APROXIMACIÓN A LA PREVENCIÓN DE LA TRATA DE PERSONAS DESDE

June 8, 2017 | Autor: P. Lozano Mendez | Categoría: Trata De Personas
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Descripción

APROXIMACIÓN A LA PREVENCIÓN DE LA TRATA DE PERSONAS DESDE UN ENFOQUE
DIFERENCIAL EN LA CIUDAD DE PEREIRA

Autores.
Piedad Patricia Lozano Méndez
Pilar Adriana Duque Díaz
Diplomado Comprensión de la Trata de Personas
Universidad Libre de Pereira

Piedad Patricia Lozano Méndez, psicóloga que en el pregrado fue declarada
como Alumna Distinguida y Alumna Meritoria; diplomada en Atención
psicosocial en desastres, Prevención del abuso sexual, Territorialización
del Plan de Igualdad de Oportunidades, Modelo solidario de atención a la
familia en el sistema de responsabilidad penal; especialista en Servicios
de Gerencia en Salud; Magistrada y Presidenta del Tribunal Deontológico y
Bioético del Colegio Colombiano de Psicólogos para el Eje Cafetero,
Coordinadora de Campo de la Psicología de la Sexualidad, para el Eje
Cafetero del Colegio Colombiano de Psicólogos; Investigadora y coautora de
las publicaciones Salud Sexual y reproductiva, Vol. 1 (ISBN: 978-958-8065-
46-5), Vol. 2 (ISBN: 978-958-8065-47-2) y Primer Plan Piloto de Salud
Comunitaria (ISBN: 8065461). Catedrática y Docente universitaria de
Teología, Psicología del Desarrollo, Social y Comunitaria, Educativa y
Sexualidad.

Pilar Adriana Duque Díaz, promotora social; psicóloga en formación
profesional, diplomada en Docencia Universitaria y Territorialización del
Plan de Igualdad de Oportunidades; certificada como Profesional entrenada
en procesos de Asesoría y Prueba Voluntaria para VIH. Artista y escritora
de poesía, con la publicación de Sentires polémicos (Registro Derechos de
Autor: Libro 10, Tomo 109, Partida 169) y varios artículos en revistas y
periódicos (Humanidad-es) universitarios. Coautora del Manual de Prevención
de la Violencia. Docente universitaria en Técnicas de expresión escrita y
oral y consejera territorial del municipio de Pereira.


Resumen
La trata de personas es un delito que vulnera los derechos del ser humano,
(libertad, integridad, vida y la dignidad), dado que su propósito es la
explotación de la persona. El abordaje a este tema debe ser con un enfoque
de derechos, de género, diferencial e integral, ya que toca nuestra
realidad humana, social, cultural, política, de género y de derechos. La
prevención es la mejor estrategia para sensibilizar e informar a la
comunidad, para que ésta identifique los factores de vulnerabilidad que
facilitan este delito y determine los factores de generatividad que la
empoderan para intervenir de forma oportuna y eficaz; de esta forma se
participa y ejerce corresponsabilidad en la construcción de alternativas
para prevenir la trata de personas.

Palabras clave: Trata de personas, enfoque diferencial y de género, modelo
solidario, prevención

Abstract
Trafficking in persons is a crime that violates human rights (freedom,
integrity, life and dignity), as their purpose is the exploitation of
persons. The approach to this issue should be a focus on rights, gender,
differential and integral, because it touches our reality human, social,
cultural, political, gender and rights. Prevention is the best strategy to
educate and inform the community, so that this identifies vulnerabilities
that facilitate this crime and establish the generativity factors that
empower it to intervention in a timely and effective; thus participates and
exercises responsibility in the building of alternatives to prevent
trafficking in persons.

Keywords: Human trafficking, differential approach, partnership model,
gender approach, prevention.

Introducción.
El presente ensayo está orientado a plantear desde un modelo preventivo el
enfoque de derechos, de género y diferencial en el tema de la trata de
personas, que es identificado desde las diferentes publicaciones y
normativas como delito, siendo la peor manifestación de la violación de
derechos humanos; las evidencias en las cifras estadísticas nos expresan
que este fenómeno no afecta a toda la población por igual, sino que existen
grupos más vulnerables, como por ejemplo las mujeres, niños, niñas y
adolescentes. Por lo anterior el abordaje que cualquier tipo de
intervención, desde la prevención y atención, debe considerar es el enfoque
de derechos, de género y diferencial, para que las características
específicas y particulares de estas poblaciones orienten las diferentes
acciones que se quieran realizar y lograr el objetivo final de disminuir el
número de víctimas, con programas adecuados de prevención que contribuyan a
mejorar la capacidad de respuesta del municipio y de la sociedad civil
frente a la trata de personas y de esta forma integrar y articular acciones
focalizadas por género, factores situacionales y comunitarios, para reducir
el riesgo e incrementar la corresponsabilidad, con la generatividad
individual, familiar y contextual.

Descripción de la temática.
El análisis de un enfoque diferencial para el diseño y planeación de
estrategias encaminadas a la prevención de la trata de personas en el
municipio de Pereira, es el objetivo de este ensayo. Las estadísticas
arrojan que la mayoría de víctimas de este delito son mujeres[1] (p.31)
determinando así un perfil[2] (UNODC, 2009) específico de género (p.8) y
los estudios que la OIM[3] ha realizado identifican algunos de los factores
de riesgo de alta vulnerabilidad (condiciones socioeconómicas, políticas y
culturales, tales como la falta de oportunidades, la inequidad de poder,
las condiciones de pobreza, situaciones de violencia, bajos niveles de
educación, falta de información, insatisfacción de necesidades básicas y
vulneración continua y persistente de derechos); por ello la prevención
tendría una metodología que parte del modelo solidario, un nivel de
intervención primaria (dirigida a las mujeres, adolescentes, niñas, con
necesidades específicas, actuando sobre los contextos sociales y
situacionales que favorecen la trata de personas), con una estrategia de
acción comunitaria para lograr el empoderamiento y autonomía de las
mujeres, transformando así los contextos socioculturales, mejorando además
las relaciones al interior de la misma familia, comunidad, barrio, comuna,
los canales de comunicación y el nivel de conocimiento acerca de la
realidad local, participando activamente en el mercado laboral en igualdad
de condiciones, generando alternativas para el trabajo digno y los ingresos
de las mujeres, potenciando de esta forma los factores de generatividad
individuales, familiares y comunitarios en el instrumento de innovación
para hacerle frente al delito de la trata de personas. Se concluye entonces
que este tipo de intervención además de proporcionar información a la misma
comunidad y a las mujeres frente a su propia realidad, brindará elementos y
experiencias para incorporarlos dentro de la política pública municipal en
la prevención de la trata de personas en el municipio de Pereira.

Fundamentación de la reflexión.
La trata de personas es definida por la OIM[4] (2011) como "un delito de
lesa humanidad que constituye la violación de los principales derechos
humanos de las víctimas, que se caracteriza por el traslado al interior o
fuera del país de una persona con fines de explotación que puede ser
sexual, laboral, mendicidad ajena, entre otros, sin importar el género,
edad o lugar de origen de las posibles víctimas" (p.24); el enfoque de
derechos abarca la dignidad de la persona, sus libertades fundamentales, y
cuando se atenta contra estas se causan daños irreversibles violentando
tanto el desarrollo integral de las personas (Fernández Aller, 2009)[5],
como el desarrollo socio-económico, cultural y político de los países; el
enfoque de derechos se convierte entonces en el eje transversal en que la
planeación, diseño, metodología y estrategias deben apoyarse; el Derecho
Internacional reconoce que hay ciertos grupos de personas que tienen
necesidades de protección diferenciales a raíz de sus situaciones
específicas, y en algunos casos, de su vulnerabilidad manifiesta o de
inequidades estructurales de la sociedad. Estas necesidades especiales de
protección, han sido reiteradas por órganos de supervisión de los Derechos
Humanos, como el Comité de Derechos Humanos y el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales[6]; adicionando el enfoque diferencial
como un método de análisis que toma en cuenta las diversidades e
inequidades existentes en la realidad, con el propósito de brindar una
adecuada promoción, atención y protección de los derechos de la
población[7] (CODHES, 2008). Se toman en cuenta las diferencias de género,
identidad sexual, identidad étnica, edad y situación de salud entre otras,
con el fin de evidenciar las formas de exclusión, discriminación y
dominación que se ejercen sobre las mujeres y sobre los colectivos como
efecto de las diversas asimetrías en las relaciones de poder en las cuales
participan (Montealegre, 2010)[8], convirtiéndose así en la perspectiva
desde donde se visibilizan las inequidades y las vulnerabilidades (p.18).
El género es una variable estructural de primer orden que influye sobre
todos los procesos sociales, por ello se hace necesario abordar el enfoque
de género, ya que las estadísticas mundiales expresan que el 80% de los
casos de trata de personas, son mujeres, por ello este fenómeno afecta de
forma particular la condición de género, esto debido a los estereotipos
culturales, donde las mujeres asumen todas las responsabilidades que no
están de acuerdo ni a su edad, ni a sus recursos personales. Por ejemplo,
adolescentes que quedan embarazadas a temprana edad, mujeres que al
separarse de sus parejas quedan solas a cargo de sus familias, mujeres que
por su nivel académico no pueden acceder a un empleo igualmente remunerado
que el hombre; por ello las mujeres tratan de responder a estas
condiciones, buscando la manera de participar activamente en el mercado
laboral, aunque muchas veces en circunstancias desfavorables frente a las
de los hombres y cuando no encuentran otra forma de mejorar su situación de
miseria, deciden aceptar "propuestas y engaños" que las conduce a ser
víctimas de la trata de personas. Las mujeres siguen siendo las principales
afectadas por la pobreza. La desigualdad y la discriminación por razón del
género es una constante en nuestra sociedad colombiana, que según los
reportes internacionales Colombia ocupa el tercer puesto a nivel mundial
entre los países donde existe mayor inequidad. Desde el año 2007 Social
Watch desarrolla el Índice de Equidad de Género (IEG) para volver más
visibles las inequidades de género y para monitorear su evolución en los
diferentes países del mundo. El IEG se basa en información disponible y
comparable a nivel internacional y permite posicionar y clasificar países
de acuerdo a una selección de indicadores relevantes a la inequidad de
género en las dimensiones educación, participación económica y
empoderamiento.
El IEG mide la brecha entre hombres y mujeres en educación, actividad
económica y empoderamiento político. La Social Watch calcula un valor de la
brecha de género para cada una de las tres áreas, en una escala del 0
(cuando, por ejemplo, ninguna mujer recibe educación pero todos los hombres
la reciben) al 100 (igualdad perfecta). A su vez, el IEG es el promedio
simple de las tres dimensiones. En materia de educación, el IEG observa en
la brecha de género en la matrícula a todos los niveles de la enseñanza y
en la alfabetización; la participación económica calcula las brechas en los
ingresos y el empleo; y el empoderamiento mide las brechas en los empleos
altamente calificados, los cargos parlamentarios y las cúpulas económicas.
La situación de la mujer en más de un centenar de países, se da a través
del conocimiento de su grado de empoderamiento, de su actividad económica,
y de los datos relativos a la educación de las mujeres. Alcanzar entonces
la autonomía de la mujer y promover la igualdad entre hombres y mujeres es
labor de los Estados, consiguiendo desde las libertades más elementales
hasta lograr la responsabilidad familiar compartida y la igualdad y equidad
salarial y de participación y representación política, es el máximo grado
de equidad.
Colombia, tiene un GEI final 2012 de 0.64.
La vulnerabilidad de las mujeres colombianas y específicamente de las
pereiranas denota dificultades especiales, con estereotipos culturales que
a nivel de la sexualidad la marcan y la hacen blanco y proclives a la
explotación sexual, el alto índice de desempleo impide que acceda a los
recursos, a los puestos de representación política, o al empleo digno en
las mismas condiciones que los hombres (al Pereira ocupar uno de los
índices más altos en desempleo, ubica a las mujeres como la mayoría de
población); en Pereira, no existe política pública para las mujeres, la ley
1257 de 2008 de prevención y atención a la violencia contra la mujer,
todavía no se implementa ni cumple en su totalidad; se destaca en esta
administración municipal la creación del subprograma de equidad de género
como un inicio para garantizar los derechos de las mujeres y formular la
política pública municipal de equidad para la mujer, que contemple los
temas de trata de personas y migraciones.
En este contexto, las mujeres están en desventaja en particular por su
condición de género, ya que la trata de personas no afecta a toda la
población por igual, sino que se evidencia más vulnerabilidad en las
mujeres, por las inequidades y desigualdades existentes, el mercado laboral
segregado por sexo que supone oportunidades de empleo diferente y desigual;
la división sexual del trabajo que envuelve una compleja red de derechos y
deberes desde lo cultural y socialmente ordenados en el uso del tiempo de
hombre y mujeres (trabajo no remunerado, dobles jornadas de trabajo); y
por la búsqueda de mejores oportunidades creando de esta manera las
condiciones de riesgo para caer en la trata de personas.
Este punto de partida que constituye el enfoque de un programa de
prevención, desde los derechos, que contempla especialmente la variable del
género y el enfoque diferencial, por edad, condición sociocultural, nivel
educativo, condición familiar, laboral, etc., facilitará trazar una ruta
segura que además contará con los insumos que las mismas mujeres desde su
propia realidad, identificarán, para proyectar los factores de
generatividad, que permitirán la construcción de redes y factores
protectores para esta población.
De aquí nace la conciencia de la corresponsabilidad, donde cada mujer,
niña, adolescente y joven intervenida, determina sus limitaciones y
fortalezas para potenciarlas a nivel familiar, de barrio, comuna, con el
apoyo municipal y así empoderarse con la información, el conocimiento de
sus derechos y el ejercicio de los mismos e iniciar la implementación de
proyectos individuales, familiares y comunitarios, que proporcionen una red
social y comunitaria que desarrolle y permita la satisfacción de las
necesidades básicas, mejorando la calidad de vida de las mujeres y sus
familias y de esta forma minimizar los factores de riesgo hacia la trata de
personas.
Un proceso de prevención primaria busca entonces sensibilizar a las
comunidades a través de la recepción de información clara frente a la
realidad y vulnerabilidad del municipio, de grupos y de personas, generando
espacios de reflexión, análisis y evaluación que visibilicen las
modalidades y cadenas de la Trata de Personas.
La corresponsabilidad y participación comunitaria, proyectan excelentes
resultados al ser la misma comunidad la que define cuáles son los factores
de riesgo más importantes a trabajar y cómo hacerlo; se identifican los
factores estructurales (la pobreza, deserción escolar, no acceso a trabajo,
marginalidad, violencia intrafamiliar, etc.); la intervención es de largo
plazo; pero el trabajo sobre estos factores aumenta las posibilidades de
integración a la vida productiva y disminuye la percepción de deprivación y
frustración, reduciendo las probabilidades de decisiones y conductas de
alto riesgo en el futuro.
La estrategia preventiva de acuerdo al ámbito de acción que se debe
implementar es la comunitaria, porque combina elementos tanto del ámbito
social como del situacional, y su característica más definitoria ha sido la
participación local, especialmente definida como el barrio. Se incluyen,
por ejemplo, las experiencias comunitarias (mingas de construcción,
adecuación de zonas comunes, de recreación, etc.), la creación de comités y
el involucramiento en proyectos de corto alcance enfocados a la prevención
social o situacional. Cuando se han identificado factores de riesgo
precisos, se pueden articular y relacionar acciones participativas y
comunitarias que pueden ayudar a superarlos.
Las diferentes dinámicas de poder en los hogares determinan las decisiones
de migrar, de dejarse tentar frente a las ofertas de trabajo en otras
ciudades o países; los roles y estereotipos de género fijan las formas
culturalmente aceptadas de movilidad y precisan los términos en que esta
migración puede ser emprendida por hombres o mujeres; las barreras de
acceso al crédito que las mujeres enfrentan determinan sus posibilidades de
emprendimiento productivo, etc. Por eso a nivel preventivo se propone una
intervención desde el modelo solidario, donde la familia es el núcleo y
célula de supervivencia, "la unidad ecosistémica, donde se dan todas las
diferentes relaciones y manifestaciones de solidaridad, mediante los
rituales cotidianos, los mitos y las ideas acerca de la vida, en el
interjuego de los ciclos evolutivos de todos los miembros de la familia en
su contexto sociocultural" (Estupiñán, J. y Hernández, A. 2007), se tejen
las primeras dinámicas y redes vinculantes, que facilitan o no los procesos
de interacción humana, admite observar cómo se asumen los roles de padres,
hijos, hermanos, etc.; cómo distribuyen las tareas, estilo de liderazgo de
las figuras parentales, grado de participación en las decisiones que
afectan a la familia, formas de ejercer la disciplina y de resolver los
conflictos, cómo se sienten con esa forma de relacionarse y cómo la
perciben, la sienten y piensan.
Sin embargo hay que trascender la atención individual y movilizar procesos
de colaboración y de corresponsabilidad con la familia, porque para quienes
la integran es el contexto más benéfico para generar vínculos
significativos, favorecer la socialización y estimular el desarrollo
humano, convirtiéndose en el capital social de la comunidad y del
municipio.
En el esquema de Rianne Eisler las relaciones de género desde el modelo
solidario: valora por igual lo femenino y lo masculino, y otorga primacía
operacional a los valores estereotípicamente "femeninos" como la crianza,
el cariño, la compasión y la no violencia[9]; violencia y abuso no son
componentes estructurales del modelo solidario, tanto que niños como niñas
pueden aprender la resolución no violenta de los conflictos; la estructura
social es en general más igualitaria, con diferencias (ya sean de género,
raza, religión, orientación sexual o sistema de creencia) no asociadas
automáticamente con un status social y/o económicamente superior o
inferior.
El modelo solidario ofrece una mirada comprensiva del contexto familiar y
permite identificar los factores de riesgo, los factores protectores y los
recursos tanto de la familia, como de sus integrantes, desde el perfil de
vulnerabilidad y generatividad; también permite identificar la red de apoyo
social y familiar, los referentes familiares, grupales e institucionales y
el modo en que pueden servir de apoyo en las situaciones difíciles.
El criterio de generatividad "se refiere al grado de autonomía y de
autosuficiencia individual, familiar, para satisfacer las necesidades de
cualquier índole; la generatividad relacionada directamente con los
factores protectores" (Estupiñán, J. y Hernández; A. 2007).
La orientación es despatologizante, en la medida que todos los seres
humanos, igual que todas las familias, tenemos vulnerabilidades, pero
también capacidades de resciliencia, convertidas en factores protectores,
que nos posibilitan la autogestión frente a nuestras mismas limitaciones,
pero que identificadas y trabajadas en grupos de referencia, núcleos
familiares y comunitarios generan desarrollo individual y grupal,
entretejiendo redes de apoyo en la participación de los mismos procesos;
por esto la intervención desde este modelo solidario garantiza una
intervención segura en procesos de prevención y evaluación.






























Conclusiones.
El género es un factor determinante para la comprensión del fenómeno de la
trata de personas.
La trata de personas afecta a las mujeres de manera desmedida y es por
tanto un delito que no es neutral en términos de género.
El contexto, las condiciones socioeconómicas, políticas y culturales del
municipio y del país, exponen de manera particular a las mujeres, niñas,
niños y adolescentes al riesgo de ser víctimas de la trata de personas.
Mediante la implementación de políticas locales urge trabajar la equidad
entre hombres y mujeres como un componente básico del desarrollo humano,
ampliando la definición más allá de sus límites económicos y promoviendo la
inclusión del bienestar de las personas, de las mujeres, en todas las áreas
del desarrollo (política, acceso laboral, de justicia, en salud, vivienda,
educación, etc.
La endogenización del enfoque diferencial, de derechos y de género,
visibilizara características, situaciones específicas que permitirán la
expresión de pensamientos, actitudes y respuestas generativas,
transformando así los contextos socioculturales; reconocimiento en la
corresponsabilidad y participación de las estrategias frente a la
prevención y lucha contra la trata; así mismo la realización de
diagnósticos participativos, la concertación de acciones y el formar redes
de apoyo comunitario, serán las verdaderas barreras que vencerán los
factores de riesgo.
La prevención de todos los riesgos para el ejercicio libre y autónomo de
derechos implica tomar las medidas necesarias y posibles para evitarlos o
tratar de reducir sus efectos. En consecuencia, se trata de fomentar y
construir una actitud propositiva, no reactiva, y consciente de las
dimensiones complejas del contexto y de las personas.
La implementación del modelo solidario en la intervención de prevención,
garantizará la corresponsabilidad, la participación de las comunidades y la
identificación de las vulnerabilidades y necesidades de las mujeres y así
mismo los factores de generatividad que potenciaran a las mismas
comunidades en una fusión de recursos y apoyo local.
Es importante que se enmarque en el proceso de prevención las
desmitificación de la "mujer pereirana" para deconstruir los mitos sobre el
comportamiento sexual de la mujer pereirana, estereotipo que la hace blanco
de búsquedas por parte de las redes tratantes.

Bibliografía.
Boye Snippet, Otto (1984). La no violencia activa, camino para conquistar
la democracia. Chile. 1984

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Estupiñán, Jairo y Hernández, C. Ángela. (2007). Lineamientos técnicos para
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Fernández Aller, C. (2009). Fundamentos y conceptos del enfoque basado en
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Montealegre, Diana María (2010). Módulo Enfoques Diferenciales de género y
etnia. Bogotá: GTZ, Oficina de Cooperación Suiza en Colombia, Universidad
Nacional de Colombia.

Vargas, T. Elvia, Flórez, Carmen Elisa, Mendoza S., Laura María. (2011).
"Trata de personas en Colombia: una aproximación a la magnitud y
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LEY 985 DE 2005 (Agosto 26). Por medio de la cual se adoptan medidas contra
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Pearson, Elaine (2003) Manual de derechos humanos y Trata de personas.
Alianza global contra la trata de mujeres. OIM Colombia.

Manual para la lucha contra la trata de personas. Programa mundial contra
la trata de personas. Naciones Unidas. USA 2007








-----------------------
[1] Trata de personas en Colombia: una aproximación a la magnitud y
comprensión del problema. OIM 2011
[2] Informe Mundial sobre la Trata de Personas. Resumen Ejecutivo. UNODC
2009 Bogotá
[3] Ibid. OIM 2011
[4] "Trata de personas en Colombia: una aproximación a la magnitud y
comprensión del problema" OIM 2011
Editorial Kimpres. Bogotá
[5] Fernández Aller, C. 2009. (pp. 31-63)
[6] Informe conjunto al Comité de derechos económicos, sociales y
culturales. Red española contra la trata de personas. España 2009
[7] CODHES. (2008). Desplazamiento Forzado y Enfoques Diferenciales,
Documentos CODHES N° 9. Bogotá, D.C.: Consultoría para los Derechos Humanos
y el Desplazamiento.
[8] Montealegre, D. M. (2010).
[9] "La no-violencia activa, camino para conquistar la democracia" Otto
Boye Snippet. Chile.1984
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