Análisis y reflexiones acerca del rol del psicólogo educacional, o en educación. Ensayos de estudiantes de Psicología de la Universidad del Desarrollo Sede Concepción

July 6, 2017 | Autor: Carlos Ossa | Categoría: Psicología Educacional, El Rol Del Psicologo
Share Embed


Descripción

Análisis y reflexiones ácercá del rol del psicologo educácionál, o en educácion. Ensáyos de estudiántes de Psicologíá de lá Universidád del Desárrollo Sede Concepcion

Presentación

Carlos Ossa Cornejo Docente curso Intervención Educacional Facultad de Psicología, Universidad del Desarrollo El siguiente trabajo es un ejercicio académico realizado en el marco del curso “Intervención educacional” de la Facultad de Psicología, sede Concepción, de la Universidad del Desarrollo. Dicho curso se encuentra en el décimo semestre de la carrera, y es una instancia previa a la práctica profesional. De ahí que se haya pensado en la necesidad de conversar y reflexionar acerca del rol que tienen los profesionales de la psicología en el ámbito educativo. Es por otro lado, un temas relevante debido a que aun cuando esta línea de especialización no es nueva, aun no se cuenta con una propuesta consensuada ni difundida acerca de cómo se proponen, implementan y enseñan las acciones, funciones y ámbitos de intervención que un psicólogo o psicóloga, debe realizar en establecimientos educativos y escolares (García, Carrasco, Mendoza y Pérez, 2012; Juliá, 2006; Ossa, 2006). El camino para realizar este análisis se estructuró a partir de la lectura del texto “El rol del psicólogo en la institución educativa: ¿marioneta o actor propositivo?”, de Viviana Martínez (2008), que realiza un análisis respecto a la manera en que se inserta el psicólogo en algunas instituciones educativas colombianas. El texto tiene un valor doble, en primer lugar el espacio generado por la revista Poiésis y la institución Fundación Universitaria Luis Amigó de Colombia, para que estudiantes generen su visión crítica y reflexiva en torno a los temas profesionales y los campos de especialización de la psicología; y en segundo lugar, como muestra de la capacidad y potencialidad de los estudiantes para generar conocimiento reflexivo y fundamentado. Aun cuando se perciba que el 2

producto carece de la solidez académica esperada en ciertos círculos académicos, es estrictamente necesario generar esos espacios de actuación que ayudan a los estudiantes a lograr alcanzar esos estándares, desde su propia actuación crítica. Se eligió dicho texto justamente porque señala una problemática que está muy presente en el desarrollo de la psicología educacional chilena, y es a la vez, interesante y preocupante, que esa realidad se presente en diferentes partes del mundo, y que aún no le demos el espacio y la importancia que otras temáticas presentan en nuestra disciplina. El

análisis

realizado

por

los

estudiantes

del

curso

“intervención

educacional”, es en parte una respuesta a los planteamientos del texto de Martínez, y en parte una construcción propia de temas y preocupaciones de los mismos estudiantes, en torno a un contexto que será en un futuro cercano, su campo de actuación profesional.

Referencias

Juliá, M.T. (2006). Competencias profesionales del psicólogo educacional: una tarea asociativa. Revista de Psicología Universidad de Chile, Vol. XV, N°2, 115-130 García Costa, C., Carrasco Sanhueza, G., Mendoza Barra, M., Pérez Villalobos, C. (2012). Rol del psicólogo en establecimientos particulares pagados del Gran Concepción, Chile: Un proceso de co-construcción. Estudios Pedagógicos, XXXVIII, Nº 2: 169-185 Martínez, V. (2008). El rol del psicólogo en la institución educativa: ¿marioneta o actor propositivo? Revista Electrónica de Psicología Social «Poiésis», 15. En: http://www.funlam.edu.co/revistas/index.php/poiesis/article/view/294/283 Ossa, C. (2006). Factores que estructuran el rol del psicólogo en educación especial. Revista de Psicología Universidad de Chile, 15( 2). 131-145

3

Analizando el rol del psicólogo educacional Matías Reyes y Consuelo Uribe Universidad del Desarrollo

Introducción En el texto de Viviana Martínez, "El rol del psicólogo en la institución educativa: ¿marioneta o actor propositivo?" ella plantea que en la actualidad, el psicólogo educacional está catalogado como una "marioneta del sistema educativo", donde adopta un rol “asumido, rotulado y radical” predeterminado. Ella bien menciona "es como si el psicólogo llegará como un agente externo y así decidiera asumirse dentro de la institución, minimizando así su figura al interior" (2008, p.2) Es por esto que la autora plantea que al ingresar al sistema educativo el psicólogo toma un rol que no le corresponde, que es el de actuar conforme a lo que los otros agentes necesiten, sin ningún tipo de cuestionamiento, de esta forma nos encontramos con psicólogos educacionales trabajando como orientadores, como jefes de utp, o simplemente haciendo cualquier otra cosa que no tenga que ver con generar un cambio que impacte al establecimiento de manera significativa. Nosotros creemos que la autora está en lo cierto, el rol del psicólogo educacional se ha quedado estancado y bajo un estigma de tener un rol pasivo dentro de las instituciones, por lo que la pregunta que se hace la autora "¿dónde están nuestras propuestas con respecto a lo que se cree de nuestro rol?", en base a esa pregunta es que a continuación se expondrá una serie de argumentos y propuestas de cuál debiese ser el verdadero rol del psicólogo educacional.

4

Desarrollo Tradicionalmente, de acuerdo a Tiana (2008), los sistemas educativos se han entendido como un instrumento al servicio del cambio social y la producción de conocimiento, trabajando con una administración y control tradicional, es decir, jerárquico y centrado en el proceso basado en la creación de normas y el cumplimiento de éstas. Es por esto que al momento de ingresar al mundo educativo, el psicólogo se adhiere a esta misma visión, transformándose en una "marioneta" más del sistema. Sin embargo, esta mirada tan rígida que se tiene en el sistema es considerado un elemento de retraso más que de progreso. Es por eso, que en la actualidad, se intenta generar un sistema educativo más flexible, con cierta autonomía, más participativo y centrado en el resultado, por ende con una gestión y administración más participativa (Tiana, 2008) En base a lo anterior, Viviana Martínez (2008) propone que el real trabajo del psicólogo educacional debiese ser activo en la comunidad educativa y no solo atender tareas que le corresponden a otros profesionales. El rol del psicólogo por ende sería un ente que integra diferentes sistemas de la institución (profesores, directivos, alumnos, apoderado, etc) de manera co-constructiva, fomentando la participación de la comunidad para lograr un cambio profundo y significativo. Consideramos que esto es algo realmente importante de tener en consideración, y por lo mismo es importante que se tome el valor de lo colectivo, en otras palabras, valorar la construcción de un saber facilitado por el encuentro e intercambio en un plano horizontal de subjetividades, de tal modo que el resultado final sea enriquecido por el trabajo en conjunto (Martínez, J, 2008) Al igual que la autora, creemos realmente que para lograr esto el psicólogo debiera ser un facilitador de la reflexión colectiva, que promueva los equipos de trabajo donde se construya en conjunto el conocimiento, y haciendo sentir a todos los entes de la institución partícipes, con sentimientos de pertenencia e incentivándolos a ser propositivos. 5

Pues, tal como también menciona Banz y Valenzuela (2004), los principios del quehacer del psicólogo educacional se basan en una realidad social como una construcción entre los distintos integrantes del sistema educacional. Siendo esta realidad un universo de significación que co-existen, se conectan y transforman. Es importante entonces también potenciar el rol del psicólogo como un ente propositivo dentro de la institución, en otras palabras un agente activo, el cual debe darse la tarea de realizar un diagnóstico de la institución, a través de observaciones, evaluaciones, entre otras técnicas, trabajadas con todos lo sistemas,

como

planteamos

anteriormente,

para

así

crear

acciones

transformadoras para mejorar y/o reforzar aquellos aspectos que no estén funcionando adecuadamente; evaluando también los resultados que estas acciones tengan, para ver si la situación diagnosticada ha mejorado, se ha mantenido o ha empeorado, siempre en pos de generar un cambio positivo dentro de la institución. Podemos decir entonces que el rol del psicólogo educacional se basaría en potenciar la educación a través de un buen diagnóstico de la situación de la institución en primera instancia, para luego generar una intervención de carácter enriquecedor en el mejor de los casos para mejorar la situación, o en su defecto una intervención de carácter preventivo, es decir, para reducir la incidencia del problema inicial, y terminando con una evaluación de esto último para ver los cambios producidos, o ver si lo realizado ha sido efectivo o se deben buscar nuevas técnicas para obtener buenos resultados (Banz y Valenzuela, 2004). Por otro lado observamos que lo que la autora menciona como problema, que los psicólogo al entrar dispuestos a hacer lo que sea que les diga la institución, “marioneta” y carecer de un carácter activo y propositivo, caen en realizar la labor de otros profesionales, como orientadores, profesores de filosofía, consejería, entre otros. Labor que si bien por las competencias y conocimientos que posee el psicólogo, podría realizar, sin embargo, esto no está en su campo de trabajo, por ende no lo realizaría de la manera adecuada.

6

En este punto en específico, el psicólogo educacional debiese hablar con los directivos, y decir que esta no es su labor, sin embargo, puede trabajar en conjunto con profesionales de estas áreas, para brindar apoyo en base a sus competencias como psicólogo. Por ejemplo, con el profesor trabajar estrategias de enseñanza, con el orientador potenciar habilidades de comunicación y empatía, etc. Volvemos aquí entonces a retomar el trabajo de co-construcción de conocimiento, y además añadimos el importante rol de poder hacer un trabajo interdisciplinario.

Conclusión En síntesis, y respondiendo a nuestra pregunta inicial

"¿dónde están

nuestras propuestas con respecto a lo que se cree de nuestro rol?", podemos decir que el rol del psicólogo educacional es ser un ente activo dentro del sistema educacional, encargándose de tareas contingentes a su especialidad, donde buscaría el cambio a través de la participación de los agentes inmersos en este sistema, siendo este cambio co construido y dirigido. Si todo lo anterior se cumpliese, entonces el psicólogo educacional dejaría de verse estigmatizado como “marionetas del sistema educacional”, y por ende su labor dejaría de estar dependiendo de las falencias de tipo administrativo de un establecimiento y podría contribuir de manera significativa a que estas mismas cosas no ocurran en el futuro

Referencias

Banz, C., & Valenzuela, M. (2004). La intervención psicoeducativa en la escuela y el rol de psicólogo educacional: Aspectos teóricos y prácticos. Santiago, Chile: Santiago, Chile

7

Martínez, J. (2008). El olvido de la investigación-acción en el asesoramiento docente y la innovación educativa. Revista de curriculum y formación del profesorado , 12 (1). Martínez, V. (2008). El rol del psicólogo en la institución educativa: ¿Marioneta o actor propositvo?. Tiana, A. (2008). Evaluación y Cambio de los Sistemas Educativos: la Interacción que hace falta. Página Aberta , 16 (59), 275-296.

8

El problema de no tener bien definido el rol Macarena Deck y Ciro García Universidad del desarrollo

Introducción En los últimos años la psicología ha ido desarrollando información útil aplicable en distintas áreas, lo cual ha producido que se desenvuelva más allá del plano puramente clínico. Sin embargo, fuera del ambiente de psicólogos, este cambio no se ha conocido y ha hecho que se tenga una visión clínica de los psicólogos, independiente del área en la que se esté desenvolviendo. Lo mencionado anteriormente, llevado al ámbito educacional se menciona en el artículo de Martínez (2008), con lo que nos encontramos totalmente de acuerdo puesto que efectivamente los psicólogos educacionales han sido –en su mayoría- una especie de marionetas dentro de las instituciones educacionales. Al menos según nuestra experiencia y conversaciones con profesionales recién egresados, en muy pocas instituciones se considera la opinión del psicólogo educacional, además de tener un abordaje clínico de su trabajo y no comunitario como debería ser.

Desarrollo Muchas veces los psicólogos educacionales principiantes centran sus tareas en la escuela exclusivamente en lo que le piden los directivos, y la potencia de su intervención se vea tremendamente mermada, pasando a ser prescindible en las instituciones en que se desenvuelven.

9

¿Por qué ocurre esto? Porque muy pocas veces su rol es, como menciona Montero (2004), un agente de cambio ligado a la detección de potencialidades (recursos, capacidades), al fortalecimiento y la puesta en práctica de las mismas. Como se tiene una idea de que el psicólogo, independiente del área en que esté trabajando tiene que hacerlo de manera clínica, se ha enfocado no en esas potencialidades, sino en las carencias. Al centrarse en las carencias el rol pasa de ser de un agente de cambio a un rol remedial, en donde no se busca el fortalecimiento o desarrollo de la comunidad educativa en la que se inserta, sino que busca estandarizar la población y “reformular” a los que se muestran diferentes a la media. De esa forma el trabajo que realiza no se ve reflejado, puesto que no apoya a promover un desarrollo, sino a que todo sea igual, homogéneo, no a que mejore y sobresalga. Pero además es importante mencionar que el psicólogo educacional no solo ha trabajado desde un rol de especialista en los colegios, poniéndose instantáneamente por sobre los alumnos y a veces del profesorado, sino que además muchas veces se pone debajo de los directivos, tomando el rol de marioneta que se menciona en el artículo de Martínez (2008). Según Montero (2004) el psicólogo debería relacionarse simétricamente con la comunidad, siendo él no un especialista, sino un agente externo y la comunidad un agente interno, con un saber igualmente válido y mucho más rico a nivel experiencial que el del psicólogo, por lo tanto, sólo trabajando juntos en pos de un objetivo se puede llegar a un cambio duradero. Pero hasta el momento esta simetría no existe, el psicólogo o está sobre o está debajo, mermando las posibilidades de generar un cambio real. Sin embargo, el problema del rol que debe desempeñar un psicólogo educacional es generalizado y no hay un acuerdo entre los expertos según García, Carrasco, Mendoza y Pérez (2012). Por lo mismo, para efectos de este artículo, nos basamos en el rol que debe cumplir un psicólogo comunitario en una comunidad educacional.

10

Conclusión Es importante destacar que el psicólogo está inserto en una comunidad educativa, la cual está compuesta por varios subsistemas en donde se debe trabajar en conjunto para lograr promoción, prevención o rehabilitación, viéndose traducido en mejoras a nivel institucional, profesorado, alumnos y apoderados. Es necesario establecer en profundidad el rol que cumple el psicólogo y que éste sea conocido por todos los expertos, para que así lleguen a un consenso en cuanto al labor del psicólogo educacional. También es necesario mencionar que el psicólogo cumple un rol de profesional el cual no es meramente clínico, sino que es más bien comunitario en donde la igualdad de condiciones y la potenciación de recursos personales ayuda a evitar factores de riesgo. Sin embargo, se requiere otorgarle mayor autonomía al psicólogo dentro de la escuela, el cual la mayoría de las veces ha sido tratado como un técnico, y es justamente esto lo que los diferencia y a la vez contribuye, en la realización de cambios. La autonomía es importante para evitar ser tratado como una marioneta la cual está al servicio de la directiva, viéndose reflejado en el empoderamiento. Y esto es posible mediante la permanente evaluación de su trabajo en busca de mejorías con el fin de recibir una retroalimentación para poder llevar a cabo un trabajo beneficioso para toda la comunidad educativa.

Referencias García, C., Carrasco, G., Mendoza, M. y Pérez, C. (2012). Rol del psicólogo en establecimientos particulares pagados del Gran Concepción, Chile: Un proceso de co-construcción. Estudios pedagógicos, 38 (2), 169-185. Montero, M. (2004). Introducción a la psicología Comunitaria "desarrollo, conceptos y procesos". Buenos Aires: Paidós. Martínez, V. (2008). El rol del psicólogo en la institución educativa: ¿Marioneta o actor propositivo? Revista Poiésis, 1

11

¿Cuál es nuestro rol como psicólogos educacionales en el contexto educativo? Ana Alarcón T. y Nicole Hernández B. Universidad del Desarrollo

Introducción En la actualidad el rol del psicólogo educacional se ha visto cuestionado, no se tiene consciencia del trabajo que hacemos en las instituciones educativas y la verdad es que ni nosotros mismos conocemos el rol que se debiese desempeñar en el contexto educativo. Al existir tantas funciones que se pueden desempeñar en el mundo educativo, nos ha llevado a ser considerados como marionetas en donde nuestro rol es asumido y manipulable en otras palabras predeterminado. Lo que se busca con esta reflexión es crear consciencia de comenzar a ver el rol a desempeñar como un gestor del cambio, en ser un facilitador de la reflexión

constante,

colectiva,

promoviendo

los

equipos

de

trabajo

multidisciplinarios y trabajar con todos los actores educativos implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje y no solo eso sino también un constructor de conocimientos en donde todos se sientan parte de dicha construcción, generando un sentimiento de pertenencia en la institución.

Desarrollo El comienzo de los años ochenta marca el paso de una psicología educativa muy relacionada con modelos clínicos y de psicología "escolar" tradicional a una progresiva especialización y concreción en el objeto de trabajo, desde entonces el constructivismo se ha hecho dominante. De este modo comienzan a verse dos líneas de acción, una que se desenvuelve en el plano del aprendiz y se centra en la conducta del individuo, las diferencias determinadas por la herencia y el ambiente, y la capacidad de aprendizaje. La otra, se centra en los 12

grandes problemas educativos y las dificultades que presenta la escuela, preocupándose del currículo y la organización escolar (Arancibia, Herrera y Strasser, 1997). Como se planteó en un comienzo la multifuncionalidad que puede ejercer un psicólogo educacional en el contexto educativo ha llevado a que el rol del psicólogo educacional haya sufrido esta misma indefinición. Como dice Arredondo e Iturra (en Ossa, 2011) quienes señalan que en el contexto de la educación chilena el rol de el/la psicólogo/a educacional ha carecido y sigue careciendo de precisión y delimitación, encontrándose hoy abocados principalmente a labores de psicodiagnóstico Lo planteado nos hace pensar en un contexto netamente clínico que actualmente desempeña el psicólogo educacional, netamente porque no existe una definición propia del qué hacer de un psicólogo educativo, no hay una precisión con detalle con respecto a su trabajo y delimitación (Vidal, 2007). Sus tareas oscilan entre el diagnóstico, la asesoría a maestros/as y la intervención con los alumnos/as, que a veces es un simple entrenamiento intensivo y a veces es una psicoterapia. Lo anterior ocurriría, porque las unidades educativas y el sistema educativo, en general, desconocen sus necesidades en relación con el rol de el/la psicólogo/a educacional. Como resultado de ello, le atribuyen una serie de poderes respecto a problemas del sistema y le plantean la expectativa de solucionar los problemas en forma aislada del mismo sistema, y a través de capacidades profesionales que se supone debiera poseer (Banz y Valenzuela, 2004). Frente a esto, lo único que nos queda claro, es que al llegar a una institución educativa sólo debemos obedecer a las demandas que la institución nos solicita, dejando de lado nuestras percepciones, propósitos y metas personales. Pasamos a ser trabajadores dependientes de un sistema, que está compuesto por subsistemas y que es dirigido por un suprasistema anexo a la realidad de la educación chilena actual; nos dejamos llevar por mandatos de 13

superiores que no conocen cada contexto educativo de una manera específica, sino que de un modo general. En Chile el psicólogo educacional debe centrarse en un modelo de intervención que pone énfasis en los alumnos denominados "problemas", es decir, alumnos que tienen y causan problemas, en el que las estrategias interventoras se dirigen netamente al alumnado, dejando de lado la mirada global al sistema educativo, lo que trae consigo excluir estrategias de trabajo preventivas, ya que sólo se trabaja cuando las dificultades aparecen, lo que quiere decir que podemos disminuir las problemáticas, pero no debemos. Si bien la psicología tradicional (de corte clínico e individual) nos entrega una amplia gama de conocimientos y diferentes herramientas que pueden ser utilizadas en el ámbito escolar, es importante que los demás actores educativos, vale decir, profesores, alumnos, apoderados, directivos, etc., comprendan que la psicología educacional es una rama muy útil y atingente para el contexto escolar hoy en día, y que va más allá de atender a un alumno, sino que se concentra en todo el establecimiento visto como una organización y un sistema. Los modelos sistémicos nos permiten analizar los procesos más complejos que se originan al interior de un colegio, a las partes de igual manera que al todo, por lo que es imposible aislar a las variables que afectan los comportamientos del grupo. Sin embargo, existe un gran número de psicólogos educacionales que está dispuesto a generar el cambio en los establecimientos, para que sean vistos como profesionales autónomos capaces de lograr los resultados que se proponen al insertarse en una comunidad educativa.

Conclusión Gracias a la formación del psicólogo educacional, el profesional capacitado es perfectamente competente para integrarse al debate y elaboración de políticas 14

educativas que regirán la nueva reforma educacional, contribuyendo en aspectos como la mejora del curriculum, estrategias docentes, evaluaciones y asesorías. Si bien es cierto que existe una desinformación a nivel general sobre la función de los psicólogos educacionales en el país, es importante que hoy en día las generaciones venideras nos estamos informando y estamos siendo más conscientes del rol que debemos desempeñar en la educación, disminuyendo la brecha a futuro, que parte en el aquí y el ahora, y que nos moviliza a un cambio en el quehacer profesional a la hora de trabajar en un establecimiento. Frente a esto, es importante el aprender y el aprender haciendo.

Referencias

Arancibia, V., Herrera, P. y Strasser, K. (2011). Manual de psicología educacional. Santiago de Chile : Edic. Universidad Católica de Chile Banz, C. y Valenzuela, M. (2004). Intervención psicoeducativa en la escuela y el rol del psicólogo educacional. Santiago de Chile: Ed. Universidad Diego Portales Ossa, C. (2011). El rol del Psicólogo Educacional: La transición desde el paradigma de la simplicidad al paradigma de la complejidad. Revista Pequen, vol 1, 72-82. En: http://www.ubiobio.cl/miweb/webfile/media/265/el%20rol%20del%20psicolog o%20educacional.pdf Vidal, J. (2007). Aportes del psicólogo educacional a los establecimientos educativos. Documento online. En: http://www.opech.cl/bibliografico/calidad_equidad/aporte_psi_educ_centros _educativos.pdf

15

Redefinir la educación Darío Aburto Universidad del Desarrollo

Introducción La educación es una herramienta multidimensional, que abarca demasiado aspectos como para ser reducida, académico, laboral, moral, valórico, de comunicación, de expresión y así un largo etc. Tiene relación directa con ámbitos que van como lo más cotidiano posible como saludar a las personas hasta algo más abstracto como la clase “de”. En ese ámbito líder mundiales como Pepe Mujica ha dicho; “Vamos a invertir primero en educación, segundo en educación y tercero en educación. Un pueblo educado tiene mejores opciones en la vida, y es muy difícil que lo engañen los corruptos y mentirosos”, o Nelson Mandela: “La educación es la herramienta más poderosa del mundo”. Pero si eso solo pasa cuando uno no conoce la educación, que para ellos puede ser una táctica de formación, estructura y focalización que solo se centra en la espera de resultados, una forma básica y cuantificable de verla, que para algunos puede ser el salto a una estabilidad en la vida porque la requieren así, pero hay otros que la ven como la formación de talentos, de expresividad, motor de la creatividad, ambigua, abstracta, llena de colores y diversidades que hacen a simple vista para nosotros una misión de toda la vida. En esta lobotomía de la educación es donde nuestros ojos se centrarán, para así también entender el rol fundamental de los psicólogos educacionales, un trabajo difícilmente explicable y como en estos últimos años recién se instaura produce confusión muchas veces al mundo educativo, es la razón por la cual nace esta respuesta al ensayo anteriormente leído y quizás no tanto como respuesta sino como apoyo, dando más base a su fundamentación para entender que la educación no se reduce sino que a lo largo de los años se expande.

16

Desarrollo Primero hay que definir educación, y nos encontramos como lo que dice la RAE “formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen”. Pero con el acercamiento previo que hemos hecho no se limita a lo que dice ya en los últimos años ha transcendido la barrera cultural la educación, la cual, va más allá entrando en una “transmisión de conocimientos a una persona para que esta adquiera una determinada formación. Pero estos entendimientos son básicos, simples que no llegan al corazón de lo que es esencial en educación, Ken Robinson, educador, escritor y conferencista británico que con busca instaurar las artes en los ámbitos escolares, dice “la educación de hoy en día aleja a las personas de sus talentos naturales”, triste y cierto ya que en el mercado actual, se busca la competencia, el rigor, el fanatismo por lo laboral que no lo sentimos propio, nos mecaniza y no trasciende hacia nosotros, por lo que busca Ken Robinson es “personalizar la educación”, llevarla a lo que amamos, sentimos y adquirimos como propio esa capacidad y talento que realizamos sin mayor esfuerzo, y que se nos da fácilmente y disfrutamos dichosos. Hace algunos años y en la actualidad atrás la escuela se concentra en focalizar, centrar a los estudiantes en determinados campos, estudiar para esos campos y ver lo que obtiene de los resultados, aprendizaje literal, textual, de repetir lo que se está diciendo y memorizar para avanzar. Y en este campo es triste ver como algunos alumnos se pierden, abrumados por lo que hay que volver a mostrar y eso se valora como “aprendizaje”, además de esto está todo lo social que se vive en esos momentos, el crecimiento que muchas veces puede ser muy intenso y distintivo para algunos alumnos, cosas como el amor y el bullying se viven y desestructuran al alumnado. La percepción de la educación de hoy y precisamente en Chile se ve como una pérdida de tiempo, jornadas que son eternas y no son lo suficiente eficaces, la educación desde el hogar no está instaurada por lo que hace más difícil el trabajo en las aulas, el respeto y la cooperación no está, y además de todo esto se siente 17

que lo que se hace con educar no es lo suficientemente optimo, es como si fuéramos de generaciones atrasadas y la eficacia y eficiencia no este de nuestro lado, por lo que hablar de que la educación en general no tiene límites y vas más allá de todo conocimiento pasa a ser algo insignificante en las problemáticas actuales que hay en educación en Chile. Pero viéndolo de manera positiva, hay movimiento de cambios, hay conciencia en las diferencias de los alumnos que los hace únicos, hay un mayor entendimiento por la variedad del aprendizaje existente, esta esa personalización, de saber que le sucede y en que el profesorado puede ayudar para mejorarlo, y pienso que aquí es donde entra el rol del psicólogo educacional, ellos tienen un vasto conocimiento en los procesos de aprendizaje, en entender lo que sucede en un aula, en aportar con procesos individuales, grupales, organizacionales, conocer las percepciones de alumnos, docentes, directores, también optimizar los recursos humanos que posee la comunidad educativa y así, pero esta gran funcionalidad (que se define y a la vez no) no se ve reflejada en el rol, se conoce porque uno tiene conocimiento de ello y sabe cómo funciona, pero para los demás se centra más en aspectos negativos y no positivos, analiza más que aporta, se realizan más diagnósticos que intervenciones y las que se hacen no son del todo influyentes (como comúnmente dicen los profesores “para que hacen esto si así como estamos ya trabajamos bien”). En el fondo percepciones e ideas preconcebidas de nuestra funcionalidad como psicólogos en general que no logra influir efectivamente en las escuelas, y como decía en el ensayo en el que me baso, eso define también que se terminen realizando tareas que nos definidas para psicólogo educacional (clases de reemplazo, cuidar salas, ver como un diagnóstico clínico a cada alumno, orientación, etc). Mi critica va a redefinir a la educación, a enamorarnos de nuevo de esta, a que se vea con este enfoque multidimensional y que se vaya expandiendo así como se expande el universo, que es imposible evaluarla porque son esas diferencias en lo que nos queremos centrar, a garantizar esos talentos y sueños de cada alumno que uno ve en este proceso de crecimiento, que sea multifacética, 18

y que entrega el conocimiento para nuestra funcionalidad en la sociedad y no como un mero recurso. Que el alumno pueda definirse a sí mismo, en lo que hace, en lo que no y con que se identifica y que desde esa mirada abra su propio campo de conocimiento y que al verlo se da cuenta que no lo identifica demasiado poder cambiarlo, hasta que encuentre lo que le apasiona y lo enamora. Entregar herramientas para que los alumnos se hagan seres pensantes y críticos, que cuestionen y que desafíen, debatan y discutan, que busquen su propia identidad en el conocimiento y saber que van adquiriendo, y que se envuelvan en esta. Después de esto (y solo me centro en los alumnos) que el trabajo de los educadores puede llegar a ser muy agobiante y agotador, por lo que el rol del psicólogo educacional tiene que ver justamente a apoyar en estos procesos, un trabajo en conjunto con los profesores, en tomar las fortalezas y debilidades de los mismos docentes y ponerlas a trabajar, y que su mirada hacia los alumnos sea por una parte una entrega de confianza y casi una complicidad y por otro exigencia y trabajo, ya que una vez que los docentes se entregan a nivel personal con sus alumnos pueden llegar a formar vínculos potentes que trascienden mas allá el papel de la escuela y que esto los docentes lleguen a entender.

Conclusión Concluyendo, puede que la mirada de la realidad educacional y los psicólogos educaciones puede ser crítica y lo que se busca pasa a ser sentido como utópico, la educación pasa a ser una búsqueda constante de la pasión y que es de por vida. Esta crítica es vital para lograr generar cambios y es justamente en dicha capacidad para cambiar los procesos culturales de manera significativa y participativa lo que debiera preocupar a la educación del siglo XXI.

19

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.