Aportaciones al Conocimiento de San Zoilo de Cáseda desde la Arqueología de la Arquitectura

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Descripción

Trabajo Fin de Master

Aportaciones al conocimiento de la Ermita de San Zoilo de Cáseda desde la Arqueología de la Arquitectura

Autora: ANA MARÍA URANGA OTAÑO Tutores: AGUSTÍN AZKÁRATE JOSÉ LUIS SOLAUN

Donostia, septiembre 2014

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AGRADECIMIENTOS A los tutores de este trabajo, Agustín Azkárate y José Louis Solaun, por todo el apoyo e interés mostrado. A aquellos que me han facilitado de alguna manera su realización, como el Ayuntamiento de Cáseda, o Carlos Sola. Y por último, a familiares y amigos que se han interesado y me han apoyado durante su transcurso.

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ÍNDICE Pag. 1. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………..…….. 4 1.1. Objetivos…….………..………………………………………………………….……… 5 1.2. Antecedentes y estado de la cuestión……………………………….….…. 6 1.3. Contexto geográfico e histórico…………………………………………….…. 7 1.4. Orígenes del templo……….………………………………………………………... 9 1.5. Descripción…………………………………………………………………………….. 10 2. METODOLOGIA DE TRABAJO………………………………………………………. 15 3. RESULTADOS: EVOLUCIÓN HISTÓRICO-CONSTRUCTIVA…………….. 23 3.1. La Iglesia de San Zoilo……………………………………………………….…… 24 3.2. La hospedería de San Zoilo………………………………………………….…. 41 4. CONCLUSIONES………………………………………………………………………….. 62 5. SUGERENCIAS Y APORTACIONES……………………………………..…………. 68 6. BIBLIOGRAFÍA….…………………………………………………………………………. 71 7. ANEXOS…………………………………………………………………………………….. 74

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INTRODUCCIÓN

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1.1. OJETIVOS El objetivo final de este trabajo es contribuir al conocimiento de la ermita de San Zoilo y su entorno. Cualquiera que visite el enclave casedano quedará maravillado ante la magia y el poder evocador de un lugar tan singular. Pese a su indudable valor histórico y artístico, y a contar con la máxima protección legal tras ser declarado Bien de Interés Cultural en mayo de 2001, se encuentra en un estado de ruina y abandono. Desde este trabajo se pretende hacer una modesta aportación en este sentido. La situación actual es el reflejo de un desconocimiento general, a pesar de las iniciativas llevadas a cabo por el pueblo de Cáseda, bien desde el ayuntamiento o bien desde la Asociación de San Zoilo. Quien conozca esta muestra del patrimonio navarro, seguro no queda indiferente ante su deterioro y riesgo de pérdida. Como dice Olga Navarro Cía en el trabajo dirigido por Carlos Sola Ayape, el conocimiento es la base del patrimonio “de lo que se desprende la imposibilidad de salvaguardar y tutelar aquello que no es conocido” (Navarro, 2010: 219)

Fig. 1: Vista general de la ermita de San Zoilo (http://www.panoramio.com/photo/2452748)

Otro objetivo que se plantea en la realización de esta investigación, y que deriva del objetivo primero y principal, es el estudio de la evolución histórico constructiva del conjunto monumental. Para ello, el enfoque de este trabajo desde la Arqueología de la Arquitectura pretende ser una muestra del alcance de este tipo de herramienta en el conocimiento objetivo del patrimonio construido y así mismo puede servir como ejemplo para estudios similares en edificios históricos de la zona.

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1.2. ANTECEDENTES Y ESTADO DE LA CUESTIÓN. De la ermita de San Zoilo hasta hace pocos años, únicamente existían un par de trabajos realizados en los años 30 del siglo XX. El primero de ellos llevado a cabo por Cleofé Liquiniano Elgorriaga que tiene por título La Ermita de San Zoilo de Cáseda (Liquiniano, 1935), y pocos años después la obra Aroma de los siglos: evocación histórico sentimental de la Iglesia de San Zoilo de Cáseda, de Lázaro Algarra Urrutia (Algarra, 1937). Desde entonces, las únicas referencias escritas a la ermita casedana se reducen a algunos artículos de prensa o alguna referencia en trabajos de investigación de una temática más amplia, como el Catálogo Monumental de Navarra (García Gainza, 1992), Emblemas heráldicos en el arte medieval navarro (Martínez de Aguirre, Menéndez, 1996), o Arte Medieval Navarro (Iñigez y Uranga, 1973) por poner algunos ejemplos. En el año 2010, con el apoyo de la Fundación CAN por medio del programa “Tú eliges, Tú decides” y por iniciativa de la Asociación Cultural Ermita de San Zoilo de Cáseda, se llevó a cabo un trabajo de investigación y recopilación, que constituye el primer libro dedicado enteramente a San Zoilo, desde los ya mencionados del siglo pasado. Este trabajo fue editado y dirigido por el doctor en Historia por la Universidad Pública de Navarra, Carlos Sola Ayape (Sola, 2010). Desde entonces, se han llevado a cabo algunos trabajos de investigación, como son Las marcas de cantero de San Zoilo de Cáseda, de Simeón Hidalgo Valencia (Hidalgo, 2013), y el estudio de las pinturas murarias del interior de la nave con motivos navales, de Pablo Larraz, aun sin publicar.

Fig. 2: Vista general desde el lado este, por el que pasa una cañada real.

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1.3. CONTEXTO GEOGRÁFICO E HISTÓRICO Cáseda es una villa fortificada medieval que se encuentra situada sobre un cerro, a orillas del río Aragón, en la Zona Media de la comunidad foral de Navarra. Constituye una zona de paso en el recorrido que une los Pirineos, al norte, con la Bardena al sur. Su término limita por el norte con Aibar y Sangüesa, al Este con Peña y Sos del Rey Católico, por el Sur con Carcastillo y con Gallipienzo por el Oeste. Se extiende desde el río Aragón, en su tramo de la Tierra de Sangüesa, hasta las cercanías del tramo de este río en la Ribera.

Fig. 3: Puente sobre el río Aragón, a su paso por Cáseda. (http://www.panoramio.com/photo/7095326)

La ermita de San Zoilo se encuentra ubicada a pocos kilómetros de la villa, en una hondonada en medio de la sierra, y ya desde sus orígenes en la Edad Media y durante los siglos tuvo importancia por ser zona de paso y de descanso para peregrinos y pastores, así como lugar de reunión entre los habitantes de la zona, de las villas fronterizas del reino de Aragón y de Navarra. La situación de la iglesia de San Zoilo es clave para entender la importancia y esplendor del que gozó durante muchos años. Desde el punto de vista religioso siempre fue un lugar de referencia. Se encuentra a medio camino entre dos de los grandes centros monásticos de la Edad Media en Navarra: Leyre y el monasterio de la Oliva1. La distancia a ambos monasterios es prácticamente la misma y corresponde a una 1

El monasterio de Leyre fue refugio para el clero y el obispado de Pamplona, tras ser saqueada por los musulmanes, hacia el año 920. Fue sede episcopal del reino hasta el año 1023. Estos enfrentamientos entre cristianos y musulmanes, hicieron que el rey de Navarra también se refugiara en Leyre, convirtiéndose por estas fechas, en centro político, además de religioso, y uno de los centros monásticos más importantes de la península (http://www.monasteriodeleyre.com/node/65, consulta del 20 de agosto de 2014).

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jornada a pié. Esta circunstancia, la proximidad al Camino de Santiago y su situación junto a una cañada real, convirtió a San Zoilo desde sus orígenes en un importante centro de peregrinación. Pronto hubo que satisfacer las necesidades demandadas por aquellos peregrinos y pastores que buscaban cobijo. Las casas aledañas que forman el conjunto alrededor de la ermita junto con ésta, constituían una hospedería para todos aquellos que transitaran por la zona. Desde el punto de vista político, San Zoilo fue escenario de reuniones de hermandad entre los habitantes de las villas próximas a la frontera de los reinos de Navarra y Aragón, sobre todo en épocas de enfrentamientos. Y desde un punto de vista económico, la casa-venta constituyó una importante fuente de ingresos. Funcionaba como hospedaje que era alquilado por el ayuntamiento a vecinos de Cáseda generalmente y en ella se desarrollaban diferentes actividades como la de hospitalero, ventero o agricultor de las tierras de cultivo. Fuentes documentales consultadas nos hacen pensar que, ya desde sus orígenes, este lugar estuvo ligado a actividades económicas, resultando pronto rentable, y por lo tanto objeto de interés por diferentes partes (Goñi, 1965: 183).

Fig. 4: Vista de las casas de la hospedería desde las tierras del huerto al lado sur.

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1.4. ORÍGENES DEL TEMPLO El origen de esta ermita está aun hoy en día envuelto en cierta leyenda debido a las incógnitas sin resolver referentes al inicio del culto en este lugar. San Zoilo fue un mártir cordobés que nació, vivó y murió en Córdoba a principios del siglo IV después de Cristo. En aquellos años Hispania pertenecía al Imperio Romano, que estaba gobernado por Diocleciano y posteriormente por Maximiniano. Fue una época en la que los cristianos sufrieron con especial violencia la persecución por parte de los romanos. El prefecto Daciano lideró esta persecución, y fueron muchísimos los mártires ejecutados en este periodo. San Zoilo, un joven perteneciente a una familia de clase noble, destacó por dar testimonio de su fe cristiana, a pesar de la represión romana, y por esta razón fue ejecutado en el año 304 (Baztán, 2010: 38).

Fig. 5: Óculo del muro oeste desde el interior, con vidrieras restauradas.

Llama poderosamente la atención la dedicación de un templo medieval en la zona prepirenaica de Navarra a un santo que nació y murió mil años antes a unos mil kilómetros de distancia, en el extremo opuesto de la península. La explicación a esta primera incógnita está directamente relacionada con el origen de la iglesia de San Zoilo de Cáseda. En el siglo IX, otro mártir cordobés, San Eulogio realizó varios viajes a Francia, y en uno de ellos, al encontrarse con revueltas por los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes que había en aquel momento, se quedó en Pamplona visitando otros centros monásticos de la zona, como el de Leyre.

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A su regreso a Córdoba, tal y como había prometido al obispo Wilesindo de Pamplona, le envío las reliquias de San Zoilo, del que San Eulogio era gran devoto. En primer lugar como agradecimiento por la hospitalidad encontrada en su viaje por tierras navarras, pero a su vez para protegerlas de las luchas contra los musulmanes en el sur de la península. Por esta razón, además de enviar las reliquias de San Zoilo, envió también las de otro santo, San Acislo. El encargado de llevar estas reliquias desde Córdoba fue Galindo Iñiguez, un noble de tierras cercanas a la zona de la ermita, navarro o aragonés. El envío de las reliquias, junto con una carta al obispo Wilesindo, en la que explicaba las circunstancias de este acontecimiento está datada en el año 851. De esta manera, todo parece indicar que el obispo Wilesindo ordenó la construcción de una basílica dedicada al santo cordobés para albergar las reliquias enviadas por San Eulogio (Liquiniano, 1935: 9). Sin embargo, que este templo fuera construido en el lugar que hoy ocupa San Zoilo de Cáseda (y que si existió, fuese la construcción primitiva sobre la que se asentó la iglesia gótica que ha llegado hasta nuestros días) es una de las principales cuestiones que aún hoy siguen sin resolver. Hablando del origen de la ermita de San Zoilo nos movemos en un terreno de hipótesis e interpretaciones, debido a la falta de pruebas documentales. En este sentido existe un tema de investigación, abierto a nuevas aportaciones, y al que desde este trabajo, también se pretende contribuir.

1.5. DESCRIPCIÓN Por la carretera que conduce a Carcastillo desde Cáseda, atravesando la sierra que constituye el portal de la bardena casedana, encontramos un singular paraje, regado por el curso de un regato, en el que destaca, con las formas onduladas de su cubierta, la ermita de San Zoilo.

Fig. 6: Localización de San Zoilo, junto a Cáseda y el curso del río Aragón (Google Earth).

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Según detalla Cleofé Liquiniano Elgorriaga, se trata de una construcción gótica de principios del siglo XIV. Se encuentra orientada Este-Oeste, como era normal en estas construcciones, con un ábside en la cabecera. La portada no se sitúa a los pies, sino en uno de los laterales, el que da al Sur y constituye el acceso a la ermita desde un patio cerrado. Este patio, a modo de atrio, esta rodeado por una serie de edificaciones, también de origen medieval, y desde él también se tiene acceso a estas casas que formaban la antigua hospedería. Desde las primeras referencias documentales que se tiene de estas construcciones, y hasta los años 80 del siglo pasado que estuvieron habitadas, sirvieron de posada-venta para dar cobijo a peregrinos y ganaderos, así como de vivienda del hospitalero (Ibidem: 2) La nave de la iglesia está formada por cuatro tramos rectangulares cubiertos por bóvedas de crucería con plementería francesa. Los nervios que forman las bóvedas arrancan de sendas ménsulas decoradas con diferentes motivos Fig. 7: Planta de la ermita en el Catálogo Monumental de Navarra (García Gainza, 1992).

escultóricos.

La singular cubierta ondulada del templo, está compuesta por lajas de piedra colocadas directamente sobre el trasdós de las bóvedas, y dan a la ermita una imagen diferente y original, que la diferencian de otras construcciones similares.

En el lado oriental, la nave es rematada en un ábside poligonal con contrafuertes, y entre éstos, dos ventanas ojivales abocinadas, propias del estilo gótico. Estas ventanas, vistas desde el interior de la nave, enmarcan el presbiterio con la luz coloreada que atraviesa sus vidrieras. En los muros interiores del ábside, así como en otros muros de la cabecera de la iglesia, aparecen restos de policromías de los siglos XVII y XVIII.

Fig. 8: Presbiterio de San Zoilo

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Al lado opuesto de la nave, a los pies del templo, existe un coro y sobre él se abre un rosetón con siete rosas lobuladas. Esta entrada de luz en el lado occidental de la nave, junto con las ventanas del ábside y una ventana de estilo semejante y tamaño no muy grande que hay en el muro Sur al patio, son la iluminación natural con la que cuenta la ermita.

Fig. 9: Pies de la iglesia, con coro y óculo.

Otro elemento singular que encontramos en la iglesia es la escalera de caracol, cuyo acceso se encuentra junto al coro, en el lado del muro Norte. Si subimos por ella podemos acceder a un habitáculo o pósito y al final del recorrido, llegar a la cubierta de lajas. La función de este pósito, seguramente de almacén o incluso de albergue, parece tener relación con la importancia que el conjunto de San Zoilo tuvo como punto de paso, en un lugar estratégico, como ya hemos señalado.

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Fig. 10: Escalera de caracol por la que se accede al pósito y a la cubierta.

Como ya hemos indicado, para la mayoría de autores, la iglesia de San Zoilo está situada cronológicamente en la primera mitad del siglo XIV. Esta datación responde a criterios estilísticos y formales, además de apoyarse en algunos datos obtenidos de fuentes documentales. Las primeras referencias que encontramos se refieren a la iglesia de Cáseda y algunos autores la identifican con San Zoilo. Uno de estos documentos se remonta al año 1263, cuando el concejo de Cáseda otorga el patronato de su iglesia a Teobaldo II (Martínez, 2010: 129). Otro de ellos es de pocos años después, 1286, y hace referencia a las disputas que existían sobre los beneficios que aportaba la iglesia de Cáseda (Goñi, 1965: 183). Según Martínez Álava, si estos documentos efectivamente se refirieran a San Zoilo, no sólo probarían la existencia del templo ya a finales del siglo XIII, sino que además demostrarían que, para entonces, la ermita ya estaba vinculada a cierta actividad económica. En cuanto a los criterios formales utilizados para datar la iglesia podemos destacar algunos que aproximarían el templo a un estilo románico, como los contrafuertes prismáticos que refuerzan el ábside o la sobria espadaña que corona el conjunto. Sin embargo, existen otros elementos, como la portada abocinada de arco ojival, o los grupos escultóricos del tímpano y de la imposta de las arquivoltas, que demuestran una habilidad en la talla de la piedra, más propia del gótico que del estilo anterior. Otros elementos que sitúan esta construcción dentro del periodo gótico son las bóvedas de crucería, las tracerías en los huecos, etc. Los motivos heráldicos que se encuentran en la iglesia, tanto en la portada, como en las claves de las bóvedas, “por una parte refuerzan la cronología tradicional admitida (primera mitad del siglo XIV), mientras por otra permiten sustentar la hipótesis de una terminación a finales del siglo XV” (Martínez de Aguirre, Menéndez Pidal, 1996: 133).

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Fig. 11 y 12: Decoración escultórica y motivos heráldicos de la portada de la iglesia.

Desde este trabajo se pretende utilizar métodos arqueológicos (estratigráficos) para el conocimiento del recorrido histórico del conjunto de San Zoilo.

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METODOLOGÍA DE TRABAJO

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La metodología empleada en este trabajo se basa en la disciplina de la Arqueología de la Arquitectura, en adelante AA, que nace en España en los años 90. Es originaria de Italia, y consiste en aplicar la metodología propia de la arqueología clásica del subsuelo al estudio de la arquitectura. A través de la AA podemos acceder a un conocimiento objetivo del edificio haciendo una lectura del mismo y de esta manera “conocer su historia y contribuir a la elaboración de una historia social” (Azkárate, Caballero, Quirós, 2002: 8), por lo que resulta una herramienta valiosísima ante cualquier intervención que busque devolver a la obra una significación. La aplicación de esta disciplina en el conocimiento de la historia de los edificios, supone pasar de una tradición en la que el “estilo” es el criterio principal para adscribir una obra a un periodo u otro, a considerar el edificio histórico como un documento. Se considera el patrimonio construido como “depósito estratificado de una memoria social y colectiva, cuya resignificación ha de hacerse de una manera interdisciplinar y democrática” (Azkárate, 2010: 51). La lectura estratigráfica es la principal herramienta utilizada en la Arqueología de la Arquitectura. En algunos casos se utilizan otras herramientas que complementan la lectura estratigráfica de paramentos, como puede ser el análisis de clusters. Este análisis, conocido también como cronotipología, combina procedimientos de carácter analógico y de carácter estratigráfico. Resulta de gran utilidad en el estudio de construcciones con una especial complejidad estratigráfica o de difícil legilibilidad estructural. A grades rasgos consiste en la individualización de variables en el edificio, su posterior georreferenciación y el agrupamiento de éstas en los denominados clusters, que no son sino grandes fases constructivas caracterizadas por determinadas variables. Una vez definidos éstos, se procede al análisis de las interfaces para obtener una secuencia relativa de las fases constructivas del edificio (Ibidem: 57). Para explicar el procedimiento de trabajo que hemos aplicado en este estudio diferenciaremos las siguientes fases: FASE 1: Documentación gráfica del objeto de estudio Antes de comenzar con el análisis propiamente dicho llevaremos a cabo una recopilación de toda la documentación gráfica de la que podamos disponer. Este paso, previo al estudio estratigráfico, nos sirve en primer lugar para definir el soporte gráfico sobre el que llevaremos a cabo el análisis, pero también nos sirve para analizar y conocer el edificio. Existen diversos tipos de documentación gráfica, desde el croquis a mano alzada hasta otros más sofisticados como la fotogrametría o el escáner 3D. Podemos diferenciar dos grandes grupos: los que no tienen propiedades métricas, como por ejemplo el croquis y la fotografía sin rectificar; y aquellos que sí las tienen, como los alzados, la fotografía rectificada, fotogrametría, etc.

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A la hora de elegir un soporte gráfico, no existen unos mejores que otros, sino que lo importante es utilizar el más adecuado para cada caso, que nos permita alcanzar los objetivos planteados, teniendo en cuenta los medios y las circunstancias de cada estudio. En el caso del conjunto medieval de San Zoilo encontramos una planimetría antigua que está disponible en el Catálogo Monumental de Navarra (García Gainza, 1992) y en el monográfico La Iglesia de San Zoilo de Cáseda (Liquiniano, 1935). Esta documentación se reduce a una planta y dos secciones, una transversal y otra longitudinal de la ermita. Además de no ser suficiente para la documentación completa del conjunto, es de escasa calidad ya que son ilustraciones en un tamaño reducido, y por lo tanto con un grado de detalle y una calidad de imagen acorde a estas dimensiones. Fig. 13: Sección transversal, Catálogo Monumental de Navarra (García Gainza, 1992).

La búsqueda de documentación gráfica en Internet nos permitió contar con un modelo 3D elaborado en sketch-up que está disponible en el programa Google-Earth, y que ha sido elaborado y facilitado por un usuario que se conoce por “JC”. Este modelo, no se ha utilizado en sí mismo, pero si ha sido útil como apoyo en la elaboración de planos realizados en Autocad expresamente para este trabajo. Otro tipo de documentación localizada, que resultó de gran utilidad fue la de las edificaciones anexas. Contamos con planimetría en alzados de la hospedería y un topográfico del lugar que fueron facilitados por el estudio de Mugueta y Gutiérrez Arquitectos2. Teniendo en cuenta la documentación con la que se contaba de antemano, la finalidad del estudio y los recursos disponibles, y para conseguir una representación homogeneizada de los resultados, decidimos utilizar alzados como soporte gráfico para el análisis estratigráfico. Como ya se hemos explicado, algunos han sido facilitados y reutilizados y otros elaborados expresamente para este trabajo, con el apoyo del resto

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Mugueta y Gutierrez Arquitectos fueron los encargados de la redacción del proyecto “Un hotel rural con encanto”, iniciativa llevada a cabo por el ayuntamiento de Cáseda en colaboración con el Gobierno de Navarra. Éste fue presentado y aprobado en pleno en diciembre de 2008. Finalmente no se llevó a cabo, y hasta el día de hoy está paralizado. Los planos facilitados por el arquitecto Manuel Mugueta forman parte del estado actual de las edificaciones anexas a la ermita, que eran el objeto de este proyecto. Desde estas líneas quisiera agradecerle su generosidad y atención.

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de documentación gráfica disponible, así como de mediciones llevadas a cabo en el trabajo de campo. Esta documentación gráfica se apoyará con fotografías, sobre todo de aquellas zonas y detalles que resulten relevantes en el transcurso del estudio. FASE 2: Identificación y registro de las Unidades Estratigráficas (UUEE) En esta segunda fase se procede a la identificación de cada UE y a su documentación. De forma simultánea vamos creando un registro alfanumérico, en forma de listado, que nos permita referirnos a cada UE en el estudio, sin que exista posibilidad de confusión entre unas u otras. A la hora de diferenciar cada UE es importante que tengamos en cuenta su definición. Es “la acción mínima identificable en una construcción y se caracteriza por una homogeneidad constructiva, unos límites precisos y una posición espacial propia en la secuencia estratigráfica” (Escribano, Sánchez, Solaun, ep.). Según se van identificando todas las UUEE, se van georreferenciando y representando en el soporte gráfico elegido. Una vez identificadas las UUEE se procede a la documentación de todas ellas. Para este fin se utilizan unas fichas analíticas en las que aparecerá toda la información relevante a cerca de cada UE, así como su descripción, y su relación con las UUEE con las que está en contacto. Estas relaciones entre las UUEE pueden ser de contemporaneidad o de anteroposterioridad. De esta forma se consigue una secuencia temporal relativa de las acciones constructivas analizadas. FASE 3: Las relaciones estratigráficas: la secuencia estratigráfica relativa El siguiente paso consiste en el establecimiento de las relaciones estratigráficas entre UUEE. Su representación se hace en forma de diagrama, y se conoce con el nombre de Matrix Harris o diagrama estratigráfico. En él se plasman los resultados obtenidos, representando con una línea vertical la diacronía de la estratificación, y con líneas horizontales la contemporaneidad de las acciones constructivas (Caballero, 2004). Con ella obtenemos la secuencia estratigráfica relativa del conjunto estudiado. Fase 4: La determinación de la secuencia estratigráfica absoluta El proceso de trabajo continúa con el análisis de otros recursos que nos aportan datos referidos tanto a la historia del monumento como a su cronología, pasando de la secuencia estratigráfica relativa a la absoluta (Escribano, Sánchez, Solaun, ep.). La utilización de estos recursos depende de las circunstancias de cada caso y del objeto de estudio. Pueden ser fuentes historiográficas o documentales, la excavación arqueológica del subsuelo, estudios histórico-artísticos, o estudios arqueométricos, como el Carbono 14 u otros, y nos permiten situar la secuencia temporal relativa en un momento concreto de la historia del edificio (Ibidem).

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En este caso, las herramientas de las que se dispone para hacer la datación absoluta e interpretación histórica son las fuentes documentales y el análisis de la iconografía y la heráldica de San Zoilo que “permiten precisar la historia constructiva que se desprende de sus formas estilísticas” (Martínez de Aguirre, Menéndez, 1996: 134). Fase 5. Otros instrumentos de análisis: el análisis cluster En el caso de la ermita de San Zoilo, la lectura estratigráfica se ha complementado con el análisis cluster. El estudio estratigráfico no presenta complejidad en cuanto a la cantidad de acciones constructivas que se pueden identificar, como puede ser el caso de la casa-venta, sino más bien todo lo contrario. La dificultad en este caso reside en que puede parecer una edificación cuya apariencia de homogeneidad a primera vista puede darnos la idea preconcebida de que no hay grandes diferencias entre los momentos constructivos de unas zonas y otras. Para la ejecución de este análisis procedimos en primer lugar a la identificación de variables, para continuar con su georreferenciación y análisis, obteniendo de este modo una secuencia temporal relativa. En nuestro estudio, las variables a analizar fueron: a. marcas de cantero b. tipo de labra de los sillares c. elementos morfológicos: tipos de nervios y ménsulas.

a. Las marcas de cantero Procedemos al análisis de las marcas de cantero sirviéndonos de la observación directa y apoyándonos en el estudio realizado por Simeón Hidalgo Valencia (2013). Son muy valiosas las aportaciones que podemos extraer de éste completo trabajo, y de la experiencia del autor en otros estudios de las mismas características3. Es destacable el hecho de que San Zoilo de Cáseda ocupa el tercer puesto en cuanto a número de marcas de cantero registradas en monumentos de Fig. 14: Marca de cantero en muro occidental.

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Simeón Hidalgo Valencia es además autor de la obra “Canteros románicos por los caminos de Navarra” (2009).

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Navarra4. Se cuentan un total de 1084 marcas de cantero, y 133 tipos diferentes. Se distribuyen en las diferentes partes del conjunto según los siguientes cuadros:

Fig. 15: Simeón Hidalgo Valencia (2013)

De este detallado estudio podemos destacar la gran cantidad de marcas que hay y los diferentes tipos registrados, ya que únicamente seis aparecen en todas las zonas del templo. Esto nos da una idea de que, efectivamente, sí pudieron existir diferentes momentos constructivos, con diferentes canteros, como también pudimos comprobar posteriormente con el estudio estratigráfico. b. Tipos de labra en los sillares de la ermita Si procedemos al análisis de esta variable observamos que a lo largo de las fábricas que constituyen los muros del santuario vamos a encontrar dos tipos de labra. Vemos sillares labrados con puntero y sillares labrados con gradina.

Fig. 16: Sillares labrados con gradina

Fig. 17: Sillares labrados con puntero

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Sería el tercero por detrás del Monasterio de la Oliva y del monasterio de Fitero. Ambos centros monásticos son de un tamaño mucho mayor que el conjunto de San Zoilo, por lo que en términos relativos, probablemente San Zoilo ocuparía el primer lugar en la lista de mayor número de marcas de cantero (Hidalgo, 2013).

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c. Morfología de elementos arquitectónicos Procedemos a analizar algunos elementos formales que encontramos en la ermita. Ménsulas y capiteles La nave de la iglesia, como ya hemos descrito anteriormente consta de cuatro tramos rectangulares, cubiertos por bóvedas de crucería. Los arcos sobre los que se apoyan dichas bóvedas surgen de ocho ménsulas que sirven de base cada una de una pilastra que termina en un capitel que a su vez constituye el arranque para los arcos que conforman las bóvedas. Tanto las ménsulas como los capiteles están decorados con motivos escultóricos basados en temas relacionados principalmente con el infierno. Las ménsulas tienen todas ellas forma de pirámide octogonal invertida, y los capiteles son de forma rectangular.

Fig. 18: Muro Norte desde el interior de la nave.

Sección de nervios de las bóvedas Si analizamos la sección de los diferentes nervios, encontramos dos tipos de sección. Por un lado, los nervios de la cabecera, que constituyen la bóveda radial del ábside, y por otro lado el resto de nervios que forman las bóvedas de la nave, que tienen una sección igual entre ellos, y diferenciada de los de la zona de ábside. Una vez analizadas todas las variables y georreferenciadas en el edificio se pudieron efectuar tres agrupaciones, correspondientes, como veremos en capítulo 3, a las grandes fases constructivas que dieron lugar al templo que hoy conocemos. FASE 6: El proceso de síntesis: el paso de UUEE a Actividades Con los datos anteriores en la mano, el siguiente paso es el de síntesis o agrupación de la estratigrafía en bloques de acciones (UUEE) que tienen un mismo fin -en lo que se

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conoce como Actividades (A)-, simplificando notablemente la estratificación (Escribano, Sánchez, Solaun, ep). Con la agrupación de las UUEE se busca simplificar el procedimiento dando un significado y un contexto funcional a las actuaciones que se han llevado a cabo en el edificio objeto de estudio. Una vez localizadas las acciones constructivas tanto en el espacio como en el tiempo, podemos establecer divisiones cronológicas, formando las denominadas fases y periodos. Este proceso sirve para una mejor comprensión de la evolución constructiva del monumento.

Fase 7: La interpretación histórica El último paso del procedimiento consiste en hacer una interpretación histórica con toda la información obtenida a lo largo del proceso de estudio. A partir de ésta, situaremos en el tiempo la historia constructiva del edificio, comprendiendo a su vez el contexto y su evolución. Sería conveniente puntualizar que dentro de esta metodología pueden llevarse a cabo algunos procedimientos de simplificación. Éstos se llevarían a cabo principalmente en la fase de registro de UUEE. Se sustituiría la elaboración de fichas de cada UE por un listado con descripciones detalladas. Y finalmente puntualizar que el seguimiento de este plan de trabajo y la consecución del objetivo final está sujeto a la posibilidad de no alcanzar una teoría certera y sí una red de hipótesis que pueda dar lugar a un debate más prolongado en el tiempo.

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RESULTADOS EVOLUCIÓN HISTÓRICO-CONSTRUCTIVA

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Para explicar los resultados de la evolución histórico-constructiva se ha procedido a dividir el objeto de estudio en dos zonas o cuerpos de fábrica: la ermita y la hospedería. Esta división es puramente estratégica e instrumental ya que resulta complicado efectuar una interpretación conjunta.

EL TEMPLO DE SAN ZOILO FASE 1. Construcción de la cabecera de la ermita (anterior a 1316)

1. Descripción de los restos conservados: Con los datos recopilados hasta el momento nos planteamos la hipótesis de que existió un proyecto de templo que se construyó en diferentes fases, a través de las cuales adquirió las dimensiones de la ermita que hoy conocemos. Si inspeccionamos la cara interior del hastial este (arco del triunfo) vemos que aparece la marca (interfaz) de una antigua cubierta a dos aguas. La discontinuidad de las hiladas dibuja en el muro de la cabecera de la ermita la forma de los dos pares y el pendolón (Fig. 19 y 20).

Fig. 19: Cabecera de la ermita.

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Nos encontramos, por lo tanto, ante los restos de una antigua cubierta, más baja que la actual, perteneciente al primer momento de construcción del templo (A_1).

Fig. 20: Marca de la antigua cubierta en la cara interna del hastial este.

Esta interfaz marca el límite con una fase posterior de la obra, que es la Fase 3 (A_2). Tiene su prolongación en vertical por ambos costados marcando el límite con las actividades A_3 y A_4 (Fig. 28 y 29), pertenecientes a la segunda fase. Estos límites los encontramos en las esquinas del muro de la cabecera con el muro Norte y el muro Sur. Podemos ver las adarajas que son muestra material del parón que sufrieron las obras una vez construida la cabecera, como podemos observar en las imágenes de las figuras 22 Y 23.

Fig. 21: Actividades de la cabecera de la iglesia. Fase1: A_1

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Fig. 22: Encuentro muro cabecera con muro Norte

Fig. 23: Encuentro muro cabecera con muro Sur

Las características constructivas que definen esta fase (Cluster 1) son: MARCAS DE CANTERO: Del análisis de esta variable se derivan algunas observaciones relevantes: En la Fase 1 se contabilizan un total de 101 marcas de cantero de las 1084 que hay en total registradas. Del total de marcas diferentes localizadas, 29 son exclusivas de la cabecera (Hidalgo, 2013: 18). Resulta relevante que de todas ellas, las que tienen mayor presencia en la ermita no aparecen en la zona del ábside o, si lo hacen, es en un número muy reducido. Y también ocurre lo contrario, que las marcas más frecuentes en el ábside, no aparecen o lo hacen de forma puntual en el resto de muros. Las marcas de cantero más frecuentes en la zona del ábside, y que por lo tanto van a caracterizar esta fase son:

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Fig. 24: Marcas de cantero más repetidas en la zona del ábside (Hidalgo, 2013).

TIPO DE LABRA DE LOS SILLARES: En la zona del ábside predominan mayoritariamente los sillares con acabado de puntero.

Fig. 25: Sillares de la cabecera de la ermita con marcas de labra a puntero.

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MORFOLOGÍA DE ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS: 

Ménsulas: a diferencia del resto de la ermita, en la zona del ábside aparecen seis ménsulas carentes de decoración escultórica, de las que arrancan los nervios que de forma radial constituyen la bóveda.

Fig. 26: Ménsula lisa de la zona de la cabecera.



Sección de nervios de bóvedas: la bóveda radial de la capilla mayor tiene nervios con una sección diferente a los nervios que forman las bóvedas de crucería de la nave. Se trata de una sección moldurada con filete longitudinal sobre bocel central, como se puede apreciar en la imagen de la figura 26.

Fig. 27: Bóveda radial del ábside.

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2. Reconstrucción hipotética del edificio en esta fase: Podemos hacernos una idea de cómo fue el templo en este primer periodo. El edificio se reduciría a la actual cabecera, con su cubierta a dos aguas y a una altura menor que la actual. Respecto a la anchura del templo, comprobamos que desde sus inicios era igual a la que hoy presenta la nave. Cabe imaginar también que la cabecera se cerrase a los pies con una estructura de madera temporal (de la que desconocemos sus dimensiones) que permitiese la consagración del templo y su uso.

3. Cronología e interpretación histórica: Aunque algunos autores sitúan el inicio de la construcción del templo hacia el año 13205, el estudio histórico-arqueológico efectuado en el contexto de este trabajo de fin de master ha permitido adelantar su cronología hasta el siglo XIII o los primeros años del siglo XIV. Esta datación viene determinada principalmente por su relación estratigráfica de anterioridad respecto a la obra de la Fase 2, fechada entre los años del reinado de Felipe II (1316-1322) y la segunda mitad del siglo XIV. Esta cronología no entra en contradicción con los rasgos estilísticos y arquitectónicos que definen esta fase de la obra, como son la sección de los nervios, las ventanas ojivales abocinadas o la propia planta de la cabecera pentagonal más estrecha que la nave, tipología usual en la arquitectura gótica navarra de los siglos XIII y XIV6.

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Según documentos recogidos en el Catálogo del Archivo de la Catedral de Pamplona, en 1320, el rey Felipe II de Francia y de Navarra otorga a la iglesia de Pamplona el patronato de varias iglesias, entre ellas la de Cáseda (Goñi, 1965: 251). Para algunos autores esta iglesia haría referencia a la de San Zoilo. Sin embargo creemos que no existe constancia de que así sea. Aunque la iglesia parroquial del pueblo está datada en el siglo XVI, anteriormente existía un primitivo templo medieval (http://www.euskomedia.org/aunamendi/29680/11747, consultado el 1 de septiembre de 2014). Sucede lo mismo con otras referencias documentales ya hemos mencionado anteriormente. Hablan de la iglesia de Cáseda pero no tenemos la certeza de que se refieran a San Zoilo. 6

(http://www.euskomedia.org/aunamendi/29680/11747, consultado el 1 de septiembre de 2014).

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FASE 2. Construcción de la nave de la ermita (1316 – Finales siglo XIV)

1. Descripción de los restos conservados: La segunda fase de la evolución constructiva de la ermita se corresponde con el levantamiento de los muros de la nave. En la lectura estratigráfica las acciones llevadas a cabo en esta fase las identificamos con las actividades A_3 y A_4, que corresponden a la construcción de los muros Norte y Sur, y al cierre de la ermita con el levantamiento del muro Oeste A_7 (Fig. 28, 29 y 30).

Fig. 28: Actividades del muro Sur de la Iglesia, Fase 2: A_4 y A_6

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Fig. 29: Actividades en el muro Norte. Fase 2: A_3 y A_7.

Fig. 30: Actividades del muro Oeste, Fase 2: A_4 y A_7.

En el momento de retomar la obra en esta segunda fase, en primer lugar se continuó el cierre del perímetro del templo con la construcción de los muros Norte y Sur. En el muro sur observamos que la fábrica es continua hasta una interfaz que encontramos en el hastial occidental del templo y que nos separa las actividades A4 y A7 (Fig. 30). Se trata de una interfaz que recorre esta fachada de arriba abajo y que es apreciable claramente en la ermita, por la discontinuidad en las hiladas de sillares a uno y otro lado (Fig. 31). Fig. 31: Interfaz en muro occidental que separa las actividades A_4 y A_7, de las fases 2 y 3.

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En este muro Sur se encuentra la portada que da acceso al templo (A_6 en Fig. 28) y en el muro occidental un óculo (Fig. 30) que sirve de iluminación natural de la nave. De forma simultánea a la construcción del muro Sur se cierra la nave por el lateral Norte (A_3, Fig. 29). Aunque al inicio del trabajo se decidió separar el muro norte (A_3) del hastial occidental (A_7), en el estado actual de la investigación creemos que son obras coetáneas, realizadas en el mismo momento. El análisis cluster nos resultó especialmente útil para determinar esta coetaneidad, ya que vimos que existen zonas que comparten variables técnicas y formales. Basándonos en este análisis pudimos establecer además la hipótesis de que esta Fase 2 fue realizada por dos cuadrillas de canteros diferentes, una que construyó el muro Sur con su portada y otra los alzados Norte y Oeste. Veámoslo.

Fig. 32: Portada de la ermita en el muro Sur (Actividad A_6 de la Fase 2).

Las características constructivas que definen esta obra (Cluster 2) son: MARCAS DE CANTERO:

En el análisis de las marcas de cantero destacamos algunas observaciones: las seis marcas más frecuentes en todo el templo tienen en común que se dan únicamente en los muros Norte y Oeste; por lo tanto, podemos pensar que fueron los mismos trabajadores los que construyeron estas dos actividades (A_3 y A_7) y en esta misma fase. Se deduce también, por las marcas de cantero, que los constructores de estos dos muros son diferentes que los del muro Sur (A_4). Sin embargo, por el resto de variables analizadas (principalmente por el tipo de labra), vemos que se trata del mismo momento constructivo. Todos estos indicios nos llevan a creer en la existencia de dos cuadrillas de trabajo: un grupo realizó el muro Sur, y otro se encargó de los muros Norte y Oeste. Las marcas de cantero que definen la obra de los lados Norte y Oeste, y que caracterizan las actividades realizadas por una de las cuadrillas que levantaron esta parte de la Fase 2, son:

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Fig. 33: Marcas de cantero propias de los muros Norte y Sur (Hidalgo, 2013)

Algunas de las marcas que caracterizan la fase de obra llevada a cabo por el segundo grupo de canteros, es decir, el muro Sur, son:

Fig. 34: Marcas de cantero propias del muro Sur (Hidalgo, 2013).

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Fig. 35: Marca de cantero, característica de San Zoilo, en un sillar del muro Sur.

TIPOS DE LABRA DE SILLARES:

En los muros Norte y Sur observamos que se dan los dos tipos de labra que hemos identificado con el puntero y la gradina. Sin embargo, sorprende que el puntero sólo se registre en la parte más próxima a la cabecera y que lo haga además de manera bastante residual, y que conforme nos vamos acercando a los pies se generalice el uso de la gradina7. Todo apunta a que en el inicio de la obra de Fase 2 se reutilizaron sillares pertenecientes a la fase 1, situados probablemente en el remate de la obra. Por tanto, a pesar de la presencia de sillares con labra de puntero, creemos que los artífices de esta Fase 2 solo emplearon como herramienta de labra la gradina. Por lo tanto, siguiendo con nuestra hipótesis, el tipo de labra que define esta segunda fase es la gradina.

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En la fábrica de los pies de la ermita, actividad A_7, encontramos mayoritariamente sillares tallados con gradina. Aparece también algún sillar de puntero intercalado, seguramente reutilizado, pero podemos hablar de predominio de los primeros respecto a los segundos.

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Fig. 36 y 37: Marcas de gradina junto portada, y marcas de puntero en otro tramo del muro Sur.

MORFOLOGÍA DE ELEMNTOS ARQUITECTÓNICOS:



Ménsulas: En la nave de la ermita las ménsulas que sujetan las pilastras de las que salen los nervios de las bóvedas tienen motivos escultóricos de características semejantes, por lo que se diferencian de las del presbiterio que carecen de decoración.

Fig.38: Ménsula en el muro Norte.

2. Reconstrucción hipotética del edificio en esta fase: En esta segunda fase la ermita tendría las dimensiones que tiene hoy día y por lo tanto una aspecto similar al que conocemos, con la única diferencia de que la cubierta era a dos aguas y no ostentaría bóvedas pétreas. Solamente sus pilastras de apeo.

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3. Cronología e interpretación histórica: La heráldica que encontramos en los elementos pertenecientes a esta segunda fase, junto con datos aportados por fuentes documentales, nos ayudan a situarla cronológicamente8. En las arquivoltas de la entrada a la ermita encontramos el escudo del obispo de Pamplona (Fig. 39), Arnalt de Barbazán (1319-1356), que apoyó de forma activa el impulso de las obras, consiguiendo las indulgencias a favor del levantamiento del santuario. Por otro lado, existe una carta de este obispo que escribió a la sede episcopal de Aviñón (año 1346), en la que solicitaba que se otorgaran indulgencias a favor de la construcción de la ermita de San Zoilo. La sentencia a favor de estas indulgencias es del año 1353 (Liquiniano, 12)9. Es lógico pensar, por tanto, que la obra mencionada en el documento de 1346 se corresponda con esta de Fase 2, en la que colocarían el escudo como agradecimiento al obispo por tan importante colaboración que parece ser resultó decisiva a la hora de completar la fábrica de la ermita.

Fig. 39 y 40: Escudo del obispo Barbazán y gallina de la portada sobre el escudo de Felipe II EL Largo.

Asimismo, aparece otro escudo en la portada que Martínez de Aguirre y Menéndez atribuyen al rey Felipe II el Largo (Fig. 40), cuyo reinado situamos cronológicamente entre 1316 y 1322 (Martínez de Aguirre, Menéndez, 1996: 133). Al igual que antes, la 8

Los escudos del templo que definen esta fase se concentran en la portada, trabando perfectamente con su obra. 9 La carta del Obispo Barbazán a la sede episcopal de Aviñón, y la sentencia de otorgamiento de indulgencias a favor de la ermita de San Zoilo aparecen publicadas en el libro de Cleofé Liquiniano Elgorriaga (1935), y en el de Carlos Sola Ayape, que reedita la obra anterior.

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presencia del escudo de este monarca permite pensar en que fuera otro de los comitentes de la obra de Fase 2. Aparece también en la portada la figura de una gallina sobre el escudo anterior, que algunos autores relacionan con otro personaje ligado a la construcción de San Zoilo, Pedro de Olloqui, que fue hospitalero de la catedral de Pamplona de 1331 a 1357 (Martínez, 2010: 129). Además de este cargo era maestro de obras de la catedral de Santa María de Pamplona, y fue importante en la construcción de San Zoilo por su aportación tanto de medios económicos como en experiencia en obra (Martínez de Aguirre, Menéndez, 1996: 136). En conclusión, la Fase 2 la situamos cronológicamente a partir de 1316, en un periodo de tiempo que se prolongaría hasta finales del siglo XIV.

FASE 3. Construcción de las bóvedas de la ermita y nueva cubierta (Siglo XV)

Fig. 41: Cubierta de lajas trasdosando las bóvedas.

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1. Descripción de los restos conservados: Como hemos detectado en el análisis estratigráfico, la cubierta actual de la iglesia estuvo precedida por un primitivo tejado a dos aguas. La marca más evidente de este cambio de cubierta se aprecia en el interior del arco del triunfo. En el hastial oeste es menos evidente pero también apreciamos irregularidades y grietas en una línea por debajo de la cubierta y paralela a ésta (Fig. 30). Fig. 42: Espadaña en muro oeste. En los muros Norte y Sur podemos detectar también el recrecido que se construyó al cambiar la cubierta. Observamos que se produce un ligero cambio de plano en las últimas hiladas de estos muros, el cual es debido al límite de la actividad A_4 con la actividad A_2 (Fig. 43 y 44).

Fig. 43y 44: Cambio de plano que apreciamos en las ultimas hiladas del muro Sur, y que marca el límite de la actividad A_2 (Fase 3).

La diferencia de alturas de la ermita en sus primeras fases y la de ésta una vez sustituida la cubierta primitiva, explica el relleno que encontramos en la espadaña que es la actividad A_5 (Fig. 42). El hueco que albergaba la campana era mayor al actual y se redujo. La base del primer hueco quedaba por debajo de la línea de la cubierta de lajas, lo cual es incompatible, no podían coexistir un hueco de ese tamaño, con la cubierta actual, tenía que ser con otra anterior, de menos altura.

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En el análisis de clusters, la única variable que podemos estudiar en esta fase es la sección de los nervios de las bóvedas: en los cuatro tramos de la nave vemos que es el mismo tipo de nervio, diferente al del ábside. Se corresponde con una sección de moldura a media caña y remate en artesa.

2. Reconstrucción hipotética del edificio en esta fase: Una vez concluida esta última fase, con la construcción de las bóvedas y la sustitución de la cubierta a dos aguas por la cubierta trasdosada de lajas, el edificio sería tal y como ha llegado hasta nuestros días. Con el análisis arqueológico se ha podido detectar que San Zoilo fue un templo diseñado desde sus orígenes para tener bóvedas de piedra. Así lo demuestra la presencia tanto de pilastras como de contrafuertes construidos en la segunda fase. Su razón de ser es la de soportar los empujes horizontales producidos por las bóvedas de crucería que, por medio de los nervios, descargan su peso en estos elementos. Si no hubiese habido intención de construir estas bóvedas, no se habría diseñado un templo con el sistema de pilastras y contrafuertes como el que tiene San Zoilo (Azkárate, García-Gómez, Solaun, 2013).

3. Cronología e interpretación histórica: La cronología de esta fase viene determinada, en primer lugar, por su relación estratigráfica de posterioridad respecto a la Fase 2. O lo que es lo mismo, posterior a finales del siglo XIV. Esta cronología es compatible con los rasgos estilísticos y arquitectónicos que definen esta fase. Carlos J. Martínez Álava relaciona también la construcción de la última fase con otro momento de gran expansión económica. Tenemos constancia de que entrado ya el siglo XV, el rey de Castilla Juan II otorgó beneficios y privilegios fiscales a la villa de Cáseda por los servicios prestados en las guerras civiles, y pudo ser éste el momento que propició la finalización de las obras de la ermita de San Zoilo (Martínez, 2010: 131). Así mismo se citan otros ejemplos que encontramos en la arquitectura medieval navarra de bóvedas trasdosadas, como son San Saturnino de Artajona, Santa María y San Pedro de Olite (Ibidem: 120). Algunos autores como Martínez de Aguirre y Menéndez sitúan por lo tanto la construcción de las bóvedas de San Zoilo y de su cubierta en un gótico tardío del siglo XV. Esta cronología no entra en contradicción con el análisis estratigráfico que, recordemos, databa esta Fase 3 con posterioridad a finales del siglo XIV. Sin embargo otros autores dan al tipo de nervios que encontramos en las bóvedas, una cronología ligeramente anterior (Ugalde, 2007: 78). Por lo que podemos pensar que la fecha de su construcción quizás sea finales del XIV o principios del XV.

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Fig. 45: Cubierta de lajas.

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LA HOSPEDERÍA DE SAN ZOILO

En primer lugar habría que hacer hincapié en la gran complejidad que presenta este complejo edilicio, debido al grandísimo número de unidades estratigráficas existentes. Esto se debe a las numerosas intervenciones que se han llevado a cabo durante siglos y hasta hace pocos años. Por esta razón, así como por el hecho de ser considerado este tipo de arquitectura un patrimonio menor, estas actuaciones han sido numerosas y gran parte no han sido documentadas ni controladas. Para abarcar todo el conjunto, y seguir un orden, dispusimos una división en zonas que no responde a otra razón que no sea la de organizar el trabajo y diferenciar las distintas construcciones. La nomenclatura y numeración de las casas es completamente arbitraria, por lo tanto no tiene ninguna relación con la secuencia temporal de sus construcciones. A continuación vemos la zonificación en planta de las distintas partes, con la denominación que utilizaremos en este estudio.

Fig. 46: Diferenciación de zonas y casas que forman la hospedería.

Como resultado de este procedimiento distinguimos grandes volúmenes que se corresponden con cada una de las casas para, a continuación, deducir las relaciones entre ellos.

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Fig.47: Adosamientos.

       

Flecha 1: El muro perimetral de la casa 6 adosa al contrafuerte de la ermita. Flecha 2: El muro de la casa 4 que cierra el patio adosa a la ermita. Flecha 3: La casa 3 adosa a la casa 4. Flecha 4: La casa 3 adosa a la casa 2. Flecha 5: El muro interior (patio) de la casa 5 adosa a la casa 1. Flecha 6: La casa 6 adosa al muro perimetral. Flecha 7: El muro interior de la casa 6 (patio) adosa a muro entre casas 5 y 6. Flecha 8: Un segundo muro interior de la casa 6 (patio) adosa a la ermita.

FASE 1. Primera construcción (Siglo XIII-inicios siglo XIV). 1. Descripción de los restos conservados: La Fase 1 de la hospedería la identificamos con las casas 1, 2 y el muro perimetral de las casas 5 y 6. Todas ellas tienen en común una misma orientación, diferente a la marcada por la ermita. Suponemos que la construcción de la hospedería pudo comenzarse por estas edificaciones ya que en ellas encontramos elementos que las relacionan directamente con el templo. Esto hace plantearnos la hipótesis de que el momento de construcción de unas y otra no deben de estar muy alejados en el tiempo.

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En primer lugar destacamos la entrada del conjunto en el alzado 1 que cuenta con un arco ojival, propio de la época gótica, y que por lo tanto podemos considerarlo próximo cronológicamente a la construcción de la ermita. Además encontramos algunas marcas de cantero de las registradas en el templo, tanto en sillares del arco como en una de las piezas de una saetera del alzado 2 (Fig. 50). Estas marcas también apoyan la hipótesis de que estas casas sean las más antiguas de las que forman la casaventa y que pudieron coincidir con la obra del santuario.

Fig.48: Alzado 1, entrada al conjunto perteneciente a la Fase 1.

Rodeando el conjunto de casas que pertenecen a esta primera fase, siguiendo la cañada real, nos encontramos con el alzado 2 (Fig. 50) que es un muro de mampostería bastante uniforme. En él podemos diferenciar una franja en la parte inferior algo más irregular. Podría tratarse de los restos de una fábrica anterior, o bien del arranque del muro que hace las veces de cimiento. Nos inclinamos más por esta segunda opción. Seguramente esta base del muro sirva también para nivelar la ligera pendiente que tiene el terreno, y por esta misma razón, en época de lluvias fuertes, el agua que baja siguiendo la pendiente puede ser la responsable de que esta zona del muro quede más “lavada” que la parte superior. La prueba definitiva que confirma esta hipótesis es la continuidad del esquinal que existe entre los muros de los alzados 1 y 2 (Fig. 49), que no da lugar a dudas de que la parte superior e inferior del muro corresponden al mismo momento constructivo.

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Fig. 49: Muro perimetral con zona inferior diferenciada, y esquinal.

Fig.50: Alzado 2, también perteneciente a la Fase 1.

Seguimos rodeando el conjunto de la casa-venta, y aparecemos en la parte trasera de las casas, en lo que fueron el huerto y las tierras de cultivo. A pesar de algunas actividades que identificamos con unidades de degrado, sobre todo grietas, consideramos que la fábrica de las casas 2 y 3 es continua hasta el esquinal que constituye el límite con la casa 3.

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Fig.51: Alzado 3 con las casa 1 y 2 de la Fase 1.

Los rasgos que caracterizan esta fase son: Como ya hemos mencionado, en esta primera fase encontramos puntualmente algunas marcas de cantero. En el portalón de la entrada al recinto encontramos algunas exclusivas de esta zona, pero también encontramos otras que aparecen en los muros de la ermita, y son las siguientes:

MARCAS DE CANTERO:

Esta marca con forma de Tau aparece en todos los muros de la ermita, pero es en la zona del ábside donde es más frecuente. Esta marca con forma de escuadra es una de las más repetidas en los muros del templo. La encontramos en todos ellos, además de en el ventanuco o saetera que hay en el alzado 2, el que da a la cañada real, al lado este del conjunto.

Fig. 52: Marcas de cantero de la Fase 1 de la hospedería

MORFOLOGÍA DE VANOS:

Esta fase podemos definirla por el tipo de huecos que en ella encontramos. En primer lugar cabe destacar el hueco de entrada al recinto que como ya hemos visto, se trata de un arco apuntado. El resto de huecos que encontramos están acotados por sillares rectos y monolíticos que los delimitan.

2. Reconstrucción hipotética del edificio en esta fase: La primera construcción de la hospedería la situamos en el esquinal sureste de la ermita, junto a la cabecera de la ésta. Puesto que los muros de la primera fase de la construcción de la hospedería adosan a los contrafuertes del ábside, creemos que son éstos los que marcaron la orientación y extensión de esta primera edificación (fig. 53).

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En este primer momento la hospedería debió estar formada por un cuerpo situado al sur del templo que contaba con un patio delantero por el que se accedía a las dependencias del hospedaje. La entrada al recinto desde el exterior se realizaba a través del arco apuntado que quedaba junto al ábside y el camino de la cañada real. Por la disposición de los huecos podemos pensar que la planta baja podría estar destinada al abrigo de animales, mientras que la planta superior era la parte habitada y destinada al uso propiamente de la hospedería10.

Fig. 53: Reconstrucción hipotética de la hospedería en su Fase 1.

3. Cronología e interpretación histórica: Con el análisis de clusters, tanto las marcas de cantero encontradas como la tipología de vanos que corresponde estilísticamente a la arquitectura gótica de los siglos XIIIXIV, nos definen este momento constructivo en los siglos XIII y XIV. Además, la primera fase de la construcción de la hospedería se adosa a la obra de Fase 1 de la ermita, concretamente al contrafuerte sur del ábside, que (como señalamos más arriba) marca la orientación y límites de esta primera obra. Por lo tanto, la primera fase sería inmediatamente posterior a la Fase 1 de la ermita de San Zoilo y, muy posiblemente, anterior a la finalización de las obras de Fase 2 del templo. En conclusión, la hipótesis más plausible es que esta hospedería se construyese en el siglo XIII o primeros años del siglo XIV.

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Bibliografía consultada habla de que el complejo de San Zoilo estaba formado, además de por la ermita, por las casas anexas que contaban con caballerizas, corral y huerta, además de tierras de cultivo que se encontraban en la parte trasera que daba al sur (Adot, 2010: 196).

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FASE 2. Ampliación de la hospedería (siglos XV-XVI)

1. Descripción de los restos conservados: En esta fase se construye la denominada casa 4 que queda frente a la entrada del santuario. Al igual que la Fase 1, esta construcción tiene relación directa con la ermita. Se adosa al templo a través de un muro perpendicular tanto a la ermita como a la fachada principal de la casa 4, la que da al patio. Este muro cierra el patio por el lado oeste dejando en él un acceso secundario desde esta zona, junto al arroyo.

Fig. 54: Arroyo por debajo de los pies de la ermita.

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Fig. 55: Alzado desde el patio, con la casa 4 de la Fase 2.

Fig. 56: Alzado 3 con la casa 4 de la Fase 2.

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Los rasgos que caracterizan esta fase son: En esta segunda fase encontramos también algunas marcas de cantero. En la jamba del hueco del muro que cierra el patio por el lado oeste encontramos una marca que aparece también en la Fase 2 de la construcción de la ermita (Fig. 57).

MARCAS DE CANTERO:

Fig. 57: Marca de cantero de la Fase 2 de la hospedería.

MORFOLOGÍA DE VANOS: Esta

fase viene definida por el tipo de vano que encontramos en los elementos que la componen. En la fachada principal que da al patio, las ventanas y puertas se caracterizan por los sillares superiores de las jambas con forma de cuarto de arco. Esta misma tipología de hueco la encontramos en el muro perpendicular a la fachada principal al patio y al muro Sur de la ermita (actividad A_133 en Fig. 58). La pequeña puerta que hay en este muro que comunica con al zona exterior junto al arroyo, y la hornacina que contiene junto a la portada de la ermita, tienen estas mismas formas características.

Fig. 58: Alzado desde el patio del muro que adosa a la ermita.

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2. Reconstrucción hipotética del edificio en esta fase: La orientación y extensión de esta segunda fase de la hospedería vienen determinados por la Fase 2 de la ermita. Todo parece indicar que con el avance de la obra del templo se procedió también a la ampliación de la hospedería, prolongando tanto el patio original como el edificio. De esta manera la hospedería llegó hasta las proximidades del arroyo, donde se cerró el patio, dotando a esta zona de nuevo acceso al recinto por el lado oeste de la ermita.

Fig. 59: Reconstrucción hipotética de la hospedería en su Fase 1.

3. Cronología e interpretación histórica: La cronología de esta fase viene determinada por su relación estratigráfica de posterioridad respecto a la Fase 2 de la ermita, que hemos situado desde 1316 hasta finales del siglo XIV; por lo tanto situamos la Fase 2 de la hospedería a partir de esta fecha. Esta cronología se encontraría avalada por las características estilísticas que caracterizan los huecos de ventanas y puertas de la casa 4 (así como en los huecos del muro que une ésta con el templo, A_133), fechables entre los siglos XV y XVI.

Fig. 60: Construcciones de la Fase 2.

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FASE 3. Construcción de la casa 3 (siglos XVI-XVII)

1. Descripción de los restos conservados: La que hemos denominado casa 3 se distingue de la casa 2, (y por lo tanto de la primera fase constructiva) además de por la diferencia de alturas, por su relación estratigráfica de posterioridad: la casa 3 adosa a la casa 2. Esto nos indica que la primera es posterior a la segunda, como podemos ver claramente en la imagen de la figura 63. Con respecto a la casa 4 (Fase 2), existe continuidad en la cubierta de ambas casas, aunque probablemente sea fruto de una intervención posterior, ya que, la relación entre ambas edificaciones también es de adosamiento: la casa 3 adosa a la 4, como se puede apreciar sobre todo desde el interior del patio (Fig. 62).

Fig. 61: Alzado 3: actividades de la casa 3 de la Fase 3.

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Fig. 62: Alzado desde patio: actividades de la casa 3 de la Fase 3

2. Reconstrucción hipotética del edificio en esta fase: Con la construcción de esta edificación quedaría cerrado el patio interior que organiza el espacio que da acceso tanto a la hospedería como a la ermita, con las dimensiones que tiene hoy día.

3. Cronología e interpretación histórica: No encontramos datos relevantes que nos sitúen esta fase en un momento concreto, de la historia de la hospedería. Únicamente, basándonos en los resultados del análisis estratigráfico realizado, la situaremos en un periodo comprendido entre Fase 2 y Fase 5. Es decir, posterior al siglo XV-XVI y anterior a finales del siglo XVII.

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Fig. 63: Vista de la casa 3 (Fase 3) desde el huerto.

FASE 4. Construcción de las casas 5 y 6

1. Descripción de los restos conservados: Desde el interior del patio se aprecian diferentes divisiones que conforman las que hemos denominado casas 5 y 6. Se construyeron seguramente para ampliar la capacidad del recinto de la hospedería, y en ellas vemos restos de actividades que se llevaron a cabo persiguiendo este fin. Destacan los restos de una techumbre en el límite con las denominadas casas 1 y 2, así como los restos de un antiguo forjado (actividad A_119 en Fig. 66). En la zona de entrada, casa 6, se realizaron divisiones que marcan el porche de la entrada formando un espacio protegido nada más atravesar el arco de acceso, a la vez que se conseguía aprovechar las plantas superiores de esta edificación. Todas estas divisiones se hacen con muros no trabados, sino adosados al muro perimetral y a las casas de la Fase 1, por lo que deducimos que son posteriores a éstas.

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2. Reconstrucción hipotética del edificio en esta fase: Parece claro que esta fase se construyó como respuesta a la necesidad de ampliar la capacidad de la hospedería. Para ello se sacrificó parte del espacio del patio interior, consiguiendo más estancias habitadas dentro del recinto de San Zoilo. De esta forma podemos pensar que en la casa 6, que contiene la entrada al conjunto, la zona de la entrada quedaba cubierta, consiguiendo habitar la planta superior con nuevas estancias para la hospedería. Probablemente la planta baja de esta zona próxima a la entrada se siguiese utilizando como cuadra para albergar a los animales, ya que apenas tiene huecos, y la planta superior fuese la destinada a ampliar el hospedaje. Fig.64 Reconstrucción hipotética de la hospedería en su Fase 1.

Una vez en el interior del patio, la casa 5 contaba con una zona porticada que servía de acceso a la casa 1 y a su vez ampliaba notablemente la capacidad de su planta superior. Podemos hacernos una idea de cómo era en este momento por las figuras 66 y 67.

Fig. 65: Segundo arco de acceso al patio. Fase 4.

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Fig. 66: Actividades de la Fase 4 en casa 5, desde el interior del patio.

3. Cronología e interpretación histórica: No encontramos datos relevantes que nos ayuden a dotar de cronología absoluta la secuencia temporal relativa, derivada del análisis estratigráfico. Solo sabemos que tiene que ser posterior a Fase 1 por la relación estratigráfica de adosamiento. Así mismo la situamos posterior a la Fase 3, ya que suponemos que antes de ocupar el espacio del patio, la ampliación de la hospedería se prolongó en el frente de la nave de la ermita hasta encontrarse con el límite natural del arroyo y el desnivel topográfico que hay por el lado oeste. Una vez construidos estos espacios, y frente a la demanda de ampliación debida a creciente actividad en el conjunto de San Zoilo, es de suponer que se procedió al aprovechamiento de espacios interiores del recinto, antes pertenecientes al patio.

Fig. 67: Restos de antigua zona porticada.

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FASE 5. Construcción de escaleras de acceso desde el interior del patio (Finales del siglo XVII) 1. Descripción de los restos conservados: Destacamos como elementos singulares las escaleras que dan acceso a las plantas altas desde el patio interior. La primera que nos encontramos al entrar en el patio da acceso a las casas 2 y 3 (actividad A_125, Fig. 68), lo que nos indica que en su construcción ya existían estas dos casas; y la siguiente escalera, de características similares, tiene conexión con la primera y sirve además para dar acceso a la casa 4 (actividad A_128, Fig. 68).

2. Reconstrucción hipotética del edificio en esta fase: El aspecto que tendría la hospedería en este momento podemos intuir que sería bastante parecido al que tiene actualmente. Las primeras escaleras parece ser que daban acceso a la cocina de la hospedería, situada en la casa 3 (Adot, 2010: 198), y el segundo tramo de esta escalera junto con la segunda probablemente diesen acceso a las estancias de las casas 3 y 4.

Fig. 68: Alzado desde el interior del patio, con escaleras (Fase 5).

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3. Cronología e interpretación histórica: Según algunos autores consultados esta escalera está datada en el último tercio del siglo XVII, cuando se quiso construir un acceso directo a la que era la cocina de la hospedería (Ibiem). Este dato, sin duda es importante para conseguir dar un valor absoluto a la secuencia temporal relativa derivada del análisis realizado. Existe cierta homogeneidad entre las dos escaleras del patio, por lo tanto, es probable que no exista mucha diferencia en el momento de construcción de unas y otras.

Fig. 69: Vista del patio, con escaleras de acceso a las casa 2 y 3 de la hospedería

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FASE 6. Enlosado del patio interior (Siglo XVIII) 1. Descripción de los restos conservados: En esta última fase de construcción analizada se procedió al enlosado del patio para mejorar las condiciones de éste espacio. 2. Reconstrucción hipotética del edificio en esta fase: Suponemos que en este momento la hospedería tendría un aspecto muy similar al que se ha conservado hasta el día de hoy. 3. Cronología e interpretación histórica: Esta actuación es otra de las intervenciones de las que tenemos una fecha exacta, según bibliografía consultada. En el siglo XVIII con el cambio de monarquía en España, los Borbones llevaron a cabo por todo el territorio una serie de obras públicas para mejorar el bienestar de los ciudadanos. Diversos pueblos navarros se beneficiaron de esta medida y tuvieron la oportunidad de adaptarse a las nuevas tendencias (Adot, 2010: 199). En el caso del conjunto monumental de San Zoilo, el ayuntamiento de Cáseda pudo realizar diversas obras de mejora en las instalaciones, de las que destaca el proyecto del enlosado del suelo del patio interior, que finalmente se llevó a cabo en los años setenta del siglo XVIII (Ibidem).

Fig. 70: Patio con enlosado de piedra.

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Como ya hemos comentado, las intervenciones que se han llevado a cabo en el conjunto de la casa-venta de San Zoilo son muy numerosas, y muchas de ellas se han realizado sin control ni documentación que deje constancia de ellas. Desde este trabajo se ha pretendido hacer una interpretación de los resultados obtenidos de la lectura estratigráfica de sus paramentos.

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CONCLUSIONES

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Para finalizar destacaremos las conclusiones a las que hemos llegado con la realización de este trabajo fin de master. Podemos diferenciarlas en dos tipos; por un lado, las conclusiones desde un punto de vista histórico y por otro, desde un punto de vista de la investigación aplicada.

1. CONCLUSIONES DESDE EL PUNTO DE VISTA HISTÓRICO

Desde este trabajo de investigación hemos llegado a algunas conclusiones que matizan y aportan nuevos datos al conocimiento que hasta este momento se tenía del conjunto histórico de San Zoilo. En primer lugar, hemos situado el inicio de su construcción con anterioridad al año 1316, muy posiblemente en el siglo XIII, adelantando la cronología establecida hasta el momento, que se situaba en el siglo XIV. Cabe imaginarse que en este primer momento la ermita se cerraría en la nave con una estructura temporal de madera de la que desconocemos sus dimensiones, permitiendo consagrar y utilizar el templo. Poco después de la construcción de esta primera fase se levantó una hospedería. De esta manera, a finales del siglo XIII o principios del XIV podemos imaginarnos que ya el conjunto de San Zoilo daba servicio tanto religioso como de hospedaje. Con posterioridad a la construcción de la primera fase (el levantamiento de la cabecera del templo), en un segundo momento se levantaron el resto de los muros que conforman el perímetro de la ermita. Gracias al estudio realizado, tenemos indicios suficientes para creer que esta fase se llevó a cabo por dos cuadrillas diferenciadas de canteros. Una de ellas se encargó de la construcción de los muros Norte y Oeste, y la segunda del muro Sur. Los emblemas heráldicos que aparecen en la portada (elemento perteneciente a esta segunda fase) han sido decisivos a la hora de dotar a esta fase de una cronología, establecida aproximadamente en todo el siglo XIV. La tercera y última fase de construcción consistió en la fabricación de las bóvedas de crucería y la sustitución de una cubierta primitiva a dos aguas por una cubierta de lajas de piedra que trasdosaba las bóvedas. Esta fase, a partir del estudio estratigráfico, la situamos en torno al siglo XV. La evolución en la construcción de la ermita fue acompañada inmediatamente después por la ampliación de la hospedería, formando un conjunto muy similar al que hoy conocemos11. 11

Hay que apuntar, no obstante, que a lo largo de los años las edificaciones que forman parte de la hospedería han ido sufriendo numerosas intervenciones, ya que hasta los años 80 del siglo XX han estado habitadas.

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Recapitulando, desde el punto de vista histórico pasamos a recalcar las aportaciones de este estudio al conocimiento de la historia constructiva del conjunto monumental: 

Podemos adelantar la cronología de inicio de la construcción de la ermita al siglo XIII o los primeros años del siglo XIV.



Tenemos indicios para pensar que ya desde su primera fase se pudo consagrar y hacer uso de ella por medio de una construcción temporal de madera, habilitada para este fin.



Llegamos a la conclusión de que San Zoilo desde sus inicios comenzó a construirse con vocación de ser un importante templo de dimensiones considerables (como terminó siéndolo). Ya desde su primera fase se definieron algunas de estas dimensiones. Así mismo, en su segunda fase, se fabricaron el sistema de pilastras y contrafuertes destinados a contrarrestar los empujes horizontales de las futuras bóvedas, que se construirían en la tercera y última fase, dando por concluida la obra del templo en torno al siglo XV.



El inicio de la obra de la hospedería lo situamos inmediatamente posterior a la Fase 1 de la construcción de la ermita y anterior a la fase 2 de la misma, por lo tanto estamos estableciendo sus orígenes a principios del siglo XIV o finales del XIII.



Podemos relacionar la evolución constructiva de la hospedería con la evolución constructiva del templo, que fue inmediatamente posterior a cada fase.

2. CONCLUSIONES DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA INVESTIGACIÓN APLICADA

En primer lugar, hemos podido comprobar la potencialidad de la metodología aplicada. Tomando como base el análisis estratigráfico hemos podido obtener un conocimiento objetivo del conjunto histórico que nos ha aportado algunos datos que hasta ahora no se conocían por otros medios. Gracias al análisis de clusters hemos podido realizar la agrupación de variables técnicas y formales que han caracterizado cada fase constructiva y que pueden ser aplicables en otros edificios del entorno regional. El hecho de que en la Fase 2 de la ermita interviniesen dos grupos de canteros es un ejemplo de cómo podemos llegar, utilizando esta metodología, al conocimiento de ciertos datos, que sería muy difícil de llegar a conocer por otros medios. Por medio del análisis cluster hemos sido capaces de diferenciar tres agrupaciones de variables que nos definen dos momentos constructivos de la ermita, y que recogemos a continuación.

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CLUSTER 1: FASE 1 (Siglo XIII-principios del siglo XIV) MARCAS DE CANTERO

TIPO DE LABRA DE SILLARES: Puntero

SECCIÓN DE NERVIOS DE BÓVEDA:

MÉNSULAS: Lisas, sin decoración escultórica

Nervio moldurado con filete longitudinal sobre bocel

central.

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CLUSTER 2: FASE 2 (Siglo XIV). Cuadrilla de muros Norte y Oeste.

MARCAS DE CANTERO

TIPO DE LABRA DE SILLARES: Gradina

MÉNSULAS: Motivos escultóricos

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CLUSTER 3: FASE 2 (Siglo XIV). Cuadrilla de muro Sur.

MARCAS DE CANTERO

TIPO DE LABRA DE SILLARES: Gradina

MÉNSULAS: Motivos escultóricos

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APORTACIONES Y SUGERENCIAS

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A lo largo de los meses que he dedicado a la realización de este estudio he podido acceder a un conocimiento más profundo de esta muestra del patrimonio navarro y de sus circunstancias. Como consecuencia de ello, he llegado a hacer ciertas reflexiones que me gustaría plasmar al terminar este trabajo. A pesar de todas las intervenciones que se han llevado a cabo en los últimos cincuenta años, la situación de la ermita de San Zoilo sigue caracterizándose por el abandono y las ruinas que le rodean. Personalmente, la sensación que tengo es que todas estas intervenciones puntuales, en su mayoría llevadas a cabo gracias a la preocupación de los vecinos de Cáseda por su ermita, no han resultado ser más que “parches” que no terminan de dar salida a esta situación, a mi modo de ver de estancamiento. Algunas de las aportaciones que se han hecho a favor del conjunto monumental sí se han materializado, y gracias a ellas, San Zoilo cuenta desde el año 2008 con una nueva campana en su espadaña, o desde el año 2013 con nuevas vidrieras que colorean la luz que atraviesa su óculo y sus ventanas. Sin embargo, con la experiencia de las últimas intervenciones, y viendo los resultados, se deberían de tomar medidas para que cada euro que se invierta vaya encaminado a conseguir dar una solución a esta situación de abandono, y no a prolongarla. En mi opinión esto pasaría por la elaboración de un plan integral que gestione de forma global la recuperación del conjunto, estableciendo prioridades y las actuaciones necesarias para conseguir el objetivo de éste, que no debe ser otro que el de devolver a San Zoilo una significación.

Fig. 71: Vista general del conjunto histórico de San Zoilo

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Sin duda, la principal medida a tomar para conseguir este objetivo es dotar al conjunto monumental de un uso. Partiendo de la idea de practicar una restauración sostenible, con el tiempo habría que aspirar a un modelo de autogestión que permita su mantenimiento prolongado, y que evite volver a situaciones como la de los últimos años. Considero que San Zoilo tiene un enorme potencial como lugar singular que no deja indiferente a quien lo conoce, además de un indudable valor histórico y artístico. Un primer intento de devolver al conjunto monumental un uso se hizo por medio del proyecto “Un hotel rural con encanto” elaborado por Mugueta y Gutierrez Arquitectos, que lleva paralizado desde enero de 2009. Con la situación económica actual no van a faltar inconvenientes a la hora de invertir en proyectos en patrimonio de este tipo. Sin embargo me gustaría repetir una de las ideas que surgió en la conversación con Carlos Sola en el encuentro que tuvimos en la ermita de San Zoilo este verano, y que es una de las frases con las que finaliza su libro: “Dudad siempre, si os anuncian la derrota de la belleza” (Sola, 2010: 294). Con las actuaciones adecuadas quizás algún día podamos volver a disfrutar en San Zoilo de un lugar de paz y recogimiento, que hoy día, por medio de sus restos, aun somos capaces de intuir.

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BIBLIOGRAFÍA

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ANEXOS

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RELACIÓN DE ANEXOS:

Listado UUEE de la ermita Listado Actividades de la ermita UUEE ermita: alzados Actividades ermita: alzados Evolución constructiva ermita: plantas Diagrama estratigráfico ermita

Listado UUEE de la hospedería Listado Actividades de la hospedería UUEE hospedería: alzados Actividades hospedería: Alzados Evolución constructiva hospedería: plantas Diagrama estratigráfico hospedería

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SAN ZOILO DE CASEDA: Ermita LISTADO DE UUEE: UUEE I_1001 I_-1002 I_1003 I_1004 I_-1005 I_-1006 I_1008 I_-1009 I_1010 I_-1011 I_1012 I_-1013 I_1014

Nombre Muro cabecera. Fábrica sillería. Corte muro perimetral para nueva cubierta. Recrecido muro y cubierta. Muro Norte. Fábrica sillería. Muro Norte. Corte fábrica muro cabecera I_1001. Muro Norte. Corte base escalera de caracol. Muro Norte y Oeste. Fábrica sillería. Muro Oeste. Corte muro Sur I_1010 Muro Oeste y Sur. Fábrica sillería. Muro Sur. Corte en fábrica para portada. Muro Sur. Portada. Muro Sur. Corte de muro de cabecera I_1001 Muro Oeste. Relleno espadaña.

Tipo Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Interfaz Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo

SAN ZOILO DE CASEDA: Ermita LISTADO DE ACTIVIDADES: ACTIVIDAD A_1 A_2 A_3 A_4 A_5 A_6 A_7

Nombre de actividad Construcción de cabecera y ábside. Sustitución de la cubierta. Construcción muro Norte. Construcción muro Sur. Relleno espadaña. Construcción portada ermita. Construcción muro Norte (sobre regato) y Oeste

UUEE pertenecientes I_1001 I_-1002, I_1003 I_1004, I_-1005 I_-1013, I_1010 I_1014 I_-1011, I_1012 I_-1006, I_1008, I_-1009

SAN ZOILO DE CASEDA: Casa-venta (hospedería) LISTADO DE UUEE: UUEE C_1001 C_1002 C_-1003 C_-1004 C_1005 C_-1006 C_-1007 C_-1008 C_-1009 C_-1010 C_-1011 C_-1012 C_1013 C_-1014 C_1015 C_-1016 C_1017 C_-1018 C_1019 C_1020 C_-1021 C_1022 C_-1023 C_-1024 C_-1025 C_-1026 C_-1027 C-1028 C_-1029 C_-1030 C_1031 C_1032 C_1033 C_-1034 C_1035 C_1036 C_-1037 C_1038 C_1039 C_1040 C_-1041 C_-1042 C_-1043 C_-1044 C_-1045 C_-1046 C_-1047

Nombre Entrada conjunto. Fábrica primitiva con jamba. Entrada conjunto. Relleno entre jamba fábrica primitiva y contrafuerte. Entrada conjunto. Corte de fábrica primitiva. Entrada conjunto. Fábrica de sillería con hueco de entrada en arco apuntado. Entrada conjunto. Recrecido de muro de entrada de conjunto. Entrada conjunto. Hueco en muro sillería C_1004 Entrada conjunto. Mechinal en muro sillería C_1004 Entrada conjunto. Mechinal en muro sillería C_1004 Entrada conjunto. Mechinal en muro sillería C_1004 Entrada conjunto. Mechinal en muro sillería C_1004 Entrada conjunto. Mechinal en muro sillería C_1004 Entrada conjunto. Mechinal en muro sillería C_1004 Entrada de conjunto. Relleno interfaz C_-12 con viga de madera. Entrada de conjunto. Mechinal en muro sillería C_1004 Entrada de conjunto. Relleno interfaz C_-1014 con viga de madera. Entrada de conjunto. Mechinal en muro sillería C_1004 Entrada de conjunto. Relleno interfaz C_-1016 con viga de madera. Entrada de conjunto. Corte de recrecido C_1005 Entrada de conjunto y muro este del conjunto. Muro perimetral. Muro este conjunto. Contrafuerte para apoyo de muro. Trasera casas. Corte de muro C_1019 Trasera casa 1. Muro de sillarejo. Trasera casa 1. Grieta en fábrica de sillarejo. Trasera casa 2. Grieta en fábrica de sillarejo. Corte muro. Trasera casa 2. Apertura de hueco de ventana en sótano. Trasera casa 2. Mechinal. Trasera casa 2. Mechinal. Trasera casa 2. Mechinal. Trasera casa 2. Mechinal. Trasera casa 2. Mechinal. Trasera casa 2. Revoco sobre sillarejo en zona de puerta. Trasera casa 2. Revoco sobre sillarejo en zona de ventana de sótano. Trasera casa 3. Muro de sillarejo. Trasera casa 3. Corte en muro de fábrica C_1035 Trasera casa 3. Relleno corte en mur para hueco de ventana. Trasera casa 3. Relleno ventanuco parte supeior. Trasera casa 3. Corte en fábrica de sillarejo C_ 1033 Trasera casa 4. Muro de sillarejo. Trasera casa 4. Revoco sobre muro de sillarejo. Trasera casa 4. Grafitti sobre revoco. Trasera casa 4. Mechinal. Trasera casa 4. Mechinal. Trasera casa 4. Mechinal. Trasera casa 4. Mechinal. Trasera casa 4. Mechinal. Trasera casa 4. Mechinal. Trasera casa 4. Mechinal.

Tipo Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz

C_-1048 C_-1049 C_1050 C_1051 C_1052 C_-1053 C_-1054 C_-1055 C_-1056 C_-1057 C_-1058 C_-1059 C_-1060 C_1061 C_1062 C_1063 C_1064 C_-1065 C_-1066 C_-1067 C_1068 C_1069 C_1070 C_-1071 C_-1072 C_1073 C_1074 C_1075 C_-1076 C_1077 C_1078 C_-1079 C_1080 C_-1081 C_1082 C_1083 C_1084 C_-1085 C_-1086 C_1087 C_-1088 C_1089 C_-1090 C_1091 C_1092 C_1093

Trasera casa 4. Mechinal. Interior patio casa 5. Corte de muro de fábrica C_1050. Interior patio casa 5. Muro de fábrica en alzado norte. Interior patio casa 5. Muro de fábrica en alzado norte. Base. Interior patio casa 5. Revoco fábrica UE 1050. Interior patio casa 5. Corte muro de base en alzado noste de base. Interior patio casa 5. Mechinal en muro de fábrica C_1050. Interior patio casa 5. Mechinal en muro de fábrica C_1050. Interior patio casa 5. Mechinal en muro de fábrica C_1050. Interior patio casa 5. Mechinal en muro de fábrica C_1050. Interior patio casa 5. Mechinal en muro de fábrica C_1050. Interior patio casa 5. Mechinal en muro de fábrica C_1050. Interior patio casa 5. Corte de cubierta. Interior patio casa 5. Alzado oeste. Muro de fábrica en base. Interior patio casa 5. Alzado oeste. Muro de fábrica de piezas grandes sobre base. Interior patio casa 5. Alzado oeste. Muro de fábrica sobre base. Interior patio casa 5. Alzado oeste. Relleno ventana. Interior patio casa 5. Alzado oeste. Corte muro base C_1061 Interior patio casa 5. Alzado oeste. Corte fábrica piezas grandes C_1062 Interior patio casa 5. Alzado oeste. Corte fábrica piezas grandes UE 1062 Interior patio casa 5. Alzado oeste. Muro silleríasobre C_1063. Interior patio casa 5. Alzado oeste. Muro de fábrica sobre C_1062. Interior patio casa 5. Alzado oeste. Muro de fábrica junto segundo arco acceso. Interior patio casa 5. Alzado oeste. Corte fábrica C_1069. Interior patio casa 5. Alzado oeste. Corte fábrica junto segundo arco acceso C_1069. Interior patio casa 2. Muro de fábrica. Interior patio casa 2. Relleno ventana. Interior patio casa 2. Escalera exterior. Interior patio casa 2. Corte muro de fábrica C_1073. Interior patio casa 2. Muro de fábrica sobre C_1073. Interior patio casa 2. Muro de fábrica. Interior patio casa 3. Corte muro de fábrica C_1078 (parte izquierda). Interior patio casa 3. Muro fábrica sobre C_1078. Interior patio casa 3. Corte muro fábrica C_1078 (parte derecha). Interior patio casa 3. Muro fábrica sobre C_1078 (parte izquierda). Interior patio casa 4. Escalera exterior. Interior patio casa 4. Muro fábrica. Interior patio casa 4. Corte muro fábrica C_1084. Interior patio casa 4. Corte fábrica C_1084 para ventana izquierda. Interior patio casa 4. Alzado oeste. Relleno parte inferior hueco izquierda. Interior patio casa 4. Corte fábrica C_1084 para ventana derecha. Interior patio casa 4. Alzado oeste. Relleno parte inferior hueco derecha. Interior patio casa 4. Corte muro fábrica C_1084 para hueco de puerta. Interior patio casa 4. Sillería con hueco de puerta. Interior patio casa 4. Revoco muro C_1084. Interior patio. Muro fábrica junto regato.

Interfaz Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Interfaz Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Interfaz Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo

C_1094 C_1095 C_1096 C_1097 C_1098 C_-1099 C_-1100 C_1101 C_1102 C_1103 C_1104 C_-1105 C_-1106 C_-1107 C_-1108 C_-1109 C_-1110 C_-1111 C_-1112 C_-1113 C_-1114 C_-1115 C_-1116 C_-1117 C_1118 C_-1119 C_1120

Porche acceso. Muro fábrica en segunda entrada a patio. Porche acceso. Relleno de vano con dintel de madera en muro de fábrica C_1094 Porche acceso. Relleno de vano superior en muro de fábrica C_1094 Porche acceso, costado. Muro fábrica base. Porche acceso, costado. Muro fábrica, altura intermedia. Porche acceso, costado. Corte muro fábrica de base UE 1097. Porche acceso, costado. Corte muro fábrica altura intermedia UE 1098 Porche acceso, costado. Muro tierra parte alta. Porche acceso, costado. Muro fábrica parte superior. Porche acceso, costado. Relleno vano de tierra. Trasera casa 2. Muro sillarjo. Interior patio casa 4. Mechinal. Interior patio casa 4. Mechinal. Interior patio casa 4. Mechinal. Interior patio casa 4. Mechinal. Interior patio casa 4. Mechinal. Interior patio casa 4. Mechinal. Interior patio casa 4. Mechinal. Interior patio casa 4. Mechinal. Interior patio casa 4. Mechinal. Interior patio casa 4. Mechinal. Interior patio casa 4. Mechinal. Interior patio casa 4. Viga de madera. Entrada conjunto. Corte fábrica sillería entrada C_1004. Muro casa 1 con límite casa 5 Corte muro perimetral C_1019 Enlosado patio interior.

Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Interfaz Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo Elemento constructivo Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Interfaz Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo Interfaz Elemento constructivo

SAN ZOILO DE CASEDA: Casa-venta (hospedería) LISTADO DE ACTIVIDADES: ACTIVIDAD A_101 A_102 A_103

Nombre de actividad Relleno y tapado de antiguo acceso Fábrica general entrada conjunto Edificación anexa

A_104

Cubrición entrada conjunto

A_105 A_106 A_107 A_108 A_109 A_110 A_111

Muro perimetral Refuerzo muro perimetral Muro casa 1 Deterioro casa 1 Muro casa 2 Revocos casa 2 Acceso directo parte trasera casa 2

A_112 A_113 A_114 A_115 A_116 A_117

Apertura hueco sótano casa 2 Muro casa 3 Apertura hueco casa 3 Reducción hueco casa 3 Muro casa 4 Edificación anexa casa 4

A_118 A_119

Grafitti casa 4 Planta alta zona porticada casa 5

A_120 A_121 A_122

Muro norte a patio casa 5 Muro oeste primitivo a patio casa 5 Muro oeste a patio casa 5, recrecido de muro y apertura de ventana.

A_123 A_124 A_125 A_126 A_127 A_128 A_129 A_130 A_131 A_-132 A_133 A_134 A_135 A_136

Relleno hueco de ventana Muro norte a patio casa 2 Escalera exterior casas 2 y 3 Muro norte a patio casa 3 Cerrado huecos en muro norte casa 3 Escalera exterior casa 4 Muro norte a patio casa 4 Reducción hueco ventanas casa 4 Apertura de puerta casa 4 Revoco muro norte casa 4 Muro cierre patio junto arroyo Muro porche entrada, casa 6 Relleno huecos muro porche entrada Muro primitivo cierre porche casa 6

A_137

Mirador a patio casa 4

A_138

Muro norte casa 1, medianera con casa 5

UUEE pertenecientes C_1001, C_1002, C_1003 C_1004, C_1005 C_-1006, C_-1012, C_-1013, C_-1014, C_-1015; C_-1016, C, -1017 C_-1007, C_-1008, C_-1009, C_-1010, C_-1011 C_-1018, C_-1117, C_1019 C_1020 C_1021, C_1022 C_ 1023 C_-1024, C_-1104 C_1031, C_1032 C_-1026, C_-1027, C_-1028, C_-1029, C_-1030 C_-1025 C_1033 C_-1034, C_1035 C_1036 C_-1037, C_1038 C_1039, C_-1041, C_-1042, C_-1043, C_-1044, C_-1045, C_-1046, C_-1047, C_-1048 C_1040 C_1074, C_-1060, C_1052, C_-1049, C_-1054, C_-1055, C_-1056, C_-1057, C_-1058 C_1050, C_1051, C_-1053 C_1061, C_1070 C_1063, C_-1065, C_-1066, C_-1067, C_1068, C_1069, C_1070, C_-1071, C_-1072 C_1064 C_1073, C_-1076, C_1077 C_1075 C_1078 C_-1079, C_1080, C_-1081, C_1082 C_1083 C_1084, C_-1085 C_-1086, C_1087, C_-1088, C_1089 C_-1090, C_1091 C_1092 C_1093 C_1094 C_1095, C_1096 C_1097, C_1098, C_-1099, C_-1100, C_1101, C_1102, C_1103 C_-1105, C_-1106, C_-1107, C_-1108, C_-1109, C_-1110, C_-1111, C_-1112, C_-1113, C_-1114, C_-1115, C_-1116 C_1118, C_-1119

A_139 A_140 A_141

Primer recrecido muro porche casa 6 Segundo recrecido muro porche casa 6 Enlosado patio interior

C_-1099, C_1098 C_-1100, C_1101, C_1102, C_1103 C_1120

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