Análisis prospectivo de la aplicación de nuevas tecnologías en la educación a distancia

July 17, 2017 | Autor: Cira De Pelekais | Categoría: Nuevas tecnologías, Analisis Prospectivo
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Descripción

Telos Vol. 4 (3): 305-332, 2002

Análisis prospectivo de la aplicación de nuevas tecnologías en la educación a distancia (Avance de Investigación) Prospective Analysis of the Application of New Technologies in Off-Campus Education (Research Advances) *Nelson Castellano, **Cira de Pelekais y ***Maria Govea de G. Resumen El estudio tiene como propósito analizar la Educación a Distancia y el uso de las nuevas tecnologías, entregando elementos teóricos que permitan caracterizar este proceso educativo para responder a una de las preguntas que se formulan al diseñar el Currículum: cómo enseñar. Considerando que, el significado de la Educación a Distancia es, más o menos, comprendido por la mayoría. Sin embargo, se le relaciona exclusivamente -en algunos casos en forma despectiva- con la enseñanza por correspondencia. Como primera aproximación, hay que mencionar que esa identificación no es exacta, puesto que la correspondencia escrita es sólo uno de los medios que utiliza, entre muchos otros. El objetivo de la investigación es Determinar a través de un análisis la efectividad de la aplicación de nuevas tecnologías en la Educación a Distancia. Y su importancia radica en ayudar a establecer a través de la formulación de lineamientos teóricos la contribución que la Educación a Distancia puede ofrecer para hacer frente a los grandes problemas educativos del acceso y el diálogo, pues, con la utilización de las tecnologías educativas es probable dar cobertura a mayor cantidad de población. El estudio se sustenta en los enfoques humanista y andragógico de la educación sobre la base de una difusión de los cursos de auto aprendizaje y predominante, en las teorías Constructivista y Cognoscitivista. En cuanto a la delimitación física, se ha determinado llevarla a cabo en las instituciones que se constituirán en centros pilotos de estudios a distancia con la aplicación de las nuevas tecnologías de la información. Para ello se consideraron las Universidades: Dr. Rafael Belloso Chacín, LUZ, Cecilio Acosta, Simón Rodríguez, y la Pedagógica Experimental Libertador.

Frame 59Frame 62 Palabras clave: Nuevas tecnologías, educación a distancia, tecnologías de la información, análisis prospectivo.

Abstract The objective of this study is to analyze Off-Campus Education and the use of new technologies, offering theoretical elements which allow for the characterization of the educational process in order to respond to one of the questions that arose during the development of the curriculum: How to teach?. The meaning of offcampus education is more or less understand by the majority, however, some relate it exclusively, and in a negative sense, with teaching by correspondence. As a first approximation, it must be affirmed that this classification is not exact, since written correspondence is just one of the means used. The objective of this research is to determine through analysis the effectiveness of the application of new technologies in offcampus education. Its importance is related to helping to establish, through the formulation of theoretical

analysis, the contribution it can make in confronting the great educational problems of access to and dialogue with universities, because through the use of the educative technologies it is possible to reach a greater population. The study is based on the humanistic and andragogical approaches to education, and based on the diffusion of self-learning courses and constructivist and cognoscitive theory. In relation to physical limitations, the institutions that will participate as pilot centers for off campus education and the application of new information technology will carry out studies. In this study, the University Doctor Rafael Belloso Chacin, LUZ, UNICA, Simón Rodriguez and the UPEL were included. Key words: New Technologies, off-campus education, information technologies, prospective analysis.

Introducción Durante este último tiempo, la Educación a distancia ha ido abriéndose un espacio legítimo dentro del concierto educacional mundial. Desde capacitación laboral hasta post-grados universitarios figuran en la oferta de las más diversas instituciones educativas. Las universidades, institutos profesionales, centros de capacitación a empresas, organizaciones religiosas son, por nombrar algunas, las entidades que hacen uso en el país de este sistema. Con el avance de la Informática y el acceso cada vez más masivo a redes de comunicación, la instrucción y capacitación a distancia se hace cada vez más eficaz y solicitada. De igual forma, desde hace ya varios años, Internet, la red computacional más grande del mundo, contribuye eficaz y eficientemente en este proceso educativo. Si a todo esto se suman las universidades abiertas y a distancia que existen en el mundo, esta modalidad alcanza una presencia relevante en el desarrollo educativo mundial. Sin embargo, todavía existe un cierto rechazo a esta forma de aprendizaje. Muchos no conocen sus principios, ni sus métodos, ni el desarrollo alcanzado en el mundo, respaldado por organismos internacionales como la UNESCO y la OEA y avalado por los resultados positivos obtenidos a nivel mundial. En esta investigación se analizará el sistema de Educación a Distancia y el uso de las nuevas tecnologías, entregando elementos teóricos que permitan caracterizar este proceso educativo para responder a una de las preguntas que se formulan al diseñar el Currículum: cómo enseñar. En este sentido, el significado de la Educación a Distancia es, más o menos, comprendido por la mayoría. Sin embargo se la relaciona exclusivamente -en algunos casos en forma despectiva- con la enseñanza por correspondencia. Como primera aproximación, hay que decir que esa identificación no es exacta, puesto que la correspondencia escrita es sólo uno de los medios que utiliza, entre muchos otros. La Educación a Distancia es una modalidad que permite el acto educativo mediante diferentes métodos, técnicas, estrategias y medios, en una situación en que alumnos y profesores se encuentran separados físicamente y sólo se relacionan de manera presencial ocasionalmente. La relación presencial depende de la distancia, el número de alumnos y el tipo de conocimiento que se imparte. Desde una perspectiva del proceso instruccional, esa modalidad permite transmitir información de carácter cognoscitivo y mensajes formativos, mediante medios no tradicionales. No requiere una relación permanente de carácter presencial y circunscrita a un recinto específico. Es un proceso de formación autodirigido por el mismo estudiante, apoyado por el material elaborado en algún centro educativo, normalmente distante. Es la respuesta a muchas interrogantes que surgen frente al hecho social de la educación. Ante la continua preocupación por la necesidad y derecho de una educación permanente, la educación a distancia es una alternativa válida, ya que facilita estrategias de educación permanente. Normalmente la población que atiende son adultos que quieren iniciar o continuar estudios, o graduados que buscan su renovación o mejoramiento, sin sacarlos de su contexto laboral, social y familiar. Esto último, permite superar la clásica barrera entre la escuela y la vida, puesto que el estudiante no es separado de su medio. Además, dada la amplia cobertura

social que puede alcanzar, hace más real la igualdad de oportunidades, transformándose en una respuesta a la demanda democrática de educación. Desde el punto de vista de los procesos curriculares, acredita la experiencia adquirida y los conocimientos previos del estudiante, permitiendo un aprendizaje realmente significativo. El aporte de las teorías constructivistas encuentra en la educación a distancia un excelente campo de aplicación. Este es un tipo de educación académicamente exigente, especialmente por las características que los usuarios deben desarrollar como pre-requisitos: capacidades de lectura comprensiva, de identificación y solución de problemas, de análisis y de crítica, habilidad para investigar y comunicar adecuadamente los resultados. A pesar de que el estudio es individual, no se descarta el trabajo en pequeños grupos, aun más, es recomendado. Asimismo, desde la perspectiva del docente, la educación a distancia no prescinde de éste. Tampoco deja de lado la relación profesor-alumno, sólo cambia la modalidad y la frecuencia. De la función de enseñante, el docente pasa a ser un facilitador del aprendizaje, un creador de situaciones con medios innovadores que permitan al alumno lograr los cambios de conducta y el desarrollo de las habilidades necesarias. La calidad del diseño instruccional y de los recursos empleados son fundamentales para el logro de la excelencia de los aprendizajes. La evaluación formativa, el aprendizaje significativo y para el dominio, la instrucción individualizada, el adecuado uso de medios nuevos en la presentación de la información y el desarrollo de destrezas individuales son conceptos medulares de la Tecnología Educativa que en la Educación a Distancia adquieren una gran relevancia. En concordancia con lo anteriormente expresado, los aportes de la Sicología del Aprendizaje son fundamentales al momento de la planificación y realización de situaciones instruccionales y formativas a distancia. Los acuerdos existentes en torno al logro de los aprendizajes, encuentran en la modalidad que se comenta una adecuada respuesta. Los especialistas en el tema del desarrollo de experiencias de aprendizajes no presenciales, han elaborado una serie de principios que son coincidentes con los aspectos señalados con anterioridad. En los puntos analizados en otros párrafos, se mencionan los principales componentes que intervienen en el proceso tele-educativo. Significando con ello, por una parte está un centro educativo que diseña y elabora los materiales de autoaprendizaje y, al otro extremo, está el alumno. Ese es el esquema básico. A partir de ese modelo surgen muchas maneras para dar respuesta al cómo enseñar. Desde la simple página de una revista, elaborada para producir aprendizajes en el lector que desee seguir las instrucciones y sin ninguna evaluación posterior, hasta el uso de aulas virtuales y video conferencias por medio de satélites, pasando por el uso de computadores, de textos de auto-intrucción y de sistemas de evaluación práctica y presencial. En este aspecto las teorías de la comunicación y del aprendizaje con las nuevas tecnologías tienen un papel relevante y significativo. Al respecto, desde la década de los sesenta, numerosos autores han propuesto dividir la historia humana en fases o periodos caracterizados por la tecnología dominante de codificación, la tesis fundamental es que tales cambios tecnológicos han dado lugar a cambios radicales en la organización del conocimiento, en las prácticas y formas de organización social y en la propia cognición humana, esencialmente en la subjetividad y la formación de la identidad. Sólo adoptando una perspectiva histórica es posible comprender las transformaciones que ya se estan viviendo. La mayoría de las explicaciones sobre la evolución de las tecnologías de la información padecen un fuerte determinismo tecnológico. Es decir, con frecuencia se olvidan que una tecnología no sólo tiene implicaciones sociales, sino que también es producto de las condiciones sociales y, sobre todo, económicas de una época y país. Este contexto histórico, es un factor fundamental para explicar su éxito o fracaso frente a tecnologías rivales y las condiciones de su generalización.

De igual forma, la sociedad actúa como propulsor decisivo no sólo de la innovación sino de la difusión y generalización de la tecnología (Breton y Proulx, 1990). Como afirma Castells, el cambio tecnológico tan sólo puede ser comprendido en el contexto de la estructura social dentro de la cual ocurre (1995). Por qué muchas de las primeras tablillas de arcilla con escritura cuneiforme eran inventarios de almacén? Por qué la imprenta no se desarrolló en la China si ya se conocían las tecnologías que están en su base, incluyendo el papel, la prensa y los tipos móviles, antes que en occidente? Por qué los primeros libros impresos fueron de temática religiosa y conjuntos de tablas para cálculos comerciales?. La explicación a todas estas cuestiones sólo puede hallarse en los contextos sociales, políticos y económicos en los que se crearon y desarrollaron como innovaciones. No olvidemos, por ejemplo, que la imprenta nació como un negocio (Eisentein, 1994). Lo que está pasando ahora mismo en la Internet, la explosión de contenidos comerciales o las batallas por controlar el mercado del software, no son precisamente un producto de la tecnología. Las características de los protocolos de comunicación utilizados en la Internet son una creación humana deudora de las necesidades percibidas por los investigadores y las instituciones que financian e impulsan la investigación. Así, se encuentran en un periodo en el que el uso comercial de las redes informáticas está propiciando la investigación en aspectos antes poco relevantes como la seguridad en las transacciones electrónicas, el dinero electrónico, los micropagos, la banca electrónica, etc. Pero de todos estos desarrollos pueden obtenerse otros beneficios, del mismo modo que una red informática descentralizada, creada para soportar un ataque nuclear, se ha mostrado sumamente resistente a los intentos de censura y control ideológico de los gobiernos cuando ha pasado a las manos de los ciudadanos. Parafraseando la definición de González, Gisbert et al., (1996, pp: 413), entendemos por nuevas tecnologías de la información y la comunicación el conjunto de procesos y productos derivados de las nuevas herramientas (hardware y software), soportes de la información y canales de comunicación relacionados con el almacenamiento, procesamiento y transmisión digitalizados de la información. El paradigma de las nuevas tecnologías son las redes informáticas. Los ordenadores, aislados, nos ofrecen una gran cantidad de posibilidades, pero conectados incrementan su funcionalidad en varios órdenes de magnitud. Formando redes, los ordenadores no sólo sirven para procesar información almacenada en soportes físicos (disco duro, disquette, CD ROM) en cualquier formato digital, sino también como herramienta para acceder a información, a recursos y servicios prestados por ordenadores remotos, como sistema de publicación y difusión de la información y como medio de comunicación entre seres humanos. Y el ejemplo por excelencia de las redes informáticas es la Internet. Una red de redes que interconecta millones de personas, instituciones, empresas, centros educativos, de investigación, de todo el mundo. Se ha afirmado que la Internet es una maqueta a escala de la futura infraestructura de comunicaciones que integrará todos los sistemas separados de los que hoy disponemos (TV, radio, teléfono, entre otros.), ampliando sus posibilidades, los nuevos sistemas que hoy ya se utilizan experimentalmente en la Internet (i.e., videoconferencia, video a la carta,.) y otros que apenas imaginamos. Las consecuencias de todos estos avances las estamos viviendo día a día. Sólo destacaremos brevemente algunas, para centrarnos a continuación, en sus repercusiones educativas. Los medios electrónicos e impresos han producido una auténtica explosión en la cantidad de información que llega a las personas. En algunos campos, cada pocos años se hace necesario revisar las acreditaciones académicas (Bartolomé, 1996): una persona que no haya estudiado lo producido en los últimos años no está ya capacitada para desempeñar su profesión. Cualquier profesional que quiera mantenerse al día sobre el desarrollo de su disciplina sabe las horas que debe dedicar al estudio y a la puesta al día. La educación debe dar una respuesta a estos problemas. La institución escolar, que nació, entre otras cosas, para proporcionar información, compite ahora con fuentes de una increíble credibilidad (valga la expresión) como la TV, cuyo objetivo no es, evidentemente, ni formar, ni informar verazmente, ni educar sino más bien capturar audiencias masivas y venderlas a los anunciantes o, simplemente, ganar dinero. Los medios de comunicación y las redes informáticas han sido calificados acertadamente de profesores salvajes (Comisión Europea, 1995, p.p 29) y su influencia es enorme, sobre todo si tenemos en cuenta que la TV es la tercera

actividad en tiempo empleado, tras el trabajo y el sueño, de la mayoría de los habitantes de los países occidentales. Levinson (1990), por ejemplo, explica la evolución de las tecnologías de la comunicación como una sucesión de tres estadios: En el primero, nuestra especie se encuentra en un entorno comunicativo en el que todas las características del mundo natural percibido están presentes, pero en el que la comunicación está limitada por los límites biológicos de la vista, el oído y de la memoria. Para superar dichos límites biológicos, el ser humano desarrolla nuevas tecnologías (i.e., la escritura, que preserva el saber más allá de las limitaciones de la memoria o permite transmitir a distancia el pensamiento). El precio es la renuncia al entorno de comunicaciones natural, de los sentidos, pretecnológico (i.e., el silencio del texto, del que se quejaba Sócrates, o la falta de interactividad del libro, por emplear la terminología moderna). Los nuevos medios electrónicos (analógicos primero y posteriormente digitales) no sólo extienden posibilidades de comunicación más allá de los límites biológicos, sino que recuperan elementos y características de la etapa pretecnológica anterior a la escritura (i.e. interactividad entre emisor y receptor, tiempo real, uso directo de los sentidos). La realidad hoy en día es experimentada vicariamente en cualquier lugar, en el mismo momento que sucede en la otra parte del planeta o es registrada para la posteridad. El uso de artefactos, curiosamente, nos ha devuelto los sentidos en la comunicación humana. El teléfono devolvió la conversación y eliminó gran parte de la correspondencia personal. La TV nos volvió a hacer testigos directos de los acontecimientos (testigos pasivos, por otra parte). Las nuevas tecnologías de la información, según Levinson (1990) y al contrario de lo que señalan muchos críticos, no están haciendo el mundo más artificial, sino, en el sentido indicado, más natural. Evidentemente, es sólo una manera de verlo. Los interfases de usuario no son, ni mucho menos, naturales. La mediación del artefacto no es un proceso transparente. Tiene sus propios condicionantes, que debemos conocer si queremos emplearlas satisfactoriamente. Toda una escuela de pensamiento, la iniciada por McLuhan, cifra en el medio los determinantes fundamentales de la comunicación (recuerdan aquello de El medio es el mensaje?). Una tercera característica de las nuevas tecnologías de la información que tiene enorme importancia, especialmente en educación, es la interactividad (Bartolomé, 1995), es decir, la posibilidad de que emisor y receptor permuten sus respectivos roles e intercambien mensajes. Los medios de comunicación de masas, los periódicos, la radio y la televisión, definen los papeles de los participantes de modo estático: por un lado el productor/distribuidor de la información y por el otro el receptor/consumidor de la información. Unos pocos emisores centralizados, que precisan recursos muy costosos, difunden mensajes estandarizados a una masa de receptores/consumidores pasivos y dispersos. Los nuevos medios se caracterizan por todo lo contrario: no existe un centro y una periferia, un emisor y una masa de espectadores. La inteligencia de las nuevas redes de comunicación está distribuida entre los nodos y pasar de la comunicación persona a persona a la comunicación de masas es sumamente sencillo. De hecho, la masa indiferenciada, creada por los medios de comunicación tradicionales, está desapareciendo para dar paso a grupos de interés e individuos que interactúan entre sí, formando comunidades virtuales, y que no sólo consumen información, sino que también la producen y distribuyen. En la sociedad de la información, el espacio y el tiempo ya no son condicionantes de la interacción social, del mismo modo que las fronteras y los límites nacionales no representan barreras para la circulación del capital, de la información, de los mercados, incluso el de trabajo, o las relaciones interpersonales. Un ejemplo de estas nuevas formas de interacción son las comunidades virtuales: grupos de personas que comparten un interés y que utilizan las redes informáticas como canal de comunicación barato y cómodo entre individuos

espacialmente dispersos y temporalmente no sincronizados. Este rasgo, la interactividad, junto con la deslocalización, define más que cualquier otro las nuevas tecnologías de la información y posee implicaciones cruciales en todos los ámbitos de nuestra experiencia. Hace años que somos conscientes de que la formación debe prolongarse durante toda la vida y que el reciclaje y la formación continuada son elementos clave en una sociedad desarrollada y moderna. Sin embargo, los importantes cambios que las nuevas tecnologías están introduciendo en los puestos de trabajo han hecho este principio mucho más evidente que antes. Se están creando nuevos sectores productivos relacionados con dichas tecnologías, otros se transforman por la introducción de nuevas formas de organización y, finalmente, es posible que desaparezcan muchos puestos de trabajo como subproducto de la revolución tecnológica. Estos escenarios plantean desafíos técnicos y pedagógicos a los que los profesionales deberemos responder. En primer lugar, los roles de profesores, alumnos y personal de apoyo deben adaptarse a los nuevos entornos. No solo se trata de adquirir conocimientos generales sobre como usar los nuevos medios, sino también de las implicaciones de dichos tipos de comunicación en los procesos de enseñanza/aprendizaje. Los estudiantes deberán adoptar un papel mucho más activo, protagonizando su formación en un ambiente muy rico en información. Las nuevas tecnologías no sólo van a incorporarse a la formación como contenidos a aprender o como destrezas a adquirir. Serán utilizadas de modo creciente como medio de comunicación al servicio de la formación, es decir, como entornos a través de los cuales tendrán lugar procesos de enseñanza/aprendizaje. Como señala Martinez (1996, pp: 111), en los procesos de enseñanza/aprendizaje, como prácticamente en la totalidad de los procesos de comunicación, pueden darse diferentes situaciones espacio-temporales, tanto en la relación profesor-alumno, como en relación a los contenidos. Las aulas virtuales, la educación en línea, a través de redes informáticas, es una forma emergente de proporcionar conocimientos y habilidades a amplios sectores de la población. Los sistemas asíncronos de comunicación mediada por ordenador proporcionarán la flexibilidad temporal necesaria a las actividades para que puedan acceder a la formación aquellas personas con dificultades para asistir regularmente a las instituciones educativas presenciales debido a sus obligaciones laborales, familiares o personales. La desaparición del espacio físico en estas nuevas modalidades de formación creará un mercado global en el que las instituciones educativas tradicionales competirán entre sí y con nuevas iniciativas formativas públicas y privadas. El nuevo milenio no solo presenta los retos del doble cero que han tenido ocupados a los ingenieros de la informática y los sistemas, sino paradójicamente, los de la explosión del desarrollo tecnológico con todas sus consecuencias positivas y negativas. El potencial que las nuevas tecnologías de comunicación e información proporciona al ser humano y a la sociedad tienen que ver con la rapidez en el procesamiento de información con el manejo de grandes volúmenes de la misma, con el fácil acceso, disposición, intercambio y transformación de información. Aparejados a estas ventajas se encuentran nuevos problemas: el de la fragmentación de la información, el saber y la cultura, el de una nueva cultura informática y sujetos alfabetos informáticos, el de una nueva construcción de la realidad y nuevas formas de acercamiento a ella, el de la modificación de relaciones, interacciones, formas de pensamiento, organización y hábitos de trabajo. Los usos y aplicaciones de las nuevas tecnologías en los diversos campos de la actividad humana y social exigen reconocer los impactos y trasformaciones que ocasionan, así como ver la forma en que las nuevas tecnologías se aprovechen para lograr un aprendizaje continuo, un aprendizaje a distancia, un aprendizaje bajo el control de quienes aprenden, a fin de resolver retos y problemas de limitaciones económicas y de recursos, que en lo educativo ocasionan, una sociedad menos desarrollada. El aprendizaje a lo largo de toda la vida debe ser adoptado como base estratégica para el futuro de la nación. La competencia profesional y las habilidades necesarias para el trabajo cambian constantemente; por ello la clave en la sociedad de la información es el aprender a aprender, el aprendizaje irá mucho más allá de los estudios tradicionales orientados a la obtención de un título o un grado.

La clave de la educación ya no será la cantidad de conocimientos aprendidos, sino la habilidad para usar el conocimiento y el saber como. Al respecto, Bates (1999) señala: No debemos pensar que hay soluciones simples en la selección y el uso de tecnologías en la educación convencional o a distancia. De hecho, la toma de decisiones en esta área se vuelve cada vez más difícil, con la proliferación de nuevas tecnologías y nuevas iniciativas de enseñanza (p.85) En el caso de Venezuela, en los últimos años, la enseñanza abierta se ha orientado hacia un enfoque humanista y andragógico de la educación y se ha organizado sobre la base de una difusión de los cursos de auto-aprendizaje con numerosas finalidades de formación técnica y profesional. (Hodgso, 1987, p:45; y OSullivan, 1987, p: 103). De esta forma se convirtió en un producto de enseñanza abierta. Correspondiendo sus cursos a la necesidad de dar respuesta a las exigencias sociales intentando dar solución a los problemas actuales en la educación como alternativa a la masificación estudiantil que repercute en la calidad de la misma. El desarrollo de la educación a distancia en la modalidad de adultos ha sido lento en Venezuela, no obstante se ha logrado integrar, con notable éxito los esfuerzos y los recursos que disponen las instituciones de educación superior quienes tienen la responsabilidad de preparar y actualizar a los docentes. Sumado, el decidido apoyo académico y financiero que que presta el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Permitiendo realizar acciones comúnes, inclinadas al mejoramiento de la calidad del docente y por ende la educación venezolana, con la constitución del Programa Nacional de Formación Docente. (Universidad Nacional Experimental Libertador, 1988, p: 2). Asimismo, de acuerdo con la Universidad Central, ese programa es ejecutado y se conoce como PRONAFORDO, el cual considera a la educación a distancia como una alternativa de vital importancia en el contexto de la educación permanente y sus cursos se orientan en una actividad introductoria a propiciar el conocimiento de la modalidad, sobre la base de los principios y lineamientos estratégicos y elaboración de materiales didácticos entre otros, pero no contemplan, la creación de instituciones educativas con la aplicación de nuevas tecnologías como la Radio, la Televisión, Internet, Conferencias en Video Vit, Video Conferencias, de manera de salvar la distancia que media entre el facilitador o docente y el participante. En el caso de la radio, en Venezuela desde el año 1975 se tienen experiencias desde primera, segunda y tercera etapa de educación básica y media diversificada. Su metodología se orienta a combinar la educación cara a cara (tutoría semanal) con la educación diaria por radio apoyada con módulos contentivos del programa, pero no es utilizada para la capacitación de los docentes brindandole las herramientas que le permitan administrar la catedra con el uso de la radio. La Universidad del Zulia, la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín, la Universidad Cecilio Acosta, entre otras, cuentan con las tecnologías que ofrecen la radio, la televisión, laboratorios de computación con Internet, equipos audiovisuales de tecnología avanzada, que no han sido utilizados para la administración de estudios a distancia. No permitiendo con ello, que la educación a distancia logre su verdadera evolución y aplicación ajustando el avance tecnológico a las regiones destinadas para su ejecución. Asimismo, preparar a los docentes en función de los avances tecnológicos. En este aspecto, Montilla (1999), explica que no existe en el país un sistema nacional de ciencia y tecnología. Las mismas, continúan siendo actividades marginales debido a irrisoria inversión tanto por parte del estado como el sector Privado y la poca reflexión teórica sobre el significado de la ciencia, técnica y cultura. Como alternativa a los referidos escenarios, se hace necesario considerar la necesidad de unificar esfuerzos que permitan la aplicación de nuevas tecnologías en la educación a distancia.

Justificación e importancia Por ello se concreta, la necesidad puntual de contar con cambios radicales de la educación, donde las instituciones universitarias asuman el reto de ofrecer atención a la población con la aplicación de un sistema de educación a distancia con el uso de las nuevas tecnologías que permita penetrar las poblaciones más dispersas, donde establecer una Universidad es casi inconcebible.

La necesidad de este tipo de educación se hace imperiosa, ya que permitiría el acceso a la educación superior a miles de estudiantes que se encuentran dispersos geográficamente. Además, contribuiría a la democratización de la educación superior ya que al emplear la educación a distancia con el uso de nuevas tecnologías, ofrecería oportunidades de enseñanza y formación a las personas menos afortunados y desfavorecidos social y económicamente. Igualmente, proporcionar formación general a la comunidad en su conjunto mediante cursos de educación permanente y de formación para todos aquellos que deseen mejorar sus capacidades y conocimientos. Permitirá además, mejorar la calidad de la educación superior mediante métodos interdisciplinarios y el empleo de medios múltiples de comunicación en el diseño y producción de materiales y programas pedagógicos que se ajusten más a las necesidades de desarrollo de la comunidad entre ello, seleccionando el recurso tecnológico ajustado a la facilidad y seguridad de acceso al sistema educativo. Se dice facilidad por razones económicas y de tiempo. Una persona con voluntad de estudio a quien el trabajo le impide esta aspiración puede contar con el uso de nuevas tecnologías bien sea radio, televisión, internet, video conferencias etc- como medio de educación sin tener que desprenderse de su responsabilidad laboral, su fuente de trabajo que le genera un ingreso. Cuando se cita economía se hace referencia a la problemática de aquél que no puede continuar sus estudios por la necesidad de incursar en el campo del trabajo. En este sentido el usuario del sistema encontraría en la educación a distancia propuesta de solución a dos problemas de formación universitaria: el primero, no estaría obligado a asistir diariamente a un centro de estudios y el segundo, seguridad, evitando circular diariamente en diferentes horarios, especialmente en horas nocturnas. La importancia de esta investigación radica en ayudar a establecer lo que la educación a distancia puede hacer frente a los grandes problemas educativos del acceso y el diálogo, pues, con la utilización de las tecnologías educativas es probable dar cobertura a mayor cantidad de población. El estudio podría tener relevancia, porque obliga la actualización y formación de los docentes que suponen se pudieran establecer relaciones numéricas fijas entre el facilitador, profesor y participante que limita la expansión cuando educadores y estudiantes están en el mismo lugar y al mismo tiempo. De igual forma, permitiría alcanzar a un público al que no se llegaría con los medios tradicionales. Lograría que disminuya el número de horas de estudio de los participantes del nivel universitario. Fortalecería la labor de investigación sobre la educación a distancia a nivel superior con la aplicación de nuevas tecnologías educativas. Podría constituirse en un elemento de consulta que sirva de experiencia piloto para la realización de investigaciones posteriores con la aplicación de nuevas tecnologías en un sistema de educación a distancia. Redimensionaría las competencias y funciones de las nuevas tecnologías en la Educación a Distancia. Lograría desarrollar un diagnostico de la situación actual del uso de las nuevas tecnologías en la Educación a distancia.

Basamento teórico La educación superior en venezuela La sociedad actual está comenzando a ser considerada como una sociedad del conocimiento. La economía y muchos otros aspectos de la vida diaria estan siendo cada vez penetrados por nuevos conocimientos.

La experiencia en la industrialización de los países y el panorama mundial demuestran la estrecha relación entre el nivel de educación, el crecimiento científico y tecnológico y el grado de progreso político, económico-tecnológico y el grado de progreso político, económico y social. Este papel de la educación como agente transformador ha venido acrecentándose, por un lado, por el progreso interno de los sistemas y procesos educacionales, y por el otro, la aplicación de los avances de la ciencia y la tecnología, los cuales han contribuido a ampliar el panorama y el contenido de la educación, proporcionándole nuevas orientaciones e instrumentos que aumenten su capacidad y eficacia. Es así como la educación ha sido sometida a un proceso progresivo de crecimiento en el mundo, impulsada inicialmente por la tendencia natural del hombre a aprender a enseñar; y luego por la propia dinámica expansiva de los conocimientos impuestos por las nuevas demandas tanto sociales como científicas. Este proceso progresivo de la educación ha ocasionado cambios en la industria, la economía, la política, los cuales imponen grandes desafíos al sistema educativo especialmente al sector de educación superior (Druker, 1.995; Diaz, 1.993).

Análisis prospectivo de la aplicación de nuevas tecnologías en educación Tecnología y educación La situación actual y la futura, representan cambios radicales. El impetuoso, continuo y progresivo avance de la tecnología está incidiendo y transformando a la mayoría de los sectores de las sociedades mundiales. El conocimiento se amplía a velocidad exponencial e impresionante, los desarrollos tecnológicos recientes impactan la educación por motivo de los extraordinarios y continuos avances de la computación y las telecomunicaciones, que condicionan el aprendizaje organizado. De esa manera, el conocimiento puede ser teóricamente logrado sin necesidad de pisar un salón de clases y sin confrontar directamente a un maestro. Estas condiciones explican en gran parte los profundos cambios en las formas de enseñanza, por cuanto, la naturaleza de la educación ha entrado a un proceso moderno, y ha adecuado las estrategias de aprendizaje hacia un cliente que puede hacer uso de ella, cuando, donde y como desee utilizarla. Asimismo, estas tecnologías permitirán que cada estudiante tenga libertad de buscar y definir su propio estilo de aprendizaje. Por su parte, él, en vez de apoyar su aprendizaje en libros de textos y clases magistrales, puede hacer uso de esta poderosa base de recursos y preparación, para continuar aprendiendo durante toda su vida; esto sin excluir el rol de lo profesores, quienes actuarán como facilitadores del aprendizaje, ayudando a los estudiantes a hacer juicios acertados, a que discriminen ante la super abundancia de datos e informaciones disponibles, y las relativas a diversas disciplinas y sujetos que utilizan tecnologías complejas. Cartier, 1992, Casas, 1992 y 1996, Castillo, 1992, Ayarza H, González y Rodríguez, 1992. La tecnología Educativa configura la armoniosa integración de diversos procesos, elementos y equipos que estructuran una novedosa y apropiada tecnología de producción o de instrucción; de allí que, entre las diversas tendencias tecnológicas previsibles para próximas décadas y más aún, ya presentes algunas en el mercado, estaría la integración de la televisión, las telecomunicaciones y las computadoras, a través de técnicas de digitalización y comprensión (Bates, 1995; Galvis, 1996). En resumen, las consideraciones anteriores muestran, sin lugar a duda, la importancia y necesidad imperativa de usar funcionalmente el extraordinario poderío de las nuevas tecnologías informativas, que facilitan la transformación de las Universidades existentes. Asimismo, se requerirá de un buen conocimiento de las posibilidades y limitaciones de esas tecnologías, de una claridad conceptual sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje y de una creatividad para concebir y desarrollar tecnologías capaces de reorganizar el proceso instruccional.

Revolución tecnológica y social

Hace algunos años, con motivo de la Capitalidad Cultural Europea, expertos en materia de educación, comunicación y periodismo, analistas en materia de telecomunicaciones digitales, investigadores sociales y responsables de la administración pública de las políticas en materia de comunicación y cultura celebraban en Madrid el encuentro Comunicación de Masas en el Tercer Milenio (1992) para definir los perfiles imprecisos de eso que algunos autores denominan la nueva civilización tecnológica. En las conversaciones de Madrid, subtituladas significativamente De la revolución tecnológica a la revolución social, los participantes llegarían a la síntesis de diez conclusiones sobre la configuración y futuro de la sociedad de los medios. El acierto y pertinencia de tales recomendaciones deberían seguir siendo hoy día líneas de acción en el contexto social vigente: En primer lugar, dado el carácter crítico de la relación simbiótica entre medios y sistemas políticos, los investigadores participantes en este encuentro señalaron que es conveniente para el nuevo milenio que desde el ámbito de la comunicación se fomenten valores democráticos, un auténtico diálogo público en la sociedad, que genere una cultura de la cooperación y la solidaridad social frente al individualismo y la desmovilización anómica que está produciendo en el actual contexto social la cultura mediática. En segundo lugar se constata hoy que las funciones y el tradicional ámbito de libertades que en términos democráticos siempre ha contenido significativamente la noción de ciudadano se está diluyendo en beneficio de un concepto alienante y empobrecedor que iguala a cada sujeto con un potencial agente de consumo. Resultado de los procesos de concentración y privatización de la comunicación, la educación y la cultura, el ciudadano de hoy está perdiendo sus espacios de encuentro y consenso social para replegarse en la lógica restrictiva y, como veremos, tautológica de la racionalidad instrumental por la cual se impone el fin sobre los medios sustituyéndose al homo sapiens y al homo faber por el maquinal homo consumens. A tal punto que cada vez resulta más necesario, en consecuencia, reivindicar el concepto de ciudadanía para, de manera efectiva, poder dotar de contenido las acciones dialógicas y comunicacionales de participación real y democrática del nuevo sujeto de la posmodernidad frente al solipsismo delirante de la comunicación como dominio. En tercer lugar, por tanto, es imprescindible - señalan los mismos autores -el fortalecimiento de la sociedad civil favoreciendo una nueva comunicación ciudadana que reconozca la inteligencia, soberanía y el poder de autodeterminación del público, a nivel individual y colectivo, en cuanto sujetos capaces de construir y desarrollar creativamente el conocimiento y el saber social a partir de, o al margen de los medios de comunicación en la apropiación y reconocimiento de su propia identidad cultural. En cuarto lugar, ante el proceso de liberalización privativa de las comunicaciones y de la crisis irreversible de los modelos clásicos de titularidad pública de los sistemas de información, es necesario reconocer que hoy ha llegado el momento de establecer nuevos modos de participación en los medios por parte de los ciudadanos. En quinto lugar, la globalización y liberalización cultural y comunicativa requiere, a nivel transnacional, una nueva cultura de la responsabilidad informativa, dada la naturaleza perversa a que está tendiendo la concentración multimedia de los grandes trust que invaden las fronteras estatales y subsumen las identidades y la independencia cultural de las regiones y comunidades locales en la estructura narrativa de un metarrelato homogéneo y uniformizante. En sexto lugar, se ha superado la etapa en la que se destinaban mensajes indiscriminados a un público uniforme. La creciente maduración en el conocimiento y uso de los medios supone la transformación de la masa en grupos sociales. Tales grupos se articulan en función de su identidad, sin embargo, las minorías sociales continúan sin una representación y acceso consecuente a los medios de comunicación social, por lo que urge una política cultural basada en el pluralismo lingístico y en la diversidad discursiva de las culturas plurales que atraviesan en la actualidad las grandes metrópolis multiétnicas. En resumen, los medios tendrán que asumir una nueva responsabilidad: la de ofrecer pautas de comportamiento que favorezcan en forma efectiva la participación social y cultural. La profesionalidad de los informadores resulta cada vez más necesaria, y es preciso profundizar en su identidad, su formación y su especialización. Por último, si bien es cierto que la revolución tecnológica ha introducido una nueva lógica en

los medios informativos, está pendiente sin embargo, una revolución cultural que modifique cualitativamente la calidad de la información. Hay que tomar en cuenta, en este sentido, que las tecnologías no aseguran necesariamente el aumento de la participación ciudadana en los asuntos públicos. El determinismo tecnológico genera, por el contrario, una creciente desmovilización social. Los conceptos de sociedad postindustrial, revolución tecnológica, aldea global, fin de las ideologías y tantos otros términos, puestos en circulación a partir de la década de los sesenta, constituyen hoy acepciones comunes del nuevo léxico que intenta describir esta tendencia actual que todos, quizás por comodidad analítica, hemos acordado denominar, sin comprender, proceso de globalización. Remitirse o hablar de economía-mundo, aldea global, relaciones interdependientes o cualquier otra idea que expresa este fenómeno - como digo, comúnmente denominado globalización - son hoy día tan comunes en los medios en los discursos oficiales y en el propio lenguaje de la comunicación y la mercadotecnia que cada día resulta más evidente y menos claro de qué proceso estamos hablando cuando nos referimos al fenómeno de la globalización, resultando a tal punto confusa esta nueva y revolucionara tendencia, que el efecto comienza a ser percibido como la causa del origen de estas megatendencias sociales. Sucede en la actualidad con frecuencia que, cuando se difunden algunos de estos conceptos, el oscurantismo mixtificador dominante reduce, de manera manifiesta, toda voluntad clarificadora, para simplificar el concepto de globalización en el aura omnicomprensivo y totalizante de la ideología tecnocrática, dada la complacencia linealmente uniforme del pensamiento tópico que, lejos de obtener respuestas, aplaza indefinidamente toda reflexión a la mera enunciación de las numerosas interrogantes que suscita el proceso de transformaciones en curso, en virtud de la inercia de los hechos y el supuesto rigor implacable de los juicios consumados. Cuál es el contenido real de estos cambios sociales, qué sentido adquieren en la etapa de transición actual, qué modelo de sociedad se proyecta en la aldea macluhiana, son cuestiones con frecuencia banalizadas, que ocultan bajo el dominio de la razón abstracta y el individualismo metodológico, los intereses ocultos de este tipo de discurso, diseñado tecnocráticamente frente a cualquier posible intento de racionalidad comunicativa. Como se puede ver la ambigedad, la escasa clarificación teórica y conceptual y el optimismo integrado mitificante son denominadores comunes de esta nueva encrucijada tecnológica. Por eso creemos que, para poder discernir más fácilmente los efectos, alcances y principios estructurantes de esta tendencia globalizadora que ha tomado por bandera el desarrollo científico y tecnológico de los nuevos medios de educación, producción y comunicación, sería conveniente y necesario revisar el contenido y relaciones históricas de las fuerzas sociales que transforman el espacio de la cultura en el milenio que asoma.

Transformaciones científico-tecnológicas en desarrollo de los pueblos en educación La importancia de las inversiones en educación y, muy particularmente, en educación científica y tecnológica, viene siendo considerada, desde hace décadas, como un capítulo prioritario para hacer posible el desarrollo de un país. Se trata, podríamos decir, de un planteamiento tradicional, aunque ello merezca algunas matizaciones: en efecto, no podemos olvidar que esa tradición es relativamente reciente y que, todavía en el siglo pasado, la idea de extender la educación primaria a la totalidad de la población se enfrentaba con una seria oposición. Desde hace décadas, la educación se ve como una inversión estratégica para garantizar el desarrollo de un país. Se trata de una opinión generalmente compartida -al menos verbalmente- por la clase política, los expertos y los ciudadanos, con independencia de planteamientos ideológicos. Y aunque en muchos países sigue habiendo millones de seres humanos sin una mínima alfabetización, atribuir importancia a la educación para el desarrollo de los pueblos constituye un auténtico lugar común, en el que no merecería la pena insistir a menos que las actuales transformaciones científico-tecnológicas obligaran a algún tipo de replanteamiento. En ese sentido, quizás podemos referirnos a un hecho realmente diferenciador de la presente situación: el capital humano se considera ahora como un factor esencial del desarrollo también a corto plazo. Más aún, la inversión en educación se estima como una prioridad para todos. La educación para todos y, más precisamente, la alfabetización científica para todos, se ha convertido, en opinión general, en una exigencia urgente. No es extraño, por ello, que se haya llegado a establecer analogía

entre la alfabetización básica iniciada el siglo pasado y el actual movimiento de alfabetización científica y tecnológica. Parece, pues, que sí hay razones para un serio esfuerzo de revisión del papel de la educación en el desarrollo actual. Una primera idea gira en torno a la necesidad de abrir los currículos a las transformaciones científico-tecnológicas. Se preconiza dicha apertura como algo que puede revolucionar profunda y positivamente la educación, contribuyendo a incrementar su utilidad, el interés de los estudiantes, etc. Este impulso recuerda bastante al que llevó a científicos y educadores, en el primer tercio de siglo, a reclamar la introducción de la educación científica en la cultura general. Así, en 1926, el gran científico francés Paul Langevin escribía: En reconocimiento del papel jugado por la ciencia en la liberación de los espíritus y en la afirmación de los Derechos del Hombre, el movimiento revolucionario hace un esfuerzo considerable para introducir la enseñanza de las ciencias en la cultura general Las palabras de Langevin y de tantos otros nos indican, por una parte, que las ciencias estaban prácticamente ausentes de los planes de estudio hasta hace relativamente poco y, por otra, el alto valor educativo atribuido a su estudio, derivado del impacto de las ciencias sobre el pensamiento y la vida de las personas. No en balde, se señalaba, la historia de las ciencias ha sido solidaria con el movimiento revolucionario en su lucha contra el dogmatismo y por avanzar en el progreso. Aunque ahora -y ello constituye sin duda un hecho diferenciador- se pone el acento en una educación científico-tecnológica, superando el olvido tradicional de la tecnología (Yus, 1997.p: 11-22) y se resalta, sobre todo, la contribución práctica de dicha educación al desarrollo de los pueblos (Fourez, 1997), nos encontramos con un impulso similar al que precedió a la introducción de las ciencias en la formación de los futuros ciudadanos. Insistimos en tal semejanza para llamar la atención sobre el peligro de que ese impulso conduzca a resultados tan decepcionantes como los que se obtuvieron con la enseñanza de las ciencias, en contra de todas las experiencias. En efecto, numerosas investigaciones han mostrado que el interés de los estudiantes por las ciencias decrece regular y notablemente con los años de escolarización. La gravedad del problema es tal, que el estudio de las actitudes de los estudiantes se ha convertido en una línea prioritaria de investigación. Ello exige, pensamos, un análisis de las características de la enseñanza de las ciencias y, muy en particular, de las visiones empobrecidas y deformadas que proporciona la actividad científica (Thomaz et al., 1996. p:14). Sabemos, por ejemplo, que la ciencia moderna supone la ruptura con un pensamiento basado en las evidencias del sentido común y en seguridades dogmáticas, lo que se ha traducido, como es bien sabido, en persecuciones, censuras y condenas de tantos científicos relevantes; sin embargo, hoy esa ciencia es vista por muchos como un cuerpo cerrado y dogmático de conocimientos. Sabemos también, por citar otro ejemplo, que el desarrollo científico tiene como una de sus características fundamentales el proceso de unificación de dominios aparentemente inconexos; pero la forma en que se presentan los conocimientos lleva a atribuir al pensamiento científico un carácter exclusivamente analítico, parcelario. Estas y otras deformaciones igualmente graves aparecen hoy como factores determinantes, tanto del fracaso escolar como del rechazo hacia la ciencia: En nuestra sociedad, las ciencias y las técnicas tienen una imagen terriblemente ambigua -afirma Giordan (1997. p:33-34). Fenómenos de rechazo se extienden (). El desarrollo de movimientos anticiencia, la subida de lo irracional y del integrismo están ahí para dar cuenta de ello. Y se trata de movimientos que se originan, a menudo, en el seno mismo de una cultura científico-tecnológica lastrada por planteamientos reduccionistas, puramente utilitarios: como se ha denunciado reiteradamente, el pujante movimiento integrista del norte de áfrica tiene uno de sus focos principales entre los ingenieros. No basta, pues, con incrementar el esfuerzo en educación, sino que dicho incremento ha de ir acompañado de profundos cambios. Una nueva forma de enseñar que rompa, en particular, con la visión de una ciencia descontextualizada, ajena a los condicionamientos e intereses sociales. Ello nos remite al siguiente apartado, destinado al estudio de las relaciones entre transformaciones científico-tecnológicas, educación y fortalecimiento de la democracia. Antes, sin embargo, nos referiremos a un segundo aspecto de la influencia de las transformaciones científico-tecnológicas en la contribución de la educación al desarrollo de los

pueblos: la idea de que las nuevas tecnologías permitirá una transformación revolucionaria del proceso de enseñanza/aprendizaje. La utilización de las nuevas tecnologías en la enseñanza, como ya hemos señalado, está plenamente justificada si tenemos en cuenta que uno de los objetivos básicos de la educación ha de ser la preparación de los adolescentes para ser ciudadanos de una sociedad plural, democrática y tecnológicamente avanzada o, cabría matizar, que aspire a serlo. Asi, las nuevas orientaciones curriculares aprobadas en España contemplan acertadamente la incorporación de las nuevas Tecnologías de la información como contenido curricular y también como medio didáctico (MEC, 1989). Y el modelo de Diseño Curricular NOR-MA que propone la integración de las funciones de la docencia, investigación y extensión para el logro de un mayor nivel de pertinencia y coherencia donde el hombre como ente en formación es el actor principal, hacia él. Asimismo, el modelo NOR-MA, está sustentado en siete principios que lo orientan, son ellos: integridad e integralidad, universalidad del conocimiento, el currículo como construcción colectiva, dinamismo y sistematicidad, sustentabilidad y comprehensividad. Marcano (1999:161-162). Son bien conocidas a este respecto las posibilidades que los ordenadores ofrecen para recabar informaciones y contrastarlas, para proporcionar rápida realimentación, para simular, visualizar situaciones y muy particularmente, para conectar con el interés que los nuevos medios despiertan en los alumnos. Barberá y SanJosé, (1990: 46-51). Más interés tiene, si pretendemos proporcionar una visión actualizada de la actividad científica, la incorporación de los cambios metodológicos originados por la utilización de los ordenadores (Gil y Valdés, 1995), en especial como instrumentos de obtención y tratamiento de datos experimentales. Por otra parte, la posibilidad de simular con ordenador conductas inteligentes, ha conducido a los modelos de procesamiento de información, basados en la metáfora de la mente humana como ordenador. Esta orientación teórica ha hecho aportaciones de indudable interés, sobre todo en lo que se refiere a la comprensión de cómo se organizan los conocimientos adquiridos en la memoria a largo plazo y cómo se recuerdan dichos conocimientos para utilizarlos en un momento dado (concretamente en la resolución de problemas). Para algunos, los modelos de procesamiento de la información, junto con los modelos constructivistas, constituyen hoy las dos perspectivas fundamentales de la investigación y de la innovación en la enseñanza de las ciencias. Y aunque en nuestra opinión la perspectiva constructivista ha resultado hasta aquí mucho más fructífera para la renovación de la enseñanza (Gruender y Tobin, 1991) que la basada en el procesamiento de información, no pueden ignorarse, repetimos, los aportes teóricos y prácticos del uso de los ordenadores y sus limitaciones. En definitiva, las nuevas tecnologías cuyo valor instrumental nadie pone en duda no pueden ser consideradas, como algunos siguen pretendiendo, como el fundamento de una tendencia realmente transformadora. Tras esa pretensión se esconde, una vez más, la suposición ingenua de que una transformación efectiva de la enseñanza puede ser algo sencillo, cuestión de alguna receta adecuada, como, en este caso, la información. La realidad del fracaso escolar, de las actitudes negativas de los alumnos, de la frustración del profesorado, acaban imponiéndose sobre el espejismo de las fórmulas mágicas.

Transformaciones científico-tecnológicas, educación y fortalecimiento de la democracia La relación entre educación y fortalecimiento de la democracia es algo bien estudiado desde un punto de vista general. Nuestra pretensión aquí es analizar cómo inciden en esta relación las transformaciones científicotecnológicas, partiendo de una idea central: un país resulta tanto más democrático cuanto mayor es la participación de sus ciudadanos en la toma de decisiones. Al margen de condicionamientos políticos que determinan la posibilidad de dicha participación, ello tiene claras exigencias educativas para que la toma de decisiones esté fundamentada. La misma idea es sostenida por Marco (1997:35-42) La alfabetización científica [] apunta hacia la formación de ciudadanos capaces de opciones en una sociedad democrática y por la generalidad de autores que se han ocupado, en alguna medida, de las relaciones ciencia-tecnologíasociedad (Aikenhead, 1985; Solbes y Vilches, 1989 y 1992; 1992; Membiela, 1995; Fourez, 1997; Yus, 1997).

Cuestiones como qué política conviene impulsar?, qué papel damos a la ingeniería genética en la industria alimentaria y qué controles introducimos?, etc., exigen tomas de decisiones que no deben escamotearse a los ciudadanos. Se trata de proporcionar un conocimiento suficiente acerca de los problemas y desarrollos científico-tecnológicos que afectan a nuestras vidas. Problemas que se han convertido en noticias casi cotidianas en los medios de comunicación, pero a los que la educación ha prestado hasta aquí insuficiente atención, Sáez y Riquarts, (1996:175-182). Es preciso hacer comprender que sólo un régimen plenamente democrático de ciudadanas y ciudadanos formados puede evitar que se tomen decisiones que respondan a intereses particulares a corto plazo, con graves repercusiones para otros ciudadanos y, en especial, para las generaciones futuras. De hecho, estamos asistiendo a un creciente impulso de la educación ambiental y de la formación del profesorado en esas cuestiones (Jiménez, 1995). Comienza a argumentarse, sin embargo, que la cuestión de la democracia es hoy relevante, en la medida en que las empresas transnacionales gozan de gran libertad y escapan fácilmente al control social (Ramonet, 1997). En efecto, señala Cassen (1997), que la responsabilidad, la obligación de dar cuenta, son las piedras de toque de la vida democrática. En qué se convierten cuando los elegidos y los gobernantes, suponiendo que tengan la intención de actuar por el bienestar de todos sus ciudadanos, tienen cada vez menos poder sobre los verdaderos decisores, totalmente desterritorializados, que son los mercados financieros y las empresas gigantescas?. El Director General de la UNESCO ha insistido en esta idea (Mayor Zaragoza, 1997), recordando: El mundo es escenario de un flujo financiero diario de más de un trillón de dólares, que por su escala y naturaleza escapa a todo control, con unas compañías multinacionales en posición dominante []. Y frente a esto están los países, que disponen a lo sumo de alianzas regionales e intentan controlar los problemas transnacionales con estructuras nacionales. Sin duda alguna, la existencia de regímenes democráticos en unos países determinados no constituye hoy garantía suficiente de control social, de participación de los ciudadanos de dichos países en la toma efectiva de decisiones.

Transformaciones científico-tecnológicas, educación e integración Existe, como acabamos de apuntar en el apartado anterior, una razón fundamental que reclama procesos de integración en relación con las transformaciones científico-tecnológicas actuales: nos referimos a los peligros de un desarrollo guiado por intereses particulares a corto plazo, incluyendo los de los diferentes países, peligros resaltados por la casi totalidad de los análisis, que muestran, en el mejor de los casos, un mundo sin rumbo (Ramonet, 1997) o, peor aún, con un rumbo definido que avanza hacia un naufragio posiblemente lento, pero difícilmente reversible (Naredo, 1997) que hace verosímil, e incluso probable, la idea de una sexta extinción ya en marcha (Lewin, 1977). Esta integración política a escala planetaria suele producir escepticismo y también aprensión. Escepticismo, porque los intentos realizados hasta aquí han mostrado una escasa efectividad. La educación ha de mostrar esta necesidad, ha de poner el acento en los peligros de desarrollos científico-tecnológicos locales que no tengan en cuenta sus repercusiones globales. Podría pensarse que este peligro de desarrollos locales está desapareciendo, puesto que estamos inmersos en un vertiginoso proceso de globalización económica. Sin embargo, dicho proceso, paradójicamente, tiene muy poco de global en aspectos que son esenciales para la supervivencia de la vida en nuestro planeta. Como pone de relieve Naredo (1997), pese a tanto hablar de globalización, sigue siendo moneda común el recurso a enfoques sectoriales, unidimensionales y parcelarios. No se toma en consideración la destrucción del medio. Mejor dicho: sí se toma en consideración, pero en sentido contrario al de evitarla. La globalización

económica, explica Cassen (1997), anima irresistiblemente al desplazamiento de los centros de producción hacia los lugares en que las normas ecológicas son menos restrictivas (y los derechos de los trabajadores más débiles). Y concluye: la destrucción de medios naturales, la contaminación del aire, del agua y del suelo, no deberían ser aceptadas como otras tantas Hoy nadie parece asumir la responsabilidad del futuro. Por qué? La gente carece de información objetiva. Los gobiernos están sujetos a preocupaciones electorales a corto plazo. Los hombres de negocios deben responder de su salud financiera en revisiones trimestrales. Se considera urgente una integración planetaria capaz de impulsar y controlar las necesarias medidas en defensa del medio y de las personas, antes de que el proceso de degradación sea irreversible. Pero este proceso de mundialización que nuestra supervivencia parece exigir, da lugar también al temor de una homogeneización cultural, es decir, al temor de un empobrecimiento cultural. Tal fue uno de los temas clave en el primero de los Encuentros del Siglo XXI organizados por la UNESCO, que consistió en un diálogo entre el paleontólogo Stephen J. Gould y el sociólogo Edgar Morin en torno a Qué futuro para la especie humana? (El País, lunes 13 de octubre de 1997): La corriente de homogeneización afirmó Morin en dicho encuentro ya ha destruido numerosas culturas, como las que llamamos primitivas.

Actualización Docente El docente sujeto clave del cambio El docente del siglo XXI tendrá que enfrentarse a un proceso de desarrollo acelerado que impulsará nuevas tecnologías, nuevas formas de vida y mayores riesgos de pérdida de identidad y de otros valores hoy establecidos en nuestro canon moral. Esta verdad indetenible obliga a colocar en espacios de reflexión a tres componentes básicos de esta dimensión: La formación y actualización de los formadores de docentes. El proceso de formación y profesionalización de los docentes. La actualización permanente de los docentes en servicio. Desde este punto de vista, es necesario revisar: La actitud de los formadores ante los cambios necesarios, su nivel de actualización para abordar los componentes sustantivos del cambio y la pertinencia de los programas que orientan la formación. En atención al perfil del docente que requeriremos para la próxima centuria, es importante revisar a profundidad los componentes que armónicamente integran la carrera del profesional de la docencia. Es elemental que al abordar con éxito los planteamientos de la reforma curricular de educación en todos los niveles partiendo de la educación inicial, necesitaremos un docente con suficiente fortalezas en cuatro bloques de formación: ética, cultural, pedagógica y práctica. A partir de estas reflexiones podrías deducirse que la preparación de los docentes en el terreno pedagógico propiamente dicho requiere de un modelo de formación centrado en el proceso y el análisis. Referente al significado del conocimiento, del saber, de la preparación del docente, Castells (1994. p:24), señala: la materia prima fundamental de esta civilización, así como su principal resultado, es la información de la revolución tecnológica, distinguiéndose por la incorporación de la información y el conocimiento como elementos esenciales en este proceso de cambio técnico. El hecho de que el conocimiento sea el recurso fundamental para el desarrollo económico y social, nos plantea a los venezolanos la necesidad de evaluar en que medida somos capaces de obtener y utilizar inteligentemente la información, asi como generar y difundir inteligentemente los conocimientos.

Educación a distancia La educación a distancia ha surgido como un intento de dar respuesta a las nuevas demandas sociales que la educación Presencial no ha podido atender, pero resulta incorrecto suponer que aquella pueda sustituir

totalmente a esta última. Ambas formas educativas pueden beneficiarse mutuamente de su coexistencia y acción. Las Universidades empiezan a utilizar esta modalidad para facilitar el acceso a ciertas profesiones y ocupaciones a los estudiantes a menor costo. Como la educación tradicional se caracteriza por un elevado costo, se piensa que la Educación a Distancia es una forma de ofrecer cupos adicionales en una forma más rápida y económica. Ya desde sus inicios este tipo de enseñanza tuvo que enfrentarse a la desconfianza de quienes veían en ésta una oportunidad menor, o quienes temían el desarrollo de un sistema más flexible, más dinámico y por supuesto más atractivo. Hay que señalar que la educación epistolar utilizada por la educación por correspondencia ha servido de base a las diversas opciones que se han materializado en este campo y que en general pretenden ampliar el acceso a la enseñanza, fruto de una nueva actitud pedagógica que ubica al alumno en primera fila y a la institución en la segunda. No cabe duda que existe un creciente interés por la Educación a Distancia que plantea todo un desafío en el mundo por conocer más sobre la metodología. Rivas (1994), hasta finales de los años 50 cuando se incorpora un nuevo paradigma de la audiencia tomada por los medios de educación masiva, particularmente la radio, el cine y la televisión. El uso de éstos medios sirvió para proveer educación a grandes grupos mediante difusión de mensajes, esto trajo como consecuencia la acuñación del término teleeducación, el cual tenía como característica la unidireccionalidad y el uso de un medioa la vez. En la década de los años 70 aparece el paradigma de la enseñanza multimedia o modular que trae como innovaciones la combinación de medios impresos, video, audio laboratorio, etc., en función de los objetivos instruccionales y la utilización de tutores por correspondencia (p: 17). En la última década del siglo XX hacen su aparición las tecnologías de la información y la comunicación, las cuales se perfilan como un nuevo paradigma informático-telemático, el cual incorpora alguna de las ventajas ya logradas por el paradigma multimedia e introduce nuevos elementos. Esta cuarta generación de sistemas a distancia plantea soluciones a algunos de los problemas que aquejaban a las generaciones anteriores; se puede individualizar el proceso instruccional, hay una permanente interacción entre las personas para apoyar el proceso de aprendizaje. La información de retorno al participante es casi inmediata, la cantidad de recursos docentes disponibles es ilimitada, la actualización de los materiales muy rápida y los costos por estudiante son menores. La evolución tecnológica del manejo de la información y la comunicación hacia el futuro inmediato en la educación permiten las primeras aplicaciones de los sistemas de información orientados a la enseñanza en la transmisión de información. Es imperante analizar entonces, en qué medida el uso adecuado de las nuevas tecnlogías para el almacenamiento y transmisión de la información, superan y eliminan tales deficiencias; ya que más información significa más libertad y decisiones más acertadas, pero menos información significa menos poder; menos libertad y decisiones erradas; en esencia, menos información menor desarrollo y más información-mayor desarrollo. El surgimiento de nuevas tecnologías, como la computación multimedia y las redes de alta velocidad o autopistas de la información, han creado nuevas posibilidades de desarrollo tecnológico. Además, su aplicación en los procesos de enseñanza-aprendizaje con un apoyo eficiente en el manejo de la información determinan estrategias de instrucción diferentes a las tradicionales clases magistrales con presencia directa. La tecnología multimedia junto con el uso de la redes telemáticas son considerados como la nueva revolución informática en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Esto se debe a su facilidad para utilizar las telecomunicaciones y la televisión, creando ambientes en los que se integran los distintos medios de comunicación empleados por el hombre para trasmitir un mensaje, tales como texto, gráficos, imágenes, sonido y video, además de un aspecto fundamental como es la interacción del usuario con el sistema.

Actualmente existe una preocupación a nivel docente sobre las condiciones, normas y estructuras que deben de tener las instituciones educativas para lograr que sus alumnos estén preparados para el mundo tecnológico al que enfrentan. Se requiere un reglamento o estructura básica, que sirva de guía para los que desarrollan el curriculum, los facilitadores y los que toman decisiones relacionadas con la educación. En este sentido, Villaseñor (1998) menciona que: Innovar en la educación es un tópico que se maneja con pretendida univocidad. Profesores, alumnos, directivos, parecen estar de acuerdo en buscar, defender, propugnar y exigir innovaciones. El problema aparece en el momento de precisar en que consiste innovar (p: 38).

Educación superior a distancia En este sentido, las universidades han logrado mejorar la comunicación y el intercambio de información a través de redes de computación. Estas ofrecen un conjunto de servicios que facilitan la comunicación (correo electrónico, transferencia de archivos, consultas bibliográficas, almacenamiento compartido, conexiones desde los hogares, respaldo de información, impresión remota, acceso a Internet, tanto nacional como internacional. En referencia a este punto, la Universidad Simón Rodríguez ha realizado importantes esfuerzos en el campo de la Educación Virtual. Ha venido incorporando las nuevas tecnologías para prestar un mejor servicio a estudiantes y profesores, dándole un apoyo eficiente del material de información, de tal manera que ste sea de calidad, actualizado y opotuno. La teleinformática es la fusión indisoluble de las telecomunicaciones con la informática. En la actualidad ya no puede pensarse en computadores aislados y las capacidades de éstos pasan a un segundo plano ya que lo que interesa es que el computador sea un vehículo de transporte y presentación de información en el momento y sitio donde se la necesita. No hay computación, ni informática, ni telecomunicaciones sin redes. La información no debe estar contenida en el computador donde se trabaja, debe poder viajar hacia él.

Nuevas tecnologías educativas Las ventajas de la utilización de una red telemática complementada con la tecnología multimedia (cursos en línea) pueden ser consideradas desde la siguientes perspectivas.

a. Facilita el aprendizaje haciendo el proceso más motivante, práctico y agradable, ya que permite el uso de presentaciones multimedia así como la exploración de documentos y otros medios. Además, refuerza la capacidad de lectura, escritura y planteamiento y resolución de problemas.

b. Permite la recopilación de trabajos de un mismo número de docentes y autores que pueden ser compartidos. Igualmente, estímula el trabajo cooperativo entre profesores, alumnos y administradores que llevan a intereses y experiencias comúnes.

c. Acceso para todos los miembros de la sociedad a una mayor cantidad de información actualizada y precisa desde y hacia cualquier punto del globo terráqueo. Permite acceso a fuentes de información primaria y facilita la localización de la información.

d. Incremento de la interacción en el proceso educativo con posibilidades a establecer un puente entre el hogar y la universidad, a través del cual profesores, directivos y familiares pueden revisar y discutir el progreso del alumno. La red interactiva le permite al profesor controlar; evaluar y guiar la actuación del estudiante, así como al estudiante obtener una retroalimentación cada vez que lo necesite.

e. Posibilidad de trabajo al ritmo individual y a un horario conveniente, sin importar su capacidad o incapacidad, ni su empleo o profesión.

f. Permite el adiestramiento del profesorado, alumnado en las tecnologías informáticas y de comunicación, con ventajas educativas y de preparación para el mundo laboral.

Materiales y Métodos El tipo de investigación es descriptiva, con un diseño no experimental de campo. La recolección de la información será a través de la técnica de la observación, para la cual se construirá un cuestionario al cual se le aplicara validez (T. de Student) y confiabilidad (método de las dos mitades). Asimismo, se realizara un análisis documental.

Resultados Para el momento de publicación del articulo, se presenta un avance de la investigación, ya que el estudio se encuentra en proceso. A la fecha, solo se tiene desarrollada la situación problemática y el enfoque teórico a través del cual se sustenta la investigación.

Conclusiones El papel de la educación ante las transformaciones científico-tecnológicas ha de ser contribuir a hacer frente, de forma global y coherente, al triple desafío que supone el desarrollo de los pueblos (incluido, por supuesto, su desarrollo cultural), el fortalecimiento de los sistemas democráticos y los procesos de integración. Es algo que constituye una exigencia de dichas transformaciones científico-tecnológicas. Con esta visión futurística los profesores de las nuevas tecnologías en la educación consideran la concepción del aprendizaje como procesamiento de información en lugar de acumulación de información, sobre la base del principio según el cual los conocimientos no se asimilan ni se producen, sino que se construyen y reconstruyen (análisis continuo). En consecuencia los docentes deberán convertirse en unos verdaderos estimuladores y facilitadores de la creatividad, del pensamiento crítico y lógico; así como en mediadores entre el conocimiento, la información y los aprendices. Una manera de incursionar sobre los aspectos señalados anteriormente a favor de los cambios educativos que se requieren para el tercer milenio es a través de los últimos aportes de la tecnología educativa en tres aspectos esenciales: -La teoría del aprendizaje humano (enfoques relacionados con el cómo aprende);las teorías instruccionales (materializadas en los nuevos enfoques para el diseño de instrucción) y, los aportes que le brinda a la educación la emergente tecnología informática (medios interactivos basados en alta tecnología).

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