Aporte al conocimiento del poblamiento prehistórico del Valle del Guadiaro: Cueva Hoya del Higuerón (Cortes de la Frontera, Málaga)

July 12, 2017 | Autor: José Ramos Muñoz | Categoría: Prehistoric Archaeology, Neolithic Archaeology
Share Embed


Descripción

APORTE AL CONOCIMIENTO DEL POBLAMIENTO PREHISTÓRICO DEL VALLE DEL GUADIARO: CUEVA HOYA DEL HIGUERON (CORTES DE LA FRONTERA, MALAGA)

1.

INTRODUCCIÓN

El hallazgo de este nuevo yacimiento puede considerarse fruto de la labor de divulgación arqueológica llevada a cabo por el Departamento de Arqueología de la Excelentísima Diputación Provincial de Málaga entre los escolares malagueños. Fundamentalmente, esta tarea consiste en dar a conocer a los chavales el patrimonio arqueológico local, haciendo especial hincapié en el respeto que debe merecernos la conservación de estos bienes culturales.

El descubrimiento de esta nueva estación arqueológica (que denominamos Cueva Hoya del Higuerón debido al topónimo del lugar en que se encuentra) fue comunicado al Departamento de Arqueología por medio de una llamada telefónica procedente del Colegio Público Nuestra Señora del Rosario, de Cortes de la Frontera, a través del profesor de 8º de E.G.B. don Francisco Marques Barea, quien nos anunció el hallazgo realizado por sus alumnos de gran cantidad de restos óseos en el lugar conocido como "Cerro de la Viña". Visitado el sitio se comprobó la existencia de una posible necrópolis medieval con al menos diez tumbas, todas saqueadas. Los alumnos nos informaron también de una cueva c e r c a n a que c o n t e n í a r e s t o s c e r á m i c o s y óseos. Trasladados a la cueva se verificó la existencia de gran cantidad de material cerámico esparcido por el interior de la misma, fruto del saqueo sistemático que, al parecer, ha venido sufriendo. El estudio de estos materiales arqueológicos es el objeto del presente trabajo (1).

2.

SÍNTESIS G E O G R Á F I C A

El término municipal de Cortes de la Frontera, con una superficie de 17.363 hectáreas, se ubica en los confines de las tierras malagueñas por su parte oeste, limitando con la provincia de Cádiz por sus extremos norte, sur y oeste, y con los municipios malagueños de Gaucín, Benarrabá, Benalauria, Benadalid, Jimera de Libar y Benaoján por el este. En su actual configuración administrativa adopta una forma irregular que se orienta en dirección N.E.-S.O., extremos en los que se estrecha considerablemente ensanchándose en su parte media.

DETALLE SACADO DEL MAPA MILITAR DE ESPAÑA HOJA 14-49 (1064) "CORTES DE LA FRONTERA" E 1/50 000. 3ERVICIO GEOGRÁFICO DEL EJERCITO (1 980 ) CUEVA DE LA HOYA DEL HIGUERON

SITUACIÓN GEOGRÁFICA LOCAL

El accidente geográfico más destacado del relieve está representado por la Sierra de Libar, enorme macizo calcáreo que se asienta al norte del municipio y en cuyas primeras estribaciones se ubica el núcleo urbano, a una altitud media sobre el nivel del mar de 633 metros. Dentro de este macizo calizo, alineado en sentido N.E.S.O., se encuentran las máximas altitudes del término municipal, representadas por la Sierra de los Pinos (1.397 m.) y Sierra Blanquilla (Cerro de Martín Gil, 1.396 m.). El resto del municipio se desenvuelve en una serie de relieves ondulados a una considerable altitud media, por donde desciende el valle encajonado del río Guadiaro que, en sentido N.E.-S.O., recorre y limita todo el término municipal por su lado este, siendo el elemento más importante de la red hidrográfica y principal vía de penetración natural hacia el interior. Entre los afluentes más destacados que recibe por su derecha, cabe citar la Garganta de la Pulga, los arroyos del Colmenar y de los Fresnillos y la Garganta de Malillos. 3

Extracto de la Revista Jábega nº 52, año 1986. © Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (www.cedma.es)

CUEVA HOYA DEL MIGUERON CORTES DE LA FRONTERA.MALAGA

La e c o n o m í a se basa f u n d a m e n t a l m e n t e en los productos obtenidos de los alcornocales, ocupando las tres cuartas partes de la superficie municipal (unas 12,342 hectáreas), en una zona de clima mediterráneo húmedo con dos pequeñas áreas (Altos del Berrueco y El Castillo) de clima mediterráneo templado. Las precipitaciones son abundantes (1.263 milímetros/año) a causa de las influencias atlánticas. Los meses de mayor registro van de noviembre a febrero, con máximo en enero (204 milímetros), con sequía casi total en los meses de junio a septiembre (mínimo en julio, cero milímetros).

El Jurásico, representado por calizas más o menos dolomitizadas en la base con episodios brechoides y oolíticos, atribuidos al Lias, continúa más arriba con calizas mal estratificadas, generalmente oolíticas, con episodios locales de dolomitización, datado como Dogger para terminar con una serie de calizas nodulosas muy bien estratificadas, atribuidas al Malm; tiene un espesor máximo superior a 500 m. y constituye todas las principales estribaciones de la Sierra de Libar y el karst emplazado en su seno. Discordante aparece a continuación el Cretácico Superior, directamente sobre el Jurásico, representado por finas capas rojizas de margas y calizas a modo de flysh, Su espesor en Libar es rara vez superior a 100 m.

La temperatura media anual se sitúa en 14,2° C, con valores mínimos en diciembre-enero (7,4° C. de media) y máxima en julio-agosto (23,6°-23,9° C. de valor medio (2).

4. 3.

LOCALIZACION DEL Y A C I M I E N T O

La Cueva Hoya del Higuerón se localiza al N.E. del casco urbano de Cortes de la Frontera, a unos 2 kilómetros de éste, en la margen izquierda de la carretera de Cortes a Benaoján, al pie de la Sierra Blanquilla, y a una cota aproximada sobre el nivel del mar de 740 m. (3). Sus coordenadas U.T.M.: 2 9 1 . 9 2 0 / 4 . 0 5 7 . 4 9 0 (fig. 1). El yacimiento se enclava en terrenos del karst de Libar (4) correspondiendo a las zonas externas de la Cordillera Bética, y, más concretamente, al Subbético interno, representado aquí por una cobertera post Paleozoica que de muro a techo presenta la siguiente serie: — El Trias de facies germánica no aflora en Libar sino su proximidad por el N.

D E S C R I P C I Ó N DE LA C A V I D A D

La boca de entrada se abre en una pared rocosa a unos 20 m. del suelo. Es un pórtico de 4 m. de ancho por 2,80 m. de altura que accede, a grandes rasgos, a una galería de unos 17 m. de recorrido en dirección aproximadamente norte (N.-340°-E.), levemente ascendente, única galería que conforma la cavidad. Apenas se penetran 3 m. se encuentra un intrincado caos de bloques que en sentido ascendente y tras superarlo conduce a una pequeña sala. Bajo este primer caos de bloques se forma una pequeña oquedad, donde se localiza el depósito de sedimentos con restos arqueológicos (casi totalmente saqueado) de la cavidad. De aquí parten gateras bastante estrechas de tipo laberíntico entre el caos de bloques que tras corto recorrido conducen a la pequeña sala citada anteriormente. Esta tiene un ancho

4 Extracto de la Revista Jábega nº 52, año 1986. © Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (www.cedma.es)

de 5,5 m., una longitud de 7 m. y una altura de unos 4 m., está profusamente ornamentada por rellenos litoquímicos en forma de estalactitas, coladas parietales y pavimentarías. El suelo es horizontal, ocupado por un caos de bloques casi colmatado por sedimentos finos, con gran cantidad de restos orgánicos (excrementos de murciélago) y costras de calcita, en ocasiones rotas por los saqueadores. Al fondo de la sala, una gatera y una diaclasa acceden a una pequeña sala de 3,5 m. de diámetro y una altura de unos 3 m. con el suelo completamente revuelto por los saqueadores. Una rampa situada encima de la diaclasa accede a una pequeña cornisa colgada, donde se cierra la cavidad (fig. 2).

5.

R A S G O S ESPELEOMORFOGENETICOS

La cavidad se forma en un paquete carbonatado (calizas jurásicas) y su origen es claramente tectónico por despegue y ensanche de fracturas, diaclasas y planos de estratificación. La localización, tanto en paredes como fracturas y bloques situados al fondo de la cavidad de micromorfologías del tipo "cúpulas de corrosión" de tamaño centimétrico (un decímetro lo más), propias de medios acuosos subterráneos en régimen anegado y circulaciones lentas, hacen suponer que la cavidad, cuando el actual talweg del río Guadiaro se encontraba a la cota del cavernamiento, actuase como surgencia del acuífero. Si bien no parece que fuese importante su funcionamiento hidrogeológico, al ser éstas las únicas formas localizadas que indiquen una actividad de tal tipo. Actualmente el estado es fósil, ya que el talweg del río Guadiaro se encuentra encajonado a 350 m. de desnivel.

Realizamos el análisis descriptivo agrupado por formas, aportando un inventario individual por fragmentos, al objeto de evitar lo engorroso de una descripción pormenorizada de cada uno de ellos (6). 6.1.

Cuencos

Los c u e n c o s c o n s t i t u y e n la f o r m a c e r á m i c a más numerosa de las detectadas en el yacimiento. Así hemos estudiado 25 fragmentos. Dentro de la monotonía de los tipos se aprecian diferencias y matizacíones. Hemos observado dos grandes cuencos o cazuelas de 26 cm. de diámetro (7) (lám. I, 1), de calidades groseras con superficies de coloración rojo-anaranjado, uno de ellos con textura grosera oscura y otro escamosa de color claro. Los cuencos de casquete esférico y semiesférico (láms. I, 2, 3, 4, 6; II, 7, 8, 9, 10, 1 1 , 12, 13; III, 14 al 21) son los más representados, suponiendo una cierta monotonía repetitiva dentro del conjunto de materiales. Entre ellos los más numerosos son los semiesféricos. En cuanto a calidades predominan las groseras y alisadas, contando solamente con tres cuencos de superficies cuidadas y bien pulidas (láms. I, 4; II, 10). En las coloraciones predominan los fragmentos con superficies rojo-anaranjadas y m a r r ó n - p a r d u z c a s con m a n c h a s n e g r a s , s i e n d o escasas las grises. Hay una tendencia general a la uniformidad de coloraciones en ambas superficies. Todos tienen pastas de textura escamosa con desgrasantes de tamaño medio y grueso formados por pequeños granos de cuarzo y esquisto, dominando entre ellas las coloraciones oscuras de forma continuada. Las cocciones

El relleno sedimentario es principalmente de tipo clásico en forma principalmente de caos de bloques de variado tamaño, formándose entre ellos pequeñas redes de tipo laberíntico. Estos huecos se encuentran en proceso de relleno por materiales finos de tipo areno-arcilloso con gran cantidad de restos orgánicos (tierra vegetal y excrementos de murciélagos). Precisamente bajo este relleno se evidencian los restos arqueológicos. En la zona central y más amplia de la cavidad este relleno aparece casi colmatando el caos de bloques, cubierto finalmente por una costra o colada estalagmítica rota localmente por los saqueadores para acceder a los sedimentos. El relleno litoquímico es el más representativo. En toda la cavidad aparecen formas parietales (coladas estalagmíticas), cenitales (estalactitas t u b u l a r e s de variado tamaño) y pavimentarías (costras estalagmíticas, en ocasiones con microgours, y estalagmitas). Este tipo de relleno está afectado por proceso de descalcific a c i ó n , debido quizá a la excesiva s e q u e d a d del ambiente, a excepción de algunos rincones apartados donde se encuentran con su aspecto original (generalmente carbonatos de tonos marrón claro y amarillentos) e incluso en procesos de formación.

6.

ESTUDIO DE LOS MATERIALES (5)

El estudio de la cerámica a mano de la Cueva Hoya del Higuerón no ha permitido observar una gran variedad de formas. Hemos podido clasificar los siguientes tipos (ver tabla inventario): 1) Cuencos. 2) Ollas. 3) Vasos con paredes verticales. 4) Formas carenadas. 5) Cerámicas decoradas. 5 Extracto de la Revista Jábega nº 52, año 1986. © Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (www.cedma.es)

suelen ser continuas y regulares. Los diámetros oscilan entre los 11 (lám. II, 8), y 23 cm. (en transición a cazuela, lám. II, 13), con un fragmento cada uno, siendo los de mediano tamaño, entre 15 y 19 cm., los más abundantes (lám. I, 2, 3, 4). Por su parte, un número significativo de fragmentos presentan un diámetro impreciso (lám. III, 14 a 21). Morfológicamente son muy característicos los de paredes abiertas (lám. II, 13), o más o menos verticales (lám. II, 7, 9), contando algunos de ellos con una ligera tendencia entrante en las proximidades del borde (lám. II, 9, 11). Suelen tener labios ligeramente redondeados (lám. I, 3, 4), aunque algunos ejemplares tienen el labio recto, bien indicado por el interior (láms. II, 9; III, 16, 17). Hay cuatro cuencos con borde entrante que tienen la peculiaridad de presentar una inflexión pronunciada hacia el interior, cerca del borde (láms. III, 22, 23, 24; I, 5). Son de pequeño tamaño. Uno de ellos con 8 cm. de diámetro (lám. I, 5). Otro de 13 cm. (lám. III, 22). Tienen el labio bien indicado por el interior y casquete de tendencia semiesférica. En cuanto a las calidades, uno tiene las superficies groseras, dos alisadas (lám. I, 5) y otro pulida (lám. III, 22), con coloraciones grises y rojoanaranjadas, pastas escamosas y groseras de tonos oscuros. Por fin hay un curioso ejemplar (lám. III, 25) de un cuenco con tendencia esférica de 15 cm. de diámetro, con borde ligeramente entrante y labio indicado. Tiene la superficie espatulada al interior y pulida al exterior, de coloración marrón parduzca con manchas negras, textura escamosa oscura y cocción continua regular.

6.2.

Ollas

Forman el segundo gran grupo dentro de los materiales cerámicos de la Hoya del Higuerón. Predominan las ollas con borde entrante (lám. IV, 26, 27, 28, 29) que constituyen vasos cerrados de aspecto globular con diámetros que oscilan entre 18 y 20 cm. (lám. IV, 26, 27). Tiene superficies de mala calidad, predominando las groseras y alisadas. Las coloraciones son de tonos grises oscuros, negros y marrones, con texturas escamosas y groseras de colores oscuros, destacando las cocciones continuas regulares. Hay una olla de borde ligeramente entrante y 14 cm. de diámetro (lám. IV, 30) que podría estar en transición a vasos troncocónicos de paredes rectas o ligeramente entrantes. Es de calidad grosera, coloración gris oscura con manchas marrones, textura escamosa de color oscuro y cocción continua irregular. Contamos con tres ollas de borde entrante y labio indicado (láms. IV, 32; V, 33, 35) de 24 cm. (lám. V, 33) y 20 cm. de diámetro (lám. IV, 32), con calidades groseras y alisadas, colores de las superficies marrón claro y rojo anaranjado, textura de las pastas escamosa de tono oscuro y cocciones predominantes continuas regulares. Frente a las anteriores tenemos un ejemplar de una clásica olla con borde saliente y diámetro impreciso (lám. V, 34) de calidad grosera, coloración de la superficie interior en negro y exterior rojo anaranjado, textura escamosa de tonos oscuros y cocción continua regular. Por fin y como prueba de la variedad de las ollas, contamos con un fragmento de olla de borde entrante y

6 Extracto de la Revista Jábega nº 52, año 1986. © Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (www.cedma.es)

labio ligeramente vuelto al exterior, redondeado (lám. 31), de calidad alisada, coloración marrón clara exterior y negra en el interior, pastas de color oscuro las zonas interna y media y claro en la exterior, cocción discontinua regular.

IV, al en de

Hay que mencionar un fragmento de fondo plano que puede corresponder a una olla u orza (lám. V, 36), de calidad alisada, textura escamosa de tonos oscuros, coloración exterior rojo anaranjada con manchas negras y negra en el interior. 6.3.

Vasos con paredes verticales

Hay dos vasos de paredes verticales y 20 cm. de diámetro (lám. V, 38, 39) que han debido delimitar formas de tendencia troncocónica. Son de calidades groseras, coloraciones rojo-anaranjadas en un ejemplar y marrón oscuro con manchas negras en el otro, textura de las pastas grosera de tonos oscuros y desgrasantes de grano medio y grueso. 6.4.

Formas carenadas

Hay un ejemplar de vaso con carena probablemente a media altura bien marcada, con parte inferior de casquete de tendencia esférica y la superficie marcadamente entrante, de calidad alisada, tiene la superficie exterior marrón y la interior en negro, textura escamosa de tonos oscuros y cocción continua regualr (lám. V, 37). 6.5.

Cerámica decorada

Hemos incluido entre las formas decoradas, por un lado los motivos plásticos de asas de cinta y por otro frag-

mentos de vasos con motivos decorativos incisos e impresos. De una parte tenemos un fragmento de vaso con gran asa de cinta vertical, de calidad grosera, superficie rojo anaranjada y textura grosera de tonos claros y un fragmento de asa de cinta (lám. VI, 40), de calidad grosera, coloración rojo anaranjada, pastas groseras de tonos oscuros y cocción continua regular. Entre los vasos con motivo decorativo contamos con un fragmento del cuello, probablemente de una olla que muestra una línea de cuatro pequeños triángulos impresos, alineados de forma más o menos horizontal. Es de buena calidad, con superficies pulidas, de color marrón claro, textura escamosa de tonos claros y cocción continua regular (lám. VI, 41). También tenemos un fragmento de cuenco hondo de 13 c m . de d i á m e t r o q u e p r e s e n t a una línea de impresiones triangulares paralelas a la altura del borde, de la que se conservan dos. A unos 2 cm. del borde encontramos unos motivos de incisiones largas, poco profundas, en diagonal entrecruzados por líneas de mayor inclinación que las anteriores formando enrejado (lám. VI, 42). La calidad es grosera, superficies de color anaranjado, textura escamosa de tonos claros y cocción continua regular.

7.

VALORACIÓN Y CONCLUSIONES

Con el estudio de los materiales de esta cueva damos una aportación modesta, pero sugerente a la vez, a la 7

Extracto de la Revista Jábega nº 52, año 1986. © Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (www.cedma.es)

investigación prehistórica del occidente de Málaga. Nos motivó la publicación, la propia circunstancia del hallazgo y el interés del conjunto cerámico recibido en Cortes de la Frontera. Somos conscientes de lo limitado del trabajo, ya que son materiales recogidos en la superficie de la cueva, sin duda procedentes de los saqueos que la misma ha sufrido. A pesar de ello, la Cueva Hoya del Higueron pasa a ser un yacimiento más, que debe ser tenido en cuenta en los estudios macroespaciales futuros de las Serranías de Ronda y Cádiz en los períodos Neolítico y Calcolítico. Es de importancia para la explicación de la situación geográfica, la cercanía al río Guadiaro, gran vía natural de penetración y relaciones costa-interior, que debió favorecer contactos humanos en diversas épocas de la prehistoria, permitiendo al mismo tiempo un hábitat constante y permanente en las vegas, piedemontes y sierras que limitan al mencionado río, desde la desembocadura y entorno de la Sierra de Crestellina a la Depresión rondeña. Funcionalmente, la cueva se nos presenta como lugar de hábitat, probablemente estacional por las limitaciones espaciales de la propia configuración de la pequeña sala. No es a descartar a su vez la utilización de la cueva como enterramiento, por el hallazgo de huesos largos humanos en las estrechas gateras formadas entre el caos de bloques. El utillaje material viene definido en las cerámicas lisas por los cuencos o vasos abiertos con distintas variantes, sobre todo semiesféricos, con paredes más o menos verticales, cuencos entrantes, que recuerdan a los característicos cuencos bitroncocónicos de base convexa. En cuanto a sus dimensiones los hay desde los de gran d i á m e t r o o cazuelas a cuencos pequeños, casi escudillas, tendentes a las clásicas formas planas de casquete esférico. Entre las formas que llamamos ollas, englobamos las cerradas, destacando las globulares con borde entrante y marcadamente entrante; ollas con borde entrante y labio indicado; vasos cerrados con borde saliente; ollas de borde entrante y labio ligeramente vuelto al exterior, siendo interesantes los vasos cerrados de paredes entrantes que recuerdan a formas troncocónicas. En la misma línea que el último tipo de ollas mencionado se pueden encuadrar los vasos con paredes verticales. Como curiosidad se ha observado un vaso de carena cuya forma no hemos podido determinar. Los motivos decorativos, escasos, se reducen a una serie de impresiones triangulares y a series de líneas incisas largas, más o menos inclinadas y paralelas, entrecruzadas por líneas incisas paralelas, bajo serie de impresiones triangulares. Entre los elementos plásticos, sólo se han evidenciado grandes asas que recuerdan a las típicas de cintas verticales. En cuanto a las calidades predominan las cerámicas groseras y alisadas, siendo escasas las pulidas. Las pastas son de tonos generalmente oscuros y textura e s c a m o s a , con d e s g r a s a n t e s d e t a m a ñ o v a r i a b l e formados por arenas, cuarzos y esquistos. Las col o r a c i o n e s s u p e r f i c i a l e s son sobre todo de t o n o s m a r r ó n - p a r d o y rojo a n a r a n j a d o , d e s t a c a n d o las cocciones continuas, regulares. No se ha observado industria lítica alguna, ni instrumental en hueso, u objetos votivos de placas, pulseras, cuentas, brazaletes...

Todos estos elementos nos permiten definir dos horizontes culturales: Una primera ocupación neolítica vendría dada por las cerámicas decoradas y, probablemente, por las asas de cintas. Destaca así la escasa proporción de estos elementos en el total del material, siendo muy característicos de momentos avanzados del neolítico (8), que encuentran curiosos paralelos en cuanto a los motivos. Las series de líneas incisas largas, entrecruzadas por otras, se documentan en el estrato V C, Neolítico Final de Los Castillejos (Montefrío) (9). Motivos de incisiones largas entrecruzadas también se observan en la estratigrafía neolítica de Cueva Chica de Santiago (10). Por su parte el motivo de impresiones triangulares en serie es frecuente en contextos neolíticos cercanos, Cueva del Gato (Benaoján) (11), Cueva de los Botijos (Benalmádena), asociado a un mayor barroquismo decorativo (12), estando muy presente en las cuevas malagueñas. Son realmente escasos motivos para intentar una mayor aproximación dentro del neolítico, máxime al estar ausentes de las cerámicas que conocemos elementos de mejor definición cultural como la decoración a la almagra, impresiones cardiales o cardialoides, o series de cordones y abundancia de elementos plásticos que permitan ajustadas apreciaciones, gracias a las interesantes estratigrafías de la Cueva de Nerja (13) y las cercanas de Dehesilla (Algar) (14) y Parralejo (Arcos de la Frontera) (15); en Cádiz, motivos igualmente bien documentados en las cercanas cuevas de Benaocaz (16) o Gato (17).

Extracto de la Revista Jábega nº 52, año 1986. © Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (www.cedma.es)

mente avanzado) que perdura en el Calcolítico, no existiendo fósiles directores precisos que nos permitan una mayor aproximación (24). Lógicamente, un acercamiento mayor vendría de una excavación de la cueva, lo que vemos dificultoso por el nivel de deterioro que han sufrido los sedimentos arqueológicos a consecuencia de los saqueos. Este yacimiento sólo se podrá valorar j u s t a m e n t e cuando se tenga suficientemente prospectado el valle del río Guadiaro y se conozca el entorno macroespacial de la comarca, debiendo ser, sin duda, uno más en una serie de yacimientos de hábitats, e n t e r r a m i e n t o s , lugares de producción (talleres de sílex). Del entorno circundante se tienen evidencias de una interesante evolución del Neolítico, puesta a la luz fundamentalmente por los trabajos de P. Acosta y M. Pellicer en las inmediatas cuevas de Dehesilla (Algar) (25) y Parralejo (Arcos de la Frontera) (26), con estratigrafías de Neolítico a Calcolítico y conjuntos materiales parecidos. Todo ello demuestra la riqueza de este Neolítico occidental, en cuyo contexto deben verse las cuevas de Benaocaz (27), o las de Gato (Benaoján) (28), Pileta (Benaoján) (29), Cueva de las Armas (Montejaque) (30). Igualmente ha sido señalado un habitat superficial en el casco urbano de Ronda (31).

Por tanto, con tan exiguos elementos resulta arriesgada cualquier precisión. Sólo cabe indicar que por la escasez de motivos decorativos, característicos de momentos medios y recientes del Neolítico y por las ausencias mencionadas, se podría plantear un encuadre dentro de un Neolítico avanzado, probablemente reciente. Por otro lado, la abundancia de cerámicas lisas, nos apuntaría una ocupación calcolítica (18). Abundan las formas abiertas de cuencos, estando presentes los cuencos entrantes, que encuentran paralelos directos en los cuencos bitroncocónicos con base convexa característicos del Calcolítico Antiguo de Cueva de Nerja (19). Hay cuencos de casquete más o menos semiesférico, con borde exvasado (20). Igualmente nos recuerda al Calcolítico las ollas con borde entrante y globular (21); los cuencos con labios indicados (22) que prácticamente se podrían considerar como vasos de perfil en S (23). También son de clara adscripción calcolítica los vasos de paredes verticales que nos recuerdan, por las paredes rectas, a las clásicas formas troncocónicas, de origen occidental, que podrían hablarnos de un Calcolítico Antiguo. Por tanto, con los escasos elementos que hemos podido documentar en la Cueva Hoya del Higuerón, planteamos como hipótesis una ocupación en el Neolítico (probable-

La continuidad en el Calcolítico se identifica con las cuevas de Dehesilla (32) y Parralejo (33), Las Motillas (Cortes de la Frontera) (34), comprobándose un aumento de hábitats al aire libre: Los Tajos (Atájate) (35), Acinipo (Ronda) (36), casco urbano de Ronda (37) y Loma del Moro (Ronda) (38). Todos estos poblados han sido relacionados con el importante foco dolménico del que existen evidencias publicadas de las siguientes necrópolis: Los Gigantes (39), La Angostura (40), El Moral (41), Encinas Borrachas (42). En este importante foco dolménico se asiste a la eclosión y plenitud de la talla del sílex en grandes talleres como El Moral (Montecorto) (43), con proyección y continuidad en el Bronce Pleno. Toda esta importante serie de yacimientos, prueban un intenso poblamiento durante el Neolítico y Calcolítico. A ú n no se conocen los hilos conductores que decanten las fases de ocupación con claridad. Será muy interesante en un futuro, tras el establecimiento de series estratigráficas locales, estudiar las conexiones y contacto en sentido N.-S. a travéd, entre otros del valle del Guadiaro, y en sentido E.-O., poniendo en relación a la Serranía de Ronda hacia el sugestivo mundo de las sierras gaditanas y la Baja Andalucía (44), y por medio del pasillo de El Burgo, conectar a través del río Turón (45), entre otras vías, con el importante poblamiento local de la Depresión de Antequera (46). José RAMOS MUÑOZ, Ángel RECIO RUIZ y José A. MOLINA MUÑOZ

NOTAS (1) La noticia sobre el hallazgo se comunicó a la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, y dada a conocer en la prensa local malagueña. SUR, 21 de mayo de 1986. (2)

Datos entresacados del Plan Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia de Málaga efectuado por los Servicios de Arquitectura, Urbanismo y Ordenación del Territorio de la Excma. Diputación Provincial de Málaga.

(3)

Información obtenida de la Hoja 1064 del Servicio Geográfico del Ejército, denominada CORTES DE LA FRONTERA, a escala 1:50.000.1980.

(4)

ERASO, A , Aplicación del método de predicción de las direcciones de drenaje al Karst de la Sierra de Libar (Málaga. El agua en Andalucía, II, págs! 2 9 3 - 2 9 4 , Granada, 1986; RODRÍGUEZ, F , La Serranía de Ronda. Estudio geográfico, Obra Socio-cultural, Caja de Ahorros de Ronda, Málaga, 1977.

9 Extracto de la Revista Jábega nº 52, año 1986. © Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (www.cedma.es)

(5)

El material se ha depositado en el Museo de Málaga.

(6)

En la Tabla Inventario del material cerámico dibujado el apartado Sigla, corresponde a la signatura de los materiales y el apartado Número inventario va referido a la propia ordenación del material dibujado en las láminas.

(7)

ARRIBA, A , y MOLINA, F , El poblado de Los Castillejos en Las Peñas de los Gitanos (Granada). Campaña de excavaciones de 1 9 7 1 corte núm. 1, "C.P.U.G. Serie M o n o g r á f i c a " núm. 3, Granada, 1979, pág. 75.

(8)

NAVARRETE ENCISO, M S , La cultura de las cuevas con cerámica decorada en Andalucía oriental, Universidad de Granada, 1976, vols. I-II; PELLICER, M., y ACOSTA, P., Neolítico y Calcolítico, en JORDA, F , y PELLICER, M., La Prehistoria de la Cueva de Nerja, "Trabajos sobre la Cueva de Nerja", núm. 1, Málaga, 1986, págs. 3 4 1 - 4 5 0 .

(9)

ARRIBAS, A. y MOLINA, F., op. cit., nota 7, fig. 30, 129.

El

(10)

ACOSTA, P., El Neolítico en Andalucía occidental: Estado actual. En "Actas del Congreso Homenaje a Luis Siret ( 1 9 3 4 - 1 9 8 4 ) " , Cuevas del Almanzora, junio 1984, Sevilla 1986, págs. 1 3 6 - 1 5 0 , fig. 1, 777, fig. 2, 9 6 1 .

(11)

CABRERO, R., La Cueva del Gato, Málaga, 1976, lámina XVI, 5, 6.

(12)

OLARIA, C, Las cuevas de los Botijos y de la Zorrera en Benalmádena. Aportación al estudio de las cuevas neo-eneolíticas de la Andalucía centro-oriental, Benalmádena, 1977, fig. 1, 24; fig. 3, 32.

(13)

PELLICER, M. y ACOSTA, P., op. cit., nota 8, págs. 371 -41 9; PELLICER, M., y ACOSTA, P., El Neolítico Antiguo en Andalucía occidental, en "Le Neolithique Ancien M e d i t e r r a n é e n " Actes du Colloque International de Prehistoire, Montpellier, 1 9 8 1 , "Archeologie en Languedoc número especial, 1982, págs. 4 9 - 6 0 .

(14)

PELLICER, M., y ACOSTA, P., op. cit., nota 13, págs. 5 6 - 5 7 ; ACOSTA, P., op. cit., nota 10, págs. 143-144.

(15)

PELLICER, M. y ACOSTA, P, op. cit., nota 13, págs. 54-56; ACOSTA, P., op. cit., nota 10.

(16)

GUERRERO, L. J., Las cuevas del Cántaro y del brazalete de Benaocaz (Cádiz), "Boletín del Museo de Cádiz", III, 1 9 8 1 - 1 9 8 2 , Excma. Diputación de Cádiz, págs. 5-22. GUERRERO, L. J. , El complejo neolítico de las Simas de la Veredilla (Benaocaz, Cádiz), "Revista de Arqueología", núm 4 6 , 1985, págs 2435

(17)

CABRERO, R., op. cit., nota 1 1 , págs. 2 0 - 2 8

(18)

PELLICER, M., El Cobre y el Bronce Pleno en Andalucía occidental, en "Actas del Congreso Homenaje a Luis Siret (1934-1 9 8 4 ) " , Cuevas del Almanzora, 1984, Sevilla, 1986, págs. 2 4 5 - 2 5 0 ; ARRIBAS, A., y MOLINA, F., op. cit., nota 7, págs. 7 4 - 7 9 .

(19)

PELLICER, M., y ACOSTA, P., op. cit., nota 8, págs. 389 y ss , lám. XIX, 6.

(20)

Muy parecidos a los característicos vasos del Calcolítico Antiguo de la Cueva de Nerja, con tendencia cilindrica y borde exvasado. Vdo. PELLICER, M. y ACOSTA, P., op. cit., nota 8, pág. 392, lám. XVII, 12-15

(21)

ARRIBAS, A., y MOLINA, F., op. cit., nota 7, págs. 123-138.

(22)

PELLICER, M., y ACOSTA, P , op. cit., nota 8, lám. XIII.

(23)

ARRIBAS, A. y MOLINA, F., op. cit., nota 7, pág. 82, fig. 39, 2 1 7 - 2 1 9 .

(24)

Como hubiera podido ser para el Calcolítico los platos o el campaniforme.

(25)

PELLICER, M., y ACOSTA, P., op. cit., nota 13, págs. 5 6 - 5 7 ; ACOSTA, P., op. cit., nota 10, págs. 1 4 3 - 1 4 4 .

(26)

PELLICER, M., y ACOSTA, P., op. cit., nota 13, págs. 5 4 - 5 6 ; ACOSTA, P , op. cit., nota 10.

(27)

GUERRERO L. J., op. cit., nota 16.

(28)

CABRERO, R., op. cit., nota 1 1 .

(29)

NAVARRETE ENCISO, M. S., op. cit., nota 8, vol. I, págs. 3 6 2 - 3 6 4 ; vol. II, lám. CCCXLVIII y CCCXLIX.

(30)

Prospecciones arqueológicas realizadas por el Departamento de Arqueología de la Excma. Diputación Provincial de Málaga en 1986; VILLASECA, F., La simulación de modelos como planificación prospectiva, "Arqueología Espacial", 7, coloquio sobre el microespacio, págs. 2 1 3 - 2 2 2 , Teruel, 1986.

(31)

AGUAYO, P., y LOBATO, R., Avance de los restos arqueológicos aparecidos r e c i e n t e m e n t e en el casco antiguo de la ciudad de Ronda. Ronda y la Serranía, Ronda, 1984, págs. 9-23.

(32)

PELLICER, M., y ACOSTA, P., op. cit., nota 13; ACOSTA, P., op. cit., nota 10.

(33)

Ibídem.

(34)

HURTADO, V., y PERDIGONES, L, Idolos inéditos del Calcolítico en el sudoeste hispano, "Madrider M i t t e i l u n g e n " , 24, 1983, págs. 4 6 - 5 8 .

(35)

VILLASECA, F., Patrones de asentamiento de la cuenca del Arroyo Audalaza (Málaga), "Arqueología Espacial", 2, coloquio sobre distribución y relaciones entre los asentamientos, Teruel, 1984, págs. 131-146. Cabe destacar que el asentamiento de Los Tajos está a menos de 7 km. de la Cueva Hoya del Higuerón.

(36)

AGUAYO, P., y LOBATO, R., op. cit., nota 3 1 ; AGUAYO, P.; CARRILERO, M., y LOBATO, R., Ronda y su Serranía en la antigüedad, SUR, 4 de septiembre de 1986.

(37)

Ibídem.

(38)

FERRANDO, M , Informe sobre las prospecciones arqueológicas realizadas en la zona oeste del término municipal de Ronda (Málaga). Loma del Moro o del Caracote. 1 9 8 3 - 1 9 8 4 , inédito.

(39)

FERRER, J. E., y MARQUES, I., El Cobre y el Bronce en tierras malagueñas, en "Actas del Congreso Homenaje a Luis Siret ( 1 9 3 4 - 1 9 8 4 ) " , Cuevas del Almanzora, 1984, Sevilla, 1986, págs. 2 5 1 - 2 6 1 .

(40)

MARQUES, I., y A G U A D O , T., Tres nuevos sepulcros megalíticos en el término municipal de Ronda (Málaga), " A c t a s del XIV C.N.A.", Vitoria, 1975, Zaragoza, 1977, págs. 4 5 3 - 4 6 4 .

(41)

PÉREZ AGUILAR, A., La necrópolis prehistórica del Moral, "Actas del VIII C.N.A.", Zaragoza, 1964, págs. 184-206; CABRERO, R., Ajuar conservado en el dolmen de El Moral, C.P.U.G., 3, Granada, 1978, págs. 1 3 5 - 1 4 2 .

(42)

VILLASECA, F., op. cit., nota 35; GARRIDO, A.; MARQUES, I., y VILLASECA, F., El sepulcro megalítico del Cortijo de la Mimbre (Alpandeire, Málaga), " B a e t i c a " , 7, Málaga, 1984, págs. 135-145.

(43)

VALLESPI, E , y CABRERO R , Calcolítico y Bronce Pleno en El Moral de Montecorto, Ronda (Colección Pérez Aguilar), " M a i n a k e " , ll-lll, 1 9 8 0 - 8 1 , págs. 4 8 - 7 5 .

(44)

PELLICER, M., op. cit., nota 18; ACOSTA, P., op. cit., nota 10.

(45)

RAMOS, J.; ESPEJO, M. M., y CANTALEJO, P., El taller calcolítico del Castillo del Turón (Ardales, Málaga), "Publicaciones del A y u n t a m i e n to de Villa de Ardales", 1986.

(46)

FERRER, J. E., Prehistoria, en " M á l a g a " , vol. II, Historia, Granada, 1984, págs. 3 7 9 - 4 1 8 ; FERRER, J. E., y MARQUES, I., op. cit., nota 39.

Extracto de la Revista Jábega nº 52, año 1986. © Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (www.cedma.es)

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.