Aplicación geo-arqueológica de microscopía electrónica y microsonda en piezas metalográficas y líticas del Cementerio Regimiento Chorrillos de Calama

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Descripción

  XVII Congreso Nacional

    ueología Ar   Chilena  Valdivia 2006

de

Actas / 2 S o c i e d a d C h il e n a d e A r q u e o l o g í a

Proyecto financiado por el Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Convocatoria 2008.

GOBIERNO DE CHILE

CONSEJO NACIONAL DE LA CULTURA Y LAS ARTES

Consejo Nacional del Libro y la Lectura

Dirección Museológica

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S o c i e d a d C h il e n a d e A r q u e o l o g í a

Dirección Museológica

  XVII Congreso Nacional

    ueología Ar   Chilena  Valdivia 2006

de

Actas / 2

RPI 189.140 / Febrero 2010.

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APLICACIÓN GEO-ARQUEOLÓGICA DE MICROSCOPÍA ELECTRÓNICA…  •  Catherine Westfall, Mauricio Belmar y Carlos González

APLICACIÓN GEO-ARQUEOLÓGICA DE MICROSCOPÍA ELECTRÓNICA Y MICROSONDA EN PIEZAS METALOGRÁFICAS Y LÍTICAS DEL CEMENTERIO REGIMIENTO CHORRILLOS DE CALAMA Catherine Westfall*, Mauricio Belmar** y Carlos González***

• RESUMEN Dentro de las objetos singulares de los individuos pertenecientes al sitio Formativo Cementerio Regimiento Chorrillos de Calama en la Región de Antofagasta, se presentan exiguos colgantes laminares de oro y numerosas cuentas de collar líticas. Los resultados de análisis geo-arqueológico preliminares de estas materialidades y sus implicancias para la prehistoria local, se discuten en el presente artículo. Palabras claves: análisis geo-arqueológico, metal, lítica, período Formativo. ABSTRACT Scarce gold plaques as well as numerous stone beads were among the offerings deposited in the graves at the Formative periods’ Cementerio Regimiento Chorrillos site in Calama, Region of Antofagasta. This paper discusses the preliminary results of the geo-archaeological analyses applied to a selection of metal and stone objects from the funerary site and their implications for local prehistory. Keys words: geo-archaeological analysis, metal, stone, Formative period.

Introducción

L

a presencia de cuentas de collar líticas y/o collares hilados en sitios habitacionales y funerarios ha sido ampliamente registrada en la literatura arqueológica para diversos períodos cronológico-culturales de los espacios prepuneños y circumpuneños (p. ej. San Pedro de Atacama: Le Paige 1965, Tulán-54: Núñez 1994, Topater: colección Museo Arqueológico y Etnográfico Parque El Loa (en adelante MAEPEL) 2005, Chiu-Chiu: Mostny 1956, Mina Las Turquesas: González y Westfall 2005, entre otros). La mayoría de estas cuentas poseen tonos azules y verdosos que han predispuesto el esquema clasificatorio sobre ellas, catalogándolas como «derivados del cobre», siendo las más comunes la malaquita, la turquesa, la crisocola y la azurita. Estas determinaciones se han afianzado con la asociación y recurrencia de este tipo de hallazgos respecto a sitios mineros cercanos, donde efectivamente se encuentran estos derivados geológicos (p. ej. sitios en Chuquicamata: Núñez 1999, El Abra: Salazar 2002, Mina Las Turquesas: González y Westfall 2005). *  Taguatagua Consultores, casilla 234, correo de Paine, R.M. E-mail: [email protected] **  Laboratorio de Microsonda, Depto. Geología, Universidad de Chile. E-mail: [email protected] ***  Ilustre Municipalidad de Diego de Almagro, Avda, Diego de Almagro 600, Diego de Almagro.   E-mail: [email protected]

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Además de los registros de cuentas líticas en sitios de diversa funcionalidad, también se cuenta con hallazgos contextualizados que forman parte de colecciones museológicas, donde la clasificación del objeto se basa exclusivamente en la coloración predominante (p. ej. collar de malaquita = verde), aún cuando existe una notoria gama de tonalidades del mismo dentro del collar (p. ej. cuentas verde oscuro a pálido). Incluso, se ha constatado la presencia de más de un tipo de mineral conformando el collar, a pesar que el rótulo indica la presencia de un solo tipo mineralógico (p. ej. turquesa). En esta perspectiva, consideramos que las clasificaciones de estos adornos líticos surgieron como producto de la impronta minera en un área, particularmente en la Región de Antofagasta, ya que la explotación cuprífera, de larga data en los Andes Centro-Sur (Núñez 1999), obtiene en su proceso productivo otras rocas para usos diferenciados (p. ej. adorno), con gran potencial informativo en términos arqueológicos. Aunque como señalamos, las adscripciones mineralógicas utilizadas para reconocer estas piezas, uniforman en general sus definiciones en sitios puntuales como en otros de distinta ubicación geográfica, incluso dentro de un mismo período cultural, dificultando conocer en profundidad la naturaleza de los procesos extractivos y sobre la efectiva circulación de tales objetos. En efecto, el problema surge cuando se intenta indagar respecto del sistema y procesos de intercambio de estos elementos a través de distintas configuraciones sociales, en el marco de variados paisajes culturales (sensu Criado 1999) del pasado y especialmente cuando existe una amplia gama de yacimientos cupríferos en un área que podrían corresponder a la fuente geológica original donde fueron extraídos. Lo anterior requiere la indispensable realización de análisis cualitativos y cuantitativos, especificando no sólo la verdadera correspondencia mineralógica a la determinación macroscópica inicial, sino también su composición química exacta, verificando de esta manera su procedencia desde concretas menas. A partir de esta realidad y dentro del proyecto de rescate del cementerio formativo* de Chorrillos (González y Westfall 2006), ubicado en Calama, Región de Antofagasta (Figuras 1 y 2), se registró una alta frecuencia de cuentas de collar líticas de diversas tonalidades junto a los individuos inhumados, implementándose una serie de análisis que procuraron responder, preliminarmente, algunos de los aspectos explicitados más arriba, escogiéndose muestras de puntuales unidades, sometiéndolas a definidas especificaciones geológicas. Igualmente significativo fue la presencia en Chorrillos de dos colgantes laminares de oro, que al parecer formaban parte de un collar de cuentas líticas de color azul-verdoso, asociados a un lactante (2 - 4 años), primario (Cuadrícula C18, NE, Fosa 1, Esqueleto 1). Estos adornos se unen a otro colgante laminar de oro, recuperado desde contextos disturbados en el salvataje previo (Hermosilla 2004), sector suroeste del sitio. Escasos objetos de Au se han encontrado en contextos formativos prepuneños y circumpuneños. En Calama se contaba con una pequeña lámina de oro *  El sitio posee 9 fechados 14C AMS, con un rango entre 850 y 190 años AC (González y Westfall 2006).

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Figuras 1 y 2: Izquierda: Calama en la Región de Antofagasta. Derecha: Ubicación en Calama.

asociada a una mujer joven en Topater (Thomas et al. 1995: 163). Otro registro del Loa Medio señala dos pequeñas figurillas ornitomorfas, confeccionadas en oro, recuperadas desde la Estructura 2A del sitio funerario Chiu-Chiu 273, dentro de un enterratorio secundario con 22 individuos (Thomas et al. 2002: 84). Destacan también 2 colgantes laminares de oro con motivo zooantropomorfo y una tapa de madera repujada en lámina de oro con diseño de cóndor, asociados a neonatos en Tulán-54 (Núñez 1994: 90-91, Núñez et al. 2006: 104). Por otra parte, Muñoz (1989: 122) menciona una placa de oro, adornos de cobre y una tableta para alucinógenos de una tumba del sitio Quitor-5, en San Pedro de Atacama, datado en 218 años DC (fecha no calibrada). Más al Norte, para Guatacondo, se reporta un colgante laminar de oro con un diseño antropomorfo, semejante a las descubiertas en Tulán-54 (Berenguer 1981: 172-173, Mostny 1971: 178 y portada). De esta manera, propiciamos la realización de análisis cuantitativos para establecer la composición química y definir detalles sobre las técnicas de elaboración (p. ej. laminado v/s uso de molde) de las tres piezas auríferas de Chorrillos, más allá de los estudios de tipo cualitativo ya efectuados (Rosales com. pers. 2005)*. Los estudios cuantitativos, consistentes en Microsonda y Microscopía Electrónica, se realizaron en el Laboratorio de Geología de la Universidad de Chile, Santiago. Material y Método El análisis geológico inicial de las piezas, realizado por medios macroscópicos en el laboratorio de terreno (Baeza com. pers. 2005), estableció para los dos objetos metálicos (Muestras 1 y 2) de la cuadrícula C18, la probable existencia *  El estudio cualitativo indicó la elaboración por martillado formando delgadas láminas de oro (< 1 mm), con perforaciones posteriores y repujado mediante punzones metálicos, posiblemente de cobre.

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de una aleación oro-cobre, producto de un leve tono rojizo que presentaba la superficie de las láminas, ausente en la pieza reportada por Hermosilla (2004) (Muestra 3); y para las cuentas de collar, su posible asignación a minerales secundarios provenientes de yacimientos cupríferos del área de Calama-Chuquicamata, de acuerdo a estudios previos (Núñez 1999, Núñez et al. 2003, Salazar 2002). Sin embargo, la imposibilidad de dilucidar el tema por medios macroscópicos, motivó la búsqueda de una metodología geológica cuantitativa de tipo no-destructivo, seleccionándose finalmente la microscopía electrónica y microanálisis químico, por su utilidad para los propósitos del estudio. En síntesis, el Microanálisis Químico se realizó con el método de dispersión de energía de rayos-X (EDX), puntualmente (spot size) o cubriendo un área de 200 µm2, de forma cualitativa y cuantitativa para elementos con número atómico superior al del Sodio (Z=11). Los resultados se presentan en una lista de óxidos (por medio de cálculo estequiométrico) o porcentaje elemental en peso (wt%). Asimismo, las Microfotografías se obtuvieron con la microscopía electrónica de barrido (SEM) en modo SE (electrones secundarios) o BSE (electrones retrodispersados) y la Microfotografía convencional digital con una Cámara Canon 5.1 MP, montada sobre lupa óptica a 4x, 10x, 40x. Las muestras analizadas correspondieron a los referidos 3 colgantes laminares de oro y a 6 cuentas de collar*, seleccionadas por criterios específicos: proveniencia desde depósitos estratigráficos no-disturbados; definida asociación espacial y contextual a los restos fúnebres y caracterización física determinada (p. ej. veteado, amarmolado), unida a una gama de colores verdes y azules**. Las 5 primeras cuentas de diversas tonalidades se recuperaron a los 89 cm de profundidad de la cuadrícula M16 (NE Fosa 2 Esqueleto 1), junto a un adulto indeterminado que presentaba un total de 21 cuentas de collar. La otra cuenta analizada se obtuvo en forma solitaria, a los 100 cm en la cuadrícula O10 (SW Fosa 1 Esqueleto 1), asociada a una mujer adulta, con deformación circular oblicua y ofrendas de valva de Choromytilus chorus con pigmento rojo. Resultados Metal Por limitaciones de espacio, sólo se reseñan gráficamente los resultados respecto al análisis del colgante laminar subovoidal (Muestra 1) de la cuadrícula C18, cuyas especificaciones microscópicas se asimilan a las logradas en los otros colgantes laminares (Muestras 2 y 3), de formas subrectangulares (Figura 3 y Tabla 1). Se eligió esta pieza debido a su morfología distinta con relación a los otros colgantes - todos poseen el orificio desplazado hacia un *  Un total de 460 cuentas de collar se recuperaron de la excavación de 256 fosas funerarias que contenían 353 individuos, equivalentes a un 50,3 % de la muestra lítica general y a un 87,9 % de la muestra lítica artefactual del sitio (Contreras, citado en González y Westfall 2006). **  Ella variaba de verde agua y celeste hasta verde y azul oscuros.

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extremo - y por la presencia decorativa de un tenue, aunque visible, repujado perpendicular mediante puntos alineados*.

Figura 3: Análisis Químico Elemental de Muestra 1. Tabla 1: Resultados Cuantitativos Muestra 1.

Elt Line Int Si Ka 32.4 Au La 39.2      

Error 56.877 62.618  

K Kr W% 0.0095 0.0095 0.82 0.9905 0.9871 99.18 10.000 0.9966 100.00

A% ZAF Ox% 5.49 0.866 0.00 94.51 1.004 0.00 100.00   0.00

Cat# 0.00 0.00 0.00

Figuras 4 y 5: Izquierda: Pieza de oro. Derecha: microfotografía del área del espectro de la pieza analizada, huellas de pulido.

Las Muestras 1, 2 y 3 se componen de oro nativo (99 % de pureza)**. La presencia de Ag en las muestras analizadas corresponde a una asociación geológica que se da naturalmente entre el oro y la plata. Por lo tanto, la constatación de eflorescencia de yoduros de plata, conformado por la asociación de este elemento con sílices, yodo y calcio, se explica por la precipitación de la escasa plata con*  Si bien la Muestra 2 lo posee, prácticamente no se aprecia sin uso de lupa o microscopio. **  Muestra 1 = 99.18%, Muestra 2 = 99.3% y Muestra 3 = 99.49%.

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tenida en las piezas hacia el exterior de la superficie, al entrar en contacto con la humedad presente en el sitio por factores naturales y antrópicos (Castells et al. 2006). Como la plata es corrosiva, produce una reacción química con el agua, lo que detona el proceso de eflorescencia en la superficie del metal. Sin embargo, al ser muy bajo el contenido de plata en las piezas, este fenómeno sólo se observa microscópicamente (Figuras 6).

Figuras 6a, 6b y 6c: Detalle del orificio, del pulido y repujado y de una eflorescencia de yoduro de plata (Ag) en un sector de la Muestra 1.

El análisis efectuado ha permitido establecer la ausencia de aleación de metales, siendo probablemente la tonalidad rojiza de las Muestras 1 y 2, una leve aplicación de pigmento rojo, elemento registrado en el sitio en forma de trozos depositados a modo de ofrenda o como polvo compactado dentro de recipientes de concha (González y Westfall 2006). No fue posible identificar la composición química de estos pigmentos durante el presente análisis, lo que pudo deberse a: 1) el pigmento no es de origen orgánico (vegetal); 2) el pigmento es inorgánico, de origen mineral, aunque en las piezas analizadas alcanzaría proporciones menores al 1 %, sin ser detectable por el método; ó 3) el pigmento es inorgánico, de origen mineral, aunque correspondiente a un elemento atómico menor al sodio, tampoco detectable por el método, lo que haría necesario su análisis por Difracción de Rayos X. Pruebas de muestras de pigmento efectuadas con posterioridad, indican una baja incorporación de óxidos de fierro (hematita), en una base mayoritaria de arcilla, sustentando la alternativa 2, señalada anteriormente (de acuerdo a los análisis de uno de los autores, M. Belmar). Lítica Las 5 muestras de cuentas discoidales de la cuadrícula M16, presentan tonalidades de azul cobalto (n = 2), calipso (n = 1) y verde agua (n = 2); una de estas últimas posee apariencia de mármol. Asimismo, la selección de dos cuentas de la misma tonalidad azul oscura, se debió a que potencialmente pudieran pertenecer a minerales distintos (p. ej. azurita y lapislázuli). Finalmente, la cuenta restante, circular, de color verde agua, recuperada de la unidad O10, presenta una leve translucidez que la distingue de las muestras anteriores, de notoria opacidad (Figuras 7).

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Figuras 7a, 7b, 7c y 7d: Muestras 1 y 2, 3 y 4, y 5 de M16 NE F2 E1 y Muestra 6 de O10 SW F1 E1.

Nuevamente por motivos de limitación de espacio, se representan gráficamente sólo los análisis de las Muestras 1 y 2, correspondientes a las cuentas de color azul cobalto, indicándose sobre las demás su pertenencia química elemental, en forma escrita. Los resultados de los análisis constataron la correspondencia de las Muestras 1 y 2 a sodalita, asociada a sulfato de bario (Figuras 8 y 9 y Tablas 2 y 3). Por su parte, las Muestras 3 y 4 se adscriben a ópalo (sílice y trazas de Fe, Mg, Ca, Al y Na), a pesar de su coloración física diferencial y las Muestras 5 y 6, acusan presencia de carbonato de calcio, también visiblemente distintos en términos de tonalidades verdosas y textura («amarmolado»). Figura 8: Análisis Químico Elemental de Muestras 1 y 2 (superficie azul) - Sodalita.

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Tabla 2: Resultados Cuantitativos Muestras 1 y 2 (superficie azul) - Sodalita. Elt Line

Int

Error

K

Kr

W%

A%

ZAF

Ox%

Cat#

8.637

0.282

0.231

26.14

30.64

1.130

12.44

0.270

0.221

26.75

26.72

1.205

0.00 0.00

0.00 0.00

14.25

0.321

0.263

34.23

32.84

1.298

0.00

0.00

8.061  

0.126

0.103

12.89

9.80

1.246

0.00

0.00

1.000

0.820

100.0

100.0

 

0.00

0.00

Na Al Si

Ka Ka Ka

74.6 155.0 203.2

Cl

Ka

65.0

 

 

 

Figura 9: Análisis Químico Elemental de Muestras 1 y 2 (incrustaciones blancas) - Sulfato de Bario. Tabla 3: Resultados Cuantitativos Muestras 1 y 2 (incrustaciones blancas) - Sulfato de Bario.

Elt Line Int Error K Kr O           S Ka 88.3 93.958 0.1922 0.1268 Ba La 83.0 91.104 0.8078 0.5329         1.0000 0.6597

W% 23.21 13.02 63.77 100.00

A% ZAF Fórmula 62.50 0.0000   17.50 1.0269 SO3 20.00 1.1966 Ba2O 100.00    

Ox% Cat# 0.00 0.00 32.5 0.00 67.5 0.00 100 0.00

Discusión y Conclusiones A través de la aplicación del presente método, se ha logrado una clara especificación geológica (oro nativo) de los 3 adornos metálicos registrados en el sitio Cementerio Regimiento Chorrillos, reforzando los datos cualitativos sobre su manufacturación por medio de la técnica del laminado, constituyéndose en un argumento a favor del conocimiento metalúrgico del grupo formativo de Chorrillos. Evidentemente, dicho aspecto no es novedoso de acuerdo a las investigaciones arqueológicas, que indican para los Andes Centrales y Meridionales el surgimiento de prácticas metalúrgicas de oro y cobre alrededor del año 2000 AC (González, L. 2004: 37). De esta manera, una vez martillado el oro para formar láminas y luego del corte que dará forma a los adornos, los trozos sobrantes de metal debían ser necesariamente fundidos para permitir

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su reutilización como lámina. Esta información concuerda con los 2 cilindros de cobre de la cuadrícula L4 (SW F6 E1), que no corresponderían a cobre nativo, debido a que el proceso de laminado - sin pasar por fundición - acusa oquedades, no observadas en estas piezas. Por lo tanto, el cobre fue sometido a un proceso inicial de fundición, a continuación laminado y posteriormente conformado como tubo (Rosales com. pers. 2005). Con relación a la acotada muestra de cuentas estudiadas, evidenció una ausencia de materias primas derivadas de cobre en su elaboración, conjuntamente con poner en tela de juicio las tradicionales clasificaciones líticas macroscópicas de estos objetos. Como ejemplo de lo anterior, los geólogos Baeza y Belmar consideraban, previo al análisis de laboratorio, una pertenencia de las Muestras 1 y 2 a azurita, debido al color azul cobalto y a la asociación geológica de este mineral con yacimientos cupríferos de Calama. Si bien hay antecedentes arqueológicos de este mineral para el área de Chuquicamata (Núñez 1999), no se especifica el modo en que se definieron estas adscripciones mineralógicas. Por otra parte, tampoco se descartaba que las muestras correspondieran a lapislázuli, aunque con mayores dudas, porque macroscópicamente no se apreciaban inclusiones de mica, no existiendo yacimientos geológicos de esta roca para el área en cuestión. La exclusividad del lapislázuli se debe a una asociación de varios tipos de minerales, que requieren de condiciones geológicas específicas para formarse; entre ellos está la sodalita, presente en las Muestras 1 y 2. Producto que este mineral no posee una utilidad económica y las vetas pudieran ser pequeñas, no encontramos este mineral mapeado en las cartas geológicas disponibles. Las muestras analizadas son interesantes, puesto que se combina la sodalita con sulfato de bario, el cual rellenó las cavidades de rocas metamórficas por procesos hidrotermales, generando las pequeñas vetas blancas observables en las piezas. Futuros trabajos de microtopografía geológica en CalamaChuquicamata podrían ayudar a determinar su efectiva presencia. Además, como la asociación de los dos minerales es menos común que uno solo, lo anterior resulta clave para ubicar el yacimiento desde donde se extrajeron las materias primas. Bajo esta premisa, se mantiene la suposición que pudiera existir sodalita en el área de Calama-Chuquicamata, debido a que está presente en el territorio nacional, al menos como uno de los minerales que conforma el lapislázuli, cuyo yacimiento más importante corresponde al «Flor de Chile», localizado al interior de Ovalle. Aún así, tampoco se descarta un origen exótico de la sodalita, tomando en cuenta el antecedente de Bandy (2005: 92), que señala para el área del Lago Titikaka la existencia de intercambio a través de regiones distantes entre finales del Formativo Temprano y comienzos del Formativo Medio (aproximadamente 800 años AC). Asimismo, indica específicamente que «cylindrical sodalite beads are frequently encountered as mortuary goods in both Early and Middle Formative contexts» (y que) «the source of this material is unclear… but it is certainly exotic» (Bandy 2005: 95). El autor sugiere, citando a Browman (1981), que la procedencia de las cuentas de sodalita

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asociadas a contextos funerarios Chiripa (1500 - 100 años AC), podría provenir del Cerro Sapo en Cochabamba*. La constatación en el sitio Cementerio Regimiento Chorrillos de otros elementos foráneos, tales como los gastrópodos trasandinos Strophocheilus oblongus y un esqueleto de Psittacidae de mayor tamaño que las especies de loros existentes en la zona norte de Chile, por lo tanto foráneo, sostienen desplazamientos y/o intercambios con poblaciones y territorios que abarcarían el Noroeste Argentino y Bolivia; encontrándose sodalita actualmente en el territorio boliviano. La obtención de productos y objetos diversos por procesos de intercambio a larga distancia, están probados por otros sitios formativos de la localidad de Calama (p. ej. Topater: Thomas et al. 1995) concordando con los planteamientos señalados por Bandy (Op. cit..) para el Formativo Circumtitikaka. Del mismo modo, la presencia de las otras muestras de cuentas de minerales no derivados de cobre, como el carbonato de calcio y el ópalo (Muestras 3, 4, 5 y 6), cuyas coloraciones verdosas podrían estar dadas por pequeñas cantidades de cobre o clorita en porcentajes inferiores al 1% (de acuerdo a uno de los autores del presente artículo, M. Belmar), que no detecta la microsonda electrónica, indica un conocimiento geológico por parte de las poblaciones formativas, más allá de los minerales tradicionalmente vinculados a procesos metalúrgicos. Esto es significativo, pudiendo postularse que las poblaciones formativas no aprovechaban de trabajar simplemente con técnicas lapidarias los desechos de las mineralizaciones cupríferas para manufacturar objetos suntuarios de alto valor simbólico, como los registrados en Chorrillos, sino que el conocimiento geológico orientado hacia procesos de fabricación lapidarios constituía un universo en sí mismo, de igual importancia que la minería de fundición, tal como se ha constatado en el sitio Mina Las Turquesas, extremo meridional circumpuneño (Westfall y González 2006). Debemos aclarar, basándonos en los resultados de los análisis de la acotada muestra de cuentas, que no objetamos la probable presencia de cuentas de collar elaborados en materias primas derivadas del cobre en el sitio Cementerio Regimiento Chorrillos. Sin embargo, el análisis efectuado pone en entredicho la mayoría de las clasificaciones mineralógicas de cuentas de collar e incrustaciones de pedrería semi-preciosa conocidas hasta el momento, demostrando que macroscópicamente no es posible alcanzar una definición veraz al respecto. Por otro lado, el ampliar la esfera de conocimiento geológico en términos de la ubicación y características de los yacimientos posibles de explotar - ya no sólo para procesos metalúrgicos sino también para lapidar -, implica reconocer un sesgo de la comunidad arqueológica con relación al estudio de estas piezas. No obstante, el propósito es finalmente enriquecer *  De acuerdo a lo señalado por M. Giesso (com. pers. 2006), el yacimiento del Cerro Sapo en Cochabamba corresponde a una de las cuatro minas más importantes de sodalita a nivel mundial, siendo la única situada al sur del Ecuador. Asimismo, indica que los antecedentes más tempranos de la presencia de sodalita en contextos arqueológicos provienen del lago Titikaka, con fechas entre 3500 y 3000 años AP. Actualmente continúa una explotación comercial de esta piedra semipreciosa en la Mina del Cerro Sapo (http://www.gem-a.info/publications/publicationIndex/oldJournals/journalVol26No1.htm).

APLICACIÓN GEO-ARQUEOLÓGICA DE MICROSCOPÍA ELECTRÓNICA…  •  Catherine Westfall, Mauricio Belmar y Carlos González

los procedimientos analíticos de las investigaciones arqueológicas dedicadas a la minería prehispánica, junto con destacar la importancia de los objetos suntuarios elaborados por técnicas lapidarias, ya que involucran un conocimiento específico del medioambiente vinculado a procesos culturales, no bien comprendidos aún. En este sentido, Bandy (Op. cit.: 91) ha logrado traspasar una básica constatación y distribución de dichos bienes dentro de circuitos de movilidad regional en el área del Titikaka, para teorizar respecto que «the evolution of social power in villages was related to their rol as «transit communities» in a regional exchange system and that significant social and political developments can be related to shifts in prehistoric caravan routes», planteamiento que debiera ser contrastado en Calama. Finalmente, consideramos que el presente artículo, junto con llamar la atención sobre estudios similares precedentes con análisis tradicionales, representa un aporte que esperamos sirva de guía e impulso para las futuras investigaciones dedicadas a esta clase de temáticas. Agradecimientos: Rescate Arqueológico financiado por División Codelco Norte de Codelco Chile, Calama. REFERENCIAS CITADAS Bandy, M.  §  2005. Trade and Social Power in the Southern Titicaca Basin Formative. Archaeological Papers of the American Anthropological Association 14: 91-111. Berenguer, J.  §  1981. En torno a los motivos biomorfos de la Puerta del Sol en el norte de Chile. Boletín del Museo Nacional de Historia Natural 38: 167-181. Castells, C., C. González y C. Westfall  §  2006. Aplicación de una metodología química de análisis de fósforo en los sitios Mina Las Turquesas y Cementerio Regimiento Chorrillos, Chile. Actas del XVII Congreso Nacional de Arqueología Chilena. Valdivia, Chile. Criado, F.  §  1999. Del terreno al espacio: Planteamientos y perspectivas para la arqueología del paisaje. CAPA 6. Santiago de Compostela, España. González, C. y C. Westfall  §  2005. Consideraciones sobre la Prehistoria de Atacama: El Salvador y sus aportes locales e interregionales. Boletín de la Sociedad Chilena de Arqueología 38: 53-70. §  2006. Cementerio Regimiento Chorrillos de Calama: Testimonios Funerarios Formativos en el Loa Medio, Región de Antofagasta. Actas del XVII Congreso Nacional de Arqueología Chilena. Valdivia, Chile. González, L.  §  2004. El arte del cobre en el mundo andino. Museo Chileno de Arte Precolombino, Santiago, Chile. Hermosilla, N.  §  2004. Excavación Cementerio Regimiento-Chorrillos. Loteo-Regimiento Chorrillos. División Codelco Norte. NAWEL Consultores. Manuscrito. Le Paige, G.  §  1965. San Pedro de Atacama y su zona (14 temas). Anales Universidad del Norte 4. Mostny, G.  §  1956. Una tumba en Chiu-Chiu. Boletín del Museo Nacional de Historia Natural 26: 1- 55. §  1971. Prehistoria de Chile. Editorial Universitaria, Santiago, Chile.

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Actas del XVII Congreso Nacional de Arqueología Chilena

Westfall, C. y C. González  §  2006. Mina Las Turquesas: un asentamiento minero lapidario preincaico en el extremo meridional circumpuneño, Región de Atacama, Chile. Actas del XVII Congreso Nacional de Arqueología. Valdivia, Chile.

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