas en el interior de 1a cas..; no tenian posibiUdades de participar en las ceremonias importantes del culto; dominaba~ ademas, la practica del repudio, esto es, el divoreio por la sola volun­ tad del varon. Es en ese contexto en que debe interpretarSe la predica de Jesucristo y donde su mensaje cobra sen,tido revo­ lucionario con respecto a las mujeres: cuando conversa con Marta y Maria, pide de beber ala Samaritana ,-una eitran­ jera-, atiende a la'Magdalena -'-unaprostituta-, cura ala que sufre de flujo sanguineo y se deja tocar por ella; en las Bodas de Canaan consagra la indisolubifidad del matrimonio monogamico.,5 ' Un segundo elemento surge al producirse la expansion del cristianismo, que necesita ser redefinido en los termtoos del ~nsa~iento dominante d~ la.epoca: la teologia rab~~\~}l y la filosofia greco-romana, pnnclpalmente PlatOn, i\ristc}Mles y los estoicos. De los fil6sofos, el cristianismo recoge y h4Ce ya la escision de la naturaleza humana en cuorpo y alina y la visi6n pesimista sobre el cuerpo. De ahi I. represi6n al goce y a la sexualidad, y la identificaciOn de la mujer con el cuerpo, es decir, 10 sucio, 10 indigno, 10 bajo, en SJ,lma, el pe­ cado. 6 , Se seftala asimisrno el caracter patriarcal de las sociedades mediterraneas, lugar de e~pansi6n primera del cristianismo. Aunque menos sexistas que la sociedad judia de la epoca, obligaron a los cristianos a adoptar sus. costumbres, unico

su­

2 Raul Vidales: Teologle: de l~ dominaciOn. su metamorfdsis. Teolqgitf'ile 10

LiberaciOn, su proyecciOn utopica. 1978 (mimeo)

3 Estas puntualizaciones de caracter metodol6gico se basan en: Luis Alberto

G6mez de Souza: "Iglesia y sociedad" Cuademos de Marcha. Segunda epo­

ca, afto II, N. 9 Mexico, septiembre-octubre de 1980. pags. 33 y 34.

Gilberto Gimenez: HEI golpe militar y la condenaci6n de 'Cristianos para el

Socialismo' en Chile". Contacto, Afto 12, Nos. 1·2 Mexico llnero-abril de

1975. pags. 48a5O. " '

Otto Maduro: "Analyse marxiste et sociologie des religions". Social Com­ pass, Vol. XXII. 1975/3·4.

Raul Vidales. op. cit. . .

4 Esta secci6n est! basada en 10 fundamental en el analisis de Jean-Marie

Aubert: La femme. Antifeminisme et Christianisme. Paris, Cerf/DeScfee,

1975. (Hay traducci6n al espaftol por la editorial Herder. Barcelona). EI

problema es bastante mas complejo, pero por razones de espacio no Plledo

sino seftalar los lineamientos mas generales.

5 Ibid. pigs. 14 a 28 .

6 Ibid, pags. 49 a 53.

modo tal vez para que esto~ pudieran crecer y multiplicarse entre las masas.7 . . , Tambien parece haber incidido en la transformacion del mensaje igualitario del Evangelio, la institucionalizacion de la Iglesia y su compromiso con el poderterrenal, a partir del edicto de Constantino en el siglo IV d.c.• por medio del cual el cristianismo se convierte en la religion oficial del Imperio . , romano. 8 Estos elementps se han sostenido a traves de una exegesis de los textos bfblicos que dio caracter universal yorigen divi­ no a las costumbres ytradiciones propias del momenta en que fueron escritos. 9 Asimismo, la obra de los Padres de la Iglesia -Agustin, Jeronimo, Juan Crisostomo, Tomas de Aquino etc.- qU,e como Se sabe constituye~fuente privile­ giada de doctrina para la Iglesia. esta tambien profundamen­ te influlda por los textos biblicos. el pensamiento greco­ romano y las costumbreli y tradiciones de origen pagano, las tresprofundamente sexistas. En consecuencia, el derecho . can6nigo que se va conformando, sacrali;za estas ideas y valo­ res. respecto de la mujer, lc de este modo se vuelve factor po­ tente de su reproducci6n. 0 , Es asi entonces que se conforman en la teologia cristiana, dos esferas diferentes; Una, divina, ala cual tienen acceso to­ dos los seres humanos sin distinciones, y otra terrenal, orde­ nada en forma jerarquica, y en la cuallas mujeres estan SQ­ metidas a los varones. Ellugar de las mujeres en la Iglesia en 'las sbdedades en las que el cristianismo ejerci6 su hegemonfa religiosa y cultural quedo reducido a las tareas de servir. En consecuenciala funcion. la (mica vocaci6n reconocidalegiti­ ma hasido la matemidad tanto biologica como espirituar. La . sobrevaloraci6n de la matemidad implica el encierro de la mujer en el hogar y la eliminaci6n de toda competencia feme­ nina en el ambito publico dentro y fuera de la Iglesia; La for­ ma de 5ustraerse a ¢lla es la consagracion religiosa', que no sOlo implica la negacion de la sexualidad y de la matemidad biologica, sino tambien la imposibilidad de ejercer poderes de orden y de jurisdicci6n dentro de la Iglesia, los cuales co­ mo se sabe estan reservados sOlo a los varones. 11 No obstante, cabe seflalar que al igual que el Islam, el cris­ tianismo signific6 en su momenta -a pesar de sus limita­ ciones- una elevaci6n de la condicion social de las muje­ res. 12 Ya hemos seflalado la importancia del matrimonio mo­ nogamico en sociedades que practicaban lapoligamia y el re­ pudio. Entre otras transformaciones en la vida social. las mu- • jeres accedieron al ejercicio de funciones misioneras y' de pre­ dicacion en la Iglesia primitiva, y en la Edad Media los con­ ventos de religiosas fueron lugar de desarrollo y conservacion del patrimonio cultural de la ~oca.

Poder-mujer. InstituclOn-pueblo Si el cristianismo primitivo perdi6 su mensaje igualitario cuando se expandi6 por el Mundo y se convirtio en la religi6n oficial del Imperio al comprometerse con el poder terrenal,

su ·redefinici6n enla Contrarreforma la volvi6 la instituci6n patriarcal por excelencia, aSl, como 18 defensora del ordena­ miento sexista de las sociedades en que ejercia la hegemonia religiosa. Despues del Concilio de Trento hi Iglesia cat6lica centraliz6 el poder y la autoridad y profundiz6 el andro­ centrismo. Rasta ese momento hubo figuras femeninas des­ tacadas, que impul6aron modificaciones importantes dentro de sus 6rdenes -como Teresa de Jesus-; se impusieron a las autoridades ec1esiasticas -como Catalina de Siena-; Irdera­ ron en nombre de la fe movimientos nacionales -como Juana de Arco. 13 Despues de Trento las mujeres desapare­ cieron de la vida publica de la Iglesia, q~edaron reducidas a ser "buenas' madres de familia" 0 religiosas obedientes a toda una jerarquia masculina, desde el confesor hasta el Papa. A nivel extemo, a partir de la Contrarreforma la Iglesia se comprometi6 con el poder terrenal mas retr6grado: con los conquistadores, con la monarquia absolutista: y con, el capjta­ lismo. La Iglesia institucional uso su poder visible e invisible contra la libertad de pensamiento mediante la Inquisici6n y en las guerras de religi6n, se coloc6 en contra de la burguesfa en ascenso en el siglo XVIII, contra el pueblo trabajador frances en 1830, en 1848 y, por supuesto, durante La Comu;.. na. Estuvo contra el pueblo roso en 1917 y a partir de enton-. ces levant6, apoy6 y dirigi6 la campafla anticomunista a nivel mundial., ­ En America Latina las jerarquias cat6licas nacionales se han manifestado una y otra vez a favor del poder y del orden establecidos con base en lainjusticia y la miseria de las gran­ des mayorlas. Han apoyado a mas de una dictadura y han contri!?uido a la caida de mas de un gobiemo democrAtico, popular y defensor de.los,intereses nacionales. Consecuente con estas posiciones retr6gradas, la Iglesia institucional se ha manifestado condenando al feminisrno Y todos los intentos por liberalizar y elevar la condici6n hurna­ na de las mujeres. EI argumento central 'esgrimido es que pretender la igualdad significa ir contra el plan de Dios, contra los designios del Seflor que nos cre6 diferentes. Bajo . este argumento se ha op~esto at trabajo femenino remunera­ do, ala anticoncepci6n, al aborto, ha negado a las mujeres acceso al sacerdocio'femenino.

pags. 29 a 31. Aquino, en este numero. 9Jean-Marie Aubert: op. cit. p6.gs. 83 a 102. 10 Ibid. p6.gs. 53. a 56 Illbid. p6.gs. S6 a 79. 12 Andree Michel: Le femil'lisme. Paris, Presses Universitaries de France, Col. Que sais-je? 1979. p6.g. 24 .

. 13 La presencia de estas mujeres en la epoca anterior !i1 Concilio de Trento

me hace sospechar que son las excepcionesque nos han quedado de una !;lis­ toria mucho mas ampliay mas rica. En otras palabras, que no fueron tan ex­ cepcionales en su epoca. y que el ordenamiento patriarcal debe haber estado en ese moment() mas amenazado que 10 que seftala lahistoria escrita por los varones. 7 Ibid. 8 Pilar

Sin embargo, a 10 largo de. este siglo, han surgido algunas· variaciones. En 1957 Pio XII reivindica para las mujeres la igualdad en dignidad y posesi6n de derechos. A partir de en­ tonces -como sdlala Itziar Lozano- ya no se utiliza en el lenguaje la paIabra "some~imiento", la que se sustituye con "el papel especifico de la mujer", para setlalar la subordina­ ci6n terrenaI.1 4 Ya no se anatematiza el trabajo de la mujer, fuera del hogar, no obstante 10 cuallos elementos fundamen­ tales de la discriminaci6n contra las mujeres permanecen in­ tactos. Esto no nos debe llevar a confundir los niveles y a meter en . un mismo saco elementos que -comp se setlal6- deben discriminarse. EI sentimiento religioso existe, es real entre los oprimidos que encuentran en el "perspectivas ineditas, imprevistas y fertiles para sus luchas revolucionarias" . IS. Asi oeurri6 en nuestro continente en la epoca de la independen­ cia colonial y OCllrre hoy en dia en varias iglesias nacionales. MAs aun, los insistentes i-ec1amos populares han obligado a mas de una jerarqufa ec1esiastica a tQmar partido en favor de las grandes mayorias~ p~r' los pobres, 1m: d~sposeidos y los perseguidos. . . Esto Ocurre tambien con las mujeres. En los distintos con­ tinentes cuestionan las ensetlanzas de la Iglesia, la exegesis tradicionaI, los argumentos biologicistas, las resoluciones que se imponen desde el desconocimiento, la negaci6n y el 01­ vido de sus experiencias vitales.. Religiosas y laicas rec1aman hoy una Iglesia que responda al signo de estos tiempos. Bus­ can tener voz y ser oidas . . Hasia ahora el balanCe es negativo, si 10 venios desde la 6ptica de los logros obtenidos. Mas aun, podriamos hablar estos momentos de una reacci6n termidoriana: la Iglesia ha dicho no al aborto, no al sacerdocio femenino, no al uso de anticonceptivos, sf a las practicas familisticas, etcetera, etcetera.

em

-Este numero.

Si bien estos problemas estAn planteados a nivel de la Igle­ sia universal y se debaten en laS'instancias superiores de po­ der localizadas en Roma, hemos tratado de buscar la especio­ ficidad latinoamericana, raz6n por la cual no podia estar ausente una reflexi6n a partir de la Teologfa de la Libera­ ci6n. Presentamos tambien un articulo sobre las mujeres en las iglesias protestantes que permita a las lectoras y los lectores comparar las similitud~s y diferencias con la Iglesia cat6lica, asi comO las limitaciones y perspectivas para sus fieles y los . , grupos sociales y nacionales que las practican. Tenemos un conjunto de articulos escritos con lenguajes diferentes y con distintos discursos. Desde los que emplean una referencia permanente a los textos sagrados -con el rico significado y la poesia que encierran- pasando por los que se ubican en las tradiciones sociol6gica y marxista, hasta aquellos escritos en un lenguaje corriente. EI resultado es 10 que llamamos en fern. un numero "den­ so", pero que esperamos lleve a la reflexi6n y al cuestiona­ miento sobre una gama amplia de· ideas y practicas coti­ dianas que se nos aparecen como "naturales". Seguramente no habra de conformar a quienes busquen en nuestras pagi­ nas una monografia sobre la mujer y la Iglesia, 0 el cristianis­ mo, algo sin embargo contiene de estos temas. Esperamos tambien que las posiciones discrepantes se manifiesten en no­ tas y articulos que permitan enriquecer el pensar y el hacer de todos: las y los que nos leen y las que hacemos la revista. En estas paginas introductorias 5610 me resta agradeter a quienes han colaborado en el numero, ya sea a traves dela escritura de articulos, ya proporcionarido orientaci6n, infor­ maci6n y documentos. En particular a Leonor Aida Conclla, Betsy Holland e Itziar Lozano sin cuyo apoyo y guia este es­ fuerZo no hubiera side posible.,.­

..

Hemos buscado darle la paIabra a quienes dentro de la Igle­ sia cat6Iica han pensado y reflexionado sobre las cuestiones centrales que atallen a las mujeres, pero que conciemen a to­ da la instituci6n. Entre estas cuestiones se hallan el problema de la estructura de poder de la Iglesia y el de la represion a la sexualidad. Su transformaci6n provocara la mutaci6n de to­ da la Iglesia, de la misma manera que al luchar por las reivindicaciones de las mujeres, el feminismo transforma to­ da la sociedad . . Del anAlisis de estos ·problemas centrales se derivan otros ~mas que tienen una relaci6n mas particular con las muje­ res: el del culto a la Vii-gen Maria, "modelo" de todas,el del aborto, el de las teligiosas. Hemos inc1uldo tambien un analisis de la tradici6n de la Iglesia sobre los papeles sexuales y el trabajo femenino antes del Concilio Vaticano II, puesto que esta tradici6n aun perdura y en ella nos hemos educado las mujeres que hoy dia tenemos mas de treinta y cinco aIlos.

141tziar Lozano: "La presencia de las no invitadas.... fem. Vol. II. No.8. Ju­

Iio-septiembre de 1978. pag. 47.

15 Otto Maduro: up. cit. pag. 314.

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rosemary reuther

dios, , el gran patriarca ,la sacralizacion religiosa

, del patriarcado en el cristianismo y en eljudaismo

La ~it5t~lizaciottreligiosa del patriarcad~ significa que las re­ formadas pOl' culturas patriardlles y configuradas ligiones '" " , , ,,'.. ' !, po, ellas dan v.alidez rehgiosa a tal sistema, tanto en el inte­ rior de las iristituciones refigiosas como en las sociedades glo­ baies respectivas. Cabe recordar que ,el d~recho religioso fun-, ciono como parte del derecho general para toda la sociedad ,hasta que las revoluciones liberales modernas separaron a la 'Iglesia del Estado. En el judalsmo yen el Islam cbisicos, los derechos religiosos y civiles eran identicos, es decir, el codigo legal pitra todas las cuestiones sociales era visto como dado pOl' Dios. Aun en la actualidad y a pesar de que el derecho patriarcal se encuentra en gran medida desmantelado. la re­ ligion funciona como'legitimadora y socializadora fundamen­ tal de las normas patriarcales. Existen dlferentes niveles y dimensiones de la sacralizacion religiosa del patriar4!a
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