Aproximaciones fenomenológicas a la cognición

July 1, 2017 | Autor: Marta Jorba | Categoría: Filosofia De La Mente, Fenomenología, Conciencia, Cognición, Pensamiento
Share Embed


Descripción

Aproximaciones fenomenológicas a la cognición 1 Marta Jorba Universitat de Girona

En esta comunicación presentaremos un marco general que incluye distintas aproximaciones fenomenológicas a la cognición. Partiendo de la distinción entre ‘cognición’ en sentido amplio y estrecho, y de varios sentidos de ‘fenomenología’, mostraremos distintas maneras en que la fenomenología puede aportar herramientas para el estudio de la cognición y del pensamiento en concreto. Finalmente, delinearemos los primeros pasos para una fenomenología del pensamiento, aportando algunos elementos estructurales básicos y tipos de actos sobre los cuales poder construir este proyecto, a su vez útil para la discusión con las ciencias cognitivas y otros estudios sobre cognición y conciencia.

In this presentation I am going to present a general framework that includes various phenomenological approaches to cognition. Departing from two meanings of the word ‘cognition’, a wide and a narrow one, and from various meanings of ‘phenomenology’ as well, I will show different ways in which phenomenology can contribute with tools for the study of cognition and thought in particular. Finally I will delineate the first steps towards a phenomenology of thought, bringing in some structural basic elements and types of acts upon which we could build such a project, which in turn can be useful for further discussion with cognitive sciences and other studies on cognition and consciousness.

1 La investigación para este trabajo fue financiada por el proyecto FFI2013-47948-P del Ministerio de Economía y Competitividad.

83

1. Introducción Cuando usamos la palabra ‘cognición’ en disciplinas como la psicología, la filosofía de la mente o las ciencias cognitivas en general, encontramos una diversidad de significados y teorías que, algunas veces, poco tienen que ver unas con otras. En primer lugar, hay un sentido de ‘cognición’ que hace referencia al procesamiento de información en general por parte de la mente, a la capacidad de resolver problemas de diferentes tipos. Este procesamiento incluye mecanismos como la atención, la memoria, la percepción, el razonamiento, etc. A su vez, también podemos encontrar el término ‘cognición’ como referido exclusivamente a uno de estos procesos, en concreto el proceso de pensar o del pensamiento como tal. Cognición en este sentido estrecho, o delimitado, hace referencia a episodios mentales de pensar, deliberar, razonar, considerar, dudar, creer, entender, etc. La distinción entre el sentido amplio y el sentido estrecho es importante para abordar lo que es y puede ser una aproximación fenomenológica al pensamiento, que es básicamente la tarea de esta ponencia. Para llevar a cabo la tarea, hemos dividido el artículo en distintas secciones. En la sección 2 presentaremos algunas características básicas de la aproximación fenomenológica a la cognición en general, para delimitar el ámbito de estudio sobre la cognición y el pensamiento. Veremos cómo algunas de estas características se materializan en teorías o propuestas concretas que han tenido cierto recorrido teórico y empírico. En la sección 3 abordaremos el sentido estrecho de ‘cognición’ como pensamiento y presentaremos los debates alrededor de la fenomenología del pensamiento, finalizando con una propuesta de investigación propia en este ámbito. Esta ponencia tiene más bien un carácter de introducción y de marco general, con la pretensión de mostrar un abanico amplio de las posibilidades y proyectos de estudio del pensamiento y los procesos cognitivos en general desde el punto de vista de la fenomenología. Por esta razón, muchos detalles de los argumentos y las posiciones presentadas no pueden ser desarrollados aquí.

2. Aproximaciones fenomenológicas a la cognición 2.1. La fenomenología como tradición: enfoques metodológicos Para entender qué es una aproximación fenomenológica a la cognición, cabe exponer brevemente qué es la fenomenología. Como tradición filosófica inicia-

84

X Boletín de estudios de filosofía y cultura Manuel Mindán

da a principios del siglo XX con Edmund Husserl, discípulo de Franz Brentano, la fenomenología puede considerarse como el cuerpo teórico generado por los mencionados autores, Martin Heidegger, Edith Stein, Jean-Paul Sartre, MerleauPonty, Simone de Beauvoir, etc. En el contexto del estado español, José Ortega y Gasset, José Gaos, Joaquim Xirau o Xabier Zubiri serían algunos representantes de la corriente. Más allá de los autores y autoras que forman la tradición filosófica, una aproximación fenomenológica en general estudia los hechos según la manera en la que aparecen en nuestra experiencia, es decir, toma lo que aparece a la conciencia como el fenómeno a examinar. El examen fenomenológico tiene generalmente el carácter de la descripción, en vez de la explicación (de tipo causal o teórica, por ejemplo). Además, el estudio de los fenómenos se hace desde un punto de vista de primera persona, del sujeto al que se le muestra el mundo en la experiencia. Este punto de vista subjetivo no implica directamente un análisis que renuncie a la objetividad en la filosofía o la ciencia, sino que la fenomenología lo toma más bien como punto de partida, juntamente con todos los de los demás sujetos, para alcanzar una perspectiva intersubjetiva y, así, objetiva (Husserl 1931/2009). La idea es que de la multiplicidad de perspectivas puede surgir la objetividad, en vez de renunciar a las perspectivas mismas, como defenderían otras metodologías científicas y filosóficas. La perspectiva de la subjetividad es el punto de partida fenomenológico y a la vez el mismo fenómeno para estudiar, a través del análisis de las experiencias del sujeto. El fenómeno examinado desde la primera persona, la subjetividad o la experiencia, es, a su vez, visto por la fenomenología a través de sus estructuras, puesto que no interesa su vertiente accidental o estrictamente peculiar, sino que es un estudio de las estructuras de la experiencia y la conciencia, que se dan en una multiplicidad de sujetos. Como ejemplo, una estructura fundamental de la experiencia descrita por la fenomenología es la intencionalidad, como veremos en la sección 3.2.1, junto con otros elementos estructurales. Un hecho fundamental de la aproximación fenomenológica a cualquier ámbito de cosas es la puesta entre paréntesis inicial respecto a las conexiones de la experiencia o la conciencia (o lo psíquico en general) con lo físico, o de otras teorías sobre la experiencia. Esta puesta entre paréntesis significa que, como método, la fenomenología propugna analizar las estructuras de los fenómenos sin tomar partido acerca de la naturaleza última de estos, sea de la índole que sea (química, física, etc.). Con estos cuatro apuntes acerca de los pilares metodológicos de la fenomenología, pasaremos a ver tres materializaciones del programa

85

fenomenológico en el estudio de la cognición. Cabe decir que el sentido utilizado primero será el de ‘cognición’ general, incluyendo todos los procesos de información, sin precisar de qué tipo de proceso se trata en particular. También es importante notar que las aproximaciones aquí presentadas son aquellas que ha ofrecido la fenomenología que tienen alguna relación con las ciencias cognitivas o las ciencias en general, entendiendo que es en este contexto y en el marco de las jornadas “Mente y Cognición: Perspectivas Actuales” donde la fenomenología tiene algo que aportar. Una primera aproximación fenomenológica a la cognición es la Fenomenología naturalizada. De la mano de autores como Eduard Marbach, esta aproximación busca integrar la ciencia y la fenomenología mediante la matematización, es decir, mediante la representación formal de las descripciones fenomenológicas (Marbach 1993). La teoría propone que, dado que la ciencia experimental contiene datos en tercera persona, estos pueden ser fácilmente matematizables, representados formalmente, por lo que, si las descripciones fenomenológicas también lo fueran, estas representaciones formales podrían constituir una teoría formal. Prescindiendo de más detalles ahora, un problema general que tiene esta aproximación es que, si bien parece que consigue unificar dos ámbitos irreconciliables, la formalización abstracta no capta el dinamismo de la conciencia, incluyendo su carácter temporal o la corporización, aspectos que parecen relevantes en teorías sobre la cognición. Una segunda aproximación fenomenológica a la cognición la constituye la Neurofenomenología, que empezó con los trabajos de Varela (1996). Su objetivo era, partiendo de Husserl, integrar el análisis fenomenológico de la experiencia con la teoría de sistemas dinámicos y la experimentación de sistemas biológicos. La teoría de sistemas dinámicos estudia los sistemas físicos en evolución en el tiempo y en su estudio se delimitan cuáles son los límites del sistema, sus elementos relevantes y las relaciones que establece con otros elementos. El aspecto principal para estudiar la cognición es que ésta es fruto de un proceso de relación del organismo vivo con el medio. En los estudios de Varela et al., se trataba de entrenar a los sujetos en la epokhé o puesta entre paréntesis de la cual hablábamos antes, poniendo así en práctica una de las directrices fenomenológicas más relevantes. Se trataba de entrenar tanto a sujetos como investigadores en la práctica de la epokhé a través de preguntas abiertas.2 2 Para ver un ejemplo de experimento en Neurofenomenología, véase Gallagher y Zahavi 2013, pp. 70-75.

86

X Boletín de estudios de filosofía y cultura Manuel Mindán

Heredera de esta aproximación de la Neurofenomenología, junto con herramientas de los estudios sobre percepción sensorial y sistemas sensomotores, surge la aproximación llamada Enactivismo (Varela, Thomson, Rosch, 1992), que entiende la cognición como dependiente de una interacción dinámica entre el organismo y el entorno, poniendo especial énfasis en las habilidades sensomotoras. Esta aproximación niega el modelo computacional clásico del input-procesamiento-output para examinar la cognición desde un punto de vista dinámico. La interacción, así, es constitutiva de la cognición, sin ella no se puede entender. Esta corriente fenomenológica rápidamente se convierte, a partir de los años noventa, en una verdadera alternativa a los modelos computacionales clásicos que han dominado buena parte del estudio de la cognición en el siglo XX. Autores de esta corriente en fenomenología y ciencia cognitiva son Alva Noë, Shaun Gallagher, Ezequiel Di Paolo y Hanne De Jaeguer, entre otros. Una tercera aproximación a la cognición, que no es incompatible con las otras dos, la constituye lo que Gallagher ha llamado la Fenomenología frontloading (Gallagher y Zahavi 2013). El aspecto crucial de esta aproximación es que la fenomenología se integra en el diseño mismo del experimento, no es algo que se estudie una vez hecho el experimento o se añada en segundo término. Los análisis fenomenológicos mismos conforman el diseño experimental. De este modo, dicen sus autores, se puede intentar evaluar los resultados fenomenológicos de manera que éstos no quedan simplemente presupuestos en las conclusiones de los experimentos, sino que se evalúan y son contrastados mediante la experimentación empírica. Un ejemplo paradigmático en esta línea de investigación es la distinción entre el sentido de agencia _una acción mía_ y el sentido de propiedad _mi cuerpo_ (Gallagher y Zahavi 2013, p. 76).

3. Aproximaciones fenomenológicas al pensamiento 3.1. La fenomenología como propiedad: enfoques de la filosofía de la mente Mientras que en la sección anterior hemos abordado algunas aproximaciones fenomenológicas generales a la cognición como el procesamiento de información en general, ahora cabe centrarnos en el pensamiento como episodio o acto de pensar, esto es, como un episodio de tipo particular dentro de la experiencia y los estados mentales. Respecto a ello, es necesario recapitular los sentidos de ‘fenomenología’ expuestos hasta ahora e introducir un tercer significado. De momento hemos distinguido entre: (a) ‘fenomenología’ como el

87

proyecto de la tradición filosófica con las propuestas metodológicas expuestas y, a su vez, (b) como descripción de las estructuras de la experiencia. A estos dos sentidos añadiremos el sentido de (c) ‘fenomenología’ como carácter fenoménico o cualitativo, como el “como qué es” (what it is like) tener un cierto carácter fenoménico, como una propiedad de los estados mentales. Es precisamente alrededor de este significado de ‘fenomenología’ por donde discurren buena parte de los debates que presentaremos a continuación. Dos temas que sobresalen en la filosofía de la mente contemporánea son (1) la relación entre conciencia fenoménica y pensamiento y (2) la fenomenología cognitiva. Estos dos temas también corresponden a dos posibles proyectos o discusiones dentro lo que podríamos llamar aproximaciones fenomenológicas a la cognición. La primera cuestión hace referencia a cuál es la relación entre conciencia fenoménica y pensamiento, entendiendo por conciencia fenoménica el tipo de conciencia que hace referencia al carácter cualitativo de la experiencia, al “como qué es” (what it is like) tener ciertos estados mentales (percepciones, imaginaciones, emociones, etc.) (Nagel 1974) y que, precisamente, ha suscitado un renovado interés por el estudio de la conciencia debido a los problemas que este tipo de conciencia puede crear para las teorías fisicistas sobre la mente (Chalmers 1996). A partir de la discusión de esta noción se han generado nuevos planteamientos sobre el problema de la relación entre la mente (consciente) y el cuerpo o el cerebro. De entre las múltiples cuestiones que se relacionan con el tema de la conciencia fenoménica, cabe destacar la distinción entre la misma conciencia fenoménica y la conciencia de acceso (Block 1995/ 2007). La conciencia de acceso se define en términos de la información que está disponible para el control racional directo del pensamiento y de la acción. Un tema de discusión acerca de esta distinción es si hay o puede haber conciencia de acceso sin conciencia fenoménica, si todos los estados de acceso son fenoménicos o no, etc. El debate alrededor de esta distinción se centra generalmente en la experiencia sensorial y perceptiva, mientras que una pregunta interesante es precisamente cómo se aplica esta distinción el pensamiento mismo (Horgan 2011; Jorba & Vicente 2014). Como segundo aspecto que destacar dentro de (1), encontramos la cuestión de la extensión de la conciencia fenoménica más allá de la conciencia sensorial y perceptiva (Bayne 2009), que incluye, entre otras, la cuestión de la fenomenología cognitiva (Bayne & Montague 2011), esto es, el tema de si existe un carácter fenoménico específico del pensamiento (de sus contenidos y de las actitudes o actos de pensamiento) más allá del carácter sensorial de

88

X Boletín de estudios de filosofía y cultura Manuel Mindán

algunos acompañamientos del pensamiento (aspectos sensoriales como imágenes, habla interna, etc.). Los defensores de la fenomenología cognitiva en este sentido proponen que el pensamiento consciente tiene un “como qué es” propio, específico, que no es reducible a ningún otro tipo de carácter fenoménico (Pitt 2004, Siewert 1998; Strawson 1994/2010, Jorba 2010). Los oponentes, en cambio, defienden que no existe tal carácter fenoménico específico, que como máximo es una ilusión de nuestra experiencia (Carruthers 2006; Prinz 2007, Tye &Wright 2011). Este debate, que ha empezado a ser relevante en la filosofía analítica de la mente en los últimos años, se centra, pues, en la existencia y naturaleza de una fenomenología cognitiva específica. Muchos argumentos se centran en la evidencia introspectiva, es decir, en apelar a lo que desde un punto de vista de primera persona a cada sujeto le parece que se le muestra en la experiencia. Simples apelaciones a la introspección sin más sofisticaciones teóricas no han ayudado a hacer avanzar en el debate, pues cada parte se reafirma en sus tesis teóricas. Otros tipos de argumentos son los del contraste fenoménico (Husserl 1901; Strawson 1994/2010; Siegel 2007), el ejemplo más famoso del cual es la descripción de dos situaciones, una en la que un sujeto no entiende una frase en un idioma que no conoce y otra en la que, pasado un tiempo de aprendizaje del mencionado idioma, este sujeto escucha la misma frase y la entiende. Parece que la experiencia es relevantemente diferente en ambos casos y esto se debe, dice el argumento, a la existencia de un carácter fenoménico o carácter cualitativo específico de la experiencia cognitiva de entender. Este argumento es contrarrestado por los oponentes apelando a algún otro elemento que pueda explicar el contraste fenoménico entre las dos situaciones o experiencias (Prinz 2007). Otro argumento utilizado en el debate apela a lo que podemos conocer de nuestras experiencias de un modo inmediato y directo, a través de armar diversos argumentos epistemológicos con el resultado de que sin la postulación y existencia de una fenomenología cognitiva no podríamos entender por qué conocemos nuestras experiencias cognitivas de la manera directa e inmediata en que las conocemos (Pitt 2004; Jorba 2015). Un cuarto tipo de argumento discutido en la literatura hace referencia a la ontología de los estados mentales y, en particular, a los de pensamiento, para debatir acerca de si éstos tienen un perfil ontológico adecuado para entrar en la corriente de conciencia y, así, poder tener carácter fenoménico (Soteriou 2009; Tye & Wright 2011). Para mencionar un quinto tipo de argumento utilizado, las discusiones sobre la distinción entre conciencia fenoménica y conciencia de acceso también han servido para argumentar a favor de la fenomenología cognitiva (Horgan 2010; Jorba & Vicente 2014).

89

3.2. La fenomenología como descripción: algunos apuntes para una fenomenología del pensamiento Si tomamos el sentido (b) de ‘fenomenología’, el que hace referencia al proyecto de descripción de las estructuras de las experiencias cognitivas o del pensamiento y sus actos, podemos ver que éste es un proyecto en marcha con camino por delante, si bien tiene algunos precedentes en la tradición fenomenológica (Husserl 1901; Smith 2011; Cairns, ms.). Varios motivos hacen de este proyecto algo relevante en la actualidad. Primero, una descripción de la experiencia del pensamiento es relevante para varias disciplinas que confluyen en el estudio del pensamiento y la cognición _la filosofía de la mente, los estudios sobre conciencia, la psicología de la cognición, las ciencias cognitivas, etc._ Este análisis podría tener importancia para los estudios de cognición en general respecto a las experiencias de pensar, serviría para una ampliación de los estudios sobre conciencia a la conciencia del pensamiento y se podría relacionar relevantemente con psicopatologías relacionadas con el pensamiento, tales como pensamientos insertados, esquizofrenia, etc. En segundo lugar, es relevante por cuanto la mayor atención teórica y empírica a aspectos de conciencia y experiencia se dedica a la experiencia sensorial y perceptiva, dejando de lado los procesos de pensamiento. En tercer lugar, el paradigma funcionalista y computacional de la mente, y de los procesos de pensamiento, ha sido casi la única explicación disponible durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX. El paradigma computacional, según el cual la mente se puede describir en analogía con una computadora, mediante señales entrantes, procesamiento interno y señales de salida, no reconoce de entrada ningún papel a la experiencia, al aspecto consciente de la mente o al carácter cualitativo de ésta. De igual forma, tampoco reconoce el papel que una descripción de las estructuras básicas del pensamiento como fenomenología del pensamiento podría aportar a los estudios sobre la mente y la cognición. Así pues, nos encontramos delante de un “vacío” teórico a la hora de llevar a cabo una fenomenología del pensamiento que podría resultar útil para el diálogo con otras disciplinas sobre la naturaleza del pensamiento. Así pues, a continuación expondremos unos primeros pasos hacia una fenomenología del pensamiento. A las características apuntadas en la sección 2.1, debemos añadir que el esbozo de análisis fenomenológico que se mostrará aquí se ha de entender como un examen de la forma y estructura de la experiencia consciente, por lo que se sitúa a un nivel horizontal _entre estados mentales y sus propiedades, etc._, y no vertical _de relación mente-cuerpo_. Esta fenomenología del pensa-

90

X Boletín de estudios de filosofía y cultura Manuel Mindán

miento ofrece dos aspectos: (i) una breve descripción de los elementos básicos que deberían considerarse, (ii) un análisis de algunas actitudes o actos cognitivos. 3.2.1 Elementos estructurales Muchos autores y autoras de varias tradiciones filosóficas han convenido en apuntar que la intencionalidad es un elemento básico de la experiencia consciente, en cuanto describe la direccionalidad de la mente hacia el mundo, la cualidad o propiedad de la mente y de los estados mentales de ser acerca de algo, de referirse a algo, tener un tema/hecho del cual tratan o hablan (Brentano 1874/1973, Husserl 1901/1970, Sartre XX, Searle 1983, Crane 2003). Como estructura básica del pensamiento, cabe reconocer al menos los siguientes aspectos: el yo, el tipo de acto, el contenido del acto y el objeto del acto. Si tomamos mi pensamiento de que las flores de mi terraza son bonitas, el sujeto de este acto soy yo, tipo de acto es , el contenido del acto es y el objeto de mi pensar son . Esta descripción es susceptible de discusión respecto a la relación entre el contenido y el objeto, sobre por ejemplo si se reducen a una sola cosa o no. Pero no vamos a entrar en el detalle aquí. Como contenido u objeto intencional, podemos distinguir diferentes “qués”: para pensamientos visuales, tendremos como objeto ciertas percepciones; para pensamientos sobre cosas cotidianas, tendremos como objeto estas mismas cosas cotidianas, o para pensamientos abstractos, tendremos las mismas formulaciones de representaciones abstractas, etc. Dentro de los diferentes tipos de actos que podemos definir según su contenido u objeto, podemos diferenciar entre actos proposicionales _que tienen como contenido una proposición_ y actos objetuales _que tienen como contenido un objeto_. Del primer tipo es mi pensamiento de que y del segundo tipo es mi pensamiento acerca del perro del vecino. Como elemento clave, cualquier análisis fenomenológico del pensamiento debe incluir la unidad experiencial entre acto y contenido/objeto, pues su separación sólo tiene sentido a un nivel abstracto y teórico, ya que en la experiencia estas conforman una unidad: no hay acto sin contenido u objeto y no hay contenido u objeto sin acto. Apuntaremos también cuatro elementos estructurales más de la experiencia. En segundo lugar, la conciencia del yo, que algunos fenomenólogos denominan ‘conciencia pre-reflexiva’, por cuanto es un aspecto que subyace a toda experiencia haciendo referencia al yo de la misma, pero sin consistir en un acto reflexivo de segundo orden, esto es, un acto dirigido al acto de pensa-

91

miento de primer orden.3 Es este aspecto en relación a la percepción en el cual también podemos hablar de corporación, de un yo corporeizado o encarnado, en contra de visiones dualistas sobre el carácter descorporizado de la mente, por ejemplo. Un punto interesante para debatir sería si este sentido de corporización lo encontramos también en el acto de pensar como tal, cuestión que dejaremos abierta en esta ponencia como susceptible de ser tratada en otras ocasiones. Relacionado con la conciencia del yo, encontramos el sentido de agencia, que determina el grado en que un sujeto se siente autor o autora de ciertos actos de pensamiento. La cuestión de la fenomenología de la agencia abarca más estados mentales y experiencias que los de pensamiento, como la mayor parte de estos elementos presentados aquí, pero sin embargo es un punto relevante para una fenomenología del pensamiento (véase Gallagher y Zahavi, 2013). Otro elemento clave en la fenomenología del pensamiento es el carácter espacio-temporal de nuestros actos de pensamiento, el sentido de la situación espacial y temporal, que puede recogerse bajo la formulación de un contenido indéxico . Respecto a la temporalidad, como elemento estructural debe considerarse qué tipo de actos son en relación a su ontología: estados, realizaciones, actividades, eventos, procesos, etc. Estas distinciones acarrean debates importantes que no podemos reproducir aquí. Finalmente, y en relación con lo comentado en la sección 3.1, una fenomenología del pensamiento reconocerá seguramente el carácter fenoménico del pensamiento, este carácter cualitativo de los episodios mentales que son la marca de la conciencia fenoménica. Estos elementos mencionados son tan sólo cinco aspectos para iniciar el trabajo hacia una fenomenología del pensamiento. Evidentemente, su breve presentación aquí no agota todo lo que se puede decir sobre estos elementos estructurales del pensamiento, cosa que es tarea de futura investigación. 3.2.2. Tipos de actos Los elementos indicados en la sección precedente deberían darnos herramientas para aplicar a distintos tipos de actos de pensamiento. El pensamiento no es algo homogéneo en cuanto a los estados y episodios mentales que lo componen, sino que incluye diferentes tipos de actos. Quizás el más tratado en varias disciplinas filosóficas es la creencia. Las creencias se describen generalmente como estados disposicionales, es decir, como disposiciones a juzgar 3 Para una presentación de este elemento, véase Gallagher y Zahavi (2013), p. 293 y siguientes y Perenya, Serrahima (2014).

92

X Boletín de estudios de filosofía y cultura Manuel Mindán

ciertas proposiciones. Generalmente, se consideran estados no ocurrentes, a diferencia de los pensamientos ocurrentes. Por este motivo, es difícil atribuirles carácter fenoménico, puesto que éste sólo está presente en estados mentales ocurrentes en la corriente de conciencia. Además, cabe destacar que la creencia tiene un elemento dóxico, esto es, de compromiso con la verdad de lo que se cree. ¿Pero todo pensar se reduce a tener creencias? Evidentemente, no. Tenemos también actos de juzgar, que generalmente son descritos como acciones mentales, ocurrentes, que también contienen el elemento de compromiso con la verdad. A su vez, los juicios, considerados desde la ontología, serían realizaciones (“achievements”) porque se dan en un momento en el tiempo sin extenderse como los estados. En el juicio cabe destacar el elemento activo, de acción mental. Más allá de creencias y juicios, nos podemos preguntar si hay otro tipo de actos cognitivos (en sentido estrecho). Nuestra respuesta sigue siendo: sí. Si recordamos el ejemplo utilizado para ilustrar el argumento del contraste fenoménico, veremos otro tipo de acto de pensamiento: entender. Entender no se reduce a tener ciertas creencias ni a juzgar, sino que se puede argumentar que pertenece a otra categoría de actos de pensamiento. Entender parece ser un acto ocurrente, con neutralidad dóxica, ya que no se pronuncia respecto a la verdad de lo que se entiende. A su vez, la mayor parte de los actos de entender tienen un carácter pasivo, puesto que entender es diferente de intentar entender o esforzarse por entender, tipos de actos que tendrían la vertiente activa. Además de creencias, juicios y actos de entender, una fenomenología del pensamiento parece que tendría que reconocer actos de mero pensar o mero considerar (“mere entertain”). Estos actos se dan cuando consideramos la verdad o falsedad de una proposición sin pronunciarnos acerca de ella, simplemente pensamos o consideramos algún estado de cosas. Tiene un elemento activo, puesto que el pensamiento no sobreviene simplemente, sino que es algo que el sujeto está haciendo activamente. Por esto podríamos apuntar que parece también presentar un carácter procesual, aunque no argumentaremos a favor de ello aquí. Una vez localizados al menos cuatro tipos de actos, reconociendo que una fenomenología completa debería incluir muchos otros (dudar, preguntarse, desear, etc.), surge la pregunta de qué relaciones hay entre estos tipos de actos y si estas relaciones son de tipo estructural, más allá de asociaciones comunes entre actos. En este sentido, una propuesta interesante desde el punto de vista fenomenológico es ver el acto de mero pensar o considerar como básico o

93

fundamental en la estructura cognitiva. Atribuirle este carácter básico o fundamental equivale a decir que otros tipos de actos dependen de él o no se pueden dar sin él. Esta es una idea que se remonta por lo menos a Brentano, cuando afirmó que todo acto mental o es una presentación o se basa en una presentación (Brentano 1874/1973). Esta tesis, también defendida recientemente por Kriegel (2013) o Soames (forthcoming), expresa la idea de que la existencia de un acto de juicio, de un acto de entender, etc., se basa en una presentación (o representación) previa de la proposición juzgada o entendida. Esta presentación previa sería lo que aquí hemos llamado ‘mero pensar’. La relación de ser más básica o de fundamentalidad debe entenderse como una condición conceptual o lógica, no temporal, ya que un juicio y una presentación pueden ser simultáneos temporalmente, pero esto no excluye que el juicio descanse sobre la base del mero pensar o presentación. Si un análisis de este tipo o similar es cierto, esto sería un tanto problemático para teorías funcionalistas de los estados de pensamiento que, como tesis complementaria, generalmente apoyan una reducción de todos los tipos de estados mentales a una combinación de creencias y deseos (para una discusión sobre este aspecto, véase Kriegel 2013).

4. Conclusiones En esta ponencia hemos presentado un panorama amplio de lo que pueden ser aproximaciones fenomenológicas a la cognición. Partiendo de la distinción entre ‘cognición’ en sentido amplio y estrecho, referida a procesos informaciones del cerebro o a estados mentales de pensamiento, respectivamente, hemos presentado de modo introductorio qué es la fenomenología, también distinguiendo el carácter fenoménico como propiedad de estados mentales, del proyecto metodológico de la fenomenología y los análisis de la tradición filosófica que lleva el mismo nombre. Con estas distinciones, hemos abordado aproximaciones fenomenológicas a la cognición, presentando brevemente la Fenomenología naturalizada de Marbach, la Neurofenomenología y el Enactivismo de Varela y otros y la Fenomenología front-loading de Gallagher. Después nos hemos centrado en el pensamiento como tipo de estado o acto específico, presentando algunas discusiones actuales acerca de su relación con la conciencia fenoménica y el debate acerca de la fenomenología cognitiva, apuntando brevemente algunos argumentos importantes en el debate. Finalmente, y utilizando el significado de ‘fenomenología’ como descripción de las estructuras de la experiencia, hemos delineado los primeros pasos para una

94

X Boletín de estudios de filosofía y cultura Manuel Mindán

fenomenología del pensamiento, apuntando algunos elementos estructurales básicos y tipos de actos sobre los cuales construir este proyecto fenomenológico. Como ya dijimos al principio, esta comunicación tiene un carácter de introducción y de presentación de las distintas aproximaciones fenomenológicas a la cognición, suponiendo así un marco general con algunas propuestas teóricas posibles para desarrollar y discutir en relación con las ciencias cognitivas y otros estudios sobre cognición y conciencia.

Referencias Bayne, T. (2009). Perception and the Reach of Phenomenal Content. The Philosophical Quartely, 59, 385-404. Bayne, T. and Montague, M. (2011). Cognitive Phenomenology: An Introduction. In T. Bayne and M. Montague. Cognitive Phenomenology (pp. 1-34). Oxford and New York: Oxford University Press. Beyer, T. and Gutland, Ch. (2015) (eds.). Phenomenology of Thinking. Philosophical Investigations into the Character of Cognitive Experiences. London: Routledge. Block, N (1995/2007) On a confusion about the function of conscious- ness, in N. Block (ed.), Consciousness, Function, and Representation: Collected Papers, Vol. 1, Bradford Books. Brentano, F. (1874/1935) Psicología desde un punto de vista empírico. Tr. de José Gaos, Madrid: Revista de Occidente. Cairns, D. (manuscrito, no publicado). The Phenomenology of Thinking (lectures from 1960, 1962). Carruthers, P. (2006). Conscious experience versus conscious thought, In Uriah Kriegel & Kenneth Williford (eds.), Consciousness and Self- Reference. MIT Press. Chalmers, D. J.(1996). La Mente Consciente. Tr. de José Ángel Álvarez. Madrid: Editorial Gedisa. Crane, T. (2003). The Intentional Structure of Consciousness. In Smith, Q. and Jokic, A. (eds.). Consciousness: New Philosophical Perspectives. Oxford university Press. P. 33-56. Gallagher y Zahavi (2013). La mente fenomenológica. Tr. Marta Jorba. Madrid: Alianza. Goldman, A. (1993). The Psychology of Folk Psychology. Behavioral and Brain Sciences, Vol. 16, 15–28. Horgan (2011). From Agentive Phenomenology to Cognitive Phenomenology:

95

A Guide for the Perplexed. In Bayne, T. and Montague, M. (2011). Cognitive Phenomenology. London: Routledge. Husserl, E. (1901/1970). Investigaciones Lógicas, 1, 2. Versión de Manuel G. Morente y José Gaos. Madrid: Alianza Editorial. Husserl, E. (1931/2009). Meditaciones Cartesianas. Tr. José Gaos y Miguel García-Baró. Madrid: Fondo de Cultura Económica de España. Jorba, M. (2015). Attitudinal Cognitive Phenomenology and the Horizon of Possibilities. In Beyer, T. and Gutland, Ch. (eds.). Phenomenology of Thinking. Philosophical Investigations into the Character of Cognitive Experiences. London: Routledge. Jorba, M. & Vicente, A. (2014). Cognitive Phenomenology, Access to Contents, and Inner Speech. Journal of Consciousness Studies. Vol. 21, Issue 9-10, pp. 74-99. Jorba-Grau, Marta (2011): “La intencionalidad: entre Husserl y la Filosofía de la mente contemporánea”, en Investigaciones Fenomenológicas: anuario de la Sociedad Española de Fenomenología, Vol 8, p. 79- 91. Jorba, Marta (2010): “Is There a Specific Experience of Thinking?”, Theoria. An international Journal for Theory, History and Foundations of Science. Vol. 25, No 2, pp. 187196. Kriegel, U. (2013). Entertaining as a propositional attitude: a nonreductive characterization. American Philosophical Quarterly. Vol. 50, Number 1, p. 1-22. Marbach, E. (1993).Mental Representation and Consciousness: Toward a Phenomenological Theory of Representation and Reference. Kluwer. Nagel, T. (1974). What is it like to be a bat?, Philosophical Review 83, 435– 50. Perenya, F., Serrahima, C. (2014). Consciència (Bewusstsein) i Jo (Ich). Anuari de la Societat Catalana de Filosofia, XXV, 219-253. Pitt, D. (2004). The Phenomenology of Cognition or What Is It Like to Think that P?, Philosophy and Phenomenological Research, LXIX, No. 1, p. 1–36. Prinz, J. (2007). All consciousness is perceptual. In B. P. McLaughlin and J. D. Cohen (eds.), Contemporary Debates in Philosophy of Mind. London: Blackwell, p. 335-354. Searle, J. (1983).Intentionality: an Essay in the Philosophy of Mind,Cambridge University Press. Siegel, S. (2007). How can we discover the contents of experience?, Southern Journal of Philosophy XLV, p. 127-142.

96

X Boletín de estudios de filosofía y cultura Manuel Mindán

Smith, D. W. (2011). Phenomenology of Consciously Thinking. In T. Bayne and M. Montague (eds.). CognitivePhenomenology (pp. 345-372). Oxford and New York: Oxford University Press. Soames, S. (forthcoming). Propositions as Cognitive Act Types. In New Thinking about Propositions. King, J., Soames, S. and Speaks, J. (eds.). New York: Oxford University Press. Soteriou, M. (2009). Mental agency, conscious thinking and phenomenal character.In Lucy O’Brien &Matthew Soteriou (eds.). Mental Actions. University Press. p. 231. Strawson, G. (1994/2010). Mental Reality (2nd edition). Cambridge,London: MIT Press. Tye, M. and Wright, B. (2011). Is There a Phenomenology of Thought?. In Bayne, T. and Montague, M. (eds.). CognitivePhenomenology (pp. 326-344). Oxford and New York: Oxford University Press. Varela (1996). Neurophenomenology: a methodological remedy to the hard problem. Journal of Consciousness Studies 3, 330-350. Varela, F., Thomson, E., Rosch, E. (1992). The embodied mind: Cognitive Science and Human Experience. MIT Press.

97

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.