Análisis geoarqueológico de los cambios ambientales y la ocupación de espacios, dentro del sitio arqueológico Nuevo Corinto (1 500 a.C. – 1 550 d.C.), Limón, Costa Rica

Nuevo Corinto es un sitio ubicado en el Caribe central de Costa Rica, entre los ríos Corinto y Chirripó, este último con un patrón de drenaje trenzado. Debido a los constantes cambios a través del tiempo, de las condiciones ambientales y su efecto en los grupos sociales, es que el objetivo de esta investigación fue determinar las posibles relaciones espaciales y funcionales, entre el uso de la tierra y la ubicación de los contextos arqueológicos, que pudieron surgir a partir de los cambios en las condiciones geomorfológicas y de sedimentación asociadas a los ríos Chirripó y Corinto, en el sitio arqueológico Nuevo Corinto (L-72NC), entre 1 500 a.C. y 1 550 d.C.La recolección y análisis de los datos se realizó desde una perspectiva geoarqueológica, donde se analizaron la geomorfología y la estratigrafía, a partir de las cuales se realizó un modelo del desarrollo morfosedimentario del área donde se ubica el sitio. Así se definieron geoformas de origen aluvial (cauce activo, barras longitudinales y llanura aluvial), denudacional (avalancha de detrito y coluvio) y estructural (escarpe de la falla Guápiles); se caracterizó una sucesión de sedimentos estratodecreciente, propia del relleno paulatino de cauces activos, que finalizó con el desarrollo de la llanura de inundación actual, que contiene el registro de ocupación del sector noreste de Nuevo Corinto, iniciado durante la fase El Bosque.Entre las unidades geomorfológicas, las barras, islas y terrazas se presentan como elementos que brindaron los espacios menos expuestos a la afectación por inundaciones, y en cuya ocupación, ya desde la fase El Bosque, medió la pertenencia a los distintos estratos sociales. La avalancha del río Costa Rica, un elemento geomorfológico vinculado con el desprendimiento de material de las laderas del edificio volcánico del Irazú, se presenta como un evento que modificó el paisaje circundante, ocasionó cambios en el sistema fluvial, aunque se desconoce si ocurrió antes o durante la ocupación precolombina, implicaría consecuencias distintas para entender la ocupación o abandono, tanto de Nuevo Corinto, como de Las Flores y La Manuda.Una de las posibles consecuencias de la ocurrencia de la avalancha, se observó en el sector noreste del sitio, donde la asociación directa entre sedimentos de inundación y cerámica El Bosque, sin evidencia alguna de otra sedimentación u ocupación, permitió definir la presencia de un hiato sedimentario, es decir un faltante del registro sedimentario de más de 1 000 años, y que estaría vinculado con la distribución espacial del material cerámico registrado en el noreste de Nuevo Corinto.Así, el registro de suelos cubiertos por inundaciones (durante El Bosque e inclusive a inicios de La Selva), flujos de materiales (en La Unión) y cambios del sistema fluvial, muestran la continua afectación, del asentamiento y sus alrededores, por efecto de las variaciones ambientales (fluviales, climáticas, geológicas y demás), dinámica que aún hoy continúa afectando a los habitantes del Caribe costarricense.