Anarquismo Budista: el Despertar de la Utopía Revolucionaria

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J. R. Ritzinger, The Awakening of Faith in Anarchism: A forgotten chapter in the Chinese Buddhist Encounter with Modernity.
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Anarquismo Budista: el Despertar de la Utopía Revolucionaria
El Maitriyana es la figura central de la creación de una Espiritualidad Postmoderna, involucrándose en un movimiento radical de lucha contra los cuatro males del mundo: la guerra, la injusticia, la ignorancia y la contaminación. Esta perspectiva revolucionaria del Anarquismo Budista representa significativamente la culminación de dos mil seiscientos años de desarrollo y evolución espiritual del ser humano. En concordancia con el Maestro Taixu, en el Maitriyana existe una síntesis del Discurso Libertario, que no es más que la sorprendente convergencia de las tradiciones o narrativas revolucionarias de Gautama y Kropotkin.
En tanto que opera más allá de la ideología, política y religión, el Anarquismo Budista es una forma de pensamiento socialista superior con la capacidad de revelar el futuro de la humanidad en el aquí y ahora. De este modo, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) es una de los líderes más importantes del mundo, siendo el centro mismo de la reforma espiritual de la sociedad en su entrada a la era socialista. Así, el maestro espiritual es responsable de innovaciones claves para la Salvación del mundo, simultáneamente reorientando a las distintas tradiciones hacia el desarrollo y práctica de una Espiritualidad Humanitaria con un compromiso con el mundo. Por lo tanto, al estar más allá de la metafísica y del nihilismo, el Camino Medio del Maitriyana porta la antorcha del Budismo de la vida humana (rensheng fojiao). Esto implica que el Propósito (Dharma) del Anarquismo Budista se define apropiadamente como la construcción de una Tierra Pura (Renjian Jingtu) o Reino de la Rectitud en el mundo, pues las enseñanzas de Gautama y Kropotkin apuntan a la Liberación tanto del sujeto como de la sociedad entera. Al igual que el Maestro Taixu, el Maitriyana prepara y entrena a una generación de pensadores capaces de influenciar éticamente a la humanidad, confrontando al Poder mundano a través de la fuerza de la sabiduría compasiva (prajña-karuna). La articulación Gautama-Kropotkin posiciona al Anarquismo Budista como una formación supraintelectual que supera a todas las previas formas de revolución socialista, pero también muestra una dedicación profunda a reformar radicalmente la tradición espiritual. Del mismo modo que el Maestro Taixu desempeñó un rol significativo en la historia del movimiento radical budista en China, el Maitriyana inicia una revolución metapolítica abierta a toda la humanidad, pues encarna el Propósito (Dharma) de los intereses por el bienestar general del mundo. El Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) es entonces una figura trascendental en la formación y desarrollo de un pensamiento supraintelectual para una sociedad libre e iluminada, examinando a los problemas globales a través de la lupa radical de la contemplación revolucionaria (kakumeizen). Esto demuestra que el Anarquismo Budista, por medio de la articulación Gautama-Kropotkin, es un capítulo muy importante en el umbral de la postmodernidad, reconociendo que la sociedad es el producto de fuerzas históricas que pueden ser transformadas por medio del ejercicio de la meditación libertaria. En la metapolítica del Maitriyana, la Cura (Nirvana) de la sociedad se convierte en el proyecto primario de la Espiritualidad. Por ello, las enseñanzas del Maestro Taixu revelan las sorprendentes concordancias entre los proyectos libertarios de Gautama y Kropotkin, fundando un Discurso Analítico Existencial Libertario (Buddha-Dharma-Sangha) capaz de lograr el Gran Despertar (Maha Bodhi) del mundo.
El Anarquismo Budista es un pensamiento metapolítico radical pero también es una práctica espiritual para la vida cotidiana, entrenando al aprendiz por medio de la contemplación revolucionaria (kakumeizen) sobre cuestiones como la causa de los males del mundo y también sobre sus posibles antídotos. En efecto, el sujeto puede alcanzar la Cura (Nirvana) tras vivenciar la visión reformista de la sabiduría compasiva (prajña-karuna), logrando la realización verdadera del Propósito (Dharma). Esto hace que el Maitriyana valore los aportes revolucionarios de Kang Youwei, Tan Sitong y Liu Sifu, enseñando al aprendiz a alejarse de una vida de reclusión para desencadenar el Deseo de salvar a todos los seres, lo cual cultiva claramente a la Espiritualidad Socialmente Comprometida. El Propósito (Dharma) original del maestro espiritual es crear una sociedad comunal (sangha) basada en la educación del conocimiento cumbre (satori). En este sentido, al igual que la obra del Maestro Taixu, una escuela de Espiritualidad Reconciliadora es una alianza revolucionaria (Tongmeng Hui), funcionando como una base de operaciones para el desarrollo progresista y radical de las enseñanzas de Gautama, Bakunin, Proudhon, Kropotkin y Marx, quienes indudablemente son la linterna para un nuevo siglo (Xin shiji). De esta manera, el Anarquismo Budista puede ser abordado a través de la democracia social, valorando la visión libertaria de la Igualdad (Heng bao) y la Justicia Natural (Tianyi bao) que estuvo presente en los valores de las antiguas tradiciones culturales de India y China, pero que luego se han perdido en el tiempo. Esto explica el motivo por el que el Maitriyana es iconoclasta y cosmopolita, estando involucrado en un movimiento revolucionario mundial que busca liberar a los pueblos de la opresión gubernamental o religiosa. El centro de la visión radical del Anarquismo Budista es el desarrollo del Despertar (Bodhi) de la sociedad, promoviendo una revolución post-utópica fundada en los principios libertarios de las enseñanzas de Gautama y Kropotkin. En este sentido, la obra del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) es el triunfo de la interpretación socialista libertaria, la cual fue el Discurso radical y revolucionario más importante de China en 1920.
A pesar de que ser un seguidor del Maitriyana implica la posibilidad de ser asesinado por el Poder mundano, dado que los gobiernos suelen ordenar arrestos o asesinatos hacia los que quieren construir una sociedad mejor, convertirse en un mártir no es un inconveniente para el sujeto que genuinamente desea salvar al mundo. Por lo tanto, el maestro espiritual no se involucra en la política mundana, aunque ciertamente nunca pierde la visión revolucionaria y radical de la Espiritualidad Libertaria, la cual es el emerger del Anarquismo Budista. Aquí, la experiencia del conocimiento cumbre (satori) es el clímax del utopismo revolucionario. En efecto, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) se involucra intensamente en la recuperación de un comunismo perdido, que esencialmente no es más que la armonía e interexistencia entre los seres humanos y la Tierra (Gaia). El proceso de la Cura (Nirvana) de la sociedad produce entonces la declaración de independencia de los pueblos frente a la civilización capitalista y materialista, al mismo tiempo que se abre el Camino hacia el oportuno establecimiento de una república democrática global sin precedentes en la historia de la humanidad. Este tipo de comunidad planetaria es una sociedad con una ética avanzada, por lo que el Maitriyana es el grupo libertario más influyente en la construcción de un mundo consciente. Sin embargo, para poder realizar el Propósito (Dharma) socialista libertario fundado por Gautama y Kropotkin el aprendiz debe estar ideológicamente vacío, estando a favor de un enfoque abierto a la revolución constante. Esto implica no apuntar al mero objetivo del comunismo estatal sino abrazar la visión del socialismo puro (chuncui shehuizhuyi) que es inherente al Anarquismo Budista. De este modo, la metapolítica del Maitriyana no apunta a crecer rápidamente en el número de miembros o seguidores, pues no es un partido político mundano, sino que más bien busca responder al llamado del bien de la comunidad, tal y como lo hizo el Maestro Taixu con sus posiciones e ideas revolucionarias. El maestro espiritual es entonces un prominente líder de la visión socialista pura, transmitiendo el No-gubernamentalismo o Anarquismo Budista (wuzhengfuzhuyi fo) como la plataforma única para la Salvación del mundo. Así, la idea central de este pensamiento son los tres vacíos (san wu): ausencia de Estado, ausencia de religión y ausencia de familia, pues estas tres instituciones albergan cultura opresiva, falso dualismo y jerarquía alienante, por lo que al lograr la evanescencia de estos males puede establecerse una nueva sociedad basada en los valores espirituales de la Libertad (Ziyou), Igualdad (Pingdeng) y Fraternidad (Bo'ai). En concordancia con el Maestro Taixu, el Maitriyana transmite esta visión radical porque es la mejor manera de construir un futuro utópico revolucionario, afirmando así un desacuerdo profundo hacia la civilización capitalista y simultáneamente asentando las bases para el establecimiento de una república democrática global capaz de traer esperanza para las generaciones futuras. Esto significa que el Anarquismo Budista es un paso en el Camino hacia el progreso y la evolución espiritual del mundo, superando las frustraciones producidas ante la falta de ideales éticos de los gobiernos que únicamente apuntan a concentrar el Poder en sus propias manos. Por ello, la visión libertaria del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) suele considerar a los presidentes como dictadores en lugar de representantes del pueblo, no soliendo rechazar a un presidente en específico sino más bien al gobierno en sí mismo. La causa de la desilusión que suelen experimentar los pueblos hacia sus gobiernos se debe a que los gobernantes no son más que oportunistas buscando fama, poder o dinero, en lugar de ser héroes abnegados o revolucionarios humildes que trabajan por la felicidad y el bienestar de la sociedad.
El Maitriyana afirma que las fallas de los gobiernos no se deben tanto a las características de los sujetos que lo componen, pues más bien toda forma de gobierno es inherentemente opresiva. Así, al igual que la posición del Maestro Taixu, el Anarquismo Budista es una forma de socialismo puro que se diferencia rotundamente del comunismo estatista o autoritario (guojia shehuizhuyi pai), considerando que la Libertad (Ziyou) tiene que ser tanto la meta última como el Camino mismo hacia la evolución de la humanidad, pues tanto los medios como los fines deben ser consistentes entre sí. Por lo tanto, la democracia y la libertad de expresión son elementos trascendentales en la implementación de las ideas metapolíticas del maestro espiritual, cuyo Propósito (Dharma) es siempre liberar a los demás de una forma correcta y adecuada, en lugar de apelar a la maquinaria opresiva del Estado como lo hizo Yuan Shikai. Esta armonía entre las formas y los objetivos es un rasgo prominente del Maitriyana y su articulación Gautama-Kropotkin, la cual enseña al aprendiz a desarrollar la Consciencia (Liangxin), la Libertad e Igualdad (ziyou pingdeng) y también la Gran Unidad (Datong).
El compromiso del Anarquismo Budista es claramente compartir un manifiesto comprensivo y sistemático que muestra la senda hacia un mundo mejor a través de los medios del pacifismo, la justicia social, la educación y la ecología, los cuales son vías prácticas hacia el Despertar (Bodhi) del pueblo. Éste trabajo es la gran pasión eterna del Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva), incluso sabiendo que tal vez sea una búsqueda que pueda quedar inconclusa (weiwan). En este sentido, al igual que la visión del Maestro Taixu, el Maitriyana es un pensamiento espiritual radical que combina las profundas enseñanzas de Gautama y Kropotkin con el Propósito (Dharma) de lograr la Cura (Nirvana) de los cuatro males del mundo que son la guerra, desigualdad, la ignorancia y la contaminación, siendo todos estos algo que emerge directamente de las estructuras opresivas de la familia, la religión y el Estado, las cuales suelen instaurar el status quo del egoísmo, el dualismo y el consumismo. En efecto, la sociedad tiende a la diferenciación por medio de la adjudicación de categorías, rótulos o estatus. De esta manera, el maestro espiritual ayuda al sujeto a desidentificarse y convertirse en un ser sin ropajes, alcanzando su potencial pleno a través de esta nueva educación espiritual desapegada de la autoridad estatal. A diferencia del Poder mundano y su explotación del pueblo, el Anarquismo Budista realmente busca la Liberación de la sociedad frente a las ilusiones del nacionalismo y el imperialismo, afirmando una doctrina rebelde y transformadora que instaura el Reino de la Rectitud en el aquí y ahora para todos los seres. En concordancia con el Maestro Taixu, el Maitriyana argumenta que la transición desde la monarquía al sistema de república sólo ha cambiado la superficie simbólica de la sociedad, manteniendo intacto en lo profundo a las dinámicas opresivas subyacentes que no hacen más que quitarle al pueblo su Poder de Elección, posicionando a gobernantes que sólo siguen a su propia ambición a través de la corrupción, el conflicto y la violencia. Por lo tanto, la crítica al Estado que realiza el Anarquismo Budista también se extiende al sistema de la familia (zongfa), pues ambos usan categorías o nombres jerárquicos que definen opresivamente el estatus y las relaciones sociales del ser humano, poniéndole ataduras (jie) a la Libertad (Ziyou), Igualdad (Pingdeng) y Fraternidad (Bo'ai). A partir de este sistema maligno que es la familia surge el dualismo y la oposición entre el oprimido y el opresor, aunque la sociedad suele considerar a este sistema como natural y bueno. De esta manera, el Maitriyana tiene la preocupación libertaria por la superación de la división social, la cual es el origen de la desigualdad y los grandes conflictos bélicos. El establecimiento de la evanescencia de las jerarquías estatales y familiares libera al aprendiz del status o rol, curando entonces la división social de la humanidad, pues sin los límites o ataduras definidas por el Estado, la religión y la familia, el sujeto puede iniciar un proceso de colapso del sistema de alienación interior y exterior. Dado que las divisiones entre los pueblos conducen al conflicto y la guerra, la Gran Unidad (Datong) promovida por el Anarquismo Budista es la Vía Única (Ekayana) para la paz mundial y la transformación de la historia. En efecto, el proyecto metapolítico revolucionario del Maitriyana no hace más que desocultar el estado fundamental de Liberación e Integración de la humanidad que suele estar ocultado por el egoísmo, dualismo y consumismo. Pero cuando el aprendiz se desapega de estos males o ataduras, entonces puede comprender la Libertad (Ziyou), Igualdad (Pingdeng) y Fraternidad (Bo'ai) que subyace a todas las diferencias. En concordancia con el Maestro Taixu, el Anarquismo Budista denomina al Estado, la religión y la familia como sistemas malignos (e zhidu) o costumbres malignas (e xiguan) que no sólo representan ataduras sino también una falsa moralidad (wei daode). Esto implica que el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) denuncia a la moralidad de la sociedad como un mecanismo de protección del mal, como sucede con el caso de la lealtad política hacia el presidente en algo que no es más que la complicidad y búsqueda de la propia supervivencia, o también como lo que ocurre con el caso del policía y su compromiso hacia las leyes opresivas que permiten el asesinato de gente. Por ello, la rectitud o ética del Desapego se convierte en el Camino de purificación de los males tiránicos del Estado, la religión y la familia. Frente al Poder opresivo y la falsa moralidad, el maestro espiritual establece que estos son originados por la codicia, el odio y el engaño que son propios del nivel de la mente ordinaria. Así, la Cura (Nirvana) de la sociedad acontece únicamente cuando el sujeto se ha desidentificado del apego, la aversión y la inconsciencia.
El Maitriyana enseña que la verdadera naturaleza de la consciencia es el Despertar (Bodhi), por lo que el estado de consciencia ordinario (ECO) o mente no-iluminada es realmente un velo que oculta la Verdad del Ser: el aprendiz es esencialmente libre y responsable de sus acciones. En este sentido, la gran ignorancia o inconsciencia (avidya) combatida por la meditación libertaria es aquella que oculta este Propósito (Dharma) de Liberación. De este modo, al igual que el Maestro Taixu, el Anarquismo Budista afirma que la consciencia ordinaria está estructurada en torno a la mente de la avidez egoísta (siyu xin) que reprime a la mente del amor fraternal (bo'ai xin), siendo esta última una mente altruista y reconciliatoria. Por lo tanto, en el Discurso Analítico-Existencial-Libertario (Buddha-Dharma-Sangha) se transmiten los revolucionarios ideales espirituales de la Libertad (Ziyou), Igualdad (Pingdeng) y Fraternidad (Bo'ai), los cuales son inherentes a la consciencia no-nacida o Sí-Mismo Verdadero que es reprimido por el Ego. El Maitriyana afirma que la estructura fundamental o esencia (ti) de la mente es integradora, aunque la consciencia ordinaria ciertamente se encuentra dividida en su función (yong) cotidiana, donde la mente de la avidez egoísta (siyu xin) es influida por los males del status, la ganancia material (li) y el género sexual (se), los cuales se refuerzan los unos a los otros. Por lo tanto, el Anarquismo Budista afronta las causas cognitivas de los males del mundo, como el apego, la aversión y la inconsciencia, pero también denuncia a las manifestaciones sociales de la codicia, el odio y el engaño, las cuales refuerzan simultáneamente a las causas cognitivas. Sin embargo, al igual que el Maestro Taixu, la articulación Gautama-Kropotkin reconoce que existen tendencias espirituales innatas hacia la sociabilidad y hermandad, reafirmando una visión antropológica que considera que el apoyo mutuo (sangha) es la naturaleza dhármica de la humanidad, a pesar de que suele encontrarse reprimida o distorsionada por las estructuras autoritarias del Estado, la religión y la familia. La tradición del Maitriyana se refiere a esta sociabilidad intrínseca del ser humano como interexistencia, la cual es la base analítica-existencial-libertaria de la amistad, el desapego y el Deseo de autotrascendencia. En este sentido, el Ego y el Poder mundano ocultan y oprimen a la mente del amor fraternal (bo'ai xin) que es propia del sujeto, pero que es desocultada en el estadio de la Cura (Nirvana). Ciertamente, la dinámica general de la evanescencia del sufrimiento consta de tres pasos: primero, evanescer el apego, la identificación y la repetición del ciclo de la frustración; segundo, evanescer a los objetos del pensamiento ordinario; tercero, evanescer a la ignorancia o inconsciencia que reprime la estructura despierta de la mente. Para el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva), la falsa moralidad social transmitida por las estructuras del parentesco reprimen la mente del amor fraternal (bo'ai xin) que es el nivel más profundo del Ser, instaurando un sistema de divisiones y limitaciones que da inicio a la polaridad entre individuo y objeto. Pero si el aprendiz se desapega de estos sistemas primitivos de dualismo entonces puede evolucionar su consciencia, creciendo y desarrollándose como un superhumano. Así, el maestro espiritual es un sujeto que se ha vaciado de las estructuras de parentesco y la falsa moralidad, liberándose de las instituciones opresivas que suelen ser considerados por los pueblos como una condición natural de la vida, como el Estado, la religión y la familia, para reemplazarlas por la sabiduría compasiva (prajña-karuna) del Discurso Analítico-Existencial-Libertario (Buddha-Dharma-Sangha). Por lo tanto, el Anarquismo Budista considera a la Liberación como la verdadera gloria y felicidad del ser humano, pues se desidentifica de la ilusión y las visiones distorsionadas (diandao) que promueve la sociedad, conectándose con una comprensión clara de lo Real. En cambio, el aprendiz que se apega o identifica al status quo o Discurso social imperante posee una falsa moralidad o discapacidad ética que le hace confundir como algo natural el sufrimiento con la felicidad y el mal con el bien. Pero cuando el sujeto percibe las cosas tal como son en realidad, entonces se compromete en realizar un proceso de purificación y transformación del mundo interno y externo, creando una Tierra Pura (Renjian Jingtu) tras evanescer los cuatro males de la guerra, injusticia, ignorancia y contaminación. Únicamente por medio del Despertar (Bodhi) la humanidad puede progresar y crear una civilización socialista libertaria basada en el Propósito (Dharma) de la gran apertura del conocimiento humano (wenming jinbu zhishi dakai). El Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) forma parte de una vanguardia espiritual que percibe a los sistemas malignos y opresivos tal como son, trabajando por la Cura (Nirvana) de la civilización (wenming) tal y como lo hizo el gran Maestro Taixu. La articulación Gautama-Kropotkin del Maitriyana muestra la posibilidad del acontecimiento postmoderno de un mundo mejor a través del Discurso Analítico Existencial Libertario (Buddha-Dharma-Sangha). Esto implica un proceso pedagógico postmoderno que es algo histórico, pues se trata de un proyecto autocivilizatorio. En este contexto, la gran apertura del conocimiento humano (wenming jinbu zhishi dakai) es el emerger del conocimiento cumbre (satori) en toda la sociedad, logrando la evolución del ser humano sobre el soporte del conocimiento de uno mismo. Indudablemente, este entendimiento socialista libertario es el desarrollo transhistórico del Anarquismo Budista, coincidiendo con el Maestro Taixu en la meta final del acontecimiento de una sociedad libre e iluminada a través de una consciencia ampliada y superior. Incluso aunque la mente de la avidez egoísta (siyu xin) sea muy fuerte en la consciencia ordinaria y tenga apego al malévolo sistema social del status quo, la mente del amor fraternal (bo'ai xin) siempre está presente de manera latente junto con la posibilidad utópica de construir un mundo mejor. En concordancia con el Maestro Taixu, en la visión del Maitriyana, si el ser humano evanesce dentro de su mente a las fuerzas del apego, la aversión y la inconsciencia, entonces podrá eliminar completamente a sus correspondientes sistemas sociales opresivos basados en la codicia, el odio y el engaño, lo cual dejará lugar al acontecimiento natural de una civilización dhármica basada en la Gran Unidad (Datong) representada por los valores espirituales de la Libertad (Ziyou), Igualdad (Pingdeng) y Fraternidad (Bo'ai), erigiendo entonces una sociedad basada en la paz, la justicia, la sabiduría y la armonía. En este modelo utópico revolucionario de Tierra Pura (Renjian Jingtu) o Reino de la Satisfacción (Sukkhavati), como han señalado Marx y Taixu, cada ser humano será respetado de acuerdo a sus habilidades y necesidades, habiendo evanescido a los sistemas malignos y opresivos del Estado, la religión y la familia. Sólo este tipo de evanescencia radical de los males de la sociedad puede superar la falsa moralidad, la discriminación y el conflicto entre los pueblos. Esto implica que la humanidad evoluciona únicamente a través de la Libertad (Ziyou), Igualdad (Pingdeng) y Fraternidad (Bo'ai), siguiendo los ideales del sistema comunista libertario del Anarquismo Budista. Bajo la guía del maestro espiritual se desoculta la bondad intrínseca del ser humano, permitiendo no sólo un bienestar psíquico y social sino también la implementación progresiva del logro post-utópico de la Salvación del mundo o Gran Despertar (Maha Bodhi) de todos los seres de la Tierra (Gaia). Al igual que la visión radical del Maestro Taixu, el Maitriyana señala que el logro de la Salvación de la sociedad será alcanzado por medio de dos procesos: haciendo emerger la mente del amor fraternal (bo'ai xin) en el mundo interno, e implementando al Anarquismo Budista en el mundo externo. Así, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) afirma que el aprendiz debe superar a la falsa moralidad, los sistemas sociales malignos y el concepto de parentesco, pero siempre realizando esto en concordancia con la liberación de la mente del amor fraternal (bo'ai xin) que transforma a la subjetividad. Este proceso es la construcción de una nueva civilización (wenming) basada en la educación del conocimiento cumbre (satori), en lugar de la tradicional civilización (wenming) basada en la educación parental. En este sentido, el Maitriyana aboga por la eliminación de la crianza tradicional, trabajando en pos de un sistema socialista en el cual toda la sociedad se hace responsable de la educación de valores trascendentales de todos los seres humanos desde su infancia hasta su vejez. En cambio, en la civilización capitalista los niños son considerados como una propiedad de los padres o de la familia, en vez de considerar que ellos son seres intrínsecamente libres. De esta manera, el Anarquismo Budista busca que desaparezca toda noción de interés propio, permitiendo la manifestación del amor fraternal y comunitario. En concordancia con el Maestro Taixu, el enfoque del Maitriyana es un desmantelamiento de las estructuras opresivas del Estado, la religión y la familia, reemplazándolas por las estructuras libertarias del Ser Despierto (Buddha), el Propósito (Dharma) y la Comuna (Sangha). Dado que al conocer las causas del sufrimiento el aprendiz tiene la posibilidad de eliminarlo, el maestro espiritual afirma la necesidad de que los niños sean criados por toda la comunidad, la cual debe compartir los recursos en pos de un objetivo en común, devolviendo a la humanidad su verdadera naturaleza fraternal. Esto es posible gracias al advenimiento de la civilización socialista libertaria y el conocimiento cumbre (satori) abierto por la articulación Gautama-Kropotkin del Anarquismo Budista, el cual demuestra que el status quo capitalista es un orden perverso. Por lo tanto, el Maitriyana trabaja por la Cura (Nirvana) de la mente y de la sociedad, instaurando simultánea y dialécticamente un psiquismo y un sistema intervincular de naturaleza sabia y compasiva. Así, se considera a la restauración de la mente de reconciliación (bo'ai xin) como causa, mientras que el Anarquismo Budista es el fruto y también la guía (qiandao). Esto refleja la interdependencia y consonancia profunda entre los medios y los fines en la teoría y práctica del Maitriyana, pues para establecer la evolución de un mundo mejor es contraproducente apelar a recursos coercitivos o autoritarios que no hacen más que perpetuar las viejas estructuras de opresión. El Anarquismo Budista es entonces un movimiento revolucionario libertario que respeta siempre la Libertad (Ziyou) esencial del Sí-Mismo, trabajando en todo momento por la restauración de la naturaleza fundamental del Despertar (Bodhi) en toda la humanidad, lo cual es tanto el medio como el fin de la contemplación revolucionaria (kakumei-zen). En concordancia con el Maestro Taixu, el Maitriyana afirma que en la civilización contemporánea el conocimiento cumbre (Satori) no ha sido abierto a toda la sociedad, la cual está regulada por una falsa moralidad y por conceptos limitantes como el parentesco y el interés propio. Así, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) es revolucionario porque abre una vía directa hacia el conocimiento cumbre (Satori) para todos los pueblos, haciendo emerger la mente reconciliatoria (bo'ai xin) para poder construir un sistema social fraternal. Cuando el sujeto se desapega del interés propio tanto hacia sí mismo como hacia la familia, sólo entonces puede desarrollar plenamente la mente reconciliatoria del amor fraternal (bo'ai xin), cuya consecuencia es la evanescencia de las ilusiones opresivas y malignas del Estado y el Capitalismo: la implementación espontánea del Anarquismo Budista. Según el Maitriyana, esto se debe a que hay un proceso de mutuo reforzamiento, pues al igual que el apego, la aversión y la inconsciencia son fuerzas mentales que retroalimentan a los sistemas sociales opresivos, los cuales a su vez también fortalecen a dichas fuerzas psíquicas, del mismo modo la mente reconciliada (bo'ai xin) retroalimenta a la implementación del Anarquismo Budista, y éste a su vez interpenetra y constituye mutuamente a dicha mente de amor fraternal (bo'ai xin). Esto implica que, al igual que el Maestro Taixu, el Maitriyana afirma que la Cura (Nirvana) de la mente es un proceso similar al proyecto utópico revolucionario del Despertar (Bodhi) de la Tierra Pura (Renjian Jingtu) o Reino de la Liberación (Jietuo) en el mundo. En consecuencia, el modelo de sociedad ideal o post-utópico del Anarquismo Budista es la virtud de la naturaleza (xing de) de la mente fraternal (bo'ai xin), la virtud del insight (zhi de) de la transformación social y la virtud del corte (duan de) del sufrimiento. En el marco libertario del Maitriyana estas tres virtudes pueden ser cultivadas progresiva o simultáneamente, funcionando como la causa directa (zheng yin), la causa reveladora (liao yin) y la causa condicionante (yuan yin) de la Gran Cura (Nirvana) del mundo, la cual no es más que el desocultamiento de la mente intrínsecamente libre e iluminada del ser humano. En la práctica de la meditación libertaria, esta naturaleza intrínseca de la mente es revelada a través de un insight en completa sintonía con el Desapego radical hacia las ilusiones del mundo materialista, manifestando la esencia de la talidad (ziti xiang) a través del proceso de atravesamiento (xunxi) de los velos de la ilusión mental y social. Por lo tanto, el emerger de la mente reconciliadora (bo'ai xin) es un proceso indistinguible de la implementación del Anarquismo Budista, siendo el primero la utopía en el mundo interno mientras que el segundo es la utopía en el mundo externo. La implementación revolucionaria del Maitriyana parte de la mente reconciliadora o fraternal (bo'ai xin) para así desocultar esta naturaleza espiritual en toda la humanidad, lo cual implica evanescer la represión capitalista basada en la codicia, el odio y el engaño. Cuando la virtud ética de la sabiduría compasiva (prajña-karuna) es realizada en la subjetividad del aprendiz, entonces el Despertar (Bodhi) Utópico del mundo puede ser alcanzado.
Aunque el Anarquismo Budista no es un sistema político mundano, ciertamente muestra un análisis claro que es capaz de evanescer los males del mundo a través de la convergencia entre las narrativas libertarias de Gautama y Kropotkin. Esta articulación revolucionaria está basada en la percepción directa de los problemas reales de la vida, identificando las causas del sufrimiento humano y enseñando un Camino hacia su disolución o Cura (Nirvana). Éste es el Despertar (Bodhi) de la revolución socialista que lidera el Maitriyana como Discurso Analítico-Existencial-Libertario (Buddha-Dharma-Sangha), mostrando una alternativa tanto al estado de consciencia ordinario (ECO) como al status quo social. Así, la práctica de la contemplación revolucionaria (kakumei-zen) busca recuperar la naturaleza de Libertad (Ziyou) intrínseca del ser humano por medio del conocimiento cumbre (satori). En concordancia con el Maestro Taixu, el Anarquismo Budista es una metodología que se extiende desde la esfera analítica-existencial, que concierne al mundo interior y el mundo de las ideas, hacia la esfera libertaria que concierne al mundo social, posicionándose entonces como una visión postmoderna que emerge tras deconstruir las ilusiones mundanas. Como consecuencia de tal meditación libertaria emerge una meta-reflexividad que supera a la mera racionalidad, liberando al sujeto de las fuerzas históricas que determinan al orden actual, para mostrar entonces cómo puede alcanzarse un nuevo tipo de subjetividad y sociedad. De este modo, la tradición del Maitriyana emerge como una Espiritualidad Radical que enseña la posibilidad de transformar al aprendiz y al mundo. La teoría y práctica del Anarquismo Budista es la más alta posibilidad de la Libertad (Ziyou), Verdad y Armonía que yacen dormidas esperando ser redescubiertas frente a la disfuncional, artificial y autoritaria política estatal. A esto se debe que en el Maitriyana el secreto de la Cura (Nirvana) del aprendiz yace en la revelación de su estructura de Interexistencia, redescubriendo o restaurando la serenidad y la paz dentro de las relaciones intersubjetivas. Por lo tanto, la lucha por la Liberación se desarrolla a través del desarrollo de esta Verdad, superando las limitaciones internas y externas que generan la represión psicológica y el poder político. En este sentido, la transgresión a la autoridad que efectúa el Anarquismo Budista es un proceso inseparable del regreso a una plenitud social perdida, pues una vez que se comprende el actual orden de las cosas se abre la posibilidad para alcanzar una alternativa mejor a la civilización materialista. En definitiva, al igual que las enseñanzas del Despertar de la Fe, la articulación Gautama-Kropotkin indica que la Cura (Nirvana) o solución del sufrimiento se encuentra de forma inherente en todos los seres humanos, esperando ser reconocida o desocultada tanto en el campo de la mente como en el campo de la sociedad. Esta Libertad (Ziyou) es la Verdad fundamental que debe ser descubierta por el sujeto a través del Camino suprarracional del Maitriyana que desidentifica la mente de las estructuras opresivas que limitan el potencial para el bienestar y la autorrealización. Si todos los seres humanos son intrínsecamente libres, entonces la función de la práctica de contemplación revolucionaria (kakumei-zen) no se trata tanto de lograr algo sino más bien de causar o cultivar el acontecimiento o reconocimiento de lo que uno siempre ya es. Por ello, la práctica de la meditación libertaria no intentar producir nada más que la Libertad (Ziyou) o Despertar (Bodhi) intrínseco del ser humano. La tradición del Anarquismo Budista desarrolla esta línea de pensamiento contemplativo (zen) en la posición inmediata del aquí y ahora, en la cual la cultivación de la Cura (Nirvana) y la autorrealización del Ser son equiparados como procesos idénticos. De acuerdo a la posición del maestro espiritual, la Vía Única (Ekayana) hacia el Despertar (Bodhi) es superando esta falsa dualidad entre el logro y la naturaleza espiritual, comprendiendo entonces que el cultivo místico debe interconectar los medios con los fines. Esto conduce a la crítica del Maitriyana hacia el comunismo estatal, afirmando que el proceso dinámico de la revolución utópica sólo puede ser alcanzado exitosamente a través de un movimiento libre de todo autoritarismo, pues de lo contrario la revolución del mundo simplemente reinstalaría estructuras jerárquicas y opresivas similares a las del Estado capitalista. Por ello, para que toda revolución sea exitosa los medios para llevarla a cabo deben concordar con los fines, anticipando a la utopía de la sociedad futura dentro de la mente reconciliada y fraternal (bo'ai xin) que se encuentra en estado embrionario dentro de cada aprendiz. De esta manera, en el post-utopismo del Anarquismo Budista se transmite la noción de que la revolución mundial se encuentra en sí misma ya presente en la Liberación o Cura (Nirvana) del sujeto, pues el Ser Despierto (Buddha) es un precursor de la humanidad del futuro. En realidad, la evanescencia de los males del mundo no es algo que emerge tras un largo proceso, sino que más bien es el acto mismo del Desapego en el aquí y ahora como primer acto revolucionario en la construcción de una sociedad mejor y libre de la opresión del Estado, la religión y la familia. Así, el Maitriyana no sólo fusiona cultivación con realización, sino también revolución con utopía, demostrando que el emerger de una Tierra Pura (Renjian Jingtu) en el mundo es alcanzado en el Despertar (Bodhi) del Verdadero Ser. Incluso aunque esto pueda parecer un utopismo extremo, ciertamente es algo practicable e implementable por medio del Anarquismo Budista y su articulación Gautama-Kropotkin. Por lo tanto, los valores de la Libertad (Ziyou), Igualdad (Pingdeng) y Fraternidad (Bo'ai) para todos los pueblos de la Tierra (Gaia) es la corporatización de la Cura (Nirvana), haciendo emerger la evolución futura del ser humano que yace de manera latente o embrionaria dentro de la consciencia presente e inmediata. La utopización revolucionaria del Maitriyana ofrece un programa concreto de acción directa frente a la civilización capitalista, recomendando la implementación del pacifismo, el comunismo de derechos humanos, la educación gratuita y la armonía medioambiental como pilares que unen causas con frutos. Claramente, a partir de aquí se comprende que la transformación de la sociedad sólo puede ser alcanzada a través de la transformación de la mente, instaurando la posibilidad inmanente de la utopía revolucionaria del Despertar (Bodhi) en el mundo interno y externo.
Al igual que el Maestro Taixu, el Anarquismo Budista transmite una Espiritualidad Postmoderna, sintetizando las narrativas libertarias de Gautama y Kropotkin a través de una mirada analítica-existencial aplicada a la esfera social. Esto posibilita dejar de considerar al enriquecimiento capitalista como la gloria de la humanidad por ser un sistema intrínsecamente belicoso, injusto, ignorante y contaminante. Cuando el aprendiz percibe las cosas tal cual son, comprendiendo las causas del sufrimiento social, entonces emerge la posibilidad de crear una alternativa para un mundo mejor: la Cura (Nirvana) o utopía revolucionaria. Pero para lograr la Salvación y Evolución de la humanidad, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) se distancia de la prehistoria materialista de una sociedad basada en el opresivo Poder del Estado, la Religión y la Familia. Así, el maestro espiritual, promueve un Discurso revolucionario capaz de ser el próximo estadio del ser humano: la Espiritualidad Analítica-Existencial-Libertaria (Buddha-Dharma-Sangha), la cual es la encarnación de una civilización progresista basada en el conocimiento cumbre (satori) de la Libertad (Ziyou), Igualdad (Pingdeng) y Fraternidad (Bo'ai). Pero todo este proyecto de Liberación mundial sólo es posible si el aprendiz desoculta la mente reconciliadora (bo'ai xin) que permanece oculta o no-nacida dentro del ser humano, permitiendo así que la sociedad alcance el Despertar (Bodhi). En el Maitriyana, esto implica una estrategia revolucionaria para superar las dificultades del cambio social, pues no se recurre a ningún tipo de autoridad coercitiva, sino que se apunta a hacer emerger la mente de la reconciliación (bo'ai xin) como medio ético para las finalidades de la utopía socialista libertaria. Pero al mismo tiempo, el Anarquismo Budista tiene una relación dialéctica y simultánea con dicha mente reconciliadora (bo'ai xin), reforzándola e incluso co-surgiendo con ésta en el proceso de la Gran Cura (Maha Nirvana) de la sociedad. Así, por medio de la meditación libertaria, el Ser Libre e Iluminado (Arhat-Bodhisattva) muestra la civilización utópica del futuro en la experiencia inmanente del aquí y ahora. Por lo tanto, el Despertar (Bodhi) del sujeto representa el punto cúlmine de la evolución de la consciencia, pero también representa el comienzo del fin del sistema capitalista. Sin embargo, la posición post-utópica del Maitriyana le posibilita ofrecer un programa para alcanzar los ideales de la Libertad (Ziyou), Igualdad (Pingdeng) y Fraternidad (Bo'ai) entre todos los pueblos, incluso aunque el sistema del Poder mundano siembre dudas y desilusión al intentar reprimir y asesinar a los líderes de la Tierra Pura (Renjian Jingtu) en el mundo. Esto se debe a que el maestro espiritual tiene una relación sistémica con la Vía del Propósito (Dharmayana), practicando contemplación revolucionaria (kakumei-zen) para salvar al mundo a través de la Espiritualidad Budista. De esta manera, las generaciones del futuro sentirán gran admiración e inspiración por las ideas libertarias y radicales de Gautama y Kropotkin, estableciendo una Tierra Pura (Renjian Jingtu) o Reino de los Cielos en el aquí y ahora tras hacer emerger la bondad, el pensamiento sano, el comportamiento racional y el conocimiento cumbre (satori) en los seres humanos. De esta manera, sólo a través de las ideas sociales radicales del Anarquismo Budista se puede evanescer los males del mundo.


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