Aportes de la Psicopedagogía a los nuevos escenarios. La clínica psicopedagógica como laboratorio de investigación social.

La Termodinámica, un modelo para pensar el sujeto.
Por Silvia Pérez Fonticiella y Mario Valdez.

El universo evoluciona en forma continua e irreversible y las grandes líneas de la historia del universo se produjeron a partir de una dialéctica entre la gravitación y la termodinámica, (entre Einstein y Boltzmann).
Para Prigogine, el hombre no crea el tiempo sino que proviene de él; deberíamos considerar al tiempo como lo que conduce al hombre. La perspectiva científica ha pasado de una "alianza animista", un mecanismo simple e irreversible, el modelo mecanicista del "mundo reloj", con su visión fragmentada y parcial del mundo y del hombre, descompuesto en piezas, partículas, moléculas, hacia una imagen de procesos de conjunto, irreversible, que ponen en juego las nociones de estructura, función, historia, desequilibrio estructurante, donde la irreversibilidad es fuente de orden y creadora de organización.
Si se aplican estos conceptos al sujeto, objeto de investigación de la clínica psicopedagógica, podemos pensarlo como un sistema complejo que se desarrolla en una historia natural del tiempo, tiempo que es interiorizado y que se transmite de una generación a otra, de una especie a otra, a través de una evolución biológica y una evolución social.
De acuerdo al segundo principio de la termodinámica, nunca será posible predecir el futuro de un sistema complejo, lo que parece certeramente aplicable al actor social y en especial, al sujeto de la clínica psicopedagógica, quien muchas veces arriba con una etiqueta, con un diagnóstico-estigma que lo ubicará o excluirá de determinados lugares, le dará acceso o no a determinados niveles sociales, tipos de recreación, niveles educativos y laborales entre otros. Esta etiqueta, portadora de una sentencia emitida desde la posición de un "discurso del Amo", (Lacan), afectará no sólo su presente sino también su futuro.
En este sentido, al pensar al sujeto como sistema complejo podría prevenirse esta suerte de futurología que se hace con su diagnóstico desde algunos campos del saber, asumiendo en cambio que no se puede sostener una sentencia pre-establecida acerca de hasta dónde puede llegar, luego de la intervención psicopedagógica.
La termodinámica también provee herramientas cognitivas y modelos que ayudan a analizar el comportamiento intelectual y relacional del sujeto, las que permiten hacer lecturas que, para nuestra sorpresa, se apartan de los modelos positivistas y esencialistas. Prigogine señala que al empezar a trabajar con la termodinámica observó que la materia, lejos de buscar el equilibrio (como enseña la mecánica clásica, animista y esencialista) adquiere nuevas propiedades, típicas de las situaciones de no-equilibrio, situaciones en la que un sistema, lejos de estar aislado, es sometido a fuertes condicionamientos externos; asimismo, debido a esta cualidad, adopta plásticamente variadas formas, que son su mejor forma de responder a esos condicionamientos en un momento histórico dado. Esto también se observa en la clínica psicopedagógica, cuando presenciamos cómo, un sujeto, alumno-paciente despliega conductas que nos muestran diversos posicionamientos subjetivos respecto al aprendizaje.
Otro concepto que podría aplicarse para pensar al sujeto en situación de aprendizaje, al alumno que aparentemente "no se adapta" a la situación áulica, "el" que "no aprende", se relaciona con el segundo principio de la termodinámica, estudiado por Schrödinger y que complementó Prigogine, sobre la lógica de los sistemas disipativos. Los sistemas disipativos son una clase determinada de sistemas físicos y químicos que, por su semejanza con los objetos vivos, se los ha llamado "organismos de la física".
Todos los sistemas disipativos son sistemas termodinámicamente abiertos, mantenidos por un flujo continuo de materia y energía que los atraviesan. En determinadas condiciones, tales sistemas pueden estar sujetos a una auto-organización espacial, acompañados de un aumento del pasaje de energía. Al igual que una estructura disipativa fisicoquímica, que tiene la posibilidad de estados múltiples, puede pasar de ser un hervidero de partículas que se mueven arbitrariamente, a ser una forma en la que millones de partículas llevan a cabo movimientos coordinados. Un ser humano puede pasar de un estado de máxima hiperactividad a otro de tranquilidad, a tener momentos de dispersión y otros de máxima concentración. Por lo tanto, el sujeto en situación de aprendizaje no puede ser aprehendido como un sujeto en equilibrio, lineal, pues ahí quedaríamos encerrados en una sola solución, y en desconocimiento de la riqueza de la multidiversidad.
Es decir entonces que un sujeto en situación de aprendizaje, es un sujeto sometido a condiciones de no-equilibrio que producirá conductas, respuestas, que procuran tramitar sus afectos, sus fantasías inconscientes, sus exigencias internas y externas, bajo una modalidad que puede no ser la esperada por el grupo social al que pertenece, situación que también puede poner en evidencia las "fallas" o fracasos de las instituciones de la sociedad, ( familia, escuela, entre otras) aquellas encargadas de regular el "goce".


En Aportes de la Psicopedagogía a los nuevos escenarios.
"La clínica psicopedagógica como laboratorio de investigación social"
2015, Córdoba, Editorial Advocatus.


El término "alianza" hace referencia al libro del bioquímico francés J. Monod,