Aproximación al estudio de la funcionalidad del sistema de caminos de Dzibilchaltún: estructuras asociadas a los sacbeob 2 y 5 .

June 13, 2017 | Autor: A. Uriarte Torres | Categoría: Classic Maya (Archaeology), Maya Archaeology, Ancient Maya, Yucatec Maya
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1 APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA FUNCIONALIDAD DEL SISTEMA DE CAMINOS DE DZIBILCHALTÚN: ESTRUCTURAS ASOCIADAS A LOS SACBEOB 2 Y 5. Memorias del III Congreso Internacional de Cultura Maya (En prensa) Alejandro J. Uriarte Torres

LOS SACBEOB MAYAS. Durante el Clásico Tardío (600-830 d.C.) y Clásico Terminal (830-1000 d.C.) la eistencia de sistemas de caminos o calzadas elevadas conocidas con el nombre de sacbeob (sacbé en singular), fue una de las características del patrón de asentamiento en las Tierras Bajas Mayas. Debido al papel que desempeñaron como elementos integradores tanto al interior de los asentamientos como entre éstos, el estudio de la funcionalidad de los sacbeob se encuentra ligado a la comprensión de la estructuración de los asentamientos mayas, involucrando temas como el urbanismo y la organización social, económica y política. Se han propuesto diferentes hipótesis que pretenden explicar la función de los sacbeob dentro del patrón de asentamiento y la organización sociopolítica de las Tierras Bajas Mayas durante el Clásico Tardío y Terminal (600-1000 d.C.). La principal función de los sacbeob internos debió ser la de dar cohesión a diferentes componentes arquitectónicos en un sitio, rompiendo las barreras que imponían el espacio y los accidentes topográficos (cf. Garza y Kurjack, 1981). En este sentido, las calzadas intersitios no hacían sino posiblemente ampliar esta función de vinculación sobre un territorio más extenso.

¿Cuál era el objetivo de la comunicación de la cual los sacbeob constituían la representación material? Las explicaciones han sido diversas. Ante una sociedad carente de vehículos y animales de tiro, las hipótesis más tempranas enfatizaban el carácter ritual de estos caminos como vías de peregrinación hacia los santuarios (cf. Maldonado, 1979a: 24; Robles, 1977). La visión actual de los caminos mayas resulta mucho más compleja, implicando una combinación de diversos factores involucrados en su construcción. De acuerdo al enfoque

2 utilizado, algunos investigadores resaltan la función económica y política de las calzadas 1, mientras que otros señalan aspectos rituales, simbólicos, ideológicos y astronómicos asociados a éstas2.

Las diversas hipótesis acerca de la función de los sacbeob no necesariamente se excluyen entre sí y un factor en sí mismo implicaba con seguridad a otros más. Más aún, las explicaciones dadas no parecen aplicarse en todos los casos, por lo que cabe la posibilidad de que dentro de un mismo sitio existieran sacbeob con funciones distintas y particulares. De esta manera nos encontramos con sistemas de caminos enfocados a la satisfacción de múltiples necesidades de comunicación3. Parece evidente entonces que cuestiones topográficas, ecológicas, urbanísticas, económicas, políticas e ideológicas, se conjugaron en la decisión de invertir recursos y fuerza de trabajo en el diseño de las redes de caminos (cf. Shaw, 2001: 268). OBJETIVOS E HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN. Las excavaciones efectuadas por el Proyecto Arqueológico Dzibilchaltún, han permitido abordar el análisis funcional de los sacbeob 2 y 5 del sitio con base en el estudio de diversos contextos arquitectónicos asociados a éstos. El objetivo principal en esta investigación consistió en aclarar la vinculación entre las estructuras exploradas y los sacbeob, con el fin de entender las actividades en que los caminos estuvieron involucrados. Partimos de varias premisas:

1.

Los sacbeob internos de un sitio son una respuesta a las necesidades de ciertos grupos de la sociedad y del desarrollo urbano del sitio.

2.

El arreglo de los sistemas de caminos y la diversidad de los grupos terminales que unen, parecen indicar que estos caminos conjugaron distintas funciones (urbanísticas, religiosas, sociopolíticas).

1

Ver por ejemplo Benavides, 1976 y 1977; Chase, 1998: 31-36; Cobos y Winemiller, 2001; Folan et al., 1995; Garza y Kurjack, 1981: 18-21; Kurjack, 1977: 223-225 y 1994: 314-315; Kurjack y Andrews V, 1976; Maldonado, 1995; Robles, 1977. 2 Ver por ejemplo Aveni y Hartung, 1991: 71; Dunning y Kowalski, 1994: 89; Folan, 1970: 197; 1985: 79 y 1991: 226-227; Rivera Dorado, 1996: 22. 3 Esta “multifuncionalidad” de los sistemas de caminos es expresada por Benavides (1976), cuando señala que los sistemas de caminos debían cumplir dos funciones básicas: las “sociales”, es decir, aquellas que respondían a necesidades de toda la comunidad, y las “de grupo o elitista” que satisfacían los intereses de los segmentos dominantes. Parece claro que en ambos casos las necesidades a cubrir podrían ser muy diversas.

3 3.

Las estructuras adosadas a los caminos deben reflejar en parte las funciones efectuadas en los sacbeob y sus grupos terminales.

4.

Por lo tanto, las estructuras adosadas a los sacbeob y las modificaciones físicas de los mismos, constituyen un indicador probable del uso y los cambios funcionales de los caminos.

5.

Las diferencias en cuanto a los tipos de estructuras adosadas a los sacbeob, indican también posibles diferencias funcionales entre ellos, quizá relacionadas con cuestiones diacrónicas y sincrónicas.

EL SISTEMA DE CAMINOS DE DZIBILCHALTUN Y SUS ESTRUCTURAS ASOCIADAS.

Figura 1. Área central de Dzibilchaltún mostrando su sistema de caminos y grupos terminales (modificado de Stuart et al., 1979).

Dzibilchaltún presenta un sistema de caminos conformado por once sacbeob internos distribuidos dentro de los 3.25 km2 que conforman el área central del asentamiento (Fig. 1). De

4 acuerdo a la evidencia disponible, esta red de caminos se inició probablemente en la primera mitad del Clásico Tardío (c. 600-700 d.C.), quedando concluida hacia el comienzo del Clásico Terminal (c. 830 d.C.) (Andrews IV y Andrews V, 1980: 310; Uriarte, 2003: 47-49).

Los sacbeob de Dzibilchaltún comunicaban los dos grandes conjuntos localizados en el núcleo del asentamiento (Plaza Central y Plaza Sur), con once grupos arquitectónicos terminales situados sobre terrazas o plataformas, denominadas por Kurjack (1974: 74) como “plazas de sacbé”. Estos grupos terminales muestran una gran variabilidad en cuanto a su composición, que va desde la presencia de plataformas aisladas sin evidencia de construcciones superiores, como en la terminal del sacbé 8, hasta conjuntos masivos con pirámides y estructuras abovedadas, como la Plaza Suroeste, terminal del sacbé 6 (Andrews IV y Andrews V, 1980: 310; Stuart et al. 1979; Uriarte, 2003: 40-43).

La centralidad de la Plaza Sur y de la Plaza Central en el arreglo del sistema de caminos, se aprecia claramente en el número de calzadas que se originaron en estos grupos. Siete sacbeob, que hemos denominado primarios, iniciaban en el centro del asentamiento: tres partían de la Plaza Sur (sacbeob 3, 5 y 6) hacia grupos localizados al Norte, Sur y Oeste, mientras que los cuatro restantes (sacbeob 1, 2, 7 y 8), conectaban la Plaza Central con grupos ubicados al Norte, Este y Oeste. Las demás calzadas (sacbeob 4, 9, 10 y 11), que hemos llamado secundarias, unían complejos de terrazas o plataformas con algún sacbé primario o a grupos de estructuras entre sí.

Siendo más precisos, la red de caminos de Dzibilchaltún se estructuró en torno al eje EsteOeste de 2263.00 m, conformado por las terrazas del Grupo de las Siete Muñecas, el Grupo de la Estructura 66, la Plaza Central y los sacbeob 1 y 2 (cf. Andrews IV y Andrews V, 1980: 310) 4. El papel fundamental de este eje en el arreglo del sistema de caminos es claro: además de los sacbeob 1 y 2, otras seis calzadas (sacbeob 3, 7, 8, 9, 10 y 11) se encontraron vinculadas a él, ya sea de forma directa o indirecta. Solo tres calzadas (sacbeob 4, 5 y 6), con origen en la Plaza Sur, se encontraban fuera de dicho eje.

4

Clemency Coggins (1983: 1-2; cf. 1997: 287), ve en el desarrollo de este eje durante el Clásico Tardío un claro intento de planeación urbana organizado en torno a un complejo de pirámides gemelas (Estructura 1-Sub o las “Siete Muñecas” y la Estructura 66).

5 Hasta el momento se han registrado 25 rasgos arquitectónicos a los costados de ocho de los sacbeob de Dzibilchaltún que pueden agruparse en dos clases: estructuras simples y complejos de plataformas con varias edificaciones. Las estructuras encontradas en ambas categorías incluyen edificios abovedados, cimientos rectangulares o absidales, plataformas sin evidencia de construcciones superiores, estructuras de posible función ritual asociadas con altares y estelas (plataformas rectangulares con escalinatas, estructuras abovedadas, construcciones perecederas, altares simples), y basamentos piramidales ya fueran sin evidencia de construcciones superiores, con edificios abovedados o de materiales perecederos (Stuart et al. 1979; Uriarte, 2003: 44-45).

Las excavaciones recientes han permitido registrar otros elementos constructivos relacionados a los caminos. En los sacbeob 2 y 3 se han localizado zócalos o banquetas situados en forma paralela a sus muros de contención, así como escalinatas de acceso a las calzadas (Maldonado et al. 2001: 61; Maldonado et al. 2003: 5-7; Maldonado et al. 2004). EL SACBÉ 2 Y CONTEXTOS ARQUITECTÓNICOS ASOCIADOS.

Figura 2. Sacbé 2. Planta del área liberada mostrando la ubicación de las estructuras asociadas intervenidas (modificado de Uriarte, 2003).

El sacbé 2 fue la calzada mayor del sistema de caminos de Dzibilchaltún con 1283.00 m de longitud, y la tercera más amplia con 19.00 m de ancho (Andrews IV y Andrews V, 1980: 310). Se orientó de Este a Oeste desde el sacbé 3, al Noroeste de la Plaza Central, hasta el Grupo de la Estructura 66. A lo largo de su trayectoria diez estructuras de diferentes clases (basamentos, complejos de plataforma, altares, andadores y cimientos simples) y tres sacbeob (3, 9 y 11) se asociaron a la calzada (Uriarte, 2003: 52-53, tabla 2). Entre 1998 y 2002, el Proyecto Dzibilchaltún efectuó trabajos de exploración en el sacbé 2, entre el sacbé 3 y la estructura 57 o

6 “Templo parado”, liberando y restaurando la calzada e interviniendo cuatro contextos arquitectónicos asociados (Fig. 2).

Estructura 40. Consistió

en

un

basamento de dos cuerpos con una escalinata en su lado Este, construido

sobre

una

plataforma en la intersección de

los

sacbeob

2

y 3,

marcando el inicio de la primera calzada (Figs. 2 y 3). Sus dimensiones fueron de 13.00 m de largo, por 12.00 m de ancho y 4.00 m de altura. No se encontraron restos de alguna estructura superior de mampostería, por lo que es

Figura 3. Estructura 40. Planta arquitectónica con ubicación de pozos estratigráficos.

probable que sostuviera una construcción de materiales perecederos. Frente a la escalinata, sobre el sacbé 3, se encontraban los restos muy erosionados, fragmentados e incompletos de la estela 13. Arquitectónicamente presenta similitudes con los edificios del Clásico Tardío/Terminal de la Plaza Central, como muros de mampostería de grandes bloques de piedra caliza toscamente labrados, esquinas redondeadas, y recubrimiento de estuco en muros y descansos.

La exploración de la Estructura 40 mediante ocho pozos estratigráficos, reveló una larga secuencia constructiva y ocupacional que se inició en el Preclásico Tardío (350 a.C.-250 d.C.)5. Sin embargo, fue hasta el Clásico Tardío (600-700 d.C.) que se construyeron la Estructura 40 y los sacbeob 2 y 3. De acuerdo a los datos estratigráficos y arquitectónicos observados tanto en la 5

Bajo la Estructura 40 y el área adyacente de los sacbeob 2 y 3, se localizó evidencia de subestructuras fechadas para el Preclásico Tardío. Se detectaron al menos cuatro etapas constructivas que consistieron en restos de muros de plataformas, pisos estucados y, destacando entre estos, restos de una estructura circular de mampostería con huellas de estuco rojo. Para una descripción de estos contextos, sus materiales asociados y sus implicaciones en la historia cultural del sitio, ver Uriarte, 2003 y 2004.

7 excavación de la Estructura 40 como en la liberación del sacbé 2, la primera construcción de este periodo fue el sacbé 3. Esta calzada, que partía de la Plaza Sur, parece haber sido de las más tempranas en el sistema de caminos de Dzibilchaltún (Maldonado et al. 2003: 9; Uriarte, 2003: 47, 145; cf. Andrews IV y Andrews V, 1980: 310). Frente a la Estructura 40 los constructores mayas aprovecharon los niveles preclásicos para la edificación de dicha calzada.

Posteriormente, y aprovechando parcialmente la última etapa preclásica, se construyó una plataforma de aproximadamente 11.40 m por lado y 0.82 m de altura, que más tarde se utilizó para sostener a la Estructura 40. Esta plataforma, que antecedió a la construcción del sacbé 2, posiblemente se asociaba al sacbé 3, aunque desconocemos si llegó a sostener alguna construcción anterior al basamento de la Estructura 40.

Dicha plataforma fue cubierta parcialmente por la construcción del sacbé 2, lo que debió ocurrir en algún momento hacia la segunda mitad del Clásico Tardío (c. 700-830 d.C.), en forma simultánea o posiblemente no mucho después de la construcción del grupo de las Siete Muñecas y su contraparte, la Estructura 66 (cf. Andrews IV y Andrews V, 1980: 310). Quizá al final de este periodo o hacia el comienzo del Clásico Terminal (c. 830 d.C.) se construyó la Estructura 40. Para esto fue necesario ampliar la primera plataforma hacia el Norte, cimentando el basamento de dos cuerpos sobre aquella y parcialmente sobre el sacbé 2.

La excavación de un pozo estratigráfico (pozo 2) en la parte central del descanso de la escalinata de la Estructura 40, permitió localizar el entierro (No.1) de un infante de menos de un año, colocado dentro de una cista y acompañado por ofrendas consistentes en un vaso del tipo Dzitya negro, dos cuentas de jadeita, un fragmento de navajilla prismática de obsidiana y un hueso largo de animal, posiblemente de venado, a la altura de las costillas (Coyoc y Uriarte, 2003: 101; Uriarte, 2003: 131-132). La ubicación estratégica de este entierro del Clásico Tardío, exactamente al centro del descanso de la escalinata bajo el basamento, sugiere que pudo haber sido parte de actividades rituales (¿dedicatorias?) previas a la construcción de la Estructura 40.

Junto al perfil Norte de la escalinata, frente al muro Este del edificio, se localizaron los restos de un hogar que quedó cubierto por el escombro de la estructura cuando ésta se colapsó.

8 Estuvo compuesto por un círculo de piedras burdas con huellas de haber sido expuestas al fuego. En su interior, se encontraron restos de carbón de origen vegetal y piedras pequeñas quemadas. Dos pruebas de radiocarbono del material contenido en el hogar, proporcionaron una fecha promedio calibrada con dos desviaciones estándar de 820(888)953 AD.6 Esto señala que la Estructura 40 continuaba en uso ya avanzado el siglo X o quizá hasta comienzos del XI (Uriarte, 2003: 59, 146).

La escasez de cerámica posclásica en los pozos practicados en la estructura, indica que ya se encontraba en desuso para este periodo. Sin embargo, el edificio siguió siendo el foco de algunas actividades probablemente rituales, como atestiguan los restos de una ofrenda depositada en su escombró compuesta por un cajete del tipo Champán rojo sobre Naranja, del grupo Silhó naranja fino, perteneciente al complejo cerámico Zipché del Posclásico Temprano (1000-1200 d.C.) (Uriarte, 2003: 134-135).

Plataforma anexa. Durante el trabajo de liberación efectuado en el lado Norte del sacbé 2, se localizó una estructura asociada a la calzada que no había sido reportada con anterioridad. Se trató de una pequeña plataforma de forma rectangular,

elaborada

con

piedras

toscamente trabajadas y de gran tamaño. Fue adosada al muro Norte del sacbé 2, 50.00 m al Oeste de la Estructura 40 (Fig. 2 y 4). Sus

Figura 4. Plataforma anexa. Vista desde el Noroeste después de la liberación.

dimensiones fueron de 5.80 m de largo, 3.65 m de ancho y 0.50 m de altura. La exploración de esta plataforma permitió la recuperación de material cerámico predominantemente del Clásico Tardío/Terminal (86.54%), si bien un pequeño porcentaje (5.77%) de cerámica del Posclásico Temprano (grupos Sisal, Dzibiac y Dzitás),

6

Muestras INAH-2018 (A-B), procesadas por el Laboratorio de Fechamiento del Instituto Nacional de Antropología e Historia en México, D.F.

9 permiten proponer que esta construcción fue adosada al sacbé tardíamente en el Clásico Terminal o a comienzos del Posclásico Temprano (c. 1000 d.C.) (Uriarte, 2003: 59, 146).

Andador 2-A y Cuarto 1. Durante el recorrido previo a la liberación del lado Norte del sacbé 2, 126 m al Oeste de la Estructura 40, se localizó un andador (2-A) de 17.30 m de largo, 3.60 m de ancho y 0.50 m de altura, delimitado por muros de contención compuestos por una sola hilada de piedras burdamente careadas. En el lado Oeste del andador se adosó un cimiento simple rectangular de 5.00 m de largo y 4.00 m de ancho, formado por piedras grandes sin labrar (Cuarto 1) (Figs. 2 y 5). Este cimiento desplantaba sobre una nivelación de piedras pequeñas y tierra café oscura sin Figura 5. Andador 2-A y Cuarto 1. Planta mostrando la ubicación de las unidades de exploración.

evidencia de pisos. La alta frecuencia

(30.36%) de materiales del Posclásico Temprano (grupo Kukulá), permitieron situar la construcción de estos rasgos en dicho periodo (Uriarte, 2003: 60, 147).

Estructura adosada. Durante la liberación

del

lado Sur del sacbé 2, aproximadamente 91.10 m al Oeste del sacbé 3, se Figura 6. Estructura adosada. Planta arquitectónica.

10 encontró una plataforma adosada al muro de la calzada, de forma rectangular y unida a dos banquetas en sus extremos Este y Oeste respectivamente (Figs. 2 y 6). La plataforma presentaba muros elaborados con piedras labradas en forma rectangular y algunas piedras irregulares en una sola hilada. Solo en el muro Oeste se apreciaba una cimentación doble. Las banquetas asociadas a la plataforma fueron elaboradas utilizando algunas piedras labradas en forma rectangular y otras cortadas irregularmente. Esta estructura tuvo dimensiones aproximadas de 17.50 m de largo por 1.35 m de ancho y hasta 0.70 m de altura.

La gran variación en cuanto el tamaño, forma y calidad de las piedras utilizadas en la estructura y las localizadas en su escombro, donde se encontraron algunas posibles piedras de bóveda y de decoración, permite inferir que fue construida con elementos reutilizados de otros edificios. Este hecho, sumado a la presencia de alguna frecuencia (14.61%) de cerámica del Posclásico Temprano (grupos Kukulá, Sisal, Dzibiac y Dzitás), hacen suponer que la estructura pudo datar para ese periodo (Uriarte, 2003: 61-62, 146; Maldonado et al. 2004: 60).

EL

SACBÉ

5

Y

CONTEXTOS

ARQUITECTÓNICOS ASOCIADOS. El sacbé 5 fue el segundo en extensión en Figura 7. Sacbé 5. Ubicación de los contextos explorados (modificado de Stuart et al, 1979).

Dzibilchaltún con 693.00 m de longitud y 13.00 m de ancho (Andrews IV y Andrews V, 1980: 310)

(Fig. 7). Los datos arqueológicos parecen apuntar a que esta calzada fue una de las más tardías del sistema de caminos de Dzibilchaltún7. Se accedía a este camino a través de un pasillo entre dos conjuntos habitacionales localizados al Suroeste de la Plaza Sur, inmediatamente al Sur del

7

Andrews IV y Andrews V (1980: 310) proponen que esta calzada se construyó durante el Clásico Terminal (8301000 d.C.), ya que en su grupo terminal predominan los edificios de arquitectura Floreciente Puro y de un estilo transicional a éste, además de presentar una orientación distinta a las calzadas que unían componentes arquitectónicos más tempranos.

11 Juego de Pelota. Se extendía en dirección Norte-Sur hasta un grupo de plaza conformado por plataformas, estructuras abovedadas, cimientos simples rectangulares y absidales, y un basamento piramidal (Stuart et al. 1979; Uriarte, 2003: 42). El arreglo del grupo terminal, que presenta también pozos para obtención de agua, sugiere que se trató de un conjunto con posibles funciones habitacionales. Cinco estructuras: cuatro complejos de plataforma y un posible altar, se situaban a lo largo del sacbé. En la temporada 1999-2000 del Proyecto Dzibilchaltún se efectuaron trabajos de exploración en dos de estos complejos de plataforma asociados.

Complejo Plataforma 1.

Figura 8. Complejo plataforma 1. Planta mostrando las unidades de exploración.

Este conjunto se encontraba a 108.00 m del comienzo del sacbé 5 en la Plaza Sur. La plataforma que lo sostenía era, en realidad, una ampliación de la superficie de la calzada hacia el Este y el Oeste (Fig. 8). Sus dimensiones fueron de aproximadamente 44.90 m de largo, 40.30 m de ancho y 0.78 m de altura. Su muro de contención se construyó utilizando grandes bloques de piedra caliza trabajadas.

12

Sobre la plataforma se observaron los restos de un grupo compuesto por cinco cimientos simples de forma rectangular y uno absidal (Fig. 8). Cinco de estas construcciones (estructuras 15) se localizaban en el área mayor de la plataforma al Este del sacbé, distribuyéndose en torno a un espacio central o patio. Esta agrupación se encontraba delimitada de la calzada por una albarrada o muro bajo, formada por piedras trabajadas burdamente (muros a-b). Una edificación más (estructura 6) se encontró aislada en el extremo Oeste de la plataforma. La intervención en este grupo consistió en excavaciones horizontales y estratigráficas en el sacbé 5, las estructuras 5 y 6, la albarrada, y algunos sondeos sobre la plataforma. Sólo la estructura 4 fue excavada en su totalidad.

Se recuperaron 4890 tiestos cerámicos de la excavación de este conjunto. Destacó también el número de metates encontrados sobre la plataforma y alrededor de ella. En total, se registraron 17 metates y fragmentos de ellos, de los cuales 13 se situaban en el patio o espacio central conformado por las estructuras 1-5. Se recuperaron también fragmentos de navajas prismáticas y lascas de obsidiana; una lasca y una punta de proyectil de sílex; y artefactos utilitarios de piedra caliza como manos de metate o mortero y un alisador de estuco. De igual forma, se obtuvieron 11 fragmentos de conchas de moluscos (Uriarte, 2003).

Durante las excavaciones se localizaron tres entierros (3-5) y un depósito de ofrendas. Los entierros fueron localizados dentro de cistas en el extremo de la plataforma al Oeste del sacbé, dos de ellos bajo la estructura 6. Si bien la excavación no fue lo suficientemente extensiva, resulta significativo que el área de menores dimensiones de la plataforma fuera utilizada para inhumaciones. Los entierros estuvieron acompañados por ofrendas cerámicas de los grupos Muna, Chablekal y Teabo (Uriarte, 2003: 130-133; Coyoc y Uriarte, 2003). En el espacio central entre las estructuras 1-5, se localizó un depósito de ofrendas compuesto por vasijas depositadas dentro del relleno constructivo de la plataforma. Las ofrendas consistieron en dos ollas de los tipos Chuburná café y Conkal rojo8, un cajete Sacalum negro sobre pizarra, un cuenco Ticul pizarra delgada y dos cuencos de los tipos Teabo rojo y Dzibikal negro sobre naranja (Uriarte, 2003: 134). 8

Designada como Chuburná café en un trabajo anterior (Uriarte, 2003: 134).

13

El material cerámico más abundante (63.16%) fue el correspondiente al complejo Copó del Clásico Tardío/Terminal (600-1000 d.C.). Las ofrendas y los entierros colocados en la plataforma, así como su relación con la calzada y su grupo terminal, permiten proponer que la construcción de este contexto ocurrió hacia los comienzos del complejo cerámico Copó 2 (c. 830 d.C.)9. Hay evidencia de que la plataforma continuó ocupada durante el Posclásico Temprano (1000-1200 d.C.) e incluso algunas estructuras (4 y 5), así como la albarrada que delimitaba al conjunto del sacbé, pudieron haber sido construidas en este periodo. Así mismo, se recuperó una fuerte cantidad de cerámica del grupo Navulá en el escombro de la estructura 4, indicando al menos una reocupación parcial de la plataforma hacia el Posclásico Tardío (1200-1540 d.C.) (Uriarte, 2003: 150-152).

Complejo plataforma 4.

Figura 9. Complejo Plataforma 4. Planta arquitectónica.

9

Los grupos Dzilam y Conkal predominaron durante el Clásico Tardío (Simmons, 1980; Boucher y Palomo, 1993), mientras que otros como el grupo Ticul serían diagnósticos del Clásico Terminal (Ball y Andrews; 1975: 241-246 y Andrews IV y Andrews V; 1980: 274). Otros como el Muna, Teabo, Chablekal y Chuburná, aparecen a final del complejo Copó 1, pero predominan durante el complejo Copó 2 (Simmons, 1980).

14 A 562.00 m del comienzo del sacbé 5 en la Plaza Sur, se localizó una plataforma de forma irregular adosada al lado Este de la calzada (Figs. 7 y 9). Sus muros de contención fueron elaborados con bloques de piedra caliza cortados burdamente. Presentó dimensiones variables de 14.60 m de longitud por el Norte, 21.10 m en su lado Sur, 16.60 m por el Este y 14.80 m en el lado Oeste, con una altura promedio de 0.57 m. Sobre la plataforma se localizaron dos cimientos simples de forma absidal y uno semirectangular (cuartos 1, 2 y 3) cerrando un pequeño patio. Al Este, se localizó una cuarta estructura no reportada anteriormente asociada al conjunto, sobre una plataforma menor. Las excavaciones en este grupo se efectuaron horizontal y estratigráficamente en las tres estructuras de la plataforma principal y en el sacbé 5.

Como resultado de la investigación se recuperaron 3849 tiestos cerámicos, cuatro fragmentos de navajillas prismáticas de obsidiana, dos lascas de sílex, fragmentos de cuchillos, manos de metate o de mortero, cuentas, alisadores de estuco y percutores de piedra caliza. Ocho metates, completos y fragmentados, fueron registrados en la plataforma o en el área adyacente. Uno de ellos había sido utilizado en la cimentación del cuarto 2. También se registraron tres artefactos y 14 fragmentos de conchas de moluscos (Uriarte, 2003).

Durante la excavación del cuarto 1 se encontró el entierro de un individuo femenino de alrededor de 50 años, depositado dentro de una cista (Coyoc y Uriarte, 2003: 100-103, Uriarte, 2003: 131-133). Acompañando el entierro, fueron depositadas tres vasijas a manera de ofrendas: un plato del tipo San Pablito decorado al negativo (grupo Baca) con soportes matados fue colocado cubriendo el cráneo, y un plato y un cuenco del tipo Chuburná café se encontraron sobre la región coxal. También se recuperaron dos cuentas de jade, un punzón u ornamento de concha y un fragmento de navajilla de obsidiana.

También se recuperaron dos depósitos de ofrendas. El primero de ellos consistió en una olla miniatura del tipo Telchac compuesto, un cajete Teabo rojo y una olla Chuburná café, que fueron fragmentadas y depositadas en el relleno constructivo del Cuarto 1. La segunda estuvo compuesta por una olla del grupo Chum y la mitad fragmentada de un cajete Pizarra Muna, que fueron localizadas en el núcleo del cuarto 3.

15 La mayor parte del material cerámico (67.47%) correspondió al Clásico Tardío/Terminal (6001000 d.C.). Las ofrendas y los entierros encontrados nos permiten inferir que la plataforma data del final del Clásico Tardío o del comienzo del Clásico Terminal. Por haberse adosado al sacbé 5, suponemos que su construcción fue posterior a la calzada. La evidencia señala que la plataforma presentó alguna ocupación hacia el Posclásico Temprano, pero resulta claro que ya para el Posclásico Tardío el contexto se encontraba prácticamente abandonado (Uriarte, 2003: 150-152).

CONCLUSIONES. La evidencia disponible hasta el momento, señala que el sistema de caminos de Dzibilchaltún fue construido probablemente entre la segunda mitad del Clásico Tardío y el comienzo del Clásico Terminal (700-830 d.C.), durante el auge constructivo de la fase Copó (Andrews IV y Andrews V, 1980; Uriarte, 2003). El patrón de asentamiento y el arreglo de las calzadas, parecen indicar que la principal función que desempeñó la red fue la integración del sitio en torno a los grupos centrales (Plaza Central y Plaza Sur). El volumen de sus construcciones y la centralización del sistema de caminos en estas plazas, muestran el predominio de los grupos sociales que ahí se asentaban en la organización sociopolítica de Dzibilchaltún durante el Clásico Tardío y Terminal (600-1000 d.C.).

Pero más allá de esta función básica de integración, un examen más detallado del arreglo del sistema de caminos muestra una diversidad de los elementos que lo componen. Existe una amplia variabilidad en cuanto a la amplitud y longitud de las calzadas (Andrews IV y Andrews V, 1980: 310) Más evidentes aún son las diferencias en cuanto a sus grupos terminales, que se expresan en las clases, cantidades y disposición de las estructuras presentes en cada grupo, así como el área que ocupaban (Stuart et al. 1979). Es posible que esta pluralidad esté indicando la importancia de los grupos sociales relacionados con las terminales de los sacbeob10. Al mismo tiempo, esta diversidad también implica que los grupos comunicados por la red de caminos pudieron desempeñar diferentes funciones. De esta forma, las calzadas de Dzibilchaltún parecen haber satisfecho múltiples necesidades de comunicación al enlazar contextos funcionales distintos. Esta afirmación parece corroborarse con los datos obtenidos de la excavación de 10

Parece lógico pensar que la amplitud de la calzada, junto con el esfuerzo constructivo que representa, esté relacionada con el estatus de los ocupantes de un grupo Terminal y, de igual forma, con el volumen de transeúntes que circulaban por estas vías.

16 contextos asociados a los sacbeob 2 y 5. El análisis de sus características arquitectónicas y materiales arqueológicos, aportó datos que permiten acercarse a la comprensión de las actividades en las cuales esas calzadas participaron.

Además de las diferencias temporales en la construcción de ambas calzadas, los sacbeob 2 y 5 comunicaban grupos terminales de características distintas. El sacbé 2 comunicaba a un grupo de posibles funciones cívico-políticas (Plaza Central) con otros de funciones rituales (Grupo de la Estructura 66) (cf. Coggins, 1983: 2). Por otro lado, el sacbé 5 parece haber enlazado grupos de carácter habitacional (Stuart et al. 1979: Uriarte, 2003: 62, 157).

Las diferencias entre estos caminos también resultaron evidentes respecto a las estructuras asociadas a sus costados. Adosadas al sacbé 2 se encuentran una variedad de estructuras de posible función ritual cuando menos desde el Clásico Tardío (600-830 d.C.), en correspondencia con su grupo Terminal. Este es el probable caso de la Estructura 40. Su aparente función ritual se desprende principalmente de su arquitectura y posible asociación con la estela 13. Es probable también que el hogar situado al costado de la escalinata se relacionara con las actividades efectuadas en la estructura. La ubicación de este basamento al comienzo del sacbé 2 y en la intersección del sacbé 3, así como el posible entierro dedicatorio (entierro 1), destacan la importancia de este edificio11. Esta asociación a estructuras rituales continuó al parecer hasta el Posclásico Temprano (1000-1200 d.C.). Si bien la evidencia arqueológica no es concluyente, debido a su forma arquitectónica y dimensiones me inclino a pensar que la Plataforma anexa y la Estructura adosada fueron posiblemente altares o estructuras rituales asociadas a la calzada durante ese mismo periodo, junto con las Estructuras 60 y 61, dos altares con estelas excavadas por la Universidad de Tulane (Andrews IV y Andrews V, 1980: 235-240).

Sin embargo, también es posible encontrar asociadas al sacbé 2 estructuras habitacionales. Como ejemplos de esta clase de construcciones tenemos a la Estructura 57 o “Templo parado” y el grupo arquitectónico que se enlazaba al sacbé 2 a través del sacbé 11 durante el Clásico

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Posiblemente la Estructura 63, un altar con estela, sea otra construcción de carácter ritual asociada al sacbé 2 durante el Clásico Tardío/Terminal (Uriarte, 2003: 148-149).

17 Tardío/Terminal (600-1000 d.C.)12. Esta función habitacional relacionada con este camino se prolongó hasta el Posclásico Temprano (1000-1200 d.C.), cuando se construyeron el Andador 2A y el Cuarto 1.

En cuanto al sacbé 5, este parece haberse asociado principalmente a conjuntos habitacionales, tales como los complejos de plataforma 1 y 4 relacionados a la calzada a finales del Clásico Tardío o comienzos del Clásico Terminal (c. 830 d.C.) (Uriarte, 2003: 152-156). Los datos apuntan a una función doméstica de ambos conjuntos. Constituían grupos de patio donde se realizaron con seguridad labores domésticas como, por ejemplo, la molienda evidenciada por la importante presencia de metates en los espacios abiertos de las plataformas. La cerámica de formas domésticas (ollas, cazuelas y cajetes) de los grupos Muna, Chum y Chuburná, conformó el 83.57% del material recuperado en la Plataforma 1 y hasta el 96.30% de la plataforma 4 del material correspondiente al complejo cerámico Copó. La colocación de entierros al interior de las estructuras (cf. Landa, 1997: 68) o en el relleno de las plataformas, como ocurre en los contextos explorados, se asocia también con funciones residenciales. El depositar ofrendas constructivas en los cuartos o en el relleno de las plataformas indicaría la participación de los habitantes de los grupos habitacionales en rituales comunes. De igual forma, la recuperación de artefactos utilitarios como navajillas de obsidiana, puntas de proyectil de sílex y piedra caliza y alisadores de estuco, señalan la realización de diferentes actividades de consumo y quizá de producción.

A pesar de que las estructuras habitacionales parecen predominar a lo largo del sacbé 5, existen también elementos que apuntan a que las actividades rituales no fueron ajenas a la calzada. Al comienzo de la calzada se localiza una pequeña construcción que hemos catalogado como un posible altar, si bien no ha sido intervenido. De igual forma, uno de los complejos de plataforma asociados a la calzada se vincula a un basamento piramidal (Stuart et al. 1979; Uriarte, 2003: 159).

Como se ha mostrado, los sacbeob 2 y 5 se enlazaron estructuras o grupos de funciones cívicas, rituales y habitacionales. Es decir, se encontraban vinculados probablemente a funciones 12

Andrews IV y Andrews V (1980: 202-203) consideran que la Estructura 57 no fue originalmente un edificio habitacional durante el Clásico Tardío (600-830 d.C.), pero que probablemente adquirió esta función durante el Clásico Terminal (830-1000 d.C.) y se prolongó al menos hasta el Posclásico Temprano (1000-1200 d.C.).

18 de tipo político, social y religioso. Los datos presentados, que se complementan con los aportados por las intervenciones en otras calzadas del sitio como los sacbeob 1 y 3 (Gamboa, 2004; Maldonado et al. 2004), confirman que las calzadas de Dzibilchaltún se encontraban involucradas en múltiples actividades.

Aún es necesario avanzar en el estudio del sistema de caminos de Dzibilchaltún con el fin de corroborar lo propuesto en este trabajo. Hasta el momento, sólo cuatro caminos (sacbeob 1, 2, 3 y 5) han sido explorados con cierta amplitud. De igual forma, exceptuando los grupos centrales (Plaza Central y Plaza Sur) y el Grupo de las Siete Muñecas, es poco lo que conocemos acerca de la temporalidad y función de los grupos terminales. Lo que resulta claro, es la utilidad que el estudio de las estructuras adosadas a los sacbeob tiene en el análisis de los sistemas de caminos. Los sacbeob individuales junto a sus grupos terminales y estructuras adosadas, deben ser considerados como unidades de análisis y no como elementos independientes. Las calzadas mayas, como otros contextos arquitectónicos, también estuvieron sujetas a modificaciones cuyo estudio no puede ignorarse si se pretende clarificar el papel que desempeñaron en la sociedad maya prehispánica.

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