Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora. 2005

May 24, 2017 | Autor: J. Moctezuma Zama... | Categoría: Etnografía, Etnologia, Antropología, Noroeste De Mexico, Sociedades Indígenas, Antropología en México
Share Embed


Descripción

Esta investigación forma parte del Proyecto Nacional de Etnografía de las Regiones Indígenas en México en el Nuevo Milenio, auspiciado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia a través de la Coordinación Nacional de Antropología y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Consejo Coordinador Académico del Proyecto Etnografía de las Regiones Indígenas de México en el Nuevo Milenio Gloria Artís Miguel Bartolomé Alicia Barabas Jesús Jáuregui Hugo García Valencia SaúlMillán

Primera edición: 2005 © Jesús Jáuregui

y Aída Castilleja (coordinadores)

© Instituto Nacional de Antropología e Historia

Córdoba 45, Col. Roma, 06700, México, D.F. Las características gráficas y tipográficas de esta edición son propiedad del INAH Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, la fotocopia o la grabación, sin la previa autorización por escrito de los titulares de los derechos de esta edición. ISBN: 970-18-8594-5 (obra completa) ISBN: 968-{)3-0117·6 (volumen JJI) Impreso en México

/

"Protestantismo

y explotación

forestal en la Tarahumara'' 384

Claudia Molinari Medina

"Los tepehuanos del norte" Claudia Molinari Medina y Eusebio Nolasco

"Aspectos culturales del sistema político rarámuri" Augusto Urteaga Castro-Pozo

El juego de palillo Albino Mares Trías y Don Burgess

Guarijío: gramática, texto y vocabulario Wick R. Miller

"Migración de tarahumaras hacia la ciudad de Chihuahua" Martha Leticia Ramos Escobar

"Las mujeres warijó: un estudio de género y violencia'' Claudia Ciare

Organización, desarrollo y gobierno indígena en la Tarahumara Dirección de Investigación

sobre Asuntos Rurales e Indígenas (Insol-Sedesol)

"Identidad y continuidad rarámuri. Imágenes y discursos de la gente de Banalachi sobre sí misma" Margot Heras Quezada

385 386 387 388 389 390 390

392

APORTACIONES DE LA ANTROPOLOGÍA AL CONOCIMIENTO DE LA REGIÓN SONORA José Luis Moctezuma Zamarrón y Alejandro Aguilar Zeleny BIBLIOGRAFÍA COMENTADA DE LA REGIÓN SONORA

José Luis Moctezuma Zamarrón y Alejandro Aguilar Zeleny INVESTIGACIONES

DE CORTE HISTÓRICO

EL CAMBIO CULTURAL LA ETNOGRAFÍA TRADICIONAL TRABAJOS COLECTIVOS ESTUDIOS BIOGRÁFICOS EL PROBLEMA DE LA IDENTIDAD ETNOBOTÁNICA

Y SALUD

ANTROPOLOGÍA

Y ECONOMÍA

ESTUDIOS SOBRE SIMBOLISMO A MODO DE CONCLUSIÓN REFERENCIAS

Papago Woman Ruth Underhill

Singing far Power. The Song Magic of the Papago Indians of Southern Arizona Ruth Underhill

Pascua, a Yaqui Village in Arizona Edward Spicer

395 397 398 400 401 404 405 406 408 410 411 413 415 419

420 421

"Informe sobre la investigación folklórica mu~al en las regiones de los yaquis, seris y mayos en torno de Sonora. Abril y mayo de 1933" Francisco Domínguez

Cycles of Conquest: The Impact of Spain, México, and the United States on the Indians of the Southwest, 1533-1960 Edward Spicer

423

424

"Modernization Research on the Papago Indians" Robert A. Hackenberg (editor) El ceremonial de Pascua y la identidad de los mayos de Sonora (México)

425

Ross N. Crumrine Sonora: antropología del desierto. Primera Reunión de Antropología

427

e Historia enel Noroeste de México Beatriz Braniff y Richard Felger The Mayo Indians of Sonora. A People who Refuse to Die

428

Ross N. Crumrine Yaqui Women: Contemporary Life Histories

429

Jane Holden Kelley The Pima Bajo of Central Sonora, México. The Material Culture, vol. 1

431

Campbell W. Pennington The Yaquis: a Cultural History

432

Edward Spicer

433

"Southwest" Alfonso Ortiz (editor) People of the Desert and Sea. Ethnobotany of the Seri Indians Richard Felger y Mary Beck Moser Politics and Ethnicity on the Río Yaqui: Potam Revisited Thomas McGuire

435 436 437

"Vi'kita" Bernard L. Fontana et al. Descendants of Totoliguoqui. Ethnicity and Economics in the Mayo Va/ley Mary l. O'Connor

438 439

El noroeste de México: sus culturas étnicas Donaciano Gutiérrez G. y Josefina Gutiérrez (coordinadores)

440

Los símbolos del desierto María Eugenia Olavarría et al.

442

"Por la tierra y por los santos. Identidad y persistencia cultural entre yaquis y mayos" Alejandro Figueroa El Sabio de la Fiesta. Música y mitología en la región cahíta-tarahumara Miguel Olmos

443 444

"Ritmo y estructura del ciclo ritual yaqui" María Eugenia Olavarría

445

ÍNDICE DE LOS TÍTULOS COMENTADOS

447

ÍNDICE DE LOS AUTORES COMENTADOS

453

J

APORTACIONES DE LA ANTROPOLOGÍA AL CONOCIMIENTO DE LA REGIÓN SONORA José Luis Moctezuma Zarnarrón Alejandro Aguilar Zeleny

BIBLIOGRAFÍA COMENTADA DE LA REGIÓN SONORA José Luis Moctezuma Zamarrón Alejandro Aguilar Zeleny

Dadas las características de la vasta región Sonora, 1 y en especial el hecho de que se le considere parte del denominado Gran Suroeste (The Greater Southwest), es de suponerse que la investigación etnológica esté íntimamente relacionada con la antropología estadunidense. Hasta hace pocos años las instituciones mexicanas encargadas del estudio de los grupos étnicos del país se olvidaron de esta región, tal vez por su distancia respecto al centro, y muy en particular porque queda fuera de lo que se ha llamado Mesoamérica. Como bien observó Alejandro Figueroa (1988: 103), "la antropología mexicana no ha tenido en Sonora la presencia solvente y definida que ha logrado en otras partes del país ... [y] la antropología estadounidense ha mostrado un predominio casi absoluto". Hasta hace pocos años el trabajo antropológico en esta zona estuvo dominado por extranjeros y ello influyó para que en el centro y sur de México fuera poco conocida la obra que se produjo, y escasamente se tuviera idea de las características de los grup9s étnicos que comparten una región con marcadas diferencias respecto a las comunidades situadas más al sur. En este trabajo haremos notorio lo anterior, aunque, como se verá más adelante, hacia el último lustro del siglo se lograron importantes resultados de investigación como producto de la presencia de estudiosos mexicanos; asimismo ha bajado el ritmo de publicaciones significativas de académicos estadunidenses. Sin embargo es necesario recalcar el poco interés que despierta esta zona geográfica y cultural en quienes desarrollan la antropología en México, lo cual influye en el conocimiento incompleto de sus peculiaridades y en los bajos niveles (tanto cualitativos como cuantitativos) de la producción académica sobre la mayoría de los grupos étnicos que residen en el área. Si bien ciertos grupos han sido estudiados ampliamente, en particular los yaquis, se carece de una idea clara de sus características antropológicas. En este sentido podemos afirmar que existe un desbalance en el conocimiento del resto de los grupos indígenas de la zona, a lo que se suma la poca profundiI

Esta región comprende el estado de Sonora, el sur del estado de Arizona, la región serrana de Chihuahua y el norte de Sinaloa.

397

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

dad o rigor con que han sido tratados ciertos temas de gran importancia para entender esta región. A todo ello se agregan los fragmentarios resultados que se han expuesto en una cantidad considerable de publicaciones. Con el análisis de los materiales bibliográficos más relevantes sobre la región tradicionalmente conocida como el Noroeste de México, que comparte muchas características con la región Chihuahua, pretendemos sintetizar las líneas de investigación preponderantes que le han dado forma a la antropología relacionada con los grupos étnicos. Cumplimos así dos objetivos básicos: uno, analizar las publicaciones más significativas que se han producido en los últimos 50 años ( con excepción de algunas obras anteriores a ese periodo) y dos, con base en lo anterior, hacer un balance del estado que guarda la investigación antropológica en la región Sonora. Para ello incluimos en este trabajo diversos elementos: las problemáticas abordadas, los aportes teóricos, los autores, la época de producción de la obra y los grupos étnicos estudiados. Este trabajo se centra en los grupos étnicos yaqui, mayo, seri, guarijío, pima tohono o' odham (pápago), aunque en un texto se incluye a los desaparecidos ópata y eudeve y en otro al tarahumara. Ahora bien, por considerar que la investigación del proyecto etnográfico -que se pretende realizar en un futuro- se centraría e los grupos que tradicionalmente habitan en la región Sonora, no se analizan los trabajos de los grupos de Baja California ni los que tienen que ver con la etnia kikapú. Cabe aclarar que los comentarios se dirigen básicamente a la bibliografía etnológica, aunque en algunos casos incluimos materiales históricos, etnohi tóricos o lingüísticos, dada su importancia para el conocimiento de los grupo étnicos de la región. Sin embargo, aunque la investigación arqueológica y lingüística' es fundamental para entender las múltiples aristas de la antropología, en presente estudio quedan fuera debido al carácter del análisis. Además, es necesario advertir que en nuestro texto introductorio de la bibliografía más relevante de la región Sonora incluimos más trabajos de los que re eñamos. Esto se debe a que por motivos-editoriales se fijó un límite de textos a reseñar, pero consideramos conveniente incorporar algunos más que también h sido importantes para el conocimiento de la región, junto con otros que cumpl una función de referencia para entender mejor la problemática de la antropolo ' en el noroeste de México.

INVESTIGACIONES DE CORTE HISTÓRICO

Las características de las comunidades indígenas norteñas, su relación con los gru­ pos colonizadores (tanto españoles como anglos), y su papel en las formacion sociales regionales (y en ocasiones en el difuso conocimiento de su devenir histé rico) han llevado a la historia y la etnohistoria a desempeñar un papel fundame -

2

Para una evaluación de los trabajos sobre lenguas de la familia yutoazteca, a la cual pertenecen todas las que se h en el noroeste de México, con excepción del idioma seri, consultar Moctezuma y Hill (2001). En arqueología pu consultarse los trabajos de Alvarez, Cassiano y Villalpando (1988), y Kelley y Villalpando (1996).

398

-

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

tal en cierto tipo de antropología que se ha desarrollado en esta área. Algunos de los trabajos más significativos se relacionan con estas disciplinas, y en otros son importantes para entender los procesos sociales, culturales e identitarios que se analizan desde diferentes perspectivas teóricas y metodológicas. Edward Spicer ha destacado por haberse adentrado en la historia para dar cuenta de los aspectos culturales de esta región y en específico del grupo yaqui. Este reconocido investigador estadunidense se preocupó por estudiar los grupos que llama "del suroeste" para observar los procesos de cambio cultural en que han estado inmersos desde sus primeros contactos con los europeos. La influencia de Spicer fue decisiva dentro de la escuela de aculturación, a la cual hizo aportes significativos a partir de su libro Cycles of Conquest, que tal vez sea el trabajo mejor documentado sobre esta región a pesar de que se publicó por primera vez en 1962. En él recurre a los datos históricos para hacer una interpretación de los contactos (de 1533 a 1960) entre los grupos dominantes españoles, mexicanos y anglos, y los grupos indígenas del suroeste de los Estados Unidos y el noroeste de México, entre los cuales incluye a los yaquis, mayos, seris, ópatas, tohono o' odham, pimas y tarahumaras. Entre 1936 y 1980 Spicer se dedicó a investigar a los yaquis, lo cual culminó con una de las publicaciones más relevantes sobre este grupo, The Yaquis:A Cultural History (1980), cuya importancia le valió su traducción al español en 1994. En ella el autor combina el tratamiento histórico con los abundantes datos etnográficos que recolectó por medio de un extenso trabajo de campo en los ocho pueblos tradicionales de Sonora, especialmente en Pótam, y en Pascua, Arizona. En el mismo título presenta el propósito de su estudio: contar con un referente histórico para observar la persistencia de la cultura de un grupo que ha luchado activamente por mantener su identidad étnica a pesar de las presiones extremas a las que se ha enfrentado desde sus primeros contactos con los europeos. Paralelamente al estudio de Spicer, Alejandro Figueroa realizó una investigación sobre los yaquis en la que se observan casi las mismas etapas históricas entre el grupo indígena y la sociedad mayor en que se encuentra inmerso. Presentada como tesis de licenciatura en etnología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (1982) y publicada en 1985 con el título "Los que hablan fuerte, desarrollo de la sociedad yaqui", allí se examina el devenir histórico de los yaquis desde una perspectiva marxista, muy en boga en la antropología mexicana durante los años setenta y parte de los ochenta. Se argumenta que los yaquis siempre se han desarrollado en función de la sociedad mayor en la que están inmersos, aunque una buena parte de su historia se base en rebeliones y resistencias activas en contra de quienes han querido asimilarlos. Figueroa ubica a este grupo dentro del contexto de la formación y desarrollo del capitalismo en México, y considera que quedó subordinado totalmente a este sistema en la segunda parte del siglo XX. Para hacer su interpretación de esta última etapa apela a criterios económicos y políticos, aunque deja fuera los factores culturales, aspecto que integraría posteriormente en su tesis de doctorado. Casi simultáneamente a la publicación de los trabajos de Spicer y Figueroa aparece otro texto sobre los yaquis en donde se establece que la historia es la fuente

399

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

primaria para entender los procesos de resistencia de este grupo ante los embat de sistemas más globales. La investigadora francesa Cécile Gouy-Gilbert publicó el libro Une résistance indienne: Les yaquis du Sonora (1983), que rápidamente fu traducido al español (1985). Su planteamiento de la historia yaqui es un tanto ·_ milar a los de Spicer y Figueroa, aunque dividen las etapas de diferente maner Ella distingue tres periodos marcados por luchas armadas: la conquista del noroeste, las guerras del yaqui en el siglo XIX, y la participación de los yaquis en t Revolución mexicana. En la última etapa se integran a la sociedad de manera específica, pero negociando con la sociedad mayor sus particularidades como gr po étnico. En el último apartado Gouy-Gilbert establece esas particularidades, aunque no sin considerar la estructura social del grupo junto con algunos de lo procesos económicos desarrollados a partir de la segunda mitad del siglo XX. Otra autora que retoma la historia como base fundamental para abordar el pr blema del contacto cultural entre los grupos indígenas y su contrapar dominadora a finales de la época colonial y al principio de la formación del Estado mexicano (1700-1850) es la historiadora Cynthia Radding. Publicado en · glés con el título Wandering People (1997), su estudio es producto de varios año de trabajo en el Centro Sonora del Instituto Nacional de Antropología e Histo · y de su tesis de doctorado en la Universidad de California, La Jolla. Radding parte de lo que llama "la historia antropológica", en la cual incluye no sólo element .:,. históricos, sino también problemáticas culturales y ecológicas: establece un modelo para interpretar cómo fue que los indígenas de la frontera misional del n roeste (pimas, ópatas y eudeves de la pimería baja) cambiaron, se adaptaron y p ~vivieron durante ese periodo. A lo largo de su extensa exposición, Radding reco aspectos que van desde la economía nativa y colonial hasta la vida cotidiana los indígenas del lugar, pasando por los procesos de cambio en la tenencia de l tierra y el sistema de organización social, lo que le permite caracterizar las form de identidad étnica de sociedades indígenas en constante cambio y adaptació Para ello utiliza datos de archivos históricos, donde enfoca su búsqueda hacia gente común de los pueblos serranos que en la actualidad son parte del estado Sonora.

EL CAMBIO CULTURAL

Muy relacionados con los trabajos de Spicer están los estudios sobre cambio c tural, aunque siguiendo perspectivas de análisis diferentes. Charles J. Erasmus elaboró un estudio comparativo entre los yaquis y los mayos tomando como ejemplos algunas comunidades mayos y el pueblo de Vícam, en la zona yaqui. Su ensav "Culture Change in Northwest México" ( 1'967) es uno de los primeros trabajo comparativos entre estos grupos que pese a estar ampliamente relacionados cue tan con características bastante disímiles en sus procesos sociohistóricos, sobr todo durante este siglo. Tomando en consideración las formas de subsistencia, 1 s tipos de organización social y los factores psicológicos, trata de explicar las diferencias entre yaquis y mayos. Para él los yaquis mantenían a mediados del siz

400

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

una identidad étnica ( que llama "identidad tribal") a partir de conservar un territorio propio (al que llama "un gran ejido", aunque en realidad se trata de propiedad comunal), una organización política interna, y un sistema ritual con una fuerte participación de los miembros del grupo. Considera que los mayos no tenían el sentido de identidad étnica tan marcado como los yaquis. Erasmus deja claro que ya para esa época (mediados del siglo xx) los mayos pasaban por un proceso de cambio cultural acelerado, y que esa situación estaba muy relacionada con el tipo de propiedad de la tierra que se había introducido en la región a finales de los treinta, al llegar el sistema ejidal. Menciona además que su organización social y política estaba determinada por los estratos municipal y estatal, sin ninguna posibilidad de negociar sus problemáticas como pueblo y menos como grupo étnico. Así, lo único que les quedaba era su organización social, basada primordialmente en un complejo sistema ritual. Ross Crumrine, mientras trabajaba para la Universidad de Victoria (Canadá), hizo un importante aporte al conocimiento de los mayos con su libro The Mayo Indians of Sonora. A People who Refuse to Die (1977). Al igual que Erasmus partió de un punto de vista diferente al de Spicer, a pesar de que estudió con él. Para Crumrine el cambio cultural entre los mayos ha sido una constante durante buena parte del siglo XX, sin embargo continúan manteniendo una identidad sustentada fundamentalmente en su sistema religioso, que ha sido capaz de aglutinar a diferentes sectores de su sociedad, muchos de los cuales rechazan otros aspectos que son propios de la cultura del grupo étnico.

LA ETNOGRAFÍA TRADICIONAL

Al entrar en los trabajos de corte propiamente etnológico podemos asegurar que en algunos se advierte una marcada tendencia hacia la etnografía básica; son estudios descriptivos sobre determinados aspectos de la cultura indígena en donde los elementos materiales o rituales son la esencia que se describe detalladamente. Un clásico de esta orientación académica es la monografía etnográfica de Ralph Beals, "The Contemporary Culture of Cahíta Indians" (1945), que a pesar de haber aparecido en una época muy anterior a la publicación de la mayoría de los trabajos aquí analizados ofrece un aporte realmente significativo si lo ubicamos en el tiempo en que fue escrito y percibimos el detalle con que fue descrita una parte de la cultura de los yaquis y los mayos. Dirigido por Alfred L. Kroeber, Beals pasó un tiempo haciendo trabajo de campo para recopilar los materiales que acuciosamente presentó, acompañándolos de fotografías y dibujos. Al modelo particularista de describir rasgos culturales de forma explícita, Beals agrega algunos elementos del tipo de estudios de comunidad elaborados por Robert Redfield y Edward Spicer. Sin embargo lo más importante de este trabajo es la extensa descripción de muchos elementos culturales que en la actualidad se han modificado o ya no existen. En su presentación incluye los elementos habituales de una etnografía básica, como habitación, vestido, ciclos de

401

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

vida, organización política, religión, fiestas, salud y enfermedad, economía y mitología. Describe algunos de ellos en forma somera y otros con lujo de detalles. Precisamente los estudios de comunidad inaugurados por Redfield son un punto de partida para dos trabajos importantes de Spicer. El primero data de 1940, Pascua, a Yaqui Víllage in Arizona, en el cual analiza el cambio cultural valiéndose de la ya conocida dicotomía entre folk y urbano. En esta obra plantea la oposición entre la vida rural indígena que llevaban los yaquis que emigraron a Estados Unidos durante la época porfirista, y su integración a las formas de subsistencia urbana de la ciudad de Tucson. Aunado a esto, se centra en los rasgos que considera más importantes para dar cuenta de la esencia de la cultura yaqui. Siguiendo la misma línea de investigación, en 1954 aparece Pótam, a Yaqui Village in Sonora una de las más importantes comunidades de los ocho pueblos tradicionale yoemem. En este lugar Spicer observa el conflicto entre el mantenimiento de la viejas formas de producción y de vida, frente al intenso proceso de modernización de la agroindustria regional, que se estaba desarrollando de manera acelerada en el Valle del Yaqui,parte constitutiva del territorio yaqui regada por las aguas del río con el mismo nombre. Otro extenso estudio etnográfico fue el realizado por Campbell W. Pennington (1976). Geógrafo de profesión, su interés por los grupos étnicos del norte de México lo hizo practicar la etnografía en su aspecto más básico, pero no por eso menos importante para el conocimiento de sociedades poco investigadas, como es el caso de los pimas bajos, de ahí que sea uno de los pocos trabajos representati o de los otros grupos indígenas de la región. El título del trabajo determina el tipo de datos etnográficos que va a presentar: The Píma Bajo of Central Sonora, México: The Material Culture, ya que consagra toda su atención a los aspectos materiales de la cultura de una comunidad en vías de desaparecer como parte de un gr po étnico, los pimas de Ónavas. En la actualidad no se puede hablar de un grupo indígena en esa región, ya que desde principios de los setenta estaba en pleno proceso de asimilación a la sociedad regional y nacional, con sólo tres hablantes et pima.3 Regresando a la etnografía de los mayos podemos afirmar que el investigador más importante en esta área es, sin duda, Ross Crumrine. Desde 1960 hasta muerte, acaecida en 1998, realizó regularmente trabajo de campo en la región d Mayo. Gracias a ello aprendió la lengua nativa y participó activamente en el profuso ritual de los yoremem. Su investigación estuvo encaminada a interpretar sistema ritual de este grupo. Su primer trabajo le sirvió para obtener en 1968 grado de doctor en la Universidad de Arizona; fue traducido al español y publicado en la serie de Antropología Social del INI (1974) con el título El ceremoni de pascua y la identidad de los mayos de Sonora (México). Otra etnografía relacionada con los mayos, además de los yaquis y seris, fue elaborada por Francisco Domínguez (1962) y cuyo título es Informe sobre la · :-

3

A principios de siglo ya no era posible encontrar miembros del grupo pima de Ónavas, pues únicamente quedebz; pequeñas poblaciones de pimas en las regiones de Y écora y Maycoba, en Sonora, y Yepáchic, en Chihuahua.

402

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

vestigación folklórico-musical realizada en las regiones de los yaquis, seris y mayos. Estado de Sonora. En abril y mayo de 1933. El mérito de este trabajo radica en que presenta una breve descripción de algunos aspectos etnográficos -varios ya desaparecidos- que observó dentro de las tres comunidades que visitó, justo cuando ocurrían cambios significativos en el noroeste de México. Además, una cualidad notable es que documentó algunas canciones y piezas musicales de los tres grupos en cuestión, dando inicio a la poca investigación etnomusicológica que se ha desarrollado en esa zona del país. Una de las aportaciones más importantes a la etnografía del norte de México es sin duda el libro editado por Alfonso Ortiz Southwest. Handbook of North American Indians (1983). En este volumen queda muy clara la posición de la antropología estadunidense que considera al norte de México como perteneciente al Southwest, y expone que los grupos indígenas del norte de México son ajenos a Mesoamérica y tienen una mayor relación con las sociedades del sur de EU. Todos los escritos ahí contenidos son obra de investigadores estadunidenses, la mayoría de los cuales, si no es que todos, son especialistas en cada uno de los grupos estudiados. Los editores advierten que existe una desproporción entre los estudios relativos a ambos lados de la frontera, y que la parte mexicana es la menos investigada. Eso queda claro al observar la diversidad de trabajos que tratan sobre ciertos grupos, como los pimas altos y los tohono o'odham (pápagos), mientras otros, como los guarijíos, apenas se mencionan superficialmente en uno de los artículos más generales. De 56 contribuciones, sólo 11 corresponden a la región Sonora, muy pocas si se les compara con las 16 dedicadas únicamente a los navajos. De estas 11, seis se refieren a los pimas altos y tohono o'odham (estos últimos habitan en ambos lados de la frontera, principalmente en Arizona). Finalizamos el análisis de los trabajos de etnografía básica con el comentario de la publicación colectiva del Instituto Nacional Indigenista Etnografía contemporánea de los pueblos indígenas de México. Región noroeste (1995). Varios de los autores que colaboraron en la obra pertenecían al INI, aunque en el caso de los grupos de la región noroeste, algunos laboraban en otros centros de investigación. La propuesta institucional era poner al día el conocimiento etnográfico de los grupos indígenas que habitan en México, con base en un guión previamente establecido. Los escritos debían ceñirse a una determinada extensión que sólo permitía caracterizar cada uno de los previamente determinados, ya que su función era de divulgación más que perseguir fines propiamente académicos. Además, dados los tiempos, los recursos y las actividades propias de cada uno de los investigadores el carácter del estudio fue más bien bibliográfico (lo que no siempre se logró a cabalidad), con poca oportunidad para realizar trabajo de campo, con la excepción de Maya Lorena Pérez, quien realizó investigación de campo entre 1983 y 1985 para llevar a cabo la etnografía sobre los seris. Cabe también anotar que todos los investigadores en esta área eran especialistas en cada grupo estudiado, y que esto permitió un mejor acercamiento a pesar de las limitaciones. La temática del guión seguía los tópicos de las monografías tradicionales, como localización, infraestructura, demografía, lengua, salud, vivienda, artesanías, fiestas, etc. Para lo que ahora manejamos como la región Sonora, los artículos fueron escritos por: Alejandro

403

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

Aguilar Zeleny sobre guarijíos y mayos; Andrés Ortiz, pápagos y pimas; Maya Lorena Pérez, acerca de los seris, y María Eugenia Olavarría sobre los yaquis.

TRABAJOS COLECTIVOS

Antropología del Desierto (Beatriz Braniff y Richard Felger, coords., 1976), editado por el entonces recién creado Centro INAH del Noroeste, es el resultado de un encuentro académico entre arqueólogos y antropólogos mexicanos y estadunidenses que se llevó a cabo con el afán de establecer un balance general de los conocimientos y las áreas de esta gran región que deberían estudiarse. En este encuentro se reunieron investigadores de ambos lados de la frontera, de ahí que haya representado un hito en la conformación de la antropología del noroeste en la medida en que permitió delimitar líneas de acción y plantear la necesidad de profundizar mayormente en los estudios de la parte mexicana. Cabe mencionar que en la organización de esta reunión se siguió una lógica territorial y cultural para ubicar las distintas sesiones en torno a los desarrollo culturales hasta entonces estudiados o más o menos definidos como la ecología del desierto; el bajo río Mayo y el Fuerte; el bajo Yaqui, el río Sonora, los ríos de Sonoyta y Altar, y la región de la Costa; tal delimitación se ha seguido discutiendo . , ampliando con la intención de proveerse de mejores herramientas de análisis interpretación de los diversos desarrollos culturales. La información contenida en este volumen sigue considerándose de consulta básica para la configuración de una antropología del desierto. Se pueden mencionar en esta obra los trabajos de Felger, Di Peso, Spicer, Polzer Hayden y Hinton, Wigberto Jiménez, Margarita Nolasco, y Beatriz Braniff, entre otros; si bien las aportaciones sustanciales son de carácter arqueológico e histórico, resultan de gran importancia para los estudios antropológicos en general. El noroeste de México: sus culturas étnicas (1991), coordinado por los antropólogos Josefina Gutiérrez y Donaciano Gutiérrez, del Museo Nacional de Antropología, reúne los trabajos presentados en el seminario del mismo nombre, y cuyo propósito fue discutir la propuesta de cambio de la Sala del Noroeste del área de etnografía de dicho museo. Si bien en el seminario participaron arqueólogos, antropólogos, lingüistas e historiadores, también estuvieron presentes académico de otras disciplinas vinculados a la investigación etnográfica y a la antropología· cabe advertir que con la participación de investigadores de Sonora, Chihuahua Baja California, Sinaloa, entre otros, se tuvo la oportunidad de observar una panorámica de la diversidad de estudios e intereses que han prevalecido en las últimas décadas. De la especialización en los análisis arqueológicos, los trabajos de reconstrucción histórica, y los estudios lingüísticos, entre otros, se desprende que dentro de la antropología se ha desarrollado un variado conjunto de intereses; asimismo se advierte la necesidad de fortalecer estos espacios de discusión en la gran tarea de reconocer nuestra compleja realidad étnica, cultural e histórica.

404

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico ESTUDIOS BIOGRÁFICOS

Dentro de los estudios antropológicos, el aspecto biográfico ha sido abordado por varios investigadores. El interés por adentrarse en la vida de personas con nombre y apellido dentro de los grupos étnicos ha permitido conocer ciertas prácticas e historias concretas con más certeza que por medio de los estudios integrales o de comunidad, para las cuales los individuos son actores que comparten con el resto del grupo ideas, valores o actividades similares. Uno de estos trabajos es el de Jane Holden Kelley, Yaqui Women. Contemporary Lije Histories (1978),4 traducido al español casi con el mismo título: Mujeres yaquis. Cuatro biografías contemporáneas (1982). La propuesta de Kelley para hacer estudios biográficos se basa en el principio de que los datos individuales pueden contribuir a resolver problemas antropológicos en una escala no mensurable en términos cuantitativos. Además, al ser parte de conjuntos mayores como la familia, los grupos de parentesco ritual, la comunidad y el grupo étnico, sus personajes reproducen de manera personal rasgos que comparten con otros individuos, en especial con los del mismo género y edad. De los estudios de corte biográfico realizados en el noroeste que podemos considerar más tradicionales y relevantes en cuanto a la historia oral y las historias de vida está el trabajo de Ruth Underhill, Papago Woman (1936), que ofrece un retrato muy cercano de la forma de vida que por largo tiempo desarrollaron los tohono o'odham en el desierto; permite avizorar cómo fueron tomando forma los cambios en el modo de vida de este grupo a raíz de que el establecimiento de la frontera entre México y Estados Unidos dividió al grupo afectando su vida cotidiana, su ritualidad y su organización social. La autora adquirió su formación como antropóloga a fines de los años veinte; estudió con antropólogos tan importantes como Franz Boas y Ruth Benedict, y su trabajo es de los primeros y más reconocidos en el presente siglo. El texto muestra a través de la visión de una anciana que nació a mediados del siglo xrx -quien contaba con cerca de 90 años al dialogar con la autora-, el modo de vida en el desierto, aspectos de la vida cotidiana, la ritualidad y las concepciones sobre la magia, lo sobrenatural y el papel simbólico de los cantos y sus poderes medicinales. Traducida y prologada por Margarita Nolasco y editada en español por la Secretaría de Educación Pública, la Biografía de una mujer pápago (1975) representa, hasta ahora, el que tal vez sea el mejor acercamiento a la cultura y la transición cultural de los tohono o'odham, comúnmente conocidos como pápagos. Otro libro de la doctora Underhill de gran relevancia para acercarse a la profundidad del pensamiento o'odham es el titulado Singing far Power (1993), que fue editado inicialmente en 1938 y en el cual se destacan particularmente la importancia y la función del canto en la vida ceremonial y espiritual en torno a la cual se organizaba su existencia. Al referirse a la función mágica y simbólica del canto la autora presenta parte de la cosmovisión y el ciclo ritual de los o' odham;

' Esta investigación fue financiada por el Consejo de Canadá.

405

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

éste debe ser analizado en relación con su ritualidad contemporánea y con su función y lugar en la vida cotidiana de los integrantes del grupo. Otro estudio de corte biográfico fue elaborado por José Luis Moctezuma como proyecto de disertación para la Universidad de Arizona. En el año 2001 se publicó una revisión de este trabajo con el título De pascolas y venados. Adaptación, cambio y persistencia de las lenguas yaqui y mayo frente al español. Desde la perspectiva de la antropología lingüística aborda el problema que representa la dinámica del desplazamiento y mantenimiento lingüístico de las lenguas indígenas frente al español, pero siguiendo una línea de análisis de corte etnográfico. Para dar cuenta de este fenómeno examina en términos de procesos lingüísticos las historias de vida de las redes sociales de los miembros de cuatro familias ( dos yaquis y dos mayos). De cada grupo estudia a una familia que muestra la tendencia a utilizar su lengua materna dentro de la casa, y a otra más propensa al uso del español en sus intercambios sociales y comunicativos. Esta monografía permite apreciar la heterogeneidad del uso de las lenguas en conflicto dentro de las redes familiares y rompe con el esquema de que dentro de la familia se reproduce el uso de la lengua vernácula, aun entre aquellas consideradas más tradicionalistas. Moctezuma recurre a la historia, la antropología y la sociolingüística para interpretar una problemática que rebasa lo puramente lingüístico y se adentra en los aspectos social, cultural, económico, político e ideológico, que juntos le dan forma a una dinámica siempre en proceso de cambio. Además, incorpora la relación entre lenguaje, identidad e ideología, ya que observa su íntima relación, aunque no sea lineal. Con ello entra en la discusión sobre la identidad, tema que se halla en pleno proceso de construcción en los últimos años. Observa las identidades de los miembros del grupo como una práctica relacionada con los modelos ideológicos en lucha, lo cuales muchas veces resultan en etnicidades situacionales que neutralizan la identidad étnica de los individuos.

EL PROBLEMA DE LA IDENTIDAD

En la región del noroeste de México la sobrevivencia de algunos grupos étnicos y sus múltiples adaptaciones en la convivencia con las sociedades mayores han determinado que se hayan producido diferentes aproximaciones al tema de la identidad. Desafortunadamente éste se ha centrado en los dos grupos más estudiados de la región: los yaquis y los mayos; el acercamiento a los demás grupos es algo por hacer. El problema de la identidad yaqui y mayo ha sido abordado en diversas maneras por varios investigadores con profundo conocimiento de estas sociedades indígenas, lo que ha enriquecido la discusión. Spicer fue uno de los primeros que plantearon esta problemática. En su libro Los yaquis. Historia de una cultura considera la identidad a partir de aspectos objetivos, como el uso de la lengua. La pervivencia de los yaquis, a pesar de los profundos conflictos con las sociedades con que se han relacionado, llevó a este autor a plantear que su identidad es uno de los aspectos más relevantes para su permanencia como grupo étnico, cuando otros han desaparecido.

406

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

A su vez Thomas McGuire revisa el problema desde otra perspectiva en su tesis de doctorado para la Universidad de Arizona, que presentó en 1979 y después reelaboró para su publicación con el título Politics and Ethnicity on the Río Yaqui: Potam Revisited ( 1986). McGuire reexamina el trabajo de Spicer y plantea una forma diferente de interpretar la identidad de los yaquis con base en criterios de adscripción y no de su actuación o logros. La identidad yaqui tiene que ver directamente con la adscripción de sus miembros sobre la base de su origen y antecedentes. En su análisis incluye dos clases de atributos; entre los cuales el básico es el más importante, pues es el soporte de la identidad y el determinante del estatus; los atributos básicos de la identidad yaqui son la genealogía y la flexibilidad de criterios. para interpretar la membresía yaqui. Los atributos secundarios son también importantes, pero su ausencia o variación no afecta al estatus; éstos son: el vestido, el conocimiento de las tradiciones, el compartir experiencias históricas, la participación ritual y política, así como el uso de la lengua vernácula. Mary l. O'Connor elaboró su tesis de doctorado para la Universidad de California, Santa Bárbara ( 1980) y tras revisarla la publicó con el nombre de Descendants of Totoliguoqui. Ethnicity and Economics in the Mayo Valley (1989). Afirma que los cambios económicos han afectado la etnicidad de los mayos, de ahí que los miembros de este grupo se encuentren entre ser yoremes y ser mestizos. Después de Crumrine, O'Connor es la investigadora estadunidense quemayor atención ha puesto en las características identitarias de los mayos. Aunque incipiente, su propuesta sobre la etnicidad situacional de los miembros del grupo es bastante sugestiva para futuras investigaciones. Además, al trabajar con tres pueblos permite obsrvar un espectro más amplio de lo que está sucediendo en diferentes zonas del valle del Mayo, en Sonora. Una obra de gran importancia en la producción antropológica del noroeste de México es la que publicó Alejandro Figueroa, Por la tierra y por los santos. Identidad y persistencia cultural entre yaquis y mayos (1994), y que fue igualmente su tesis doctoral. Esta obra representa la culminación de un largo proceso de reflexión sobre la identidad de los yaquis y los mayos; propone una amplia discusión en torno a la identidad y la persistencia étnica y apunta también hacia una lectura comparada de dos sociedades profundamente vinculadas, tan distantes y cercanas que representan un interesante reto para el estudio antropológico. En la conformación regional del noroeste de México la expresión y análisis del papel y el ejemplo que representa la resistencia yaqui devino para algunos en una concepción paradigmática del proyecto étnico, de la fortaleza de la identidad de un grupo, sus formas de lucha y conservación del territorio. El trabajo de Alejandro Figueroa propone otro camino: adentrarse en el sentido de identidad de cada uno de estos grupos, conocer su historia y la concepción que de ésta tienen, el ethos, para buscar el sentido de sus prácticas rituales e identificar las estrategias de supervivencia que cada grupo desarrolló, para "con todo esto" construir el sentido de tales diferencias. Es difícil resumir en este espacio la importancia y el aporte de la obra de Alejandro Figueroa a la antropología del noroeste, no sólo en el conocimiento de las culturas yaqui y mayo, sino en la reflexión antropológica y en la docencia; por ello consideramos que su obra debe ser analizada y discutida con

407

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

amplitud en beneficio de esta disciplina, tomando en cuenta la necesidad de un mayor desarrollo de la misma en el noroeste.

ETNOBOTÁNICA Y SALUD

La etnobotánica es otra de las áreas que últimamente se han venido desarrollando en el noroeste, aunque aún no se cuenta con estudios abundantes, amplios y de carácter comparativo; sin embargo algunas investigaciones específicas representan valiosos aportes al desarrollo de esta línea de estudios. Destaca particularmente el libro de Felger y Moser People of the Desert and Sea (1985), que muestra la profunda vinculación de los con ca' ac con su territorio, el conocimiento que desarrollaron sobre la astronomía y las estaciones del tiempo a partir del aprovechamiento de los recursos naturales. Cabe destacar que el trabajo de Mary Beck Moser con los conca'ac se remonta a los inicios de los años cincuenta, junto con su esposo, el lingüista Edward Moser entró en contacto con ellos; ambos representaban al Instituto Lingüístico de Verano, cuya influencia debe ser analizada y considerada entre los conca'ac, especialmente en relación con la introducción de la religión protestante y la traducción del Nuevo Testamento al seri. Este largo y continuo contacto con dicho grupo le ha permitido a la autora apreciar con gran detalle ciertos elementos fundamentales de su pensamiento y su cultura. Richard Felger ha trabajado como etnobotánico por más de 20 años con ellos y estudiado la región, por lo cual entre ambos pueden ofrecer una visión muy detallada de los usos del territorio. El enfoque del estudio es fundamentalmente descriptivo y analítico, y se propone elaborar una etnografía biológica vinculada a sus expresiones culturales y ceremoniales al mostrar el profundo conocimiento que los conca'ac han desarrollado viviendo del desierto y del mar, y cómo éste ha sido utilizado y representado para el vestido, el alimento, y para sus diversas manifestaciones espirituales. Sin embargo los autores no se adentran mayormente en el análisis de cuestiones relacionadas con la constitución de lógicas simbólicas, aspectos de identidad o etnicidad y organización social, y presenta a esta cultura como un producto directo y sujeto de la naturaleza. No obstante, a partir de su amplio trabajo clasificatorio se pueden emprender otras interpretaciones que permitan adentrarse más en la lógica simbólica y en las formas de parentesco y organización de este grupo, que apenas han sido analizadas. Elisa Villalpando correlaciona la ecología, la arqueología y la etnografía para dar cuenta del uso de los recursos naturales que hicieron las bandas seris en una isla localizada dentro de su territorio tradicional. Su texto "Los que viven en las montañas. Correlación arqueológico-etnográfica de Isla San Esteban, Sonora México" (1989), fue presentado como tesis de licenciatura en arqueología en la. Escuela Nacional de Antropología e Historia. En él reconoce la necesidad del trabajo interdisciplinario para dar cuenta de un fenómeno poco investigado: la explotación de los recursos disponibles por grupos cazadores-recolectores-pescadores en un sitio cuyas condiciones son adversas para la vida humana y con una falta.

408

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

severa de agua. Como otros académicos que han estudiado la región norte de México, Villalpando no se concentra únicamente en su especialidad y busca en otras los datos necesarios para explicar cuestiones interrelacionadas. En lo ecológico describe el medio ambiente marino y terrestre, junto con la flora y la fauna disponibles, y presenta los restos materiales que evidencian una adaptación a este hostil entorno. Finalmente trata de relacionar la información etnohistórica y etnográfica para determinar la presencia conca'ac en esta isla, así como algunas de las características culturales del único grupo no yutoazteca de esta región. Como bióloga interesada en la cultura, Noemí Bañuelos escribió un libro sobre la medicina tradicional mayo: De plantas, mujeres y salud. Medicina doméstica mayo (1999). Sus expectativas iban más allá de lo puramente botánico y se adentró en el uso doméstico de las plantas medicinales, de ahí que emprendiera una aproximación etnográfica tratando de entender cuál era el papel de la mujer en las prácticas de salud comunitarias. Observó que la medicina tradicional y la moderna forman parte de la vida cotidiana de los miembros de este grupo en la medida en que las mujeres mayos conservan todavía conocimientos sobre las plantas medicinales que usan como remedio para ciertas enfermedades, aunque al mismo tiempo compartan con la medicina moderna y quienes la practican los cuidados de la salud de la comunidad. Y es que los mayos han experimentado un rápido proceso de penetración de las instituciones mestizas, particularmente de las que tienen que ver con la educación y la salud pública, lo cual va aunado a la merma de los terrenos silvestres en donde tradicionalmente se conseguían las plantas curativas. Por ello hay una convivencia cotidiana entre ambos sistemas de salud, los cuales se complementan; la medicina tradicional, casi siempre más barata y accesible, no pierde vigencia en el interior de las comunidades mayos. La autora describe las especies vegetales presentes dentro de la medicina doméstica mayo y proporciona su nombre en español, en mayo y el científico, así como su utilización. Uno de los grupos menos estudiados es el guarijío o macurawe, que atraviesa procesos de recomposición muy importantes, de ahí la necesidad de mencionar el interesante esfuerzo representado por el título "Región y etnia macurawe" ( 1996), publicado en el número doce de la revista Estudios Sociales, que editan El Colegio de Sonora, el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, y la Universidad de Sonora. Este número especial, coordinado por la antropóloga Teresa Valdivia Dounce y el médico Armando Haro, incluye siete artículos que entre otros temas se refieren a la reconstrucción histórica del grupo, con estudios de pobreza, nutrición y educación; además se presenta un estudio lingüístico, otro sobre tradición oral y uno más sobre plantas, que en su conjunto exploran algunos aspectos de la vida contemporánea de los guarijíos y los distintos efectos que el contacto con la sociedad no indígena está teniendo en su forma de vida y organización. Cabe mencionar que del trabajo realizado por los coordinadores de esta obra, particularmente con los guarijío, han derivado otros títulos y proyectos de trabajo que implican una acción antropológica que debe ser considerada con mayor detalle. Por ejemplo, el texto Como una huella pintada (1994) de Cipriano Buitimea

409

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

y Teresa Valdivia, reconstruye una parte del proceso de recuperación del territorio guarijío a partir de las vivencias de uno de sus participantes.

ANTROPOLOGÍA Y ECONOMÍA

De los diversos enfoques con que se han estudiado las comunidades indígenas, el menos desarrollado ha sido tal vez el de la economía. Si bien este rubro se ha tomado en cuenta en diversas etnografías y estudios monográficos y tratado en el marco de planes y programas indigenistas o de etnodesarrollo, no se le ha dado un tratamiento amplio, profundo y específico, por lo que sólo se dispone de descripciones y datos muy generales sobre algunos procesos económicos, pero no sobre el impacto y la percepción del fenómeno mismo en el marco de las distintas sociedades étnicas. Esto nos ofrece una visión parcial, determinista en gran medida, que supone a la cultura sometida al medio ambiente. Entre los pocos estudios de carácter económico que tratan de superar este vacío podemos mencionar dos, ambos referidos al grupo seri. El estudio de José Arturo Cuéllar La comunidad primitiva y las políticas de desarrollo (el caso seri) (1980) examina el salto histórico de este grupo, que pasó de un comunismo primitivo hacia una economía de tipo capitalista sustentada en el consumo. Si bien el planteamiento general hace uso del materialismo histórico, resulta un tanto esquemático, acorde con las concepciones y la formación social que caracterizó a las ciencias sociales a partir de la década de los setenta y cuyos desarrollos antropológicos no han sido muy acertados. El autor intenta una reconstrucción histórica y un análisis etnográfico de los seris. Para conocer esta sociedad por medio del análisis de los modos de producción trata de entender el conjunto de fenómenos y conflictos que ha enfrentado este grupo y que han determinado su modo de vida actual; con tal propósito hace una reconstrucción histórica del grupo centrando su análisis sobre los modos de producción y sobre las distintas percepciones que originalmente tenía de su territorio y sus bienes . Es notable su descripción del proceso de producción pesquera y de las artes de pesca, así como del trabajo artesanal relacionado con la talla del palo fierro, pero no penetra mayormente en la forma de organización original del grupo ni en la manera en que ésta se vio alterada y afectó la misma producción pesquera y artesanal. Este aspecto resulta especialmente relevante en el caso de lo seris, ya que muchos de los planes y proyectos del gobierno han resultado poco menos que inútiles por no conocer realmente sus formas de organización social familiar, pues han entrado en conflicto con su forma de organización y con s redes de relación, cuestiones que apenas menciona este trabajo. Cabe observar también que en cierta medida la orientación del texto sigue los planteamientos que hiciera el doctor Alejandro Marroquín en el informe que realizó para el INI: "De la economía nomádica a la economía de cambio" (1956). E otro estudio económico que nos interesa comentar fue elaborado por antropólogo Conrado Santillán Mena, Los seris. De la economía de cambio a la economía de consumo (1991); se sustenta en gran medida en el mismo trabajo y con-

410

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

tó con la guía del doctor Marroquín. Resulta interesante confrontar ambos trabajos, ya que si el de Cuéllar trata de presentar una visión crítica y de corte marxista fuera de lo institucional, el de Santillán complementa esta visión con elementos vinculados al trabajo indigenista en una época en que tomaron forma muchos cambios en el modo de vida de los seris, especialmente en su relación con el gobierno del estado. El libro de Santillán es una interesante descripción del cambio en la relación entre los conca'ac y el gobierno, de la percepción que éstos tienen de la función del gobierno, y de aspectos vinculados con su organización social. Cabe advertir que todo ello ocurrió durante el auge del populismo que fue promovido por el gobierno en los años setenta; si bien su interpretación de algunos procesos y fenómenos resulta aún externa, se advierten algunos problemas relacionados con el modo de ser y pensar de los seris. Destaca la especial importancia del censo poblacional que registró datos sobre la composición de las familias seris a principios de los años ochenta, información que hoy día resulta valiosa para elaborar algunos estudios, en especial sobre parentesco y organización social, elementos de este grupo que han sido realmente muy poco atendidos. Los datos etnográficos, aunque escasos y poco sistemáticos, nos muestran con mayor claridad las transformaciones, los cambios y las pugnas sociales por las que vienen atravesando los seris, sobre todo en la última década, cuando han sufrido muchos cambios la identidad y la organización de este grupo. Otra manera muy específica de concebir el trabajo antropológico aplicado la planteó un grupo de investigadores en la revista Human Organization del Journal of the Society far Applied Anthropology (vol. 31, núm. 2, 1972), ejemplar especial titulado "Modernization Research on the Papago Indians" que editó el antropólogo Robert A. Hackenberg. Si bien aún queda mucho por discutir en cuanto a los alcances y limitaciones de lo que se ha llamado "la antropología aplicada'', esta propuesta resulta interesante porque ofrece una visión panorámica que parte de distintas perspectivas vinculadas con la modernización, la forma de analizarla propia de las comunidades indígenas, y con la inserción de la sociedad pápago dentro de ella, entre otras cuestiones; se tratan aspectos relativos a la salud, la demografía y los asentamientos indígenas; se accede a ámbitos epidemiológicos, tribales y de seguridad social. Pese a que el tratamiento resulta bastante limitado nos ofrece una visión estadística y cuantitativa de los procesos de inserción de la sociedad o'odham de Arizona que puede ser tomada como base para otros estudios comparativos.

ESTUDIOS SOBRE SIMBOLISMO

Otra de las líneas de investigación que se ha comenzado a desarrollar en los últimos años es la de los estudios sobre antropología y simbolismo, que pretenden rebasar las descripciones y recopilaciones etnográficas clásicas para acercarse más al análisis de la diversidad de lógicas simbólicas que toman cuerpo en las distintas etnias de la región.

411

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

En cuanto a otros estudios sobre la cultura o' odham, cabe hacer referencia al interesante aporte ofrecido por la revista Journal of the Southwest que publica la Universidad de Arizona desde hace varios años. Esta revista se ha preocupado por editar artículos relacionados con lo que se denomina el Gran Suroeste, incluyendo, entre otros, materiales sobre pimas, seris y yaquis, que constituyen importantes aportes al conocimiento de la región a partir de la visión de distintas disciplinas. En los volúmenes 29, núm. 3 de 1987 y 33, núm. 4 de 1991 se publicaron estudios sobre el ceremonial del vi'kita, uno de los más importantes asociados al origen y la forma de vida de los tohono o' odham y que se ha mantenido vigente a pesar de los grandes problemas que afronta el grupo. Ante lo escaso de los estudios etnográficos, y especialmente frente al poco conocimiento sobre el pensamiento y la ritualidad que han dado sentido a la existencia del grupo, este esfuerzo brinda la posibilidad de entender y ubicar diversos procesos de pensamiento y simbolización que siguen estando vigentes y que en muchas ocasiones son el meollo de ciertos problemas y discusiones sobre identidad, religión y territorio. La visión fundamentalmente descriptiva de estos trabajos se ve enriquecida con la aportación analítica del estudio del antropólogo Jacques Galinier "From Montezuma to San Francisco: The Wigita Ritual in Papago Religion", editado por el Journal of he Southwest. Desde una perspectiva estructural y etnohistórica, Galinier ofrece su descripción, análisis e interpretación del ritual, vinculándolo con la mitología o' odham, su forma de vida y apropiación del desierto; considera además en su reflexión la difusión o presencia de ciertos mitos prehispánicos mesoamericanos, subraya el carácter prehispánico del ritual y ofrece interesantes reflexiones para estudiar y determinar con mayor precisión el sentido del mismo. Dentro de este tipo de estudios María Eugenia Olavarría intenta conocer la cultura yaqui en sus libros Análisis estructural de la mitología yaqui (1989), y particularmente Los símbolos del desierto (1992), por medio del estudio de sus diversas manifestaciones: la religión y la cosmovisión, el territorio, la danza, la comida, los juegos infantiles. Se trata de trabajos particulares redactados directamente por la autora o por un equipo de alumnos de antropología bajo su dirección -lo cual resulta importante, dada la gran carencia de interesados en desarrollar trabajos antropológicos en el noroeste-. Uno de los propósitos de este trabajo es el estudio de la identidad yaqui y sus formas de manifestación valiéndose de diversos análisis de carácter estructural y simbólico, lo que ofrece un panorama muy interesante sobre esta cultura. El libro se compone de tres grandes apartados; el primero de ellos se centra en el espacio sagrado, los mitos de origen y las concepciones sobre el tiempo mítico, así como en algunos de los personajes de la ritualidad y la organización religiosa yaqui; el segundo apartado se orienta al análisis de los espacios cotidianos vinculados con la salud, la alimentación y el juego; la tercera parte es un estudio bibliográfico y hemerográfico sobre este grupo. Es pertinente mencionar la tesis doctoral sobre simbolismo de María Eugenia Olavarría, "Ritmo y estructura del ciclo ritual yaqui" (1999), publicada en 2003 con el título Cruces, flores y serpientes. Simbolismo y vida ritual yaquis. Esta investigación fue presentada en la Universidad Autónoma Metropolitana y se une a los

412

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

esfuerzos cada vez más sistemáticos por estudiar y analizar los procesos étnicos y culturales en el noroeste de México desde la perspectiva de la antropología mexicana, y en especial por tratar de acercarnos con detalle a uno de los elementos que han sido trascendentes en el mantenimiento de la identidad y la organización social de los yaquis, ya que por medio de sus ciclos rituales han logrado que pervivan sus espacios de expresión e identificación. Dentro de la línea de estudios sobre la antropología simbólica cabe también el trabajo de Alejandro Aguilar Zeleny, "Los ritos de la identidad: ritualidad, diversidad y estrategias de resistencia indígena en el noroeste de México" (1998), tesis de maestría en que analiza ciertos aspectos vinculados con la identidad, la historia oral, la ritualidad y la persistencia étnica; se propone como un estudio de carácter comparativo sobre la ritualidad y la identidad entre los conca'ac, los tohono o'odham, los pimas y los guarijíos, y para ello se analizan algunos de los rituales que el autor considera fundamentales en la expresión del pensamiento, el simbolismo y la identidad de tales grupos. Este trabajo abarca un registro de diversas ceremonias que se llevó a cabo desde inicios de los años ochenta, como el vi'kita, la danza del buro, el yúmare y la cava-pisca, entre otras. Intenta asimismo realizar la reconstrucción histórica de cada grupo, con especial interés en el análisis de los elementos que integran y conforman la identidad y la persistencia étnica, y que adquieren formas específicas dentro de la ritualidad. También dentro de la línea de los estudios sobre arte y simbolismo cabe hacer referencia al libro El sabio de la fiesta. Música y mitología en la región cahítatarahumara (1998a) de Miguel Olmos, pues es uno de los muy pocos estudios sobre etnomusicología en el noroeste; se basa en una reflexión antropológica, y su cualidad es que pretende desarrollar un estudio comparativo entre dos grupos: los cahítas (donde analiza aspectos de los yaquis y los mayos) y los tarahumares. Este investigador se ha dedicado a estudiar aspectos vinculados con la estética, la música, los instrumentos musicales, los rituales y el simbolismo, los cuales tradicionalmente han sido poco analizados y valorados como una vía de análisis de la expresión simbólica y estética indígena. Continúa su labor de reflexión en su reciente tesis de doctorado "Les representations de l'art indigene dans le Nord-Ouest du Mexique. Esquisse de relations entre l'ethno-esthétique et l'archéologie" (1998b), donde se aboca a indagar sobre la constitución y expresión de manifestaciones simbólicas, y abarca desde el arte rupestre y la perspectiva arqueológica hasta manifestaciones vivas, como la música y la danza, tratando de encontrar una coherencia en estas expresiones.

A MODO DE CONCLUSIÓN

En este recuento de las diversas publicaciones de investigaciones que se han realizado en la región es fácil percibir que existe una gran falta de continuidad y homogeneidad, lo cual se traduce en un nivel de conocimiento muy diferenciado en lo que respecta a los distintos grupos, sus características particulares y las semejanzas e intercambios, que están apenas delineados. Esta falta de balance apunta

413

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

hacia grandes vacíos de conocimiento de los procesos de conformación de identidades étnicas y de la constitución y apropiación de territorialidades y su percepción y simbolización; los sistemas de intercambio, las rutas y las interrelaciones sólo están esbozados en líneas generales. El impacto del proceso histórico desatado por el descubrimiento y la conquista tuvo efectos distintos sobre cada grupo, de ahí que se generaran estrategias diferenciadas de resistencia. Es preciso profundizar en el conocimiento sobre la región integrando diferentes puntos de vista y perspectivas de investigación. Esta revisión general evidencia la necesidad y urgencia de fortalecer los estudios antropológicos de las comunidades indígenas. De manera especial es importante considerar que debido a la situación geográfica de la región Sonora, ubicada en la frontera, y frente a los procesos de modernización y globalización, se presentan continuos cambios en el desenvolvimiento y la transformación la identidad de estos grupos como consecuencia de la inserción compleja de las comunidades en la sociedad contemporánea, que se expresa en la apertura de nuevas vías de comunicación, en el incremento de las demandas y reivindicaciones étnicas, en los problemas vinculados al narcotráfico y en la intervención en las formas de gobierno, de organización y rituales. La antropología mexicana debe prestar mayor atención a estos fenómenos y rebasar el horizonte mesoamericano para integrar realmente una visión de conjunto. Como se puede apreciar, los trabajos más abundantes se relacionan con el grupo yaqui, que aunque ha sido estudiado desde la mayoría de las perspectivas antropológicas aún no ha sido investigado y entendido del todo. Cabe observar la gran ausencia de trabajos arqueológicos sobre este grupo en particular, de ahí la permanencia de un gran vacío en la conformación de un conocimiento detallado de procesos regionales más amplios. Después de los yaquis, el grupo que ha merecido más investigaciones y producción ha sido el mayo, principalmente el que corresponde al estado de Sonora. Esto trae a colación otro problema: que se requiere profundizar más en la realización de estudios analíticos y de carácter comparativo, particularmente de investigaciones en conjunto que permitan analizar y entender los distintos procesos de pervivencia étnica de estos grupos. Resulta particularmente notoria la escasez de trabajos y publicaciones sobre lo pimas bajos y los guarijíos, lo que denota un gran abandono en la investigación es un reflejo del desamparo en que se han tenido que desarrollar estos grupos. En lo que respecta a los estudios sobre los tohono o'odham y los conca'ac, resulta evidente que han recibido mayor atención de los investigadores extranjeros, prin ·_ palmente estadunidenses. También destaca el hecho de que los trabajos vinculados con la etnobotáni la salud y la antropología médica son casi inexistentes en la región, con excepciór de algunos esfuerzos aislados que privilegian la perspectiva biológica o la edicíór, de listas de plantas sobre la comprensión del pensamiento y las concepciones

=

la salud propias de cada grupo. De igual modo se requieren más estudios so .::=: organización, economía y etnohistoria, entre otros, y especialmente es preciso co ~tituir una visión panorámica y actualizada sobre los procesos y estrategias de e:_ -

414

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

sistencia que cada grupo está desarrollando en su afán de contrarrestar las influencias externas y los fuertes elementos negativos que afectan o limitan su desarrollo y los obligan a vivir en un ambiente de desplazamiento y de tensión social. Asimismo podemos observar que en los trabajos antropológicos más importantes en esta región hay una desproporción de casi dos a uno entre las publicaciones escritas en inglés (también una en francés) y las elaboradas en español; en algunos casos se cuenta con una traducción al español, pero otras obras tienen también mucho mérito, por lo que convendría traducirlas; tal es el caso de Cycles of Conquest, de Spicer. La elevada producción en inglés evidencia el interés de los investigadores extranjeros por esta región, sin embargo debemos reconocer que en los años noventa se incrementó la producción de importantes obras escritas por estudiosos mexicanos. No obstante, falta mucho por hacer en esta zona, ya que mientras otras áreas de la antropología se han venido desarrollando en los últimos años -como la ganadería y la pesca-, los estudios sobre grupos étnicos no han crecido como podría esperarse en una zona con una importante diversidad de sociedades indígenas. Finalmente, es inquietante la disparidad entre el conocimiento sobre los yaquis, y en menor proporción sobre los mayos, respecto al resto de las poblaciones de la región Sonora. En algunos casos ha sido tan poco el aporte académico relativo a algunos de estos grupos, que fue necesario incluir materiales que no tienen la profundidad de los elaborados para los yaquis y los mayos. En este caso la diversidad étnica no se ha visto reflejada como debiera en la producción académica, por lo que es prioritario avanzar en el conocimiento de sociedades diferenciadas que en un futuro no muy lejano podrían dejar de serlo.

REFERENCIAS Aguilar Zeleny, Alejandro, "Los ritos de la identidad: indígena en el noreste

ritualidad, diversidad y estrategias de resistencia

de México", tesis de maestría

en antropología

social,

México, Escuela

Nacional de Antropología e Historia, 1998, 356 p. (Línea de Antropología Simbólica). Alvarez, Ana María, Gianfranco Cassiano Carlos

García Mora (coord.),

y María Elisa Villalpando,

La antropología

en México.

"La arqueología Panorama

en Sonora", en

histórico,

vol. 12, La

antropología en el norte de México, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1988, pp. 75-88 (Colección

Bibliotecas del INAH).

Bañuelos, Noerní, De plantas, mujeres y salud. Medicina doméstica mayo, Hermosillo, Sonora, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes I Centro de Investigación en Alimentación

y Desarrollo A.C.

I Fish and Wild Life Service, 1999, 172 p. Beals, Ralph, "The Contemporary

Culture of Cahíta Indians", Bureau of American Ethnology Bulletin,

núm. 142, Washington D.C., Smithsonian

Institution, 1945, 447 p.

Braniff, Beatriz y Richard Felger, Sonora: Antropología del desierto. Primera reunión de antropología e historia en el noroeste de México, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia I Secretaría de Educación

Publica, 1976, 592 p. (Colección

Científica, 27). [Reeditado en Noroeste de México,

núm. 12, México, Centro Instituto Nacional de Antropología e Historia-Sonora,

1993, 243 p.]

Buitimea, Cipriano y Teresa Valdivia, Como una huella pintada, Hermosillo, Colegio de Sonora, 1995, 84 p.

415

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

Crumrine, Ross N., El ceremonial de Pascua y la identidad de los mayos de Sonora (México), México, Secretaría de Educación Pública! Instituto Nacional Indigenista, 1974, 363 p. (Antropología Social, 31). --, The Mayo Indians of Sonora. A People who Refuse to Die, Tucson, The University of Arizona Press, 1977, 176 p. Cuéllar, JoséArturo, La comunidad primitiva y las políticas de desarrollo (el caso seri), México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1980, 146 p. Domínguez, Francisco, Informe sobre la investigación folkórico-musical realizada en las regiones de los yaquis, seris y mayos. Estado de Sonora. En abril y mayo de 1933, México, Departamento de Bellas Artes, Secretaría de Educación Pública, 1962, 226 p. Erasmus, Charles, "Culture Change in Northwest Mexico", en Julian H. Steward (ed.), Contemporary Change in Traditional Societies, vol. 3, Mexican and Peruvian Communities, Urbana, University of Illinois Press, 1967. Felger, Richard y Mary Beck Moser, People of the Desert and Sea. Ethnobotany of the Seri Indians, Tucson, The University of Arizona Press, 1985, 435 p. Figueroa, Alejandro, "Los que hablan fuerte. Desarrollo de la sociedad yaqui", Noroeste de México, núm. 7, Sonora, Centro INAH Sonora, 1985, pp. 15-161. --, "La etnología en Sonora", en Carlos García Mora ( coord.), La antropología en México. Panorama histórico, vol. 12, La antropología en el norte de México, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1988, pp. 89-125 (Bibliotecas del INAH). --, Por la tierra y por los santos. Identidad y persistencia cultural entre yaquis y mayos, México, Dirección General de Culturas Populares / Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1994 414 p. Galinier, Iacques, "Frorn Moctezuma to San Francisco: The Wigita Ritual in Papago Religion", Journal of the Southwest, vol. 33, núm. 4, 1994. Gouy-Gilbert, Cécile, Une résistance indienne: Les yaquis du Sonora, Lyon, Francia, Fédérop, 1983, 172 p. --, Una resistencia india. Los yaquis, México, Instituto Nacional Indigenista/ Centro de Estudio Mexicanos y Centroamericanos, 1985, 221 p. (Antropología Social, 71). Gutiérrez Donaciano y Josefina Gutiérrez (coords.), El noroeste de México: sus culturas étnicas, México, INAH, 1991, 465 p. Hackenberg, Robert, "Modernization Research on the Papago Indians", Human Organization, SpeciaJ Issue, vol. 31, núm. 2, EU, Journal of the society for applied Anthropology, 1972, pp. 111-240. Instituto Nacional Indigenista, Etnografía comparada de los pueblos indígenas de México. Región noroeste, México, !NI, 1995, 575 p. Kelley, Jane Holden, Yaqui Women: Contemporary Lije Histories, Lincoln, University of Nebraska Pr 1978, 377 p. --, Mujeres yaquis. Cuatro biografías contemporáneas, México, Fondo de Cultura Económica, 19 379 p. -- y María Elisa Villalpando, "An Overview of the Mexican Northwest", en Paul Fish y J.J. Rai (eds.), Interpreting Southwest Diversity: Underlying Principies and other Arching Patterns, Arizo State University, 1996, pp. 69-80 (Anthropological Research Papers, 48). Marroquín, Alejandro, "De la economía nomádica a la economía de cambio", México, Instituto Nacional Indigenista, 1956. McGuire, Thomas, Politics and Ethnicity on the Río Yaqui: Potam Revisited, Tucson, The Universi ffi Arizona Press, 1986, 186 p.

416

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

Moctezuma Z., José Luis, De paseo/as y venados. Adaptación, cambio y persistencia de las lenguas yaqui y mayo frente al español, México, Siglo XXI Editores/ El Colegio de Sinaloa, 2001, 308 p. -y Jane H. Hill (eds.), Avances y balances de lenguas yutoaztecas, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2001, 481 p. (en prensa) (Col. Científica, 438). O'Connor, Mary I., Descendants of Totoliguoqui. Ethnicity and Economics in the Mayo Va/ley, Berkeley, University of Californa Press, 1989, 143 p. Olavarría, María Eugenia, "La mitología cosmogónica del noroeste", en Jesús Monjarás-Ruiz (coord.), Mitos cosmogónicos del México indígena, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1987, pp. 245-305 (Bibliotecas del INAH). --, Análisis estructural de la mitología yaqui, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia / Universidad Autónoma Metropolitana, 1989, 131 p. (Col. Científica, 183). --, Los símbolos del desierto, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, 1992, 212 p. (Serie Texto y Contexto, 11). --, "Ritmo y estructura del ciclo ritual yaqui", tesis de doctorado en ciencias antropológicas, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, 1999, 270 p. --, Cruces, flores y serpientes. Simbolismo y vida ritual yaquis, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa / Plaza y Valdés, 349 p. Olmos, Miguel, El sabio de la fiesta. Música y mitología en la región cahíta-tarahumara, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1998a, 172 p. (Bibliotecas del INAH). --, "Les representations de l'art indigene dans le Nord-Ouest de Mexique. Esquisse de relations entre l' ethno-esthétique et l'archéologie", tesis de doctorado en antropología social y etnología, París, Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, 1998, 761 p. Ortiz, Alfonso (ed.), Southwest. Handbook of North American Indians, vol. 10, Washington, Smithsonian Institute, 1983, 701 p. Pennington, Campbell, The Pima Bajo of Central Sonora, México. The Material Culture, vol. 1, Salt Lake City, University ofUtah Press, 1980, 410 p. Radding, Cynthia, Wandering People. Colonialism, Ethnic Spaces, and Ecological Frontiers in Northwestern Mexico, 1700-1850, Durham y Londres, Duke Univeristy Press, 1997, 404 p. Santillán M., Conrado, Los seris. De la economía de cambio a la economía de consumo, Hermosillo, Gobierno del Estado de Sonora, 1993, 192 p. Spicer, Edward, Pascua, a Yaqui Village in Arizona, Chicago, University Publications in Anthropology, 1940, 325 p. (Ethnological Series). --, Potam, a Yaqui Village in Sonora, Wisconsin, Menasha, 1954, 234 p. (American Anthropological Association Memoirs, 77). --, Cycles of Conquest: The Impact of Spain, Mexico, and The United States on the Indians of the Southwest, 1533-1960, Tucson, University of Arizona Press, 1962, 609 p. --, The Yaquis: A Cultural History, Tucson, University of Arizona Press, 1980, 393 p. --, Los yaquis. Historia de una cultura, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1994,

491 p. Underhill, Ruth, Papago Woman, Illinois, Prospect Heigths Waveland Press, 1983 [1936], 98 p. --, Biografía de una mujer papago, México, SEP, 1975, 159 p. (Septetentas). --, Singing for Power. The Song Magic of the Papago Indians of Southern Arizona, Berkeley, University of California Press, 1938. Valdivia, Teresa y Armando Haro (coords.), "Región y etnia rnacurawe", Estudios Sociales, Revista de Investigación del Noroeste, vol. VII, núm. 12, 1994, 261 p.

417

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

Villalpando C., Elisa, "Los que viven en las montañas. Correlación arqueológica-etnográfica en la isla San Esteban, Sonora, México", Noroeste de México, núm. 8, Hermosillo, Sonora, Centro Regional INAH Sonora, 1989, 104 p. Vi'kita (varios autores), Journal of the Southwest, vol. 29, núm. 3, Tucson, Arizona, 1987, pp. 257-329. --, Journal of the Southwest, vol. 33, núm. 4, Tucson, Arizona, 1991,pp. 457-556.

Bibliografía del noroeste. Síntesis de información Línea de investigación

Autor

Grupo étnico"

Estudios históricos

E. Spicer A. Figueroa C. Gouy-G. C. Radding

y y y

Cambio cultural

Ch. Erasmus R. Crumrine

M,Y M

Etnografía

R. Beals E. Spicer C. Pennington R. Crumrine F. Domínguez

Y,M

T. Dunnigan T. Bowen E. Spicer R. Crumrine T. Hinton B. Fontana D. Bahr

P bajo

M Y,M,P,S Pá Pá

Antropología del desierto

Braniff y Felger

Y,M,P,Pá

Región Noroeste, INI

A. Aguilar A. Ortiz M. L. Pérez M. E. Olavarría

G,M P, Pá y

Gutiérrez y Gutiérrez

Y, M, S, P, Pá, G

J. Kelley

y

R. Underhill J. L. Moctezuma

Pá Y,M

E. Spicer T. McGuire M. O'Connor A. Figueroa

y y

Southwest (Handbook ... )

Etnografía noroeste, Biográficos

Identidad

INAH

418

P,Ó,E

y p

M S,Y,M

s

y

s

M Y,M

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico ( continuación) Línea de investigación

Autor

Etnobotánica

Felger y Mosser E. Villalpando N. Bañuelos

Estudios económicos

Simbolismo

Grupo étnico"

s s M

s s

A. Cuéllar C. San tillán R. Hackenberg



J. Galinier Aguilar M. Olmos M. Olavarría

Pá Pá,S, G Y,M,T y

*Y: yaqui; M: mayo; P: pima; S: seri; Ó: ópata; E: eudeve; Pá: pápago; G: guarijío; T: tarahumara

PAPAGO WOMAN Ruth Underhill Illinois, Prospect Heigths Waveland Press, 1984, 98 p. [Primera edición en inglés: The Autobiography of a Papago Woman, 1936 (Memoirs of the American Anthropological

Association, 46)]

[Biografía de una mujer pápago, introducción y traducción de Margarita No lasco, México, 1974, 159 p. (SepSetentas, 201)]

Suele considerarse que esta obra es uno de los estudios clásicos de la antropología del noroeste de México y suroeste de los Estados Unidos por la importancia de su aporte histórico y etnográfico y el conocimiento que ofrece sobre un grupo escasamente conocido en la época de su publicación. Se trata de un texto básico que nos permite vislumbrar el modo de vivir, el pensamiento y la organización de los o'odharn, quienes han habitado por largo tiempo en el desierto de Sonora y Arizona. La autora recupera por medio de la historia oral una parte del pensamiento de este grupo; toma como punto de referencia la vida de Chona, una mujer nacida a mediados del siglo XIX para reflexionar sobre esta forma de habitar y entender el desierto; su exposición nos lleva a entender algunos elementos de representación y expresión aún vigentes en el interior de este grupo. Los o'odham integran una compleja sociedad que debe acoplar de algún modo la condición de verse obligada a convivir con tres distintas concepciones de nación y sociedad (ser o'odham, mexicano o estadunidense). Se trata de un proceso al que la antropología mexicana le ha prestado escasa atención, por ello una de las cualidades relevantes de esta obra es que permite perfilar el contexto en que se fue desenvolviendo la relación entre los diversos actores sociales (y los distintos proyectos étnicos que esto supone) en la recomposición de un territorio que adqui419

Aportaciones de la antropología al conocimiento

de la región Sonora

rió distintos significados, especialmente en el periodo que va de fines del siglo XIX a las primeras décadas del xx. La autora, formada dentro de la antropología cultural con la dirección de Franz Boas y Ruth Benedict, a principios de la década de 1930 fue comisionada para iniciar algunos estudios etnográficos con los llamados pápagos, integrantes del grupo o'odham. El resultado de su trabajo fue una concepción panorámica sobre dicha cultura y los procesos de cambio que atravesaba esa sociedad. Fue uno de los primeros esfuerzos de la antropología norteamericana orientados a obtener un conocimiento más ordenado y sistemático sobre este grupo y esta región. Destaca el hecho de que Chona, la informante, fuera una mujer que no se ajustaba cabalmente al modelo o patrón de conducta de las integrantes de su grupo, lo cual le permitió analizar su propia cultura y existencia, pues transitó por diversas condiciones: fue hija de una persona importante de la comunidad, se casó con un miembro de uno de los ritos más relevantes del grupo, y desarrolló ciertos poderes curativos que le confieren una condición distinta a la de otras mujeres. Editada originalmente en 1936, resulta significativo que apenas en la década de los setenta se tradujera y editara en México dentro de la colección Sepsetentas con un trabajo introductorio de Margarita Nolasco, sin que hasta la fecha haya sido reeditada. En Estados Unidos se volvió a editar en 1978 y se le agregó un capítulo introductorio, donde la autora recupera el proceso de contacto y sus primeras nociones sobre esta sociedad y contextualiza en particular la vida de su informante. En el capítulo final, también agregado en esta última edición, Underhill reflexiona más ampliamente sobre la educación de los niños y ciertos aspectos vinculados con la condición de las mujeres dentro de esta sociedad. (Alejandro Aguilar Zeleny.)

SINGING FOR POWER. THE SONG MAGIC OF THE PAPAGO INDIANS OF SOUTHERN ARIZONA Ruth Underhill Berkeley, University of California Press, 1938

Entre los trabajos que desarrolló la antropóloga Ruth Underhill a principios de década de los treinta sobre los o' odham, además del ya citado Papago Woman ca incluir aquí este texto, editado originalmente en 1938 por la Universidad California y reeditado en 1993 por la Universidad de Arizona, en consideració su importancia para quienes pretenden conocer el pensamiento y la poética del "" o'odham. Para los o' odham, comúnmente conocidos como pápagos, el canto ha sido o; largo tiempo un elemento muy importante dentro de su cosmovisión, pues e · ;:' atribuyen poderes o cualidades especiales; por esto se consideraba que los can s tenían poderes curativos y el makai o curandero se valía de los emitidos por ciertos animales para conocer los males que aquejaban a alguna persona en partí lar. Un makai los interpretaba para identificar el mal, y después otro curande:

420

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

era el responsable de la curación; si la persona enferma moría esto podía costarle la vida al makai, lo que nos permite entender la importancia de dicho elemento cultural dentro del grupo. De igual modo en varias prácticas cotidianas y en algunos de los ritos de paso el canto ejercía una función propiciatoria y se le atribuía una compleja eficacia simbólica, la cual se expresaba con mayor fuerza e intensidad dentro de los ritos y ceremonias más importantes del grupo, donde el canto cumplía la función de reproducir el mundo o'odham y conducir a la gente por el camino adecuado. · Este trabajo constituye lo que podríamos llamar "una etnografía poética del ciclo de vida y la cosmovisión de los o'odham". La autora emprende una lectura, desde la etnografía, de los textos de diversos cantos utilizados en distintas ceremonias o a lo largo de diversos procesos vitales, como las peregrinaciones por sal hacia el mar, la cacería y los rituales asociados a esta y otras prácticas propias del complejo grupo pápago de cazadores, recolectores y agricultores. Son reconocidos los obstáculos que debe sortear este tipo de trabajos, porque se requieren diferentes tipos de traducción: de la voz y el espacio ceremonial donde fueron interpretados algunos cantos, a la traducción a una versión más actual de la lengua o'odham, y de ahí al idioma inglés. En la introducción Ofelia Zepeda, investigadora o'odham, destaca el hecho de que las versiones ahí incluidas no sólo fueron aceptadas por algunos de los miembros del grupo, sino que, según ellos, captaron la sensibilidad de su expresión poética. En el libro Singing far Power varios capítulos se refieren al origen de los o' odham; a su filosofía y religión; a la ceremonia del nawait, donde se bebía licor de pitahaya y se cantaba para bajar las nubes. Incluye además algunos ritos y cantos de carácter agrícola cuyo propósito es hacer crecer el maíz, cantos sobre la guerra y cantos de cacería. Cada uno de ellos o cada conjunto de cantos va acompañado por la introducción de la autora, que delinea algunos de los elementos fundamentales en la constitución del simbolismo del grupo y expone algunos de los usos prácticos de estos cantos, así como del conjunto de creencias a ellos asociadas. (Alejandro Aguilar Zeleny.)

PASCUA, A YAQUI VILLAGE IN ARIZONA Edward Spicer Chicago, University Publications in Anthropology, 1940, 325 p. (Ethnological Series)

El llamado "problema yaqui", que duró casi todo el siglo XIX debido a la enérgica resistencia de este grupo étnico frente al poder del Estado mexicano, concluyó con la diáspora de un número considerable de individuos que fueron deportados al sur de México, y con la huida de otro sector que se vio en la necesidad de buscar refugio en Estados Unidos. Una parte de ellos formó el pueblo de Pascua muy cerca de la ciudad de Tucson, Arizona. En ese lugar comenzaron a reproducir importantes elementos de su cultura, así como a establecer lazos de parentesco y a efec-

421

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

tuar rituales muy similares a los que solían realizar en la zona tradicional, que en algunos momentos parecía desaparecer por el genocidio del que eran objeto por parte de las fuerzas del Estado mexicano. El pueblo de Pascua fue seleccionado por Spicer para realizar una investigación de comunidad, que presentaba características particulares debido a su relación con los anglos. El trabajo asalariado en el campo y en la ciudad determinaba un estrecho contacto entre los yaquis y sus patrones blancos; de hecho, su economía dependía de la posibilidad de contratarse con los yoris, quienes, al igual que en México, consideraban a los yaquis como la mejor fuerza laboral, aun cuando no trabajaran tiempo completo, dada su intensa actividad ritual. En buena medida la posibilidad de contar con un ingreso permanente permitía a los miembros del grupo llevar a cabo sus fiestas religiosas y otras ocupaciones rituales. El trabaJO cumplía la doble función de servir como medio de subsistencia y de constituir un recurso para patrocinar todo tipo de ceremonias religiosas. Spicer pretende dar cuenta de los factores que coadyuvan a la permanencia de sus rasgos culturales originales, y al mismo tiempo procura observar los elementos que determinan el cambio cultural. Esto es producto del contacto cultural entre dos sociedades con diferentes características, como la yaqui y la angloamericana. Retomando el sistema religioso yaqui en un contexto social más amplio, Spicer describe cada uno de los elementos que intervienen en este complejo sistema, el cual se ve modificado de acuerdo con los cambios que experimenta el gru- po en un ambiente dominado por la cultura estadunidense, pero con fuertes rasgos hispanos. A lo largo del trabajo el autor describe los diferentes aspectos y personajes que intervienen en el sistema religioso, que mantiene una íntima conexión con la organización social del grupo; ahí el parentesco es fundamental para entender el desarrollo de las relaciones internas de la comunidad. A partir de ello va desglosando parte por parte los actores y las instituciones participantes en el ritual, comenzando por aquellos que desempeñan el papel de patrocinadores en el sistema de compadrazgo, en donde el padrinazgo es fundamental para reproducir el ceremonial. Spicer presenta las formas de participación por género, edad y actividad: mientras los hombres estaban organizados en cinco sociedades: maestros, matachín fariseos, caballeros y coyotes, las mujeres formaban dos organizaciones ceremoniales: las cantoras y las ki' ostim o sociedad del altar. Las primeras acompañab a los maestros en los rezos y cantos, y las segundas cuidaban las imágenes de la iglesia. También da cuenta de otro grupo: los pascolas y el venado, quienes o parte fundamental en el ceremonial y representan al mundo natural. Todos ellos se combinan para llevar a cabo el intenso calendario ritual, en don "" sobresale el tiempo de Cuaresma y Semana Santa. Esta reproducción anual de --representación de la muerte de Cristo lleva a un cambio en las actividades, los tie pos y los actores que intervienen en el ceremonial, ya que casi la totalidad de miembros del grupo participa de alguna manera. Es así como los yaquis establecen un equilibrio entre la obtención de recursos y su papel como parte del - · ma ritual y de las necesidades económicas que éste conlleva. (José Luis Mocte Zamarrón.)

422

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico INFORME SOBRE LA INVESTIGACIÓN FOLKLÓRICA MUSICAL EN LAS REGIONES DE LOS YAQUIS, SERIS Y MAVOS EN TORNO DE SONORA. ABRIL Y MAYO DE 1933 Francisco Domínguez México, Departamento de Música, Instituto Nacional de Bellas Artes, Secretaría de Educación Pública, 1962, pp. 113-226

La recopilación de música y datos de campo que incluyó Domínguez en su informe constituye uno de los primeros acercamientos etnográficos de un investigador mexicano al noroeste de México. Su fin principal fue recopilar canciones y piezas musicales relacionadas con la cultura de los yaquis, mayos y seris, por lo cual dedicó parte de su escrito a describir algunos rasgos culturales de tales grupos. Sin que ofrezca importantes avances para la etnografía de la región, la cualidad de esta obra estriba en que se refiere a dos aspectos hasta ese momento poco tratados en la literatura antropológica del noroeste de México: la música relacionada con los rituales y con la vida cotidiana de las comunidades indígenas, y la somera descripción etnográfica que permite acceder a una valiosa información acerca de las características que presentaban esos tres grupos étnicos a principios de la tercera década del siglo XX. Divide el volumen en cuatro apartados. En los tres primeros presenta breves pero significativos datos etnográficos de los yaquis, seris y mayos, y en el cuarto transcribe las canciones y piezas musicales que registró durante su trabajo de campo. Si bien proporciona algunos datos respecto a las culturas nativas, su propósito principal lo lleva a concentrarse en lo referente a la producción musical de estos grupos, poniendo énfasis en los instrumentos utilizados, las características de su elaboración -sobre todo de los autóctonos- y la forma en que se tocan. Enriquece esta descripción la inclusión de fotografías y dibujos de los instrumentos y de los personajes que los utilizan en sus fiestas y ceremonias tradicionales. Durante la Semana Santa estuvo con los yaquis para hacer una pormenorizada descripción: participan diferentes tipos de danzantes, como los pascolas, el venado, los matachines y los coyotes -este último grupo está en proceso de desaparecer en la mayoría de los pueblos tradicionales-; en todos los casos el autor detalla su atuendo y la parafernalia que los acompaña. Indica los cinco tipos de música· que recopiló: los cantos litúrgicos, los cantos de la danza del venado, la música de la danza del venado y de los pascolas, así como las canciones y corridos mestizos que se cantan en español. En la parte que dedica a los seris describe la región geográfica en donde habitan, con especial interés en las características del territorio y en la adaptación del grupo a ese agreste entorno. Su postura evolucionista lo lleva a relacionar algunas de las prácticas del grupo con lo que él llama "razas indígenas primitivas"; entre dichas prácticas menciona el uso de la pintura facial; su religión, basada en cuatro deidades; su habitación en chozas elaboradas de forma rústica, así como sus manifestaciones artísticas, entre las que sobresalen sus danzas y cantos. Estos últimos tienen que ver con su medio natural, ya que sobresalen los dedicados a los

423

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

animales, a las plantas y a los fenómenos naturales. Finaliza con la descripción del eéneg, un instrumento de arco propio de los seris con el cual interpretaron ocho piezas musicales que figuran entre las obtenidas por Domínguez. De los mayos refiere que tienen mucha semejanza con los yaquis pero que están en proceso de asimilación a la cultura mestiza. Describe algunas ceremonias religiosas que tienen que ver con la dinámica de los fiesteros y el padrinazgo. La música que compiló es similar a la de los los yaquis. Para terminar anota las piezas musicales recopiladas en el trabajo de campo; las describe musicalmente y refiere quiénes las cantan y cuándo lo hacen; las presenta transcritas y traducidas; las originales estaban en la lengua nativa. (JoséLuis Moctezuma Zamarrón.)

CYCLES OF CONQUEST: THE IMPACT OF SPAIN, MEXICO, AND THE UNITED STATES ON THE INDIANS OF THE SOUTHWEST,

1533-1960

Edward Spicer Tucson, University of Arizona Press, 1962, 609 p.

Aquí Spicer va más allá de los datos históricos, pues trata de analizar desde una perspectiva antropológica los procesos de cambio que han experimentado las sociedades indígenas del norte de México y del suroeste de la EU. En una extensa obra de más de 600 páginas describe las relaciones entre los indígenas y los no indígenas a partir de diferentes perspectivas de análisis. Por un lado hace un recuento de los acontecimientos históricos que fueron decisivos en la relación entre los grupos indígenas y las sociedades mayores con las que han tenido contacto permanente a lo largo de su historia. La falta de investigación sobre los guarijíos impide su inclusión en ese recuento, en tanto que las historias de los yaquis, mayos, pimas, tohono o'odham, seris y aun de los desaparecidos ópatas son cubiertas en capítulos específicos. Otro apartado se concentra en las diferentes formas de relación que se adoptaron en los periodos en que sucesivamente dominaron los españoles, mexicanos y anglos en esta extensa región; asimismo emprende una revisión de aquellas instituciones que afectaron mayormente a los grupos nativos, como los pueblos estilo europeo, las misiones, los presidios y las minas durante la época colonial, y las reservaciones con la expansión anglo en el territorio de lo que hoy forma parte de Estados Unidos. Aquí también describe los conflictos entre diferentes sociedades que pugnan por imponer sus modelos, y sobre todo menciona la resistencia de los grupos étnicos frente a los grupos dominantes. Dado el carácter de su análisis, en donde los procesos de cambio cultural son sustantivos dentro de su concepción teórica, Spicer recurre a varios sistemas sociales para hacer evidente su caracterización del fenómeno que él llama de aculturación. Uno de ellos está en relación con los sistemas políticos, que entraron en contradicción con los indígenas al tratar de imponerles modelos externos a sus formas tradicionales de organización política. Ello derivó en incorporaciones, adaptaciones y resistencias de los sistemas en conflicto, como el paso de la ranchería al

424

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

pueblo, o las nuevas formas de gobierno establecidas por españoles, mexicanos y anglos, las cuales incidieron de diferentes maneras en las comunidades indígenas. Otro aspecto que incorpora en su trabajo es el lingüístico: aquí describe cómo se fueron expandiendo el español y el inglés a costa de las lenguas indígenas, lo cual dio como resultado la extinción de un gran número de lenguas nativas de la región y el incremento de los hablantes de lenguas europeas en la zona, quienes no sólo eran españoles, mestizos y anglos, sino los mismos indígenas. Para Spicer un claro ejemplo de aculturación son los préstamos lingüísticos; destaca que los procesos de cambio cultural que padecieron los grupos étnicos de la región se vieron reflejados en los múltiples préstamos, sobre todo del español a lenguas como el yaqui y el mayo. Así, son clave tales préstamos para entender los cambios culturales que han dejado huella en los sistemas de lenguaje nativos; aunque también se dieron en sentido contrario, fue en mucho menor medida. La religión es otro factor muy ligado a la adaptación y al cambio cultural de los grupos de esta región. El planteamiento de Spicer es que no suplantaron a la religión nativa el catolicismo o el protestantismo, sino que hubo un proceso de cambio en el cual la religión tradicional de los indígenas influyó en las nuevas, que se adaptaron y practicaron de manera particular. De ahí que yaquis y mayos tengan sus propios líderes religiosos y además incorporen personajes propios al ritual católico. Finalmente Spicer retoma el económico como uno de los factores más significativos dentro de los cambios culturales de los grupos de la zona. El paso de una economía autosuficiente a otra de consumo, en donde los excedentes y la producción agrícola y ganadera en gran escala vinieron a modificar el panorama nativo, han sido clave para explicar los considerables cambios culturales a lo largo de la historia regional en donde están inmersos los diferentes grupos. Para concluir, Spicer hace un recuento de los procesos de aculturación en el noroeste de México y el suroeste de Estados Unidos en donde deja clara su posición respecto al marco teórico que utilizó en su análisis. Con ello presenta la síntesis de su interpretación del hecho cultural a partir de una visión histórica del fenómeno social, la cual influyó en su momento en la que ha sido llamada "escuela de aculturación". (José Luis Moctezuma Zamarrón.)

MODERNIZATION RESEARCH ON THE PAPAGO INDIANS Robert A. Hackenberg (ed.) Human Organization,Journal of the Society far AppliedAnthropology, vol.31,núm.2,

1972,pp.111-240

En el año de 1972 la revista Human Organization del Journal of the Society for Applied Anthropology editó un número especial dedicado a publicar diversos estudios de investigación sobre los efectos de la modernización en la cultura de los o' odham; para ello incorporó el trabajo de diversos investigadores desde la perspectiva de la antropología aplicada.

425

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

El número especial a que hacemos referencia ordena los trabajos de distintos autores en tres grandes bloques temáticos que a manera de ejes analíticos guían el estudio planteado: "Conceptos y métodos para evaluar la modernización"; "Factores demográficos como fertilidad, mortalidad y migración", y finalmente "La dimensión institucional y la movilidad social". En el primer bloque se encuentran los trabajos de Hackenberg sobre los patrones adaptativos de la sociedad o' odham; allí analiza el cambio de las relaciones entre las distintas comunidades o' odham a partir de las influencias y presiones externas. El trabajo de Patrick y Tyroler se refiere al problema de la salud y a las estrategias y cambios que ha afrontado este grupo frente a la oferta de servicios institucionales a los que tienen acceso los indígenas en Estados Unidos. El tercer trabajo de este primer apartado, que fue elaborado por Feldman, toca la cuestión demográfica y su impacto en el desarrollo, tratando de entender algunas de las diferencias que comienzan a percibirse entre las comunidades o'odham en atención a su cercanía o distancia con la sociedad anglosajona. En el segundo bloque se incluye el trabajo de Uhlman acerca del impacto de la modernización sobre la fertilidad de los indígenas o' odham, quien explora el efecto de lo urbano en los cambios de los patrones de vida y fertilidad tradicional de este grupo; apoya su argumentación con algunos datos estadísticos. Otro de los trabajos correspondientes a este apartado es de Tyroler y Patrick; se trata de un estudio epidemiológico sobre la mortalidad de los miembros de este grupo y un análisis de algunos de los elementos más significativos en el cambio de su género de vida y el impacto en su mortalidad. Este apartado concluye con el trabajo realizado por Hackenberg y Wilson donde analizan el papel de la migración en los procesos de adaptación de los o' odham. En el tercer bloque de trabajos de esta revista figura el de Smith sobre la modernización, la dispersión de la población y la integridad genética de los o' odham; el autor trata de descubrir las tendencias de las normas de procreación de este grupo y los cambios en sus relaciones endogámicas y exogámicas a partir de los cambios en su organización social, producto de su inserción en el sistema de vida de las reservaciones. El trabajo de Beverly Hackenberg se refiere a algunas de las modificaciones del estatus y el prestigio social en el interior del grupo que derivaron del regreso de los primeros veteranos de guerra de los o' odham, con la recuperación del honor del guerrero dentro del grupo. En el texto de R. Hackenberg y M. Gallagher se analizan los costos del cambio cultural y algunos de los efectos de la modernización y los accidentes de trabajo entre los o' odham como parte de su proceso de inserción a los lineamientos de un sistema social distinto al de ellos. Finalmente el trabajo de Donald Stull sobre las víctimas de la modernización se refiere a los accidentes y al pago de seguros entre los trabajadores o' odham. En su conjunto estos trabajos exploran los cambios y las transformaciones que afronta la sociedad o' odham en el proceso de modernización. Tratan de explicar cómo se generan los patrones de resistencia, respuesta y asimilación, y de qué manera una sociedad tradicional va asumiendo los costos y beneficios de una mo-

426

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

dernidad que no acaba de ser aceptada por todo el grupo. Cabe advertir que estos trabajos hacen referencia directa a la situación y problemática de los o' odham que viven en Arizona, y en especial a los efectos de la urbanización y la modernización, sin que en su momento se considerara la posibilidad de analizar la situación por la que atravesaban los o'odham de México, lo que ofrecería mayores elementos de investigación e interpretación. Debido a la escasez de este tipo de estudios y en atención a la necesidad de tomar en cuenta otras perspectivas, nos pareció necesario incluirlo dentro de esta bibliografía. (Alejandro Aguilar Zeleny.)

EL CEREMONIAL DE PASCUA Y LA IDENTIDAD DE LOS MAYOS DE SONORA (MÉXICO) Ross N. Crumrine México, Secretaría de Educación Pública I Instituto Nacional Indigenista, 1974, 363 p. (Serie Antropología Social, 31)

Crumrine hace una extensa descripción de la conmemoración de la Cuaresma y la Semana Santa en el pueblo de El Júpare (al que siempre llamó Bánari en sus escritos). Observa y describe en detalle el complejo ritual, narra los pormenores de las actividades que suelen realizarse en los viernes de Cuaresma y la Semana Santa, que describe día tras día, siguiendo los ritos que realizan los diferentes actores del drama. Éstos se han repetido casi sin cambios a través de los años desde que los jesuitas introdujeron el drama de la pasión, en donde los personajes son representados por los miembros de la comunidad. Retomando el modelo teórico de Malinowski, Crumrine intenta un análisis funcional de los elementos que entran en juego en el intrincado ritual. Para ello utiliza un esquema donde intervienen un reglamento o conjunto de mitos, el personal o estructura social, las normas o la organización social, el aparato material, las actividades del ceremonial de Pascua y los símbolos rituales. Para analizar cómo se organiza el personal sigue el punto de vista de Radcliffe-Brown sobre estructura social: éste se integra en una especie de cofradía llamada Pariserom, también conocida como el kostumbre o el kohtumbre; su conformación obedece a una estructura jerárquica en donde los capitanes o mandones tienen el rango más alto, mientras los chapakoban (en la actualidad el término más utilizado es el de chapayecas) o judíos pertenecen al puesto inferior. La larga lista del personal incluye a la directiva de la iglesia, los maestros rezanderos y sus cantoras, los fiesteros, los matachines, las tres marías y los tres reyes, los pascolas, el venado y su grupo de músicos. En la mayoría de los casos también existe un sistema jerárquico que permite al personal de los estratos más bajos ir conociendo en detalle la complejidad del ceremonial. En las normas se establece cuál es el papel que desempeña cada miembro del personal y se define su actuación dentro del ritual. Asimismo dentro del aparato material se consideran aquellos elementos que configuran un sistema de símbolos y dan estatus a cada personaje, entre ellos la espada para los capitanes, los pa-

427

Aportaciones de la antropología al conocirriiento de la región Sonora

ñuelos en la cabeza de los fiesteros, los bastones de mando y la piel de zorro colgada en la cintura para los alawasin, la vestimenta y la máscara de los pascolas, la cabeza del venado para el danzante. Los chapacobam sobresalen por su atuendo, ya que utilizan una máscara hecha de piel de cabra y una vestimenta particular en donde sobresalen la cobija alrededor del torso y los capullos alrededor de las pantorrillas . . Describe parte por parte las actividades, pero sin olvidar que entre ellas existe una fuerte interrelación. De esa manera desglosa la intervención de cada personaje en el ritual pero aclara que en conjunto desarrollan actividades coordinadas. Termina por analizar lo que él llama los símbolos rituales, en particular los símbolos dominantes, que son la muerte y la vida, o la crucifixión y la resurrección. Al final presenta su interpretación del fenómeno a partir de un análisis que él divide entre identidad individual y social, retomando para ello modelos psicológicos y sociológicos. La riqueza de su descripción etnográfica contrasta con su trabajo de interpretación. La forma ecléctica de incorporar varios marcos teóricos le impide exponer lo que realmente desea, de allí que el valor de su estudio pueda atribuirse a la exposición del fenómeno observado. Aunque trata de explicar el carácter identitario de esta práctica, sus argumentos no están bien sustentados cuando sigue diferentes teorías para tratar de esclarecer con su práctica ritual la supuesta identidad individual y social de los miembros del grupo étnico. (José Luis Moctezuma Za marrón.)

SONORA: ANTROPOLOGÍA DEL DESIERTO. PRIMERA REUNIÓN DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA EN EL NOROESTE DE MÉXICO Beatriz Braniff y Richard Felger México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1976, 592 p. (Col. Científica, 27). [Noroeste de México, núm. 12, México, Centro Instituto Nacional de Antropología e Historia-Sonora, 1993, 243 p.]

Antropología del desierto es la memoria de un importante encuentro entre investigadores mexicanos y estadunidenses. Representa una primera reflexión en conjunto sobre las culturas desarrolladas en lo que se ha llamado el "gran suroeste" o el noroeste de México, donde confluyen múltiples historias, varias nacionalidades y distintas perspectivas de la identidad en interacción constante. Se trata de un volumen donde a partir de una caracterización regional se trata de hacer un balance de los estudios realizados por distintos especialistas que comparten el interés por profundizar más sobre el conocimiento de los procesos históricos que han configurado este gran territorio. A principios de 1973 se instaló en Sonora el Centro Regional del Noroeste Ir AH y una de sus primeras acciones en el ámbito académico fue organizar una reunió que propiciara ese intercambio de experiencias y puntos de vista entre antropólogos, historiadores y arqueólogos estadunidenses y mexicanos. Dicho encuentro · 0

428

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

llamado Antropología del desierto, Primera reunión de antropología e historia del noroeste; se reunieron las ponencias y se editó este documento en el número 27 de la Colección Científica del INAH en 1973; fue reeditado veinte años después en la revista Noroeste de México del Centro INAH-Sonora, núm. 12. Cabe destacar la amplia participación de notables académicos estadunidenses como Edward Spicer, Henry Dobyns, Richard Felger, Thomas Hinton y Charles Polzer, entre otros que han dedicado varios años a estudiar esta región y cuyos aportes a la historia y la antropología del desierto son considerados de gran relevancia. Esto, sin embargo, permite advertir el dispar interés que ha merecido el área por parte de los investigadores y centros de investigación y docencia en Estados Unidos respecto a los de México, que han puesto mayor atención en los estudios sobre Mesoamérica, lo que ha determinado en consecuencia un rezago en la conformación de estudios regionales del noroeste de México. Cabe mencionar que se decidió configurar la discusión incluyendo una sesión sobre la ecología del desierto para vincular el aprovechamiento de diversas especies y recursos de la naturaleza con el desarrollo de diferentes culturas. Asimismo hubo un especial interés por los ríos, factor determinante en la conformación de las diversas culturas relacionadas con ellos: bajo río Mayo y Fuerte, el río Yaqui, el río de Sonora, y los de Sonoyta y Altar, y se organizó una sesión especial sobre la costa. Esto da una idea de los avances de los estudios generales y el detalle de los estudios de caso, que en su conjunto ofrecen una panorámica de los intereses y áreas de trabajo de la época. Otra cualidad relevante de este volumen es que se incluyeron las discusiones de las distintas sesiones de trabajo, lo que permite ubicar con mayor claridad la dinámica e importancia de esta reunión, en la cual se planteó la necesidad de encontrar más formas de realizar estudios conjuntos para no perder de vista las distintas perspectivas con que se deben abordar los trabajos sobre esta región. (Alejandro Aguilar Zeleny.)

THE MAYO INDIANS OF SONORA. A PEOPLE WHO REFUSE TO DIE Ross N. Crumrine Tucson, The University of Arizona Press, 1977, 167 p.

The Mayo Indians of Sonora es una buena síntesis del permanente conflicto entre mayos y mestizos en cuestiones económicas y sobre todo religiosas dentro de una comunidad tradicional. De hecho, el autor plantea que quizás el conflicto con los mestizos haya determinado en buena medida la revitalización de la religión mayo, si bien ésta contaba ya con una fuerte tradición dentro de la comunidad. Su intenso trabajo de campo con los mayos le permitió a Crumrine observar el desarrollo de las disputas internas y externas entre los dos grupos, e interpretar la dinámica religiosa y su significación en la reproducción de la cultura y la identidad mayos.

429

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

A lo largo de su presentación Crumrine da cuenta de muchos de los elementos que han entrado en juego en el proceso de cambio cultural por el que han cursado los mayos en este siglo, derivados sobre todo de la permanente relación con los mestizos que viven en sus comunidades y funcionan como sujetos de cambio dentro de las muchas instituciones tradicionales del grupo étnico, además de as que ha establecido la sociedad mestiza. Sin embargo enfatiza la pervivencia de la identidad mayo y los aspectos que la componen; es el primer investigador que sostiene que al ceremonial le corresponde un papel fundamental en los procesos identitarios de los mayos; así, describe detalladamente las relaciones que se establecen entre los participantes del ritual. También asegura que el uso de la lengua nativa es otro de los elementos que están presentes en la reproducción de la identidad de los yoremes. El hablar mayo y el participar en el ceremonial están íntimamente relacionados con la reproducción étnica de un grupo presionado internamente. En este estudio se establecen los tipos de nexos que vinculan a mayos y mestizos, así como a los mayos mismos. En el primer caso existe un contraste entre la fiesta mestiza y el pasko (fiesta religiosa) mayo. Además, las relaciones interétnicas se dan en diferentes campos, como en el matrimonio, el compadrazgo, la relación patrón-trabajador, los bailes, el patrón de residencia dentro de cada comunidad tradicional, la escuela, el ejido y las organizaciones políticas. A su vez, las relaciones internas dentro del grupo mayo se establecen por medio de los vínculos familiares, el parentesco ritual, el pueblo como un símbolo de comunidad, el nexo curandero-enfermo, el culto a los santos, las autoridades de la iglesia y el paskome (esos que hacen la fiesta). Según Crumrine estas formas de relación permiten a los yoreme integrarse como grupo y desarrollar el intenso ceremonial en donde sobresalen algunas instituciones que reproducen el ritual, como son: los tres reyes y las tres marías, los fariseos, los pascolas y el danzante de venado. En este libro se examinan las nuevas tendencias religiosas de algunos sectores mayos y se trata de entender cómo influyen para que en conjunto logren mantenerse como grupo étnico a pesar del proceso de cambio cultural acelerado que han experimentado en las últimas décadas. Eso les ha permitido desarrollar su identidad étnica y algunos mecanismos favorables para continuar revitalizando su cultura, y además conservar cierta integración a pesar de las presiones extremas en las que se han visto inmersos. La debilidad del trabajo está en la interpretación. Fuera de abordar apropiadamente el problema económico y social desde el punto de vista de la ecología cultural, consideramos que en términos de ritos de pasaje, la explicación de las nuevas prácticas religiosas que presenta Crumrine no clarifica el fenómeno que objetivamente ha descrito en un texto muy bien documentado. (José Luis Moctezuma Zamarrón.)

430

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

YAQUI WOMEN: CONTEMPORARY LIFE HISTORIES Jane Holden Kelley Lincoln, University ofNebraska Press, 1978, 377 p.

[Mujeres yaquis. Cuatro biografías contemporáneas,México, Fondo de Cultura Económica, 1982, 3 79 p.]

En este texto Jane H. Kelley se adentra en la vida de cuatro personajes femeninos que pertenecen al mismo grupo étnico y permiten a una persona extraña a la comunidad conocer ciertos pasajes de su vida íntima. Sus narraciones mezclan su vida personal con la de otras personas, tanto yaquis como mestizas, para formar un cuadro de la vida cotidiana y de ciertos pasajes históricos en que se vieron inmersas junto con otros yaquis. En cierta forma sus historias son el reflejo de otras con las que se mezclan, y su narración da luz sobre aspectos importantes de la cultura indígena. Así, la autora se adentra de una manera diferente en el mundo indígena, dejando de lado los estudios tradicionales de antropología en los cuales el individuo se desvanece para dar paso a una comunidad un tanto abstracta. De allí que el estudio sea de alguna manera pionero de la visión posmodernista, en donde se plantea una reflexión de la relación entre los individuos que son objeto de la investigación, así como del papel del antropólogo. El texto adopta la forma de relatos particulares de cada una de las cuatro mujeres yaquis. Su historia personal está íntimamente relacionada con ciertos momentos históricos del grupo; sus recuerdos recrean pasajes de su existencia en donde están presentes la vida cotidiana, las relaciones sociales, los ritos y sobre todo los testimonios de personas concretas. Para dar cuenta de estos relatos Kelley describe la base de su investigación y la metodología que empleó, así como el marco interpretativo que utilizó para dar forma a la narración. En el primer caso explica el porqué de su postura para desarrollar la investigación biográfica como una forma de hacer antropología, pues afirma que a partir de ese tipo de aproximación se logra obtener información precisa respecto al fenómeno cultural. La decisión de recopilar el material surge de una investigación previa hecha con un yaqui. La información recabada comienza con 25 personas, pero finalmente selecciona la de cuatro mujeres porque "tenían mayor contenido y extensión, y ofrecían un amplio panorama de experiencia vitales, y la repetición era mínima" (p. 12). Además relata cómo fue formando su propia identidad como antropóloga dentro de la comunidad yaqui y refiere las condiciones en que recopiló el material. Dentro de su marco interpretativo considera que la familia es el elemento central de la estructura de las relaciones interpersonales, ya que constituye la unidad básica de la sociedad yaqui; sin embargo incorpora otro factor fundamental para entender su cultura: el del parentesco ritual. La vida de un miembro de este grupo gira en torno a estas dos instituciones. De alguna manera ambas se entrelazan cotidianamente, por lo que existe un sustento mutuo que se reproduce conforme a las normas establecidas. Otro componente es la manera en que surgen los vínculos afectivos que determinan el tipo de relación entre los individuos y cómo influyen en su conducta. El formato de los relatos abarca estos elementos.

431

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

Las narraciones presentan la historia personal de cuatro mujeres yaquis con nombres y apellidos. El lugar de residencia de cada una está íntimamente relacionado con los asentamientos que se crearon como consecuencia de la diáspora yaqui. Dos de ellas vivían en el pueblo de Pascua, muy cerca de Tucson, Arizona. Otra en uno de los barrios yaquis formados en Hermosillo, Sonora, y la cuarta residía en Pótam, uno de los ocho pueblos tradicionales del grupo étnico. Con un estilo más literario que académico, Kelley reescribe los relatos. Comienza con una introducción sobre las características de cada personaje y su vínculo con la investigadora, para después narrar en forma cronológica lo que le platicó cada una de ellas. Si bien aparecen otras personas a lo largo de su crónica como parte de su vida, la mayoría son familiares o tienen una relación por parentesco ritual. (José Luis Moctezuma Zamarrón.)

THE PIMA BAJO OF CENTRAL SONORA, MÉXICO. THE MATERIAL CULTURE, VOL. 1 Campbell W. Pennington Salt Lake City, UniversityofUtah Press, 1979, 410 p.

En este libro Pennington concentra su atención en la realización de una etnografía capaz de dar cuenta de los recursos naturales utilizados por los pimas, aunque también recurre a los datos históricos como fuente para establecer la relación de los españoles y los mexicanos con este grupo étnico y su influencia sobre él. Con base en esa documentación el autor ubica el área de influencia pima entre los valles centrales y la zona montañosa de lo que ahora son los estados de Sonora y Chihuahua, precisamente entre la parte central de los ríos Sonora y Yaqui. En la actualidad sólo un número reducido de pimas permanece en la región montañosa, lo que hace notori la reducción territorial de lo que fue una extensa zona. En este trabajo hay una amplia descripción de cuestines relacionadas con la producción agrícola, ganadera y artesanal de la comunidad de Ónavas, cuyo propósito es más clasificatorio que analítico. Aunque el autor reconoce su falta de visión antropológica para relacionar los elementos materiales con otros procesos culturales, la riqueza de su obra radica en el detalle con que aborda cada uno de los elementos vinculados con el manejo de los recursos naturales, para lo cual recurre a presentar información detallada de los datos que recolectó en su trabajo de campo. Describe el sistema agrícola empleado por los pimas, el clima de la región, el tipo de cultivos utilizados, los procesos de siembra, así como el cuidado y recolección de los productos; incluye los diferentes tipos de plantas y árboles frutales cultivados en los huertos familiares y pone especial atención en las plantas silvestres y su uso por los miembros de la comunidad. Asimismo reseña los diferentes tipos de alimentos tradicionales elaborados básicamente con el maíz y sus derivados, además de la preparación de bebidas, algunas de ellas embriagantes. En otro apartado refiere las habilidades de los habitantes de Ónavas para la caza, pesca y recolección de ciertas plantas y animales comestibles, y en otro menciona

432

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

el papel de los animales domésticos en la dieta familiar. Con ello concluye la descripción de la forma en que los pimas utilizan una serie de recursos para sumanutención. Según Pennington la manera de acceder a ellos es diferente de la que emplean sus vecinos mestizos, dada la experiencia que adquirieron desde antes de la llegada de los españoles a estas tierras y gracias a la influencia que recibieron de los jesuitas. Dedica un capítulo a las plantas medicinales; en él describe los problemas de salud presentes en la comunidad y el tipo de recursos naturales que tradicionalmente se han empleado para su cura. Aquí presenta una lista de plantas silvestres, su nombre científico y en pima, además de la forma de usarlas en caso de enfermedad. Aunque se concentra principamente en los recursos naturales, Pennington se refiere también a otras formas materiales de la cultura pima, como los elementos producidos de manera artesanal. Entre ellos se cuentan los instrumentos musicales, algunos de los cuales se emplean en las ceremonias religiosas en donde danzan los matachines, los pascolas y el venado, cuya influencia proviene de la época de los jesuitas y de la relación con los yaquis. También describe la fabricación de artículos de piel, de materiales de cerámica, textiles y productos de cestería. Finaliza con un recuento de la elaboración de objetos construidos con madera y con la descripción de las características de la casa pima, en cuya construcción se emplean diferentes materiales, como la madera, el adobe, el carrizo y la palma. Con ello termina la descripción de los recursos naturales y los elementos materiales de la cultura de una comunidad en proceso de asimilación a la sociedad nacional, representada en este caso por la sociedad local onaveña y regional sonorense. (José Luis Moctezuma Zamarrón.)

THE YAQUIS: ACULTURALHISTORY Edward Spicer Tucson, University of Arizona Press, 1980, 393 p. [Primera edición en español: Los yaquis. Historia de una cultura, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1994, 491 p.]

En este libro Spicer marca tres grandes periodos en la historia yaqui. En primer lugar la época de los jesuitas (1617-1767), durante la cual el grupo indígena adoptó una serie de elementos que posteriormente sirvieron de sustento a su identidad étnica, entre ellos sus organizaciones política y religiosa. Además, al inicio de esa fase se introdujo la estructura territorial, basada en ocho pueblos confederados. Hacia el término de dicho periodo se presentó la primera rebelión yaqui (1740), que culminó con una negociación y con la recomposición de las relaciones entre el grupo indígena y los grupos de poder españolas, incluyendo a los jesuitas. El segundo periodo, que define como "los yaquis frente a los hacendados" lo ubica entre 1768 y 1910. Su característica principal fue la permanente resistencia armada del grupo étnico para evitar que despojaran de su territorio o lo absor-

433

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

biera por la sociedad regional. En la lucha armada, que fue casi permanente, los yaquis lograron encabezar a los mayos y a otros grupos indígenas de la región; sin embargo su resistencia se vio casi aniquilada cuando durante el Porfiriato una gran cantidad de yaquis fue deportada al sur de México o se vieron forzados a cruzar la frontera y establecerse en Estados Unidos. La última etapa se dio a partir de la Revolución mexicana, cuando el grupo pudo regresar a establecerse en una parte de su antiguo territorio y reivindicar algunas de sus añejas demandas. Con la restitución de esa porción de sus tierras, los yaquis comenzaron una nueva etapa en sus relaciones con el Estado mexicano, en la cual la lucha política sustituyó a la armada. La resistencia se dio en el plano de la defensa de sus derechos frente a los burócratas, que mediante disposiciones giradas por muchas dependencias gubernamentales trataron de controlar a los indígenas activos. Por otro lado, Spicer hace una exhaustiva descripción de la religión yaqui y su papel en la reproducción cultural e identitaria. Este tipo de culto se dio con el sincretismo de la religión cristiana y las antiguas creencias yaquis, en donde existía un importante referente del mundo natural. En el culto participó toda la comunidad y se reprodujo tanto en la iglesia como en cada casa, sin que para ello necesitaran de curas externos, ya que existía toda una organización religiosa en la cual el papel de los maestros rezadores resultaba fundamental para todo ritual colectivo, y en muchos casos también para los rituales familiares. Otro elemento fundamental de la cultura yaqui fue la organización política del grupo, basada en una institución de gobierno cuyo sostén era la autoridad tradicional que se renovaba anualmente. Los miembros de tal autoridad son activos yaquis que tienen como líder al gobernador tradicional de cada uno de los ocho pueblos; estos gobernadores se reúnen cuando los problemas a resolver le interesan a la comunidad en su conjunto. Junto a ellos están las autoridades de la Iglesia, el kohtumbre ( capitanes de fariseos, caballeros y pilatos) y los fiesteros, que en un consejo toman decisiones que coadyuvan al buen funcionamiento de la tradición yaqui. Para finalizar, Spicer retoma algunos elementos propios de la identidad yaqui, como su sentido de comunidad, los términos yoeme para referirse a ellos mismos y yori para nombrar a los no yaquis, así como su experiencia histórica. Estos referentes sirven para darle forma a su fuerte sentido de identidad étnica, la cual comparten con otros pueblos que el autor llama "resistentes". El mérito de Spicer en su trabajo con los yaquis es que fue capaz de obtener múltiples datos de primera mano. Cuando todavía estaban frescas en la memoria las penalidades de quienes participaron en la Revolución mexicana (muchos de los cuales padecieron las deportaciones al sur del país), Spicer comenzó a realizar su trabajo de campo. Por varias décadas se dedicó a obtener material directamente, lo que le valió aprender la lengua yaqui para así establecer mayor contacto con quienes le permitieron adentrarse aún más en el conocimiento de su cultura; por tal motivo la descripción de algunas características de la cultura yaqui es de una riqueza notable. Recurrió también a los datos históricos conocidos hasta entonces para interpretar los procesos que dieron cauce a una de las resistencias más activas de los grupos indígenas que habitan la República Mexicana. (José Luis Moctezuma Zamarrón.)

434

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico SOUTHWEST Alfonso Ortiz (ed.) Handbook ofNorthAmerican Indians, vol.JO, Washington, Smithsonian Institution, 1983, 701 p.

A finales de la década de los setenta la Smithsonian Institution decidió realizar una magna obra etnográfica y enciclopédica en 20 volúmenes sobre las culturas indígenas de Norteamérica: el Handbook of North American Indians. Para ello convocó a un amplio equipo de investigadores (antropólogos, lingüistas, arqueólogos, etnohistoriadores, biólogos, musicólogos), quienes en varios centros de investigación trabajaron en las diferentes temáticas relacionadas con estos grupos. Esto representó, por un lado, una interesante y necesaria oportunidad de recuperar y sistematizar una vasta información sobre la gran diversidad de lenguas, creencias, costumbres y tradiciones de las etnias de Estados Unidos, que por largos años habían sido estudiadas por separado. Por otra parte, de algún modo fue la oportunidad de retribuir la deuda histórica contraída con estos pueblos, pues se estudió y valoró su conocimiento, proponiendo una aproximación a su vida, su historia y cultura, frente al desplazamiento al que habían estado sujetos a lo largo de su existencia. Los volúmenes 9 y 10 de esta colección, editados en 1979 y 1983, incluyen los capítulos referentes a las etnias que habitaron y siguen habitando una extensa región a la que se ha denominado el "Gran Suroeste" desde la perspectiva de la antropología norteamericana, y que abarca los estados de Arizona y Nuevo México en Estados Unidos, y Sonora, Chihuahua y el norte de Sinaloa, en México. Se ha discutido en los últimos años sobre el límite histórico y la tendencia que representa el analizar esta realidad desde Estados Unidos, reduciendo de algún modo el peso de distintos grupos étnicos y sociales que influyeron desde el norte de México en la conformación y los cambios de la región. Sin embargo el Handbook of North American Indians es una referencia imprescindible en el estudio de las etnias de esta región. En particular el volumen 10 de la colección toma en cuenta algunas de las etnias que actualmente habitan en la región noroeste. El volumen dedicado al suroeste incluye estudios sobre los distintos grupos desarrollados en la región, fundamentalmente los yumanos, los varios grupos yutoaztecas, y la extensa familia apache; se trata de estudios descriptivos, interpretativos y comparativos que prestan especial atención a la organización social, los sistemas ceremoniales, el lenguaje, la educación, y el aprovechamiento del territorio. Esta obra viene a ratificar el gran interés de la antropología estadunidense por estudiar y entender el complejo proceso cultural que tuvo lugar en la conformación de este territorio, y en ello reconocemos la escasa atención de la antropología mexicana por estas sociedades. Resulta particularmente interesante analizar con detalle los extensos capítulos dedicados a los o' odham y a los pima, que ofrecen importantes elementos para el estudio de estos grupos y ayudan a comprender con mayor detalle la serie de implicaciones que han derivado de la división de su territorio por la imposición

435

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

de la frontera. Esto comprueba que las dinámicas culturales de un grupo no pueden constreñirse a límites políticos, fronterizos o territoriales, lo que se ratifica en el tratamiento de información sobre yaquis, mayos y seris, que aunque de menor extensión que el resto de los materiales, ofrece interesantes perspectivas e información sobre estos grupos. (Alejandro Aguilar Zeleny.)

PEOPLE OF THE DESERT ANO SEA. ETHNOBOTANY OF THE SERI INDIANS Richard Felger y Mary Beck Moser Tucson, The University of Arizona Press, 1985, 435 p.

Este importante trabajo editado por la Universidad de Arizona representa la culminación de una serie de estudios sobre etnobotánica y cultura que los autores han venido realizando por varios años entre los conca'ac, uno de los grupos menos conocidos y realmente poco estudiados por la antropología mexicana. Richard Felger ha investigado acuciosamente la ecología del desierto y la cultura seri por más de 20 años; asimismo Mary Beck Moser y su marido Edward Moser entraron en contacto con este grupo desde los años cincuenta, como integrantes del Instituto Lingüístico de Verano. A partir de la lectura de esta obra resulta evidente que el grupo conca'ac ha desarrollado una interesante lógica de aprovechamiento de sus recursos y que ha integrado una cultura material y simbólica compleja y sustentada en el profundo conocimiento de su territorio. Se trata de uno de los estudios más completos y detallados, ya que al conjuntar la antropología y la etnobotánica describe prácticamente todos los aspectos de la vida conca'ac y las distintas formas de utilización y representación de los recursos y condiciones de la naturaleza. Es indudable que existe una gran falta de información histórica y contemporánea sobre este grupo, de ahí la certeza de que éste es un material de consulta y reflexión indispensable, ya que desde la perspectiva de la antropología cultural trata de integrar todos los elementos de la vida entre el desierto y el mar, motivo por el cual se describen y clasifican prácticamente todos los elementos que integran la cultura material de los seris y se procura encontrar las equivalencias entre la forma de conocer y la de aprovechar la naturaleza. En la primera parte del trabajo se ubica históricamente al grupo y su territorio; clima, vegetación y fauna son descritos en términos generales para delimitar el contexto del estudio. La segunda parte, que comprende casi la mitad del libro, está dedicada a lo que los autores denominan "una etnografía biológica del mar y el desierto dentro de la vida seri'', pues relaciona las prácticas culturales con el ciclo de la naturaleza y los diversos usos de los recursos. En el tercer capítulo se presentan un recuento y una clasificación más precisos de las plantas utilizadas por los seris, incluyendo sus nombres y los sistemas en que se clasifican. Cabe destacar la amplitud de la información que se incluye en la descripción de recursos y formas de aprovechamiento, así como la intención de relacionarlos con el conjunto de ceremonias, creencias y formas de representación que desarro-

436

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

llaron por largo tiempo los conca'ac. Esta vinculación constante se determina a partir de la observación y descripción de elementos y prácticas culturales, considerando el uso de los cantos, los ritos de vida y muerte, y los sistemas de relación. Sin embargo tal vez haría falta un mayor trabajo interpretativo para rebasar el determinismo del enfoque ecologista que subordina la cultura al territorio, pues es necesario analizar el proceso de transformación que atraviesa esta sociedad, y el impacto de muchos de los elementos culturales que influyen en la vida actual de este grupo. Pese a que esto se hallaba lejos de la intención y orientación originales de los autores, es innegable el valor de su aporte, en especial frente a la escasez de trabajos nacionales, como se ha planteado con insistencia al considerar, por ejemplo, el gran desconocimiento sobre sistemas de parentesco y otros mecanismos de organización y representación social. (Alejandro Aguilar Zeleny.)

POLITICS AND ETHNICITY ON THE RÍO YAQUI: POTAM REVISITED Thomas McGuire Tucson, The University of Arizona Press, 1986, 186 p.

McGuire sostiene que la lucha política de los yaquis por los recursos naturales es una forma de reforzar su identidad étnica. En este libro revisa varios aspectos relacionados con estos dos procesos íntimamente ligados a lo largo de la historia yaqui y que se diversificaron en los últimos tiempos debido a la complejidad de intereses de los indígenas y del Estado mexicano, sobre todo en el ámbito regional. Por ello el autor relaciona la identidad étnica con los aspectos ecológicos, políticos y económicos globales en que se vieron inmersos los yaquis en los años setenta y que constituyen la instrumentalidad de la identidad étnica. McGuire repasa la historia de la región desde el último cuarto del siglo XIX hasta 1976. Cien años de conflictos derivados de la lucha por los recursos, sobre todo por las ricas tierras con posibilidad de irrigación, gran parte de las cuales se ubica en lo que hoy es el Valle del Yaqui y fue colonizada por personas ajenas al grupo étnico, en contraposición con la pobreza de los terrenos que ocupan las que hoy día son Colonias Yaquis, y donde habita el grueso del grupo indígena. Aquí se ven las desproporciones en las zonas irrigables, la producción y el crecimiento poblacional y económico. Mientras los yaquis obtienen mucho menos agua de la que les corresponde conforme al decreto de Lázaro Cárdenas, el Valle del Yaqui se ve favorecido por el río del mismo nombre, de ahí que tenga una de las producciones agrícolas más elevadas en México y muestre uno de los crecimientos poblacionales más grandes de la República Mexicana, que se refleja en el crecimiento económico de quienes detentan las tierras y la agroindustria relacionada con la producción de la zona. El desarrollo económico regional se debió en parte a lo que se ha llamado la "Revolución Verde". Las reformas tendientes a favorecer a los grupos de poder impulsaron los altos rendimientos en la producción agrícola en la medida en que se

437

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

desarrollaron programas de investigación con el fin de hacer más productiva la tierra. Sin embargo los conflictos agrarios se dejaban sentir en la región no sólo por parte de los yaquis, sino también de otros grupos que luchaban por obtener terrenos, en especial los jornaleros agrícolas venidos de otras partes de la República. La lucha por la tierra culminó en una masacre en un lugar llamado San Ignacio Río Muerto. A la invasión de una propiedad privada el Estado respondió con la represión: la tropa y la policía judicial del estado mataron entre seis y diez personas, mientras que otras 13 fueron heridas. Ese suceso produjo un reacomodo político nacional y estatal que culminó con la salida del gobernador Carlos Armando Biebrich. McGuire también estudió los efectos de las políticas económicas en la pesca del camarón en la zona yaqui. Examinó algunos aspectos relacionados con la captura y comercialización de este producto marino, desde los relacionados con la organización de la cooperativa yaqui, hasta los recursos tecnológicos empleados para la captura en la zona costera y en alta mar. Observó que si bien los pescadores yaquis conservan pocos indicios de su identidad étnica, mantienen estrechos contactos con el resto de la sociedad indígena. McGuire concluye que los yaquis son políticamente independientes y económicamente dependientes. Su sentido de la identidad étnica ha reforzado las fronteras respecto a la sociedad mexicana, mientras los cambios económicos han transformado la relación entre mexicanos y yaquis. Los cambios culturales han sido el resultado de una adaptación a los nuevos tiempos, por lo que el grupo continúa siendo un pueblo persistente. (José Luis Moctezuma Zamarrón.)

Vl'KITA Bernard L. Fontana et al. Journal of the Southwest, vol. 29, núm. 3, University of Arizona Press, 1987, pp. 257-329 Journal of the Southwest, vol. 33, núm. 4, University of Arizona Press, 1991, pp. 457-556

Uno de los grupos étnicos de los que se tiene poco conocimiento en México es el o' odham o pápago, cuya población comenzó a separarse cuando se dividió su territorio tras la constitución de la frontera entre México y Estados Unidos. Lamayoría se asentó al norte de la línea fronteriza entre ambas naciones, pero desde entonces esto ha venido representando una fractura en la organización social y en la vida ceremonial de los integrantes del grupo; se debe recordar que algunas de sus ceremonias fundamentales se realizaban en centros ceremoniales situados en lo que hoy es territorio mexicano. Tal es el caso de la conocida como vi'kita, mediante la cual se propicia el mantenimiento de un orden y un equilibrio y en la que se expresan algunos de los elementos simbólicos y filosóficos centrales para este grupo. Sin embargo, debido a la importancia y trascendencia que para ellos tiene este ritual, y a la problemática que atraviesa el grupo a partir de la división fronteriza, son escasas las referencias y estudios sobre este complejo ritual y simbólico don-

438

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

de se expresa una rica e interesante tradición cultural. Por ello resultan de especial importancia para la presente bibliografía estos dos volúmenes de la revista Journal of the Southwest en los cuales se incluyen diferentes descripciones, análisis e interpretaciones de esta ceremonia correspondientes a registros de diferentes años. Cabe mencionar que aún a inicios del siglo XX la ceremonia era vigorosa y se realizaba en dos partes, una en Arizona y la otra en Sonora; sin embargo, para fines del mismo siglo se conservaba principalmente en México. En el primero de estos volúmenes se incluye una detallada revisión historiográfica realizada por Bernard L. Fontana, uno de los investigadores que más han trabajado sobre la historia de este grupo. Se presentan además unos textos descriptivos de las ceremonias de 1936 y 1945 que fueron elaborados por Julian Hayden, quien recorrió la región del Pinacate ( territorio correspondiente a uno de los grupos o'odham), y trabajó con asiduidad en ella. Se incluyen también láminas a color que ilustran algunos de los personajes y los elementos rituales más destacados de esta ceremonia. En el segundo volumen se presenta un estudio bastante extenso, detallado y analítico que sobre este ritual realizó el antropólogo francés Jacques Galinier, quien ofrece un análisis estructural de la ceremonia y lo vincula con los trabajos arqueológicos que simultáneamente ejecutaba el CEMCA en la región. Galinier relaciona la ceremonia con algunos de los mitos cosmogónicos del grupo y busca las relaciones entre el mito y el ritual, considerando además la ecología del desierto y la lógica de aprovechamiento que se había desarrollado y dentro de la cual adquiere cierto sentido tal ceremonia. Es importante estudiar dicho ritual y reflexionar más sobre él, especialmente debido a que se siguen discutiendo importantes problemas de la existencia y las perspectivas de la sociedad o' odham que giran en torno de él. (Alejandro Aguilar Zeleny.)

DESCENDANTS OF TOTOLIGUOQUI. ETHNICITY ANO ECONOMICS IN THE MAYO VALLEY Mary I. O'Connor Berkeley, University of Californa Press, 1989, 143 p.

Al igual que McGuire, en el trabajo Descendants of Totoliguoqui O'Connor recurre a la historia de los mayos para tratar de interpretar los procesos económicos e identitarios que se desarrollan actualmente en la región del valle del Mayo. Eso le da pie para realizar un análisis en el cual la economía y la identidad están íntimamente relacionadas en el contexto de la dinámica interna de la comunidad mayo, toda vez que en esa región los cambios económicos han determinado el cultural y han influido en la forma en que los miembros del grupo conciben y practican su identidad. Los cambios culturales han provocado conflictos internos muy serios que han llevado a fuertes discrepancias entre mantener una identidad étnica, o modificar sus patrones a favor de la sociedad mestiza. Para dilucidar esta problemática la autora propone la definición de continuum cultural entre una y otra identi-

439

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

dades. Así, el proceso puramente de cambio étnico ha influido de manera determinante para elaborar una definición de la identidad con base en rasgos étnicos. Los cuatro rasgos fundamentales que O'Connor utiliza para identificar el continuum son: el uso de la lengua autóctona, tener apellidos mayos, participar en el sistema religioso del grupo étnico, y mantener permanentemente una cruz de madera frente a la casa. En su opinión la lengua es el símbolo por excelencia de la identidad étnica, aunque reconoce que la creciente utilización del español dentro de la comunidad, con el consiguiente aumento del bilingüismo, favorece a la lengua oficial. Partiendo de estas cuatro categorías se podría definir quién se encuentra en un extremo del continuum y es mayo, y quiénes están en lugares intermedios hasta llegar a ser mestizos. Para corroborar que los procesos económicos están profundamente ligados a los de identidad étnica, O'Connor compara la situación de tres comunidades mayos: El Júpare, Buaysiacobe y tres rancherías de Masiaca. El primer pueblo es uno de los más tradicionales del bajo río Mayo con relación a sus ceremonias religiosas; sin embargo ahí el conflicto con los mestizos es fuerte porque éstos forman parte de casi todas las instituciones y organizaciones en donde participan los yoremes. Aquí se observan cambios evidentes en la cultura mayo, por lo que muchos individuos adoptan mecanismos que les permiten aislarse de su bagaje indígena para pasar como mestizos. Buaysiacobe es un pueblo que se creaó recientemente a raíz de la dotación de tierras en forma de ejido a un sector mayoritariamente compuesto por mayos. Esa característica, junto con el hecho de que su situación económica no es tan precaria como la de pueblos vecinos como El Júpare o Masiaca, les permite mantener un estatus sólido. Estos factores ayudan a los miembros de la comunidad a conservar un fuerte sentimiento de identidad étnica y a no mantener un permanente conflicto, como otros pueblos de la zona. Las tres rancherías de Masiaca presentan diferentes procesos económicos e identitarios, aunque el conflicto con los mestizos está presente cotidianamente y es un factor decisivo cuando un individuo se define como mayo o mestizo. Cabe advertir que en estas localidades también está presente un proceso característico de toda la región: la práctica casi permanente de la etnicidad situacional entre quienes son reconocidos como mayos por otros miembros del grupo étnico. (José Luis Moctezuma Zamarrón.)

EL NOROESTE DE MÉXICO: SUS CULTURAS ÉTNICAS Donaciano Gutiérrez G. y Josefina Gutiérrez (coords.) México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1991, 465 p.

Este libro es el resultado de un proceso de reflexión que desarrollaron en 1991 algunos antropólogos del Museo Nacional de Antropología preocupados por el compromiso de renovar la sala de Etnografía del Noroeste de dicho Museo, cuya instalación original se llevó a cabo en 1964. Como parte del proyecto de dicha instalación original se le dio un fuerte impulso a la investigación etnográfica dentro

440

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

de uno de los primeros y ambiciosos intentos nacionales por estudiar y sistematizar el conocimiento sobre las culturas indígenas de México. En la década de los sesenta un nutrido grupo de antropólogos salió hacia diferentes regiones del país como parte de un esfuerzo conjunto. Desafortunadamente tal impulso no tuvo mayor continuidad en lo que a la antropología del noroeste se refiere. A finales de la década de los ochenta y dentro del proyecto de renovación del Museo se retomaron los estudios etnográficos y se planteó la necesidad de renovar el acervo, pero también de reconocer el cambio en la situación de los estudios antropológicos y etnográficos y de tomar en cuenta algunos de carácter regional que se venían realizando. Por ese motivo se organizó en la ciudad de México un seminario de etnografía cuyo propósito era crear un espacio de encuentro, reflexión y discusión para los investigadores del centro y los del noroeste del país, principalmente. En este contexto de análisis etnográfico y museográfico el libro El noroeste de México: sus culturas étnicas recoge los materiales presentados y ofrece una amplia panorámica de los estudios que se realizaban en ese momento, propiciando con ello un intercambio más cercano entre los investigadores que comparten su interés por una misma región, cultura o época, aunque trabajen en campos aparentemente distantes. En este libro se retoma la estructura planteada para la realización del seminario en cuanto a la organización de los temas, de manera que el primer capítulo ofrece los contextos históricos y arqueológicos de la región valiéndose de estudios recientes; los siguientes capítulos, que incluyen trabajos lingüísticos, etnográficos y antropológicos, responden a una regionalización geográfica y cultural que abarca las culturas del desierto, las de las llanuras y las de la sierra. Cabe recordar que antes de este encuentro sólo hubo dos similares: el ya referido para la instalación del Museo Nacional de Antropología, y el Encuentro sobre antropología del desierto, donde se intentó sistematizar el conocimiento que se tiene sobre el noroeste y promover un intercambio entre investigadores de distintas latitudes. Este libro resulta de gran importancia para la constitución de un conocimiento y un mejor estudio sobre el noroeste de México, ya que se trató de incluir a todos los grupos étnicos de la región al reunir aportaciones de algunos de los especialistas que han estudiado el noroeste. Esto debe ser tomado en cuenta, toda vez que se requiere incrementar y profundizar los trabajos sobre su gran diversidad cultural. Debe reconocerse también la importancia de continuar desarrollando este intercambio, y de vincular la labor antropológica con la etnografía y la museología.

(Alejandro Aguilar Zeleny.)

441

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

LOS SÍMBOLOS DEL DESIERTO María Eugenia Olavarría et al. México, Universidad Autónoma Metropolitana/ Iztapalapa, 1992, 212 p. (Serie Texto y Contexto, 11).

Entre los estudios antropológicos sobre la cultura yaqui destaca el interesante aporte de la etnóloga María Eugenia Olavarría en su texto Símbolos del desierto, que constituye un análisis de los espacios sagrados y cotidianos de los yaquis. Esta autora ya había expuesto anteriormente sus investigaciones sobre el grupo, especialmente en el libro Análisis estructural de la mitología yaqui (1990), donde exploraba desde la perspectiva del simbolismo el papel de algunos mitos en el pensamiento yaqui y en su organización social. En el texto que ahora nos ocupa la autora estudia la cultura yaqui valiéndose de diversos espacios de significación e interacción, entre los que destacan los estudios sobre la mitología, el espacio culinario, el espacio lúdico y la medicina tradicional, que constituyen distintas vías de acceso a los procesos de representación y significación desarrollados por esta cultura. Cabe mencionar que hay una gran escasez de este tipo de estudios sobre la cultura yaqui y en general respecto a las culturas indígenas del noroeste, cuyo análisis ha sido exiguo si se le compara con el de otras regiones. Esto le da una especial relevancia a Los símbolos del desierto, producto de una labor continua y una profunda reflexión de la autora. El texto se distribuye en tres grandes apartados: en el primero de ellos Olavarría, con el apoyo de Arturo Ortega y Maribel Mendoza, examina el espacio sagrado donde se desenvuelve la cultura yaqui: analiza su mitología, identifica a los distintos actores en la vida ritual del grupo, y presenta consideraciones acerca de la condición variable del uso y de la concepción del tiempo y el espacio dentro de esta cultura, condición derivada de su proceso ritual. Para ello retoma algunos textos religiosos de la liturgia yaqui y analiza la organización ritual del grupo y sus formas de participación e interacción. Los trabajos de tres estudiantes de antropología integran el segundo capítulo del libro: son estudios particulares referentes a tres curanderas yaquis, a la cocina tradicional de este grupo, y a los juegos y procesos de socialización infantil. Constituyen interesantes exploraciones y aproximaciones culturales que amplían el espectro de los trabajos antropológicos regionales y que en su conjunto integran una panorámica etnográfica de un complejo grupo en proceso de cambio. En el tercer apartado del libro Olavarría ofrece una amplia revisión de las fuentes bibliohemerográficas cuya consulta es indispensable para el estudio de esta cultura. La autora no sólo ha mantenido una constante línea de investigación sobre las culturas del noroeste, como confirma su artículo sobre la mitología de la región incluido en el estudio de Jesús Monjarás (1987), sino que además ha promovido la ampliación de los estudios sobre la región por medio de la docencia y la investigación, al conformar y coordinar un equipo de trabajo que se ha abocado a realizar estudios más específicos, como los que se incluyen en este libro. (Alejandro Aguilar Zeleny.)

442

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico POR LA TIERRA Y POR LOS SANTOS. IDENTIDAD Y PERSISTENCIA CULTURAL ENTRE YAQUIS Y MA VOS Alejandro Figueroa Tesis de doctorado en antropología, México, Dirección General de Culturas Populares Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1994, 414 p.

Este trabajo de Alejandro Figueroa constituye un importante aporte para los estudios antropológicos, en especial del noroeste; presenta un profundo estudio comparativo de las características, relaciones y diferencias de las culturas yaqui y mayo. Por medio de una reconstrucción histórica y un análisis etnográfico describe el proceso de constitución y mantenimiento de una identidad étnica y de una persistencia cultural diferenciadas en cada uno de estos grupos. Por largo tiempo Alejandro Figueroa centró su preocupación en los procesos culturales -distintos, pero relacionados- por los que han venido atravesando los grupos yaqui y mayo, descendientes de una misma raíz lingüística y cultural que proviene de la matriz cahíta. Esta preocupación resulta evidente en su tesis de licenciatura Los que hablan fuerte, y evoluciona hasta la concreción de su tesis doctoral, de la cual se deriva esta obra. En el texto destacan el manejo y la descripción de los procesos históricos y culturales que atravesó cada uno de estos grupos y la lectura cruzada de ambos, que permite analizar con mayor detalle la compleja relación que han mantenido históricamente. El autor logra un balance entre la perspectiva histórica y el punto de vista de la antropología mediante el análisis detallado, la reflexión, y un constante y profundo contacto y conocimiento de ambas culturas. Para alcanzar sus objetivos, en el primer capítulo Figueroa emprende una amplia revisión histórica que le permite reconstruir los rasgos esenciales de cada uno de estos grupos desde la época prehispánica hasta la conformación de la sociedad contemporánea; con ello trata de configurar su carácter, su condición y su situación social actuales. En el segundo capítulo analiza con detalle la organización social y la etnicidad y expone cómo son concebidas y expresadas por los representantes de estos grupos. En el tercer capítulo presenta una descripción y una interpretación de carácter etnográfico y comparativo que permite ubicar y entender muchas de las diferencias lingüísticas y culturales: las distintas concepciones y expresiones rituales y religiosas dan sentido a cada uno de los grupos, y a partir de ellas es posible reflexionar sobre los aspectos vinculados con la identidad y la pervivencia étnica de los yaquis y los mayos. Estas cuestiones se abordan en el último capítulo, cuyo propósito es integrar una visión de conjunto sobre las orientaciones y tendencias básicas que distinguen y caracterizan sus proyectos étnicos, tan cercanos y distantes a la vez. Éste es uno de los estudios más amplios e importantes de los que se han dedicado a la antropología del noroeste. El análisis y la reflexión que plantea deberían ser ampliados para integrar en esa visión de conjunto al resto de los grupos étnicos

443

Aportaciones de la antropología al conocimiento de la región Sonora

de la región que están vinculados a las culturas yaqui y mayo en diversos sentidos. (Alejandro Aguilar Zeleny.)

EL SABIO DE LA FIESTA. MÚSICA Y MITOLOGÍA EN LA REGIÓN CAHÍTA-TARAHUMARA Miguel Olmos México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1998, 172 p. ["La música indígena en la región cahíta-tarahumara'', tesis de licenciatura en etnomusicología, México,

UNAM,

1993, 203 p.]

Una de las áreas que se ha desarrollado poco dentro de los estudios antropológicos del noroeste de México ha sido la etnomusicología, y en particular los nexos de la música con la mitología, lo cual facilitaría el análisis de los procesos de expresión de algún grupo en particular. Por ello es preciso conocer la presente obra del etnomusicólogo Miguel Olmos, El Sabio de la Fiesta. Música y mitología en la región cahíta-tarahumara, uno de los pocos trabajos que han intentado realizar análisis comparativos sobre sistemas rituales, mitológicos y musicales desde una perspectiva antropológica sustentada en estudios sobre el simbolismo. Para llevar a cabo sus objetivos el autor presenta algunos fundamentos teóricos y metodológicos sobre el papel de la música y sus vínculos y formas de expresión en la ritualidad. A partir de ello recaba datos de campo, registra ceremonias, describe instrumentos y transcribe la música tarahumara, yaqui y mayo. Olmos comenta algunos mitos y leyendas que se consideran fundacionales para un conjunto de creencias y rituales entre estos grupos. Trata de destacar los usos y funciones de la música en los rituales, y el papel que ésta desempeña en el contexto ceremonial de les grupos que son objeto de su investigación. Posteriormente describe algunas de las danzas más importantes o significativas, como la triada de pascola, venado y matachín y su presencia en las ceremonias de los cahítas; más adelante emprende la misma tarea descriptiva y analítica sobre las danzas y ceremonias tarahumaras. En otro apartado de su estudio se concentra en la música indígena, los instrumentos con que se ejecuta y diversos análisis que parten de la perspectiva de la etnomusicología. Incluye asimismo transcripciones de música y cantos y ofrece algunos elementos de análisis e interpretación con los que abre la puerta a nuevos y más amplios estudios sobre los procesos de cambio en los usos de la música y los instrumentos y en el papel que corresponde actualmente a la música, los cantos y las danzas en la conservación de una identidad étnica en particular. (Alejandro Aguilar Zeleny.)

444

Las regiones indígenas en el espejo bibliográfico

RITMO Y ESTRUCTURA

DEL CICLO RITUAL VAQUI

María Eugenia Olavarría Tesis de doctorado en antropología, México, Universidad Autónoma Metropolitana - Iztapalapa, 1999, 271 p.

El texto de esta autora es producto de varios años de trabajo de investigación de campo y análisis de los materiales recabados en distintos periodos; con ese bagaje ha construido una interpretación etnográfica y simbólica del ciclo ritual de los yaquis, centrando su atención en el ritmo y la estructura de las ceremonias. Propone inicialmente dar cuenta de la especificidad y originalidad del sistema cultural yaqui, y para ello retoma algunos de sus trabajos anteriores sobre los mitos y traslada su atención hacia los procesos rituales, con lo que intenta conformar una articulación que incluya aspectos míticos, rituales y de parentesco, y análisis de elementos simbólicos. El texto se divide en seis capítulos, además de la introducción y las conclusiones. El primero contiene una reflexión sobre los distintos modelos antropológicos a partir de los cuales se construye el marco teórico del análisis y la interpretación, con base en nociones como sucesión, heterogeneidad, insuficiencia, racionalidad y analogía. Tras esta reflexión la autora refiere algunos de los problemas con que se enfrenta el trabajo antropológico cuando pretende caracterizar los procesos de representación de un grupo étnico. En el segundo capítulo se describe el proceso de constitución o construcción de una etnia para el caso de los yaquis es fundamental considerar la constitución de la territorialidad como un aspecto que caracteriza su identidad y los procesos de lucha por conservar territorio e identidad en grandes trazos históricos. El tercer capítulo de la obra atiende al análisis y caracterización de lo que la autora denomina "la unidad espacio temporal del ciclo ritual"; describe algunos de los elementos, límites, espacios y personajes actuantes dentro de los ciclos rituales. El cuarto capítulo, que es el más extenso, presenta la etnografía de un ciclo o año ritual; incluye una clasificación y una interpretación de los ritos, fiestas y ceremonias del grupo. En el quinto se analiza el sistema cosmológico de los yaquis atendiendo a la caracterización de algunos de los principios narrativos del ciclo ritual del grupo; asimismo se mencionan ciertas tensiones que aún se perciben entre los elementos rituales y simbólicos propios del grupo frente al conjunto de apropiaciones de elementos hispanos y católicos. Finalmente en el sexto capítulo se examinan con mayor detalle a los actores rituales y al conjunto de sistemas simbólicos y culturales en que se encuentran inmersos. El estudio de Olavarría constituye un complejo y detallado análisis de la vida y el pensamiento ritual de los yaquis que trata de esclarecer las conexiones e interrelaciones de su ritualidad y su identidad étnica por medio del estudio del ritual y sus participantes, con lo cual se logra una etnografía amplia y detallada que explora los diversos símbolos que se entremezclan en esa cultura. Se trata de una reflexión extensa y puntualizada que muestra que aún no se han explorado todas las posibilidades analíticas y de estudio sobre ese grupo. (Alejandro Aguilar Zeleny.)

445

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.