Análisis Microeconómico del Mercado de Combustibles en los últimos 20 años.

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ANÁLISIS MICROECONÓMICO DEL MERCADO DE COMBUSTIBLES EN LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS ORGANIZACIÓN INDUSTRIAL1

Matías Cersosimo Santiago Hermo

Universidad de Buenos Aires Facultad de Ciencias Económicas 2º Cuatrimestre - 2014

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Este trabajo fue presentado como trabajo práctico obligatorio en la materia “Organización Industrial” de la carrera Licenciatura en Economía que se dicta Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, bajo el mando del profesor Daniel Maceira. Fue calificado con 10 (diez) puntos, por lo que se decidió que era lo suficientemente interesante como para compartirlo.

ÍNDICE 1. Motivación ........................................................................................................................................ 2 2. Historia del Sector ................................................................................................................. 3 2.1. 100 Años de Producción Petrolera ..............................................................................................3 2.2. El Mercado de Combustibles de los Últimos 20 Años ................................................................4 3. Análisis de Concentración ..................................................................................................... 7 3.1. Introducción .................................................................................................................................7 3.2. Ratio de la Cuarta Firma (𝐶𝑅4) ...................................................................................................7 3.3. Índice Herfindhal .........................................................................................................................9 4. Comportamiento de la Demanda ......................................................................................... 11 5. Comportamiento de la Oferta .............................................................................................. 13 5.1. Determinación de Precios: un primer enfoque ..........................................................................13 5.2. Integración Vertical: Restricciones Verticales ..........................................................................15 5.3. Diferenciación Vertical de Producto .........................................................................................16 5.4. Asimetría de Información y Competencia .................................................................................18 6. Juego: Ventajas de YPF ....................................................................................................... 21 6.1. Descripción ................................................................................................................................21 6.2. Definiciones Previas ..................................................................................................................21 6.3. Resolución: Inducción hacia Atrás .............................................................................................22 6.4. Resultados y Conclusión ...........................................................................................................23 Referencias de Gráficos y Cuadros .......................................................................................... 24 Bibliografía ............................................................................................................................. 25

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1. MOTIVACIÓN El mercado de combustibles es un sector muy interesante para el análisis, que al instante despertó nuestra curiosidad. Posee muchas de las características de los mercados que estudiamos en la cursada de la materia y éstas son claramente identificables. Además, es un sector clave dentro de nuestra economía, dada la gran dependencia de los mercados del transporte terrestre no ferroviario, que debe atravesar largas distancias y sostiene una enorme demanda de estos productos. La estructura del sector ha cambiado mucho a lo largo de los 20 años, lo que lo hace aún más atractivo para el estudio. Se ha sucedido la privatización de la empresa estatal histórica, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, que se ha renacionalizado recientemente. También hemos visto un sector privado muy dinámico, con fusiones entre empresas, ventas y aparición de nuevos actores. Por otro lado, la disponibilidad de una amplia cantidad de información de distintas instituciones gubernamentales, como la Secretaría de Energía, el Ministerio de Economía y el INDEC, nos permitió explorar diversas posibilidades de análisis, aplicando conocimientos adquiridos en otras asignaturas correlativamente independientes como Econometría. Para el armado del trabajo, se realizaron procesos de investigación bibliográfica, análisis econométrico de datos, e investigación de campo, mediante encuestas a los oferentes y a los consumidores. Esto nos permitió contrastar las diferentes hipótesis que nos realizamos a través de diversos caminos, generando un aprendizaje accesible y sumamente rico.

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2. HISTORIA DEL SECTOR 2.1. 100 Años de Producción Petrolera Durante los primeros años del siglo XX, las refinerías ubicadas dentro del territorio nacional se dedicaban principalmente al procesamiento de materia prima importada, pues no fue hasta el año 1913 que se creó la primera empresa petrolera estatal en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut, que integraba verticalmente la extracción, el transporte, la refinación y la comercialización de derivados. El principal combustible producido era Fuel Oil, destinado al abastecimiento de su maquinaria de explotación, buques y ferrocarriles, aunque también se obtenía kerosene, suficiente incluso para enviar a Buenos Aires. A comienzos de la Primera Guerra Mundial, el petróleo y sus derivados aportaban menos del 5% de la energía consumida. Terminado el conflicto bélico, con el crecimiento del parque automotor y la expansión de la industria, la demanda comenzó a aumentar, y tomaba fuerza la idea de dejar de depender del crudo importado del exterior. Con el objetivo de iniciar un proceso de sustitución de importaciones, en 1925 se inauguró en La Plata la primera planta de destilación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) -empresa estatal creada en 1922-, que sigue siendo hasta hoy la refinería más grande del país. La tecnología incorporada permitió una mayor producción de combustibles livianos, especialmente naftas, que se distribuían a través de más de 2000 surtidores en todo el país, y su capacidad de elaboración permitió terminar las ventas de petróleo no procesado de la empresa. Del otro lado de la calle, grandes empresas privadas de capital extranjero como ESSO y Shell, atraídas por el negocio de los combustibles, aumentaron su participación en este mercado durante el período entre guerras, expandiendo las redes de surtidores y de estaciones de servicio. El fin de la Segunda Guerra trajo consigo la imposición en el mercado de los combustibles livianos por sobre el Fuel Oil, debido a la explosión de la demanda de los primeros como resultado del crecimiento del parque automotor privado, del transporte público y la motorización de las tareas agrícolas. Los desarrollos impulsados por YPF de nuevos productos con mucho mayor rendimiento tuvieron enorme aceptación en los consumidores, razón por la cual se incrementó su participación en el mercado. La tendencia creciente se mantuvo durante las décadas siguientes. En 1960 ya se habían instalado la mayor parte de las refinerías que funcionan actualmente en Argentina, por supuesto ampliadas y modernizadas para responder a una demanda cada vez mayor. La incorporación del gas como combustible alivianó el consumo de naftas livianas y Fuel Oil. En la década de 1980, el país ya había alcanzado el autoabastecimiento de petróleo. Sin embargo, la situación cambió radicalmente a fines del siglo pasado. La disminución de la oferta de gas producto de la desinversión provocó presiones sobre el mercado de combustibles pesados, el cual tuvo que importarse para llegar a cubrir las necesidades energéticas. En línea con este problema, el cierre de las líneas de ferrocarriles tuvo como contracara un crecimiento muy grande del parque automotor, lo cual impulsó la demanda de naftas livianas, y esto generó dificultades en el abastecimiento normal de estos productos. A estos inconvenientes hay que sumarle el golpe que sufrió la producción nacional de combustibles producto de la desregulación de la industria del petróleo y las privatizaciones, fusiones y adquisiciones de empresas petroleras que tenían lugar alrededor del mundo. YPF no fue la excepción. Contando con más del 60% de la producción de petróleo refinado y la comercialización de los derivados, la venta de la mitad de sus refinerías provocó a comienzos de los años ’90 una caída de un 10%, quedándose así con la mitad del mercado. Durante los inicios del nuevo milenio, la inversión destinada a aumentar la capacidad energética de la nación estuvo ausente. REPSOL, firma española que controlaba en ese entonces YPF, literalmente vació las arcas de la empresa, girando casi la totalidad de sus ingresos y dedicándole nada a la exploración y explotación de nuevas fuentes del recurso fósil. El Estado argentino reaccionó en 2012, y oficializó la expropiación de gran parte del paquete accionario de los hispanos, aduciendo que, de continuar con esa política de [3]

desinversión, la situación se tornaría inviable (aún más). Tal es así que en el año 2011 se registró el primer déficit de la balanza comercial de combustibles en mucho tiempo. Argentina pasó de ser en términos netos un país exportador a importar energía, con consecuencias sumamente adversas para el abastecimiento del mercado interno, de combustibles livianos y pesados, y un impacto negativo en el resultado externo que de haber actuado correctamente pudo haberse evitado. Hoy en día, se conjugan los problemas de abastecimiento y la necesidad de importación de combustibles con la persistente pérdida de poder adquisitivo de la moneda nacional, lo que agranda la pérdida de las reservas del Banco Central y, debido a la enorme dependencia del mercado interno de bienes de consumo del transporte en rodados que utilizan combustibles fósiles, se alimenta la espiral inflacionaria en la cual está sumergido el país, formando así un círculo vicioso. Todas las expectativas están hoy en día puestas en el acuerdo que realizó YPF con Chevron, una importante petrolera norteamericana, para la exploración del yacimiento de Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén. El éxito del acuerdo dependerá enormemente de la posición que tome el Estado frente a los conflictos internacionales que ahogan nuestra situación actual.

2.2. El Mercado de Combustibles de los Últimos 20 Años El análisis del mercado de combustibles abarca dos dimensiones: cantidades y precios. Empecemos por los precios. El Gráfico 1 muestra la evolución del Índice de Precios al Consumidor entre 1994 y 2014 contrastado con un Índice de Precios de los Combustibles (en adelante, IPComb2). Podemos observar que el IPC prácticamente no varío en los 90 mientras que el IPComb tuvo una leve tendencia al alza. En 2002, con la salida del tipo de cambio fijo, se produjo un alto shock. La suba en pesos del precio internacional del petróleo provocó que gran parte del aumento de costos se trasladara a precios, como se puede apreciar en el Gráfico 2. En aquel año, el Índice de Precios al Consumidor experimentó un alza del 36%, mientras que los precios de los combustibles subieron casi el triple, un 92%. El pico que se observa en el gráfico corresponde al segundo cuatrimestre de 2002, período en que se liberó el tipo de cambio. Luego del salto, las variables se comportaron de manera similar con un crecimiento algo mayor de los precios generales que de los combustibles. Si observamos el Gráfico 3, veremos que durante este período las ventas fueron bajas. Con el declive del 2001, cayeron, y sólo volvieron a recuperar su nivel en 2006. Una vez recuperado el mercado, los precios volvieron a subir, en 2007 y 2008. La crisis financiera internacional del 2009 se hizo sentir. El PBI se estancó, como así también las ventas. El efecto resultante fue una fuerte desaceleración de precios en los combustibles en 2008, producto, probablemente, del desplome del precio internacional del petróleo crudo. Se observa claramente que los precios suben en 2007 y 2008 siguiendo al precio internacional y luego caen. Desde 2010 los precios de las naftas tuvieron un crecimiento marcadamente más rápido que el nivel general de precios, aunque con un comportamiento más errático. Por el lado de las ventas vemos que se comportan de manera similar al Producto Bruto, pero con un nivel mucho menor a éste. Las ventas, que habían crecido levemente en los 90, cayeron con la crisis del 2001. La recuperación del nivel de actividad de 2003 en adelante no impactó en las ventas del sector recién hasta 2006, año en que pudo recuperar su nivel previo a la crisis. Podríamos aventurar la hipótesis de que el crecimiento del 2002 al 2006 fue más bien una recuperación de lo perdido en los terribles años del 2001 y 2002, pero la demanda

2

Ver Referencias de Gráficos al final del trabajo.

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de bienes durables como autos recién se recuperó tres años más tarde, dado que son bienes costosos, que no resultan tan sencillos de adquirir para el público. El disparo de los precios a partir del 2009 en adelante, se relaciona en buena medida con la política estatal de poner al consumo como eje del crecimiento. La ecuación es sencilla, crece la economía, aumenta la demanda de autos y con ella, se incrementan las ventas de combustibles.

2500

Gráfico 1: Evolución de los Precios en Índices

140 120

2000 100 1500

60

1000

40 500 20 0

0

IPC

IPCombustibles

Precio Crudo WTI (eje derecho)

Gráfico 2: Variación entre Trimestres de IPC e IPCombustibles 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% -10%

Variación % IPC

Variación % IPCombustibles

[5]

Dólares

80

Gráfico 3: Índices de PBI y Ventas de Combustibles 250

200

150

100

50

0

Índice Ventas

[6]

Índice PBI

3. ANÁLISIS DE CONCENTRACIÓN 3.1. Introducción Con el fin de analizar la concentración en el mercado de combustibles utilizaremos fundamentalmente dos indicadores. En primer lugar, el más común de los índices de concentración, el Ratio de la Cuarta Firma (𝐶𝑅4), definido como el porcentaje acumulado de participación de mercado de las 4 principales firmas: 4

𝐶𝑅4 = ∑

𝑠𝑖

𝑖=1

Conscientes de que este índice no cumple con los siete axiomas de Hannah y Kay, nos inclinaremos por el índice de Herfindahl (𝐻), definido como la suma del cuadrado de los porcentajes de participación de cada una de las firmas en el mercado3: 𝑁

𝐻=∑

𝑠𝑖 2

𝑖=1

Ahora bien, ¿cómo medir la participación de cada firma en el mercado? Teniendo en cuenta que en nuestro país existe una importante volatilidad en los precios en los últimos años, sobre todo luego de la devaluación de 2002 y en la inflación persistente desde el año 2007, preferimos medir el share de cada firma según la cantidad de producto vendido. Pero la gama de productos del mercado de combustibles es muy amplia. Dado que este análisis atañe a la industria del petróleo “aguas abajo” (específicamente a las ventas de combustibles en las estaciones de servicios, ya sea para consumo privado o como insumo en otras industrias) tomaremos los siguientes productos: nafta Común –desaparecida en el último tiempo-, nafta Súper, nafta Ultra –comenzó a comercializarse en 2001-, Diesel Oil, Fuel Oil, Gas Oil –se separó en distintas calidades desde 2009-, bajo la idea de que estos son los productos más representativos de la venta de combustibles al público en el país.

3.2. Ratio de la Cuarta Firma (𝑪𝑹𝟒) El Gráfico 4 muestra la evolución del índice 𝐶𝑅4 a lo largo de las dos últimas décadas. Según este guarismo, el mercado ha estado altamente concentrado durante todo el período. Paradójicamente, la menor concentración se vivió en la década de los ‘90 (generalmente señalada como el período de “capitalismo salvaje”), mientras que la mayor concentración tuvo lugar entre 2005 y 2012. Por otro lado, la cantidad de empresas presenta una relación inversa con los valores del índice en cuestión. Entre 1994 y 2003 hubo en promedio nueve empresas con el índice oscilando alrededor del 90%, entre 2004 y 2006 la cantidad de empresas subió pero no así la concentración. Para 2006-2012 existían alrededor de 11 empresas con un 𝐶𝑅4 de 95%. Finalmente, en los últimos años la cantidad de empresas se acercó a las quince con un índice que volvió a descender. Las primeras tres firmas durante todo el período estudiado fueron las mismas, YPF S.A como líder indiscutido, SHELL C.A.P.S.A. y ESSO S.A.P.A compitiendo por el segundo lugar. Respecto de la cuarta posición, fueron varias las empresas que la ocuparon, como se observa en el Gráfico 5. Eg3 fue la cuarta firma desde el inicio del período hasta el año 2002, cuando fue superada por Refinería San Lorenzo. Eg3 empieza a operar en el mercado en agosto de 1994, habiéndose creado como una sociedad entre tres empresas que hasta ese momento se llevaban el 16% del mercado (ASTRA C.A.S.P.A, C.G.C.S.A, Isaura). Luego de la fusión, el share de estas tres empresas cae inicialmente al 12% y luego progresivamente hasta un 10%. 3

Desarrollo teórico basado en B. Curry y K. D. George: “Industrial Concentration: A Survey” sección II.1 y II.2

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Como consecuencia, se observa una tendencia declinante en la concentración hasta 1998. Eg3 perdía participación contra otras empresas más pequeñas, entre las que podemos mencionar Refinor y Rutilex Hidrocarburos. En 1997 REPSOL mostró interés en hacerse con la cuarta productora de combustibles en Argentina. La adquisición se concretó por el 90% del paquete accionario de Eg3. En 1999 REPSOL adquirió YPF y se vio obligada a vender a Eg3 en un lapso de seis años. La petrolera española finalmente encontró un interesado, Petrobras, que adquirió Eg3 mediante un canje de activos con REPSOL YPF. En 2001, Eg3 fue adquirida por Petrobras, que mantuvo la marca hasta el año 2006.4 Entre el año 2000 y 2001 vemos cómo se reduce considerablemente la participación de Eg3 en el mercado. Quien se llevó ese share fue YPF. En 2002, Eg3 es superada como cuarta firma por Refinería San Lorenzo. Esta empresa era propiedad de Petrobras Argentina, que la había adquirido juntamente con Eg3. Cuando Petrobras ingresó al mercado en 2006 con su propia marca provocó un salto en la concentración. Anteriormente, la cuarta firma, Refinería San Lorenzo, se llevaba un magro 4,5% del mercado. Esta empresa dejó de operar como comercializadora minorista y su participación se la llevó YPF, que aumentó sus ventas entre enero y octubre de 2005, llegando al 64 % del mercado. Cuando Petrobras empieza a comercializar en octubre de 2005, pasó a ocupar la cuarta posición, irrumpiendo con un share del 14%. Las tres empresas líderes perdieron participación en ese momento. La concentración se estabilizó, según este índice, en un 95 %. ¿Qué fue lo que pasó en 2011 que provocó una caída de casi 5 puntos en el 𝐶𝑅4? Petrobras perdió 8 puntos de su participación en el mercado respecto de 2005. Esta empresa, que controlaba la Refinería San Lorenzo, la vendió a una nueva firma, Oil Combustibles, en el año en cuestión. Como consecuencia, su participación se redujo de un 10% en abril de 2011 a un 6% en mayo del año siguiente, mes en el que apareció un nuevo jugador en el mercado, la mencionada Oil Combustibles, con el 4% de participación. Así, la concentración cayó repentinamente, ya que Oil Combustibles (la quinta empresa) le quitó unos 4 puntos a Petrobras (la cuarta empresa). Luego de la operatoria, la concentración se estabilizó en un 91%, elevándose levemente hacia el final del período considerado.

Gráfico 4: CR4

20 18

100% 95%

16 90%

14 12

85%

10 80%

8 6

75%

4 70%

2 0

65%

Cantidad de empresas

4

Extracto extraído del sitio Wikipedia.org

[8]

CR4 (eje derecho)

Gráfico 5: Evolución de la Participación de las Principales Empresas en el Mercado (1) ASTRA + ISAURA + C.G.C.S.A 100% 90%

OTROS (1)

EG3 S.A. REFINERÍA SAN LORENZO

80% 70%

OIL COMBUSTIBLES

PETROBRAS ENERGIA S.A.

SHELL C.A.P.S.A. ESSO S.A.P.A.

60% 50% 40% 30%

YPF S.A.

20% 10%

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

2002

2001

2000

1999

1998

1997

1996

1995

1994

0%

3.3. Índice Herfindhal Podemos ver la evolución de este índice en el Gráfico 6. Se observa una tendencia alcista en todo el período. Entre 1994 y 2001, el guarismo se mantuvo entre 0,25 y 0,30. No incidió de manera definitoria la creación de Eg3 como fusión de Astra, Isaura y C.G.C.S.A. En 2001, YPF vende Eg3 a Petrobras, no sin antes reducir su cuota de mercado, como se observa en el Gráfico 5. Vemos que a partir de ese año comienza a aumentar la concentración llegando a un máximo de 0,37 a fines de 2002. En dicho año, se tomó un respiro cayendo hasta 2004 como consecuencia del aumento del share de Refinería San Lorenzo y de las otras empresas. A partir de 2004 empieza a aumentar nuevamente la concentración, alcanzando un pico de 0,45 en 2005. En ese momento la Refinería San Lorenzo había dejado de vender al público y se produce una concentración de las ventas en YPF, como vemos en el Gráfico 5. Sin embargo, cuando Petrobras entra al mercado se produce una caída estrepitosa de la concentración como consecuencia de que las tres firmas líderes reducen fuertemente su participación. Luego de la entrada de Petrobras el índice se posicionó en un nivel de 0,35 hasta 2009. A partir de ese año se comporta de manera volátil, manteniéndose dentro de las franjas de 0,35 y 0,40. Es interesante resaltar que ni la entrada al mercado de Oil Combustibles con la comprar de Refinería San Lorenzo ni la re-estatización de YPF impactaron de manera sustancial en la concentración del mercado.

[9]

0,50

Gráfico 6: Indice Herfindahl

0,45 0,40 0,35 0,30 0,25 0,20 0,15

Indice H

Lineal (Indice H)

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4. COMPORTAMIENTO DE LA DEMANDA Este análisis se realizó para el período 2004-2012 con la finalidad de obtener datos relativamente homogéneos. Tomamos como productos la nafta Súper y la nafta Ultra, sólo las ventas al público; y el Gas Oil, las ventas a todos los sectores. Como consecuencia, los modelos a estimar serán distintos. Para las naftas, al intentar estimar por Mínimos Cuadrados Ordinarios, obtuvimos una fuerte autocorrelación de primer orden. Los errores respondían a [1] 𝑢𝑡 = 𝜌𝑢𝑡−1 + 𝜀𝑡 donde 𝜀𝑡 está independiente e idénticamente distribuido. La solución fue realizar la estimación mediante Mínimos Cuadrados en dos Etapas incluyendo un término AR(1) en la especificación, evitando así la autocorrelación5. Para nafta Súper y nafta Ultra el modelo estimado fue: 𝑙𝑛(𝑄𝑖 𝑡 ) = 𝛼0 + 𝛼1 𝑙𝑛(𝑃𝑖 𝑡 ) + 𝛼2 𝑙𝑛 (𝑃𝑗 ) + 𝛼3 𝑙𝑛(𝐴𝑢𝑡𝑡 ) + 𝛼4 𝑙𝑛 (𝑃𝐵𝐼𝑝𝑐 ) + 𝑢𝑡 𝑡

𝑡

Con 𝑢𝑡 definida como en [1]. Se trata de un modelo logarítimico, donde los coeficientes son las elasticidades de la variable dependiente ante cambios en las independientes. 𝑄𝑖 𝑡 representa la cantidad de nafta vendida. 𝛼0 agrupa una serie de interceptos diferenciales que intentan captar los efectos estacionales de los doce meses del año. 𝑃𝑖 𝑡 es el precio de la nafta cuyas ventas queremos explicar y 𝑃𝑗 𝑡 el precio de la nafta rival. Estos precios fueron deflactados por el Índice de Precios al Consumidor, para normalizarlos. Se espera que el signo del coeficiente del precio propio sea negativo y del precio rival positivo. 𝐴𝑢𝑡 representa la cantidad de autos patentados per cápita. 𝑃𝐵𝐼𝑝𝑐 es un índice que muestra la evolución del PBI per cápita a precios de 2004. Los resultados en el Cuadro 16. Cuadro 1: Resultados de la Regresión de Demanda para las Naftas Combustibles y Variables Precio Nafta Súper Precio Nafta Ultra Autos per cápita PBI per cápita AR(1)

Nafta Súper Nafta Ultra Coeficiente P-value 𝑡 Coeficiente P-value 𝑡 -1,014468 0,0054 -1,181110 0,6518 1,466328 0,0010 -3,032395 0,3212 1,060283 0,0000 0,910820 0,0323 0,189863 0,6624 -0,614238 0,3613 0.717466 0,0000 8,91E-01 0,0000 2 R 0,99081 0,92338 Durbin-Watson 2,19286 1,78240

En rojo significativos al 1%. En verde significativos al 5%.

La nafta Súper ajustó considerablemente mejor que la nafta Ultra. Su propio precio fue negativo, evidenciando que si sube el precio se demanda menos. El precio de la nafta Ultra tuvo un coeficiente positivo, mostrando que si sube el precio ésta la cantidad demandada de la nafta intermedia aumenta. Pueden considerarse bienes sustitutos entre sí. También los autos per cápita mostraron un coeficiente positivo: a mayor cantidad de autos más nafta Súper es demandada. El PBI per cápita no parece tener una relación significativa.

5

La estimación fue realizada con el software E-Views. El método de Mínimos Cuadrados en Dos Etapas estima el modelo como un modelo de regresión no lineal. La estimación utiliza como instrumentos las variables explicativas y explicadas rezagadas con el objetivo de cumplir la condición de orden. Esta solución es similar a aplicar el método de Corchanne-Orcut para estimar el 𝜌 del modelo y luego corregir la autocorrelación. Para más información al respecto se puede consultar la “Eviews 8 User Guide”, el apartado “TSLS with AR errors” que comienza en la página 76. 6 En Referencias de Gráficos y Cuadros se encuentran las fuentes de las distintas series utilizadas .

[11]

Por el lado de la nafta Ultra vemos que el único coeficiente significativo fue el de la cantidad de autos, también positivo como es esperado. El precio propio tiene un coeficiente significativo mucho más alto que la nafta Súper, lo que pareciera indicar que un aumento en el precio impacta con más fuerza en la cantidad demandada. Este último resultado es esperable, ya que la nafta Ultra es un bien más caro y fácilmente sustituible. Sin embargo esta conclusión debe tomarse con cuidado ya que el coeficiente no fue significativo. Para el Gas Oil se estimó el siguiente modelo: 𝑙𝑛(𝑄𝑖 𝑡 ) = 𝛼0 + 𝛼1 𝑙𝑛(𝑃𝑖 𝑡 ) + 𝛼2 𝑙𝑛⁡(𝐸𝑀𝐴𝐸𝑡 ) + 𝛼3 𝑙𝑛(𝐴𝑢𝑡𝑡 ) + 𝛼4 𝑙𝑛 (𝑃𝐵𝐼𝑝𝑐 ) + 𝜀𝑡 𝑡

En este modelo, las perturbaciones no se encuentran correlacionadas. Por lo tanto la estimación fue realizada mediante el método de Mínimos Cuadrados Ordinarios, donde 𝜀𝑡 es un término de error independiente e idénticamente distribuido. Todos los componentes están definidos como en el modelo previo, con excepción de que ya no medimos el precio rival. En su lugar agregamos el índice EMAE desestacionalizado, que mide el nivel de actividad. Como se dijo, en las cantidades vendidas de Gas Oil incluimos no sólo las ventas al público sino también a todos los otros sectores, intentando construir una suerte de demanda agregada. Esperamos que el nivel de actividad tenga un impacto positivo en la cantidad demandada de este combustible. Los resultados se presentan en el Cuadro 2. Cuadro 2: Resultados de la Regresión de Demanda para el Gas Oil Combustibles y Variables Precio Gas Oil Autos per cápita EMAE PBI per cápita

Gas Oil Coeficiente P-value 𝑡 -0,037013 0,0920 -0,821958 0,0000 1,685185 0,0000 0,123155 0,1275 R2 0,91700 Durbin-Watson 1,84223

En rojo significativos al 1%. En azul significativos al 10%.

Como suponíamos, el precio tiene una relación inversa con la cantidad, aunque vemos que la elasticidad precio propia pareciera ser baja. Esto quizás se deba a que el Gas Oil no tiene un sustituto natural como la nafta Súper y la Ultra, por lo tanto su demanda es más inelástica. Quienes tienen autos “gasoleros” deben usar siempre Gas Oil, más allá del precio, y a eso debemos sumarle el transporte público, principal consumidor de este combustible. Los autos per cápita presentan un signo contradictorio, a más autos pareciera ser que se demanda menos Gas Oil. Se podría suponer que la mayoría de los nuevos autos son con motores a nafta y por eso la existencia de una relación inversa, aunque es una hipótesis arriesgada. Por su parte, pareciera que el nivel de actividad incide positivamente en las cantidades vendidas, como esperábamos. Un aumento del 1% en la actividad aumenta en más de 1% la cantidad vendida de Gas Oil, indicando una alta elasticidad.

[12]

5. COMPORTAMIENTO DE LA OFERTA 5.1. Determinación de Precios: un primer enfoque En este apartado intentaremos explicar los precios de los distintos productos bajo análisis – nafta Común, Súper, Ultra y Gas Oil- mediante una regresión. Nuestro modelo quedará especificado como sigue: ∆𝑃𝐶𝑡 = 𝛼0 + 𝛼1 𝐷2002𝑡 + 𝛼2 𝑇𝐶 ∗ 𝑃𝑊𝑇𝐼𝑡 + 𝛼3 ∆𝐼𝑃𝐶𝑡 + 𝛼4 𝑃𝑃𝑡 + 𝛼5 𝐶𝑂𝑁𝐶𝑡 + 𝜀𝑡 Donde ∆𝑃𝐶𝑡 = 𝑃𝐶𝑡 − 𝑃𝐶𝑡−1 , es la diferencia primera del precio del combustible analizado, o sea, cuanto creció entre 𝑡 − 1 y 𝑡. 𝐷2002𝑡 toma valores 1 para los tres meses posteriores a la devaluación de 2002, es un intercepto diferencial. 𝑇𝐶 ∗ 𝑃𝑊𝑇𝐼 representa el precio internacional del crudo de West Texas Intermediate (WTI) multiplicado por el tipo de cambio oficial, o sea, el precio medido en pesos. ∆𝐼𝑃𝐶𝑡 = 𝐼𝑃𝐶𝑡 − 𝐼𝑃𝐶𝑡−1 es la diferencia primera del Índice de Precios al Consumidor (cuánto creció entre los dos períodos), que intenta captar un posible efecto arrastre del nivel general de precios a los combustibles. 𝑃𝑃 representa el total de petróleo procesado en el país para producir naftas, intenta captar factores de oferta. 𝐶𝑂𝑁𝐶𝑡 es una variable que mide la concentración, para la que se utilizarán distintas posibilidades, el índice Herfindhal, el índice 𝐶𝑅4 y la participación de YPF en el mercado. 𝜀𝑡 es un término de error independiente e idénticamente distribuido. La razón de tomar la diferencia primera y no la serie de datos crudos es intentar evitar una regresión espuria. Siempre que tomamos los datos crudos la regresión arrojaba un R2 cercano a 1 y coeficientes muy significativos, además de residuos altamente correlacionados, resultados que no podían siquiera considerarse como aceptables. Por lo tanto, tomamos las variaciones. Los resultados se pueden observar en el Cuadro 3. En general se obtuvieron residuos bastante cercanos al comportamiento de ruido blanco en las distintas regresiones, hecho que es muy positivo. Observamos que en todos los casos excepto para la nafta Ultra el intercepto diferencial es significativo y positivo, esto indica que la devaluación impactó aumentando el precio, como se esperaba a priori. El precio internacional en pesos del crudo (𝑇𝐶 ∗ 𝑃𝑊𝑇𝐼𝑡 ) resulta significativo sólo para la nafta Súper y la Regresión 1 de la nafta Común. No pareciera tener mucho poder “explicativo”. Sin embargo, el signo positivo en todos los casos es el esperado, ya que un aumento del precio internacional indicaría un aumento del precio. La diferencia primera del Índice de Precios (un proxy de la inflación) ha resultado siempre significativo, y en muchos casos al 1%. Pareciera que la inflación explica fuertemente el aumento de los precios, lo cual es lógico, ya que en un contexto de alta inflación la mayoría de los precios suben nominalmente. Con la diferenciación se buscó evitar la ya mencionada regresión espuria y lograr contemplar los efectos producidos por otras variables, lo cual se logró parcialmente. El petróleo procesado es un insumo en la producción de las naftas, por lo que es de esperar que a mayor disponibilidad del insumo, menor será su precio y, en consecuencia, más bajo será el precio de venta final. Sin embargo, este indicador resultó poco significativo. Su efecto sólo fue importante en la regresión de la nafta Súper. No obstante, el signo siempre es negativo, como es esperado. Finalmente, las distintas formas de medir la concentración no resultaron muy adecuadas. Sólo obtuvimos significatividad en el caso de la nafta Súper, al medirla vía 𝐶𝑅4 e Índice Herfindhal; y en el Caso de la nafta Ultra, midiéndola vía Índice 𝐻 y Participación de YPF. En todos los casos el coeficiente de la concentración fue negativo, lo cual es paradójico. Parecería ser que un aumento de la concentración impacta negativamente en el precio. [13]

Combustibles y Variables Nafta Común Intercepto Intercepto diferencial TC*Precio Crudo WTI ΔIPC Petróleo Procesado CR4 Índice Herfindhal Share YPF R2 Nafta Súper Intercepto Intercepto diferencial TC*Precio Crudo WTI ΔIPC Petróleo Procesado CR4 Índice Herfindhal Share YPF R2 Nafta Ultra Intercepto Intercepto diferencial TC*Precio Crudo WTI ΔIPC Petróleo Procesado CR4 Índice Herfindhal Share YPF R2 Gas Oil Intercepto Intercepto diferencial TC*Precio Crudo WTI ΔIPC Petróleo Procesado CR4 Índice Herfindhal Share YPF R2

Cuadro 3: Regresiones de Precios Regresión 1 Regresión 2 Coeficiente P-value 𝑡 Coeficiente P-value 𝑡

Regresión 3 Coeficiente P-value 𝑡

0,217230 0,069670

0,1590 0,1086

0,053007 0,078373

0,1262 0,0005

0,054346 0,077364

0,1695 0,0006

0,001860

0,0954

8,56E-05

0,1120

7,98E-05

0,1429

0,009490 -1,60E-08 -0,193711

0,0076 0,1480 0,2097

0,008733 -8,70E-09

0,0131 0,3902

0,008750 -8,80E-09

0,0130 0,4328

-0,107187

0,2535 -0,00073

0,3539 0,24267

0,24559

0,24449

0,433305 0,051403

0,0120 0,0740

0,136429 0,065026

0,0041 0,0312

0,142615 0,062541

0,0080 0,0385

1,01E-04

0,0893

0,000121

0,0708

0,000112

0,0991

0,016157 -4,09E-08 -0,361752

0,0000 0,0063 0,0371

0,015854 -2,81E-08

0,0000 0,0559

0,016077 -2,69E-06

0,0000 0,0727

-0,229732

0,0657 -0,001639

0,1190

0,50359

0,50154

0,49949

0,625166 0,020874

0,1600 0,7630

0,575358 0,028961

0,0132 0,6682

0,724750 0,024780

0,0073 0,7132

0,000042

0,7905

0,000144

0,3498

0,000160

0,3044

0,017437 -3,68E-08 -0,558219

0,0203 0,5623 0,2318

0,017750 -7,89E-08

0,0102 0,2119

0,017686 -7,91E-08

0,0105 0,2111

-1,038072

0,0048 -0,009538

0,0046

0,17874

0,21375

0,21416

0,316524 0,076216

0,0835 0,0130

0,060486 0,081507

0,2292 0,0114

0,060791 0,079792

0,2850 0,0133

0,000075

0,2383

6,52E-05

0,3600

5,84E-05

0,4183

0,014531 -2,04E-08 -0,289513

0,0000 0,1968 0,1160

0,014978 -1,19E-08

0,0000 0,4473

0,015154 -1,16E-08

0,0000 0,4668

-0,104771

0,4294 -0,000678

0,5433

0,43200

0,42747

Nafta Común se tomaron datos entre 1994 y 2009. De 2010 en adelante su participación se vuelve marginal. Nafta Ultra se estimó desde 2001, año que se lanzó al mercado En verde significativos al 10%. En azul significativos al 5%. En rojo significativos al 1%.

[14]

0,42684

Somos conscientes de que este es un análisis limitado. El modelo supone que existe una estructura que se mantiene a lo largo de todo el período, lo cual no es creíble en absoluto. Este sería un modelo más cercano a la “vieja” organización industrial. En las regresiones no se midió comportamiento, sino estructura. La conducta de los agentes será analizada en los apartados posteriores.

5.2. Integración Vertical: Restricciones Verticales La estructura del mercado retail de combustibles se conforma, en su carácter más general, por las petroleras, que podemos denominar empresas de bandera, como lo son YPF, Shell, ESSO, etc. Estas empresas se relacionan con la comercialización minorista de dos maneras: mediante la instalación de una estación de servicio propia, o mediante un contrato de franquicia, por el cual entregan la potestad de utilizar su marca a firmas individuales u operadores. Los operadores reciben el producto listo para comercializar de las empresas de bandera, que, según el alcance de su integración vertical aguas arriba, lo obtienen mediante el refinamiento o la compra directa a otras petroleras. A continuación, analizaremos lo que se conoce como restricciones verticales de integración, mecanismos de contratación entre las empresas de bandera y los operadores que involucran aspectos sobre los precios, cantidades, calidades, etc., con el fin de disolver la asimetría de información existente entre las firmas en cuestión. La información se obtuvo a través de encuestas a diferentes estaciones de servicio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires. Los mecanismos entre las diferentes estaciones de servicio de cada bandera coincidieron en todos los casos. Contrato de franquicia: Los contratos de franquicia entre las empresas de bandera y los operadores consisten en una tarifa en dos partes, con un fuerte componente lineal. Los operadores pagan un canon fijo a las empresas de bandera, más un porcentaje de sus ventas. El canon varía según la localización de cada estación de servicio, siendo las que más pagan aquellas mejor ubicadas. Sin embargo, la política de precios de las empresas de bandera es de diferenciación por zona geográfica, con lo cual la ubicación del comercio juega un doble papel en el costo de la franquicia. El riesgo, entonces, es compartido. Restricciones de cantidades: Para disponer de productos a fin de comercializarlos, los operadores solicitan a la empresa de bandera las cantidades que consideran óptimas para la venta. La empresa, siempre que no sea un nivel de producto fuera de lo normal, le envía el combustible, cobrándole por ello generalmente antes del transporte. No existen restricciones de cantidades más allá de una cuestión de estándares. Requerimientos de compra: Un requerimiento de compra consiste en obligar al distribuidor, en este caso el operador, a adquirir un producto particular como condición para proveerlo del solicitado, por ejemplo, con el objetivo de colocarlo en el mercado, de manera forzosa. Sin embargo, no se registran comportamientos de este tipo en el mercado de combustibles. Territorios exclusivos: La competencia interna funciona de manera similar a otros mercados. A la empresa de bandera no le conviene, (menos aun teniendo una tarifa de franquicia con parte lineal) que sus operadores compitan entre sí. Sin embargo, existen dos cuestiones importantes a tener en cuenta. En primer lugar, los territorios correspondientes a cada estación de servicio son [15]

más amplios que en otros mercados franquiciados, por ejemplo el de comida rápida, ya que los consumidores se movilizan en vehículos, y las distancias y los tiempos se acortan. Esto es importante, porque reduce la cantidad eficiente de oferentes en una zona determinada. En segundo lugar, es muy común encontrar dos estaciones de servicio de la misma bandera prácticamente juntas. Es el caso de las autopistas o rutas. Como es de fácil observación, éstas no compiten entre sí, ya que cada una capta a los consumidores a ambos lados del camino. Por competencia interna entonces, no necesariamente entendemos cercanía, sino captación de demanda. Pautas de precios: Las empresas de bandera son las encargadas de colocar los valores en pizarra para la venta retail de todos los productos, mientras que los operadores no tienen potestad de formar precios y deben limitarse a vender al fijado por la empresa. Es decir, el mercado de combustibles de los últimos años se caracteriza por una completa prevalencia de precios fijos (antes, sin embargo, las empresas privadas permitían cierto margen de decisión al operador). Esta situación es sostenible, lógicamente, por la enorme diferencia de poderes de negociación entre las firmas, pudiendo las empresas de bandera imponer su estrategia de precios a los distribuidores. Esto es motivo de diferentes conflictos entre ambos, principalmente en aquellos operadores de empresas privadas. Por último, es importante notar que el control de las empresas de bandera sobre las ventas realizadas es muy simple, dado que los surtidores almacenan digitalmente la cantidad de producto que se vendió al público y su precio, lo que facilita el seguimiento sobre los operadores y elimina posibles problemas de ventas a precios distintos a los establecidos (por promociones, etc.). En el apartado “Asimetría de Información” profundizaremos estas discusiones. Otras restricciones: Existen también fuertes controles de las empresas de bandera sobre las operadoras en aspectos como la disposición de los establecimientos de distribución, los uniformes de los empleados, las promociones de los distintos servicios, el formato de los shops, etc.

5.3. Diferenciación Vertical de Producto El mercado minorista de combustibles presenta una interesante característica respecto de los productos que comercializa: se encuentran claramente diferenciados de manera vertical. Los consumidores pueden optar para sus vehículos diferentes tipos de producto, de mayor o menor calidad. Tomaremos, como ejemplo para el análisis, las naftas de diferente grado que se comercializan en las estaciones de servicio: la Común, de calidad relativa baja; la Súper, de calidad relativa intermedia; y la Ultra, de calidad alta. Estos productos son presentados al público como diferentes, las distintas calidades están acompañadas de distintos precios. Sin embargo, para el consumidor promedio, la percepción de las diferentes calidades no va más allá del octanaje informado por la estación de servicio, que se rige por estándares exigidos internacionalmente. El comprador no prueba, no percibe, no siente, ni siquiera observa las diferencias entre los productos, se trata de productos indistinguibles para él. No obstante, debe existir alguna razón por la cual los consumidores opten por consumir algo más caro, siendo que cumple la misma función que algo cuyo precio es menor. Nosotros creemos que los motivos que explican la conducta de los consumidores son dos. Primero, el aumento en la demanda de automóviles más modernos, debido a un aumento del ingreso medio y a un incremento en la tecnología, que demandan un mayor mantenimiento para sus motores (o sea, una mayor calidad de combustible). Segundo, el aprovechamiento de la oferta al introducir la diferenciación, mostrando tres productos de calidades diferentes. La gente con mayores ingresos consume el producto más caro porque percibe que es mejor [16]

para su auto, percepción inducida por la oferta que desea captar el excedente del consumidor del segmento de la demanda con mayor poder de compra. Para intentar comprobar esta hipótesis comparamos la cantidad de cada combustible vendido en el mercado respecto del total general, (en porcentaje, pues el objetivo no es captar las variaciones en el volumen de ventas, sino comparar entre los distintos productos), con el PBI per cápita como proxy del ingreso, en el período que atañe al trabajo. El Gráfico 7 muestra la evolución de las variables a lo largo del tiempo.

Gráfico 7: Diferenciación Vertical

80%

14000 12000

60%

10000

50%

8000

40% 6000

30%

4000

20%

Milones de pesos de 1993

70%

2000

10%

Común

Súper

Ultra

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

2002

2001

2000

1999

1998

1997

1996

1995

0

1994

0%

PBI per cápita (eje derecho)

La nafta Súper es, históricamente, la más vendida. La mayoría de los consumidores opta por una calidad intermedia, lo cual es esperable. Lo interesante del análisis, sin embargo, corresponde a las calidades de los extremos. En cuanto a la nafta Común, podemos observar una tendencia fuertemente decreciente a lo largo del tiempo. En principio, esto apoyaría la hipótesis de que el consumidor, al disponer de un mayor ingreso (como se ve claramente en la evolución del PBI per cápita) adquiere autos de mayor calidad y se inclina, en consecuencia, por productos de mayor calidad. Un punto a destacar es el año 2002, el peor de la crisis. Mientras que el ingreso cayó notablemente, las ventas de nafta Común, que venían descendiendo, aumentaron, lo cual apoya aún más el argumento. La nafta Común se comporta como un bien inferior. Por su parte, la nafta Ultra comienza a comercializarse en el año 2001, posiblemente, para captar el excedente de aquellos consumidores no afectados por la paupérrima situación económica. Para verificarlo observemos que del 15,29% de las ventas de este combustible en el año de su salida al mercado, un 12,91% corresponden a una caída de participación de la nafta Súper. Es decir, la diferenciación de producto actuó de manera efectiva: aquellos consumidores dispuestos a pagar un diferencial por una calidad más alta, pudieron hacerlo con la llegada de la Ultra. En 2002 vemos un efecto sustitución de la demanda, el aumento de las ventas de nafta Común se correspondieron a una caída de la nafta Ultra; lo que indicaría que la nafta de mayor calidad se comporta como un bien normal, más elástica que la nafta intermedia. Por otro lado, a medida que el ingreso fue creciendo, a partir de 2003, el consumo de la nafta Ultra fue aumentando. Muy probablemente, esto haya sido en detrimento del consumo de nafta Súper, aunque ésta a su vez absorbió la demanda de la nafta Común, que disponía de un ingreso más alto. En 2008, sin embargo, el consumo del combustible Ultra volvió a caer. Con el ingreso estancado, los consumidores volvieron al mercado de la nafta intermedia, pero la nafta de baja calidad seguía con una tendencia decreciente, aunque más leve, pues el ingreso más elevado que al inicio del período de análisis permitió a los consumidores mantenerse en la calidad del medio. [17]

El constante crecimiento del ingreso motivó el alza de las naftas Ultra y Súper, en detrimento de la nafta Común. Si comparamos los extremos, encontramos en el año 1994 que la nafta Común tenía un 33,76% de las ventas, mientras que el 66,24% restante corresponde a la Súper. En el año 2013, con un PBI per cápita casi un 65% mayor, la nafta Común está prácticamente desaparecida del mercado (1,50%) mientras que la nafta Súper captura un 74,57% de las ventas, quedando el 23,93% restante para la Ultra. En síntesis, la diferenciación de producto operó de manera favorable a los productores. Hasta 2001, existió una potencial demanda por una calidad más elevada, que se vio inducida por el aumento progresivo en la demanda de mejores automóviles que demandaban una mayor calidad de combustibles. Con la introducción de la nafta Ultra, los consumidores se fueron desplazando hacia ella. Se verifica una caída constante del consumo de nafta de baja calidad correspondiente al incremento del ingreso, a favor de la Súper hasta el año 1998, y luego repartido entre la Súper y la Ultra, en la década siguiente, mientras que la situación inversa se observa en 2002 y 2008, años de shocks negativos, aumentando la Común y la Súper, respectivamente (el mayor nivel de ingreso en este último año permitió a los consumidores mantenerse en el mercado de calidad intermedia).

5.4. Asimetría de Información y Competencia En el mercado de combustibles, como ya dijimos, la venta retail está a cargo, en buena parte, de franquicias de las diferentes petroleras. Como son los operadores quienes están en contacto directo con la demanda minorista, poseen información valiosa para las empresas de bandera, la cual pueden utilizar a su favor. Sin embargo, REPSOL, cuando adquirió YPF en los años ’90, introdujo a la distribución el sistema computarizado RED XXI, a través del cual lleva un estricto control de cada estación de servicio ya sea franquiciada o propia, de las cantidades solicitadas, vendidas, a qué precio, etc., el cual se mantiene funcionando hasta el día de hoy, eliminando los problemas informativos entre minoristas y petroleras. Las empresas privadas más grandes, como ESSO, Shell, etc., posteriormente incorporaron también mecanismos similares. Pero éste no es el único problema de asimetría de información presente en el mercado. YPF, como sabemos, es una compañía de origen estatal, que si bien fue totalmente privada durante la mayor parte del período estudiado, nunca dejó de estar ligada al Estado (que posee la acción de oro de la empresa, aun estando ésta en manos privadas). Además, es una empresa totalmente integrada aguas arriba y es líder en cada nivel del proceso de producción. Esto sugiere fuertemente la posible existencia de información asimétrica favor de esta empresa, lo cual le otorga una enorme ventaja en materia de competencia frente a las firmas privadas. Modelo de mercado: El análisis del mercado de combustibles nos lleva a plantearnos la posible presencia de un oligopolio de Stackelberg, con una empresa que se comporta como líder y las demás, como seguidoras. YPF, que históricamente llevó la bandera del mercado de combustibles, controla, además, alrededor del 34% de la extracción de petróleo y el 50% de la refinación en el país, y siempre estuvo relacionada, en mayor o menor medida, con el Estado. Estas ventajas se cristalizan en un nivel menor de costos, y la disponibilidad de información sobre políticas económicas que afectan al sector antes que sus competidores, lo que la coloca claramente en una posición claramente superior al resto. Una clara expresión de esto se muestra en el Gráfico 8, que detalla la evolución de los precios de las empresas más importantes en participación de mercado desde diciembre de 2004. Como se puede observar, los menores costos permitieron a YPF, durante todo el período, cargar a sus productos con un precio sustancialmente menor que sus competidoras, tendencia que se refuerza a partir de los problemas inflacionarios de la década actual. De [18]

todas maneras el crecimiento de los precios de los combustibles fue menor al crecimiento del nivel general de precios.

Gráfico 8: Evolución de Precios Corrientes por Litro según Empresa (en pesos) Nafta Súper 9

500

8

450

7

400 350

6

300 5 250 4 200 3

150

2

100

1

50

0

0

YPF

Shell

ESSO

Petrobras

IPC (eje derecho)

Ahora bien, ¿son estos menores precios una referencia para las otras empresas? ¿Determina la decisión de YPF los precios de Shell, ESSO, Petrobras, y las demás? Para testear esta hipótesis pensamos en realizar una regresión donde se explique el precio de una de las empresas por el precio de las otras, además de la inflación, el precio del crudo internacional en pesos y el uso de la capacidad instalada. El principal objetivo de las estimaciones es observar qué variable incide con más fuerza en la determinación del precio de la empresa i. De ser el precio de YPF, nuestra hipótesis se vería apoyada. Algunos puntos a aclarar antes de presentar los resultados. Primero, tomamos las diferencias de las variables y no su valor absoluto; con esta transformación evitamos la autocorrelación y vemos cómo cambian los precios período a período. Segundo, pensamos en utilizar el precio de YPF rezagado un período como variable explicativa, pero, como un período corresponde a un mes entero, esta idea no resultó aplicable y las regresiones no arrojaron resultados significativos. Finalmente, mencionar que los datos fueron extraídos del período que va desde 2006 hasta 2013. El modelo es el siguiente: ∆𝑃𝑖 𝑡 = 𝛼0 + 𝛼1 ∆𝑃𝑌𝑃𝐹 𝑡 + 𝛼2 ∆𝑃𝑗 𝑡 + 𝛼3 ∆𝑃𝑘 𝑡 + 𝜋𝑡 + 𝛼4 ∆𝑃𝑊𝑇𝐼𝑡 + 𝛼5 ∆𝐶𝐴𝑃𝐼𝑁𝑆𝑇𝑡 + 𝜀𝑡 Donde 𝑃𝑖 es el precio a explicar del período, 𝑃𝑌𝑃𝐹 representa el precio de YPF en el período, 𝑃𝑗𝑡 y 𝑃𝑘 𝑡 el precio de las otras empresas privadas en el mismo período, 𝜋𝑡 la inflación del período, 𝑃𝑊𝑇𝐼𝑡 el precio internacional del crudo en pesos, y 𝐶𝐴𝑃𝐼𝑁𝑆𝑇𝑡 la utilización de la capacidad instalada. 𝜀𝑡 es un término de error independiente e idénticamente distribuido. El Cuadro 4 muestra los resultados. Se puede observar que en todos los casos la variación del precio de YPF es la variable que mejor explica las variaciones en los precios de las tres empresas seguidoras. La variación del precio de YPF tiene una alta correlación con la [19]

variación del precio de ESSO, Shell y Petrobras. Esta estimación apoya la hipótesis que el precio que coloca YPF es en gran medida determinante del precio de las demás empresas. Cuadro 4: Regresiones de Precios de las Empresas Privadas Empresa Variables

ESSO Coeficiente

Precio de YPF 0,503005 Precio de ESSO Precio de Shell -0,005157 Precio de Petrobras 0,230865 Inflación 2,308516 Precio del crudo 2,43E-05 WTI Uso de la cap. -0,003362 instalada R2 Durbin-Watson

Shell

P-value 𝑡

Coeficiente

Petrobras

P-value 𝑡

0,0001 0,595758 -0.006255 0,9574 0,0371 1,91E-01 0,0571 1,533556

0,0000 0,9574

0,9432 0,0546

Coeficiente

P-value 𝑡

0,632357 0,207550 1,42E-01

0,0000 0,0371 0,1192

0,1192 0,2542 -0,122548

0,9160

4,36E-04

0,2429 -4,12E-04

0,1995

-0,00063

0,7477

0,3837

0,70529 2,25073

0,00146

0,68204 2,30039

0,79096 2,10396

En verde significativos al 10%. En azul significativos al 5%. En rojo significativos al 1%.

Con el objetivo de dar mayor sustento a la hipótesis de que YPF se comporta como líder recurrimos a diversas fuentes de información7 en busca de más datos. Distintos empresarios y funcionarios relacionados con el mercado de combustibles expresaron su opinión acerca de la actual situación de la estructura del mismo. Por ejemplo, el Vocal Titular del Instituto de la Energía “Gral. Mosconi” (IAE), Ingeniero Jorge Gaimaro, explica que “YPF […] A diferencia de años anteriores ha tomado la iniciativa en los incrementos y, en alguna medida, también le permite distribuir mejor la demanda entre sus competidores…” Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), reveló en una entrevista en el mes de junio del presente año las propuestas de comercialización para las petroleras privadas: “[…] Al resto de las petroleras les vamos a plantear que no se alejen del precio de mercado, de la referencia que establece YPF, ya que en la medida que se distancien al operador le cuesta mucho vender producto”. El mismo Díaz, opinó también acerca de un problema que acucia a los operadores hoy en día: la resignación de sus márgenes de ganancia debido al aumento de costos por parte de las petroleras y los bajos precios de YPF, frente a los cuales es muy difícil competir: “Algunas empresas subieron el costo y los expendedores al no poder despegarse de las referencias de YPF deben resignar su margen de ganancia”. En conclusión, la competencia (por precios) en el mercado de combustibles, siendo que se da en el stage de las grandes petroleras, causa mucho daño a los operadores, que deben aceptar el precio de las empresas de bandera y se ven perjudicadas por los valores más bajos que YPF, líder absoluto por las razones previamente expuestas, carga a sus productos. La política de precios fijos, incluso, obliga a los distribuidores de las privadas, en ciertos casos, a resignar los márgenes de ganancia para mantenerse en el mercado. De esta manera, la hipótesis del oligopolio de Stackelberg, planteada anteriormente, resulta apoyada por la realidad empírica.

7

Extractos extraídos del sitio www.surtidores.com.ar

[20]

6. JUEGO: VENTAJAS DE YPF 6.1. Descripción Tres petroleras se disputan un potencial entrante que desea ubicar una estación de servicio en un lugar estratégico. YPF ofrece un contrato directo, y Shell y ESSO, contratos de franquicia. La primera de las empresas privadas, ofrece un contrato de franquicia con tarifa estrictamente lineal sobre los beneficios, mientras que la segunda ofrece al entrante un contrato con una tarifa fija. Mientras que éstas permiten al entrante fijar el precio deseado, YPF emplea un mecanismo de restricción vertical fijando el precio. De aceptar la franquicia, el entrante, además, deberá abonar un monto por cada metro cúbico de nafta que adquiera para vender, mientras que con un contrato directo actuaría como un mero distribuidor, sin costos extra. Las tres empresas ofrecen en simultáneo su contrato, y luego el entrante decidirá cuál de ellos aceptar. 6.2. Definiciones Previas El entrante se enfrenta con una demanda (inversa) lineal: 𝑃 =𝑎−𝑄

De aceptar el contrato con Shell, su beneficio será: 𝜋𝑒𝑆 = (1 − 𝑠)(𝑃𝑒𝑆 𝑄 − 𝑐𝑄)

siendo 𝑠 el porcentaje de las ventas que recauda la empresa. Si en lugar de eso, acepta el contrato con ESSO, su beneficio será: 𝜋𝑒𝐸 = 𝑃𝑒 𝑄 − 𝑐𝑄 − 𝐴

donde 𝐴 representa el canon fijo que la empresa cobra por su franquicia. Por último, de firmar el contrato con YPF, recibirá un salario fijo: 𝜋𝑒𝑌 = 𝑤

siendo 𝑤 el monto de dicho salario. Los beneficios de las empresas privadas estarán representados por sus tarifas. Para Shell y ESSO, respectivamente: 𝜋𝑆 = 𝑠(𝑃𝑒𝑆 𝑄 − 𝑐𝑄)⁡⁡⁡⁡𝑠𝑖⁡⁡ max(𝜋𝑒𝑆 ; 𝜋𝑒𝐸 ; 𝜋𝑒𝑌 ) = 𝜋𝑒𝑆 { ⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡0⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡𝑠𝑖⁡⁡ max(𝜋𝑒𝑆 ; 𝜋𝑒𝐸 ; 𝜋𝑒𝑌 ) ≠ 𝜋𝑒𝑆 ⁡⁡

𝜋𝐸 = 𝐴⁡⁡⁡⁡𝑠𝑖⁡⁡ max(𝜋𝑒𝑆 ; 𝜋𝑒𝐸 ; 𝜋𝑒𝑌 ) = 𝜋𝑒𝐸 { ⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡0⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡𝑠𝑖⁡⁡ max(𝜋𝑒𝑆 ; 𝜋𝑒𝐸 ; 𝜋𝑒𝑌 ) ≠ 𝜋𝑒𝐸 ⁡⁡

Mientras que los beneficios de YPF serán: 𝜋𝑌 = 𝑃̅ 𝑄 − 𝑤⁡⁡⁡𝑠𝑖⁡ max(𝜋𝑒𝑆 ; 𝜋𝑒𝐸 ; 𝜋𝑒𝑌 ) = 𝜋𝑒𝑌 { ⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡0⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡𝑠𝑖⁡ max(𝜋𝑒𝑆 ; 𝜋𝑒𝐸 ; 𝜋𝑒𝑌 ) ≠ 𝜋𝑒𝑌

[21]

Por último, supondremos que: 𝑎 >⁡

𝑐 2

6.3. Resolución: inducción hacia atrás 1) Comencemos por el último jugador. El entrante comparará los beneficios que le reportan cada contrato, y elegirá aquel que sea el mejor. De firmar con un privado, elegirá aquellas cantidades que maximicen su beneficio: 𝑀𝑎𝑥 𝑆 ⁡𝜋 = (1 − 𝑠)(𝑃𝑒𝑆 𝑄 𝑆 − 𝑐𝑄 𝑆 ) 𝑄𝑆 𝑒 𝑀𝑎𝑥 𝐸 𝜋 = 𝑃𝑒𝐸 𝑄𝐸 − 𝑐𝑄𝐸 − 𝐴 𝑄𝐸 𝑒

para los casos de Shell y ESSO, respectivamente. De las condiciones de primer orden, se obtienen las cantidades y los precios, que resultan ser iguales en ambos casos: 𝑄 𝑆 = 𝑄𝐸 = 𝑄𝑒 =

𝑎−𝑐 2

𝑃𝑒𝑆 = 𝑃𝑒𝐸 = 𝑃𝑒 =

𝑎+𝑐 2

Y los beneficios resultan ser: 𝜋𝑒𝑆 = (1 − 𝑠) 𝜋𝑒𝐸 =

(𝑎 − 𝑐)2 4

(𝑎 − 𝑐)2 −𝐴 4

2) Pasemos al paso anterior. Cada empresa, por su parte, maximizará sus beneficios asegurándose que lo que reciba el entrante por aceptar su contrato sea mayor o igual a lo que recibiría de aceptar el de la otra: En el caso de Shell: 𝑀𝑎𝑥 𝜋𝑆 = 𝑠(𝑃𝑄 − 𝑐𝑄)⁡⁡⁡𝑠. 𝑎⁡⁡⁡𝜋𝑒𝑆 ≥ 𝜋𝑒𝐸 𝑠

En el caso de ESSO: 𝑀𝑎𝑥 𝜋 = 𝑃𝑄 − 𝑐𝑄 − 𝐴⁡⁡⁡𝑠. 𝑎⁡⁡⁡𝜋𝑒𝐸 ≥ 𝜋𝑒𝑆 𝐴 𝐸

Resolviendo las maximizaciones, encontramos que la restricción es operativa. Por lo tanto, en equilibrio, los beneficios del entrante en ambos casos coincidirán. Esto implica que los beneficios de las empresas también coincidirán. La relación entre ambas variables viene dada por: 𝑠=

4𝐴 (𝑎 − 𝑐)2 ⁡⁡⁡⁡0 < 𝑠 < 1⁡⁡; ⁡⁡0 < 𝐴 < (𝑎 − 𝑐)2 4

para evitar beneficios nulos. [22]

3) Veamos qué es lo que sucede con YPF. La empresa estatal elegirá unas cantidades tales que maximizarán sus beneficios, de manera tal que el salario que pague al operador sea mayor que lo que reciba en caso de firmar con una empresa privada (entre las cuales, en equilibrio, no hay diferencia). Se enfrenta al siguiente problema de maximización: 𝑀𝑎𝑥 𝑌 ⁡𝜋 = 𝑃̅𝑄𝑌 − 𝑤⁡⁡⁡𝑠. 𝑎⁡⁡𝜋𝑒𝑖 ≥ 𝜋𝑒𝑌 ⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡𝑖 = 𝑆, 𝐸 𝑄𝑌 ; 𝑤

Resolviendo la maximización (utilizando el beneficio obtenido con ESSO, por simplicidad), encontramos las cantidades, los precios y el salario (que, como la restricción es operativa, se cumple con igualdad): 𝑄𝑌 = ⁡ 𝑃̅ = ⁡ 𝑤 =⁡

𝑎 2

𝑎 2

(𝑎 − 𝑐)2 −𝐴 4

Los beneficios de la bandera estatal son: 𝜋𝑌 = (

𝑎𝑐 𝑐 2 − )+𝐴 2 4

Pero entonces, dado que el término entre paréntesis es positivo por la condición impuesta sobre 𝑎 y 𝑐, para cualquier 𝐴, es decir, cualquier beneficio que reciban las empresas privadas, el beneficio de YPF, si lo reportado al entrante es igual a lo que le reportan los contratos de las otras, siempre será mayor. Por lo tanto, ofreciendo un salario marginalmente más alto, captaría al entrante y obtendría beneficios positivos. 6.4. Resultados y conclusión Si suponemos que los agentes son muy aversos8 al riesgo, el equilibrio perfecto en subjuegos se compone de la siguiente manera: 𝐸𝑁𝑃𝑆:⁡{𝑄𝑌 , 𝑤; 𝑠; 𝐴; 𝑌𝑃𝐹, 𝑄𝑒 }⁡

Entonces, los resultados del juego son: 𝜋𝑒𝑌 = 𝑤 = ⁡

𝜋𝑌 = (

(𝑎 − 𝑐)2 𝑎𝑐 𝑐 2 − 𝐴 + 𝜀⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡0 < 𝜀 < ( − ) ;⁡∀⁡𝐴 4 2 4

𝑎𝑐 𝑐 2 𝑎𝑐 𝑐 2 − ) + 𝐴 − 𝜀⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡⁡0 < 𝜀 < ( − ) ;⁡∀⁡𝐴 2 4 2 4 𝜋𝑆 = 𝜋𝐸 = 0

El juego intenta capturar diversos aspectos del mercado de combustibles. En primer lugar, la estructura del mercado: la competencia entre petroleras y la relación indirecta (a través de los distribuidores) con la demanda. En segundo lugar, los diferentes mecanismos de restricciones verticales: precios fijos y tarifas lineales y fijas. Además, incorpora los dos tipos de relaciones entre empresas de bandera y distribuidores que se dan en la realidad: contratos directos y franquicias. Y por último, permite distinguir el liderazgo de YPF estableciendo una reducción en los costos, lo que, en definitiva, le permite quedarse con el entrante.

8

De ese modo, se preferirá captar al entrante por un beneficio menor a ofrecer un beneficio igual y obtenerlo con una probabilidad 𝑝, de que el entrante decida firmar.

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REFERENCIAS DE GRÁFICOS Y CUADROS Gráfico 1: El IPC se tomó de INDEC hasta el año 2007, luego se tomó un promedio de 7 provincias (CENDA (2011): IPC 7-Provincias) y a partir de Abril de 2011 se calculó el índice de manera implícita por las variaciones mensuales que informó el Congreso. El Índice de Precios de los Combustibles se calculó tomando los precios de Gas Oil, nafta Común, nafta Súper, nafta Premium ponderados por la cantidad vendida de cada producto al mercado. Se tomó inicialmente para ponderar las unidades del primer cuatrimestre de 1994, luego en 2001 se modificó al surgir la nafta Ultra y se volvió a modificar en 2009. El precio del crudo se obtuvo de la U.S. Energy Information Administration. Gráfico 2: Elaboración propia en base a los datos del Gráfico 1. Gráfico 3: Los datos del PBI fueron extraídos del INDEC, de la tabla "Producto Interno Bruto (PIB) año base 1993”, son valores en millones de pesos de 1993. Los datos de ventas fueron extraídos de la Secretaria de Energía, de las tablas “"VentasAlMercado.xsl"” y “"Tds_SescoWebDown_2014_07", se tomaron en cuenta sólo los productos mencionados en el texto. Los índices son de elaboración propia con los datos citados previamente. Gráfico 4, 5 y 6: Elaboración propia en base a datos extraídos de la Secretaria de Energía de las tablas “"VentasAlMercado.xsl"” y “"Tds_SescoWebDown_2014_07". Gráfico 7: Los datos del PBI per cápita se extrajeron de INDEC, mientras que los datos de las naftas se extrajeron de la Secretaría Energía, de las mismas tablas citadas en los Gráficos 4, 5 y 6. Gráfico 8: Los precios refieren a cuatro estaciones de servicio localizadas en Capital Federal sobre avenida Libertador: YPF, al 5002, ESSO, al 7112, Shell, al 7920 y Petrobras, al 5747. El índice de precios es el promedio de 7 provincias informado por CENDA (2011) y, desde el 2011, la variación informada por el Congreso Nacional. Cuadro 1 y 2: Los precios de nafta Súper, nafta Ultra y Gas Oil son un promedio de las ventas informadas por todas las estaciones de servicio, se obtuvieron de la Secretaria de Energía de “Precios en bocas de expendio”, en Información al mercado, Precios de los combustibles. La serie de autos per cápita se obtuvieron de la siguiente manera: se obtuvo una serie de patentamientos anuales desde 1995 de La Nación Data, se armó una serie de patentamientos acumulados, luego se dividió por una serie población obtenida de INDEC. El PBI per cápita es un índice a precios constantes de 1993 obtenido también de INDEC. El índice EMAE también se obtuvo de INDEC. Cuadro 3: El tipo de cambio se obtuvo del Banco Central de la República Argentina. El precio internacional del petróleo crudo en WTI de la U.S. Energy Information Administration. El IPC es el índice obtenido de INDEC y 7 provincias, informado por CENDA (2011). El petróleo procesado se obtuvo de la Secretaria de Energía. Los indicadores de concentración son de elaboración propia. Cuadro 4: Las series se obtuvieron de fuentes ya citadas. La serie de Uso de Capacidad Instalada se obtuvo de INDEC. Nota: Para los análisis que incluyen períodos previos al 2004, se tomó el PBI constante a precios de 1993, por falta de información.

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BIBLIOGRAFÍA -

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Coloma, G. (1998): “Análisis del comportamiento del mercado argentino de combustibles líquidos.” Universidad CEMA.

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Berry, S. (1994), “Estimating Discrete- Choice Models of Product Differentiation.” RAND Journal of Economics, Vol 25, Nº2

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Notas de clase.

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