Aproximaciones a Wittgenstein desde la ontología politíca contemporánea.

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Descripción

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Alemán, Jorge: "Soledad : Común. Políticas en Lacan". 1ra ed. Capital Intelectual. Buenos Aires. 2012. PG. 8
Ibíd. PG. 9
Marcuse, Herbert : "El hombre Unidimensional. Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada".Trad Antonio Elorza.1ra ed. Barcelona. Ed. Planeta De Agostini. 1985. PG.205
Op. cit. PG 200.
Ibíd. PG.210
Ibíd. PG.153
Ibíd. PG. 216
Op cit. PG. 217
Ibíd. PG. 209
Ibíd. PG.214
Ibíd. PG.202
Ibíd. PG.227
Badiou, Alain: "La antifilosofía de Wittgenstein". Trad. María del Carmen Rodríguez. 1ra Ed. Capital Intelectual. Buenos Aires. 2013. PG. 11
En adelante (T)
Ibíd. PG. 9
Op cit. PG.21
Ibíd. PG. 17
Ibíd.. PG 19
Op cit. PG. 21
Ibíd.. PG. 22
Ibíd.. PG. 79
Ibíd.. PG. 25
Op. Cit. PG. 83
Op. Cit. PG. 33
Ibíd.. PG. 34
Žižek , Slavoj: "El sublime objeto de la ideología ". Trad Isabel V, Núñez. 1ª ed. 2ª reimp- buenos Aires. Siglo XXI Editores. 2009 PG.56
Esta afirmación permite cuestionar seriamente la critica llevada a cabo por Foucault, a la denominada "hipótesis represiva" del pensamiento freudomarxista, interpretando que dicha corriente intelectual obviaba la función positiva del poder.
Marcuse, Herbert : "El hombre Unidimensional. Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada".Trad Antonio Elorza.1ra ed. . Barcelona. ed. Planeta De Agostini. 1985. PG. 20
Op. Cit. PG. 8
Ibíd. PG 208
Laclau, Ernesto: "La razón Populista". 1ra Ed. 7ma reimp. Buenos Aires. Fce. 2013.
"Cicerón, al reflexionar sobre el origen de los desplazamientos retóricos, imagino un estado primitivo de la sociedad en el que había mas cosas para ser nombradas que las palabras disponibles en el lenguaje, de modo que era necesario utilizar palabras en mas de un sentido literal, primordial. Esta escasez de palabras representaba para él, por supuesto, una carencia puramente empírica. Imaginemos no obstante, que esta carencia no es empírica, que esta vinculada con un bloqueo constitutivo del lenguaje, que requiere nombrar algo que es esencialmente innombrable como condición de su propio funcionamiento... Sin dar nombres a lo innombrable no habría lenguaje alguno. "Ibíd.. PG. 96
Ibíd.. PG.122
Badiou, Alain: "La antifilosofía de Wittgenstein". Trad. María del Carmen Rodríguez. 1ra Ed. Capital Intelectual. Buenos Aires. 2013. PG. 11PG. 47
Ibíd. . 48
Ibíd. . PG.86
Ibíd.. PG. 26
Žižek brinda una interesante reflexión en torno a la virtualidad de Dios comparándolo con un Tamagochi: "No es que Dios el Tamagochi definitivo", fabricado por nuestro inconsciente y que nos bombardea con exigencias inexorables? El Tamagochi, ¿no es la Entidad Virtual, inexistente por si sola, con la que intercambiamos señales y
cuyas peticiones atendemos?...Dios, demuestra que es posible entablar un intenso y humano intercambio de señales con una entidad puramente virtual, que existe como simulacro digital".En: Žižek, Slavoj "En defensa de la intolerancia". 1ª ed. Trad Javier, E,Ceballos y Antonio, J,A Fernández. Madrid. ed. Sequitur. 2007 PG. 140

Ibíd.. PG.42
Žižek, Slavoj : "El espinoso sujeto. el centro ausente de la ontología política". Trad. Jorge Piatigorsky. 1ra Ed. 2da reimp. Buenos Aires. Paidos. 2007PG. 45
Žižek, Slavoj, : "El sublime objeto de la ideología ". Trad Isabel V, Núñez. 1ª ed. 2ª reimp- buenos Aires. Siglo XXI Editores. 2009 PG. 44
Desde el psicoanálisis cobra un valor fundamental, la búsqueda por "comprender la realidad sin mutilarla".
Marcuse, Herbert : "El hombre Unidimensional. Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada".Trad Antonio Elorza.1ra ed. . Barcelona. ed. Planeta De Agostini. 1985. PG. 286
Žižek, Slavoj: "El espinoso sujeto. el centro ausente de la ontología política". Trad. Jorge Piatigorsky. 1ra Ed. 2da reimp. Buenos Aires. Paidos. 2007 PG.18
Žižek, Slavoj: "El sublime objeto de la ideología ". Trad Isabel V, Núñez. 1ª ed. 2ª reimp- buenos Aires. Siglo XXI Editores. 2009 PG. 79
De esta forma Žižek, explica el compromiso Nazi de Heidegger. en "El espinoso sujeto".
Žižek, Slavoj: "El espinoso sujeto. el centro ausente de la ontología política". Trad. Jorge Piatigorsky. 1ra Ed. 2da reimp. Buenos Aires. Paidos. 2007 PG. 22
Ibíd.. PG. 23
De aquí que Žižek, tome como objeto privilegiado al holocausto. Así menciona, todos los diferentes intentos de vincular este fenómeno con una imagen concreta (Holocausto ,Gulag, etc.) de reducirlo a un producto de un orden social concreto (fascismo, estalinismo) ¿qué son sino otros tantos intentos de eludir el hecho de que en este caso estamos enfrentando lo "real" de nuestra civilización que retorna como el mismo núcleo traumático en todos los sistemas sociales. Se entiende de esta forma la idea de que el acto político es "imposible por definición".

aproximaciones a Ludwig wittgenstein desde la ontología política contemporánea .

















Índice.

1.Introducción.....................................................................................................................................PG. 3
2.Uso del término "ontología política"..................................................................................PG. 3
3.Marcuse y Badiou. Criterio de selección............................................................................PG.4
4.Marcuse lapidario...........................................................................................................................PG.4
5.Badiou tras la salvación............................................................................................................PG.6
6.Lo Real/ Lo imposible...................................................................................................................PG.10
7.Ontología de lo virtual / Ontología de lo Real..........................................................PG.13
8.La pasión por lo real................................................................................................................... PG.15
9.Conclusión...................................................................................................................................... PG.17
10.Bibliografía....................................................................................................................................PG.18








1. Introducción.

El siguiente trabajo consiste en una serie de aproximaciones a la obra de Ludwig Wittgenstein bajo el sesgo de la ontología política contemporánea. En primer lugar, y como soporte principal a desarrollar a lo largo del mismo, se retomarán dos lecturas alternativas del acto antifilosófico wittgensteniano. Por un lado la critica de Herbert Marcuse en El Hombre Unidimensional y por otro el análisis de Alain Badiou en La antifilosofía de Wittgenstein.
Lacan al igual que Wittgenstein es considerado un antifilósofo. Es sabido también, que Lacan considera el acto como imposible. Una de las preocupaciones principales de la ontología política es justamente esta imposibilidad referida al acto político. En este marco, la noción de "Lo Real" como aquello "imposible por definición" cobra una importancia fundamental. Por lo cual, en segunda instancia, habiendo atravesado algunas consideraciones en torno al acto antifilosófico en Wittgenstein, se propondrá una aproximación al status de lo imposible en la ontología del autor vienés, teniendo como principio estructurante "Lo Real" lacaniano. Para esto ultimo, ha resultado conveniente recurrir a uno de los autores contemporáneos que mas se ha detenido en el análisis de dicha noción en la esfera política: Slavoj Žižek; no se ha podido dejar de lado tampoco una minima pero vital referencia a Ernesto Laclau.
Finalmente, siguiendo con el aporte de los autores mencionados, se propondrá el análisis de la distinción entre una Ontología de lo Real, -propia del posmarxismo- y una Ontología de lo Virtual presente en el Tractatus de Wittgenstein, cerrando el trabajo con una alusión al celebre pasaje número 7 y la resonancia del mismo en lo que Žižek denomina -parafraseando a Mallarme- "La pasión por lo Real".


2. Uso del término "ontología política"

Al hablar de "ontología política" en el siguiente trabajo, se tiene en cuenta el análisis propio de un conjunto de autores contemporáneos provenientes de la denominada "Izquierda Lacaniana".
Una de las premisas básicas que engloba a esta corriente –como menciona Copjec y le gustaba recordar a Ernesto Laclau- es la idea de que las categorías psicoanalíticas, en especial las provenientes de la lectura de Freud realizada por Lacan, no son regionales, y que hoy por hoy han pasado a ocupar el lugar que antaño era el de la Ontología clásica. Lo cual, dentro del plano político, se comprueba en la efectividad que dichas categorías presentan a la hora de repensar un accionar político emancipatorio en el capitalismo tardío y mas allá de las ataduras metafísicas.


3. Marcuse y Badiou. Criterio de selección.

Lo que permite yuxtaponer las obras "El hombre Unidimensional" de Herbert Marcuse y "La antifilosofía de Wittgenstein" de Alan Badiou es el hecho de que ambos autores, en sus respectivas obras, no dudan en sentenciar de igual manera al filosofo austriaco respecto a su actitud frente a la disciplina. Pero la misma sentencia tiene a su vez una connotación contraria. Marcuse ubicará el acto wittgensteniano como símbolo de una traición inescrupulosa, solidaria con las fuerzas que perpetúan el sufrimiento y la miseria en la existencia humana. Badiou intentará rescatar el valor del acto wittgensteniano entendiéndolo en términos de un "acto archiestético", emblema de renovación y de un filosofar superior.

4. Marcuse lapidario.

Si "la filosofía deja todo como esta", si "no le corresponde esbozar ninguna teoría, solo describir los hechos", y si "no hay mayor descubrimiento que aquel que da paz a la filosofía" entonces ¿que queda para el pensamiento?-Cuestiona Marcuse-.
La tarea atribuida a la filosofía -"clarificar las proposiciones"- en el marco de una terapéutica, que tiene como fin curar el pensamiento de las transgresiones metafísicas, deja al pensamiento sin su función histórica, esto es: la subversión de lo dado. Bajo estas condiciones, la orientación antifilosófica de las sentencias de Wittgenstein, converge en lo que Marcuse denomina, una "autoprescrita miseria de la filosofía" y un "sadomasoquismo académico" .
Desde esta mirada, el análisis del lenguaje no es coherente ni siquiera en sus pretensiones empiristas. Toma un lenguaje "purgado de realidad" y construye un campo cerrado de pensamiento, dejando de lado el gran contexto en el cual se formulan las palabras: el modelo de conducta y pensamiento unidimensional; dejando de lado también, lo que se halla en juego: la histórica lucha del hombre por la existencia. Consiste, sin mas, en una "aceptación de lo empírico que viola lo empírico"; bajo la forma de un pensamiento que, tomando fragmentos del habla, restringiendo el uso del lenguaje al uso común, mantiene suprimida la gran y general ambigüedad del contexto en el cual se formulan esas palabras.
No resultará viable, entonces, tomar lo que dice el hombre de la calle como valor directo. Dado que lo que dice esta fundamentalmente relacionado con lo que no dice. Habrá que cuestionar la idea de que cada frase en nuestro lenguaje "esta en orden como es". El caso a considerar es mas bien el exactamente opuesto: cada frase esta tan poco en orden, como el mundo en el que el lenguaje comunica.
En contraste, el juicio del filosofo, bajo la forma del concepto, tiene en cuenta el carácter antagónico de la realidad; la epistemología es necesariamente, -como planteaba Platón- ontología y ética. En este sentido se entiende a la idea de Hombre; en tanto que alberga al mismo tiempo la síntesis de la condición humana actual y aquello que potencialmente aspira a ser. Es indiscutible por esta razón que las palabras con las que esta relacionada la filosofía, no podrán tener un uso tan humilde.. como el de las palabras "mesa," ,"lámpara, "puerta".
Ahora bien, para poder comprender la realidad, resultará necesario, poder ir "detrás de ella", trascender el universo establecido del discurso y la acción. Con esta afirmación, la metafísica, vuelve a adquirir un valor clave. El gesto de rechazo a las transgresiones propias del pensamiento metafísico -parte esencial del programa de Wittgenstein- se convierte en motivo de denuncia del propio Marcuse.
Para el autor, contrario a lo que Wittgenstein piensa, la filosofía solo tendrá una función terapéutica en el caso de lograr mostrar aquello que el mundo ha hecho del hombre y aquello que puede llegar a hacer de él. El compromiso con la realidad, convertiría la tarea terapéutica de la filosofía en una tarea política, "comprender la realidad sin mutilarla".
Lo que rechaza el gesto wittgensteniano, es la "función negativa del pensamiento", la trascendencia misma, que posibilita en un segundo plano, la elaboración de un marco teórico de alternativas opuestas al gobierno establecido de los hechos. En definitiva, la posibilidad misma de un cambio cualitativo en el proyecto humano en conjunto. En este punto Marcuse es claro:
"Las transgresiones no son transgresiones metafísicas mas allá del conocimiento posible, sino que sirven para abrir un campo de conocimiento mas allá del sentido común y de la lógica formal.
En su conjunto, "el empirismo neopositivista ha logrado crear mas fantasmas ilusorios de los que ha destruido", deteniéndose solo en "tontos pedazos del habla que suenan como balbuceos de bebé". Al cerrar el pensamiento en el circulo del universo mutilado del discurso común, es en su punto mas alto, del todo inconsecuente. Y en su punto mas bajo, una huida hacia lo que no es controvertible, lo irreal, hacia aquello que solo académicamente es objeto de controversia.
Por ultimo, en tono lapidario Marcuse señala : "Ejemplos como "mi escoba esta en el rincón" o "hay queso en la mesa". Sin duda pueden revelar muchas ambigüedades, adivinanzas, rarezas, pero todas están en el mismo campo de los juegos del lenguaje y el aburrimiento académico".


5. Badiou tras la salvación

En relación a las "Investigaciones Filosóficas" Badiou Menciona: "No me gusta ese libro, y menos aun, por así decir, aquello en que se transformó, a saber, la caución involuntaria, inmerecida, de la filosofía gramatical angloamericana, esa escolástica del siglo XX, tan impresionante por su potencial institucional como contraria a todo lo que Wittgenstein, místico, esteta, estalinista de la espiritualidad, podía desear." Con antelación, aclara, que sus observaciones en "La antifilosofía de Wittgenstein", se desprenden de la lectura de esa "obra maestra única que es el Tractatus".
Lo mencionado, alberga algunas cuestiones clave: 1. Una notable distancia con Marcuse respecto al marco de referencia sobre el que se esboza la critica. 2 Una mutua antipatía hacia lo que representan las "Investigaciones". 3 El prevalecimiénto de lo místico como aquello que dota de un sentido superior al pensamiento y a la propia figura de Wittgenstein. Esto ultimo es justamente lo que interesa destacar.
"El pensamiento es la proposición dotada de sentido" –se lee en T.4-
Es el sentido de esta proposición justamente lo que no queda del todo claro cuando mas adelante Wittgenstein menciona que el sentido corresponde a lo indecible, a aquello que solo puede ser mostrado, nunca dicho. Mas aun, cuando señala, que "lo que se puede decir no se puede mostrar y lo que se puede mostrar no se puede decir" (T. 4.1212).
Lo que se deduce luego, es que el sentido de la proposición debe hallarse no en la proposición, sino en otro lado. Y el mundo, que es todo lo que acaece, todo lo cual puede ser dicho por la proposición, debe estar sujeto a la misma condición. Según lo dicho, consecuentemente, se obtiene que "el sentido del mundo se halla fuera del mundo" (T.6.41). Y, finalmente, en el pasaje 7, -con el cual Wittgenstein cierra el Tractatus- se anuncia : "De aquello que no se puede hablar hay que callar".
Según lo mencionado, una primera aproximación al acto en Wittgenstein, debe tener en cuenta como característica fundamental del mismo su indecibilidad. El acto, asume la forma de un "no-pensamiento silencioso que trasciende el mundo."
Badiou señala tres criterios comunes a toda antifilosofía: 1. Una critica al lenguaje, genealógica, lógica, ontológica; junto a la destitución de la categoría de verdad; y un desmontaje de la filosofía en su pretensión de constituirse en teoría. 2. La idea de que la filosofía no es reductible a su apariencia discursiva. 3. El llamado a un acto filosófico de novedad radical, suprafilosofico . El cual destituye el acto filosófico tradicional, clarificando sus prejuicios.
Supuesto esto, retomando el ejemplo de la metafísica, la disciplina es tenida en cuenta como "la exhibición de lo absurdo dentro del registro del sentido". Acto seguido, la metafísica también es un no-pensamiento. El caso es que, dentro de esta categoría (no-pensamiento) habrá que distinguir dos variantes.
El propio de la metafísica (regresivo y enfermo); y un no-pensamiento afirmativo, que bajo la forma del acto silencioso, franquearía la barrera del sentido.
Para aclarar lo anterior, téngase en cuenta: "el conjunto de las proposiciones verdaderas forma la ciencia de la naturaleza entera" (T.4.11), "las proposiciones no pueden expresar nada que sea eminente"(T 6.42) y "incluso si todas las posibles cuestiones científicas pudieran recibir una respuesta, eso no tocaría en lo mas mínimo los problemas de nuestra vida" (T 6.52).
El acto, en una palabra, es supracientífico. Y se afirma –según Badiou- en el silencio del no-pensamiento, como "toque" de lo real. Esta es la filosofía autentica, que es una conquista de la antifilosofía.
Para el autor, este acto asume indefectiblemente la forma de un acto archiestético. El prefijo archi -advierte-, pretende indicar que no se trata simplemente del suplantamiento del pensamiento por otro acto que asume la forma de la creación artística como su principio rector. Por el contrario, el acto archiestético es tal porque incorpora en la actividad científica o proposicional el principio de claridad cuyo elemento místico real es el arte. A través del establecimiento de las leyes de lo decible, el elemento indecible queda situado como "borde superior" de lo decible mismo. Cobra claridad a la luz del pasaje : "La filosofía debe trazar los limites de lo pensable y, con ellos, los de lo impensable(T.4.114)"
En Wittgenstein aquello que nombra el sentido del mundo, que a su vez trasciende el mundo, es el elemento místico.
A continuación se deberá considerar que "el yo es el limite del mundo", es decir, la unicidad del sujeto es coextensiva a la del mundo.(T. 5.63); y por consiguiente, el sentido del mundo y el sentido de la vida son una y la misma cosa. Lo místico, encerrará en Wittgenstein, la vida bella junto a la vida santa; "La ética y la estética son solo una misma cosa" (T 6.421).
Badiou se aferra a lo anterior para afirmar que el cristianismo puede ser considerado el "dispositivo antifilosófico" wittgensteniano, equiparando al pensador vienés con las figuras de Pascal y Kierkegaard. Lo cierto es que para Wittgenstein el evangelio es tenido en cuenta como un principio de claridad sobre el camino de la vida bella, la vida santa y en definitiva un sinónimo de felicidad.
A esta altura, se obtiene que elemento místico articula una procedencia artística (visibilidad, la mostración) con una procedencia religiosa (el misticismo propiamente dicho). Esto mismo permite a Badiou resumir el acto de Wittgenstein dentro del marco de un "cristianismo estético".
El efecto del acto archiestético no debe concernir al pensamiento, sino al sujeto, lo cual quiere decir a la vida (o al mundo) aprehendida del lado de su limite. Por eso el acto se mueve en el elemento del cristianismo. -En los años cuarenta- "Pienso que una de las cosas que dice el cristianismo es que todas las buenas doctrinas son inútiles. Tiene usted que cambiar su vida".

6. Lo Real/ Lo imposible.

La idea de "Lo real " en Lacan, puede ser formulada de la siguiente manera: Lo Real es aquello que resiste la simbolización; el centro duro y brecha que permanece detrás de la realidad creada por la cristalización del imaginario. (El sujeto vive en un mundo de símbolos, nunca se enfrenta cara a cara con lo real...)
Como señala Badiou, tras la representación pictórica de la realidad, Wittgenstein reconoce que lo eminente se escapa, justamente lo que tiene autentico valor. "El punto mas verdadero del ser no es cautivo de la relación especular en que se construye la ontología del mundo y de la lengua. Se alcanza allí donde "alguna cosa", que no es justamente una cosa, llega como resto de esa relación". Aquí radica el valor fundamental de la antifilosofía de Wittgenstein y de toda antifilosofía para Badiou. Tras la idea de "resto" y la forma del acto como la vía de exposición de una incompletud constitutiva , se procede a la destitución de la filosofía clásica: "mostrándole lo que en su pretensión teórica ha perdido y que no es, en definitiva, nada menos que lo real".
En la misma línea, Žižek atribuye a la Escuela de Frankfurt -la cual tenia a Marcuse dentro de sus filas-, la novedosa sentencia -posmarxista-, que señala la imposibilidad, de un acto como tal, por el cual seria posible el abandono de la falsa conciencia (el sujeto que se saca los "anteojos distorsionadores de la ideología" y mira "las cosas tal cual son"). Los teóricos de la Escuela de Frankfurt fueron los primeros en advertir que la ideología funciona en el proceso mismo de producción, produce la realidad (-a lo que agrega Žižek- que detrás de la ideología no existiría mas que el "vacío psicótico".)
No obstante -para Marcuse es claro esto- existe la posibilidad de un acto, el acto político; como aquel que en nombre de la irracionalidad del sistema transforma las bases del mismo en su totalidad.
Se reconoce una base objetiva, -la razón como tal comprende un juicio de valor sobre el mundo-: que la vida en él es digna de vivirse, de vivirse bien, y de vivirse aun mejor. Por consiguiente el sistema mismo se exhibe como aquello imposible por definición.
En el contexto de la Guerra Fría, el autor menciona a propósito, "La banalidad del mal, es un tópico que se muestra ya carente de sentido. El mal se muestra en su monstruosa desnudez a plena luz del día".
Ahora bien, estas aclaraciones sirven a Marcuse, para señalar como, al parecer, para Wittgenstein "esta serie de cuestiones no merecerían la menor atención. Así, mientras "El mundo en el cual al escoba en el rincón es muy importante, el mundo empírico real, es todavía hoy el de las cámaras de gas y los campos de concentración, el de Hiroshima y Nagasaki, el de los Cadillacs americanos y los Mercedes Alemanes, el del Pentágono y el Kremlin, el de las ciudades nucleares y las comunas chinas, el de Cuba, el del lavado de cerebro y las matanzas.
Es conveniente recurrir a otra ontología política, la de Ernesto Laclau, quien marca la necesidad de nombrar lo innombrable, como condición de posibilidad del acto político. Para ello se vale de una figura de la retórica clásica: la catacresis. Como la forma por la cual se desplaza un sentido para nombrar lo innombrable dentro del marco semántico dado.
El acto político autentico, siempre "nombra lo innombrable", por ello es portador de un "significante vacío" (proletariado, pueblo). -Parafraseando a Ranciere- es la "parte sin parte", que se "erige en nombre del todo".
Así, el acto político solo es posible como proceso catacretico, bajo la búsqueda por nombrar algo que es imposible y a la vez necesario.
Para Badiou, mas allá de la reivindicación del acto archiestético en Wittgenstein, la forclusión de lo político en el autor vienés no pasa inadvertida. "No queda del todo clara la cuestión de lo imposible y de su posible pensamiento". Mas adelante menciona: "Pareciera que Wittgenstein prohibiera todo ser de lo imposible, ya que lo imposible no es representable como estado de cosas en la proposición. No obstante hay al menos dos pensamientos que se acuerdan originariamente con lo imposible: la matemática y la política". En cuanto a esta ultima "su valor solo radica en prescribir a una situación, una "posibilidad", que la norma constituye justamente como imposible; imposibilidad que por añadidura es requerida, en efecto, para que la situación sea consistente".
Si la exigencia "puesta en escena" del acto archiestético implica que lo imposible es también lo impensable, o incluso que lo impensable es nada, habrá que concluir que ni la política ni la matemática son pensamientos. Por ultimo, y lo cual ya es posible vislumbrar, "La cuestión de las formas de poder deja a Wittgenstein indiferente", aun, luego, llegará a mencionar que "la tiranía no le indigna".




7. Ontología de lo virtual / Ontología de lo real

Según Badiou, la ontología de Wittgenstein, concentrada en la doctrina de la proposición atómica, es una "ontología de lo virtual" y es allí, en la construcción ontológica presente en el Tractatus -la cual queda inconclusa- donde hay que situar el esfuerzo radical por hacer posible la soberanía del elemento místico.
Se explica de la siguiente manera: La proposición atómica obtiene el sentido independientemente de que acaezca y los estados de cosas, como aquello que compone la proposición, son independientes entre si. Ahora bien, (T.1). "El mundo es todo lo que es el caso" (acaece). Por ende la mundaneidad –como se señaló con anterioridad- queda fuera del registro del sentido. Así, el ser de la sustancia se halla fuera del mundo ("El sentido del mundo reside fuera de él" (T. 6.41) y "recibe el nombre de Dios").
De esta forma, la realidad es un caso particular del posible, y un estado de cosas tiene sentido mas allá de que sea posible o no que acaezca.
Teniendo en cuenta lo señalado se puede afirmar un cierto tipo de preeminencia de lo virtual por sobre lo real; siendo lo real solo constatable fortuitamente y el valor de verdad de una proposición no dependiente de alguna regularidad preestablecida.
"No existe obligación alguna de que una cosa tenga que producirse porque otra cosa se haya producido" .(T. 6.37). De lo cual se infiere que para Wittgenstein. (T.6.6311)"Es una hipótesis que el sol saldrá mañana, y esto significa que no sabemos si saldrá".
"El ser del "hay", como sustancia compuesta por objetos simples e indiscernibles, no esta constreñido a existir (Ek-sister) como mundo –es decir, y lo veremos luego, como sujeto-. Retirado en la inexistencia mundana de su ser, un estado (multiplicidad conectada de objetos) no deja por ello de ser representable en un cuadro y, en consecuencia, pensable bajo la forma de una proposición dotada de sentido. Si la proposición acaece, se dirá que es verdadera, pero esa verdad es, en suma, mas o menos indiferente –desde un punto de vista propiamente ontológico-, ya que el hecho de que un estado "acaezca" es estrictamente contingente".
La apropiación de Lo Real por parte de la ontología política contemporánea, -aquí uno de los puntos clave de lo investigado-, brinda una descripción claramente inversa al planteo ontológico wittgensteniano.
No es el sentido lo que trasciende la realidad, sino la verdad. La verdad en tanto aquello que no existe. Marcuse critica fuertemente la sentencia "lo real es racional", oponiéndole "aquello que es (las condiciones de existencia actuales) no puede ser verdad". Lo que existe es la realidad, cristalización de lo imaginario en Lacan, mistificación o fantasía ideológica para Žižek. En tanto, la fantasía ideológica es el soporte de la realidad y fuera de ella existe solamente el vacío psicótico, (la "noche del mundo" en Hegel, el sin sentido como pura negatividad). En dicha realidad, el exceso, bajo la figura del error, (en el psicoanálisis la figura del lapsus) encubre al síntoma, que a su vez es la marca de una ultima verdad encubierta.
Žižek define al Inconsciente como: "la forma de pensamiento cuyo estatus ontológico no es el del pensamiento, es decir, la forma del pensamiento externa al propio pensamiento". La diferencia con esta forma de pensamiento y el no-pensamiento wittgensteniano, radicaría en la posibilidad que admite el enfoque analítico, es decir la escenificación del síntoma, el acceso al inconsciente por medio de la terapia. Mientras que la terapia Wittgensteniana apunta a la corrección del error y a la erradicación de los fantasmas e ilusiones del lenguaje, el enfoque psicoanalítico hace hincapié en la función de la fantasía y el error como sostén de la subjetividad y en ultima instancia de la realidad ideológica.
Nuevamente, Marcuse señala que es justamente a través de los errores y zonas oscuras que nos conocemos a nosotros mismos, y para finalizar "El hombre unidimensional" retoma las palabras de W. Benjamin: "Solo gracias a aquellos sin esperanza no es dada la esperanza". Lo cual conlleva a que, solo mediante la plena conciencia de aquellos que su existencia misma representa la imposibilidad del sistema, es posible que surja la posibilidad del cambio en el nivel ontológico.


8. La pasión por lo real


Volviendo al celebre pasaje del Tractatus (T. 7) "De lo que no se puede hablar, mejor callar", se debe hacer hincapié en el carácter oracular del mismo, es decir, la presencia de una advertencia en torno a los riesgos que conlleva el allanamiento de la brecha que separa lo decible de lo indecible –y al mismo tiempo lo paradójico del asunto-. En este punto es posible hallar una profunda connivencia con el planteo posmarxista. La famosa tesis de Adorno y Horkheimer en "Dialéctica de la Ilustración", según la cual, el proyecto conjunto de la ilustración, operó negando el excedente de locura inherente al cogito, ocasionando la represión que luego devendría en los futuros desastres totalitarios, es un claro ejemplo de sutura de la brecha que separa lo indecible de lo decible. (Marcuse por su parte señala como la negación del Eros -Impulso de amor, que permite la paz social- por parte del Logos -racionalidad tecnológica- aumenta el instinto de muerte a escala social).
Žižek valiéndose del ejemplo de Bataille, intenta ir un paso mas allá en la misma senda, al señalar que el gesto que se esconde detrás del fenómeno totalitario, es nada menos que una "Pasión por lo Real".
Esta urgencia por "ir hasta el final", hasta la experiencia extrema de lo Imposible como el único modo de ser autentico, es lo que convierte a Bataille en el filosofo de la pasión por lo real; no ha de sorprendernos pues que estuviera obsesionado con el comunismo y el fascismo, esos dos excesos de la vida contra la democracia, que era "un mundo de apariencias y de viejos que estaban perdiendo los dientes".
Bajo el mismo enfoque, se analiza el caso de Heidegger, el cual encierra la paradoja anteriormente señalada. Fue, justamente èl, el filosofo que se empeñó en aclarar la irreductibilidad de lo ontico y lo ontológico, es decir, la "diferencia ontológica", quien no pudo evitar caer en el error de confundir lo ontico con lo ontológico. Cercano al pasaje wittgensteniano, Heidegger menciona: "Quienes mas se acercan a la verdad ontológica, están condenados a errar en el nivel ontico" -A lo que Žižek pregunta- ¿Errar de que? Precisamente en la línea divisoria entre lo ontico y lo ontológico. Para se eficaz en el nivel ontico, hay que desatender el horizonte ontológico de la propia actividad. Heidegger subraya que "la ciencia no piensa" y que, lejos de ser su limitación, esta incapacidad es el motor mismo del progreso científico.














9. Conclusión
Ahora bien, para concluir, se pudo observar como la ontología política, toma Lo Real como centro de discusión, justamente en tanto anverso paradójico de la civilización y como núcleo reprimido, o también como su verdad mas profunda manifestada en sus excesos; lo que determina en ultima instancia la configuración efectiva de lo existente. Por ello, el ser de la política debe buscarse en aquello que es imposible por definición.
El acto mismo de eludir lo Real, es en esencia lo que fue cuestionado en Wittgenstein por Marcuse en un primer momento. Mientras que para Badiou en el Tractatus de Wittgenstein justamente lo Real en tanto sentido del mundo, es aquello que no puede ser aprehendido por la proposición y que exige la intervención de un acto archiestético como posibilidad de mostración. De estas dos dimensiones de análisis surgió la contraposición entre una Ontología de lo virtual y una Ontología de lo real, lo cual dejo en claro la distancia existente entre el planteo ontológico propio del Tractatus y el propio de la ontología política, como una ontología de lo real. Sin embargo se pudo acceder a un vinculo especial que define una de las coordenadas básicas desde las cuales debe pensarse el acto político dentro de la ontología política. Que, si bien la nominación de lo imposible es la base del acto político, la búsqueda de ir hasta el final teniendo como actitud una "Pasión por lo real" es la cuna de todo desastre totalitario.
El conglomerado de aportes reunidos aquí, en tanto aproximaciones, requiere aun de un trato que vaya de lo superficial a lo profundo dentro de las obras consultadas, lo cual queda pendiente para un común, mas adelante.

9. Bibliografía

Alemán, Jorge: "Soledad : Común. Políticas en Lacan". 1ra Ed. Capital Intelectual. Buenos Aires. 2012
Badiou, Alain: "La antifilosofía de wittgenstein". Trad. María del carmen
rodríguez. 1ra Ed. Capital Intelectual. Buenos Aires. 2013
Laclau, Ernesto: "La razón Populista". 1ra Ed. 7ma reimp. Buenos Aires. Fce. 2013.
Ludwig, Wittgenstein :
"Tractatus logico-philosophicus". Trad J.Muñoz e I. Reguera. 1ra Ed. 3ra Reimp. Madrid. Alianza Editorial. 1992
"Investigaciones filosóficas". Trad A. García Suárez y U. Moulines. México. ed. Critica. UNAM.. 1988
Marcuse, Herbert : "El hombre Unidimensional. Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada".Trad Antonio Elorza.1ra ed. . Barcelona. ed. Planeta De Agostini. 1985.
Žižek , Slavoj:
"El sublime objeto de la ideología ". Trad Isabel V, Núñez. 1ª ed. 2ª reimp- buenos Aires. Siglo XXI Editores. 2009
"En defensa de la intolerancia". 1ª ed. Trad Javier, E,Ceballos y Antonio, J,A Fernández. Madrid. ed. Sequitur. 2007
"El espinoso sujeto. el centro ausente de la ontología política". Trad. Jorge Piatigorsky. 1ra Ed. 2da reimp. Buenos Aires. Paidos. 2007

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