Anuario de la Integración Latinoamericana y Caribeña, 2010

July 4, 2017 | Autor: Jaime Preciado | Categoría: Political Geography and Geopolitics, Latin American Studies, Geopolitics, Integration
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Descripción

Anuario de la integración latinoamericana y caribeña 2010

Directorio Coordinador General Dr. Jaime Antonio Preciado Coronado Universidad de Guadalajara-iteso Consejo Editorial Dr. Luís Fernando Ayerbe Universidad Estadual de Sao Paolo, Brasil Dr. Heriberto Cairo Carou Carou Universidad Complutense de Madrid, España Dr. Jaime Eduardo Estay Reyno Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Mtro. Carlos Oliva Campos Universidad de La Habana, Cuba Dr. Ignacio Medina Núñez Universidad de Guadalajara-iteso Dr. Alberto Rocha Valencia Universidad de Guadalajara Dr. Germán Sánchez Daza Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Anuario de la integración latinoamericana y caribeña 2010

Jaime Antonio Preciado Coronado (Coordinador)

Proyecto financiado por el CONACyT en Investigación en Ciencia Básica, Clave 128955: “Dimensiones, estrategias y alternativas de la integración autónoma de Latinoamérica y el Caribe. Desafíos para el caso mexicano (2010-2012)”

Participan: Cuerpo Académico Consolidado, cac-214: “integración, gobernabilidad y desarrollo en américa latina y el caribe” Cuerpo Académico en Formación, caf-236, “sociología política y desarrollo en américa latina”

Los puntos de vista aquí expresados son responsabilidad de los autores y no necesariamente coinciden con los planteamientos del Conacyt. Primera edición, 2014 d.r. © 2014, Universidad de Guadalajara Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades Guadalajara, Jalisco, México d.r. © 2014, University Press of the South New Orleans, LA 70119 USA d.r. © 2014, Ediciones de la Noche Guadalajara, Jalisco, México isbn: 978-1-937030-39-1

Contenido

Acerca de los autores. . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Introducción. La integración regional como práctica espacial heterogénea. . 15 Jaime Antonio Preciado Coronado Dimensión económica La integración latinoamericana y caribeña en 2010. Jaime Eduardo Estay Reyno

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Mercosur 2010: ¿relanzamiento silencioso o postergación de los compromisos?. . . . . . . . . . . . . . Lourdes Ma. Regueiro Bello

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La Comunidad Andina en 2010: tensiones, avances y contradicciones . . Carlos Otto Vázquez

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Caricom: iniciativas políticas e interrelación económica en el marco de un “nuevo” regionalismo latinoamericano . . . . . . . . . . . 111 Laneydi Martínez Alfonso El Mercado Común Centroamericano en 2010: la lenta recuperación . . Cruz Álvarez Padilla

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Dimensión política Persistiendo en la vía de la autonomía regional: la ii Cumbre de alc y la creación de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe. . 155 Alberto Rocha Valencia

El espíritu de la integración centroamericana en 2010 . . . . . . . . 159 Daniel Villafuerte Solís ¿50 años no son suficientes? Centroamérica se integra a los mecanismos de dominación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167 Ximena Isabel de la Barra Mac Donald Colombia en la región y la nueva política exterior. . . . . . . . . 175 Roberto González Arana y Sharon Ahcar Cabarcas ¿Impasse de la integración suramericana en 2010? . Daniel Efrén Morales Ruvalcaba

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El Arco del Pacífico Latinoamericano como un espacio de vinculación abierto entre Latinoamérica y Asia-Pacífico. . . . . . . . . . . 189 Elizabeth Vargas García Los Estados Unidos y Latinoamérica en 2010 . . Gary Francis Prevost

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Dimensión política exterior América Latina 2010, las nuevas variables para las contraposiciones ideo-políticas en la región. . . . . . . . . . . . . . . . . 209 Carlos Oliva Campos A política externa brasileira em 2010: integração regional e o fim do governo Lula. . . . . . . . . . . . . Luiza Rodrigues Mateo

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Venezuela y la integración latinoamericana-caribeña en 2010: balance de una agenda activa. . . . . . . . . . . . . . . . 225 Rafael Duarte Villa La política exterior argentina en 2010 y su fuerte apuesta por la región. . 235 Sandra Colombo 2010: hablar bien de México . . . . . . . . . . . . . . . . 245 Jorge Antonio Hernández Velázquez

Dos años de Barack Obama: las políticas del Departamento de Estado para América Latina en perspectiva comparada con Bush. . . . . . Luis Fernando Ayerbe

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Dimensión cultural Literatura latinoamericana contra la dominación colonia. . . . . . . 275 Ignacio Medina Núñez Las luchas comunitarias contra el “colonialismo turístico”. El caso de los garífunas. . . . . . . . . . . . . Nicolás Rey

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Olvidados por la guerra. Vueltos a la guerra: infancia transmigrante en territorio mexicano . . . . . . . . . . . . . . . . . . 297 Ramón Gómez Zamudio Dimensión geopolítica América Latina en el mundo en 2010 . . . . . . . . . . . . . 307 Heriberto Cairo Carou y María Almudena Cabezas González Abriendo el círculo, cerrando un ciclo de protesta. Geografía de los movimientos sociales en busca de la resignificación (2000-2010). . 315 María Almudena Cabezas González A una década de sueños e insomnios en la integración energética latinoamericana. Retrospectiva 2010 . . . . . . . . . . . Pablo Alejandro Uc González Geopolítica de la violencia en América Latina en 2010. . Jerónimo Ríos Sierra y Heriberto Cairo Carou

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Dimensión ciencia y tecnología Ciencia y tecnología en América Latina 2010 . . . . . . . . . . . 353 Germán Sánchez Daza La tecnología y la innovación: variables que aportan a la productividad y al crecimiento económico . . . . . . . . . . . . . . . . . 355 Álvaro Pedroza Zapata y Juan Mejía Trejo

Producción de conocimiento y desarrollo tecnológico en Iberoamérica. Una lectura crítica a partir del informe de la Ricyt 2010 sobre alimentos . . . . . . . . . . . . . . Fernando Julio Piñero y Romina Loray

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Dimensión turismo Fronteras y geopolítica. Turismo y comercio transfronterizo en el Mercosur. . . . . . . . . . . . . . . . . . Alfredo Argentino César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

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Dimensión educativa Rumbos de la educación superior a distancia en Latinoamérica . . Manuel Moreno Castañeda

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Convergencia educativa en Centroamérica, prioridad estratégica para el desarrollo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 423 Jorge Abel Rosales Saldaña Perspectivas de los programas educativos en la integración del Mercado Común del Sur y de la Comunidad Andina de Naciones.. . . . . . . 439 Patricia Guadalupe Sandoval Martínez Dimensión ecología política La agenda ambiental de los sistemas de integración: una mirada desde la ecología política. . . . . . . . . . . . . . . Mario Edgar López Ramírez, Carmen Díaz Alba, Heliodoro Ochoa García, Erika Jiménez Rodríguez y Javier Bogantes Apuntes para una ecología política de la integración en América Latina y el Caribe . . . . . . . . . . . . . . . . . José Esteban Castro Documentos en Internet sobre integración . . Compilados por Alicia González Rojano

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Acerca de los autores

Sharon Ahcar Cabarcas Profesional en Relaciones Internacionales. Investigadora del grupo Agenda Internacional. Correo electrónico: [email protected]. Cruz Álvarez Padilla Académico adscrito a la Unidad de Investigación de Economía Política del Desarrollo del Instituto de Investigaciones Económicas de la unam. Se agradecen las observaciones realizadas al trabajo por la maestra Berenice P. Ramírez López, investigadora titular de tc del Instituto de Investigaciones Económicas, unam. Stella Maris Arnaiz Burne Doctora en Antropología por la Université Laval, Québec, Canadá. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 2. Profesora Investigadora de Tiempo Completo Titular C en el Cedestur del Centro Universitario de la Costa de la Universidad de Guadalajara. Luis Fernando Ayerbe Coordinador del Instituto de Estudos Econômicos e Internacionais de la Universidade Estadual Paulista (ieei-Unesp). Javier Bogantes Director del Tribunal Latinoamericano del Agua. María Almudena Cabezas González Profesora Asociada de Geografía Política, Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: [email protected]. Heriberto Cairo Carou Profesor Titular de Geografía Política, Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: [email protected]. 9

Acerca de los autores

Alfredo Argentino César Dachary Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Leiden, Holanda. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 2. Profesor Investigador de Tiempo Completo Titular C y Director del Cedestur del Centro Universitario de la Costa de la Universidad de Guadalajara. Sandra Colombo Centro de Estudios Interdisciplinarios en Problemáticas Internacionales y Locales (ceipil)-Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Argentina. José Esteban Castro Newcastle University. Correo electrónico: [email protected]. Ximena Isabel de la Barra Mac Donald Consultora independiente e integrante del grupo Diálogo Suramericano, Santiago de Chile. Carmen Díaz Alba Académica del Centro de Investigación y Formación Social del Universidad Jesuita de Guadalajara.

iteso,

Rafael Duarte Villa Profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de São Paulo (Brasil). Jaime Eduardo Estay Reyno Profesor-investigador del Centro de Estudios del Desarrollo Económico y Social de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla y coordinador en dicha Facultad del Doctorado en Economía Política del Desarrollo; coordinador de la Red de Estudios de la Economía Mundial (REDEM, http://www.redem.buap.mx). Ramón Gómez Zamudio Profesor investigador en el Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos (deila) de la Universidad de Guadalajara. Correo electrónico: [email protected]. Roberto González Arana Ph.D en Historia. Profesor titular del Departamento de Historia, Universidad del Norte. Director del Instituto de Estudios latinoamericanos y caribeños, Universidad del Norte. Investigador del grupo Agenda Internacional. Correo electrónico: [email protected] 10

Acerca de los autores

Jorge Antonio Hernández Velázquez Profesor del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad de Guadalajara y del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente. Actualmente es candidato a Doctor en Ciencias del Desarrollo Regional por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y Director de la Revista Mexicana de Estudios Canadienses. Erika Jiménez Rodríguez Becaria Conacyt del proyecto de investigación. Alfonso Laneydi Martínez Profesora e investigadora del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (cehseu), de la Universidad de La Habana. Master en Ciencias Económicas por la Facultad de Economía y Master en Estudios Caribeños por la Cátedra Caribe, ambos de la Universidad de La Habana, Cuba. Mario Edgar López Ramírez Jefe del Centro de Investigación y Formación Social del iteso, Universidad Jesuita de Guadalajara. Romina Loray Investigadora del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Problemáticas Internacionales y Locales (ceipil) perteneciente a la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (uncpba), Argentina. Correo electrónico: [email protected]. Ignacio Medina Núñez Doctor en ciencias sociales y profesor en el iteso (Universidad Jesuita de Guadalajara) y en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara. Correo electrónico: [email protected]. Juan Mejía Trejo Correo electrònico: [email protected]. Daniel Efrén Morales Ruvalcaba Doctorando en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara. Correo electrónico: [email protected]. Manuel Moreno Castañeda Maestro en Desarrollo Educativo, Universidad Pedagógica Nacional. Rector del Sistema de Universidad Virtual de la Universidad de Guadalajara. 11

Acerca de los autores

Heliodoro Ochoa García Académico del Centro de Investigación y Formación Social del Universidad Jesuita de Guadalajara.

iteso,

Carlos Oliva Campos Profesor Investigador del Departamento de Historia, Universidad de La Habana, Cuba. Álvaro Pedroza Zapata Profesor Investigador del Departamento de Economía, Administración y Mercadología del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (iteso). Correo electrónico: [email protected]. Jaime Antonio Preciado Coronado Coordinador General de la Red de Investigación sobre la Integración Latinoamericana y Caribeña (Redialc), agradece al equipo que contribuyó para la redacción de este documento: Pablo Alejandro Uc González, Luis Adrián Guzmán, Enrique Toussaint y Ulises Charles. Fernando Julio Piñero Investigador del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Problemáticas Internacionales y Locales (ceipil) perteneciente a la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (uncpba), Argentina. Investigador formado y activo de la spu y de la anpcyt. Correo electrónico: [email protected] y [email protected]. Gary Francis Prevost Profesor Investigador del Instituto Saint Benedict de la Universidad Saint John, Minnesota, Estados Unidos. Lourdes Ma. Regueiro Bello Profesora Investigadora del Centro de Investigaciones de Política Internacional (cipi) del Ministerio de Relaciones Exteriores, Cuba. Nicolás Rey Profesor-Investigador de tiempo completo en el Departamento de Historia, de la Universidad de Guadalajara. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (sni-Conacyt) nivel 1. Correo electrónico: nicolartiste@ yahoo.com. Jerónimo Ríos Sierra Candidato a Doctor por la Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: [email protected]. 12

Acerca de los autores

Luiza Rodrigues Mateo Mestre em Relações Internacionais pelo PPG San Tiago Dantas (Unesp, Unicamp e puc-sp) é professora de Relações Internacionais na Universidade Estadual da Paraíba (uepb). E-mail: [email protected]. Alberto Rocha Valencia Profesor Investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad de Guadalajara. Jorge Abel Rosales Saldaña Doctor en Ciencias Sociales, Universidad de Guadalajara. ProfesorInvestigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la UdeG. Germán Sánchez Daza Investigador del Equipo de Estudios Internacionales de la Facultad de Economía de la B. Universidad Autónoma de Puebla, México. Integrante de la Red de Estudios de la Economía Mundial (redem). Patricia Guadalupe Sandoval Martínez Pasante de la carrera de Estudios Políticos de la Universidad de Guadalajara. Pablo Alejandro Uc González Profesor en la Universidad Autónoma de Chiapas (unach). Investigador en el Centro de Estudios Superiores de.México y Centroamérica (cesmecaunicach) y clacso. Elizabeth Vargas García Es Profesora Investigadora del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad de Guadalajara. Carlos Otto Vázquez Economista. Profesor de Posgrado en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México. Correo electrónico: carlos500060@hotmail. com. Daniel Villafuerte Solís Profesor Investigador del Centro de Estudios Mexicanos Centroamericanos, de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.

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Introducción La integración regional como práctica espacial heterogénea

Jaime Antonio Preciado Coronado Considerado como el hito más relevante del año 2010 en el horizonte de la integración autónoma de América Latina, la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac), durante la xxi Cumbre del Grupo de Río y la ii Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, desarrollada en México, ha constituido, de muchas maneras, el referente primordial de la nueva reconfiguración regional en ciernes para la próxima década. Ciertamente, la celac promete influir en la reestructuración del sistema interamericano, ya que por primera vez en su historia independiente, los países de esta región acordaron crear un organismo propio, sin tutelas directas de los países centrales —como lo han sido la histórica Organización de Estados Americanos (oea) y la Cumbre de las Américas, impulsadas y “reguladas” por Estados Unidos, dentro de su estrategia panamericanista continental; la Cumbre Iberoamericana, que fomentan España y Portugal; o la Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe, impulsada fundamentalmente desde la Unión Europea—. Desde un horizonte coyuntural clave como lo es el año 2010, es necesario reconocer que un primer desafío para esta comunidad es su definición de autonomía, un pacto de concertación política que sea capaz de evitar el riesgo de una nueva subordinación frente a Estados Unidos y los países centrales. En este punto, se entrecruzan dos discursos gubernamentales: uno orientado a crear contrapesos institucionales firmes frente a los espacios dominados por la potencia del Norte, que lleva al fortalecimiento 15

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de capacidades negociadoras ante las situaciones asimétricas que representan las relaciones con Estados Unidos, y otro que es el de la complementación de la tradicional relación que se impone desde el Norte, y que implica la incondicionalidad de los países del Sur. Uno de los signos más representativos de este nuevo balance de fuerzas en el sistema interamericano y de la paradójica redefinición de los términos geopolíticos en que debería leerse el proyecto de la integración autónoma, lo representan ilustrativamente el caso cubano y el mexicano. Como quedó demostrado en la 39ª Asamblea General de la oea y en la propia v Cumbre de las Américas (2009), aun cuando se habían establecido como ejes de discusión central la prosperidad humana, la seguridad energética y la gobernabilidad, el debate central se recondujo hacia el tema de la autonomía regional expresada en una demanda contundente: el fin del bloqueo económico contra Cuba, y su incorporación al sistema institucional interamericano, la superación del más agresivo lineamiento unilateral en la región desde la segunda mitad del siglo xx. Mientras que México formó parte del impulso y fundación de la celac para 2010, con lo cual “matizó” la histórica fractura entre un norte y un sur latinoamericano —generada por su integración con América del Norte desde 1994 a través del tlcan y su profundización mediante la aspan (2005) y la Iniciativa Mérida (2008)—, no ha dejado de reforzar sus estrategias de integración norteamericana en los términos de interés estadounidense. Desde una perspectiva estratégica que demanda la voluntad concertada de todos los países miembros, la celac enfrenta tres grandes temas con gran impacto en las nuevas relaciones interamericanas: transformar la doctrina securitaria militarizada estadounidense; hacer avanzar una política que supere las limitaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, actualmente influida por el sesgo estadounidense; y trascender la Carta Democrática Iberoamericana, del mero certificado de buena conducta otorgado por Estados Unidos, hacia una carta que reconozca la pluralidad democrática representativa, participativa y comunitaria. Además, es importante considerar que, en lo que respecta a la agenda del desarrollo, es riesgoso para países como México, Colombia, Perú o los firmantes del cafta-rd, el significado de la autonomía económica, si ésta equivale a incrementar tratados de libre comercio bilateralmente con el resto de los países de la región. Situación que, a su vez, limitaría la ampliación y consolidación de la Alba o de los Tratados de Comercio en16

Introducción. La integración regional como práctica espacial heterogénea

tre los Pueblos, en los que participa Cuba. Esquemas que buscan acercarse a formatos comunitarios con reciprocidad, gradualidad y selectividad en la apertura comercial, y a fortalecer vías que apunten hacia la creación de alternativas al neoliberalismo. No obstante, otras variables y fenómenos paralelos a la institucionalidad interestatal que van más allá del hito de la celac, son expuestas en esta edición del Anuario 2010, a través de diversos estudios sobre el proceso de integración regional latinoamericana que establecen la necesidad de considerar, al menos, tres ejes generales para re-interpretar el fenómeno regional: • El primero es el énfasis por construir y analizar el proceso desde una perspectiva autonómica, en la que la región, además de su búsqueda por superar la estructura histórica de control panamericano para definir el tipo de institucionalidad y prácticas políticas y económicas de integración regional, también ha apostado por re-definir sus agendas estratégicas frente a la actual coyuntura mundial —crisis financiera, ecológica y energética global—. Así como por la negociación de sus espacios de inserción internacional vis a vis el resto de los bloques intra y extra-regionales, con las viejas y nuevas instituciones y regímenes internacionales, con el firme impulso de alianzas estratégicas globales, y con un posicionamiento tendencialmente independiente de los paradigmas de desarrollo en pugna dentro del sistema internacional. • El segundo se relaciona con la interpretación de la integración regional latinoamericana dentro del gran imaginario del sur global. Es decir, con la identificación de procesos, ritmos e imaginaciones geopolíticas y geoeconómicas heterogéneas, que hacen de la región un espacio complejo con tendencias asimétricas, y procesos del centro y la periferia del sistema-mundo al interior de los países y de las subregiones. De allí que a la par del indiscutible fortalecimiento de proyectos de integración regional como el Mercosur, la Unasur o la Alba, y la propia creación de la celac, sea necesario reconocer una tendencia diferenciada entre las proyecciones de los países del norte y el sur latinoamericano, más allá de la precisión estrictamente cartográfica. A) Por un lado, es posible identificar el imaginario nor-panamericanista, en el que ha prevalecido la búsqueda de un regionalismo abierto, sustentado en la profundización de acuerdos de libre comercio bilaterales, en los que el centro de gravedad es determinado por Estados Unidos. Este es el caso de México, la mayoría de los países 17

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de Centroamérica, Colombia, Perú y Chile. A ello le acompaña una tendencia de integración en clave de seguridad subordinada, es decir, el trazo del perímetro de seguridad estadounidense que se ha impuesto como la plataforma primaria para definir las prioridades de la regionalización norteamericano-centroamericana. B) Por su parte, en el imaginario surlatinoamericanista ha prevalecido un discurso —no extensible a todas las prácticas— contrahegemónico y antineoliberal, basado en el fortalecimiento del capitalismo de Estado y los modelos de desarrollo extractivista en el caso de las agendas de los gobiernos. Aunque también han prevalecido contundentes contra-representaciones político-espaciales por parte de la sociedad civil organizada que desafían las imposiciones de la geografía de los Estados nacionales. Además, se han fortalecido tanto las relaciones intra-regionales (entre países y bloques sub-nacionales) como las proyecciones extra-regionales con el Oriente Medio, África, la Unión Europea y Asia Pacífico, lo que ha permitido que el surlatinoamericanismo se plantee los alcances más concretos de la integración autónoma, respecto a la estructura panamericana, aunque no forzosamente respecto al esquema de acumulación de capital ni del sistema mundo/moderno. En cualquiera de los casos, las tendencias del sur latinoamericano, en gran medida propulsadas por el liderazgo global brasileño y su vinculación con otros actores globales, han generado prácticas diversas de integración interregional y un mayor espacio de participación social en las plataformas de los mecanismos de integración. • El tercer eje es el que evidencia los límites de interpretar la integración como un fenómeno exclusivamente interestatal y a partir de los avances y retrocesos que expresan los mecanismos de integración supranacional. Es necesario hacer una lectura de la práctica espacial de la integración desde una perspectiva heterogénea, capaz de reconocer una amplitud de actores sociales más allá del Estado y los bloques supranacionales. Así como el abordaje de una consecuente multiplicidad de escalas, ínter-locales y transnacionales que generan otras dinámicas de relación, agregación e integración política y económica, practicadas por diversos movimientos de las sociedades civiles de la región.

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Introducción. La integración regional como práctica espacial heterogénea

México y Centroamérica: la práctica de la integración en clave de seguridad Integración en clave de seguridad y Estado policial: redefinición y reforzamiento de la estructura de seguridad regional El ingreso de Colombia y República Dominicana, al Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla (brazo político mexicano de la integración) y su vinculación con el Proyecto de Integración y Desarrollo Mesoamérica (pm), ha intensificado la cooperación regional en asuntos de seguridad nacional y regional, desde una óptica de Estado policial. El Plan Colombia y la Iniciativa Mérida se han convertido en una mancuerna que ha determinado las formas de encarar no sólo al crimen organizado y el narcotráfico sino otros asuntos que son securitizados (Buzan, Weaber y de Wilde 1997), es decir, llevados a la agenda de seguridad nacional a través del discurso político, presentados como amenazas que requieren medidas de emergencia y que justifican acciones fuera de los límites de los procedimientos políticos normales. Un ejemplo de ello son las pandillas transnacionales con alta presencia en Centroamérica, México y eu, como la Mara Salvatrucha y la Mara 18, así como los movimientos sociales, luchas y resistencias que tratan de ser contenidas a través de la criminalización. Las estrategias adoptadas por los gobiernos de la región han llevado a la creación de lo que Salazar y Salazar (2011) llaman el “Estado policial”, donde la inteligencia y manipulación mediática va sustituyendo, en cierta medida (o más bien complementando), el plano militar. El Estado policial consiste en un plan institucionalizado de violencia que se desenvuelve por medio de tres dispositivos: primero, la lucha contra el crimen organizado, que además de representar una oportunidad para lanzar operativos contra movimientos sociales, internaliza en la subjetividad colectiva la supuesta necesidad del despliegue militar y uso de la fuerza en áreas urbanas y caminos para proteger la seguridad pública; segundo, la construcción de escenarios de riesgo e incertidumbre en la subjetividad colectiva a través del miedo; y tercero, una serie de reformas en el ámbito judicial que pretenden facilitar las aprehensiones, lo cual refuerza al eje coercitivo del Estado (caracterizado por estrategias como los despidos laborales injustificados y detenciones de activistas y defensores de derechos humanos).

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La cooperación en materia de seguridad se fue solidificando a través de distintos encuentros entre presidentes y ministros. Dentro de éstos resaltaron el iv Diálogo del Sistema de Integración Centroamericana (sica)-México sobre Seguridad Democrática, en San Salvador, seguido por la iii Reunión del Diálogo sica-Estados Unidos, sobre Seguridad Democrática —en donde México, Colombia y Canadá, además de la Organización de Estados Americanos (oea), el Banco Interamericano de Desarrollo (bid), el Banco Mundial (bm) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito participaron como observadores e invitados especiales—. En esta última se creó la Iniciativa Regional de Seguridad para América Central (carsi), que en palabras provenientes del Departamento de Estado estadounidense “responde a las amenazas que existen en la región y aprovecha estrategias y programas existentes de ámbito tanto bilateral como regional. El programa tiene como propósito detener el flujo de narcóticos, armas y dinero en efectivo generado por la venta de drogas, y hacer frente a las pandillas y organizaciones delictivas” (Departamento de Estado, eu, 2010). En marzo de 2010, Hillary Clinton visitó México en el marco de la Segunda Reunión del Grupo de Alto Nivel. En esta reunión se acordó dotar de un contenido más social a la Iniciativa Mérida, para buscar una estrategia integral en la lucha contra las drogas, así como un plan piloto de cooperación fronteriza en Ciudad Juárez y en San Diego, donde se pretende el fortalecimiento de un sistema de cambio de información fronteriza para fortalecer la lucha contra el crimen organizado. En el mismo año 2010, se aprobaron tres estrategias securitarias de importancia: la Estrategia de Seguridad de Centroamérica, la cual modificó su planteamiento al atender con mayor énfasis la naturaleza internacional y transnacional o trans-regional del crimen organizado; el Programa Regional de Seguridad Fronteriza (Centroamericana), apoyado por la Unión Europea, cuyo objetivo es fortalecer las fronteras internas y periféricas de la región; y el proyecto para la Armonización Legislativa y la Lucha Contra el Crimen Organizado desarrollado por la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (Comjib) y el sica. Cabe destacar que República Dominicana se ha sumado a los países integrantes del sica en el proyecto de Armonización Legislativa. Con este proyecto se plantea superar “restricciones” que imponen las soberanías nacionales, mediante la cooperación, la liberación de legislaciones y el replanteamiento de los referentes penales y procesos legales en lenguajes más “sencillos” para “facilitar” su aplicación. 20

Introducción. La integración regional como práctica espacial heterogénea

Por su parte, el gobierno de Obama cambió su discurso hacia el interior de Estados Unidos, realizando una modificación de contenido en la lucha contra las drogas, expresada en la Estrategia Nacional de Control de Drogas en mayo de 2010. En ésta se planteó una reducción de la demanda de drogas dentro de Estados Unidos. Sin embargo, lo paradójico fue que en 2010, comparado con 2009, el gobierno redujo 10.6% del presupuesto para prevención, así como 0.8% para la reducción de la demanda de drogas, mientras que se aumentó 2.7% para la reducción de la oferta, es decir, en la práctica se reforzó el paradigma hegemónico en la lucha contra las drogas; atacar la oferta (Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas, 2010). Fuera del discurso se reforzó el paradigma hegemónico en la lucha contra las drogas; atacar la oferta desde la ofensiva policiaco-militar mientras continua siendo devaluada la demanda de drogas y la prevención (Estrategia Nacional de Control de Drogas, 2010). Es relevante señalar que las relaciones entre México y los países centroamericanos con respecto a Estados Unidos se dificultaron a partir de la promulgación de la Ley Arizona SB1070, que supone una (re)acción fundamentada en principios de ilegalización y criminalización contra la migración indocumentada al territorio estadounidense. Esta ley no sólo criminaliza a los inmigrantes indocumentados sino que convierte en criminales potenciales a quienes por su aspecto parezcan inmigrantes, sin importar si cuentan con ciudadanía estadounidense o cualquier tipo de documentación. Esto ha fortalecido la centralidad racial de la identidad estadounidense y ha marginalizado las diferencias culturales de quienes cuentan con raíces extranjeras o transnacionales, especialmente latinoamericanas. Los gobiernos tanto mexicano como los centroamericanos, se han pronunciado en contra de esta ley; sin embargo, no han podido encontrar el capital político para negociar mejores condiciones para sus migrantes. Cabe señalar que la intensificación de la cooperación securitaria en el 2010 ha caminado paralelamente a los movimientos en resistencia a la militarización. Una de sus principales expresiones tuvo lugar en el Primer Encuentro Internacional de Mujeres y Pueblos de las Américas contra la Militarización, en agosto de 2010. Este encuentro fue impulsado por grupos organizados de mujeres, principalmente. Para Laura Carlsen (2012), la participación, iniciativa y compromiso de las mujeres surge a partir de su propia experiencia y de sus papeles sociales. Así, las integrantes de organizaciones como las Feministas en Resistencia al Golpe de Estado en Honduras, las Madres de Ciudad Juárez, entre otras, han 21

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experimentado en carne propia la violencia desatada por las estrategias de confrontación y la presencia del ejército en las calles, lo cual las ha impulsado a la movilización en defensa de la paz y la democracia. Proyecto Mesoamérica La proximidad geográfica de Centroamérica ha hecho que la agenda de integración “mesoamericana” sea para México un bastión fundamental de su vinculación con el resto de América Latina. La agenda interestatal de integración “mesoamericana” se sostiene en dos pilares: el primero busca una integración económica-desarrollista por medio del Proyecto Mesoamérica (pm), antes Plan Puebla-Panamá (ppp), mientras que el segundo construye un arco de seguridad que se extiende desde Estados Unidos hasta Colombia vía la Iniciativa Mérida y el Plan Colombia. Aunque el pm contempla diversas áreas de cooperación, la columna vertebral ha sido el eje de Integración Productiva y Competitiva, que en el año 2009 contó con 98.3% del financiamiento obtenido, mientras que el eje de Desarrollo Humano y su entorno sólo alcanzó 1.7% (Zunino, 2010). Esto refleja el carácter economicista del Proyecto Mesoamérica, el cual pretende establecer una agenda de desarrollo que consiste principalmente en la construcción de infraestructura vial y energética, sectores donde instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (bid) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (bcie) han participado activamente por medio de inversiones directas y mediaciones o dirección de proyectos. En 2010 se presentó la Iniciativa Salud Mesoamérica 2015 (SM2015), la cual pretende reducir, para 2015, 15% de la mortalidad infantil en el 20% de la población más pobre de la región, metas que convergen con los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas. Este proyecto, donde la mitad de la inversión está en manos de los dos hombres más ricos del mundo —Carlos Slim y Bill Gates— es central para el Sistema Mesoamericano de Salud Pública y proyecta, junto al gobierno de España, aportar cerca de 142 de los 200 millones de dólares estipulados para el proyecto hasta 2015. El volumen de inversiones para infraestructura es mucho mayor y se mide anualmente. Según el informe ejecutivo del pm, para el periodo 2010-2011 se plantearon inversiones de más de mil millones de dólares sólo para la construcción-remodelación de carreteras y uno de los proyectos más destacados de interconexión eléctrica. Casi 600 millones de 22

Introducción. La integración regional como práctica espacial heterogénea

dólares, aportados por el bid y el bcie, para la Red Internacional de Carreteras Mesoamericanas (Ricam) y 420 millones de dólares para la interconexión eléctrica Panamá-Colombia, fueron aportados por ambos países. En el estado de Chiapas, el gobierno de Juan Sabines dio fuerte impulso principalmente a dos programas parte del pm: los agrocombustibles, con la instalación del Centro de Investigación y Tecnología en Producción de Biodiesel, y las Ciudades Rurales Sustentables (crs) en los Altos, la selva y el norte de Chiapas. Según la investigadora Japhy Wilson, de la Universidad de Manchester, las crs “representan la respuesta estatal a la ‘amenaza’ constituida por la gestión de los caracoles zapatistas” (La Jornada 15/03/2010). El reordenamiento territorial de las crs, para Mariela Zunino (2010) del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria (ciepac), busca la liberación de áreas naturales y sitios donde hay importantes recursos que coinciden con intereses de empresas transnacionales de origen minero, agroindustrial, turístico, bancos genéticos, patentes farmacéuticas, embotellamiento de agua dulce o captura de bonos de carbono. Sobre la presunta dispersión poblacional, Asmara González Rojas, de la Universidad de Guadalajara, “desestimó el argumento oficial. En Santiago el Pinar las comunidades son tan cercanas que uno puede verlas todas desde cualquier loma. Contrapuso el caso de las comunidades huicholas, esas sí lejanas y dispersas, que sin embargo jamás aceptarían ser reducidas en una ‘ciudad’.” Frente a tales escenarios, cabe señalar que una buena parte de los megaproyectos del pm han generado conflictos, en especial la construcción de carreteras y represas hidroeléctricas. Estos se han generado por la violación del derecho a la consulta previa y el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que determina la protección de “los valores y prácticas sociales, culturales, religiosos y espirituales propios” de los pueblos indígenas. Paradójicamente, mientras las obras de infraestructura eléctrica han sido declaradas de “interés público” por medio del Tratado Marco del Mercado Eléctrico Regional (mer), los megaproyectos han sido objeto de luchas y convergencias entre distintos actores sociales. La coordinación de las resistencias ha logrado conformar contra-espacios de integración (Cairo, 2007), es decir, espacios de integración que utilizan la misma base territorial que la cooperación interestatal (Mesoamérica), pero con objetivos contra-hegemónicos. Esta integración ha logrado incrementar la capacidad de resistencia y visibilidad social de los grupos que antes

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luchaban de manera (semi)aislada o desvinculada de otros movimientos similares o distintos (Preciado y Villarruel, 2007). Uno de tales contra-espacios en la región ha sido la Red Latinoamericana contra Represas y por los Ríos, sus Comunidades y el Agua (Redlar). La cual ha logrado coordinar la resistencia en la región mesoamericana desde el i Foro Mesoamericano contra las Represas realizado en Guatemala en 2002. Su continuidad ha logrado realizar en 2009 el v Encuentro en Boquete, Panamá. El objetivo general de la Redlar en la región ha sido: […] continuar el proceso de fortalecimiento del movimiento mesoamericano contra las represas, por la defensa de los ríos, el agua, sus comunidades y sus derechos humanos, compartiendo experiencias y construyendo conocimiento útil para la resistencia y la propuesta de formas productivas contextualizadas con desarrollo humano, justicia social, respeto a la vida en todas sus manifestaciones, desarrollo democrático y sustentabilidad socioambiental (Redlar, 2009).

Proyección energética La Cumbre de Combate al Cambio Climático fue el epicentro del debate sobre la energía en la región. México, que fungió como el receptor de este foro anual, empujó una “agenda verde”, con un gran sesgo empresarial y una visión estatal muy limitada. Felipe Calderón señaló que la conversión y diversificación energética depende en gran medida de los nichos de oportunidades que encuentren los empresarios y abrazó proyectos vinculados a los bioenergéticos, como fue el caso del Centro de Investigación y Tecnología en Producción de Biodiesel que forma parte del pm. Es importante tomar en cuenta que las desavenencias entre Bolivia y México, particularmente en la resolución final que exige unanimidad, son reflejo de dos formas distintas de concebir el sistema energético: por un lado, la visión panamericana que se finca en la erosión del papel rector del Estado en materia energética y por el otro lado, la visión surlatinoamericanista que apuesta por la construcción de un tejido industrial y energético propio de la región. De la misma forma, 2010 significó un ligero acercamiento entre México y Brasil en materia energética. La visita de Luis Inácio Lula Da Silva a México, ese año, incitó un debate acerca del modelo público que ha orientado el desarrollo de Pemex. Asimismo, se firmaron contratos en materia energética entre la paraestatal Pemex y Petrobras, sobre todo en esferas de investigación y apoyos complementarios a la producción. 24

Introducción. La integración regional como práctica espacial heterogénea

La posibilidad de incluir contratos de riesgos, mecanismo provisto por la ley en todos los países de América Latina, también desató interesantes discusiones en torno al futuro de Pemex. El “fantasma” de Petrobras se asentó en las intenciones y proyectos de la clase política mexicana. También cabe señalar que el año 2010 comenzó con las conversaciones para regular los yacimientos transfronterizos entre México y Estados Unidos, conocidos como la “Dona”. Para ello se estableció una comisión que diera seguimiento a los puntos del acuerdo ya que el Golfo de México sigue catalogado como una de las zonas con mayor posibilidad de extracción de petróleo para ambos países. El sector energético ha sido central no sólo en las relaciones MéxicoEstados Unidos sino parte fundamental del pm. Mediante sus megaproyectos, el pm plantea la integración física de Norteamérica-Suramérica a través de la región mesoamericana. El objetivo es explotar los mercados del sur, incluido el mercado energético, a través de Tratados de Libre Comercio firmados especialmente con Estados Unidos, donde destacan en el caso regional el tlcan y el cafta+República Dominicana. En el mismo tenor, la proyección comercial de 2010 dejó clara la intención de México por consolidar un tlc único con Centroamérica. Dimensiones para interpretar la integración regional autónoma El Anuario de Integración Latinoamericana y Caribeña, en su presente edición, cubre los acontecimientos correspondientes a 2010, analizándolos desde una perspectiva multidimensional. La aparición de nuevas dimensiones no incluidas en Anuarios anteriores complementa de manera fundamental el proceso de integración que se está llevando a cabo en esta gran región. En esta edición se analiza la dimensión económica de la integración a partir del estudio del conjunto de la región, en el trabajo: “La integración latinoamericana y caribeña en 2010” de Jaime Eduardo Estay Reyno Reino, coordinador de esta dimensión, el cual da el contexto general para analizar cada uno de los esquemas de integración, presentando el comportamiento de los principales indicadores macroeconómicos. La gradual recuperación de los países latinoamericanos y caribeños ante la crisis a través de diversas estrategias regionales autónomas, así como la constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe-

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ños (celac) concentran la atención de los estudios presentados en esta dimensión. Los bloques suramericanos son explorados en dos textos. En el primero: “Mercosur 2010: ¿relanzamiento o postergación de los compromisos?” de Lourdes María Regueiro Bello, se expone el contexto general del mecanismo de integración frente al escenario de crisis internacional, los avances en la agenda de relaciones extra-regionales y los nuevos desafíos que enfrenta a nivel interno, para lo cual el Programa de Consolidación Aduanera constituye el referente de un potencial relanzamiento del bloque subregional. El segundo texto: “La Comunidad Andina en 2010: tensiones, avances y contradicciones” de Carlos Otto Vázquez, expone las causas del comportamiento positivo, si bien a niveles bajos, del pib regional ante la crisis internacional y la relevancia de la convergencia macroeconómica de los miembros de la Comunidad Andina (can), para la re-articulación del bloque para finales de la década. Por su parte, el estado de la integración centroamericana y caribeña es revisado en dos textos. En el primero: “El Mercado Común Centroamericano en 2010: la lenta recuperación” de Cruz Álvarez Padilla, la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea es el eje central del análisis. En el segundo: “Caricom: iniciativas políticas e interrelación económica en el marco de un nuevo regionalismo latinoamericano” de Laneydi Martínez Alfonso, se decodifican nuevos elementos del regionalismo “post-neoliberal” expresados en esta comunidad, para lo cual se analizan los recientes cambios en términos de integración económica ligados al fortalecimiento del Estado, a la cooperación en espacios regionales y a una agenda social más proactiva. La dimensión política de la integración es tratada por un grupo de trabajos que coordina Alberto Rocha Valencia, quien introduce lo que será el tópico por excelencia en los estudios sobre integración política en 2010: la Celac. El encuadre centroamericano es abordado en dos trabajos: “El espíritu de la integración centroamericana en 2010” de Daniel Villafuerte, y “¿50 años no son suficientes? Centroamérica se integra a los mecanismos de dominación” de Ximena Isabel de la Barra Mac Donald, en los cuales el lector puede notar cómo la seguridad es el eje principal de la integración, considerando el peso particular de la Iniciativa Regional de Seguridad para América Central (carsi, por sus siglas en inglés), y subrayando el papel de las organizaciones sociales como contrapeso en la toma de decisiones de los gobernantes, un escenario de difícil convergencia política en la región. 26

Introducción. La integración regional como práctica espacial heterogénea

Por otro lado, en el texto titulado “¿Impasse de la integración suramericana en 2010?” de Daniel Efrén Morales, se exploran los principales obstáculos y logros para la Unasur durante el año 2010. El estudio de caso “Colombia en la región y la nueva política exterior” de Roberto González Arana y Sharon Ahcar Cabarcas, muestra la nueva agenda de la política exterior colombiana a partir de la era Santos (a mediados de 2010), que se ha planteado un nuevo liderazgo regional a través del afianzamiento multilateral de sus vínculos con América Latina y el Caribe — entre las que destaca el reestablecimiento de las relaciones diplomáticas con Venezuela y Ecuador—. El regionalismo híbrido, como nueva forma de integración es tangible en “El arco del Pacífico latinoamericano como un espacio de vinculación abierto entre Latinoamérica y Asia-Pacífico” de Elizabeth Vargas. A manera de cierre de esta dimensión, Gary F. Prevost en “Los Estados Unidos y Latinoamérica en 2010” nos ofrece una visión general de la relación política y su desgaste entre eu y Latinoamérica, argumentando que el papel jugado por la potencia en el terremoto de Haití y en el golpe de Estado en Honduras fue fundamental para la creación de la Celac. Carlos Oliva Campos coordina la dimensión que relaciona las políticas exteriores y el proceso de integración latinoamericano, en su texto, “América Latina 2010, las nuevas variables para las contraposiciones ideo-políticas en la región”, destacan cinco variables determinantes en el comportamiento de la política exterior latinoamericana en 2010. A saber: el debate entre la real dimensión de la cooperación militar interamericana; la total exposición-contraposición de dos modelos de cooperación ideológicamente confrontacionales; el fortalecimiento del multilateralismo latinoamericano; la evolución de procesos contra-hegemónicos en países del hemisferio; y el eventual proceso de recuperación de espacios perdidos por la derecha en la región. Cinco estudios de caso se presentan en esta dimensión: Estados Unidos, México, Venezuela, Brasil y Argentina. En lo que corresponde a la subregión suramericana, Luiza Rodrigues Mateo nos ofrece, en “A política externa brasileira em 2010: integração regional e o fim do governo Lula”, una reflexión general sobre el proyecto de política internacional que predominó en Brasil de 2003 a 2010 durante el gobierno de Luis Inacio Lula da Silva, así como un análisis del rol desenvuelto por este país en los mecanismos de integración Mercosur, Unasur e celac. Rafael Duarte Villa, en “Venezuela y la integración latinoamericanacaribeña en 2010: balance de un año de una agenda activa”, expone la 27

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centralidad de la integración en la política exterior del país caribeño a través de su específico desenvolvimiento a través de la Alba, Mercosur, Unasur y sus relaciones bilaterales con Brasil y Colombia. Como evidencia el título, en “La política exterior Argentina en 2010 y su fuerte apuesta por la región”, Sandra Colombo sostiene que la política exterior de alto perfil que ejerció Argentina en 2010 se basa en un modelo de desarrollo que busca sumar valor agregado y distribuir riqueza utilizando como plataforma política y económica para el mundo, la región suramericana. La región norteamericana es analizada en dos trabajos: “2010: hablar bien de México”, de Jorge Antonio Hernández, y “Dos años de Barack Obama: las políticas del Departamento de Estado para América Latina en perspectiva comparada con Bush”, de Luis Fernando Ayerbe. El primero, a través de la exposición de algunas políticas ejercidas, percepciones negativas generadas y acciones que generan una imagen positiva, argumenta que el intento por parte del Estado mexicano de posicionarse como líder en América Latina fue una estrategia fallida. Ayerbe selecciona siete países que representan, por una parte, la nueva izquierda (Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador y Venezuela), y por otra, el campo conservador (Colombia); además del caso de Cuba, con el cual explica los cambios y continuidades en la política exterior norteamericana durante los gobiernos de Bush y de Obama. Latinoamérica se distingue, entre muchas otras cosas, por su complejo sistema de símbolos identitarios que la sociedad y los sistemas de poder político han creado, modificado o preservado. Es por eso que la dimensión cultural de la integración no podía ser dejada de lado. En esta entrega, coordinada por Ignacio Medina Núñez, se exponen algunas pinceladas de lo que fue 2010 en términos culturales. En su artículo titulado “Literatura latinoamericana contra la dominación colonial”, Medina bosqueja la persona y escritura de Mario Vargas Llosa, en especial a su última novela: El sueño del celta. La denuncia contra el colonialismo en un periodo poscolonial expuesta por Vargas Llosa en esta novela, se puede ver reflejada explícitamente en “Las luchas comunitarias contra el colonialismo turístico: el caso de los garífunas” de Nicolás Rey, en el cual el autor presenta la forma en que esta cultura de resistencia se ha organizado para reivindicar sus derechos territoriales y culturales ante el avasallamiento de los proyectos entreguistas vinculados al neo-desarrollo. La última colaboración perteneciente a esta dimensión corre por cuenta de Ramón Gómez Zamudio, quien en “Olvidados por la guerra. 28

Introducción. La integración regional como práctica espacial heterogénea

Vueltos a la guerra: infancia en territorio mexicano”, nos presenta las causas por las cuales los migrantes centroamericanos se aventuran a transitar por la pesadilla mexicana en busca del sueño americano, así como los efectos que sufren niños y mujeres, principalmente, en este exilio forzado. Por su parte, la dimensión geopolítica de la integración corre a cargo de Heriberto Cairo Carou, quien junto con María Almudena Cabezas González Gonzales introducen la temática con el artículo “América Latina y el mundo en 2010”, describiendo la relación de América Latina con Europa y los bric, enfatizando sobre el impacto de la Cumbre Iberoamericana de Mar de Plata y los Bicentenarios de las Independencias. El reciente abandono del paradigma del progreso y del desarrollo por parte de los movimientos sociales, y su paralelo traslado hacia temas relacionados con la territorialidad en todas sus dimensiones (materiales y simbólicas) es estudiado en “Abriendo el círculo, cerrando un ciclo de protesta. Geografía de los movimientos sociales en busca de la resignificación (2000-2010)”, de María Almudena Cabezas González. La situación energética regional es abordada por Pablo Alejandro Uc González en “A una década de sueños e insomnios en la integración energética latinoamericana. Retrospectiva 2010”, un estudio que hace un balance sobre las expectativas logradas y postergadas en materia de integración energética, enfrentada a un escenario de nacionalismos energéticos, débiles iniciativas de cooperación integral, insuficiente innovación para la creación de una nueva matriz energética alternativa, y dominado por proyectos desarrollistas. Por último, los altos niveles de violencia e inseguridad y su consolidación como la principal preocupación de la ciudadanía latinoamericana, han llevado a Jerónimo Ríos Sierra y Heriberto Cairo Carou, en “Geopolítica de la violencia en América Latina en 2010”, a revisar los factores que condicionan la violencia (estatal o social) y a mostrar sus expresiones dominantes. En la dimensión de ciencia y tecnología, coordinada por Germán Sánchez Daza, Álvaro Pedroza y Juan Mejía, en su artículo: “La tecnología y la innovación: variables aportantes a la productividad y al crecimiento económico”, plantean la importancia de la innovación y la tecnología (conocimiento aplicado), frente a las impostergables demandas de desarrollo sostenido y justicia social, considerando la productividad y desarrollo económico en términos de las empresas (sector productivo), las políticas (gobierno) y generación de conocimiento (universidades y centros de investigación). Por su parte, Fernando Piñero y Romina Loray hacen una 29

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revisión crítica del informe de la Red Iberoamericana de Ciencia y Tecnología (ricyt) 2010, concentrándose en el ámbito de los alimentos, en un análisis titulado “Producción de conocimiento y desarrollo tecnológico en Iberoamérica. Una lectura crítica a partir del informe de la ricyt 2010 sobre alimentos”. El estudio de la ciencia y tecnología implican una dimensión de la integración que esboza la relevancia de pensar la idea de tecnología social para el futuro regional. Perteneciente a la dimensión turística de la integración, Alfredo Argentino César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne nos presentan, en “Fronteras y geopolítica. Turismo y comercio transfronterizo en el Mercosur”, algunas de las características que poseen las principales fronteras compartidas con el corazón geopolítico del Mercosur: Paraguay. Se presta particular atención a las amenazas y oportunidades que ofrecen las grandes reservas de gas, petróleo y la mayor biodiversidad del planeta. Insertos en un sistema que evidencia el desarrollo de las sociedades mediante la suma de capacidades y recursos regionales, la dimensión educativa de la integración constituye una prioridad estratégica; y en este anuario es abordada por un grupo de trabajo que coordina Manuel Moreno Castañeda, el cual analiza, en su texto introductorio “Rumbos de la educación superior a distancia en Latinoamérica”, las tendencias, a partir de sus orígenes y modelos, de este tipo de educación en la región antes mencionada, prestando particular atención a las influencias de las instituciones internacionales y el desarrollo de tecnologías de la información y comunicación. Por su parte, Jorge Abel Rosales Saldaña, en su artículo: “Convergencia educativa en Centroamérica, prioridad estratégica para el desarrollo”, da cuenta de los grandes rezagos educativos y de las reformas emprendidas para lograr sistemas más organizados y eficientes que respondan a las demandas que impone la globalización y la dinamización de las cadenas productivas globales; a la vez que valora los alcances y resultados del conjunto de convenios de cooperación educativa que han creado los gobiernos centroamericanos entre sí, y los proyectos negociados con los organismos multilaterales. Patricia Guadalupe Sandoval Martínez concluye el análisis de esta dimensión con “Perspectivas de los programas educativos en la integración del Mercado Común del Sur y de la Comunidad Andina de Naciones”, presentando y comparando los principales programas educativos en los países que integran estas comunidades; señalando su historia, evolución y relación con algunas variables

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Introducción. La integración regional como práctica espacial heterogénea

económicas, sociológicas y políticas que influyen en los principales indicadores de organismos internacionales. Finalmente, la dimensión ecológica, coordinada por Mario López R., e integrada por Carmen Díaz Alba, Heliodoro Ochoa García, Erika Jiménez Rodríguez, Javier Bogantes y José Esteban Castro, plantea el estudio de “La agenda ambiental de los sistemas de integración: una mirada desde la ecología política”. Para ello, los autores revisan la agenda ecológico-política global desde el horizonte temporal de la primera década del siglo xxi, revisando la despolitización y democracia de la agenda ambiental y su orientación en cada uno de los principales mecanismos de integración regional. Desde una visión ecopolítica, señalan los autores: “se comprueba que las agendas ambientales de los sistemas de integración, no incluyen a la diversidad de actores que se están viendo afectados por la degradación ambiental, debido a la escasa lógica de representación, democratización y politización con la que operan”. Bibliografía Buzan, Barry, Waever, Ole y de Wilde, Jaap (1997). Security: A New Framework for Analysis. Lynne Rinner Publisher Inc. Cairo Carou, Heriberto (2007). La definición de Mesoamérica: de las investigaciones académicas a la geopolítica de los estados y la contrageografía de las redes y movimientos sociales. En Cairo, H., Preciado, J. y Rocha, A. (2007). La construcción de una región: México y la geopolítica del Plan Puebla-Panamá. Madrid: Catarata. Carlsen, Laura (2012). Las mujeres frente de los movimientos contra la militarización. En Desinformémonos, núm. 63, octubre. Recuperado de: http:// desinformemonos.org/2010/10/las-mujeres-al-frente-de-los-movimientoscontra-la-militarizacion/ cepal (2010). La hora de la desigualdad: Brechas por cerrar, caminos por abrir. Trigésimo tercer periodo de sesiones de la cepal. Mayo-junio. Brasilia, Brasil. Declaración Conjunta sobre Cooperación Bilateral contra la Delincuencia Organizada Transnacional (2010). Segunda Reunión del Grupo de Alto Nivel, 23 de marzo, México, df. Estrategia de Seguridad de Centroamérica (2011). Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica, Guatemala, 23 de junio. Informe Ejecutivo del Proyecto Mesoamérica 2010-2011 (2011). xiii Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla. Mérida, Yucatán, México. 31

Jaime Antonio Preciado Coronado

Preciado, Jaime y Villarruel, Aarón (2007). Estados Unidos, México y Centroamérica: Hegemonía Mundial, Resistencias y Visibilidad Social. En Cairo, H., Preciado, J. Y Rocha, A. (2007), La construcción de una región: México y la geopolítica del Plan Puebla-Panamá. Catarata, Madrid. Proyecto de Armonización Legislativa (2010) Secretaría General de la Comjib a la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (aecid) Fondo Españasica. Madrid. Seal of the President of United States (2010) National Drug Control Strategy. Zunino, Mariela (2010), Integración para el despojo: el Proyecto Mesoamérica, o la nueva escalada de apropiación del territorio. Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria (ciepac). Recuperado de: http://www.ciepac.org/boletines/chiapasaldia.php?id=584#

Páginas oficiales Banco Interamericano de Desarrollo: www.iadb.org/es/banco-interamericanode-desarrollo,2837.html. Departamento de Estado de Estados Unidos, 2010, Iniciativa Regional para América Central (carsi): http://www.state.gov/documents/organization/179055.pdf., http://www.state.gov/p/wha/rt/carsi/index.htm. Foro Mesoamericano de los Pueblos: http://foromesoamericano.codigosur.net. Iniciativa Salud Mesoamérica 2015: http://www.sm2015.org. Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas, 2010, Estrategia Nacional de Control de Drogas, http://www.whitehouse.gov/sites/default/ files/ondcp/policy-and-research/spanishexsummay62010.pdf. Proyecto Mesoamérica: www.proyectomesoamerica.org/. Redlar, la Red Latinoamericana contra represas y por los ríos, sus comunidades y el agua: http://www.redlar.org/. Redlar (2009) www.redlar.org/Medios/download/fileid/105.

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Dimensión económica

La integración latinoamericana y caribeña en 2010

Jaime Eduardo Estay Reyno El escenario mundial e internacional En el año 2010, el escenario económico mundial siguió estando ubicado en el interior de la crisis que estalló en 2008, si bien se dio una atenuación del deterioro extremo que estuvo presente en 2008 y parte de 2009, lo cual definió un escenario global en el cual, según veremos, América Latina y el Caribe se mantuvieron relativamente a salvo de los impactos más severos del deterioro mundial. Lo ocurrido con el comportamiento de la actividad económica de los países desarrollados durante 2010 puede ser visto en el siguiente gráfico. Allí se observa que en los cuatro trimestres de ese año los países del G-20 mantuvieron tasas de incremento de la producción positivas, si bien bajas, las cuales fluctuaron entre 1% y 1.5%, aunque tanto para Japón como para la Unión Europea dichas tasas fueron cayendo conforme se acercaba el fin del año, de tal modo que para el cuarto trimestre el crecimiento del pib en Japón fue 0% y en la Unión Europea fue de apenas 0.2%. Ese comportamiento de la producción global en los países desarrollados, se acompañó en 2010 de una relativa recuperación en sus principales índices bursátiles. Según se ve en el gráfico 2, durante ese año cayeron entre abril y mayo el índice Dow Jones y el Financial Time, recuperándose en los meses siguientes para llegar al final del año a un nivel levemente superior al de enero, en tanto que el índice Nikkei cayó desde abril hasta julio, de tal modo que al fin del año tuvo un nivel semejante al de enero.

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desarrollados durante 2010, puede ser visto en el siguiente Gráfico. Allí se observa, que en los cuatro trimestres de ese año los países del G-20 mantuvieron tasas de incremento de la producción positivas, si bien bajas, las cuales fluctuaron entre 1 y 1.5 por ciento, aunque tanto para Japón como para la Unión dichas tasas fueron cayendo conforme se JaimeEuropea Eduardo Estay Reyno acercaba el fin del año, de tal modo que para el cuarto trimestre el crecimiento del PIB en Japón fue cero y en la Unión Europea fue de apenas1 0.2 por ciento. Gráfico Comportamiento del pib de algunos países

Gráfico 1. Comportamiento del PIB de algunos países Tasas trimestrales de crecimiento, respecto del trimestre anterior

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G20

EE.UU.

Japón

Unión Europea (27 países)

Fuente: Base de la OCDE levemente Fuente: superior aldedeDatos de enero, tanto que el Índice Nikkei cayó desde abril hasta julio, base datos de la en ocde . de tal modo que al fin del año tuvo un nivel semejante al de enero. Gráfico global 2 Ese comportamiento de la producción en los países desarrollados, se Gráfico 2.recuperación Comportamiento desus bolsas valores índices bursátiles. Según Comportamiento deen bolsas dedevalores acompañó en 2010 de una relativa principales 160 se ve en el Gráfico 2, durante ese año cayeron entre abril y mayo el Índice Dow Jones y el Financial Time, 140 recuperándose en los meses siguientes para llegar al final del año a un nivel 120

100 2 Profesor-investigador del Centro de Estudios del Desarrollo Económico y Social de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla y coordinador en dicha Facultad del Doctorado en 80 Economía Política del Desarrollo; coordinador de la Red de Estudios de la Economía Mundial (REDEM, http://www.redem.buap.mx). 60

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Financial Times

Nikkei

Dow Jones

Fuente: base de datos de la ocde. Fuente: Base de Datos de la OCDE

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También para los países desarrollados, en 2010 lo antes dicho se acompañó con la permanencia de graves problemas, tanto respecto al desempleo, como en relación con las finanzas públicas. En lo que respectas al desempleo, durante ese año se mantuvieron las altas ya presentes desde el año anterior (véase Gráfico 3), lo que ha implicado la

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0

La integración latinoamericana y caribeña en 2010 Financial Times

Nikkei

Dow Jones

También para los países desarrollados, en 2010 lo antes dicho se Fuente: Base de Datos de la OCDE acompañó con la permanencia de graves problemas, tanto respecto al desempleo, en relación con las finanzas lo tocante al También para como los países desarrollados, en 2010públicas. lo antesEn dicho se acompañó con la desempleo, durante ese año se mantuvieron las altas ya presentes desde permanencia de graves problemas, tanto respecto al desempleo, como en relación con las el año anterior gráfico 3), que ha implicado permanencia de finanzas públicas. En lo (véase que respectas allodesempleo, durantelaese año se mantuvieron las niveles superiores a 10% de desempleo, en la zona euro; a lo que habría altas ya presentes desde el año anterior (véase Gráfico 3), lo que ha implicado la que agregar que, dentro de ésta zona, España ha alcanzado tasas supepermanencia de niveles superiores al 10 por ciento de desempleo, en la Zona Euro, a lo que riores a 20%.

habría que agregar que dentro de ésta Zona España ha alcanzado tasas superiores al 20 por ciento. Gráfico 3 Tasas de desempleo

Gráfico 3. Tasas de desempleo 12

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Unión Europea (27 países)

.

Euro Área (17 países

EE.UU.

Japón

Fuente: Base de Datos de la OCDE

Fuente: base de datos de la ocde.

En lo que respecta a las finanzas públicas, en el siguiente Cuadro se presentan para las economías lasaeconomías lossiguiente países decuadro bajo ingreso, En loavanzadas, que respecta las finanzasemergentes públicas, eny el se pre- los sentan —para las economías avanzadas, las emergentes y los países de bajo ingreso— los niveles del saldo fiscal y de la deuda del gobierno, 22para el periodo 2008 a 2010. ambas variables como porcentaje del pib En dicho cuadro se observa la gran diferencia que en el comportamiento de esas variables existe entre las economías avanzadas y los restantes países. Así, para 2010 los niveles tanto de déficit fiscal como de deuda gubernamental son de más del doble en dichas economías, en comparación con los otros dos grupos de países, lo cual ya ha implicado para Europa la creación, entre mayo y junio de 2010, del Fondo Euro37

Jaime Eduardo Estay Reyno

Cuadro 1 Indicadores fiscales 2008-2010 (porcentaje del pib) Saldo fiscal general

2008

2009

2010

Economías avanzadas Economías emergentes Países de bajo ingreso Deuda bruta del gobierno general Economías avanzadas Economías emergentes Países de bajo ingreso

-3.5 0.2 -1   81.6 33.3 40.8

-8.8 -4.5 -4   95.6 35.4 42.5

-7.6 -3.3 -2.7   101.5 40.1 40.2

Fuente: fmi (2012).

peo de Estabilidad Financiera (feef) y del Mecanismo Europeo de Estabilización Financiera (mede), para apoyar a países de la zona euro con dificultades para pagar la deuda pública, con base en los cuales el 28 de noviembre de 2010 se aprobó un plan de rescate para Irlanda por 85,000 millones de euros, que se sumó a un plan de rescate para Grecia por 110,000 millones de euros que fue aprobado el 2 de mayo del mismo año —esto es, unos días antes de la creación del feef y el mede y que fue precisamente el que empujó a la creación de dichos mecanismos. Paralelamente a esas tendencias, y a los problemas en el empleo y las finanzas públicas presentes sobre todo en los países desarrollados, durante 2010 el comercio internacional tuvo en general tasas positivas de crecimiento, pero claramente bajas y fluctuantes. Según se ve en el gráfico 4, las exportaciones mundiales tuvieron una disminución absoluta en el primer trimestre del año, luego de lo cual se recuperaron para crecer muy lentamente durante el segundo semestre. Ese comportamiento de las exportaciones se acompañó del movimiento de precios del comercio internacional que se observa en el gráfico 5. Allí se ve que para todos los grupos de productos se dio una caída de precios en los primeros cuatro meses de 2010, y que en el resto del año los precios de las manufacturas se recuperaron levemente, en tanto que para los demás grupos ocurrieron incrementos importantes, de tal manera que entre mayo y diciembre de ese año el precio de la energía creció 7%, el de los minerales y metales creció 15% y el de los productos agropecuarios 33%.

38

La integración latinoamericana y caribeña en 2010

Gráfico 4 Comportamiento trimestral de las exportaciones Gráfico 4. Comportamiento trimestral de las exportaciones (tasas de crecimiento respecto del periodo previo) (tasas de crecimiento respecto del periodo previo) 20 15 10

5 0 -5 -10 -15 -20 -25 -30 Mundo

P. en Desarrollo

Ec. En Transición

P. Desarrollados

Fuente:unctadstat UNCTADSTAT Fuente: .

En el mismo gráfico se puede ver que comportamiento diferen- de precios Ese comportamiento de las5exportaciones, se ese acompañó del movimiento ciado de los precios de las manufacturas respecto de los productos pri- todos los del comercio internacional que se observa en el Gráfico 5. Allí se ve que para marios, ocurrido entrecaída mayodey precios diciembre en realidad estado grupos de productos se dio una en de los2010, primeros 4 meseshade 2010, y que en presente desde hace ya tiempo, habiéndose constituido en un rasgo de la que para el resto del año los precios de las manufacturas se recuperaron levemente, en tanto mayor importancia en la economía internacional, con efectos de distinlos demás grupos ocurrieron incrementos importantes, de tal manera que entre mayo y to tipo, algunos de losdecuales destacaremos más adelante para diciembre de ese año el precio la energía creció un 7 por ciento, el América de los minerales y Latina. metales creció un 15 por ciento y el de los productos agropecuarios un 33 por ciento.

Según se observa en el gráfico, tanto los precios de la energía como los de minerales y metales comenzaron subir rápidamente desde 2003, En el mismo Gráfico 5, se puede ver quea ese comportamiento diferenciado de los alcanzando sus mayores niveles a mediados de 2008, a tal punto que para precios de las manufacturas respecto de los productos primarios, ocurrido entre mayo y entonces el precio de la energía se había elevado en más de cuatro diciembre ese de 2010, en realidad ha estado presente desde hace ya tiempo, habiéndose veces respecto de 2002 y el de los minerales en más de tres veces y media. constituido en un rasgo de la mayor importancia en la economía internacional, con efectos Desde 2005, a ello se agregaron incrementos también importantes en el de distinto precio tipo y algunos de los cuales destacaremos más adelante para América Latina. de los productos agropecuarios, los cuales para mediados de 2008 ya eran alrededorendeleldoble respecto nivel de enero provoSegún se observa Gráfico, tantodellos precios de de la 2005, energía como los de cando un impacto muy importante en la canasta básica de alimentos en minerales y metales comenzaron a subir rápidamente desde 2003, alcanzando sus mayores muchos países y, con ello, al sumarse situaciones de sequía extrema en alniveles a mediados de 2008, a tal punto que para ese entonces el precio de la energía se gunas regiones del mundo se han generado crisis alimentarias que ha alhabía elevado en más de cuatro veces respecto de 2002 y el de los minerales en más de tres canzado niveles alarmantes, por ejemplo en países del cuerno de África.

veces y media. Desde 2005, a ello se agregaron incrementos también importantes en el precio de los productos agropecuarios, los cuales para mediados de 2008 ya eran alrededor 39 del doble respecto del nivel de enero de 2005, provocando un impacto muy importante en la canasta básica de alimentos en muchos países y, con ello, al sumarse situaciones de sequía extrema en algunas regiones del mundo se han generado crisis alimentarias que ha

Jaime Eduardo Estay Reyno

En tal sentido, del gráfico se desprende que, luego de la caída generalizada de los precios tanto de las manufacturas como de los productos primarios entre el segundo semestre de 2008 y los primeros meses de 2009 —todo ello, desde luego, como parte de los peores momentos del inicio la crisis mundial—, éstos últimos han recuperado su tendencia al alza, si bien con fluctuaciones a la baja como la de enero-mayo de 2010. Gráfico 5 Comportamiento de precios en el comercio internacional Gráfico 5. Comportamiento de precios en el comercio internacional 450

400

350

Índicé 2000 = 100

300

250

Manufacturas Energía Minerales y Metales

200

Productos agropecuarios 150

100

50

Fuente: Database World trade monitor, October 2011, CPB Netherlands Bureau for Economic Policy Analysis y Base de Datos de la CEPAL.

Fuente: Database World Trade Monitor, octubre 2011.

cpb

Netherlands Bureau for

Ese comportamiento diferenciado losdeprecios Economic Policy Analysis y base dede datos la cepal.en el comercio internacional, y en particular el estancamiento de ellos para el caso de las manufacturas, se ha acompañado de cambios importantes en la participación dede loslospaíses desarrollados y internaatrasado en dicho Ese comportamiento diferenciado precios en el comercio cional,los y en particular el estancamiento de ellos para el caso de las manucomercio, hacia cuales interesa llamar la atención. facturas, se ha acompañado de cambios importantes en la participación

En tal sentido, que interesa ydestacar del Gráfico él, se observa de los paíseslodesarrollados atrasadoseendesprende dicho comercio, hacia 6. los En cuales que desde 1995 ha llamar habidolauna tendencia prácticamente ininterrumpida a la disminución de interesa atención. la participaciónEn detal lossentido, países desarrollados las exportaciones mundiales, a tal lo que interesaendestacar se desprende del gráfico 6. punto que En él se observa queese desde ha 70 habido tendencia prácticamente dicha participación, que para año1995 era de por una ciento, para 2010 se ha reducido a 54 a la disminución países desapor ciento, ininterrumpida con el consiguiente incrementode enlalaparticipación participacióndedeloslos países atrasados en dichas exportaciones mundiales. 40

80

70

Gráfico 6. Composición por exportadores de las exportaciones mundiales

Ese comportamiento diferenciado de los precios en el comercio internacional, y en particular el estancamiento de ellos para el caso de las manufacturas, se ha acompañado de cambios importantes en la participación de los países desarrollados y atrasado en dicho La integración latinoamericana y caribeña en 2010 comercio, hacia los cuales interesa llamar la atención. En tal sentido,enlolas que interesa destacar se desprende delque Gráfico En él, se observa rrollados exportaciones mundiales, a tal punto dicha6. participaque desde 1995 unaaño tendencia prácticamente ininterrumpida la disminución de ción, ha quehabido para ese era de 70%, para 2010 se ha reducido aa54%, con la participación de los países desarrollados en las exportaciones mundiales, a tal el consiguiente incremento en la participación de los países atrasados enpunto que dichas exportaciones dicha participación, que para esemundiales. año era de 70 por ciento, para 2010 se ha reducido a 54 por ciento, con el consiguiente incremento en la participación de los países atrasados en Gráfico 6 dichas exportaciones mundiales. Composición por exportadores de las exportaciones mundiales

80

Gráfico 6. Composición por exportadores de las exportaciones mundiales

70

Porcentaje de las exportaciones totales

60

50

Países Desarrollados

40

Países Atrasados sin China China 30

Economías en Transición

20

10

0 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Fuente: Base de datos de la UNCTAD

Fuente: base de datos de la unctad.

Respecto a ese incremento de la participación de los países atrasados, 25 si bien éste se ha dado para los tres grupos en que dichos países se han separado en el gráfico, se observa que el mayor aumento corresponde a China, cuya participación en las exportaciones mundiales se ha multiplicado por más de tres, pasando de 3% en 1995 a más de 10% en 2010, en tanto que la participación de los “países atrasados sin China” ha pasado en ese mismo lapso de 25% a 32%, y la de las economías en transición de 2.3% a 3.9%. Esos cambios de participación en las exportaciones totales, que en definitiva son expresión de una pérdida de peso de los países desarrollados en la economía mundial —la cual en los años recientes se está viendo acentuada como resultado de la propia crisis—, en el ámbito del comer41

ha dado para los tres grupos en que dichos países se han separado en el Gráfico, allí se observa que el mayor aumento corresponde a China, cuya participación en las exportaciones mundiales se ha multiplicado por más de tres, pasando de 3 por ciento en 1995 a más de 10 por ciento en 2010, en tanto que la participación de los “Países Atrasados sin China” ha pasado en ese mismo lapso de 25 por ciento a 32 por ciento, y la de las Jaime Eduardo Estay Reyno economías en transición de 2.3 por ciento a 3.9 por ciento. cio internacional se expresan no sólo respecto de los países que exportan, Esos cambios de participación en las exportaciones totales, que en definitiva son sino también en relación a los países que compran dichas exportaciones. expresión de una pérdida de peso de los países desarrollados en la economía mundial –la En tal sentido, en el siguiente gráfico se observa que, al considerar en cual en los años recientes se está viendo acentuada como resultado de la propia crisis– en el los flujos comerciales de bienes tanto el origen como el destino de ellos, ámbito del comercio internacional se expresan no sólo respecto de los países que exportan, distinguiendo a los países del norte de los del sur —esto es, a los países sino también en relación a los países que compran dichas exportaciones. desarrollados de los atrasados—, los flujos entre países desarrollados hanelpasado de Gráfico, ser 52% del total enque, 1995al—que llegó aen54% En(norte-norte) tal sentido, en siguiente se observa considerar los flujos en 1998–, a 37% en 2010, disminuyendo por tanto su participación 15 países comerciales de bienes tanto el origen como el destino de ellos, distinguiendo en a los porcentuales 16 años, a lo que sedeagrega para eselos mismo del norte puntos de los del sur –esto es,ena esos los países desarrollados los atrasados– flujos entre periodo una(norte-norte) pequeña disminución, de ser un un punto porcentual participapaíses desarrollados han pasado de 52 por ciento deldetotal en 1995 –que ción deciento los flujos tienen países y como destino a llegó a 54 por en que 1998–, a 37como por origen ciento aenesos 2010, disminuyendo por tanto su los países (norte-sur). participación en 15 atrasados puntos porcentuales en esos 16 años, a lo que se agrega para ese mismo Por el contrario, paradeel1mismo lapso 1995-2010 los flujos de sur-norte periodo una pequeña disminución, punto porcentual de participación, los flujos que hanorigen incrementado su participación ena cuatro puntos porcentuales y, lo tienen como a esos países y como destino los países atrasados (norte-sur). más notorio, la participación de los flujos entre países atrasados (surPor para el enmismo lapso—10 1995-2010 los flujos sur-norte han sur)elsecontrario, ha incrementado 12 puntos de los cuales corresponden incrementado su participación en 4desde puntoselporcentuales lo más notorio, participación a incrementos ocurridos año 2000 en y, adelante—, con lolacual su de los flujos entre países atrasados (sur-sur) se ha incrementado en 12 puntos participación en el total del comercio internacional ha pasado de 13%–10 en de los cuales corresponden incrementos ocurridos desde el año 2000 en adelante–, con lo cual su 1995 a 25%aen 2010. participación en el total del comercio internacional ha pasado de 13 por ciento en 1995 a 25 por ciento en 2010. Gráfico 7 Dirección de los flujos de exportaciones Gráfico 7. Dirección de los flujos de exportaciones

100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% 1995

1996

1997

1998

1999

2000 2001 2002 Norte-Norte Norte-Sur

2003

2004 Sur-Norte

Fuente: Base de datos de la UNCTAD

Fuente: base de datos de la unctad.

42

26

2005 2006 Sur-Sur

2007

2008

2009

2010

La integración latinoamericana y caribeña en 2010

Para cerrar esta breve revisión del panorama mundial e internacional, interesa destacar que en el ámbito de los flujos de inversión extranjera directa también han venido ocurriendo cambios en una dirección semejante a los del comercio internacional recién mencionados. Al respecto, el hecho inicial a mencionar, y del cual dio cuenta el Informe sobre Para cerrar esta breve revisión panorama mundialviii e ),internacional, interesa unctad (2011: es que en 2010 las inversiones en el mundo 2011 del de la destacar queprimera en el ámbito flujos de Inversión Extranjera también han venido “por vez, de laslos economías en desarrollo y en Directa transición atrajeron ocurriendo cambios en launa dirección los del comercio internacional recién en total más de mitad de lassemejante corrientesa mundiales de ied”. mencionados. Al respecto, el hecho inicial a mencionar, y del cual dio cuenta 1970el Informe Dicha situación puede ser vista en el gráfico 7: para el periodo sobre 2010 las inversiones en el mundo 2011 de la UNCTAD [2011: VIII], es que en 2010 “Por se presenta, en el eje derecho, el comportamiento de las corrientes primera vez, las economías en desarrollo y en transición atrajeron en total más de la mitad totales de ingreso de ied, y en el eje izquierdo la composición de esas code las corrientes mundiales de IED”. rrientes. En lo que respecta a los montos totales, lo destacable es que luego del crecimiento que éstos tuvieron fuertemente Dicha situación puede ser vista en el desde Gráfico2003, 7, endisminuyeron el cual para el periodo 1970-2010 se presenta en ely eje derecho el comportamiento de las corrientes totales de ingreso de IED, en 2008 2009, recuperándose parcialmente en 2010, de tal modo que en y en eleste eje último izquierdo de inferior esas corrientes. En loEn que a los montos añolasucomposición nivel es 37% al de 2007. lo respecta que se refiere a totales,la lo destacable de es esas que corrientes luego del totales, crecimiento estossetuvieron composición en elque gráfico observadesde que al2003, disminuyeron en poco 2008 más y 2009, recuperándose parcialmente en 2010, comode tal inicio defuertemente ese periodo de 70% de los flujos de ied tenían modo destino que en este último año su nivel es un 37 por ciento inferior al de 2007. En que se los países desarrollados y cerca de 30% a los países atrasados,loen refieretanto a la composición de esas corrientes totales, en el Gráfico se observa que al inicio que para 2010 la distribución es de 48% y 46% respectivamente, con de ese periodo poco más del 70 por ciento de los flujos de IED tenían como destino a los el restante 6% dirigiéndose a las “economías en transición”. países desarrollados y cerca del 30 por ciento a los países atrasados, en tanto que para 2010 la distribución es de 48 por ciento y 46 por ciento respectivamente, con el restante 6 por Gráfico 8 ciento dirigiéndose a las “economías en transición”. Monto total y composición de los ingresos Gráfico 8. Monto total yextranjera composición de los ingresos de inversión directa de Inversión Extranjera Directa

2000

90

1800

80

1600

70

1400

60

1200

50

1000

40

800

30

600

20

400

10

200

0

Miles de millones de dólares

Porcentajes del total mundial

100

0 Ingresos Totales (eje derecho)

Países Desarrollados

Países Atrasados

Economías en Transición

datos de la UNCTAD Fuente: Fuente: baseBase dede datos de la unctad.

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La situación de América Latina y el Caribe, y de sus procesos de integración Según ya se dijo, durante 2010 las economías latinoamericanas y caribeñas tuvieron un

Jaime Eduardo Estay Reyno

La situación de América Latina y el Caribe, y de sus procesos de integración Según ya se dijo, durante 2010 las economías latinoamericanas y caribeñas tuvieron un desempeño mejor que las economías desarrolladas, y desde luego mejor al de año 2009, durante el cual el deterioro mundial se hizo sentir —si bien no con toda su fuerza— en las economías de la región. En el siguiente cuadro se ve que incluso el crecimiento del pib y del pib por habitante de 2010 fue el mejor de todo el periodo 2005-2010, en tanto que esos dos indicadores habían tenido cifras negativas en 2009 (de 2% y de 3.1%, respectivamente). Así también, en el cuadro se ve que para la región tanto el déficit fiscal como la deuda pública se han mantenido en niveles notablemente menores a los que en el cuadro 1 se presentaron para las economías avanzadas, e incluso son menores a los que en dicho cuadro se mostraban para el conjunto de países atrasados. Cuadro 2 América Latina: comportamiento de algunos indicadores de comportamiento interno

(%) pib x hab. (%) Precios al consumidor Desempleo urbano abierto (%) Formación bruta de capital fijo (% del pib) Resultado global del sector fiscal (% del pib) Deuda pública del gob. central (% del pib) pib

2005 2006 2007 2008 2009 2010 4.6 5.6 5.6 4.0 -2.0 5.9 3.3 4.3 4.4 2.8 -3.1 4.8 6.1 5.0 6.5 8.2 4.7 6.5 9.0 8.6 7.9 7.3 8.1 7.3 18.6 19.8 21.0 22.1 20.5 21.9 -1.0 0.1 0.3 -0.4 -2.9 -1.9 42.9 35.9 30.0 28.6 30.0 29.5

Fuente: cepal (2011a)

Como complemento a la información del cuadro 2, en el cuadro 3 se presentan para América Latina y El Caribe las tasas de variación del pib por clase de actividad económica, en el cual se ve que en 2008 y 2009 la caída estuvo concentrada en las industrias manufactureras y la agricultura, en tanto que en 2010 los mayores incrementos se dieron en esos mismos sectores, además de los de intermediación financiera, el de suministro de electricidad, gas y agua y el de transporte, almacenamiento y comunicaciones, en todos los cuales la producción se incrementó en más de 6%. 44

La integración latinoamericana y caribeña en 2010

Cuadro 3 América Latina y El Caribe: tasas de variación anual del producto interno bruto, por clase de actividad económica 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca 2.4 4.0 5.1 3.2 -3.8 6.2 Explotación de minas y canteras 1.9 2.0 0.1 0.8 -2.6 2.6 Industrias manufactureras 3.7 4.7 4.4 1.9 -7.2 7.9 Suministro de electricidad, gas y agua 3.5 5.5 3.5 2.1 1.9 7.5 Construcción 6.2 10.0 6.4 6.4 -2.9 3.2 Comercio al por mayor y al por menor, reparación 5.3 7.1 6.9 3.7 -5.9 9.6 de bienes, y hoteles y restaurantes Transporte, almacenamiento y comunicaciones 6.6 7.1 8.2 5.8 2.5 7.3 Intermediación financiera, actividades 5.6 6.3 7.2 5.6 0.7 4.3 inmobiliarias, empresariales y de alquiler 3.8 3.7 4.0 2.7 2.8 2.8 Administración pública, defensa, seguridad social obligatoria, enseñanza, servicios sociales y de salud, y otros servicios comunitarios, sociales y personales 17.3 18.6 16.3 9.7 2.6 6.4 Servicios de intermediación financiera medidos indirectamente (sifmi) Impuestos a los productos -subvenciones a los 3.6 5.7 8.9 6.4 -2.1 9.8 productos Producto interno bruto por sector de origen 4.6 5.6 5.6 4.0 -2.0 5.9 Fuente: cepal (2011b)

En lo que respecta a las bolsas de valores de la región, en el siguiente gráfico se presenta lo ocurrido en 2010 con los principales índices bursátiles, que son los de Brasil, Argentina y México. Allí se observa que durante el año el mayor crecimiento, así como las mayores fluctuaciones, correspondieron al índice Merval en cual, entre comienzos de abril y fines de mayo, cayó en más de 20%, luego de lo cual tendió claramente al alza, hasta alcanzar al final del año un nivel superior en 47% al del inicio de 2010 y superior en 70% al de fines de mayo. En términos generales, el índice Bovespa tuvo un comportamiento semejante, aunque desde mayo mucho menos marcado al alza que el índice Merval, en tanto que el ipc de México tuvo pocas fluctuaciones, creció 16% entre el inicio y el final de 2010.

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mayores fluctuaciones, correspondieron al Índice Merval en cual entre comienzos de abril y fines de mayo cayó en más de 20 por ciento, luego de lo cual tendió claramente al alza, hasta alcanzar al final del año un nivel superior en 47 por ciento al del inicio de 2010 y superior en 70 por ciento al de fines de mayo. En términos generales el Índice Bovespa Eduardo Estaymayo Reyno mucho menos marcado al alza que tuvo un comportamiento semejante,Jaime aunque desde el índice Merval, en tanto que el IPC de México tuvo pocas fluctuaciones, creciendo un 16 por ciento entre el inicio y el final del añoGráfico 2010. 9 América Latina y el Caribe: comportamiento de bolsas de valores

Fuente: Yahoo Finance.

Una síntesis del comportamiento de las relaciones económicas internacionales de la En el cuadro 4 se presenta una síntesis del comportamiento de las reregión, se presenta en el Cuadro 4, en el cual se ve que los principales cambios ocurridos en laciones económicas internacionales de la región. Se ve que los principa2010 respecto de 2009 y de losenaños los mayores saldos les cambios ocurridos 2010 anteriores respecto deson, 2009por y deuna los parte años anteriores negativos que la balanza de servicios la balanza renta (en ambos casos, los son,alcanzan por una parte, los mayores saldos y negativos quede alcanzan la balanza mayores montos de los seis años incluidos en el Cuadro), por otra parte el saldo positivo de de servicios y la balanza de renta (en ambos casos, los mayores montos casi 29000de millones de dólares en en la el transferencia neta y, ende tercer, los seis años incluidos cuadro), y por otradeelrecursos saldo positivo casi lugar los montos absolutos alcanzados por la Deuda Externa Bruta Total y por las Reservas 29,000 millones de dólares en la transferencia neta de recursos; en tercer, Internacionales de 966 mil millones de por dólares y deexterna 655 milbruta millones lugar Brutas, los montos absolutos alcanzados la deuda total yde dólares, por las reservas internacionales brutas, de 966 mil millones de dólares y respectivamente. de 655 mil millones de dólares, respectivamente. 4 internacional de América LaCentrando la atención en elCuadro comercio América y eldestacar Caribe:dos comportamiento de algunos tina y el Caribe,Latina interesa grupos de tendencias, presentes de relacionamiento externo desde hace añosindicadores y que se mantienen en 2010, ubicadas ambas en el marco de elementos presentesde a nivel global queindicación ya han sido señalados. (en millones dólares, salvo contraria) El primer grupo de tendencias se refiere al comportamiento de los 2006 e importaciones 2007 2008 2009 así 2010 valores unitarios de las2005 exportaciones de la región, como al resultado que de allí se desprende para la relación de precios del intercambio. En el gráfico se puede 29ver que dicha relación de precios mejoró de manera importante e ininterrumpida desde 2002 hasta 2008, 46

La integración latinoamericana y caribeña en 2010

Cuadro 4 América Latina y el Caribe: comportamiento de algunos indicadores de relacionamiento externo (en millones de dólares, salvo indicación contraria)

Balanza de bienes Balanza de servicios Balanza de renta Inversión extranjera directa Deuda externa bruta total Transferencia neta de Recursos Reservas internacionales Brutas

2005 2006 2007 2008 2009 2010 73593 90573 62015 40460 50483 45510 -8819 -10105 -15778 -30747 -31513 -45801 -82016 -94958 -99290 -108903 -100954 -119276 57051 31808 94265 99819 70414 75052 674956 667828 739471 753481 817418 965902 -78233 -93213 15463 -34441 -28030 25803 262168 319045 459152 512240 566961 655138

Fuente: cepal (2011a).

como resultado de incrementos de precios de las exportaciones de la región muy superiores a los aumentos de precios de sus importaciones, a tal punto que para ese último año con base 2001 igual a 100 el valor unitario de las exportaciones llegó a 185, en tanto que dicho valor para las importaciones llegó a 145. Esa tendencia al mejoramiento de los términos del intercambio se revirtió en 2009, para reaparecer en 2010, de tal manera que al finalizar este año —siempre con índice 2001 igual a 100— el valor unitario de las importaciones era de 182 y el de las importaciones 139. El segundo grupo de tendencias es el referido al valor total y la composición de las exportaciones de bienes de la región, lo cual puede ser visto en el gráfico 11. En lo que respecta al valor total (medido en eje izquierdo), en el gráfico se observa que entre 2002 y 2008 éste pasó de 348 mil millones de dólares a 887 mil millones de dólares, multiplicándose por más de dos veces y media, luego de lo cual se da una caída en 2009 y una recuperación en 2010, llegando en este último año a un nivel que no supera aún al de 2008. En lo que se refiere a la composición de la exportación regional de bienes, en el gráfico se ve con claridad el cambio ocurrido en la participación de los productos primarios y las manufacturas en dicha composición (medida en el eje derecho). Por una parte, desde 1996 y hasta 2001 se dio una creciente participación de las manufacturas, que pasaron de 50% a 59% entre el primero y el último de esos años; por otra parte, desde 2002 lo anterior se revierte, y entre ese año y 2010 se ha dado un claro proceso de “primarización” de las exportaciones, de tal manera que en ese lapso 47

a los incrementos de precios de sus importaciones, a tal punto que para ese último año con base 2001 igual a 100 el valor unitario de las exportaciones llegó a 185, en tanto que dicho valor para las importaciones llegó a 145. Esa tendencia al mejoramiento de los términos del Jaime Eduardo Estay intercambio se revirtió en 2009, para reaparecer en Reyno 2010, de tal manera que al finalizar este año –siempre con índice 2001 igual a 100– el valor unitario de las importaciones era de 182 Gráfico 10 y el de las importaciones 139. América Latina y el Caribe: valor unitario y relación de precios en el comercio de bienes

Fuente: baso de datos de la cepal.

El segundo grupo de tendencias, es el referido al valor total y la composición de las exportaciones de bienes dedelalosregión, lo cual puede pasó ser visto en ael57% Gráfico 11. En lo que la participación productos primarios de 41% del total respecta alexportado, valor total a(medido en eje izquierdo), en el Gráfico se observa que entre 2002 y través de una tendencia al alza que sólo se frenó transito2008 éste riamente pasó deen 348 mil millones de dólares a 887 mil millones de dólares, 2009. multiplicándose por másel de dos veces media, luego de lo cual se ydacaribeña una caída Durante año 2010, la yintegración latinoamericana se en 2009 y desenvolvió en el contexto global y regional que se ha descrito: en lo global, de atenuación del deterioro ocurrido en 2009 pero con la permanencia de graves problemas concentrados en los países desarrollados 30 y particularmente en Europa, de recuperación parcial de los flujos de comercio y de ied, y de cambios importantes de esos flujos por una creciente participación en ellos de los países atrasados; en lo regional, un crecimiento importante de la actividad económica en 2010, luego del impacto que la situación mundial tuvo sobre dicha actividad el año anterior y, en el comercio internacional de la región, una recuperación en la caída de precios y valores totales de las exportaciones, con lo cual reaparece la tendencia al alza presente en todos los años previos a 2009 y reaparece también la tendencia al incremento de las exportaciones de productos primarios en la composición de las exportaciones de la región. En dicho contexto —y según se ve en el gráfico 12—, el comercio intrarregional que en 2009 había tenido una caída importante (de alrede48

y las manufacturas en dicha composición (medida en el eje derecho). Por una parte, desde 1996 y hasta 2001 se dio una creciente participación de las manufacturas, que pasaron de 50 por ciento a 59 por ciento entre el primero y el último de esos años; por otra parte, desde 2002 lo anterior se revierte, y entre ese año y 2010 se ha dado un claro proceso de La integración latinoamericana caribeña en 2010 “primarización” de las exportaciones, de tal maneray que en ese lapso la participación de los productos primarios pasó de 41 por ciento a 57 por ciento del total exportado, a través de Gráfico 11 una tendencia al alza que sólo se frenó transitoriamente en 2009. Exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe (millones de dólares y porcentajes)

Fuente: base de datos de la unctad.

Durante el año 2010, la integración latinoamericana y caribeña se desenvolvió en el contextodor global y regional que seen ha2010, descrito: global, el denivel atenuación del deterioro de 25%) se recuperó peroen sinloalcanzar al que había ocurridollegado en 2009enpero conEn la el permanencia de graves problemas en de los países 2008. mismo gráfico se observa que laconcentrados participación desarrollados y particularmente en Europa, de recuperación parcial de los flujos de dicho comercio en el total de las exportaciones de la región, que también comerciohabía y de caído IED, yen de 2009, cambios importantes de esos flujos por una creciente participación se recuperó levemente en 2010, de tal modo que en ellos para de loseste países en lo regional, un crecimiento importante de laes actividad añoatrasados; dicha participación alcanzó un nivel de 20%, el cual económica en 2010, luego del impacto que la situación mundial tuvo sobre dicha actividad inferior al de 2008 y se asemeja al de 1997 y 1998. el año anterior en el comercio de la región, una recuperación la caída de La y, misma tendenciainternacional a la recuperación ha estado presente en en el coprecios mercio y valores totales de las exportaciones, con lo cual reaparece la tendencia en el interior de los distintos esquemas de la región. En tal sen- al alza presentetido, en todos años previos a 2009 y reaparece también la tendencia incremento ), en ellos gráfico 13 se presentan, para la Comunidad Andina (alcan de las exportaciones de productos primarios en la composición de las exportaciones el Mercado Común Centroamericano (mcca), la Comunidad del Cari- de la región. be (Caricom) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), los porcentajes de dicho participación comercio en el el comercio comerciointrarregional total de los que en En contexto del y según se ve intraesquema en el Gráfico 12, países del esquema correspondiente. En dicho gráfico se ve que,se con la 2009 había tenido una caída importante –de alrededor del 25 por ciento– recuperó en excepción del Mercosur, en los otros tres esquemas la participación del 2010, pero sin alcanzar el nivel al que había llegado en 2008 . En el mismo Gráfico se intra cayóde endicho 2009comercio y que dicha bastante fuerte en observa comercio que la participación en elcaída total fue de las exportaciones de el la región, mcca , luego de lo cual en 2010 dicha participación se recuperó en esos que también había caído en 2009, se recuperó levemente en 2010, de tal modo que para este tres esquemas. En lo que respecta a Mercosur, fue el único de los esquemas en el cual la participación del comercio intra no disminuyó en 2009, por lo cual tanto en ese año como 31 en 2010, dicha participación de mantuvo al alza. 49

año dicha participación alcanzó unJaime nivelEduardo de 20 por ciento, el cual es inferior al de 2008 y se Estay Reyno asemeja al de 1997 y 1998.

Gráfico 12 América Latina y el Caribe: comercio intrarregional, 1990-2010 (en miles de millones de dólares y porcentajes del total)

Fuente: cepal (2011, p. 119).

La misma tendencia a la recuperación, Gráfico ha 13 estado presente en el comercio en el interior de los distintos esquemas de la región. En tal sentido, en el Gráfico Esquemas subregionales de integración de América Latina13y se el presentan, para la Comunidad Andina (CAN), el Mercado Común Centroamericano (MCCA), la Caribe: participación de las exportaciones intrasubregionales en las Comunidad del Caribe (CARICOM) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), los exportaciones totales, intraesquema 1986-2010 (en porcentajes de participación del comercio en porcentajes) el comercio total de los países del esquema correspondiente. En dicho Gráfico se ve que, con la excepción del MERCOSUR, en los otros tres esquemas la participación del comercio intra cayó en 2009 y que dicha caída fue bastante fuerte en el MCCA, luego de lo cual en 2010 dicha participación se recuperó en esos tres esquemas. En lo que respecta a MERCOSUR, fue el único de los esquemas en el cual la participación del comercio intra no disminuyó en 2009, por lo cual tanto en ese año como en 2010, dicha participación de mantuvo al alza.

Fuente: cepal (2011, p. 119).

En los restantes textos de la parte de economía del presente Anuario, se revisa con detalle lo ocurrido en 2010 con los cuatro esquemas recién mencionados, por lo cual aquí 50 sólo interesa destacar que en ellos, según se verá en dichos textos, hay balances disímiles, aunque ellos tienen en común el reconocimiento de que en los distintos esquemas hay intentos por profundizar el esfuerzo integrador y su institucionalidad, atendiendo acuerdos incumplidos o temas postergados. Así, en el texto 32 referido al MERCOSUR se destaca al 2010 como un año de posible inflexión que estaría apuntando al tratamiento de algunos de

La integración latinoamericana y caribeña en 2010

En los restantes textos de la parte de economía del presente anuario, se revisa con detalle lo ocurrido en 2010 con los cuatro esquemas recién mencionados, por lo cual aquí sólo interesa destacar que en ellos, según se verá en dichos textos, hay balances disímiles, aunque tienen en común el reconocimiento de que en los distintos esquemas hay intentos por profundizar el esfuerzo integrador y su institucionalidad, atendiendo a acuerdos incumplidos o temas postergados. Así, en el texto referido al Mercosur se destaca 2010 como un año de posible inflexión que estaría apuntando al tratamiento de algunos de esos temas, al fortalecimiento de la institucionalidad y al respeto de la norma comunitaria; en el mcca, destaca el aval dado por los presidentes al plan de acción formulado para revitalizar el proceso de integración; en la Caricom se continua intentando avanzar en los compromisos asociados a la Economía y Mercado Únicos del Caribe, y con ello atender el “déficit de implementación” que el respecto está presente; y, en la can, el año 2010 estuvo marcado por los intentos para redefinir la estrategia global del esquema y consolidar su estructura institucional, lo cual se expresó en la aprobación de los Principios Orientadores y la Agenda Estratégica Andina. Como complemento a los análisis que en relación a esos cuatro esquemas se realizan en los mencionados textos, interesa centrar brevemente la atención en otros tres mecanismos de la región, todos de reciente gestación o creación, como son la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-tcp), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac). En lo que se refiere al Alba-tcp, después que en los años previos se dio un constante aumento de la membresía y un proceso de creación y fortalecimiento de la estructura institucional de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, lo que incluyó la realización de un número importante de reuniones del consejo presidencial como máxima instancia de decisión de la alianza, a partir de 2010 el Alba-tcp no sólo vio disminuir su membresía con la salida de Honduras de este mecanismo de integración, sino que también redujo de manera notoria la frecuencia y el número de reuniones cumbre en las que participan los jefes de Estado y de gobierno de Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y Las Granadinas y Antigua y Barbuda. En el sentido antes señalado, y para tener más claro el panorama respecto a la frecuencia de las reuniones presidenciales, interesa destacar

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que todavía a lo largo del año 2009 se realizaron un total de seis reuniones cumbres de la Alba: • La iv Cumbre Extraordinaria, celebrada el 2 de febrero de 2009 en Caracas, que se efectuó teniendo como marco el Décimo Aniversario de la Revolución Bolivariana, los 30 años de la Revolución Sandinista y los 50 años del triunfo de la Revolución Cubana. • La v Cumbre Extraordinaria, efectuada los días 16 y 17 de abril de 2009 en la ciudad de Cumaná, Venezuela, en la que se aprobaron proyectos en materia de cultura, energía, registro sanitario de medicamentos y en el sector de los alimentos. • La vi Cumbre Extraordinaria de la Alba, efectuada el 24 de junio de 2009 en Maracay, Venezuela, en que se dio la incorporación de la República del Ecuador después de que este país había venido participando activamente como observador, y donde también se produjo la adhesión de Antigua y Barbuda así como de San Vicente y las Granadinas como miembros plenos. Cabe recordar que fue a partir de esta cumbre, que se decidió denominar a este mecanismo de integración como “Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos” y que se acordó crear el Consejo Ministerial de Mujeres de la Alba-tcp. • La vii Cumbre Extraordinaria, que se llevó a cabo el 29 de junio de 2009 en Managua, en la cual se condenó el golpe de Estado en Honduras, se pidió la restitución del presidente Manuel Zelaya y se acordó que los gobiernos de la Alba se declaraban en sesión permanente de consulta para evaluar las acciones a seguir en busca del restablecimiento de la legalidad en ese país centroamericano. • La vii Cumbre Ordinaria de la Alba, celebrada el 17 de octubre de 2009 en Cochabamba, Bolivia, en la que se suscribió el Tratado Constitutivo del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre), y entre otras cosas, se aprobó la adecuación de la estructura institucional de la Alba-tcp, la cual quedó integrada por consejos ministeriales (político, de complementación económica y social), comités que quedaron bajo la dependencia de dichos consejos, y grupos de trabajo para tareas puntuales y específicas, instruyéndose al consejo político para que definiera las funciones y competencias de dichas instancias. • La viii Cumbre Ordinaria realizada en La Habana, el 13 y 14 de diciembre de 2009, en ocasión del quinto aniversario de la firma de la Declaración Conjunta el 14 de diciembre de 2004 para la creación 52

La integración latinoamericana y caribeña en 2010

de la Alba, en la que se reconocieron los avances de la Alba-tcp a cinco años de su inicio y se aprobó el documento de Estructura y Funcionamiento de la Alba-tcp con las definiciones y atribuciones de sus órganos principales. Después de esa intensa actividad, durante 2010 las reuniones de la máxima instancia de deliberación, decisión y orientación política de la alianza se fueron espaciando, de manera que a lo largo de ese año los jefes de gobierno se reunieron en sólo dos ocasiones: en la ix Cumbre Presidencial efectuada el 19 de abril de 2010 en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, y en la x Cumbre Presidencial realizada el 25 de junio de 2010 en Otavalo, Ecuador. Respecto a la ix Cumbre Presidencial, realizada el 19 de abril de 2010, al conmemorarse doscientos años del inicio de la lucha de independencia de Venezuela, importa señalar que en ella se dio a conocer el documento titulado “Manifiesto Bicentenario de Caracas, Declaración Final de la ix Cumbre de la Alba”, en el cual los mandatarios expresaron su complacencia por la decisión tomada en Cancún de crear la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac) y otorgaron su apoyo al gobierno venezolano en la organización de la cumbre que estaba programada para realizarse el 5 de julio de 2011. En la reunión de jefes de Estado, además de expresar el apoyo a la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, se instruyó al consejo político de este mecanismo para establecer un “plan conjunto de relaciones de la Alba con otros países y agrupaciones del mundo”, con el propósito de estimular relaciones igualitarias y constructivas entre las naciones y que permita unir esfuerzos de los gobiernos y de los Estados en la defensa de la soberanía (Jefes de Estado y de gobierno de la Alba, 2010). En el ámbito económico, los mandatarios de la Alba subrayaron la necesidad de crear una nueva base económica que posibilite dejar atrás las estructuras desarticuladas y dependientes y ponga en la base de su funcionamiento la satisfacción de las necesidades de la gente, para lo cual aseguraron que se han empezado a desarrollar experiencias que promueven la soberanía económica con el fin de articular un espacio regional de interdependencia, soberanía y solidaridad que proyecte a nuevos niveles tanto a los proyectos y empresas grannacionales, como al Tratado de Comercio de los Pueblos, al Sucre y al Banco de la Alba, en tanto constituyen mecanismos importantes para la construcción de una 53

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zona económica común. En esa lógica, en la reunión se mandató al Consejo Económico de la Alba para que nombre un coordinador de política económica que deberá presentar un diagnóstico de la región así como también un “gran mapa de soberanía e independencia económica”, en el que se incluyan fortalezas y debilidades de las economías de la región y se establezcan acciones para impulsar la unidad e integración de dichas economías en una perspectiva socialista. En materia social, en la Cumbre de Caracas se manifestó la necesidad de fortalecer las acciones que permitan el bienestar social, el cual incluye áreas como la educación, salud, empleo, vivienda, cultura y deporte. De la misma manera, se destacaron los logros alcanzados mediante la Misión Milagro y las Misiones de Salud que forman parte de las Misiones Sociales que buscan universalizar el derecho a la salud y la educación en los países miembros de la Alba. Los jefes de gobierno instruyeron al Consejo Social para que designe un coordinador de Política Social de la Alba, quien deberá presentar un plan que fortalezca y amplíe el proyecto social de la Alba, y que deberá ser apoyado por los ministros del área de los países de la región. En la declaración final de la cumbre, se destacó la necesidad de instalar el Consejo de Movimientos Sociales, para lo cual deben establecerse los correspondientes capítulos nacionales en cada país buscando que estos —además de asumir las luchas sectoriales de obreros, campesinos, mujeres y jóvenes, entre otros— participen en la formulación de proyectos sociales y económicos alternativos. De la misma manera, en la reunión se retomó la propuesta del Comité de Mujeres de la Alba para establecer a la brevedad Misiones Sociales de atención a niños de la calle, a mujeres embarazadas y de combate a la drogadicción, así como proyectos que permitan dignificar productivamente a las mujeres. En lo que corresponde a la x Cumbre Presidencial, ésta se llevó a cabo entre los jefes de Estado y de gobierno de la Alba con las autoridades indígenas y afrodescendientes electas y designadas de la región, efectuándose el 25 de junio de 2010 en la ciudad de Otavalo, provincia de Imbabura, Ecuador. Como resultado de la reunión se dieron a conocer dos declaraciones: la Declaración de Otavalo. x Cumbre Alba-tcp con autoridades indígenas y afrodescendientes (Jefes de Estado y de gobierno de la Alba, 2010a), y la Declaración Especial sobre Cambio Climático (Jefes de Estado y de gobierno de la Alba, 2010b). En la Declaración de Otavalo, se reitera el esfuerzo por profundizar en la construcción de sociedades más incluyentes, culturalmente diversas 54

La integración latinoamericana y caribeña en 2010

y ambientalmente responsables, al tiempo de ratificar el compromiso con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, con la Convención de la unesco para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial y con la Declaración de la unesco sobre Diversidad Cultural. En el plano económico y financiero, los asistentes a la cumbre confirmaron el compromiso de concretar el Tratado de Comercio de los Pueblos y de impulsar una nueva arquitectura financiera regional con base en el impulso al Sucre, así como al Banco y al Fondo de la Alba, lo que permitirá avanzar en la consolidación de un sistema de intercambio y cooperación “recíproco, solidario, participativo y complementario”. En materia de medio ambiente y recursos naturales, entre los puntos contenidos en la Declaración final del encuentro destaca el respaldo a la iniciativa Yasuni itt elaborada por Ecuador, en tanto mecanismo de compensación por contaminación evitada, así como también la confirmación de que el manejo, administración y aprovechamiento de los recursos naturales no renovables corresponde únicamente al Estado, el cual buscará disminuir al mínimo los impactos ambientales procurando una distribución justa de los beneficios obtenidos y en especial a favor de las comunidades donde estos recursos se encuentran. En materia social, en la declaración se señala la necesidad de fortalecer las políticas públicas en el campo de la salud, educación, empleo y vivienda sobre todo para los excluidos, así como promover políticas específicas para beneficio de los pueblos indígenas y afrodescendientes, avanzando de manera simultánea en el rescate y protección del patrimonio, cultura y conocimientos tradicionales de dichos pueblos. En la Cumbre de Otavalo los mandatarios de los países miembros de la Alba se comprometieron a realizar anualmente un encuentro con las autoridades indígenas y afrodescendientes electas y designadas, como una instancia que permite el diálogo intercultural, y sugirieron conformar un mecanismo de encuentro entre pueblos y comunidades indígenas y afrodescendientes en el marco del Consejo de Movimientos Sociales de la Alba. En lo que respecta a la Unasur, cuyo tratado constitutivo se firmó el 23 de mayo de 2008 y entró en vigor el 11 de marzo de 2011, durante el año 2010 desarrolló una intensa actividad, tanto en relación a distintas acciones de mediación en el ámbito regional, como respecto a su propio funcionamiento interno.

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En el ámbito regional, durante 2010 la unión se siguió consolidando como espacio de intermediación de conflictos y de respaldo a la continuidad democrática. Al papel que en esos sentidos jugó la Unasur ya en 2008 respecto de Bolivia, ante los intentos separatistas en la Media Luna y la masacre ocurrida en Pando, y en 2009 ante el derrocamiento del presidente de Honduras, se agregaron en 2010 las acciones ante el conflicto entre Venezuela y Colombia y frente al intento de golpe de estado en Ecuador ocurrido en septiembre, a lo que cabría agregar las acciones de apoyo a Haití por el terremoto, que entre otras cosas incluyeron la creación, en febrero de 2010, de un fondo de ayuda por 100 millones de dólares para ser utilizado en los ejes de “infraestructura”, “agricultura” y “salud” planteados por el presidente de ese país, así como la decisión de solicitar al bid “un crédito de hasta 200 millones de dólares, de largo plazo, en el menor interés, que será garantizado y asumido por los países de la Unasur” (Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de Unasur, 2010). Relacionado en parte con lo anterior, pero referido a la institucionalidad básica de la Unasur, cabe destacar la aprobación en Georgetown el 26 de noviembre de 2010, del Protocolo adicional al tratado constitutivo de Unasur sobre compromiso con la democracia, actualmente en etapa de ratificación, el cual “se aplicará en caso de ruptura o amenaza de ruptura del orden democrático, de una violación del orden constitucional o de cualquier situación que ponga en riesgo el legítimo ejercicio del poder y la vigencia de los valores y principios democráticos” y contempla cinco posibles medidas “destinadas a restablecer el proceso político institucional democrático”: a) Suspensión del derecho a participar en los distintos órganos e instancias de la Unasur, así como del goce de los derechos y beneficios conforme al Tratado Constitutivo de Unasur. b) Cierre parcial o total de las fronteras terrestres, incluyendo la suspensión y/o limitación del comercio, tráfico aéreo y marítimo, comunicaciones, provisión de energía, servicios y suministros. c) Promover la suspensión del Estado afectado en el ámbito de otras organizaciones regionales e internacionales. d) Promover, ante terceros países y/o bloques regionales, la suspensión de los derechos y/o beneficios del Estado afectado, derivados de los acuerdos de cooperación de los que fuera parte. e) Adopción de sanciones políticas y diplomáticas adicionales (Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de Unasur, 2010a):

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Además de lo recién señalado, una parte central de los avances de la Unasur en el año 2010 se ha dado en el marco de los distintos consejos de la unión, lo que incluye tanto a los consejos creados en agosto de 2009, como a aquellos que ya existían con anterioridad y que eran el Consejo Energético, el de Defensa y el de Salud. Los cuatro consejos de Unasur creados en la Reunión Ordinaria de Jefes de Estado celebrada en agosto de 2009 (el Consejo Suramericano de Lucha contra el Narcotráfico, llamado posteriormente Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de las Drogas; el Consejo Suramericano de Desarrollo Social; el Consejo Suramericano de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación; y el Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento) desde ese entonces han estado abocados a la redacción de sus estatutos constitutivos, sus planes de acción y sus agendas y programas de trabajo: • En lo que respecta al Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de las Drogas (cspmd), su estatuto fue aprobado por los Jefes de Estado durante la Reunión Extraordinaria de Trabajo realizada en Argentina, el 4 de mayo de 2010, y con base en ese estatuto, el 28 de octubre de 2010 los ministros de Gobierno e Interior de los países miembros de Unasur, que forman el cspmd, suscribieron el Plan de Acción del Consejo. Dicho Plan de Acción, que tendrá una duración de cinco años con una evaluación de medio intermedio, contempla un conjunto de 28 líneas de acción, distribuidas en los siguientes cinco ámbitos: reducción de la demanda; desarrollo alternativo, integral y sostenible, incluido el preventivo; reducción de la oferta; medidas de control; y, lavado de activos (cspmd, 2010) • En lo que se refiere al Consejo Sudamericano de Desarrollo Social (csds), durante 2010 se ha estado desenvolviendo con base en el Plan de Acción 2009-2011, el cual se definió en la primera reunión de ministros de dicho consejo celebrada el 11 de diciembre de 2009. En dicho plan se identifican un conjunto de líneas de acción agrupadas en tres objetivos: 1) Formular y consensuar los lineamientos de políticas de desarrollo social, para que sus decisiones se articulen en la agenda prioritaria de Unasur; 2) Promover y generar un espacio para discusiones técnicas e intercambio de experiencias sobre buenas prácticas, mediante la compilación y sistematización de una base de datos de experiencias exitosas en materia de políticas sociales y 3) Promover acuerdos de cooperación, especialmente, en zonas de

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frontera en materia de políticas de desarrollo social, lucha contra la pobreza y las desigualdades. • En cuanto al Consejo Suramericano de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación (Coseccti), el 14 de abril de 2010 se realizó la i Reunión de Ministras y Ministros del Consejo, aprobándose en ella el estatuto de dicho consejo y acordando “conformar tres Grupos de Trabajo Especializados en: Ciencia, Tecnología e Innovación; Cultura y Educación. Dentro de éste último se crea un Subgrupo de Educación Superior”, así como “que los Grupos de Trabajo Especializados de este Consejo presenten, en un plazo máximo de noventa días, sus propuestas para su Plan de Acción” (Coseccti, 2010) En cumplimiento de ese acuerdo, los grupos recién señalados elaboraron las respectivas propuestas, las cuales en todos los casos contienen objetivos generales, cada uno con sus correspondientes objetivos específicos, temática, actividades, tiempo y países responsables; así, en una siguiente reunión de ministros del consejo realizada el 12 de septiembre de 2010 — en la cual, además, se acordó la homologación regional de títulos universitarios— se aprobaron las hojas de ruta 2010-2011 del “Grupo de Trabajo de Educación Básica y bachillerato, secundaria o media”, el “Subgrupo de Trabajo de Educación Superior” y el “Grupo de Trabajo de Cultura”, en tanto que la hoja de ruta del “Grupo de Trabajo de Ciencia, Tecnología e Innovación” fue aprobada el 18 de noviembre de ese mismo año. • En lo que se refiere al Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento (Cosiplan), el 18 de junio de 2010, en la i Reunión de Ministros del Consejo fue aprobado su Estatuto, en el que se definen la naturaleza del consejo, los principios por los que regirá su actuación, sus objetivos generales y específicos, su estructura y las atribuciones y funcionamiento del Cosiplan. En particular, entre los objetivos generales del consejo está el de “desarrollar una infraestructura para la integración regional, reconociendo y dando continuidad a los logros y avances de la Iniciativa para la Integración Regional Suramericana […] incorporándolos a su marco de trabajo”, en tanto que en su estructura se identifica a un comité coordinador, a los grupos de trabajo “que se acuerde crear en las áreas temáticas de su competencia” y a “La Iniciativa iirsa como Foro Técnico para temas relacionados con la planificación de la integración física regional suramericana” (Cosiplan, 2010). 58

La integración latinoamericana y caribeña en 2010

En la misma reunión ministerial de junio de 2010 se aprobó el reglamento del Cosiplan, en el cual —entre otros puntos— se le asignan a la iirsa un conjunto de funciones, como son: elaborar la planificación para la integración física regional de América del Sur; actualizar, evaluar y monitorear la ejecución de la cartera de proyectos de infraestructura para la integración física regional; y, presentar ante el Consejo informes de actividades (Cosiplan, 2010a). De los consejos creados antes de agosto de 2009 al Consejo Energético Suramericano durante 2010, logró avanzar en cumplir el mandato que había recibido desde su creación en 2007, referido a la formulación de tres lineamientos: la estrategia energética suramericana, el plan de acción y el tratado energético de Suramérica. En ese sentido en la Reunión Extraordinaria de los Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno de la Unasur, celebrada en Argentina el 4 de mayo de 2010, se aprobaron los “Lineamientos de la Estrategia Energética Suramericana”, el “Plan de Acción para la Integración Energética Regional” y el texto “Tratado Energético Suramericano: estructura”, y en la Declaración emitida al finalizar la reunión se plantea por los firmantes que: Reconocen la labor desempeñada por el Consejo Energético de Suramérica y del Grupo de Expertos en Energía en el desarrollo y cumplimiento del mandato establecido en la Declaración de Margarita del 17 de abril de 2007 [y que] reiteraron el mandato de sus Ministros de Energía al Grupo de Expertos de adelantar las negociaciones para iniciar la elaboración del Tratado Energético Suramericano, en un tiempo estimado de un año (Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de Unasur, 2010b).

En cuanto al Consejo de Defensa Suramericano (cds), creado en diciembre de 2008 y que se constituyó en marzo de 2009, éste ha venido avanzando en el cumplimiento del Plan de Acción 2010-2011, acordado en julio de 2010, en el cual se contemplan 21 actividades ubicadas en los ejes “políticas de defensa”, “cooperación militar y acciones humanitarias”, “industria y tecnología de la defensa” y “formación y capacitación”. Además de lo anterior, luego de que el 27 de noviembre de 2009 los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa acordaron las “Medidas de Fomento de la Confianza y la Seguridad”, el cds ha estado abocado a la recepción de la información procedente de los ministerios de Defensa que está prevista en dichas medidas, así como a la definición de procedimientos y mecanismos para la aplicación de las mismas; como es, por ejemplo, lo referido a la elaboración por parte de un grupo de trabajo, de una metodología común para la medición de gastos en Defensa. Así 59

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también, el cds ha seguido avanzando en la elaboración del Protocolo de Paz, Seguridad y Cooperación, para lo cual en la reunión de noviembre de 2009 se decidió la creación de un grupo de trabajo que desde su creación ha realizado varias reuniones. En lo que respecta al Consejo Suramericano de Salud, que fue creado en diciembre de 2008 y se constituyó en abril de 2009, sus actividades se han venido desenvolviendo en el marco del Plan Estratégico Quinquenal 2010-2015, aprobado por el consejo el 28 de abril de 2010, el cual incluye un objetivo estratégico, resultados y actividades para cada una de las siguientes áreas de trabajo: 1) Red Suramericana de Vigilancia y Respuesta en Salud, con el objetivo estratégico de “establecer una red de vigilancia epidemiológica y control de enfermedades transmisibles, crónicas no transmisibles y eventos de salud pública”; 2) Desarrollo de Sistemas de Salud Universales, con el objetivo estratégico de “formar sistemas de salud universales en los países de Sudamérica reconociendo el derecho a la salud y el abordaje inclusivo”; 3) Acceso universal a medicamentos, con el objetivo estratégico de “desarrollar estrategias y planes de trabajo a fin de mejorar el acceso a medicamentos”; 4) Promoción de la salud y acción sobre los determinantes de la salud, con el objetivo estratégico de “fortalecer la promoción de la salud y acción sobre los determinantes sociales con el objeto de reducir las inequidades en cada uno de los países miembros mediante la generación de información, articulación intersectorial y la participación comunitaria en la formulación, ejecución y seguimiento de las políticas públicas de la salud”; y 5) Desarrollo y gestión de recursos humanos en salud, con el objetivo estratégico de “fortalecer la conducción, formulación, implementación y gestión de los recursos humanos de salud, en general y, en especial, en las áreas técnicas de la Agenda de Salud de Unasur” (Consejo Suramericano de Salud, 2010). En relación a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, durante 2010 el hecho más destacado fue precisamente la decisión de crear la celac, tomada en la Cumbre de la Unidad, realizada el 22 y 23 de febrero de ese año en Cancún. Teniendo como antecedentes tanto los acuerdos tomados en la primera calc (realizada el 17 y 18 de diciembre en Costa de Sauípe, Brasil), como el Plan de Acción definido a nivel ministerial en Montego Bay (en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores realizada del 4 al 6 de noviembre de 2009), se llegó a la Cumbre de la Unidad, realizada el 22 y 23 de febrero de 2010 en México, con un alto nivel de expectativas res60

La integración latinoamericana y caribeña en 2010

pecto a la posible creación de un nuevo organismo regional. Para dicha cumbre, constituida por la xxi Cumbre del Grupo de Río y la ii calc, se esperaba —como efectivamente se acordó en principio— que el nuevo organismo se creara a partir de la fusión de la calc y el Grupo de Río, lo que permitiría articular en una instancia única a esos dos espacios preexistentes y, con ello, dotar al nuevo organismo no sólo de los objetivos hasta ahora plasmados en la calc, sino también del patrimonio acumulado en el ámbito del diálogo y la concertación política por el Grupo de Río en las varias décadas que lleva funcionando. Como resultado de la Cumbre de la Unidad de febrero de 2010, los mandatarios latinoamericanos y caribeños dieron a conocer dos documentos principales: la Declaración de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, y la Declaración de Cancún, además de las siguientes ocho declaraciones y comunicados: • Declaración en solidaridad con Haití. • Declaración sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba. • Comunicado especial sobre cooperación en materia migratoria. • Comunicado Especial sobre Exploración Hidrocarburífera en la Plataforma Continental. • Declaración sobre la “Cuestión de las Islas Malvinas”. • Declaración de Solidaridad con Ecuador referente al gafi y al gafisud. • Declaración Especial sobre Guatemala. • Declaración en apoyo a la iniciativa Yasuní-iit. En lo que se refiere a la Declaración de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe (Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe, 2010), ésta se compone de una serie de considerandos y de seis puntos acordados por los mandatarios. En los considerandos, las jefas y jefes de Estado y de gobierno reafirmaron su convicción “de avanzar de manera decidida hacia una organización que agrupe a todos los Estados de América Latina y el Caribe”, realizando esfuerzos para “avanzar en la unidad y en la integración política, económica, social y cultural”, que permita mejorar el bienestar social, la calidad de vida, el crecimiento económico y la promoción de un “desarrollo independiente y sostenible, sobre la base de la democracia, la equidad y la más amplia justicia social”. De la misma manera, en dichos considerandos ratificaron la decisión de promover “la articulación y la convergencia de acciones, por medio 61

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del intercambio de experiencias y la identificación de áreas de cooperación entre los distintos mecanismos de integración, sobre la base de los principios de solidaridad, flexibilidad, pluralidad, diversidad, complementariedad de acciones y participación voluntaria en las iniciativas consideradas”, al tiempo de subrayar “la necesidad de contar con un espacio regional propio que consolide y proyecte la identidad latinoamericana y caribeña con base en principios y valores comunes, y en los ideales de unidad y democracia de nuestros pueblos” y destacar su convicción “de que es preciso establecer compromisos efectivos de acción conjunta para profundizar la integración regional y promover el desarrollo sostenible en armonía con la naturaleza y el bienestar social en todos nuestros Estados”. Respecto a los seis puntos acordados, que conforman la parte medular de la declaración, en el primero de ellos se recoge la decisión de “Constituir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños como espacio regional propio que reúna a todos los Estados latinoamericanos y caribeños”; en tanto que en el segundo punto se decide consolidar y proyectar mediante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac), la identidad regional con base en los siguientes principios y valores comunes: el respeto al derecho internacional, la igualdad soberana de los Estados, el no uso ni la amenaza de uso de la fuerza, la democracia, el respeto a los derechos humanos, el respeto al medio ambiente, con base en los pilares ambiental, económico y social del desarrollo sustentable; la cooperación internacional para el desarrollo sustentable, la unidad e integración de los Estados de América Latina y el Caribe y el diálogo permanente que promueva la paz y la seguridad regionales. En el tercer punto se destaca que la comunidad trabajará sobre la base de la solidaridad, la inclusión social, la equidad e igualdad de oportunidades, la complementariedad, la flexibilidad, la participación voluntaria, la pluralidad y la diversidad, mientras que el cuarto punto establece que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños deberá asumir el patrimonio del Grupo de Río y de la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo. El quinto punto especifica que la celac deberá prioritariamente: impulsar la integración regional para promover el desarrollo sostenible; promover la concertación política, el impulso a la agenda latinoamericana y caribeña en foros globales, y un mejor posicionamiento de la región ante acontecimientos relevantes del ámbito internacional; fomentar los procesos de diálogo con otros Estados, grupos de países y organizaciones regionales; promover la comunicación, la cooperación, la articulación, la 62

La integración latinoamericana y caribeña en 2010

coordinación, la complementariedad, y la sinergia entre los organismos e instituciones subregionales; incrementar la capacidad para desarrollar esquemas concretos de diálogo y cooperación internacional para el desarrollo, tanto dentro de la región, como con otros Estados y actores internacionales; fortalecer la cooperación en los temas y de acuerdo a los mandatos establecidos tanto en la Declaración de Salvador, Bahía, como en el Plan de Acción de Montego Bay y en otros documentos que puedan incorporarse con base en el más amplio espíritu de integración, así como promover la implementación de mecanismos propios de solución pacífica de controversias. Por último, en el sexto punto se señala que mientras no culmine el proceso de constitución de la celac, deberá mantenerse un foro en el que participen todos los países de la región, que preserve tanto al Grupo de Río como a la calc, con sus respectivos métodos de trabajo, prácticas y procedimientos, para asegurar el cumplimiento de sus mandatos y la capacidad de concertación política que les permitan pronunciarse o actuar ante acontecimientos internacionales. En ese sentido, se destaca que las reuniones del Grupo de Río y la calc se realizarán a través de ese foro unificado, de acuerdo con los calendarios de reuniones de ambos mecanismos y que, sin perjuicio de lo anterior, se realizarán las cumbres acordadas para el año 2011 en Venezuela y para el 2012 en Chile. Por lo que se refiere a la Declaración de Cancún, ésta se compone de seis considerandos iniciales, seguidos por un total de 87 puntos que corresponden a cuatro acuerdos de carácter general, y a un programa de trabajo en el que se definen un conjunto de 20 ámbitos o temas con sus correspondientes líneas prioritarias de acción (Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y El Caribe, 2010a). Por lo que hace a los considerandos, en la Declaración se destaca la decisión de construir un espacio común para profundizar la integración política, económica, social y cultural de la región mediante el establecimiento de compromisos para promover el desarrollo sostenible en un marco de unidad, democracia, respeto a los derechos humanos, solidaridad, cooperación, complementariedad y concertación política. De la misma forma, se refrendan los principios de flexibilidad, gradualidad, pluralidad, diversidad, complementariedad de acciones y participación voluntaria, previamente expresados en la Cumbre de Salvador, como fórmula para encarar los desafíos que afronta la región y alcanzar los objetivos propuestos.

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Luego de esos considerandos, en la Declaración se enuncian decisiones referidas a: i) la intensificación del diálogo y la concertación política, dado que “la región requiere de una instancia de concertación política fortalecida que afiance su posición internacional y se traduzca en acciones rápidas y eficaces que promuevan los intereses latinoamericanos y caribeños frente a los nuevos temas de la agenda internacional”; ii) intensificar “la concertación de posiciones regionales de cara a reuniones y conferencias de alcance global y adoptar un perfil más dinámico a favor de la concertación política y del trabajo de interlocución con otras regiones y países”; iii) reafirmar, como objetivos esenciales “la preservación de la democracia y de los valores democráticos, la vigencia de las instituciones y el Estado de Derecho, el compromiso con el respeto y la plena vigencia de todos los derechos humanos para todos”; y iv) “Impulsar una agenda integrada, con base en el patrimonio del Grupo de Río y los acuerdos de la calc, así como de los mecanismos y agrupaciones de integración, cooperación y concertación ya existentes”. Respecto a los 20 ámbitos o temas que conforman el plan de trabajo, cada uno de ellos se acompaña en la Declaración de un conjunto de consideraciones, así como de líneas de acción por desarrollar. Los veinte ámbitos del plan de trabajo incorporados en la Declaración de Cancún son los siguientes: • Cooperación entre los mecanismos regionales y subregionales de integración. • Crisis financiera internacional. • Comercio. • Energía. • Integración física en infraestructura. • Ciencia y tecnología. • Desarrollo social. • Seguridad alimentaria y nutricional. • Educación, salud y servicios públicos. • Cultura. • Migración. • Género. • Desarrollo sustentable. • Cambio climático. • Desastres naturales. • Derechos humanos. • Asuntos de seguridad. 64

La integración latinoamericana y caribeña en 2010

• Problema mundial de las drogas. • Terrorismo. • Cooperación Sur-Sur. A partir de la Cumbre de la Unidad durante el resto de 2010 se inició un intenso proceso tendiente a cumplir los mandatos emanados de ella y a crear las condiciones para la futura puesta en marcha de la celac, el cual se ha desarrollado a través de reuniones de negociación y definición de acuerdos con la participación de funcionarios sobre todo a nivel ministerial de los distintos países de la región. En particular, atendiendo al acuerdo plasmado en el punto seis de la Declaración de La Cumbre de La Unidad, de que la Cumbre de América Latina y el Caribe (calc) y el Grupo de Río se agruparan en un Foro Unificado para los trabajos preparatorios de la creación de la celac, los ministros de Relaciones Exteriores de la calc y el Grupo de Río crearon dicho foro unificado en la reunión que tuvieron en Caracas el 3 de julio de 2010, la que fue precedida por una Reunión de Coordinadores Nacionales del Grupo de Río realizada en Santiago el 19 y 20 de junio del mismo año, de la cual surgieron diversos acuerdos de los que se tomó nota en el encuentro del 3 de julio. En la Declaración Ministerial de Caracas, que se emitió al finalizar la reunión del 3 de julio, además de la decisión de crear el foro unificado se establece que será co-presidido por Chile y Venezuela, hasta la Cumbre del 2012, y que la Co-presidencia ejercerá sus funciones con el apoyo de una secretaría cuya responsabilidad será de Venezuela hasta la Cumbre de Caracas en 2011, y de Chile hasta la Cumbre del 2012. Dicha secretaría es apoyada por un grupo de trabajo compuesto en principio por una troika ampliada calc (Chile, Venezuela, México y Brasil), Jamaica —en representación de Caricom— y Belice —en representación del sica—. En particular, en la Declaración de Caracas se definió como uno de los objetivos del foro unificado “llevar adelante la redacción del documento de procedimientos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac)”. (Ministros de Relaciones Exteriores de la calc y el Grupo de Río, 2010). En la reunión del 3 de julio de 2010 de los ministros de Relaciones Exteriores de la calc y el Grupo de Río, además de la Declaración Ministerial de Caracas se aprobó también el Programa de Trabajo de Caracas para la implementación del Plan de Acción de Montego Bay 2010-2011, que fue presentado a dicha reunión por Venezuela como presidencia de 65

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la calc y con el cual se atiende al “propósito de dar cumplimiento a los compromisos de fortalecer la cooperación integral de América Latina y el Caribe en las áreas de interés común identificadas en la Declaración de Salvador de Bahía, en la Declaración de Cancún y en el Plan de Acción de Montego Bay” (Ministros de Relaciones Exteriores de la calc y el Grupo de Río, 2010a). En dicho programa de trabajo se identifican 9 temas, a los que se asigna un total de 13 reuniones o seminarios, identificando además en cada caso el nivel de la actividad programada, la fecha de realización (en su gran mayoría para el primer semestre de 2011) y la fuente de la cual proviene el mandato para realizarla (Declaración de Salvador de Bahía, Plan de Acción de Montego Bay o Declaración de Cancún). Los temas y actividades plasmados en el programa de trabajo, son los siguientes: • “Cooperación entre los mecanismos regionales y subregionales de integración”, para lo cual se define una “Reunión entre los mecanismos regionales y subregionales de integración en América Latina y el Caribe”, a realizarse en Venezuela. • “Crisis financiera internacional”, para lo cual se define una “reunión sobre la crisis financiera internacional y comercio exterior” a realizarse en Venezuela. • “Energía”, para lo cual se define una “reunión de las autoridades nacionales de los Estados miembros en materia de energía” y “convocar a una reunión de coordinación de las iniciativas regionales y subregionales de integración en el área energética”, ambas actividades a realizarse en Venezuela. • “Desarrollo social y erradicación del hambre y de la pobreza”, para lo cual se define una “reunión de programas gubernamentales en el ámbito social” a realizarse en Venezuela, y un “seminario de autoridades gubernamentales en materia de seguridad alimentaria y nutricional”. • “Desarrollo sostenible y cambio climático” para lo cual se define una “reunión de seguimiento y evaluación de los avances del Foro de Ministros de Ambiente”, a realizarse en Venezuela. • “Infraestructura”, para lo cual se define una “reunión de coordinación de las iniciativas regionales en las áreas de infraestructura para la integración física de transporte y telecomunicaciones e integración fronteriza” a realizarse en México, una “reunión del área de Ciencia y Tecnología” y “reuniones en Transporte y Servicios Aéreos (en el

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La integración latinoamericana y caribeña en 2010

marco de la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil-clac)” a realizarse en República Dominicana. • “Desastres naturales”, para lo cual se define una “reunión regional de mecanismos internacionales de asistencia humanitaria”. • “Cultura”, para lo cual se define una “reunión en el área de cultura e identidades”. • “Migración”, para lo cual se define una “reunión regional sobre protección a los migrantes”, a realizarse en Perú. En suma, y si bien es aún pronto para cualquier pronóstico, la decisión de crear la celac, y la definición de tareas preparatorias para dicha creación, aparecen muy claramente como lo más relevante ocurrido durante 2010 en el ámbito de la integración regional, no sólo por la amplitud del mecanismo que se pretende echar a andar (los 33 países latinoamericanos y caribeños) y por la novedad de dicha amplitud (primera vez que esos 33 países se reúnen sin convocatoria ni presencia extrarregional), sino además por la amplitud temática que aparece incorporada en los documentos que hasta ahora están definiendo al nuevo mecanismo. La creación de un organismo de esas características se corresponde, además, muy claramente con las exigencias derivadas de un escenario mundial de profunda crisis, y en el cual no parece que vayan a concretarse iniciativas multilaterales para efectivamente hacerle frente, con lo cual la futura celac bien puede constituirse en el instrumento para generar regionalmente condiciones para el desarrollo que en lo internacional le están siendo negadas a los países de la región. Bibliografía cepal (2011). Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe

2010-2011. La región en la década de las economías emergentes, septiembre. (2011a). Balance preliminar de las economías de América Latina y El Caribe 2011, diciembre. cepal (2011b). Anuario estadístico de América Latina y el Caribe, diciembre. Consejo Suramericano de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación (Coseccti) (2010). Acta de la Reunión de Ministros del Consejo de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación (Coseccti), 14 de abril. Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento (Cosiplan). —— (2010). Estatuto, 18 de junio. —— (2010a). Reglamento, 18 de junio. cepal

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Consejo Suramericano de Salud (2010). Plan Quinquenal 2010-2015, 28 de abril. Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de las Drogas (cspmd) (2010). Plan de Acción del Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de las Drogas, 28 de octubre. fmi (2012). Monitor Fiscal. Actualización, 16 de julio. Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y El Caribe (2008). Declaración de Salvador, Bahía. Cumbre de América latina y el Caribe sobre Integración y desarrollo-calc, Bahía, Brasil, 17 de diciembre de 2008. —— (2010). Declaración de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe. Cumbre de la Unidad, Cancún, México, 23 de febrero. —— (2010a). Declaración de Cancún. Cumbre de la Unidad, Cancún, México, 23 de febrero. Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de Unasur (2010). Solidaridad de Unasur con Haití. Decisión de Quito, 9 de febrero de 2010. —— (2010b). Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo de Unasur sobre Compromiso con la Democracia, 26 de noviembre. Jefes de Estado y de Gobierno de la Alba (2010). Manifiesto Bicentenario de Caracas, Declaración Final de la ix Cumbre de la Alba. Caracas, 19 de abril. —— (2010a). Declaración de Otavalo. x Cumbre Alba-tcp con autoridades indígenas y afrodescendientes. Otavalo, Ecuador, 25 de junio. —— (2010b). Declaración Especial sobre Cambio Climático. Otavalo, Ecuador, 25 de junio. Ministros de Relaciones Exteriores de la calc y el Grupo de Río (2010). Declaración Ministerial de Caracas, 3 de julio. —— (2010a). Programa de Trabajo de Caracas para la implementación del Plan de Acción de Montego Bay 2010-2011, 3 de julio. unctad (2011). Informe sobre las inversiones en el mundo 2011. Formas no accionariales de producción internacional y desarrollo, junio.

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Mercosur 2010: ¿relanzamiento silencioso o postergación de los compromisos?

Lourdes Ma. Regueiro Bello Introducción En general, los trabajos que se producen sobre los procesos de integración latinoamericana son pródigos en las críticas y en el inventario de insatisfacciones. En el caso del Mercosur es frecuente oír hablar de sus crisis y de su estancamiento, lo que en unas ocasiones está asociado a los impactos del ciclo, en otras a la sistemática posposición del cumplimiento de metas claves en la etapa de la integración en que se encuentra ese bloque, pasando por las disputas comerciales entre sus miembros y los reclamos de mayor flexibilidad. En el año 2010, en un contexto marcado por la profundidad de la crisis, los países del Mercosur se propusieron medidas que podrían interpretarse como una actualización de los sentidos y de los tiempos para alcanzar determinados objetivos planteados en los documentos fundacionales del grupo. La Decisión 056 de 2010 concerniente al Programa de Consolidación Aduanera constituye, por su contenido, un relanzamiento del Mercosur. En el devenir histórico de las dos décadas de existencia del Mercosur se identifican años en que los principales avances del bloque se produjeron en su agenda externa; no es el caso de 2010, cuando el foco se ha colocado en los desafíos internos. Debe tenerse en cuenta que el Mercosur hoy está bajo la presión no sólo de la crisis internacional que afecta a importantes socios comerciales del bloque, sino que también sufre el estrés de la emergencia de nuevas propuestas regionales como Unasur cuyos avances, de no producirse una

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profundización de las relaciones en el proyecto subregional, podría mermar el interés de sus miembros. Desempeño económico En 2010 se produjo la recuperación de la dinámica de crecimiento en los cuatro miembros plenos del bloque, quienes están entre los cinco países de la región con mayor tasa de crecimiento; encabezados por Paraguay, que mostró el mayor crecimiento en el ámbito latinoamericano. Venezuela —que aún nos es miembro pleno del bloque— ha mantenido tasas de crecimiento negativas durante 2009 y 2010, debido entre otras cosas a la caída de la actividad económica por el racionamiento de energía eléctrica a causa de la sequía. El motor de ese incremento fue la demanda interna (fundamentalmente por el crecimiento del consumo privado y el crédito), reduciéndose el papel de las exportaciones en ese sentido, ya que siguiendo el comportamiento regional las importaciones crecieron a un ritmo mayor que el de las exportaciones. La recuperación de las dinámicas de crecimiento se vio favorecida por la aplicación de medidas contracíclicas por parte de los gobiernos. El desempleo urbano decreció en 2010 en los cuatro miembros fundadores del Mercosur, en los cuales este indicador tiene un comportamiento similar; no obstante debe destacarse el incremento del empleo en Brasil con la creación de 2.4 millones (cepal, Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2010, 2011) de nuevos puestos de trabajo formales. En Venezuela se registró un incremento del desempleo en 2010 asociado a la caída de la actividad económica. En todos los países del bloque se registra un incremento de la inflación, la que en la mayor parte de los casos está asociada al incremento internacional de los precios de los alimentos y las bebidas. En el caso de Venezuela la inflación en los últimos años ha sido sostenida y el comportamiento de este indicador está bastante desfasado del promedio regional. Las reservas internacionales se han mantenido en niveles altos; crecieron en Argentina, Brasil y Paraguay, mientras en Uruguay —de 2009 a 2010— sufrieron una reducción no significativa; en Venezuela —aunque mantienen altos niveles— han registrado una reducción significativa entre 2008 y 2010.

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Mercosur 2010: ¿relanzamiento silencioso o postergación de los compromisos?

Los términos de intercambio mejoraron para la región y el Mercosur como exportador neto de productos básicos fue beneficiario de ese comportamiento, de manera que la tasa de variación de las exportaciones por el factor precio fue de 15,2%, mientras la contribución del volumen fue inferior con 12.7% (cepal, Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2010, 2011). La siguiente tabla ofrece un resumen de alguno de los principales indicadores económicos en el Mercosur: Tabla 1 Mercosur: indicadores económicos seleccionados, 2010 Argentina Variación del pib % 2008 6.8 2009 0.9 2010 8.4 Índice de Precios al Consumidor 2008 7.2 2009 7.7 2010 11.1 Exportaciones de bienes y servicios* 2008 82 040 2009 66 563 2010 82 126 Importaciones de bienes y servicios* 2008 67 931 2009 49 951 2010 67 436 ied*(a) 2008 9 726 2009 4 017 2010 6 193 Reservas internacionales* /** 2008 46 198 2009 47 967 2010 52 145 Tasa de desempleo urbano 2008 7,9 2009 8,7 2010 7,8

Brasil

Paraguay

Uruguay

Venezuela

5.2 -0.6 7.7

5.8 -3.8 9.7

8.5 2.9 9.0

4.8 -3.3 -1.6

5.9 4.3 5.6

7.5 1.9 6.9

9.2 5.9 6.9

31.9 26.9 26.9

228 393 180 723 230 567

8 948 7 253 9 582

9 372 8 557 10 545

97 300 59 600 67 034

220 247 174 678 242 445

9 436 7 374 10 245

10 270 7 794 8 951

59 998 48 064 47 257

91 329 54 550 85 143

209 99 268

1 809 1 258 1627

349 -3 105 -1404

193 783 238 520 288 575

2 864 3 861 4 169

6 360 7 987 7 743

43 127 35 830 27 911

7,9 8,1 6,8

7,4 8,2 7,8

7,9 7.7 7,1

7,3 7,8 8,6

Fuente: cepal: Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, y 2010 y 2011. *millones **bruta. (a) cepal: Informe de la inversión extranjera directa 2010.

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Como muestran las estadísticas, desde el punto de vista económico 2010 no ha sido un mal año para el Mercosur, incluso en casi todos los países del bloque se registra un incremento de las remuneraciones reales y existe consenso en cuanto a que la crisis no ha devenido un incremento significativo de los niveles de pobreza, como suele ocurrir en esa fase del ciclo. En 2010, si bien se produce una recuperación de las exportaciones en relación a 2009 (tal como ilustra la tabla 1), las medidas para contrarrestar los efectos negativos de esta caída no fueron las mismas en todos los países. En Paraguay y Uruguay las medidas para paliar los efectos de la crisis estuvieron dirigidas al aumento del gasto público, a la exoneración tributaria para incentivar las inversiones y a la ampliación de la oferta de crédito para las pymes. Estos dos países no aplicaron nuevas barreras a las importaciones. Argentina y Brasil desarrollaron otra ejecutoria. En Argentina el expediente de medidas contra-cíclicas incluyó el fomento de los planes de obras públicas, fortalecimiento del crédito para el consumo y la reducción de impuestos en sectores intensivos en mano de obra. Brasil apostó a la política de expansión del crédito público, la flexibilización de la política fiscal, incluyendo la reducción de los impuestos a los sectores industriales orientados a la producción de bienes de consumo duradero, etc. La diferencia con los dos socios menores del bloque es que tanto Brasil como Argentina implementaron medidas de carácter proteccionista que incluyeron a otros miembros del Mercosur. Argentina implementó mayores controles sobre la entrada al país de productos sensibles de la industria nacional como textiles, calzados, productos metalúrgicos, línea blanca, motocicletas, etc. Además se aplicaron licencias previas para las importaciones de un grupo mayor de productos (cepal, La reacción de los gobiernos de las Américas frente a la crisis internacional: seguimiento de las medidas de política, 2012). En Brasil los importadores de 17 sectores requerirían la solicitud de licencias previas. Entre los productos más afectados están: el trigo, los plásticos, el cobre, el aluminio, el hierro, los bienes de capital, el material eléctrico-electrónico, las autopartes, los automóviles y el material de transporte en general (cepal, La reacción de los gobiernos de las Américas frente a la crisis internacional: seguimiento de las medidas de política, 2012). En especial, la aplicación de licencias no automáticas de importaciones avivó los conflictos comerciales entre Brasil y Argentina. Según el 72

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Global Trade Alert, Argentina ocupa el segundo lugar mundial en la aplicación de medidas comerciales discriminatorias, mientras Brasil queda sexto en el ranking. Relaciones intra-Mercosur El comercio intra-Mercosur en el año 2010 fue de usd $44.77 millones de dólares, lo que representa un incremento de 34,7% con respecto a 2009. La participación del comercio intra-regional fue de 15.7% en relación a las exportaciones totales y de 17.2% en relación a las importaciones (bid-Intal, Informe Mercosur, núm. 16: Segundo Semestre 2010-Primer Semestre 2011, 2011). Tabla 2 Flujos de comercio intra-Mercosur, 2010 (millones de usd$)

Exportaciones Var.% 2010/2009 Importaciones Var.% 2010/2009 Saldo comercial Var.% 2010/2009

Argentina 17 127 23.9 18 681 45.2 -1 555 -262.6

Brasil 22 602 42.8 16 620 26.8 5 982 119.8

Paraguay 2 194 43.2 3 880 47,4 -1 686 53.4

Uruguay 2 155 40.8 3 111 -0,6 -956 -40.2

Fuente: bid-Intal: Informe Mercosur, núm. 16. Segundo Semestre 2010-Primer Semestre 2011, bid-Intal, diciembre de 2011, Argentina.

Si se mantuvieran las tasas de crecimiento del comercio intra-regional alcanzadas en 2010, en tres años se lograría 25% de comercio intra-Mercosur (bid-Intal, Informe Mercosur, núm. 16. Segundo Semestre 2010Primer Semestre 2011, 2011), que fuera el mejor comportamiento de este indicador logrado en 1998. Una tendencia que parece consolidarse al interior del Mercosur es la inversión directa en el exterior por parte de los miembros del bloque, así como las políticas de apoyo a su realización. En esta dimensión se destaca la expansión de los capitales brasileños en el área suramericana. Para 2010 Brasil había anunciado 19 proyectos en Suramérica, de los cuales ocho correspondían a Argentina, cuatro a Uruguay y uno a Paraguay; de los anunciados en el Mercosur sólo se concretaron cuatro. Estos 73

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proyectos de inversión se realizan bajo las modalidades de ampliación, adquisición, greenfield y joint-venture.1 El Sistema de Pagos en Monedas Locales (sml) constituye un importante instrumento para desarrollar y ampliar el comercio entre los países del Mercosur. La utilización del sml entre Brasil y Argentina se ha ampliado, aunque está muy por debajo del potencial. En tal sentido, debe recordarse que su uso es una decisión estrictamente voluntaria por parte de los Estados miembros, en coordinación con los respectivos bancos autorizados para realizar este tipo de operaciones. En 2010 se registraron 3,451 transacciones, lo cual significa casi tres veces la cantidad realizada en 2009, por un valor total de R $1,272 millones, de los cuales 99.3% correspondió a ventas de Brasil a Argentina (bid-Intal, Carta Mensual Intal, núm. 175, 2011). En el caso de Brasil, en un mes se producen 280 operaciones mensuales como promedio (bid-Intal, Carta Mensual Intal, núm. 175, 2011), mientras en el de Argentina en ningún mes sobrepasan las cinco transacciones. Esto muestra una mayor inclinación por parte de las empresas argentinas a continuar utilizando el dólar, lo que se explica por la existencia de líneas de financiamiento de las exportaciones en esa moneda (bid-Intal, Carta Mensual Intal, núm. 175, 2011). Durante 2010, el comercio mediante sml cubrió 2.2% del intercambio argentino-brasileño, lo cual evidencia un espacio potencial para su utilización todavía no aprovechado, aunque representó un salto en relación a 2009 cuando respondió por sólo 1.1% (bid-Intal, Carta Mensual Intal, núm. 175, 2011). China, un socio importante El peso creciente de los países de Asia y del Pacífico —en especial de China— en el comercio del Mercosur es una característica que tiende a consolidarse en los últimos años del primer decenio del siglo xxi, ello ha estado acompañado de una pérdida de peso relativo importante de Estados Unidos y la Unión Europea como destino de las exportaciones del

1. Cindes: Tabelas consolidadas: projetos de investimento anunciados e realizados, en Internet: http://www.cindesbrasil.org/site2010/index.php?option=com_ content&view=article&id=81:2-tabelas-consolidadas-projetos-de-investimento-anunciadose-realizados&catid=22:indexinvest-brasil-2010&Itemid=34

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Mercosur 2010: ¿relanzamiento silencioso o postergación de los compromisos?

Tabla 3 Brasil: exportaciones e importaciones a través del sml con Argentina

Mes/2010 Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

Exportaciones Núm. de Monto en R$ operaciones 198 68.890.937,32 201 77.970.144,88 253 95.609.046,61 222 85.376.527,97 249 68.861.024,53 224 158.091.405,83 267 81.896.438,72 320 102.511.448,41 327 117.570.724,84 370 111.404.638,24 415 156.447.770,45 364 138.465.820,07

Importaciones Núm. de Monto en pesos operaciones 3 177.666,33 3 239.041,16 2 125.571,84 4 141.843,79 4 3.430.920,03 3 125.900,75 4 300.540,92 5 177.683,71 1 456.431,10 5 1.111.905,97 1 16.943,59 6 2.778.265,86

Fuente: Banco Central de Brasil, en Internet: http://www.bcb.gov.br/?SMLESTAT.

bloque, aunque con el primero la caída es más marcada. Lógicamente, en el peso registrado en 2010 inciden los efectos de la crisis; pero más allá de lo que aporte este evento, ésta parece ser una tendencia de más largo plazo. China es el primer mercado de exportaciones para Brasil, y si bien la demanda asiática ha sido un factor importante de dinamización del comercio del Mercosur, también lo ha sido la reprimarización de sus exportaciones. La siguiente tabla muestra la importancia que ha cobrado Asia-Pacífico en el comercio del bloque. Agenda interna Como se mencionó al inicio de este trabajo, 2010 parece haber estado llamado a ser un año de inflexión en el tratamiento de temas sistemáticamente postergados e incumplidos de la agenda interna del bloque, lo cual supone hacer las actualizaciones correspondientes teniendo en cuenta la diversidad de intereses y las asimetrías, así como fortalecer la institucionalidad y el respeto a la norma comunitaria.

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Tabla 4 Mercosur: participación de socios seleccionados en las exportaciones e importaciones totales 2000 y 2010 (en porcentajes)

Exportaciones

Asia y el Pacífico 2000 2010

Argentina Brasil Paraguay Uruguay rb Venezuela Importaciones Argentina Brasil Paraguay Uruguay rb Venezuela

9.4 10.3 2.0 8.3 1.9 2000 13.9 13.6 19.1 7.8 8.6

18.2 28.2 4.9 9.0 16.4 2010 21.4 31.7 40.7 19.2 13.3

Estados Unidos Unión Europea América Latina y el Caribe 2000 2010 2000 2010 2000 2010 12.0 24.3 3.9 8.3 59.6 2000 18.9 23.3 7.3 9.8 37.8

5.2 9.6 1.4 2.9 49.5 2010 10.7 14.9 4.3 9.9 25.0

18.0 28.0 13.6 16.3 5.8 2000 23.5 26.0 12.0 18.8 19.4

16.6 21.4 9.2 14.8 10.0 2010 17.2 21.5 5.3 11.3 17.1

48.1 24.8 74.5 54.2 19.6 2000 34.3 21.3 56.0 51.7 25.0

41.8 23.1 67.9 42.8 15.6 2010 40.3 16.9 46.1 48.8 29.2

Fuente: datos tomados de: cepal: Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe 2010-2011. La región en la década de las economías emergentes, septiembre de 2011, Santiago de Chile, pp. 71 y 72.

Sin duda, en el campo de la agenda interna los hechos más sobresalientes fueron la consolidación del Focem como instrumento de financiamiento no recíproco para atender las asimetrías; el lanzamiento del Programa de Consolidación de la Unión Aduanera, la aprobación del Código Aduanero del Mercosur y la eliminación del doble cobro del aec y la distribución de la renta aduanera. En relación al Focem, el cmc solicitó a la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur (crpm) elaborar un nuevo reglamento, atendiendo a las experiencias acumuladas en su funcionamiento. Además fue aprobado el presupuesto para los proyectos que recibirán financiamiento en este periodo. La aprobación del Código Aduanero del Mercosur durante 2010 fue un hecho relevante por la importancia que supone para la consolidación de la unión aduanera, además de que posiblemente haya sido uno de los ejercicios más complejos en materia de negociación por el nivel de precisión y de consenso que requieren cada uno de los conceptos en que se 76

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sustenta. La posición del bloque en relación a las Malvinas tuvo su expresión en este instrumento de carácter técnico al puntualizar que: Toda documentación comercial procedente de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes no emitida por autoridades argentinas, sólo será recibida con carácter de prueba supletoria de la descripción y origen de las mercaderías sin que ello implique reconocimiento alguno de las autoridades emisoras de tal documentación (cmc, Codigo Aduanero del Mercosur, diciembre, núm. 27, 2010).

Otro hito relevante en materia decisoria tuvo lugar con la aprobación del Programa de Consolidación de la Unión Aduanera (pcua), que incluye el cronograma para la eliminación del doble cobro del aec. Los temas incluidos en el pcua son: coordinación macroeconómica, política automotriz común, incentivos, defensa comercial, integración productiva, regímenes comunes especiales de importación, regímenes nacionales de admisión temporaria y “draw-back”, regímenes nacionales especiales de importación no contemplados en las secciones vi y vii; eliminación del doble cobro del arancel externo común y la distribución de la renta aduanera; simplificación y armonización de los procedimientos aduaneros intrazona; revisión integral de la consistencia, dispersión y estructura del arancel externo común, bienes de capital y bienes de informática y telecomunicaciones, reglamentos técnicos, procedimientos de evaluación de la conformidad y medidas sanitarias y fitosanitarias, libre comercio intrazona, coordinación sobre medidas de transparencia, coordinación en materia sanitaria y fitosanitaria, zonas francas, zonas de procesamiento de exportaciones y áreas aduaneras especiales, negociación de acuerdos comerciales con terceros países y regiones y fortalecimiento de los mecanismos para la superación de las asimetrías. En relación a esta decisión, merecen ser subrayados:2 • El establecimiento de una política automotriz común para su entrada en vigor el 1º de enero de 2013. • Crear un grupo de trabajo sobre incentivos que formulará una propuesta respecto a la utilización de alicientes a las inversiones, la producción y la exportación, y la llevará a la última reunión del cmc en 2014.

2.

Este resumen está basado en cmc: Programa de Consolidación de la Unión Aduanera, dec. núm. 56/10, 16 de diciembre de 2010, Foz de Iguazú. Disponible en: http://www.mercosur.int.

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• La instrucción al Grupo de Integración Productiva del Mercosur (gip) para examinar alternativas de cooperación que contemplen condiciones preferenciales de asistencia técnica, capacitación y/o financiamiento a las micro, pequeñas y medianas empresas, cuyos proyectos impliquen integración productiva entre los Estados miembros. • El establecimiento de regímenes comunes especiales de importación para la industria aeronáutica, la industria naval y el comercio transfronterizo, articulando estos regímenes comunes de la aeronáutica y la industria naval a iniciativas de integración productiva. • La eliminación del doble cobro del arancel externo común (aec) y distribución de la renta aduanera en tres etapas. La primera etapa deberá estar en funcionamiento efectivo a partir del 1º de enero de 2012; y la segunda etapa, a partir del 1º de enero de 2014. El Consejo del Mercado Común definirá la fecha de entrada en vigor de la tercera etapa antes del 31 de diciembre de 2016, que deberá estar en funcionamiento a más tardar el 1º de enero de 2019. • Mantener listas nacionales de excepción al aec en los términos referidos en la siguiente tabla: Tabla 5 Excepciones nacionales al arancel externo común (aec)

Argentina Brasil Paraguay Uruguay

Núm. de códigos nmc Hasta 100 Hasta 100 Hasta 649 Hasta 225

Fecha Hasta 31 de dic. de 2015 Hasta 31 de dic. de 2015 Hasta 31 de dic. de 2019 Hasta 31 de dic. de 2017

• La acción externa del Mercosur se desarrollará mediante la negociación de mecanismos de vinculación política, comercial o de cooperación con terceros países o grupos de países, tomando en consideración los intereses de los Estados partes. El grado de institucionalización del bloque y los recursos disponibles y su agenda serán definidos anualmente. • Hasta el 31 de diciembre de 2011, los países miembros podrán presentar un primer conjunto de proyectos e iniciativas dirigidos a la superación de las asimetrías del bloque y a la inserción competitiva de las economías menores en la unión aduanera.

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Desde el punto de vista teórico, el pcua tiene una concepción integral. La articulación entre los diferentes temas ha sido cuidadosamente concebida y los plazos para alcanzar muchos de los propósitos señalados parecieran ser realistas y no marcados por la euforia del momento. Sin embargo, echar a andar las acciones derivadas de este programa implica su inclusión en el ordenamiento jurídico de los Estados miembros —lo que sistemáticamente ha sido un problema en el bloque—, de manera que la voluntad política tendrá un papel decisivo. Y no se trata sólo del apoyo político de los ejecutivos nacionales, sino el de los legislativos (que tradicionalmente han subordinado decisiones en torno a los temas de integración al rejuego político interno). Si bien la actividad normativa del cmc en el año 2010 ha sido prolífera sobre diferentes temas, la aprobación del Código Aduanero y el pcua son los que marcan el rumbo en estas materias, por lo que en esta oportunidad se han obviado otras decisiones sobre temas puntuales o respecto a medidas relacionadas con el enfrentamiento a la coyuntura. Negociaciones con terceros La crisis internacional no resulta un entorno favorable para la negociación de acuerdos comerciales; por el contrario, son momentos en los que se exacerban las prácticas proteccionistas bajo diferentes formas. Como ya hemos hecho referencia en otras oportunidades, los criterios y prioridades en la conformación de la agenda externa del Mercosur han sido objeto de discrepancias entre actores económicos y políticos en el bloque. No caben dudas sobre la importancia, papel e incidencia de las negociaciones en las dinámicas de los procesos de integración, por ello no es de extrañar que los disímiles intereses que se cobijan en estos procesos tengan visiones y prioridades no coincidentes. El Mercosur ha respondido ante esta constatación de la realidad incluyendo la agenda externa en el Programa de Consolidación de la Unión Aduanera a partir de una propuesta presentada por Paraguay. Negociaciones con la Unión Europea (ue): en 2010 se produjo el relanzamiento de las negociaciones del Acuerdo de Asociación Mercosurue —después de seis años de interrupción— con una disposición expresa de las partes a flexibilizar sus posiciones. Llama la atención el hecho de que la voluntad de reiniciar las negociaciones ocurriera en un momento de crisis, cuando la predisposición a la apertura de los mercados pierde 79

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terreno cediendo espacios al proteccionismo bajo diferentes formas. De otra parte, si la referencia para este relanzamiento es el punto en que quedaron las negociaciones cuando se produjo la interrupción en 2004, habría que señalar que las condiciones son muy diferentes; no sólo por la crisis sino que la composición de la ue cambió por la ampliación, y los intereses de los nuevos miembros no se corresponden con las expectativas de acceso al mercado agrícola europeo de los países del Mercosur. Como se ha planteado en otras ediciones de este anuario, al interior del Mercosur existen presiones por parte de diversos sectores para dar prioridad a las negociaciones con países desarrollados, bajo el supuesto de que el mayor poder adquisitivo de esas áreas constituye un mercado más atractivo que el representado por países del sur. Esta posición es particularmente fuerte en los socios menores del bloque,3 quienes sistemáticamente han mostrado su insatisfacción por las reticencias de los socios mayores a abrir el mercado a sus productos. Ese punto de vista es compartido por otros actores económicos del bloque (el agronegocio, por ejemplo), quienes critican la proyección “tercermundista” sustentada por el bloque en los últimos años, en detrimento de las negociaciones con los grandes mercados, que en opinión de esos actores representarían mayores beneficios. No obstante la voluntad de hacer avanzar el Acuerdo de Asociación con la ue expresada en mayo de 2010, existen puntos de resistencia cuya negociación será compleja. Los temas más candentes de la negociación son: agricultura, propiedad intelectual y desarrollo sostenible. Por la parte europea se teme un fuerte impacto en el sector azucarero, en la carne vacuna, de pollo, de cerdo, frutas y hortalizas (Europeo, 2011). A ello se suma la percepción europea sobre varios temas: la existencia de un proteccionismo excesivo para los bienes industriales como los automóviles (el arancel del sector automotor es de 35%, mientras el arancel promedio aplicado es de 13%) (Comisión Europea, 2010) y los productos químicos, e incluso para los vinos; el riesgo de incumplimiento en las normas de protección de las denominaciones de origen; la baja exigencia de las normas de seguridad alimentaria y de protección del medio ambiente; y la falta de transparencia en los contratos públicos (Europeo, 2011). Las inquietudes del bloque suramericano se concentran en el tema agrícola, aunque se espera que el umbral de las importaciones liberali3.

Debe recordarse que Uruguay ha planteado en varias oportunidades desmontar la unión aduanera del Mercosur para negociar individualmente con Estados Unidos

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zadas sea superior a la oferta de 2004, cuando se estancaron las negociaciones. Los temores europeos se podrían mitigar si el acuerdo incluye la exigencia del cumplimiento de los mismos estándares (medioambientales, de seguridad alimentaria) para la ue y el Mercosur (Europeo, 2011). De cualquier manera, un escollo difícil de superar viene dado por la inamovilidad de la posición europea en materia de las ayudas domésticas, tema para el cual la ue sostiene que no podrá avanzar más allá de los compromisos en la omc. En cambio, en materia de propiedad intelectual demanda al Mercosur superar los compromisos establecidos en los adpic (bid-Intal, Informe Mercosur núm. 16. Segundo Semestre 2010-Primer Semestre 2011, 2011). En el segundo semestre de 2010 se realizaron tres rondas de conversaciones en las que los mayores avances se produjeron en los aspectos normativos del acuerdo, se actualizaron las posiciones de las partes en relación a los temas y se constituyeron los grupos de trabajo.4 No obstante, las resistencias europeas en torno a flexibilizar sus posiciones en comercio agrícola y la del bloque suramericano relativa a la protección de su industria, auguran en el actual contexto avances más lentos que los que la renovada voluntad política de retomar las negociaciones permitían suponer. En lo que podría interpretarse como una agenda de cooperación externa del Mercosur —tras la cual está el interés de Brasil de proyectar su presencia regional—, el bloque acordó otorgar márgenes de preferencia arancelaria de hasta 100% a varios rubros de productos textiles originarios de Haití (cmc, Preferencias comerciales a Haití, dec. núm. 14/10, 2010), para preservar la preferencia prioritaria a los miembros del bloque. La decisión del Consejo de Mercado Común está acompañada de un artículo donde se establece que en caso de que algún país miembro se considere afectado por los beneficios concedidos a favor de las exportaciones haitianas, deberá informar de ello al país otorgante de los beneficios, y éste se obliga a revisar las preferencias otorgadas al país caribeño y/o ser recompensado (cmc, Preferencias comerciales a Haití, dec. núm. 14/10, 2010).

4.

Los grupos de trabajo creados para las negociaciones del Acuerdo de Asociación ue-Mercosur fueron: acceso al mercado de bienes, normas de origen, barreras técnicas al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, derechos de propiedad intelectual e indicaciones geográficas, solución de controversias: defensa comercial, políticas de competencia, aduanas y facilitación de comercio: servicios e inversiones, y compras del sector público.

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Mercosur-Egipto: en 2010 fue firmado con Egipto el segundo acuerdo de libre comercio extra-regional (el primero fue con Israel). El acuerdo cubre cerca de 90% del intercambio de bienes y existen posibilidades de que más adelante se extienda a servicios e inversiones (bid-Intal, Informe Mercosur núm. 15. Segundo Semestre 2009-Primer Semestre 2010, 2010). Este acuerdo se enmarca en la política del Mercosur de ampliar sus relaciones con socios no tradicionales, con lo que en general el intercambio no es significativo. Mercosur exporta a Egipto carnes, azúcar, cereales, oleaginosas y hierro e importa de esa procedencia fundamentalmente fertilizantes, además de gas de petróleo, alcohol para aviones, parafinas y algodón. Mercosur-Jordania: en el año que cubre este trabajo se realizaron rondas para avanzar en la conformación de un área de libre comercio, pero no se alcanzó el consenso para su firma en la última cumbre del año del bloque. Los desencuentros se produjeron en el tratamiento a los sectores sensibles por ambas partes: agroindustrial para Jordania y textiles para el Mercosur (bid-Intal, Informe Mercosur núm. 16. Segundo Semestre 2010-Primer Semestre 2011, 2011). El grueso de las exportaciones del bloque son productos agropecuarios, mientras las importaciones principales son los insecticidas y los medicamentos (bid-Intal, Informe Mercosur núm. 16. Segundo Semestre 2010-Primer Semestre 2011, 2011). Mercosur-Siria: firmaron un acuerdo marco con vistas a la creación de un área de libre comercio, con ese fin se acordó la creación de un comité de negociaciones encargado de: intercambiar información sobre los aranceles aplicados por ambas partes en el comercio bilateral y con terceros, así como sobre sus políticas comerciales; intercambiar información sobre el acceso a mercados, medidas arancelarias y no arancelarias, medidas sanitarias y fitosanitarias, estándares y reglamentos técnicos, reglas de origen, salvaguardias, antidumping y medidas compensatorias, regímenes aduaneros especiales y solución de controversias; establecer los criterios para la negociación del alc y negociar el acuerdo (cmc, Acuerdo Marco para la Creación de un Área de Libre Comercio entre el Mercosur y la República Árabe Siria, dec. núm. 34/10, 2010). Mercosur exporta a Siria café, azúcar, carne, cereales, animales vivos y celulosa. El renglón fundamental de importación es el petróleo (bid-Intal, Informe Mercosur núm. 16. Segundo Semestre 2010-Primer Semestre 2011, 2011). Mercosur-Turquía: firmaron un memorando para el diálogo político y la cooperación, lo que complementaría en el plano político el acuerdo marco para el establecimiento de un área de libre comercio firmado 82

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en 2008 (cmc, Memorándum para el Establecimiento del Mecanismo de Diálogo Político y Cooperación entre los Estados partes del Mercosur y Estados Asociados y la República de Turquía, dec. núm. 42/10, 2010). En el periodo cubierto por este trabajo entraron en vigor los acuerdos con Israel (primero de libre comercio extra-zona) y con Marruecos, que pretende pasar de área de preferencias fijas a acuerdo de libre comercio. Como cuestión interesante en esta etapa a cuya evolución debe dársele seguimiento, está la reunión Mercosur-Perú orientada a la profundización de las preferencias existentes en el ace 58 y el interés por ampliar a inversiones y compras gubernamentales el acuerdo vigente con Chile. En el primer caso no se llegó a consenso, pero existe la preocupación por parte del Mercosur de la erosión de las preferencias al Mercosur resultante de otros acuerdos firmados por el país andino (bid-Intal, Informe Mercosur núm. 16. Segundo Semestre 2010-Primer Semestre 2011, 2011). Estos eventos podrían ser una señal de una tendencia a actualizar los acuerdos pre-existentes con otros países suramericanos, a la luz del nuevo contexto internacional y regional, en el cual pareciera que bajo el manto de Unasur se podría avanzar una convergencia entre Mercosur y la can, en cuyo caso es previsible el interés brasileño de que ello ocurra bajo la normativa del Mercosur. En ocasión de la cumbre de agosto, los presidentes del Mercosur manifestaron su apoyo a la implementación de medidas de apoyo a Bolivia, teniendo en cuenta las dificultades económica y sociales que acarrean para ese país la pérdida de preferencias arancelarias que le permitían el acceso ventajoso de numerosos productos al mercado estadounidense; en ese sentido, determinaron dar continuidad a las medidas para que los países del bloque en el año 2011 compren al país andino 30 millones de dólares de sus exportaciones (Mercosur, Comunicado Conjunto de los Presidentes de los Estados Partes del Mercosur, xxxix Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común del Mercosur, 2010). En 2010 el Mercosur acordó establecer un mecanismo de diálogo político y cooperación con Cuba, para cuya instrumentación fue firmado un memorándum. El diálogo político incluye los siguientes temas: fortalecimiento del multilateralismo, en particular en las Naciones Unidas; mantenimiento de la paz y seguridad internacionales; eliminación del hambre y la pobreza; agricultura familiar; fortalecimiento del papel de las mujeres; cooperación en el área de la educación; cooperación en ciencia y tecnología; cooperación en salud; y cooperación en el área de deportes (Mercosur, Memorándum para el Estableciemiento de un Mecanismo 83

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de Diálogo Político y Cooperación entre el Mercosur y la República de Cuba, dec. núm. 41/10, 2010). Como puede apreciarse a pesar de las limitaciones que ocurren en el proceso negociador en los tiempos de crisis, el Mercosur mostró avances en espacios no considerados prioritarios por el peso que representan en las relaciones con el bloque, pero que han tenido la característica de ser (o de echar las bases para serlo en el futuro) más abarcadores que los acuerdos suscritos con los vecinos, lo cual hace pensar en una posible actualización de aquellos bajo la referencia de los extrazona. Conclusiones Los recientes intentos de actualización del Mercosur dan cuenta del compromiso de los miembros del bloque con preservarlo como núcleo duro de sus relaciones de inserción internacional. Este compromiso es una señal del interés del Mercosur por mantener su identidad frente a otras ofertas de asociativas que han cobrado auge en el ámbito suramericano; en segundo lugar, muestra la intención de profundizar los lazos entre los países miembros, materializando la unión aduanera. Sin embargo, desde el punto de vista institucional nada asegura que no se repitan los incumplimientos de plazos y normas que han caracterizado la dinámica del bloque. La intención de profundizar la unión aduanera implica la ratificación de las restricciones para emprender negociaciones comerciales con terceros de manera individual, que ha sido una demanda levantada sistemáticamente por Uruguay ante los obstáculos de acceso al mercado de sus socios mayores. Paralelamente a la consolidación de la unión aduanera debiera producirse su pleno funcionamiento como área de libre comercio. El mecanismo de comercio en moneda local para los intercambios intra-regionales ha mostrado sus ventajas, pero aún no se ha desplegado su potencial. Si bien han crecido los montos y el número de operaciones, sólo cubren una parte muy pequeña del comercio bilateral. Diferentes autores e instituciones plantean que el principal desafío de la agenda externa del Mercosur es la negociación con la ue; pero los pronósticos sobre esa región anuncian que la recuperación será más prolongada y compleja de lo que se había vislumbrado inicialmente, de manera que las expectativas del Mercosur derivadas de un gran mercado se licuan frente a la pérdida de dinamismo de la zona euro. Podría ser un 84

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buen momento para explorar las potencialidades derivadas de las perspectivas de crecimiento en la propia región latinoamericana. En años recientes, en el Mercosur se evidenció la tendencia a diversificar las relaciones externas, lo que se hizo manifiesto en el impulso a acuerdos con socios extra-regionales no tradicionales con los cuales el monto de la relación comercial no era significativo. Generalmente estos acuerdos se limitaban al comercio de bienes, pero varios de los suscritos recientemente se han realizado bajo un formato que incluye servicios e inversiones. Frente a esto, la actualización de los acuerdos con otros países de Suramérica suscita un renovado interés, que podría incluir elementos distintivos en relación a los que se negocian con el resto del mundo, como la aplicación de criterios valor acumulado regional. En la propuesta de actualización del bloque se aprecia una concepción más integral y madura del proceso que apunta a fortalecer la institucionalidad. En la letra de las decisiones del cmc se observa la colocación del ted a Paraguay en la agenda externa del bloque. La agenda de la integración regional en las nuevas propuestas no tiene el foco en lo comercial, como ocurre con los esquemas convencionales de integración, a cuyo formato responde el Mercosur. Dadas las insatisfacciones persistentes con los resultados de estos procesos después de décadas de evolución, las nuevas propuestas son depositarias de renovadas expectativas en la integración, incluyendo en la agenda temas y dimensiones que no eran tenidos en cuenta por los esquemas tradicionales, lo que les confiere un halo de actualidad y realismo del que parecieran carecer las viejas propuestas. En ese contexto no faltan las voces que claman por diluir los viejos esquemas en las nuevas propuestas; si bien la búsqueda de convergencias entre las propuestas de naturaleza similar es positiva, no sería pertinente echar por la borda lo alcanzado en espacios más pequeños. Por tanto el desafío de actualizar el Mercosur, si se pretende preservar la identidad de ese espacio, no admite el lujo de los compromisos postergados que lo han caracterizado hasta ahora. En el nuevo contexto, el estancamiento devendría pérdida de importancia estratégica y credibilidad. Las decisiones del cmc durante 2010 referidas a la actualización de la normativa interna en función del “deber ser” del bloque podrían estar reflejando la reconstrucción de una visión común sostenida por el contexto político particular que viven estos países del área y ser una respuesta desde la reafirmación de la validez del Mercosur frente a la emergencia de otras propuestas asociativas. 85

Lourdes Ma. Regueiro Bello

Bibliografía bid-Intal

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La Comunidad Andina en 2010: tensiones, avances y contradicciones

Carlos Otto Vázquez1 El 2010 significó para los países miembros de la Comunidad Andina (can) un año de recuperación en sus principales indicadores económicos, después del panorama especialmente difícil y complejo por el que atravesaron en 2009 en el marco de la severa crisis económica y financiera global. En efecto, durante 2010, los países miembros de la comunidad tuvieron un desempeño económico favorable que se expresó entre otros aspectos en un incremento del producto interno bruto, en un alza importante de sus exportaciones, incluyendo las intracomunitarias, en un aumento de los flujos de inversión extranjera directa y en una elevación del monto de remesas recibidas. Lo anterior se vio acompañado de una redefinición de la estrategia global, así como de un conjunto de medidas que forman parte del complejo proceso de rearticulación y consolidación de la estructura institucional comunitaria en sus distintos ámbitos; si bien dicho proceso no ha estado exento de las tensiones que forman parte de la dinámica de funcionamiento este mecanismo de integración subregional. El comportamiento favorable de los principales indicadores económicos incluyó el que los cuatro países miembros de la can cumplieran las metas de convergencia macroeconómica: en materia de inflación (no ser mayor a un dígito), en deuda pública (no superar 50% del pib) y en déficit fiscal (no superar 3% del pib). Además de ello, durante 2010 se produjo en el plano político una relativa disminución de las tensiones 1.

Economista. Profesor de Posgrado en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México. Correo electrónico: [email protected].

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Carlos Otto Vázquez

previamente acumuladas en la región andina, lo que incluyó el pleno restablecimiento —el 15 de diciembre de ese año— de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Ecuador, relaciones cuya ruptura se originó en la política belicista e injerencista del ex presidente colombiano Álvaro Uribe y cuya salida del cargo vino a contribuir a una disminución de los conflictos en el área. De la misma forma, y abonando a la disminución de roces políticos entre los países andinos, el 19 de octubre de 2010 los presidentes de Perú y Bolivia firmaron un pacto marítimo que permite a Bolivia tener acceso al océano Pacífico para poder dar salida por esa vía a sus exportaciones. Teniendo en cuenta estos elementos iniciales de balance, el presente artículo lo hemos dividido en dos grandes apartados: en el primero de ellos se hace un recuento de los principales indicadores que dan cuenta del comportamiento económico y comercial de los países de la Comunidad Andina durante el 2010, mientras que en un segundo apartado se abordan los aspectos más relevantes que estuvieron presentes en la dinámica de funcionamiento de la estructura institucional comunitaria, tanto en el ámbito interno como en el de las relaciones con el exterior. La evolución económica y comercial de los países de la can en 2010 Un primer elemento que destacar de la evolución económica de los países de la Comunidad Andina tiene que ver con el incremento del producto interno bruto de los países del área en el año 2010, de forma que si durante el año 2009 el pib regional creció en sólo 1.5%, para 2010 este indicador se incrementó en 5.5%. Tal crecimiento se dio además de manera generalizada, de forma que tanto Bolivia como Colombia, Ecuador y Perú presentaron un alza de su ritmo de crecimiento económico respecto al año inmediato anterior. Como se puede apreciar en el cuadro 1, la economía peruana fue la que presentó un mejor desempeño al pasar de un aumento de 0.9% en 2009 a 8.7% para 2010. Por lo que hace a los demás países de la can, Colombia logró crecer a 4.3% en 2010, Ecuador a 3.6%, en tanto que Bolivia tuvo también un desempeño favorable al pasar de un alza de 3.4% en 2009 a 4.1% en 2010. En términos generales, y como se desprende del mismo cuadro 1, la evolución del producto interno bruto de los países andinos ha mostrado una tendencia favorable en los últimos años si se le compara con el comportamiento que ha mostrado dicho indicador en otros países y regiones, 88

La Comunidad Andina en 2010: tensiones, avances y contradicciones

de manera que en la totalidad de los años presentados en el cuadro 1 el pib comunitario ha presentado un crecimiento mayor que el pib mundial, que el de las economías avanzadas, que el pib de los Estados Unidos y que el de la zona euro; en tanto que para 2009, cuando se produjo una caída de la producción mundial como expresión del severo descenso de este indicador en el conjunto de las economías avanzadas, así como en particular en los Estados Unidos y en los países de la zona euro, la región andina logró tener un desempeño positivo, si bien a niveles bajos, en el comportamiento del pib regional. De esta manera, tenemos que en los últimos años se han venido presentando, por una parte, incrementos más acentuados de la producción andina cuando ha crecido el pib mundial y, por otra, descensos más atenuados del producto andino cuando la producción ha mostrado caídas en su comportamiento global. Cuadro 1 Comunidad Andina. Comportamiento del producto interno bruto (tasa de crecimiento anual) Países/año can

Bolivia Colombia Ecuador Perú Mundo Economías avanzadas Estados Unidos Zona del Euro Economías emergentes y en desarrollo Economías en desarrollo de Asia

2005

2006

2007

2008

2009

2010p

5.5 4.4 4.7 5.7 6.8 4.6 2.7 3.1 1.7 7.3 9.5

6.5 4.8 6.7 4.8 7.7 5.3 3.1 2.7 3.2 8.2 10.3

6.7 4.6 6.9 2.0 8.9 5.4 2.8 1.9 3.0 8.9 11.5

5.9 6.1 3.5 7.2 9.8 2.8 0.1 -0.3 0.4 6.0 7.7

1.5 3.4 1.5 0.4 0.9 -0.7 -3.7 -3.5 -4.3 2.8 7.2

5.5 4.1 4.3 3.6 8.7 5.1 3.1 3.0 1.8 7.3 9.5

p/ cifra preliminar. Fuente: Secretaría General de la Comunidad Andina (sgcan). Cuentas Nacionales. Resolución 1052 y fmi: Perspectivas de la Economía Mundial, abril y septiembre 2011.

El favorable escenario económico de los países de la comunidad, se vio acompañado de un incremento de los niveles de inflación en el área andina, de manera que, como se puede observar en el cuadro 2, el índice de precios al consumidor pasó de ubicarse en 1.6% en 2009 a 3.3% en 89

Carlos Otto Vázquez

2010. El alza de los precios fue más acentuada en Bolivia, país en el que pasó de 0.3% a 7.2%, en tanto que en Colombia, Ecuador y Perú el índice de precios se situó en niveles que oscilan alrededor de 2.1% y 3.3%. El comportamiento de la inflación en las economías andinas siguió siendo uno de los activos de los países del área, pues lograr que la elevación de los precios no sea mayor a un dígito forma parte de las metas de convergencia macroeconómica que han sido propuestas por la institucionalidad andina y a las que se da permanente seguimiento. El prudente manejo de esta variable, destaca particularmente si se tiene presente el complejo contexto internacional caracterizado por la presencia de recursos financieros caros y escasos en los mercados de dinero; por los elevados precios que continúan manteniendo los hidrocarburos y los alimentos; así como por la permanencia de altos niveles de incertidumbre en los más diversos ámbitos de la economía mundial. Cuadro 2 Comunidad Andina. Índice de Precios al Consumidor (tasa de variación respecto al año anterior) País/año can

Bolivia Colombia Ecuador Perú

2005 3.6 4.9 4.9 3.1 1.4

2006 3.3 4.9 4.5 2.9 1.2

2007 5.8 11.7 5.7 3.3 4.9

2008 8.2 11.8 7.7 8.8 7.3

2009 1.6 0.3 2.0 4.3 0.1

2010 3.3 7.2 3.2 3.3 2.1

Fuente: Secretaría General de la Comunidad Andina (sgcan). Índice de Precios al Consumidor Armonizado. Decisión 646.

La elevación en los niveles de actividad económica en los países de la Comunidad Andina se vio acompañada de un incremento importante de las exportaciones, las cuales —como se puede ver en el cuadro 3— alcanzaron niveles históricos, ubicándose en poco más de 98,000 millones de dólares. El aumento en las exportaciones vino a compensar el pronunciado descenso que habían mostrado en 2009, en medio de la crisis económica y financiera que afectó severamente los niveles de comercio. El incremento de las exportaciones comunitarias representó 26.2% más de lo exportado en 2009 y tuvo un carácter generalizado. Destaca el caso de Perú, que vio crecer sus exportaciones en más de 32% en tan sólo un año,

90

La Comunidad Andina en 2010: tensiones, avances y contradicciones

seguido de Bolivia y Ecuador que aumentaron sus exportaciones en más de 27% y de Colombia con poco más de 20% de incremento. Cuadro 3 Exportaciones de los miembros de la Comunidad Andina (millones de dólares) País/Año

2005

2006

2007

2008

2009

2010

can

51,320 2,791 21,194 9.932 17,403

64,478 4,198 24,387 12,663 23,231

76,802 4,814 29,898 14,234 27,857

93,654 6,688 37,626 18,432 30,907

77,680 5,249 32,784 13,539 26,109

98,003 6,714 39,552 17,251 34,486

Bolivia Colombia Ecuador Perú

Incremento 2010/2009 26.2 % 27.9 % 20.6 % 27.4 % 32.1 %

Fuente: Secretaría General de la can, Sistema Integrado de Comercio Exterior (Sicext). Decisión 511.

En lo que hace al destino de las exportaciones de la Comunidad Andina por países y regiones, en el cuadro 4 se observa que Estados Unidos sigue siendo el principal mercado de la zona andina y concentra casi 30% del total exportado por dichos países. La Unión Europea constituye el segundo mercado de los países del área; sobresale el caso de China como el tercer destino de mayor importancia de las exportaciones andinas, con cerca de ocho mil millones de dólares, superando con ello los montos exportados por la comunidad a los cuatro países que conforman el Mercosur y, lo que es más representativo, las exportaciones dirigidas a China son mayores incluso que las que realizan los propios países andinos entre ellos mismos. Por lo que se refiere a las exportaciones de los países de la Comunidad Andina dirigidas hacia Estados Unidos, en el cuadro 5 se puede ver que cerca de 60% es efectuado por Colombia, quien concentra la mayor proporción de las exportaciones andinas al país del norte, seguido de lejos por Ecuador y Perú cuyo porcentaje oscila en torno a 20% de los 28,794 millones de dólares que conformaron las exportaciones andinas a Estados Unidos en 2010 y, por último, tenemos el caso de Bolivia, país que participó con menos de 2% de las exportaciones totales de la can al país del norte en el año que estamos revisando.

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Carlos Otto Vázquez

Cuadro 4 Comunidad Andina. Principales destinos de sus exportaciones País/Exportaciones Estados Unidos Unión Europea China Comunidad Andina Mercosur Suiza Chile Venezuela Japón Corea México Rusia Caricom India Otros países Mundo

Valor fob 28,794 13,861 7,864 7,810 5,517 4,927 3,187 3,174 3,133 1,633 1,034 752 731 567 15,019 98,003

% del total 29.4 14.1 8.0 8-0 5.6 5.0 3.2 3.2 3.2 1.7 1.1 0.8 0.8 0.6 15.3 100.0

Fuente: Comunidad Andina, Secretaría General, Sistema Integrado de Comercio Exterior (Sicext). Decisión 511.

Cuadro 5 Comunidad Andina. Exportaciones hacia Estados Unidos por país (en millones de dólares y porcentajes) Monto 28,794 544 16,744 5,975 5,530

Comunidad Andina –Bolivia –Colombia –Ecuador –Perú

% del total 100.0 1.9 58.2 20.7 19.2

Fuente: Sistema Integrado de Comercio Exterior de la Comunidad Andina (Sicext), en El Comercio Exterior de Bienes entre la Comunidad Andina y los Estados Unidos, SG/ de 506.

Entre los principales productos enviados a Estados Unidos desde los países de la can, destacan la exportación de aceites crudos de petróleo 92

La Comunidad Andina en 2010: tensiones, avances y contradicciones

o de mineral bituminoso, las demás formas en bruto de oro para uso no monetario, camarones congelados, plátanos frescos, café sin tostar y sin descafeinar, estaño en bruto sin alear, plata en bruto aleada, así como desperdicios o desechos de oro o de chapado de oro excepto las barreduras que contengan otro metal precioso. La recuperación de los niveles de actividad económica y el incremento de las exportaciones totales de los países andinos, se dio de la mano con una elevación importante de las exportaciones intracomunitarias las cuales alcanzaron su máximo histórico. En el cuadro 6 se puede observar que las exportaciones intra-can pasaron de 5,774 a 7,810 millones de dólares entre 2009 y 2010, lo que significó un incremento de 35.2%. En lo que hace a las exportaciones intracomunitarias por países, destaca el caso de Perú, cuyas exportaciones al resto de los países del área crecieron en 44.7%, seguido de Ecuador, con una elevación de 34.1% en sus exportaciones intra-andinas, Perú, con un alza cercana al 29% por ciento y finalmente Bolivia que vio crecer sus exportaciones a los demás países de la región de 535 a 636 millones de dólares en el 2010. Cuadro 6 Comunidad Andina. Exportaciones Intracomunitarias (en millones de dólares) Países/Año

2005

2006

2007

2008

2009

2010

can

4,573 305 2,084 1,350 834

5,150 411 1,987 1,748 1,003

5,999 395 2,148 2,243 1,214

7,005 479 2,456 2,491 1,579

5,774 535 2,116 1586 1,538

7,810 636 3,063 2,127 1,984

Bolivia Colombia Ecuador Perú

2010/2008 en % 35.2 % 18.8 % 44.7 % 34.1 % 28.9 %

Fuente: Secretaría General de la can, Comercio Exterior de Bienes. Decisión 511.

La elevación del monto de las exportaciones intracomunitarias se tradujo en un incremento de las mismas como porcentaje de las exportaciones totales. En el cuadro 7 se puede apreciar que el comercio intra-can pasó de representar 7.4% del comercio total en 2009 a 8.0% para el año 2010, quebrando de esa manera la clara tendencia descendente que había venido presentando el comercio intra-andino como parte de su comercio total. A pesar del incremento, en el cuadro se puede apreciar también que el inter93

Carlos Otto Vázquez

cambio intra-andino sigue estando por debajo del nivel que tenía en el año 2005, cuando representaba cerca de 9% del comercio total. Los datos presentados muestran que el aumento significativo en los porcentajes del comercio intra-andino sigue constituyendo uno de los pendientes históricos en los que debe trabajar la institucionalidad andina, pues ya sea en épocas de crisis económica y financiera o bien de recuperación sostenida de los niveles de actividad económica, lo cierto es que el comercio intra-esquema no logra representar porcentajes verdaderamente importantes como parte de los intercambios totales realizados por los países de la can, y ello se hace más evidente cuando se observa que el comercio intra-zonal en espacios como el europeo representa un porcentaje considerable del comercio total que no admite comparación con los bajos niveles que se dan en el área andina. Cuadro 7 Comunidad Andina. Exportaciones intracomunitarias como porcentaje de las exportaciones totales (en millones de dólares y en porcentajes) Exportaciones/Año Exportaciones totales Intracomunitarias Porcentaje del total

2005 51,320 4,573 8.9%

2006 64,478 5,150 8.0%

2007 76,802 5,999 7.8%

2008 93,654 7,005 7.5%

2009 77,680 5,774 7.4%

2010 98,003 7,810 8.0%

Fuente: Secretaría General de la can, Comercio Exterior de Bienes. Decisión 511.

Observando la evolución del comercio intracomunitario desde otra perspectiva, en el cuadro 8 se puede ver que a pesar del aumento en los montos absolutos del comercio intracomunitario, y de que ello se tradujo en una elevación del porcentaje de las exportaciones comunitarias como parte de las exportaciones totales; esto no se dio de manera generalizada para los países miembros de la can, de forma que en el caso de Bolivia se dio una disminución del porcentaje que representan las exportaciones bolivianas efectuadas a los países andinos como parte de las exportaciones totales, las que pasaron de representar 10.2% en 2009 a un 9.5 por ciento para el año 2010. Para el caso de Perú se dio un caso semejante, al disminuir el porcentaje que representan las exportaciones peruanas a los países andinos como parte de las exportaciones totales, si bien dicha disminución se dio de forma más acentuada al pasar de 5.9 por ciento en 2009 al 5.8 por ciento en 2010, porcentaje que, por cierto, representa el menor nivel de comercio intra-zonal de los cuatro países miembros de 94

La Comunidad Andina en 2010: tensiones, avances y contradicciones

este mecanismo de integración subregional y que lo ubica muy por debajo de Ecuador, país cuyo comercio intracomunitario se sitúa en 12.3%. Cuadro 8 Comunidad Andina. Participación de las Exportaciones intracomunitarias en las exportaciones totales por países (en porcentajes) Año/País 2005 2006 2007 2008 2009 2010

can

8.9 8.0 7.8 7.5 7.4 8.0

Bolivia 10.9 9.8 8.2 7.2 10.2 9.5

Colombia 9.8 8.1 7.2 6.5 6.5 7.7

Ecuador 13.6 13.8 15.8 13.5 11.7 12.3

Perú 4.7 4.3 4.4 5.1 5.9 5.8

Fuente: Secretaría General de la can, “42 años de integración comercial de bienes en la Comunidad Andina 1969-2010”. Documento estadístico sg/de 403, 16 de marzo de 2011.

Respecto al comportamiento de las exportaciones bilaterales de los países de la Comunidad Andina, en el cuadro 9 se puede ver que buena parte del comercio intra-zonal se concentra en las exportaciones que Colombia efectúa hacia sus dos vecinos limítrofes, Perú y Ecuador, así como en el intercambio mutuo que realizan entre sí Ecuador y Perú, siendo el conjunto de las transacciones mencionadas equivalentes a alrededor de dos terceras partes del total del comercio intra-can. De la misma forma, es de destacar el bajo nivel de intercambio comercial que se sigue dando entre Ecuador y Bolivia, países que comerciaron entre sí un monto equivalente a 31 millones de dólares, producto de los 17 millones de dólares que exportó Bolivia a Ecuador en el año 2010 y de los 14 millones de dólares exportados por Ecuador hacia Bolivia. Las potencialidades que se desprenden del intercambio entre ambos países son significativas si se tiene presente que el comercio entre dichas naciones representó el equivalente a menos de 0.4% del comercio intra-can, lo que muestra uno de los flancos débiles de este mecanismo de cooperación subregional a más de cuatro décadas de su fundación.

95

Carlos Otto Vázquez

Cuadro 9 Exportaciones bilaterales de los miembros de la can (en miles de dólares) Año 2010

De Bolivia De Colombia De Ecuador De Perú Total intra- can

a Bolivia

a a Ecuador Colombia 236

107 14 381

17 1824

785 787

816

a Perú

383 1132 1328

Comercio Variación intra can porcentual 2010/2009 636 18.8 % 3,063 44.7 % 2,127 34.1 % 1,984 29.0 % 7,810 35.2 %

Fuente: Secretaría General de la can, “42 años de integración comercial de bienes de la Comunidad Andina 1969-2010”. Documento estadístico sg/de 403, 16 de marzo de 2011.

Además de los aspectos referidos a sus vínculos comerciales, en 2010 los países de la Comunidad Andina tuvieron un incremento en los flujos de inversión extranjera que ingresaron a la región después de la brusca caída de casi siete mil millones de dólares que sufrió este indicador en 2009 respecto al año inmediato anterior. En el cuadro 10 se puede apreciar la evolución de la ied en los países de la can en los últimos años, y particularmente lo sucedido a consecuencia de la crisis económica y financiera global que se desató en 2008. A partir de entonces, la inversión que llegó a la región disminuyó sustancialmente, pasando de casi 20 mil a menos de 13 mil millones de dólares en un solo año —entre 2008 y 2009—, y si bien para 2010 se presentó una parcial recuperación de la misma, dicha alza estuvo lejos de ubicar a la inversión extranjera ingresada al área andina a los niveles previos que mostró en 2008. De los casi 15 mil millones de dólares que llegaron a los países andinos en 2010, un aspecto a resaltar tiene que ver con la elevada concentración que se dio en dos de ellos: Colombia y Perú, países a los que llegó casi 93% de la ied, en tanto que a Bolivia y Ecuador se dirigió solo el restante 7%. El caso ecuatoriano resulta especialmente revelador de la desigual distribución de la inversión extranjera en la región si tenemos presente que entre 2009 y 2010 la ied ingresada a ese país disminuyo en casi 50%, al pasar de 312 a 164 millones, lo que implica que en 2010 del total de ied que se dirigió a la Comunidad Andina sólo 1.1% de la misma tuvo como destino a Ecuador. En contrapartida, la inversión extranjera 96

La Comunidad Andina en 2010: tensiones, avances y contradicciones

Cuadro 10 Comunidad Andina. Flujo de inversión extranjera directa (en millones de dólares) 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2010/2009 % del total 13,812 10,975 15,688 19,809 12,959 14,985 15.6 % 100.0 % Bolivia 488 582 953 1,302 687 915 33.2 % 6.1 % Colombia 10,252 6,656 9,049 10,583 7,201 6,760 -6.1 % 45.1 % Ecuador 493 271 195 1,001 312 164 -47.4 % 1.1 % Perú 2,579 3,467 5,491 6,924 4,760 7,147 50.1 % 47.7 %

can

Fuente: Comunidad Andina, Secretaría General, Flujo de la Inversión Extranjera Directa en la Comunidad Andina 2001-2010. Documento estadístico sg/de 464.

directa que llegó al Perú en 2010 se elevó más de 50% y pasó de 4,760 a 7,147 millones de dólares en un solo año. En términos generales, la minería y el petróleo fueron los rubros a los que se dirigió la mayor parte de la ied que llegó a la región, canalizando a dichas actividades alrededor de 6,447 millones de dólares en 2010, seguidos de otras actividades como la manufactura y los servicios financieros, rubros a las cuales se destinaron poco más de mil millones de dólares a cada uno. Otro aspecto importante que destacar, por la función que llegan a desempeñar en las economías de los países andinos, es el de las remesas, las cuales —como en el resto de los países de América Latina y el Caribe— tienen un fuerte impacto en las familias de menores ingresos de los países expulsores de migrantes y en particular en el medio rural. En el contexto de fuerte incertidumbre existente en la economía mundial y particularmente en Estados Unidos y los países de la Unión Europea, durante el año 2010 las remesas que llegaron a la región volvieron a sufrir por segundo año consecutivo una nueva reducción, de modo que se ubicaron en menos de diez mil millones de dólares, monto que es el más bajo si se le compara con lo ingresado en los tres años previos. En el cuadro 11 se puede ver que, con excepción de Perú, las remesas disminuyeron en el resto de países de la Comunidad Andina en porcentajes que oscilan entre -2.9% en Colombia hasta -9.0% en Bolivia, por lo que la variación de los montos de remesas recibidos en 2010 respecto al año 2009 para los países de la Comunidad fue negativa en 1.9%. En lo que respecta a los principales países de origen de las remesas en la can durante 2010, interesa señalar que 3,445 millones de dólares, equi97

Carlos Otto Vázquez

Cuadro 11 Remesas recibidas por los países de la Comunidad Andina (millones de dólares) País/Año

2005

2006

2007

2008

2009

2010

can

7,511 303 3,314 2,453 1,441

9,224 569 3,890 2,928 1,837

10,733 1,020 4,493 3,088 2,131

11,198 1,097 4,842 2,822 2,437

10,001 1,024 4,143 2,495 2,339

9,815 932 4,023 2,324 2,536

Bolivia Colombia Ecuador Perú

Variación 2010/2009 -1.9 % -9.0 % -2.9 % -6.9 % 8.4 %

Fuente: Comunidad Andina, Secretaría General, Estadísticas de remesas en la Comunidad Andina. Informe Anual 2011. Documento estadístico sg/de 425, 10 de junio de 2011.

valentes a 35% de las remesas totales, llegaron provenientes de Estados Unidos; muy cerca de esa cifra, 3,196 millones de dólares tuvieron su origen en España, lo que representa 33% por ciento del total, e Italia fue el tercer país de origen de las remesas ingresadas con 523 millones de dólares, que constituyen 5% del total. Para tener una idea más clara de la importancia que siguen teniendo las remesas en los países del área andina, basta con tener presente que el monto de las mismas en 2010 —que como señalamos previamente ascendió a 9,815 millones de dólares—, fue superior en más de 25% al monto del comercio intracomunitario, ya que las exportaciones intra-can en ese año se situaron en los 7,810 millones de dólares. También, como parte de un ejercicio comparativo, es de destacar que en Ecuador las remesas que llegaron al país en el año que estamos revisando fueron 14 veces mayores que los flujos de inversión extranjera directa que ingresaron al mismo; en contrapartida, las remesas para Perú, a pesar de haber alcanzado su máximo histórico en 2010, representaron sólo alrededor de la tercera parte de los montos de ied que ingresaron a dicha economía en ese mismo año. De cualquier manera, el ingreso de divisas por remesas para la Comunidad Andina representó 1.9% respecto al pib regional, y dentro de ese total las remesas ingresadas a cada país en 2010 fueron equivalentes a 5.1% del pib para Bolivia, a 4.1% del pib para Ecuador, a 1.7% del pib para el Perú, y a 1.4% del pib de Colombia.

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La Comunidad Andina en 2010: tensiones, avances y contradicciones

Otros aspectos relevantes del funcionamiento de la Comunidad Andina en 2010 Después de presentar los componentes centrales de la evolución económica y comercial de los países de la Comunidad Andina en el año 2010, en este segundo apartado se da cuenta de los elementos más importantes que estuvieron presentes tanto en el ámbito de funcionamiento interno de la estructura institucional de la can, como en lo referido a las relaciones externas de este mecanismo subregional de integración. En cuanto a la dinámica interna de funcionamiento de la comunidad, y después de un complejo y dilatado proceso que no estuvo exento de tensiones, conflictos y contradicciones entre los distintos países miembros de la can —originadas no sólo en una diferente visión respecto de los mecanismos, herramientas e instrumentos sobre los cuales sustentar y hacer avanzar el proceso integrador, sino, incluso, en concepciones distintas y no siempre complementarias respecto al tipo, forma y grados de inserción de cada una de las economías andinas a la economía mundial y regional, así como al tipo de vinculación geopolítica con otros países, grupos de países y regiones, y particularmente con los Estados Unidos y con la Unión Europea—, finalmente el 5 de febrero de 2010 el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, en forma ampliada con la Comisión de la Comunidad Andina, aprobó en su Trigésima Primera Reunión celebrada en Lima, el documento elaborado por el Grupo de Delegados Presidenciales que contiene los Principios Orientadores y la Agenda Estratégica Andina. Los Principios Orientadores y la Agenda Estratégica Andina fueron el resultado de intensas negociaciones que se dieron a lo largo de varios meses por parte de Delegados Presidenciales Plenipotenciarios, los cuales se reunieron para dar cumplimiento al mandato del Consejo Presidencial Andino de octubre de 2008, que determinó la creación del grupo para debatir acerca del futuro de la Comunidad Andina en el corto, mediano y largo plazo. Los quince principios orientadores que definen el rumbo del proceso integrador andino y que fueron aprobados en la reunión de Lima son los siguientes: • Asumir con realismo y oportunidad histórica las virtudes y límites del proceso andino de integración. • Preservar el patrimonio común andino, consolidando los logros alcanzados en cuarenta años de integración.

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• Respetar la diversidad de enfoques y visiones que constituyen el fundamento de la coexistencia comunitaria. • Impulsar el desarrollo del mercado y del comercio andinos desarrollando nuevas oportunidades de inclusión económica y solidaridad social. • Avanzar en la reducción de las asimetrías al interior de los países miembros mediante iniciativas que impulsen el desarrollo económico y social. • Desarrollar el carácter integral del proceso de integración. • Profundizar la integración física y fronteriza entre los países miembros. • Promover los aspectos amazónicos en el proceso de integración andino. • Promover la participación de la ciudadanía en el proceso de integración. • Valorar y asumir la unidad en la diversidad cultural. • Potenciar sosteniblemente los recursos de la biodiversidad de los países miembros. • Fortalecer la institucionalidad del Sistema Andino de Integración para mejorar su coordinación y eficiencia. • Fortalecer la cooperación regional en temas de seguridad. • Fortalecer la política exterior común. • Generar mecanismos prácticos de articulación y convergencia entre procesos de integración. Teniendo presentes estos principios —que establecen tanto la existencia de límites dentro del proceso andino de integración, como la diversidad de enfoques y visiones existentes en el ámbito comunitario—, en la agenda estratégica andina se definen doce áreas de acción dentro de cada una de las cuales se incorpora un conjunto de programas y proyectos específicos. Dichas áreas son los siguientes: • Participación de los ciudadanos andinos por la integración. • Política exterior común. • Integración comercial y complementación económica, promoción de la producción, el comercio y el consumo sostenibles. • Integración física y desarrollo de fronteras. • Desarrollo social. • Medio ambiente. • Turismo. • Seguridad. • Cultura. • Cooperación. 100

La Comunidad Andina en 2010: tensiones, avances y contradicciones

• Integración energética y recursos naturales. • Desarrollo institucional de la Comunidad Andina. En lo que hace al área referida al desarrollo de la institucionalidad de la Comunidad Andina, algunos de los programas y proyectos que forman parte de la misma se refieren a los siguientes aspectos: la necesidad de adoptar medidas para garantizar el cumplimiento de la normatividad andina; crear un mecanismo de evaluación de la eficacia y los resultados de los programas de cooperación en el marco de la can; incrementar la participación de la Corporación Andina de Fomento en el proceso de integración andino; implementar el sistema andino de información y estadística comunitario armonizado; diseñar y ejecutar un sistema de planificación, seguimiento, evaluación y monitoreo de programas y proyectos de la Secretaría General de la Comunidad Andina; diseñar un programa de información, coordinación y relacionamiento entre los órganos e instituciones del Sistema Andino de Integración; así como adelantar las acciones para conseguir el financiamiento requerido para el desarrollo de los programas y proyectos que forman parte de la agenda. La agenda estratégica andina puede verse desde una doble perspectiva: por una parte, como lo más acabado a que se pudo llegar por parte de los distintos países miembros de la can, con todas las potencialidades que pueden estar contenidas en la misma pero también con las acotaciones y limitaciones que en ella se pueden observar, dada la coyuntura histórica y la correlación de fuerzas existente; en tanto que, por otra parte, esta misma agenda estratégica constituye sin duda uno de los desafíos políticos de mayor envergadura para los gobiernos de los países del área, ya que en la agenda se concentran los puntos comunes que podrían posibilitar dar viabilidad en el largo plazo a este mecanismo de cooperación e integración subregional partiendo del reconocimiento explícito y puntual de las divergencias que se intentan superar para tratar de avanzar en este esfuerzo que se ha ido desplegando a lo largo de más de cuatro décadas y que podría encaminarse a una nueva etapa que supere los obstáculos que han hecho que el proceso se desplace en ocasiones con serias dificultades y en medio de constantes conflictos y tensiones. Otro ámbito de la dinámica interna de funcionamiento de la institucionalidad de la can es el referido a la Normativa Andina, y como parte de la misma, a lo largo de 2010 se aprobaron una serie de decisiones que contribuyen a apoyar el proceso andino de integración, y de entre las cuales cabe destacar que en el periodo 104 de sesiones ordinarias de la 101

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Comisión de la Comunidad Andina dicha instancia aprobó, mediante la Decisión 730 del 5 de febrero de 2010, la creación del Sistema Integrado de Encuestas a Hogares de la Comunidad Andina (siehcan), el cual es concebido como un mecanismo diseñado para “producir, armonizar, homologar y estandarizar la información estadística de las Encuestas a Hogares en los Países Miembros de la Comunidad Andina, de acuerdo a los requerimientos de información socioeconómica del proceso de integración”, con lo cual se avanza en el complejo proceso de generación de estadísticas sociales y económicas de naturaleza comunitaria de los hogares y las personas con base en un mismo marco conceptual y metodológico, operado de manera coordinada, y quedando como responsables de la aplicación de la decisión los respectivos institutos nacionales de estadística de los países miembros. De la misma forma, y dado que el proceso de integración andino busca disminuir el grado de vulnerabilidad de los países miembros ante un entorno económico internacional complejo e incierto, la Comisión de la Comunidad Andina, mediante la Decisión 731 del 5 de febrero de 2010, acordó adoptar siete nuevos indicadores de vulnerabilidad macroeconómica adicionales a los adoptados previamente mediante la Decisión 704 de diciembre de 2008. Los indicadores que se añaden y que deberán contribuir a la convergencia de metas comunes en materia macroeconómica son: servicio de la deuda del gobierno central en relación con los ingresos del gobierno central; intereses de deuda como proporción de los ingresos corrientes del gobierno central; gasto de capital e inversión del gobierno central como proporción de desembolsos de deuda del gobierno central; deuda total del gobierno central como proporción del pib; gasto corriente del gobierno central como proporción de los ingresos corrientes del gobierno central; intereses de la deuda externa pública del sector público no financiero como proporción del pib; y brecha primaria como medida de sustentabilidad fiscal del gobierno central. En el marco de la implementación de estrategias comunes que permitan fortalecer el proceso integrador, la Comisión de la Comunidad Andina, mediante la Decisión 736, del 4 de junio de 2010, acordó que los países miembros elaboren cada cinco años sus Planes Estratégicos Nacionales para el Desarrollo Estadístico (Pendes). El propósito central de los Pendes consiste en determinar “la información estadística estratégica que requiere el país para su desarrollo económico y social”. Para la formulación de estos planes deben tomarse en cuenta no sólo las respectivas prioridades y ordenamientos jurídicos nacionales, sino también el 102

La Comunidad Andina en 2010: tensiones, avances y contradicciones

programa estadístico comunitario. Por otro lado —y teniendo en cuenta la necesidad de fortalecer la identidad cultural y la formación de valores ciudadanos para la integración andina—, el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, mediante la Decisión 739 del 22 de julio de 2010, acordó fortalecer la difusión y el desarrollo del proceso andino de integración, utilizando los medios de información y las nuevas tecnologías de la comunicación, particularmente: el sitio oficial de Internet de la Comunidad Andina, el Portal Cultural Andino, la Biblioteca Digital Andina, tvcan (televisión por Internet de la Comunidad Andina), Radiocan (radio por Internet de la Comunidad Andina), la producción audiovisual de programas para televisión, radio e Internet, así como el uso intensivo de redes sociales virtuales. Con las acciones contempladas en la Decisión 739, se busca acercar la imagen e identidad andina a la población de los países miembros de la can para lograr un mayor acercamiento ciudadano al proceso de integración subregional, al impulsar la activa participación de la sociedad en dicho proceso. Sin duda uno de los ámbitos de la integración en los cuales la Comunidad Andina ha venido desplegando un mayor número de acciones lo constituye el social; en esa perspectiva, resulta relevante que el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores de la can, en su Décimo Octava Reunión Extraordinaria, celebrada el 14 de diciembre de 2010, haya acordado mediante la Decisión 745, declarar el año 2011 como el “Año Andino de la Integración Social”. Lo que se pretende es que, a lo largo del año 2011, tanto los países miembros como el conjunto de los órganos e instituciones que conforman el Sistema Andino de la Integración: impulsen y difundan en el área andina políticas efectivas de inclusión y cohesión social, para combatir la pobreza y la exclusión; intercambien experiencias sobre las mejores prácticas que propicien la protección de los derechos sociales y culturales así como la universalización y acceso efectivo a la educación, la salud, la vivienda, el empleo, la seguridad y soberanía alimentaria, la seguridad social, la cultura y el deporte; apoyen las iniciativas ciudadanas que contribuyan a la inclusión y participación social; generen acciones para promover los derechos de los pueblos indígenas y de los afrodescendientes; e integren la perspectiva de género e igualdad de oportunidades como parte de las acciones a desarrollar en el marco del Año Andino de la Integración Social. En lo que se refiere a las relaciones externas de los países de la can, a lo largo de 2010 se desarrolló una serie de eventos lo mismo en lo referido a la política exterior común de la Comunidad Andina, como en lo corres103

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pondiente a las relaciones bilaterales de cada uno de los países de este mecanismo de integración. En relación con lo acontecido en materia de política exterior común de los países andinos, un primer elemento por destacar tiene que ver con la participación de los mandatarios de los países de la Comunidad Andina en la denominada Cumbre de la Unidad, la cual se desarrolló los días 22 y 23 de febrero de 2010 en Playa del Carmen, México, y que se constituyó en plataforma para la construcción de un nuevo organismo de integración regional que es la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac), instancia en la que participa la totalidad de los Estados de América Latina y el Caribe, y en la que no están incluidos Estados Unidos, Canadá, España o Portugal, países que si bien han venido participando en otros foros o mecanismos con los países del área, como las Cumbres de las Américas o las Cumbres Iberoamericanas, en esta ocasión no forman parte del nuevo espacio de representación política a escala regional. En la reunión celebrada en Playa del Carmen, los mandatarios de los países latinoamericanos y caribeños dieron a conocer un conjunto de declaraciones y comunicados entre los que sobresalen la Declaración de Cancún y la Declaración de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe. En la Declaración de Cancún se establecen decisiones referidas a la necesidad de una instancia de concertación política que permita afianzar a la región en el contexto internacional, al tiempo de impulsar acciones de una agenda común que exprese los intereses latinoamericanos y caribeños, intensificando la concertación política y teniendo entre sus principales objetivos la preservación de la democracia, la vigencia de las instituciones y el Estado de derecho, así como la plena vigencia de los derechos humanos. Por lo que se refiere a la Declaración de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, en ella se acordaron seis puntos: los dos primeros respecto a la decisión de conformar la celac sobre la base de principios y valores compartidos como la igualdad soberana de los Estados; además, el no uso ni la amenaza de uso de la fuerza, la democracia, el respeto a los derechos humanos, el respeto al medio ambiente, la cooperación internacional para el desarrollo sustentable, la unidad e integración de los Estados de América Latina y el Carib, así como el diálogo permanente que promueva la paz y la seguridad regionales. En la misma declaración se establece la necesidad de que la celac avance teniendo como sustento la solidaridad, la inclusión social, la equi104

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dad e igualdad de oportunidades, la complementariedad, la flexibilidad, la participación voluntaria, la pluralidad y la diversidad. De la misma forma, se hace un exhorto para impulsar una sola agenda latinoamericana y caribeña en foros internacionales, al tiempo de promover procesos de diálogo con otros Estados y grupos de países, agilizando la articulación, coordinación y convergencia entre los organismos e instituciones subregionales ya existentes y fortaleciendo su capacidad de concertación. Un importante elemento es el hecho de que en la Cumbre de la Unidad la totalidad de jefes de Estado y de gobierno de los países de América Latina y el Caribe emitió la “Declaración sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba”, en la cual los mandatarios expresaron su negativa a la imposición de medidas y sanciones unilaterales que pisotean los fundamentos elementales del derecho internacional, manifestaron su condena a la aplicación de la Ley Helms-Burton y demandaron el inmediato cumplimiento de las resoluciones aprobadas por la Organización de las Naciones Unidas para poner fin al arbitrario e injustificable bloqueo que el imperio norteamericano mantiene contra la isla. El pronunciamiento hecho por los gobiernos de los países de la región constituye un importante y sólido basamento de lo que deberían ser puntos mínimos de acuerdo en materia de política exterior común por parte de los países de la región, y muestra las posibilidades que abre la creación de un foro que, a diferencia de otros espacios de naturaleza neo monroísta y panamericanista como la oea, deje atrás la tutela de los Estados Unidos en los asuntos que son de exclusiva incumbencia de los pueblos y gobiernos latinoamericanos. Un segundo elemento de la política exterior común de los miembros de la can, lo constituye su participación tanto en la creación como en el desarrollo y consolidación de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur). En esa lógica, en 2010 los mandatarios de los países andinos participaron en las reuniones de alto nivel convocadas por Unasur, lo que incluyó su asistencia a la Cumbre de la Unión Suramericana de Naciones realizada en Quito, el 9 de febrero de 2010, en la que se abordó el tema de la ayuda a Haití después del fuerte temblor que sufrió dicho país el 12 de enero de ese año. Posteriormente, los presidentes de Bolivia y Ecuador participaron en la Reunión Extraordinaria del Consejo de Jefes y Jefas de Estado de la Unasur —el 5 de mayo de 2010 en Buenos Aires—, donde se determinó la elección por unanimidad de Néstor Kirchner como secretario general de la Unasur. 105

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El 1º de octubre de 2010, se realizó la Reunión Extraordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Gobierno de la Unasur. Los mandatarios de los países sudamericanos reunidos en Buenos Aires reafirmaron su compromiso con la preservación de la institucionalidad democrática, el Estado de derecho, el orden constitucional y el respeto a los derechos humanos, al condenar de manera enérgica el intento de golpe de Estado y posterior secuestro del presidente Rafael Correa de Ecuador, sucesos ocurridos el día anterior (30 de septiembre de 2010). Los jefes de Estado celebraron la liberación del presidente ecuatoriano, la vuelta a la normalidad institucional y democrática, y expresaron la necesidad de que los responsables sean juzgados y condenados, de igual forma decidieron que en la futura reunión cumbre de Unasur se adopte un Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo de Unasur que establezca la cláusula democrática. El 26 de noviembre de 2010, al celebrarse en Georgetown, Guayana, la iv Cumbre de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno de la Unasur, los mandatarios aprobaron el Protocolo Democrático que impone un conjunto de sanciones diplomáticas, políticas y comerciales, ante eventuales acciones que impliquen la ruptura del orden democrático como las sucedidas en Ecuador. En dicha cumbre, que inició con un homenaje al ex presidente y secretario general del Unasur Néstor Kirchner, fallecido el 27 de octubre de 2010, Ecuador y Colombia anunciaron el inminente restablecimiento de sus relaciones diplomáticas bilaterales, las que —como señalamos en un principio— se habían deteriorado hasta llegar a la ruptura a consecuencia de la política de injerencia y provocación impulsada por Álvaro Uribe mientras ocupó la presidencia de Colombia. Otro ámbito de las relaciones externas de la can, lo constituye el de sus relaciones con la Unión Europea. Después del fracaso en la búsqueda de un amplio Acuerdo de Asociación Comercial, Político y de Cooperación, producto de la negociación “bloque a bloque”, en 2008 se dio paso a la negociación de un Acuerdo Comercial Multipartes cuyos contenidos continuaron siendo definidos a lo largo de 2010 pero ya sin la presencia de Bolivia y Ecuador, quienes se retiraron de las conversaciones luego de que éstas se perfilaron en dirección a la firma de un Tratado de Libre Comercio de naturaleza similar a los ya suscritos por Estados Unidos con Colombia y Perú. Teniendo presente lo anterior, el 22 de enero de 2010 se efectuó en Bogotá la viii Ronda de Negociaciones Comerciales entre los representantes de Colombia y Perú con los representantes de la Unión Europea; posteriormente, el 1º de marzo de 2010, se realizó en Bruselas la ix Ron106

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da de Negociaciones comerciales entre Colombia y Perú con la Unión Europea y, finalmente, el 19 de mayo de 2010, en el marco de la vi Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea, realizada en Madrid, se dieron por concluidas las negociaciones del Acuerdo Comercial entre Colombia y Perú con la Unión Europea. Reconociendo las diferentes visiones existentes entre los países miembros de la can en materia de relaciones comerciales con la Unión Europea, y después de haber llegado a su fin las negociaciones entre Colombia y Perú con la ue, el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, en reunión ampliada con la Comisión de la Comunidad Andina, emitió la Decisión 738 mediante la cual se deroga la Decisión 667, adoptada el 8 de junio de 2007, la cual establecía el marco general para las negociaciones conjuntas de un Acuerdo de Asociación entre la Comunidad Andina y la Unión Europea, y en donde se incluían los lineamientos que debían tenerse en cuenta en ese formato de negociación. La aprobación de la Decisión 667, no fue más que el reconocimiento tardío del fracaso de la estrategia conjunta en materia de política exterior común de los países de la can en su relación con la Unión Europea y la manifestación concreta de una política institucional que privilegió el pragmatismo como salida a la crisis a que habían conducido las conversaciones en busca de un amplio y abarcador acuerdo de asociación. Después de ello, y a lo largo de lo que restó del 2010, representantes de Colombia y Perú sostuvieron una serie de reuniones con sus contrapartes europeos para efectuar las revisiones legales del texto del tlc, por lo que se espera que en la primera mitad del 2011 se pueda proceder a la firma del texto final de dicho tratado comercial, para iniciar posteriormente el proceso de traducción, firma y adopción del acuerdo que podría entrar en vigor hacia finales de 2012. Por lo que respecta a las relaciones bilaterales de los países de la Comunidad Andina con terceros, grupos de países y regiones, la actividad más intensa en términos del establecimiento de negociaciones y acuerdos comerciales corrió a cargo de Perú, país cuyos representantes suscribieron, el 14 de julio de 2010, el Tratado de Libre Comercio entre Perú y los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (efta) conformada por Suiza, Islandia, Liechtenstein y Noruega. Es de señalar que los países de efta son el cuarto lugar de destino de las exportaciones peruanas después de los Estados Unidos, la Unión Europea y China. En la misma tónica, el 30 de agosto de 2010 Perú y Corea anunciaron oficialmente el fin de las negociaciones bilaterales para concretar un Tra107

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tado de Libre Comercio entre ambas naciones, y, posteriormente, el 14 de noviembre de 2010 los gobiernos de Perú y Corea del Sur suscribieron un Memorándum de Entendimiento, como paso previo a la entrada en vigor del Acuerdo Comercial. En lo que respecta al Acuerdo de Asociación Económica (aae) entre Perú y Japón, es de destacar que en febrero de 2010 se realizó en Lima la Quinta Ronda de Negociaciones del Acuerdo de Asociación Económica entre ambas naciones, efectuándose posteriormente en Tokio, del 18 al 31 de agosto de 2010, la Sexta Ronda de Negociaciones. Finalmente, el 14 de noviembre de 2010, en el marco de la Reunión de Líderes de apec, celebrada en la ciudad de Yokohama, el presidente de Perú y el primer ministro de Japón emitieron una declaración conjunta sobre el fin de las negociaciones para la concreción del Acuerdo de Asociación Económica entre Perú y Japón, estimándose que la firma del acuerdo se pueda concretar en la primera mitad del 2011. Continuando con el recuento, el 1º de marzo de 2010 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre Perú y China, cuyas negociaciones habían concluido el 19 de noviembre de 2008 y que fue suscrito por los mandatarios de ambos países el 28 de abril de 2009. El Tratado Comercial con Perú constituye el segundo tlc firmado por China con un país de América Latina después del suscrito con Chile, que entró en vigor el 1º de octubre de 2006. También en 2010, el 11 de mayo, el gobierno de Perú depositó el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas, convirtiéndose así en el quinto país en ratificar dicho tratado, ya que previamente lo habían hecho Bolivia, Guayana, Ecuador y Venezuela. Por lo que se refiere a las relaciones bilaterales de Colombia con otros países, el 1º de febrero de 2010 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio entre Colombia y El Salvador y, un par de meses después, el 27 de marzo de 2010, sucedió lo propio con el tlc entre Colombia y Honduras. Ambos instrumentos son resultado de las negociaciones que a lo largo del año 2006 y durante buena parte de 2007 sostuvieron los representantes de Colombia con sus homólogos de El Salvador, Guatemala y Honduras —países que conforman el denominado Triángulo del Norte—, y que derivaron en la suscripción, el 9 de agosto de 2007, del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y los países del Triángulo del Norte. De manera previa a la entrada en vigor del respectivo tratado con El Salvador y Honduras, el 13 de noviembre de 2009 había entrado en vigor el tlc entre Colombia y Guatemala, por lo que el proceso negociador puede dar esta etapa por concluida.

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En cuanto al tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos, el cual fue suscrito por los representantes de ambos países desde el 22 de noviembre de 2006, todo parece indicar que seguirá durmiendo el sueño de los justos y que su entrada en vigor continuará postergándose a consecuencia del permanente rechazo del Congreso norteamericano para proceder a su ratificación. Hasta el momento, ni la llegada de Barack Obama ni las repetidas solicitudes y/o presiones ejercidas por los principales actores políticos y económicos interesados en su aprobación han podido doblegar al Congreso norteamericano. Es previsible que en el futuro más que avanzar hacia la ratificación de dicho tratado, Estados Unidos formule otra serie de demandas adicionales que deberá cumplir Colombia como requisito para su ratificación. Conclusión Como se puede apreciar del recuento realizado, durante 2010 los países de la Comunidad Andina tuvieron un mejoramiento de su desempeño económico, el cual se acompañó además de una relativa disminución de los conflictos entre sus países miembros sin que ello implique la desaparición de las tensiones y luchas que siguen estando presentes en distintos ámbitos y niveles dentro de este mecanismo andino de integración. La existencia de diferentes estrategias en relación con el tipo de inserción de cada economía en particular y de la zona andina en su conjunto con el resto de la economía mundial, así como de las formas que dicha inserción debe asumir y los grados y profundidad con que debe darse el relacionamiento externo, siguen estando presentes en los más distintos planos de la dinámica integracionista, como expresión de concepciones e intereses distintos que no siempre terminan por poderse conciliar. Teniendo ello en cuenta, el diseño, elaboración e implementación conjunta, tanto de los principios orientadores como de la agenda estratégica andina, son un importante activo que no se debe dejar de destacar. Si bien resulta necesario, en un primer momento, avanzar en la elaboración de un plan de implementación de la agenda estratégica donde se contemplen aspectos referidos a la operación y aplicación de las políticas y orientaciones generales; a los mecanismos y medios específicos; así como a los periodos y plazos en que deberán desarrollarse; esperando en un segundo momento para evaluar los resultados y grados de cumplimiento de las acciones efectuadas en el corto, mediano y largo plazo, el sólo hecho 109

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de haber podido definir tanto los principios orientadores como las áreas de acción que componen dicha agenda, constituye un importante paso en dirección hacia el fortalecimiento de la institucionalidad y la identidad comunitaria andina. Definida y aprobada la agenda estratégica, los desafíos políticos para su cabal instrumentación se incrementan, como también pueden ir en aumento los riesgos y posibilidades de confrontación, así como los momentos de fricción y de lucha en virtud de los nuevos compromisos. La Comunidad Andina tiene la posibilidad de avanzar, no sin tropiezos y dificultades, hacia una más sólida y fortalecida estructura institucional comunitaria y hacia nuevos niveles de integración, sin que ello implique dejar de tener muy presentes las posibilidades que se abren en el horizonte tanto por la consolidación y fortalecimiento de la Unasur, como por la reciente conformación de la celac, en tanto instancias de mayor alcance que ofrecen novedosas perspectivas de convergencia de esfuerzos y de búsqueda de objetivos comunes en materia de cooperación en el futuro inmediato para los pueblos de los países de América Latina y El Caribe.

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Caricom: iniciativas políticas e interrelación económica en el marco de un “nuevo” regionalismo latinoamericano

Laneydi Martínez Alfonso Introducción “Re-estructuración” de la Secretaría General, cambios institucionales, “gobernabilidad regional”, “soberanía”, crisis económica, política, de liderazgo, son algunos de los principales temas entre los que se debate hoy Caricom, lo cual forma parte de un momento de re-cuestionamiento fundamentalmente político y, al mismo tiempo, de redefinición interna y externa, en un contexto de cambios hemisféricos y globales. Elementos exógenos como el impacto de la crisis económica internacional, en particular la compleja situación económica de Estados Unidos y Europa, la relación con actores externos (Estados e instituciones internacionales), la emergencia y funcionamiento de relativamente nuevos mecanismos regionales de concertación política y cooperación con participación caribeña, entre otros, continúan presionado hacia una revisión de su alcance, objetivos, instrumentos, logros, desafíos e incluso, factibilidad. El involucramiento creciente de los países del Caribe en espacios de concertación política regional como la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), en el caso de Guyana y Surinam; la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (Alba-tcp) en el caso de Antigua y Barbuda, Dominica y San Kitts y Nevis; y la gestación de una Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños, confirman no sólo la emergencia de importantes cambios en el contexto de América Latina y el Caribe y de manera más general a nivel hemisférico, sino también el manteni111

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miento de diversas tendencias políticas exteriores que pugnan dentro del marco de Caricom. Los cambios en el contexto regional en América Latina responden a la emergencia de un nuevo regionalismo latinoamericano, que numerosos autores han denominado regionalismo “post-liberal”, “post-neoliberal”, “post-hegemónico”, “estructural”, entre otros. Valdría preguntarse entonces: ¿hasta qué punto la Caricom forma parte o participa de los cambios de este “nuevo” regionalismo y en qué formas o modalidades este se expresa para la subregión?, ¿pudiera hablarse de cambios al interior de Caricom en términos de integración subregional, de concertación política y cooperación, que marcan una nueva orientación de la Caricom (formalizada o no) en su relacionamiento externo? y finalmente, ¿a qué factores responderían estos cambios, qué magnitud y desafíos futuros presenta para la integración en los marcos de Caricom? El presente artículo pretende, sin dar respuestas acabadas, indagar en estas preguntas a partir de, en primer lugar, intentar decodificar brevemente los elementos novedosos del llamado regionalismo “post-liberal” o “post-neoliberal” en América Latina y su expresión en la Caricom. En segundo lugar, desde esta misma perspectiva, se intentará analizar los cambios que se han gestado en los últimos años en este organismo regional, en términos de integración económica, de concertación política y cooperación, haciendo referencia a las formas de participación en los nuevos espacios regionales (Unasur, Alba y negociaciones para la Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y a sus relaciones con Estados Unidos. Finalmente, se identificarán algunos de los principales desafíos que dichos cambios representan para el futuro de la integración en los marcos de la Caricom. El llamado regionalismo “post-liberal” o “post-neoliberal” y la Caricom: cambios y continuidades Durante los 10 primeros años del presente siglo, se han gestado en la región latinoamericana y caribeña un conjunto de cambios que parten de una continua revisión crítica del enfoque neoliberal de la integración regional, como un espacio de cuestionamiento influenciado por la llegada al poder de gobiernos de izquierda. La emergencia, en este contexto, de iniciativas bien heterogéneas, como Unasur, Alba y las negociaciones para la Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños, forman parte de lo 112

Caricom: iniciativas políticas e interrelación económica en el marco de un “nuevo” ...

que diversos autores —entre los que se destacan Da Motta y Ríos (2007), Sanahuja (2007), Serbin (2010), Rigirozzi (2010)— han dado en denominar regionalismo “post-liberal”, “post-neoliberal”, “regionalismo estructural”, post-“Consenso de Washington”, o incluso “post-hegemónico”. Este regionalismo emergente pretende expresar —en el marco de las relaciones internacionales y en particular, de la integración regional— una nueva agenda de integración con un nuevo orden de prioridades en América Latina. Responde no sólo a la crisis de los proyectos de integración tradicionales en la región, a la necesidad de atender temas más allá de la agenda comercial, sino también a un contexto internacional de crisis económica y política en los principales centros de poder y la búsqueda de nuevos espacios de maniobra política, económica y social. El agotamiento del “regionalismo abierto” que prevaleció en la década de los noventa, está dando paso a un nuevo momento en el proceso de integración regional (Sanahuja, 2011). Este tipo de regionalismo había sido funcional a la erosión y reducción de las capacidades de los gobiernos para enfrentar los problemas domésticos, generado una interrelación perversa entre las interacciones políticas a diversos niveles: nacional, subregional y global. A partir de la filosofía de estímulo a la firma de acuerdos comerciales de diversa naturaleza, el regionalismo abierto provocó en la región la existencia de lo que Fernando Rojas llamara una sobreoferta de propuestas de integración (Rojas, 2006). Esta multiplicidad de ofertas de integración con diversos alcances y profundidades ha intensificado los dilemas de política, entre profundizar la integración Norte-Sur o Sur-Sur, la regional o la extra-regional. Particularmente para los países de la Caricom, este tipo de dilema se ha hecho permanente, a partir del incremento de la vulnerabilidad de estas naciones desde múltiples dimensiones: la economía, la política, la seguridad, el medio ambiente, entre otros. Aspectos como la re-emergencia de una especie de nacionalismo económico en función de generar capacidades económicas y políticas endógenas, la inclusión de una agenda de desarrollo y social más amplia, la aplicación de políticas económicas más heterodoxas en un contexto de post-Consenso de Washington y con mayor enfoque en estrategias de reducción de la pobreza y la desigualdad, la revitalización de la cooperación Sur-Sur como eje de relacionamiento, la no inclusión de Estados Unidos dentro de las nuevas iniciativas, los contrastados roles de liderazgo de Brasil y Venezuela, entre otros, caracterizan este nuevo escenario en construcción del nuevo regionalismo latinoamericano.

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Igualmente, resalta la ampliación del perfil de temas como la infraestructura regional, la seguridad energética, la agenda de desarrollo, el tratamiento de las asimetrías, la seguridad, la integración fronteriza, la dimensión social, entre otros, que marcan nuevos derroteros. A ello se suma, una redefinición del Estado a partir de nuevas interacciones entre los espacios público y privado en el marco de la integración. En síntesis, los cambios se han articulado desde tres factores fundamentales: el fortalecimiento del Estado, de la dimensión de concertación política y cooperación en los espacios regionales y de una agenda social más proactiva (Serbin, 2010). Independientemente de la persistencia del debate teórico acerca de qué conceptos o modalidades de regionalismo describen mejor la actual evolución de los procesos regionalizadores —regionalismo post-liberal, post-neoliberal, estructural, post-hegemónico o post-Consenso de Washington—, lo cierto es que los cambios en la retórica y práctica de la integración en América Latina son evidentes, sin desconocer los múltiples desafíos que genera, y hasta qué punto pueden hacerse permanentes o no en el panorama regional. En este contexto, aun cuando muchos de estos cambios tienen su epicentro en el espacio sudamericano, la integración en los marcos de la Comunidad del Caribe (Caricom) no sólo no ha desconocido esta realidad regional, sino que algunos países efectivamente han participado de estas nuevas iniciativas. Sin embargo, en el marco del debate de los cambios y las continuidades regionales, un elemento que probablemente sintetiza ambas tendencias sea la idea de un avance, en Latinoamérica y el Caribe, hacia una mayor heterogeneidad en las realidades económicas y sociales de la región, que tiene su sustento en la llamada tesis de las dos “velocidades” (bid, 2011), hipótesis bajo la cual existen al menos dos orientaciones del crecimiento en la región: uno al estilo de México, más vinculado a Estados Unidos y por consiguiente más conectado con su ciclo económico, y otro, al estilo brasileño, mucho más dinámico y conectado a actores de mayor dinámica de crecimiento como China y otros países emergentes. La existencia de al menos “dos velocidades” de desempeño en la región latinoamericana y caribeña marca ese tránsito, indudablemente paradójico, hacia una mayor complejidad en la región, que no dejará de colocar desafíos en el futuro. En este marco, el Caribe aparece ampliamente identificado con la velocidad al “estilo” mexicano, a partir de la persistencia de sus vínculos económicos, políticos y de seguridad con Estados Unidos; sin embargo, a nivel de concertación política 114

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y cooperación, pueden observarse acercamientos políticos interesantes a algunas de las nuevas iniciativas regionales, erigiéndose en factores de cambio en el contexto regional. En este sentido, sería interesante cuestionarse tres aspectos fundamentales: ¿hasta qué punto la emergencia de procesos de crisis en actores tan importantes para el Caribe como Estados Unidos y Europa están incidiendo en el desempeño económico y avance de la integración en la región?, ¿qué influencia y cómo interactúan estos cambios en el contexto más amplio de América Latina, en la evolución de Caricom?, y ¿cómo han lidiado en este contexto, con los desafíos inherentes a su propia dinámica relacionados con la gobernabilidad subregional, el mercado y la economía únicos, el impacto socioeconómico de la crisis, las problemáticas ambientales y de seguridad, entre otros? Evolución reciente de la Caricom La crisis global ha impactado y continuará impactando, sensiblemente, el desempeño económico de las economías de las naciones de la Caricom, en un contexto de vulnerabilidades estructurales y de deterioro de su situación socioeconómica. Elementos como el elevadísimo monto de deuda pública, la lenta recuperación del turismo (especialmente por la compleja situación económica y social de Estados Unidos y Europa), el aumento de los precios de los alimentos y la energía, la compleja situación fiscal, entre otros, continúan erigiéndose en desafíos a nivel macroeconómico para los países del Caribe. El impacto de diversos desastres naturales —entre ellos el terremoto en Haití y del huracán Tomas en Barbados, Santa Lucia y San Vicente y las Granadinas—, también fueron significativos para las economías caribeñas durante 2010. A nivel social, el desempleo, las drogas, la corrupción, los niveles de violencia, así como el incremento de la desigualdad, constituyen aspectos que retan de manera continua el funcionamiento de las instituciones públicas en el contexto del Caribe. Ello, unido al reforzamiento creciente de la dimensión transnacional de muchos fenómenos que afectan a la subregión —asociado a la creciente des-territorialización e invisibilidad de algunos actores ligados a la seguridad desde su marco más amplio y que toma su especificidad en aspectos como el narcotráfico, el terrorismo, las migraciones, el funcionamiento de instituciones financieras no bancarias en la región, entre otros—, constituyen elementos que contribuyen a este 115

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continuo desafío a la institucionalidad regional y por consiguiente, a la gobernabilidad, como ha sido concebida de manera tradicional en la región caribeña. En términos de desempeño económico, como puede verse en el gráfico 1, las economías del Caribe en relación a las de América Latina, han presentado al menos dos características distintivas fundamentales. Por una parte, si bien ambos grupos crecieron en el periodo anterior a la emergencia de la crisis económica, el crecimiento registrado por el Caribe fue en promedio notablemente más bajo y con una mayor variabilidad. Por otra, aunque ambos grupos de economías se vieron sensiblemente afectados por la crisis, la recuperación en América Latina ha sido notablemente más rápida y robusta que en el Caribe, confirmando los crecientes mayores niveles de vulnerabilidad externa de esta región. La existencia de mayores vínculos con Estados Unidos, desde esta visión desempeño ligado al “estilo mexicano”, es un elemento de reforzamiento de la vulnerabilidad externa del Caribe, en un contexto de crisis en la economía estadounidense. Varios de los países miembros de la Caricom se encuentran entre las naciones del hemisferio con mayores niveles de apertura externa, lo cual contribuye a la incidencia de dicha vulnerabilidad. Gráfico 1 Tasas de crecimiento del pib de América Latina y el Caribe, 2003-2010 (%) 10 8 6 4 2 0 2003

2004

2005

2006

2007

2008

-2 -4

Caribe

América Latina

Fuente: elaborado por la autora a partir de cepal (2010).

116

2009

2010

Caricom: iniciativas políticas e interrelación económica en el marco de un “nuevo” ...

En 2010, el Caribe registró un ratio de apertura externa de 45.1, superior al valor promedio de América Latina (40.7). En esta cifra subregional, destacan en el Caribe los casos de países que presentan los valores más elevados de apertura de toda la región latinoamericana y caribeña como: Santa Lucía (117.3), Antigua y Barbuda (104.3), Barbados (96.1), Dominica (94.9) y San Vicente y las Granadinas (84.2) (cepal, 2010). Los países con mayores impactos económicos en términos de pib fueron Antigua y Barbuda (con una caída del pib de -11.9% en 2009 y -7.9% en 2010), Granada (con un -6.6% en 2009 y un crecimiento cercano a cero en 2010), Bahamas (-5.4% en 2009 y 0.9% en 2010), San Kitts y Nevis (-6,6% en 2009 y -2.4% en 2010) y San Vicente y las Granadinas (-2.2% en 2009 y -2.8% en 2010). Tres naciones de Caricom como Surinam, Guyana y Belice —ubicadas además en territorios continentales— fueron las únicas que registraron crecimientos positivos en el periodo 2009-2010, lo cual pudiera estar dando señales de una mayor diferenciación en los encadenamientos económicos de estos países a otras áreas geográficas como Sudamérica e incluso China. Esto se debe a una marcada diferenciación en la estructura económica de estos tres países, en relación a las islas caribeñas, particularmente en los casos de Surinam y Guyana. Surinam, por su parte, creció durante 2009 un 7.7% y 4.5% en 2010, Guyana un 3.3% en 2009 y 4.4% en 2010 y Belice, aunque registró un crecimiento cercano a cero en 2009, ya en 2010 alcanzó 2.9% (cepal, 2010). En el periodo 2009-2010, el turismo —y con ello el comercio minorista, servicios de restaurantes y reparaciones de bienes—, junto a otros sectores como el de la construcción y los servicios indirectos de intermediación financiera, disminuyeron sustancialmente su desempeño como resultado de la crisis. En este sentido, el sector de la construcción se contrajo en -15.6% en 2010 (luego -6.4% en 2009) y los servicios indirectos de intermediación cayeron -4.8% (luego de -3% en 2009). Paralelamente, el comercio minorista, de restaurante y reparaciones de bienes se contrajo -1.2% en 2010, luego de haber registrado una caída aún más dramática en 2009 en torno a -9.6% (cepal, 2010). Todo esto explicó un impacto en el sector real, especialmente sensible para las economías caribeñas durante el periodo 2009-2010. Finalmente, la deuda externa en el Caribe —que ampliamente responde a la situación de la deuda pública— constituye un elemento clave para comprender el panorama económico caribeño. Como es bien conocido, los países del Caribe muestran los mayores ratios de deuda/pib de 117

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toda la región latinoamericana y caribeña, en un marcado contraste con la actual situación de la deuda en América Latina. Tanto en 2009 como 2010, puede observarse que los ratios deuda/pib continuaron en niveles relativamente elevados en la mayoría de los casos, con la notable excepción de Trinidad Tobago. El Caribe en su conjunto registró un ratio promedio de deuda/pib de 31,6% y 34,8% en 2009 y 2010 respectivamente, valores notablemente superiores a los registrados en América Latina en el mismo período (20.1% en 2009 y 19.1% en 2010) (cepal, 2010). Contrasta también la tendencia al alza de este ratio en el periodo 2009-2010 para los países del Caribe, con un correlato en una disminución de este valor en los países de América Latina. En este sentido, destacan entre los casos de mayor endeudamiento Barbados (con un ratio deuda/pib de 102.9% en 2009 y 109.1% en 2010), Belice (con un ratio de 76% en 2009 y 72.4% en 2010), Granada (con un ratio de 67.3% en 2009 y 65.7% en 2010), Jamaica (con un ratio de 53.1% en 2009 y 60.1% en 2010) (cepal, 2010). La situación socioeconómica de las naciones del Caribe continúa marcada por los enormes desafíos que le impone, por un lado, su propia estructura y dimensión económica, y por otro, los provenientes del actual contexto de crisis global. Ambos han contribuido al recrudecimiento del endeudamiento estructural que ya padecía la subregión. En este contexto, el comercio intrarregional de la Caricom continúa estancado en 14.7% del comercio total aún en el año 2010 (cepal, 2010). Si se analiza por países, Trinidad Tobago se mantiene como el principal exportador intrarregional, con una enorme distancia en relación al resto de los actores. En el plano de la energía, continuó en el periodo la discusión de los avances en el borrador de la política energética de Caricom, a partir del análisis del reporte realizado junto al Banco Interamericano de Desarrollo en relación a los precios de la energía en el Caribe y a algunos avances en cuanto a energía renovable y eficiencia energética en la subregión, no obstante la persistencia aún de enormes desafíos en este sector. En el plano político y de la gobernabilidad regional, continúan los innumerables llamados a atender la necesidad de reducir el “déficit de implementación” en el marco de la Caricom, pero particularmente en relación al Caribbean Single Market and Economy (csme). De manera reciente, el csme ha colocado un especial énfasis en el tema de la agricultura, desde la perspectiva de la seguridad alimentaria, a partir de la elaboración y discusión de un borrador de la política regional de alimen118

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tación y seguridad de la nutrición. Esta política busca, en primer lugar, asegurar mayores niveles de producción de alimentos, mejores niveles de salud y nutrición, así como generar mayores oportunidades de ingresos y empleos y alivio de la pobreza. Sin embargo, la persistencia de este “déficit” y la continua posposición del avance del csme han dado muestras de las enormes dificultades que ha generado su implementación y que en muchos casos incluso sobrepasa con creces los límites de la voluntad política. En este sentido, la propuesta de crear un Comité Permanente de Embajadores de Caricom (pcca, por sus siglas en inglés) ha ganado aceptación entre los jefes de Estado en función de identificar un mecanismo para el fortalecimiento del proceso de consultas previo a la toma de decisiones y el proceso posterior de implementación post-toma de decisiones. Asimismo, la Caricom ha comenzado un proceso de revisión del Tratado de Chaguaramas Revisado a través de la creación de un equipo de trabajo intergubernamental denominado Reconstituted Inter-Governmental Task Force (igtf). Este grupo intentaría darle al tratado una visión renovada, actualizada y ajustada a las nuevas necesidades de Caricom, con mayor capacidad de respuesta a las demandas de sus actores y más adaptable a las nuevas condiciones del proceso regional de integración (Caricom, 2010). Estas iniciativas responden a una identificación regional de la necesidad de atender el “déficit de implementación” y los problemas de gobernabilidad y soberanía regionales, en el marco de la Caricom. Es indudable que atraviesa un momento de indiscutible complejidad a nivel económico, pero también político y social, que no deja de cuestionar el funcionamiento, ejecución e incluso alcance del proceso de integración en la región. Numerosos autores concuerdan en afirmar en que Caricom se encuentra en un contexto de crisis a partir de al menos tres razones: frustración por los lentos avances de la integración, un serio debilitamiento de su estructura institucional y el impacto de la crisis global (Stoneman y Pollard, 2011). Estos tres elementos se entrelazan poniendo en cuestión la propia existencia de este organismo o su funcionalidad y efectividad. El contexto de creciente diferenciación económica entre las naciones de Caricom complejiza la tarea de buscar bases comunes a las políticas regionales. Un escenario de reestructuración institucional de la Caricom constituye un punto de partida ineludible, aunque insuficiente, para un relanzamiento de esta institución, en un contexto de reducido margen de 119

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maniobra económica pero también política. El mencionado “déficit de implementación” se ha explicado en numerosas ocasiones por la visiones políticas en cuanto a la soberanía en el marco regional, desde una visión “tradicional” de soberanía que genera sin dudas innumerables cuestionamientos. La visión “tradicional” que desconoce cualquier “autoridad externa” por encima de los intereses estatales nacionales riñe, al mismo tiempo, con la necesidad de una mayor flexibilidad y rapidez en la ejecución y con la necesidad de una sociedad caribeña que participe de manera creciente en el proceso de integración, retos aún pendientes para la integración regional. Como deben interactuar de manera estratégica los conceptos de gobernabilidad, soberanía “tradicional” y “no tradicional”, ciudadanía regional, supranacionalidad, institucionalidad, entre otros, se encuentran en el corazón de los debates actuales para un relanzamiento y fortalecimiento de la integración de Caricom. En el plano de sus relaciones externas, la Caricom continúa concediendo una enorme importancia a sus relaciones con actores extrarregionales como Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea. Los basamentos tradicionales de dichas relaciones han estado marcados por el comercio, la ayuda financiera y, de manera creciente, por la formalización de acuerdos de mayor alcance que abarcan desde temas comerciales y financieros hasta temas de seguridad, energía e infraestructura. Las relaciones con socios tradicionales de Caricom como Estados Unidos continuaron fortaleciéndose en el marco de la Caribbean Basin Security Initiative (cbsi), así como a través de los intercambios con la secretaria de Estado Hillary Clinton. Recientemente, a partir de estos intercambios fue anunciada la disponibilidad de 162 millones de dólares en programas de combate al vih-sida en el Caribe y ocho millones de dólares para programas de energía y cambio climático (Caricom, 2010). Con el tiempo, Estados Unidos ha intentado reorientar su política hacia el Caribe en puntos de interés para este último, y como punto de apoyo para llevar adelante sus principales intereses en el área. En relación a la Unión Europea —en los marcos tanto de la v Cumbre Caricom-España, la iv Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe y las reuniones vinculadas a su membresía a Cariforum—, Caricom ha refrendado los llamados a un mayor fortalecimiento de las medidas para incrementar en comercio, así como al establecimiento de una agencia conjunta de inversión y una fundación ue-alc, para promover el desarrollo social en la región. No obstante, los desafíos vinculados a la implementación de los acuerdos de asociación económica (epa, por sus 120

Caricom: iniciativas políticas e interrelación económica en el marco de un “nuevo” ...

siglas en inglés) permanecen. Las negociaciones de un tratado de libre comercio con Canadá continuaron predominando en las relaciones con Caricom y se espera que el mismo sea aprobado durante el periodo 2011-2012. La participación de 14 miembros de Caricom, acompañados por el Banco de Desarrollo del Caribe (cdb, por sus siglas en inglés) en la feria internacional Expo 2010 Shangai, China, fue un espacio empleado por Caricom no sólo para mostrar su herencia cultural, recursos naturales, productos turísticos, arte, entre otros, sino para fortalecer los vínculos con este país. Asimismo, en el espacio asiático, la celebración de la segunda Cumbre Ministerial Caricom-Japón fue destinada al reemplazo y renovación del marco estratégico de las relaciones que había sido adoptado en el año 2000. Como resultado de esta reunión fueron emitidos dos documentos conjuntos el “Partnership for Peace, Development and Prosperity” entre los países de Caricom y Japón, así como una serie de lineamientos para el Fondo de Amistad y Cooperación Japón-Caricom (Caricom, 2010). La estrategia externa de la Caricom intenta, desde una perspectiva de realismo político y una visión pragmática, con influencias de constructivismo de la integración subregional, entretejer una red de alianzas múltiples que le permita mantener y continuar fortaleciendo sus relaciones con socios “tradicionales”, sin perder de vista la necesidad de orientar sus estrategias de relacionamiento con externos, con socios “no tradicionales” pero que comienzan a tener un protagonismo en el escenario económico y político internacional. Esto incluye no sólo sus relaciones con países como China e India, sino también el incremento del activismo intergubernamental con países de América Latina como Brasil, Venezuela y México, entre otros. La importancia que Caricom le ha concedido a nuevos espacios de cooperación y concertación política en América Latina es parte integral de este vínculo estratégico. La Caricom en el contexto regional: Unasur, el Alba y celac Los cambios regionales en el espacio latinoamericano y global han tenido su impacto en las relaciones exteriores de los países de la Caricom. Como parte de su estrategia externa como comunidad, resultado de la revisión de la proyección externa hacia América Latina realizada por el Council for Foreign and Community Relations (Cofcor), pero también de iniciativas individuales, los países de la Caricom han buscado de manera 121

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creciente mayores y nuevos vínculos con países de América Latina. Probablemente, los ejemplos más elocuentes se encuentren en la membresía y/o participación de países como Guyana y Surinam en Unasur; de Antigua y Barbuda, Dominica y San Kitts y Nevis en el Alba, así como la participación de todas las naciones de Caricom en la gestación y realización de la Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños y numerosos acuerdos, proyectos y consultas políticas dan cuenta de este proceso a nivel regional. En el marco de la Alba, vale destacar el ingreso de Dominica a este mecanismo en 2008 y de Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas en 2009. Con anterioridad, ya todas las naciones de Caricom, excepto Trinidad Tobago y Barbados, se habían inscrito como parte de la iniciativa de PetroCaribe en 2005, a través de la cual Venezuela proveería petróleo al Caribe, bajo condiciones crediticias más favorables. Aunque PetroCaribe generó fricciones intra-regionales a propósito del suministro petrolero en el marco de las relaciones con Venezuela en relación a las exportaciones petroleras desde Trinidad Tobago y a la persistencia de desafíos e irregularidades en su implementación, esta iniciativa constituyó un referente importante para los países del Caribe. Este referente se erige sobre dos elementos fundamentales de su realidad económica: el déficit de energía y los elevados niveles de endeudamiento preexistentes. No obstante, es importante destacar que esta iniciativa constituye una especie de extensión del Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas del año 2000, que a su vez tiene sus raíces en el llamado Pacto de San José, y que igualmente enmarcaba el suministro de energía al Caribe. Tomando como referencia el precio del petróleo a nivel internacional, los acuerdos de PetroCaribe proponen un financiamiento entre 5% y 50%, con un periodo de gracia de uno a dos años para su financiamiento y previendo un lapso de pago desde 17 a 25 años. Asimismo, ofrece facilidades en términos de las tasas de interés de los pagos de acuerdo con la evolución de los precios de los hidrocarburos en el contexto internacional (Cobas y Espronceda, 2011). De realizarse en toda su extensión, estas concesiones contienen potencial suficiente para sobrepasar la importancia de otras iniciativas económicas con varios de los llamados “socios tradicionales” en términos financieros. Desde el punto de vista venezolano, aspectos más amplios de la revolución bolivariana como el “Plan de desarrollo económico y social de la nación 2001-2007” y la “Reforma constitucional” de 1999 incluían provisiones importantes, que establecían el marco legal necesario para 122

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continuar fortaleciendo las relaciones con América Latina y el Caribe, que tuvieron su base original en previos mandatos presidenciales de Venezuela (Cobas y Espronceda, 2011). Venezuela, basado en sus reservas petroleras y la coyuntura de elevados precios del petróleo, ha desplegado un activismo a su cooperación y relaciones políticas externas, que ha permitido un mayor diálogo con varias naciones del Caribe que en el pasado, lo que no ha significado una completa eliminación de recelos históricos en sus relaciones bilaterales. En particular, el tema de la disputa territorial entre Guyana y Venezuela continuará siendo un punto de fricción fundamental en las relaciones. Un aspecto interesante radica en que, en el marco de la Alba, las modalidades de asociación intergubernamental no son propiamente tratados ni implican compromisos vinculantes de liberación del comercio o aceptación de políticas económicas (Girvan, 2010). Éstas se han mantenido, fundamentalmente, en el plano de la concertación y cooperación política y social, por lo que hasta ahora no han implicado fricciones sustanciales a la coexistencia de Caricom como organismo. De hecho, el acercamiento a este organismo de cooperación pudiera estar respondiendo a coincidente triple necesidad de pragmatismo político, de cooperación económica y social, así como un mayor ajuste de las necesidades de varios de los países de Caricom con los principios básicos de la Alba en relación a la complementariedad, solidaridad y cooperación. De esta manera, los cambios generados en el regionalismo latinoamericano en relación a la integración y la cooperación desde el Alba, con un eje fundamental en Cuba y Venezuela, han estado influyendo en nuevas formas de inserción e interacción de países del Caribe en este espacio. En particular, las tradicionalmente fuertes relaciones de Cuba con el Caribe han contribuido a ello en el marco de la Alba. Hasta qué punto esta influencia puede volverse permanente en el contexto subregional, es todavía un punto de gran cuestionamiento, basado en la enorme vulnerabilidad y dependencia de los ciclos políticos de Venezuela y también de los países miembros, en el mantenimiento y fortalecimiento de esta iniciativa, así como de la revisión —por parte de este país— de algunos temas subregionales pendientes en relación a la disputa fronteriza con Guyana, entre otros aspectos. De manera reciente, la participación de Guyana y Surinam en Unasur y particularmente, a partir de la ratificación de ambos de su tratado constitutivo, coloca a estos dos países de Caricom en situación de membresía en otro organismo regional, en este caso, de alcance sudamerica123

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no. Guyana y Surinam son los únicos miembros de Unasur con menos de un millón de habitantes cada uno; en particular, Guyana tiene alrededor de 80% de su territorio en reclamación. Especialmente, la realización de la iv Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Guyana, y la concesión de la presidencia pro-témpore a este país, fue un hecho novedoso y le concedió una especial significación a Guyana en el espacio sudamericano. No obstante, como era de esperar, afloraron innumerables cuestionamientos sobre su débil capacidad de liderazgo en el contexto sudamericano, y principalmente, presiones sobre su capacidad institucional para el ejercicio de la presidencia, basado en las enormes asimetrías existentes. Es importante destacar —como puede verse en la tabla— la significación para Guyana de su comercio con Venezuela y con Brasil, lo que pudiera contribuir a argumentar parte de su interés en participar como miembro de Unasur, con tendencias similares en el caso de Surinam. El comercio, en muchos casos creciente, de varias naciones de Caricom con países de América Latina cercanos a su entorno geográfico, podría estar erigiéndose en incentivo a un mayor acercamiento a ellos. En este sentido, países de mucha mayor talla como Brasil, Venezuela, México y Colombia, están teniendo un mayor espacio en el mapa comercial de varias naciones de Caricom, sin que tampoco llegue a los niveles de sus “socios tradicionales”. Tabla 1 Comercio fob de bienes (base en exportaciones totales en millones de dólares, 2010)

Barbados Guyana Jamaica Belice Surinam

Brasil 0.2 1.4 0.9 1.5

Colombia 0.3 1.6 1.0 0.4

México 0.8 9 2.2 7.9 -

Venezuela 0.5 32.6 0.3 20.4

Fuente: cepal (2010).

En el marco de la i Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (calc) en 2008, donde participaron 33 países de la región, incluidos los caribeños, en su Declaración Final los mandatarios reiteraron su compromiso con la defensa de la soberanía y el derecho de cada país a la 124

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construcción propia de un proyecto económico y político, libre de sanciones o medidas coercitivas. Asimismo, hubo un reconocimiento de las diversidades nacionales y un llamado al fortalecimiento de las relaciones en las diversas esferas —política, económica y social—, con énfasis en lo cultural como un factor imprescindible para lograr mayores niveles de concertación política y cooperación. La participación caribeña en este marco contribuyó a la construcción de un espacio de diálogo, sin la presencia de potencias extranjeras y, al mismo tiempo, significó una reafirmación caribeña a la importancia de su soberanía nacional, no obstante los enormes desafíos que presenta un foro tan amplio y diverso, donde los países de Caricom podrían tener un poder relativo menor. En este sentido, son un reto fundamental los fuertes vínculos de estas naciones con Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, los cuales pudieran potencialmente ejercer presión sobre temas puntuales de política exterior. Posteriormente, se realizó la reunión de cancilleres de la calc en Montego Bay en 2009, donde los caribeños tuvieron una participación activa. De dicha reunión emergió el Plan de Acción de Montego Bay, que expresó la necesidad de crear sinergias entre los diferentes mecanismos regionales y subregionales de cooperación e integración existentes, así como de identificar áreas prioritarias de cooperación en lo comercial, lo productivo, lo social, institucional y cultural. La ii Cumbre, llamada Cumbre de la Unidad, se celebró durante 2010, en paralelo con la xxi Cumbre del Grupo de Río en México, de la que resultó la Declaración de Cancún, y cuya significación principal radicó en la voluntad expresa de crear una “Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños” (celac). Previo a ésta se celebró la Cumbre México-Caricom, la cual se articuló principalmente en torno al tema de Haití y las posibilidades de aunar los esfuerzos e iniciativas de reconstrucción de ese país, para lo cual acordaron revisar los respectivos planes de cooperación, buscando convergencias. Otro hecho importante en este acercamiento a América Latina fue la realización de la Cumbre Brasil-Caricom, de la cual resultaron una declaración conjunta, cuatro acuerdos Brasil-Caricom, así como más de 40 acuerdos bilaterales en áreas de salud, educación, cultura, desarrollo agrícola, energía, turismo y defensa civil (Caricom, 2010). Asimismo, la declaración conjunta reconoció la importancia que los países de Caricom le conceden a Brasil tanto como potencia económica media global, como por su participación en el G-20. Dos temas importantes para ambas partes estuvieron presentes en los diálogos bilaterales: por una parte, 125

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el tema del Consejo de Seguridad y el rol de Brasil, y por otro, las posibilidades de cooperación conjunta en el caso de Haití. La participación múltiple, no exenta de desafíos, de los países de Caricom tanto en las Cumbres de jefes de Estado y de Gobierno de la calc, como en las reuniones ministeriales, consultas y reuniones de preparación de las cumbres, en el Grupo de Río, en las cumbres bilaterales con México, Brasil y en las de la Alba, son reflejo de una voluntad política de lograr una mayor inserción e interlocución política con América Latina, a pesar de las diferencias. Tanto Brasil como Venezuela, desde muy diversos prismas y matices, han contribuido también a este acercamiento. Es difícil determinar si esto es reflejo de un deseo de expresar su soberanía y/o de la necesidad de mayores alianzas y políticas regionales, pero sin duda constituye una reorientación progresiva de su política exterior. El regionalismo latinoamericano, desde sus nuevas formas, ha estado influyendo en la orientación y modalidades del relacionamiento externo de Caricom —no sólo desde celac, sino también desde el Alba y Unasur— con América Latina, lo cual podría generar antecedentes interesantes para escenarios futuros de concertación política. No obstante, es previsible el mantenimiento de tensiones, por parte de Caricom, resultante de las presiones políticas de los principales socios extrarregionales de Caricom, y de la dependencia económica e influencia política de las mismas en temas de interés común. La Caricom y sus relaciones con Estados Unidos En el presente apartado es necesario partir de establecer la centralidad que tradicionalmente ha tenido Estados Unidos para los países de la Caricom, lo cual tiene su base no sólo en aspectos como la cercanía geográfica, su condición de “tercera frontera”, entre otros, sino también el rol de Estados Unidos en el contexto internacional. Ello ha condicionado la consecución de intereses geopolíticos y geoeconómicos estadounidenses, a través de múltiples instrumentos y políticas, así como la respuesta caribeña a estos intereses, lo cual le ha concedido a este país una doble dimensionalidad para los países de la Caricom. El análisis de las relaciones de Caricom con Estados Unidos y su incidencia en los avances de la integración, no debe ser interpretado como un proceso lineal o incluso, inversamente proporcional. En dependencia de las áreas, aunque en un marco de importantes asimetrías, en muchas 126

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ocasiones los objetivos o intereses integracionistas han encontrado posibilidades de realización a través de proyectos estadounidenses. Ello no desconoce, sin duda, que una mayor relación con Estados Unidos, siendo el principal socio comercial y fuente de inversión, no necesariamente implica mayores niveles de integración económica y política en la región. En el análisis teórico del marco de las relaciones bilaterales, tampoco pueden desconocerse un conjunto de supuestos básicos que constituyen condicionantes de la mirada histórica a las relaciones. Ello implica entender la tradicional posición hegemónica de Estados Unidos en un contexto de declive —desde una perspectiva gramsciana— como marco de referencia sobre el ejercicio de la dominación de clase y las posibilidades de mantenerla, desde una combinación dialéctica entre consenso y coerción (Gandásegui, 2010), que tienen un reflejo muy claro en la política exterior de Estados Unidos hacia el Caribe. En este contexto, el Caribe ha sido percibido como una zona de confrontación-afirmación de la hegemonía regional (Gandásegui, 2010) desde una perspectiva histórica, en un contexto de desbalances de poder significativos, que tejen relaciones desiguales de hegemonía y subordinación. Estas relaciones de subordinación estructural (Girvan, 2006) en el caso del Caribe, ha condicionado históricamente, las respuestas caribeñas a las diversas iniciativas políticas y económicas desde Estados Unidos. En este sentido, también han incidido factores de reforzamiento de esta dependencia como la pequeñez de las economías, las menores capacidades institucionales, el elevado grado de apertura, el pasado colonial, la dependencia comercial y del financiamiento externo y de la cooperación, lo cual ha restringido, sistemáticamente, los márgenes de maniobra política y económica de estos países. Desde los inicios del siglo xxi, si bien no ha habido un cambio esencial en cuanto a los intereses de Estados Unidos en el área caribeña, sí se han dado cambios en el contexto regional y hemisférico que han incidido en las prioridades de la agenda bilateral. Elementos como los efectos del 11 de septiembre en la seguridad de Estados Unidos, la crisis económica que comenzó en 2007, el reforzamiento de la dimensión transnacional de muchos fenómenos como el narcotráfico, el recurrente y crónico endeudamiento estructural de las economías caribeñas, se han conjugado para dibujar un escenario lleno de desafíos para los países caribeños, para los cuales tienen una baja capacidad de respuesta o resistencia. De manera creciente, la des-territorialización e invisibilidad de algunos actores que operan en la región, ligados a temas como el narco127

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tráfico, las migraciones, el terrorismo, el funcionamiento de instituciones financieras no bancarias, entre muchos otros temas, cuestionan de manera permanente la estabilidad política y la gobernabilidad de estas naciones, retando la institucionalidad y su funcionamiento. En este sentido, la cooperación con Estados Unidos ha sido percibida como vital. El endeudamiento elevado, base económica fundamental de la dependencia estructural caribeña respecto a la economía norteamericana, resulta en un trade-off entre las necesidades de profundización de la integración subregional y los problemas domésticos crecientes. La Iniciativa de la Tercera Frontera (tbi, por sus siglas en inglés) propuesta por Bush en el 2001, aunque colocó el énfasis fundamentalmente en la seguridad post-11 de septiembre, incluyó paquetes de programas —con financiamientos insuficientes— para fortalecer la cooperación y la colaboración diplomática en áreas de economía, salud, educación y cumplimiento de la ley. En particular, los Fondos de Ayuda Económica fueron empleados para “modernizar” algunas de las instituciones en los países del Caribe asociadas a la seguridad, interpretado desde Estados Unidos como una forma de mejorar su propia seguridad. En términos económicos, puede observarse la continuidad en una fuerte vinculación en la dinámica económica de Estados Unidos y los países de la Caricom, manifestándose especialmente con la desaceleración del pib en Estados Unidos y el efecto sobre el Caribe en los años 2001, y desde 2007 y hasta 2010 en una coincidencia casi perfecta en la dinámica de su declive. En este mismo sentido, en la tabla siguiente figuran los principales estadísticos del crecimiento del pib de Estados Unidos, América Latina y Caricom. Se muestra que en el periodo 2001-2011, América Latina ha crecido a tasas mayores y bien diferenciadas de los comportamientos de Caricom y Estados Unidos, asociado a la dinámica de volumen y precios de un grupo de materias primas de exportación. Estados Unidos y Caricom muestran una dinámica mucho más similar en el período en términos de crecimiento. La desviación estándar muestra, sin embargo, una volatilidad mayor tanto en el Caribe como en América Latina en relación a Estados Unidos, lo que se evidencia en caídas mucho mayores en el caso de los países de Caricom y valores máximos mucho mayores. Esto habla de una capacidad de recuperación relativamente menor en relación a lo que sucede en el contexto internacional, en particular en Estados Unidos y su

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Caricom: iniciativas políticas e interrelación económica en el marco de un “nuevo” ...

Gráfico 2 Crecimiento del Pib de Estados Unidos y la Caricom, 2001-2011* (%)

*2011: datos estimados del Fmi. Fuente: elaborado por la autora a partir de las bases de datos de unctaD y Fmi.

Tabla 2 Estadísticos del crecimiento del Pib de Estados Unidos y América Latina y el Caribe, 2001-2011*

Media Desv. Std Valor Máximo Valor mínimo C. Correlac

Caricom 1.96 2.80 5.61 -3.77 0.72

al

eu

3.44 2.87 6.13 -1.70 0.75

1.77 1.75 3.65 -2.60 -

*2001: datos estimados por el Fmi. Fuente: elaborado por la autora a partir de datos de unctaD y Fmi.

influencia en el Caribe. El desempeño económico del Caribe tiende a magnificar impactos que provienen de la economía estadounidense. Un elemento interesante de este período es que en un contexto en el que se empieza a hablar internacionalmente de desacoplamiento en la economía internacional, a partir de entender este como un proceso gradual de asincronía de los ciclos económicos de los países del llamado Tercer Mundo, incluido América Latina y los países de Caricom muestran 129

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un coeficiente de correlación de 0.75 y 0.72, valores sin precedentes en los periodos anteriormente analizados. Lo anterior pudiera estar dando signos de mayores niveles de sincronía o co-movimiento entre Estados Unidos y los países de Caricom, lo cual se evidencia con mucha mayor fuerza durante las crisis que durante periodos de bonanza económica. Por último, en la tabla siguiente se muestra esta correlación por países, evidenciándose de manera general, un proceso de profundización de esta sincronía de los ciclos económicos por países de Caricom en relación a Estados Unidos en lapsos anteriores. En este sentido, destacan los valores especialmente elevados de co-movimiento de países como Barbados, Santa Lucía, San Kitts y Nevis, Jamaica, Bahamas, Antigua y Barbuda y Trinidad Tobago, ratificando las tendencias ya expuestas. Tabla 3 Coeficientes de correlación del pib de Estados Unidos y países del Caricom, 2011 eu

Antigua y Barbuda Bahamas Barbados Dominica Granada Haití Jamaica San Kitts y Nevis Santa Lucía San Vicente y Granadinas Trinidad y Tobago

0.600 0.667 0.844 0.490 0.388 0.241 0.678 0.696 0.777 0.446 0.574

Fuente: elaborado por la autora a partir de datos de unctad y fmi.

Es significativo señalar que varios países de la oeco, entre ellos Santa Lucía, San Kitts y Nevis, entre otros, muestran elevados niveles de correlación económica con Estados Unidos, pues a pesar de que por su tamaño no tienen una muy amplia participación en los flujos de comercio, finanzas y asistencia en términos absolutos; en valores relativos, estos flujos son particularmente importantes para la evolución de sus economías. La mayor dependencia de las mismas del turismo, especialmente norteamericano y de los servicios financieros también altamente vinculados a la 130

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economía norteamericana, los hacen particularmente sensibles a la dinámica económica de Estados Unidos. Puede hablarse de un redimensionamiento del acercamiento de Estados Unidos a los países de la Caricom, que si bien en términos económicos no contribuye a un fortalecimiento de la integración regional, paradójicamente encuentra puntos de encuentro con necesidades propias del Caribe en términos de seguridad y su financiamiento. Es importante destacar que una mirada a la historia de las relaciones bilaterales muestra un proceso progresivo de aprendizaje en la política de Estados Unidos hacia el Caribe, en búsqueda de mayores niveles de cooptación de los gobiernos en torno a sus intereses. Un ejemplo evidente en este sentido resulta el recurrente intento por incluir en los programas de seguridad, y en particular en la cbsi, una visión más holística de las relaciones que en el pasado, aunque con una clara preeminencia de los objetivos estadounidenses. Desde sus inicios, la administración de Barack Obama se planteó la renovación del liderazgo, la credibilidad y la influencia de Estados Unidos sobre el hemisferio occidental. En este sentido y teniendo como base el llamado “poder inteligente”, Obama en su política hacia la región se refirió a la conformación de lo que llamó una “nueva alianza”, con el objetivo de recomponer y prologar el erosionado pero todavía potente y multifacético sistema de dominación imperialista (Suárez, 2010, p. 107). En opinión de Suárez (2010), la administración Obama ha buscado, en el caso de la mayor parte de los gobiernos de Caricom, “alianzas modulares” para movilizarlos a favor de sus objetivos (Suárez, 2010, p. 109). En esta misma línea y en el marco de la Cumbre de las Américas celebrada en Trinidad Tobago en 2009, el presidente Barack Obama anuncia la propuesta de llevar adelante la Caribbean Basin Security Initiative (cbsi). Sugirió la inclusión de diversos temas como la asistencia para la arquitectura de comunicaciones aéreas y marítimas, asistencia para proyectos de desarrollo económico y justicia social, así como la asistencia para programa que refuercen las estrategias anti-crimen, entre otros1 (Johnson, 2009). Con motivo de la cbsi, el 20 de mayo de 2009 se efectuó una reunión técnica Caribe-Estados Unidos sobre cooperación en términos de segu-

1.

“[…] The Obama Administration has suggested 1) assistance for air and maritime assets and command, control, and Communications architecture; 2) assistance for social justice and economic development projects, with programs targeted at youth development and training; and 3) assistance for programs to enhance the rule of law and anti-crime efforts.

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ridad, donde el embajador estadounidense propuso la creación de un grupo de trabajo que comprendiera al consle, República Dominicana y Estados Unidos en aras de delinear una estrategia conjunta de seguridad regional, que sirviera de complemento a la ya existente. Efectivamente, la propuesta inicial de la cbsi presuponía un monto de 45 millones de dólares estadounidenses (30 millones junto a 15 millones de dólares ya previstos), de los cuales finalmente fueron aprobados 37 millones por el Congreso norteamericano para el año 2010. Vale señalar que el Congreso especificó que alrededor de 20 millones deben ser usados en programas de asistencia dirigidos a temas de justicia social y educación. Esto corresponde con la idea que prevalece en la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos, que señala la necesidad de apoyar posibles estados fallidos en el área o el manejo de potenciales incidentes de gobernabilidad en el área, asociado a los enormes retos que enfrentan y enfrentarán en los próximos años las naciones caribeñas en los ámbitos sociales, económicos, ambientales, políticos, de seguridad, entre otros. En este sentido, una visión multidimensional y multifactorial de la iniciativa permite lograr intereses múltiples de Estados Unidos en el área. Salta a la vista la amplitud de los temas que se sugieren para incluir en la iniciativa, así como el bajo monto de los fondos designados para ello. Esto fue reconocido por el propio Former Deputy Assistant Secretary of Defense for Western Hemisphere Affairs durante su testimonio ante el Congreso, en diciembre de 2009: “The Obama Administration’s Caribbean Basin Security Initiative is a good start. However, it should be a multi-year effort and 45 million dollars may not be enough” (Johnson, 2009). Como continuidad, en mayo de 2010 se celebró el Diálogo de Alto Nivel sobre Cooperación en el ámbito de seguridad regional entre Estados Unidos y los países de Caricom. Estas conversaciones tuvieron como objetivo continuar en los arreglos de cooperación en seguridad en función de la construcción de una declaración de principios, un marco de compromiso y un plan de acción. El carisma de Obama, unido al hecho de haber sido el primer presidente afroamericano de Estados Unidos, así como diversos gestos políticos de su administración (extensión a más países del programa de lucha contra el vih-sida en el Caribe, el apoyo a la extensión de la cbtpa hasta 2020, el propio lanzamiento de la cbsi, entre otros), le han valido en buena medida cierta empatía de los caribeños. Esto ha facilitado un proceso 132

Caricom: iniciativas políticas e interrelación económica en el marco de un “nuevo” ...

de redimensionamiento del acercamiento de Estados Unidos al Caribe desde un nuevo marco que agrupa una visión más holística de las relaciones que en épocas anteriores, en la búsqueda de un consenso de intereses con los gobiernos del Caribe, pero también desde el mismo referente de objetivos en el área, asociados a la preservación de su hegemonía en el ámbito político, militar, económico y de seguridad. El énfasis en la seguridad, desde donde se intenta abordar en esta iniciativa el resto de las dimensiones —desde la perspectiva de los intereses de Estados Unidos—, responde a esa percepción de declinación hegemónica de Estados Unidos, a partir de la cual esta erosión hegemónica se expresa en sus pretensiones de seguridad nacional. Esta última se erige en la apelación más común a la cooptación de otros actores en la preservación de su seguridad que en realidad es su hegemonía. La cbsi se erige como la plataforma fundamental de reconfiguración y redefinición de las relaciones bilaterales, desde una visión complementaria de la asistencia ya existente. Desde Estados Unidos es evidente que la visión estratégica está colocada en el mantenimiento de su posición hegemónica en la subregión, a partir de un diseño de seguridad que consolide y garantice sus intereses en el área. No obstante, la presentación de la cbsi como una iniciativa regional, su negociación y firma ha implicado una bilateralización de las relaciones que continúa atentando contra la profundización de la integración regional incluso en los marcos de los temas de seguridad. La concentración de sus fondos en temas de estrategias anti-narcóticos, democracia, derechos humanos y reforzamiento de capacidades que garanticen el cumplimiento de la ley, es reforzada por la inclusión, en menor cuantía de fondos dirigidos a la ayuda económica y social, que intenta recoger —aunque de manera insuficiente— algunas de las demandas caribeñas históricas en las relaciones bilaterales. Se observa una cobertura en términos de instrumentos “tradicionales” y “no tradicionales” de política exterior estadounidense en la región, lo que en un contexto de crecientes retos para el Caribe podría implicar una sensible elevación de los niveles de influencia política de este país sobre las naciones de la Caricom. La integración en este marco ha significado hasta ahora muy poco en términos de contrapeso político —y mucho menos económico— para sus asimétricas relaciones con Estados Unidos.

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Consideraciones finales Es importante destacar la relevancia de Caricom, de muy disímiles formas, en los nuevos actores de cooperación y concertación en los espacios emergentes de cooperación y concertación política de la región latinoamericana y caribeña, bajo la influencia de estos actores y liderazgos, con alcances e intereses diferentes en la región. La participación de Caricom en estos espacios podría estar respondiendo a una mezcla de realismo político, a partir de la necesidad de apuntalar su situación económica, social, política y en particular su política externa, en un contexto de retos crecientes; con visos de constructivismo en su proyecto de integración regional más amplio. La existencia de un vínculo comercial no despreciable de países como Guyana y Surinam con Brasil y Venezuela en el contexto sudamericano, es otro elemento —además de la cercanía geográfica y el liderazgo— que incentiva acercamientos múltiples a estas naciones. Caricom, en un contexto de vulnerabilidad externa, crisis económica en Estados Unidos y Europa, de creciente importancia internacional de “socios no tradicionales” de Asia y América Latina, debería continuar revisando sus relaciones con América Latina como espacio para continuar diversificando sus acercamientos políticos, económicos y de cooperación, en la búsqueda de reducir las fricciones para su consenso regional y construir un contexto que contribuya a una mayor unidad. América Latina también tiene la tarea histórica de contribuir a una mejor interlocución con el Caribe. Si bien responden a condiciones políticas y socioeconómicas en ese espacio, los cambios en el regionalismo latinoamericano han tenido una relativa influencia en el funcionamiento y orientación de la política exterior de Caricom, a partir fundamentalmente de una revisión de su política hacia América Latina por parte del Cofcor. Sin embargo, el espacio concedido a la concertación con “socios tradicionales” continúa y continuará teniendo un peso desmesurado para las naciones de Caricom en relación a los llamados “socios no tradicionales” en América Latina, aun cuando su importancia podría tener un comportamiento creciente para la subregión. No obstante la voluntad política regional e individual de países de Caricom de participar de nuevas iniciativas regionales, lo cierto es que ésta se encuentra profundamente restringida en términos económicos pero fundamentalmente políticos a su relación fuerte con socios tradicionales como Estados Unidos y Gran Bretaña. Esto reduce en el futuro las 134

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posibilidades de consenso en estos nuevos espacios, fundamentalmente sobre temas de interés para Estados Unidos y Gran Bretaña, países con los que mantienen espacios y mecanismos estables y regulares de consultas en política exterior y otros temas. El persistente “déficit de implementación” en los marcos de la Caricom, pero particularmente del csme, es una muestra de los enormes desafíos que persisten. Este tema se ha instituido en una preocupación permanente de la Caricom y ha sido el centro de los cuestionamientos más recientes a la integración en el Caribe y su institucionalidad; sin embargo, su implementación continúa sobrepasando con creces los límites de la voluntad política regional. Un escenario de reestructuración institucional de la Caricom constituye un punto de partida ineludible para un relanzamiento de esta institución, en un contexto de reducido margen de maniobra económica pero también política. El mencionado “déficit de implementación” se ha explicado en numerosas ocasiones por las visiones políticas en cuanto a la soberanía en el marco regional, desde una visión “tradicional” de ésta que genera, sin duda, innumerables cuestionamientos. La visión “tradicional”, que desconoce cualquier “autoridad externa” por encima de los intereses estatales nacionales, riñe con la necesidad de una mayor flexibilidad y rapidez en la ejecución y con la necesidad de una sociedad caribeña que participe de manera creciente en el proceso de integración, retos aún pendientes para la integración regional. Cómo deben interactuar de manera estratégica los conceptos de gobernabilidad, soberanía “tradicional” y “no tradicional”, ciudadanía regional, supranacionalidad, institucionalidad, entre otros, se encuentran en el corazón de los debates actuales para un relanzamiento y fortalecimiento de la integración de Caricom. En síntesis, sin desconocer sus vínculos con Estados Unidos —y desde una visión pragmática—, países individuales han estado promoviendo acercamientos a las nuevas iniciativas regionales. Hasta qué punto es coyuntural o permanente, aislado o tendencia, es algo que se constará en el futuro, y depende no sólo de las realidades políticas, económicas, sociales, ambientales y de seguridad del Caribe, sino de sus principales contrapartes. Sin duda, estamos en un momento muy interesante tanto para América Latina como para Caricom, aunque con enormes desafíos.

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El Mercado Común Centroamericano en 2010: la lenta recuperación

Cruz Álvarez Padilla El proceso de integración centroamericana comenzó formalmente el 13 de diciembre de 1960, con la firma del Tratado General de Integración Económica Centroamericano (Protocolo de Guatemala) entre Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Guatemala, que conforman el Mercado Común Centroamericano (mcca); y con la creación de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (sieca) y del Banco Centroamericano de Integración Económica (bcie) como instrumento de financiamiento y promoción del comercio integrado sobre la base del equilibrio regional. Con ello se buscó fortalecer la industrialización y la promoción del comercio dentro de la misma región. A partir de la firma del Protocolo de Guatemala en octubre de 1993, el proceso ha permanecido hasta nuestros días buscando: […] alcanzar el desarrollo económico y social equitativo y sostenible de los países centroamericanos que se traduzca en el bienestar de sus pueblos y el crecimiento de todos los países miembros, mediante un proceso que permita la transformación y modernización de sus estructuras productivas, sociales y tecnológicas, eleve la competitividad y logre la reinserción eficiente y dinámica de Centroamérica en la economía internacional.

En todos estos años, a pesar de las adversidades y diversidades experimentadas en la región, en: • El ámbito político (gobiernos de diferentes expresiones ideológicas), monetario (sistemas monetarios dolarizados, con tipos de cambio flexibles y semifijos), financiero (heterogéneos déficit internos y externos). 139

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• Las consecuencias de los desastres naturales, principalmente huracanes y movimientos telúricos. • El desigual desarrollo económico y social (altos niveles de pobreza y de desigualdad social). El proceso de integración ha evolucionado de manera positiva. Recientemente, se desarrolla bajo un enfoque multidimensional dejando atrás el orientado a sectores específicos y de esfuerzos aislados, contando con el consenso de gobiernos, empresarios y sociedad civil al considerarlo como un medio para superar los problemas económicos, sociales y políticos que los aquejan y de ser un instrumento orientado a elevar el nivel de bienestar de la población. A inicios de la segunda década del siglo xxi, los países centroamericanos enfrentan grandes retos. Entre ellos destacan la disminución de la pobreza y desigualdad social ocasionados de un mercado laboral que ofrece empleos precarios y de baja productividad; por la baja cobertura de salud y de seguridad social al cubrir solo a 75% y 28% de la población, respectivamente; eliminar la desnutrición crónica de la población infantil en edad escolar y elevar su bajo nivel escolar, entre otras. A lo anterior se suma la protección de los recursos naturales, la prevención de desastres naturales, la lucha contra el crimen organizado y las consecuencias derivadas del cambio climático que impactan en el desarrollo económico y social. En este entorno, el proceso de integración comercial junto a un conjunto de medidas políticas, económicas y sociales desempeña un papel esencial para enfrentar y solucionar esos retos. El proceso de integración: la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y su reactivación a nivel centroamericano El proceso de integración ha sido importante en el desarrollo centroamericano. En los años sesenta y setenta del siglo xx, el proceso favoreció la industrialización y sentó las bases de la interrelación de los sectores políticos y económicos. En los años ochenta, posibilitó un espacio de negociación para la resolución de los conflictos regionales que permitió el fortalecimiento y profundización de las relaciones entre países más allá del ámbito comercial. A partir de los años noventa, los gobiernos de la región reiniciaron los esfuerzos para restaurar el mercado regional y renovar el marco institucional, ello lo realizaron a través de dos vías: a) de manera endógena con la firma del Tratado de Tegucigalpa, en diciembre de 1991, que es-

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El Mercado Común Centroamericano en 2010: la lenta recuperación

tablece y consolida al Sistema de Integración Centroamericana (sica)1 que incorpora a Panamá como Estado miembro —en el 2000 bajo ese mismo estatus se adhiere Belice y en 2003 como Estado asociado la República Dominicana—, y la firma de tratados bilaterales en la búsqueda de la conformación de la unión aduanara; y, b) de manera exógena con la firma del Tratado de Libre Comercio de Centroamérica, República Dominicana y los Estados Unidos de América (dr-cafta, por sus siglas en inglés), firmado en 2004, y el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (aaue), firmado en su texto básico en junio de 2010. El proceso de integración se ha visto afectado por la falta de sintonía entre los objetivos de mediano y largo plazo planteados y la duración de los gobiernos de cada país que sólo presentan objetivos de corto plazo, dada la duración de su mandato, por lo que hay que estar en continua negociación. Es por ello que los objetivos sufren un desequilibrio en cuanto a los tiempos de su cumplimiento: “Esta es una realidad que no se puede cambiar, pero sobre la cual debería tenerse conciencia y con la que hay que aprender a navegar. La Unión Europea es una muestra de que sí se puede llevar a cabo esa combinación ínter-temporal; lo que es lo mismo decir que las políticas de integración deberían ser políticas de Estado, no de gobierno” (Rodas, 2010, p. 13). El aaue se firmó en junio de 2012 en Tegucigalpa, en él se incluyen compromisos políticos, comerciales y de cooperación que entrarán en vigor una vez ratificados por el Parlamento Europeo y los cuerpos legislativos de cada país del istmo. El acuerdo busca mejorar la situación de los pueblos indígenas, la protección del ambiente, los problemas derivados del cambio climático, la energía y el transporte, entre otros. Cabe señalar que la Unión Europea (ue) y Centroamérica son regiones asimétricas. La primera, integrada por 27 países, posee un mercado potencial de 500 millones de consumidores y 23 idiomas, la otra cuenta con 42 millones de habitantes y seis países, incluyendo a Panamá, donde se habla un mismo idioma. Y se da en un momento de crisis económica de algunos países que conforman la ue —Grecia, Irlanda, España, Portugal e Italia—, lo que afectaría el flujo comercial entre ambas regiones. 1. El sica es producto del agotamiento y abandono del modelo isi por otro orientado a la apertura económica y de mayores libertades, es decir, uno basado “en más mercado y menos Estado” y hacia una mayor disciplina fiscal y monetaria. Este modelo se da en el marco de los planteamientos del Consenso de Washington, el abandono del militarismo por una mayor democracia y el “regionalismo abierto” que en su conjunto configuraron las bases del nuevo ordenamiento jurídico y operativo de la región (Chorro, 2010, p. 26).

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El texto básico del acuerdo se firmó el 19 de mayo de 2010 en Madrid, España, después de tres años de negociación entre la ue, los países centroamericanos y Panamá.2 Para académicos y organizaciones no gubernamentales expertos en el tema, este acuerdo es asimétrico dado que beneficia al que más tiene, se privilegian a los intereses comerciales por encima de la colaboración económica hacia la consolidación de la democracia, la gobernabilidad y el desarrollo centroamericano. El acuerdo implica la apertura a productos industriales de ambas regiones y el acceso de productos de la región centroamericana, tales como frutas y legumbres, carne vacuna, azúcar, textiles, café, banano y ron a un mercado de la ue. Para Jonathan Menkos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, “el éxito del tratado requeriría la generación de bienes públicos que hoy son prácticamente inexistentes en la región, tales como educación, salud, caminos, carreteras y otros medios de comunicación comercial”. Si no se cumple con lo anterior, se tendrán serias desventajas, dado que la mitad de los habitantes centroamericanos viven en condiciones de pobreza. Al final de la primera década del siglo xxi, el 20 de julio de 2010 se avaló el plan de acción formulado por el Consejo de Ministros de Integración Económica por parte los presidentes centroamericanos para revitalizar el proceso de integración con el objetivo de: • Avanzar en la constitución de la Unión Aduanera Centroamericana con el fin de eliminar las barreras no arancelarias y facilitar el comercio de la región, la promoción de la competitividad orientada a las pequeñas y medianas empresas, apoyo al desarrollo de la infraestructura y transporte. • Potenciar la región como destino de la inversión extranjera directa con base en las oportunidades brindadas por la apertura comercial, y en particular el Acuerdo de Asociación Centroamericana-Unión Europea, en el cual se incluye a Panamá —país que está próximo a ser parte del subsistema económico (sieca, 2011c, p. 5).

2. El pilar comercial incluye aspectos relacionados con aranceles y emisión de reglas que promueven y faciliten inversiones, contempla medidas sanitarias y fitosanitarias, reglas de origen, propiedad intelectual, procedimientos aduaneros y reglas de competencia. El acuerdo permite grandes oportunidades, en especial para los pequeños productores. Al entrar en vigencia, 91% de los productos centroamericanos ingresarán al mercado europeo libre de aranceles, 4% será liberado entre 4 y 10 años, y productos como la carne, el azúcar, el arroz y los lácteos entrarán en un sistema de cuotas (sieca, 2011a, p. 3).

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Dado que el intercambio comercial regional ha sido en gran medida intrasectorial (exportaciones e importaciones de los mismos tipos de productos), el comercio no se ha regido por la teoría de las ventajas comparativas entre países sino por cercanía y tamaño de sus poblaciones y territorios y las relaciones internacionales, en donde los costos de transporte y la disminución de aranceles han tenido un papel de vital importancia. Ello ha orillado a los países de la región a participar de manera conjunta frente a la comunidad internacional, así como para establecer una adecuada estrategia de inserción en el mundo globalizado. Para poder competir en ese contexto, el mejoramiento de los servicios eléctricos y de telecomunicación, la extensión y calidad de la educación, el mejoramiento de la red carretera, etc. son de vital importancia, es por ello que se instrumenta el Proyecto Mesoamericano3 (antes Plan Puebla Panamá) que se orienta a dar especial atención a los grandes corredores viales con el propósito de incorporar a la producción rural al mercado regional: “No obstante los avances logrados en los últimos años, el mercado del pequeño agricultor, productor y comerciante sigue limitado por la falta de caminos rurales y el bajo mantenimiento que reciben” (Siri, 2010, p. 2). Por lo tanto, el modelo de “regionalismo abierto” que se estableció en la región desde mediados de los años noventa del siglo pasado y la protección arancelaria están perdiendo importancia. Dado que la dimensión del comercio intrarregional está virtualmente determinada por las distancias cortas entre los mercados de los países socios. Lo que le da cierta ventaja al comercio de productos de mayor peso con relación a su precio, entre los que destacan los productos agrícolas. En este sentido, las cortas distancias entre mercados favorecen también el comercio de bienes de consumo no duradero, de ahí la importancia de reducir los rezagos en infraestructura física.

3.

El Proyecto Mesoamericano busca reducir el rezago en infraestructura física. Incluye el Plan de Inversiones y Financiamiento para Centroamérica, Panamá y República Dominicana (pifcard), el Corredor del Pacífico, el Sistema de Interconexión Eléctrica de América Central (siepac), la Red de Carreteras de América Central (Ricam), la Autopista Mesoamericana de la Información (ami) y el Tránsito Internacional de Mercancías (tim).

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La situación económica centroamericana después de la crisis Se creyó que la crisis económica internacional iniciada en 2008 podría ser contra-cíclica, pero no fue así para los países centroamericanos. Ello se debe a que el comercio intrarregional se mueve de manera pro-cíclica en sintonía con la evolución de sus principales socios comerciales: Estados Unidos de América (eua), la ue y el mcca. De esta manera, la demanda agregada depende en gran medida de la evolución de las exportaciones, si estás caen, el producto y empleo de la región caen, entrando a periodos recesivos que sólo se revierten con la evolución positiva de sus principales socios comerciales. Con base en lo anterior, las economías centroamericanas son muy vulnerables a los choques externos. La crisis afectó a las finanzas públicas de la región; contrajo la demanda, aumentó el desempleo, y por ende, se profundizaron la pobreza y la desigualdad social. La reactivación se basó en la creación de nuevos productos y servicios a fin de incursionar en nuevos mercados, sobre la base de ventajas competitivas que vayan más allá de los costos de producción, tales como diversificar los mercados de destino de sus productos, intensificar el uso de tecnología, incrementar la capacitación de la mano de obra, entre otras. En 2010, los principales indicadores económicos se tornaron positivos, aunque existe una marcada diferencia entre los países de la región. El crecimiento promedio de la región en 2010 fue de 4.3%, inferior al promedio latinoamericano. Las remesas y la inversión extranjera directa La importancia de las remesas familiares en las economías de la región ha sido creciente durante la presente década. El impacto de la crisis económica mundial de 2009 sobre las remesas familiares de los eua a Centroamérica fue directo e inmediato. En el 2010, las remesas registran un nivel de crecimiento bastante moderado alcanzando un monto de 11,305 millones de dólares americanos, equivalente a un crecimiento cercano a 2% respecto al año anterior, aunque esta variable había caído en casi 10% en el año 2009. A criterio de varios analistas económicos, las remesas familiares que se reciben procedentes de los Estados Unidos de América dependen directamente de la reactivación de la economía estadounidense y, por ende, del empleo que ésta genere (sobre todo en la población migrante en ese país).

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En 2010 la inversión extranjera directa (ied) crece en 12.9% en relación al año anterior pero aún es menor del monto alcanzado en 2008, año de la crisis. Costa Rica, Guatemala y Honduras son los principales receptores, que en conjunto reciben 82% del total de ied en la región. Los países centroamericanos han hecho de la ied uno de los pilares principales de su estrategia de inserción internacional y promoción de las exportaciones. Un 35% de lo que reciben, exceptuando a Guatemala y Panamá, se destina a las manufacturas, en su mayoría en sectores exportadores que buscan ganar en eficiencia y están convirtiendo a la zona en una gran plataforma exportadora, sobre todo hacia Estados Unidos de América. Se han diseñado incentivos para atraer ied y promover la creación de zonas francas o zonas especiales para la exportación. Ello a pesar de que la Organización Mundial del Comercio ha considerado a algunos de esos incentivos como subsidios a las exportaciones, por lo que deben ser desmantelados o sustituidos. En Costa Rica una tercera parte del flujo por ied se orienta a inversiones de empresas instaladas en zonas francas, concentrándose en telecomunicaciones y seguros. En Honduras el flujo se orienta principalmente a actividades de transportes, almacenaje y telecomunicaciones, seguidas por la industria manufacturera sin considerar a la maquila; y en tercer lugar, la maquila. En Guatemala se orienta al sector eléctrico, a la producción de gas natural y al comercio al menudeo. En Nicaragua, el flujo se diversifica entre los sectores de actividad económica, destacándose la minería, el comercio y los servicios. El Salvador es el país que menos flujo recibe y sus principales sectores destinatarios son la industria manufacturera, el comercio y las comunicaciones. La reducción de la ied en El Salvador es notoria a partir del primer triunfo de la izquierda salvadoreña, encabezada por Mauricio Funes, que tomó posición en junio de 2009 en un contexto de crisis económica y social interna que no se presentaba desde los periodos de guerra sufridas anteriormente y, a nivel externo, de la crisis financiera más profunda que la de los años treinta del siglo xx, que revierte la tendencia creciente del flujo de ied observada durante los gobiernos del partido Alianza Republicana Nacionalista, que gobernó desde los inicios de los años ochenta de ese siglo4.

4. El nuevo gobierno busca que su principal legado sea dejar un país con modestas transformaciones sociales, impulsar un proceso de cambios estructurales e institucionales que permitiera modificar por primera vez en la historia del país la forma de ejercer el poder, profundizar la democracia y sentar las bases de un nuevo modelo económico y social. Esto

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El comportamiento de la balanza comercial centroamericana El valor del intercambio comercial de Centroamérica con el mundo ha sido favorable en los últimos años, sólo se vio reducida en 2009 a causa de la crisis financiera que afectó al comercio mundial. Para mantener este ritmo se requiere continuar con el impulso del intercambio comercial entre los países de la región, con la promoción y adopción de medidas que impacten la competitividad de los sectores productivos, evitar medidas que obstaculicen injustificadamente el comercio promoviendo soluciones prácticas y eficientes; así como la promoción de la convergencia de los diferentes tlc5 para facilitar su administración y proyectar sus beneficios a sus habitantes. De acuerdo con la información estadística del Reporte del Desempeño Económico 2005-2010 (sieca, 2011b, pp. 1-26), la recuperación del comercio ha sido lenta pero positiva. Un indicador que permite conocer el grado de inserción en los mercados internacionales es el Índice de Apertura Comercial (iac), definido como la suma de las exportaciones y las importaciones, dividido entre el pib de un país. Entre más se acerca este indicador a 100% se entiende que se trata de un país con un alto grado de apertura comercial. En el periodo 2005-2010 de la región este indicador mostró una tendencia negativa, al pasar de 53% en 2005 a 40% en 2010. Esto muestra que el crecimiento del pib se basa en el dinamismo del consumo y el gasto del gobierno, por lo que depende más del mercado interno que del externo. En el periodo 2005-2010 el valor de las exportaciones muestran una tasa de crecimiento anual de 9.3%. Para 2010 el crecimiento de las exportaciones fue superior a ese promedio al alcanzar un crecimiento de 11.5% con respecto a 2009, alcanzando el monto de 22,144 millones de dólares. El comportamiento de las exportaciones en términos absolutos

5.

suponía, por supuesto, reformar de manera profunda el aparato gubernamental y ponerlo en función del proceso de transformación (Gobierno de El Salvador, 2012, pp. 12-13). Desde 1990 los países de la subregión han firmado tratados de libre comercio con México (Costa Rica en 1995, Nicaragua en 1998, El Salvador, Honduras y Guatemala en 2001), la República Dominicana (2001-2002), Panamá (El Salvador 2003, Costa Rica 2008, Honduras y Nicaragua 2009, sólo queda pendiente con Guatemala), Chile (Costa Rica y El Salvador 2002, Honduras 2008 y Guatemala 2010), los Estados Unidos de América (2005-2006), Caricom (Costa Rica, 2005), Canadá (Costa Rica 2001), Colombia (El Salvador, Guatemala y Honduras 2008), República Popular China (Costa Rica, 2010), Unión Europea (con Centroamericanos y Panamá en 2012) y la República China de Taiwán (Guatemala 2006, Nicaragua, El Salvador y Honduras en 2008) (sieca, 2012, p. 22-26).

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es heterogéneo entre los países de la región siendo los más dinámicos Guatemala y Costa Rica. De acuerdo al tipo de productos exportados, los productos manufactureros representan 46.1%, los agrícolas 32.2%, los bienes de capital 15.6% y otros productos 6.1%. Los principales socios comerciales de Centroamérica, de acuerdo al destino de las exportaciones (fob) en 2010, continúan siendo: eua con 32.1%, el mcca con 26.1% y la ue con 13.6%. La importancia de estos socios se mantiene para cada uno de los países, aunque en el caso de El Salvador y Guatemala, el principal socio comercial es mcca (no incluyendo las exportaciones de perfeccionamiento activo o maquila) con una participación de 55.1% y 34% respectivamente. En este año continua la disminución de exportaciones de la región hacia México, al caer del cuarto al séptimo como lugar de destino; mientras países como Panamá, India, República Popular China y República Dominicana ha aumentado su participación en la estructura de las exportaciones. A nivel de las principales categorías de bienes exportados, la región centroamericana vende principalmente alimentos y bebidas (44.3% del total de las exportaciones), animales y plantas vivas (9.5%), maquinaria eléctrica y sus partes (7.3% donde se incluyen los aparatos electrónicos y sus componentes) y productos químicos (6.8%), maquinaria mecánica, herramientas y sus partes (5.3%), plásticos (4.5%), textiles, prendas de vestir y calzado (3.7%) y al resto de bienes (18.6%). En cuanto al comercio intrarregional, luego de más de once años de crecimiento ininterrumpido, en 2009 cayó en un porcentaje de -18.3%, sin embargo durante 2010 se recuperó y creció en 11.9%. Las exportaciones con destino al mcca registraron un monto de 5,902 millones de dólares americanos durante 2010, cifra inferior a la alcanzada en 2008 de 6,461 millones de dólares americanos. A nivel de país vendedor (exportador), Guatemala concentra 38.0%, El Salvador 25.5%, Costa Rica 21.8%, mientras que Nicaragua y Honduras registran ventas a la región por 7.6% y 7.0%, respectivamente. Los productos manufacturados, especialmente los alimentos y bebidas y los productos químicos son los de mayor nivel de comercialización en la región (35% del total de las exportaciones al mcca), en segundo lugar se ubican los metales y sus productos, plásticos, productos de caucho y papel y cartón (22.3% del total de las exportaciones al mcca). Las exportaciones según categorías de productos a nivel regional registran, sobre todo, la venta de productos manufacturados (alimentos, bebidas, productos químicos, plásticos, papel, entre otros). Esta tenden147

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cia se observa en Costa Rica, El Salvador y Guatemala. Honduras y Nicaragua venden a la región productos con menor nivel de procesamiento (animales y plantas vivas). Las exportaciones de la región centroamericana hacia el resto del mundo registraron en el 2010 un impacto positivo, tanto en las exportaciones de productos tradicionales como los no tradicionales (flores, plantas, frutas, medicamentos, etc.). También cabe indicar el impacto positivo de las exportaciones en el área de componentes electrónicos. A diciembre de 2010, el valor de las exportaciones de la región hacia el resto del mundo alcanzó los 16,241 millones de dólares americanos, superando al año 2009 en 1,652 millones de dólares americanos (equivalente a 11.2%). Costa Rica es el país con mayor oferta exportable, más de 48% de las exportaciones de la región hacia el resto del mundo tienen su origen en ese país. En importancia le sigue Guatemala, con 22% de la oferta centroamericana, Honduras con 13%; mientras que El Salvador y Nicaragua registran una participación de 7.5% y 8.8%, respectivamente. A diciembre de 2010, las importaciones totales alcanzaron un monto de 44,247 millones de dólares americanos, siendo superiores en 18.9% a 2009, pero todavía inferiores en 4,700 millones de dólares americanos a las registradas en 2008. Analistas estiman que la reactivación de la demanda interna, del crédito y los niveles de inversión han sido determinantes en la reactivación de las importaciones. Es importante acotar que las importaciones, de acuerdo a los principales rubros, se clasifican según su importancia en: bienes intermedios y materias primas (41.4%), bienes de consumo final (29.9%), bienes de capital (28.1%). Los socios comerciales de Centroamérica, de acuerdo al origen de las importaciones (cif), durante 2010 son: eua (37.3%), el mcca (12.5%), México (8.6%), República Popular de China (6.7%) y en quinto lugar la ue (6.5%). Esta estructura mantiene un ordenamiento similar en el caso de El Salvador, Guatemala y Honduras; sin embargo, el posicionamiento de los países cambia en el caso de Costa Rica y Nicaragua. En el caso de Costa Rica, eua es el principal socio comercial (46.8%), le sigue la ue (8%,) República de China (7.3%), México (6.6%) y en quinta posición el mcca (4.8%). En el caso de Nicaragua: eua (21.2%), seguido por el mcca (20.4%) y en una tercera posición Venezuela (18.2%) y la República Popular de China (3.6%). Las importaciones, de acuerdo a las categorías de productos, identifican a la región centroamericana como importador de productos derivados del petróleo con 18.3% de sus importaciones totales, seguido de ali148

El Mercado Común Centroamericano en 2010: la lenta recuperación

mentos y bebidas, productos químicos, maquinaria (eléctrica y mecánica) y metales y sus productos. El monto de las importaciones de origen del mcca centroamericano en el año 2010 es de 5,629 millones de dólares americanos, las mismas reflejan un comportamiento superior al 2009 de 5.8%, pero todavía inferior al 2008 en 8.5%. El Salvador es mayor comprador (importador) relativo en el mcca con una participación de 26.2%, Guatemala 23.9%, Honduras 22.2%, mientras que Nicaragua compra 16.3% y Costa Rica solamente 11.5%. Dentro de los rubros de mayor importancia en este comercio destacan los productos manufacturados de uso intermedio, con una participación de 41.4%, los productos de uso o consumo final con una participación de 29.9% y los bienes de capital con una participación de 28.1%. Las importaciones dentro del mcca, de acuerdo a las principales categorías de productos, confirman la tesis en cuanto a que dicho mercado ha favorecido al desarrollo del sector manufacturero; 92% de los productos comercializados son manufacturados. El papel de la pequeña y mediana empresa ha sido determinante en el desarrollo del mercado regional. La suscripción de acuerdos de libre comercio (eua, China, Taiwán, Chile, Canadá, etc.), las expectativas comerciales que genera el aaue y, por supuesto, con la reactivación económica mundial, las importaciones de la región procedentes del resto del mundo han alcanzado un monto de 38,618 millones dólares americanos durante 2010, siendo superiores en 21.0% a las registradas en el mismo periodo durante 2009. Por país de origen: eua continúa siendo el mayor socio comercial de la región, seguido por México, República Popular de China, la ue y Japón. Dentro de los rubros de mayor dinamismo en 2010 están: a) materias primas (incluyendo alimentos), b) petróleo y sus derivados, c) equipos de comunicación y telefonía; así como el rubro de transporte y sus partes. En términos de la variación de las exportaciones en cuanto a su volumen, los países centroamericanos alcanzaron 22,246 miles de toneladas cantidad, superior en 12.8% en relación a 2009 y de 6% en relación a 2008. Mientras que el volumen de las importaciones fue de 38,399 miles de toneladas cantidad superior en 18.8% en relación a 2009 y 7% mayor al de 2008. Este flujo creciente del comercio en términos de volumen ha implicado un mayor movimiento de carga (terrestre, marítima y aérea) en todos los países de la región centroamericana. Según la Comisión Internacional de Comercio de los eua, las importaciones (incluyendo regímenes especiales) de ese país, provenientes 149

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de Centroamérica, durante 2010 han aumentado en 28.6%, equivalente a 4,637 millones dólares americanos. Este dinámico comportamiento se explica, principalmente, por el crecimiento de las importaciones de componentes electrónicos, computadoras y sus partes provenientes de Costa Rica, así como por la reactivación de las importaciones de prendas de vestir y confecciones de la industria de la maquila. La situación de la Unión Aduanera Centroamericana Como se menciona más arriba, uno de los objetivos del Tratado de Managua de 1960 fue la conformación la Unión Aduanera Centroamericana.6 Sin embargo, pese a reiterar el compromiso en el Protocolo de Guatemala de 1993 y de los logros en la construcción de la zona de libre comercio, no fue sino hasta marzo de 2002 que los presidentes de la región aprobaron el plan de acción para concretarla. Este retraso se debe en gran medida al temor que tienen los gobiernos a perder parte de la recaudación tributaria, esto a pesar de la transformación de la estructura tributaria de los países: la caída de los aranceles, desaparición de impuestos sobre ventas, la implementación del iva y la consolidación del isr, y por la falta de voluntad política para llevarla a cabo. En 2004 se aprobó el Marco General para la Negociación de la Unión Aduanera Centroamericana, que es base para las negociaciones. Su visión general es: […] alcanzar de manera gradual y progresiva la Unión Aduanera, a efectos de concretar esta etapa del proceso de integración centroamericana mediante la coordinación, armonización y convergencia de las políticas económicas, entre otras; considerando que la ampliación de los mercados nacionales, a través de este proceso de integración constituye un requisito necesario para impulsar el desarrollo de la región.

6.

El concepto de Unión Aduanera implica crear un territorio aduanero común, a fin de permitir la libre movilidad de mercancías sin importar su origen, así como de los servicios asociados al comercio. Además, se trata de un territorio único en el que también circulan libremente las mercancías no originarias de la región, una vez que han sido nacionalizadas en cualquier país del territorio aduanero común, entre los que se eliminan los derechos aduaneros para todos los productos, independientemente de su origen, y cuyos miembros aplican idénticos aranceles y restricciones a terceros países. También incluye una política comercial externa compartida, que comprende un arancel externo común y otras medidas no arancelarias comunes (Pellandra, 2011, p. 15).

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Para realizar la Unión Aduanera se deben de considerar dos componentes fundamentales: la conformación de un territorio único aduanero, con libre circulación de las mercancías, y la aplicación de un arancel externo común. En el tema de la armonización arancelaria se acordó un arancel centroamericano de importación que tiene un universo de 6,389 rubros que no incluye a los vehículos. A la fecha se ha armonizado 95.7% del universo y el restante 4.3% incluye productos como medicamentos, metales preciosos, petróleo, productos agropecuarios y otros. Pero este arancel sólo se aplica a los países con los que Centroamérica no tiene acuerdos comerciales. La existencia de tlc con programas de desgravación arancelaria negociados bilateralmente impide que a corto plazo se aplique un arancel externo común. En 2009 se firmó el Protocolo de la Unión Aduanera Centroamericana a fin de agilizar un territorio único aduanero entre los países. El proceso de unión aduanera centroamericano se ha centrado en fortalecer la facilitación de comercio, parte fundamental de la promoción al libre tránsito de mercancías. En ese sentido, en los últimos cinco años se han registrado avances concretos en la coordinación de procedimientos y regulaciones aduaneras indispensables para alcanzar la facilitación del comercio. Para 2015 se espera que el proceso de facilitación de comercio pueda contar con una aduana electrónica, que es posible con la evolución de los mecanismos de control aduanero hacia un sistema fundamental en la gestión del riesgo, y al redefinir el rol de las aduanas intrafronterizas (Pellandra, 2011, p. 17).

A manera de conclusión A pesar de los avances en materia de integración económica y comercial que ha tenido la región, aún falta mayor conciliación frente a los problemas políticos que se presentan ya que desestabilizan a dicho proceso. Así como la corrección de la membresía de los estados en el financiamiento de los órganos, instituciones e instancias especializadas del sica, lo que refleja una falta de voluntad política para consolidar dicho proceso. En lo comercial, aún no se logra por completo la zona de libre comercio debido a la existencia del Anexo A del Tratado de Integración, al lograrlo se tendrá una mayor competencia entre sectores que están protegidos por el mismo, lo que potenciaría la producción de bienes y servicios. En cuanto a la au está pendiente la consolidación, a pesar de los distintos acuerdos comerciales firmados en los últimos años que la 151

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impactan de manera positiva, debido al temor que tienen los gobiernos de perder recaudación tributaria. Es por ello que se hace necesario que en el corto plazo se realicen reformas fiscales que favorezcan tanto a la integración como a la uac. Bibliografía Chorro, Miguel A. (2010). Desafíos de la institucionalidad de la integración regional: una visión desde la perspectiva del cambio institucional y la producción de bpr. En Cinco ensayos sobre la Integración de Centroamérica: los ganadores del concurso promovido por el bcie con motivo de su 50 aniversario. Tegucigalpa, Honduras: bcie, diciembre. Gobierno de El Salvador (2012). El camino del cambio en El Salvador: creando las bases de una sociedad democrática, incluyente y equitativa. El Salvador, mayo. Pellandra, Andrea y Juan Alberto Fuentes (2011). El estado actual de la integración en Centroamérica. México df: Sede Subregional de la cepal en México (Serie de Estudios y perspectivas núm. 129,) agosto. Rodas-Martini, Pablo (2010). Avances y desafíos de la integración centroamericana: una revisión a 50 años de historia presentación realizada en el marco de los 50 años del bcie. sieca (2012). Estado de situación de la integración económica centroamericana. sieca, febrero. sieca (2011a). Boletín Integración Económica. sieca, junio. sieca (2011b). Centroamérica: reporte del desempeño económico 2005-2010. sieca, Unidad de Estadísticas Económicas (serie Economía, núm. 3, febrero). sieca (2011c). Discurso del Secretario General del sieca, Sr. Ernesto Torres Chico, durante la ceremonia de Juramentación en el Parlamento Centroamericano, 27 de enero. Siri, Gabriel (2010). Presentación del taller “Avances y desafíos de la integración centroamericana: una visión a 50 años de historia” organizado por el bcie. Tegucigalpa, Honduras; 23 y 24 de septiembre.

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Dimensión política

Persistiendo en la vía de la autonomía regional: la ii Cumbre de alc y la creación de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe

Alberto Rocha Valencia La i calc sobre Integración y Desarrollo se realizó el 16 y 17 de diciembre 2008 en Bahía (Brasil). En ella se decidió celebrar la ii Cumbre de América Latina y el Caribe en febrero de 2010 en México. Los preparativos de la ii Cumbre de alc-calc comenzaron el día 20 de febrero en Cancún, Quintana Roo, con la iii Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la región. Este encuentro, inaugurado por la canciller de México, Patricia Espinosa Castellano, duró dos jornadas de trabajo. Los 32 Cancilleres de alc que participaron, discutieron y elaboraron los borradores de la Declaración de Cancún y la Declaración de la Cumbre de la Unidad; además de los borradores de ocho declaraciones sobre asuntos diversos. La Declaración de Cancún presentaba novedades en las secciones de afirmaciones y de decisiones, así como en el grueso del documento donde se retomaba y superaba el Plan de Acción de Montego Bay de 2009. La declaración de la Cumbre de la Unidad difundía la primicia de la propuesta para formar una “asociación estatal regional” (sin nombre hasta ese momento) paralela a la oea, que debería ser aprobada o rechazada por los presidentes de alc. En el documento se preveía que su institucionalización quedaría pendiente hasta la reunión presidencial de julio de 2011 en Venezuela. Como es normal, se presentaron algunas discrepancias sobre la pertinencia y actualidad de esta asociación. No era para menos, la sombra de la oea planeaba sobre Cancún-Quintana Roo, por 155

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eso la idea mayoritaria entre los cancilleres era que esta “asociación estatal” debería coexistir con la oea por un buen tiempo. También se tenía previsto emprender un proceso de convergencia entre las experiencias del Mercosur, la unasur, el Grupo de Río y la Alba. Y así, los cancilleres prepararon el terreno político-diplomático para que los presidentes de alc pudieran encontrarse en los dos días siguientes. El lunes 22 de febrero se realizó la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe (integrada por la ii calc y la xxi Cumbre del Grupo de Río) con la presencia de casi todos los mandatarios de la región. Este foro latinoamericano y caribeño aprobó dos documentos fundamentales (la Declaración de Cancún y la Declaración de la Cumbre de la Unidad de alc) y ocho declaraciones sobre temas relevantes de la región. Es evidente que la Declaración de Cancún no presentó mayores problemas en las deliberaciones, por lo que fue fácilmente acordada. En la Declaración de Cancún (ii calc, 2010) se aprobó un nuevo programa de trabajo estructurado en torno a ámbitos y líneas de acción. Entre los ámbitos de acción tenemos: 1. Cooperación entre los mecanismos regionales y subregionales de integración, 2. Asuntos económicos, 3. Desarrollo social, 4. Asuntos de seguridad y terrorismo, 5. Cooperación Sur-Sur. El logro extraordinario de la Cumbre de la Unidad llegó el 23 de febrero, cuando el presidente de México, Felipe Calderón, anunció que los presidentes de alc habían acordado constituir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. La Declaración de la Cumbre de la Unidad de alc (ii calc, 2010) es un documento corto, sintético y denso. En el preámbulo se enuncian los principios esenciales, como la convicción de avanzar hacia una organización nueva, lograr la unidad, concretar la integración política, económica, social y cultural; caminar hacia el bienestar social, la calidad de vida, el crecimiento económico y el desarrollo independiente y sostenible; reforzar la democracia, la equidad y la justicia social; contar con un espacio regional propio que consolide y proyecte la identidad latinoamericana y caribeña, entre otros, que sirvieron de base para la concertación y el consenso. Luego vienen las decisiones: 1. Constituir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños como espacio regional propio que reúna a todos los Estados latinoamericanos y caribeños, 2. Consolidar y proyectar, a nivel global, mediante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños la identidad latinoamericana y caribeña, 3. Que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños trabajará sobre la base de: la solidaridad, la in156

Persistiendo en la vía de la autonomía regional

clusión social, la equidad e igualdad de oportunidades, la complementariedad, flexibilidad, la participación voluntaria, pluralidad y diversidad, 4. Que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños asuma el patrimonio del Grupo de Río y de la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo, 5. Que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños deberá, prioritariamente: impulsar, la integración regional con miras a la promoción de nuestro desarrollo sostenible; promover la concertación política, el impulso a la agenda latinoamericana y caribeña en foros globales, y un mejor posicionamiento de América Latina y el Caribe ante acontecimientos relevantes del ámbito internacional; entre otros puntos importantes, 6. Finalmente, se establece mantener el foro unificado de la calc y el Grupo de Río, en tanto no culmine el proceso de constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. La realización de la Cumbre de la Unidad de alc en México fue un hecho prometedor pues, por un lado, se logró mantener y reforzar el foro de la calc-Grupo de Río (un foro político-diplomático por excelencia) y, por otro, se consiguió el acuerdo para constituir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (una posible institución política regional con alcances internacionales y globales). De esta manera, el proceso hacia la unidad y autonomía de la región avanzó y fortaleció. La región se tensó y cohesionó un poco más, pues había nacido un nuevo centro político-diplomático regional. Pero quedó pendiente una tarea decisiva: el diseño de la Comunidad de Estados de Latinoamericanos y Caribeños. ¿Qué tipo de instancia política regional sería la más adecuada para impulsar el proceso hacia el desarrollo, el bienestar, la autonomía y la unidad de ALC? Referencias documentales Cumbre de América Latina y el Caribe (2010). Declaración de Cancún. 23 de febrero, Rivera Maya, Quintana Roo, México. Recuperado de: www.celac. gob.ve/index.php. ii Cumbre de América Latina y el Caribe (2010). Declaración de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe. 23 de febrero, Rivera Maya, Quintana Roo, México. http://portal2.sre.gob.mx. ii

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El espíritu de la integración centroamericana en 2010

Daniel Villafuerte Solís El contexto económico y social Durante 2010, las secuelas de la crisis económica y financiera en Estados Unidos se hicieron presentes en la región. La industria maquiladora sufrió una desaceleración que se tradujo en una reducción de las exportaciones y en desempleo. Los países que más resintieron la crisis fueron El Salvador y Honduras, cuya dependencia es mayor en el rubro de maquilas. En efecto, en 2010 la región centroamericana experimentó un lento proceso de recuperación económica, después de una caída en la actividad productiva, en la inversión extranjera directa (ied) y en las remesas enviadas por sus migrantes que laboran en Estados Unidos. Después del declive de la ied en 2009, al año siguiente se observó una recuperación en promedio de 27% al pasar de 2,316.5 millones de dólares a 2,943.7 millones. Desde luego la mejoraría fue diferenciada: Honduras registró un espectacular crecimiento al pasar de 38 millones de dólares a casi 799 millones; en cambio, El Salvador saltó de 366 millones de dólares a 78 millones (cepal, 2011). Por otra parte, las remesas que habían experimentado una caída en 2009 por efecto de la crisis económica y de la contracción del mercado laboral en Estados Unidos, presentan una recuperación en 2010: de 10,399.4 millones de dólares obtenidos en 2009, se pasa a la suma de

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10,825 millones dólares en 2010, un incremento de 4.1%.1 El mayor crecimiento de las remesas se observó en Nicaragua, con 6.3%; seguido de Guatemala y Honduras, con 5.4% y 5.1%, respectivamente; El Salvador sólo registró un incremento de 1.3%. En materia de exportaciones, la región también obtuvo una recuperación, sobre todo en lo que se refiere a productos primarios —una característica particular de la reciente crisis—. Las exportaciones totales aumentaron en 15.1%, al pasar de 19, 858.4 millones de dólares a 22,861.8 millones de dólares. Este incremento fue provocado sobre todo por las exportaciones primarias que en todos los países de la región reportaron incrementos significativos. En lo que refiere a las exportaciones manufactureras, no todos los países experimentaron dinamismo: Costa Rica, El Salvador y Guatemala presentaron incrementos de 4.8%, 70.5% y 19.4%, respectivamente. Por el contrario, Honduras y Nicaragua observaron notables bajas en sus exportaciones manufactureras que fueron de -40.9% y -8.0%, respectivamente (cepal, 2011). Desafortunadamente, no se cuenta con cifras actualizadas para observar los efectos de la crisis en las condiciones de vida de la población centroamericana; con excepción de Costa Rica, donde se pudo observar una mejoría para 2010, salvo en pobreza extrema en el medio rural donde se presentó un leve incremento. En el resto de los países, los datos de la cepal no permiten hacer la comparación entre 2009 y 2010, pero en todo caso los países siguen registrando altas tasas de pobreza general y sobre todo en el medio rural. En lo que respecta a Honduras, a la situación de crisis económica se sumó la crisis política interna que prácticamente dejó vacías las arcas del Estado, convirtiendo al país en el segundo más pobre de América Latina, sólo después de Haití. Tensiones en la región El contexto anterior permite apreciar de mejor manera los avances y retrocesos en el proceso de integración de la región centroamericana. A este panorama habría que añadir las tensiones producidas por el golpe de Estado de1 28 de junio de 2009 contra el gobierno constitucional de Manuel Zelaya, que dividió a los países centroamericanos, repercutiendo

1.

La suma de las remesas no incluye a Costa Rica.

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en el proceso de integración de la región. La posición del Parlacen fue de condena al golpe de Estado. Prácticamente todo 2010 se vivió un clima muy tenso y Costa Rica desempeñó un papel importante en la mediación para una salida negociada y democrática. Las consecuencias del golpe de Estado se dejaron sentir a lo largo de 2010: un retroceso en los logros sociales, suspensión de la ayuda internacional y aislamiento general. La primera manifestación de consecuencia fue la suspensión de Honduras de la Organización de Estados Americanos (oea) en sesión extraordinaria realizada en Washington, el 6 de julio de 2009, donde todos los miembros la aprobaron. La asamblea aplicó el artículo 21 de la Carta Interamericana Democrática que otorga a los países miembros el derecho de suspender como miembro a un país en caso de “una interrupción inconstitucional del orden democrático”. Los países integrantes de la Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) rompieron relaciones diplomáticas, hecho que fue secundado por México, Argentina y España. Estados Unidos no reconoció que se trataba de un golpe de Estado pues ello implicaba retirar toda asistencia militar, lo que echaría por tierra la larga y profunda relación con los militares hondureños, muchos de ellos formados en la Escuela de las Américas. Una vez legitimado el triunfo del candidato del derechista Partido Nacional, Porfirio Lobo, en noviembre de 2009, el 27 de enero de 2010 se cerró el último capítulo del llamando “golpe de Estado perfecto” con la toma de posesión de Lobo. El terrateniente de Olancho, formado en Estados Unidos, reconoció en su discurso de investidura que las arcas de Honduras estaban vacías: “ha dejado de recibir más de 2,000 millones de dólares en ayuda internacional durante la crisis. Con ese dinero hubiéramos podido pagar las medicinas que necesitamos durante los próximos 20 años. Necesitamos reconciliarnos con la comunidad internacional”. Este llamado es congruente con la soledad que envolvió el acto político: sólo los presidentes de Taiwán, Panamá y República Dominicana asistieron a la toma de posesión.2 A mediados de 2010, Honduras no había logrado el reconocimiento de los países miembros que integran la Unasur, a excepción de Colombia y Perú, situación que posponía su regreso a la oea. Durante ese año se

2.

“El mundo ignora la toma de posesión de Porfirio Lobo”. Recuperado el 5 de enero de 2012 de: http://www.elcomercio.es/20100128/internacional/mundo-ignora-toma-posesion-20100128. html.

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realizaron intensas negociaciones para lograr el objetivo, sin conseguirlo. El gobierno de Estados Unidos estuvo muy activo tratando de convencer a los gobiernos de la región de que aprobaran su regreso y con esto terminar el largo proceso que inició con el golpe de Estado. En la declaración conjunta de la reunión entre los presidentes Felipe Calderón y Barack Obama sobre la Administración de la Frontera Siglo xxi, llevada a cabo en Washington, en mayo de 2010, destaca el reconocimiento de los pasos que ha dado Honduras desde las elecciones de noviembre de 2009 “para restaurar el orden democrático y constitucional” después del golpe de Estado, y “manifestaron su apoyo al proceso de reconciliación nacional que se encuentra en curso y al pronto retorno de Honduras como Estado miembro pleno de la Organización de Estados Americanos y a todas las instituciones del Sistema Interamericano”. En este contexto, un hecho destacable es la visita oficial del presidente Porfirio Lobo a México en septiembre de 2010. En esta reunión Felipe Calderón y Lobo revisaron la agenda bilateral y destacaron la importancia de fortalecer los esquemas de cooperación entre ambos países, en particular se acordó continuar las negociaciones del tlc único entre México y Centroamérica.3 Otro foco de tensión en la región fue el conflicto diplomático entre Nicaragua y Costa Rica originado por la disputa de la soberanía del río San Juan, que sirve de frontera a ambos países. En noviembre de 2010 Costa Rica denunció ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, la invasión por parte de militares nicaragüenses de la isla de los Portillos y daño ambiental por la construcción de un caño por parte del gobierno de Managua. De la misma manera, Nicaragua denunció a Costa Rica ante la Corte Centroamericana de Justicia4 por la construcción de una carretera que corre paralela al río San Juan y que supuestamente está afectando la biodiversidad en la zona.

3.

Véase “Presidentes de México, Guatemala y Honduras resaltan importancia del Proyecto Mesoamérica”. Recuperado el 15 de enero de 2012 de: http://www.proyectomesoamerica.org/. 4. En el marco del Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (odeca), del 13 de diciembre de 1991, que institucionaliza el Sistema de Integración Centroamericana (sica) se crea la Corte Centroamericana de Justicia. En un fragmento del protocolo se señala que la corte forma parte del sistema: “La Corte Centroamericana de Justicia que garantizará el respeto del derecho, en la interpretación y ejecución del presente Protocolo y sus instrumentos complementarios o actos derivados del mismo (Rodríguez, 2002). El 11 de diciembre de 1992 se suscribe el Estatuto de la Corte Centroamericana de Justicia, en el marco de la xiii Cumbre de Presidentes del Istmo Centroamericano.

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En medio de estas tensiones, que no favorecen los procesos de integración en la región, el sica ofreció mediar entre las partes para llegar a un arreglo político y abonar a la construcción de una sociedad regional. Costa Rica mantiene destacamentos de policías a fin de resguardar la soberanía que reclama, lo mismo hace el gobierno de Managua, situación que ha llevado al nivel más bajo las relaciones oficiales entre ambos países. Sin aludir a países concretos, en el primer punto de la declaración conjunta de la xxxvi Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de países del sica, realizada en Belice, el 16 de diciembre de 2010, los mandatarios refieren: Expresar su profunda preocupación por las controversias políticas o de otra índole surgidas entre algunos Estados miembros del sica, que afectan el desarrollo armonioso del proceso de la integración, las cuales deben solventarse a la mayor brevedad posible haciendo uso de los mecanismos existentes de solución pacífica de controversias.

El nuevo eje de la integración centroamericana: la seguridad No cabe la menor duda que en el 2010 el proceso de integración centroamericana tuvo como eje el tema de la seguridad. Los repetidos discursos, las cifras sobre el número de asesinatos, el incremento de hechos violentos y el tráfico de drogas, llevaron a los gobiernos de la región y de Estados Unidos a reconvenir los términos de la cooperación en el marco de la Iniciativa Mérida y a perfilar la llamada Iniciativa de Seguridad Regional Centroamericana (carsi, por sus siglas en inglés) con un financiamiento inicial de 250 millones de dólares (Carlcen, 2011, p. 27). Un hecho destacable es la realización del iv diálogo CentroaméricaMéxico sobre Seguridad Democrática, foro que fue inaugurado el 09 de marzo de 2010 en San Salvador. En esta reunión se revisó el estado de la situación de la seguridad en Centroamérica y México, en el que se pusieron de relieve las amenazas y las respuestas comunes; la implementación de la estrategia de seguridad de Centroamérica y México, enfatizando la cooperación; así como también la estrategia de financiamiento para dar viabilidad a la estrategia. El secretario general del sica sintetiza y jerarquiza el tema de seguridad en dos párrafos de su discurso inaugural: 163

Daniel Villafuerte Solís Este iv Diálogo SICA-México se ha convocado en momentos en que en las calles de nuestras ciudades se libra una batalla decisiva contra el crimen organizado, en una lucha donde nos jugamos el futuro de nuestras naciones, el bienestar de nuestros hijos, la estabilidad política de nuestros gobiernos y en esencia de la democracia. Debemos reflexionar sobre la realidad de las fronteras, en la necesidad de reelaborar las políticas de defensa y de seguridad nacional desde la perspectiva de la integración, hacer evaluaciones sobre políticas regionales. Debemos reflexionar sobre el papel de nuestros aliados en esta lucha sin tregua en la región, en el marco de la diversidad política, étnica, social, las asimetrías económicas y sociales de las naciones que conforman el sica (Gurdián, 2010).

En ese contexto, en mayo de 2010 se llevó a cabo el iii Diálogo Centroamérica-Estados Unidos sobre seguridad democrática. Finalmente, el 16 de diciembre del mismo año, se lleva a cabo en Belice la xxxvi Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de países del sica, en el punto 10 de la declaración conjunta se indica: “Reconocer la importancia de la creación del Mecanismo de Coordinación para la Seguridad Regional de países del sica y el Centro Operativo en Panamá con una subsede en Guatemala, como instrumentos estratégicos en la lucha contra el crimen organizado y la violencia”. En esa lógica de securitización de la región, se realiza la xii Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla, llevada a cabo en Cartagena, Colombia el 26 de octubre de 2010. En uno de los considerandos de la Declaración de Cartagena se pone de relieve el tema de seguridad: Preocupados por amenazas y desafíos como la delincuencia organizada transnacional, el tráfico ilícito de armas, municiones y explosivos, el problema mundial de las drogas, el lavado de dinero, la corrupción, el terrorismo, la trata de personas, el tráfico ilícito de migrantes, el secuestro y la extorsión en general, incluyendo el de la población migrante, las pandillas delictivas y los delitos cibernéticos; peligros que generan un impacto negativo sobre la seguridad pública, la calidad de vida de la población, la gobernabilidad democrática, la estabilidad, el fortalecimiento institucional y el desarrollo económico y social de la región.

A lo largo de 17 puntos de la Declaración de Cartagena se van dibujando las preocupaciones y los intereses de los países miembros en materia de seguridad. Los aspectos que sobresalen son los siguientes: El punto 18, cuyo texto dice así:

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El espíritu de la integración centroamericana en 2010 Respaldar plenamente y brindar apoyo a las acciones inmediatas que los Países miembros del sica están realizando en materia de seguridad democrática en la Región, incluyendo la puesta en marcha del Centro de Coordinación Operativa en Materia de Seguridad Democrática Regional, con sede en Panamá y subsede en Guatemala, así como la celebración de la Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica y México, que se celebrará en Guatemala en el primer semestre de 2011.

Muy articulado a los asuntos de seguridad se encuentra el tema relacionado con el Proyecto Mesoamérica (pm), que constituye uno de los puntos de amarre de la integración centroamericana. Uno de los proyectos de mayor prioridad en el pm es la Red Internacional de Carreteras Mesoamericanas (Ricam), en el que destaca el Corredor Pacífico. Durante 2010 se otorgaron recursos no reembolsables por más de tres millones de dólares por parte del bid para la elaboración del Plan Regional de Inversiones para los tramos carreteros del Corredor Pacífico, que “consiste en crear un corredor de integración regional, con la modernización de 3,244 kilómetros de carreteras que cruza 6 fronteras y 7 países por el litoral del pacífico desde México hasta Panamá” (Proyecto Mesoamérica, 2011, p. 8). El proyecto que mayores avances reportó en 2010 fue el Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (siepac), que prácticamente concluiría en 2011. El informe 2010-2011 del pm resume la importancia de este proyecto en los siguientes términos: La Infraestructura del siepac es la columbra vertebral que hará posible la interconexión eléctrica mesoamericana: México-América Central-Colombia, una gran red de transmisión eléctrica que conectará desde México hasta Colombia a través de 2,500 kilómetros de línea. Esta visión regional es complementada con los proyectos de interconexión eléctrica México-Guatemala y Panamá-Colombia.

Un hecho político destacable es la presentación oficial del pm en República Dominicana, a finales de mayo de 2010, en la que Clara Quiñones expresó que con la inserción de ese país en el pm tiene posibilidades de beneficiarse en varios rubros de importancia estratégica.5 Así, el pm se extiende a todo el área, de México a Colombia, incorporando a República Dominicana que forma parte del cafta. 5. Presentan oficialmente a Proyecto Mesoamérica en República Dominicana. Portal del Proyecto Mesoamérica, sección noticias. Recuperado el 5 de febrero de 2012 de: http://www. proyectomesoamerica.org/.

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Comentario final El proceso de integración centroamericana se vio afectado por la crisis económica durante 2010, a la que se añadió la conflictividad política. Sin embargo, los proyectos de continuidad siguieron su curso marcado por la geopolítica y el tema de la seguridad que tanto preocupa al gobierno de la Casa Blanca. Una evidencia de esta línea es el hecho de la incorporación de República Dominicana al Proyecto Mesoamérica; aunque no pertenece culturalmente a esa región, en términos geopolíticos desempeña un papel de primer orden en el tablero del ajedrez del gobierno norteamericano. Referencias Carlcen, Laura (2011). Más intervención militar estadounidense. En Centroamérica en el huracán de la globalización, América Latina en Movimiento núm. 470, noviembre, Quito, Ecuador. cepal (2011). Anuario estadístico de América Latina y el Caribe. Santiago, Chile. Gurdián, Alemán (2010). Discurso de inauguración del iv Diálogo Centroamérica-México sobre Seguridad Democrática, 09 de marzo de 2010, San Salvador. Recuperado el 20 de enero de 2010 de: http://www.sica.int/ busqueda/Reuniones.aspx?IDItem=47232&IDCat=21&IdEnt=1&Idm= 1&IdmStyle=1. Proyecto Mesoamérica (2011). Informe Ejecutivo del Proyecto Mesoamérica, Comisión Ejecutiva. San Salvador, El Salvador. Rodríguez, Irene (2002). Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (odeca). En Araucaria, vol. 4, núm. 7. España: Universidad de Sevilla. xii Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla, Declaración de Cartagena, Cartagena de Indias, Colombia, 26 de octubre de 2010.

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¿50 años no son suficientes? Centroamérica se integra a los mecanismos de dominación

Ximena Isabel de la Barra Mac Donald En 2010 se han cumplido 50 años desde que se subscribió el Tratado de Tegucigalpa que estableció el marco legal, aún vigente, para desarrollar una institucionalidad centroamericana. Aunque los países centroamericanos han seguido reiterando su intención de avanzar en la dinámica integracionista, la tónica de desintegración que anotábamos en 2009 se mantuvo y llegó hasta el punto del enfrentamiento entre Nicaragua y Costa Rica en el área fronteriza de la desembocadura del río San Juan. También se produjeron diferencias serias respecto a las consecuencias derivadas del golpe de Estado en Honduras al ser Nicaragua el único país que se opuso tanto al reingreso de Honduras al sica (Sistema de Integración Centroamericana) como a elevar una solicitud a la oea (Organización de Estados Americanos) para que hiciera lo propio. Oposición que comparten los movimientos sociales de la región y que se basa en la forma en cómo el presidente hondureño llegó al poder, en las violaciones a los derechos humanos que aún persisten en ese país, y en que se lo considera una imposición de eu. Por el contrario, Nicaragua anunció su intención de abandonar la oea y denunció la ilegitimidad del proceso de readmisión de Honduras al sica, que de acuerdo al reglamento debería haberse hecho por unanimidad.

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Las diferencias políticas respecto a la integración Estas diferencias se dieron a todos los niveles, incluso dentro de la clase gobernante de los distintos países. En noviembre, a pesar del dictamen en contra de la ccj (Corte Centroamericana de Justicia), Panamá consolidó su retirada del Parlacen (Parlamento Centroamericano). Varios parlamentarios panameños de oposición, en desacuerdo con esta decisión del Ejecutivo, optaron por quedarse en sus puestos. En El Salvador sigue habiendo parlamentarios del fmln (Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional) que se oponen decididamente al AdA ue-ca (Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica), al que se comprometió el Ejecutivo, y hacen campaña para que no sea ratificado por el parlamento. Por otra parte, Manuel Zelaya, ahora Coordinador del Frente Nacional de Resistencia Popular (fnrp) hondureño, fue nombrado parlamentario del Parlacen, en su calidad de ex mandatario, nombramiento al que no podía oponerse la bancada oficialista aunque lo quisiese. Los pueblos centroamericanos, sin excepción, siguen oponiéndose tanto al cafta-dr (Tratado de Libre Comercio entre eu, Centroamérica y la Republica Dominicana), como al AdA ue-ca, tan apreciados por sus gobernantes. El mayor avance, por así decirlo, se refiere a la decisión panameña de incorporarse al Subsistema de Integración Económica Centroamericana (sieca) antes de finales de 2011. El hecho de que esto ocurriera 20 años después de haber suscrito el Protocolo de Tegucigalpa en 1991, se debe a la actual necesidad de dar cumplimiento a imposiciones establecidas en los términos de referencia del AdA ue-ca, acuerdo del interés del gobierno panameño. Asimismo, frente a la crisis de los mercados globales, para Panamá pertenecer al mcca (Mercado Común Centroamericano) resulta ser una oportunidad comercial. Por otra parte, de haber logros, de acuerdo a la cepal, éstos han sido mayormente en el plano comercial y financiero donde se han fortalecido tanto el comercio como las inversiones intrarregionales. Los temas políticos y especialmente los sociales han quedado relegados a un último plano (cepal, 2010). Sigue pendiente, además, el tema de la unión aduanera. Los grandes desafíos Dos temas cobraron prioridad en 2010 entre las preocupaciones regionales: el crecimiento sin precedentes en la violencia y complejidad del 168

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crimen organizado, y los desastres provocados por fenómenos derivados del cambio climático que causaron graves pérdidas humanas y materiales. Ambos motivaron amplios debates y la decisión de resolverlos en forma conjunta. El primero a través de la Iniciativa Regional de Seguridad para América Central (carsi) y de la revisión de la Estrategia de Seguridad Centroamericana, y el segundo a través de la Estrategia para el Cambio Climático aprobada en noviembre de 2010. La cepal (2010) afirma que el crimen organizado “incluso desafía la gobernabilidad subregional”. Según el Informe del Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia de México, en 2010 San Pedro Sula ocupa el tercer lugar entre las ciudades más violentas en el mundo con 125 homicidios por 100 mil habitantes después de Cuidad Juárez (229) y Kandahar (169). En sexto lugar esta Tegucigalpa con 109 y Ciudad de Guatemala en el séptimo con 106. San Salvador se posiciona en el undécimo lugar con 82.9 (Analítica, 2011). En resumen, cuatro de las 11 ciudades más violentas del mundo se ubican en Centroamérica, dos de ellas en Honduras. Las causas más aparentes son: el poder de las bandas terroristas, las armas sofisticadas y la demanda de drogas en el mercado de eu. El Observatorio para el AdA ca-ue ha hecho un llamado a fortalecer la institucionalidad del sica en la construcción de la paz incluyendo la participación de la ciudadanía y basado en estrategias de lucha contra la pobreza y la exclusión social. Pero no parece ser este el caso. El presidente de El Salvador le ha dicho a su homólogo de eu que la inseguridad no sólo debe abordarse desde la perspectiva de la persecución del delito a través del fortalecimiento de la policía y los ejércitos, sino enfatizando la prevención del delito e invirtiendo en políticas sociales. De agregárseles políticas de empleo, se evitarían también las muertes cruzando la frontera de eu. Sin embargo, conocido es que a eu no le interesa la componente preventiva porque la lucha contra el crimen y el narcotráfico es un enemigo fabricado que le sirve como poderosa herramienta de engaño y dominación. Por lo demás, las armas del crimen organizado provienen de eu, país que desproporcionadamente genera la gran demanda de drogas. En la Hoja Informativa del Departamento de Estado de eu, la secretaria de Estado, Hillary Clinton afirma: se ha comprometido con la seguridad ciudadana en América Central […] Estamos haciendo todo lo posible para luchar contra la corrupción y la impunidad, para proporcionar los equipos y el apoyo que la policía y los militares necesitan, y para ayudar a consolidar la sociedad civil para que resista el flagelo del narcotráfico.

eeuu

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La situación se ha hecho crítica con la reactivación de la iv Flota de la Marina de eu y la decisión de Costa Rica de entregarle una base naval y el uso de sus mares. Todo esto en una región que según Fellowship of Reconciliation (2011), junto con Colombia, concentra la casi totalidad de las nuevas bases militares de Estados Unidos en construcción o planificadas. Ya se comienza a hablar de un Plan Centroamérica. El académico Greg Grandin (2011) advierte que este plan formaría parte de un corredor de seguridad que incluiría también al Plan México y al Plan Colombia, creando sinergias entre ellos. Colombia capacitaría a la policía Mexicana y a la Centroamericana, utilizando como base la Academia Internacional para la Aplicación de la Ley (ilea), que Washington ha basado en El Salvador y cuyos críticos describen como la nueva Escuela de Las Américas. Los analistas coinciden además que más que seguridad frente a un enemigo común, se trata de preparar la represión en contra de las posibles sublevaciones populares que no aceptaran continuar con el modelo impuesto. cafta-dr

no ha dado ningún beneficio visible

Por el contrario, la cepal (2011) advierte que aquellas economías con un mayor vínculo exportador con los Estados Unidos, como México y Centroamérica, podrían reducir sus exportaciones a ese mercado a raíz de la crisis de demanda en el país del Norte. Por otra parte, las exportaciones centroamericanas se centraron en industrias manufactureras cuyas actividades principales consisten en el ensamblaje, con la consiguiente falta de valor agregado y de incorporación de conocimiento y tecnología. Además, éstas enfrentan una creciente competencia de países asiáticos, particularmente de China, en su principal mercado tradicional, los Estados Unidos (cepal, 2011b). wola (2009) ha preparado un informe respecto a los impactos laborales del cafta-dr y concluye afirmando que los empleadores no respetan los derechos humanos de sus trabajadores y gozan de plena impunidad. Hace un llamado además a eu para renegociar el tratado y endurecer las penalidades a las violaciones de los derechos laborales, equiparándolas a las violaciones comerciales. Por otra parte, amparados por las “protecciones a los inversionistas extranjeros” contenidas en este tratado, comienzan las demandas interpuestas ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (ciadi) por las empresas transnacionales contra los estados; 170

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como es el caso respecto de las empresas de la minería del oro, Grupo Commerce, norteamericano y Pacific Rim, canadiense, contra el gobierno de El Salvador (Morin, 2011). No habría razón alguna para ratificar el AdA ue-ca El volumen del comercio entre Europa y Centroamérica es insignificante tratándose fundamentalmente de productos primarios. De continuar la crisis europea, las razones comerciales resultarían aun menores. Sin embargo, la decisión de la ue de impulsar este acuerdo obedece a razones geopolíticas (cepal, 2010), tendientes a disputar una cuota de poder en la zona. En consecuencia, el acuerdo se firmó en el mes de mayo de 2010, después de negociaciones que se llevaron a cabo a puertas cerradas impidiendo la participación de la población civil y de los parlamentos involucrados. Por ello, se ignoraron los resultados negativos de los estudios de impacto socio-ambiental y los aportes de la sociedad civil. Por otra parte, el acuerdo incluye a Panamá a pesar de que este país se ha retirado del Parlacen y al momento de la firma, no se había integrado al sieca (Sistema Económico Centroamericano), señal que debilita a la institucionalidad centroamericana. Las organizaciones sociales rechazan el AdA Las organizaciones sociales argumentan que el AdA reafirma el paradigma de libre comercio actualmente en crisis, sólo beneficia a las transnacionales europeas, acarreará impactos comerciales, agrícolas y ambientales negativos para Centroamérica y limitará su soberanía. Por otra parte, el acuerdo no sólo contiene medidas que afectan los derechos económicos, sociales y culturales del pueblo centroamericano sino que además, omite condicionar las preferencias comerciales a la protección de los derechos humanos. Cabe recordar que de acuerdo al bcie (Banco Centroamericano de Integración Económica), 33% de los centroamericanos sobrevive con menos de dos dólares diarios y 44% de la población está en condiciones de pobreza. Las redes Europeas y Latinoamericanas de la sociedad civil (Observatorio ca-ue) advirtieron que:

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Ximena Isabel de la Barra Mac Donald […] el acuerdo no reconoce las asimetrías entre Centroamérica y la ue, o las asimetrías entre los mismos países centroamericanos… incluye temas como compras públicas y propiedad intelectual que van más allá de lo acordado dentro de la Organización Mundial de Comercio… limita el espacio político de Centroamérica para proteger sus industrias y productores como parte de su estrategia de desarrollo.

El movimiento sindical internacional ha insistido en la inclusión de cláusulas sociales, laborales y de respeto a los derechos humanos y califica al acuerdo como un mero tlc (tratado de libre comercio). Han exigido un acuerdo que “implique una mejora en las condiciones de empleo y vida de los/las trabajadores/as, la defensa de la cultura, y la expansión de la educación, como aspectos fundamentales para lograr un desarrollo sostenible de la sociedad”. La Red Enlazando Alternativas advierte además que: “En Europa, con el Tratado de Lisboa se ha reforzado un modelo de integración antidemocrático y capitalista. La vulneración de los derechos sociales y laborales consolida a la Europa fortaleza, de carácter militar, represiva y excluyente, en detrimento de la Europa Social”. Esta es la Europa con la que se integra Centroamérica. Por todo esto, y por ser un proceso cerrado y antidemocrático, la sociedad civil se opone y condena al AdA y exige a los parlamentos europeos y centroamericanos abstenerse de ratificarlos. Se han iniciado negociaciones entre México y los países centroamericanos destinadas a lograr una mayor convergencia entre países y esquemas de integración, con la intención de fusionar en uno solo los tres acuerdos comerciales que actualmente los vinculan (México-Costa Rica, México-Nicaragua y México-Triángulo del Norte Centroamericano). Es difícil comprender la bondad de esta iniciativa, habida cuenta de los problemas de seguridad y gobernabilidad en México que además está integrado a eu y Canadá en condiciones asimétricas muy negativas. La integración alternativa La integración solidaria con Alba (la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) y la pertenencia a PetroCaribe han sido las formas de integración que más beneficios han generado. No sólo permitió a Nicaragua salvar las crisis globales en mejores condiciones sino mejorar sus indicadores sociales, bajar sus niveles de conflictividad, y para su gobierno, seguir contando con el apoyo popular. Tanto a Nicaragua 172

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como a Guatemala y a algunos municipios salvadoreños (pertenecientes a PetroCaribe) les permitió reducir su deuda energética. Nicaragua con su doble pertenencia al sica y al Alba ha sido el único país centroamericano que ha incrementado notablemente su comercio extra regional, especialmente hacia la República Bolivariana de Venezuela (cepal, 2010). Cincuenta años de integración no han sido suficientes Pasado medio siglo del proceso integrador, aún no se logra desarrollar una convergencia política entre los países de la región ni entre los gobernantes y los pueblos. Esto no es de extrañar, habida cuenta de que en 2010 dos países tenían frentes de liberación nacional en posiciones de poder político (Nicaragua y El Salvador), dos partidos socialdemócratas gobernaban en Guatemala y Costa Rica y dos partidos de derecha gobernaban en Panamá y Honduras (este último llegó al poder en forma ilegítima). Honduras es también el país donde, a partir del golpe de Estado apoyado por los eu, se violan los derechos humanos en complicidad con el Ejecutivo y se criminaliza a los defensores de los derechos humanos, periodistas, sindicalistas; cualquiera que demande sus derechos se encuentra en total estado de indefensión. Además, este país ha perdido la legitimidad de su institucionalidad pública. Es en el plano de la “seguridad” donde se está concretando la integración regional con el vecino del Norte de forma muy perjudicial para Centroamérica. No sólo sufrirán los pueblos, sino que además la región va camino a ser utilizada de centro de operaciones contra otros países latinoamericanos o contra el resto del mundo. En el plano económico y social, los países de economías más abiertas como México y los de Centroamérica fueron los más afectados por la crisis (cepal, 2010b). Encontrándose geográficamente tan cerca de eu, mientras más alejados se mantengan comercialmente, mejorarán sus perspectivas de desarrollo… pero eu no suelta tan fácilmente a su presa. Los tratados de libre comercio no son su única herramienta de dominación. También lo son los tratados regionales de seguridad. Lo que realmente se necesita es una integración regional que defienda los intereses centroamericanos y no los foráneos. De no orientarse los procesos de integración a reducir las desigualdades y asimetrías, los pueblos centroamericanos seguirán el camino de la insurrección popular que ya recorre el planeta, poniendo en jaque a 173

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la gobernabilidad existente y, con ella, a los propios procesos de integración. eu lo tiene claro, y por eso su injerencia militar en la región cumplirá un doble propósito de represor local y de amenaza global. Bibliografía Analítica (2011). Especiales-Ciudades Violentas de Latinoamérica. Recuperado de: http://www.analitica.com/especiales/8913792.asp. cc-sica (2010). Boletines Informativos. cepal (2011). Estudio económico de América Latina y el Caribe: 2010-2011. cepal (2011b). Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe: 2010-2011. cepal (2010). El estado actual de la integración en Centroamérica. cepal (2010b). La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir. Departamento de Estado de los eeuu (2010). Hoja Informativa, 5 de agosto. Recuperado de: http://www.state.gov/documents/organization/145956.pdf. Fellowship of Reconciliation (2011). Pentagon Building Bases in Central America and Colombia. http://forusa.org/blogs/john-lindsay-poland/pentagon-building-bases-central-america-colombia/8445. Grandin, Greg (2011). Building a Perfect Machine of Perpetual War: The Mexicoto-Colombia Security Corridor Advances. 11 de febrero. Recuperado de: http://www.thenation.com/blog/158492/building-perfect-machine-perpetual-war-mexico-colombia-security-corridor-advances Morin, Leonard (2011). El Salvador-La Desgracia del Oro. Recuperado de: http://www.alterinfos.org/spip.php?article4922. Observatorio ca-ue (2010). Comunicados. Red Enlazando Alternativas (2010). Declaración Final de la Cumbre de los Pueblos “Enlazando Alternativas iv”. wola (2009). dr-cafta and Workers Rights: Moving from Paper to Practice.

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Colombia en la región y la nueva política exterior

Roberto González Arana Sharon Ahcar Cabarcas El 2010 puede ser considerado como un año de transición, con muchos cambios políticos para Colombia, dado que se inició el gobierno de Juan Manuel Santos. Resaltando aspectos generales de Colombia frente América Latina, tenemos que en 2010 —según las cifras presentadas por Germán Prieto (2001) en un Policy Paper de Fescol—: “las exportaciones de Colombia hacia América Latina correspondieron a 23.5% del total de sus exportaciones (us$39.654,112 millones). Las importaciones desde América Latina correspondieron a 27.2% del total de las importaciones colombianas (us$40.570,547 millones)”. En relación a la integración regional, las exportaciones no tradicionales aumentaron en 2010. De acuerdo con Claudia Lacouture —presidenta de Proexport— hubo aumentos significativos con relación a la región pues encontramos que el mercado peruano se incrementó 27%, el brasileño 90% y el chileno 30%. A nivel de Comunidad Andina, 2010 fue un buen año en materia de comercio intracomunitario puesto que Colombia representó 39.2% de las exportaciones, significando un representativo crecimiento de 45% con respecto a 2009. También fue en este año cuando se hizo oficial la unión bursátil entre Colombia, Perú y Chile. Según la Revista Semana, este “Bloque Pacífico” representa desde ese momento el mercado de emisores más grande de América Latina con 564 empresas listadas. Esto significó una oportunidad importante en materia de integración económica para los tres países involucrados, al permitirles convertirse en actores más competitivos dentro de un mercado cada vez más exigente (Revista Semana, 9 de octubre 2010). 175

Roberto González Arana y Sharon Ahcar Cabarcas

Específicamente, en el primer semestre del año se llevaron a cabo las negociaciones del Acuerdo Comercial entre la Unión Europea y la can, en el cual finalmente quedarían únicamente Colombia-Perú y la Unión Europea. Durante 2010 se dieron las dos últimas rondas estipuladas, la primera en Lima y luego en Bruselas, y finalmente en el mes de abril se presentaron los resultados de la negociación. En las rondas de 2010 los temas discutidos principalmente fueron: agricultura, propiedad intelectual, reglas de origen, servicios e inversiones, asuntos horizontales e institucionales, comercio y desarrollo sostenible, entre otros. La rúbrica del acuerdo se realizó el 19 de mayo de 2010, cuando se formalizó oficialmente el cierre de las negociaciones y se presentó el texto adoptado por las partes involucradas. En materia política y diplomática, los mayores cambios se gestaron durante el segundo semestre a partir de la posesión de Juan Manuel Santos (agosto 7 de 2010). En la era de Uribe, el país venía experimentando un aislamiento político y diplomático con la región. Es representativo el caso de Venezuela, donde hubo rupturas desde 2005, agravadas en 2008 por el ataque a Ecuador, y cuya cúspide fue en 2009 con la crisis por el acuerdo de las bases militares norteamericanas en territorio colombiano. Esto no cambió mucho durante el último semestre del gobierno Uribe. En enero, con motivo la cumbre del Grupo de Río en México, los países asistentes intentaron mediar un encuentro entre los mandatarios, pero todo acabó en un intercambio de insultos. Finalmente, a mediados de julio (a menos de un mes de entregar la Presidencia), Uribe acusó a Chávez de tener pruebas de presencia grupos guerrilleros (farc y eln) en territorio venezolano y llevaría este tema al Consejo Permanente de la oea unos días más tarde (Núñez para Infolatam, 2010). Otro factor importante que tuvo un gran impacto en la distensión de las relaciones de Colombia con la región fue que el 17 de agosto de 2010, la Corte Constitucional dejó sin efectos al acuerdo sobre las bases militares estadounidenses que se había firmado en octubre de 2009, y el nuevo gobierno acató el fallo sin ningún reparo. El tema de las bases militares había agravado la situación diplomática con Venezuela y Ecuador, y alarmó significativamente a Brasil y Argentina, entre otros países. Este fallo eliminó las preocupaciones en materia de seguridad que se produjeron en América Latina con respecto a Colombia, y le proporcionó al presidente Santos una herramienta a su favor al momento de reestablecer las relaciones y en las distintas las negociaciones estipuladas en su agenda (El Espectador, 2010). 176

Colombia en la región y la nueva política exterior

Diego Cardona (2011) expresa que la visión del mundo que tiene Colombia cambia con este gobierno, pues para la administración de Santos el mundo es interdependiente y no un lugar de anarquía en donde primaba seguridad nacional. Encontramos, entonces, que la agenda de la política exterior a partir de la era Santos a mediados de 2010 se enfocó en las relaciones multilaterales, ejerciendo un nuevo liderazgo regional. La ejecución de ésta se llevaría a cabo mediante el apoyo de las nuevas iniciativas de integración que permitan consolidar a Latinoamérica como bloque ante el mundo a través de instancias políticas y económicas. El discurso de posesión de Juan Manuel Santos expresó la voluntad del gobierno de afianzar sus vínculos con América Latina y el Caribe, hecho destacado tomando en cuenta el aislamiento al cual fue sometido el país durante los años del presidente Álvaro Uribe (2002-2010): “El respeto, la cooperación y la diplomacia serán los ejes de nuestras relaciones internacionales… así como no reconozco enemigos en la política nacional, tampoco lo hago en ningún gobierno extranjero”. En el segundo semestre de 2010 se restablecieron relaciones diplomáticas con Venezuela y Ecuador. Con Venezuela, el 10 de agosto (a los tres días de haber tomado posesión Santos) en una reunión entre presidentes se restauraron las relaciones entre los países vecinos y se iniciaron diálogos sobre la agenda comercial y de seguridad. Igualmente, el 17 de agosto, el canciller Maduro anunció el pago de 200 millones de dólares a comerciantes colombianos —uno de los gremios más afectados con la crisis— como muestra de que el restablecimiento no sólo había sido político y diplomático. Con Ecuador el acercamiento fue paulatino. Primero se envió a Quito la información obtenida en los computadores de las farc —que era exigencia del gobierno ecuatoriano para el diálogo— y finalmente, el 26 de noviembre, mediante un comunicado del gobierno colombiano a la prensa (El Tiempo, 2010, agosto 10, agosto 19 y noviembre 26). La participación activa de Colombia como líder se ha visto materializada en el apoyo incondicional y los esfuerzos emprendidos en las negociaciones del Acuerdo del Pacífico por una Integración Profunda (que incluya a Colombia, México, Perú y Chile) en el cual se trabajó durante 2010; iniciativa del presidente peruano Alan García y que tuvo el impulso del presidente de Chile, Sebastián Piñera (Intal, 2011). Sin considerar que esta propuesta fuese excluyente de proyectos como Unasur y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la cual fue constituida durante 2010 en México (Rueda, 2011). Trabajando para consolidar a Colombia como un líder regional, el presidente Santos postuló, en diciembre de 2010, a María Emma Mejía 177

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a la Secretaría de Unasur, posición vacante luego del fallecimiento de Néstor Kirchner. Su postulación fue bien recibida en el organismo y posteriormente sería elegida en 2011. El presidente resaltó la importancia de este logro para Colombia puesto que la Secretarí­a “nos va a permitir también promover aquellos aspectos de la región que para nosotros son muy importantes: la integración en torno a la energí­a, a la biodiversidad, al cambio climático, al desarrollo, a la lucha contra la pobreza; aparte, pues, de los aspectos políticos” (Revista Gobierno, 2011). Chile fue un aliado comercial importante en 2010. Es así como, mientras entre 2007 y 2009 la inversión promedio anual de Chile en Colombia fue de unos 400 millones de dólares, sólo en el primer semestre de este 2010 ya sumaba 412 millones. De igual forma, en materia diplomática, el presidente Piñera reiteró el apoyo a la aspiración de Colombia de ingreso a la apec —de la cual Chile ya es miembro—, lo cual le daría al país una gran oportunidad de acceder al mercado asiático a través de este foro (Revista Semana, 24 de noviembre 2010). Cabe mencionar otros aspectos (Ramírez, 2011) sobre el giro en la política exterior en los cinco primeros meses de gobierno de Santos, tales como: • Estrechar las relaciones con México fue un punto primordial en la agenda de 2010. En las reuniones presidenciales se trabajaron temas de seguridad, narcotráfico y legalización de la droga. • Dinamizar las relaciones de Colombia con Brasil, que se habían enfriado a partir del rechazo del gobierno brasileño a la posibilidad de bases militares estadounidenses en territorio colombiano. • Involucramiento en la crisis ecuatoriana del 30 de septiembre • La v Cumbre de Unasur, celebrada el 26 de noviembre en Guyana, y la xx Cumbre Iberoamericana, el 3 y 4 de diciembre. • A nivel multilateral, en octubre “Colombia recibió 186 votos como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de la onu representando a la región en el periodo de 2011-2012, donde contó con los votos de Brasil, Venezuela, Ecuador y Cuba”. Ramírez afirmo además que tres de esas citas tuvieron lugar en Argentina, “país con el que Colombia tenía muy pocos vínculos y con el que más bien existía una acumulación de molestias entre los presidentes Uribe y Kirchner. El nuevo gobierno colombiano resolvió ponerse en comunicación con el ex-presidente argentino para que sirviera como testigo en el acercamiento con Chávez”. La seguridad influenció en gran medida el rumbo del país en los últimos ocho años, y atrajo la mirada de los vecinos para trabajar con Co178

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lombia en temas transversales como el terrorismo y el narcotráfico, entre otros. Martha Ardila (2011) planteó que la seguridad no dejó de ser importante para el nuevo gobierno, sino que ésta se abordó desde ese momento de manera pragmática y no idealizada, lo cual vemos reflejado en que el gobierno siga apoyando los esfuerzos y proyectos de “exportación” de la experiencia adquirida en seguridad ciudadana a países latinoamericanos y otros alrededor del globo. En síntesis, se observa que el gobierno de Santos hizo posible el manejo de una cancillería con un perfil más alto y existió en el país un clima de mayor respeto a las instituciones, luego de reiterados enfrentamientos entre el Ejecutivo y las altas cortes así como las interceptaciones ilegales y violaciones a los derechos humanos, ocurridas en el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010). Referencias bibliográficas Ardila, Martha (2011). Prioridades e instrumentos de inserción internacional de Colombia. En Cardona, Diego (ed.). Colombia: una política exterior en transición (pp. 91-124). Primera Edición. Bogotá: Friedrich Ebert Stiftung en Colombia (Fescol). Cardona, Diego (2011). Introducción. ¿Puede tener Colombia una estrategia de política exterior? En Cardona, Diego (Ed.): Colombia: Una política exterior en transición (pp. xv-xli). Primera Edición. Bogotá: Friedrich Ebert Stiftung en Colombia (Fescol). Comunidad Andina (2011). Comercio Exterior en la Comunidad Andina 2010 [en línea]. SG/399- E.3.1. Recuperado el 3 de abril de 2012 de: http://estadisticas.comunidadandina.org/eportal/contenidos/1556_8.pdf. El Espectador (2010, agosto 17). Corte Constitucional hundió acuerdo de cooperación militar con eeuu [en línea]. Recuperado el 19 de abril de 2012 de: http://www.elespectador.com/noticias/judicial/articulo-219657-corte-constitucional-hundio-acuerdo-de-cooperacion-militar-eeuu. El Tiempo (2010, agosto 10). Restablecimiento de relaciones entre Colombia y Venezuela dejó satisfechos a empresarios colombianos [en línea]. Recuperado el 23 de abril de 2012 de: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-7855290. El Tiempo (2010, agosto 19). Nicolás Maduro anunció el pago de 200 millones de dólares a comerciantes colombianos [en línea]. Recuperado el 23 de abril de 2012 de: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-7871970. El Tiempo (2010, noviembre 26). Unasur, el padrino de la nueva boda QuitoBogotá [en línea]. Recuperado el 23 de abril de 2012 de: http://www.eltiem179

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¿Impasse de la integración suramericana en 2010?

Daniel Efrén Morales Ruvalcaba Introducción El proceso de integración suramericana se encuentra actualmente en una cuarta etapa: en la primera, que tuvo lugar entre 1993 y 1999, se impulsó la creación del Área de Libre Comercio Sudamericana (alcsa); en la segunda etapa, entre 2000 y 2004, el proceso comenzó a dotarse de mayor contenido político y a ampliar temáticamente su agenda con la i Reunión (Brasilia, 2000), la ii Reunión (Guayaquil, 2002) y iii Reunión (Cusco, 2004) de Presidentes de América del Sur; la tercera etapa, que va desde la creación de la Comunidad Suramericana de Naciones (Brasilia, 2005) hasta su renombramiento como Unión de Naciones Suramericanas (Margarita, 2007), fue un momento de definición de acciones estratégicas con miras a una mayor institucionalización. A partir de la aprobación del Tratado Constitutivo de la Unasur (Brasilia, 2008) se ha iniciado una cuarta etapa que se extiende hasta la actualidad. El objetivo de este trabajo es explorar ¿cuáles fueron los principales eventos (obstáculos y logros) para la Unasur durante el 2010 (año que se enmarca en el contexto de la cuarta etapa del proceso de integración suramericana)? ¿Cómo afectaron estos acontecimientos la dinámica de la integración suramericana? El abordaje de dichos interrogantes será a partir del breve análisis de seis diferentes dimensiones de la integración: política, seguridad y defensa, económica, social, física y energética.

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1. Integración política Durante 2010 se observó la transición democrática en la dirigencia de algunos países en la región y, como consecuencia, la llegada de nuevos presidentes: José Mujica, en Uruguay (1º de marzo); Sebastián Piñera, en Chile (11 de marzo); Juan Manuel Santos, en Colombia (7 de agosto); y, DésiBouterse, en Surinam (12 de agosto). En el caso de la Unasur, desde el 10 de agosto de 2009 y hasta el 26 de noviembre de 2010, su presidencia pro-tempore estuvo a cargo del presidente de Ecuador, Rafael V. Correa Delgado. ¿Cuáles fueron las principales actividades de la Unasur durante la presidencia pro-tempore de Ecuador? El 4 de mayo de 2010 es celebrada en Los Cardenales (Argentina), una reunión extraordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno con el objetivo de reiterar el compromiso por la integración en la región; ratificar los compromisos de ayuda a Haití y Chile frente a los estragos de los terremotos del 12 de enero y del 27 de febrero, respectivamente; coordinar posturas en algunos temas de la agenda mundial (Ley sb 1070 del estado de Arizona, cambio climático, integración latinoamericana, etc.); y, sobre todo, ratificar los importantes avances alcanzados por los distintos consejos sectoriales de la Unasur y nombrar a Néstor C. Kirchner como primer Secretario General (Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, Declaración Final de la Reunión Extraordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Estado de la Unión de Naciones Suramericanas, 2010). Empero, después de la reunión de Los Cardenales, la Unasur y en especial su presidente pro-tempore, tendrán que hacer frente a varios eventos adversos, entre ellos, la intentona de golpe de Estado en Ecuador y la muerte del Secretario General Néstor Kirchner. Aquí viene el impasse. El 30 de septiembre de 2010, elementos de la tropa de la Policía Nacional de Ecuador y de la Fuerza Aérea Ecuatoriana suspenden labores, bloquean carreteras y convocan a huelga nacional en rechazo a la Ley de Servicio Público aprobada el día anterior. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, acude al Regimiento Quito para intentar dialogar con los amotinados; sin embargo, después de agresiones, la situación se vuelve caótica y Rafael Correa tiene que ser llevado al hospital debido a una lesión en la rodilla. La clínica en la que lo internan es rodeada y tomada momentos después por los policías inconformes: en otros términos, el presidente pro-tempore de la Unasur había sido secuestrado. Alrededor de las 9:00 de la noche del mismo día, se inicia una incursión por parte 182

¿Impasse de la integración suramericana en 2010?

de las Fuerzas Armadas del Ecuador quienes, en medio de un tiroteo, logran retirar al presidente Rafael Correa. La reacción de la Unasur no se hizo esperar. Al día siguiente, el 1º de octubre, el Consejo de las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno celebra una reunión extraordinaria con el objeto de condenar enérgicamente el intento de golpe de Estado y el secuestro de Rafael Correa. Asimismo, se dan pasos decisivos para la sanción de futuros quiebres al orden constitucional advirtiendo la adopción de “medidas concretas e inmediatas tales como cierres de fronteras, suspensión del comercio, del tráfico aéreo y de la provisión de energía, servicios y otros suministros” (Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, Declaración de Buenos Aires sobre la situación en Ecuador, 2010a). Finalmente deciden perfilar una cláusula democrática en forma de protocolo adicional al Tratado Constitutivo que debiera ser aprobada en la iv Reunión Cumbre Ordinaria, a celebrarse el 26 de noviembre de 2010 en Guyana. Aún los fantasmas de pasadas dictaduras rondan en Suramérica, cuando la Unasur sufre otro duro golpe: el 27 de octubre de 2010 muere Néstor Kirchner, secretario general de la organización. Antes de ocupar dicho puesto, Néstor Kirchner había destacado en Argentina al inaugurar como presidente de la nación (2003-2007) una nueva corriente política conocida como kirchnerismo, caracterizada por: […] sus raíces de “izquierda peronista”; impulso de políticas progresistas en materia laboral, educativa y de salud; respeto a los derechos humanos e impulso al enjuiciamiento de los responsables de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura argentina; rechazo al neoliberalismo como modelo de desarrollo económico; impulso de políticas económicas estatalistas-industrialistas y actualización del modelo de industrialización por sustitución de importaciones; defensa del Mercosur y rechazo de tratados de libre comercio (principalmente el alca); redefinición de socios estratégicos (distanciándose de Estados Unidos y privilegiando la alianza con Brasil) (Morales, 2010a, pp. 42-43).

La muerte de Néstor Kirchner deja nuevamente acéfala la dirección administrativa del bloque suramericano y un vacío profundo en la política argentina. Un mes más tarde, el 26 de noviembre de 2010, es celebrada la iv Reunión Ordinaria del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno en Georgetown (Guyana). En esta reunión, después suscribir el “Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo de Unasur sobre compromiso con la democracia”, se pasa revista a los trabajos realizados por los consejos 183

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sectoriales y, finalmente, Ecuador cede la presidencia pro-tempore a Guyana. 2. Seguridad y defensa: Consejo de Defensa Suramericano (cds) y Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de las Drogas (cspmd) El cds no sólo ha servido, desde el momento de su creación a finales de 2008, como un espacio para la reflexión y diálogo en torno a las ideas convencionales de seguridad fronteriza y soberanía, sino que además — desde una óptica más amplia— ha fungido como catalizador en el proceso de integrador suramericano (Morales, 2011). Como parte de los trabajos que concretó el cds durante 2010 destacan las aprobaciones del Estatuto del Centro de Estudios Estratégicos de la Defensa y de los Procedimientos de Aplicación de las Medidas de Fomento de Confianza y Seguridad. Asimismo, fue establecido el Grupo de Trabajo del cds encargado de elaborar un Protocolo de Paz, Seguridad y Cooperación en la Unasur. Cabe mencionar que, con una relativa cercanía al tema de la seguridad en la región, es creado el Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de las Drogas (cspmd) durante la Reunión Extraordinaria de Los Cardenales. El cspmd —órgano intergubernamental integrado por las autoridades nacionales responsables de enfrentar el problema de las drogas— tiene como principales objetivos proponer estrategias de cooperación entre los Estados para incidir de forma integral en el problema de las drogas, construir una identidad suramericana para enfrentar dicha problemática, fortalecer la cooperación interinstitucional entre las agencias especializadas de cada país y promover el entendimiento entre los socios de la región para alcanzar el consenso en foros multilaterales especializados en materia de droga (cspmd, Estatuto del Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de las Drogas, 2010, pp. 2-3). Uno de los primeros logros alcanzados por el cspmd fue, a tan sólo unos meses de su creación, haber definido su Plan de Acción. Para 2011 ha sido exhortado por las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Unasur a establecer un mecanismo de consultas regulares de autoridades judiciales, policiales, financieras, aduaneras y de órganos de combate a las drogas en los países de la región.

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3. Integración económica: Consejo Suramericano de Economía y Finanzas (csef). En 2010 es creado el csef. Conformado por las ministras y ministros de Economía y/o Finanzas de Suramérica así como por las presidentas y presidentes de los bancos centrales de los países miembros. De acuerdo con sus estatutos, el csef es un órgano de naturaleza intergubernamental (las decisiones se adoptan por consenso) cuyos objetivos principales giran en torno a la desarrollo social y humano con equidad e inclusión, el crecimiento y desarrollo económico, la integración financiera, la cooperación económico-comercial y sectorial (csef, 2010). Quizá su primer año de existencia, la tarea más apremiante para el csef ha sido la creación de un mecanismo para la solución de controversias en materia de inversiones ya que tanto en la Reunión Extraordinaria de Los Cardenales, como en la iv Reunión Ordinaria de Georgetown, el Consejo de Jefas y de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unasur ha instado al csef dar pasos decisivos al respecto. 4. Integración social: Consejo de Salud Suramericano (css), Consejo Suramericano de Desarrollo Social (csds) y Consejo Suramericano de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación (Coseccti) Actualmente los órganos sectoriales de la Unasur relacionados con cuestiones sociales son el css, el csds y el Coseccti. El css es —junto con el cds— uno de los consejos sectoriales más antiguos y evolucionados de la Unasur. Hasta el año 2010, el css ha celebrado tres reuniones: la primera, los días 20 y 21 de abril de 2009, en la ciudad de Santiago, Chile; la segunda, 29 y 30 de abril de 2010 en Cuenca, Ecuador; y la tercera, entre los días 20 y 22 de agosto de 2010 en Quito, Ecuador. En estos pocos años de trabajo, los logros han sido sustanciales: el css cuenta con su estatuto aprobado y ha consensuado el Plan de Acción 2008-2009, el Plan de Acción 2009-2010 y, recientemente, el Plan Quinquenal 2010-2015. Bien entendido, es preciso subrayar que el css ha logrado crear niveles de cooperación y entendimiento en materia de salud que nunca antes se habían visto en la región. El csds también se trata de uno de los proyectos más antiguos de la Unasur y tiene sus orígenes en la idea del observatorio social. En los últimos años, el csds ha alcanzado como resolutivos la ratificación del

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Convenio Interamericano de Seguridad Social y la aprobación del Plan de Acción Bianual 2009-2011. El Coseccti, por su parte, celebra el 14 de abril de 2010 la i Reunión de Ministros en la cual aprueba su estatuto. 5. Integración física: Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento (Cosiplan) El órgano institucional de la Unasur encargado de la integración física es el Cosiplan. Creado durante la iii Cumbre de Unasur (Quito, 28 de enero de 2009), el Cosiplan ha sido definido como “una instancia de discusión política y estratégica, a través de la consulta, evaluación, cooperación, planificación y coordinación de esfuerzos y articulación de programas y proyectos para implementar la integración de la infraestructura regional de los países miembros de la Unasur” (Cosiplan, 2010). Cabe mencionar que la iirsa —institución encargada, desde el año 2000, de promover el desarrollo de la infraestructura de transporte, energía y comunicaciones en la región— no ha sido abrogada, sino que fue subsumida por el Cosiplan que ahora la conserva “como un Foro Técnico para temas relacionados con la planificación de la integración física regional suramericana” (Cosiplan, 2010, p. 3). 6. Integración energética: Consejo Energético de Suramérica (ces) Aunque el ces es uno de los órganos sectoriales más rezagados de la Unasur, el 4 de mayo de 2010 en Los Cardenales, logró finalmente la aprobación de los Lineamientos de la Estrategia Energética Suramericana, el Plan de Acción y la Estructura del Tratado Energético para la Integración Energética Regional. El ces tiene como asignatura urgente la elaboración del Tratado Energético Suramericano, bajo solicitud explicita del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la región. Conclusiones El año 2010 fue complicado para la Unasur. La crisis económico-financiera mundial, los cambios de dirigencia en cuatro de los 12 países de la región, el intento de golpe de Estado en Ecuador, el fallecimiento 186

¿Impasse de la integración suramericana en 2010?

de Néstor Kirchner, entre otros eventos, indudablemente frenaron el dinamismo observado en la integración suramericana en años anteriores (Morales, 2010, pp. 303-312) y llevaron a la Unasur a una suerte de impasse durante el segundo semestre de 2010. ¿La Unasur está en crisis? Si se observa solamente la cúpula de la estructura institucional, probablemente la respuesta pudiera ser que sí; no obstante, el dinamismo a nivel sectorial fue destacable. En otros términos: aun cuando la Unasur sufrió una suerte de impasse durante 2010, éste se ocurrió esencialmente en su cúpula, a nivel general y directivo, mientras que en los consejos sectoriales y órganos especializados se dieron pasos primordiales que contribuyeron, decisivamente, a que la Unasur no se estancara por completo. Así, la Unasur se encuentra en una etapa de maduración, estructuración y despliegue: se trata de un proceso abierto que, a pesar de todo, se mueve. Bibliografía (7 de mayo de 2010). Estatuto del Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de las Drogas. Recuperado en diciembre de 2011 de Unasurcds: http://www.unasurcds.org/index.php?option=com_content&view=artic le&id=460%3Aestatuto-del-centro-de-estudios-estrategicos-de-defensa-del-consejo-de-defensa-suramericano&catid=57%3Aespanol&Itemid=189&lang=es. Cosiplan (18 de junio de 2010). Anexo 1. Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento (Cosiplan). Estatuto. Recuperado en diciembre de 2011 de iirsa: http://www.iirsa.org/BancoMedios/Documentos%20PDF/rp_guyana10_estatuto_del_cosiplan.pdf csds (11 de diciembre de 2009). Plan de acción bianual 2009-2011. Recuperado en diciembre de 2011 de Unasur: http://www.unasur-social.org/unasur/images/documentos/plan_accion_bianual_final.pdf. csef (26 de noviembre de 2010). Estatuto. Consejo Suramericano de Economía y Finanzas. Recuperado en diciembre de 2011 de Unasur: http://unasursg. org/index.php?option=com_content&view=article&catid=84:consejo-suramericano-de-economia-y-finanzas&id=332:estatutos-del-consejo-suramericano-de-economia-y-finanzas. cspmd (4 de mayo de 2010). Estatuto del Consejo Suramericano sobre el Problema Mundial de las Drogas. Recuperado en diciembre de 2011 de Unasur: http:// unasursg.org/index.php?option=com_content&view=article&catid=87:co nsejo-suramericano-del-problema-mundial-de-las-d&id=337:estatuto-consejo-problema-mundial-drogas. cds

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El Arco del Pacífico Latinoamericano como un espacio de vinculación abierto entre Latinoamérica y Asia-Pacífico

Elizabeth Vargas García El fenómeno de la integración regional es, como sabemos, el resultado de la vinculación entre dos o más actores o unidades y puede entenderse en los distintos niveles. En el nivel nacional, el proceso de integración lo conforman las entidades subnacionales; en el nivel regional, entre diversas unidades estatales, lo que da lugar a un proceso internacional; en la escala mundial ese proceso de integración se conforma por dos, más de dos o entre todas las unidades que configuran un área geográfica dada. De acuerdo a lo anterior es posible considerar diferentes formas de integración y alianzas pero a estas alturas —y a diferencia del último renglón escrito en el párrafo anterior—, el factor de la cercanía geográfica no es un determinante absoluto. Lo que caracteriza a la integración regional es la existencia de condiciones que permiten avanzar en las diferencias, tensiones y conflictos que pudieran surgir en el tratamiento de los distintos temas y entre los actores que la conforman. Podemos agrupar a grandes zonas o subcontinentes que se encuentran enmarcando procesos que avanzan hacia la integración en distintos niveles: el primero y más avanzado —aunque en crisis en estos momentos— es el de la Unión Europea; el segundo, la Asociación de Países del Sudeste Asiático (asean) se localiza en Asia y se origina en la creciente convergencia de intereses en torno a la dinámica japonesa a la que ahora

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se le suman Corea del Sur y China como el gran gigante asiático;1 en tercer lugar están los procesos de integración que se registran en al y están compuestos principalmente por el tlcan, por el Mercosur, el Mercado Común Centroamericano (mcca), la Comunidad Andina de Naciones (can) y la propuesta de la Alba, entre otros. Aunque no necesariamente compartiendo vecindades geográficas cercanas y conformándose primeramente como foros que pudieran llegar a evolucionar, se encuentran las propuestas de los brics y la Iniciativa del Arco del Pacífico Latinoamericano. Estos esquemas citados, aunque comparten la base de situarse como procesos de integración regional en los distintos niveles, se caracterizan también por ser modelos que obedecen a intereses variados y que podemos agrupar de acuerdo a sus características en tres grandes vertientes: a) Los que pertenecen al esquema de lo que se conoce como regionalismo abierto. b) Los que se encuentran en lo que se conoce como integración antisistémica. c) Los que proponen un modelo híbrido de integración regional (Briceño, 2010, pp. 44-45). Para efectos de este trabajo —y en un esfuerzo de acotamiento conceptual—, en lo que a continuación se analizará nos referiremos en específico a los esquemas de integración regional del continente americano. El primero hace alusión al que surge como resultado de la vinculación de dos procesos: la interdependencia emanada de acuerdos especiales con carácter preferencial y aquella impulsada por la liberalización comercial en general. Debido a ello, en América Latina son dos tipos de regionalismo básicamente los que se han caracterizado: el que se siguió en América Latina durante las décadas de 1960 y 1970 —y que podemos considerar como regionalismo cerrado— y el del regionalismo abierto, desarrollado de manera fuerte a partir de la década de 1990. Así, las políticas regionales en este contexto han evolucionado y aceptan la integración en torno a economías mayores, entendidas dichas economías como mercados principales para la exportación, origen de los capitales productivos y núcleo estabilizador de las áreas de libre comercio, es decir de los procesos regionales característicos que surgieron hace veinte años (De 1.

Aquí nos referimos al mecanismo de asean + 3, que reúne a los diez países de la asean con las tres grandes economías del noreste asiático, que son Japón, Corea del Sur y China.

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la Reza, p. 298). Entre los esquemas representativos del regionalismo abierto se pueden considerar los mencionados anteriormente y referidos tanto a la América del Norte como del Sur, es decir, los tratados de libre comercio (De la Reza, p. 298). La segunda vertiente, la antisistémica, es la que está representada por el esquema de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) que propone —según el discurso emitido por su líder, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez— un tipo de integración anticapitalista y antiimperialista. Lo que plantea el Alba es la promoción de un modelo cuyos pilares son la solidaridad, la complementariedad y la cooperación (Briceño, 2010, p. 49). El Alba ha pasado por distintas etapas, e incluso el significado de sus siglas ha mutado en distintas ocasiones hasta llegar a denominarse como la “Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América”, aunque se conoce mejor con la primera denominación. Es distinto al regionalismo abierto ya que supone un modelo de integración no capitalista (Briceño, 2010, p. 49). El tercer esquema que se tocará será el modelo híbrido de integración. Como sabemos, América Latina ha transitado a través de distintos tipos o modelos y en los últimos veinte años por el camino del regionalismo abierto, aunque —como podemos apreciar— una parte del subcontinente trata de insertarse a través del esquema antisistémico. Sin embargo, la búsqueda de la integración regional ha sido perseguida durante por lo menos los últimos 50 años, con un éxito más bien modesto si se comparan las cifras de intercambio comercial alcanzado al interior con los de otras regiones. Por ejemplo: actualmente e intraregionalmente en América Latina se comercia alrededor de 18%, entre los países de la asean alrededor de 25.4%; en tanto en la Unión Europea se comercial en torno a 70% (Sexta Reunión del Foro del Arco del Pacífico, La vinculación con Asia: caminos de aproximación, 2010, p. 45). En suma, el tercer esquema, el híbrido se refiere a aquellos Estados que aún responden al esquema del regionalismo abierto en forma ideológica y operativa, pero que tratan de trascender la vecindad geográfica para vincularse de dos maneras: primeramente Estado-Estado con intereses comunes sin importar la cercanía geográfica, y en segundo lugar como grupo de países con otro grupo de países o bien un grupo de países que busca establecer vínculos con determinados países de una región en donde la proximidad geográfica es importante, ya que es básica en los objetivos por alcanzar.

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Dentro de esto, en el primer tipo tenemos a los brics formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Es evidente que la cercanía no es un factor relevante, pero sí los intereses y metas por alcanzar de manera conjunta. En el segundo caso tenemos al Foro del Arco del Pacífico Latinoamericano, una instancia conjunta latinoamericana que busca negociar con los países del Asia Pacífico, ya sea con las instancias creadas en conjunto o bien, de manera individual. Es este último el que analizaremos. El Arco del Pacífico Latinoamericano En la página oficial se define al Foro sobre la Iniciativa de la Cuenca del Pacífico Latinoamericano —denominado Arco del Pacífico Latinoamericano— tanto como un espacio informal de coordinación y concertación, como una plataforma de diálogo político y proyección coordinada. En lo primero se concibe “para la identificación e implementación de acciones conjuntas dirigidas a generar sinergias entre los países participantes en dicha iniciativa en materia económica y comercial, teniendo en cuenta su interés común de fortalecer sus relaciones con las economías del Asia Pacífico”; en el segundo aspecto, está dirigida a “los países de la Cuenca del Pacífico Latinoamericano hacia la región del Asia Pacífico propiciando la incorporación al sector privado (académicos y empresarios)” Los objetivos del Arco del Pacífico se resumen en dos: 1. Busca: […] identificar acciones conjuntas que permitan la cooperación dinámica de los países de la Cuenca del Pacífico Latinoamericano entre sí; conducentes a mayores acercamientos con el Asia Pacífico en los campos referidos al comercio, las inversiones, el aprovechamiento de los mercados del Asia Pacífico; y el mejoramiento de la competitividad (Pronacom).

2. Se aboca: […] a presentar recomendaciones sobre la mejor forma de promover la convergencia entre los acuerdos comerciales y esquemas de integración vigentes en la Cuenca del Pacífico Latinoamericano; recabar un inventario de los regímenes de inversión y de los acuerdos de protección y promoción de inversiones existentes en la Cuenca del Pacífico latinoamericano, sugerir iniciativas prioritarias en materia de facilitación del comercio, infraestructura y logística, encaminadas a aumentar los flujos comerciales y de inversión tanto en la región como con los demás países de la Cuenca del Pacífico; e identificar los mecanismos más idóneos para promover propuestas de

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El Arco del Pacífico Latinoamericano como un espacio de vinculación abierto... cooperación económica y técnica con los países asiáticos para mejorar la competitividad (Pronacom).

El Arco del Pacífico emergió en la ciudad de Cali, Colombia, en 2007, bajo la idea lanzada —un año antes— por el presidente peruano Alan García. Mediante la Declaración de Santiago, los representantes del país anfitrión, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Perú y México expresaron su interés y voluntad por ser parte de este esquema, con la intención de generar un espacio dinámico entre los países de la Cuenca del Pacífico Latinoamericano y, del mismo modo, establecer vínculos con los países del Asia-Pacífico (Calafell, 2011). El Arco creció rápidamente hasta alcanzar una membresía de once países: Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Perú. En la declaración final de la i Cumbre, se asienta que “el Foro del Arco del Pacífico es una instancia de articulación política y económica, y un espacio de convergencia, cooperación e integración dentro de América Latina”, pero es asimismo la única instancia de contacto con el Asia-Pacífico a la que pertenecen todos los Estados latinoamericanos ribereños del Pacífico (Calafell, 2011). Los representantes para el Arco se reúnen cada seis meses en foros ministeriales. Las labores técnicas se llevan a cabo en grupos de trabajo y las decisiones se toman por consenso. Son cuatro los grupos de trabajo: 1. Convergencia comercial e integración. 2. Promoción y protección de las inversiones. 3. Infraestructura, logística y facilitación del comercio. 4. Cooperación económica y técnica para la mejora de la competitividad. La constitución del Arco del Pacífico es importante. Respecto a los tres esquemas de integración planteados anteriormente, éste se diferencia claramente de la propuesta antisistémica representada por el Alba y plantea un modelo híbrido por cuanto que combina claramente el esquema seguido por el regionalismo abierto centrado en lo comercial, se establece de manera informal sin institucionalidad, con el objetivo de traspasar las fronteras cercanas, y delinea una posición política para contrarrestar el “mesianismo” de la Alba. Así también, el Arco del Pacífico es diferente del Mercosur; si bien éste último respondía al esquema del regionalismo abierto, poco a poco ha ido adquiriendo elementos que lo alejan de lo comercial, pues ha in193

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corporado la dimensión social y ha adoptado un Programa Regional de Integración Productiva. En suma, su proceso de revisión no nada más ha incorporado otros factores evolutivos en el proceso de integración del Mercosur sino que, además de ello, ha abierto otras vertientes como la construcción de un Área Sudamericana de Libre Comercio (alcsa), ésta a su vez trascendió de lo meramente comercial para proponer la meta de establecer una Comunidad Sudamericana de Naciones (Casa) que incorporaba el desarrollo de infraestructura regional, la cooperación contra el crimen organizado y la consolidación de la región sudamericana como zona de paz. A su vez, la Casa dio lugar, en el año de 2007, lo que hoy se conoce como la Unión Suramericana de Naciones o Unasur (Briceño, 2010, p. 227) y cuyos objetivos giran alrededor de la promoción de un desarrollo más equitativo, armónico e integral de la América del Sur (Unasur). Es decir, el Mercosur concentra las características de un proceso que ha alcanzado un grado cada vez más alto de avance en su profundización y, por lo tanto, en su institucionalización, situación que lo diferencia del Arco del Pacífico. El Arco del Pacífico es convergente con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlcan), en tanto que ambos responden a las características propias del regionalismo abierto. Es decir se centran, y pretende hacerlo, en la movilidad de capitales productivos y/o especulativos, la segmentación en la subcontratación de operaciones, la preponderancia del comercio, la atracción de Inversión extranjera directa (ied) y ha estimulado, además, la creación de acuerdos de libre comercio en torno a economías mayores. La diferencia está en que el tlcan responde a un esquema más bien rígido y el Arco a un esquema flexible —es decir, sin institucionalidad— y abre la vertiente del comercio intergrupal interregional y extrarregional con países o bloques estratégicamente importantes, como es el caso de la región Asia-Pacífico. La región Asia-Pacífico se ha convertido indudablemente en un enclave económico mundial, pero aún sigue siendo un mercado sin explotar por la mayoría de los países de la América Latina y el Caribe. Por ejemplo, el tamaño del pib de la asean es semejante a la del Arco del Pacífico, pero aún con eso, las exportaciones de asean en 2009 fueron de 810,000 millones de dólares, el doble que las del Arco. En cuanto al tamaño de la población, ambas regiones alcanzan aproximadamente los 590 millones de habitantes. La asean ofrece, por lo tanto, un mercado potencial; sin embargo, aprovecharlo requiere de consensos para que las economías del Arco refuercen su desempeño comercial-exportador (Sexta Reunión 194

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del Foro del Arco del Pacífico, El Arco del Pacífico Latinoamericano: construyendo caminos de complementación e integración con Asia, 2010, pp. 9-10). El Foro de Cooperación Asia Pacífico (apec) y el Arco son las agrupaciones que se vinculan a través de Perú, Chile y México ya que estos países forman parte de ambas. Respecto de este foro asiático, el Arco —en lo individual y en lo grupal— pretende suscribir acuerdos y estrechar al máximo las relaciones económicas y comerciales bajo una visión integral. En apec ya se han abierto las opciones para establecer un área de libre comercio Asia-Pacífico. Conclusiones Aunque todavía inserto en la dinámica que se abrió en la década de los noventa y que continúa en lo que va del siglo xxi en torno a los procesos del regionalismo abierto, éste ha sido el punto de partida para establecer nuevas alternativas y abrir otras vertientes. Como lo afirma Félix Peña, al decir que los países ahora tienden a posicionarse en múltiples tableros de ajedrez al mismo tiempo. Es decir, se participa simultáneamente en negociaciones comerciales multilaterales, plurilaterales y bilaterales, cuyo resultado es incierto, en una estrategia que trata de reducir el riesgo y la incertidumbre en materia de acceso a los mercados externos (Peña, 2005, p. 152). Aun cuando responde en primera instancia a las características del regionalismo abierto con un marcado acento comercial, el Arco se posiciona como un espacio político en torno a los otros esquemas de integración: el Alba, un tipo de integración alterno, y el mismo Mercosur, que ahora incorpora elementos que van más allá de lo meramente económico-comercial; del mismo modo, establece un posicionamiento conjunto de interlocución respecto del Asia-Pacífico. El Arco del Pacífico se considera un tipo de regionalismo abierto que marca un modelo híbrido. Su objetivo fundamental sigue siendo lo económico-comercial pero en la misma línea, su meta ya no es el comercio intrarregión sino extrarregional y abre la posibilidad de una vinculación flexible, además se prevé que el Arco del Pacífico dé lugar a otras iniciativas entre los países de la América Latina.

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Gary Francis Prevost Para principios de 2010 ya se habían visto defraudadas las grandes esperanzas de Latinoamérica en relación con una política esencialmente diferente por parte de la administración Obama hacia esta región. No se habían implementado las promesas de una nueva y más respetuosa relación con los latinoamericanos, como lo prometió el candidato Obama en 2008. Quedaba cierto optimismo en Latinoamérica después de la Cumbre de las Américas en Trinidad y la reunión de la oea en Honduras, pero el manejo del golpe de Estado en Honduras en junio de 2009 por parte de la administración Obama, puso a eu en contradicción directa con todos los países latinoamericanos que condenaron el golpe como una seria violación de la democracia; y observaron cómo la administración Obama dialogaba con los golpistas y, a la larga, apoyaba las elecciones de noviembre de 2009 como legítimas y establecía relaciones diplomáticas plenas con la recién elegida administración del conservador Porfirio Lobo. Sólo los aliados más cercanos de los Estados Unidos les siguieron los pasos al inicio, cuando Lobo asumió el cargo a comienzos de 2010. Con el tiempo, el tema hondureño pasaría a un segundo plano en la agenda interamericana, pero se habían desvanecido las ilusiones que pudiera haber habido sobre Barack Obama —como primer presidente afroamericano— de que fuese significativamente diferente de los anteriores líderes de eu.

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El terremoto de Haití A principios de 2010, la administración Obama se enfrentó al devastador terremoto en Haití y necesitaba demostrar que los Estados Unidos estarían al lado de la región en momentos de grandes tragedias humanas. A la larga, la respuesta de la administración Obama ante el terremoto demostraría aún más que Obama representa la continuidad, no el cambio, en su enfoque hacia Latinoamérica. Trabajando dentro del marco de considerar a los “Estados fracasados” y los “espacios no controlados” como una amenaza para la seguridad de la nación, la administración Obama ejecutó una política hacia Haití que daría continuación al ya tradicional enfoque de los eu, que está en franca oposición a la autodeterminación de Haití. Desde la perspectiva de eu, Haití siempre ha estado en la corta lista de potenciales “Estados fracasados”, pero los trágicos sucesos del 10 de enero de 2010 condujeron a un renovado enfoque hacia ese país y la respuesta del gobierno norteamericano fue, ante todo, una respuesta orientada a lo militar y forjada de forma significativa por el miedo a que Haití se convirtiese en un Estado definitivamente fracasado. La magnitud del desastre natural hizo que esos temores fuesen creíbles. El terremoto dejó 300,000 muertos y otros 300,000 heridos. Destruyó 250,000 casas, desplazó a 1.3 millones de personas y provocó daños a la propiedad estimados en $14,000 millones de dólares. El carácter de la respuesta de eu ante el terremoto fue esencialmente militar. En su punto máximo, la misión contó con un total de 22,000 efectivos; 7,000 ubicados en tierra y el resto en 15 barcos y 58 aviones, de acuerdo con el Comando Sur de eu, que dirigió las operaciones (Crossette, 2010). La misión militar estadounidense se complementó por la parte civil por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (usaid) que cumplió numerosas tareas, entre ellas proporcionar refugios temporales y posteriormente viviendas permanentes para los desplazados. La usaid también participó junto con el gobierno haitiano en el restablecimiento de los servicios básicos como el agua y la electricidad, pero esos trabajos avanzaron lentamente debido a la magnitud de la tarea. Aunque la misión militar norteamericana sí ejecutó algunas tareas necesarias para la recuperación, ésta no era la función principal de las tropas. Dentro del marco del concepto de “Estado fracasado” y

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“espacios no controlados”,1 el objetivo esencial de la misión era la seguridad, dirigida a evitar revueltas masivas en Puerto Príncipe contra los bienes que aún quedaban en pie de las elites haitianas y evitar el flujo de inmigrantes hacia los Estados Unidos. Más cuestionable aún fue que, durante la primera semana después del terremoto, cuando salvar vidas era la máxima prioridad, los militares norteamericanos tomaron el dañado aeropuerto de Puerto Príncipe y, a la vista de muchas agencias de ayuda internacionales, le dieron mucha más prioridad a los aviones relacionados exclusivamente con el despliegue de las tropas de eu encargadas de la seguridad, que a las operaciones de ayuda. El ejército estadounidense contribuyó con un buque hospital, el Comfort, que atracó en Puerto Príncipe y atendió a 871 personas; pero este esfuerzo se vio eclipsado por las operaciones médicas en tierra realizadas fundamentalmente por haitianos y una gama de extranjeros, incluyendo cubanos, que atendieron decenas de miles de personas. La administración Obama, ansiosa por elevar su reputación en Latinoamérica, hizo lo mejor posible durante la operación, hizo énfasis en la gran cantidad de suministros de ayuda distribuidos por las fuerzas norteamericanas, pero en realidad era una operación militar llevada a cabo fundamentalmente por razones de seguridad nacional de eu. La realidad de esta motivación también se pone de relieve por el contexto político creado en el periodo posterior al terremoto. Utilizando como justificación los severos daños causados a las estructuras gubernamentales haitianas y la pérdida de vidas entre el personal gubernamental haitiano, la comunidad internacional, liderada por los Estados Unidos, estableció una especie de estructura paralela de gobierno para el país, dominada por extranjeros. En la primavera de 2010, se creó la Comisión Provisional para la Recuperación de Haití (ihrc, por sus siglas en inglés) para canalizar la asistencia a Haití, encabezada por el entonces primer ministro Jean-Max Bellrive y el ex-presidente de eu William Clinton. Todos los proyectos de recuperación principales —oficialmente 1.

El concepto de espacios no controlados aparece bien analizado en el libro de Anne L. Clunan y Harold Trinkunas, Ungoverned Spaces: Alternatives to State Authority in an Era of Softened Sovereignty (Espacios no controlados: alternativas a la autoridad del Estado en una era de soberanía mitigada) Stanford, CA: Stanford University Press, 2010. Para dos excelentes críticas al concepto, ver: Charles T. Call, “The Fallacy of the ‘Failed State.’” (“La falacia del ‘estado fracasado’.”) Third World Quarterly, vol. 29, núm. 8, 2008, pp. 1491-1507, y de Justin Logan y Christopher Preble, “Fixing Failed States: A Cure Worse than the Disease?” (“Arreglando los estados fracasados: ¿Una cura peor que la enfermedad?”) Harvard International Review. Invierno de 2008.

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llamados de “importancia nacional”— deben someterse a la aprobación de la Comisión, que tiene a miembros haitianos y extranjeros en su junta directiva. Más significativo aún, el director ejecutivo de la junta no es haitiano sino un antiguo funcionario de la usaid. Este cuerpo fue creado a raíz de una reunión en marzo de 2010 en las Naciones Unidas, en la que se prometieron $5.3 miles de millones de dólares para los esfuerzos de ayuda y recuperación. Ya que era inevitable cierta supervisión internacional, el tratamiento de Haití como un caso especial surgió del pensamiento interno de los Estados Unidos. En Washington dc, el senador Richard Lugar de Indiana, el republicano de más alto rango en el Comité de Relaciones Internacionales del Senado, dio a conocer en junio y julio de 2010 informes que de hecho advertían que en Haití, sin un liderazgo político confiable, el desarrollo se estancaría y los inversionistas huirían del país (Internacionales, Haiti: No Leadership – No Elections, 2010; Internacionales, Without Reform, No Return on Investment in Haiti, 2010). Dado el gran escepticismo sobre el gobierno haitiano, la posición de Lugar resultó creíble, pero ha sido utilizada para continuar la ya antigua dominación extranjera en la política haitiana. Además del control sobre el dinero para la ayuda y la recuperación, la ihrc desempeñó un papel decisivo en la determinación de las elecciones nacionales de Haití de noviembre de 2010 y marzo de 2011. El objetivo primario del gobierno de los eu y de sus socios europeos era asegurarse de que el liderazgo político de Haití que emergiese de las elecciones, estuviera bajo el control total de los Estados Unidos y sus aliados. Lo que es más importante, esto significaba la exclusión de Jean-Bertrand Aristide y el partido Lavalas de las boletas. El terremoto sólo había profundizado las divisiones de clases en la Isla, y la elección de Aristide y de una mayoría parlamentaria para Lavalas constituían una posibilidad muy real. Enfrentado a esta realidad, el ihrc presionó a la Comisión Electoral haitiana para excluir al partido Lavalas de las boletas y los Estados Unidos utilizaron su influencia para mantener a Aristide en el exilio en Sudáfrica, a pesar de sus repetidas solicitudes para regresar a su tierra natal. Finalmente, Aristide sería autorizado a regresar a Haití en marzo de 2011, pero solo después de que el gobierno haitiano le permitiera al ex-dictador Jean-Claude Duvalier regresar a principios de 2011, después de veinticinco años de exilio y de que Aristide hubiese sido formalmente excluido de las boletas y no formara parte de la segunda vuelta final programada para finales de marzo.

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En ausencia de Aristide y del partido Lavalas, el eventual ganador de las elecciones presidenciales fue Michel Martelly, un popular cantante de carnavales. La elección de Martelly fue una victoria parcial para el pueblo haitiano, debido a que los resultados iniciales de la elección de noviembre habían excluido a Martelly de la segunda vuelta programada. No obstante, después de acusaciones generalizadas de fraude en la primera vuelta de votaciones a instancias de las elites tradicionales, Martelly fue certificado en segundo lugar; se convocó una segunda vuelta en marzo con Mirlande Manigat, ex primera dama —candidata favorita de las elites tradicionales dominantes de Haití y de los Estados Unidos y sus aliados—. Sin embargo, a pesar de un amplio boicot de los seguidores de Aristide, Martelly obtuvo una aplastante victoria con 68% de los votos. Martelly enfrentó una tarea difícil para cumplir las expectativas de la ihrc y sus electores. Su tarea se hizo más difícil debido a que, como independiente, no tiene un partido de mayoría que lo respalde en el parlamento haitiano. En el futuro previsible, es probable que la política y la sociedad haitianas continúen dominadas por los intereses foráneos, junto con la retórica de evitar que Haití se convierta en un “Estado fracasado” o un “espacio no controlado”. La ininterrumpida militarización de la política de eu El énfasis de los Estados Unidos en la seguridad en Haití en 2010 fue consistente con su política hacia el hemisferio, ya que más que nunca puso los intereses de su seguridad al frente de sus enfoques hacia la región. Este énfasis en la seguridad sería aún más evidente en las políticas de eu en la Cuenca del Caribe, pero tuvo cierta adhesión en los gobiernos del hemisferio cercanos a ellos. Estas políticas pueden resumirse en las siguientes iniciativas: la ininterrumpida militarización del Plan Colombia y del Plan Mérida, la continua militarización de la política antidroga (especialmente en Perú, Bolivia, Colombia y México), y el renovado despliegue de la Cuarta Flota con base en el Caribe y los planes de incrementar las bases de eu donde sea posible en la región, incluyendo Honduras, Panamá y Colombia, así como la creciente militarización de la frontera con México. Otras insatisfacciones de Latinoamérica son que la administración Obama, a pesar de ciertas declaraciones que dicen lo contrario, continúa su embargo de más de cincuenta años contra Cuba

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y sigue siendo el único país en el hemisferio opuesto a la readmisión de Cuba en la Organización de Estados Americanos. La política de Estados Unidos hacia Cuba continúa siendo una gran insatisfacción para los países latinoamericanos que habían esperado un cambio en la administración Obama. A pesar de las declaraciones de Obama en Trinidad en abril de 2009 de que “Estados Unidos busca un nuevo comienzo para Cuba”, pocos cambios significativos han ocurrido desde su elección. Las restricciones a los viajes familiares, las remesas y las telecomunicaciones se han relajado, se ha avanzado en áreas limitadas como los servicios postales, y en enero de 2011, la Casa Blanca anunció el relajamiento de las restricciones de la administración Bush relativas a los intercambios educacionales y culturales con la isla. Básicamente, estos cambios hacen regresar la política de eu sobre los viajes a Cuba a las directivas de la era de la administración Clinton. Sin embargo, en algunas áreas los cambios van más allá de la época de Clinton, al abrirse más aeropuertos de eu a los viajes directos a Cuba y al permitir remesas en mayores cantidades, lo cual posibilita que personas de eu inviertan en los nuevos pequeños negocios autorizados por las reformas económicas en Cuba. A pesar de estos cambios, los fundamentos del embargo continúan vigentes y con ellos la política base de eu de buscar el derrumbe del gobierno cubano. Obama ha continuado el financiamiento de actividades dirigidas a desestabilizar al gobierno cubano, recomendadas en 2004 por la Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre, a pesar de los problemas de corrupción y contabilidad documentados, y de los temas sobre la soberanía que invocan tales medidas. Además, la administración Obama mantiene obstinadamente a la isla en la lista de terrorismo de Estado, cuando es Cuba la que ha sufrido el terrorismo auspiciado por eu. La retórica hacia el gobierno cubano es también implacable e hipócrita, al acusarla de violaciones de los derechos humanos de su pueblo, a pesar del reconocimiento internacional de sus logros en la atención a la salud y la educación. La administración Obama continúa, desde una perspectiva latinoamericana, manteniendo un doble rasero en el hemisferio. Vende armas al gobierno colombiano, con su cuestionable historial de derechos humanos, mientras que no llega a reconocer la decisión del gobierno cubano de liberar prisioneros en respuesta a las negociaciones con la Iglesia católica, como base para un nuevo diálogo dirigido a terminar con el embargo de más de cincuenta años.

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Los Estados Unidos y Latinoamérica en 2010

Mucho más importante que la inamovible política hacia Cuba, ha sido la creciente militarización de la política de eu en la región por parte de la administración Obama, como continuación de la era Bush posterior al 9-11. Durante esa década, América Latina experimentó cambios dramáticos con el surgimiento de gobiernos socialdemócratas y socialistas en muchos países. En general, estos gobiernos han desafiado la tradicional dominación de la región por parte de los Estados Unidos, insistiendo en el respeto a la soberanía, adelantando la idea de un mundo multipolar, asumiendo un mayor papel en la arena internacional, promoviendo la integración regional y desarrollando organizaciones regionales que no incluyen a Washington. También han ampliado sus relaciones económicas, especialmente con Asia. En respuesta a estos avances, la administración Bush desarrolló una fuerte hostilidad contra los gobiernos más radicales de la región, como Venezuela y Bolivia, y trató infructuosamente de romper las relaciones entre éstos y los gobiernos de Argentina y Brasil. Al asumir el cargo, la administración Obama tenía dos opciones: establecer un nuevo esquema de mejores y más equitativas relaciones con América Latina o continuar la política de línea dura centrada en el poderío militar para recuperar la influencia perdida. A pesar de las presiones de varios think-tanks radicados en Washington y de organizaciones académicas con una visión de América Latina proclamando una nueva y más inteligente política por parte de Obama y de un Congreso demócrata, estos cambios nunca se materializaron. En lugar de retirar el apoyo a las fuerzas políticas antidemocráticas y conservadoras de la región y distanciarse de una estrategia que utiliza el poderío militar para recuperar la influencia de eu, la administración Obama eligió continuar la línea esencialmente militar con los gobiernos sumisos de la derecha. La limitación de este enfoque quedó demostrada cuando los gobiernos progresistas de Ecuador y Paraguay rechazaron las solicitudes de eu de mantener bases permanentes en su suelo. La oposición de América Latina ante la continuada dirección de la política norteamericana en la región quedó demostrada en numerosas ocasiones durante 2010, incluyendo la votación en la Unión de Naciones Americanas del Sur (Unasur) que condenó los intentos de eu por desestabilizar el gobierno de Evo Morales, así como a la ley de inmigración de Arizona y su “criminalización de los inmigrantes”. Aunque el presidente Obama se opuso a la ley de Arizona, ésta fue vista como un elemento de la militarización por parte de Obama de la frontera con México, como una capitulación ante las fuerzas conservadoras antiinmigrantes dentro del Partido Republicano de Estados Unidos. 203

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Reforzando aún más la ofensiva de su política hacia América Latina, la administración Obama reafirmó la decisión de la era Bush de reactivar la Cuarta Flota de la ii Guerra Mundial para patrullar el Caribe y el norte de América del Sur, a pesar de que varios países, entre ellos Brasil, pidieran que se reconsiderara tal decisión. También se ha movido en la expansión de lo que el Pentágono llama “bases operativas de avanzada”, al acordar con el gobierno de Colombia el establecimiento de siete nuevas bases militares y profundizar su presencia en las cercanías de Venezuela (el acuerdo se encuentra actualmente en un limbo como resultado de una decisión de la Corte Constitucional de Colombia de agosto de 2010). De acuerdo con la propuesta de presupuesto de la Fuerza Aérea de eu al Congreso, las nuevas bases le darían la capacidad de patrullar la mayor parte de América del Sur y obtener información de inteligencia sobre los gobiernos considerados “no amistosos”. Ha incrementado las ventas de armas a México y continúa dependiendo de un enfoque militarista hacia el tráfico de drogas y la violencia asociada a éste, que ha provocado la muerte de más de 34,000 personas en los últimos cuatro años. Bajo el conocido razonamiento de la destrucción de las drogas, el gobierno estadounidense firmó un acuerdo con Costa Rica que posibilitó la presencia sin precedentes de hasta 46 barcos de guerra, 7,000 soldados y 299 helicópteros en ese país durante los últimos seis meses de 2010. En abril de ese año, el secretario de Defensa de eu, Robert Gates, visitó la región y firmó un acuerdo “sombrilla militar” con Brasil y extendió los acuerdos militares con Perú. Por su parte, los países de Unasur, a la vez que continúan permitiendo ciertas formas de cooperación militar con eu, han proclamado el establecimiento de América del Sur como zona de paz, incluyendo un mecanismo que evitaría el secretismo observado en los acuerdos de las bases en Colombia. En la práctica, la recurrencia del militarismo en la política latinoamericana repite la creencia de la administración Obama en la eficacia del poder militar en Afganistán y revela las limitaciones de su visión de política exterior. La visión de Obama continúa siendo, a pesar de los desafíos a la hegemonía de eu en el siglo xxi, la de que el mundo debe continuar siendo dominado por el poderío norteamericano. El desacuerdo con la administración Obama fue un factor primordial en la decisión de América Latina de crear una nueva organización regional que excluyera a los Estados Unidos y Canadá. En febrero 22 de 2010, se reunieron en Cancún, México, 33 naciones para fundar la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (celac). La nueva comunidad 204

Los Estados Unidos y Latinoamérica en 2010

recuerda los intentos de Simón Bolívar por forjar una confederación de naciones latinoamericanas. Obama aún tiene la oportunidad de atender ésta y otras insatisfacciones con sus políticas y trazar un nuevo curso. Sin embargo, se enfrenta a exigencias opuestas de sus partidarios y de los intereses dominantes. Él no se ha mostrado dispuesto a enfrentar seriamente las prioridades de las elites, a pesar de sus negativas consecuencias para la inmensa mayoría de la gente, tanto en Estados Unidos como en América Latina. Bibliografía Crossette, B. (2010). Rebuilding Haiti. En Great Decisions 2011. New York: Foreign Policy Association. Internacionales, C. d. (2010, junio). Haiti: No Leadership – No Elections. (Haití: sin liderazgo – sin elecciones). Retrieved from Senado de los Estados Unidos: http://lugar.senate.gov/issues/foreign/lac/haiti/pdf/report.pdf. Internacionales, C. d. (2010, julio). Without Reform, No Return on Investment in Haiti. (Sin reformas, no hay ganancias sobre la inversión en Haití). Retrieved from Senado de los Estados Unidos: lugar.senate.gov/issues/foreign/lac/haiti/pdf/investment.pdf.

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Dimensión política exterior

América Latina 2010, las nuevas variables para las contraposiciones ideo-políticas en la región

Carlos Oliva Campos El año 2010 comenzó, literalmente, bajo un fuerte temblor para la región, con los dramáticos efectos de un devastador terremoto sufrido por Haití a inicios de enero. En este empobrecido país, etiquetado como ejemplo de “Estado fallido” del hemisferio occidental —según las teorías de moda surgidas para evaluar los actuales escenarios de conflicto—, se debatieron dos grandes temas para las políticas exteriores de los países de la región. El primero, la real dimensión de la cooperación militar interamericana, dada la dicotomía planteada, en la práctica, entre el papel de la Minustah, que ha sido apoyada fuertemente por países latinoamericanos y las tropas estadounidenses desembarcadas por el Comando Sur, al ensayar una misión que, en la práctica, deslegitimó al operativo internacional allí estacionado. El segundo gran tema tuvo que ver con la total exposición-contraposición de dos modelos ideológicamente confrontacionales, la cooperación médica-civil cubano/venezolana y el esquema de cooperación militar-no gubernamental aplicado por Estados Unidos. Más allá de determinar cuál de los dos modelos resultó el más eficiente, las conclusiones deben sacarse desde indicadores incuestionables como el alcance de los beneficios a los sectores más pobres y afectados de la población haitiana, la incidencia en la búsqueda de soluciones a los más graves problemas detectados —epidemias, violencia social, falta de programas eficientes de salud, etcétera—; el reconocimiento social-nacional e internacional; entre otros. 209

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Por otra parte, el año 2010 puso sobre el tapete el desarrollo de importantes procesos abiertos a futuro. Uno de ellos, el sostenido fortalecimiento del multilateralismo latinoamericano; expresión de un proceso que puede aportar disímiles orígenes, pero que objetivamente ha tenido en América del Sur a su principal escenario. Indudablemente, la Unasur y el Alba, desde sus diferentes ámbitos y visiones, han continuado aportando a ese “ecumenismo político”, que ha dado definitivamente una nueva fisonomía al debate político regional. La re-inclusión definitiva de Cuba en la comunidad latinoamericana, la apuesta por la construcción definitiva de la Comunidad de Naciones de América Latina y el Caribe, la profundización de la pérdida de credibilidad de la oea, así como la no llegada del anunciado “nuevo rumbo” de las relaciones de Estados Unidos con la región proclamado por Obama, siguen estimulando concertaciones y consensos políticos que fortalecen el desarrollo del multilateralismo regional. Otro tema muy importante, de seguimiento también a futuro, es el referido a la evolución de procesos al interior de los principales países que marcan las posiciones contrahegemónicas en el hemisferio. Cuba, sumergida en un profundo pero gradual proceso de cambios internos, buscando una recomposición de su modelo socialista; Venezuela inmersa en un conflicto gobierno-oposición que, lejos de apagarse, parece renovado por la resistencia a la profundización de medidas gubernamentales que consolidarían el proyecto bolivariano-socialista, dejando sin opciones a esos sectores opositores; y Ecuador, abriendo al parecer una nueva vertiente de los complejos procesos políticos internos que entrecruzan a ese país, con los impactos dejados por la huelga de sectores policiales y su conflicto personal con el presidente Correa, quedando como saldo el confuso incidente que abrió un polarizado debate sobre si ocurrió o no un intento de golpe de Estado. Como tercer tema por destacar —siempre proyectado en su perspectiva evolutiva— está el eventual proceso de recuperación de parte de los espacios perdidos por la derecha regional. En tal sentido, resaltan los triunfos electorales de Sebastián Piñera en Chile, candidato de centroderecha que acabó con veinte años de gobiernos de la Concertación, y de Juan Manuel Santos en Colombia. Piñera alcanzó 51.6% de los votos en una segunda vuelta el 17 de enero de 2010. Al derrotar al candidato de la Concertación de Partidos por la Democracia, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se convirtió en el primer centroderechista que asume la Presidencia de Chile desde 1958. Una re210

América Latina 2010, las nuevas variables para las contraposiciones ideo-políticas...

visión de su agenda de política exterior nos dice que Piñera ratificó postulados esenciales, como la reafirmación de relaciones prioritarias con Estados Unidos, Europa y Asia-Pacífico. Pero cabe destacar la distinción pormenorizada de relaciones con México y Brasil, así como otros países con los cuales la agenda se mueve entre diferendos e intereses —léase Argentina, Perú y Bolivia. En el eje particular de la integración regional, Piñera abogó por fortalecer el papel de las pymes y declarando que “hay que evolucionar desde una integración económica con algunos elementos políticos, a otros aspectos del quehacer humano: educación, tecnología, emprendimiento, innovación, ciencias” (discurso pronunciado por Piñera el 27 de octubre de 2010, ante el Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales). Sin embargo, Piñera ratificó que la prioridad integracionista de Chile mantiene su foco en el tratado firmado con la Unión Europea. Por su parte, Juan Manuel Santos resultó electo presidente de Colombia el 20 de junio de 2010, y entre sus propuestas de política exterior declaró un incremento del perfil de las relaciones bilaterales con Chile y Perú —con la derecha triunfante en Chile y la expectativa de una continuidad de gobierno de derecha en Perú—, no obstante, ha trabajado fuertemente en mejorar sus relaciones con Venezuela y Ecuador y estrechar las relaciones con Brasil. En una perspectiva que podría calificarse como pendular —a diferencia de Uribe, su predecesor—, Santos ha manejado una estrategia internacional que, sin dejar de ratificar la prioritaria relación de su país con Estados Unidos, va demostrando la voluntad política de buscar una mejoría de las relaciones bilaterales con sus vecinos sudamericanos. Un último tema por destacar sería el cambio de gobierno en Brasil, con el triunfo electoral de Dilma Roussef y la evaluación de los niveles de continuidad y cambios de su agenda de política externa. De ahí que nuestra contribución de este año les ofrezca estudios de caso referidos a países centrales de nuestra región: Brasil, México, Argentina y Venezuela; así como un interesante estudio sobre aspectos sensibles de las relaciones de Estados Unidos con América Latina.

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A política externa brasileira em 2010: integração regional e o fim do governo Lula

Luiza Rodrigues Mateo O artigo tem por objetivo analisar os acontecimentos que marcaram a política externa brasileira (peb) no ano de 2010, sobretudo no contexto da América Latina e dos arranjos de integração regional. Este exercício envolve, por consequência, a reflexão geral sobre o projeto de política internacional que vigorou de 2003 a 2010, durante o governo de Luis Inácio Lula da Silva. De fato, o ano de fechamento da gestão Lula consolidou a concepção estratégica de estreitar laços com países vizinhos e projetar o Brasil globalmente a partir da plataforma sul-americana. No espectro mais amplo, vigorou o ensejo de elevar o Brasil ao patamar de potência média ou global player. Fatores externos impulsionaram esta agenda autonomista e universalista liderada por Lula, tais como: o declínio relativo do poder estadunidense, a ascensão da China, a reestruturação dos eixos de desenvolvimento econômico (com destaque para Brasil, Rússia, Índia e África do Sul), a valorização das commodities agrícolas (desde 2003 até pelo menos meados de 2008) e o deslocamento dos fluxos de comércio para regiões periféricas (Vigevani, 2009, pp. 39-75). Para agregar poder à peb, a diplomacia brasileira focou-se nas negociações multilaterais (principalmente na área econômica, com destaque para o G-20 financeiro), no impulso à cooperação sul-sul (na ênfase para o intercâmbio diplomático e comercial com regiões subvalorizadas, como África e Oriente Médio) e no aprofundamento do intercâmbio regional, através de dois principais núcleos: o Mercado Comum do Sul (Mercosul) e a União Sul-Americana das Nações (Unasul).

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No plano internacional, a peb do ano 2010 seguiu o padrão universalista e propositivo, donde se destacam: a reunião dos brics1 (15 e 16 de abril em Brasília), a vitória sobre os Estados Unidos no âmbito da omc (contencioso do algodão), a mediação da crise diplomática entre Colômbia e Venezuela, a assinatura do acordo de integração econômica com o México, a participação no G-20 em Seul (Coréia) e a participação na 16ª Conferência Quadro das Nações Unidas sobre Mudanças Climáticas de 7 a 15 de dezembro em Cancún (México). Juntamente com os avanços da diplomacia bi e multilateral, o governo Lula esteve marcado pelo protagonismo do empresariado brasileiro, que avançou nos mercados latino-americanos. Ainda no plano econômico, cabe salientar o papel catalisador Brasil no fomento ao desenvolvimento de países periféricos. Em agosto de 2010, o Brasil eliminou tarifas de importação de produtos vindos dos 49 países mais pobres do globo2. No mesmo ano, a Agência Brasileira de Cooperação investiu RS$52 milhões em políticas de cooperação no eixo sul-sul. A tabela 1, que mostra a agenda de viagens diplomáticas no ano 2010 e efetivada pelo presidente Lula e seu chanceler Celso Amorim, ilustra o projeto de globalizar a peb buscando novas parcerias e, concomitantemente, fortalecendo a integração regional sul-americana e latino-americana. A peb da gestão Lula consolidou a recente tendência de substituir a referência mais ampla de America Latina pela ideia de América do Sul. Segundo Mônica Hirst (2006), a atuação regional do Brasil seguiu três linhas gerais de ação combinada: insistir na via democrática para a resolução de crises institucionais; estimular uma leitura crítica e alternativa às políticas neoliberais que vigoraram nas décadas anteriores; evitar uma visão “securitizada” da política sul-americana (direção apontada pelos Estados Unidos após setembro de 2001). Desta forma, o texto percorrerá a agenda da peb em 2010, privilegiando a sub-região sul-americana e a macrorregião latino-americana. Em ambas, a análise está focada nos respectivos mecanismos de integração, ou seja, o Mercosul e a Unasul para nosso entrono geográfico imediato, e a recém criada Comunidade dos Estados Latino-americanos e Caribenhos (celac) para nosso subcontinente. Complementariamente,

1. 2.

é um acrônimo para o grupo de cooperação entre Brasil, Rússia, Índia, China e África do Sul. Na lista figuram países africanos, 15 asiáticos e apenas o Haiti da América Latina. Fonte: O Estado de São Paulo. Generosidade arriscada. Editorial, 28.08.2010.

brics

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A política externa brasileira em 2010: integração regional e o fim do governo Lula

Tabela 1 Visitas internacionais Multilaterais América do Sul América Central América do Norte Europa África Ásia Oriente Médio Total

Presidência 11 8 3 0 1 6 1 4 34

Chancelaria 21 7 2 2 15 9 2 7 65

Fonte: Elaboração própria a partir dos dados publicados pelo Ministério das Relações exteriores – Brasil (2011).

são descritos alguns acontecimentos de natureza bilateral que marcaram o relacionamento brasileiro com países-chave para cada região elencada. Mercosul A integração no âmbito do Mercosul foi, nos últimos anos, relativizada pelas mudanças no cenário internacional, especialmente pelo volume crescente de transações econômicas brasileiras com a China. Semelhantemente, a relação entre Brasil e Argentina também perdeu importância relativa. Isso se deve em parte pelo interesse exportador das elites brasileiras, focado nos produtos primários e, portanto, noutras regiões do globo. O continente asiático emergiu, portanto, como eixo comercial privilegiado para o Brasil, tanto na compra de nossas commodities (minerais e agrícolas) como no fornecimento de produtos manufaturados. Por outro lado, o Mercosul segue apresentando duas importantes características: é um mercado tradicionalmente superavitário e consome produtos industrializados, com valor agregado. A tabela abaixo nos mostra os dados da balança comercial brasileira para ano de 2010, focando as regiões geográficas e os principais parceiros.

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Tabela 2 Balança comercial brasileira em 2010 1. Ásia China 2. União Europeia 3. Mercosul Argentina 4. Estados Unidos 5. Oriente Médio 6. África Total geral

Exportações (US$ milhões) 56.272.595.819 30.785.906.442 43.134.813.540 22.601.500.959 18.522.520.610 19.307.295.562 10.525.090.352 9.261.599.799 201.915.285.335

Importações (US$ milhões) 56.141.824.917 25.593.139.490 39.121.373.874 16.611.891.323 14.426.306.175 27.039.270.805 4.680.197.770 11.302.224.181 181.648.675.604

Saldo (US$ milhões) 130.770.902 5.192.766.952 4.013.439.666 5.989.609.636 4.096.214.435 -7.731.975.243 5.844.892.582 -2.040.624.382 20.266.609.731

Fonte: Elaboração própria a partir dos dados publicados pela Carteira de Comércio Exterior (2010)

A análise elaborada pelo Ministério das Relações Exteriores do Brasil (2003-2010) aponta um aumento substancial do volume absoluto de comércio no Mercosul. As trocas comerciais entre Brasil e Argentina cresceram 342%, de us$7 bilhões para us$24 bilhões em oito anos. Com o Paraguai e o Uruguai, o comércio aumentou, respectivamente, 239% (de us$294 milhões para us$2,26 bilhões) e 289% (de us$897 milhões para us$2,6 bilhões) no mesmo período. Apesar dos números positivos, pode-se dizer que o Mercosul dos anos 2000 pouco avançou em termos de integração produtiva e complementaridade econômica. A assimetria entre os membros do bloco constituiu grande empecilho, apesar das expectativas suscitadas pela eleição de lideranças ideologicamente afinadas.3 Neste ínterim, cabe destacar a criação, em 2004, do Fundo de Convergência Estrutural (focem), composto por contribuições anuais não reembolsáveis dos quatro Estados-membros. Tendo somado um montante inicial de us$ 100 milhões (dos quais us$70 milhões correspondem ao Brasil), o focem já aprovou 34 projetos na área de infraestrutura elétrica, habitação, educação, transportes, dentre outros. Paraguai e Uruguai são

3. A referência é, sobretudo, ao alinhamento político entre a presidência dos Kirchner na Argentina, Fernando Lugo no Paraguai, Tabaré Vasquez no Uruguai e de Luis Inácio Lula da Silva no Brasil.

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os destinatários de 80% dos recursos, o que revela o intuito de driblar as assimetrias latentes no Mercosul. Durante o ano 2010, todavia, alguns passos importantes foram dados no incremento da integração platina. Na Cúpula de San Juan, ocorrida em 2 de agosto (Argentina), foi assinado o segundo Tratado de Livre Comércio do bloco com países de fora da região - o Egito. Anteriormente, o bloco já havia negociado Tratados de Livre Comércio com Israel (2007), Cuba (2006), Peru (2005) e Colômbia, Peru e Venezuela (2004). Ainda na xxxix Reunião do Conselho do Mercado Comum do Sul, os países-membros adotaram uma importante medida para aprofundar a união aduaneira: a eliminação da dupla cobrança da Tarifa Externa Comum (tec)4 no comércio intra-bloco. Esta representou, juntamente com o Sistema de Pagamento em Moedas Locais, de outubro de 2008, importante avanço no campo normativo-institucional no Mercosul. A Cúpula de San Juan também foi emblemática por ter alcançado a cifra recorde de us$795 milhões destinados a 9 projetos para fortalecer a infraestrutura regional, dos quais us$650 milhões são recursos do focem. Englobam grandes projetos de infraestrutura como rodovias, saneamento básico, linhas de transmissão elétricas, apoio a pequenas e médias empresas, principalmente do Paraguai e Uruguai. Consoante Vigevani e Ramanzini (2009, pp. 37-75) prevalece, no Brasil, o interesse por um Mercosul menos institucionalizado que pudesse, assim, conferir liberdade de manobra à chancelaria e às elites produtivas e comerciais. Apesar de ser um objetivo permanente da peb, o bloco regional não representou, na última década, um instrumento imediato de universalização da peb. O objetivo subjacente foi, portanto, manter uma coesão mínima ao Mercosul e utilizar a integração regional como plataforma de inserção internacional. Dentro do recorte geográfico platino, cabe destacar um derradeiro acontecimento que marcou as relações entre Brasil e Argentina durante 2010. Em junho, ministros argentinos e brasileiros reunidos em São Paulo (Brasil), criaram um fundo de US$100 milhões para financiar projetos de tecnologia de empresas argentinas. O esforço representou a tentativa de contornar o impasse nas relações do Mercosul, gerado principalmente pelas medidas protecionistas adotadas pelo governo de Bueno Aires desde 2008 (opeb, 2011).

4. A tec é o imposto alfandegário cobrado sobre bens originados fora do bloco.

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Unasul O ano de 2010 foi de amadurecimento da União Sul-Americana das Nações. Em maio, o ex-presidente Nestor Kirchner foi eleito o primeiro Secretário Geral da Unasul5. Ele teve importante papel na mediação da crise diplomática entre Venezuela e Colômbia, que perdurou entre julho e agosto de 20106. Na Declaração de Princípios, assinada pelos presidentes Hugo Chávez e Juan Manoel Santos, ficou estabelecido que o Mecanismo de Cooperação (com o objetivo de desenhar uma estratégia conjunta para os problemas fronteiriços de segurança e desenvolvimento social) seria acompanhado pela Secretaria Geral da Unasul. Ainda em 9 de fevereiro, foi aprovada a Declaração de Solidariedade com Haiti, destinando um fundo Unasul-Haiti de us$ 100 milhões, sendo o Brasil é responsável por 40% do montante. Em 17 de março, também foi aprovado um Plano de Ação e a instalação de uma Secretaria Técnica da Unasul em Porto Príncipe (efetivada em agosto de 2010). Durante a Conferência Internacional a Favor do Haiti, que ocorreu em março de 2010 na sede das Nações Unidas em Nova Iorque, o Brasil se comprometeu a doar mais us$172 milhões para as vítimas dos terremotos. O chanceler brasileiro, Celso Amorim, declarou que a ajuda ao Haiti, independentemente de qualquer luta política, religiosa e ideológica, seria um desafio para que a comunidade internacional demonstrasse capacidade de se unir em favor de uma causa justa. Também em 2010 foi criado o Centro de Estudos Estratégicos, durante a II Reunião de ministros sul-americanos de Defesa, em 7 de maio na cidade de Guayaquil (Equador). O cee deverá assessorar o Conselho de Defesa (cds) da Unasul, fazendo análises permanentes, identificando “desafios, fatores de risco e ameaças, oportunidades e cenários relevantes para a defesa e a segurança regional e mundial” em curto, médio e longo prazo.

5.

6.

Com a morte de Kirchner (27 de outubro de 2010), a Secretaria Geral da Unasul ficou sem liderança. Em março de 2011, a ex-ministra das Relações Exteriores colombiana, María Emma Mejía, foi apontada para o cargo. Em 2012, o atual ministro de Energia Elétrica venezuelano, Alí Rodríguez Araque, assumirá a Secretaria Geral da Unasul. A crise teve origem com a suspeita colombiana de que o governo de Chávez estivesse sendo complacente com a presença das farc (Forças Armadas Revolucionárias da Colômbia) no seu território. O governo de Bogotá pediu uma investigação, no âmbito da oea, sobre a presença de guerrilhas de esquerda na Venezuela.

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O estatuto do cee também destaca a identificação de conceitos e linhas básicas para a articulação de políticas em matéria de defesa e segurança regional. Para isso, o centro buscará “realizar estudos e pesquisas em temáticas vinculadas à defesa e à segurança regional, assim como organizar oficinas, editar publicações e quaisquer atividades relevantes para abordar e tratar os temas de interesse do cds”. Na área de infraestrutura, destaca-se a elaboração, em junho de 2010, do Estatuto, Regulamento e Plano de Ação que operacionalizaram o Conselho de Infraestrutura e Planejamento da Unasul (Cosiplan), criado no ano anterior. O Cosiplan assumirá a liderança da Iniciativa para a Integração em Infraestrutura Regional Sul-Americana (iirsa), a fim de redefinir projetos de infraestrutura para o subcontinente. O iirsa é um foro técnico de diálogo entre os Ministérios competentes dos 12 países da região7, com o apoio de bancos de fomento como o bid (Banco Interamericano de Desenvolvimento), o caf (Banco de Desenvolvimento da América latina) e o Fonplata (Fundo Financeiro para o Desenvolvimento da Bacia da Prata). No balanço feito em 20108, o mre apontou uma pauta de financiamento com 80 projetos de infraestrutura em vários países da América do Sul, totalizando us$10 bilhões. A Cúpula de lós Cardales realizada em maio de 2010, deu três relevantes impulsos à discussão sobre energia no âmbito da Unasul. Durante esta reunião de chefes de Estado foram aprovados: o Plano de Ação para Integração Energética Regional, o projeto de diretrizes da Estratégia Energética Sul-Americana e foi estruturado o Tratado Energético Sul-Americano. O ano de 2010 também representou a efetivação da agenda de ciência e tecnologia na Unasul, através das quatro reuniões do Conselho de Educação, Cultura, Ciência, Tecnologia e Inovação, criado em agosto de 2009. Na primeira reunião ministerial de 14 de abril de 2010 foi assinado o Estatuto do Conselho. Em agosto do mesmo ano foi aprovado o Plano de Ação 2010-2011, cujos principais desdobramentos foram o Seminário sobre a definição de políticas comuns em ciência, tecnologia e inovação (outubro de 2010) e o Encontro das Academias de Ciência Sul-Americanas (novembro de 2010).

7. 8.

Em ordem alfabética: Argentina, Bolívia, Brasil, Chile, Colômbia, Equador, Guiana, Paraguai, Peru, Suriname, Uruguai, Venezuela. Disponível em: http://www.itamaraty.gov.br. Acesso em: 09.10.2011.

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Ainda no recorte geográfico sul-americano, cabe salientar a escolha do Brasil como destino da primeira visita diplomática do recém-eleito presidente colombiano, Juan Manoel Santos. Em setembro de 2010, Santos se reuniu com Lula em Brasília, discutindo principalmente temas econômicos, tais como a possível parceria para a produção do cargueiro militar pela Embraer e o repasse de tecnologia para produção de etanol na Colômbia.

celac

Em 22 e 23 de fevereiro de 2010 realizou-se em Cancún (México), a Cúpula da Unidade da América Latina e do Caribe, congregando a xxi Cúpula do Grupo do Rio e a ii calc (Cúpula da América Latina e do Caribe sobre Integração e Desenvolvimento). A fusão das duas instâncias deu origem à celac (Comunidade dos Estados Latino-americanos e Caribenhos) visando reunir tanto “o patrimônio da concertação política do Grupo do Rio como o plano de trabalho sobre integração e desenvolvimento elaborado no âmbito da calc”. A celac segue em processo de constituição. Enquanto isso vigorará um Foro Unificado calc-Grupo do Rio, preservando ambas as instâncias com seus respectivos métodos de trabalho, práticas e procedimentos. Nos processos de negociação, o Brasil defendeu uma composição ágil, sem burocracia permanente e sem natureza jurídica, à exemplo do Grupo do Rio: Para o Brasil, a celac deverá contribuir para a ampliação tanto do diálogo político, quanto dos projetos de cooperação na América Latina e Caribe. O novo mecanismo também facilitará a conformação de uma identidade própria regional e de posições latino-americanas e caribenhas comuns sobre integração e desenvolvimento (mre, 2011).

Cabe destacar, ainda, que o ano de 2010 foi relevante para o avanço das discussões da calc, a fim de implementar o Plano de Ação de Montego Bay, formulado pelos Ministros de Relações Exteriores latino-americanos e caribenhos reunidos na Jamaica, em 9 de novembro de 2009. O Plano focou-se no impulso à cooperação em quatro grandes áreas: econômico-comercial, produtiva, social-institucional e cultural. A Declaração de Cancún, elaborada durante a ii calc (fevereiro de 2010) reiterou as diretrizes de Montego Bay e um Programa de Trabal220

A política externa brasileira em 2010: integração regional e o fim do governo Lula

hos para o biênio 2010-2011 foi aprovado na Reunião dos Ministros das Relações Exteriores, ocorrida em Caracas (Venezuela) em 03 de julho de 2010. O cronograma de encontros centrou-se na agenda: crise financeira internacional, energia, infraestrutura, cultura, dentre outros. Relatando, ainda, os avanços diplomáticos para a região caribenha, cabe salientar a I Cúpula Brasil-Caricom (Comunidade do Caribe) ocorrida em 26 de abril de 2010 na cidade de Brasília.9 A Cúpula contou com a participação do Secretário Geral do Caricom e 10 dos 14 chefes de Estado da Região e seu maior desdobramento foi a Declaração de Brasília, que consubstanciou o debate sobre temas como: reforma das instituições financeiras e políticas internacionais, auxilio para reconstrução do Haiti, cooperação e integração na região latino-americana e caribenha. Nesta ocasião, também foram assinados 48 acordos bilaterais entre o Brasil e países do Caricom. A peb do governo Lula tem ampliado sua presença na região, o que se evidencia com a abertura de 8 novas embaixadas residentes (desde 2005) no Caribe: Belize, Bahamas, Santa Lúcia, Granada, Antígua e Barbuda, Dominica, São Vicente e Granadinas, Federação de São Cristóvão e Névis. No escopo geográfico da America Latina e Caribe, cabe ainda destacar os desdobramentos da crise hondurenha iniciada em junho de 2009. Em maio de 2010, os presidentes do Brasil, Argentina e Venezuela ameaçaram boicotar a Cúpula dos presidentes da União Europeia e América Latina, ocorrida em Madri, em função da presença de Honduras (representada pelo líder Porfílio Lobo). A eleição que levou Lobo ao poder em Tegucigalpa representou o desfecho do impasse no qual Manuel Zelaya, então presidente hondurenho, foi deposto por golpe de Estado. Em repúdio ao desrespeito às normas democráticas, Honduras foi expulsa da Organização dos Estados Americanos (oea) com a condenação de 32 membros. Apesar do descontentamento brasileiro, argentino e venezuelano, o governo de Lobo foi reconhecido legítimo pelos Estados Unidos, Canadá, União Europeia, Peru, Colômbia, República Dominicana e boa parte dos vizinhos centro-americanos. Em junho de 2010, durante a 40ª reunião da Assembleia Geral da oea, ocorrida em Lima (Peru), o então Secretario Geral do Itamaraty, Antônio Patriota, condicionou o apoio

9.

O Brasil é membro observador do Caricom desde 2004.

221

Luiza Rodrigues Mateo

brasileiro à reintegração de Honduras na Zelaya na vida pública do país.

oea

à plena participação de

Considerações Finais Ao olhar para as iniciativas de integração regional esboçadas pela política externa brasileira em 2010, pode-se visualizar a incidência tanto das diretrizes históricas como das determinantes conjunturais e estratégias colocadas pelas lideranças no poder. Nesta primeira década do terceiro milênio, sobretudo nos anos comandados por Luis Inácio Lula da Silva, o Brasil se colocou como uma voz ativa em articulações nos planos político, econômico e ambiental. Ocupou diversos foros multilaterais, abriu embaixadas e frentes de comércio no eixo sul, intensificou relações diplomáticas com novos polos de poder, arriscou-se como mediador de tensões regionais e requisitou maior representatividade nas Organizações Internacionais. A atuação brasileira junto aos núcleos de integração latino e sulamericanos refletiu um misto de protagonismo e pragmatismo. O Brasil insistiu nos arranjos institucionalmente leves e de composição abrangente, plurissetorial. Neste sentido, o ano 2010 foi caracterizado por importantes avanços. A Unasul, surgida em 2007, operacionalizou diversos setores - como defesa, energia e infraestrutura - através de reuniões ministeriais que delimitaram estatutos, agendas e projetos. A criação da celac, a partir da fusão entre a calc e o Grupo do Rio, representou o aprofundamento do diálogo e esforço cooperativo nos países da América Latina e Caribe. No Mercosul, os avanços foram mais modestos. O Brasil segue afirmando a prioridade deste bloco para suas relações internacionais, porém a universalização da pauta comercial brasileira desestimulou maiores investimentos institucionalização do Merscosul. Conquanto a assimetria entre Estados-membro tenha sido reconhecida formalmente em 2003 e fundos de auxílio, como o focem, tenham sido destinados a Paraguai e Uruguai, a região segue fragilizada em termos de complementaridade econômica. Em suma, Lula deixa o governo com uma política externa prestigiada tanto pela audiência global como pelos parceiros regionais. Apesar das expectativas não cumpridas em relação à articulação mais estreita entre as novas lideranças da esquerda na América do Sul e da atenção voltada 222

A política externa brasileira em 2010: integração regional e o fim do governo Lula

para o globo, especialmente para a articulação com potências emergentes, a integração regional galgou maior robustez e sofisticação no ano de 2010, deixando para a próxima gestão um horizonte de possibilidades. Bibliografia Carteira de Comércio Exterior (Cacex). Balaça comercial 2010. Disponível em: http://www.mdic.gov.br. Acesso em: 04.10.2011 Hirst, Monica (2006). Los desafios de La política sudamericana de Brasil. Nueva Sociedad, n.205 Ministerio de Relaciones Exteriores (mre). Balanço de Política Externa 20032010. Disponivel em: http://www.itamaraty.gov.br. Acesso em: 09.10.2011 Observatório de Política Externa Brasileira (opeb) http://www.gedes.org.br/produtos.php. Acesso em: 11.10.2011 Vigevani, & Jr, R. (2009). Mudanças da inserção brasileira na América Latina. Lua Nova. n.78, 37-75.

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Venezuela y la integración latinoamericana-caribeña en 2010: balance de una agenda activa

Rafael Duarte Villa Una de las áreas estratégicas de la política exterior venezolana es la integración latinoamericana; esto por diversas razones, que van desde las consideraciones históricas (y que tienen que ver con el ideal bolivariano), hasta consideraciones de orden político, que visualizan en la integración el instrumento de inserción de la región en el mundo. En 2010 la agenda de integración de Venezuela tuvo una fuerte actuación en varios aspectos de la agenda multilateral y bilateral de integración. Se destacan el Alba, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la Unasur, Mercosur-Brasil y las relaciones con Colombia. A continuación, sintetizo y analizo las agendas desarrolladas en aquellos cinco escenarios de actuación de la diplomacia venezolana. La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) El año 2010 comenzó con una fuerte actividad de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) sobre la necesidad de conducir el proceso de reconstrucción de Haití a través del G-192 de las Naciones Unidas (onu). Se siguieron acciones como la condonación de la deuda a Haití y el mantenimiento del apoyo energético. Esas políticas trazadas para Haití deben ser entendidas dentro del marco de los acuerdos de cooperación que abastecen de petróleo con tarifas preferenciales a países latinoamericanos y caribeños, en compromiso con los Acuerdos 225

Rafael Duarte Villa

de San José. Estos acuerdos, que no son nada nuevos, datan de los años ochenta, fueron intensificados en los gobiernos del presidente Chávez. La política exterior de los gobiernos de Chávez también da secuencia a una amplia política de donaciones o contribuciones directas a países latinoamericanos y caribeños en situaciones de crisis. La condonación de la deuda a países pobres y en crisis es uno de los principales elementos de esa política de donaciones. Claro que es necesario interpretar esas acciones dentro del marco de una política de solidaridad, lema de la política exterior de la actual administración, pero las mismas deben ser interpretadas tomando en cuenta también los intereses venezolanos, que incluyen la búsqueda del aumento de la influencia política en los asuntos regionales-caribeños. No obstante la atención prestada a asuntos caribeños, la actividad venezolana en el Alba fue más intensa, y en junio de 2010, se llevó a cabo en Caracas la Cumbre de Presidentes Alianza Bolivariana para los Pueblos de América, Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-tcp), con autoridades indígenas y afrodescendientes en la ciudad de Otavalo, Ecuador. Del mismo modo, con el propósito de financiar proyectos a los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), se firmo el acuerdo de aporte conjunto de recursos económicos entre el Banco de la Alba y el Fondo opep para el Desarrollo Internacional (ofid). Las acciones venezolanas a través de la Alba merecen algunos comentarios, y particularmente la naturaleza de la integración que se promueve a través de esta alianza. Este instrumento de integración muestra que existen diferencias de fondo entre lo que la clase dirigente venezolana concibe como un proceso de integración y lo que otros países fuera de la Alba entienden, por ejemplo Brasil. En otras palabras, hay una gran diferencia de opinión sobre cuál debe ser el carácter político del proceso de integración regional. Venezuela propone un proceso de integración basado no sólo en cuestiones económicas sino también políticas, siendo el Alba un claro ejemplo de ello: concibe la integración como un proceso anticapitalista, de acuerdo con su visión de “socialismo del siglo xxi”. Es una visión distante del modelo que hace énfasis en la naturaleza económica del proceso de integración, visión que comparte el pragmatismo de Brasil y el resto de los países del Mercosur: “Se trata de una integración que en el mediano plazo se basa en un modelo no-capitalista, en el ejercicio de la democracia participativa, en la promoción de una economía que combina la propiedad estatal con responsabilidad social y cooperativa, y 226

Venezuela y la integración latinoamericana-caribeña en 2010: balance de una agenda

la regulación y reducción de la inversión extranjera directa” (Romero, 2007, p. 1). Complementariamente, hay un fuerte énfasis venezolano en la construcción de un proceso de integración, como el Mercosur, en el que los aspectos que tienen que ver con la corrección de las fragilidades sociales sean predominantes (Arreche, pp. 75-106). Probablemente, los presupuestos políticos en que se basa este modelo alternativo de integración representado por el Alba pueden explicar el vacilante y ambiguo discurso que el gobierno venezolano desarrolla desde el primer semestre de 2007 en relación a otro proceso de integración, el Mercosur: el ingreso definitivo de Venezuela al Mercosur está condicionado a una revisión profunda del carácter político de este mecanismo de integración, porque no tendría sentido para Venezuela integrarse a lo que el presidente Chávez ha llamado “viejo Mercosur”. Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac): ¿en búsqueda de una oea paralela? En materia de integración, probablemente la actuación más activa de Venezuela en 2010 estuvo relacionada con un inmenso esfuerzo diplomático destinado a la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac). A pesar de no ser el único Estado latinoamericano que se movilizó para alcanzar ese objetivo, la política exterior venezolana desarrolló una acción muy incisiva iniciada en febrero de 2010, y que puede ser resumida así: i) Participó en la Cumbre del Grupo de Río por la Unidad de América Latina y el Caribe, reunión que se celebró en la ciudad de Cancún los días 22 y 23 de febrero con la presencia de todos los mandatarios de los países de la región, excepto Honduras. ii) En México, Venezuela fue designada sede de la próxima Cumbre Latinoamericana y Caribeña, planificada para ser realizada en el mes de julio del año 2011, en Caracas. Para esa ocasión, se rubricaría el documento de creación de la nueva Organización de Estados Latinoamericanos, sin la participación de Estados Unidos y Canadá. iii) Designación de Venezuela para la redacción de los documentos del nuevo organismo de los países de América Latina y el Caribe. iv) Los Ministros de Relaciones Exteriores de la Cumbre de América Latina y el Caribe, reunidos en Caracas, a comienzos de julio, acor-

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daron que Venezuela y Chile llevarían a cabo la redacción de los estatutos del nuevo organismo de integración regional. ¿Cómo es posible explicar el intenso interés venezolano en esa nueva organización? Varios motivos están relacionados con este interés. En primer lugar, Venezuela ha mantenido fuertes controversias con los Estados Unidos en varias temáticas en la Organización de los Estados Americanos (oea). Esas controversias han ido desde la discusión sobre cláusulas democráticas, pasando por las misiones de observadores de la organización hasta llegar al intenso desacuerdo sobre posiciones frente al golpe de Estado de Honduras en 2009. La diplomacia venezolana acredita que la oea todavía es un instrumento de la política hemisférica de los Estados Unidos. Por eso la celac sería vista por la diplomacia venezolana como una excelente oportunidad para emanciparse de la hegemonía estadounidense en la oea. En segundo lugar, a pesar de las negativas de la diplomacia venezolana su objetivo es ir construyendo una especie de “oea paralela” que, similar al papel de la Unasur en el caso sudamericano, genere respuestas propias para problemas específicos de la región latinoamericana y caribeña. Y en tercer lugar, durante los gobiernos del presidente Chávez ha sido muy común la propuesta de organizaciones (sean ellas de naturaliza política, económica o militar) que excluyen a los Estados Unidos. Probablemente el principal éxito que se anotó la diplomacia venezolana en 2010 fue haber atraído, con un cierto entusiasmo, a los principales países de la región para el proyecto de creación de la nueva organización (casos de Brasil, México, Argentina, Chile, entre otros). El tema de la celac es, por otro lado, complementario al otro aspecto estratégico de la actuación de la política exterior venezolana: la Unasur Unasur: una acción multidimensional En el año 2010 también la Unasur estuvo en el centro de las preocupaciones de Venezuela i) En febrero Venezuela participó en la Cumbre Extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericana (Unasur) en Quito, Ecuador, con la finalidad de discutir la reestructuración de Haití. ii) En mayo Venezuela participó en Argentina en la Reunión Extraordinaria de Jefes de Estado de la Unión de Naciones 228

Venezuela y la integración latinoamericana-caribeña en 2010: balance de una agenda

Suramericanas, cuyo principal objetivo fue la definición de una estrategia energética sudamericana, una propuesta impulsada por Venezuela desde 2007, en el marco del Consejo Energético de Suramérica de aquel organismo. iii) En julio participó, en Quito, en la reunión de Cancilleres de la Unasur, que examinó el tema de las relaciones Venezuela y Colombia, y en que Venezuela presentó un plan de paz regional que en las palabras del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela contribuiría a “disminuir los niveles de violencia en Colombia e impedir que esto permee en los países vecinos…” (mre, 2010). iv) En septiembre Venezuela asumió un papel activo, a través de la Unasur, en la crisis ecuatoriana cuando el presidente Rafael Correa permaneciese secuestrado casi un día en Quito por fuerzas policiales en huelga. v) Finalmente, en noviembre Venezuela participó, en Georgetown (Guyana Esequiba), en la reunión de los cancilleres de los países miembros de la Unasur, en la cual se aprobó la Cláusula Democrática, que contempla sanciones políticas y económicas ante cualquier situación que afecte o altere el sistema democrático de las naciones integrantes de aquel organismo regional. Ese mecanismo es válido sólo para los países sudamericanos. Nuevamente, ¿cuál es el objetivo de la política exterior venezolana con tamaño activismo en relación a la Unasur? Para responder, también aquí hay que considerar varios factores importantes. En primer lugar, cabe decir que para la diplomacia venezolana está en juego lo que un analista llama “un acervo integracionista que, de ninguna manera, debería ser ignorado a la hora de sentar las bases sobre las cuales se construirá la unidad sudamericana” (Penso, 2007). En segundo lugar, Venezuela ve en la Unasur una oportunidad de sudamericanizar la integración, que complemente las experiencias del Mercosur y el Alba. Y en tercero, no obstante existir visiones diferentes, principalmente con países como Brasil, al respecto de cómo llevar a efecto el proceso de integración, la diplomacia Venezolana ve en la Unasur tanto una oportunidad de generar respuestas específicas para problemas propios a la región (inestabilidad política, narcotráfico, seguridad pública, tensiones de fronteras, tensiones bilaterales de países, entre otros), como también una oportunidad para trascender un tipo de integración que prioriza el plano comercial pero que avanza hacia el campo político, social, e inclusive militar. No es por acaso 229

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que una de las instituciones que más han llamado la atención, dentro del cuadro institucional generado por la Unasur, sea el Consejo Sudamericano de Defensa, que algunos han considerado como el embrión de una especie de otan sudamericana. Lo más importante a decir es que la actuación de la Unasur, en algo más de tres años de creación, les ha dado la razón a los dos países más entusiastas en su creación, Brasil y Venezuela. Unasur tuvo un papel destacado en momentos importantes de la política sudamericana a partir de 2008 (por ejemplo, en la crisis boliviana de 2008 entre el gobierno central y las provincias petroleras del este del país; en la crisis política colombo-venezolana que se extendió desde finales de 2008 hasta mediados de 2010; y en la crisis política ecuatoriana de septiembre 2010, cuando el presidente ecuatoriano fue secuestrado por fuerzas policiales). Mercosur y Brasil: las ambigüedades del discurso integracionista Sin duda que la principal prioridad de la agenda de integración latinoamericana en los últimos años de la administración Chávez ha sido el ingreso de Venezuela en el Mercosur, así como la construcción de una agenda de integración, y el acercamiento bilateral con Brasil. Ambos procesos tuvieron en 2010 una línea ascendente: i) En abril de 2010 el presidente Hugo Chávez Frías destacó la importancia estratégica para la región de la adhesión de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), demandando la inclusión de Venezuela como miembro pleno del Mercosur. ii) En el mismo mes de abril de 2010 aconteció lo que la diplomacia venezolana llamó “afirmación del eje Brasilia-Caracas”, cuando se dio el noveno encuentro entre el presidente venezolano Hugo Chávez y el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva. iii) En julio el presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva llegó a Caracas para realizar la x reunión trimestral Venezuela-Brasil, junto a su homólogo venezolano, Hugo Chávez. iv) A comienzos de agosto, Venezuela participó en la reunión de cancilleres, previa a la xxxix Cumbre de Jefes de Estado del Mercado Común del Sur (Mercosur) en San Juan, Argentina. La agenda, e incluso la visión del mundo, en común desarrollada entre Venezuela y Brasil en 2010 parece haber recompuesto algunos años de 230

Venezuela y la integración latinoamericana-caribeña en 2010: balance de una agenda

difíciles relaciones políticas, que van de 2006 a 2009, en que las relaciones se vieron un poco estremecidas después de la intervención venezolana en el proceso que condujo a la re-nacionalización del gas y el petróleo boliviano en 2006. Es necesario advertir que las diferencias entre Venezuela y Brasil se han mantenido en un nivel donde todavía se pueden tratar diplomáticamente; es decir, ambos países parecen darse cuenta de que hay objetivos comunes, especialmente los relacionados con el proceso de integración sudamericano. En ese sentido, tanto el Mercosur como la naciente Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (celac) representan puntos que refrescan la alianza estratégica. Sin embargo, más allá del discurso integracionista, las complejas relaciones Brasil-Venezuela-Mercosur revelan algunos aspectos políticos fundamentales del proceso de integración sudamericano. El primero de éstos se refiere al hecho de que los países de América del Sur, a pesar de sus visiones positivas sobre el proceso de integración, no parecen tener un proyecto común de política exterior. La fragmentación de los proyectos integracionistas en materia de política exterior es un punto importante en este momento en América del Sur. Parecen existir al menos tres proyectos de política exterior integracionista: el primero es representado por los países fundadores del Mercosur que comparten la idea de que es necesario mantener la autonomía del bloque, pero sin descuidar una agenda positiva con respecto a los Estados Unidos. Un segundo proyecto es el de Chile, Colombia y Perú, orientado por una fuerte relación con los Estados Unidos. En el caso de Colombia, esto se da más por razones ideológicas, mientras que en lo que respecta a Chile y Perú, es más por razones de naturaleza económica. Y, finalmente, un tercer proyecto representado por la perspectiva del bloque Alba, encabezado por Venezuela, que revela una propuesta más radical, basada en identidades ideológicas y en una política exterior de fuerte agenda social. En la alianza entre Brasil y Venezuela hay también diferencias sustanciales entre ambos países en lo que se refiere al diseño del proceso de integración. Principalmente en la visión de lo que debería ser la naturaleza política del proceso de integración regional. Venezuela considera el proceso de integración con bases profundamente políticas; lo concibe como un proceso anti-capitalista, en consonancia con su visión del “socialismo del siglo xxi”, en contraste con la visión de centro-izquierda moderada —con fuerte énfasis en la naturaleza económica del proceso de integración— promovida por Brasil y el resto de los países fundadores del Mercosur. Sin embargo, hay que resaltar que un punto que une a 231

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Brasil y Venezuela es el fuerte entusiasmo por el proceso de integración y por la sudamericanización política y económica de este proceso. Venezuela y Colombia: de la tensión a la vuelta a los viejos tempos En el segundo semestre de 2010 la prioridad de la política exterior de Venezuela parece haber sido la normalización de las relaciones con Colombia. Entre agosto y noviembre se desarrollaron una serie de acciones, contactos y reuniones entre ambos países que pueden ser resumidos de la siguiente manera: i) En agosto los presidentes Hugo Chávez y Juan Manuel Santos se reunieron en Santa Marta, Colombia, iniciando una agenda de trabajo para optimizar las relaciones entre ambos países. Súmese a esto dos reuniones entre los cancilleres Nicolás Maduro Moros y María Ángela Holguín, en agosto y octubre, respectivamente. ii) Instalación de cinco comisiones de trabajo en las áreas comercial, complementación económica, inversión social en la frontera, obras de infraestructura y seguridad. iii) Establecimiento de un mecanismo de comunicación permanente y de cooperación de los organismos de seguridad. iv) Captura y entrega del narcotraficante “Beto Marín” a Colombia por parte de organismos de seguridad del Estado venezolano. v) Firma de un convenio complementario para reactivar el intercambio comercial entre ambas naciones. vi) Establecimiento de la Comisión del Combustible para el intercambio fronterizo. vii) Reunión en Cartagena de Indias, Colombia, entre los ministros del Interior y Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, Tarek El Aissami y de Defensa de Colombia, Rodrigo Rivera, para tratar temas de la agenda binacional antinarcóticos. viii) Reanudación de los planes de suministro de gas entre Colombia y Venezuela a través del gasoducto transcaribeño Antonio Ricaurte. ix) Primera visita oficial del presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos, a Venezuela, en noviembre. La reaproximación de Colombia y Venezuela muestra cómo las relaciones entre ambos países son estratégicas y van más allá de las diferencias ideológicas que sus presidentes puedan tener en un momento determi232

Venezuela y la integración latinoamericana-caribeña en 2010: balance de una agenda

nado. Desde el inicio de 2010, cuando en México se creó el grupo de los Amigos de Colombia, Venezuela ya había dado claros indicios de que las tensiones tan fuertemente desarrolladas entre ambos países desde finales de 2008 necesitaban ser moderadas para avanzar hacia una agenda constructiva. El centro de la discordia del lado colombiano estuvo relacionado con la hipótesis del apoyo venezolano a las farc, mientras que del lado venezolano radicó en las denuncias de la injerencia por parte de l Estados Unidos (especialmente a través del Plan Colombia) en los asuntos colombianos y las repercusiones en los países vecinos. Esos dos hechos llevaron a una escalada de conflictos diplomáticos que parecía no encontrar fin y se intensificó cuando el gobierno colombiano, a principios de 2009, decidió cancelar la invitación para que Venezuela sirviese de mediador en el intercambio de rehenes entre el gobierno colombiano y las farc. Sin embargo, Colombia y Venezuela parecen haber percibido que ambos tienen mucho que perder en una escalada de conflicto. Tradicionalmente, Colombia es el segundo socio comercial de Venezuela, con una balanza comercial a favor del primero de los países. Pero tal vez lo más importante es que ambos países percibieron que hay una agenda de aspectos bilaterales en que el conflicto diplomático sólo tiene como consecuencia la prorrogación de soluciones comunes, y también el retardo en el aprovechamiento de aspectos de mutua ventaja. Entre esos problemas, cabe destacar que Venezuela comparte una frontera de aproximadamente 2,000 km con Colombia, y que en la década de los noventa se transformó en el segundo punto de embarque para la cocaína que parte de Colombia y es destinada a los Estados Unidos. De la misma manera, se acredita la existencia de campamentos militares de las farc y del eln en la frontera sudeste venezolana, así como de grupos paramilitares. Finalmente, Venezuela es el principal país de concentración de colombianos en el mundo, con más de 1.5 millones. Pero también existen aspectos positivos a ser compartidos, como los aspectos de la integración energética. Por eso no fue ninguna sorpresa que con el arribo al poder del presidente Juan Manuel Santos se iniciase una importante aproximación entre ambos países. Claro que las relaciones entre Colombia y Venezuela, desde la llegada del presidente Chávez al poder, se han caracterizado por altos y bajos. Así pues, habrá que esperar un tiempo más prolongado para evaluar cuál es la real madurez y estabilidad de la agenda positiva colombo-venezolana que se inició en el segundo semestre de 2010.

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Rafael Duarte Villa

Bibliografía Arieche, Mariana A. Entre a integração política e a politização: o ingresso da Venezuela no Mercosul. Cadernos de Relações Internacionais, 2, 1, 75-106. Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela (mre) (2010, 29 de julio). Inicia reunión de cancilleres de la Unasur para tratar el tema de acciones de Venezuela y Colombia. Recuperado el 10 de noviembre de 2011 de: http:// www.mre.gov.ve. Penso Rojas, Juan Francisco (2007, 30 de agosto). Unasur, Can y Mercosur. Recuperado el 16 de noviembre de 2011 de: http://www.analitica.com/va/ economia/opinion/9564457.asp.

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La política exterior argentina en 2010 y su fuerte apuesta por la región

Sandra Colombo Durante 2010, luego de la desaceleración de la economía nacional — consecuencia de la crisis internacional— y gracias a la fortaleza de la situación macroeconómica previa y a la implementación de políticas contracíclicas, el producto interno bruto (pib) creció 9.2%, con una mayor expansión del sector de bienes (10.6%) que de servicios (7.6%). Las reservas internacionales del Banco Central aumentaron conformando un total de us$52.145 millones, mientras que la deuda pública alcanzó los us$164.330 millones (45.8% del pib). Por su parte, los indicadores sociales mostraron una evolución positiva. La tasa de desocupación se ubicó en 7.3% de la población económicamente activa, mientras que la pobreza y la indigencia se redujeron, alcanzando a 12% y a 3.1% de los argentinos, respectivamente. Las exportaciones de bienes sumaron us$68.500 millones (crecieron 23% respecto de 2009) y las importaciones alcanzaron us$56.443 millones (aumentaron 46%). En consecuencia, el saldo comercial fue positivo en us$12.057 millones, 29% menor al de 2009.1 El crecimiento de las exportaciones argentinas estuvo liderado por el fuerte aumento de los volúmenes de productos primarios y de las manufacturas de origen industrial. En cuanto a la participación de los principales socios de exportación, China, los países del Sudeste asiático, del norte de África y el

1.

Datos del Centro de Economía Internacional: Panorama Económico Argentino, núm. 65, abril de 2011. Secretaría de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.

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Sandra Colombo

resto de Latinoamérica, como Venezuela, Cuba y la Comunidad Andina, han venido ganando posiciones frente a Brasil y la Unión Europea.2 Estos indicadores fueron consecuencia de que el gobierno argentino continuó con un modelo de desarrollo implementado en 2003, que defiende el empleo, la inclusión social, los derechos humanos, la producción, la ciencia y la tecnología. Este modelo tiene su correlato en las acciones que el país realiza en el ámbito exterior; por ejemplo, Cristina Fernández ratificó en distintos foros internacionales su rechazo a los planes de ajuste y flexibilización laboral que se estaban imponiendo en Europa por presión de países centrales y organismos como el fmi, y señaló la necesidad de regular los mercados financieros, democratizar los organismos internacionales, y alcanzar reglas comerciales más justas y equitativas. En el ámbito político defendió la multilateralidad, la vigencia del derecho internacional como garantía de la paz, la democracia y los derechos humanos. Asimismo, el gobierno argentino continuó alentando decididamente los procesos de integración en América del Sur respetando la pluralidad ideológica de los gobiernos elegidos por vía democrática. En este sentido, los cambios producidos a consecuencia de las elecciones presidenciales en los países de la región como Chile, Uruguay, Colombia o Brasil no alteraron la buena sintonía en el bloque regional. La llegada de Sebastián Piñera liderando una alianza conservadora a la presidencia de Chile, no alteró el estrecho vínculo bilateral que a lo largo de casi treinta años se tradujo en la construcción conjunta de vías de conectividad e infraestructura, en la firma de convenios de cooperación y en la concreción de la Fuerza de Paz Combinada Chileno-Argentina Cruz del Sur, experiencia inédita en el hemisferio. Particularmente, a comienzos de 2010 se conformaron entidades binacionales para la construcción de dos túneles internacionales que permitirán hacer operable todo el año el tránsito Chile-Argentina, contribuyendo de esta forma a desarrollar el corredor bioceánico marcado como prioridad por iirsa en 2008.3 Asimismo, Chile se posicionó en 2010 como el segundo destino

2. 3.

Panorama Comercial Argentino, nùm. 65, Evolución Comercial Año 2010. Secretaría de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. La Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (iirsa), surgida en el año 2000, es un mecanismo institucional de coordinación de acciones intergubernamentales de los doce países suramericanos, con el objetivo de construir una agenda común para impulsar proyectos de integración de infraestructura de transportes, energía y comunicaciones.

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La política exterior argentina en 2010 y su fuerte apuesta por la región

de las exportaciones argentinas, mientras que Argentina fue el país con mayores inversiones chilenas. La asunción de José Mujica como presidente del Uruguay en marzo de 2010, posibilitó una mejora en el vínculo político bilateral. La relación entre ambos Estados se había deteriorado mucho en los últimos años, como consecuencia de los bloqueos de pasos internacionales realizados por ciudadanos argentinos, que reclamaban por la posible contaminación de una planta procesadora de celulosa construida en territorio uruguayo a la vera del río Uruguay, sin consulta previa con Argentina. La negativa del gobierno argentino a forzar el levantamiento de los bloqueos de puentes binacionales, había derivado en que el presidente Tabaré Vázquez congelara negociaciones con el gobierno de Cristina Fernández de Kichner y vetara la candidatura del ex presidente Néstor Kirchner como secretario de la Unasur. En oposición, el presidente Mujica expresó que su objetivo era “iniciar un periodo de franco acercamiento y fraternidad con Argentina”. Los encuentros presidenciales que se realizaron en los primeros meses del año, junto al fallo del Tribunal de La Haya sobre la instalación de la planta que se conoció en abril de 2010, resultaron en un reencauzamiento del vínculo bilateral. Cristina Kirchner y José Mujica acordaron comenzar de manera conjunta un plan de vigilancia ambiental y de prevención de la contaminación en el río Uruguay en los 500 kilómetros de cauce compartido. Como consecuencia de este cambio en el vínculo, ambos presidentes firman en Uruguay la Declaración de Anchorena (2/6/2010) por la cual se comprometieron a fortalecer la cooperación en las áreas de energía, salud, comercio, educación, cultura, integración fronteriza, complementación productiva y defensa. Con Venezuela continuaron consolidándose los lazos económicos y políticos cimentados desde 2003. La República Bolivariana se posicionó como el sexto país de destino de las exportaciones argentinas, compuestas fundamentalmente por alimentos, seguidos por maquinaria agrícola e insumos para la industria. En abril, cuando Cristina Fernández recibió la distinción de ser la oradora central en la sesión del Bicentenario de la Asamblea Legislativa de Venezuela, se firmaron 25 acuerdos sobre energía, gas, construcción, alimentos y cooperación en diversos sectores. En agosto, una misión de representantes del sector de alimentos de la Argentina mantuvo reuniones con autoridades venezolanas para incrementar las exportaciones e incorporar otros productos nacionales en el marco

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del Acuerdo de Seguridad y Soberanía Alimentaria, suscrito en marzo de 2008 por los presidentes Cristina Fernández de Kirchner y Hugo Chávez. Una mención especial merece el inicio de una nueva etapa en la relación con la República del Perú a partir de la visita que Cristina Fernández realizara como desagravio institucional y reparación histórica hacia el pueblo peruano. En marzo de 2010, por primera vez un presidente argentino viajó a Perú luego del escándalo por la venta de armas que Argentina efectuara a Ecuador en pleno conflicto del Cenepa en 1995, cuando era garante de paz entre ambos países. En el marco de la visita a Perú, ambos gobiernos acordaron conformar el Consejo Empresarial Argentina-Perú, y firmaron el acuerdo de Asociación, Complementación Estratégica, Complementación y Cooperación Económica, que permite estrechar relaciones en los ámbitos político, económico, comercial y de cooperación en las áreas de seguridad social, diplomacia, industria metalmecánica y ciencia y tecnología. En relación a Brasil, los efectos desestabilizadores de la crisis mundial provocaron un incremento —por cierto, modesto— del número de conflictos comerciales debido a la implementación de políticas de defensa de la producción nacional. Entre las distintas estrategias utilizadas por el gobierno argentino figuraron la extensión del uso de “valores criterio” aduanero, la aplicación de derechos antidumping y de Licencias no Automáticas (lna). Estas medidas fueron establecidas para las prendas de vestir, la línea blanca, hilados y tejidos, muebles de madera, calzados, neumáticos y papel, y generaron la reacción enérgica de la Federación de Industrias de San Pablo (fiesp). Sin embargo, como sucedió en años anteriores, estos conflictos no impidieron que la presidenta reafirmara la importancia de la sociedad estratégica con Brasil como eje constitutivo de la integración a nivel regional y definiera a la vinculación bilateral como una política de Estado. En este marco, durante el año 2010 se avanzó en una serie de proyectos tendientes a consolidar la integración y la coordinación de políticas económicas. Por ejemplo, se trabajó de manera conjunta para enfrentar los efectos de la crisis financiera internacional, y se estableció un sistema de reuniones periódicas entre las áreas económicas, con el objetivo de debatir temas de agenda de ambos ministerios y acercar posiciones; se decidió continuar con la profundización y diversificación del comercio bilateral y regional, especialmente a través de iniciativas que favorecieron el desarrollo de actividades productivas conjuntas; se coordinaron posiciones en las negociaciones comerciales multilaterales que se llevaron a 238

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cabo en la Organización Mundial de Comercio y en el marco del Sistema Global de Preferencias entre Países en Desarrollo (sgpc); se avanzó en el Sistema de Pagos en Moneda Local (sml) para el comercio bilateral; se progresó en la constitución de un fondo para el Financiamiento de Proyectos de Integración Productiva Argentina-Brasil, con fondos del Banco Nacional de Desarrollo (Bndes-Brasil), y el Banco de Inversión y Comercio Exterior (bice-Argentina). Asimismo, se avanzó con la integración productiva en la industria Naval y en el área de Defensa. En el primer caso, un astillero de origen argentino se convirtió en proveedor de Transpetro, la mayor empresa transportadora de combustibles de Brasil, mientras que en Defensa se pueden destacar el proyecto de Vehículo Gaucho, el proyecto de Mantenimiento de Turbinas Navales a ser ejecutado por la Armada de la República Argentina, y la provisión por parte de la Fuerza Aérea de Argentina de piezas para Embraer. También se cooperó en proyectos científicos y tecnológicos como el Satélite Argentino-Brasileño de Observación de los Océanos (sabia -mar), el Centro Binacional de Nanotecnología (cban), el Programa Bilateral de Energías Nuevas y Renovables y la Comisión Binacional de Energía Nuclear (Coben). En el campo de la fabricación de insumos estratégicos para la salud, se acordó cooperar para la fabricación de la vacuna contra la fiebre amarilla, y se estableció la necesidad de fortalecer las farmacopeas de Argentina y Brasil. Por último, se ratificó el objetivo de mejorar la infraestructura y la conectividad mediante la construcción de la hidroeléctrica de Garabí y la proyección de nuevos puentes sobre el río Uruguay. En el plano político global ambos gobiernos continuaron trabajando en forma coordinada en el G-20 con el objetivo de reformar las instituciones de Bretton Woods, y alcanzar un nuevo marco de regulación y coordinación de políticas macroeconómicas que sirvan al desarrollo sustentable. En el ámbito hemisférico, reafirmaron el compromiso con la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), establecida desde 2004, y mostraron una posición común frente a la situación de Honduras: reafirmaron la necesidad de que este país adhiera estrictamente la Carta Democrática Interamericana de la oea, instaron a

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que se respeten los derechos humanos y consideraron indispensable que el ex presidente Zelaya regresara a la vida política del país.4 En 2010 se realizaron la xxxix y la xl Cumbres de Jefas y Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados, realizadas en San Juan (Argentina) el 2 y 3 de agosto, y en Foz de Iguazú (Brasil) el 17 de diciembre de 2010, respectivamente. En estos encuentros, los mandatarios convalidaron los principales avances en la integración del bloque en el transcurso del año. Entre ellos se pueden mencionar la aprobación del Código Aduanero del Mercosur, la eliminación del doble cobro del arancel externo común y el mecanismo de distribución de la renta aduanera, lo que constituye un paso crucial para el perfeccionamiento de la Unión Aduanera; el desarrollo de la integración productiva en las áreas de petróleo, gas, autopartes, energía eólica y productos agroindustriales; la realización del primer encuentro de la Comisión de Coordinación de Ministros de Asuntos Sociales del Mercosur; el relanzamiento de las negociaciones con la Unión Europea con el objeto de alcanzar un Acuerdo de Asociación Interregional; la firma de un acuerdo de libre comercio entre Mercosur y Egipto, el primero del bloque con un país árabe; la profundización del diálogo político y la cooperación con la Federación de Rusia y con la República Popular China; los avances en las negociaciones comerciales con Jordania, India y la Autoridad Nacional Palestina; la aprobación de nueve proyectos del Fondo de Convergencia Estructural (Focem) por un total de cerca de 800 millones de dólares, en materia de interconexión energética y vial e integración productiva. Asimismo se suscribió un acuerdo entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay creando un régimen permanente de gestión coordinada para la conservación y aprovechamiento sustentable de los recursos hídricos transfronterizos del Sistema Acuífero Guaraní; y se avanzó en numerosas cuestiones en materia de cooperación educación y derechos humanos como la creación del Instituto de Políticas Públicas de Derechos Humanos del Mercosur. La Argentina demostró una activa participación en instancias de integración política, económica, social y cultural de los países latinoamericanos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (celac) y la Unasur. En junio, los congresistas argentinos ratificaron el

4.

Declaración de San Juan: Reunión de trabajo entre la Presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y el Presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, 3 de agosto de 2010.

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Tratado constitutivo de la Unasur, con intervenciones que subrayaron el carácter estratégico del organismo y su rol como parte de la integración de los pueblos. Argentina fue el sexto país luego de Bolivia, Ecuador, Guyana, Venezuela y Perú, que aprobó la adhesión al organismo. La Argentina tuvo un peso diferenciado en la Unasur debido a la designación de Néstor Kirchner como primer Secretario General en mayo de 2010, cargo que ocupó hasta el momento de su fallecimiento, el 27 de octubre del mismo año. En este periodo, bajo el comando de Kirchner, la Unasur actuó con rapidez y efectividad en la resolución de los problemas políticos surgidos en la región. El primero de ellos fue el conflicto entre Venezuela y Colombia cuando el presidente Chávez anunció la ruptura de relaciones debido a que el gobierno colombiano de Álvaro Uribe, en la sesión de la oea en Nueva York, presentara las supuestas pruebas de que la guerrilla colombiana actuaba en territorio venezolano. El segundo conflicto se produjo en ocasión del intento de golpe en Ecuador, cuando los Jefes y Jefas de Estado se reunieron rápidamente en la capital argentina y acordaron la Declaración de Buenos Aires, el 1º de octubre de 2010, donde por primera vez se mencionan sanciones automáticas en caso de alteración del orden constitucional en un país miembro. Esta declaración derivó porco después en el Protocolo Adicional sobre Compromiso con la Democracia,5 el cual se aplicará en caso de ruptura o amenaza de ruptura del orden democrático, e implicará la “suspensión del derecho a participar en los distintos órganos, e instancias de la Unasur; el cierre parcial o total de las fronteras terrestres, incluyendo la suspensión y/o limitación del comercio, tráfico aéreo y marítimo, comunicaciones, provisión de energía, servicios y suministros”. Una mención especial merece el apoyo que los países de la región brindaron a Argentina, en un momento en que el inicio de actividades de perforación petrolera en las Malvinas por parte de Gran Bretaña generó un nuevo incidente en la disputa por la soberanía de las islas. Las Cumbres de Presidentes del Mercosur, la Cumbre de América Latina y el Caribe de Cancún, las Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unasur, emitieron declaraciones donde reiteran su rechazo a las actividades de exploración de recursos naturales no renovables en la plata-

5.

La aprobación del protocolo se produjo el 26 de noviembre de 2010 en el marco de la iv Reunión Cumbre del Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se desarrolló en la ciudad de Georgetown, República Cooperativa de Guyana.

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forma continental argentina que desarrolla el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda de Norte.6 En este marco, de conformidad con el derecho internacional y las normas nacionales respectivas, se comprometieron a no facilitar las actividades de naves que tengan por fin apoyar de manera directa las actividades hidrocarburíferas que afecten los derechos de la República Argentina en su plataforma. Estos documentos representan un claro posicionamiento contra el colonialismo, y un respaldo a la Argentina en sus reclamos al Reino Unido por la soberanía de las Malvinas. A manera de conclusión se puede señalar que en 2010, como en años anteriores, la política exterior del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner mostró una fuerte identidad latinoamericana al promover la construcción de acuerdos y consensos regionales en el marco de esquemas de integración como el Mercosur y la Unasur. Se produjeron constantes iniciativas para fortalecer la democracia y asegurar que la región se consolidara como una zona de paz y estabilidad, con economías integradas entre sí encaminadas a alcanzar un desarrollo sustentable con inclusión social. En este sentido, los países del Mercosur consiguieron avanzar en el perfeccionamiento de la unión aduanera, la integración productiva, la reducción de las asimetrías a través de la cooperación, y la agenda externa del bloque. Por su parte, la Argentina tuvo una activa participación en la Unasur mostrando una decidida disposición para el diálogo y la búsqueda de consensos en la resolución de conflictos, y rechazando los ataques a las instituciones o los intentos de burlar la voluntad popular que se manifiesta en las urnas. En síntesis, una política exterior de alto perfil que se sustenta fuertemente en principios e ideales, que tiene a la región como plataforma política y económica para el mundo, y que sustenta un modelo de desarrollo que busca agregar valor agregado y distribuir riqueza.

6.

Estas actividades están en abierta oposición a lo dispuesto por la resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que, en tanto no se logre la resolución pacífica del conflicto, insta a las dos partes a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en la situación de las islas.

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Bibliografía Evolución Comercial Año 2010 (2011). Panorama Comercial Argentino núm. 65. Secretaría de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. Buenos Aires. Declaración de San Juan (3 de agosto de 2010). Reunión de trabajo entre la presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y el presidente de la República Federativa de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

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2010: hablar bien de México

Jorge Antonio Hernández Velázquez Caray, a juzgar por la fama pública, como dicen los abogados de los países, México es, al parecer, el peor lugar en términos de violencia. Pero no, lo que nos han demostrado aquí con las cifras de tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, es que México puede estar en 10, o en 12, lo que ustedes puedan ajustar, según la metodología. Pero Colombia está en 36, el triple, y Brasil está al doble. Sin embargo, la percepción internacional no es así. La percepción internacional es que México es un caos. Y, sin embargo, Brasil es una especie de paraíso. Es más, se lleva los Juegos Olímpicos y el Mundial Calderón, 2010

Las palabras del presidente Felipe Calderón con motivo de la xxi Reunión con Embajadores y Cónsules a principios de 2010, resultan ilustrativas de lo que ha sido la política interna y exterior de México en los últimos años. Mientras el mandatario mexicano insiste en que las percepciones negativas sobre lo que pasa en el país son equivocadas, destaca el hecho de que en contrapartida, Brasil no sólo es mejor evaluado por la opinión pública internacional sino que es un Estado reconocido por su papel cada vez más importante no sólo en el ámbito regional sino global. Pero a diferencia de lo que el presidente Calderón quiere creer y hacernos creer, la explicación no está en una especie de complot contra la imagen de México, como dejó entrever en marzo de 2009 (Jiménez y Mejía, 2009), o en que muchos mexicanos hablen mal de México en el mundo, como señaló en aquella reunión con embajadores de enero de

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2010,1 sino en que una nación como Brasil, que presenta aún enormes retos, los ha asumido con clara decisión y sin pretextos, de la mano de un gran liderazgo por parte del presidente Lula da Silva, quien ha encabezado en todo momento el creciente activismo diplomático del gigante del sur ante prácticamente todas las regiones del planeta. Mientras que en los últimos dos años, el presidente Calderón ha tenido que encomendar a la diplomacia mexicana dedicarse a tratar de revertir una imagen negativa que se desprende de un innegable aumento de la violencia en el país. Tal vez sea cierto que México no está tan mal como parece, pero si asumimos que las percepciones no son del todo justas, entonces quiere decir que algo se está dejando de hacer en materia de política tanto interna como exterior. Los datos, la política y las percepciones negativas Es cierto que las comparaciones siempre resultan odiosas y más en ciertos temas, pero desde enero de 2010 ha sido el mandatario mexicano quién las ha traído constantemente a colación al reiterar una y otra vez que México tiene una tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes menor a la de otros países de la región, particularmente Centroamérica, Colombia y Brasil, por lo que desde su punto de vista, las percepciones negativas sobre la inseguridad en México serían injustificadas. Sin embargo, cabe decir que las percepciones son parte del juego de la política y antes que datos, reflejan tendencias. Además, lo que el señor presidente omite decir es que la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes en México según los propios datos de inegi no es de 10 o 12, sino que pasó de 9.85 en 2006 a 21.7 en 2010, es decir, más del doble en apenas tres años de su administración, y tan sólo de 2009 a 2010, el aumento fue de 23%, pasando de 19,803 homicidios a 24,374, respectivamente, de los cuales, 15,237 (más de 62%) se argumenta que están relacionados con el crimen organizado. Por su parte Brasil, entre 2003 y 2009, periodo correspondiente a los dos mandatos del presidente Lula, de acuerdo con datos del Instituto Sangari, pasó de una tasa de 28.9 a una de 27 por cada 100 mil

1.

Las palabras textuales del presidente fueron: “Eso sí, amigas y amigos, yo ni como político ni como presidente de la República, a la mejor me falta mucho por vivir, pero jamás he escuchado a un brasileño hablar mal de Brasil. Y sí he escuchado a muchos mexicanos hablar mal de México en el mundo”.

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habitantes (Waiselfisz, 2011). Esto es, una tendencia ligera a la baja que continuó para 2010, colocando este indicador en 26.2 hacia finales de ese año. Lo que significa que en contraste con México, Brasil ha registrado una tendencia a la baja de alrededor de 9% entre 2003 y 2010, así que si se comparan las tendencias entre ambos países, aun si quitamos la política, es lógico que la percepción sobre Brasil sea positiva y sobre México negativa. En ese mismo sentido, cabe destacar que la deteriorada percepción sobre México no corresponde exclusivamente a la opinión pública o a los mexicanos que hablan mal de su país como asegura el presidente Calderón, sino que como lo revelaron abiertamente varias instancias oficiales del gobierno estadounidense en 2009 y lo constataron en los cables secretos de sus fuentes diplomáticas reveladas por Wikileaks hacia finales de 2010, se trata de una preocupación real del vecino más poderoso de México, así como de muchos otros países y organismos internacionales. Por todo esto, resulta entendible la consigna que hiciera el presidente mexicano al iniciar 2010 a la diplomacia mexicana para que contribuya a revertir la imagen negativa que caracteriza al país en los últimos años, al decirles: “Se vale disentir, se vale criticar, pero permítanme esta expresión, amigas y amigos Embajadores, también se vale hablar bien de México. Y no sólo se vale, se debe estando fuera del país, sobre todo, hablar bien de México. Y si se es servidor público, más. Y si se es del Servicio Exterior, muchísimo más” (Calderón, 2010). De esta manera, 2010 es en la preocupación del presidente mexicano, un año en el que lo fundamental sería: “hablar bien de México”. No obstante, casi de manera simultánea al llamado del mandatario a la diplomacia mexicana para revertir nuestra deteriorada imagen, diversos reportes de organizaciones internacionales mantuvieron los señalamientos negativos sobre el país. Así, el 22 de enero Human Rights Watch (hrw) presenta su Informe Mundial 2010, advirtiendo que en México, la situación de derechos humanos se ha visto deteriorada en los últimos tres años por el aumento de abusos militares y que en el combate al crimen organizado, la población civil no está dispuesta a colaborar porque se siente doblemente amenazada por los cárteles del narcotráfico y por el propio ejército. Esta apreciación coincide con la de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, cuyo titular en México, Alberto Brunori, visitó Chihuahua apenas una semana antes para presentar un informe sobre la situación de los defensores de derechos humanos en nuestro país. El informe “Defender los derechos 247

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humanos: entre el compromiso y el riesgo” destaca la preocupación de la organización por el aumento de la violencia, la impunidad y la pobre cultura de la denuncia en México, y señala que estos elementos se han visto afectados aún más por el involucramiento de militares en la lucha contra el narcotráfico, así como por las violaciones cometidas por éstos. Por su parte, Amnistía Internacional, apenas un día antes del informe de hrw había calificado a México como uno de los países más peligrosos para defender los derechos humanos y documentó 16 casos graves de ataques contra activistas, seis de los cuales resultaron en la muerte de los promotores. En un sentido muy similar, a mediados de febrero, durante la presentación del informe anual del Comité de Protección de los Periodistas, la agrupación señaló que la labor del gobierno mexicano para proteger a los informantes ha sido escasa y lenta, por lo que ante el aumento de la violencia y las amenazas del crimen organizado muchos periodistas han decidido dejar de informar sobre este tipo de notas. Además de que la organización apunta que la corrupción del sistema judicial impide que los crímenes contra periodistas sean juzgados y castigados de manera satisfactoria. Esta misma violencia, así como las muertes y cicatrices sociales que ha dejado a su paso y que el gobierno mexicano trata de minimizar, han despertado la preocupación incluso de los miembros del Parlamento Europeo, quienes condenaron en marzo dicha escalada de violencia. Los parlamentarios destacaron que si bien reconocen la voluntad de la actual administración calderonista para combatir al crimen organizado, es necesario combatir la impunidad, frenar la violencia y otorgar garantías a colectivos vulnerables como los defensores de derechos humanos y los periodistas. En el campo de la educación tampoco llegaban noticias para hablar bien de México, pues la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco), presentó en febrero su informe “Educación para todos en el mundo” y es de resaltarse que el panorama presentado en este documento es aún más desalentador que nuestro tradicional último lugar en las evaluaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ocde). En este estudio se apunta, por ejemplo, que más de dos millones de niños y jóvenes mexicanos viven en condiciones de penuria o indigencia educativa, ya que su escolaridad es menor a cuatro años o simplemente nunca han asistido a la escuela. Más aún, el reporte explica que en los últimos ocho años, las cifras de indigencia educativa en México casi se duplicaron al pasar de 55 248

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mil a 109 mil mexicanos en dicho periodo. Y por si esto fuera poco, en el mismo mes de febrero tuvo lugar la visita a México del relator especial sobre el Derecho a la Educación de la onu, luego de la cual se dio a conocer un breve diagnóstico en el que México reprobó varios aspectos en materia educativa, entre ellos: deserción escolar, rezago educativo en adultos y aplicación de pruebas estandarizadas, pero sobre todo en lo relativo a la perniciosa relación entre la Secretaría de Educación Pública (sep) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (snte),2 y es que —a decir del informe del organismo— la intromisión del sindicato obstruye el avance educativo. La precaria situación de los pueblos indígenas en el país también fue denunciada por organismos internacionales al presentarse el informe “Situación de los pueblos indígenas en el mundo”, realizado por expertos independientes a solicitud de la Secretaría del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas. En dicho documento, se advierte que la pobreza multidimensional aqueja a 75% de los indígenas mexicanos y que alrededor de tres millones de ellos se encuentran en situación de pobreza extrema. Pero no obstante la pequeña muestra que exponemos de los focos rojos en materia de violencia, derechos humanos, educación y grupos vulnerables —entre otros que no citaremos, por falta de espacio—, la respuesta del gobierno mexicano y su sensibilidad ante las críticas es el foco rojo más apremiante.3 Lo cual no deja de ser una gran ironía si por un lado asumimos la idea de que con la transición se ha venido consolidando la democracia, y por el otro, partimos de que —como el propio presidente ha reconocido— su pasado inmediato lo

2.

3.

Una relación simbiótica con el gobierno en turno ampliamente conocida, pero que a partir de 2006 fue más allá tras la alianza electoral establecida entre el partido fundado por la líder magisterial Elba Esther Gordillo y el Partido Acción Nacional. Al respecto, recordemos que la propia líder del snte ha reconocido publicamente que en 2006 realizó pactos con el entonces candidato presidencial Felipe Calderón para conseguirle votos a cambio de posiciones de poder, entre ellas la de la Subsecretaría de Educación Básica de la sep, que fue entregada a su yerno, Fernando González Sánchez, además de la titularidad de la Lotería Nacional y la dirección general del issste. Muestra de ello es el discurso del propio presidente ante embajadores y consules de México, así como en diferentes foros para responder a las críticas que considera injustas sobre su administración. Pero también las reacciones de su gabinete, entre ellas por ejemplo las de los titulares de Educación y de Economía. El primero de ellos se mostró molesto ante las críticas hechas por Naciones Unidas acerca de la nociva relación entre sep y snte, por lo que incluso consideró enviar una nota diplomática. Mientras que el segundo, en un esfuerzo por negar lo innegable, rechazó los señalamientos hechos por el embajador estadounidense Carlos Pascual acerca de que el clima de inseguridad en México podría afectar las inversiones y el turismo.

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ubica como un duro líder de la oposición que criticó y se opuso al gobierno que calificaba como intolerante. Acciones que generan una imagen positiva Pero del otro lado, la diplomacia mexicana efectivamente realizó esfuerzos muy valiosos que por sí mismos hablan bien del país. El más notable quizá haya sido la estrategia de posicionar a México como uno de los más activos promotores del debate acerca de la importancia del Cambio Climático, un tema de baja política que sin embargo México ha buscado colocar en primer plano. Se trata de un esfuerzo que si bien no es nuevo, se ha intensificado a partir de la Conferencia de Copenhague, celebrada en diciembre de 2009, por su importancia como reunión preparatoria para la xvi Conferencia de Partes sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (cop16), que se celebraría en diciembre de 2010 en nuestro país. Cabe decir que a lo largo de 2010, además de la participación en diversas conferencias internacionales también preparativas sobre el tema, se realizó un trabajo fino de reuniones con ministros de ecología de países participantes para tratar de conciliar intereses y lograr así una declaración exitosa que recogiera compromisos puntuales de los distintos gobiernos en esta materia como cierre de la conferencia de diciembre en México. Lamentablemente, la magnitud de los intereses de los propios países participantes restó trascendencia a lo acontecido en la cop16, pero esto más que desalentar los esfuerzos de México, al parecer los ha renovado. También en el ámbito de las Naciones Unidas, como se adelantó en el anuario pasado, la participación de México en el Consejo de Seguridad (cs) se esperaba que fuera destacada. Y es que si bien, pese al debate interno, el país no ha modificado su decisión de no participar con efectivos en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz (omp) de la onu, esto no lo ha dejado al margen de las discusiones trascendentes sobre el futuro de dichas misiones, como por ejemplo el debate sobre estrategias de transición y salida de omp.4 En contraparte, México no pudo partici-

4.

Al respecto, México propuso en febrero de 2012, que para el cumplimiento de los objetivos de las omp, éstas deben considerar: a) la elaboración de mandatos realistas y creíbles, sustentados en capacidades económicas y humanas suficientes; b) el compromiso de dar solución a los conflictos por parte de las partes involucradas; c) la existencia de acuerdos de paz que

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par en las reuniones a puerta cerrada de los países que contribuyen con tropas militares en la omp en Timor Oriental, pero en congruencia con sus propias aportaciones sobre salida de las omp, apoyó la propuesta de prolongación del mandato de Naciones Unidas en este país hasta 2012. De igual forma, durante las discusiones sobre la situación en Afganistán al interior del cs, la postura mexicana se mantuvo en la convicción de que es necesario que se devuelva la plena autoridad al gobierno afgano sobre el territorio, pero objetó la aprobación de la denominada Ley de Estabilidad Nacional y Amnistía Pública por parte de ese gobierno, porque a decir del gobierno mexicano, al otorgar el indulto a perpetradores de crímenes graves, se enviaría un mensaje equivocado acerca de la lucha contra la impunidad. Más temas y aportaciones de México podrían destacarse de su participación en el cs, pero por la falta de espacio para hacerlo habría simplemente que agregar al menos dos que no pueden dejarse de lado porque son ilustrativos de cómo se pueden apoyar los propios temas de México a través del debate y respaldo de temas propuestos por otros países. El primero es que cuando se discutió el impacto negativo del tráfico ilegal de armas para la paz y seguridad de África Central, la diplomacia mexicana subrayó la relación entre este ilícito y el fortalecimiento del crimen organizado y el narcotráfico a nivel global, apoyando así sus propias demandas de cooperación internacional en el combate al tráfico ilegal de armas. El segundo está relacionado con el debate sobre la situación entre Israel y Palestina, pues si bien México — al igual que otros integrantes— destacó como siempre la importancia de que ambas partes cumplan con los compromisos de la Hoja de Ruta, la representación mexicana no dejó pasar la oportunidad para recordar al mundo sus aportaciones en el tema del desarme nuclear al destacar que la región de Medio Oriente debería constituirse como una zona libre de armamento nuclear. En relación con este último punto, México se mantuvo activo en la agenda de no proliferación nuclear y desarme, participando en mayo en la Segunda Conferencia de Países Miembros de Zonas Libres de Armas Nucleares, que sirvió de marco para proponer la revisión del Tratado de No Proliferación (tnp). En este marco, se recordó el compromiso histó-

consideren las razones de origen del conflicto; d) la promoción de un entendimiento profundo entre las partes, que se extienda a la población civil y que destaque los beneficios potenciales del cumplimiento de los objetivos y funcionamiento de las Misiones de Paz.

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rico que mantiene nuestro país en la temática5 y se destacó que la simple posesión de armas nucleares se contrapone a los principios establecidos en la Carta de la onu, mientras que su uso constituye un crimen de lesa humanidad. Por lo que nuestro representante, el embajador Claude Heller, hizo un llamado para que los países que no se sujetan al tnp reconsideren su postura y participen de un esfuerzo mayor aún por establecer un marco global y jurídicamente vinculante. Se destacó además que pese al ambiente de creciente violencia e inseguridad globales, se logró consolidar dos nuevas zonas libres de armamento nuclear (África, con el Tratado de Pelindaba y Asia Central), que se suman a las ya existentes en América Latina, el Pacífico Sur y el Sudeste Asiático, además de la anexión unilateral de Mongolia a estos principios. Por otra parte, la lamentable tragedia sufrida por Haití luego del terremoto del 12 de enero, permitió también resaltar algunas de las cualidades que siempre han caracterizado a México en términos positivos. La solidaridad de nuestro país —al igual que la de otras partes del mundo— se hizo sentir rápidamente para atender las urgencias de la catástrofe, pero también la diplomacia mexicana, a través de su membresía como integrante del Grupo de Amigos de Haití, ha participado de manera por demás destacada.6 Tan sólo en el primer mes del desastre, nuestro país había enviado ya 4 mil 214 toneladas de ayuda humanitaria, 16 aviones y cinco buques de la Sedena y Semar, alrededor de 1,000 especialistas, incluyendo personal médico, rescatistas, expertos en labores de protección civil, tripulación, personal de enlace y de programas sociales, así como suministros y equipo de rescate. Liderazgo mexicano en América Latina: estrategia fallida En el plano latinoamericano, cabe destacar la xxi Cumbre del Grupo de Río, celebrada en Cancún hacia finales de febrero como parte de los esfuerzos de la diplomacia mexicana por mantener un papel destacado

5. 6.

La preponderancia de México en el tema se deriva de que los esfuerzos por constituir zonas libres de armamento nuclear iniciaron a partir de la firma del Tratado de Tlatelolco y han sido ejemplo para el desarrollo de tratados similares en otras regiones. Cabe destacar que la solidaridad de México con Haití se ha dado no sólo en la ocasión de este devastador suceso sino desde que se estableció este grupo en 2001 al interior de la Organización de Estados Americanos (oea), conformado por: Argentina, Bahamas, Belice, Canadá, Chile, Estados Unidos, Guatemala, México, República Dominicana y Venezuela.

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en los temas del subcontinente. La reunión sobresale por el hecho de que reunía tanto a los integrantes del Grupo de Río como a los miembros de la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (México-Caricom), razón por la que se le denominó Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe. La cumbre se realizó en el marco del fin de la presidencia pro témpore de México y aunque la convocatoria fue exitosa (asistieron 24 presidentes y dos presidentes electos), se presentaron algunas críticas y molestias, entre ellas la ausencia del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, de quien se señaló que no había sido invitado porque Honduras no era miembro activo de la oea a causa de su reciente crisis política. Una explicación por demás desafortunada por parte del gobierno mexicano, pues Cuba —con más de 45 años de haber sido excluida de la oea— sí fue invitada. Otro de los elementos que opacaron la reunión fue el hecho de que los presidentes de Colombia y Venezuela se enfrentaron verbalmente y el venezolano amenazó con retirarse. Pero más allá de estas incidencias, la cumbre por sí misma representaba una apuesta del gobierno mexicano por recuperar la presencia e influencia perdidos por México en asuntos latinoamericanos, por lo que era de primera importancia que el desarrollo del encuentro y la Declaración de Cancún reflejaran el peso específico que el país pretendía. Al respecto, cabe decir que el fruto de ambas reuniones fue la emisión de ocho declaraciones puntuales,7 mismas que fueron presentadas por la diplomacia mexicana como un logro indiscutible, pero que fueron criticadas por la diplomacia estadounidense en cables confidenciales re-

7. Las declaraciones fueron: 1. Declaración de apoyo a la iniciativa Yasuní, y que implica dejar de explotar 846 millones de barriles de petróleo que yacen en el subsuelo del Parque Nacional Yasuní, evitando así la emisión de 407 millones de toneladas métricas de carbono; 2. Declaración sobre la cuestión de las Islas Malvinas, en donde se reafirma el respaldo a los legítimos derechos de Argentina en la conocida disputa de soberanía con Reino Unido; 3. Comunicado especial sobre exploración de hidrocarburos en la plataforma continental; 4. Declaración especial sobre Guatemala, que congratula a la Comisión Internacional contra la Impunidad por su investigación en el caso Rosenberg, en el cual el presidente Colom, su esposa y su secretario privado habían sido acusados de obstrución de la investigación; 5. Declaración sobre la necesidad de poner de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba; 6. Comunicado sobre cooperación en materia migratoria; 7. Declaración en solidaridad con Haití, la cual reconoce todos los esfuerzos hacia la isla, destacando el papel de la Minustah, y exhorta a los Estados a aplicar procesos especiales de regularización migratoria a favor de los haitianos; y 8. Declaración de Cancún, que busca impulsar un programa de trabajo que promueva vínculos efectivos, cooperación, crecimiento económico con equidad, justicia social, y en armonía con la naturaleza para un desarrollo sostenible y la integración de América Latina y el Caribe en su conjunto.

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velados por wikileaks.8 Más aún, los mismos cables de wikileaks revelaron que en la perspectiva estadounidense, el esfuerzo mexicano por retomar un papel de liderazgo en América Latina, sería un gran fracaso. En palabras textuales del entonces embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual (2010): El ambicioso plan de México de usar su cumbre de presidentes del Grupo de Río para crear un nuevo foro más operacional para la cooperación regional falló dramáticamente. El evento de dos días estuvo dominado por la cobertura mediática de la teatralidad de los países Alba y su usual proclividad hacia la retórica antiimperialista del Tercer Mundo. No se consiguió nada práctico en las prioridades más apremiantes —Haití (el presidente Préval estuvo presente, pero la discusión fue un pie de nota opacado) y Honduras (el presidente Lobo ni siquiera fue invitado por respeto a Venezuela y a los países Alba)— y Brasil y los países Alba dominaron a los mexicanos, dejando detalles de la nueva organización en manos de una estructura parecida a la Cumbre Latinoamericana y del Caribe que será manejada por Brasil y Venezuela en 2010.

Cabe destacar que si bien la diplomacia estadounidense dista mucho de ser la mejor referencia para evaluar lo que sucedió en la llamada Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, habría que decir que existe coincidencia en que el objetivo de la cancillería mexicana de posicionar a México como líder de la unidad latinoamericana, no pudo cumplirse. La propia canciller Patricia Espinoza no pudo convencer al Senado mexicano durante su comparecencia en marzo de 2011, de que la citada cumbre es evidencia de que el país no ha perdido liderazgo y presencia en América Latina. Pero no vayamos tan lejos, pues el objetivo previo a pensar en un liderazgo en la región es el de mantener relaciones sanas con países clave y restaurar aquellas que se deterioraron a lo largo del sexenio anterior por constantes “malentendidos”. Sin embargo, la evidente y siempre negada rivalidad con Brasil, la ambivalencia de nuestra relación con Cuba,9 así como la desconfianza y los enfrentamientos vela-

8.

9.

Al respecto, el cable confidencial (eo 12958) del 26 de febrero de 2010, emitido por el entonces embajador estadounidense en México, Carlos Pascual destaca que: “A pesar de las mejores intenciones de Calderón para crear un foro regional más práctico para atender las prioridades de América Latina, la cumbre de unidad latinoamericana en el resort turístico de Cancún (febrero 22-23) estuvo mal concebida, fue manejada inadecuadamente y mal ejecutada. La Declaración de Cancún presenta una larga lista de asuntos sin especificar y sin detalles de cómo serían transformados operacionalmente en una acción internacional efectiva”. Aunque esta relación ha tratado de retomar cierta “normalidad”. Durante 2010 no han faltado declaraciones que den cuenta de que se mantiene un gran recelo mutuo. Por ejemplo, en

254

2010: hablar bien de México

dos con Venezuela,10 representan algunos de los principales obstáculos para una propuesta creíble por parte de la administración actual. La “cooperación” con Estados Unidos Desde inicios de 2010, el panorama para la administración Obama no luce tan favorable. El bono del cambio se consume rápidamente. Muestra de ello fue que tras la muerte del demócrata Edward Kennedy, su asiento en el Senado fue ocupado por un republicano, con lo que perdieron la “super mayoría”. Por otro lado, las presiones por la falta de recuperación económica, así como las críticas a su proyecto de salud — una de las iniciativas emblemáticas de su administración— modificaron la prioridad que se esperaba diera el presidente estadounidense al tema migratorio. Esto debido a que Obama había declarado en más de una ocasión durante la segunda mitad de 2009 que estaba listo para impulsar y firmar el proyecto de ley sobre migración que le hiciera llegar el Congreso; pero ante las nuevas condiciones de principios de 2010, durante su discurso acerca del estado de la Unión, lo que adelantó fue medidas para reforzar la vigilancia fronteriza y el control migratorio. Por su parte, con los cambios de prioridades en Estados Unidos, la Iniciativa Mérida sufriría recortes presupuestales en su proyección para el año 2011, alegando que la nueva fase de la misma requeriría menos recursos porque estaría enfocada al fortalecimiento de las instituciones de procuración de justicia. La Iniciativa Mérida ha sido constantemente criticada, primero por quienes aseguraban que se trataba de una mala versión del Plan Colombia y que tendría implicaciones serias para la so-

agosto Fidel Castro aseguró que el verdadero vencedor de las elecciones de 2006 fue Andrés Manuel López Obrador, pero que el imperio (Estados Unidos) no lo dejó ocupar el poder. Además dijo que Cuba fue víctima de las intrigas en el caso Ahumada. El gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Reaciones Exteriores, respondió que rechazaba las declaraciones del ex presidente cubano, pero que además “hace votos para que pronto el pueblo de Cuba pueda acudir a elecciones libre” y “se respeten plenamente los derechos humanos en la isla”. 10. Al respecto, es ilustrativo el cable enviado por el entonces embajador estadounidense en México, Carlos Pascual en octubre de 2009, en el que cita la reunión del Director de Inteligencia Nacional Dennis Blair con el presidente mexicano, donde se puede leer: “Calderón dijo que México está tratando de aislar a Venezuela a través del Grupo de Río. Comentó además que él está particularmente preocupado por la relación entre Venezuela e Irán, y que la embajada de Irán en México está muy activa. Enfatizó que la influencia de Irán en América Latina debía de ser de considerable preocupación para Estados Unidos, y que Chávez está haciendo todo lo posible para ayudar a los iraníes”.

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beranía nacional, y después por quienes argumentan que Estados Unidos ha obstaculizado y condicionado la transferencia de los recursos e intenta reducirlos. Las críticas en este último sentido han sido fáciles de documentar, como sucedió con el recorte presupuestal citado, pero las críticas acerca de la pérdida de soberanía habían sido tachadas de “sospechosistas”. Sin embargo, el 26 de enero de 2010 en un par de notas firmadas por Jorge Torres e Ignacio Alvarado en el periódico El Universal se destacaría que la guerra contra el narcotráfico de la administración calderonista fue una iniciativa de la Drug Enforcement Agency (dea) planteada a finales de octubre de 2006 y transmitida al equipo de transición de Felipe Calderón por el entonces secretario de Seguridad Pública, Eduardo Medina Mora y el director de la Agencia Federal de Investigación, Genaro García Luna. Ya como presidente, “Calderón habría asumido los planes de la dea y negociado un Plan Colombia a la mexicana, que incluye recursos técnicos y de defensa y una participación más activa de los agentes norteamericanos en los operativos en territorio mexicano, incluyendo por supuesto a los agentes de la dea”. Lo sorprendente de la publicación es que apenas trascendió entre la opinión pública, a pesar de la importancia de sus implicaciones. La Iniciativa Mérida es, sin duda, una de las prioridades en materia de la cooperación bilateral México. Estados Unidos sobre seguridad y por ello, la visita de la secretaria del Departamento de Seguridad Interna, Janet Napolitano, en febrero de 2010 se inscribe entre los esfuerzos por reforzar dicha iniciativa expandiendo otros programas.11 Durante esta visita, la funcionaria estadounidense firmó una declaración de principios para mejorar el control del tráfico de drogas, armas y dinero en la frontera y se adelantó el acuerdo para la próxima realización de operativos coordinados basados en información de inteligencia. Napolitano regresó al poco tiempo a nuestro país como parte del denominado Grupo de Alto Nivel de la Iniciativa Mérida, que se reunió en la Ciudad de México en marzo de 2010 para analizar los avances de la misma y anunciar el lanzamiento de la segunda etapa, denominada Iniciativa Mérida 2.0. Lo relevante de esta reunión, además del anuncio de un cambio de estrategia menos focalizado en el aspecto militar, sería la integración de la comitiva que viajó al país, pues estuvo encabezada por Hillary Clinton

11. Un dato interesante relacionado con la visita de Napolitano es que el fin de la misma coincidió con la extradición de Vicente Zambada Niebla, hijo de uno de los socios del cartel de Sinaloa, Ismael (el Mayo) Zambada por parte del gobierno mexicano hacia los Estados Unidos.

256

2010: hablar bien de México

(secretaria del Departamento de Estado), Robert Gates (secretario de Defensa), Janet Napolitano (secretaria del Departamento de Seguridad Interna), el Almirante Michael Mullen (jefe del Estado Mayor Conjunto) y Dennis Blair (director de Inteligencia Nacional). A la amplia comitiva que integró el Grupo de Alto Nivel de la Iniciativa Mérida y las constantes visitas a México de funcionarios de primer orden del gobierno de la Unión Americana, se sumó en abril de 2010 la visita de la propia Michelle Obama, esposa del mandatario estadounidense, en una clara muestra de la relevancia de la relación bilateral. Pero a pesar de la alta prioridad que se pueda otorgar a las relaciones México-Estados Unidos por parte de ambos gobiernos, los problemas, fricciones y diferencias son inevitables. El mayor de estos elementos fue quizá la tendencia a la estigmatización negativa de la migración indocumentada en general y sobre los estereotipos —latino y mexicano en particular— que se propagó entre varios estados de la Unión Americana. El caso más emblemático fue el de la iniciativa sb 1070, conocida popularmente como Ley Arizona, firmada por la gobernadora de ese estado, Janice Brewer el 23 de abril de 2010. Se trata de una ley por demás polémica, que fue criticada por la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Patricia Espinoza, por “criminalizar” a la migración indocumentada y que fue tachada de “injusta” por el propio presidente Calderón, pero frente a la cual las autoridades mexicanas poco pudieron hacer en términos reales, más allá de levantar la voz. Otro de los temas de desacuerdo fue el del referéndum de California para despenalizar la marihuana, pues existía fuerte temor del gobierno mexicano de que fuera aprobada la iniciativa del gobernador de California, Arnold Schwarzenegger conocida como “Ley para Regular, Controlar y Gravar la Cannabis”, justo cuando el gobierno mexicano sigue entrampado en una guerra contra el narcotráfico y aumentan las presiones de distintos sectores por discutir si esa estrategia funciona. Un punto adicional de desencuentro sería el de las constantes alertas de la diplomacia estadounidense a sus conciudadanos para que no viajen a México o lo hagan con las reservas propias debido al clima de violencia, un asunto más en el que poco o nada pudo hacer nuestra diplomacia. Y por si fuera poco, el último incidente —hacia finales del año— fue la revelación de los cables clasificados de la diplomacia estadounidense, los cuales revelaron detalles antes sospechados y ahora documentados acerca de la diplomacia estadounidense en el mundo y en México. En estas comunicaciones se puede leer el verdadero nivel de la “cooperación bilateral” entre las administraciones Calderón y Obama, 257

Jorge Antonio Hernández Velázquez

así como los términos de las solicitudes hechas por el gobierno mexicano a su contraparte estadounidense. Filtraciones que harían cada vez más difícil la consigna para la diplomacia mexicana de hablar bien de México. Fuentes Calderón, Felipe (2010). Discurso en la comida de trabajo con motivo de la xxi Reunión de Embajadores y Cónsules de México, 8 de enero de 2010. Recuperado de: http://www.presidencia.gob.mx/index.php?p=51904. dei-itam (2010). México y el Mundo, vol. 6, número 14, enero de 2010, 16 pp. —— (2010a). México y el Mundo, vol. 6, número 15, febrero de 2010, 19 pp. —— (2010b). México y el Mundo, vol. 6, número 16, febrero de 2010, 20 pp. —— (2010c). México y el Mundo, vol. 6, número 17, marzo de 2010, 20 pp. —— (2010d). México y el Mundo, vol. 6, número 18, marzo de 2010, 17 pp. —— (2010e). México y el Mundo, vol. 7, número 1, abril de 2010, 16 pp. —— (2010f). México y el Mundo, vol. 7, número 2, abril de 2010, 14 pp. —— (2010g). México y el Mundo, vol. 7, número 3, mayo de 2010, 21 pp. —— (2010h). México y el Mundo, vol. 7, número 4, agosto de 2010, 17 pp. —— (2010i). México y el Mundo, vol. 7, número 5, septiembre de 2010, 21 pp. —— (2010j). México y el Mundo, vol. 7, número 6, septiembre de 2010, 16 pp. —— (2010k). México y el Mundo, vol. 7, número 7, octubre de 2010, 15 pp. —— (2010l). México y el Mundo, vol. 7, número 9, noviembre de 2010, 13 pp. —— (2010m). México y el Mundo, vol. 7, número 10, noviembre de 2010, 19 pp. —— (2010n). México y el Mundo, vol. 7, número 11, diciembre de 2010, 16 pp. Jiménez, Sergio y Mejía, José (2009). Hay gobernabilidad en todo el país: FCH. El Universal, 13 de marzo de 2009. Recuperado de: http://www.eluniversal. com.mx/nacion/166372.html Pascual, Carlos (2010). Cumbre de la Unidad de América Latina en México: ¿Regreso al futuro? Cable diplomático emitido el 26 de febrero de 2010. Revelado y publicado por Wikileaks. Nota publicada por Yucatán Noticias, bajo el título: “WikiLeaks: Lee aquí los cables sobre México completos y en español”. Recuperado de: http://www.yucatannoticias.com/2010/12/wikileaks-lee-aqui-los-cables-sobre-mexico-completos-y-en-espanol/. Torres, Jorge y Alvarado, Ignacio (2010). ...y días después, nos fuimos a la guerra. El Universal, 26 de enero de 2010. Disponible en: http://www.eluniversal.com.mx/notas/654209.html. —— (2010). Un Plan Colombia al estilo mexicano. El Universal, 26 de enero de 2010. Recuperado de: http://www.eluniversal.com.mx/nacion/175188.html. Waiselfisz, Julio (2011). Mapa da Violência 2012: Os Novos Padrões da Violência Homicida no Brasil, Instituto Sangari, São Paulo. Recuperado de: http:// www.sangari.com/mapadaviolencia/. 258

Dos años de Barack Obama: las políticas del Departamento de Estado para América Latina en perspectiva comparada con Bush

Luis Fernando Ayerbe En el segundo año de mandato, la agenda regional de Barack Obama da continuidad a una tendencia que se cristaliza a partir de la administración anterior de priorizar los temas de seguridad asociados a la criminalidad. Programas pautados por el entrenamiento, inteligencia y equipamiento de las fuerzas armadas y policiales como el plan Colombia y las iniciativas Mérida, Centroamericana y del Caribe, las dos últimas creadas por la actual administración, pasan a recibir juntos casi 50% del total de los recursos del Departamento de Estado para el hemisferio. Al mismo tiempo, se mantienen las distancias presupuestarias con relación a otras regiones, conforme muestra el cuadro 1. Para dimensionar mejor las continuidades y cambios en las administraciones Bush y Obama, haremos un acompañamiento de la destinación de recursos en el Presupuesto para Operaciones en el Exterior del Departamento de Estado (poe) a partir de 2000, último año de Bill Clinton, hasta 2010, conforme presentamos en el cuadro 2. Dada la cantidad y diversidad de países que componen la región, la selección recae sobre siete casos: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador y Venezuela. El objetivo es acompañar las políticas con relación a gobiernos asociados a la emergencia de una nueva izquierda en América del Sur, expresada en las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner, Evo Morales, Luiz Inácio Lula da Silva, Rafael Correa y Hugo Chávez, comparativamente a Álvaro Uribe, liderazgo que se sitúa en el campo conservador. En el caso de Cuba se busca establecer un paráme259

Luis Fernando Ayerbe

Cuadro 1 Presupuesto del Departamento de Estado (2009-2011)

Hemisferio Occidental Colombia México América Central Cuenca del Caribe Oriente Próximo Irak Sur y Centro de Asia Afganistán

Recursos destinados en 2009 2,161,242 540,224 432,779 105,870

Recursos previstos para 2010 2,360,187 512,135 582,658 135,592

Recursos solicitados para 2011 2,147,402 464,933 346,562 106,000 79,023

7,079,468 599,00 5,550,690 2.713,193

7,072,551 984,240 6,755,126 4.400,082

7,128,260 729,310 7,610,770 3.923,734

Fuente: usds (2010). En millones de dólares.

tro sobre las continuidades y cambios en las relaciones con el país, foco de divergencia diplomática entre Estados Unidos y las naciones latinoamericanas.

260

Brasil

Bolivia

Argentina

2000 2001 2002 2003 450 998 1,000 1,990 740 846 1,025 1,000 1,190 1,844 2,025 2,990 - 90,727 7,583 6,598 - 19,690 18,594 25,388 25,098 12,853 12,082 - 1,995 10,000 12,000 fmf 500 1,990 imet 548 665 712 800 inc (10) 158,000 incle - 52,000 87,600 nadr Peace Corps 865 2,925 2,922 2,974 pl480 Title II - 15,918 19,566 31,547 (11) ti (12) Total 194,384 105,199 153,843 170,714 aci - 6,000 csd 4,150 7,883 csh - 9,150 10,300 da 8,941 7,318 4,799 7,967 esf -

Programas fmf (1) imet (2) incle (3) nadr (4) Total aci (5) csd (6) csh (7) da (8) esf (9)

261

2011** 900 900 300 400 300 300 1,500 1,600 16,910 16,410 35,248 30,000 380 390 20,000 20,000 -

2010*

- 5,373 155,345 138,451 136,678 122,191 99,734 85,941 72,538 66,800 10,200 8,928 5,940 4,000 9,650 8,710 3,605 3,200 4,200 4,800 6,300 6,300 7,643 3,479 2,899 8,000 9,983 15,000 16,789 12,500 750 -

2005 2006 2007 2008 2009 40 1,087 1,119 1,082 1,205 904 915 198 305 175 550 400 871 450 1,087 1,181 1,632 1,605 1,973 1,670 91,000 90,272 79,200 66,000 14,602 16,495 17,233 16,885 16,936 16,836 12,032 8,186 10,091 14,700 26,618 42,880 8,000 7,936 5,940 4,500 16,862 3,976 25 589 57 179 225 - 30,154 26,000 425 2,870 2,955 2,888 3,080 2,858 22,276 12,607 15,953 20,049 12,909 -

2004

Cuadro 2 Presupuesto para operaciones en el exterior para Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador y Venezuela (2000-2010)

Política Dos años de Barack Obama: las políticas del Departamento de Estado...

262

Ecuador

Cuba

Colombia

Brasil

2000 2001 2002 2003 2004 2005 223 241 437 483 inc 5,000 incle - 2,000 6,000 nadr 200 Total 18,314 17,442 20,386 24,750 28,243 21,317 aci - 560,200 473,900 462,767 esf 4,000 fmf - 17,100 98,450 99,200 imet 223 241 437 483 inc 894,429 incle - 48,000 376,900 nadr - 25,000 3,279 - 5,118 pl 480 Title ii - 3,419 fp Title ii (13) Total 898,652 48,241 453,578 601,062 572,350 570,504 da esf 3,500 4,989 5,000 6,000 21,369 8,928 Total 3,500 4,989 5,000 6,000 21,369 8,928 aci - 30,896 35,600 25,792 csd 550 csh da 11,720 8,184 6,840 7,127 7,068 6,609 esf 1,500 5,491 15,000 14,500 10,475 11,901 fmf - 3,000 990 (sup.) imet 518 550 625 645 inc 21,200 incle - 2,200 25,000 nadr-hd 1,000 963 370 Peace Corps 2,358 2,639 2,813 2,993 2,995 3,051

imet

Programas

2007 28 742 15,970 465,000 85,500 1,646 4,086 4,858 561,090 13,300 13,300 17,300 2,000 8,144 4,500 43 50 -

1,115 13,559 464,781 89,100 1,673 5,476 564,003 1,980 8,910 10,890 19,800 6,578 3,265 495 3,069

2006

178 7,042 174 -

2008 174 992 15,349 194,412 52,570 1,421 289,005 3,288 10,630 551,326 45,330 45,330 2,000 9,855 5,951 304 7,500 -

2009 252 1,000 400 21,452 196,500 53,000 1,400 275,128 3,150 11,046 540,224 20,000 20,000 2,001 26,585 300 380 4,500 -

2010* 610 1,000 400 25,099 201,790 55,000 1,695 248,900 4,750 512,135 20,000 20,000 27,283 300 400 7,638 -

2011** 650 1,000 400 20,850 202,988 51,500 1,695 204,000 4,750 464,933 20,000 20,000 27,465 750

Luis Fernando Ayerbe

Total

ti

incle

inc

imet

esf

da

aci

Total

ii

Programas PL 480 Title -

2001 -

2002 1,530

2003 -

38,846 20,027 55,188 57,151 - 2,075 500 500 470 384 485 500 683 4,200 1,200 - 5,000 5,084 1,685 6,000 3,228

2000 -

2005 -

2006 -

2007 -

2008 893

2009 -

2010* -

2011** -

56138 47,353 29,643 32,037 26,093 34,689 32,463 36,253 5,000 2,976 2,229 1,000 - 6,519 1,497 2,432 - 1,625 2,976 5,000 6,000 5,000 47 500 - 3,681 6,497 5,408 5,910 2,625 9,495 5,500 6,000 5,000

2004

Fuente: elaborado a partir do Congressional Budget Justification for Foreign Operations. (usds Budget, 2002/2010), valores em milhões de dólares. *Estimado. **Solicitado (1) Foreign Military Financing. (2) International Military Education and Training. (3) International Narcotics Control and Law Enforcement. (4) Nonproliferatrion, Anti-terrorism, Demining and Related Programs. (5) Andean Counterdrug Initiative. (6) Child Survival and Disease. (7) Child Survival and Health (a partir de 2008 passa a denominarse Global Health and Child Survive, com recursos do Departamento de Estado e da usaid).(8) Development Assistance. (9) Economic Support Funds. (10) International Narcotics and Crime. (11) Agricultural Trade Development and assistance Act of 1954. (12) Transition Initiatives. (13) Food for Peace Title ii.

Venezuela

Ecuador

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Argentina Los datos del cuadro 2 muestran una continuidad en las modalidades de actuación del Departamento de Estado, que revelan una caracterización del país como de bajo riesgo. En 2000, se valoraba la cooperación con Estados Unidos en el campo militar, como aliado de la otan, actuando en operaciones de paz, en el ámbito de la seguridad regional, colaborando en el combate al terrorismo y al tráfico de drogas en la triple frontera con Paraguay y Brasil, y como socio comercial, a partir de una política económica de apertura externa que aumentó substancialmente las importaciones de origen estadounidenses. En ese contexto, los dos programas financiados por el Departamento de Estado buscan mejorar la capacidad de actuación de las fuerzas armadas nacionales en las áreas mencionadas, sea proporcionando material militar (fmf) bajo el argumento de que la austeridad fiscal promovida por el plan de convertibilidad vigente en ese momento disminuía la disponibilidad de fondos propios para gastos con defensa, como formación de recursos humanos (Imet; usds, 2002). Bajo los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Argentina continuará siendo considerada un aliado que apoya las metas de seguridad de Estados Unidos, especialmente su periodo como miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en 2005-2006, destacándose su participación en misiones de paz y su actuación contra la proliferación de armas de destrucción masiva. A partir de 2005 son aprobados financiamientos para dos nuevos programas (nadr) sobre terrorismo, control de exportaciones y seguridad fronteriza, cuya justificativa es la necesidad de entrenar funcionarios de la aduana y de la guardia costera del país en esos temas y combatir el tráfico de heroína colombiana transportada para la costa este de Estados Unidos a través de mensajeros y correo aéreo desde Argentina y Uruguay (usds, 2007, 2008, 2009, 2010). Bolivia Hasta 2002, las evaluaciones del Departamento de Estado sobre el país destacaban su trayectoria continua de gobiernos constitucionales desde la década de 1980, acompañada de políticas económicas liberales, aunque sin desconocer los escasos efectos en términos de crecimiento y distribución de ingresos. En ese contexto, fueron formulados programas en cinco modalidades principales: 1. Asistencia al desarrollo (da) dirigida a 264

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micro-emprendimientos, apoyo técnico para pequeños negocios, cooperativas agrícolas, promoción del desarrollo sostenible y del planeamiento familiar; 2. Salud (csd), especialmente para la prevención del sida; 3. Apoyo económico (esf) para fortalecer la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil y de las instituciones de enseñanza en el área de Derecho en la ampliación del acceso de los individuos a la justicia y la consolidación de prácticas y valores democráticos; 4. Combate al narcotráfico (inc), especialmente a través de la erradicación de cultivos de coca; 5. Entrenamiento de las Fuerzas Armadas para actuar en las áreas tradicionales de la seguridad nacional y en la cooperación para la estabilidad regional (usds, 2002). Entre 2003 y 2007, Bolivia recibe recursos de la Iniciativa Andina Antidrogas (aci), aprobada en la Cumbre de las Américas de 2001, en Quebec, cuyo destino principal en el país es la erradicación de cultivos de coca. En el ámbito de la Asistencia al Desarrollo (da), salud (csh) y apoyo económico (esf), hay una ampliación de gastos en programas que actúan de forma combinada en la interdicción y erradicación voluntaria por las autoridades del país de los cultivos de coca, iniciativas transicionales (ti) de impulso de la sociedad civil para estimular el pluralismo político y la democracia representativa, teniendo como eje el fortalecimiento de los poderes legislativo y judicial y de los gobiernos locales, combate a la mortalidad infantil y al sida, incremento de la capacidad comercial y de la competitividad (usds, 2006, 2007, 2008). Un cambio importante en la dirección de los programas es visible en los fondos militares (fmf). En el presupuesto de 2005 los recursos destinados dejan de enfatizar temas tradicionales de seguridad, para concentrarse en el entrenamiento y equipamiento de las fuerzas armadas y policiales para el combate al terrorismo y al tráfico de drogas, siendo que a partir de ese año hay una interrupción en la destinación de dinero (usds, 2007, 2008). Con la elección de Evo Morales, paralelamente a la paulatina reducción de programas que envuelven la cooperación con las autoridades, se tiende a priorizar la actuación de la usaid en el soporte a sectores de la sociedad civil, los poderes judicial y legislativo, y los gobiernos locales, en la perspectiva de contrabalancear el poder ejecutivo nacional, dentro de la línea de financiamiento de la agencia denominada “democracia y gobernanza”. En los presupuestos solicitados para 2009 y 2010, hay un fuerte aumento de recursos para Control de Narcóticos y Fortalecimiento de la 265

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Ley Incle y da, cuyo foco principal es asociar el combate a la producción y al tráfico de drogas a la promoción de iniciativas económicas alternativas para las comunidades rurales afectadas por la erradicación de cultivos de coca. Hay también un incremento de los fondos da, justificados por la administración Obama como refuerzo a “las instituciones democráticas, apoyando los esfuerzos para obtener una democracia más inclusiva, plural y representativa, y construyendo la capacidad de las instituciones para entregar obras y servicios públicos de forma eficiente” (usds, 2009, p. 575) y “apoyar el crecimiento económico de base amplia en Bolivia para demostrar la importancia de una economía basada en el mercado para reducir la pobreza y la inseguridad alimentar” (usds, 2009, p. 578). En esas iniciativas, se prioriza la interacción con la sociedad civil y los gobiernos municipales. En septiembre de 2009, el gobierno boliviano solicito a la usaid el cierre de los programas relacionados con democracia y gobernanza, y que redireccione su actuación en el país para las áreas social y económica. Esta nueva situación se refleja en el presupuesto para 2011. En ese contexto, los programas para 2011 se concentran en asistencia al desarrollo para reducir la pobreza, la inseguridad alimenticia y proteger el medioambiente (da), mejorar la salud (chs), combatir el narcotráfico (Incle) y entrenamiento de las fuerzas armadas dirigido a su actuación en misiones de paz internacionales (imet) (usds, 2010). Ecuador Las preocupaciones del Departamento de Estado hasta el ascenso de Rafael Correa a la presidencia se concentran en la inestabilidad política y los riesgos que conlleva para la continuidad institucional, con desdoblamientos en el aumento de la migración para los Estados Unidos. Por otro lado, en comparación con sus vecinos, no sufrió los problemas de violencia asociados al terrorismo y al narcotráfico, siendo considerado un estrecho colaborador en el área de seguridad. Las mayores amenazas en esos temas están asociadas a la utilización del territorio ecuatoriano como pasaje de drogas, dada su posición geográfica entre Perú y Colombia, dos países productores. Al mismo tiempo, se teme por los efectos fronterizos provocados por las acciones represivas del combate al terrorismo y al narcotráfico en Colombia. A partir de la percepción del tipo de riesgo enfrentado por el país, los programas del Departamento de 266

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Estado se concentran en cuatro áreas: 1. Profesionalización de la policía y de las fuerzas armadas en el combate al narcotráfico, control de las fronteras y desarme de civiles, ayuda al poder judicial en el control del lavado de dinero (aci, fmf, nadr-salw); 2. Apoyo a la democracia a través del fortalecimiento del sistema judicial, de los gobiernos locales, del combate a la corrupción y de procesos electorales libres (esf); 3. Apoyo a la capacidad emprendedora del sector privado como forma de aumentar la generación de empleos y contribuir para la conservación del medio-ambiente (da); 4. Entrenamiento de las fuerzas armadas buscando profesionalizar su inserción nacional subordinadas al poder civil (imet) (usds, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010). Un aspecto destacado en los presupuestos para 2010 y 2011 asociado a los programas de asistencia mencionados, es el foco en el “refuerzo de la democracia y en la creación de una economía de mercado próspera, basada en el sector privado. Trabajando simultáneamente con el gobierno y la sociedad más amplia” (usds, 2010, p. 686), reconociendo la aprobación de una nueva constitución en 2008 y la reelección de Rafael Correa. Colombia Los programas del Departamento de Estado se estructuran en torno del eje del combate al tráfico de drogas. Entre 2003 y 2007, la Iniciativa Andina complementa el Plan Colombia, actuando principalmente en la erradicación de cultivos, interdicción de drogas, promoción de formas de desarrollo alternativo, equipamiento y entrenamiento de las fuerzas de seguridad, gobernanza local y asistencia a los grupos más vulnerables. A partir de 2004, habrá una concentración mayor de recursos en el programa militar fmf, dirigido a combatir las organizaciones colombianas designadas como terroristas por el Departamento de Estado y ampliar la presencia del Estado en el territorio nacional. Por otro lado, son destinados fondos para programas nadr en el área de iniciativas anti-secuestro y contrabando fronterizo de armas pequeñas. A partir de 2008 es retomado el programa de Control de Narcóticos y Fortalecimiento de la Ley (Incle), y aumentan los recursos para el Fondo de Soporte Económico (esf), ambos concentrando su foco en el combate al tráfico de drogas y apoyo al desarrollo en áreas de conflicto (usds, 2006, 2007, 2008 y 2009). A partir de 2010, la asistencia a Colombia pasa a concentrarse en un nuevo plan acordado con su gobierno, la Iniciativa de Desarrollo Estra267

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tégico de Colombia (csdi), integrando los programas esf, fmf, imet, Incle y nadr en función de tres objetivos fundamentales: “mantener el control del territorio, antes dominado por los narcotraficantes y los grupos armados ilegales, la promoción de la gobernanza y el respeto de los derechos humanos, y promover el desarrollo económico y social” (usds, 2010, p. 670). Venezuela Cuando se analizan las solicitudes de presupuesto para Venezuela, en comparación con Colombia, se percibe una destinación de recursos muy inferior, distribuidos en un número decreciente de iniciativas. Hasta 2004, funcionan programas de entrenamiento de personal militar, especialmente en derechos humanos (imet), de interdicción de drogas, erradicación de cultivos y lavado de dinero (inc, Incle, aci), promoción del imperio de la ley, respeto a los derechos humanos y reforma del sistema judicial (esf). Al mismo tiempo, Estados Unidos asume la responsabilidad por el monitoreo de las fronteras de Venezuela, como forma de alerta preventiva contra el surgimiento de conflictos que afecten sus vecinos (usds, 2004, 2005). A partir de 2004, cuando el presidente Chávez obtiene una amplia victoria en el plebiscito que colocó en votación su continuidad en el cargo, la cooperación en el ámbito militar se reduce drásticamente. La reelección en 2006 coincide con la paulatina reducción de recursos de la Iniciativa Andina Antidrogas hasta su cierre en 2007. Por otro lado, se promueve la actuación de la usaid con eje en la expansión de los programas de apoyo a la sociedad civil (da, esf, ti), invirtiendo en liderazgos emergentes bajo el argumento de fortalecer su capacidad de demandar del gobierno democracia y transparencia, promoción del imperio de la ley y respeto a los derechos humanos (usds, 2006, 2007 e 2008). De acuerdo con las justificativas en la solicitud de recursos para el año fiscal de 2008: “Venezuela presenta un serio desafió para el avance del desarrollo y de la democracia en el Hemisferio. Las organizaciones democráticas venezolanas en riesgo fueron identificadas como tope de las prioridades de la política exterior. Los Estados Unidos son una fuente vital de financiamiento para estos grupos” (usds, 2008, p. 682). En las solicitaciones para 2010, la administración Obama ameniza el discurso confrontativo, aunque manteniendo el mismo eje: “Los Estados Unidos van a apoyar los esfuerzos diplomáticos para promover los 268

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derechos humanos y proteger el espacio democrático, incentivando un liderazgo más pluralista y democrático” (usds, 2010, p. 659). Las justificativas para el presupuesto de 2011 muestran un cambio de discurso. Sin cuestionar la naturaleza del régimen político venezolano, los objetivos son preservar y fortalecer las instituciones democráticas, afirmando que los programas estadounidenses envolverán tanto el gobierno como la oposición, y “estarán abiertos a todos, independientemente de las perspectivas políticas” (usds, 2010, p. 761). Brasil La percepción de Brasil por parte del Departamento de Estado tiene componentes peculiares con relación a los demás países analizados. De la misma forma que Argentina, se evalúa su actuación cooperativa en la seguridad regional, con la diferencia de que dada su posición geográfica, limita con dos áreas de riesgo, la triple frontera al sur y los países andinos. Por su peso económico y su relativa estabilidad en los últimos años, en que las reformas liberales no sufrieron solución de continuidad, es percibido como un aliado en la promoción del libre-comercio. Al mismo tiempo, y diferentemente de Argentina, es objeto de atención en áreas de riesgo vinculadas a la pobreza, la salud, la criminalidad y el medio ambiente. Los programas del Departamento de Estado contemplan esa diversidad, actuando en cuatro áreas: 1. Militar, concentrando recursos en el entrenamiento de las fuerzas armadas para el nuevo papel de subordinación al poder civil, que se consolida con la creación del Ministerio de Defensa, y para su actuación en misiones de paz internacionales (imet); 2. Asistencia al desarrollo (da), principalmente para la protección del medio ambiente en la floresta amazónica, con el apoyo de organizaciones no gubernamentales, y el combate a la pobreza, especialmente de las poblaciones rurales, estimulando la creación de micro-emprendimientos; 3. Salud, destacándose el combate a enfermedades infecciosas como el sida y la tuberculosis (csd, csh); 4. Crimen organizado, buscando mejorar el desempeño de la policía federal, especialmente en el ámbito investigativo; la eficacia de las estructuras legales locales y el control de las fronteras, especialmente con Colombia (aci, Incle; usds, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010).

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Cuba Al iniciar su gobierno, Barack Obama anunció la flexibilización de restricciones impuestas por Bush, liberando viajes de familiares y remesas de dinero y objetos (regalos y remedios, entre los principales), manteniendo el embargo y la inclusión del país en la lista de patrocinadores del terrorismo. En la justificativa del presupuesto para 2010 permanece el objetivo de las sucesivas administraciones estadounidenses desde 1960 de inducir, desde el exterior, el cambio de régimen político en Cuba, explicitando la intención de promover la “transición pacífica para una democracia auto-determinada en la isla” (usds, 2009, p. 589). En las justificativas para 2011, si bien se mantiene la concentración de fondos en el programa ESF, cuyo foco es la asistencia humanitaria de presos de conciencia, fortalecimiento de la acción cívica de movimientos y coaliciones y promoción de las libertades, no existen menciones a la transición política y cambio de régimen desde el exterior, concentrando la asistencia en el “empoderamiento de la sociedad civil para avocar por mayores libertades democráticas y respeto a la dignidad humana” (usds, 2010, p. 679). Consideraciones finales Si bien hay una preocupación de Barack Obama en marcar diferencias con su antecesor en términos de privilegiar la diplomacia y la construcción de consensos, los programas del Departamento de Estado para países cuyos gobiernos son vistos como adversarios del orden hemisférico patrocinado por Estados Unidos mantienen el foco en la promoción de cambios de régimen político. En el caso de Bolivia, la reformulación de los objetivos de la usaid en 2010 respondió a una demanda del gobierno nacional. En cuanto a Venezuela, lo que se verifica es un discurso más cauteloso con relación a 2009 en la utilización de caracterizaciones que expliciten incompatibilidades con el régimen político adoptado por el país, buscando colocarse de forma más equidistante entre gobierno y oposición, sin que eso represente un cambio esencial de objetivos. Con relación a Cuba se mantiene el abordaje unilateral, imponiendo acciones dirigidas a desestabilizar su economía y su régimen político.

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Dimensión cultural

Literatura latinoamericana contra la dominación colonia

Ignacio Medina Núñez Introducción La cultura latinoamericana, especialmente en el área de la literatura, se vio reconocida a nivel mundial durante el 2010 con el premio Nobel de literatura concedido a Mario Vargas Llosa, escritor peruano, conocido ya por numerosos escritos ahora en la edad de 75 años. Por ello, la primera de nuestras colaboraciones en el campo de la cultura en este Anuario está dedicada a su persona y en especial a su última novela: El sueño del Celta. Diversos temas se ponen a discusión: la denuncia sobre la colonización de Europa sobre África y América Latina en pleno siglo XIX y XX; el papel de la literatura en los cambios sociales, las diversas caras en la misma personallidad del novelista, quien se ha declarado entusiasta seguidor de la integración latinoamericana. La segunda colaboración se dedica a un caso especial en América Central, el de los grupos llamados garífunas: negros y amerindios que fueron deportados por los ingleses de San Vicente en el siglo XVIII hacia la región centroamericana. Siguen sobreviviendo con actividades como la agricultura y la pesca y resisten actualmente defendiendo su tierra con una serie de luchas comunitarias por su identidad, sus tierras y sus derechos enfrentando los proyectos de empresas y gobiernos trasnacionales que impulsan un nuevo tipo de colonialismo a través de la multiplicación de proyectos hoteleros y de turismo. Cultura colonial y cultura de resistencia subsisten en la América Latina de hoy. La tercera colaboración de este equipo apunta a los olvidados por la guerra en Centroamérica, los niños y mujeres, quienes actualmente han 275

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vuelto a vivir otra guerra como transmigrantes que cruzan el territorio mexicano con el sueño de ellos y de sus padres de encontrar mejores condiciones de vida fuera de su propia patria. El tema fundamental es la migración proveniente de Centroamérica y sus efectos terribles en un sector vulnerable de la población que abandona su patria rumbo al norte en busca de una vida mejor. La vida cultural moderna ¿nos está volviendo insensibles a estas tragedias? La literatura es una representación falaz de la vida que, sin embargo, nos ayuda a entenderla mejor, a orientarnos por el laberinto en el que nacimos, transcurrimos y morimos… Las ficciones de la literatura han multiplicado las experiencias humanas, impidiendo que hombres y mujeres sucumbamos al letargo, al ensimismamiento, a la resignación Vargas Llosa, 2010b

La mayoría de los países hoy llamados latinoamericanos surgieron con la independencia durante principios del siglo XIX, pero no fueron conocidos con ese nombre sino hasta la segunda parte de ese mismo siglo. El nombre de América Latina fue un invento de los franceses1, cuya intervención imperial en México proponía una contraposición con el poder anglosajón del Norte; aunque el imperio de Maximiliano fracasó con su derrota ante el liberalismo mexicano comandado por Benito Juárez, la identidad de la región de habla hispana (y posteriormente también Brasil) se empezó a vincular con este concepto en la segunda mitad del siglo XIX y se ha afianzado durante el siglo XX y XXI, aunque en la práctica se haya destruido el sueño de Simón Bolívar de una patria continental, al surgir los múltiples estados desunidos de la América del Sur; los nacionalismos exacerbados destruyeron el proyecto de la patria continental integrada pero conservaron una identidad cultural con múltiples variaciones a partir de los legados de grupos indígenas y de la complejidad del período colonial.

1.

Alexander Humboldt sugirió por primera vez, en sus Ensayo Político, la división del continente americano en dos partes culturales, la aglosajona especialmente con Estados Unidos y Canadá, y la latina con la colonización del sur a través de españoles y portugueses. Sin embargo, fue Michel Chevalier (1806-1879), escritor político francés, quien en1836 utilizó el nombre de América latina (Lettres sur l´Amérique du Nord) para aplicarlo a la parte sur del continente, implicando la alianza con Francia para oponerse al imperio del norte.

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Esta región latinoamericana ha sido conocida en todo el mundo sobre todo durante el siglo XX especialmente por su literatura (Vogt, W., 1986). La prueba contundente de ello son los seis premios Nobel de literatura que se les han otorgado a autores latinoamericanos: primero fue la chilena Gabriela Mistral (1889-1957), quien lo recibió en 1945; luego fue el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1899-1974), en 1967; posteriormente lo recibió otro chileno en 1971, militante comunista y el más grande poeta del siglo XX, Pablo Neruda (1904-1973); para el año 1982, fue el turno para el colombiano Gabriel García Márquez (1927-) cuya obra ha quedado indisolublemente ligada al realismo mágico de su libro Cien años de soledad; también el mexicano Octavio Paz (1914-1998) recibió este reconocimiento en 1990 especialmente por sus textos poéticos. Para el año 2010, le tocó el turno al peruano Mario Vargas Llosa (1936-), con una decisión que fue anunciada el 7 de octubre de ese año. Este autor señala cómo en Paris descubrió lo que era América Latina a través de la literatura: “ahí leí a Borges, a Octavio Paz, a Cortázar, García Márquez, Fuentes, Cabrera Infante, Rulfo, Onetti, Carpentier, Edwards, Donoso y muchos otros… América Latina no era sólo el continente de los golpes de Estado, los caudillos de opereta, los guerrilleros barbudos y las maracas del mambo y el chachachá, sino también ideas, formas artísticas y fantasías literarias que trascendían lo pintoresco y hablaban un lenguaje universal” (Vargas Llosa, 2010b). En la concepción de este mismo autor, el proyecto latinoamericano todavía está en pie a pesar de los nacionalismos exacerbados porque corresponde a una realidad de tipo histórico: “Para mí, América Latina es fundamentalmente eso: una especie de vórtice de toda clase de tradiciones, corrientes culturales, modos de vida, comportamientos y también de ideas y manifestaciones artísticas. Es una forma muy diversa, pero que de alguna manera va, está yendo, hacia una correspondencia. De hecho, los fenómenos se han dado mucho más con un carácter continental que con un carácter nacional... Hay en América Latina una dinámica que viene de abajo, mucho más que de arriba, aunque arriba también hay un fenómeno intelectual, desde luego, pero que responde a una realidad étnica, sociológica y a una problemática que también se da de una manera mucho más regional que nacional...América Latina puede llegar a ser lo que pienso que sería lo mejor para ella: un continente que, como está ocurriendo en Europa, vaya hacia una integración política y económica y hacia una disolución de las fronteras... La mala tendencia es el nacionalismo, la buena es la evaporación de las fronteras. Es decir, mientras más rápido se vayan des277

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vaneciendo las fronteras, todas, más pronto América Latina va a poder despegar, va a poder liberarse de los que han sido los grandes factores que han frenado sus posibilidades de desarrollo y modernización... (Vargas Ll., en Marras, 1992: 100-101). “Su verdadera identidad aparecerá en la medida en que se integre al resto del mundo. La cultura, la tradición, la lengua, una cierta idiosincrasia, una cierta ideología que tiene que ver con una historia que es muy antigua y que va a coexistir con la modernidad... Esa es la gran esperanza para América Latina, es lo que habría que intentar” (Idem, 1992: 102). En ese mismo año 2010, con el nobel de literatura anunciado ya públicamente, apareció en el mes de noviembre la última novela de Vargas Llosa, titulada El Sueño del Celta, en donde, con una referencia clara a lo salvaje del colonialismo europeo, se narra la historia del irlandés Roger Casement (1864-1916), quien se desempeñó por muchos años como diplomático inglés tanto en el Congo como en la selva amazónica del Perú y quien finalmente fue acusado de traición, condenado y ejecutado por el gobierno de Inglaterra. Las denuncias de Casement retomadas por Vargas Llosa nos presentan con mucha crudeza un siglo XX todavía dominado por una visión en donde ciertos sectores de los países industrializados se sienten los amos del mundo y ejercen su poder para extraer las materias primas del mundo subdesarrollado con lujo de violencia. La función estructural de África, América Latina y diversas regiones asiáticas se ha manifestado en esta extracción de materia prima para la producción industrial y, posteriormente con la independencia de las colonias, convirtiendo estas regiones en destinatarias de productos manufacturados e industriales –en un intercambio desigual, como lo señalara hace varias décadas Samir Amin- y en reserva de mano de obra barata para las sucursales de las empresas trasnacionales. Con cierto desprecio, por este tipo de simetría, desde los países industrializados generalizaron el término de países bananeros2 – aunque inicialmente se aplicó primero a varios países centroamericanospara todos aquellos que vivían en el mundo del subdesarrollo.

2.

El término fue utilizado por el humorista y cuentista norteamericano William Sydney Porter (1862-1910), quien, con seudónimo de O. Henry, escribió en 1904 Cabbages and Kings, que eran cuentos cortos ambientados en Centroamérica. El término lo refería específicamente a Honduras. Posteriormente se aplicó a todos los países centroamericanos y en general a toda nación con pura producción agropecuaria y mineral subordinados sus gobiernos a los intereses de las empresas trasnacionales.

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Sin embargo, en el cumplimiento de estas tareas durante el período colonial, la visión cultural de supremacía del blanco sobre el negro y sobre el indio sigue prevaleciendo en la época pos-colonial, utilizando en la mayoría de los casos a la misma religión católica que acompañaba a los enviados europeos. Son las palabras referidas por Vargas Llosa, por ejemplo, del colonizador Henry Morton Stanley en referencia a los nativos negros del Congo: “Todo esto es por su bien, claro que sí. Vendrán misioneros que los sacarán del paganismo y les enseñarán que un cristiano no debe comerse al prójimo. Médicos que los vacunarán contra las epidemias y los curarán mejor que sus hechiceros. Compañías que les darán trabajo. Escuelas donde aprenderán los idiomas civilizados. Donde les enseñarán a vestirse, a rezar al verdadero Dios, a hablar en cristiano y no en esos dialectos de monos que hablan. Poco a poco reemplazarán sus costumbres bárbaras por las de seres modernos e instruidos. Si supieran lo que hacemos por ellos, nos besarían los pies. Pero su estado mental está más cerca del cocodrilo y el hipopótamo que de usted o de mí. Por eso, nosotros decidimos por ellos lo que les conviene… Sus hijos y nietos nos darán las gracias...” (Vargas Llosa, 2010: 43) Y lo mismo pasó también con respecto a los indígenas de América, en donde no solamente los españoles sino incluso los mestizos consideraban como subhumanos a los nativos originarios. Los indios de la amazonia peruana eran representados como algo inferior dentro del imaginario de los europeos e incluso de peruanos no indígenas de Iquitos, en el Perú: “para ellos los indígenas amazónicos no eran, propiamente hablando, seres humanos, sino una forma inferior y despreciable de la existencia, más cerca de los animales que de los civilizados. Por eso era legítimo explotarlos, azotarlos, secuestrarlos, llevárselos a las caucherías, o si, si se resistían, matarlos como a un perro que contrae la rabia. Era una visión tan generalizada del indígena que… nadie se asombraba de que los domésticos de Iquitos fueran niñas y niños robados y vendidos a las familias loretanas por el equivalente de una o dos libras esterlinas” (Vargas Llosa, 2010: 209). Podemos ver con claridad que las hazañas de la independencia no cambiaron en lo estructural la situación de las nuevas naciones; cambió la pertenencia del territorio con respecto a España a las autonomías nacionales en donde los criollos fueron los nuevos dominantes, pero la situación del indígena siguió siendo la misma. Lo reconoce el mismo escritor en su discurso de aceptación del premio Nobel: “Al independizarnos de España, hace doscientos años, quienes asumieron el poder en las 279

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antiguas colonias, en vez de redimir al indio y hacerle justicia por los antiguos agravios, siguieron explotándolo con tanta codicia y ferocidad como los conquistadores y, en algunos países, diezmándolo y exterminándolo. Digámoslo con toda claridad: desde hace dos siglos la emancipación de los indígenas es una responsabilidad exclusivamente nuestra y la hemos incumplido” (Vargas Llosa, 2010b). Estamos en esta perspectiva ante una posición valiente y lúcida del nuevo premio nobel de la literatura. El Ensayo Político sobre el reino de la Nueva España de Alexander Humboldt ya había mencionado esta concepción cultural a principios del siglo XIX: “Es claro que en un país gobernado por los blancos, las familias que se cree tienen menos porción de sangre negra o mulata, son naturalmente las más honradas. En España es una especie de título de nobleza el no descender ni de judíos ni de moros; en América, la piel, más o menos blanca, decide el rango que ocupa el hombre en la sociedad” (Humboldt, 1978); el color de la piel decidía el lugar del ser humano en la colonia, en donde incluso había notables diferencias entre los españoles nacidos en España y los españoles nacidos en América. Anteriormente, se había llegado al extremo de las opiniones de Corneille de Pauw (1739-1799), holandés del período de la Ilustración y que llegó a ser considerado el mejor conocedor del subcontinente español y de sus habitantes sin haberlo visitado nunca; por ello, al hablar de los nativos, este autor señala lo siguiente: “Pero aun siendo así sus cuerpos, todavía son más imperfectos sus almas. Carecen de memoria, al punto que hoy no recuerdan lo que hicieron ayer. No saben reflexionar ni ordenar sus ideas, ni son capaces de mejorarlas, ni de pensar, porque en sus cerebros solo circulan humores gruesos y viciosos. Su voluntad es insensible a los estímulos del amor y de cualquier otra pasión. Su pereza los tiene sumergidos en la vida salvaje. Su cobardía se manifestó en la conquista... Sus vicios morales corresponden a estos defectos físicos. La embriaguez, la mentira y la sodomía son comunes en las islas, México, el Perú y en todo el nuevo continente. Vivían sin leyes. Las pocas artes que conocían eran muy groseras. La agricultura estaba entre ellos enteramente abandonada, su arquitectura muy mezquina y más imperfectos todavía sus instrumentos” (Pauw, 1774). Su obra quiere enfatizar la inferioridad natural de los indígenas de la Nueva España, que daba pie y fundamento a una relación asimétrica, recogiendo la tradición que ya Francisco Ginés de Sepúlveda (1490-1573) había dejado en el siglo XVI en su disputa con Bartolomé de las Casas: “los indios son gente de rudo ingenio, servil por

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naturaleza y, por consiguiente, obligada a someterse a otras gentes de mayor talento, cuales son los españoles”. La realidad de la explotación colonial en el Congo y en el Putumayo de la selva amazónica de principios del siglo XX fue presentada en amplios informes al gobierno inglés por el personaje histórico de la novela de Vargas Llosa; sin embargo, ya desde siglos atrás, otros autores habían dado cuenta de la Visión de los Vencidos: “Se nos puso precio. Precio del joven, del sacerdote, del niño y de la doncella. Basta: de un pobre era el precio sólo dos puñados de maíz, sólo diez tortas de mosco; sólo era nuestro precio veinte tortas de grama salitrosa” (León P., 2003: 169). También Bartolomé de las Casas lo había señalado con claridad en su Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias al hablar de las injusticias cometidas contra los indios: “Lo cual visto, y entendida la deformidad de la injusticia que a aquellas gentes inocentes se hace, destruyéndolas y despedazándolas sin haber causa ni razón justa para ello, sino por sola la codicia e ambición de los que hacer tan nefarias obras pretenden” (Casas B. de las, 1552: 2). De manera semejante, lo atestigua Bernardino de Sahagún en su Historia general de las cosas de Nueva España: “Esto a la letra ha acontecido a estos indios, con los españoles, pues fueron tan atropellados y destruidos ellos y todas sus cosas, que ninguna apariencia les quedó de lo que eran antes. Así están tenidos por bárbaros y por gente de bajísimo quilate” (Sahagún, citado en León P., 2003:19). En este sentido, podemos rescatar la visión de la literatura latinoamericana expresada en la última novela de Vargas Llosa en 2010 como una nueva denuncia contra el colonialismo pero en un período poscolonial que alcanza también hasta el siglo XXI, vinculándose también con lo expuesto recientemente por Isabel Allende en La isla bajo el mar, con sus historias sobre los esclavos de Haití y la situación del esclavismo en las zonas del sur de los Estados Unidos. ¿Son los indígenas americanos y los negros africanos considerados todavía como menores de edad? Parece que, a pesar del avance en los derechos humanos y en las leyes, en la visión cultural de numerosos grupos prevalece todavía esta concepción; los ideales de la revolución francesa (liberté, egalité, fraternité) todavía no se han impregnado bien en la mente de las nuevas generaciones, incluso en el siglo XXI. Ciertamente las razones de la Academia del Nobel se quedan en generalizaciones al mencionar que otorgaron dicho premio literario “por su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes de la resistencia individual, la revuelta y la derrota” (Nobelprize.org); sin 281

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embargo, la denuncia literaria llega al interior de las mismas naciones desarrolladas cuando el propio personaje extiende su posición anticolonial a la resistencia y lucha de Irlanda por su independencia frente a la Inglaterra del siglo XX. Pero en el mismo Vargas Llosa hay que considerar la cita que él mismo pone en el epígrafe de la novela: es una cita de Rodó, en donde se afirma que un hombre puede ser muchos hombres. El personaje de Roger Casement es, en este sentido, multi-fascético: diplomático por muchos años del gobierno inglés pero acabó siendo considerado un traidor y ejecutado por ello; defensor de los derechos humanos y abiertamente homosexual según su propio diario; defensor de la independencia de Irlanda pero considerado tibio por los mismos promotores de la rebelión de la Pascua en Irlanda en 1916, etc. La misma cita de José Enrique Rodó podemos aplicarla también al propio Mario Vargas Llosa quien, a pesar de las denuncias al colonialismo y su defensa constante de la democracia, ha tenido tantas posiciones políticas durante su vida para caminar desde la izquierda –como lo recuerda en su Historia de Mayta- hasta como ha sido considerado en las últimas décadas, un claro defensor del neoliberalismo y de la ideología de la derecha. Su discurso en la recepción del premio nobel de literatura en Suecia, el 7 de diciembre del 2010, muestra, por ejemplo, algunas de sus caras: “En mi juventud, como muchos escritores de mi generación, fui marxista y creí que el socialismo sería el remedio para la explotación y las injusticias sociales que arreciaban en mi país, América Latina y el resto del mundo”. Pero cambió y experimentó –dice- el “tránsito hacia el demócrata y el liberal que soy” (Vargas Llosa, 2010b). ¿Quién es Mario Vargas Llosa actualmente? Puede ser uno y muchos, como la América latina variada que conocemos, pero en los últimos años, a pesar de numerosas posiciones progresistas de la democracia liberal, se ha esforzado mucho por llegar, aparecer y ser representante de una extrema derecha recalcitrante y confrontación con los regímenes de Cuba y Venezuela a los que llama “dictaduras” y con los gobiernos de Bolivia y Nicaragua a los que menciona como “seudodemocracias populistas y payasas” (Vargas Llosa, 2010b). Se olvida que en todos estos países, sus gobiernos son frutos de la misma democracia liberal en donde las reglas electorales se han cumplido cabalmente. 282

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En el caso de su mismo país natal, el Perú, el novelista tendría después una postura errática durante el proceso electoral presidencial del año siguiente al Nobel cuando solamente quedaron para los comicios de la segunda vuelta, Keiko, la hija de su principal enemigo político Alberto Fujimori –a quien no le perdona que le haya ganado, dentro del marco de la misma democracia liberal que él defiende, las elecciones presidenciales de 1990-, y el nacionalismo de izquierda de Ollanta Humala: al quedar solamente para los electores la opción entre estos dos candidatos, se refirió a ellos señalando que en el Perú no había opción más que entre estar en estado de coma o tener sida; cambió de postura a última hora para sumarse al posible ganador. En el mismo discurso del Nobel 2010, llegó a considerar como un gran ejemplo a tan diversos países para meterlos en un solo costal: “Brasil, Chile, Uruguay, Perú, Colombia, República Dominicana, México y casi todo Centroamérica”. Desde su punto de vista parece que, con el hecho de que haya elecciones (“mal que mal, la democracia está funcionando” –dice ahí mismo), ello ya es suficiente, aunque esto no lo admite para Venezuela, Bolivia y Nicaragua. En el caso de Centroamérica, al novelista se le olvidaron los nombres de esas pequeñas naciones y también se le olvidó mencionar -¿intencionalmente?- que en Honduras hay un gobierno que es producto de un violento golpe de Estado y que se constituyó en la mayor amenaza política para todas las democracias latinoamericanas: ¿hay alguna postura condenatoria de la democracia liberal sobre el gobierno de Porfirio Lobo? Parece que en este caso se le olvidó su concepción tan profunda expresada en el mismo discurso de que “una dictadura representa el mal absoluto para un país” y de que es “una fuente de brutalidad y corrupción”. Aquí encontramos una de las más grandes contradicciones políticas del nuevo premio nobel de la literatura latinoamericana: en Venezuela, Bolivia y Nicaragua se cumplen fielmente todas las reglas de la democracia liberal con procesos electorales supervisados internacionalmente pero, para él, son dictaduras o pseudodemocracias; sin embargo, ni siquiera se preocupa por mencionar el intento de golpe de Estado contra un presidente legítimo como Hugo Chávez en 2002 y, sobre todo, el golpe de estado de facto del 2009 contra otro presidente electo democráticamente como Manuel Zelaya en Honduras. Volvamos, sin embargo, a la grandeza de la literatura como creación mágica y como expresión de nuestra realidad. El texto del premio nobel literario en el discurso de aceptación en Estocolmo lo titula Elogio de la lectura y la ficción. La admiración por innumerables autores leídos, 283

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desde Homero hasta Amado Nervo, Neruda, Orwell, Cervantes, Tolstoi, Camus, etc. lo llevó a descubrir la gran revelación. “Además de revelarme los secretos del oficio de contar, me hicieron explorar los abismos de lo humano, admirar sus hazañas y horrorizarme con sus desvaríos. Fueron los amigos más serviciales, los animadores de mi vocación, en cuyos libros descubrí que, aun en las peores circunstancias, hay esperanzas y que vale la pena vivir, aunque fuera sólo porque sin la vida no podríamos leer ni fantasear historias” (Vargas Llosa, 2010). Podemos decir entonces que América Latina se ha representado históricamente de una manera maravillosa en la literatura porque ahí se ha encontrado una enorme vitalidad relacionada con la ambición por llegar a mejores etapas de desarrollo e integración, aunque contrasten tanto con la realidad empírica del subdesarrollo que todavía no podemos dejar. Podemos, en este caso, alegrarnos con la recepción de este premio nobel para Latinoamérica en el 2010, siguiendo esa concepción expresada por el novelista de que “La literatura introduce en nuestros espíritus la inconformidad y la rebeldía, que están detrás de todas las hazañas que han contribuido a disminuir la violencia en las relaciones humanas” (Vargas Llosa, 2010b). Sin embargos, tampoco podemos caer en el idealismo optimista de esta visión porque sabemos perfectamente que el ser humano, como lo mencionaba Kant, tiene bien impregnada la tendencia hacia la sociabilidad pero también le es inherente la insociabilidad; en los tiempos modernos, Edgar Morin ha señalado por su parte que el ser humano es ciertamente un homo sapiens, pero también surge de su interior el homo demens que es capaz de salvajismo y destrucción en la misma época de la modernidad. Por ello, la literatura no solamente es expresión de rebeldía e inconformidad con el orden establecido; también hay, por un lado, expresiones literarias alienantes y retrógadas y, por otro, hay literatos seguidores y apoyadores del statu quo. Ahí están las obras de nuestros premios nobel latinoamericanos tan diversas que van desde un Neruda y García Márquez hasta un Octavio Paz y Vargas Llosa, aunque haya también coincidencias fundamentales entre todos en algunos puntos. Ahí están las expresiones contrastantes de Guillermo Cabrera Infante3 a quien le repatea el concepto de identidad y de integración, y del mismo Vargas Llo-

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Cabrera Infante ha señalado con claridad: “La idea de que yo sea un latinoamericano realmente me revienta el hígado” (Cabrera, en Marras 1992: 76).

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sa quien es un entusiasmado con el proyecto de integración de América Latina. De esta manera, coincidimos con el nuevo premio nobel cuando menciona que “un mundo sin literatura sería un mundo sin deseos ni ideales ni desacatos, un mundo de autómatas privados de lo que hace que el ser humano sea de veras humano: la capacidad de salir de sí mismo y mudarse en otro, en otros, modelados con la arcilla de nuestros sueños” (Vargas Llosa, 2010b). A partir de esto, uno de los grandes proyectos en nuestra América Latina no sólo está en seguir produciendo literatos de alta calidad sino difundirlos para que sean más leídos dentro de una población que –aparte de ciertos niveles existentes todavía de analfabetismo- está poco acostumbrada a leer. Una muestra de esto son las estadísticas para México dadas a conocer por la OCDE y la UNESCO: “el mexicano promedio lee 2.8 libros al año” (Sheridan, 2007). Aquí está uno de los grandes retos culturales que debemos afrontar entre todos. Pero también hay que señalar que la lectura debe ir acompañada de una mínima capacidad crítica para distinguir las buenas y las malas propuestas de los propios literatos, que son a su vez producto de lo variado de la sociedad civil latinoamericana. Echemos una nueva vista a los seis premios Nobel de literatura que tiene Latinoamérica y, con sus nombres simples y sus historias, sabemos perfectamente que no todos nos ofrecen el mismo imaginario para la región, sobre todo cuando los autores se involucran en posiciones políticas específicas y controvertidas. De esta manera, podemos distinguir en el discurso de Vargas Llosa Elogio de la lectura y la ficción tantas cosas valiosas y otras tantas tan deleznables y vacías, lo que es propio de cualquier ser humano con sus luces y sombras. Nos queda esta gran felicidad de que la región latinoamericana se sigue reconociendo mundialmente a través de la literatura, un elemento fundamental de la cultura que nos puede propiciar imaginarios que nos alejan del letargo y la resignación. Promovamos la lectura de todos estos autores ganadores del nobel, sobre todo de aquellos que nos impulsan hacia la perspectiva de una imaginación creadora que haga surgir de la población mejores actores sociales frente a cualquier régimen autoritario de gobierno, sin olvidar tampoco que hay nuevos colonialismos –como la misma Inglaterra con sus pretensiones imperiales sobre las Islas Malvinas- que deben ser derrotados con el apoyo de todos los pueblos y gobiernos latinoamericanos.

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Las luchas comunitarias contra el “colonialismo turístico”. El caso de los garífunas

Nicolás Rey La comunidad garífuna, repartida a lo largo de la costa caribeña de América central, nació del encuentro durante el siglo xvii en la isla de San Vicente, de esclavos negros en fuga (los negros cimarrones) y de los amerindios caribes que resistían al avance de los colonos ingleses y franceses en las Antillas menores. Estos “resistentes”, llamados en la época colonial caribes negros, fueron deportados de San Vicente por los ingleses a finales del siglo xviii, hacia América central. Fueron integrados como milicias en el Reino de Guatemala (actual América central) para defender las costas del imperio español, en contra de los ataques ingleses. Y luego participaron en la formación de los Estados modernos de Guatemala, Honduras, Nicaragua y Belice, dónde están todavía presentes. Hoy, sus actividades económicas “tradicionales”, la agricultura y la pesca, están en crisis, mientras pierden cada vez más sus tierras sobre las cuales están instalados desde más de dos siglos en América central, frente a la multiplicación de “proyectos” hoteleros transnacionales favorecidos por los gobiernos. Sin embargo, los convenios internacionales tales como el artículo 169 de la Organización Internacional del Trabajo (oit), sirven para proteger su identidad, su cultura, sus derechos colectivos sobre la tierra, derechos que han sido reconocidos por los países signatarios pero cuyos gobiernos olvidaron rápidamente sus compromisos. A pesar de todo este contexto, los garífunas, por esencia “en resistencia”, no se dan por vencidos…

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Los garífunas, entre “colonialismo turístico” y convenios internacionales que se supone los protegen en sus tierras Así como lo precisó Luke (1997) y lo recordó Alan Russell (2005), se desarrolló en los países emergentes una nueva forma de neocolonialismo ecológico, definido por el término de ecocolonialismo que se apoyaba en la preservación de los recursos naturales, pero no a favor de las poblaciones locales sino para satisfacer en prioridad a la demanda turística occidental. En el Plan Puebla Panamá (desde el 15 de junio de 2001), varias organizaciones vieron muy temprano una tentativa de fortalecimiento del neocolonialismo a través del turismo, abriendo los recursos naturales de Mesoamérica (energías, paisajes) a la inversión transnacional, en detrimento de las poblaciones mientras se pretendía que les sería benéfico (Federación Luterana Mundial, 2002, p. 6). En La Voz de los de Abajo (Ofraneh, 2010), se presenta de manera muy clara la postura de la principal organización garífuna de América Central, la Ofraneh, en su lucha para la democracia, la igualdad de derechos para todos en particular los afrodescendientes e indígenas; ha expresado su rechazo al golpe de Estado del 2009 en Honduras y al supuesto desarrollo turístico llevado por las transnacionales y las autoridades. Miriam Miranda, la coordinadora general de Ofraneh, habló sobre como los garífunas sufren porque ellos viven en una zona estratégica en la playa: Antes fue decidido que el turismo sería clave para la economía del país —una idea equivocada porque no tenemos las condiciones necesarias para desarrollar aquella clase de turismo—. El garífuna vive en la playa y nuestras comunidades están en resistencia permanente porque la política del gobierno protege inversiones extranjeras e internacionales corporativas. La vida en aquella área es un privilegio, pero también un desafío (Ofraneh, 2010). Hay un megaproyecto de turismo por desarrollar en Tela que incluirá una cancha de golf, aunque ni siquiera Costa Rica ha sido capaz de hacer esa clase de trabajo de turismo. La infraestructura para el proyecto casi está hecha. La comunidad garífuna de Barra Vieja con sus 117 familias es la espina en el pie del proyecto. El Instituto Hondureño del Turismo (iht) no puede negociar una solución y parece que habrá un despojamiento violento de la comunidad. En este caso, cuando Zelaya era el presidente, él no podía oponerse a los inversionistas. Le enviamos muchas cartas avisándole del problema a lo largo de los dos años de intentos de negociaciones. Este proyecto causaría la desaparición completa de Barro Viejo.

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Otros los problemas afrontados son la presencia del tráfico de droga en la región y el cambio climático, que trae más tormentas y causa estragos que obligan a la gente a abandonar sus comunidades. A causa del problema de la impunidad hemos llamado a las organizaciones de derechos humanos para hacer nuestros problemas visibles y traer organizaciones internacionales a nuestra zona del país para observar la situación […] Estamos bajo vigilancia debido a nuestra participación en la resistencia y porque nuestras posiciones desafían los intereses de los poderes de la elite en el país (Ofraneh, 2010).

Durante más de dos meses después del golpe, Ofraneh se movilizó en Tegucigalpa para participar en la resistencia: No se trataba de defender a Mel Zelaya, él era una persona que en el momento jugó un papel importante, ya que él consultó con organizaciones como la Ofraneh sobre las realidades que nos afectan. La organización fue a Tegucigalpa para la restitución de Zelaya, por respeto a la constitucionalidad, y por una democracia participativa no solamente representativa […] Los enemigos de Zelaya son aún más nuestros enemigos porque nosotros estábamos en la resistencia antes y permanentemente (Ofraneh, 2010).

Fue Ofraneh, junto con la organización indígena Copinh, quien presentó la propuesta de reforma de la Constitución. “La asamblea nacional constituyente es importante para que la gente pueda decir cuáles son sus prioridades. El pueblo garífuna sigue comprometido con la lucha por una asamblea constituyente popular”. Esa situación de despojo de sus tierras y pérdida de sus actividades como la pesca frente a los intereses de las transnacionales se acentúa a pesar de la firma del Convenio sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes (Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo) por países como Honduras o Guatemala. El Convenio 169 de la oit precisa que se tiene que respetar al uso “ancestral” de las tierras por las comunidades, y sancionar a los que contravienen a este derecho, tal como lo señalan los siguientes artículos: Artículo 14. Deberá reconocerse a los pueblos interesados el derecho de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan. Además, en los casos apropiados, deberán tomarse medidas para salvaguardar el derecho de los pueblos interesados a utilizar tierras que no estén exclusivamente ocupadas por ellos, pero a las que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de subsistencia […]

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Nicolás Rey Artículo 18. La ley deberá prever sanciones apropiadas contra toda intrusión no autorizada en las tierras de los pueblos interesados o todo uso no autorizado de las mismas por personas ajenas a ellos, y los gobiernos deberán tomar medidas para impedir tales infracciones (Morales, 2001, pp. 239-242).

En Guatemala, los Tours Operators y el desmantelamiento de los servicios públicos fragilizan a la comunidad En Guatemala, en la principal ciudad garífuna del país, Livingston, la agricultura y la pesca, tradicionales en esa comunidad, estuvieron abandonadas al mismo tiempo que lo eran las periferias rurales que vivían hasta ahí principalmente de estas actividades. Los garífunas, para seguir sobreviviendo, tuvieron que apoyarse más sobre las remesas enviadas por los miembros de su familia emigrados a eu. Algunos están empleados pero en actividades subalternas (guías turísticos) por los “ladinos”1 propietarios de la inmensa mayoría de los restaurantes, para satisfacer el turismo europeo y norteamericano (canadienses y estadounidenses). Y estos pocos guías garífunas no tienen la formación oficial requerida para hacer frente a los empleados certificados por el Instituto guatemalteco del turismo (Inguat, fundado por el régimen militar al poder en 1967), o a los que vienen directamente con los cruceros europeos y norteamericanos. Así, el turista proviene de todo el país y del extranjero para ver y compartir la cultura garífuna en “la ciudad negra” de Guatemala, pero los que gozan de los beneficios son ante todo los descendientes de colonos y los europeos, que se aprovechan de la imagen “exótica” de Livingston, sin que los primeros concernidos, en este caso, los afrodescendientes que la fundaron, obtengan una verdadera ganancia. Además, el desmantelamiento del Estado y de los servicios públicos, acentuado por la firma de tratados de libre comercio (tlc), inscritos en una vasta política de neoliberalización, golpea duro a la población garífuna. Desde la privatización en 1999 de la Distribuidora Eléctrica de Oriente sa (Deorsa), comprada por la empresa española Unión Fenosa sa, los precios no dejaron de aumentar, para alcanzar entre 70 y 120 dólares por hogar, cantidades de dinero ya elevadas en sí pero exorbitantes para los hogares garífunas pobres o de la clase media. Y los espacios abiertos al turismo en mano

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En Guatemala, se les dice “ladinos” a los descendientes de los europeos —principalmente españoles— llegados durante la época colonial.

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de los garífunas, como el bar Ubafu —situado en el centro de la ciudad, donde grupos de música tradicional suelen reunirse—son muy poco frecuentados cuando abren sus puertas, porque no pueden funcionar por causa de facturas impagadas de electricidad. Ciertos habitantes entrevistados durante mi última visita a Livingston en mayo de 2010 afirmaron que tuvieron que “intimidar” a los técnicos que vinieron a cortarles la electricidad para que la restablecieran en sus hogares. En el marco de los acuerdos de paz firmados el 31 de marzo de 1995 en México por las Naciones Unidas, la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca (urng) y el gobierno en ejercicio, que precisamente se refieren a los derechos, las identidades y la cultura de los pueblos indígenas de Guatemala, existe un artículo sobre la “adquisición de tierras para el desarrollo de las comunidades indígenas”, que prevé devolver tierras a las comunidades indígenas que las necesitan para su desarrollo. Precisamente es en el marco de un proyecto de desarrollo que se inscribió la entrega de un terreno hacia una asociación garífuna en periferia de Livingston (situado sobre el territorio del municipio limítrofe, Puerto Barrios) en 2000 para hacer ecoturismo. Esto habría permitido preservar las tradiciones garífunas en materia de conocimiento medicinal y de actividad agrícola, valorizando su cultura al nivel nacional, o internacional. Pero este proyecto, según sus testimonios, no ha tenido éxito; sin embargo, otras iniciativas de ecoturismo están en preparación desde 2010, con una de las asociaciones líder, la Onegua (Organización Negra Guatemalteca). En Honduras, los megaproyectos hosteleros atentan contra los derechos comunitarios sobre la tierra y el uso del mar En Honduras, los garífunas que habitan dos islas situadas a 20 kilómetros de la costa, Chachahuate y Cayo Menor (el conjunto es llamado Cayos Cochinos), están en conflicto con el gobierno y el World Wildlife Fund (wwf), que con el pretexto de preservar el entorno y los recursos naturales de la zona, así como el de dinamizar la economía de las comunidades instaladas allí, satisfacen en realidad —primero y ante todo— sus propios intereses. El wwf tiene por bajo su control cerca de un tercio del territorio de Belice, país vecino donde también comunidades garífunas están instaladas a lo largo de la costa. Los garífunas de Cayos Cochinos viven principalmente de la pesca, y pueden así financiar las escuelas de sus niños sobre la tierra firme. En 291

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respuesta a los desastres naturales de El Niño y del ciclón Mitch a finales de los años 1990, la zona de pesca de los garífunas fue particularmente afectada (corales devastados), mientras que la industria marina de tipo más moderno impone una competencia desleal. Por fin, la Honduran Coral Reef Fundation, apoyada por el wwf, estableció en 2004 un plan de gestión de Cayos Cochinos, oficialmente para preservar la zona de las degradaciones sufridas por la fauna y la flora marinas… Pero en los hechos, esto amplió el traslado de los garífunas hacia zonas todavía más lejanas de donde pescaban tradicionalmente, dejando así el campo libre al desarrollo de un turismo bajo control de las transnacionales. Así, el Instituto Nacional del Turismo apuesta a un turismo de masa con megaproyectos en zonas consideradas de alto potencial turístico como lo son las islas de la Bahía (Daltabuit Godas, Vázquez, Cisneros y Ruiz, 2006, p. 303). En la isla de Roatán, aunque la mayoría de las infraestructuras ligeras (cabañas) todavía están en manos de los garífunas, ellos pierden terreno frente a los extranjeros que son cada vez más y más numerosos en invertir acá, sin que los beneficios sirvan para la preservación y el mejoramiento del entorno. Ahora bien, una de las principales causas de degradación medioambiental de la zona se debe precisamente a la expansión rápida e incontrolada de la industria turística, particularmente en la principal isla de la Bahía, Roatán (donde los garífunas deportados de San Vicente habían sido desembarcados, en 1797, por los ingleses). La destrucción del medio ambiental se aceleró con el aumento de la sedimentación, la degradación de los ecosistemas, la contaminación por residuos sólidos y prácticas inapropiadas de anclaje de los barcos. Las nuevas generaciones, “más globalizadas” que las anteriores, mejor escolarizadas también y sin ganas de sufrir la misma pena en el trabajo que sus padres (a veces 80 horas a la semana en el mar para la pesca), optan más por oficios como guía turístico. Los garífunas no ven en el turismo una amenaza para su cultura y sus costumbres, pero al mismo tiempo, consideran que esta actividad genera primero empleo para los extranjeros, y no para ellos. Russel (2005) opina que existe la posibilidad para los garífunas de diversificar sus actividades a través del turismo, pero no se enfoca mucho sobre los problemas que esta actividad acarrea a esa comunidad en términos territoriales. Porque mientras más pierden el control sobre sus zonas de pesca, más serán obligados los garífunas a abandonar su territorio, o a quedarse para trabajar en profesiones subalternas, como guías para los tours operators dominados por extranjeros 292

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y los blancos hondureños. Muchos representantes de las comunidades negras y amerindias en lucha para la defensa de sus derechos colectivos sobre la tierra en Honduras han sido asesinados (Trucchi, 2010): El desarrollo del megaproyecto turístico Los Micos Beach Resort está afectando gravemente a las comunidades garífunas que surgen en la zona de Bahía de Tela. Años de lucha que han costado represión, encarcelamiento y asesinatos no han detenido el avance del proyecto, en el que están involucrados empresarios nacionales y organismos financieros internacionales. […] En total de 312 hectáreas, propiedad del Instituto Hondureño de Turismo (iht), que en 2003 traspasó el inmueble a la Sociedad Mercantil Desarrollo Turístico Bahía de Tela, sa de cv, a cambio de 19 millones de dólares. Para hacer posible la realización del proyecto, el gobierno nacional emitió en 2004 un decreto permitiendo la privatización de las playas. Además, el gobierno municipal de Tela incluyó en el casco urbano de la ciudad a todas las comunidades garífunas de la zona, facilitando la venta de territorios ancestrales a los empresarios. Ante la resistencia de las comunidades garífunas se desató una fuerte represión. Divisiones internas, militarización, hostigamiento, destrucción de viviendas, encarcelamientos ilegales y el asesinato de dirigentes garífunas, no lograron sin embargo detener la lucha. […] El vicepresidente de Ofraneh explicó que no se oponen al desarrollo turístico, “pero apostamos a un modelo ligado a la preservación de nuestros recursos naturales, nuestra cultura, en armonía con la madre naturaleza. Un garífuna sin un medio ambiente saludable no es nada. Estamos a favor del desarrollo —subrayó López—, pero desde la cosmovisión de los pueblos. Queremos un turismo consciente, social”.

Desde más de dos décadas, el gobierno cómplice de las transnacionales ha elaborado todo un aparato legislativo, tal como una ley agraria abiertamente neoliberal, que aniquila todas las reformas agrarias anteriores, para alcanzar sólo un objetivo: privatizar la tierra, desmembrando los terrenos colectivos comunitarios. Así en 1992, la Ley para la Modernización y el Desarrollo del Sector Agrario (lma) ha sido creada para facilitar la inversión extranjera o nacional, exterior a las comunidades étnicas instaladas sobre las tierras colectivas que desde entonces podían ser vendidas en pequeñas parcelas, gracias a esta nueva ley. Las políticas pasadas favorecían la preservación de las tierras colectivas para el interés y el bien común. En 1993, la reserva biológica de Cayos Cochinos fue creada por decreto presidencial, imponiendo una moratoria sobre la explotación de los fondos marinos en una zona de cinco millas alrededor de las islas ocupadas por los garífunas, forzándolos a ir a pescar mucho 293

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más lejos. Garífunas en resistencia y sus aliados activistas prolongaron su acción informando2 a las instancias internacionales, tal como la FoodFirst Information and Action Network (Brondo y Woods, 2007, p. 6; Anderson, 2000, pp. 222-223). En Honduras, las mujeres se han organizado, como en el Departamento de Colón en el norte del país, a través de una cooperativa en forma de empresa comunitaria llamada Mutu (“conjunto”, en garífuna). El proyecto ofrece preservar no sólo la fauna y la flora de ambos parques nacionales presentes en el sector, sino que también defiende la tradición y la cultura garífunas. Hay viviendas de madera para recibir a los turistas, obedeciendo a la arquitectura tradicional garífuna integrada en el entorno natural, conectadas con energía solar, agua potable, y está también previsto un programa de tratamiento de residuos. Es un proyecto ecoturístico verdaderamente global, en el cual las mujeres garífunas proponen también una prevención contra la malaria, vigilan los caminos y el respeto del entorno, velan por el desarrollo colectivo, e intentan aportar una respuesta a la pobreza, apoyándose en la diversidad cultural y biológica de la costa caribeña de Honduras (Voz Comunitaria, 2004, p. 4). Pero percibimos bien que en filigranas, este tipo de proyecto de un pequeño capitalismo “comunitario” de mujeres, apoyado por la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente de Honduras, así como por las Naciones Unidas, es sólo una gota de agua en un océano de intereses transnacionales que expanden hoteles en toda la costa. Conclusión Durante la colonia, los garífunas tuvieron un papel decisivo en la defensa de la costa de América Central (cf. la Gazeta de Guatemala del 17 de mayo de 1797, y del 18 de junio de 1799, Rey, 2005, p. 143). A cambio, se les otorgaron tierras para instalarse a lo largo de la costa caribeña y así seguir protegiendo los intereses de la Corona española, en esa parte del continente americano. En el siglo xx, los garífunas formaron una gran parte de la mano de obra para las “bananeras”, como la United Fruit Company, llamada la “Frutera”, que hacía y deshacía a su modo los gobiernos de América central, lo que valió para estos países la desgra2. La fian escribió al presidente hondureño, denunciando su política de violación de los tratados internacionales firmados por su país.

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Las luchas comunitarias contra el “colonialismo turístico”. El caso de los garífunas

ciada denominación de “repúblicas bananeras”3. Poco a poco, los garífunas supieron conquistar espacios de visibilidad con el fin de hacer valer sus derechos en el seno de las Naciones de América Central, siempre arriesgando su vida. Hoy todavía queda mucho por obtener; las luchas se inscriben en la continuidad, como se señala a continuación: […] resulta interesante que sus reivindicaciones más que retóricas buscan espacios reales y soluciones inmediatas. Luchas que logran objetivos que se incrustan en la agenda de la nación beliceña y por lo tanto con mayor impacto. Un ejemplo de esto, es la incorporación del día del garífuna como fiesta nacional, una celebración de todos los demás beliceños a los garinagú, un ejemplo que nos da esta joven nación del Caribe continental. […] En Honduras, la lucha ha sido larga y sin duda su densidad numérica ha sido determinante en el pulso de las negociaciones. En 1936, sucede un evento que sin duda puede constituirse en un hito en la lucha de los garinagú, pero que además va a determinar la estrategia de su futuro. Nos referimos a la llamada Masacre de San Juan (un pueblo contiguo a Tela), resultado de las presiones entre conservadores y liberales por lo que el dictador Tiburcio Carías Andino, ordena reprimir. Desde 1916 habían sostenido luchas laborales en el marco de reivindicaciones contra la Cuyamel Fruit Company. A partir de este entonces, el banano iría caminando en posición ascendente. Estos son los antecedentes para que en las décadas de los sesentas y setentas los primeros garinagú profesionales hondureños consoliden la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh), que será la antesala de futuras organizaciones. Vale señalar que ésta se presenta como una iniciativa que luego van a imitar otros grupos indígenas. […] En el caso guatemalteco las organizaciones garífuna no pudieron caminar con la fuerza de los movimientos beliceños y hondureños. Sin embargo, los pasos debieron ser sólidos a juzgar por la madurez con la que actúa hoy Onegua. Ésta, además, ha logrado colocarse estratégicamente en la visión regional; logrando que sus enunciados sean congruentes con sus diversas relaciones interculturales nacionales y regionales (Arrivillaga, 2003, pp. 280-283).

3.

El golpe de Estado de 1954 contra el gobierno progresista de Jacobo Arbenz Guzmán en Guatemala, es atribuido a la cia y la Frutera; para el golpe del 2009 en Honduras hay denuncias que mencionan el apoyo del embajador de Estados Unidos en dicho país. A pesar de avances indiscutibles en procesos de democratización, parece que en medio siglo, hay injerencias y complicidades que no han cambiado mucho en América central.

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Nicolás Rey

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Olvidados por la guerra. Vueltos a la guerra: infancia transmigrante en territorio mexicano

Ramón Gómez Zamudio Parece ser que en Centroamérica, el surgimiento de nuevas áreas problemáticas, como el aumento de la delincuencia, profundización de la pobreza y la competencia global, así como de la continuación de antiguos problemas, que incluyen la falta de integración regional, desigualdad social y la corrupción, representan serios desafíos para los 35 millones de centroamericanos. En gran parte, esto refleja el hecho de que en Centroamérica las elites políticas aún se resisten a adoptar una identidad política democrática. De ahí que la región se encuentre en un momento clave de su historia, en el cual la atención y el apoyo, así como la carencia de éste, sean factores importantes para determinar su futuro Orozco, 2003

Es difícil borrar de la memoria las tragedias que un conflicto armado ocasiona. La población civil se ve involucrada de la peor manera. Familias y comunidades enteras se convierten en blanco doble de la agresión, de la violencia, de la masacre de que son objeto, al trágico tono del cañón y del fusil en que se sustentan las estrategias para matar. El Salvador, Guatemala y Nicaragua recién emergen de una pesadilla que ha desmembrado familias; que ha mutilado sueños y que ha erosionado esperanzas. A mediados de los años noventa, sin embargo, lo peor parecía superarse, a tono con los Acuerdos de Paz que se firmaban en la región.1 1.

Guatemala firmaba un acuerdo de paz en 1996; El Salvador, en 1992; Nicaragua, en 1989.

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Ramón Gómez Zamudio

Las democracias prometían mejores futuros. Los sueños apuntaban a la reconstrucción de una región que les debía mucho a sus ciudadanos. Veinte años después de instauradas formalmente las democracias, las cosas parecen no haber cambiado sustancialmente. El macabro triángulo de la corrupción, de la política y de la delincuencia se ha asentado como modo de vida y de sobrevivencia. Con una de las más altas tasas de delincuencia en el mundo, de desempleo y, por consiguiente, de pobreza, la población tiene muy pocas oportunidades de gestionarse una vida digna. A tono con los tiempos, hoy se lucha por la sobrevivencia. Las opciones, angostísimas, representan elecciones entre lo malo y lo menos peor: delinquir, medio vivir o emigrar. Esta última opción ya no es exclusividad de los hombres; hoy, mujeres y niños, por igual, emprenden un exilio de los más peligrosos del mundo: transitar por territorio mexicano para poder llegar a los Estados Unidos. El flujo migratorio proveniente de Centroamérica —principalmente de El Salvador, Honduras y Guatemala— ha intensificado su volumen durante los últimos 10-12 años. Teniendo en la mira a los Estados Unidos de Norteamérica, hombres y mujeres jóvenes emprenden una travesía que implica recorrer más de tres mil kilómetros de un extremo a otro entre la frontera norte y sur de México. En el mejor de los casos, historias excepcionales de tránsito exitoso, el viaje se realiza en unos tres meses; en el peor, el rastro se trunca en algún centro de detención para luego ser repatriado a su lugar de origen; o, peor aún, se pierde la vida entera o a pedazos en manos de la delincuencia organizada. En cualquiera de ellos, la decisión de migrar está dictada por razones personales, que sólo tienen sentido si se les enmarca en un contexto de guerra; guerra que, hoy, vienen perdiendo quienes no pudieron terminar su educación; quienes no tienen acceso al empleo digno y bien remunerado; quienes carecen de vivienda; quienes no tienen acceso a sistemas de salud; quienes, en una palabra, no tienen futuro en casa. Por ello, la huida, la expatriación; por ello, la apuesta de la vida por un sueño. La apuesta, sin embargo, se inscribe en dinámicas políticas y económicas que trascienden el ámbito de la decisión persona. Como señala Acuña González (2010): Las migraciones en la región constituyen en esencia una de las nuevas formas de transnacionalización laboral y globalización a escala regional […] la reestructuración de los mercados de trabajo regionales empieza con la caída de los mercados formales de empleo público, la agricultura formal y la manufactura; la fuerza de trabajo a escala regional se trasnacionaliza y se incorpora en sectores dinámicos de

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Olvidados por la guerra. Vueltos a la guerra: infancia transmigrante en territorio mexicano la economía regional y extra-regional tales como la agricultura de exportación, la industria y el sector servicios, principalmente.

En este sentido, la decisión de salir del país y de dejarlo todo, obedece a factores que trascienden el ámbito de lo estrictamente personal. Perversamente diseñados desde las esferas del poder económico y político, los movimientos migracionales se insertan en dinámicas de abaratamiento de la fuerza de trabajo como condición para la extracción de ganancias. La competencia capitalista, incorporando ahora mercados negros de trata de drogas, de personas y de armas, está estructurando círculos financieros viciosos alimentados con la mano de obra migrante. La división, alguna vez medianamente clara entre los mercados formales y los informales, es hoy obsoleta, muy especialmente en lo que concierne al trabajo humano, al trabajo migrante. El trabajo migrante infantil y femenino se asienta en el fondo de las dinámicas transnacionales que lo mueven casi como producto de desecho, dado que, bajo la lógica del capital, es más barato re-emplazarlo que mantenerlo. Es por ello que, hoy, México se ha convertido en un país peligroso para todo aquel que intente utilizarlo como ruta hacia los Estados Unidos. La nota roja se ha apropiado de las historias de secuestro, extorsión, tortura y asesinato que enmarcan las rutas de los migrantes centroamericanos.2 En estas historias, igual participan delincuentes comunes, policías de distintos niveles, agentes del Instituto Nacional de Migración, Policía Federal y el Ejército Mexicano. Grave de suyo por las implicaciones que conlleva un uniforme que se corrompe, las autoridades mexicanas de distintas instancias parecen estar coludidas estrechamente con la llamada “delincuencia organizada” en la comisión de estos delitos. Los gobiernos federales y estatales, impasibles ante la tragedia de los que terminan sus días en fosas comunes y/o torturados en acciones de extorsión y de secuestro, apenas emprenden acciones —tardías las más de las veces— para afrontar este grave problema. 2. Como afirma Fernando Batista, quinto visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en México: “Las cifras sobre los secuestros masivos de inmigrantes en la frontera sur de México de 2010 son una muestra de que no hay políticas públicas concretas para poner fin al problema”. Señala que “cerca de 10,000 personas fueron privadas de su libertad”. La cifra no dista mucho de la que dio a conocer la cndh sobre los inmigrantes secuestrados entre septiembre de 2008 y febrero de 2009, donde se registraron 9,758 casos. Por otra parte, el director ejecutivo de Amnistía Internacional en México, Alberto Herrera Aragón, afirma que en 2010, 20 mil migrantes centroamericanos fueron secuestrados por bandas del crimen organizado y policías.

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En este contexto hay historias invisibles. Son las historias no contadas pero que apuntan a un género y a un rango de edad: las mujeres y los niños migrantes, quienes por su condición parecen estar constituyéndose en un botín de tipo distinto al que representan los hombres. La rapacidad de la delincuencia (entiéndase por “organizada” aquella que amalgama por igual a autoridades y funcionarios y a delincuentes y criminales en el sentido exacto de la palabra y que los fusiona en una entidad que opera en aras de intereses comunes)3 ha encontrado en las mujeres, en las niñas y en las adolescentes, y en los niños migrantes otra veta a explotar: más útiles como presas esclavizadas, las mujeres son utilizadas, previa violación y tortura, para realizar tareas domésticas —preparación de alimentos, aseo de los centros en donde se les detiene, limpieza de prendas, de los espacios y de los infames rastros que dejan los migrantes en los centros en donde se les retiene, tortura y asesina. Muchas de ellas, preparadas de antemano a la violación de que podrán ser objeto, toman anticonceptivos para evitar un embarazo a medias del camino. Con ellas, las historias de violación igual relatan como perpetrador al policía, al soldado o al funcionario que al delincuente sin uniforme. El actual comisionado del Instituto Nacional de Migración, Salvador Beltrán del Río, ha reconocido el carácter corrompido de la instancia gubernamental que recibió de su antecesora, Cecilia Romero.4 Al

3.

4.

En el Prefacio a la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y sus Protocolos, Kofi Annan señalaba que “…la trata de personas, especialmente de mujeres y niños, para someterlos a trabajos forzosos y a la explotación, incluida la explotación sexual, es una de las violaciones más atroces de los derechos humanos… Se trata de un fenómeno muy difundido que se agrava cada vez más. Tiene sus raíces en las condiciones sociales y económicas de los países de origen de las víctimas y se ve facilitado por las prácticas discriminatorias contra la mujer... El destino de esas personas más vulnerables es una afrenta para la dignidad humana y un grave problema para todo Estado, todo pueblo y toda comunidad”. Añadía que: “Los grupos delictivos no han perdido el tiempo en sacar partido de la economía mundializada actual y de la tecnología sofisticada que la acompaña” (onu, 2004: iii-iv). Tras repetidas denuncias de corrupción en el inm, Cecilia Romero hablaba de una revisión para esclarecer si el personal a su cargo tenía nexos con el crimen, y prometió hacer una depuración. Ésta comenzó con la propia comisionada, pues Romero fue destituida 24 días después de la matanza de 72 migrantes en Tamaulipas, en medio de denuncias de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (cndh) y de organismos ciudadanos sobre secuestros masivos y violencia contra extranjeros, con agentes de migración involucrados, Al ser cuestionada sobre su incapacidad para controlar a su personal, se limitó a decir: “Son como todos los seres humanos, los mexicanos y el resto de los servidores públicos… muy proclives a abusar del débil” (Mejía, 2011).

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declarar en una comparecencia ante la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputado, señaló que: Hay 366 funcionarios del Instituto Nacional de Migración sancionados por el órgano interno de control por la Secretaria de la Función Pública, con amonestaciones, con suspensión, con inhabilitación, con destituciones, con sanciones económicas por violación de los Derechos Humanos, 176 servidores públicos involucrados o señalados en 36 recomendaciones y 62 propuestas por parte de la cndh, en todas estas ocasiones se les ha dado al órgano interno de control para que proceda a las sanciones administrativas si fuera el caso, hay 200 querellas en contra de servidores públicos del Instituto involucrados en 111 procedimientos penales (Pacheco, 2011).

Si este tipo de declaraciones evidencia un vacío de poder en las instituciones mexicanas, todavía habrá que esperar lo peor; si se trata, en cambio, de negligencia en el ejercicio de la función pública y/o de contubernio. El caso de los niños migrantes no es menos trágico. Sobreviviendo como mendigos, como pepenadores de basura, las más de las veces, sin embargo, sus vidas corren en paralelo a las de las adolescentes compañeras de ruta: la prostitución y el trabajo forzado. Violados en sus derechos más fundamentales, cuando tienen la “suerte” de ser asegurados por las autoridades mexicanas, se les encierra por igual en centros de detención para adultos. Con mayor frecuencia, sin embargo, se les separa de sus familiares —cuando migran acompañados de algún adulto—. Cuando tal especie de suerte no favorece su travesía, la migración infantil corre destinos más obscuros. Las historias de trabajos forzados en laboratorios clandestinos no suelen acaparar la atención de la prensa; sin embargo, secreto a voces, se ha constituido en verdad callejera. También se les utiliza como fuente de trabajo que se explota en la mendicidad callejera, en las cantinas y en la organización de bandas de adolescentes que, cual escuela para el oficio de criminal, a muchos seduce por la perspectiva de obtención de dinero fácil. Objetos de comercio las más de las veces, sin embargo, la ruta más común es la prostitución para una clientela nacional e internacional. Niños y niñas adolescentes por igual, parecen hoy eclipsados por la nota roja que permea la ruta migrante a lo largo y ancho de la geografía del territorio mexicano.5 5.

El Instituto Nacional de Migración reporta que en el año 2008 más de 32,000 niños, niñas y adolescentes que migraron fueron repatriados desde Estados Unidos a México. De éstos, 18,192 viajaban solos. Al mismo tiempo, en ese mismo año 5,204 niños centroamericanos fueron repatriados desde México a sus países de origen; de ellos, 3,565 viajaban solos. Los principales países de procedencia eran Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua (cnnMéxico, 2011).

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Los niños —solos o acompañados—están en el peldaño más bajo del flujo migratorio, debido al carácter doblemente vulnerable que su condición les impone: ser migrantes indocumentados en un país que no los respeta y que los agrede, y ser menores incapaces de poderse defender como hipotéticamente lo podría hacer una persona mayor. Cada vez más difíciles de ocultar por las estadísticas oficiales, los niños migrantes son definidos por la crm como: “personas de menos de 18 años de edad que se encuentran fuera de su lugar de origen con la intención de trasladarse a otro lugar para trabajar, reunirse con su familia o cambiar de residencia de manera temporal o definitiva” (crm, 2002, p. 3). Hoy, dos de cada diez migrantes en América Latina son adolescentes. El respeto a sus derechos humanos, laborales y de migrantes es letra muerta en muchos países, no obstante los esfuerzos que diversos organismos realizan para que esto no ocurra. El exilio económico se transfigura en xenofobia y en explotación; para el migrante centroamericano en México, en extorsión, secuestro y muerte. Como lo señala Batista (2006) “…si es relativamente fácil ganar la guerra, es mucho más difícil ganar la paz”. Para los niños y las mujeres centroamericanas migrantes, la guerra aún no termina. Bibliografía Azaola, Elena (2000). Infancia robada. Niñas y niños víctimas de explotación sexual en México. México: dif-unicef-ciesas. Acuña González, Guillermo (2010). Migración de niños, niñas y adolescentes, derechos humanos y trabajo infantil. Los nuevos actores en la migración y su incorporación al mercado de trabajo en la región: algunos elementos para su análisis. dni Sección Costa Rica. Batista, José Pablo (2006). Del tratado para la paz en América Central “Esquipulas 2” a la de paz en Guatemala: compromisos y desafíos. Recuperado de: http://www.irenees.net/fr/dossiers/dossier-150.html. cnnMéxico (2011). México, sin políticas públicas para detener secuestros masivos: cndh. Recuperado de: http://mexico.cnn.com/nacional/2011/01/07/ mexico-sin-politicas-publicas-para-detener-secuestros-masivos-cndh. El Imparcial (2010). Secuestran en México a 20 mil migrantes al año: ai. 17 de abril. González Carrillo, Adriana (2010). El drama de la migración infantil. Recuperado de: http://adrianagonzalez.wordpress.com/2010/11/16/el-drama-de-la-migracion-infantil/. 302

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Dimensión geopolítica

América Latina en el mundo en 2010

Heriberto Cairo Carou María Almudena Cabezas González Aunque hay notables diferencias entre países, la región no ha sufrido los peores efectos de la crisis y ha sorteado los vaivenes económicos mundiales y acompañando esa relativa estabilidad con políticas públicas de lucha contra la pobreza y una apuesta sostenida a la modernización de las fuerzas armadas. Además, durante el año se produjeron cambios gubernamentales en tres de los principales países de la zona: en marzo, Sebastián Piñera asumió la presidencia de la República de Chile en medio de un devastador terremoto y dispuesto a derogar la Ley Reservada del Cobre, esperándose que estrechase lazos con los Estados Unidos; en agosto, el exministro de defensa Santos Calderón tomó las riendas en Colombia, con una continuidad en la estrategia de alianza con la gran potencia norteamericana. En noviembre se produjo el relevo en el gobierno brasileño de Lula a Russef, mientras el país afrontaba recortes presupuestarios pero apostaba por mantener su estrategia de liderar la autonomía de la región. Los cambios mencionados no han supuesto ningún vuelco dramático en los vínculos de la región con el mundo. Antes al contrario, pareciera que las relaciones son relativamente sólidas y continúan por el camino fijado. Europa y América Latina La vi Cumbre ue-alc se celebró en Madrid el 18 de mayo de 2010. En su declaración final —la Declaración de Madrid “Hacia una nueva etapa en la asociación birregional: la innovación y la tecnología en favor del 307

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desarrollo sostenible y de la inclusión social”— se siguió afirmando el carácter estratégico de la asociación entre ambas regiones, pero introduciéndose algún giro: “Nos comprometemos a seguir reforzando esta asociación con los objetivos de profundizar el diálogo político y la integración regional, promover la inclusión y la cohesión social, así como intensificar las relaciones bilaterales entre los diferentes países de ambas regiones”.1 La aserción del bilateralismo en la declaración responde a la necesidad percibida por algunos autores de superar el estancamiento de las relaciones interregionales, pero, como bien señala Sanahuja (2011), en la Cumbre de Madrid se produce más bien un equilibrio entre interregionalismo y bilateralismo, ya que los análisis críticos con el primero parten de una serie de premisas erróneas, de entre las que cabe destacar el riesgo político que ello implicaría: “Para la ue la relación interregional puede ser la más adecuada para respaldar aquellos marcos regionales que, como Unasur, tratan de encauzar los actores y factores de tensión bilateral. Esa política, en la que ha puesto más empeño Brasil en su liderazgo sudamericano, está contribuyendo positivamente a atenuar y resolver las tensiones y, con ello, favorece la estabilidad regional” (Sanahuja, 2011, p. 34). En la Cumbre de Madrid se adoptó un Plan de Acción para 20102012, que supone una novedad, y “acerca a tierra” las a menudo abstractas declaraciones de estos eventos. También en 2010 se avanzó significativamente en algunos acuerdos de asociación. En primer lugar, se firmó el “Acuerdo Comercial Multipartes” con Colombia y Perú, y los correspondientes acuerdos de libre comercio con ambos países, que se suman los que ya ha establecido la ue con otros países latinoamericanos. En el caso de Colombia, se estableció una cláusula de salvaguardia que establece la suspensión casi inmediata del acuerdo en caso de violación de la democracia. También se concluyeron las negociaciones del Acuerdo de Asociación con Centroamérica, que incluyó definitivamente a Panamá. Más que por la importancia de la región centroamericana para el comercio de la ue, “este Acuerdo tiene un importante carácter simbólico desde el punto de vista del apoyo a la integración por parte de la ue, y revela que a pesar de las dificultades, la estrategia interregionalista de la ue sigue siendo relevante” (Sanahuja, 2011, p. 36). 1. Recuperado el 13 de noviembre de 2011 de: http://eulacfoundation.org/es/documentos/ declaracion-de-madrid-0.

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La Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata El 3 y 4 de diciembre de 2010 se celebró en Mar del Plata (Argentina) la xx Cumbre Iberoamericana bajo el tema “Educación para la Inclusión Social”. En su declaración final se establecía la necesidad de: Promover la universalización de la educación de calidad como un derecho humano fundamental e inalienable a ser protegido y garantizado por todos los Estados iberoamericanos para toda la población sin discriminación. Garantizar la cobertura universal y gratuita de la educación primaria y secundaria y el principio de igualdad de oportunidades y obligatoriedad de la educación básica y fortalecer y promover estrategias que permitan acceder a espacios de capacitación y formación continua.2

También se reafirmaban objetivos acerca de la creación de un espacio educativo común. Sin embargo, quizás el documento de mayor calado de la Cumbre fuera la Declaración Especial sobre “La Defensa de la Democracia y el Orden Constitucional en Iberoamérica”, mediante la que se aprueba una cláusula sobre la defensa de la democracia y el orden constitucional en los países iberoamericanos, que contempla la suspensión “al Estado en que se hubiese materializado la ruptura del orden constituido o del Estado de Derecho, del derecho a participar en los distintos órganos e instancias, así como del goce de los derechos y de los beneficios que se derivan de ser miembro de la Conferencia Iberoamericana, hasta que el orden constitucional sea restablecido”.3 Bicentenarios de las Independencias Mención aparte merece la celebración de los Bicentenarios de las Independencias latinoamericanas en el contexto de la política iberoamericana. Efectivamente 2010 ha sido uno de los años centrales de una celebración cuyo resultado ha sido más ambiguo de lo esperado, aunque ha servido como marco para el lanzamiento de la celac, en la denominada Cumbre de la Unidad (Cancún, febrero 2010), que se guiará por

2. 3.

Recuperado el 12 de diciembre de 2011 de: http://segib.org/cumbres/files/2010/03/DCL-MARDEL-PLATA-JEGXX-E.pdf. Recuperado el 13 de diciembre de 2011 de: http://segib.org/cumbres/files/2010/03/DCL-ESPC-DEMOCRATICA-JEGXX-E.pdf.

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la creación de complementariedades a largo plazo, a fin de comenzar a operar en 2016, siendo para la autonomía del proceso fundamentales la integración energética y de infraestructuras y el proceso financiero del Banco del Sur; así como la superación de las divergencias entre las aspiraciones del eje conformado por la Alba y el conglomerado de países de la Unasur (Zibechi, 2011). Para el gobierno español los bicentenarios supusieron la posibilidad de seguir rescribiendo la historia de la comunidad iberoamericana. En el Real Decreto que crea la Comisión Nacional para la Conmemoración de los Bicentenarios de la Independencia de las Repúblicas Iberoamericanas, se plantea claramente en su preámbulo: @CITA = Ese gran movimiento emancipador emergió en Europa con un escenario de consagración de los derechos y libertades, que fundamentó el constitucionalismo, primero, y la democracia, después. Un mismo movimiento, germinado en un territorio ideológico común, que arraigó en la España de comienzos del xix, y cuya celebración conmemoramos igualmente a partir del mismo año de 2008, culminando en 2012, en el bicentenario de la Constitución de Cádiz, arranque impetuoso de nuestro camino a la libertad. Doscientos años más tarde somos capaces de identificar que un mismo impulso ideológico condujo ambos fenómenos en las dos orillas del Atlántico.4 Numerosas actividades de diverso tipo (congresos, seminarios, presentación de libros, homenajes, etcétera) se realizaron a lo largo del año, pero nada ha sido equivalente a las conmemoraciones del v Centenario que en 1992 supusieron un enorme salto adelante en las relaciones entre España y Portugal y los países latinoamericanos, que les llevó a conformar una Comunidad Iberoamericana de Naciones. Las relaciones con los bric Desde mediados de 2010, China es la segunda economía mundial y el primer socio comercial de Brasil, por delante de sus socios del Mercosur, y aunque ambos países forman el grupo de las llamadas economías emergentes (bric), compiten y se disputan espacios de inversión y el control de recursos naturales en Sudamérica, el espacio de proyección brasileño por

4.

Real Decreto 595/2007 (BOE, 113 de 11 de mayo de 2007, p. 20314).

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excelencia, donde Argentina, México y Venezuela son también socios estratégicos de China, y Chile es su segundo socio comercial (tratado comercial 2005). Un ejemplo de ello es el tratado comercial firmado con Perú que incluye obras públicas, que ponen de relieve la paradoja y complejidad de las relaciones chino-brasileñas en la región.5 El gobierno brasileño ha cumplido los objetivos de la llamada Agenda China,6 aunque sus exportaciones siguen centradas en los grupos del agro-negocio y la extracción mineral (hierro, soja y petróleo dan cuenta de 75% de las exportaciones), donde se concentran los intereses de los grupos vinculados al agro-negocio y la extracción minera-petrolera, mientras sigue importando piezas y aparatos electrónicos, láminas de hierro y acero y tejidos. Se mantiene la pauta exportadora latinoamericana basada en productos bienes primarios, mientras China sigue especializada en bienes industriales en sectores intensivos en tecnología, lo que requiere gran cantidad de recursos minerales y energía, así como alimentos para su población. Por ello, Brasil enfrenta una feroz competencia china en los mercados sudamericanos y en su mercado interno, una competencia que también afronta México, especialmente en electrónica y textiles, un rubro que también ha afectado muy negativamente a los países maquiladores de Centroamérica. Por ello, Brasil ha litigado en torno a las políticas de tipo cambio del yuan y a las medidas antidumping en el seno de la omc,7 pues el comercio brasileño depende, en buena medida, de las decisiones de la política monetaria de China, pues los ajustes que contraen la demanda afectan a los precios de los productos. Muy diferente es el patrón de relaciones de China con Cuba, pues es su segundo socio comercial desde 2005 y representa aproximadamente 1/5 de sus exportaciones, centradas en níquel, tabaco, ron y azúcar, pero también en la venta de servicios educativos, de salud y turismo. De hecho, Cuba invierte los patrones, con inversiones en hospitales, dos fábricas conjuntas de productos médico farmacéuticos y una empresa conjunta para el desarrollo del turismo, y ambos gobiernos colaboran en

5.

China gana espacio en la estrategia comercial de Brasil durante la era Lula (2003-2010), quién visitó el país en tres ocasiones y recibió a su homólogo una vez (Aguilar, 2010). 6. Agenda promovida desde finales del 2007 por el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio, Relaciones Exteriores y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Abastecimiento, y los miembros del Consejo Empresarial Brasil-China, perseguía triplicar las exportaciones en 2010 y aumentar las inversiones en Brasil (Aguilar, 2010). 7. En el 2010, Brasil presenta más de 40 medidas anti-dumping contra China y eleva las tarifas de importación para proteger a su industria local (Aguilar, 2010).

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educación, salud, seguridad alimentaria, energías alternativas, ingeniera genética y biotecnología (Padrón, 2011). En general puede decirse que se ha sobrestimado el papel de la influencia china en la región sobre todo en cuanto a los riesgos que entraña para Estados Unidos. En realidad hasta 2008 China carecía de una política exterior clara hacia la región, siendo la inversión aún insignificante, a excepción del caso cubano. De hecho, en clave geopolítica gran parte del desempeño chino gira en torno a las políticas de reconocimiento o no de Taiwán, mientras que la influencia de Japón se percibe menor según pasa el tiempo, dado las reducción en la cooperación y la aod, siendo un deseo su intermediación como parte de la cooperación triangular con la asean (cepal, 2010). Mayor proyección tiene la Federación Rusa que igualmente destaca como mercado de productos primarios para la región (azúcar, café, cítricos, carne y flores) y de algunos productos industriales, incluso de maquinaria y equipos (Argentina, Brasil y México), que cuenta con el acceso mediante el sgp, mientras las exportaciones rusas son de pocos artículos de alta y media tecnología (automóviles, tractores, etc.), y algunos de poco valor agregado como fertilizantes, aunque se prevé desarrollo de comercio de alta tecnología militar y civil (aviones, tecnología nuclear, lanzamiento de satélites, etc.). Así las cosas, la balanza comercial es favorable a la región latinoamericana en conjunto, especialmente para Brasil, Argentina, Ecuador y Chile, siendo desfavorable para Colombia, México y especialmente Venezuela. Asimismo, aunque las inversiones rusas no son significativas se concentran en co-inversiones en hidrocarburos con Venezuela, Colombia, Brasil, Bolivia y Cuba, entre otros países, es decir, destaca la llamada cooperación técnica rusa energética en sector hidroeléctrico (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia y México), junto a la energía nuclear de uso civil en cooperación con Venezuela, México, Argentina, Chile, Brasil y Cuba (sela, 2011). En el caso venezolano el desequilibrio comercial se explica por los acuerdos de suministro de material de la industria militar (aeronaves, sistemas de misiles, armas, piezas de repuesto, etc.), que junto a la tecnología aérea civil, fertilizantes, derivados del petróleo como plásticos, caucho y sus manufacturas han venido profundizándolo a lo largo de todo el año, y cuyo colofón en materia energética será el anuncio del desarrollo de tecnología nuclear para uso civil (véase artículo de Pablo Alejandro Uc González). 312

América Latina en el mundo en 2010

Para terminar Aunque puede que tenga razón Sanahuja (2011) en que estamos ante un fin de ciclo en las relaciones entre Europa y América Latina, en parte, precisamente, por la irrupción de otros actores en la escena global, y aunque haya habido avances concretos en dichas relaciones —principalmente, el acuerdo con Centroamérica y algunos acuerdos bilaterales—, si sólo tenemos en cuenta los resultados de la Cumbre entre los gobernantes de las dos regiones, más bien nos encontramos con continuidades. La celebración de los bicentenarios ha sido aprovechada en 2010 en clave interna de la región para alcanzar, por primera vez, un acuerdo de asociación específica y particularmente latinoamericano. Por el contrario, no ha significado grandes avances en el fortalecimiento de la comunidad iberoamericana. Los bric siguen ampliando su presencia en América Latina, siendo notables en 2010 los avances de la Federación Rusa en la región. En definitiva, un año que apunta cambios importantes de la mano de los nuevos actores globales, pero que habrá que ver si se consolidan en el futuro Bibliografía alai (2010) iv Foro Social América: Desafíos para profundizar los procesos de cam-

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Heriberto Cairo Carou y María Almudena Cabezas González

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Abriendo el círculo, cerrando un ciclo de protesta. Geografía de los movimientos sociales en busca de la resignificación (2000-2010)

María Almudena Cabezas González El interesante ciclo de cambio político habido durante la década pasada y la consolidación de gobiernos progresistas en la región no han logrado acabar con el neoliberalismo en la región, cuya hegemonía puede decirse que ha sido sustituida, en el mejor de los casos, por un moderado neodesarrollismo. Aunque con la crisis financiera mundial se ha criticado el papel del capital financiero y especulativo y demandando el control del sector financiero para reducir la pobreza y marginalidad, los movimientos sociales de la región critican fuertemente la situación socioambiental, ya que a pesar de las retóricas discursivas se mantiene vigente un patrón productivo exportador, basado en la especialización productiva y en la sobreexplotación del trabajado, la venta de los recursos naturales a las transnacionales y la sobrevalorización del capital financiero externo. Una vista atrás a la acción social durante la pasada década de 20002010 confirma la ampliación de los procesos de movilización social en América Latina como parte de un nuevo ciclo de protesta (Tarrow, 1997). Desde el levantamiento zapatista de inicios de 1994 es posible identificar algunos hitos en el camino de su puesta en marcha, desde la “guerra del agua” cochabambina y las luchas del movimiento cocalero en el Chapare boliviano, a los levantamientos indígenas de 1996 y 2000 impulsados por la Conaie en Ecuador, la emergencia y extensión del Movimiento de Trabajadores Desocupados en Argentina, las iniciativas de ocupaciones de tierras masivas de carácter nacional protagonizadas por el Movimiento 315

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de Trabajadores Sin Tierra (mst) en Brasil, las movilizaciones campesinas en Paraguay a las intensas protestas sociales y la experiencia de los frentes cívicos regionales en Perú. En este sentido, los movimientos sociales adoptan una forma de acción directa no convencional y disruptiva como herramienta de lucha generalizada; en algunos casos alcanzan una poderosa capacidad destituyente, pues en más de una ocasión forzaron cambios de gobierno. Ciertamente, las respuestas sociales ya no son meramente defensivas sino que contienen una dimensión más proactiva que ha abierto posibilidades para el tejido de alternativas emancipatorias a partir de la defensa y promoción de la vida y la diversidad (Svampa, 2008). Terminada la primera década del siglo xxi parece consolidarse un discurso, entre algunos movimientos sociales, que abandona el paradigma del progreso y del desarrollo y proclama la ruptura con el capitalismo y la colonialidad, crítico con el sacrificio del territorio y el ecosistema. Y aunque las dinámicas sociales buscan conjugar distintas autodeterminaciones con la heterogeneidad de las cosmovisiones múltiples, las necesidades de pensamientos propios se encarnan en los distintos encuentros sociales que perlan la región, donde junto a la concreción del anticapitalismo y anticolonialismo en las luchas rurales, campesinas e indígenas, encontramos una singular articulación del anti-patriarcado, que atraviesa las luchas a lo largo y ancho de la región. Estas dinámicas de cambio apuntan a la concepción del Sumak Kawsay como un concepto-práctica en el que convergen propuestas provenientes de la economía feminista y ecologista que sitúa la dignidad de la vida en el centro de un mundo humano ambiental (alai, 2010). Si bien es posible referirnos a cierta fragmentación de los procesos de movilización social, debido a la pluralidad de actores que participan en dicho ciclo de protesta, es igual de importante prestar atención a las articulaciones incipientes que entre las distintas luchas sociales se van produciendo, especialmente a escala regional. En especial han sido fundamentales la experiencia de los Foros Sociales Mundiales de Porto Alegre y de los Foros Sociales de las Américas, y la articulación de la Campaña Continental de Lucha contra el alca (Cabezas, 2008; Svampa, 2007). De especial importancia son las luchas vinculadas a la puesta en marcha de los tratados de libre comercio, tanto con Estados Unidos, en el caso de Perú y Colombia, como con la Unión Europea de la mano de los ada, cuya escenificación llegó hasta las mismas calles madrileñas, de la mano del encuentro Enlazando Alternativas, celebrado en mayo de 2010, previo a la Cumbre de la ue-América Latina. En este sentido, la dimen316

Abriendo el círculo, cerrando un ciclo de protesta

sión Iberoamérica emerge así como un terreno fértil para la contrarrepresentación, gracias al trabajo de “traducción” de activistas sociales dentro de un área de afinidad cultural, en la que se vinculan activistas de Norte Global —especialmente de España—, y sus organizaciones sociales, con una de las articulaciones políticas del Sur Global. En esta ocasión, la red birregional reunió a más de 8,000 personas en 100 actividades autogestionadas, con un total de 55 organizaciones involucradas, 43 de América Latina y 12 de Europa, y durante la misma se puso en marcha el Tribunal Permanente de los Pueblos (Cairo y Bringel, 2010). Asimismo, prestando atención a la dinámica de regionalización informal, desde abajo, la celebración del iv Foro Social de las América, en el que participaron alrededor de 15 mil personas entre el 11 al 15 de agosto de 2010 en Asunción (Paraguay), demostró una vez más la importancia de este espacio para el tejido de alternativas emancipatorias. En esta ocasión, junto a los clásicos ejes del foro —como la militarización y la dominación imperial, la soberanía alimentaria como núcleo de nuevos equilibrios de vida y la plurinacionalidad—, se pudo llevar a cabo una evaluación de alcances y desafíos de los procesos de cambio sociales y políticos habidos en la región, que se plasma en el aviso de la declaración final, que alerta de como “la derecha en el continente se está rearticulando aceleradamente para frenar cualquier proceso de cambios” y se hace un llamado a defender “los bienes naturales frente al capitalismo devorador”. En este sentido, desde los movimientos sociales se señala la importancia de desarrollar iniciativas de emancipación a escala internacional, para avanzar hacia el ybymarane’y (tierra sin mal) y hacer realidad el tekoporâ (buen vivir), lo que marca el fuerte protagonismo de los discursos y acciones sobre formas propias de hacer y saber (Zibechi, 2010). Como señalaba la dirigente Nancy Iza, del pueblo panzaleo de la provincia de Cotopaxi en Ecuador, al frente de la Coordinadora de la Mujer de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (caoi), la participación en el fsa permite compartir las experiencias de las compañeras que han luchado para organizar la i Cumbre de Mujeres Indígenas del Abya Yala, visibilizando las sinergias de sus demandas con las propuestas de otros movimientos sociales (Cabezas, 2012). No en vano, los Encuentros Continentales de los Pueblos Indígenas del Abya Yala se han convertido en espacios de representación o contra-representación que surgen de la población en función de su vivencia territorial concreta, y denotan espacialidades utópicas, nuevas territorialidades que surgen frente a la prácticas espaciales gubernamentales que contienen la Iniciativa para la Integración de la In317

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fraestructura Regional Sudamericana (iirsa)1 y otras acciones de integración formal vinculadas al Unasur (Serbín et al., 2007; Preciado y Uc, 2010). De hecho, durante la clausura del iv fsa, los movimientos y redes sociales participantes presentaron las conclusiones de la Asamblea de Movimientos Sociales a los presidentes de Paraguay, Uruguay y Bolivia, que enarbolaron discursos en defensa de la soberanía para alcanzar la integración energética regional y subregional de “Nuestra América” (Lugo), defendieron la multiplicidad de modelos de democracia de forma que “…la libertad debe estar pensada desde la diversidad…” a la hora de forjar una sola patria (Mujica), y la importancia de la lucha frente al imperialismo y sus pretextos criminalizadores del narcotráfico y el terrorismo (Morales).2 Tanto los dirigentes como la asamblea se hicieron eco de los principios adoptados en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, celebrada meses antes en Cochabamba y en la que participaron más de 25,000 personas, donde se acogieron nuevos conceptos sobre el cambio climático como la justicia climática y la deuda climática, y se denunció la insuficiencia de las instituciones internacionales.3 Como resultado del fsa y en preparación de la Cumbre de Cancún (del 19 de noviembre al 10 de diciembre), los movimientos sociales encabezados por la Vía Campesina hicieron un llamado a la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (cmnucc) a adoptar las soluciones de la Conferencia Mundial de los Pueblos respecto la defensa de la tierra y el bosque, la geoingeniería, los esquema de comercio de carbono y mecanismos de desarrollo limpio y la participación del Banco Mundial en los mismos.4

1. La iirsa es el primer acuerdo formal de los doce mandatarios suramericanos, que cuenta con una cartera de 514 proyectos y contempla un total de us$69.000 millones de inversión en transporte, energía, y telecomunicaciones, y 10 ejes de integración económica que cruzan el continente: 1. Eje Andino, 2. Eje Andino Sur, 3. Eje Capricornio, 4. Eje del Amazonas, 5. Eje del Estado Guayanés, 6. Eje del Sur, 7. Eje de la Hidrovía Paraguay-Paraná, 8. Eje Interoceánico Central, 9. Eje Mercosur-Chile y 10. Eje Perú-Brasil-Bolivia, junto a siete procesos sectoriales de integración diseñados para armonizar los marcos regulatorios entre los países. La página oficial en Internet de la iirsa ofrece información disponible sobre el diseño y ejecución de los mismos: http://www.iirsa.org/proyectos/principal.aspx?idioma=ES. 2. Eduardo Tamayo G./Sandra Trafilaf: “Tres presidentes en el cierre del iv Foro Social Américas”, 2010-08-15, en la Minga Informativa de Movimientos Sociales, en Internet: http://movimientos. org/fsa2010/show_text.php3?key=17943. 3. Véase en Internet el Acuerdo de los Pueblos. Recuperado el 22 de octubre de 2011 de: http:// www.movimientos.org/conferenciamundialpueblos/show_text.php3?key=17154. 4. Véase la declaración, en Campaña No al alca: http://www.movimientos.org/noalca/show_text. php3?key=18461

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En estos encuentros se comprueba la creciente importancia del territorio, en todas sus dimensiones, materiales y simbólicas, como rasgo destacable de los movimientos sociales en América Latina, ya sean campesinos, de corte étnico, socio-ambientales o urbanos. No en vano, los movimientos de distintos países indígenas, ambientalistas y rurales, tienen que afrontar las consecuencias de los megaproyectos que impulsa el bid, las grandes intervenciones de infraestructura y energía, ligadas al desarrollo del antiguo Plan Puebla Panamá, actual Iniciativa Mesoamericana, y la puesta en marcha de la iirsa, con impactos ambientales, sociales y económicos muy negativos, que afectan especialmente a comunidades indígenas o de ancestros africanos en lo que ya se conoce como “desplazamiento inducido por desarrollo”. Los pueblos defienden sus tierras para no convertirse en simple diáspora; en algunos casos, han logrado modificar o suspender algunos proyectos —a pesar de afrontar amenazas y asesinatos— ligados a presas para empresas hidroeléctricas o al aceite de palma como agrocombustible; o como en el caso de Honduras, donde las comunidades garífunas y campesinas está amenazadas por proyectos turísticos que se han abierto paso tras el golpe de Estado (cip, 2010). El entrecruzamiento de las demandas por la tierra y los derechos campesinos, la cultura y la identidad, las luchas contra la violencia o el militarismo, con las demandas para establecer nuevas relaciones de género dentro de las organizaciones sociales y territoriales, es otro parámetro fundamental de los nuevos derroteros de los movimientos sociales, en los que comienza a perfilarse el entrecruzamiento de unas agendas que, hasta hace poco, solo convergían discursivamente de forma retórica. Pasos aún incipientes pero fundamentales como la irrupción de la campañas lanzada por la Vía Campesina y la cloc “Basta de Violencia contra las Mujeres” en colaboración con la Marcha Mundial de las Mujeres,5 son fruto de un largo trabajo de negociación política e incidencia al interior de las organizaciones mixtas por parte de las mujeres y feministas. En este caso, el trabajo de la Asamblea Continental de Mujeres de la cloc/Vía Campesina, que celebró en Quito su iv Asamblea de Mujeres, demostrando la fuerza de una articulación regional a distintos niveles

5.

En la página de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Campesinas puede encontrarse el material de la campaña y algunos videos: http://www.cloc-viacampesina.net/es/ campanas/campana-basta-de-violencia-contra-las-mujeres/776-llamado-a-la-campana-qbastade-violencia-hacia-las-mujeresq. Y también en la página de la Vía Campesina: http://www. bastadeviolencia-lvc.org/esp/index.php, visitadas el 10 de enero de 2012.

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que viene produciéndose entre las mujeres indígenas, campesinas y afrodescendientes del continente6 —no exenta de contradicciones—, tanto como la multiplicación de encuentros, foros y acciones formativas y de otra índole a lo largo del año.7 En el proceso de constitución como actores políticos regionales de las mujeres indígenas, por ejemplo, sobresale su experiencia en torno a la supervivencia o frente a las diversas formas de exclusión y violencia, su pasaje por espacios de capacitación y procesos de lucha, así como los encuentros y desencuentros que han tenido y tienen con mujeres de otros sectores y otros actores, incluido el movimiento indígena (Gómez, 2010). En este camino, junto a la lucha antipatriarcal se constata un abordaje de los problemas en torno al racismo y etnocentrismo en las relaciones entre organizaciones de mujeres y organizaciones feministas, como parte de un diálogo necesario y de reflexiones en torno a sus coincidencias y disidencias que tengan como base el respeto a la pluralidad de intereses, experiencia y saberes, de cara a la superación del etnocentrismo.8 En este sentido, las interacciones entre los espacios de las mujeres indígenas y las organizaciones y movimientos identificados como feministas son diversas y la necesidad de mayor articulación entre ambos es un objetivo que está siendo reiterado en los espacios transnacionales, donde tan importante como develar los peligros del universalismo feminista parece ser la necesidad de construir estrategias de lucha conjunta. Un breve repaso a los conflictos y situaciones nacionales permite establecer diferencias en cuanto al tempo del ciclo de protesta y los actores protagonistas en los diferentes países y regiones, especialmente entre la situación de México y Centroamérica, la dinámica de la región andina y la propia del Cono Sur. México sufre una deriva autoritaria cada vez mayor y la excusa de la lucha contra narcotráfico —de la que se ha tratado anteriormente—

6. 7. 8.

El listado de sus actividades a lo largo del año puede encontrarse en Internet: http://www. movimientos.org/cloc/show_text.php3?key=18350 y http://www.cloc-viacampesina.net/es/ congresos/v-congreso/noticias/367-mujeres-de-la-cloc-fugitivas-del-patriarcado. Una revisión de muchas de estas acciones y declaraciones está disponible en el enlace Mujeres de la Minga Informativa de Movimientos Sociales: http://www.movimientos.org/mujeres/ masdocs.php?mes=7&anio=2010&aux=2. Un ejemplo de ello fue el taller organizado por la Articulación Feminista Marcosur y la Coordinadora de Mujeres del Paraguay en el iv Foro Social de las Américas, sobre “El buen vivir desde la diversidad de voces de las mujeres”, recogida en Diálogos complejos: miradas de mujeres sobre el buen vivir, en Articulación Feminista Mercosur. Recuperado el 8 de octubre de 2010 de: http://www.mujeresdelsur-afm.org.uy/.

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amplía la injerencia militar de Estados Unidos, mientras el ciclo de creciente movilización sindical, ambiental y ciudadana, de resistencia a la militarización y de exigencia de un nuevo rumbo político y económico es crecientemente criminalizado. La deriva represiva es patente en varios países centroamericanos, como Honduras y Panamá donde la resistencia popular a los gobiernos conservadores se ha saldado con fuertes enfrentamientos. El gobierno surgido del golpe de Estado de junio de 2009 en Honduras está atacando frontalmente a los movimientos sociales y organizaciones de resistencia civil de toda índole, y son numerosas las violaciones de los derechos humanos tanto en la ciudad como en el campo (Vía Campesina, 2011). Mientras en Panamá, las leyes contra los derechos de sindicalización y otros logros sociales produjeron huelgas, matanzas y atropellos gubernamentales, especialmente en la región de Boca del Toro.9 La situación laboral está siendo erosionada igualmente para la mayoría de la población en Costa Rica, donde se producen protestas de los sindicatos, las comunidades indígenas y de los universitarios. La deriva represiva también se hace patente en Guatemala con asesinatos políticos paramilitares, un alarmante registro de feminicidios10 y fuertes enfrentamientos de las comunidades indígenas contra los proyectos de hidroeléctricas, explotación petrolera, minería11 y carreteras, que se vinculan a graves violaciones de los derechos humanos. Los gobiernos nominalmente progresistas de El Salvador y Nicaragua también enfrentan las exigencias de políticas sociales, de carácter popular y de algunos frentes políticos de izquierda. Por otro lado, la región andina sigue siendo el epicentro de conflictos entre gobiernos de distinta ideología y diferentes experiencias de lucha social; destaca entre ellas la militarización, la autonomía y los derechos humanos en Colombia,12 frente a los conflictos en torno a los derechos laborales y sindicales, de vivienda y de inseguridad, en Venezuela, a los que se suman en 2010 las luchas estudiantiles (Briceño-León, 2011), que 9.

Sobre la conocida como Masacre de Changuinola, véase el informe de Human Rights Watch en Internet: http://www.csa-csi.org/index.php?option=com_content&view=article&id=6196%3 Ala-masacre-de-changuinola&catid=25%3Anotas-y-articulos&Itemid=258&lang=es) 10. Datos de feminicidios en la Campaña regional “Sin Mujeres, No Es Democracia”. Recuperado el 30 diciembre de 2010 de: http://www.sinmujeresnoesdemocracia.wordpress.com/. 11. Un ejemplo de la resistencia a la minería a cielo abierto en el país. Recuperado el 15 marzo de 2011 de: en http://www.resistencia-mineria.org/espanol/?q=node/336. 12. Véase el Encuentro de mujeres y pueblos de las Américas contra la militarización, celebrado en verano de 2010. Recuperado de: http://www.movimientos.org/encuentromujerespueblos/ show_text.php3?key=17855.

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ponen de manifiesto la confrontación entre grupos sociales con proyectos políticos opuestos. De otra índole han sido los intensos conflictos en Ecuador sobre la ley de aguas y por la justicia indígena, entre otros, que propiciaron duros enfrentamientos entre el gobierno con el conjunto del movimiento indígena y campesino sobre la puesta en práctica de la constitución, y que constatan la perspectiva limitada sobre los derechos de la naturaleza, desarrollista, y de la plurinacionalidad en la práctica (idh, 2011).13 También en Bolivia, la concreción de las reformas constitucionales sobre la autonomía y la descentralización en sus diferentes expresiones (indígena originario campesina, departamental, regional y municipal), su reglamentación y puesta en marcha en la nueva Ley de Marco de Autonomías y Descentralización (lmad), llevaron a la confrontación entre diversas organizaciones y fuerzas populares indígenas y el partido del Movimiento al Socialismo, mas (Käss y Velásquez Castellanos, 2010), con una tendencia a prácticas gubernamentales de criminalización de la protesta.14 Diferente es la situación en los países del Cono Sur latinoamericano, aunque no exenta de conflictividad. Brasil y Argentina encabezan un grupo de países que enarbolan una agenda progresista, basada en la capacidad de regulación económica que cuenta con el apoyo popular; sin embargo, esta capacidad encuentra limitaciones en cuestiones fundamentales que provocan la confrontación de los movimientos populares y sociales tanto del campo como de la ciudad. En el caso del mst de Brasil, por las concesiones a los grupos financieros transnacionales dominantes, al agronegocio15 y a los conglomerados mediáticos; en Argentina, de los obreros y movimientos populares que apoyaron las nuevas leyes civiles y de medios critican el presidencialismo que plantea políticas sociales sin consulta con los agentes sociales. En Uruguay, son los sindicatos quienes enfrentaron la decisión de pactar la unidad con las fuerzas armadas sin previa consulta al Frente Amplio sobre la Ley de Caducidad que impide llevar a juicio a los militares en la dictadura y la propuesta de presupues-

13. Al respecto véase: http://www.espanol.rfi.fr/americas/20100521-correa-archiva-la-ley-de-aguas; http://apgualan.com/blog/2010/05/12/movilizaciones-indigenas-en-el-ecuador-ley-de-aguas/ y http://upsidedownworld.org/main/en-espatopmenu-81/2601-nueva-ola-de-criminalizacion-delos-movimientos-sociales-en-ecuador. 14. Véase al respecto la información del Fondo Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo: http://www.fobomade.org.bo/art-1667 15. Véase al respecto el artículo de la Secretaria Nacional del mst en la revista Rebelión: http://www. rebelion.org/noticia.php?id=108652

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tos estatales;16 en Paraguay, los enfrentamientos en el campo han ido de la mano del movimiento campesino.17 Por último, es en Chile donde se ha desatado un ciclo de protesta novedosa con múltiples frentes abiertos, que abarca todos los sectores de la sociedad: desde los mineros enterrados y la huelga de hambre de los indígenas mapuches, pasando por los trabajadores y las trabajadoras de las minas del norte, hasta el estudiantado de secundaria, los normalistas y las farmacias, así como las y los trabajadores del metro y del sector público.18 El 2010 será recordado como el año de recuperación de la protesta y las calles en Chile, que inaugura una nueva década en la que se espera la consolidación de algunas dinámicas señaladas o la apertura de nuevas dimensiones que permitan la concreción de algunos senderos en las luchas emancipatorias hacia el reconocimiento práctico de la diversidad social y de formas de vida, y la efectiva participación de todas y todos. Referencias (2010). Sumak Kawsay: recuperar el sentido de la vida. América Latina en Movimiento 452, Quito. Recuperado el 30 de septiembre de 2011 de: http:// alainet.org/publica/alai452w.pdf. Briceño-León, Roberto (2011) Venezuela 2010-2012: entre el conflicto y el cambio. Documentos Flacso, Caracas. Recuperado el 12 de febrero de 2012 alai

16. Véase información en: http://internacional.elpais.com/internacional/2010/11/02/ actualidad/1288652402_850215.html; y http://www.sociedaduruguaya.org/2010/10/ coordinadora-nacional-de-sindicatos-policiales-definira-nuevas-movilizaciones.html; http:// www.infolatam.com/2010/11/29/uruguay-sindicatos-retoman-las-movilizaciones-por-mejoressalarios/. 17. Véase: http://www.paraguay.com/nacionales/campesinos-inician-manana-dos-dias-demovilizaciones-en-asuncion-11565 y http://www.paraguay.com/nacionales/campesinosmarcharan-ante-inaccion-estatal-en-pro-de-la-reforma-agraria-16361. 18. Sobre la huelga de los mapuches véase: http://es.scribd.com/doc/39959598/Dossier-La-Huelgade-Hambre-Mapuche. La declaración de apoyo de Anamuri a los prisioneros políticos mapuches: http://movimientos.org/enlacei/show_text.php3?key=17965; sobre la huelga en las minas de cobre del norte del país: http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2010/01/100104_1200_ huelga_chile_codelco_mt.shtml; de estudiantes: http://www.biobiochile.cl/2009/11/01/ estudiantes-anuncian-movilizaciones-por-bajo-presupuesto-para-educacion-superior-en-2010. shtml; de trabajadores/as del metro: http://elpolvorin.over-blog.es/article-trabajadores-delmetro-de-chile-inician-una-huelga-para-exigir-mejores-condiciones-laborales-62085908.html; de correos: http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2010/01/100104_1200_huelga_chile_ codelco_mt.shtml

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A una década de sueños e insomnios en la integración energética latinoamericana. Retrospectiva 2010

Pablo Alejandro Uc González Luego de haber transcurrido la primera década del siglo xxi, es posible elaborar un balance crítico sobre las expectativas logradas —o postergadas— en la dimensión energética de la agenda integracionista latinoamericana. La identificación de los hechos coyunturales más relevantes de la agenda energética de 2010 permite elaborar un reconocimiento retrospectivo del periodo, al tiempo que el reconocimiento de los principales proyectos de interconexión energética que se han concretado, congelado o suspendido entre 2000 y 2010, permite hacer un balance más profundo sobre la capacidad de concertación supranacional lograda entre los Estados de la región y las tensiones persistentes en el marco amplio de la integración energética latinoamericana. En este sentido, un debate con diversas disyuntivas parece regir este marco de integración: la búsqueda de una interconectividad eficiente — limitada a la satisfacción de la demanda de suministros energéticos entre los mercados de la región—, frente a la aspiración de un sistema amplio de integración entendida como una expresión de gobernanza energética; la ampliación de la agenda a los actores no estatales que poseen su propia propuesta para el logro de una nueva matriz energética regional frente a las agendas de los Estados nacionales; una diversificación de fuentes energéticas que podrían fortalecer la integración regional, al entenderla no sólo como la ampliación de puntos de explotación petrolera o gasífera, sino además como la generación y compartimento de suministros alternativos y formas distintas de consumo de energía; la confrontación y 325

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búsqueda de armonización entre los proyectos neo-desarrollistas orientados a la explotación energética, y las demandas de sustentabilidad provenientes de movimientos sociales indígenas y ecologistas; se encuentran entre las principales de otras muchas. A continuación se presentan algunas variaciones en los principales enfoques interpretativos que han apuntalado el debate sobre integración energética regional en la última década, para abordar seguidamente los principales acontecimientos de concertación orientada a la integración, así como aquellos hechos de conflictividad que han causado las principales tensiones entre los países de la región durante 2010. Finalmente, se bosquejan algunas consideraciones sobre los escenarios de la integración energética a finales de la primera década del siglo xxi. Variaciones en la interpretación de la integración energética latinoamericana Es importante reconocer que ha existido un cambio de énfasis en las iniciativas de integración energética en el continente americano a lo largo de la última década. A saber: 1. La relativa pérdida de dirección hegemónica estadounidense sobre los procesos de integración latinoamericana, 2. La entusiasta agenda de integración autónoma que trajo consigo el re-cambio en los campos políticos de varios países de la región, fundamentalmente en América del Sur, 3. La alteración en las relaciones de poder internacionales y específicamente interamericanas, 4. La aparición y creciente influencia de otros actores no regionales, tales como China y Rusia, así como 5. La capacidad de incidencia creciente de los actores no estatales en la conducción de las políticas exteriores de algunos países de la región, entre otros. Para mediados de la década de 2000-2010, el debate panamericanismo vs. latinoamericanismo representó un referente esencial para interpretar la integración regional en general, y la energética en particular. La relevancia que el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (alca), impulsado por eu, otorgó a la integración de los mercados energéticos — fundamentalmente la de los recursos fósiles— siempre reflejó la centralidad de la matriz energética en la re-articulación de una hegemonía en clave panamericana en el continente (Rousseau, 2006). No obstante, la crisis y estancamiento que este proyecto sufrió en 2005, tras la Cumbre de Mar del Plata, hizo que la ambiciosa proyección y fortalecimiento de la 326

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Alba (creada en 2001) junto con la Comunidad Sudamericana de Naciones (2004), rebautizada como Unión Suramericana de Naciones (Unasur en 2007) se presentaran como opciones con capacidad institucional para construir una integración latinoamericana con perfil autónomo (Oliva, 2008). Un discurso en el que las importantes fuentes energéticas contenidas en la región otorgaban un potencial “estructural” que hacía viable la sustentabilidad integracionista sur-latinoamericana. No obstante, este debate ha sufrido modificaciones en la medida en que la estrategia estadounidense transitó a otra forma de relación con los países de la región, al concentrarse en acuerdos bilaterales con países con afinidad ideológica neoliberal (tales como México, Colombia o Perú), o con profunda debilidad estructural (como fue el caso de los países centroamericanos), incluso mediante el impulso y profundización de negociaciones específicas con países portadores del discurso latinoamericanista, como la sostenida petro-dependencia con Venezuela a lo largo de la década,1 o la negociación de un acuerdo con Brasil en el ámbito de producción y generación de mercados para el etanol y otras formas de energía alternativa (Zibechi, 2007). Cabe reconocer que en la dimensión propiamente sur-latinoamericanista, en la que se había trazado una especie de tensión-rivalidad entre los liderazgos de Venezuela, al frente del Alba, y el de Brasil, al frente de la Unasur, se ha conservado un espíritu orientado a la concertación política, aun cuando a finales de la década el debate se haya balanceado a favor del liderazgo brasileño. Más allá de las apreciaciones al respecto, interesa destacar cómo el eje de gravedad integracionista ha mantenido la preponderancia de lo energético para construir interdependencia entre los países de la región y un aumento en el poder autonómico para la diversificación de relaciones con actores extra-hemisféricos. Un último punto en este debate panamericanismo-latinoamericanismo es la persistencia de una dimensión fundamentalmente realista en las relaciones interamericanas, centrado en las tensiones protagónicas de los Estados nacionales, el enfrentamiento discursivo de los bloques regionales del continente y el uso pragmático de las alianzas interestatales, mientras que el espíritu de apoyo a los procesos supranacionales

1.

Para 2005, el comercio total entre Venezuela y eu fue de 40,373 millones de dólares, es decir, 146.4% más que en 1998. Mientras que en 2007 Venezuela envió 1.387 miles de millones de barriles de petróleo diarios (mmbpd) hacia Estados Unidos, que lo convirtió en su tercer proveedor por encima de México (Lander y Navarrete, 2007, p. 31).

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latinoamericanistas por parte de los actores no estatales se ha debilitado. El soporte popular de las “Cumbres de los Pueblos” y el apoyo de los sectores organizados de la sociedad civil ha enfrentado un declive ante las crecientes contradicciones en que han incurrido los proyectos desarrollistas, no sólo en los países con gobiernos neoliberales sino también en los que presumen un discurso de corte “progresista” (como Argentina, Brasil, Ecuador e incluso Bolivia). Lo que se ha visto expresado en proyectos de represas orientados a la generación de energía hidroeléctrica, o en la ampliación de espacios para la exploración-explotación de recursos energéticos fósiles y mineros. En un segundo plano, el debate interconectividad vs. integración permanece como un importante referente de análisis al realizar un balance de las iniciativas logradas o interrumpidas en los últimos años. La simplificación de la integración energética a un presunto logro de procesos logísticos de interconexión entre fuentes de suministro y polos de consumo energético parece prevalecer como horizonte institucional en los proyectos integracionistas, no sólo en las iniciativas basadas en paradigmas profundamente técnicos y desarrollistas como la Iniciativa Mesoamericana —antes llamada Plan Puebla Panamá—, sino incluso en las iniciativas de Unasur, Mercosur y el proyecto estratégico de Petroamérica de la Alba. Las iniciativas con un perfil de concertación y complementación altamente integracionistas y autonómicas respecto a los países centrales parecen atravesar una fase de estancamiento. Este es el caso del proyecto ampliado de integración energética de la Alba: Petroamérica, que si bien en la segunda mitad de la década logró estructurar una amplia presencia en la región del Caribe y Centroamérica, enfrenta un brusco estancamiento en su proyecto magno del Gaseoducto del Sur, el cual pretendía conectar a Venezuela, Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil. Lo mismo ha ocurrido con el proyecto sudamericano de Brasil —la Alianza Energética Andina (2004)— o las iniciativas esbozadas por la Unasur, tales como el Acuerdo Marco de Complementación Energética, el Anillo Energético o el Gasoducto Binacional Colombia-Venezuela, ninguno de los cuales vio luz a finales de la década. En este sentido, Bodemer (2010, p. 183) señala con cierta razón que: “[u]na parte importante de las iniciativas energéticas de integración se generan todavía de forma predominantemente binacional y con un enfoque de cooperación, y no según una forma de articulación regional”. Incluso, cabe resaltar algunos hechos coyunturales que además de mostrar el estado de estancamiento señalado, o su limitación para el 328

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logro de acuerdos orientados a trascender gradualmente los estadios de integración técnica y operativa, apuntan al relanzamiento de tensiones geopolíticas. Así puede interpretarse la compra en el año 2007 de Ipiranga —la segunda mayor empresa petrolera en Brasil— por parte Petrobras para impedir la entrada de pdvsa en el mercado brasileño de distribución de combustibles, o, la activa participación de los técnicos venezolanos de pdvsa en la capacitación de los nuevos funcionarios de la paraestatal boliviana ypfb, recuperada en 2006 por el gobierno central boliviano para asumir el control de las refinerías que pertenecieron a Petrobras (AméricaEconomía/The New York Times, 13/06/2008). Aunque se trata de hechos propios de la competitividad interestatal, representan un importante símbolo del fortalecimiento en los patrones de soberanía sobre los recursos energéticos —nacionalismo energético— y de la securitización de la energía, más que de signos de construcción de un esquema de seguridad energética regional. Se trata de una situación que amenaza con la ampliación de las “tendencias centrífugas” en la región, la pérdida de la institucionalidad lograda, el retorno a prácticas unilaterales y un paradójico aumento de la inseguridad basado en la falta de cooperación energética (Bodemer, 2010, p. 201). En todo caso, resalta un sometimiento creciente de las tentativas de integración a los polémicos esquemas desarrollistas de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional (iirsa), basada en una perspectiva de interconexión física que prioriza la conectividad gasífera y proyecta la concreción de corredores que vinculan la totalidad de Cono Sur y el anhelo del tránsito “bioceánico”.2 No obstante, como señala un interesante análisis del Observatorio Geopolítico Latinoamericano, la iirsa representa un particular proyecto de territorialidad orientada a potenciar la inserción de la región al nuevo esquema de acumulación de capital internacional, más que a fortalecer la matriz integracionista regional (Ceceña, 2007). Su construcción conlleva además una enorme devastación ecológica y es un semillero activo de los nuevos conflictos territoriales más acuciantes en países como Brasil, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Chile o Argentina, etc. De allí, la persistente 2.

El proyecto de iirsa se estructura por diez ejes de integración y desarrollo (eid) y una Agenda de Implementación Consensuada (aic) para la ejecución de 31 proyectos entre 2005 y 2010. Cabe señalar que para 2007 se había iniciado apenas 10% de ellos (Nerys, 2010, p. 215); mientras que, de acuerdo con el informe: “iirsa 10 años después: sus logros y desafíos”, de los 31 proyectos de la aic sólo tres se han concluido (ninguno de ellos en materia energética), diecinueve están en ejecución, siete están en pre-ejecución y dos permanecen como proyecto.

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superposición de la interconectividad sobre la integración política y social y, con ella, de la ruptura con los principales actores sociales que reclaman el respeto a sus territorios y culturas, y la idea de una integración que comienza al interior de los propios países. Estas dos grandes líneas de debate permiten plantear el estado general de las tendencias sobre las que se desenvuelven los acontecimientos coyunturales de 2010, y esbozar los escenarios a los que la aspiración de un proyecto de integración energética con miras al logro de una gobernanza energética requiere enfrentar. Balance de los principales acontecimientos en 2010 El año 2010 marca un referente sobre los logros y limitaciones que se han dado en el proceso de integración regional en la última década y además permite pensar sobre el tipo de conflictividad o concertación que se gesta en el específico rubro energético. De allí que enseguida se identifiquen los acontecimientos coyunturales de 2010 más relevantes en cada una de estas dimensiones. Concertación y hechos de relevancia en materia energética Entre las tendencias de concertación destaca el interés expresado por Perú para la construcción de alternativas sostenibles y técnicamente factibles para concretar una integración eléctrica con Bolivia, Brasil y Chile, a través de múltiples interconexiones (AméricaEconomía, 13/11/2010). El potencial hidroeléctrico peruano alcanza alrededor de 58 mil megavatios, superior a la demanda interna, por lo que el excedente pretende ser vendido, por ejemplo, a Brasil, país con el que ya tiene un acuerdo binacional que promueve la construcción de centrales hidroeléctricas. Además, el mismo país andino estudia el desarrollo de un Nodo Energético del Sur, que comprendería la construcción de dos centrales termoeléctricas. Por su parte, el Ministerio de Energía y Minas (mem) creó una Comisión de Intercambio Energético Perú-Ecuador, encargada de definir las condiciones para la realización del intercambio de electricidad entre ambos países, así como la negociación de las mismas con los representantes del gobierno de Ecuador. Mientras tanto, en Brasil destaca el nuevo arranque de Electrobras, empresa paraestatal que obtuvo utilidades por us$ 973 millones, revirtiendo las pérdidas de us$ 1.144 millones que tuvo en 330

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el ejercicio anterior y que podría ampliar su capacidad de abastecimiento a la región durante la próxima década (AméricaEconomía, 13/11/2010). De entre los pocos hechos de concreción en torno a la interconectividad energética destaca la inauguración del Gasoducto de Integración Juana Azurduy (gija) entre Argentina y Bolivia en 2010, que garantiza parcialmente el cumplimiento de los compromisos de este último para con su país vecino. Además, sigue en marcha la promesa del inicio de la construcción del Gasoducto del Noreste Argentino (gnea), que se planea comenzar a construir en octubre de 2011 (Honty, 2011). En relación con algunos de los acontecimientos de relevancia en materia energética en la región durante 2010, destaca que el secretario pro témpore del Consejo de Defensa Suramericano de la Unasur, Javier Ponce Zeballos, haya afirmado que la Unasur no se ha posicionado en contra del uso de energía nuclear en la región, aclarando que “[d]e todas maneras el Consejo de Defensa Suramericano ha sido muy claro, y Unasur también, en sentido de despejar de la región la presencia de armamento nuclear, pero eso no significa oponerse a proyectos de desarrollo que impliquen energía nuclear” (La Razón, 24/11/2010), tras conocerse en octubre que el gobierno ruso va a construir la primera estación de energía nuclear en Venezuela, después de conversaciones entre los presidentes Dmitry Medvedev y Hugo Chávez en el Kremlin (AméricaEconomía, 15/10/2010). Otro hecho relevante en materia energética en América Central es que 65% de la producción de electricidad en seis países de esta subregión proviene de fuentes renovables, específicamente de la energía hidráulica, la geotermia, la caña de azúcar y la energía eólica, lo cual podría potenciar un giro creciente en el paradigma energético de la sub-región (AméricaEconomía, 02/11/2011). No obstante, este hecho aún no se ha traducido en parte rectora de la agenda de alguna de las iniciativas de integración regional centroamericana como el Sistema de Integración Centroamericana (sica) o la propia Iniciativa Mesoamericana. Conflictividad y controversias Los principales focos de conflicto en torno a la integración energética se han presentado fundamentalmente en el Cono Sur, y más específicamente entre los países del Mercosur en el rubro de hidroelectricidad y gas natural. Por un lado, Paraguay ha enfrentado serias dificultades para la exportación de su energía a Uruguay, debido a los obstáculos inter331

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puestos por la Argentina al tránsito de la energía hidroeléctrica generada por la represa binacional (argentino-paraguaya) Yaciretá, o cualquier otra fuente generadora de energía (como la represa Acaray, de exclusiva propiedad paraguaya). Frente a esto, Paraguay ha apelado al Tratado de Asunción en el Parlasur, sobre su libre derecho de transportar servicios y mercancías a los países miembros del Mercosur, incluso haciendo uso del territorio argentino. No obstante, Buenos Aires no ha resuelto la promesa (del año 2008) de permitir el tránsito de la electricidad a terceros países, sin que la internalice y luego la re-exporte, lo que es visto no sólo por Paraguay, sino por Uruguay y Chile, como un gesto de nacionalismo energético que entorpece la voluntad integracionista en la subregión (abc Digital, 15/09/2011; Honty, 2011). Otro punto clave de controversia en la región ha sido la persistente dificultad de Bolivia para cumplir sus compromisos energéticos con los principales socios del Mercosur —Brasil y Argentina— y extender su capacidad de exportación gasífera a otros países. Destacan además, los incumplimientos de Argentina con Chile y la persistente pugna de Paraguay por obtener mejores precios por la electricidad que vende a Argentina y Brasil. Frente a estos escenarios, Uruguay se ha visto imposibilitado de importar gas boliviano por la misma situación que experimenta al intentar importar electricidad paraguaya, en la medida en que la Argentina reclama el cumplimiento de los compromisos asumidos por Bolivia de entregarle 27.7 millones de metros cúbicos de gas natural diarios a partir de 2010. No obstante, para ese mismo año, Argentina tan sólo ha estado recibiendo entre dos y siete millones de metros cúbicos de gas, de los aproximadamente 40 millones que produce Bolivia, y de los cuales destina un promedio de 30 millones a Brasil, y el resto para su consumo interno (Honty, 2011). Esto ha llevado a que Chile, importador de gas argentino y boliviano, haya experimentado serias dificultades de abastecimiento energético. Por su parte, Brasil ha expresado que si bien planea mantener las importaciones de gas de Bolivia, que para 2006 llegaron a representar 40% de la oferta interna, para 2012 planea que apenas lleguen a 22% (AméricaEconomía/The New York Times, 13/06/2008). Una expectativa que, sin embargo, para el año 2010, no parece contar con muchos avances.

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La securitización de la energía y el anhelo de la gobernabilidad energética: algunas consideraciones finales Uno de los factores que han acompañado las interpretaciones sobre las tendencias de integración energética en la última década ha sido el impulso a iniciativas con altos niveles de control centralizado por parte de los Estados. Otro, ha sido el de la construcción de un sistema de interconexión internacional, coordinado y eficiente, de libre acceso a las redes de abastecimiento energético compatible con el funcionamiento del libre mercado y centrado en el abaratamiento de costos y en el aseguramiento de suministros; esta fue la tendencia de la iniciativa de integración de los mercados energéticos impulsada en el marco del Alca. No obstante, hoy, “ante la presencia de gobiernos que procuran una mayor presencia en el diseño de la política energética, la integración requiere de alguna forma (renovada) de coordinación política supranacional” (Honty, 2011). El problema demanda analizar críticamente estos discursos y evaluar los alcances concretos de sus prácticas. Una posición que requiere matizar las interpretaciones que parten de identificar cualquier esquema integracionista con alto personalismo estatal-supranacional, como un proyecto ideologizado, económicamente cerrado y militarmente defensivo, como se ha querido identificar en el caso del proyecto de la Alba (Bodemer, 2010), pero sin perder de vista las contradicciones que una alternativa de integración con fuerte ideología sur-latinoamericanista (como la Alba o la Unasur) posee, aunque paulatinamente pierde su fuerte proyección social y cultural así como su excepcional base social de apoyo (Altman, 2011). Por otro lado, una corriente interpretativa del fenómeno de integración energética regional se ha centrado en identificar la recuperación concreta de “soberanía autónoma regional” —fundamentalmente en Sudamérica— frente a eu, tanto en la iniciativa de la Alba, como la de Unasur. No obstante, los pasos para la institucionalización de este proceso se han visto paulatinamente estancados, como lo demuestra el lento avance del Consejo Energético de Suramérica (creado en 2008) y la falta de implementación del Tratado Energético Suramericano. De tal manera, a la luz de los (escasos) avances en materia de integración energética con miras al logro de una amplia gobernanza energética es posible señalar que prevalece la tendencia de un tipo de integración basada esencialmente en la “interconexión física” y un debilitamiento institucional del compromiso político para proyectar un desarrollo re333

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gional sustentable. Las principales tendencias sugieren un escenario de nacionalismos energéticos, débiles iniciativas de cooperación integral, insuficiente innovación para la creación de una nueva matriz energética alternativa a los recursos fósiles y la superposición de proyectos desarrollistas restringidos a la creación de infraestructura que buscan el acceso a las fuentes energéticas disponibles, a precios más bajos y a su inserción al esquema de acumulación de capital global. En cualquier caso, es posible considerar que la integración energética está “sufriendo los desacomodos que provoca la transición de un estilo de integración que ya no funciona hacia otro que aún está en preparación” (Honty, 2011). Saber cuáles serán sus características y si dominará la concreción del sueño integracionista o se extenderán sus insomnios, es materia que se evaluará a lo largo de la próxima década. Bibliografía Altman B. Jossete (coord.) (2011). Alba: una nueva forma de integración regional. Buenos Aires: Ed. Teseo. Ceceña, Ana Esther, Paula Aguilar y Carlos Motto (2007). Territorialidad de la dominación. Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (iirsa). Observatorio Geopolítico Latinoamericano. Bodemer, Klaus (2010). Integración energética en América del Sur: ¿Eje de integración o fragmentación? En M. Cienfuegos y J. A. Sanahuja (eds.) Una región en construcción. Unasur y la integración en América del Sur. Barcelona: cidob. Honty, Gerardo (2006). Energía en Sudamérica: una interconexión que no integra. Nueva Sociedad, 204, pp. 119-135. Honty, Gerardo (2011). La integración energética en transición. En Agencia Latinoamericana de Información. Recuperado el 13 de octubre de 2011 de: http://alainet.org/active/49257. Lander, Edgardo y Navarrete, Pablo (2007). La política económica de la izquierda latinoamericana en el gobierno. Caracas/Ámsterdam: Havens Center, Rosa Luxemburg Stiftung, Transnational Institute. Nerys F., Wilson (2010). La integración física y la viabilidad de la iirsa. En M. Cienfuegos y J. A. Sanahuja (eds.) Una región en construcción. Unasur y la integración en América del Sur. Barcelona: cidob. Oliva, Carlos (2008). Algunas consideraciones generales sobre las políticas exteriores de América Latina en los años recientes. La región frente a la política exterior de Estados Unidos. En J. Preciado e I. Medina (coord.), Anuario de Integración Regional 2007. México: Redialc. 334

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Geopolítica de la violencia en América Latina en 2010

Jerónimo Ríos Sierra Heriberto Cairo Carou La relación entre inseguridad y violencia plantea una difícil tesitura de gobernabilidad en buena parte de los Estados de la región, además de erigirse en una amenaza de índole trasnacional que repercute muy negativamente en aspectos varios como el pib y el mercado laboral, el capital social, la calidad de vida o el propio proceso democrático (Banco Interamericano de Desarrollo, 1998). Además, violencia e inseguridad se han consolidado como la principal preocupación de la ciudadanía latinoamericana a tenor de los últimos datos del Latinobarómetro (2011), lo que parece explicar el proceso de creciente militarización de la seguridad pública que acontece en muchos Estados de América Latina y que confiere especial protagonismo a las Fuerzas Armadas en aspectos de seguridad ciudadana. De este modo, se espera que las siguientes líneas sirvan para entender a grandes rasgos el alcance y el sentido que violencia e inseguridad han representado en América Latina a lo largo de 2010 y que exigen de importantes esfuerzos por parte de los Estados por consolidar una función garante de la seguridad que en muchas regiones, cuando menos, parece quedar en entredicho. Violencia política en América Latina Por lo general, la violencia se plantea dentro del continente latinoamericano como un factor desestabilizador de orden interno, que emerge 337

Jerónimo Ríos Sierra y Heriberto Cairo Carou

como consecuencia de una serie de factores tanto individuales (edad, género, nivel educativo o socialización de la violencia) como socioeconómicos (exclusión social, desempleo, inequidad, crimen organizado, corrupción). No obstante, las posibilidades de hablar de la violencia como fenómeno son muy amplias, si bien un punto de partida puede pasar por distinguir aquellos casos en los que en su ejercicio, el Estado deviene como actor de la misma o por el contrario, como simple escenario de representación de las pautas violentas que se desarrollan dentro de su sociedad. En el primer caso, se suele hablar de violencia política. Si en el pasado era frecuente, con la llegada y consolidación de las democracias a la región, la violencia expresada en forma de torturas y desapariciones forzadas a cuenta del Estado, o en la concurrencia de grupos guerrilleros que disputen el poder político al mismo, ha quedado reducida en sus expresiones más llamativas a dos casos. Por un lado, Colombia, donde el conflicto armado subsiste todavía desde hace décadas, y por otro, Perú, una minúscula fracción de la guerrilla Sendero Luminoso, “Proseguir”, subsiste. Hablar en la actualidad de violencia de Estado obliga a mirar especialmente a Colombia, donde recientemente saltaron a la luz dos asuntos violentos que empañaron sobremanera la credibilidad institucional del Estado: los “falsos positivos” y la “parapolítica”. En lo referente al caso de los “falsos positivos”, suponen un caso flagrante de violencia política y de vulneración de los derechos humanos por parte del Estado colombiano, en la medida de que representan ejecuciones sobre civiles asesinados por miembros del ejército, que posteriormente fueron presentados a la sociedad como guerrilleros abatidos bajo el propósito de engrosar las cifras del conflicto y legitimar el gasto en seguridad y defensa de la administración Uribe (2002-2010). Hasta el momento, Cinep (2011) ha denunciado un total de 562 casos y 1,119 víctimas, si bien la Fiscalía General de la Nación apenas reconoce a la mitad de las víctimas y tiene a una tercera parte de los casos por el momento paralizados. Por su parte, la “parapolítica” puede ser el escándalo de violencia política más relevante acontecido en los últimos años en América Latina, al representar un punto de encuentro entre grupos narcotraficantes y paramilitares con partidos políticos y grupos empresariales, y que ha terminado por trascender de la esfera local al ámbito departamental y a las instituciones nucleares del Estado de Derecho colombiano como el Congreso o el Senado. 338

Geopolítica de la violencia en América Latina en 2010

En abril de 2010, la cifra de imputados por esta cuestión afectaba a más de 400 políticos, de los cuales 80 eran congresistas, 109 funcionario públicos, 324 integrantes de la fuerza pública y más de 5,000 ciudadanos. En total, se estima que en 2010 una tercera parte de alcaldes, gobernadores y congresistas que comenzaron la legislatura en 2006 fueron apoyados por grupos narco-paramilitares, y a los que habría que añadir 4% más, derivados del apoyo de la guerrilla, en un ejemplo de patrimonialización del Estado y del poder político colombiano al servicio del interés compartido por determinadas elites políticas y económicas del país y grupos armados (López, 2011). Igualmente residual en América Latina es la violencia interestatal, la cual a lo largo del pasado siglo xx ha tenido una escasa relevancia, predominando más bien ciertas disputas territoriales fronterizas. El último foco de tensión interestatal más relevante en el continente latinoamericano fue resultado de la puesta en marcha de la “Operación Fénix”, en 2008, cuando Colombia bombardeó en Angostura, un territorio fronterizo de Ecuador, el campamento donde se encontraba el líder de las farc, “Raúl Reyes”. Ello trajo consigo una grave crisis diplomática entre el gobierno de Álvaro Uribe, Ecuador y Venezuela, que llegó a su punto mayor en julio de 2010, cuando Venezuela rompió relaciones con Colombia. Empero, la llegada de Juan Manuel Santos, en agosto de 2010, a la presidencia de Colombia ha traído consigo una nueva normalización dentro del escenario andino, reactivando las relaciones comerciales con Venezuela y acordando con ésta —en noviembre de 2010— un programa de cooperación recíproca en materia de crimen organizado y de intercambio de experiencias en aspectos de seguridad y defensa. De esta manera, la tendencia de los últimos años en América Latina pasa más por favorecer puntos de encuentro que permitan desarrollar fórmulas de resolución pacífica de conflictos (Ruz, 2011). Así sucedió, por ejemplo, con la crisis fronteriza desencadenada entre Costa Rica y Nicaragua como consecuencia de los usos del margen del río San Juan, que si bien fue elevada el 13 de noviembre al Consejo Permanente de la oea, rápidamente quedó resuelta. Del mismo modo, Unasur y sobre todo el Consejo Suramericano de Defensa a lo largo de 2010 han trabajado en aras de fortalecer y avanzar en los mecanismos de formulación e implementación de medidas de confianza recíproca sobre la base de un mayor intercambio de información, un desarrollo de prácticas militares conjuntas o el fomento de la transparencia en el gasto militar de los diferentes Estados de la región (Niño, 2011). 339

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La tendencia pues, en 2010, ha sido la de normalizar y reducir el nivel de tensión interestatal, tal y como evidencian la recuperación de las relaciones diplomáticas entre Perú y Bolivia —que llegaron a un acuerdo para facilitar el acceso comercial de Bolivia al Pacífico— o entre Perú y Chile y Argentina y Uruguay —a tenor de los cambios en la presidencia del gobierno tanto chilena como uruguaya. Algunos condicionantes de la violencia en América Latina: exclusión social, narcotráfico y tráfico de armas Antes de observar parte de las representaciones de la violencia que tienen lugar dentro de la sociedad latinoamericana, conviene detenerse en algunos de los condicionantes que de un modo más preocupante sirven de soporte para su desarrollo. Tanto la exclusión social y la falta de oportunidades económicas como el narcotráfico y el tráfico de armas de fuego representan tres factores sumamente relevantes, que se retroalimentan entre sí, y que evidencian hasta qué punto violencia e inseguridad se relacionan con la debilidad institucional del Estado de Derecho y la ausencia de mecanismos de control y regulación. En lo referente al componente social, la inequidad, acompañada de factores concomitantes como la pobreza, la exclusión, la marginalidad, el desempleo, la falta de oportunidades, la frustración o las privaciones económicas, constituyen en suma un caldo de cultivo óptimo en la emergencia de la violencia dentro de América Latina. La pobreza y la indigencia afectan a más de la mitad de la población en países como Honduras, Nicaragua, Guatemala o El Salvador. Mientras, la desigualdad en la distribución de la riqueza resulta especialmente relevante, además de en Centroamérica, en otros países como Colombia, Brasil o México, guardando una fuerte correlación con la violencia y con la tasa de homicidios por cien mil habitantes, tal y como se verá con posterioridad. Dentro de esta dimensión de relación de la dimensión social con la violencia como forma de obtención recursos al amparo de la ausencia del Estado, un claro ejemplo lo representan las maras y pandillas juveniles de Centroamérica. Éstas emergen dentro de un clima carente de mecanismos de control social, convirtiéndose en una importante amenaza a la seguridad regional y que es responsable, por ejemplo, de la cuarta parte de los más de 6,000 homicidios que en 2010 se registraron en Guatemala.

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Otro condicionante de la violencia que no puede pasarse por alto es el narcotráfico, especialmente relevante por su proyección trasnacional y por su elevado grado de sofisticación y de penetración dentro del poder público. Hoy por hoy, entre Perú, Bolivia y Colombia se concentra el cultivo mundial de coca, que según unodc (2011a) ascendió en 2010 a 149,100 hectáreas, esto es, 9,700 hectáreas menos que el año anterior. Sin embargo, tal reducción, focalizada principalmente en Colombia, debe de relativizarse a tenor del aumento experimentado en la producción de pasta de coca, tanto en Perú (38%) como en Bolivia (112%). Este narcotráfico, íntimamente ligado con la violencia, la criminalidad, la corrupción institucional y el sicariato, fue objeto de especial atención en la xxxv Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno del sica, celebrada a finales de junio de 2010, donde se aprobó la celebración, a finales de 2010, de la ii Cumbre Regional sobre el Problema Mundial de las Drogas, Seguridad y Cooperación. El propósito es avanzar, por parte de los 24 Estados participantes, en programas de coordinación e intercambio información, así como en el desarrollo de un programa de observación y monitoreo nacional. La amenaza regional que representa el narcotráfico en América Latina repercute directamente en Estados Unidos, primer consumidor mundial de cocaína, que concibe este problema como causa de inestabilidad regional dentro de una estrategia de control militar del continente (Preciado, 2009). Ello ha supuesto la necesidad de incorporar mecanismos de erradicación de cultivos ilícitos y lucha contra el narcotráfico como el Plan Colombia, rubricado en 1999 entre los gobiernos de Andrés Pastrana y Bill Clinton y que ha sido continuado por George Bush, Barack Obama y Álvaro Uribe, suponiendo, desde entonces, un montante total para Colombia de aproximadamente 8,000 millones de dólares. Bajo la misma consideración debe entenderse la Iniciativa Mérida, resultante del acuerdo en 2007 entre George Bush y Felipe Calderón, y que en 2010 cumple su tercer año de ejecución con una cifra total que asciende a 1,400 millones de dólares, y de los cuales, para 2010, se ejecutarán algo más de 200 millones del lado mexicano, y otros tantos del estadounidense. Pese a la trascendencia de este programa, conviene señalar que las cifras que arroja la guerra al narcotráfico declarada por el gobierno de Calderón desde finales de 2006 no parece resultar esperanzadora: si la tasa de homicidios vinculados al crimen organizado en México en el 341

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año 2006 era de 2,221 muertes, en 2009 alcanzaba las 8,281 víctimas y en 2010 las 15,273 (Benítez y Rodríguez, 2011). No obstante, se está lejos de pensar en una reducción de la cooperación policial-militar estadounidense en la región a tenor de la reciente ampliación de la Iniciativa Mérida en dos mecanismos complementarios como son la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe y la Iniciativa de Seguridad Regional de América Central. La primera, con una dotación final de 37.1 millones de dólares para 2010, tiene como principal destino la lucha contra el tráfico ilícito y el fortalecimiento de la seguridad pública en los países del Caricom y la República Dominicana. Por su parte, la Iniciativa de Seguridad Regional de América Central responde a la preocupación de que Centroamérica se haya consolidado como el tránsito natural por el que circula 90% de las drogas que llegan a Estados Unidos. Así, la porosidad fronteriza, la debilidad institucional, la corrupción acuciante y la presencia creciente de cárteles mexicanos en Centroamérica obligaron a que la Iniciativa Mérida se ampliara en junio de 2010, incluyendo una partida presupuestaria de aproximadamente 200 millones de dólares. Pese a todo, existe una gran incertidumbre en relación a la idoneidad de este tipo de estrategias reactivas, basadas fundamentalmente en la cooperación policial-militar y en el fortalecimiento institucional. Así lo planteó, entre septiembre y noviembre de 2010, la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia —formada, entre otros, por los ex presidentes latinoamericanos Carlos Gaviria, Henrique Cardoso y Ernesto Zedillo—, que propuso la consideración de posibles alternativas como la legalización de ciertas drogas y el desarrollo de una estrategia más preventiva, centrada no tanto en la reducción de la demanda y sí más en la reducción del daño a tenor de la preocupante correlación existente entre tráfico de drogas y homicidios.1 Por último, en lo que tiene que ver con el tráfico de armas y la accesibilidad a éstas que encuentra la sociedad civil, según unodc (2011b), Honduras presenta la tasa de homicidios cometidos con armas de fuego más elevada del continente (96%), seguida de El Salvador (88%), Guatemala (84%), Colombia (80%) y Brasil (76%). Quizá así se entienda el hecho de que América Latina, tal y como informa la Fundación Arias para la Paz y el Progreso (2010), sea el lugar 1.

Por ejemplo, sólo en México se estima que 95% de los homicidios son cometidos entre integrantes de los diferentes cárteles narcotraficantes.

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del mundo en el que existe una mayor asociación entre muertes violentas y armas de fuego, con un impacto sobre la tasa de homicidio de 15.5 por cada cien mil casos, lo que supone el doble que África (7.5 por cada cien mil habitantes) y casi cuatro veces más que Estados Unidos y Canadá (3.9 por cada cien mil habitantes). Igualmente, unodc (2011b) estima que en 2010 circularon en torno a tres millones de armas de fuego en Centroamérica, las cuales se concentrarían en Guatemala (54%), Honduras (14%) y El Salvador (8%), y donde aproximadamente 60% provendrían del tráfico ilícito. Así, buena parte del tráfico de armas que acontece en Centroamérica derivaría de los remanentes de los conflictos armados de la década de 1980, abasteciendo principalmente a cárteles mexicanos y grupos armados irregulares de Colombia, e incluyéndose en un intercambio de drogas y armas que viene desarrollándose con normalidad desde la década de los noventa. A todo ello se añadiría la transferencia de armas del sector público al privado como consecuencia del auge de la seguridad privada en Centroamérica, copada por ex militares y ex policías que ponen de manifiesto lo imperante de la debilidad institucional y la falta de mecanismos de control regulatorios. Expresiones dominantes de la violencia en la sociedad latinoamericana Dado el carácter residual de la violencia política, la escasa probabilidad de violencia entre Estados y la importancia de ciertos condicionantes como la exclusión social, el narcotráfico o el tráfico de armas de fuego, el problema de la violencia en América Latina debe interpretarse como una cuestión de orden interno y representación trasnacional. No obstante, el auge de la violencia y la inseguridad como constantes de la realidad social latinoamericana se comprende en buena medida como resultado del proceso de adaptación de los regímenes democráticos en la década de los ochenta y noventa a las exigencias del neoliberalismo económico. Ello trajo consigo la dificultad manifiesta del Estado de Derecho latinoamericano por conferir recursos y seguridad a su sociedad civil y disponer del control territorial y del monopolio legítimo de la violencia. Según unodc (2011b), en el mundo se cometieron un total de 468,000 homicidios en 2010, de los cuales en el continente americano se concentraron 144,000, esto es 27%. A su vez, la tasa global de homicidios por cien mil habitantes fue de 6.9; una cifra muy alejada de los 15.6 del 343

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continente americano, tan sólo superada por el continente africano, con un valor de 17.4. Para mayor concreción: si en el año 2000 la tasa de homicidios en América Latina era de 20 muertes por cada cien mil habitantes, en 2010 se alcanzaban los 23 homicidios. Así, tras la subregión surafricana,2 que es la más violenta del mundo, los ocho Estados centroamericanos y los trece suramericanos presentan unas tasas de homicidios sumamente preocupantes, de 25 y 21 por cada cien mil habitantes respectivamente, y que hacen del continente latinoamericano el más violento e inseguro del mundo. México, Guatemala, Honduras y El Salvador oscilan entre los 40-50 homicidios por cien mil habitantes, muy alejados de los 12 de países como Costa Rica, Nicaragua o Panamá. En la región andina, igualmente Colombia y Venezuela superan la cifra de los 40 homicidios por cien mil habitantes, duplicando los registros de Ecuador y Bolivia, y muy alejados de los ocho que presenta Perú. Finalmente, el Cono Sur es el que arroja cifras más benévolas en lo que a tasa de homicidios se refiere si bien, por un parte Chile, Uruguay y Argentina se mantienen por debajo de la media mundial referida de 6.9, mientras que Paraguay asciende a los 15 homicidios por cien mil habitantes y Brasil a los 22 (unodc, 2011b; Costa, 2012).3 Otra expresión de la violencia no menos importante sería el secuestro. En abril de 2010, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos informaba que las dos terceras partes de los secuestros que anualmente se producen en el mundo se dan en América Latina. Esto tiene especial relevancia en México, donde el secuestro se vincula con la trata de personas y el reclutamiento de éstas para formar parte de la actividad narcotraficante de los cárteles. Sólo entre abril y septiembre de 2010, la Comisión Nacional de Derechos Humanos mexicana denunció el secuestro de 11,333 migrantes, de los cuales 45.3% eran hondureños, 16.2% salvadoreños, 11.2% guatemaltecos y 10.6% mexicanos (Comisión Nacional de Derechos Humanos, 2011, p. 22).4 En Colombia, otro tradicional escenario de secuestros, con motivo de los avances en materia de seguridad pública éstos han caído en 82%

2. 3.

Botsuana, Lesoto, Namibia, Sudáfrica y Suazilandia. El límite que cifra la oms para hablar de “epidemia de violencia” es de 10 homicidios por 100,000 habitantes. 4. Dos casos especialmente reveladores del alcance de los secuestros en México fueron el hallazgo de una fosa con 72 cadáveres de inmigrantes centroamericanos en agosto de 2010, y el secuestro por parte del cártel de los Zetas, en diciembre de 2010, de 40 inmigrantes que se dirigían al norte de México en un tren de carga.

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en comparación con los registros en 2002. Igual sucede con los atentados terroristas, que se han reducido en 84%, y los homicidios, que lo han hecho 45%. Sin embargo, y a efectos de violencia, la persistencia del conflicto armado sigue traduciéndose en el último año 2010 en más de 20,000 combatientes entre insurgencia y paramilitares, 280,000 desplazamientos —es el país del mundo con más desplazamiento interno—, 784 casos de violencia armada y más de mil violaciones a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario (Ríos, Bula y Brocate, 2012). Otra manifestación de violencia, dentro de las múltiples que se podrían referir para América Latina, sería los linchamientos, que además de poner en entredicho los mecanismos garantes de justicia de acuerdo al imperio de la ley, han cobrado especial relevancia en Guatemala y México —donde se relacionan, cada vez más, con el crimen organizado—, y en Bolivia, donde en junio de 2010 ya se habían alcanzado los 15 casos que se dieron para todo el año anterior, cuestión aparte de los 77 casos que fueron evitados por intervención de la fuerza pública. Igualmente, y gracias a la mayor visibilidad y reconocimiento legal experimentada en los últimos tiempos, la violencia doméstica plantea un importante reto en cuanto a la reducción de un tipo de violencia, tradicionalmente normalizado, en parte de la vida cotidiana latinoamericana. Sobre la base reinante del patriarcado familiar, en muchos lugares el núcleo doméstico sigue siendo un importante escenario de reproducción y desarrollo de la violencia. Según onu Mujeres (2011) en países como Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador o Perú, entre una cuarta parte y una tercera parte de las mujeres reconocen haber sido víctima de un caso de violencia física, psicológica o sexual. Del mismo modo, es preocupante otro tipo de violencia como es la derivada del matrimonio de impúberes, que en algunos casos termina por afectar a un porcentaje muy elevado de población juvenil, tal y como es el caso de Nicaragua (41%), República Dominicana (40%), Honduras (39%), Bolivia (36%) o Guatemala (35%). Preocupación por la delincuencia y militarización de la seguridad ciudadana A tenor de tan reveladoras manifestaciones de violencia e inseguridad, ésta se ha convertido en la preocupación más importante de la sociedad civil de América Latina, y en una de las prioridades fundamentales de 345

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los gobiernos de la región. Éstos han utilizado la Cumbre de Ministros de Seguridad Pública de las Américas como referente para desarrollar mecanismos de coordinación y cooperación en materia policial y de fortalecimiento de la seguridad ciudadana.5 En lo referente a la sociedad civil, los resultados del último Latinobarómetro para 2010, revelan que 58% de los latinoamericanos reconoce sentir inseguridad, a la vez que 27% identifica la delincuencia como el problema más importante de su país. Esta última afirmación compartida, en doce de los dieciocho países en los que se realiza la encuesta, tiene mucho que ver con la valoración media de las políticas de seguridad pública del continente. Así, sólo 37% de los latinoamericanos aprueba a sus respectivos gobiernos en lo referente a gestión de la seguridad ciudadana y lucha contra el crimen,6 y únicamente 16% reconoce que en su país la seguridad ciudadana es satisfactoria. Los registros más elevados los obtuvieron Nicaragua (32%) y Honduras (25%). Quizá esta conjunción derivada por la violencia y la inseguridad explique la emergencia de un fenómeno que en los últimos años viene ganando fuerza en la esfera de la seguridad pública de algunos Estados latinoamericanos, como es la militarización de la seguridad ciudadana. La presencia creciente de las Fuerzas Armadas en la protección de la seguridad ciudadana contraviene la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que aboga porque la seguridad interna quede exclusivamente en manos de civiles, mejor preparados en el tratamiento de la violencia. En otras palabras, optar por la militarización representa en sí una involución de los valores democráticos. Sin embargo, luchar contra el crimen organizado y el narcotráfico de manera directa y reactiva parece ser una razón de peso que justifica la emergencia de nuevas guerras (Kaldor, 2001) proyectadas ad intra del Estado, donde la militarización se justifica como factor de superación del problema. Así sucede, por ejemplo, en Colombia y México, donde además converge una muy buena consideración de las Fuerzas Armadas dentro del imaginario colectivo de la población civil, junto con una percepción corrupta y clientelista de la policía (Latinobarómetro, 2011). En Brasil el ejército protagonizó, en diciembre de 2010, un operativo sin precedentes —en coordinación con la policía— para hacer frente a

5. La i Cumbre se celebró en 2008. En 2010, principalmente tuvieron lugar los trabajos preparatorios para la iii Cumbre, prevista para noviembre de 2011 en Trinidad y Tobago. 6. Únicamente aprueban Colombia (61%), Nicaragua (58%) y México (54%).

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un grupo de narcotraficantes sublevados en las favelas de Río de Janeiro e, igualmente, se pueden encontrar políticas de seguridad pública, amparadas en la militarización de la lucha contra las maras centroamericanas, en los casos de “Cero Tolerancia”, “Operación Libertad” y “Libertad Azul” en Honduras, “Mano Dura” y “Súper Mano Dura” en El Salvador o “Plan Escoba” en Guatemala. Dos últimos casos paradigmáticos son Perú y Venezuela. El primero, porque en 2010 ha aprobado una serie de medidas orientadas a instaurar un nuevo código penal militar que prevé archivar los supuestos crímenes contra los derechos humanos que no tengan sentencia en un plazo inferior a tres años; reconocer competencias al ejército en materia de seguridad ciudadana contra “grupos hostiles”;7 e instaurar de un modelo tradicional de justicia militar. Por su parte, en Venezuela, donde el Observatorio Venezolano de Violencia (2011) habla de 17,600 homicidios y 875 secuestros, el gobierno de Hugo Chávez ha terminado por reformular profundamente el ámbito de la seguridad ciudadana en pos de una mayor militarización. Primeramente, politizando la Fuerza Armada Nacional Bolivariana al reconocer el mismo mandatario la necesidad de disponer de una Fuerza Armada “mucho más radicalmente revolucionaria” (El Universal, 24 de noviembre de 2010). Por otro, llevando a cabo un profundo proceso de modificación de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que en diciembre de 2010 había incorporado hasta 48 cambios. El objetivo es espolear la función de la Milicia Nacional Bolivariana a fin de que, construyendo el socialismo, tenga la capacidad de asumir funciones de policía administrativa y de indagación, disponer de armamento —lo que a efectos militares la equipara a Ejército, Armada, Aviación y Guardia Nacional—, y obtener un mayor protagonismo dentro del orden interno, la seguridad ciudadana y la observación electoral (Jácome, 2010). No obstante, y pese a que todavía está por verse el alcance de la reforma, la militarización prematura de parte de la sociedad civil venezolana parecen vaciar de sentido tanto las recomendaciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos como de la propia Ley del Servicio de Policía y Cuerpo Nacional de Policía, donde queda reconocido expresamente el carácter civil y profesional de la función policial.

7.

Dada la imprecisión del término, se corre el riesgo, por ejemplo, de criminalizar las protestas sociales.

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Conclusión Conforme a lo expuesto y sugerido, queda constancia de cómo la inseguridad y la violencia representan un binomio indisociable que lastra y dificulta el desarrollo institucional de parte del Estado de Derecho en América Latina. Es la propia ausencia del Estado o su desnaturalización la que sirve de condicionante fundamental para que inseguridad y violencia resulten la principal preocupación de los latinoamericanos por un lado y, por otro, condicionen un fenómeno creciente de militarización en cuanto a la seguridad ciudadana. Los esfuerzos por generar espacios regionales y subregionales de convergencia y coordinación de políticas públicas de seguridad y fortalecimiento del Estado han sido una constante en los últimos años y, por ende, también en 2010. Sin embargo, pese a los compromisos adquiridos y el reconocimiento de la necesidad de fortalecer la dimensión social sobre la que reposa la violencia en aras de desarrollar estrategias preventivas que beneficien a los sectores de la sociedad más vulnerables, la realidad sigue siendo bien distinta. Predomina un componente policial-militar eminentemente reactivo, resultante en buena medida por el influjo de Estados Unidos en la región, y que hace que a corto plazo, no quepa esperar cambios sustanciales en lo que tiene que ver con las políticas de reducción de la violencia en América Latina. Así, el componente preventivo de desarrollar políticas de atención temprana de la violencia; de prevención frente al abuso de drogas y alcohol o la exclusión social; de desmantelamiento de la estructura familiar -patriarcal o de consecución de un mayor fortalecimiento institucional del Estado de Derecho sobre la base de una mayor capacidad persecutoria del delito y un mejor empleo, por ejemplo, de las medidas de prevención de libertad de acuerdo a mecanismos alternativos, más flexibles, modernos y eficientes, siguen siendo un conjunto de buenas intenciones desvirtuado por la urgencia y el cortoplacismo. Todo ello, por tanto, no invita a esperar que en los sucesivos años prospere una reducción considerable en lo que a presentación de la inseguridad y la violencia en América Latina se refiere.

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Dimensión ciencia y tecnología

Ciencia y tecnología en América Latina 2010

Germán Sánchez Daza Presentación En esta ocasión el informe de este ámbito del Anuario está integrado por dos artículos que dan cuenta de los debates en torno a las visiones y políticas sobre la ciencia y tecnología en la región durante el año 2010. Inicia este informe con el artículo de Álvaro Pedroza y Juan Mejía, que discute el tema de la productividad y su vínculo con el desarrollo tecnológico. A partir de un documento del Banco Interamericano de Desarrollo se plantea la cuestión de la brecha de productividad de nuestros países en relación con las economías más avanzadas; poniendo en debate la capacidad de generación de tecnologías e innovación en las empresas e instituciones de las economías de la región. La evidencia y los argumentos que van presentando, los lleva a concluir en la necesidad de elaborar políticas públicas que enfrenten las deficiencias y limitaciones generadas en el modelo de acumulación neoliberal, integrando problemas centrales como son la pobreza y desigualdad. En el segundo artículo, Fernando Piñero y Romina Loray hacen una revisión crítica del informe de la Red Iberoamericana de Ciencia y Tecnología (ricyt) 2010; concentrándose en el caso del ámbito de los alimentos. En su exposición destacan las enormes diferencias de los sistemas de investigación de la región, así como la manera en que viene evolucionando y su capacidad para generar tecnología. El tema es central no sólo para la región sino también para el mundo, pues —como sabemos— la crisis alimentaria es una de las principales aristas de la actual situación económica mundial. 353

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En este contexto, vale la pena señalar que en 2010 se efectuaron las viii Jornadas Esocite, que tuvieron como eje central de discusión el de “Ciencia y tecnología para la inclusión social”, a fin de impulsar la reflexión sobre la manera en que las ciencias y las tecnologías pueden contribuir a una mejor inclusión social y disminuir las desigualdades en los países de la región. En estas jornadas se reunieron varios cientos de investigadores latinoamericanos para debatir no sólo los aspectos teóricos conceptuales sino también rescatar parte de la experiencia que se ha venido acumulando en torno a la creación, transmisión y uso del conocimiento tecnológico y los saberes sociales. Uno de los temas abordados ha sido el de la tecnología vinculada a la economía solidaria, al desarrollo local y, en general, a la mejoría social. Uno de los conceptos que destaca y da cuenta de parte de estos procesos es el de tecnología social, el cual está siendo reconstruido a partir de las experiencias sociales que se están generando en distintos países latinoamericanos. De este proceso daremos cuenta en el próximo Anuario.

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La tecnología y la innovación: variables que aportan a la productividad y al crecimiento económico

Álvaro Pedroza Zapata Juan Mejía Trejo En este trabajo se analiza la importancia de la innovación y la tecnología (conocimiento aplicado) en relación con la productividad y desarrollo económico de los países de América Latina y el Caribe (lac) principalmente en términos de las empresas (sector productivo), las políticas (gobierno) y generación de conocimiento (universidades y centros de investigación). Esto se realiza a partir del libro La era de la productividad, publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo en 2010 (bid, 2010a), donde las evidencias reunidas muestran una relación directa entre el crecimiento económico de los países y el nivel de conocimiento aplicado a su sector productivo. No en vano los gobiernos en el mundo desarrollado reconocen que la inversión creciente en el conocimiento y la innovación provocará la recuperación económica y contribuirá al desarrollo de competencias económicas, sostenibles y nuevas (oecd, 2009). Mientras tanto, los países en América Latina y el Caribe (lac) siguen luchando, todavía, por aliviar los problemas de la pobreza, la desigualdad y cerrar la brecha de productividad con respecto a las economías desarrolladas.1 La región encara también el desafío de aprovechar las 1.

La brecha de productividad se explica por la denominada heterogeneidad estructural (he) la cual está compuesta por dos brechas: La brecha externa (be), que refleja las asimetrías en las capacidades tecnológicas de la región con respecto a la frontera internacional debido a una difusión muy acotada de las mejores prácticas internacionales hacia lac y, la brecha interna (bi) que expresa las dificultades de su difusión hacia el conjunto de los agentes dentro de cada país

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oportunidades presentadas por la globalización y cambio tecnológico sin comprometer el desarrollo sostenible y la justicia social. La habilidad y la velocidad con las cuales las sociedades nacionales pueden absorber las tecnologías nuevas (capacidad de absorción), obtener y compartir información global y crear y difundir el conocimiento nuevo son los determinantes principales de la competitividad de sus organizaciones. Las evidencias de ello están por todas partes: la inversión en actividades relacionadas al conocimiento ha estado creciendo más rápido que la inversión en capital en las economías avanzadas por lo menos en la última década. El contenido del conocimiento de productos y servicios, así como del trabajo, está en ascenso por todas partes del mundo. El mercado del trabajo muestra una creciente “tendencia de requisitos de habilidades” que implica el manejo sofisticado de símbolos, información y análisis. Las industrias más dinámicas son aquellas que pueden ser clasificadas como de conocimiento intensivo, y todas las actividades económicas, aun las más tradicionales, son influidas cada vez más por la tecnología y la innovación. La productividad de América Latina no llega a 15% de la productividad de Estados Unidos y, además, la relación entre ambas cayó de forma continua en el periodo 1970-2005. Durante este lapso, la relación de productividad entre Estados Unidos y América Latina se redujo 14 puntos, 10 de los cuales fueron en el decenio de los ochenta (la década perdida). La evolución de la productividad relativa de América Latina respecto de Estados Unidos muestra que los sectores de alta productividad (minería, electricidad y establecimientos financieros) cierran la brecha. En cambio, la brecha se amplía en la mayoría de los sectores de productividad media y baja, como la agricultura, la industria, el transporte y el comercio. La única excepción es el sector de la construcción que, pese a ser de baja productividad, cierra la brecha, principalmente por la caída de la productividad en los Estados Unidos. Así, un pequeño porcentaje de empresas y trabajadores se acerca a la frontera internacional y el resto se aleja de ella, lo que refuerza la heterogeneidad estructural y las marcadas desigualdades ya que las brechas de productividad reflejan, y a la vez refuerzan, las de las capacidades, de incorporación de progreso técnico, de poder de negociación, de acceso a redes de protección social y de opciones de movilidad ocupacional ascendente a lo largo de provocando las notorias diferencias de productividad que existen entre los distintos sectores y dentro de cada uno de ellos, así como entre las empresas de cada país (cepal, 2010).

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la vida laboral. Así, las brechas sociales no pueden explicarse sin entender la desigualdad en la calidad y productividad de los puestos de trabajo en y entre los distintos sectores de la actividad económica, la que se proyecta en rendimientos muy desiguales entre los trabajadores, el capital y el trabajo. Por otra parte, en el periodo 1990-2008, el peso en el empleo permanece casi constante en los sectores de alta productividad (aumenta apenas 0.2 puntos porcentuales entre el año inicial y el año final), cae de manera notoria (tres puntos porcentuales) en los sectores de productividad media y se incrementa 2.9 puntos porcentuales en los sectores de baja productividad. En sectores de baja productividad, aumentó la cantidad de trabajadores y probablemente de empresas, a expensas de los sectores de productividad media (es decir, que aumentó la heterogeneidad). En 1990 los sectores intensivos en recursos naturales eran el bloque con mayor participación en el pib industrial de la región y, al mismo tiempo, el de mayor productividad. En 2007 estos sectores seguían representando el bloque con mayor participación en la región (55.6%) y mayor productividad. La expansión de esos sectores (sobre todo en un contexto de ausencia de políticas) genera pocos efectos positivos en el conjunto de las capacidades tecnológicas y su elevada productividad se relaciona, sobre todo, con la disponibilidad de recursos naturales. Si bien se trata de sectores que incorporan tecnología, ésta es principalmente importada y la capacidad endógena de generación de innovación es baja, lo que merma el papel dinamizador del aprendizaje. Los sectores intensivos en recursos naturales también tienen menos capacidad para generar eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante por la elevada “distancia tecnológica” que existe entre la actual y las nuevas actividades que se pretenden generar. Al mismo tiempo, los sectores intensivos en ingeniería incrementaron su participación en el pib industrial (23.4%), pero su productividad sigue siendo bastante inferior a la de los sectores intensivos en recursos naturales. En la mayoría de los países de lac, el gasto en investigación y desarrollo no supera 0.5% del pib (Colombia, Costa Rica, el Estado Plurinacional de Bolivia, Panamá, la República Bolivariana de Venezuela y Uruguay), en otros está muy cerca de ese valor (Argentina y México) y en unos pocos lo sobrepasa ampliamente (Brasil y Chile). Brasil representa una excepción en el panorama regional, pues sus gastos de investigación y desarrollo aumentaron desde fines de los años noventa y llegaron a situarse en torno a 1% del pib, lo que lo convierte en el líder de la región en este rubro. 357

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El progreso tecnológico de la región se encontró desigual e insuficiente, sobre todo en relación con otras regiones del mundo, en particular la asiática.2 La información disponible de las encuestas de innovación muestra la carencia de financiamiento como una de las barreras mayores para la innovación en las empresas latinoamericanas (Navarro et al., 2010; Anllo y Suarez, 2009). Las restricciones financieras para la innovación son una limitación importante de las empresas para alcanzar y desarrollar ventajas tecnológicas y económicas y, consecuentemente, son una desventaja importante de estos países para mejorar el desarrollo económico (bid, 2010a). En general, la infraestructura de conocimiento en lac es débil y está más orientada a la formación de recursos humanos y a la capacitación técnica que a la investigación y la promoción de desarrollos tecnológicos para el sistema productivo regional. Las capacidades de I+D muchas veces no alcanzan la masa crítica ni el nivel de desarrollo necesarios para acortar las distancias que las separan de los centros de excelencia global. Según los datos disponibles, en 2007 había sólo un investigador por 1,000 en la fuerza laboral en el promedio en la lac. Este número es siete veces más bajo que el promedio de oecd y nueve veces menor que en los Estados Unidos. Hay sustancialmente menos doctores en ciencia y tecnología per cápita. En el promedio, hay 2.5 doctores por 100,000 habitantes en lac y sólo 1.6 de ésos están en la ciencia y la ingeniería, mientras que en los Estados Unidos y España hay 18.8 y 14.8 por 100,000 habitantes, respectivamente y, de ésos, la mitad está en la ciencia y la ingeniería. En lac, menos investigadores son empleados en los negocios (40% en promedio) que en países de oecd (64%). La naturaleza de la investigación es también diferente; en lac, la proporción de investigadores que trabajan en la ingeniería y la tecnología como un porcentaje de investigadores totales está entre 10% y 30%, mientras que en países tal como Japón o Corea que esta figura es 60% por ciento. En varios países hay más investigadores en las ciencias sociales y las humanidades que en ciencias o ingeniería agrícola y tecnología. Así, la política pública y el financiamiento concomitante deberían buscar un mejor equilibrio entre la investigación básica y aplicada (más orientado hacia la solución de los problemas locales y a satisfacer las necesidades de la industria). La crea-

2.

Por ejemplo: las patentes por 100,000 habitantes alcanzaron 18 para Corea del Sur en 2009 (Oficina de Patentes de Estados Unidos), mientras menos de 1 por 100,000 fue otorgado en lac.

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ción de centros de excelencia para posicionar al país o a las instituciones de investigación de la región entre la elite a nivel mundial implican frecuentemente una combinación de recursos, de subvenciones y de becas tanto de presupuestos federales como locales. Hay menos de 50 publicaciones científicas por millón de habitantes en la lac, en comparación con más de 300 en el mundo desarrollado (nsf, 2008). Los vínculos entre las empresas, las instituciones nacionales de ciencia y universidades son débiles. Las estadísticas de las encuestas de innovación muestran que las empresas de América Latina con mayor frecuencia establecen acuerdos de cooperación tecnológica con clientes y proveedores. La evidencia disponible (Anllo y Suárez, 2009) sugiere, sin embargo, que los objetivos de la mayoría de las actividades de cooperación son el intercambio de información y llevar a cabo actividades de capacitación/entrenamiento es decir, las universidades e institutos de la tecnología son menos importantes como socios para las actividades de innovación. Generalmente son las empresas quienes transforman las ideas y conocimientos en beneficios para la sociedad, a través de la creación de ventajas competitivas. La mayoría de las empresas en lac todavía están lejos de la frontera tecnológica y las estrategias de innovación están esencialmente orientadas a la adquisición de tecnología extranjera y su integración en los sistemas de producción poco desarrollados. Como consecuencia, los resultados de la innovación no son nuevos y se centran principalmente en las actividades de “adaptación”, es decir, la adquisición de conocimientos o tecnologías que son nuevas para la empresa, sino que ya existen en los mercados locales o globales (Navarro et al., 2010; bid, 2010a). Un estudio reciente del bid (Crespi y Zuñiga, 2010) examinó los determinantes de la innovación tecnológica y su impacto en la productividad del trabajo de las empresas en seis países latinoamericanos (Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá y Uruguay) con base en datos micro de la innovación. Al igual que en el mundo industrializado, las empresas que invierten en conocimiento en todos estos países se equipan mejor para introducir los avances tecnológicos (tanto de productos como de procesos) y los que innovan tienen una productividad más alta de trabajo que los no innovadores. Las brechas de productividad entre empresas innovadoras y no innovadoras son más amplias en lac que en la Unión Europea (ue). Las tasas sociales de retorno en I+D para economía desarrolladas se han estimado en 40% o más (Hall, Mairesse y Mohnen, 2009). Estos resultados sugieren que la región en total tiene el potencial magnífico para beneficiarse de la inversión aumentada en 359

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la innovación en términos de ganancias de productividad. En promedio, las empresas presentan una inversión en I+D (expresada como porcentaje de las ventas) por debajo de 0.4 %, considerablemente inferior al promedio de 1.61 % Europeo o de 1.89 % de la ocde. Por otro lado, la combinación de baja de I + D y gran inversión en tecnología integrada en la maquinaria puede ser señal de problemas (Navarro et al., 2010). En cuanto a la forma en que las empresas financian las actividades de innovación, las fuentes internas representan más de 70% del financiamiento total de la innovación, seguido por el financiamiento bancario comercial (entre 10% y el 20 %).3 El financiamiento público es una fuente menor: menos de 6% de las empresas manufactureras de América Latina reciben financiamiento público para las actividades de innovación. Chile reporta el porcentaje más alto, con 8 % de las empresas que reciben fondos del gobierno. Estas cifras de alc son pequeñas comparadas con los promedios europeos. Las encuestas de innovación en las empresas de América Latina y el Caribe indican que los principales obstáculos para la innovación, son los siguientes: i) las limitaciones en la obtención de financiamiento para la innovación (altos costos de la innovación y los riesgos), ii) la incapacidad de las empresas para esperar durante largos periodos de tiempo (real o percibida) antes de que la inversión se pueda recuperar o realizar un retorno positivo (tasa de retorno), iii) el tamaño pequeño del mercado, y iv) la escasez de personal cualificado. Las encuestas de innovación apuntan a la falta de financiamiento como un obstáculo importante para la inversión en innovación en las empresas de alc (Navarro et al., 2010; Anllo y Suárez, 2009). Esta situación podría reflejar, en parte, problemas en el funcionamiento de los mercados financieros. Sin embargo, algunas de las fallas de los mercados financieros se deben a la naturaleza intangible de los

3.

Los países presentan diferencias importantes en las instituciones que apoyan el desarrollo productivo. A este respecto, se destaca la posición del Brasil, que cuenta con una política industrial más consistente y de más larga trayectoria (lo que supone la existencia de consensos sociales más duraderos en torno al objetivo de la industrialización), que se refleja en la existencia de una banca de desarrollo poderosa con fuerte capacidad de inversión e influencia macroeconómica, y una política industrial y tecnológica más definida. Esta situación es diferente de la imperante en el resto de la región, que se caracteriza por una banca de desarrollo que en algunos casos fue desmantelada o es incipiente y, por lo tanto, no tiene gran peso en la economía (cepal, 2010).

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conocimientos y al hecho de que pueden ser apropiados por los demás,4 así como el riesgo inherente a las inversiones en innovación. Para abordar el problema del fracaso del mercado a través del financiamiento, varios países de la región han implementado programas de apoyo mediante subvenciones o incentivos fiscales. Al compartir los riesgos, los gobiernos ayudan a reducir la incertidumbre en la innovación y, por lo tanto, alientan a las empresas a invertir en I + D. Sin embargo, de acuerdo con las estadísticas disponibles, estos programas no han logrado hasta ahora alcanzar una masa crítica de empresas potencialmente innovadoras. Los problemas relacionados con la estructura del mercado y el tamaño sugieren una falta de integración del mercado regional, lo cual limita a muchas empresas a sus mercados nacionales, a menudo pequeños. Si este fuera el caso, implicaría las economías de escala para proyectos de innovación, muchos de los cuales requieren por adelantado inversiones relativamente grandes y horizontes de tiempo más largos para lograr un beneficio. Algunas de las áreas de reglamentación relacionadas con la innovación donde los países tienen que establecer reglas son las siguientes: i) la competencia del mercado, ii) estándares técnicos, métricas y estándares de calidad y acreditación, y iii) la protección de la salud, la seguridad y el medio ambiente. Uno de los aspectos fundamentales de la actuación de los gobiernos son sus políticas de innovación (idb et al.). Junto a la necesidad de que los entornos macroeconómico y microeconómico sean favorables, la política pública debe abordar la articulación frágil de los sistemas nacionales y regionales de innovación, las necesidades específicas de las pymes y la creación de nuevas empresas de mayor valor agregado.5 La visión sobre política tecnológica ha ido evolucionando en forma gradual hacia una aproximación sistémica que privilegia la interacción

4. 5.

El tema de la propiedad intelectual está escasamente incorporado a la estrategia de acumulación de capacidades para el desarrollo. Para Katz (2006), el desempeño de largo plazo de una economía es el resultado de la interacción de lo macroeconómico y lo microeconómico y de la evolución conjunta de fuerzas económicas, institucionales y tecnológicas que convergen en el proceso de desarrollo económico. El desarrollo (a diferencia del crecimiento) se vincula fundamentalmente con la incorporación de nuevas actividades en la economía. No es simplemente el resultado de una buena gestión de las variables macroeconómicas que actúan sobre las expectativas y la tasa de formación de capital, sino un fenómeno social más complejo. Es el cambio de la estructura productiva lo que permite mayor profundización de la división del trabajo, la especialización y el crecimiento de la productividad, así como la expansión gradual de actividades que hacen uso más intensivo de conocimientos, incluida la producción de bienes de capital y servicios de ingeniería.

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entre las variables de la oferta y la demanda de tecnología. Las empresas responden a las señales provenientes de su entorno para adquirir tecnología, adaptarla y mejorarla con el propósito de construir sus capacidades tecnológicas y ventajas competitivas. En estas decisiones influyen la estructura de incentivos, los mercados de factores y recursos (habilidades, capital, tecnología, proveedores) y las instituciones con que la empresa interactúa (de enseñanza y capacitación, tecnológicas y financieras, entre otras). Por esta razón, la innovación es un proceso interactivo, que vincula a los agentes que se desempeñan conforme a los incentivos provenientes del mercado, como las empresas, con otras instituciones que actúan de acuerdo con estrategias y reglas que responden a los mecanismos de no mercado. El conjunto de agentes, instituciones y normas en que se apoyan los procesos de incorporación de tecnología se ha denominado sistema de innovación (cepal, 2002). También es necesario un mayor progreso en el desarrollo y la aplicación de marcos regulatorios adecuados para la innovación. Algunos de los aspectos predominantes son: falta de continuidad, atención parcial a la articulación del sistema nacional de la innovación (cuyo resultado es una cultura subdesarrollada de trabajo en red y falta de confianza), fracasos de coordinación (incapacidad de los agentes públicos y privados para combinar las actividades de la innovación y engendrar externalidades positivas y mutuas y para reforzar los retornos privados y sociales) y sobreenfatización en la ciencia, en comparación con un equilibrio entre ciencia-tecnología-innovación. Algunos instrumentos, tales como los fondos de desarrollo tecnológico (fdt), han alcanzado un nivel importante de madurez en Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay, donde han proliferado como una familia de instrumentos apuntando a alentar una gran variedad de conductas innovadoras entre las empresas. Hay la evidencia que sugiere que los fondos de la innovación pueden ser muy efectivos. Una revisión reciente de 13 fdt en seis países encontró que, en general, los resultados económicos son positivos tal como han sido evidenciados por las tasas de retorno estimadas y el valor presente neto. Adicionalmente, hay evidencia de un efecto multiplicador, donde los fondos públicos promueven la aportación de inversión privada para la innovación o, cuando menos, acelera la inversión privada (López, 2009). Las empresas financiadas por estos tipos de instrumentos están limitadas a una porción muy pequeña de los negocios en países de lac. Según las encuestas de innovación, en cuanto a financiamiento público concierne tenemos: 1% en Uruguay, 3% 362

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en Panamá y Costa Rica, 5% en Argentina y Colombia, 6% en Brasil y 8% en Chile, el más alto en la región. Los fondos sectoriales están siendo utilizados ampliamente en Brasil y México y comienzan a emplearse en Argentina y Chile. Los programas para sostener áreas transversales incluyen la creación de fondos para sostener el desarrollo en las tecnologías o los sectores que tienen un impacto en la economía y la sociedad. Algunos programas establecidos para apoyar sectores transversales incluyen ct-Aéreo y ct-Energ en Brasil y los Fondos Sectoriales para el Desarrollo Tecnológico en la Energía por cfe-Conacyt en México. También existen programas prioritarios de ciencia y tecnología para el desarrollo social. Las actividades incluyen la movilización de recursos humanos y financieros para I+D, que se realiza frecuentemente por centros de investigación nacionales especializados y por la diseminación de las tecnologías de costo eficiente que tienen una amplia aplicación en la sociedad. Algunos ejemplos son el Finep-Prosocial y Finep-Habitare en Brasil y los Fondos Sectoriales para la investigación y desarrollo tecnológico en Agua can-Conacyt en México (cepal, 2010). El desarrollo y la madurez de las instituciones y políticas para la innovación en la región varían ampliamente. Actualmente, una variedad de instrumentos se aplica en los países de lac y, aunque hay una heterogeneidad considerable en prioridades de políticas y disponibilidad de instrumentos. Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay poseen una serie amplia de mecanismos de política, mientras que la República Dominicana, Guatemala y Costa Rica sólo se enfocan en uno o dos de los elementos del sistema nacional de la innovación. La ausencia de estudios de evaluación de impacto de los programas nacionales y regionales de innovación y la falta de comparación entre los resultados alcanzados por los diferentes programas actúan en detrimento de la capacidad de aprendizaje en el nivel local, constituyendo un fuerte obstáculo para el desarrollo de los sri. Un punto fundamental consiste en promover políticas basadas en las capacidades existentes y apoyar una transformación realista de la especialización productiva local. No obstante, no parece posible definir las políticas de innovación regional en hojas de ruta o paquetes de medidas que resulten válidos para todas las regiones. La alta concentración de instituciones y actividades de generación de conocimiento, de capital humano y de empresas con mayor valor añadido en las grandes ciudades hace que estos conglomerados urbanos constituyan un fenómeno particularmente relevante en alc. Lo mismo cabe 363

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decir, a contrario sensu, de las zonas rurales menos pobladas. A pesar de que en general se registra un aumento significativo en los presupuestos nacionales de I+D+i, así como una creciente transferencia de recursos a las regiones y asignaciones igualmente crecientes de los recursos de origen regional, el flujo de financiamiento de la innovación destinado a atender las necesidades de los sri es todavía muy limitado e inestable. En 1990 los sectores intensivos en recursos naturales eran el bloque con mayor participación en el pib industrial de la región y, al mismo tiempo, el de mayor productividad. En 2007 estos sectores seguían representando el bloque con mayor participación en la región (55.6%) y mayor productividad. La expansión de estos sectores genera pocos efectos positivos en el conjunto de las capacidades tecnológicas y su elevada productividad se relaciona, sobre todo, con la disponibilidad de recursos naturales. Si bien se trata de sectores que incorporan tecnología, esta es principalmente importada y la capacidad endógena de generación de innovación es baja, lo que merma el papel dinamizador del aprendizaje. Al mismo tiempo, los sectores intensivos en ingeniería incrementaron su participación en el pib industrial (23.4%), pero su productividad sigue siendo bastante inferior a la de los sectores intensivos en recursos naturales (cepal, 2010). Algunas reflexiones finales Existen en lac múltiples brechas: económicas, de infraestructura, de productividad, tecnológicas, territoriales y de ingreso, entre otras; el cambio de énfasis hacia resultados de la gestión pública es muy importante. lac tienen el desafío de recuperar el terreno en las capacidades tecnológicas y de innovación y tener una mayor participación en los mercados de mayor valor agregado para no depender tanto de sus exportaciones de materias primas y de mano de obra (maquila o emigración) para la obtención de divisas. Una de las consecuencias de la reciente crisis internacional para lac es la consideración de los resultados del esquema de desarrollo seguido por la región en el último cuarto de siglo. Se observa una creciente atención por parte de los agentes económicos y sociales a la recuperación de elementos olvidados (que hoy adquieren valor) de las políticas públicas que se dejaron en pausa por la influencia del Consenso de Washington y que parecen ganar nuevamente el interés de los encargados de formular políticas públicas. Otra lección de la crisis es 364

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la necesidad de contar en la región con verdaderas políticas de Estado que recojan una visión de mediano y largo plazo en una macroeconomía orientada no sólo a la estabilidad nominal (inflación, tasa de interés, tipo de cambio), sino también con un papel cada vez más importante en la estabilidad real (producto y empleo, tasas de interés y tipos de cambio para promover el crecimiento), así como lo que parece ser un renovado ímpetu de la planificación para el desarrollo, y las políticas de desarrollo territoriales, incluyentes y centradas en la igualdad de resultados. Referencias Anllo, G. y D. Suárez (2009). Innovación: algo más que I+D. Evidencias Iberoamericanas a partir de las encuestas de innovación: Construyendo las estrategias empresarias competitivas. Buenos Aires: cepal-Redes. Banco Interamericano de Desarrollo (2010a). La era de la productividad: cómo transformar las economías desde sus cimientos. Carmen Pagés, editora. Banco Interamericano de Desarrollo (2010b). Un compendio estadístico de indicadores. Bajo la supervisión de Flora Montealegre Painter. idb-mg-101. cepal (2010). La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir. LC/ G.2432(SES.33/3) cepal (2002) Globalización y desarrollo (LC/G.2157(SES.29/3), Santiago de Chile, abril. Crespi, G. y Zúñiga, P. (2010). Innovation and Productivity: Evidence from Six Latin American Countries. idb Working Paper Series No. idb-wp-218, Washington, dc: Inter-American Development Bank. Dutrénit, G., M. Capdevielle, J. M. Corona Alcantar, M. Puchet Anyul, F. Santiago y A.O. Vera-Cruz (2010), El sistema nacional de innovación mexicano: estructuras, políticas, desempeño y desafíos. México: uam/Textual. Hall, B., Mairesse, J., y Mohnen, P. (2009). Measuring the Returns to R&D. nebr Working Paper No. W15622. Cambridge, MA, United States: National Bureau of Economic Research. idb, Redes y Ricyt. Políticas e Instrumentos en Ciencia, Tecnología e Innovación en América Latina y el Caribe 2009. Recuperado de: http://www.politicascti. net. Katz, Jorge (2006). Cambio estructural y capacidad tecnológica local. Revista de la cepal, 89, agosto, pp. 59-73. López, A. (2009). Las evaluaciones de programas públicos de apoyo al fomento y desarrollo de la tecnología y la innovación en el sector productivo en América Latina: una revisión crítica. Innovation Note. Washington, dc: Banco Interamericano de Desarrollo. 365

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Lundvall, B. A. (1988). Innovation as an Interactive Process: from User-Producer Interaction to National Systems of Innovation. En Dosi, G., Freeman, C., Nelson, R., Silverberg, G., y Soete, L. (eds.). Technical Change and Economic Theory. Londres y Nueva York: Pinter. Lundvall, B. A. (ed.) (1992). National Systems of Innovation. Towards a Theory of Innovation and Interactive Learning. Londres y Nueva York: Pinter. nsf (2008). Science and Engineering Indicators. Washington, dc: National Science Foundation. Navarro, J. C., Llisterri, J.J. and P. Zuniga (2010). La importancia de las ideas: Innovación y productividad en Latino América. En Pages, C. (ed.), La era de la productividad: cómo transformar las economías desde sus cimientos. Banco Interamericano de Desarrollo oecd (2009). Policy Responses to the Economic Crisis: Investing in Innovation for Longterm Growth. Recuperado de: http://www.oecd.org/dataoecd/59/45/42983414.pdf.

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Producción de conocimiento y desarrollo tecnológico en Iberoamérica. Una lectura crítica a partir del informe de la Ricyt 2010 sobre alimentos

Fernando Julio Piñero Romina Loray Introducción Uno de los aspectos más relevantes del 2010 ha sido la publicación del informe de la ricyt titulado La investigación en ciencia y tecnología de alimentos en Iberoamérica. Situación actual y tendencias (2005-2009). Este documento es el tercer aporte sobre un conjunto de contribuciones respecto a los sectores más dinámicos en cuanto a la producción científico-tecnológica. En efecto, los años anteriores estuvieron dedicados al análisis de la nanotecnología y la biotecnología (2008 y 2009). Siguiendo la misma metodología, la ricyt convocó a un grupo de expertos para la elaboración de un informe sobre la situación de la investigación en ciencia y tecnología de alimentos en Iberoamérica. Entonces, el objetivo del presente trabajo es ofrecer una lectura crítica de dicho informe. Para lo cual se ha estructurado comenzando con un breve repaso sobre el estado de la ciencia y la tecnología en alimentos a nivel mundial, de acuerdo a los indicadores de publicaciones y patentes. A continuación, se presenta la evolución de la investigación en la temática a nivel mundial haciendo hincapié en Iberoamérica, y especialmente atendiendo las particularidades de América Latina; dentro de este apartado se resaltan las particularidades de la colaboración internacional-regional en producción científica, la distribución de las redes 367

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institucionales, como así también la composición disciplinar en el área. En tercer lugar y con la misma estructura, se analiza la evolución del patentamiento en ciencia y tecnología de alimentos; en este caso también se describe el ranking de patentamiento y los campos de aplicación de la ciencia y la tecnología de alimentos. Por último, se presentan algunas consideraciones finales sobre el trabajo realizado. Referirse a la ciencia y la tecnología en alimentos desde América Latina toma una dimensión especial que da cuenta de las trayectorias y particularidades de la región (Trejos, 2010). No obstante, la resignificación del sector agroalimentario da cuenta de la importancia otorgada a la incorporación del valor agregado intensivo en conocimiento, donde antes consistía sólo en la primarización de la economía de los países de la región (pea, 2011). En este sentido, el desafío de la región es contribuir con otra mirada en la búsqueda de un sector productivo dinámico y comprometido con la soberanía alimentaria y alejada de la tradicional división internacional de trabajo donde se proyecta el paradigma propuesto por las grandes empresas. La pregunta que nos hacemos para iniciar esta lectura es ¿hasta dónde dichos indicadores pueden legitimar esta nueva mirada? El sector agroalimentario cumple un rol fundamental en el desarrollo socioeconómico, pero a los desequilibrios regionales hoy se suman otros desajustes que dejan espacios donde la investigación en ciencia y tecnología en alimentos puede desarrollarse. Por otro lado, la importancia de observar el informe de indicadores propuesto por la ricyt (2010) deriva de la necesidad de conocer la evolución de las investigaciones en el área, como también el grado de desarrollo tecnológico que a nivel mundial representa la CyT en alimentos, para que este análisis permita ubicar, de acuerdo a estos parámetros, la situación de la región y sus tendencias. Esta tarea resulta más enriquecedora cuando las comparaciones pueden evidenciarse. En los siguientes apartados se podrá observar que Brasil y Argentina son dos ejes fuertes, sobre todo si consideramos los objetivos de cooperación científica y tecnológica de la Reunión Especializada en Ciencia y Tecnología del Mercosur (recyt, 2011) y los resultados los indicadores de ambos países.

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Producción de conocimiento y desarrollo tecnológico en Iberoamérica

Estado de la ciencia y la tecnología en alimentos a nivel mundial: publicaciones y patentes El informe de la ricyt (2010) pretende dar cuenta de la situación de la ciencia y tecnología en alimentos en Iberoamérica, para lo cual hace un recorrido por las principales tendencias mundiales en la temática. Y lo hace a través de dos grupos de indicadores: publicaciones y patentes. Las fuentes de información utilizadas para abordar la investigación en alimentos han sido las publicaciones científicas registradas en la base de datos bibliométrica Science Citation Index (sci). En cuanto a ello, el informe expone un detallado patrón de las publicaciones mundiales, las co-publicaciones, el entramado disciplinar y la composición de las redes institucionales que atraviesan la temática. No obstante, queda fuera de observación la pertinencia de las investigaciones. En cuanto al desarrollo tecnológico en ciencia y tecnología de alimentos, el informe de la ricyt (2010) considera que la manera más adecuada de brindar un panorama de la situación iberoamericana es a través del análisis de las patentes de invención, ya que éstas posibilitan el seguimiento de las actividades de creación de nuevos procesos o productos. Sin embargo, en el mismo informe se realizan varias consideraciones en cuanto a las dificultades y cuidados que se deben tener en el manejo de las fuentes de información. Debido a la naturaleza misma del proceso de invención, el patentamiento cumple varias funciones tales como la protección de los resultados de la investigación y el desarrollo y/o también constituye una parte esencial de las estrategias de comercialización. Asimismo, el marco regulatorio de un país es un factor de influencia para el registro de patentes generadas a partir de conocimientos desarrollados en diversos organismos de investigación (ricyt, 2010, p. 67). Antes de avanzar en el análisis del documento de referencia se destaca la utilización como fuente de información primaria los documentos registrados mediante el Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (pct) disponibles en la base de datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (wipo). Según los autores del informe, esos registros cumplen con los estándares de calidad necesarios para dar cuenta de los avances tecnológicos a nivel mundial, aunque esa fuente tiende a relegar aquellos conocimientos con escaso potencial económico o estratégico.

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La evolución de la investigación en ciencia y tecnología de alimentos a nivel mundial e iberoamericano En cuanto a la producción científica y tecnológica de alimentos, el informe de la ricyt (2010) expone un detallado patrón de las publicaciones mundiales. Según la sci, la producción científica mundial en alimentos corresponde a 1.3% de la producción científica total registrada en esta base de datos. Siguiendo esta lógica, la producción mundial en el campo de la ciencia y la tecnología de alimentos creció, incluso, a un ritmo levemente inferior al de la producción científica total registrada en el sci para el periodo 2005-2009, dando lugar a un área de estudios un tanto reducida. De todas formas, los artículos sobre CyT en alimentos alcanzaron un incremento de 24.5% en este mismo lapso; mientras que la región iberoamericana aumentó 49%. Los resultados obtenidos muestran un claro liderazgo de Estados Unidos (gráfico 1), que con 3,287 artículos en 2005 y 3,425 en 2009, mantiene una presencia cercana a 20% del total en todo el periodo. Sin embargo, presenta algunos altibajos, con un crecimiento superior en 2007 que luego no se mantiene. Los cambios en la producción de Estados Unidos en este terreno se imprimen también en el total de la producción científica. En segundo lugar en 2009 aparece España, que asciende desde el tercer lugar en 2005, conformando un espacio de importante especialización. A su vez, finalizando este mismo lapso, China asciende del quinto lugar al tercero, desplazando por segunda vez a Japón de este puesto. Al respecto es necesario destacar que el crecimiento de China en esta disciplina responde a un aumento general en las producciones científicas. El espacio de los líderes mundiales en producción científica en alimentos continúa con Italia, con un importante crecimiento, mientras que en último se ubica Japón. Asimismo, el informe de la ricyt describe a los cinco países líderes a escala regional de producción científica en alimentos (2005-2009) en orden decreciente: España, Brasil, Portugal, Argentina y México.1

1.

Este ordenamiento no coincide por completo con el de la producción total en sci de los países iberoamericanos, donde México aparece en el tercer lugar, seguido de Portugal y luego de Argentina.

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el crecimiento de China en esta disciplina responde a un aumento general en las producciones científicas. El espacio de los líderes mundiales en producción científica en alimentos continúa con Italia, con un importante crecimiento, mientras que en último se ubica Japón. Producción de conocimiento y desarrollo tecnológico en Iberoamérica Gráfico 1

Fuente: elaboración propia con base en ricyt (2010).

Fuente: elaboración propia en base a RICYT, 2010. Incluyendo a España y a Portugal277 en el análisis regional, sólo 20% de la producción científica regional en alimentos le pertenece a Brasil. Esto se da a partir de un crecimiento prácticamente continuo que ha aumentado su producción en poco más de 50% a lo largo del periodo. Argentina, por otro lado, aumentó 15%su producción científica en ciencia y tecnología de alimentos y México lo hizo en 16%, muy por debajo del porcentaje alcanzado por Brasil. Estos porcentajes indican la presencia en la región de estructuras científico-tecnológicas marcadamente diferenciadas en tamaño y dinamismo. Colaboración internacional-regional en producción científico-tecnológica en alimentos Dentro de la colaboración científica, la coautoría se ha convertido en un instrumento clave para dar cuenta del tipo de inserción en las redes mundiales de conocimiento que tienen los investigadores y sus instituciones. Este informe muestra las particularidades de la región iberoamericana respecto de la colaboración científica en el área de alimentos: • 74% de la producción científica en alimentos se ha realizado sin colaboración, tendencia que ha ido en ascenso. • 20% de la producción científica en alimentos se realizó en colaboración internacional (extra región iberoamericana). • Existe una débil colaboración iberoamericana (entre autores pertenecientes a dos o más países iberoamericanos), y la colaboración ibe371

Fernando Julio Piñero y Romina Loray

ro-internacional (entre dos o más naciones de la región y una o más naciones extra-regionales) también es escasa, pero con un volumen mayor que la anterior categoría. Según la ricyt, Argentina es el país —a nivel regional— que tiene la menor proporción de publicaciones científicas en colaboración internacional (fuera de Iberoamérica). Por otro lado, presenta una fluctuante evolución de la colaboración iberoamericana donde predominan enormemente las relaciones de colaboración con España. Mientras que la co-publicación ibero-internacional es aún baja. Argentina, de forma reducida, tiene colaboración con España, Estados Unidos y, en menor medida, Italia. Por detrás continúan los lazos con Brasil y Francia. En términos relativos, la presencia de España se visualiza como la de socio prácticamente hegemónico en CyT en alimentos. Mientras que el segundo colaborador es Estados Unidos, con quien se conecta a través de Inglaterra, y con esta última lo hace a partir de los particulares vínculos de colaboración con España. Ahora bien, si se considera a Brasil, la tendencia se presenta con algunas particularidades. Se observa una tasa de colaboración relativamente menor en comparación con la producción científica en general. Por lo que a su vez se evidencia una tendencia ascendente en la producción de documentos sin ningún tipo de colaboración internacional. Respecto de la colaboración iberoamericana, si bien ha crecido, es marcadamente inferior a la tendencia predominante para esta área. Este país tiene una colaboración concentrada en Estados Unidos, que partir de los gráficos de redes elaborados por la ricyt nos permite observar que Brasil llega a la frontera de la ciencia de manera directa. En el informe también se puede observar que Brasil presenta colaboración intra-región con España y en menor intensidad lo hace con Francia y Portugal e Inglaterra, en orden decreciente. El análisis del informe permite dar cuenta de que Argentina y Brasil comparten la característica de ser dos de los cuatro países de mayor producción en ciencia y tecnología de alimentos en Iberoamérica. Pero la colaboración en la producción científica es tan baja, que los mismos indicadores no pueden expresarse en valores relevantes para ser mostrados.

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Producción de conocimiento y desarrollo tecnológico en Iberoamérica

Redes institucionales para la ciencia y tecnología en alimentos Con el objetivo de visualizar los rasgos característicos de algunas redes institucionales de la región iberoamericana, se propone tomar los casos de Brasil y Argentina. Las instituciones argentinas más participativas en la producción científica en el área de alimentos son el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), la Universidad Nacional de La Plata (unlp) y la Universidad de Buenos Aires (uba). Mientras que las instituciones brasileñas (pacti, 2010) tienen como característica particular los importantes vínculos entre ellas y a nivel internacional. En primera instancia, y como líder regional se puede ubicar a la Universidad de San Pablo (usp), sigue la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp), la Universidad Federal de Río Grande del Sur (ufrgs) y la Universidad Federal de Santa Catarina (ufsc). El cuadro 1 nos permite observar tanto las instituciones más dinámicas en la investigación en alimentos como también la complejidad de las redes institucionales involucradas. Pero fundamentalmente se destacan, una vez más, los escasos vínculos entre las instituciones y sus investigadores de ambos países, respecto de la temática en alimentos. Cuadro 1 Redes institucionales Argentina-Brasil

Fuente: elaboración propia con base en la ricyt (2010).

Fuente: elaboración propia en base a la RICYT, 2010. 373

Composición disciplinar en ciencia y tecnología en alimentos. Según el análisis de la RICYT en Iberoamérica el núcleo central de la investigación en

Fernando Julio Piñero y Romina Loray

Composición disciplinar en ciencia y tecnología en alimentos Según el análisis de la ricyt en Iberoamérica el núcleo central de la investigación en ciencia y tecnología en alimentos, de acuerdo a las co-citaciones, es la química aplicada. De esta disciplina nuclear se desprenden tres grandes áreas: nutrición y dietética; bioquímica y biología molecular; y biotecnología y microbiología aplicada. A su vez, de éstas se derivan otras tantas disciplinas más. Respecto de la composición disciplinar de Brasil, se puede destacar que presenta una red temática compleja y fuertemente diversificada y aunque con similitudes con el resto de la región, se advierten una serie de diferencias que, de acuerdo a este informe, podrían mostrar ciertas especializaciones temáticas locales. En cuanto a las áreas y redes más destacadas, el primer lugar lo ocupa el área de bioquímica y biología molecular que muestra en Brasil un desarrollo significativamente mayor que en el resto de la región; en segundo lugar se ubica la química analítica; en tercer lugar, la ingeniería química, que aparece estrechamente articulada con la Ingeniería agrícola y Energía y combustibles, mientras que en el resto de Iberoamérica está relacionada con Biotecnología y microbiología aplicada. Del lado argentino, la red de disciplinas, emergente de las co-citaciones realizadas por los artículos argentinos en ciencia y tecnología de alimentos, da cuenta de una estructura reticular diferente del total iberoamericano. La red disciplinar se compone de química aplicada, bioquímica y biología molecular, nutrición y dietética, biotecnología y microbiología aplicada (se presenta como uno de los bloques más ramificados en otras áreas), microbiología, ingeniería química y química analítica. Otra vez, a partir del análisis de las redes disciplinares se puede observar que son pocos los puntos de comunión entre ambos países. La evolución del patentamiento en ciencia y tecnología de alimentos a nivel mundial e iberoamericano Los datos de patentamiento gestionados a través del pct a escala mundial para el quinquenio 2005-2009 ascendieron a un total de 10,311 patentes concedidas, de las cuales 411 corresponden a países iberoamericanos. Esto representa entonces, sólo 4% del total de las patentes concedidas en el campo de la ciencia y tecnología de alimentos en la base de datos de la 374

Producción de conocimiento y desarrollo tecnológico en Iberoamérica wipo, durante el periodo analizado. Ahora bien, la evolución temporal de las patentes concedidas durante el quinquenio tiene una tendencia general a la baja, aunque al interior del periodo, más precisamente durante el bienio 2006-2008, la tendencia estuvo signada por una leve recuperación relativa del número de patentes concedidas en CyT de alimentos. Sobre el total de patentes otorgadas a nivel mundial en el campo de los alimentos, Estados Unidos y Japón representan 50.5% de ese total, con 3,141 y 2,060 registros respectivamente. Otras posiciones destacadas en cuanto a la nacionalidad de quienes detentan los derechos de propiedad en el desarrollo tecnológico de los alimentos son: Holanda, Alemania e Inglaterra (gráfico 1). En cuanto a la evolución de la producción iberoamericana, contrariamente a lo sucedido a nivel mundial, se registra un crecimiento sostenido, con un aumento porcentual, entre los años 2005 y 2009, de 20%. El gráfico 2 presenta una comparación entre las tendencias globales e iberoamericanas, observándose un importante crecimiento relativo del bloque iberoamericano en relación que el registrado para el total mundial para todo el quinquenio analizado.

Gráfico 2 Evolución del número de patentes concedidas en CyT de alimentos a nivel mundial e Iberoamérica (2005-2009)

Fuente: ricyt (2010)

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De todas formas, el patentamiento en ciencia y tecnología de alimentos a nivel iberoamericano varía sensiblemente a nivel intrarregional. Analizando la producción acumulada durante el periodo 2005-2009 se observa que en primer lugar se ubica Brasil, con 70 títulos, después México, con 63, y Chile con 12, seguidos —en orden decreciente— por Argentina con 9 patentes, Colombia con 6, Ecuador con 5, Costa Rica y Panamá con 3, Cuba y Uruguay con 2 y Honduras y Venezuela con un registro cada uno. En este sentido, el informe destaca con razón la aparición de Chile en la escena del desarrollo tecnológico en alimentos. Teniendo en cuenta que este país no aparece en los primeros rankings de publicaciones en la temática. Tanto la distribución como el volumen de los registros latinoamericanos muestran claramente el escaso dinamismo de las actividades de investigación y desarrollo, principalmente del sector privado quién debería constituirse en uno de los actores principales en el registro de patentes de invención. El documento de la ricyt (2010) también señala que los documentos de patente cuentan no solo con la información de los poseedores de los derechos de explotación o licenciamiento sino que también indican el nombre y nacionalidad de los inventores que trabajaron en su concepción. Esas informaciones —si bien son a título meramente de reconocimiento intelectual pero sin derecho alguno sobre el invento— permiten dar cuenta de la actividad realizada por tecnólogos de diferentes países en el campo disciplinar que se estudie. Claro que esa información, en definitiva, da cuenta de la nacionalidad y no del lugar de trabajo del tecnólogo en cuestión. En el caso de las patentes otorgadas en el campo de los alimentos a nivel global, la nacionalidad de los inventores coincide prácticamente siempre con la nacionalidad de los titulares de las patentes, tal es el caso de los países líderes en patentamiento (Estados Unidos y Japón). Sin embargo, no sucede lo mismo con otros países como Holanda y Francia, cuya posición relativa en el ranking de los inventores mejora. En el caso iberoamericano la situación es similar, o sea que los principales países en materia de inventores de patentes en alimentos son los mismos que detentan la titularidad de los registros. Solamente aparecen como datos de interés el caso de empresas panameñas y uruguayas que están basando el desarrollo de nuevos productos en el trabajo de tecnólogos extranjeros. 376

Producción de conocimiento y desarrollo tecnológico en Iberoamérica

Principales titulares de patentes en ciencia y tecnología de alimentos Los registros de patentes a nivel mundial dan cuenta que en el campo de la ciencia y tecnología de alimentos, la titularidad de las patentes está centrada en las grandes empresas multinacionales. De hecho, los diez primeros lugares en cuanto a volumen de patentamiento lo ocupan grandes empresas tales como Unilever, Nestec, dsm ip, Cargill, Cadbury, Fuji Oil, Ajinomoto, Suntory, Novizymes y Nutricia. En el caso de los países iberoamericanos, el escenario es ostensiblemente diferente. En primer lugar sobresale la marcada diferencia en cuanto a la titularidad de las patentes de España. Otro aspecto relevante es la presencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (csic) español como principal exponente del registro de patentes, consecuentemente ello refleja la debilidad del sector empresarial en cuanto desarrollo científico-tecnológico a nivel regional. En ese sentido, como destaca el informe de la ricyt (2010), resulta interesante observar que entre los catorce mayores titulares de patentes, diez son personas físicas. Ello puede constituir parte de una estrategia empresarial sobre la propiedad intelectual o bien evidenciar la debilidad del sector empresarial iberoamericano. En Argentina, y en menor medida en Brasil, a la debilidad del sector empresarial parece sumarse la baja performance de los organismos públicos en ciencia y tecnología en patentamiento. Una mirada crítica de esa situación permitiría arriesgar al menos dos hipótesis. La primera en torno a la escasa capacidad institucional para proteger el conocimiento generado. La otra, en la línea argumental que sostendría que muchos de los conocimientos generados por organismos de CyT se “fugan” al sector privado, siendo lo más usual que los investigadores y sus proyectos de CyT sean captados por el sector privado. Finalmente, otra hipótesis estaría orientada a sostener que en general los organismos de CyT públicos, y especialmente las universidades, han orientado su producción a la academia y no al desarrollo tecnológico.2

2.

Cabe aclarar que en algunos países, a partir de estos informes se están instrumentando programas e instrumentos de política científica, tecnológica y de innovación para favorecer la vinculación público-privada entre la producción científica y el entramado productivo.

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Los campos de aplicación de la ciencia y tecnología de alimentos El informe de la ricyt (2010) también brinda información sobre los campos de aplicación tecnológica de las patentes, para ello se utilizan los códigos internacionales de clasificación de patentes (ipc). Se destaca que esa clasificación es de carácter jerárquico y que posibilita la desagregación hasta seis dígitos, consecuentemente los niveles de análisis son variables. En general esta parte del informe destaca que para el periodo analizado, en orden decreciente, los principales campos de aplicación de las patentes de invención en alimentos son: alimentos o productos alimenticios y su tratamiento, con 8897 registros; ciencias médicas o veterinarias, con 2733; cocción en horno, con 987; bioquímica, con 930 patentes; química orgánica con 649 registros y carnicería con 511 patentes. Al respecto la tendencia mundial en la mayoría de los registros durante los años analizados es decreciente. Mientras tanto en Iberoamérica los cinco primeros campos de aplicación de las patentes en alimentos son los mismos que los observados a nivel mundial, aunque con algunas pocas diferencias de posición. También se puede verificar que el código de clasificación alimentos o productos alimenticios concentra dos terceras partes o más de los registros en ciencia y tecnología de alimentos en Iberoamérica como región (64%), de Brasil (74%), de México (73%) y de Chile 65% (ricyt, 2010, p. 75). Los perfiles de especialización en Iberoamérica en la materia son analizados en el informe a partir de la clasificación ipc a cuatro dígitos. Los principales resultados muestran que en la región se destacan cinco temáticas: alimentos, productos alimenticios o bebidas no alcohólicas; su preparación o tratamiento; y preservación de alimentos o productos alimenticios en general, con 216 registros; preparaciones para propósitos médicos, dentales o higiénicos, con 82 registros; Alimentos para animales, con 55 títulos; conservación de carne, pescado, huevos, frutas, verduras, semillas comestibles; maduración química de frutas y verduras; productos conservados, madurados o enlatados, con 45 registros; y finalmente leche o el queso y su fabricación, con 43 registros. Finalmente, el informe da cuenta de una perspectiva complementaria de análisis a partir de integrar los diferentes campos de aplicación de las patentes en el campo de la ciencia y tecnología de los alimentos en conglomerados (clusters). El principal cluster observado es el conjunto de patentes referidas a procesamiento y preservación de alimentos en general, conformado a partir de las interrelaciones de los códigos ipc: 378

Producción de conocimiento y desarrollo tecnológico en Iberoamérica

alimentos, productos alimenticios o bebidas no alcohólicas; su preparación o tratamiento; y preservación de alimentos o productos alimenticios en general; preparaciones para propósitos médicos, dentales o higiénicos; Alimentos para animales; cacao y chocolate, productos alimenticios de confitería y helado; leche o el queso y su fabricación; conservación de carne, pescado, huevos, frutas, verduras, semillas comestibles; maduración química de frutas y verduras; productos conservados, madurados o enlatados. Otros conglomerados destacados son: producción de cereales y oleaginosas, microbiología y toxicología de los alimentos, procesamiento y envasado de carnes, etcétera. Consideraciones finales En América Latina la demanda de alimentos intra y extra región es sumamente relevante y la ausencia de opciones de superación todavía no está resuelta. Por tal razón, las diferencias entre la evolución de las investigaciones —vistas a través de publicaciones científicas— y el desarrollo tecnológico suponen un obstáculo a superar. De todas formas, resulta necesario complejizar la realidad. Al análisis necesario de estos indicadores debe acompañarse un abordaje crítico y a partir de múltiples miradas. De lo contrario, la comparabilidad internacional se convierte en un fin en sí mismo. El sector agroalimentario ocupa un lugar clave en el desarrollo de la región, mientras que las estrategias de investigación parecen no tener puntos de encuentros con las necesidades locales y regionales para solucionar los problemas presentados en el área de alimentos. En este sentido, el informe de la ricyt inscribe como principal desafío para Iberoamérica la articulación de las ventajas comparativas dinámicas con las necesidades estructurales en la producción de alimentos. Más aún, este desafío se presenta donde, a la luz de los indicadores, el entramado productivo presenta una debilidad profunda en relación a los países desarrollados. Claramente, Brasil y Argentina no han logrado reforzar sus alianzas y el desarrollo de la región en torno a una problemática en común — como la producción de alimentos— no se ha resuelto. Mucho menos se puede considerar que existan medidas regionales para responder a las demandas de sus poblaciones y que, a su vez, puedan reconvertirse para lograr satisfacer la demanda mundial de alimentos. 379

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Sobre todo, teniendo en cuenta que en la actualidad existe una coyuntura favorable para la región en cuanto a la exportación de alimentos. Pero, a largo plazo, la presente competitividad reclamará un aumento en el nivel de innovación y desarrollo tecnológico, mejoramiento en las normas de calidad, de gestión, de logística y comercialización de los productos agroalimentarios. Y cuando las ventajas sobre la producción extensiva disminuyan, las investigaciones en CyT en alimentos podrán intervenir en la generación de esos nuevos conocimientos. Por tal razón, el análisis de indicadores se convierte en una herramienta clave para el establecimiento de políticas en ciencia y tecnología, lectura que parece no estar haciéndose a nivel regional puesto que el nivel de cooperación no se percibe ni en las publicaciones ni a nivel de desarrollo productivo. Referencias bibliográficas Mercosur, Reunión Especializada en Ciencia y Tecnología (recyt). Recuperado en mayo de 2012 de: http://www.recyt.org.ar/. Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina (noviembre 2011). Plan Estratégico Agroalimentario y agroindustrial participativo y federal 2010-2016. Recuperado en mayo de 2012 de: http://es.scribd.com/doc/85041758/000001Libro-PEA%C2%B2-Argentina-Lider-Agroalimentario. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Brasil (mayo de 2010). Principais Resultados e Avanços do Plano de Ação em Ciência, Tecnologia e Inovação para o Desenvolvimento Nacional Período 2007-2009. Recuperado en mayo de 2012 de: http://www.inovacao.unicamp.br/report/inte-PACATI_110207.pdf. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Brasil. Pedido de patentes de invención 1980-2010. Recuperado en mayo de 2012 de: www.mct.gov.br/index.php/content /view/9239.html. Red Iberoamericana de Ciencia y Tecnología (ricyt). La investigación en ciencia y tecnología de alimentos en Iberoamérica. Situación actual y tendencias (2005-2009). Recuperado en mayo de 2012 de: http://www.ricyt.org/index. php?option=com_ content&view= article&id= 211:el-estado-de-la-ciencia-2010&catid= 6:publicaciones& Itemid. Trejos, R. (septiembre de 2010). Escenarios futuros de los mercados agroalimentarios y agroindustriales. Primer Seminario Nacional del pea: Argentina y el mundo del futuro: tierra de oportunidades. Buenos Aires. iica. Recuperado en mayo de 2012 de: www.agrorural.org.

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Dimensión turismo

Fronteras y geopolítica. Turismo y comercio transfronterizo en el Mercosur

Alfredo Argentino César Dachary Stella Maris Arnaiz Burne Introducción Las fronteras del Mercosur, entre los cuatro países firmantes del Tratado de Asunción que tienen mayor dinamismo, son las que se encuentran en las zonas fluviales, principalmente de los ríos Paraná y Uruguay, zonas muy especializadas donde se dan una serie de combinaciones que hacen potencializar las actividades de integración iniciadas hace más de dos décadas. Ésta es la región donde se localizan los grandes íconos del turismo: desde las Cataratas del Iguazú a los grandes humedales de Sudamérica, El Pantanal e Iberá; pero como contraparte a esta actividad, esta vasta región tiene la imagen de ser una zona conflictiva debido a la existencia de grupos terroristas internacionales, narcotraficantes y otros actores de la denominada economía criminal, versión que unos aumentan y otros, por oposición, desestiman. Los grandes íconos del turismo de la naturaleza tienen como su contraparte el turismo de compras en las zonas libres del Paraguay, una combinación que potencializa ambas tipologías de turismo y genera una macro región fronteriza compartida exitosa. En el otro extremo están las grandes áreas de turismo masivo que tienen los tres países con mayor desarrollo en esta industria: Brasil, Uruguay y Argentina, en las zonas costeras e interior. Dicho flujo creciente de personas y productos, resultado de este proceso de integración regional en Sudamérica, ha tenido un gran auge des383

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de la implementación del Mercosur y el regreso a la democracia de los cuatro países firmantes. Con el objeto de poder evaluar para el 2010, segundo o tercer año de esta profunda crisis estructural, a partir de los movimientos de personas, ya sea por razones laborales, migraciones o por ocio-turismo, veremos algunas de las características de las vastas fronteras que los unen y los grandes temas que se dan en las mismas y que se transforman en amenazas y, a la vez, en oportunidades. Las características principales de estas fronteras son las siguientes: • Existencia de muchos pasos regularizados y, en muchos casos, de fácil acceso por la existencia de puentes. • Las fronteras secas son zonas donde el control de la frontera es muy limitado y ello va en perjuicio de varios temas: migraciones ilegales, aunque sean temporales, explotación de recursos naturales sin control y contrabando de estos productos y otros más. Esto debido a que las fronteras secas (sin ríos) son las menos pobladas y, por ende, sujetas a estos manejos derivados de sus debilidades. • Fronteras especializadas en los tres grandes temas regionales: el turismo, el comercio y la migración. • Históricamente han sido fronteras bajo control militar, lo cual hacían zonas de baja densidad poblacional y, en la segunda parte del siglo xx, la situación comienza a cambiar y la región se empieza a repoblar, antes estaban los pueblos originarios, vía la inmigración mayoritariamente de origen europeo y, en las últimas dos décadas del siglo pasado, superadas las dictaduras comienzan a crecer e integrarse regionalmente. • El país que atrae mayor número de inmigrantes es Argentina, ya sea de brasileños pobres a las zonas transfronterizas, paraguayos y uruguayos, hacia las ciudades grandes como Buenos Aires. • Los países turísticos para temporadas de vacaciones son Brasil con su costa de Santa Catarina, Paraná y Río Grande Do Sul y Uruguay con sus playas con eje en Punta del Este. Argentina recibe un turismo de invierno, combinación de compras y zonas de frío desde Bariloche a Ushuaia. Esta compleja situación que ha evolucionado hacia una mayor integración, ha permitido que se desarrollen áreas de comercio y ocio muy específicas en las zonas de frontera, las cuales conviven con una serie

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Fronteras y geopolítica. Turismo y comercio transfronterizo en el Mercosur

de actividades ilegales que no perjudican el desarrollo del turismo ni el comercio. Fronteras y geopolítica Las zonas de frontera y sus áreas de influencias, en el caso del Mercosur, tienen un gran valor estratégico ya que se encuentran sobre un importe número de recursos naturales que tienen en la actualidad un gran valor: • La denominada Cuenca del Plata. • Dos grandes humedales de América Latina, el Pantanal —que es el mayor del planeta— y el Iberá, que abarca una gran extensión y pasa de Argentina a Paraguay. • El mayor acuífero del continente y con mayor recarga del mundo: el Guaraní, con una extensión de más de 1’200,000 km2. • La selva Paranaense y su extensión en el Matto Grosso. • Grandes reservas de hierro, para la producción de arrabio. • Una gran biodiversidad, entre las más amplias del mundo. Esta gran riqueza se está utilizando en la actualidad en varios e importantes procesos productivos, por los cuatro países socios del Mercosur. Los principales de estos proyectos son: • El mayor sistema de presas de Sudamérica que abastece de energía eléctrica a los cuatro países fundadores del Mercosur. Las tres grandes presas son: Itaipú, la segunda a nivel mundial compartida entre Brasil y Paraguay; Yaciretá, compartida entre Argentina y Paraguay y Salto Grande entre Uruguay y Argentina. • La hidrovía Paraná-Paraguay, que pronto se extenderá hacia el Amazonas y más adelante hacia el norte con el Orinoco, vía el río Negro, es el eje de movimiento de la gran producción de granos y carnes de esta región. • Agricultura y ganadería extensiva alimentada por las aguas de los ríos y el acuífero Guaraní. • Producción de arrabio de yacimientos en Brasil. • Potencial explotación de petróleo en el Chaco paraguayo. • La amplia red de carreteras asfaltadas y puentes internacionales complementados con la red de aeropuertos permite un gran movimiento de productos y personas en la región.

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Alfredo Argentino César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne

Esta gran potencialidad de los recursos naturales debe ser el punto de partida de un proceso de desarrollo de esta vasta región. Sin embargo, no todos coinciden con ello y para los Estados Unidos el centro de la misma —la denominada triple frontera— es al mismo tiempo un centro del terrorismo internacional. El 26 de mayo de 2005, el Senado de Paraguay permitió la entrada de tropas de Estados Unidos a fin de entrenar a las del país por el término de un año, lo cual se ha prorrogado, ante el rechazo masivo de la sociedad (Dangl, 2006). Pero los soldados de Estados Unidos no vienen a tratar de detener o usar el tema de Al Qaeda para frenar la expansión de la triple frontera y el auge de Brasil, vienen también a apoyar el proceso de expulsión sistemática de campesinos pobres para expandir la frontera agropecuaria de la soja, grano “estratégico” a nivel mundial, ya que la expulsión de las tierras de más de 100,000 pobres ha consolidado el movimiento campesino paraguayo y, del lado de los terratenientes, ha generado un grupo paramilitar. El fantasma del enemigo potencial se ha seguido desarrollando y un grupo, la organización Campesinos del Norte, es acusado por el ejército y la policía de estar asesorados por las farc, lo mismo se dice de la Asociación de Agricultores del Alto Paraná (Asagrapa) (Dangl, 2006). Pero uno de los motivos más ocultos de la presencia de los soldados de Estados Unidos, que están en calidad de “diplomáticos” —o sea, no sujetos a ningún control ni jurisdicción aunque generen problemas—, es que desembarcaron para “proteger” los grandes recursos naturales que hay en esta región (Pereyra, 2005). Pero esa era una cara del arribo de marines, la otra es la ocupación de la base Mariscal Estigarribia, situada en el Chaco paraguayo a 250 km de Bolivia, o sea, muy cerca de Tarija, donde están las mayores reservas de gas del planeta, y cercano a Salta y Formosa, provincias argentinas con un gran potencial y zona desde la que arranca la Cuenca del Plata, dentro de la cual está el acuífero Guaraní. Esta base, con una pista de aterrizaje de 3,800 metros, permite el arribo de los grandes aviones de carga y la misma tiene una capacidad para alojar 16,000 efectivos, que irían arribando por etapas. Para cerrar el círculo de la presencia militar se designó en la misma fecha como embajador de Estados Unidos en Paraguay a James Caldwell Cason, experto en cuestiones militares y asesor militar de la otan, ade-

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Fronteras y geopolítica. Turismo y comercio transfronterizo en el Mercosur

más de haber sido Director de Planeación en el hemisferio occidental del Departamento de Estado. Según el doctor Luiz Moniz Bandeira, Washington está perdiendo el control de su patio trasero, por ello el presidente George Bush combinó en esos años misiones con aspiraciones hegemónicas más abiertas, lo cual ha generado una reacción o contragolpe no-hegemónico. Hoy existe un nuevo espíritu de resistencia, de reforma y de autodeterminación en América Latina y el Caribe (ap, 2005). Por ello, podemos confundirnos cuando Estados Unidos habla de terrorismo, refiriéndose a la triple frontera este, Ciudad del Este-Foz do Iguazú-Puerto Iguazú, por la presencia de una gran población de origen árabe, pero en realidad el golpe va hacia la triple frontera oeste, BoliviaBrasil-Paraguay, donde están las grandes reservas de gas, petróleo y la mayor biodiversidad del planeta en El Pantanal. Si bien hay tres zonas donde limitan tres países del Mercosur, el uso del término triple frontera está asociado a la presencia de población, los otros son puntos cartográficos singulares, como lo es el cerro Zapaleri entre Argentina, Chile y Bolivia, o el Monte Roraima entre Guyana, Venezuela y Brasil (Rabossi, 2010, pp. 21-22). Hay una tercera triple frontera entre Bolivia, Argentina y Paraguay que tiene como eje el río Pilcomayo, zona de expansión de la frontera agropecuaria y área en proceso de “integración”, lo cual afecta a los pueblos originarios, que desde los años noventa ven con desconfianza las obras sobre el río Pilcomayo y la compra de tierras tanto del lado argentino como del paraguayo (Gordillo y Leguizamón, 2002, pp. 111-112). Esta zona de triple frontera también está en la “zona de influencia” de la base aérea paraguaya Mariscal Estigarribia, hoy bajo control de Estados Unidos, ha atraído a las inversiones personales de la familia del ex presidente Bush, que compró en el Chaco norte paraguayo 40,000 hectáreas, cercanas a la frontera con Bolivia, región de las grandes reservas de gas (abc, 2006). Vemos que las triples fronteras siempre tienen un común denominador, Paraguay, el más pobre pero más estratégico de los socios en la región y, a la vez, un aliado de Estados Unidos que pretende controlar la misma a fin de evitar que se consolide un bloque alternativo. Así, la zona de influencia directa de Estados Unidos en Latinoamérica estaría compuesta por tres grandes círculos (Ceceña y Motto, 2005, pp. 19-20): • El primero abarca desde México hasta Colombia, operado por el tratado de seguridad conjunto (aspan). 387

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• El segundo es el área andino-amazónica, respaldado para sus operaciones por el Plan Colombia. • El tercero es la región cono sur, que opera desde Paraguay. Esta presión se ha ido incrementando en la medida en que los países que se han salido del control de Estados Unidos: Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil y Argentina van consolidando su proceso de integración. Ello transforma al corazón del Mercosur en un área geopolítica fundamental y a su potencial expansión e integración por las hidrovías, en una gran amenaza a la pérdida del control de las grandes riquezas que aloja. Migraciones e integración De los cuatro países que forman el grupo original del Mercosur, Argentina es el principal destinatario de los grandes grupos migratorios, ya sea de Uruguay y de Paraguay, y en menor medida de Brasil, país del que salen hacia Argentina sólo campesinos pobres a las zonas de frontera. Con un poco más de seis millones de habitantes, Paraguay tienes grandes grupos de inmigrantes en Argentina, principalmente en Buenos Aires, algo similar al gran movimiento de población uruguaya y de los demás países limítrofes y asociados al Mercosur: Bolivia, Perú y Chile. La inmigración de los países limítrofes a Argentina lleva, según registros, más de un siglo. Los inmigrantes registrados pasaron de ser un total de 41,360 en 1869 a 1’010,761 en 2001, aunque se estima que la población real para 2010 es de más del doble de lo que se registró al comienzo de la década (Pacceca, 2009). La migración paraguaya y brasilera se redujo en la década de los setenta debido a la situación de Argentina y a partir de los años ochenta creció de 10% a 35%, y la crisis del 2001 redujo el número pero se recuperó en el corto plazo. En ambos casos se trata de población de baja calificación, ya que no tienen instrucción 34% de los brasileños y 17% de los paraguayos. Sin embargo, hay 14% de brasileños con estudios universitarios completos o incompletos, contra 0% de los paraguayos (Gómez y Torres, 2008, p. 6). La razón de este movimiento migratorio es que pese a las grandes crisis que ha pasado Argentina, la última gran crisis fue en 2001, aún

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Fronteras y geopolítica. Turismo y comercio transfronterizo en el Mercosur

mantiene elevados indicadores de calidad de vida, principalmente en rubro de salud y educación, además de una política de puertas abiertas. Esta calidad de vida se puede observar en el cuadro siguiente respecto al Índice de Desarrollo Humano de 2010, donde Argentina tiene la mejor calificación del grupo del Mercosur Cuadro 1 Índice de Desarrollo Humano 2010 País

idh

Argentina Uruguay Brasil Paraguay

0.775 0.765 0.699 0.640

Esperanza de Años promedio Vida (Años) de instrucción 75.7 9.3 76.7 8.4 729 7.2 72.3 7.8

Ingreso per cápita en us$ 14,603 13,808 10,607 4,585

Clasificación 46 52 73 96

Fuente: pnud-idh (2010).

Cuando se miden indicadores sobre el país para vivir, en un mundo con un movimiento constante de su población en el caso del Mercosur, el más atractivo es Uruguay, seguido de Argentina, Brasil y, por último, Paraguay. Cuadro 2 Índice de calidad de vida 2010 (países más atractivos para vivir) País Uruguay Argentina Brasil Paraguay

Costo de la vida 60 61 64 76

Cultura Economía Medio ambiente 72 52 72 67 52 71 58 65 71 60 44 64

Salud Infraestructura 76 64 82 56 73 59 71 36

Puntos obtenidos 75 72 70 63

Fuente: International Living (2010).

En estos niveles de indicadores mundiales se pueden ver ciertos elementos que posicionan, contrario a la dinámica del Mercosur, a Argentina como el país atractivo para los habitantes de los países socios.

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Paraguay queda al final de estos países porque es una de las naciones más desiguales del mundo, no solamente a nivel económico sino también a nivel de género, siete de cada diez niños que nacen en Paraguay son criados por sus madres y de acuerdo con la Coordinadora de Derechos Humanos más de 80% de las mujeres han sido víctimas de abuso sexual (Fassi, 2010, p. 91). Pero el tema migratorio en 2010 tiene dos importantes hechos que combinados explican gran parte del proceso migratorio del país que expulsa más gente del Mercosur, Paraguay, principalmente a Argentina: • Un movimiento masivo de inmigrantes pobres e ilegales para ocupar un parque a fin de lograr un terreno; como son mayoritariamente paraguayos, esto obliga a intervenir al embajador de ese país en Buenos Aires. También participaron bolivianos y peruanos. • Un auge de la inmigración selectiva de gente y capitales ante la oferta de tierras en Paraguay que termina en graves conflictos con los campesinos pobres, expulsados por la expansión de la soja y la ganadería y los nuevos colonos. Un caso similar ocurre en Argentina desde el lado brasileño y argentino. Inmigración, pobreza y eclosión social Los conflictos sociales derivados de la marginación social de un país pueden estallar en otro y éste es uno de los riesgos de los procesos migratorios, como ya ha ocurrido en Francia, Italia y España con los inmigrantes del África subsahariana. En Buenos Aires estalló la irrupción de estos inmigrantes pobres mayoritariamente paraguayos: unas 200 familias que vivían en una villa de emergencia, ocuparon los terrenos del Parque Indoamericano, uno de las mayores espacios verdes de la ciudad, lo cual desató una ocupación masiva que se estimaba en 13,000 personas, la mayoría inmigrantes extranjeros (Zibechi, 2010). El enfrentamiento social a los cinco días ya llevaba cuatro muertos en los disturbios. Esta situación extrema ha preocupado al presidente de Bolivia, Evo Morales, y al embajador de Paraguay en Argentina —los países con mayor número de inmigrantes en el país que hacen un total aproximado de 1’700,000 personas, 4.2% de la población total (Rebossio, 2010). Para entender esta explosiva situación, además de la generada por la marginación económica y social, está la discriminación a estas comu390

Fronteras y geopolítica. Turismo y comercio transfronterizo en el Mercosur

nidades de inmigrantes, como el caso de los paraguayos en Argentina, muchas veces basadas en prejuicios de raíz xenófoba, como la invasión limítrofe que “perjudica a los trabajadores argentinos”. La idea de un sector de la población argentina de ser un “enclave europeo” —el cual ya ha sido amenazado y rebasado por la masiva inmigración boliviana y paraguaya— ha generado un temor de “indigenización” del país y es alimentada por las propias cifras de Paraguay que habla de 2’000,000 de inmigrantes, cuando sólo hay registrados 325,000 a comienzos de la primera década del siglo xxi (Cárdenas, 2010). Uno de los grandes temas por superar en este proceso de integración del cono sur son las diferencias derivadas de concepciones ideológicas, como raza y pueblos originarios, ideas sostenidas por visiones conservadoras, temas que antes se daban por sentados como realidades, pero que en esta primera década del nuevo siglo han entrado en el ocaso, incluido el hecho de que uno de los países asociados al Mercosur, Bolivia, es definida como una nación multiétnica y gobernada por un aymara. Los inmigrantes están cambiando y se está dando una feminización del trabajo urbano e industrial o en talleres, experiencia de Chile con los inmigrantes peruanos y en Argentina con los paraguayos y bolivianos en los talleres de maquila, donde hay un trabajo prácticamente esclavo (Fontoura, 2008). A diferencia de la Unión Europea, donde hay libertad no sólo de movimiento sino acompañada por reformas legales respecto a seguros, pensiones y jubilaciones y salud; en el Mercosur hay libre movimiento pero no una legislación que proteja la inmigración, no como un hecho trágico sino como una libertad laboral de asentamiento y de vida que pueden elegir los ciudadanos de estas mega realidades territoriales. Los conflictos que se han dado hacen difícil pensar esta situación, que sería uno de los pilares de una verdadera integración. Tierras, inmigración selectiva y expulsión de campesinos Así como grandes contingentes de pobres —la mayoría campesinos sin tierra— deben salir de Paraguay rumbo a Argentina mayoritariamente, en Paraguay se fomenta un proceso inverso de inmigrantes selectivos que llegan a este país, con no más de seis millones de habitantes, porque hay grandes oportunidades de adquirir tierra a bajo costo y así sumarse a la gran expansión sojera y ganadera que se da en esta macro región del Mercosur. 391

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Este proceso tiene historia y comienza a mediados de los cincuenta cuando campesinos y empresarios del centro sur de Brasil comenzaron su marcha hacia la zona del Matto Grosso, luego que los grandes terratenientes como la Compañía Mate Larengeira, propiedad de Jeremia Lunardelli, “El rey del café”, cierra un ciclo de explotación intensiva de los recursos y la población (Ortiz, 2010, pp. 14-03). En este tiempo se inicia la marcha hacia las zonas alejadas del Matto Grosso y sobre Paraguay por parte de brasileños y algunos empresarios uruguayos desde el este y el sur de Paraguay por parte de argentinos, época en la que comienzan a darse cambios en la agricultura con la introducción de la soja y la ganadería extensiva. En 1965, un destacamento militar pequeño se instala cerca de los saltos del Guaira, los militares empiezan a tomar posicionamiento en la zona de las potenciales presas, así la dictadura militar empieza a aplicar la teoría de las “Fronteras vivas”, la cual se complementará con la expansión de las fronteras agropecuarias de parte de empresarios y campesinos brasileños (Ortiz, 2010, pp. 15-03). En 2010 estalla la guerrilla en los departamentos del norte de Paraguay, el Ejército del Pueblo Paraguayo (epp) a quien se vincula con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y que ha llevado a decretar el estado de excepción en estos departamentos y movilizar a más de 3,000 soldados, policías y aparentemente el apoyo de un grupo de marines de la Base Mariscal Estigarribia. La miseria y explotación en el mundo rural paraguayo tiene dos elementos más de tensión: la expulsión de los campesinos para la expansión del cultivo de la soja y las “zonas liberadas” por los narcos para el cultivo de marihuana, en los departamentos norteños de Amambay, Concepción y San Pedro, con aproximadamente 30,000 hectáreas, que superan a Colombia (Zin, 2010). El 80% de las tierras fértiles de Paraguay está en manos de unas 200 familias y la gran mayoría situadas en los departamentos de Itapuá, Alto Paraná, Caazapá, Canindeyú, Amambay, Guaira y Caaguazú; en la actualidad casi todas son plantaciones de soja en manos de extranjeros. Esto ha llevado a una lucha por la tierra de los campesinos. Presionado por los campesinos, en 2008 el gobierno decretó la prohibición de venta de tierras a extranjeros, pero las mismas ya estaban repartidas entre una mayoría de brasileños, que cultivan según se estima 70% de la producción de marihuana, en la zona de Capitán Bado y Pedro Juan Caballero, área de las “fronteras vivas” (abc, 2010, p. 26). 392

Fronteras y geopolítica. Turismo y comercio transfronterizo en el Mercosur

La aparición de la guerrilla del epp y el auge del movimiento de los “sin tierra” ha llevado a que en 2010 el Congreso se plantee expropiar fincas de los brasileños, a fin de bajar la presión interna en el país. Sin embargo 5,000 colonos brasileños de Santa Rita cortaron en diciembre la ruta vi, en protesta por las amenazas de desalojo. Grupos de mujeres campesinas invaden campos para evitar el cultivo de soja, mientras algunos terratenientes ofrecen vender sus tierras al Estado para repartirlas entre los campesinos sin tierra, un grupo de inversionistas uruguayos llevan compradas, en los últimos años, 700,000 hectáreas en el Chaco paraguayo para realizar ganadería extensiva (Antúnez, 2009). En la segunda triple frontera, la de Brasil, Bolivia y Paraguay —la de las grandes reservas de gas y cercana a la base de Estados Unidos—, el ejército brasileño retoma en 2010 el control de la misma a fin de frenar el saqueo de los recursos naturales, incluida la explotación ilegal de oro, llegándose a detener 15 minas en explotación y 40 trabajadores brasileños (abc, 2010, pp. 7-10). En síntesis, los problemas internos se reflejan en los graves conflictos que tiene el país y la fuerte emigración que genera, pero pone al descubierto un serio problema y es que Brasil no actúa como socio del Mercosur sino como un sub-imperialismo y ello genera una gran contradicción en el grupo, situación que también practican argentinos y uruguayos. Parece que se está repitiendo la tragedia de la Triple Alianza a fin de que Paraguay no pueda crecer acorde a sus potencialidades y necesidades. Turismo En 2010, el turismo, pese a la situación de crisis, frenó su caída del periodo 2008-2009 y ha comenzado a tener una incipiente recuperación en tres áreas geográficas: Europa, China y América. En Europa, a partir de que España ha retomado el papel de locomotora de esta actividad; en China, debido a un aumento de los niveles de vida de la población que la lleva a ser el tercer emisor turístico del mundo y en América, el turismo ha crecido 5% respecto a los datos a inicios del 2010, con mayor énfasis en Sudamérica y América Central. Los cerca de 60 millones de turistas internacionales que recibió América Latina en 2010 representan un alza estimada de 6.9% frente a 2009,

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según las cifras disponibles antes del cierre del año por la Organización Mundial de Turismo. En el Mercosur, el crecimiento del turismo estuvo liderado por Argentina, receptora del verdadero motor de este proceso integracionista, Brasil y de sus asociados menores Paraguay y Uruguay, que sumados han generado un importante avance para hacer destacar a Sudamérica y Centroamérica como los dos grandes polos de Latinoamérica. En los primeros meses de 2010, y para profundizar el proceso de integración de esta compleja actividad, se reunieron los ministros y secretarios de Turismo de los cuatro países del Mercosur más Chile, que se ha sumado en esta actividad, todos en la ciudad de Jujuy, capital de la provincia del mismo nombre, junto a la cordillera de Los Andes. Esta reunión estuvo precedida por la de presidentes del Mercosur, que se realizó en la provincia limítrofe, la de San Juan, donde se destacó el papel del turismo en el proceso de integración y en el desarrollo económico de toda la macro región que ellos representan. En la misma, el ministro de Turismo de Argentina planteó que el objetivo del encuentro era orientar el turismo y establecer las líneas estratégicas para posicionarse en el mercado mundial; entre ellas, la integración y la promoción a través de eventos deportivos de relevancia internacional. Uno de los temas tratados con el carácter de prioritario es el fortalecimiento del bloque del Mercosur frente a los demás mercados —como Europa y Estados Unidos— en materia turística, lo cual ayudará a fijar las líneas estratégicas frente al mercado mundial y posicionarse como destinos turísticos de excelencia. El Mercosur comenzó a promover en Asia, iniciando por Japón, por ser de los mercados turísticos de mayor crecimiento y junto a China se han transformado en un gran atractivo para la promoción del turismo, y esta estrategia se está implementando desde 2008 por Argentina y Brasil. La estrategia de reforzar las bellezas naturales tradicionales como las cataratas, selvas, ríos y grandes lagos, con actividades deportivas de nivel mundial se basa en que en la primera parte de la segunda década del siglo xxi se darán grandes eventos internacionales en la región, como la Copa América, el Rally Dakar Argentina-Chile, a realizarse en Argentina en 2011; la Copa Mundial de la fifa 2014 y los Juegos Olímpicos 2016, los dos últimos a realizarse en Brasil. El incremento de los flujos turísticos entre la región en 2010 y sus proyecciones de crecimiento en 2011 es una muestra de cómo la integración regional permite una mayor sinergia entre los países y las institucio394

Fronteras y geopolítica. Turismo y comercio transfronterizo en el Mercosur

nes que rigen esta actividad, lo que da una mejor perspectiva de ésta, a partir de un sistema integrado de estadísticas. La integración no se limita a las estadísticas que miden los flujos sino a los temas nodales de la calidad que garantiza los índices de retorno, un ejemplo es la implementación del Sistema Nacional de Calidad Turística Argentina (sact), el cual se está aplicando a través de la cooperación regional en Paraguay y Venezuela y, a la vez, intercambiando técnicas de manejo con Chile y Perú, a lo que se está sumando Brasil, en un evento que sobre el tema se realizó en Argentina en agosto de 2010. Así mismo, en los últimos años se han dado una serie de profundos cambios en la gestión del turismo, por ejemplo en Chile, la reciente creación de una Secretaría Técnica a cargo del turismo y, en Argentina, que el turismo haya alcanzado un rango ministerial, son otras muestras de que los países buscan que sus órganos ejecutivos sean más eficaces y que estén a la altura de los nuevos requerimientos que implica la integración del Mercosur. En 2010 se inició una tendencia a la inversión internacional en materia de hotelería, como es el caso de la cadena Ibis, la marca internacional de hoteles del grupo francés Accor, la cual prevé abrir para 2015 un total de 57 establecimientos en cuatro países de Latinoamérica, región en la que quiere convertirse en la mayor cadena hotelera, con Brasil como principal motor de su expansión: con 51 nuevos hoteles, será el principal receptor de la inversión de Ibis. En Chile, el efecto terremoto en el turismo ya fue superado y la industria hotelera se alista para invertir mil millones de dólares en 2011, tanto en hoteles y edificios residenciales turísticos como en mega proyectos turísticos y casinos con instalaciones hoteleras. Hyatt también está entre las marcas que protagonizan las mayores inversiones, así como Atton y Radisson. En Perú, a los tradicionales atractivos turísticos como Cuzco o Machu Picchu, hay que agregar el crecimiento económico, que lo ha convertido en un destino emergente para viajeros de negocios, eventos y convenciones. De hecho, el turismo corporativo es el segmento más dinámico de la industria, con tasas de crecimiento de 10% anual. Según datos de la Sociedad de Hoteles del Perú, entre 2009 y 2013 habrá una inversión entre construcción y remodelación de hoteles que asciende a 1,230 millones de dólares, de los cuales 70% corresponde a hoteles dirigidos al sector corporativo. 395

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Así 2010 ha sido un año en el que el turismo logró revertir la caída y con ello, según las proyecciones, recuperarse plenamente en 2011, ante los grandes retos que plantean el turismo del deporte internacional y el interno de la macro región del Mercosur. Conclusiones En 2010 se han registrado una serie de indicadores económicos que colocan al Cono Sur y específicamente a los países integrantes del Mercosur en condiciones excepcionalmente halagadoras para el futuro de éstos, ya que en plena crisis se han logrado importantes niveles de crecimiento y sus productos de exportación están entre los más cotizados y consumidos en el mercado mundial. América del Sur aprovecha un excepcional periodo de bonanza en la economía y las finanzas internacionales, a partir de haber saneado sus cuentas públicas, reducido el nivel de la deuda y el aumento de las reservas internacionales, lo cual le permitió una mayor capacidad para la aplicación de políticas públicas. Los términos de intercambio crecen de 2009 a 2010 en América del Sur de -8.1% a 9.8% y el Mercosur pasó de -3.3% en 2009 a 4.4% en 2010. Junto a ello se recuperó rápidamente el turismo y así tenemos que de la caída de 2009 a la recuperación de 2010 hay un verdadero avance. América del Sur pasó de -1.6% en 2009 a 4.5% en 2010, muy diferente a México, el país líder del turismo que tuvo una caída en 2009 de -5.2% y una reducción de la misma de 3.2% en 2010, en el medio se sitúa el Caribe con -2.3% a una recuperación en 2010 de 3.8% (cepal, 2010). La síntesis de este 2010 la da el crecimiento del pib, liderado por Brasil con 7.6%, seguido de Uruguay y Paraguay con 7% y Argentina con 6.8%. El Mercosur ha logrado así tener el mayor crecimiento del pib por países y como región de integración, a la cabeza de toda Sudamérica que tiene un crecimiento medio de 6%, la otra cara del modelo de integración ya que en otro extremo está el tlc y con ello México ha tenido que compartir la crisis en una mayor cuota que el resto de América Latina.

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Dimensión educativa

Rumbos de la educación superior a distancia en Latinoamérica

Manuel Moreno Castañeda El propósito de este ensayo es presentar un panorama general de la educación superior a distancia en América Latina, a partir de sus orígenes, modelos seguidos y tendencias, considerando sus diversas estrategias y aplicaciones, como una contribución a la construcción de un marco de referencias que ayude en la toma de decisiones sobre políticas y estrategias educativas. También puede verse como una manera de contestar a la pregunta: ¿Cuáles son las principales influencias de las tendencias en educación a distancia en América Latina y las decisiones clave para incidir en sus rumbos? Esta situación da lugar a múltiples cuestionamientos, entren ellos: el de saber de qué manera las influencias externas, como los organismos internacionales y las universidades extranjeras, inciden en las instituciones que ofrecen educación a distancia en sus modos de entender, organizarse y operar, que pudieran estar más orientadas a seguir patrones exógenos que a la atención de las necesidades de la propia región; y cómo en lugar de dar respuestas a requerimientos conocidos, primero se asumen propuestas exógenas y luego se preguntan cómo se aplican. Desde luego, éste es un fenómeno de una gran complejidad en el que intervienen múltiples factores, de los cuales, por ahora, este estudio se enfoca en su origen y tendencias, con énfasis en las formas de organización y los modos de aliarse interinstitucionalmente, aspecto éste al que se le brinda una atención especial. Para ello, se toman como base estudios previos y reflexiones acerca de los referentes conceptuales de la educación a distancia, el concepto de lo latinoamericano, las inercias tendenciales, las tecnologías de la información y comunicación y los modos 403

Manuel Moreno Castañeda

de entender las alianzas (en especial como se generan en la educación a distancia de América Latina). Asimismo, se aborda lo que se manifiesta en escritos con respecto a la búsqueda de estrategias educativas que posibiliten contrarrestar desigualdades, con la conciencia de que para lograrlo es necesario transformar las relaciones educativas, labor que es más viable cuando se emprende colectivamente. Históricamente, las modalidades no escolarizadas, como la educación abierta y a distancia, se van dando simultáneamente al desarrollo de la educación escolar, para quienes no se ajustan a los tiempos, lugares y modos de ésta última. La aparición de nuevas variantes de la educación a distancia no excluye a las tradicionales, pues históricamente se traslapan y combinan; lo que también da lugar a la ambigüedad conceptual. De modo que se trata de analizar tendencias y perspectivas, empezando por la definición conceptual y operativa de algunos términos referenciales; luego se describen la diversidad de modelos y estilos de operación, a partir de sus diferentes orígenes y considerando las influencias externas, en especial europeas y norteamericanas, así como las propuestas de los organismos internacionales. Enseguida se continúa con la revisión de alianzas y los modos de organización que adoptan las instituciones para ofrecer educación superior a distancia. Más tarde, se hace un alto para reflexionar sobre lo aprendido, con un análisis de las perspectivas y nuevos caminos que se abren. Con esa base, se hacen algunas recomendaciones enfocadas a nuevas vías que reorienten los rumbos de las políticas educativas”. Finalmente, se concluye con una presentación de las tareas pendientes. Este escrito tiene como base un trabajo anterior titulado “Tendencias de la educación a distancia en América Latina”, que ahora se presenta actualizado y acotado a los ámbitos de organización y estrategias de colaboración, con el mismo propósito: conocer las estrategias que en esta modalidad se desarrollan para lograr coberturas más amplias, mejores y con mayor equidad. Conocimientos que tienen la intención de contribuir a diversificar y enriquecer los referentes conceptuales y operativos para la toma de decisiones en materia educativa. Referentes conceptuales Compartir el significado de la terminología utilizada en un escrito, más allá de lo que se escribe en diccionarios, es imprescindible en cualquier 404

Rumbos de la educación superior a distancia en Latinoamérica

campo del conocimiento; máxime en áreas emergentes como las actuales variantes de la educación a distancia, que toman conceptos de las diferentes disciplinas en que se apoyan, lo que puede dar lugar a ambigüedades y confusiones. En los afanes de teorizar, es común caer en la adopción de terminología nueva, usualmente llegada del extranjero, a la que luego buscan adaptarse las prácticas propias, lo que da lugar a una cultura educativa inauténtica. Así sucede con anglicismos como e-learning, b-learning, mlearning o u-learning; o cuando hablamos de nativos o migrantes digitales; son palabras que, en la práctica, deben ser entendidas y aplicadas, aunque no siempre se logre adoptar una terminología apropiada. Esa influencia se puede observar en la mayoría de las publicaciones sobre educación a distancia en y sobre América Latina, donde abundan las fuentes de información de fuera de esta región, y de donde se suelen tomar la mayoría de los conceptos y los más significativos. Tampoco se trata de llegar a lenguajes regionalistas exclusivos y excluyentes, pero sí avanzar en una construcción conceptual apropiada, en el sentido de que surja de las experiencias, indagaciones y reflexiones teóricas contextualizadas. Sin la consistencia entre referentes conceptuales y los modos de operar, difícilmente se podrá avanzar por nuevas vías, como lo dice Miklos: “el verdadero ‘nudo gordiano’ al que se presenta cualquier proyecto educativo innovador es hacer congruente la teoría con la práctica” (en Morocho Quezada y Rama, 2012, p. 133). Así, aunque se corra el riesgo de caer en obviedades, enseguida se plantean los conceptos básicos de este escrito. Educación a distancia Esta modalidad educativa se refiere a las estrategias metodológicas y tecnológicas que posibilitan la entrega de contenidos educativos y la comunicación entre participantes de un proceso educativo, que no coinciden en tiempo y lugar; aunque parezca paradójico, la principal intención que anima a la educación a distancia es que la distancia no exista, como dice Arboleda: A pesar del término “distancia”, este tipo de educación busca estar más cerca de la realidad a la que está vinculado el usuario, que, generalmente, trabaja en un campo afín al que convierte en objeto de estudio. O sea que la educación a distancia asume el entorno socio-laboral del estudiante para identificar allí nuevos contextos que

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Manuel Moreno Castañeda faciliten un aprendizaje activo conectado con las necesidades de desarrollo personal, comunitario e institucional. (Arboleda, s/f, sección Apertura social, párr. 3).

Dadas las ambigüedades en su uso, en especial cuando se le confunde con la educación abierta —que está más referida a la flexibilización y aligeramiento de las exigencias organizacionales— y al no ser el propósito de este trabajo cuestionar el concepto o la utilización del término, no se toma la educación a distancia en su acepción literal sino en su intención de superar las distancias que separan a muchas personas de los servicios educativos institucionales. En síntesis y desde un enfoque social, se debe considerar el sentido de la educación a distancia más allá de la superación de las distancias físicas, lo que puede hacerse mediante diversos recursos metodológicos y tecnológicos, pues el verdadero reto está en reducir las grandes distancias sociales, culturales y económicas, que se reflejan en las desigualdades de acceso a los servicios educativos, los cuales todavía se ven como una esperanza para lograr mejores condiciones de vida. Lo latinoamericano Como ya se ha reiterado en distintos foros: […] habría que empezar por decir que Latinoamérica es un continente que no se define en términos geográficos; una muestra es cómo cruza el Río Bravo hacia el norte y se manifiesta de manera viva y creciente en Estados Unidos de Norteamérica y en Canadá, en lo que podríamos denominar Norteamérica Latina. No son trozos y trazos de tierra lo que une a sus países, ya que también se la ve manifiesta en las islas que rodean al continente; sino lazos sociales, culturales, lingüísticos y utópicos. Es una nación multicultural y multicolor que hunde sus raíces en los pueblos prehispánicos de América, se nutre de las culturas latinas que llegaron de Europa, entre ellas: la española, portuguesa, francesa e italiana y las ricas arribazones culturales de Asia y África (Moreno, 2006).

Esa esencia del espíritu latinoamericano ha adquirido muchos matices con el contacto y, a veces, choque con otras culturas, lo que ha dado origen a una gran variedad de manifestaciones que se reflejan en su situación y problemática educativa, en la que históricamente se aprecia, desde las invasiones europeas, una constante imposición de modelos externos, con importantes propuestas surgidas en Latinoamérica, algunas como posturas alternativas y otras desde el ejercicio del poder.

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Rumbos de la educación superior a distancia en Latinoamérica

Inercias tendenciales Para efectos de este texto, se entienden por inercias tendenciales los procesos históricos que se dan en las instituciones y vienen con una dirección y dinámica difícil de modificar, porque están fuertemente ligadas a los hábitos y culturas personales e institucionales. Incluso no suelen ser cuestionadas porque se pueden percibir como procesos naturales, inherentes al actuar social. En el caso de la educación escolar se observan estas inercias desde a nivel macro tanto en las políticas educativas, como en las estructuras organizacionales o los modos cotidianos de enseñar. Estas tendencias y su sentido son puntos clave para reorientar o no las dinámicas institucionales. Modos de asociación En las instituciones educativas, como en muchas instituciones sociales, existe la tendencia a asociarse, como una forma de fortalecerse o por la búsqueda de identidades que abonan a la seguridad en los modos de entender y operar los programas educativos. Estas asociaciones pueden tener diversos orígenes, según hayan surgido cupularmente desde una fuente de poder con una dirección vertical o por iniciativa desde entidades que deciden aliarse como pares, con relaciones horizontales. Estos diferentes orígenes determinan los modos de organización y funcionamiento, lo que es muy notorio en las asociaciones de instituciones con programas educativos a distancia. Organización Entre la diversidad de modelos y modos de organización, desde algunas instituciones o programas que nacieron y se dedican exclusivamente a modalidades no escolarizadas, hasta aquellas tradicionalmente presenciales que fueron incorporando, en distintos grados y dimensiones, la educación abierta y a distancia, así como distintas estrategias y medios, se ha dado origen a una gran variedad de modelos y estilos de operación. Modelos que tienen fuerte influencia de organizaciones europeas y norteamericanas.

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Origen e inercias tendenciales El principal motivo por el que surge la educación a distancia es ampliar la cobertura para dar servicios educativos a más personas, en especial a quienes han estado históricamente marginados por su situación social y económica. Aunque, cabe decir que en los últimos años, con el desarrollo de sistemas de información y comunicación, la educación a distancia subió de estatus y ahora es un privilegio más de quienes ya cuentan con otras opciones. Esto ha dado lugar a que ahora se tengan sistemas masivos y homogenizantes para las mayorías que demandan educación; y sistemas con mejor apoyo académico y tecnológico para los privilegiados, que son menos. Sin embargo, una propuesta alternativa de educación a distancia no debe seguir agudizando estas desigualdades. Es impostergable el desarrollo de nuevas vías educativas con mejor calidad y, a la vez, más equitativas. No puede negarse la gran influencia, en la cultura educativa en general y de manera especial en educación a distancia en Latinoamérica, de los modelos, oferta y presiones externas; no sólo ahora sino a través de su historia. La educación pasó del medioevo español al imperialismo inglés, con las escuelas lancasterianas; a la moda francesa, con los liceos, las escuelas normales y la escuela preparatoria de los positivistas; los matices afrancesados de fines del xix y principios del xx; la influencia alemana, con Froebel y los kindergarten; luego la influencia gringa con la secundaria, que se intenta comparar a la High School o las nuevas universidades tecnológicas, que quieren imitar a los colleges. Ahora, con la educación a distancia, se está dando una situación similar a los casos referidos: inhibiendo la posibilidad de crear propuestas más auténticas, más acordes con las condiciones y requerimientos latinoamericanos. Según sus orígenes, condiciones y propósitos por los que surgen, se podrían hacer muchas clasificaciones; sin embargo, para este ensayo sólo se presentan cinco orígenes y direcciones: la influencia de instituciones norteamericanas, la influencia de instituciones europeas, las recomendaciones de organismos internacionales, modelos propios surgidos tanto de instituciones públicas como privadas y las universidades corporativas. La influencia de instituciones educativas norteamericanas El seguimiento de los modelos norteamericanos consiste en que las universidades tradicionales ofrezcan cursos o carreras abiertas o a distancia 408

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para quienes no puedan asistir a ellas, o como opciones para que los estudiantes presenciales tengan la posibilidad de una mayor flexibilidad curricular. Esta influencia se ha visto sobre todo en los últimos años, con la aparición de las nuevas tecnologías para la información y la comunicación. Entre otros casos, está el de la Universidad de Columbia británica; Penn State University, con su Centro de Estudios Americanos de Educación a Distancia; la Nova Southeastern University, de Florida; y San Diego State University, con el International Training Center. La influencia de instituciones educativas europeas La influencia de instituciones educativas europeas se puede ver tanto por su oferta directa de estudios en Latinoamérica, como por imitación de sus modelos o por alianzas entre instituciones de ambos continentes. Dichas influencias se fortalecieron especialmente en instituciones que se dedican exclusivamente a estas modalidades, tal es el caso de la Universidad Nacional Abierta de Venezuela. Según Casas Armengol: En este sentido, varias instituciones y programas de América Latina han reflejado una fuerte influencia del modelo respectivo de la Open University de Gran Bretaña, con resultados que distan de ser satisfactorios, tanto en los materiales producidos como en los procesos de tutoría (1996, p. 25).

Así mismo, ha sido muy notoria la influencia de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España (uned) y la Universidad Abierta de Cataluña (uoc). Otras instituciones europeas de educación abierta y a distancia, como la Universidad Abierta de Alemania o el Centro Nacional de Educación a Distancia de Francia, han influido menos, quizá por cuestiones lingüísticas y culturales. Las recomendaciones de organismos internacionales Desde el origen de la educación a distancia ha sido constante la participación de organismos internacionales como el Banco Mundial y la unesco pero, sobre todo a nivel de Latinoamérica, la acción desarrollada por la Organización de Estados Americanos (oea). Estas influencias pueden verse en muchos de los programas de educación a distancia; por mencionar algunos de los más conocidos, vale la pena dar la palabra a 409

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Casas Armengol, no sólo como estudioso de esta modalidad educativa, sino como protagonista de la misma: Los orígenes de los proyectos de educación a distancia en América Latina deben buscarse en la v Reunión del Consejo Interamericano de la oea, realizada en Maracay en 1968… [y señala:] La Universidad Estatal a Distancia y la Universidad Nacional Abierta nacieron bajo los auspicios de los gobiernos respectivos y la ayuda de la oea; [especificando que] finalizado el proyecto especial 37, la oea aprobó un nuevo proyecto multinacional de educación a distancia donde se incorporaron Bahamas, Colombia, El Salvador, Honduras y Perú. La oea financió viajes de estudio e investigaciones, para poner en contacto con las instituciones europeas pioneras en el campo de la educación abierta y a distancia, como la Open University de Inglaterra y la uned de España, a las instituciones similares americanas (Casas Armengol, 1996, p. 98).

Un proyecto muy apoyado por organismos internacionales, especialmente la oea, fue la telesecundaria mexicana, como una muestra de cómo atender a grandes masas de población con el aprovechamiento del gran potencial de las telecomunicaciones. Últimamente, la oea ha retomado su interés en la educación a distancia; destaca, por ejemplo, su Portal Educativo de las Américas (www. educoas.org) y el apoyo a los eventos de Virtual Educa (www.virtualeduca.org). Alianzas Desde España Entre las alianzas que se han desarrollado en los últimos tiempos, se distinguen las promovidas desde España, particularmente: • La Asociación Iberoamericana de Educación Superior a Distancia (aiesad), que cuenta con 27 instituciones de 14 países. • La Cátedra unesco de Educación a Distancia, promovida por la uned y que mantiene una activa participación a través de su foro de Cuedistancia (Cátedra unesco). • La Universidad Abierta de Cataluña, que hace diez años anunció la creación de la Red de Universidades Virtuales de Iberoamérica, en vinculación con la Universidad Virtual de Quilmes, de Argentina; y la Institución Universitaria ceipa, de Colombia, red que permitiría a los estudiantes de cada centro participante la obtención de dobles 410

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titulaciones, según se podía leer en el sitio de Internet competir.com/ es, el 23 de diciembre del 2002. • La Federación de Universidades de Iberoamérica (Funiber), desde España, que trabaja con 25 países y participan en ella, en diversos momentos, más de 60 instituciones. • La Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana (atei), la red de colaboración más grande de América y España, apoyada por la Organización de Estados Iberoamericanos. En México trabaja en vinculación con el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ilce). • Promovida por la universidad de Extremadura y el apoyo del Centro Extremeño de Estudios y Cooperación con Iberoamérica (Cexeci), surge a partir del año 2007 la Asociación Universitaria Latinoamericana (aula), con su Campus Virtual Latinoamericano (Cavila); a la fecha tiene 10 miembros, de los cuales cuatro son de Argentina, dos de México y uno de España, Portugal, Chile y Brasil. Desde el Norte El Consorcio Red de Educación a Distancia (cread) se fundó en 1990, durante la celebración de la xv Conferencia Mundial del icde, con la iniciativa de la Tele Université de Canadá y de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Al principio tuvo el apoyo de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (acdi o cida, por sus siglas en inglés), la Organización de los Estados Americanos (oea) y la Organización Universitaria Interamericana (oui). Si bien el cread no funciona en el concepto de red que motivó su creación, sí cumple una importante función de difusión de los eventos y acciones realizados por este consorcio y sus socios. De acuerdo a lo señalado en su portal, a esta fecha tiene 133 miembros distribuidos en Argentina, Barbados, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominicana, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Filipinas, Portugal, Puerto Rico, España, EU y Venezuela. Otro caso es el Colegio de las Américas (Colam), programa de la oui, con apoyo de la acdi, que en su último informe da cuenta de 43 socios. Aunque no es una red de educación a distancia, ofrece sus cursos en esta modalidad en prácticamente toda América. También hay que considerar el International Council for Distance Education (icde), la más importante organización de educación a dis411

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tancia en el mundo; cuenta con una representación de América Latina, que suele organizar eventos en el ámbito latinoamericano y enlaza la organización regional con la mundial. Esta es una oportunidad que puede tener una gran trascendencia para integrar Latinoamérica a la globalidad desde sus propias necesidades y proyectos educativos. Como puede observarse, son organismos que han nacido y funcionan con base en apoyos externos a la región; y no obstante que pueden incorporarse intereses de esta área, no tuvieron este origen. Sería un punto interesante investigar la razón por la que predominan las alianzas propuestas, o los agentes externos a América Latina. Las hipótesis pudieran plantearse no sólo por la falta de apoyos e iniciativas de esta región, sino también por el atractivo de lo extranjero, sobre todo cuando los promotores de alianzas son instituciones u organizaciones con prestigio académico o recursos para apoyar estas iniciativas. Modelos propios En cada región y momento histórico, la educación a distancia ha atendido a diferentes poblaciones y en distintos niveles educativos, cuyo surgimiento responde a la necesidad de encontrar soluciones a las demandas de educación. Sus primeras acciones y de más trascendencia se han dado en la capacitación para el trabajo, de manera muy especial en la formación y actualización de profesores de educación básica; es en este campo donde la educación a distancia ha sido mejor aprovechada, y quizá también donde se tienen los mejores modelos y materiales educativos. Entre los ejemplos pueden mencionarse proyectos que buscan vías alternas, como fue en México el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio (ifcm), de 1945 a 1971; y la Universidad Pedagógica Nacional (upn) y su Sistema de Educación a Distancia en 1979. Entre los modelos alternativos de educación a distancia que buscan un modelo propio, son interesantes el que se realizó en la Universidad de San Carlos, en Guatemala, con el proyecto de “Mediación Pedagógica”, liderado por Francisco Gutiérrez y Daniel Prieto (Gutiérrez Pérez y Prieto Castillo, 1991) y las propuestas de Margarita Victoria, en Brasil, con la educación en red de inspiración freiriana (Gomez, 2004); y así se podrían identificar muchos más que buscan sus propias vías. En cuanto a propuestas de integración interinstitucional que han surgido en Latinoamérica, es destacable el caso de la Fundación Latinoa-

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mericana para la Educación a Distancia (flead) que organiza periódicamente congresos en línea enfocados a la educación a distancia. Modos de organización Al echar un vistazo a la educación a distancia en América Latina, se observa un panorama cuya principal característica es la diversidad de modelos y estilos de operación, en donde pueden encontrarse rasgos comunes que hacen posible su caracterización, lo que enseguida se intenta. Las nacidas abiertas y a distancia Entre las más conocidas están la Universidad Nacional Abierta de Venezuela y la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica, y más recientemente, al menos con este nombre, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia de Colombia. Todas con una organización muy similar de centralización y control de los procesos básicos de la gestión académica, plan de estudios, producción de materiales educativos y la evaluación para la certificación del aprendizaje; pero operando a través de una red de centros de estudio en las diversas regiones del país. En México, con esquema parecido, empezó a funcionar el Sistema de Educación a Distancia de la Universidad Pedagógica Nacional, como ya se refirió anteriormente, aunque cambió y sus unidades, ya descentralizadas hacia las entidades federativas, ofrecen estudios en varias modalidades educativas. Estas primeras universidades nacionales a distancia, aunque surgen con modelos similares, se van perfilando de acuerdo con sus realidades y necesidades, como dice Zaida Hurtado: “son las propias realidades nacionales las que explican las diferencias existentes entre la uned y la una. Pretender que los modelos puedan trasplantarse mecánicamente, es ignorar que los pueblos tienen su propia identidad” (1999, p. 111). Aun cuando la una y la uned se originaron en un proyecto común, bajo una concepción tecnocrática del currículo, con claros propósitos de formación de recursos humanos y de ampliación de la oferta educativa en educación superior y dentro del marco tecnológico de la educación a distancia, las condiciones particulares de cada contexto educativo inserto en su propia realidad social originaron matices muy singulares.

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Los modelos híbridos Otra muestra son las universidades escolarizadas que han decidido participar en educación a distancia con distintos niveles y grados; algunas sólo con programas eventuales y aislados, otras con programas de estudio y carreras permanentes y otras más creando dependencias especializadas o nuevas instituciones, como el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey con su universidad virtual. Se nota un despegue especial, sobre todo a partir de los años setenta, cuando se empezaron a implementar sistemas de educación abierta y distancia para lograr una mayor cobertura ante las crecientes demandas de educación superior. Así surgió en México el Sistema de Universidad Abierta de la unam, el Sistema de Educación a Distancia de la Universidad Pedagógica Nacional y el Sistema de Universidad Virtual de la Universidad de Guadalajara; como en otras naciones latinomericanas, la Facultad de Educación a Distancia de la Universidad de la Habana, la Universidad Federal de Río de Janeiro y de Pernambuco en Brasil, la Universidad de Loja en Ecuador la de Antioquia en Colombia y muchas otras más. Un gran reto para las universidades es administrar nuevas modalidades educativas a partir de su organización tradicional, que en ocasiones debe adaptarse a la educación a distancia y, en otras, la educación a distancia se adapta a un sistema escolarizado, con lo que pierde su esencia. Universidades corporativas Brotan de las empresas generalmente transnacionales, que han devenido en universidades corporativas, debido, quizá, a la incapacidad de las instituciones educativas de ofrecer de manera oportuna y pertinente capacitación para el trabajo. Esto se puede ver con mucha fuerza en el mercado estadounidense: la Hamburger University de McDonald’s, la Motorola University, la hp University, la Disney University y cientos más; también en Latinoamérica empresas como Petrobras y O Globo en Brasil, las compañías de petróleos en Venezuela y los sistemas bancarios de diversos países ya cuentan con sus propios sistemas educativos. A este respecto, no deja de ser interesante la siguiente advertencia de Arboleda: Estas experiencias de pedagogía corporativa nos permiten analizar un fenómeno muy interesante y no menos preocupante para los educadores y directivos acadé-

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Rumbos de la educación superior a distancia en Latinoamérica micos en especial, cual es la manera creciente como el aprendizaje se está desplazando de las universidades y colegios formales a las empresas que se han venido convirtiendo a su vez “por necesidades de servicio” en entidades educativas con la finalidad específica de ser más competitivas. (Arboleda, s/f, sección Capacitación en el puesto…, párr. 19).

O también, como Casas Armengol advierte en su escrito acerca de la viabilidad de la universidad virtual en América Latina: Está surgiendo en forma amenazante un formidable competidor para todas las universidades, constituido por corporaciones multinacionales dedicadas a las comunicaciones, formación empresarial, informaciones y entretenimiento. Estas instituciones que manejan con gran eficiencia y poder los mayores adelantos tecnológicos, pueden volcarse hacia el campo educativo con grandes ventajas de calidad y costo, pues estarían en condiciones de contratar a los educadores más destacados y ofrecer así programas educativos muy económicos, atractivos, con gran difusión y de fácil aceptación internacional (Casas, s/f).

Esta penetración se facilita por el burocratismo y poca flexibilidad de las instituciones educativas tradicionales, la gran lentitud en su actualización curricular y su desvinculación de la vida y las necesidades reales; mientras que las empresas requieren una estrecha relación entre aprendizaje y trabajo y una alta y continua especialización, en la que muchas universidades se han mostrado impotentes. Este panorama deja ver que la educación a distancia en América Latina se enfrenta con mucha competencia, para empezar, las resistencias de la educación presencial, pero ahora, además, como resultado de la globalización y la nueva dinámica del desarrollo económico, en donde la gestión del conocimiento como proceso e insumo está siendo asumida por las empresas que ya no esperan tanto de las instituciones educativas, por la rigidez de sus planes de estudio, el burocratismo de sus procesos y su lentitud para responder a la demanda educativa. Lo aprendido • Nunca, y menos en el conocimiento de procesos sociales como la educación, es posible hablar de conclusiones definitivas, de manera que lo aprendido es sólo un atrevimiento a decir, por lo incipiente de este estudio que, seguramente, se enriquecerá mucho con las aportaciones de quienes lo lean. Bajo esa premisa, se puede decir que la 415

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educación a distancia en América Latina con respecto a la globalización, es algo improrrogable. La cuestión aquí no es tanto entrarle a ello, sino cómo hacerlo sin que sea tomada como una imposición que avasalla y homogeneiza. La vía iría más por una globalidad alternativa que parta de las identidades y realidades locales. • Realidades que se distinguen por su diversidad, por una parte denota una gran creatividad y riqueza de opciones, pero también significa una gran dispersión y desarticulación; que en parte se debe a que la educación a distancia ha surgido animada por diversos motivos, tanto por necesidades propias para la expansión de servicios educativos con restricciones de financiamiento, como por influencias y recomendaciones externas. • La oferta externa generalmente cuenta con más facilidades de estudio y certificación que las instituciones latinoamericanas, sin una garantía de calidad; mientras que en América Latina los reconocimientos institucionales son muy lentos y burocráticos, lo que tampoco garantiza la calidad. • Su organización, las tendencias parecen ir hacia instituciones exclusivas para la educación a distancia, o en combinación con la educación presencial, corriente que parece tomar más fuerza y se mueve hacia modalidades sin fronteras. La educación a distancia, por otra parte, tiende a ser masiva y homogenizante para la mayoría; y, en cambio, se privilegia a unos pocos con sistemas más avanzados tecnológicamente. Sin embargo, suelen desarrollarse proyectos alternos significativos que requieren apoyos para su generalización y el logro de impactos más amplios y profundos en Latinoamérica. Para que la educación siga siendo una esperanza de mejores condiciones de vida en este continente, es necesario abrirse más y superar las distancias de tiempo y lugar, pero sobre todo las distancias sociales, económicas y culturales. Para ello, no se debe perder de vista que sus factores determinantes y soluciones rebasan sus propios ámbitos y se ubican más allá de la institucionalidad académica: en los ámbitos políticos y económicos. Reorientar los rumbos Los puntos clave están en tomar las decisiones pertinentes para orientar los rumbos de los procesos esenciales hacia los escenarios deseables, lo 416

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que hay que tomar muy en cuenta, particularmente en las situaciones en que parecen presentarse dilemas excluyentes, sin que necesariamente lo sean; pues puede haber vías alternas que superen o conjunten lo que manifiesta divergencias. Se habla de una nueva generación de la educación a distancia, basada en el potencial de las nuevas tecnologías de cómputo y telecomunicaciones, cuando una nueva educación a distancia debe más bien basarse en una nueva sociedad latinoamericana, con nuevas relaciones sociales, económicas, culturales, políticas y, como motor, nuevas relaciones educativas. No se puede seguir con la política injusta de proporcionar educación a distancia de calidad para unos pocos y educación masiva y homogenizante para la mayoría, dado que de esa manera la educación a distancia no está significando innovación. Compleja, sin duda, se ve la construcción de nuevas rutas, ante cuyo trazado aparecen, en primer lugar, las dos grandes tendencias polarizadas que hasta ahora caracterizan el desarrollo de esta modalidad educativa: la educación con gran equipamiento para pocos privilegiados, que tienen posibilidades de poseer y tener acceso a la tecnología de punta; y la educación para la mayoría, que tiende a ser de menor calidad. Tendencias que es necesario redirigir hacia una tercera vía, por una educación de calidad para todos, con pleno acceso a las tecnologías que apoyen los procesos educativos y las gestiones institucionales correspondientes. Muchas veces se exageran las posibilidades de la educación a distancia, creyendo o haciendo creer que con ella pueden resolverse todos los problemas educativos; al respecto, Casas Armengol apunta: “se piensa en algunos casos que la educación a distancia es una especie de instrumento milagroso o panacea que permitirá, sin mayores esfuerzos, resolver muchos de los problemas educativos críticos que la educación convencional no ha logrado resolver”, y agrega: Efectivamente, la educación a distancia sí es un instrumento estratégico y poderoso, de especial significación para la crítica situación actual de las sociedades latinoamericanas, pero sólo logrará su pleno potencial si se identifican y toman en cuenta los factores limitantes que plantea el contexto social particular y también los obstáculos derivados de la dinámica institucional (Casas, 1996, p. 14).

En efecto, lo primero para aprovechar óptimamente el potencial de la educación a distancia es conocer y reconocerla en su justo valor, ni más ni menos; percatarse de lo que puede hacerse de acuerdo a sus posibili417

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dades. Si bien como se plantea en el estudio del ilce sobre la prospectiva de la educación a distancia, su futuro no parece muy favorable: Desde esta perspectiva, al observar los escenarios planteados, el panorama que se vislumbra en la región (lógico tendencial) es pesimista y remite a una imposibilidad estructural: si se cruzan esos paisajes con el sistema social o político en América Latina, es grave (Miklos, 2008, p. 140).

También es cierto que es válido no perder las esperanzas y hay que tomar los resultados de estas investigaciones como una llamada de atención a los gobiernos latinoamericanos, a fin de que puedan responder a los nuevos retos que presentan los avances de la globalización y las tecnologías, que amenazan con agrandar las ya de por sí anchas brechas sociales. Es, pues, urgente considerar las actuales tendencias y reorientar políticas, estrategias y modos de organización que respondan más a necesidades y proyectos y condiciones de vida latinoamericanas. Lo que, desde luego, implica estructuras organizacionales más acordes y dispuestas a la innovación, como lo plantea la ya citada publicación. Finalmente, la organización educativa tendrá que flexibilizar su organización a fin de construir un modelo organizativo que le permita adaptarse a un entrono cambiante y complejo. Estos modelos tenderán a hibridarse: es decir, a integrar todas las posibilidades o modalidades educativas bajo diversas formas de colaboración interinstitucional: desde la formas tradicionales hasta la creación de consorcios educativos tanto para ofrecer servicios como para certificar conocimientos y asegurar su calidad (Miklos, 2008, p. 214).

Se requiere, en todo caso, construir una propuesta que proporcione lo que se busca fuera: la evaluación y reconocimiento de la calidad, la búsqueda de una tecnología apropiada, recursos financieros, pertinencia y oportunidad, cobertura con calidad y equidad. Dependerá de la actitud de los latinoamericanos para imaginar y repensar la propia capacidad para construir y el valor para llevar adelante nuevos paradigmas que den luz a nuevas políticas con principios que ilustren, fundamenten y den sentido. A partir de nuevos paradigmas y con la imaginación, valor y voluntad para replantearse y transformar las políticas, instituciones y prácticas educativas, se deben impulsar propuestas de educación a distancia acordes con las particulares condiciones y expectativas, basadas en principios como la autogestión, diversidad y colaboración. 418

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Muchos y graves son los problemas que afectan a la educación a distancia y difíciles de superar, por mencionar algunos: la dependencia de proyectos externos, la homogeneización, el burocratismo que re-escolariza, el tradicionalismo, la carencia de políticas adecuadas y el aislamiento. Sin embargo, también se cuenta con fortalezas como la infraestructura existente, las propuestas y experiencias ricas y diversas que se han tenido y continúan en toda América Latina y, sobre todo, el espíritu de colaboración que caracteriza a los latinoamericanos y que sólo requiere mejores esfuerzos de organización para consolidarse. Dice Ángela Montoya, ex ministra de comunicaciones de Colombia, en el prólogo de la obra Tele-educación en las Américas: “Resulta imperativo reforzar algunas políticas para avanzar decididamente en la construcción de una plataforma humana y tecnológica que nos permita dar un salto cualitativo en el ritmo de nuestro desarrollo y lograr un crecimiento sostenido para superar la actual brecha digital” (uit y citel, 2001, p. iii). Aunque el problema no es tanto la brecha digital, sino la económica y la social. En la misma obra nos dice Celedonio Ramírez: En América Latina, la educación a distancia es además importante por la relevancia que tiene para el futuro democrático de nuestras naciones. Todos sabemos que la sociedad contemporánea se caracteriza como una sociedad del conocimiento, sin embargo en nuestros pueblos, la población desposeída del saber es, no sólo creciente, sino que tiene importantes implicaciones para el futuro de la democracia y de la paz social, por su relación con el crecimiento de la pobreza (uit y Citel, 2001, p. 22).

La influencia de instituciones educativas de fuera de América Latina, organismos internacionales y los avances de los sistemas para la información y la comunicación son fuertes determinantes institucionales para los rumbos que sigue la educación a distancia. Cualquier proyecto de innovación requiere reorientar las inercias tendenciales que esos factores propician. Tareas pendientes Hay principios que se deberían considerar, si se quiere seguir caminos propios; no sólo en la educación a distancia sino en la educación en general; lo primero, orientación acorde con un nuevo paradigma y congruencia con las promesas de la educación a distancia de una mayor cobertura con equidad, adecuación a las condiciones de vida y para el estudio de 419

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los estudiantes, colaboración interinstitucional y autogestión institucional. Con esas condiciones se abre la posibilidad de emprender con más seguridad las tareas pendientes, como: • Promover proyectos integrales y de largo plazo, donde la educación a distancia y el acceso y aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación se articulen con las estrategias de las políticas públicas. • Integración y funcionamiento de alianzas latinoamericanas sólidas y atractivas, que compensen y refuercen el trabajo y recursos que les dediquen sus miembros. En esa dirección, consolidar las relaciones entre instituciones educativas latinoamericanas y con las de fuera de esta región, en un plano de igualdad, con interacciones horizontales y sin caer en relaciones de mercado donde los latinoamericanos sólo seamos compradores. • Adecuar la estructura organizacional y procedimientos administrativos de las instituciones educativas latinoamericanas para facilitar el trabajo académico interinstitucional en todas las áreas y funciones educativas, con énfasis en la formación de personal que permita crear una masa crítica consciente de la necesidad de regenerar las modalidades educativas. • Desarrollar investigaciones conjuntas y compartidas para un desarrollo más adecuado y apropiado a la realidad propia y propósitos educativos. Estudios sobre la educación a distancia sobre la región y desde a la región; no sólo estudios aislados que luego se compilan, sino estudios integrales con visión de largo aliento, quizá continuar con trabajos como el realizado por el ilce sobre prospectiva de la educación a distancia y e-learning en América Latina. Referencias Arboleda Toro, N. (s/f). Situación actual de la capacitación interactiva a distancia de funcionarios públicos: oportunidades, potencialidades y limitaciones para la realidad latinoamericana. Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (clad). Otros documentos. Recuperado de: http://www.clad.org/documentos/otros-documentos/situacion-actual-dela-capacitacion-interactiva-a-distancia-de-funcionarios-publicos-oportunidades-potencialidades-y-limitaciones-para-la-realidad-iberoamericana?sea rchterm=Arboleda 420

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Convergencia educativa en Centroamérica, prioridad estratégica para el desarrollo

Jorge Abel Rosales Saldaña Introducción En el marco de la globalización y de la formación de regiones económicas internacionales, la cooperación intergubernamental para promover el desarrollo de las sociedades mediante la suma de capacidades y recursos de cada país, constituye una prioridad estratégica ineludible. En el área educativa, esta cooperación se hace más necesaria al observar cómo la globalización económica implica la incorporación de cadenas productivas dinámicas, que a la vez exigen de la generación joven nuevas capacidades para aprender y un conjunto de competencias y calificaciones para desenvolverse con éxito en un entorno competitivo y aprovechar las oportunidades de la transnacionalización económica. Particularmente para la región centroamericana, el desarrollo conjunto de proyectos educativos adquiere una especial relevancia dado el nivel de atraso y pobreza que padecen amplios grupos sociales. Los problemas e insuficiencias del propio sistema educativo impiden avanzar en la superación de los grandes rezagos económicos y sociales. Con excepción de Costa Rica, la inversión insuficiente en el sector educativo y la mala calidad de lo que se aprende son los grandes escollos que se esfuerzan por superar las naciones de Centroamérica. La negociación de acuerdos y convenios entre los gobiernos centroamericanos para profundizar la integración educativa no es un proceso novedoso, sino que forma parte esencial del regionalismo que asumen todas las sociedades del istmo como parte de su cultura, y que se expresa en la estructura institucional que se viene creando desde la década de 423

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los sesenta, cuando se aprobó el Convenio sobre Unificación Básica de la Educación de 1962. Con la creación del Sistema de Integración Centroamericana (sica) en 1991, el interés por coordinar el campo cultural y los sistemas educativos nacionales adquirió una nueva dimensión, sobre todo al observar que la vocación agroexportadora y maquiladora de las economías no garantiza el desarrollo al que aspiran los pueblos de la región. Sin embargo, y a pesar de todos los esfuerzos por construir un modelo educativo con alcances regionales y que la educación está considerada como un tema estratégico en la agenda social de la integración, los sistemas educativos siguen siendo un ámbito de competencia principalmente nacional, estatal y privado, que tienen denominadores comunes relacionados con la problemática generalizada del área centroamericana, pero que están lejos de conformar un conjunto de instituciones integradas con propósitos y metas comunes para el logro de mejores niveles de ingreso y bienestar de todos los habitantes del área. Esto es así dada la reticencia a constituir instituciones supranacionales bien financiadas, estructuradas y autónomas para superar la lógica nacional y los intereses particulares de los Estados (Solís, 2000, p. 23). En tal sentido, el interés de este artículo es analizar la evolución reciente de los sistemas educativos destacando los rezagos no resueltos en relación con los grandes problemas nacionales de los países centroamericanos. Así mismo, se pretende dar cuenta de las reformas emprendidas para lograr sistemas más organizados y eficientes, de los problemas de calidad de los aprendizajes y de los déficit de acceso, eficiencia terminal y baja escolaridad, que padecen esas sociedades. Particular atención merece el propósito de valorar los alcances del conjunto de convenios y acuerdos de cooperación educativa que han creado los gobiernos entre sí, en el marco del Sistema de Integración Centroamericana, y observar los resultados de los proyectos y programas negociados con la comunidad internacional, particularmente con los organismos multilaterales, de donde se obtienen recursos financieros y apoyo técnico. Educación, equidad y desarrollo La educación es uno de los factores que pueden explicar el nivel de ingreso de las familias, así como el desarrollo económico de los países. 424

Convergencia educativa en Centroamérica, prioridad estratégica para el desarrollo

En tal virtud, los sistemas escolares pueden utilizarse para redistribuir la riqueza, equiparar las oportunidades de bienestar de los más desprotegidos y potenciar el desarrollo económico. Sin embargo, en ocasiones sucede todo lo contrario y los Estados invierten más en la educación de los que tienen más, acentuado de esta manera la desigualdad social y marginando a grandes sectores tanto del servicio educativo como de las oportunidades económicas, como se establece en un documento de trabajo redactado por Emilio Porta Pallais y José Ramón Laguna (2008, p. 1), de la Academia para el Desarrollo Educativo. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ocde), por su parte, plantea que un grado de escolaridad alto y una educación de calidad contribuyen a que en todos los países la población sea más productiva y, por tanto, genere más riqueza; también favorece que los trabajadores permanezcan más tiempo en la actividad laboral y los individuos aspiren a empleos mejor calificados y mas remunerados. Los anteriores son temas cruciales para las sociedades centroamericanas, que se han visto azotadas por la falta de alternativas económicas, sobre todo para los jóvenes, que al no tener opciones a veces ni siquiera en las actividades informales, emigran hacia los países vecinos o hacia los Estados Unidos, intentando superar la marginación y la pobreza extrema. Los análisis de esa misma organización internacional han demostrado que la “educación es una partida presupuestaria elevada en la mayoría de los países, pero también una inversión esencial para desarrollar el potencial de crecimiento a largo plazo de los países y para responder a los cambios fundamentales en la tecnología y la demografía que están remodelando los mercados de trabajo” (ocde, 2010, p. 15). El acceso igualitario a la educación aumenta las posibilidades de movilidad social ascendente y potencia las oportunidades económicas de los más pobres. Así mismo, entre otros resultados favorables: “la educación tiene como efecto positivo el cambio en la estructura familiar, promueve los valores democráticos, la convivencia civilizada se hace más fuerte, aumenta la participación política y da mayor cohesión social” (Moreno, 2009, p. 8). Diversos estudios han establecido que los niños y jóvenes llegan a las escuelas de Centroamérica en condiciones de mucha desigualdad, sobre todo por las grandes diferencias de origen social y económico que todavía imperan en la mayoría de países; con excepción de Costa Rica, que pese al deterioro de su sistema social en las últimas décadas, mantiene un perfil mucho más favorable que los países vecinos, y más parecido al de Panamá. En Centroamérica: “los sistemas escolares no contribuyen a superar estas 425

Jorge Abel Rosales Saldaña

diferencias porque los recursos y las inversiones en educación se distribuyen de manera muy poco equitativa y terminan favoreciendo a las poblaciones urbanas y a las de ingresos medios y altos” (Walter, 2000, p. 6). Pero como ha quedado establecido, en todo el mundo la educación ha demostrado ser la mejor estrategia para reducir la pobreza y la desigualdad social, generando también efectos virtuosos tanto en el incremento de la productividad laboral como en la salud de las personas, la disminución de la criminalidad y la promoción de valores democráticos, entre otros. El problema es que en Centroamérica, la estructura de clases y la concentración de poder provocan una gran polarización social y económica, y el sistema educativo está muy lejos de cumplir con algunas de sus finalidades básicas —la reducción de las diferencias sociales y la ampliación de las oportunidades individuales, como también lo apunta Knut Walter (2000, p. 48). Otros observadores de la realidad centroamericana, sin desconocer los avances logrados, resaltan que la inequidad educativa se expresa en una mayor marginación de los sectores desfavorecidos del derecho a la educación, reforzando la desigualdad social que caracteriza a la región. Es el caso crítico del sistema educativo guatemalteco que en todas las valoraciones se comprueba que reproduce y perpetúa la polarización económica. “Igualmente, la inversión que el Estado realiza en educación, además de ser insuficiente, en ocasiones beneficia en mayor medida a los menos necesitados” (Porta y Laguna, 2007, p. 8). En este mismo sentido, tradicionalmente la Comisión Económica para América Latina (cepal) ha señalado que América Latina es el área que presenta la distribución de ingreso más desigual a nivel mundial, lo cual ha ocasionado que la región sea considerada la más rezagada del mundo en este aspecto, incluso en comparación con áreas continentales de menor desarrollo social y con niveles de pobreza más elevados, como pueden ser algunas zonas de África. Al respecto de la educación, la cepal también valora que la región no ha logrado transformar el sistema educativo en un mecanismo potente de igualación de oportunidades: “A las desventajas socioculturales con que llegan al sistema educativo los estudiantes de menores recursos se suma su acceso a servicios de enseñanza de menor calidad relativa de los estudiantes de mayores recursos, lo que refuerza la desigualdad de las trayectorias de aprendizaje” (cepal, 2010, p. 8) En otro estudio que aborda la vulnerabilidad social en las zonas rurales, la cepal (2010, p. 138) precisa que entre las carencias básicas, la desnutrición infantil se concentra en las zonas altas de Centroamérica, 426

Convergencia educativa en Centroamérica, prioridad estratégica para el desarrollo

afectando sobre todo a los niños de origen indígena, “cuyas madres son analfabetas absolutas o no alcanzaron a terminar la educación primaria y viven en condiciones de pobreza extrema con un limitado acceso al agua potable y los servicios sanitarios”. En otros términos, los bajos niveles educativos de las familias aparecen junto a otras privaciones que se potencian, como: desnutrición crónica, ingresos muy bajos y falta de acceso a otros servicios públicos. Tomando en cuenta esas apreciaciones, se puede concluir que los sistemas educativos de los países centroamericanos reproducen críticamente el patrón de desigualdad que caracteriza a la región al momento de distribuir el servicio educativo entre sus ciudadanos. Al respecto, es importante destacar que dentro de América Latina, los países de Centroamérica del CA-4 (Guatemala, Nicaragua, Honduras y el Salvador, sin Costa Rica) se caracterizan por tener el peor desempeño que el resto de la región. Se ha determinado que el Gini Educativo de estos países es superior al promedio latinoamericano, y Guatemala sobresale por sus grandes inequidades y la pobreza de su población (Moreno, 2009, p. 8). Guatemala es el segundo país de la región con mayor desigualdad (situándose únicamente delante de Haití), seguido por Nicaragua y Honduras, en tanto que, relativamente, El Salvador presenta la mejor distribución del servicio educativo entre su población. Cuadro 1 Cálculo del Gini educativo* para los países miembros del CA-4 (sin Costa Rica) Guatemala Guatemala Rural Guatemala Urbana

0.5590 0.6303 0.4051

Nicaragua Honduras El Salvador

0.4351 0.4096 0.3898

*El Gini educativo establece un valor que está en el rango de 0 y 1, donde 0 denota perfecta igualdad y 1 mayor desigualdad. Fuente: Porta y Laguna (2007, p. 17).

En contraste, Costa Rica, que no está considerada en el cuadro 1, mantiene condiciones de igualdad y equidad educativas mucho más favorables, por arriba del promedio latinoamericano, ya que su modelo de educación pública desde 1870 es obligatorio y gratuito, alcanzando una tasa bruta de matriculación de 109% en primaria, y 96% en secundaria. Además, Costa Rica gasta una porción más elevada de su Producto 427

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Interno Bruto (pib) en educación, en comparación con la amplia mayoría de los países de América Latina, y tiene una tasa de alfabetización de adultos de 96%, mientras que 87% de los maestros cuentan con formación docente, según el Índice de Desarrollo Humano 2011, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud). Cabe señalar que en Costa Rica la expectativa de vida es bastante más elevada que en los países de la región, llegando a 79 años; mientras que los índices de mortalidad infantil son significativamente menores, 11 por cada 1000, nacidos vivos. Es considerado un país de desarrollo alto, ocupando el lugar 69 en la lista general, y el séptimo entre los países latinoamericanos, de acuerdo al Índice de Desarrollo Humano 2011. “En 2004, Costa Rica tenía el segundo más bajo número de pobres en América Latina, con apenas 9% de los hogares bajo la línea de pobreza de dos dólares diarios per cápita. La desigualdad del ingreso se ubica también entre las más bajas de América Latina” (bm-bid, 2009, p. 13). Sin embargo, entre 2000 y 2010, en Costa Rica ha aumentado la desigualdad y la brecha de ingresos se ha profundizado. Para superar los grandes déficit antes mencionados, en los últimos años los gobiernos han realizado importantes esfuerzos por mejorar la cobertura y la calidad de la educación. En todos los países centroamericanos se han emprendido reformas institucionales en materia de descentralización para lograr una mayor eficiencia administrativa. También se han instalado sistemas de evaluación de resultados y se ha dotado de mayor autonomía y equipamiento a las escuelas. Además, no obstante las restricciones económicas, se observa un esfuerzo por aumentar la inversión en el sistema educativo y, ahora, como hacen notar Valeirón y Esquivel (2006, p. 5), hay un mayor nivel de conciencia pública acerca de la educación como una prioridad estratégica de desarrollo. Pero son tantas las carencias que (en un entorno de pobreza generalizada y alta concentración de la riqueza) cualquier iniciativa de desarrollo progresista y popular a veces es vista por las elites conservadoras como un atentado contra sus privilegios, prefiriendo que el sistema educativo se siga manejando con la misma indiferencia de siempre y continúe marchando con la misma inercia que la caracteriza. La frustración más grande que trasmiten los analistas y funcionarios del sector educativo es que la educación en Centroamérica no está cumpliendo con el propósito de convertirse en un factor de equidad social, y que la calidad de lo que se aprende deja mucho que desear, sobre todo con respecto a los sectores desfavorecidos de esas sociedades. Igualmente, se puede afirmar que no 428

Convergencia educativa en Centroamérica, prioridad estratégica para el desarrollo

existen recetas regionales uniformes para mejorar la calidad y equidad de la educación, y que cualquier propuesta para remontar estos grandes escollos dependen sobre todo del contexto particular de cada país y del esfuerzo de los ministerios y los maestros organizados. Tomando en cuenta el marco de la competencia global y de la transnacionalización económica al que han sido sometidas las naciones del istmo centroamericano, los actores institucionales demandan que el esfuerzo por superar los grandes rezagos educativos sea aún mayor. Especialmente si se considera que las oportunidades de aprendizaje son muy desiguales para los sectores más pobres del estudiantado, lo que perpetúa las inequidades socioeconómicas de las familias que provienen (Duarte y Bos, 2009). El modelo maquilador y la situación crítica del agro de estos países hacen ver que es inviable que grandes segmentos de la población sobrevivan dedicándose a la agricultura de subsistencia y a trabajos asalariados de muy baja categoría. Por lo que, desde hace tiempo, se viene postulando que la gran oportunidad de Centroamérica debe ser el desarrollo de la inteligencia de su población y de la creación de nuevas habilidades y competencias, que únicamente se pueden alcanzar con la superación de los problemas e insuficiencias del sector educativo. Problemas e insuficiencias Se pueden identificar grandes problemas en los sistemas educativos centroamericanos: a) acceso y cobertura, sobre todo en la educación secundaria; b) la mala calidad de los aprendizajes o educación insuficiente, que se expresa en términos de tiempo y dedicación, bajo aprovechamiento, reprobación y deserción; c) la inversión en educación para cubrir las necesidades básicas de insumos, recursos e infraestructura; d) la deficiente preparación y profesionalización del magisterio, y sus bajos salarios, etc. En este artículo, por cuestiones de espacio, sólo se abordarán las cuestiones contenidas en los incisos: a) y b), dejando los temas de financiamiento y capacitación de los maestros para ser tratados en el próximo Anuario de la Integración 2011, bajo la convicción de que una educación de calidad es costosa y difícil, sobre todo si lo que se espera es que las destrezas y habilidades de los alumnos de la región sean útiles para desempeñarse en un entorno global cada vez mas competido, y frente a otras naciones que también están haciendo esfuerzos quizá con mejores resultados. 429

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a) Acceso y cobertura. El acceso a la educación básica en Latinoamérica se calcula en 97% en primaria y 88% para secundaria (cepal, 2010, p. 25). Pero se reconoce una clara heterogeneidad entre los países y una gran desigualdad dentro de cada país entre zonas urbanas y rurales, estudiantes pobres y ricos, entre indígenas y no indígenas, al igual que problemas de cobertura según el género, entre otros factores de discriminación. A esto hay que agregar las tradicionales deficiencias del sistema relacionadas con el analfabetismo, la reprobación, la repetición y la deserción, que afectan a segmentos importantes de la población escolar. En el área centroamericana, resulta notorio que a medida que se avanza en los grupos de edad existe una menor participación en el sistema educativo. Por ejemplo, para el grupo de 13 a 15 años que corresponde a la secundaria, los países que observan una mayor disminución de la cobertura son Honduras y Guatemala (Ministerio de Educación, 2004, p. 15); para el grupo de 16 a 17 años, hay todavía menores niveles de participación, siendo más aguda la problemática en Guatemala y Honduras, en tanto que El Salvador tiene la mejor cobertura de estos grupos poblacionales en el sistema escolar (Pallais y Laguna, 2008, p. 4). En contraste, Panamá, Belice y Costa Rica son los países del área que arrojan mejores resultados en este importante rubro. La situación más crítica corresponde a Nicaragua en el nivel secundario, ya que el acceso es extremadamente bajo para los jóvenes en edad de asistir a este nivel escolar. Actualmente, sólo 40% de los jóvenes acceden a la secundaria y 60% no lo está logrando, como apunta Yadira Rocha, representante nicaragüense ante el Consejo de Educación de Adultos en América Latina (www.ceaal.org). Pero si se toman en cuenta las estadísticas del Ministerio de Educación de Nicaragua (www.mined.org.ni), la tasa de matrícula en 2007 fue de 87.1% en primaria, 45.5% en secundaria y 53.3% en preescolar, lo que significa un retroceso en los últimos años. El caso se torna grave si se toman en cuenta las estimaciones de los organismos multilaterales latinoamericanos, que prescriben que el promedio regional requiere un mínimo de 10 a 13 años de educación formal para que la población pueda contar con buenas probabilidades de no caer en situación de pobreza. La falta de acceso a la educación secundaria aumenta las dificultades sociales en Nicaragua, situación que se explica por no poder solventar el costo para las familias de ese nivel educativo y por la necesidad de generar recursos a temprana edad, aunque sean precarios.

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Tabla 2 Tasas de inscripción en secundaria Países Costa Rica Belice Panamá Nicaragua Honduras El Salvador Guatemala

Tasas 96.1 75.6 72.7 67.9 64.5 63.6 56.6

Fuente: Índice de Desarrollo Humano 2011.

Los déficits en la cobertura general de los sistemas educativos, ponen de relieve que 25 o más de cada 100 no están asistiendo a la escuela en El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Honduras. En cambio, en algunos grados de la escuela primaria, Panamá, Belice y Costa Rica logran coberturas de 100%. Los mejores porcentajes en cuanto acceso y cobertura se logran en aquellos países donde las escuelas públicas están más extendidas y en los primeros grados de la educación primaria, pero a medida que se va avanzando por los diferentes ciclos, se van agravando los problemas de reprobación, retención y deserción. Al comparar niveles entre países, las diferencias son todavía más agudas: mientras que 96.1% de los estudiantes de secundaria de Costa Rica asisten a la escuela, apenas 56.6% lo hacen en Guatemala. A esto hay que agregar el problema de la eficiencia terminal en los grados escolares, que también aparece como dato grave en la mayoría de los sistemas nacionales. b) Educación insuficiente. En los sistemas educativos centroamericanos se reconocen otras graves deficiencias en la calidad, la equidad y la segmentación de los aprendizajes adquiridos. El problema es que se aprende poco y en muchas ocasiones lo que se enseña es irrelevante para el alumno, lo que provoca que las competencias básicas no se desarrollen suficientemente para el desempeño exitoso en un contexto laboral y social complicado. Así mismo, el aprendizaje significativo no puede lograrse si se sigue educando para una realidad que ha cambiado radicalmente. El manejo de la lectura y de las operaciones numéricas básicas ya no brinda una base suficiente de conocimientos para una población que se está urbanizando y que está en estrecho contacto con nuevas tecnologías 431

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y entornos laborales que exigen nuevos conocimientos, destrezas y habilidades muy diferentes a las de la generación adulta. En los exámenes que aplican tanto los ministerios de educación centroamericanos como los organismos internacionales para evaluar el aprendizaje, normalmente los resultados son reprobatorios. También, algunos estudios abordan el problema cuestionando las insuficiencias en cuanto al tiempo y esfuerzo dedicado a la educación, comprobando que en las sociedades desarrolladas, la población permanece más tiempo a lo largo de la jornada y de su vida en el sistema educativo. En el análisis de Duarte et al. (2009, p. 35) se establece una relación alta entre los resultados en los exámenes y el nivel socioeconómico de los estudiantes, lo que indica una fuerte inequidad en los aprendizajes según la condición socioeconómica de los estudiantes. Estos autores confirman la importancia de las escuelas en el rendimiento de los estudiantes, dada la alta segregación socioeconómica de los centros escolares. Los estudiantes tienen oportunidades de aprendizaje desiguales originadas en las inequidades socioeconómicas con las que llegan al sistema escolar que se potencian debido a las condiciones desiguales de aprendizaje de las escuelas a las que asisten. Es muy normal que cuando se habla de los resultados escolares de aprendizaje, automáticamente se afirme que las escuelas privadas son superiores a las públicas: […] sencillamente porque los alumnos aprenden en entornos mejor equipados, con maestros mejor capacitados y estimulados, y con padres que generalmente les proporcionan mayor apoyo para que rindan en los estudios […] No hay más que comparar los resultados de las pruebas de aprendizaje que se realizan en varios países para darse cuenta que son los centros educativos privados los que ocupan los primeros lugares casi sin excepción (Walter, 2006, p. 48).

En efecto, se pueden observar grandes diferencias en la calidad educativa entre las escuelas públicas y las privadas, pero hay que ponderar que en Centroamérica existen muchas escuelas particulares tipo “garaje” —o “patito”, como se les llama en México— y que son un verdadero fraude para los padres que pagan por un mal servicio; que también hay escuelas públicas exitosas, que ocupan buenos lugares en sus localidades; que existe mucha simulación por parte de algunas instituciones particulares, que producen finalmente una educación cara y mala, y que algunos estudios de la ocde comprueban ineficiencias de aprendizaje en todo el sistema escolar en muchos países, incluyendo al sector público y al privado. 432

Convergencia educativa en Centroamérica, prioridad estratégica para el desarrollo

Indudablemente, en Centroamérica los peores resultados —como el bajo aprovechamiento, la repetición y la deserción, que originan el fracaso escolar— se producen en las zonas más pobres, especialmente en las áreas rurales, y muy particularmente en aquellas de mayoría étnica indígena o afroamericana. Y por el contrario, son los colegios privados los que forman a buena parte de los cuadros profesionales y empresariales altamente calificados, a los futuros dirigentes políticos y elites sociales en cada país. Pero la proliferación de instituciones particulares se explica en buena medida por la desatención y abandono del servicio público y sobre todo por la desinversión, que para el caso de los países de CA-4 es gravísima. Es importante también hacer notar que en la actualidad, y en el contexto ideológico creado por el esquema neoliberal, no es totalmente justo considerar per se a la educación privada como superior o mejor que la escuela pública, a la que se le atribuyen todos los males, vicios y deficiencias del sistema. La comprensión de los avances educativos experimentados en el sector público en Costa Rica nos permite superar ese dilema. Por otro lado, es necesario reconocer que en todos los países centroamericanos se están implementando proyectos y programas para mejorar el aprovechamiento, reducir la reprobación en los primeros grados y evitar la deserción para que los niños y niñas finalicen su educación primaria. En general, en estos programas se utiliza una estrategia para reducir la probabilidad de repetir el grado, promoviendo aprendizajes significativos en el aula y estimulando a los alumnos a participar con entusiasmo, aumentando los logros educativos. En los programas revisados, se parte de la concepción constructivista, donde el alumno asume el papel protagónico del proceso de aprendizaje, participando en clases activas que elevan su rendimiento. El profesor desempeña el rol de facilitador el proceso, y los padres se involucran de forma organizada para crear un ambiente más apropiado para el aprendizaje. Se trata de programas que estimulan un mayor interés y el trabajo cooperativo entre todos los miembros de la comunidad escolar (Mayorga, 2005, p. 37). Integración regional e internacional En un contexto de fuertes restricciones económicas y bajos presupuestos orientados al desarrollo institucional del sector educativo, muchos programas y proyectos de mejora de la calidad del aprendizaje, más que ser solventados con recursos internos o con inversiones de los países inte433

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grantes del sica, están siendo apoyados financieramente y con asesorías técnicas por las instituciones multilaterales de crédito, por los organismos especializados de la onu, por agencias del gobierno estadounidense y por organizaciones europeas, que han incrementado notablemente la asignación de recursos y la asistencia a la educación en Centroamérica. Destacan el Banco Interamericano de Desarrollo (bid), el Banco Mundial (bm), la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (usaid) y la Agencia Española para la Cooperación Internacional, que en las últimas décadas han comprometidos créditos y donaciones para proyectos relacionados con la reforma de la educación en los países del área, enfatizando el desarrollo del capital humano. Así mismo, las instituciones gubernamentales y bancos internacionales son muy relevantes en la generación de información y estadísticas, estudios, investigaciones y propuestas de reforma que orientan las acciones oficiales en materia educativa en Centroamérica, donde aparte de los ya mencionados, sobresalen la ocde y la cepal. Los programas de mejora educativa y de evaluación del aprendizaje tienen diversos énfasis, dependiendo de los diagnósticos realizados en cada país, pero en general se abocan a atacar deficiencias de lenguaje, de lectura de comprensión, resolución de problemas matemáticos y de ciencias, y de aquellas asignaturas donde se ubican los niveles más bajos o reprobatorios. En algunos casos, se pone también atención a contenidos de la educación secundaria relacionados con la educación cívica, idioma extranjero y ciencias sociales y naturales. En estos programas de cooperación internacional para reforzar los raquíticos recursos internos de los propios ministerios de educación, participan con financiamiento y asistencia técnica la usaid, en Honduras y en todos los países del área; en Nicaragua, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (unicef); en el Salvador, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura unesco y unicef; en Guatemala la unicef; y en Panamá de forma parcial participa el Banco Mundial (Retana y Esquivel, 2006, p. 11). Por otro lado, los gobiernos centroamericanos fueron parte de los compromisos aprobados en la Conferencia Mundial sobre la Educación para Todos, que se llevó a cabo en Jomtiem, Tailandia, en 1990, en la que se reafirmó que la educación es un derecho humano fundamental, obligando a todos los países participantes a que realizaran mayores esfuerzos para atender las necesidades básicas de aprendizaje de sus habitantes. La conferencia definió las siguientes metas y estrategias a fin de satisfacer 434

Convergencia educativa en Centroamérica, prioridad estratégica para el desarrollo

esas necesidades en el año 2000: a) universalizar el acceso al aprendizaje, b) fomentar la equidad del servicio, c) prestar atención prioritaria a los resultados del aprendizaje, d) ampliar los medios y el alcance de la educación básica, e) mejorar el entorno del aprendizaje y f) fortalecer la concertación de acciones mediante de alianzas internacionales para el año 2000. Lejos de asumir esos compromisos con determinación, muchos gobiernos no cumplieron con los objetivos definidos en Jomtien en materia de educación para todos, y todavía en 2010 siguen arrastrando con los rezagos que se suponía ya tenían que estar superados a través del fortalecimiento institucional de sus sectores educativos. La integración centroamericana privilegia la coordinación de los sistemas educativos en aras de un desarrollo integral de las sociedades que componen la región. En la actualidad en el marco del sica, y a pesar de que el proceso de integración esté dominado por temas económicos y por los conflictos políticos, se están diseñando y continuado los planes destinados a avanzar en la calidad, cobertura y pertinencia educativa en la región. Asimismo, se pretende cooperar para integrar en los sistemas educativos la ciencia y la innovación tecnológica. También están adquiriendo relevancia los temas de la educación en derechos humanos, medio ambiente y adaptación al cambio climático, proyectos culturales que se impulsan en la región, no sólo por los organismos oficiales sino por la sociedad civil organizada y las instituciones internacionales que operan en la región. Cobra un renovado sentido el postulado de que “la integración no es una opción sino una necesidad imprescindible para Centroamérica, y que ésta sólo podrá alcanzarse mediante una asociación estratégica y complementaria entre los gobiernos del área y las organizaciones de la sociedad civil” (Solís, 2000, p. 5). Parece lejano el día en que se firmó, en el marco de la Organización de Estados Centroamericanos, el Convenio de Unificación Básica de la Educación de marzo de 1962, en la ciudad de San Salvador, cuando los plenipotenciarios centroamericanos resolvieron que la educación debe atender a la formación integral del hombre y orientarse al desarrollo económico y social de los pueblos, fortalecer la conciencia nacional y regional, estar articulada a la planeación económica y social nacional, tener prioridad presupuestal y ser considerada una inversión y no un gasto. Cuando además acordaron que los fines de la educación deben tender al desarrollo integral del educando, a la formación de ciudadanos para la democracia y al fomento el espíritu centroamericano.

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Propósitos plausibles todos ellos. De cara a la realidad del istmo, caracterizado por una dramática situación de pobreza y exclusión social, y por niveles de analfabetismo, mortalidad infantil y flujos migratorios escandalosos, la actualidad del convenio de unificación educativa es más que vigente. A casi cincuenta años de iniciado el proceso de integración educativa en esa subregión, cabe preguntar si es necesario esperar otro medio siglo para que las elites conservadoras dominantes en los países más atrasados de Latinoamérica, demuestren voluntad política, pongan por delante los mejores intereses de sus naciones, y piensen la educación como una prioridad estratégica de desarrollo y auténtica integración. Referencias bm-bid

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Convergencia educativa en Centroamérica, prioridad estratégica para el desarrollo

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Perspectivas de los programas educativos en la integración del Mercado Común del Sur y de la Comunidad Andina de Naciones.

Patricia Guadalupe Sandoval Martínez Presentación El Mercado Común del Sur y la Comunidad Andina de Naciones son dos regiones cuyas características de consolidación han tenido un giro económico. La necesidad de estudiar las políticas educativas de los países que las integran es cada vez mayor, por el impacto que la educación tiene no sólo a nivel macro, sino en aspectos muy específicos como calidad de vida, participación política, etcétera. En el presente artículo se revisan los principales programas del sector educativo de ambas regiones, a la vez que se hacen comparaciones entre éstos y la muestra de algunas teorías sobre la influencia de la educación en variables económicas y sociales. En los principales programas que se implementaron durante 2010 en el Mercosur y la can ha prevalecido el sentido de integración como objetivo para los beneficiarios y los actores participantes, como los ministerios de Educación de los respectivos países o las universidades, con la presencia de organizaciones de la sociedad civil. Programas educativos con miras a la integración Los principales fracasos de la educación son la deserción, la mala calidad y la falta de equidad, así como los malos resultados en las evaluaciones 439

Patricia Guadalupe Sandoval Martínez

nacionales y sus comparativos en los indicadores internacionales. Estos son problemas de los que no escapa América Latina y sus diferentes integraciones regionales. Los sistemas educativos se han visto influenciados por tales prácticas y la respuesta ha sido colaborar en la integración de diferentes países con la intención de convertirse en sistemas educativos de calidad y equitativos de acuerdo con las necesidades del nuevo orden mundial (Salinas, 2003). Así, la educación como respuesta a los objetivos de la integración del Mercosur y de la Comunidad Andina de Naciones (can) debe complementarse con mecanismos de aprendizaje de las lenguas regionales. Un ejemplo es el programa “Escuelas de Frontera” del Mercosur que se creó con la intención de estrechar lazos de interculturalidad entre ciudades vecinas que tienen frontera con Brasil y Argentina. Este programa surge a partir de la firma del Tratado de Asunción tras la necesidad de difundir el aprendizaje del portugués y el español por medio de los sistemas educativos formales e informales a través de políticas regionales con vistas a la mejora de la calidad de la educación.1 A finales de 2004 se integró un grupo de acción que trabajaría para que el programa arrancara en 2005. El sistema de ciudades gemelas internacionales fue definido como lugar privilegiado para el desarrollo del programa. Como parte del programa se diseñó también la estrategia de un “Modelo común para el desarrollo del bilingüismo y la interculturalidad” que se dividió en varias fases: a) Las escuelas siguen los calendarios y las prácticas curriculares de sus sistemas y en el medio plazo se pretende pensar en un modelo compartido de calendario único. b) Cada escuela participante elaborará su plazo político-pedagógico/ proyecto educativo institucional aunado a sus estrategias de trabajo.

1.

El 23 de noviembre de 2003 se firma en Argentina la declaración conjunta de Brasilia “Para el fortalecimiento de la integración regional” donde se atribuye una primordial importancia a la enseñanza del español en Brasil y del portugués en Argentina, esto fue la condición antecedente para producir la primera versión del “Proyecto piloto de Educación Bilingüe Escuelas de frontera Bilingües Portugués-Español” y el 9 de junio de 2004 se firma en Buenos Aires una nueva declaración que incluía un Plan de Trabajo “Modelo de enseñanza común en escuelas de zona de frontera, a partir del desarrollo de un programa para la educación intercultural con énfasis en la enseñanza del portugués y del español” que se presentó durante ese mismo año en la Reunión de Ministros de Educación del Mercosur.

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Perspectivas de los programas educativos en la integración del Mercado Común del Sur...

c) En la tercera fase se propone el “intercambio docente”, donde la unidad inicial de trabajo es el par de “escuelas-espejo” que actúan de manera conjunta formando una unidad operativa.2 Otro de los programas del Mercosur educativo es Universitarios Mercosur que se crea a partir del proyecto Apoyo al Programa de Movilidad Mercosur en Educación Superior.3 Figura 1

Fuente: elaboración propia con con información el portal del proFuente: Elaboración propia informaciónproporcionada proporcionada por por el portal oficial oficial del grama Universitarios programa Mercosur. “Universitarios MERCOSUR”

2.

3.

Mediante este programa y de acuerdo a la visión sobre la que se gestó el Sector Educativo del MERCOSUR deberá constituirse en un espacio regional que sea capaz de brindar y garantizar “una educación de calidad y con equidad” para promover las siguientes conocimiento recíproco, la interculturalidad, el respeto apor la diversidad, la Elcaracterísticas: Programa deelEscuelas Bilingües de Frontera (pebf) se constituye una coordinación en cooperación solidaria entre todos valores que contribuyan a la cooperación y el cada uno de los ministerios de Educación de Argentina y Brasil, las escuelas argentinas cuentan fortalecimiento de la integración regional. con un seguimiento y asesoramiento pedagógico de especialistas designados especialmente para esta finalidad en cada una de las programa. lado brasileño, La Comunidad Andina de ciudades Naciones involucradas (CAN) realizóenenelabril de 1999Por su el primera esta función ha sidode desarrollada el momento por el un ipol (Instituto Investigação e reunión de ministros educación y hasta de cultura donde se acordó plan de accióndecon los Desenvolvimiento siguientes puntos: en Política Lingüística) de Florianópolis, cuyos asesores periódicamente visitan las escuelas bilingües de frontera.  Educación una cultura la integración. Este proyecto surge para a partir de un de convenio de financiación, entre el Mercosur y la Unión Europea, firmado el 16 de abril de 2008. La gestión de dicho proyecto fue delegada al  Armonización de los sistemas educativos andinos. Ministerio de Educación y Cultura de la República Oriental del Uruguay y éste a su vez delegó  Creación un sistema de información de estadísticas e indicadores educativos. a la Universidad de de la República. 

Industrias culturales.

441 331

Patricia Guadalupe Sandoval Martínez

Mediante este programa y de acuerdo a la visión sobre la que se gestó el sector educativo del Mercosur deberá constituirse en un espacio regional que sea capaz de brindar y garantizar “una educación de calidad y con equidad” para promover las siguientes características: el conocimiento recíproco, la interculturalidad, el respeto a la diversidad, la cooperación solidaria entre todos valores que contribuyan a la cooperación y el fortalecimiento de la integración regional. La Comunidad Andina de Naciones (can) realizó en abril de 1999 su primera reunión de ministros de educación y de cultura donde se acordó un plan de acción con los siguientes puntos: • Educación para una cultura de la integración. • Armonización de los sistemas educativos andinos. • Creación de un sistema de información de estadísticas e indicadores educativos. • Industrias culturales. En 2004 tuvieron su segunda reunión, en Cartagena de Indias, para mostrar los principales resultados en los cuatro países, los principales fueron los siguientes: • La creación del Consejo Andino de Ministros de Educación y Responsables de las Políticas Culturales (camec). • La aprobación del Plan Integrado de Desarrollo Social. • La ejecución de acciones preliminares en apoyo al desarrollo de industrias culturales de la Comunidad Andina. A partir de estas reuniones se establecieron en un Plan de Trabajo que se ha ido modificando constantemente, algunos programas en conjunto con diversas asociaciones y actores. Los principales son los siguientes: a) Proyecto de Calidad y Equidad: Red Andina para el Desarrollo de las Ciencias, la Matemática y la Comunicación. (www.comunidadandina.org) Surge ante la problemática de la oferta educativa en los países andinos, que tiene serias deficiencias de calidad para la mayoría —lo que contribuye a reproducir las estructuras de desigualdad—, aunado a la necesidad de aumentar la cobertura, como lo muestran las siguientes tablas:

442



La creación del Consejo Andino de Ministros de Educación y Responsables de las Políticas Culturales (CAMEC)



La aprobación del Plan Integrado de Desarrollo Social.

 La ejecución de acciones preliminares en apoyodelalMercado desarrollo de industrias Perspectivas de los programas educativos en la integración Común del Sur... culturales de la Comunidad Andina.

Figura 2 Figura 2 Formular recomendaciones sobre los aspectos educativos y culturales.

Asegurar la ejecución de los proyectos de educación y cultura. OBJETIVOS DEL CAMEC Coordinar la introducción de la temática de integración en los contenidos de

Promoveer la convergencia de las políticas educativas de los países.

educación básica.

Fuente: Organización de los Estados Americanos a través del Sistema de Información sobre Fuente: Organización de los Estados Americanos a través del Sistema de Información el Comercio Exterior sobre el Comercio Exterior A partir de estas reuniones se establecieron en un Plan de Trabajo que se ha ido Tabla en 1 conjunto con diversas asociaciones y modificando constantemente, algunos programas actores. Los principales son los siguientes: Tasa bruta de matrícula (porcentaje) a) Proyecto de Calidad y Equidad: Red Andina para el Desarrollo de las Ciencias, Desagregación la Matemática y la Comunicación. (www.comunidadandina.org) can

Surge ante la problemática de la oferta educativa en los países andinos que tiene Primaria 108.3 serias deficiencias de calidad para la mayoría lo que contribuye a reproducir las estructuras Secundaria 86.9 de desigualdad aunada a la necesidad de aumentar la cobertura, como lo muestran las Hombre siguientes tablas: Primaria 108.7 Secundaria 84.7 332 Mujer Primaria 107.8 Secundaria 89.2 Fuente: can-Sistema de Indicadores Sociales de la Comunidad Andina.

443

Patricia Guadalupe Sandoval Martínez

Tabla 2 Índice de desarrollo humano Países Bolivia Colombia Ecuador Perú

Índice de educación Coeficiente de ajustado por la desigualdad Gini de ingresos 0.510 57.2 0.482 58.5 0.501 54.4 0.510 50.5

Fuente: elaboración propia basada en datos proporcionados por el informe 2010 del Índice de Desarrollo Humano.

Así, el objetivo del programa es crear una red andina para mejorar la calidad de la educación en ciencias, matemáticas y comunicación en el nivel de educación básica para promover la formación de formadores en los países participantes. El proyecto se fundamenta en cuatro redes interactivas que se complementan entre sí: a) Redes de creadores de soluciones estratégicas. b) Redes de adaptación de contenidos. c) Red latinoamericana de portales educativos. d) Red de diseminación de contenidos y estrategias de educación. Los principales resultados hasta el año 2010 son los siguientes: • La adopción de un Programa de Educación para una Cultura de la Integración. • Preparación de materiales de apoyo para la enseñanza de la integración. • Actividades de actualización y capacitación docente. • Programa de difusión de la integración andina. • Realización de análisis sobre los contenidos de integración en el currículo. • Publicación de los cinco informes nacionales. • Publicación de folletos para niños y adolescentes sobre el valor de la integración. • Encuentros escolares andinos anualmente.

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Perspectivas de los programas educativos en la integración del Mercado Común del Sur...

b) Asociación de Instituciones Educativas de Países Americanos Miembros de la Comunidad Andina. Este es uno más de los programas que como base objetivo tiene la integración de los países de la región. Los objetivos son los siguientes: integrar instituciones educativas de la Comunidad Andina, contribuir al intercambio cultural y académico, instituir legalmente la asociación de instituciones educativas de países americanos miembros de la Comunidad Andina de Naciones y realizar encuentros anuales de las instituciones asociadas. Participación de la sociedad civil Podemos señalar que ante las circunstancias sociales, económicas y políticas características de cada país —con la intención de participar de forma positiva en la integración de las regiones que se están estudiando—, los objetivos de la educación deben ser claros y con metas a alcanzarse sin dificultades por las diferencias de los países que incidan en la transformación de las relaciones estructurales tanto a nivel local como a nivel internacional4 (Salinas, 2003); éstos darían respuesta a necesidades que urgen sean definidas como: contextualizar conceptos como la igualdad, libertad y diversidad, los roles de los aparatos gubernamentales así como el papel de la sociedad civil y la participación de los diversos actores de lo que para Talcott Parsons son los subsistemas sociales y políticos, etcétera. La plataforma de organizaciones educativas de la sociedad civil para el Mercosur es un claro ejemplo de la participación incluyente de la política educativa en los procesos de integración regional. La plataforma se sustenta en dos convicciones: • La importancia de pensar e intervenir en lo social tomando marcos de referencia regionales que trasciendan lo nacional. • La necesidad de fortalecer la participación de la sociedad civil para incidir en políticas públicas y contribuir de este modo a garantizar el derecho a la educación con calidad para todos.

4.

Juárez y Comboni señalan la urgencia de adaptar los sistemas y políticas educativas para producir verdaderos logros de aprendizaje en las áreas de conocimiento, las habilidades y los valores que satisfagan los requerimientos de las demandas y necesidades de la sociedad; con esto proponen no sólo el mejoramiento de la educación, sino también la transformación de las relaciones a nivel nacional e internacional.

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Tabla 3 Organizaciones asociadas a la plataforma Argentina Brasil

Paraguay Uruguay

Fundación ses Ação Educativa Fundação Abrinq Instituto Paulo Freire Fundación en Alianza Fe y Alegría Foro Juvenil Iniciativa Latinoamericana Instituto de Educación Popular

Fuente: Fundación ses.

Diseño de modelos pedagógicos Durante las conferencias de Jomtiem realizadas en Tailandia durante 1990 “Educación para todos” surgieron políticas que han modificado los modelos pedagógicos de todos los niveles educativos, donde se le da un especial énfasis a la educación superior para relacionarlo de manera directa con las demandas empresariales y de las organizaciones sociales. Esta ola de reformas educativas coincide con criterios establecidos del Banco Mundial y que han sido puestos en marcha en los países del can y Mercosur, además de la mayoría de los países restantes de América Latina, algunos de esos puntos son los siguientes: • Descentralización. • Mayor participación de las familias. • Mayor participación del sector privado y de las organizaciones civiles. • Participación, alianzas y consenso social para la reforma educativa. • Asignación eficaz de recursos adicionales para la educación primaria. • Definición de políticas y prioridades sobre la base del análisis económico (Verspoor, 1996). Dicha propuesta fortalece la equidad en este tipo de sociedades donde prevalece la desigualdad por el hecho de proponer la vinculación de las demandas sociales como eje articulador de la oferta educativa (Salinas, 2003). De esta manera la educación cumple una de sus funciones primordiales: convertirse y funcionar como factor social que la comunidad 446

Perspectivas de los programas educativos en la integración del Mercado Común del Sur...

humana necesita para forjar el tipo de hombres y mujeres que necesita.5 Las necesidades básicas de aprendizaje deben incluir herramientas de conocimiento no sólo para la mejora de calidad de vida —que se traducen en la muestra de indicadores— sino también para contribuir al desarrollo de las capacidades individuales que permitan a los estudiantes competir en el ámbito laboral frente a la globalización y regionalización, además de recibir los ingresos suficientes para cubrir las necesidades particulares y participar en la vida social y política, puesto que en la construcción de la democracia (entendiendo los sistemas políticos de los países miembros de la Comunidad Andina de Naciones y el Mercado Común del Sur) la educación es un elemento sine qua non para la formación de una ciudadanía responsable, motivada a participar en sus obligaciones y derechos de primera, segunda y tercera generación (Niebla, 2008). La educación permite repensar la realidad, idear proyectos colectivos y aprender en un mundo multicultural. El aprendizaje de la pluralidad cultural no puede ser enseñado como un contenido seriado, sino que se da en las mismas relaciones que se crean en el espacio entre lo local y lo global (Salinas, 2003). Visión del sector educativo frente a la regionalización Siendo la multiculturalidad una de las principales características de la regionalización, las trayectorias educativas tienen el deber de generar procesos en los que las construcciones y los contenidos culturales les den sus nuevas formas estructurales. El pluralismo cultural debe ser una práctica de aprendizaje colectivo. Las prioridades de las reformas educativas deben constituirse en políticas tales como: • Elevar la calidad de la educación. • Formar recursos humanos para elevar la competitividad. • Mayor equidad en el acceso.

5.

En un sentido más amplio, educar significa formar hombres de acuerdo con las necesidades de la sociedad, partiendo de las características políticas, sociales, culturales y económicas por lo que la escuela se convierte en esta herramienta de formación de hombres y mujeres que sean capaces de responder eficaz y eficientemente a estas demandas.

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debe ser una práctica de aprendizaje colectivo. como:

Las prioridades de las reformas educativas deben constituirse en políticas tales



Elevar la calidad de la educación. Patricia Guadalupe Sandoval Martínez



Formar recursos humanos para elevar la competitividad.

En 1992 comienza a realizar sus funciones el sector educativo del Mer Mayor equidad en el acceso. cosur (sem), que surge del acuerdo entre los países miembros del TratadoEnde1992 Asunción operativamente planes trienales con el comienzaque a realizar sus funcionesdiseñaron el Sector Educativo del MERCOSUR (SEM) quede surge del acuerdo los para paísesencontrar miembros soluciones del Tratado de Asuncióna que ánimo trabajar como entre bloque conjuntas las operativamente diseñaron planes trienales con el ánimo de trabajar como bloque para necesidades nacionales y a las de integración. encontrar soluciones conjuntas a las necesidades nacionales y a las de integración. Figura Figura3 3

VISIÓN DEL SEM

Ser un espacio regional donde se brinda y garantiza una educación con equidad y calidad, caracterizado por el conocimiento recíproco, la interculturalidad, el respeto a la diversidad, la cooperación solidaria, con valores compartidos que contribuyen al mejoramiento y democratización de los sistemas educativos de la región y a generar condiciones favorables para la paz, mediante el desarrollo social, económico y humano sustentable.

Fuente: Ministerio de Educación de Buenos Aires, Argentina. 336

Planes estratégicos del sem En la trayectoria del sector educativo del Mercosur se reconocen tres etapas, cada una identificada con un plan estratégico:

448

Perspectivas de los programas educativos en la integración del Mercado Común del Sur...

Tabla 4 Etapas de avance Primera etapa 1991-1995 Seminario de San Rafael Segunda etapa 1996-2000 Seminario San Pedro de Timote Tercera etapa 2001-2005 Taller de Valle Hermoso (Córdoba) Cuarta etapa 2006-2012

Fuente: Ministerio de Educación de Buenos Aires.

Actividades del sem Área de educación básica • • • • • •

Seminarios bienales sobre la enseñanza de la historia y la geografía. Reconocimiento de estudios, títulos y certificados. Proyecto “Bibliotecas Escolares”. Proyecto “Mercosur lee”. Proyecto “Educar en la diversidad”. Proyecto “Actualización de metodologías para la enseñanza de formación de profesores en lenguas extrajeras”. • Proyecto de terminología. • Proyecto “Caminos del Mercosur”. 449

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Área de educación superior • Mecanismo Experimental de Acreditación de Carreras de Grado Universitario (Mexa). • Movilidad e Intercambio Académico Universitario del Mercosur. • Programa Marca-Mercosur Agronomía. • Espacio Común de Educación Superior de la Unión Europea, América Latina y el Caribe (uealc). Área de educación tecnológica • Armonización de perfiles técnico profesional para el nivel medio. Área sistemas de información y comunicación • Proyecto de terminología. • Proyecto de indicadores estadísticos del Mercosur. Para el periodo 2006-2010 se crea el Plan del Sector Educativo del Mercosur, uno de los principales programas que contribuyen a la integración regional ejecutando políticas que promueven una ciudadanía regional y respeto a la democracia. Entre sus principales acciones se encuentran las siguientes: • Redes de especialistas en historia y geografía. • Formación y capacitación docente que contemple la temática de la integración regional. • Programas de escuelas gemelas en zonas fronterizas. • Programa de trabajo para el fomento de la enseñanza del español y del portugués como segunda lengua. • Programa de cooperación entre cursos de posgrado asociados. A través del diseño e implementación de este tipo de programas educativos la Comunidad Andina de Naciones y el Mercado Común del Sur continúan intentando promover la cultura de integración entre los países que conforman las regiones, así como resolver los principales problemas de educación que fueron anteriormente mencionados. La meta será mejorar los indicadores nacionales e internacionales en términos de desigualdad, educación e ingreso, además de hacer efectivos los canales de comunicación. 450

Perspectivas de los programas educativos en la integración del Mercado Común del Sur...

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Universitarios Mercosur (2011). Programa de Movilidad Mercosur. Recuperado de: http://www.universitariosmercosur.org/sitio/index.php?mod=html&func=load&lang=es&value=02-01.

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Dimensión ecología política

La agenda ambiental de los sistemas de integración: una mirada desde la ecología política

Mario Edgar López Ramírez Carmen Díaz Alba Heliodoro Ochoa García Erika Jiménez Rodríguez Javier Bogantes Introducción Durante 2010, el tema ambiental en la región latinoamericana y caribeña, particularmente lo que se refiere a la ecología política, mostró una estructura general dividida en dos procesos con las siguientes características: • Por un lado, se encuentra la agenda ambiental institucional, que desarrollaron los distintos sistemas de integración, junto con sus comisiones ad hoc y grupos de trabajo. Esta agenda oficial sigue manteniendo una tendencia clave: la de subordinar los temas ambientales a los intereses del comercio, privilegiando a este último.1 Con ello se demuestra que, a pesar de algunos discursos ecológicos más avanzados como los de la Alba, Mercosur e incluso el sica, los sistemas de integración siguen respondiendo fundamentalmente a la lógica del desarrollo que plantea el capitalismo global. De ahí que el tratamiento más concreto y operativo de los temas ambientales, continúe girando en torno a la regulación de los impactos que sobre el medio

1.

Al respecto véase el artículo “El tema ambiental en los sistemas de integración: del comercio a los conflictos ecológicos” en el Anuario de la Integración Latinoamericana y Caribeña 2009.

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López Ramírez, Díaz Alba, Ochoa García, Jiménez Rodríguez y Bogantes

ambiente tienen la industria y los servicios, ya sean para el comercio o para la generación de energía; haciendo de las leyes y reglamentos ambientales un factor central, ya que en diversas ocasiones son interpretadas como una barrera a los intercambios comerciales. Lo anterior a pesar de que la gran mayoría de veces, las regulaciones de la región en esta materia son de por sí laxas o sin rigor en su aplicación. Entre otras cosas, esto se refleja muy bien en la postura de los diferentes países latinoamericanos y caribeños ante fenómenos como el cambio climático, en los que, en términos generales se comienza a transitar hacia la implementación de políticas de adaptación, las cuales favorecen francamente al modelo capitalista global, desarrollando una serie de iniciativas tecnológicas y comerciales, que con el apellido “verde”, buscan mantener vigente la actual forma de producción, basada en los hidrocarburos como su principal fuente energética; dejando paulatinamente de lado aquellas políticas que buscan la mitigación. Basta con repasar los principales acuerdos tomados durante la xvi Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (cop16), celebrada en Cancún, México, durante diciembre de 2010, en la que se acordó un aumento promedio de dos grados centígrados en la temperatura del planeta (que en algunas regiones del globo representa un aumento local de hasta cinco grados centígrados) y se creó un fondo verde para que los países subdesarrollados pudieran invertir en tecnologías “sustentables”; a la vez que la reducción de emisiones de dióxido de carbono, o la mitigación de la deforestación y la degradación de suelos, quedaron como acuerdos voluntarios; a lo que se agrega el prácticamente nulo avance en el Protocolo de Kyoto. • Por otra parte, fuera de las agendas oficiales, la región de América Latina y el Caribe, se encuentra viviendo diferentes conflictos ecológicos distributivos, es decir, conflictos sociales causados por el desigual impacto que problemas ambientales como la contaminación, la deforestación, la sequía y la degradación, surgidos del modelo de desarrollo urbano-técnico-industrial, generan sobre distintos sectores de la población. Problemas ambientales que se transforman en arenas de lucha social, cuando se manifiestan en afectaciones a la salud, pérdida del patrimonio, expulsión de los lugares de origen, exclusión rural, urbana y periurbana; desintegración de vocaciones regionales y disminución de la calidad de vida. La desigual distribución de los impactos negativos de los problemas ambientales está al centro de 456

La agenda ambiental de los sistemas de integración: una mirada desde la ecología política

esta conflictividad, ya que generalmente los costos más altos de la degradación ambiental son pagados por los sectores pobres. Esto ha originado movimientos de resistencia —tanto a escala local como nacional y transnacional—, varios de ellos con dinámicas de relación local-global; movilizando a grupos de afectados ambientales, organizaciones ambientalistas e instituciones académicas, los cuales no se suscriben necesariamente a las fronteras de los sistemas de integración; aunque algunos llegan a ser parte de la agenda institucional que los propios sistemas de integración adoptan a través de sus comisiones o mesas de trabajo, como es el caso de las denuncias presentadas por grupos civiles mexicanos ante la Comisión para la Cooperación Ambiental del tlcan, o la discusión sobre el derecho humano al agua o el futuro del Acuífero Guaraní, que pertenecen a la agenda ambiental del Mercosur. En esta vertiente, a la que hemos llamado ecología política, se encuentran temas clave que son objeto de movilizaciones sociales, tales como: las resistencias comunitarias a la minería a cielo abierto; los grupos agroecológicos y por la soberanía alimentaria; los movimientos de afectados por las presas y en defensa de los ríos; las organizaciones contra la privatización del agua; los grupos por ciudades incluyentes y las organizaciones que luchan por proteger bosques, reservas naturales, manglares y costas; incluyendo movimientos más integrales como los que se manifiestan en torno a conceptos como el buen vivir, entre otros. Estos conflictos sociales no son solamente reactivos, sino que muchos de ellos comportan alternativas y propuestas que forman redes de acción y los hacen interlocutores de diversas instancias gubernamentales a distintas escalas. En la presente edición del Anuario 2010, se bordará un acercamiento al primero de los dos procesos mencionados, es decir, a la agenda ambiental oficial de aquellos sistemas de integración que hemos considerados más relevantes. El reporte regional sobre conflictos ecológicos distributivos será tema para el Anuario 2011. Despolitización y democracia delegativa en la agenda ambiental Al referirnos a la agenda ambiental de los sistemas de integración latinoamericanos, somos conscientes de que en realidad se trata de plurales: de agendas ambientales, en cada esquema de integración. No obstante, 457

López Ramírez, Díaz Alba, Ochoa García, Jiménez Rodríguez y Bogantes

hemos elegido esta idea porque permite identificar regularidades ecopolíticas en la dinámica de integración del subcontinente, en lo que al tema ambiental se trata. Tal como lo señala Gudynas (2010), una característica fundamental de las acciones medioambientales que realizan las comisiones o mesas de trabajo de los sistemas de integración, es su falta de politización o democratización. En principio porque, casi en todos los bloques de integración, se carece de un “entramado político democrático” que garantice el establecimiento de políticas ambientales regionales, que luego se hagan efectivas en los países. Se carece de organización transversal de todas aquellas instancias ligadas a temas ambientales. Esto no sucede así en otros temas estratégicos como el establecimiento de las reglas comerciales, el intercambio de bienes y servicios o la producción de energías no renovables. Por otra parte, los sistemas de integración no están diseñados para ampliarse a la participación democrática de la ciudadanía. Siguiendo a Gudynas (2010) una vez más, estos esquemas han optado por una “democracia delegativa”, en la que los presidentes y sus ministros; o cuando mucho los parlamentarios regionales (en los casos de aquellos esquemas de integración que cuentan con parlamento regional, como el Parlacen o el Parlasur) se consideran depositarios de la voluntad popular y se manejan de forma plenipotenciaria en el seno de las instancias de integración regional. Si bien, en diversos sistemas de integración se incluyen grupos de la sociedad civil organizada, dentro de las comisiones o mesas de trabajo ambientales, tanto estos grupos, como los movimientos ambientalistas o ecopolíticos que se manifiestan fuera de los ámbitos institucionales, son considerados incómodos para los grupos gubernamentales y sus técnicos. Desde estas estructuras de despolitización y democracia delegativa que propone Gudynas, se hace un recuento de las principales agendas ambientales que los sistemas de integración trabajaron entre 2009 y 2010. Comenzando por el tlcan, que si bien no es considerado parte de los sistemas de integración latinoamericanos, posee en su seno uno de los países clave de la región: México; por lo cual consideramos pertinente incorporar a este bloque económico. El tlcan La agenda ambiental establecida por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (tlcan), tiene como punto de partida el Acuerdo 458

La agenda ambiental de los sistemas de integración: una mirada desde la ecología política

de Cooperación Ambiental (aca) que mantienen sus tres países miembros. Dicho acuerdo constituye un marco general en el que se establecen objetivos, obligaciones, estructura de participación, procedimientos, responsabilidades y formas de cooperación regional, que declarativamente buscan el mejoramiento, la observancia y la aplicación de las leyes y reglamentos ambientales específicos de cada país participante. De ahí que la lógica principal se encamine a hacer valer las regulaciones internas que establecen los gobiernos desde cada realidad nacional. Un aspecto relevante que propone este acuerdo es impulsar medidas ambientales económicamente eficientes. Desde el marco general que propone el aca, opera la Comisión para la Cooperación Ambiental (cca), cuyo propósito es atender “los asuntos ambientales de preocupación común, con especial énfasis en los retos y oportunidades ambientales derivados del libre comercio de la región” (cca, 2012). La Comisión para la Cooperación Ambiental tiene como función el desarrollo de una evaluación ambiental permanente del tlcan, en la que se monitorean los efectos ambientales y se amplía la comprensión de los vínculos entre medio ambiente y comercio para promover la coherencia de las políticas, a escala tanto nacional como regional, en América del Norte (cca, 2012). De manera transversal, se mantiene la generación e intercambio de información a partir de estudios ambientales, indicadores y cartografía. Entre los resultados se encuentra el Informe sobre el estado del medio ambiente en América del Norte, que busca dar respuesta a interrogantes relacionadas con los retos ambientales que enfrenta América del Norte, las principales prioridades para la acción conjunta, avances y mecanismos de retroalimentación eficaces y cuál es la importancia de la cooperación ambiental trinacional. Bajo este propósito, que liga el tema ambiental al del comercio, los espacios de discusión que se promueven en sus instancias oficiales, han estado orientados al análisis y propuestas que interesan principalmente a su desarrollo como bloque económico: el flujo de sustancias tóxicas persistentes y bioacumulables, el rastreo de emisiones y transferencia de contaminantes, flujo de productos electrónicos, transporte de carga, los residuos y contaminación industrial, generación de energía renovable y edificación sustentable (como parte de la estrategia para adaptarse al cambio climático), conservación de la biodiversidad y recursos hídricos compartidos. Desde estas líneas se ha logrado desprender y operar proyectos específicos en cada país.

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La agenda ambiental propuesta en 2010 y con un horizonte al 2015 fue definida no solo por la CCA, sino mediante convocatoria abierta a la sociedad civil de los tres países. No obstante, la centralidad de la lógica económica y comercial, siguió siendo el eje principal, tal como puede verse en el resultado final, que consta de tres grandes proyectos: a) Comunidades y ecosistemas saludables, b) Cambio climático y economías bajas en carbono, c) Sustentabilidad ambiental de la economía en América del Norte. La participación de sectores ciudadanos en foros y actividades de la cca es limitada, pero cuenta regularmente con una convocatoria abierta a participar en sesiones de grupos de trabajo y en reuniones anuales de los ministros de medio ambiente. Los pronunciamientos y difusión de las actividades de la cca son frecuentes y se difunden a través de la web oficial, sus enlaces en cada país y a través de correo electrónico. Según sus reglas de operación, cualquier persona puede presentar una denuncia ante esta instancia internacional (incluso a través de Internet) con base a los artículos 14 y 15 del Acuerdo de Cooperación Ambiental: [...] relativos al llamado proceso de peticiones ciudadanas sobre aplicación efectiva de la legislación ambiental, establecen procedimientos que permiten a “cualquier persona u organización sin vinculación gubernamental [...] que reside o está establecida en territorio de una Parte” presentar al Secretariado de la cca peticiones en las que asevere “que una Parte [del acaan] está incurriendo en omisiones en la aplicación efectiva de su legislación ambiental” (cca, 2012).

Las denuncias ambientales o peticiones ciudadanas son recibidas por el Secretariado de la cca, conformado por cinco ciudadanos de cada país, quienes revisan su pertinencia, las acepta para su seguimiento o las rechaza por falta de elementos. Durante el 2010, la cca recibió cuatro casos de peticiones ciudadanas: Puente Bicentenario, Cañón del Sumidero (ambos presentados por México), Estanques de residuos en Alberta y Tratamiento de aguas residuales en Iona. Los primeros tres casos fueron rechazados. El Secretariado notificó a los peticionarios que su petición no cumplía con todos los criterios del artículo 14 y que tenían 30 días para presentar una petición revisada. Los peticionarios del caso Estanques de residuos en Alberta, reelaboraron su petición y continuaron el proceso, mientras que los dos casos presentados por parte de México fueron desechados. Vale mencionar que incluso en aquellos casos aceptados y seguidos por la cca, tampoco suele haber una pronta respuesta. En 2010, seis peti460

La agenda ambiental de los sistemas de integración: una mirada desde la ecología política

ciones ciudadanas originadas entre 2003 y 2009 siguen sin concluir; cuatro de los casos corresponden a México, uno a Estados Unidos y otro a Canadá. Los casos de México se asocian a la actividad industrial, conducción de gas, cambios de usos de suelo, contaminación del agua, impacto a la biodiversidad y emisiones a la atmósfera en los estados de Jalisco, Colima, Sonora y Morelos; el caso de Canadá se refiere a emisiones de gases a la atmósfera generados por automotores de modelo atrasado en Quebec y en Estados Unidos se acusa que las industrias carboeléctricas del país realizan descargas (mercurio) y emisiones que contaminan cuerpos de agua superficial, peces y ecosistemas. Es de esperar que cada uno de estos casos concluya con la publicación del “expediente de hechos final” donde se argumentan las omisiones en la aplicación de legislación ambiental en las que incurren los involucrados directos e instancias de gobierno correspondientes a fin implementar acciones correctivas, lo cual volvería vinculante a estas demandas, pero el retraso en estas resoluciones no es una señal alentadora. Mercosur A pesar de que Mercosur se considera como el sistema de integración más acabado en América Latina, los avances en materia ambiental están más ligados a discusiones y compromisos internacionales que a preocupaciones sentidas de su región. La agenda ambiental sigue supeditada al ámbito comercial. No es sino hasta 1992, a raíz de la Cumbre de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo (la Cumbre de la Tierra) celebrada justamente en Río de Janeiro, que el Mercosur avanza en el reconocimiento de una agenda ambiental. Sin embargo, expertos señalan que “las autoridades ambientales de los Estados Parte no integran, ni siquiera lateralmente, los órganos de decisión del bloque, que siguen estando en manos de los ministros de Economía y Relaciones Exteriores. En los hechos, se sigue trabajando la integración en función del comercio” (Torres y Díaz, 2011). Aunque desde 1998 se plantea la propuesta de un Protocolo Adicional de Medio Ambiente para el Mercosur, es en 2001 cuando se aprueba el Acuerdo Marco sobre Medio Ambiente. Dicho acuerdo plantea “el desarrollo sustentable y la protección del medio ambiente, mediante la articulación de las dimensiones económicas, sociales y ambientales, contribuyendo a una mejor calidad del ambiente y de la vida de la pobla461

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ción”. Si bien incluye “el tratamiento prioritario e integral de las causas y las fuentes de los problemas ambientales”; “la internalización de costos ambientales” y la “promoción de una efectiva participación de la sociedad civil en el tratamiento de las cuestiones ambientales” (Torres y Díaz, 2011). Se considera que el acuerdo es una mera declaración de buena voluntad, puesto que “no hay ni siquiera una mención a la manera en que se intentará avanzar hacia el logro de los objetivos, se omite absolutamente cualquier referencia a los procedimientos a aplicar y sin herramientas operativas definidas, es claro que no hay acciones a impulsar” (Torres y Díaz, 2011). Así, el balance en materia ambiental es ambivalente. En 1992 se creó la Reunión Especializada de Medio Ambiente (rema) y en 1995 el Subgrupo de Trabajo núm. 6 (sgt núm. 6) “Medio Ambiente”. Sin embargo, el tema ambiental no figuraba entre las prioridades generales de este sistema de integración: “la lentitud con que los temas ambientales fueron incorporándose a la agenda —y la lentitud con que fueron evolucionando— es un claro indicador de ello” (Torres y Díaz, 2011). A pesar de existir el Sistema de Solución de Controversias del Mercosur, no se explica cómo podría actuar o ejercer presión en cuestión ambiental. Además, los objetivos de la rema se limitaban a armonizar la legislación ambiental de los países miembros del bloque, privilegiando lo comercial: “el mandato era estudiar, específicamente las barreras no arancelarias que pudieran existir de modo de que condicionantes ambientales no se convirtieran en fuentes de desigualdad en la competitividad de los socios del Mercosur entre sí o respecto a terceros países” (Torres y Díaz, 2011). El trabajo del sgt núm. 6 se centra en el ámbito de competitividad y medio ambiente, restricciones no arancelarias, normas internacionales, emergencias ambientales, implementación de propuestas en materia ambiental presentadas por otros subgrupos, un proyecto de instrumento jurídico de medio ambiente para el Mercosur, un sistema de información ambiental y un “sello verde” Mercosur (Torres y Díaz, 2011). Dentro del sgt núm. 6 existen una serie de grupos ad hoc: Gestión Ambiental de Sustancias y Productos Químicos; Sistema de Información Ambiental del Mercosur (2004); Competitividad y Medio Ambiente; Lucha contra la Desertificación y la Seguía; Bienes y Servicios Ambientales; Biodiversidad; Calidad de Aire; Recursos Hídricos; Gestión Ambiental de Residuos y Responsabilidad Post-consumo (2005) y Cambio Climático (2007).

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La agenda ambiental de los sistemas de integración: una mirada desde la ecología política

Existe también una instancia llamada “Somos Mercosur”2 integrada por organizaciones sociales de la región, cuyos objetivos consisten en democratizar el Mercosur, abordando la dimensión ecológica y promoviendo la participación activa de la ciudadanía. Dos de los temas fundamentales de discusión fueron en 2010 las energías renovables y el cambio climático (Somos Mercosur 2010). En este mismo año, los ministros de medio ambiente de Mercosur se reunieron en dos ocasiones (julio en Buenos Aires y noviembre en Brasilia). Para el secretario de Argentina, en las discusiones en torno al cambio climático, existía una diferencia de perspectiva con los países desarrollados, puesto que éstos —señala— no asumen su deuda ambiental. Sobre los desafíos hacia la cop16 de Cancún, el viceministro uruguayo argumentó que habría que “evitar que los temas ambientales y de cambio climático se transformen en barreras paraarancelarias”; por su parte, el secretario de Paraguay lamentó la escasez de fondos para la adaptación y mitigación. Otro tema que se discutió fue la preparación rumbo a Río +20, con dos puntos principales: la economía verde y la estructura institucional para el desarrollo sostenible. Para el representante argentino, “las acciones que se desarrollen no pueden de ningún modo transformarse en barreras de orden comercial” (xi Reunión de ministros de Medio Ambiente del Mercosur y estados Asociados 2010). En la reunión de noviembre, las delegaciones coincidían en que sería poco probable llegar a acuerdos vinculantes durante la reunión de Cancún y a pesar de “un productivo intercambio de opiniones”, Mercosur no llevaría una posición común. En 2010 también se llevaron a cabo cuatro reuniones ordinarias del sgt núm. 6 (abril y junio en Buenos Aires; agosto en Río de Janeiro y noviembre en Brasilia), con participación de las delegaciones de cada país miembro, representantes de organismos nacionales e internacionales y representantes de ong. En la apertura de la primera reunión, el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina, Homero Biblioni, resaltó la importancia de traducir los proyectos en políticas efectivas que enfrenten los problemas ambientales, se refirió al sistema de información ambiental del Mercosur y destacó la importancia de los temas discutidos en la ronda de Doha respecto a bienes y servicios ambientales. En esta reunión también llamó a retomar las negociaciones

2.

Para conocer más sobre esta iniciativa, se puede consultar: http://www.somosmercosur.net/

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en torno al proyecto de Acuerdo Acuífero Guaraní, interrumpido desde 2005. La agenda de discusión se centró en distintos proyectos: un proyecto de cooperación Mercosur-Unión Europea, llamado proyecto Econormas; otro proyecto de cooperación Mercosur-aecid y un proyecto más de cooperación con el pnuma. En este último, los temas prioritarios fueron: cambio climático, biodiversidad y manejo de ecosistemas, gobernanza ambiental, sustancias, químicas peligrosas, desastres naturales, eficiencia en el uso de recursos y producción y consumo sostenible. Se destaca también un proyecto de cooperación Mercosur-fao para luchar en contra de la desertificación y los efectos de la sequía. Otro punto que se discutió fue el de emergencias ambientales, específicamente la prevención de incendios. En torno a bienes y servicios ambientales, se hizo referencia al estado de las negociaciones en el ámbito del Comité de Comercio y Medio Ambiente de la Organización Mundial de Comercio. Finalmente se pidió mayor articulación con el parlamento del Mercosur (Parlasur) en la preparación rumbo al xvii Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe, que se celebró en abril del abril 2010.

sica

El Sistema de Integración Centroamericana (sica) cuenta con una Comisión Centroamericana de Medio Ambiente y Desarrollo, encargada de la agenda ambiental regional y cuyo objetivo es “contribuir al desarrollo sostenible de la región centroamericana, fortaleciendo el régimen de cooperación e integración para la gestión ambiental”. Existe además un Plan Ambiental de la Región Centroamericana (parca) para aplicar instrumentos regionales de gestión ambiental e incorporar la dimensión ambiental en la agenda del sica. Los presidentes de esta región, afectada severamente por desastres naturales durante 2010, definieron cinco pilares para relanzar el proceso de integración regional: 1) seguridad democrática, 2) prevención y mitigación de los desastres naturales y los efectos del cambio climático, 3) integración social, 4) integración económica y 5) fortalecimiento de la institucionalidad regional. A pesar de ser una región de enorme riqueza en ecosistemas, biodiversidad y recursos hídricos, forestales y marinos, los patrones de uso del territorio en Centroamérica han sido irresponsables e insostenibles. De acuerdo al 4to informe Estado de la Región Centroamericana en De464

La agenda ambiental de los sistemas de integración: una mirada desde la ecología política

sarrollo Humano Sostenible 2010, podemos hablar de deuda ecológica debido a un: […] uso energético descontrolado, ineficiente y contaminante, y de la apertura, poco planificada y regulada, de nuevas ventanas de riesgo para la integridad natural del territorio: un crecimiento urbano expansivo, un limitado control de las fuentes de contaminación del agua y de los residuos sólidos y líquidos, la afectación del suelo por actividades agrícolas tecnológicamente rezagadas, así como la apuesta por actividades de alto impacto ambiental y gran conflictividad social, como es el caso de la minería (en especial en territorios indígenas) (4to Informe Estado de la Región Centroamericana en Desarrollo Humano Sostenible 2010).

Entre los problemas que destacan figuran: la pérdida de bosques y área de humedales, uso insostenible de recursos naturales, acceso inequitativo al agua y poco tratamiento de aguas residuales, cambios de uso de suelo, contaminación por uso de agroquímicos, urbanización mal planificada y expansión de actividades extractivas de alto impacto ambiental. Este mismo estudio identifica también tres retos principales para una adecuada gestión ambiental: 1) Un territorio de pequeña extensión con una riqueza natural extraordinaria, 2) desarrollo humano basado en uso poco responsable y sostenible de recursos existentes, 3) pobreza y vulnerabilidad social derivadas en riesgos de amenazas naturales. Si bien se señala que Centroamérica ha creado instituciones y legislaciones en materia ambiental,3 el problema central se refleja en la mala

3.

Centroamérica ha suscrito múltiples acuerdos ambientales, entre los cuales encontramos: la Convención Ramsar; el Convenio sobre la Protección del Patrimonio Mundial; la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres; la Convención sobre la Conservación de Especies Migratorias de Animales Silvestres; la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar; el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono; el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la Capa de Ozono de la Convención de Viena; el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación; el Convenio sobre la Diversidad Biológica; la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático; la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los países afectados por sequía grave; el Protocolo de Kioto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático; el Convenio de Rotterdam sobre el Procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo Aplicable a Ciertos Plaguicidas y Productos Químicos Peligrosos Objeto de Comercio Internacional; el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre la Diversidad Biológica; el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (Cepal, 2010.) Entre los principales instrumentos regionales para la gestión ambiental podemos citar (Coles y Martínez, 2011, con base en sica, 2011 y otras fuentes, p. 392): a) Plan Ambiental de la Región Centroamericana, 2010-2014, cuyo objetivo es “el

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gestión de la sustentabilidad y la falta de integración del ambiente en la agenda política y económica: En la práctica, el tema se aborda como un conjunto fragmentado de preocupaciones, en espacios aislados y por lo general débiles, no como una consecuencia de y una fuente para el desarrollo mismo. Esto genera incoherencia entre la amplia discusión por un lado, y las aceleradas transformaciones sociales y económicas, por otro (4to Informe Estado de la Región Centroamericana en Desarrollo Humano Sostenible 2010).

Uno de los grandes problemas en la región son los conflictos ecológicos asociados a la extracción. Según Oxfam y el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (Ocmal), “algunos proyectos han causado problemas de salud y daños al ambiente y al tejido social, y que han carecido de consulta o aprobación de las comunidades aledañas, en especial indígenas” (4to Informe Estado de la Región Centroamericana en Desarrollo Humano Sostenible 2010). Como ejemplo, el estudio menciona el caso de San Miguel de Ixtahuacán, Guatemala, en donde la compañía Montana Exploradora opera una minera desde 2008 a pesar de que existe oposición de la población desde 2004, debido a los riesgos ambientales que conlleva. Diversas consultas ciudadanas (en San Marcos y Huhuetenango) confirman el rechazo a la obra.

desarrollo sostenible mediante el fortalecimiento de la relación, cooperación e integración de las naciones del istmo para la gestión ambiental”. Sus áreas temáticas son: prevención y control de la contaminación, conservación y uso sostenible del patrimonio natural y fortalecimiento institucional. b) Política de Integración de la Pesca y la Acuicultura del Istmo Centroamericano, 2005-2014 para promover la sostenibilidad en el uso de los recursos acuáticos y en la producción acuícola c) Estrategia Regional Agroambiental y de Salud de Centroamérica, 2009-2024, para la coordinación y planificación entre actores públicos y privados de los sectores de agricultura, ambiente y salud. d) Política Agrícola Centroamericana, 2008-2017, su finalidad es promover una agricultura integrada y competitiva, tomando como eje transversal la gestión ambiental de los recursos. e) Programa Estratégico Regional para el Manejo de los Ecosistemas Forestales: promueve la implementación de acciones para contribuir a la reducción de la pobreza en las comunidades que rodean o viven en los bosques. Su objetivo es mejorar la gestión de los ecosistemas forestales de la región. f) Estrategia Mesoamericana de Sustentabilidad Ambiental, 2008, para fortalecer y diversificar la cooperación regional en materia ambiental, en el contexto socioeconómico y político de Mesoamérica, además de rescatar y dar continuidad a importantes experiencias de cooperación en este ámbito. g) Estrategia Regional de Biodiversidad; estrategia marco de tres instrumentos: el Programa Estratégico Regional de Monitoreo y Evaluación de la Biodiversidad, el Programa Estratégico Regional de Trabajo en Áreas Protegidas y el Programa Estratégico Regional para la Conectividad”.

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Además, se cita un estudio de la Universidad de Michigan (Basu y Hu, 2010) que da cuenta de “sustancias tóxicas en la sangre y la orina de los habitantes de áreas vecinas a la mina: residuos de mercurio, cobre, arsénico, zinc y plomo, que pueden causar problemas de salud”. Otra investigación halló “niveles de arsénico superiores a los estándares de la oms para agua potable, en varios pozos de San Miguel Ixtahuacán” (4to Informe Estado de la Región Centroamericana en Desarrollo Humano Sostenible 2010). Un problema más es el sobre uso del agua. Según Oxfam América (2008) “la mina usa por hora lo que un hogar consumiría en veintitrés años”, aunado a la pérdida de cultivos, daños a viviendas por la maquinaria y enfermedades de la piel en las personas. El caso ha llegado hasta el ámbito internacional: “En mayo de 2010, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (cidh) solicitó al Gobierno de Guatemala la suspensión de la explotación minera en el departamento de San Marcos, donde opera la mina Marlin i, con el fin de resguardar la vida e integridad de los habitantes de los municipios afectados” (4to Informe Estado de la Región Centroamericana en Desarrollo Humano Sostenible 2010). En el caso de Centroamérica, el cambio climático tiene serias repercusiones sociales, económicas y ambientales, puesto que: […] profundiza las amenazas y vulnerabilidades históricas de Centroamérica, generadas por factores como la degradación ambiental, la ausencia de ordenamiento territorial, la exposición y riesgo de desastres para las poblaciones —principalmente las más pobres—, la ineficiencia energética y la dependencia de combustibles fósiles, el mal manejo del agua y las debilidades institucionales para la gestión ambiental (4to Informe Estado de la Región Centroamericana en Desarrollo Humano Sostenible 2010).

El estudio señala que el cambio climático plantea una situación contradictoria: […] el Istmo es responsable de menos del 0.5% de las emisiones de gases de efecto invernadero (gei), pero es reconocido como el “punto caliente” más prominente de los trópicos; es decir, la zona del mundo potencialmente más vulnerable a sus impactos. Aunque se trata de una factura en gran parte ajena, la región también ha aportado degradación ambiental y deforestación, usos insostenibles de energía y desorden urbano, que no la eximen de responsabilidad global. Sin descuidar las acciones para disminuir esos aportes, prepararse para mitigar las repercusiones de este fenómeno es el desafío más apremiante para la débil institucionalidad y la escasa capacidad de adaptación de Centroamérica (4to Informe Estado de la Región Centroamericana en Desarrollo Humano Sostenible 2010).

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Si bien se señala que existen múltiples espacios de debate, políticas públicas y estrategias para enfrentar el cambio climático, hay dos debilidades principales: […] el enfoque prevaleciente ha sido el de la mitigación (ámbito en el que existe la posibilidad de acceder a recursos financieros internacionales), mientras que el tema crítico de la adaptación no ha sido prioritario; por otro lado, la mayoría de las políticas ha definido tareas y metas clave, pero no responsabilidades y recursos para su concreción. El reciente lanzamiento de la Estrategia Regional de Cambio Climático parece marcar un avance en esa dirección. Por el momento, urge consolidar la generación de indicadores ambientales, colocar la adaptación en el centro de los esfuerzos —articulándola con la gestión del riesgo—, fortalecer la gestión de los bosques y zonas protegidas (cruciales para encarar el fenómeno) y construir de manera participativa instrumentos de ordenamiento territorial y de educación ciudadana (4to Informe Estado de la Región Centroamericana en Desarrollo Humano Sostenible 2010, p. 363).

Comunidad Andina A partir de 1983, la Comunidad Andina comienza a incorporar la temática ambiental dentro de sus decisiones a través del tema de seguridad alimentaria y ambiente. Se establece en 1998 el Comité Andino de Autoridades Ambientales (caaam)4 para formular propuestas de estrategias subregionales para el manejo sostenible y gestión de los recursos naturales. Durante los años de 1999-2000, los presidentes de los países miembros encomendaron a las autoridades ambientales la concertación de políticas comunitarias de gestión ambiental y desarrollo sostenible, y en 2001 surgen los lineamientos para la gestión ambiental y el desarrollo sostenible en la Comunidad Andina. El proceso de integración andina se ha enfocado en temas de conservación, uso sostenible de la biodiversidad y calidad ambiental. En 2002 se aprobó la Estrategia Regional de Biodiversidad para los Países del Trópico Andino para fortalecer la acción comunitaria respecto de los procesos e instrumentos internacionales para proteger con mayor eficacia los intereses de los países de origen de la biodiversidad, puesto que esta región concentra un alto porcentaje de la biodiversidad del planeta. No fue sino hasta 2003 cuando se creó un Consejo de Ministros del

4.

Véase documento completo en: http://www.comunidadandina.org/normativa/dec/D435.htm.

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Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Comunidad Andina, con el objetivo de emprender acciones conjuntas que permitieran un mayor aprovechamiento de sus recursos naturales renovables y no renovables y la conservación y mejoramiento del medio ambiente. En 2006, durante la iii Reunión del Consejo de Ministros de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Comunidad Andina, se aprobó un plan integral para la comunidad andina llamado: la “Agenda Ambiental Andina 2006-2010”, cuyo principal objetivo era guiar las acciones tanto del Consejo de Ministros del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible como del Comité Andino de Autoridades Ambientales (caam). Los objetivos de la agenda son facilitar a los países miembros la armonización, coordinación y concertación de políticas y estrategias comunitarias de gestión ambiental y desarrollo sostenible. Cabe mencionar que en la agenda se priorizaron como ejes temáticos: biodiversidad, cambio climático y recursos hídricos; y como ejes transversales: el fortalecimiento de capacidades en comercio y medio ambiente, educación ambiental y producción y consumo sostenible.5 En 2010 se logró que el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores aprobara la implementación del Programa Regional de Biodiversidad en las Regiones Andino-Amazónicas, cuyo objetivo era contribuir a mejorar la calidad de vida de los pueblos que conforman las Regiones Amazónicas Tropicales de los Países Miembros de la Comunidad Andina, con apoyo financiero de Finlandia. Se tomó como prioridad el tema de la conservación y uso sostenible de los ecosistemas y se llevó a cabo el taller regional “Proyecto Páramo Andino-Componente de Políticas e Incidencias”. El eje de la agenda ambiental a partir de junio de 2010 fue el cambio climático. En diciembre el presidente de Ecuador, Rafael Correa, instó a los países miembros de la Comunidad Andina y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) a que se asumiera una posición conjunta para implementar políticas regionales que permitan luchar contra el cambio climático e impulsar la conservación ambiental. Finalmente, el secretario general de la can, Adalid Contreras Baspineiro, destacó la alta prioridad de los planteamientos que se realizaron en el marco de la cop16, celebrada en Cancún.

5.

Véase documento completo en-linea: http://www.comunidadandina.org/prensa/notas/np28-806.htm

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Como puede observarse, la agenda ambiental de la Comunidad Andina reproduce la lógica de las otras agendas estudiadas, es decir, posee un discurso ambiental aparentemente sólido, pero sus ejes transversales de articulación, siguen siendo basados en el comercio. Caricom La Comunidad del Caribe y el Mercado Común (Caricom) cuenta con el Consejo para el Comercio y el Desarrollo Económico (Coted) que se encarga de establecer y promover medidas para medidas el desarrollo de la energía y los recursos naturales desde una base sostenible, así como el desarrollo de políticas para la protección y preservación del medio ambiente y para el desarrollo sostenible. La comunidad caribeña cuenta también con un Consejo para el Desarrollo Humano y Social (Cohsod) para promover el desarrollo de programas de enfoque especial de apoyo a un medio ambiente saludable para el ser humano y la comunidad. Así, es posible constatar que el eje principal de la conexión con políticas medioambientales en este sistema de integración se establece a través de la relación entre comercio y energía sostenible. Existen proyectos con temática ambiental como el de Energía Renovable para el Desarrollo del Caribe (credp),6 que fue acordado en 1998 por 14 países del Caribe y dos dependencias británicas para trabajar juntos el eje de energías renovables como un proyecto regional para eliminar los obstáculos a su utilización, fomentar su desarrollo y comercialización. Está respaldado por diversos acuerdos y reuniones que se generaron y actualizaron durante 2010. Tal es el caso de la reunión de los ministros de medio ambiente de la Caricom que se reunieron en Georgetown, Guyana. Dicha reunión se centró principalmente en el progreso de la comunidad en la formulación de una política ambiental regional que ofreciera directrices para la realización de negocios a nivel nacional con respecto a la gestión del medio ambiente y los recursos naturales. La Caricom recibió apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo, con un acuerdo firmado en octubre de 2010. En noviembre el representante del bid expresó que el dinero sería utilizado para la creación de una consultoría para la cooperación técnica, el desarrollo de la eficiencia, la inves6.

Se puede consultar más información en: http://www.caricom.org/jsp/projects/CREDP_Project_ Document.pdf.

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tigación y capacitación energética de los países miembros. En conjunto con la Caricom, las Naciones Unidas y la Comisión Europea, se llevó a cabo el Taller Regional de Capacitación en Habilidades, reducción de emisiones por deforestación y degradación (redd) para abordar el tema de cambio climático y alternativas. En 2010 la Unión Europea firmó con la Caricom, un acuerdo para fortalecer capacidades en la producción de energías renovables. El proyecto consistió en actividades y productos destinados a abordar las barreras identificadas para el uso de las energías renovables y el aumento de inversiones en energías renovables en los 16 países del Cariforum (Foro del Grupo del Caribe, de origen africano). Las estrategias de adaptación al cambio climático en las agendas de desarrollo sostenible de los pequeños Estados insulares y de baja altitud fueron retomadas en el 2010 por el Secretario General de la Caricom, Edwin Carrington, quien advirtió respecto a las consecuencias del cambio climático y la posibilidad de mitigarlas con el presupuesto adecuado. El Centro de la Comunidad del Caribe sobre el Cambio Climático (ccccc), creado en 2005 es el nodo clave para obtener información al respecto de temas de cambio climático y también sobre la respuesta de la región para la gestión y adaptación al cambio climático en el Caribe y colabora directamente con el credp. A finales de año hubo otras reuniones que dieron lugar a propuestas interesantes para hacerle frente al cambio climático en las cuales se propuso por medio de financiamiento del bid incorporar una estrategia de mitigación del cambio climático en la estrategia c-serms (Energy Roadmap and Strategy) establecida desde 2009. Alba La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) es uno de los más recientes sistemas de integración. A pesar de ejercer un contrapeso en la región en cuanto a políticas económicas, declarándose abiertamente un bloque de tendencia socialista, cabe preguntarnos si la agenda ambiental tiene un mayor peso relevante que en otros sistemas de integración. Es de notar que el bloque establece en 2010 un Comité de Defensa de la Naturaleza que depende directamente del Consejo Político de la Alba (abi, 2010), previo a la Cumbre sobre Cambio Climático cop16 en Cancún, México. De acuerdo a su página oficial, el comité, conformado 471

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por ministros de Ambiente de cada uno de los países, es considerado como “una instancia de vanguardia y referencia que promueva el bienestar de los pueblos de la Alba-tcp, guiado por una visión de defensa de los Derechos de la Madre Tierra, contribuyendo a restablecer la armonía en la naturaleza, asumiendo el disfrute justo, equitativo y sustentable de la misma como un derecho de las generaciones presentes y futuras”.7 Este comité tiene la responsabilidad de elaborar la agenda ambiental y avanzar en el desarrollo y la implementación de “los Derechos de la Madre Tierra”, diseñando políticas orientadas a reconducir actividades productivas en armonía con el medio ambiente. Busca revertir la explotación y degradación del medio ambiente a partir de paradigmas de desarrollo alternativo. También se pretende valorar y promover iniciativas de países miembros, por ejemplo la “Contaminación Neta Evitada”, impulsada por Ecuador, como “medidas y mecanismos ágiles, progresivos y efectivos de carácter nacional e internacional para el reconocimiento, respeto y aplicación universal de los derechos de la Madre Tierra”. El comité se vincula con las iniciativas que recuperan los planteamientos del “Buen Vivir” y tiene como principio la no mercantilización de “la Madre Tierra”, los recursos naturales y los conocimientos ancestrales, así como la plena participación de los pueblos en la defensa de los derechos vinculados al medio ambiente. Sin embargo, reafirma el derecho al ejercicio pleno de la soberanía sobre los recursos.8 Así, a nivel discurso, el Alba asume una posición de avanzada en materia ambiental. Sin embargo, tenemos casos como Venezuela, cuya economía sigue basada en la extracción de petróleo. En diciembre de 2009, en el marco de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (cop) celebraba en Copenhage, los países de la Alba denunciaron la falta de legitimidad de las negociaciones llevadas a cabo. Entre otras cosas, declararon que no se podía hablar de cambio climático sin hablar de cambio del sistema: “El modelo de producción y consumo capitalista está llevando a un punto de no retorno la vida en el planeta”.9

7. 8. 9.

Se puede consultar el documento completo en: http://www.alba-tcp.org/content/estructura-yfuncionamiento-alba-tcp. Los lineamientos generales del Comité de Defensa de la Naturaleza de la Alba-tcp se pueden consultar en el Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo, disponible en: http://www. fobomade.org.bo/art-1054 La declaración política de los países Alba (Copenhague, diciembre 2009) está disponible en: http://www.cubadebate.cu/especiales/2009/12/19/declaracion-final-del-alba/

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Se hizo énfasis en la deuda ecológica y las obligaciones de los países desarrollados, así como su falta de compromiso con el Protocolo de Kyoto y el Plan de Bali. Para los integrantes de la Alba, la crisis ambiental es: […] consecuencia del sistema capitalista, del prolongado e insostenible patrón de producción y de consumo de los países desarrollados, de la aplicación e imposición al resto del mundo de un modelo de desarrollo absolutamente depredador, y de la falta de voluntad política para el cumplimiento pleno y efectivo de los compromisos y obligaciones previstas en la Convención y el Protocolo de Kyoto.

Continúan diciendo que los mercados de carbono pretenden que se siga contaminando, al pedir a los países en desarrollo que reduzcan sus emisiones. Además de presentar un diagnóstico de la situación ambiental en los países miembros, el bloque consensuó una postura común en torno a acciones concretas para mitigar los impactos del cambio climático para la cop16 celebrada en Cancún en 2010. En la declaración titulada “La naturaleza no tiene precio”10 se pronuncia en contra de la privatización y la mercantilización de la naturaleza. La “economía verde”, argumenta, implica que la naturaleza sea vista como un capital productor de bienes y servicios ambientales. A través de los mercados de pago por servicios ambientales, se promueve la privatización y mercantilización de la naturaleza, dotando de derechos de propiedad a funciones que prestan los ecosistemas. Al contrario, se reconoce que estos bienes son de carácter público y colectivo; se aborda el tema de la privatización del agua, los bosques en el mercado de carbono, la biopiratería y se reconoce el derecho humano al agua potable y segura y el saneamiento. La declaración asume que el Estado tiene un rol fundamental en la protección de los recursos naturales y del patrimonio natural, consciente de su responsabilidad presente y futura. Menciona que para recuperar el equilibrio de la Madre Tierra, debe haber “una intervención consciente del Estado y la sociedad a través de políticas, regulaciones públicas y el fortalecimiento de los servicios públicos”. Señala que “formamos parte de la Naturaleza, no tiene precio y no está en venta”; y se compromete a evitar que el capitalismo se siga expandiendo a esferas íntimas de la vida

10. La naturaleza no tiene precio. Declaración del Comité Ministerial de Defensa de la Naturaleza de la Alba-tcp. Disponible en: http://www.cbd.int/doc/meetings/im/rwim-sa-01/other/rwim-sa01-ministerial-declaration-es.pdf

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y la naturaleza. Por último, invita a adoptar en Naciones Unidas una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra. Conclusiones En términos generales, la agenda ambiental que se deriva del análisis de los distintos sistemas de integración, incluidos en este apartado, permiten obtener una fotografía de las temáticas principales que interesan a los actores involucrados, particularmente los gobiernos de los países miembros de cada bloque. Como se ha insistido a lo largo del texto, el comercio sigue siendo la liga transversal que subordina y teje las agendas de cada sistema, pero también se presentan otras transversalidades en ese sentido: • En cada sistema existen documentos marco, con base declarativa (acuerdos, protocolos, planes, estrategias, etc.) los cuales, con diferentes matices, adoptan la perspectiva del desarrollo sostenible y/o la sustentabilidad, lo cual hace de ambas perspectivas un discurso instalado oficialmente en la región. Sin embargo, en la operación concreta, la visión integral de ambos discursos se diluye de tal forma que el deterioro ambiental (que representa un todo social y natural) se aborda de manera casuística y fragmentada. • El peso de la gestión de la agenda ambiental de los sistemas recae sobre comisiones, grupos de trabajo, comités y consejos, formados por funcionarios y técnicos gubernamentales, con poca o nula participación de sectores ciudadanos. Aun cuando en algunos esquemas de integración existen vías de participación ciudadana, su influencia es pobre, se reduce a la exposición de quejas en torno a problemas ambientales locales y se ve disminuida por la lógica de la alta política (reuniones de ministros y grupos de trabajo especializados). • En todos los casos, se reconoce la necesidad de armonizar las políticas y acciones regionales de los países miembros para cuidar el medio ambiente; no obstante, en la práctica sólo se logran armonizar los proyectos con fuertes temáticas económicas, como son la promoción del comercio verde, la generación de energías renovables o los proyectos ligados a desastres. • La adaptación al cambio climático se fortalece como un factor clave para la toma de decisiones en todos los sistemas. Sin embargo, bajo la lógica de incorporar los efectos y no de revertirlos, ya que esto último 474

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implicaría una discusión sobre transformaciones de fondo al modelo de producción capitalista global. Si bien el cambio climático toma distintos énfasis y matices discursivos según la región (generación de energía renovable en el tlcan y Caricom; prevención de desastres en el sica y Mercosur y cuidado de la biodiversidad en la Comunidad Andina, protección de la madre tierra y buen vivir en el Alba); todos los sistemas de integración siguen operando sobre la base de energías no renovables y avanzan hacia la aceptación de las consecuencias que sobre la sociedad y la naturaleza traerá este fenómeno. • Todos los sistemas cuentan con informes, bases de datos y monitoreos sobre la degradación ambiental de sus regiones, generalmente muy extensos y rigurosamente documentados; pero en contraparte, más allá de diversos planes futuros, no existen informes integrales sobre los resultados concretos que han tenido las acciones emprendidas para resolver la problemática ambiental. Desde una visión ecopolítica, se comprueba que las agendas ambientales de los sistemas de integración no incluyen a la diversidad de actores que se están viendo afectados por la degradación ambiental, debido a la escasa lógica de representación, democratización y politización con la que operan; utilizan, pero no incorporan efectivamente, discursos de valoración ambiental alternativos (visiones culturales, comunitarias, éticas y ecosistémicas) más allá de la mera valoración económica, que intentan vestir de “verde”; tampoco incorporan toda la agenda social de los conflictos ecológicos distributivos que viven sus propias regiones, ni todas las demandas de los afectados ambientales directos; y no movilizan recursos en proyectos integrales que resuelvan, de manera multidimensional e interrelacionada, la recuperación de los ciclos ecológicos, quedándose únicamente en proyectos, que desde la visión económica, atienden secciones de las problemáticas y no un todo, tal como funciona en medio ambiente. Aún se encuentra lejos la incorporación de la ecología política, a los intereses de los sistemas de integración en América Latina y el Caribe. Bibliografía 4to Informe Estado de la Región Centroamericana en Desarrollo Humano Sostenible (2010). San José: Edit. Estado de la Nación, 2011. Agencia Boliviana de Información (abi) (2010). Alba-tcp conforma Comité Ministerial de Defensa de la Naturaleza. 4 de noviembre. Recuperado de: 475

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Apuntes para una ecología política de la integración en América Latina y el Caribe

José Esteban Castro Introducción América Latina y el Caribe pasan indudablemente por un momento excepcional en su historia en relación a las perspectivas de mayor integración de sus pueblos a través de la profundización de las relaciones económico-financieras, comerciales, culturales, de defensa, de infraestructura y, crucialmente, políticas. Es importante reconocer el carácter apasionante de la experiencia actual de los países de la región, especialmente, aunque no solamente en América del Sur. No es necesario excedernos en el romanticismo ni tampoco ignorar las contradicciones, errores, obstáculos y peligros, para partir de un hecho difícil de negar objetivamente: la región enfrenta el siglo xxi en condiciones inéditamente favorables a la consolidación de procesos de integración con grados de autonomía potencialmente importantes. En el plano institucional no puedo dejar de mencionar como ejemplos los procesos de integración en América del Sur, con la consolidación del funcionamiento de algunas esferas de acción del Mercado Común del Sur (Mercosur), incluyendo sus subregiones, y la creación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y a nivel del continente el lanzamiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (celac). Incluso la persona más escéptica o crítica de estos procesos deberá admitir que representan avances incuestionables en varias dimensiones del proceso de integración, notablemente en la coordinación de acciones entre países a nivel político institucional. Ahora bien, en este breve trabajo me preocupa discutir fundamentalmente algunas cuestiones relativas a la relación entre los procesos de in479

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tegración y de democratización sustantiva de las sociedades de la región, colocando el énfasis en los conflictos derivados de las desigualdades e injusticias socio-ambientales, percibidas o demostradas, que emergen en la mayoría de los países en el marco de dichos procesos. Mi argumento central en este capítulo consiste en afirmar que uno de los obstáculos y amenazas más complejos que enfrenta la integración democrática de la región —y en realidad el futuro mismo de la democracia substantiva en nuestros países— es la destrucción de la base material de nuestras sociedades, con la consecuente profundización de conflictos vinculados con la injusticia y la desigualdad socio-ambientales. Quiero aclarar que mi posicionamiento no parte del ambientalismo ni del ecologismo, sino que —como sugiere el título del capítulo— está anclado en los presupuestos de la ecología política. En esta perspectiva, la incorporación de la dimensión ambiental en el análisis y en la acción constituye un elemento fundamental en la lucha por la emancipación humana, particularmente contra la desigualdad y la injusticia en relación al acceso a los bienes y servicios y la protección contra las amenazas y peligros conectados con los procesos socio-naturales. El proceso de integración latinoamericano y caribeño, entendido como democrático en sentido sustantivo y no meramente formal, confronta en la problemática socio-ambiental uno de sus obstáculos más importantes y difíciles de superar. Con el objeto de facilitar el análisis he ordenado el texto en la forma de cuatro proposiciones. Proposición 1. Con independencia de la heterogeneidad de las tradiciones intelectuales y políticas y de las condiciones específicas que caracterizan a los distintos países y regiones, la dinámica central del proceso de integración yace en el avance y profundización de relaciones capitalistas de producción, distribución y consumo, y sus correspondientes expresiones socio-culturales y políticas. La evidencia sugiere que el proceso de integración está dinamizado fundamentalmente por la profundización de relaciones capitalistas, ya sea mediante la constitución de algunas autonomías emergentes como por la consolidación y expansión de heteronomías prexistentes. Proposición 2. La consolidación y avance de relaciones capitalistas ha estado históricamente vinculada con la destrucción y la expoliación, con efectos muchas veces irreversibles, de la base material de las sociedades humanas. El pasado de América Latina y el Caribe ha sido marcado por el intercambio ecológico desigual con las grandes potencias imperialistas, que está en la base de la deuda ecológica acumulada desde el siglo 480

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por dichos países y que incluye formas de depredación menos difundidas como el imperialismo tóxico y la biopiratería. Proposición 3. El proceso de integración en Sudamérica, con efectos potenciales en el resto de América Latina y el Caribe, está fundado en la consolidación y rápida expansión del crecimiento económico motorizado por un rol activo del Estado en apoyar a los actores capitalistas nacionales y transnacionales en los países que lideran el proceso. La creciente autonomía de los Estados de la región, reforzada en gran medida por el proceso de integración política, tiende a re-equilibrar en cierta medida la situación histórica de intercambio económico desigual que había sido profundizada por las políticas neoliberales desde la década de 1980. Sin embargo, las formas que asume el proceso de integración en el plano económico-productivo amenazan con profundizar las relaciones de intercambio ecológico desigual entre países y regiones y al interior de los propios países. Proposición 4. La destrucción de la base material que acompaña el proceso de intercambio ecológico desigual se presenta como una doble amenaza para el proceso de integración democrática en la región. Por una parte, la destrucción de la base material por definición constituye un obstáculo al propio modelo de integración fundado en la profundización de relaciones capitalistas, ya que erosiona los mismos fundamentos de la producción. Por otra, el proceso se ha constituido en uno de los motores de la producción y reproducción de desigualdades estructurales, en la forma de injusticia y desigualdad socio-ambientales, y como tal, en un obstáculo crucial al proceso de profundización de la democracia substantiva.

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Integración capitalista Proposición 1. Con independencia de la heterogeneidad de las tradiciones intelectuales y políticas y de las condiciones específicas que caracterizan a los distintos países y regiones, la dinámica central del proceso de integración yace en el avance y profundización de relaciones capitalistas de producción, distribución y consumo, y sus correspondientes expresiones socio-culturales y políticas. La evidencia sugiere que el proceso de integración está dinamizado fundamentalmente por la profundización de relaciones capitalistas, ya sea mediante la constitución de algunas autonomías emergentes como por la consolidación y expansión de heteronomías prexistentes. 481

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El análisis del proceso de integración nos invita a plantear una serie de cuestiones básicas: ¿qué integración? ¿Integración de qué y de quiénes? ¿Integración para qué y para quiénes? ¿Integración a qué costo? El costo, ¿es un costo para quién? No pretendo dar respuesta plena a esas preguntas en un breve capítulo, pero las mismas apuntan a una serie de cuestiones centrales que no pueden ser soslayadas aun cuando se defienda una visión positiva, incluso optimista del proceso de integración. Al menos es importante plantearse éstas y otras cuestiones similares en el marco del necesario debate racional que debe acompañar al proceso. En ese sentido, por ejemplo, a pesar de la retórica emitida desde el grupo de países que componen la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba), la dinámica de la integración regional es motorizada por el proceso de acumulación capitalista global, que impone determinaciones incluso a los países de dicha alianza, que defienden la construcción de un “socialismo del siglo xxi”. Esto no implica negar los avances de la democracia directa en Venezuela ni, desde luego, los logros históricos de Cuba en una serie de áreas clave para la democratización sustantiva de la sociedad como son la educación o la salud. Igualmente, no se trata de ignorar el avance significativo logrado por varios otros países de la región en la rápida reversión de las condiciones extremas de pobreza y la mejora del ingreso para amplios sectores de la población, hechos suficientemente documentados (cepal, 2009; Cornia, 2010; López-Calva y Lustig, 2010). Sin embargo, es muy importante despejar equívocos y desmitificar discursos: los procesos de integración en marcha en América Latina y el Caribe están insertos en y son sobre-determinados por las dinámicas del proceso de acumulación capitalista de escala global, que se encuentra en un momento de acelerada expansión y profundización en la región. Al mismo tiempo que deben reconocerse los avances democráticos concretos, logrados en un marco de gran heterogeneidad de formas culturales, institucionales, políticas y socio-económicas que caracterizan el proceso de integración en cada territorio nacional y regional, debe también señalarse que el carácter capitalista del proceso entraña consecuencias a distintos niveles, ciertamente en el plano socio-ambiental, que no pueden ignorarse. Vale la pena recordar aquí una conclusión de Norbert Elias sobre la tensión permanente entre la práctica y la estrategia, el corto y el largo plazo, y sobre todo en la relación entre conocimiento y acción en los procesos políticos:

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Apuntes para una ecología política de la integración en América Latina y el Caribe […] los gobiernos contemporáneos suelen afirmar —quizás en buena fe— que pueden superar los agudos problemas sociales de sus países “racionalmente” o “realísticamente”. Sin embargo, en la práctica lo que suelen hacer es llenar las lagunas de nuestro conocimiento empírico rudimentario sobre las dinámicas de las interrelaciones sociales con doctrinas dogmáticas, panaceas dictadas, o intereses partidarios de corto plazo. Tomando decisiones mayormente al azar, permanecen a la merced de los eventos, cuya secuencia los gobiernos entienden tan poco como su gobernados (Elias, 1978, p. 31).

Sintonizando la reflexión de Elias con el proceso de integración que analizamos, no se trata de cuestionar el compromiso político o ideológico ni las intenciones de líderes políticos, gobiernos o alianzas de países, para mencionar solamente a algunos de los actores relevantes, sino de la necesidad de un análisis objetivo de los procesos estructurales que enmarcan el proceso de integración al margen de las voluntades y deseos humanos. En la perspectiva de este artículo, esto implica muy particularmente la necesidad de mayor conocimiento acerca de las interrelaciones entre el proceso de integración democrática y la dimensión socio-ambiental. En relación con esto, la segunda pregunta, ¿integración de qué y de quiénes?, apunta precisamente a destacar la elevada heterogeneidad de regiones y actores, de tradiciones culturales y políticas, escalas, condiciones físico-naturales, procesos de formación estatal e institucional, y configuraciones de poder intra-, ínter-, y trans- estatal, entre otras cuestiones. Muy particularmente, entraña una consideración de las diversas tradiciones y prácticas históricas, incluyendo valores y expresiones culturales, de las relaciones que los distintos grupos humanos han establecido con la base material de sus sociedades en las regiones de América Latina y el Caribe. Por ejemplo, en el proceso de integración tenemos a los países y regiones andinos, en algunos de los cuales se ha dado un proceso radical de democratización que al menos en el plano del discurso da centralidad a tradiciones y valores culturales (como los del “Buen Vivir” en Bolivia y Ecuador, véase por ejemplo: Farah y Vasapollo, 2011; Gudynas, 2011) que no tienen un correlato fuerte en las tradiciones prevalecientes en sus vecinos del Cono Sur. Al mismo tiempo, dichas tradiciones andinas también contrastan fuertemente con las dominantes en, sólo por mencionar algunos casos, los diversos territorios del Brasil o de las áreas de México, Centroamérica y el Caribe. No se trata aquí de celebrar unas tradiciones sobre otras o establecer jerarquías entre ellas, sino simplemente de reconocer la extremadamente compleja diversidad de lo que

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se intenta integrar, incluso si reducimos el análisis a la dimensión socioambiental del proceso. Desde otro ángulo, en relación a la configuración del poder relativo de los distintos países en las relaciones ínter y transnacionales, la integración tiene lugar en el marco de la constitución de autonomías capitalistas emergentes y en la consolidación simultánea de heteronomías prexistentes, procesos que se encuentran interconectados. La emergencia de Brasil como un poder económico global y su consolidación como “locomotora” del crecimiento en América del Sur es, sin duda, el ejemplo más destacado de una autonomía capitalista emergente en pleno proceso de constitución. Por otra parte, la consolidación de heteronomías prexistentes se da notoriamente en el caso de México y la región centroamericana, que desde la década de 1990 ha visto crecer su dependencia con los Estados Unidos, ya sea a través del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá iniciado en 1994 como también mediante otra serie de procesos que incluyen la dependencia de países enteros de las remesas enviadas por sus emigrantes y la militarización regional bajo control de los Estados Unidos en el marco de la “guerra contra las drogas”, tomando en cuenta que esta última desde luego abarca también a países de América del Sur y particularmente Colombia (Delgado Wise y Ortega Breña, 2006; Gammage, 2006; Suárez Salazar y Ortega Breña, 2007). Por último, más allá de la retórica de la “integración de los pueblos”, que compartimos como ideal y como proyecto político, el análisis desapasionado nos sugiere que en las dimensiones centrales del proceso de integración en marcha prevalece la integración de intereses particulares, no siempre representantes de las mayorías populares, y no en menor medida los intereses de agentes sociales externos a la propia región que se integra. Estos son fundamentalmente intereses capitalistas, es decir, intereses que privilegian la acumulación privada de la ganancia y no la distribución social de los beneficios del desarrollo. Retomaremos este punto con algunos ejemplos posteriormente. Si se acepta la primera proposición sobre el carácter esencialmente capitalista del proceso de integración, podemos examinar en mayor detalle los obstáculos y amenazas que enfrenta el proceso de integración, entendido como un proceso democrático en sentido substantivo, no meramente formal.

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Las condiciones históricas Proposición 2. La consolidación y avance de relaciones capitalistas ha estado históricamente vinculada con la destrucción y la expoliación, con efectos muchas veces irreversibles, de la base material de las sociedades humanas. El pasado de América Latina y el Caribe ha sido marcado por el intercambio ecológico desigual con las grandes potencias imperialistas, que está en la base de la deuda ecológica acumulada desde el siglo xvi por dichos países y que incluye formas de depredación menos difundidas como el imperialismo tóxico y la biopiratería. Aunque sabemos que los seres humanos siempre han transformado el medio natural, con frecuencia con resultados negativos para el medio y para las propias sociedades humanas (De Vries y Goudsblom, 2002), la relación entre la expansión global del sistema capitalista y el incremento cuantitativo y cualitativo de los procesos de destrucción de la base material de la vida, cuando no de la vida misma, está suficientemente documentado. Particularmente el siglo xx fue una etapa de grandes transformaciones antropogénicas del medio ambiente con consecuencias para la vida en general y para la especie humana en particular que aún no alcanzamos a entender ni explicar cabalmente (McNeill, 2000; FischerKowalski y Haberl, 2007). Desde luego, la relación entre la producción capitalista y la destrucción ambiental, particularmente en relación a sus consecuencias para la vida y las posibles formas de resolución de los problemas (ej. reducción de la biodiversidad, contaminación, calentamiento global, agotamiento de bienes no renovables, etc.), han sido y siguen siendo objeto de un intenso debate. Aunque dado lo breve de este trabajo no podemos desarrollar este punto en detalle, cabe al menos mencionar por su relevancia para nuestro tema que existe un amplio abanico de posiciones y argumentos, respaldados en tradiciones intelectuales y políticas de larga trayectoria, sobre dichas cuestiones. Para simplificar, tenemos en un extremo a los representantes del determinismo tecnológico a ultranza, para quienes la destrucción de la base material por parte del sistema capitalista tiene solución dentro del marco del propio sistema: la solución es más desarrollo tecnológico. En esta posición coinciden tanto los defensores del capitalismo como algunos de sus críticos más acérrimos, hecho sofisticadamente analizado por el sociólogo portugués Hermínio Martins (Martins, 1996, 1998). En este extremo del debate, no importa si los árboles desaparecen o si el agua dulce se torna inservible para la vida, pues la tecnología nos permitirá 485

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crear soluciones artificiales, en última instancia incluso árboles y agua sintéticos, para resolver esas molestias. En realidad el propio cuerpo humano ya es objeto de dicha transformación tecnológica, con la capacidad creciente de remplazar tejidos e incluso órganos humanos por sustitutos artificiales. En la perspectiva de esta tradición de pensamiento es cuestión de tiempo y de políticas adecuadas que dejen en libertad completa a los actores capitalistas para que puedan desarrollar su inventiva y recrear el universo. Como lo dice el Director de Estudios de los Recursos Naturales del ultra liberal Instituto Cato en Estados Unidos: “No solamente el mundo es hoy sustentable, sino que es más sustentable que nunca antes, en el sentido de que las generaciones futuras serán herederas de un volumen mayor de capital natural y artificial que les permitirá satisfacer sus necesidades mucho mejor que las generaciones precedentes” (Taylor 1994, p. 49). Para Taylor, el debate de la sustentabilidad es una solución en busca de un problema. En el otro extremo, varias tradiciones intelectuales y políticas han insistido, al menos desde el siglo xix, en el proceso inherentemente destructor de la base material que caracteriza al capitalismo, hecho que fue conceptualizado por James O’Connor como la “segunda contradicción del capitalismo” (véanse también los trabajos de Schnaiberg y colegas: Schnaiberg, 1980; Schnaiberg y Gould, 1994; O’Connor, 1998). Si la primera contradicción enfrenta al capital con el proletariado, en la segunda el capital se enfrenta con la destrucción de su propia base material, de la que depende su existencia. Cabe aclarar que la toma de conciencia sobre este proceso de destrucción de la base material que caracteriza al sistema capitalista no ha sido, como algunos parecen pensar, un tema de socialistas y ambientalistas románticos que no entienden o no quieren entender las realidades económicas de la vida social. Desde la profundización del debate internacional sobre la existencia de “límites” ecológicos a la producción capitalista que se dio desde fines de la década de 1960, empresarios e intelectuales comprometidos con la democracia capitalista también han estado activamente involucrados en la tarea de investigar y demostrar no solamente la existencia de tales límites sino incluso que esos límites ya han sido superados y que la especie humana estaría viviendo “a crédito”, en términos ambientales. Desde luego, uno de los casos más notables y mejor conocidos es el del Club de Roma, que en 1972 publicó el ya clásico informe de investigación sobre “Límites al crecimiento”, un informe que cumple 40 años en 2012 y está dando lugar a un debate renovado (Meadows, Meadows et al., 1972; Club de Roma, 2012). 486

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Ahora bien, históricamente América Latina y el Caribe formaron parte de los territorios de la acumulación originaria ampliada de los países capitalistas centrales, y estuvieron sujetos a relaciones de intercambio desigual en los diversos planos, incluso el ecológico. Este hecho ha pasado del plano de la mera retórica antiimperialista y anticolonialista para formar parte de estudios rigurosos que inclusive han producido estimaciones de la deuda ecológica que los países industrializados han adquirido con el Sur Global, no solamente a través del saqueo colonial directo sino también a través de las formas más sutiles del intercambio ecológico desigual (véanse, entre otros autores: Bunker, 1984; Guha y Martínez-Alier, 1997; Hornborg, 1998; Martinez-Alier, 2002; Martínez-Alier y Olivares, 2003; Rice, 2007; Rice, 2007; Roberts y Parks, 2007; Nelson y Robertson, 2008; Jorgenson y Clark, 2009; Rice, 2009; Simms, 2009). Más recientemente, otros mecanismos de injusticia y desigualdad socio-ambiental, algunos también de larga data, han adquirido mayor peso como resultado de los avances tecnológicos en el marco del proceso de globalización capitalista, como por ejemplo el imperialismo tóxico y la biopiratería. El imperialismo tóxico se refiere a la transferencia, impuesta o negociada, de residuos tóxicos originados en un país, normalmente industrializado, a países pobres cuyos gobiernos aceptan el trato a cambio de una compensación o simplemente no tienen las condiciones de control y regulación que les permitan evitar la descarga de substancias tóxicas en sus territorios. En julio de 2009 el Diario Clarín publicó una noticia que ejemplifica el problema: “Descubrieron en tres aduanas brasileñas 1,600 toneladas con bolsas de sangre, preservativos, pañales usados y jeringas. Llegaban desde Gran Bretaña como plástico. El gobierno dice estar ‘furioso’ y ordenó repatriar los desechos” (Gosman, 2009). Este es un pequeño ejemplo de una práctica bien documentada y extendida a nivel mundial (Martinez-Alier, 2002). Sin embargo, el imperialismo tóxico también asume formas más sutiles, como por ejemplo la transferencia a otros países de cargas contaminantes integradas en los productos mercantilizados (Muradian, O’Connor et al., 2002). Por su parte, la biopiratería, que consiste en la apropiación de material y conocimiento biológico sin reconocimiento ni compensación, es una práctica antigua constituyente del “imperialismo ecológico”, un proceso en el cual los países de América Latina y el Caribe fungieron como un escenario central (Crosby, 1988; sobre el caso específico de Argentina, véase por ejemplo: Brailovsky y Foguelman, 2007). En tiempos recientes, la práctica ha alcanzado niveles elevados de sofisticación a través de los 487

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avances de la biotecnología y la ingeniería genética, notablemente en el campo de la bioprospección relacionada, por ejemplo, con la producción industrial de drogas comerciales y semillas genéticamente modificadas (Shiva, 2001). En este sentido, un artículo publicado en enero de 2007 en los Estados Unidos sobre el tema de la bioprospección, discutía “¿Quién tiene el derecho a las curas naturales?” (Vecchio, 2007). El artículo se refería al hecho que una empresa privada había logrado obtener una patente exclusiva para comercializar productos basados en las propiedades medicinales de la maca, un tubérculo que crece en las alturas andinas y que las comunidades quechuas han utilizado por siglos para aliviar el mal de altura y como afrodisiaco. El de la maca también es un ejemplo pequeño de un proceso global, en el cual los países de América Latina y el Caribe se han convertido en un territorio privilegiado en las disputas en torno a la bioprospección/biopiratería, en gran medida debido a la rica biodiversidad que caracteriza a la región (Peritore y Niles, 1992; Falcon y Fowler, 2002; Helfrich, 2002; Brailovsky y Foguelman, 2007). Integración e intercambio ecológico desigual Proposición 3. El proceso de integración en Sudamérica, con efectos potenciales en el resto de América Latina y el Caribe, está fundado en la consolidación y rápida expansión del crecimiento económico motorizado por un rol activo del Estado en apoyar a los actores capitalistas nacionales y transnacionales en los países que lideran el proceso. La creciente autonomía de los Estados de la región, reforzada en gran medida por el proceso de integración política, tiende a re-equilibrar en cierta medida la situación histórica de intercambio económico desigual que había sido profundizada por las políticas neoliberales desde la década de 1980. Sin embargo, las formas que asume el proceso de integración en el plano económico-productivo amenazan con profundizar las relaciones de intercambio ecológico desigual entre países y regiones y al interior de los propios países. El desarrollo económico está innegablemente relacionado con la creciente autonomía de los países de la región, particularmente los sudamericanos, y con el proceso de integración en marcha. Los aspectos positivos del proceso ya han sido comentados previamente y son objeto de un amplio reconocimiento internacional, particularmente en el caso de Brasil (ocde, 2010). Ahora bien, hay tres aspectos interconectados que 488

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deseo destacar en relación a esta tercera proposición y que tienen que ver con la continuidad, y en algunos aspectos profundización, primero de las relaciones históricas de intercambio ecológico desigual Norte-Sur y la emergencia de dinámicas similares Sur-Sur y, segundo, de la dependencia extrema del extractivismo y la explotación de materias primas que siguen caracterizando a las economías latinoamericanas. En tercer lugar, debe mencionarse el productivismo desarrollista renuente a incorporar la dimensión socio-ambiental, que caracteriza al pensamiento dominante en las elites políticas e intelectuales de América Latina, más allá del nivel discursivo en el que se suele incorporar la temática de la sustentabilidad en sus distintas vertientes, incluyendo el de la concepción del “Buen Vivir” de las tradiciones andinas. En relación al primer punto, la continuidad e incluso profundización de las relaciones históricas de intercambio ecológico desigual Norte-Sur y la emergencia de dinámicas similares Sur-Sur constituyen una barrera al proceso democrático de integración. Un ejemplo lo constituye la transferencia de actividades industriales “sucias”, prohibidas o extremadamente reguladas en los países centrales (lo que las vuelve económica o legalmente inviables en sus territorios), hacia los países de América Latina y el Caribe. El triste ejemplo de las “papeleras” que han estado en el centro de un conflicto con ribetes casi bélicos, al menos en el plano retórico, entre Argentina y Uruguay, es un caso en cuestión. El tema de los cultivos transgénicos, cuyo cultivo y consumo se encuentra prohibido en Europa por razones eminentemente democráticas (la mayoría de la población se opone a los mismos sobre la base de la información pública acerca de los peligros potenciales de dichos cultivos) pero que en América Latina se ha expandido prácticamente sin restricciones y frecuentemente sin siquiera controles de su impacto sobre la población. Otro caso es el de la minería a cielo abierto con uso de cianuro (y otras sustancias peligrosas, como el mercurio), prohibido en mayo de 2010 por el Parlamento Europeo en todo el territorio de la Unión Europea sobre la base del Principio Precautorio y de la Convención sobre la Biodiversidad adoptadas en la Declaración de Río de Janeiro de 1992 (Parlamento Europeo, 2010), que sin embargo es empleado por empresas mineras, en su mayoría con matrices en países del Norte pero también de capitales regionales, en toda América Latina y en otros países del Sur Global (Sibaud, 2012). Pero los problemas de intercambio ecológico desigual también se dan entre y al interior de países en el Sur, a veces como resultado de la apli489

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cación irregular de las normas regulatorias que favorecen la “migración” de actividades contaminantes a territorios con menos control y otras veces por una reproducción de la relación entre países industrializados y países proveedores de insumos productivos entre países y regiones de América Latina y el Caribe. Un ejemplo clásico ha sido la relación entre Brasil y Paraguay en torno a la energía eléctrica generada en la represa binacional de Itaipú, una situación de desigualdad que el presidente Lula da Silva contribuyó a revisar en negociaciones recientes con el presidente Lugo, precisamente en el marco del Mercosur. Sin embargo, acuerdos recientes entre Brasil y varios países limítrofes para la construcción de represas, por ejemplo, están siendo observados por algunos críticos como una forma de consolidación de relaciones ecológicamente desiguales entre los países. Informes procedentes del Centro de Información del Banco, una entidad basada en Washington que se dedica a monitorear las actividades del Banco Mundial incluyendo los impactos ambientales de los proyectos financiados, alertan sobre esta dimensión importante del proceso de integración. Por ejemplo, en relación a los acuerdos entre Brasil y Perú para la construcción de represas hidroeléctricas en la Amazonia peruana los críticos señalan que a Perú le correspondería el rol de proveedor de energía eléctrica y sufriría la mayor parte de los impactos ambientales en su propio territorio (Bank Information Center, 2011). En lo que concierne al segundo punto, es ampliamente reconocido que la dependencia extrema del extractivismo, incluyendo el energético (gas y petróleo) y la explotación de materias primas siguen caracterizando a las economías latinoamericanas, incluso a las más industrializadas como Brasil. Un informe reciente nos recuerda que mientras que los países industrializados, incluyendo a China, exportan principalmente manufacturas, los países “menos desarrollados” siguen dependiendo en forma extrema de la exportación de materias primas: 70% de los ingresos de exportación de los países latinoamericanos procede de materias primas agrícolas y minerales (pnuma, 2011, pp. 45-46). Este es un aspecto bien conocido que no tiene sentido repetir aquí, pero vale la pena destacar otros que son menos conocidos y que están interrelacionados con el punto anterior, el intercambio ecológico desigual. Por ejemplo, estudios recientes a nivel internacional que buscan incorporar la dimensión ambiental y, particularmente las externalidades ambientales del proceso de producción, colocan el énfasis en factores previamente ignorados en el “costo” de los productos de exportación, por ejemplo los cereales o la carne, pero también los productos industrializados. Es el caso por ejem490

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plo del “agua virtual”, término originalmente acuñado para conceptualizar el agua incorporada en los productos agrícolas de exportación en los países del Medio Oriente y África del Norte (Allan, 1998, 1999, 2002). El concepto de agua virtual ha disparado un debate muy importante a nivel internacional en el que se demuestra que la mayor parte del agua incorporada en los flujos de intercambio comercial no es contabilizada, lo cual en muchos casos toma la forma de un intercambio ecológico desigual, una transferencia de recursos no remunerada ni compensada (Chapagain y Hoekstra, 2004; Hoekstra, 2006, 2007). Lo mismo ocurre, como ya comentamos, con los flujos de contaminación incorporados en los productos comerciales (Muradian, O’Connor et al., 2002), y desde luego con las transferencias en calidad del suelo (ej. consumo de la fertilidad del suelo) que tienen lugar en estos intercambios. Como ya lo anticipara Marx a mediados del sigo xix, “todo progreso de la agricultura capitalista no es sólo un progreso en el arte de esquilmar al obrero, sino a la vez en el arte de esquilmar el suelo; todo avance en el acrecentamiento de la fertilidad de éste durante un lapso dado, un avance en el agotamiento de las fuentes duraderas de esa fertilidad” (itálicas en el original; Marx, 1985, p. 612). Países cuyas economías dependen en gran medida de las exportaciones de productos primarios como carne, cereales y otros productos agrícolas o de materias primas como minerales, maderas, y bienes similares son particularmente afectados por este tipo de intercambio ecológico desigual. Prácticamente todos los países de la región se caracterizan por este tipo de dependencia, que tiene la edad del propio capitalismo. En su fase actual, aspectos centrales del proceso de integración, como es la integración de transportes multimodal que forma parte tanto de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (iirsa) como del Proyecto Integración y Desarrollo Mesoamérica (Proyecto Mesoamérica), están profundamente comprometidos con la expansión de dicho modelo primario-exportador. El tercer punto, íntimamente ligado con los anteriores, es el del productivismo desarrollista renuente a incorporar la dimensión socio-ambiental, que caracteriza al pensamiento dominante en las elites políticas e intelectuales de América Latina. En este punto creo que es necesario distinguir entre el plano de la urgencia inmediata y el plano de la estrategia de largo plazo que presupone el proceso de integración. En el plano más inmediato, está claro que el resurgimiento de los países latinoamericanos de la profunda crisis social, económica y política de las últimas décadas es un logro extremadamente significativo que debe defenderse y 491

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consolidarse. Solamente pensar en que muchos de nuestros países emergieron de la larga noche de las dictaduras para entonces hundirse en la crisis promovida por las políticas neoliberales nos pone en una situación delicada, que a muchos quizás les impide adoptar una posición crítica en relación al proceso actual de recuperación, crecimiento económico e integración regional. Sin embargo, no puede soslayarse la necesidad de la crítica a las formas dominantes de desarrollo económico, que tienden a reproducir o incluso ampliar las tendencias históricas de intercambio ecológico desigual. Una forma concreta que asume el productivismo desarrollista se manifiesta en la división del trabajo, para llamarlo de alguna manera, que suele operarse entre los ministerios de los distintos países. Una tendencia importante es que el poder, materializado entre otras cosas en poder económico, se concentre en los ministerios a cargo de actividades “productivas”, como la agricultura, las industrias extractivas, o las grandes obras de infraestructura, mientras que los ministerios a cargo de temas “sociales” y “ambientales” suelen quedar rezagados, cuando no directamente subordinados en la práctica. Un ejemplo relevante es el de Marina Silva, la ex ministra de Medio Ambiente de Brasil desde el primer mandato del presidente Lula da Silva, quien fue recriminada incluso públicamente por Lula como responsable por la demora en el proceso de desarrollo del país. En el centro de las tensiones, que finalmente condujeron a la renuncia de la ministra en el mes de mayo de 2008, estaban la insistencia del ministerio a su cargo en la necesidad de completar el procedimiento de licenciamiento ambiental antes de autorizar emprendimientos (ej. grandes obras de infraestructura) y, fundamentalmente, la política destinada a frenar la deforestación en el Amazonas. El caso de Marina Silva es emblemático por su repercusión internacional, habiendo sido además la mano derecha de Chico Mendes y por lo tanto un símbolo no meramente de la lucha ambiental sino también de la lucha por los derechos de los trabajadores rurales y las comunidades indígenas. Sería un error reducir el caso de Marina Silva a una mera anécdota y mucho menos a una confrontación entre individuos, una ruptura entre un presidente y una ministra, o a un problema circunscrito al caso de Brasil, sino que más bien debe analizarse como parte de un proceso que asume formas diferentes a lo largo y ancho de América Latina y el Caribe. El ejemplo ilustra un patrón preponderante en la región, en la que por una parte gobiernos y empresas privadas asumen oficialmente el discurso de la sustentabilidad y la responsabilidad ambiental pero en la práctica la dimensión socio-ambiental continúa siendo postergada o incluso ignorada, 492

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ante lo que se percibe como cuestiones siempre más urgentes, es decir el desarrollo económico y el progreso material. Sin renunciar a la necesidad evidente de mejora material de las condiciones de vida de las sociedades latinoamericanas, es fundamental no perder la perspectiva y examinar con criterio la direccionalidad del proceso: integración (y progreso material), ¿de quiénes (quiénes son integrados)? ¿Para quién se integran las regiones (quién se beneficia)? ¿A qué costo (ambiental, económico, político y socio-cultural)? ¿Quién paga ese costo? ¿Cómo se paga? Estas y otras cuestiones apuntan a la relación fundamental que existe entre el proceso de integración y el proceso de democratización substantiva de la región, una relación que no podemos dar por sentada. La injusticia y la desigualdad ambientales Proposición 4. La destrucción de la base material que acompaña el proceso de intercambio ecológico desigual se presenta como una doble amenaza para el proceso de integración democrática en la región. Por una parte, la destrucción de la base material por definición constituye un obstáculo al propio modelo de integración fundado en la profundización de relaciones capitalistas, ya que erosiona los mismos fundamentos de la producción. Por otra, el proceso se ha constituido en uno de los motores de la producción y reproducción de desigualdades estructurales, en la forma de injusticia y desigualdad socio-ambientales, y como tal, en un obstáculo crucial al proceso de profundización de la democracia substantiva. Como se comentó anteriormente, la noción de “límites naturales” a la producción, es decir la toma de conciencia de que a pesar de la enorme capacidad científica y tecnológica desarrollada (y potencialmente alcanzable) por los seres humanos existen fronteras que impone la base material de las sociedades, no es meramente el producto de ambientalistas utópicos y profetas del apocalipsis ecológico sino que actores ilustrados, para llamarlos de alguna forma, entre los propios defensores de la democracia capitalista coinciden en el análisis, como en el caso ya mencionado del Club de Roma. En el mismo sentido, un informe reciente del Panel Internacional de Recursos de Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (pnuma) indica lo siguiente:

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José Esteban Castro […] al igual que en informes previos del Panel, la sobreexplotación de recursos, el cambio climático, los cambios en el uso del suelo, y la pérdida de biodiversidad se han elevado a la cima de las principales preocupaciones internacionales. Un resultado es que “la sustentabilidad” se ha convertido en un imperativo social y económico entre los gobiernos, las organizaciones internacionales y las empresas. Líderes en estos sectores ahora comprenden que el progreso hacia una economía más sustentable requiere una reducción absoluta en el uso de recursos a nivel global, mientras que el bienestar de los seres humanos demanda simultáneamente una expansión de las actividades económicas y una disminución de los impactos ambientales. El dilema de expandir las actividades económicas y simultáneamente reducir la tasa de uso de recursos y el impacto ambiental que tales usos puedan tener presenta un desafío muy serio a la sociedad (pnuma, 2011, pp. 7-8).

En relación a nuestro tema, inmediatamente surgen algunas cuestiones relacionadas con las conclusiones de este informe. ¿Es posible plantearse esta noción de “límites” en el contexto de la integración regional de América Latina y el Caribe? ¿No sería la aceptación de la existencia de tales límites una tácita aceptación de la imposibilidad del desarrollo, es decir, de la “expansión de las actividades económicas” que el propio informe del pnuma reconoce como un requisito para garantizar “el bienestar de los seres humanos” en nuestra región? En este sentido, un tema preocupante es en qué medida los “líderes” políticos y empresariales, para usar el lenguaje del informe del pnuma, del proceso de integración latinoamericano y caribeño también comprenden la necesidad de confrontar el dilema que presenta la necesidad de garantizar el bienestar de la población y simultáneamente proteger la base material de las sociedades de la región. El hecho de que una parte significativa de los conflictos sociales que tienen lugar en toda la región estén precisamente conectados en una forma u otra con la percepción y/o realidad efectiva de crecientes injusticias y desigualdades ambientales causadas entre otros factores por la minería a cielo abierto, las fumigaciones de cultivos transgénicos, la deforestación incontrolable, la biopiratería a veces negociada o por lo menos tolerada por los gobiernos, la imposición frecuentemente inconsulta e inclusive forzosa de la construcción de obras masivas de infraestructura que frecuentemente desplazan poblaciones enteras destruyendo sus lugares ancestrales y transformando irreversibles los ecosistemas, o la continua contaminación del aire, el suelo y el agua por actividades económicas no controladas o pobremente reguladas, sugiere que este dilema asume dimensiones aún más colosales en el contexto de nuestra región (Alimonda, 2002; Jasanoff, 2006; Brailovsky y Foguelman, 2007; Kuecker, 2007; van Dijck y den Haak, 2007; Carruthers, 2008; Newell, 2009; 494

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Urkidi Azkarraga, 2010; Zhouri y Laschefski, 2010; Pieck, 2011). Inclusive si asumimos que existen niveles de conciencia crecientes en los segmentos de liderazgo político y empresarial de América Latina y el Caribe sobre la naturaleza del desafío que se confronta, la evidencia sugiere que entre la toma de conciencia del dilema y la capacidad y/o voluntad de implementar acciones concretas al respecto existe un enorme vacío. Vaya como pequeño ejemplo —aunque no por eso menos impresionante— el caso del fallido intento de pasar una ley de protección de bosques en la provincia de Córdoba, Argentina, en 2010. Se estima que en el curso del siglo xx, Córdoba perdió 95% de su bosque serrano nativo, y el objetivo central de la ley propuesta por una alianza de sectores provinciales era impedir el avance de la deforestación promovido por la incursión acelerada de la agricultura sojera y otras actividades económicas (Barri y de Luca, 2009). La ley para proteger ese 5% de bosque nativo sobreviviente no logró ser aprobada y en su lugar la legislatura provincial pasó otra ley que ha sido denunciada por una amplia gama de actores pues convalida la continua deforestación de la provincia, a punto tal que la propia Defensoría del Pueblo de la Nación acaba de expresarse al respecto (La Voz del Interior, 2012). Desde ya, no se trata meramente de una confrontación entre ambientalistas preocupados con la preservación de la naturaleza en abstracto, por un lado, y de gobiernos y empresarios creadores de riqueza por el otro, como a veces se suelen plantear estas controversias en nuestras sociedades. Córdoba, una provincia semidesértica, ha visto seriamente agravada la situación ambiental en las últimas décadas y confronta —entre otras cuestiones— una crisis hídrica de gran magnitud, relacionada en gran medida con la deforestación extrema y el avance incontrolado de la agricultura intensiva. No sólo está en juego la sustentabilidad del propio modelo productivo cordobés sino que la misma calidad de vida de las personas ya está siendo seriamente afectada, lo cual sigue dinamizando recurrentes conflictos contra la injusticia y la desigualdad socio-ambientales derivadas de estos procesos. El ejemplo de Córdoba es un caso prominente, pero de ninguna manera constituye una excepción o rareza y más bien ejemplifica un patrón preocupante a nivel regional, ya que los conflictos socio-ambientales han pasado a ocupar un lugar central en nuestras sociedades y tienden a expresar la existencia de profundas contradicciones en el proceso de democratización regional.

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Conclusiones: democracia sustantiva y lucha socio-ambiental En función de lo anterior cabe plantearse algunas cuestiones adicionales: ¿en qué medida el proceso de integración en marcha presupone la profundización de los procesos de injusticia y desigualdad socio-ambiental? ¿Es posible plantearse un modelo de integración democrático que tenga como eje central el abatimiento de la injusticia y la desigualdad simultáneamente en las dimensiones social y ambiental? Por momentos, la dirección que toma el proceso en algunos países de la región, donde la movilización de comunidades afectadas por la minería, las represas, las fumigaciones, y otros problemas similares ha sido respondida incluso con represiones violentas en los casos más extremos y con discursos de desaprobación (por ejemplo, “quienes se oponen a la minería, se oponen al progreso”), nos lleva a plantearnos una serie de cuestiones potencialmente importantes para el futuro de la integración regional. ¿Será que en América Latina y el Caribe implícitamente se acepta la hipótesis del politólogo norteamericano Ronald Inglehart (1971) según la cual la preocupación por cuestiones ambientales pertenecería a la etapa pos-material del desarrollo social, una característica avanzada que aún se encuentra en el futuro distante para la mayoría de las sociedades menos desarrolladas? Aunque la hipótesis de Inglehart ha sido consistentemente rechazada en el plano del conocimiento (Brechin y Kempton, 1994; Brechin y Kempton, 1997; Dunlap y Mertig, 1997; Martinez-Alier, 2002), la práctica política, incluyendo la de los gobiernos progresistas en relación a los ejemplos mencionados más arriba, frecuentemente parece asumir dicha hipótesis como presupuesto de su política ambiental y de desarrollo. En relación con lo anterior, ¿será posible reconciliar la justicia y la igualdad sociales con la justicia y la igualdad ambientales? ¿Cuál es el “límite” o “umbral” aceptable de tolerancia a la injusticia y la desigualdad ambientales cuando éstas parecen incompatibles con la justicia y la igualdad sociales? ¿En qué situaciones sería legítimo subordinar la justicia y la igualdad ambientales a la justicia y la igualdad sociales? ¿Es posible plantearse esta disyuntiva desde una posición de democracia sustantiva, no meramente formal? Estas preguntas revisten gran relevancia, lo que queda de manifiesto particularmente en las grandes disyuntivas éticas y políticas que confrontan los gobiernos progresistas de la región en relación a las contradicciones entre sus políticas ambientales y de desarrollo económico. Valgan como ejemplos los conflictos generados por el pro496

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yecto de transvase del Río San Francisco en Brasil, el gasoducto transamazónico, la construcción de represas y la minería a cielo abierto en los diversos países de la región, la introducción de cultivos transgénicos, la continua deforestación, la destrucción de la biodiversidad y de la fertilidad de las mejores tierras del continente, la privatización y mercantilización del agua y sus servicios esenciales (aunque con otros nombres, como las “asociaciones público-privadas”), la gestión pública de los desastres “naturales”, el tema nuclear (no debatido seriamente por los países de la región), o el impacto social de los procesos de cambio climático. Con el afán de contribuir al debate crítico, en primer lugar, sería conveniente examinar la existencia de obstáculos epistemológicos e inobservables que frenan tanto el avance de la producción de conocimiento como la acción práctica sobre estos problemas. Específicamente es importante revisar los presupuestos de las tradiciones desarrollistas que predominan en la región, de gran vigencia en la actualidad, a la luz de los debates recientes a nivel internacional, incluyendo el debate latinoamericano, sobre la insustentabilidad del modelo de desarrollo prevaleciente. En segundo lugar, es importante discutir el repliegue del pensamiento y la acción políticos al “presente”, con un predominio de las visiones hodiocéntricas, ahistóricas, características de la economía neoclásica y de las tecno-ciencias pero que en las últimas décadas han permeado también a las ciencias sociales y a las estrategias de los sectores progresistas comprometidos con la justicia social. ¿Cómo recuperar la capacidad de distanciamiento crítico con respecto a la realidad inmediata, la perspectiva histórica, el análisis de los futuros posibles? En tercer lugar, y para concluir, cabe plantearse el problema en su dimensión ética, y muy especialmente en relación al proceso de autonomización del plano moral y la subordinación de los valores al plano instrumental en nombre del “realismo”, la “eficacia” y el pragmatismo político que caracterizan en gran medida la relación entre política ambiental y desarrollo social, tanto en la teoría como en la práctica. Una política democrática que tienda a abarcar el conjunto, en perspectiva de largo plazo, requiere la superación de las contradicciones aparentemente irresolubles entre los requerimientos de la justicia y la igualdad ambientales y sociales. A su vez, en el plano intelectual este desafío requiere una ruptura epistemológica que permita alcanzar niveles más elevados de coordinación interdisciplinaria en la producción de conocimiento científico sobre las relaciones sociedadnaturaleza, un proceso en el que las ciencias sociales latinoamericanas están llamadas a desempeñar un papel central. 497

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Compilados por Alicia González Rojano Título: 30 años de integración comercial en la aladi Institución: aladi Fecha de elaboración: junio 2012 Formato: pdf Liga: http://www.aladi.org/nsfaladi/arquitec.nsf/documentos/$file/ Estudio%2030%20a%C3%B1os%20integracion%20comercial%20 menor.pdf Título: Evolución del comercio intraindustrial en la aladi Autor: aladi/sec/Estudio 201 Institución: aladi Fecha de elaboración: marzo 2012 Formato: pdf Liga: http://www.aladi.org/nsfaladi/estudios.nsf/15E01BE9C99D7623032579DB005B89B3/$FILE/Libro_Evoluci%C3%B3n_comercio_ intraindustrial_ALADI.pdf Título: Evolución del comercio negociado 1993-2010 Autor: aladi Institución: aladi Fecha de elaboración: marzo Formato: pdf (libro enviado por solicitud) Liga: http://www.aladi.org/nsfaladi/estudios.nsf/vwestudiosydocumentosweb/0421A699E498FA5A032579DB005B97DB

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Título: Deudas ilegítimas, crisis mundial y alternativas Autor: Alai, Fedaeps Institución: América Latina en Movimiento Fecha de elaboración: Octubre 2011 Formato: html Liga: http://fedaeps.org/economia-critica-10/deudas-ilegitimas-crisismundial-y?var_mode=calcul Título: Revista América Latina en Movimiento, núm. 476. Capital transnacional vs. Resistencia de los pueblos Autor: América Latina en Movimiento Institución: América Latina en Movimiento Fecha de elaboración: junio 2012 Formato: pdf Liga: http://alainet.org/publica/476.phtml Título: La década de América Latina y el Caribe, una oportunidad real Autor: Luis Alberto Moreno Institución: Banco Interamericano de Desarrollo Fecha de elaboración: 2011 Formato: pdf Liga: http://www.iadb.org/research/pub_desc. cfm?language=Spanish&PUB_ID=IDB-BK-102 Título: Panorama de la efectividad en el desarrollo Autor: Banco Interamericano de Desarrollo Institución: Banco Interamericano de Desarrollo Fecha de elaboración: 2011 Formato: pdf Liga: http://www.iadb.org/publications/index.cfm?lang=es Título: Institutos tecnológicos públicos en América Latina: una reforma urgente Autor: Bitran, Eduardo; González Urrutia, Cristian M. Institución: Documentos de trabajo, Banco Interamericano de Desarrollo Fecha de elaboración: junio 2012 Formato: pdf

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Liga: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument. aspx?docnum=36910088 Título: Agenda Ambiental Andina 2012-2016 Autor: Secretaría General de la Comunidad Andina Institución: Secretaría General de la Comunidad Andina Fecha de elaboración: junio 2012 Formato: pdf Liga: http://www.comunidadandina.org/Upload/201261117149agenda_ ambiental2012-2016.pdf Título: La can en cifras 2012 Autor: Secretaría General de la Comunidad Andina Institución: Secretaría General de la Comunidad Andina Fecha de elaboración: mayo 2012 Formato: pdf Liga: http://www.comunidadandina.org/Upload/2012521191328can_ cifras_2012.pdf Título: Políticas de mercado de trabajo y de pobreza rural Autor: Fernando Soto Baquero y Emilio Klein Institución: cepal. oit, fao, onu Fecha de elaboración: 2012 Formato: pdf Liga: http://www.fao.org/alc/file/media/pubs/2012/politicas_mercado_ trabajo_i.pdf Título: Cambio estructural para la igualdad: Una visión integrada del desarrollo Autor: cepal Institución: cepal Fecha de elaboración: junio 2012 Formato: pdf Liga: http://www.cepal.org/pses34/noticias/ documentosdetrabajo/4/47424/2012-SES-34-Cambio_estructural.pdf Título: Población, territorio y desarrollo sostenible: síntesis Autor: Celade, División de Población de la cepal Institución: Celade, División de Población de la cepal Fecha de elaboración: 2012 505

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Formato: pdf Liga: http://www.cepal.org/publicaciones/xml/2/46802/Poblacion.pdf Título: Eslabones de la desigualdad. Heterogeneidad estructural, empleo y protección social Autor: Comisión Económica para América Latina y el Caribe Institución: Comisión Económica para América Latina y el Caribe Fecha de elaboración: 2012 Formato: pdf Liga: http://www.cepal.org/publicaciones/xml/2/47382/Eslabones_de_la_ desigualdad.pdf Título: Informe macroeconómico de América Latina y el Caribe. Junio de 2012 Autor: Comisión Económica para América Latina y el Caribe Institución: Comisión Económica para América Latina y el Caribe Fecha de elaboración: 2012 Formato: pdf Liga: http://www.cepal.org/publicaciones/xml/5/46985/informe-macroeconomico.pdf Título: La sostenibilidad del desarrollo a 20 Años de la Cumbre para la Tierra: avances, brechas y lineamientos estratégicos para América Latina y el Caribe Autor: cepal, onu-Hábitat, pnud, unesco, unfpa, unicef, unifem Institución: Comisión Económica para América Latina y el Caribe Fecha de elaboración: 2012 Formato: pdf Liga: http://www.cepal.org/publicaciones/xml/7/46097/2012-65-RIO+20-ESPANOL-WEB.pdf Título: Los países menos adelantados. Informe de 2011. La contribución potencial de la cooperación Sur-Sur al desarrollo incluyente y sostenible Autor: unctad-onu Institución: unctad-onu Fecha de elaboración: 2011 Formato: pdf Liga: http://archive.unctad.org/sp/docs/ldc2011overview_sp.pdf 506

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Título: Perspectivas de la economía mundial. Reanudación del crecimiento, peligros persistentes Autor: fmi Institución: fmi Fecha de elaboración: abril de 2012 Formato: pdf Liga: http://www.imf.org/external/spanish/pubs/ft/weo/2012/01/pdf/texts. pdf Título: Situación y perspectivas de la economía mundial 2012 Autor: Banco Mundial Institución: Banco Mundial Fecha de elaboración: enero 2012 Formato: pdf Liga: http://www.un.org/en/development/desa/policy/wesp/wesp_current/2012wesp_es_sp.pdf Título: Informe sobre el Comercio y el Desarrollo, 2011. Panorama General Autor: unctad- onu Institución: onu Fecha de elaboración: 2011 Formato: pdf Liga: http://unctad.org/es/Docs/tdr2011overview_sp.pdf Título: Estado de la situación de la integración económica centroamericana Autor: Secretaría de Integración Económica Centroamericana Institución: Secretaría de Integración Económica Centroamericana Fecha de elaboración: febrero 2012 Formato: pdf Liga: http://www.sieca.int/site/VisorDocs.aspx?IDDOC=Cache/17990000002915/17990000002915.swf Título: Integración Económica y Unión Aduanera Autor: Secretaría de Integración Económica Centroamericana Institución: Secretaría de Integración Económica Centroamericana Fecha de elaboración: mayo 2012 Formato: pdf 507

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Liga: http://www.sieca.int/site/VisorDocs.aspx?IDDOC=Cache/17990000004349/17990000004349.swf Título: Recuperación del comercio de eeuu con América Latina y el Caribe Autor: Antena del sela Institución: sela Fecha de elaboración: primer trimestre 2012 Formato: pdf Liga: http://www.sela.org/attach/258/default/Antena_101_1er_Trimestre_2012.pdf Título: El actual panorama económico mundial y sus implicaciones para América Latina y el Caribe Autor: Nueva época. Reanudación de la serie “Notas Estratégicas” Institución: sela Fecha de elaboración: Edición N° 1. Febrero de 2012 Formato: pdf Liga: http://www.sela.org/attach/258/default/BOLETIN_NOTAS_ ESTRATEGICAS_.pdf Título: ¿Olvidados por el G20? Cómo la desigualdad y la degradación medioambiental amenazan con excluir a las personas pobres de los beneficios del crecimiento económico Autor: Richard Gower, Caroline Pearce y Kate Raworth Institución: Oxfam Fecha de elaboración: 19 de enero de 2012 Formato: pdf Liga: http://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/bp157-left-behind-by-the-g20-190112-summ-es.pdf Título: El lado oscuro del comercio mundial de cereales. El impacto de las cuatro grandes comercializadoras sobre la agricultura mundial Autor: Sophia Murphy, David Burch y Jennifer Clapp. Institución: Oxfam Fecha de elaboración: 7 de agosto de 2012 Formato: pdf Liga: http://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/rr-cereal-secretsgrain-traders-agriculture-30082012-es.pdf 508

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Título: Decisión sobre la suspensión del Paraguay en el Mercosur en aplicación del protocolo de Ushuaia sobre compromiso democrático Autor: Secretaria Mercosur Institución: Mercosur Fecha de elaboración: 29 de junio de 2012 Formato: pdf Liga: http://www.mercosur.int/innovaportal/file/4496/1/ver_adjunto.pdf Título: Declaración sobre la incorporación de la República Bolivariana de Venezuela al Mercosur Autor: Secretaria Mercosur Institución: Mercosur Fecha de elaboración: 29 de junio de 2012 Formato: pdf Liga: http://www.mercosur.int/innovaportal/file/4501/1/vzl.pdf Título: ¿Transformación democrática o control político? Análisis comparado de la participación ciudadana institucional en América del Sur Autor: Cecilia Schneider y Yanina Welp Institución: Íconos. Revista de Ciencias Sociales, núm. 40. Nuevas instituciones participativas y democráticas en América Latina Fecha de elaboración: 2011 Formato: pdf Liga: http://www.flacso.org.ec/docs/i40schneider.pdf Título: Río + 20: Hacia otro relato Autor: Maria Elena Saludas Institución: Observatorio Internacional de la Deuda Fecha de elaboración: 17 de junio de 2012 Formato: html Liga: http://www.oid-ido.org/article.php3?id_article=1305 Título: América Latina: avances y desafíos de la nueva arquitectura financiera regional Autor: Hugo Arias Palacios Institución: Observatorio Internacional de la Deuda Fecha de elaboración: 11 de marzo de 2012 Formato: html Liga: http://www.oid-ido.org/article.php3?id_article=1271 509

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Título: América Latina y una crisis mundial sin superación Autor: Jorge Marchini Institución: Observatorio Internacional de la Deuda Fecha de elaboración: 25 de febrero de 2012 Formato: Word Liga: http://www.oid-ido.org/article.php3?id_article=1252

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Anuario de la integración latinoamericana y caribeña 2010 se terminó de imprimir en octubre de 2014 en los talleres de Ediciones de la Noche Madero 687, Zona Centro Guadalajara, Jalisco. El tiraje fue de 500 ejemplares. www.edicionesdelanoche.com

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