ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS DEL COOPERATIVISMO EN ESPACIOS CULTURALES AUTOGESTIONADOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES EN 2016

May 22, 2017 | Autor: Hernan Grabarnik | Categoría: Self Management, Cooperatives, Cultural management, Good practices, Cultural Centers
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Descripción

Universidad de Buenos Aires Facultad de Ciencias Económicas Escuela de Estudios de Posgrado CARRERA DE ESPECIALIZACIÓN EN ADMINISTRACIÓN DE ORGANIZACIONES DEL SECTOR CULTURAL Y CREATIVO TRABAJO FINAL DE ESPECIALIZACIÓN ANÁLISIS DE LOS PRINCIPIOS DEL COOPERATIVISMO EN ESPACIOS CULTURALES AUTOGESTIONADOS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES EN 2016 AUTOR: HERNÁN GRABARNIK TUTOR TALLER DE PREPARACIÓN DEL TRABAJO FINAL: BRUNO MACCARI TUTORA TALLER DE REDACCIÓN DEL TRABAJO FINAL: ANIELA VENTURA

DICIEMBRE-2016

RESUMEN Este trabajo parte de la definición de Cooperativismo y toma como esquema la enumeración de Principios sobre los cuales se sustenta el movimiento cooperativo1. En el mismo, abordaremos la problemática de la gestión de espacios culturales desde una visión cooperativista, utilizando dichos principios para analizar los lineamientos que guían su funcionamiento. Este esquema que proponemos permite aplicar principios igualitarios, socialmente responsables y económicamente viables, en organizaciones del sector de la cultura y las artes que no necesariamente adoptan al cooperativismo como modo de organización.

Realizaremos, en primer lugar, un recorrido por los aspectos teóricos que hacen al cooperativismo y la autogestión. Seguidamente se continuará con un diagnóstico de la cuestión en la actualidad; por medio de entrevistas, observaciones de campo y análisis de metodologías de gestión aplicadas. De forma continuada, se dará paso al desarrollo de la investigación, a partir de la cual podremos dar cuenta del modo en que distintos espacios culturales localizados en la Ciudad de Buenos Aires resuelven las problemáticas que plantea la autogestión, recurriendo (consciente o inconscientemente) a los principios que nutren al movimiento cooperativista (ver Anexo 5.1).

Finalmente, a través del desarrollo del trabajo, podremos evidenciar prácticas sustentables de gestión que, si bien estarán orientadas a la autogestión, pueden a su vez servir de referencia para el conjunto de los centros culturales, al momento de afrontar problemáticas similares a las descriptas en el trabajo.

PALABRAS CLAVE Autogestión; Buenas Prácticas; Cooperativismo; Espacios Culturales 1

Según descripción revisada y actualizada de la Alianza Cooperativa Internacional, entidad que agrupa a las cooperativas a nivel global.

pág. 2

ÍNDICE Resumen ............................................................................................................................. 2 Palabras Clave .................................................................................................................... 2 Índice 3 1.

Introducción ............................................................................................................. 5 1.1.

Fundamentación y planteamiento del problema ................................................ 5

1.2.

Objetivos ............................................................................................................ 6

1.2.1.

Objetivo General ......................................................................................... 6

1.2.2.

Objetivos Particulares ................................................................................. 6

1.3.

Marco Teórico .................................................................................................... 7

1.4.

Estado de la cuestión ........................................................................................ 10

2.

Desarrollo .............................................................................................................. 14 2.1.

Libre adhesión: Convocatorias abiertas en “La Paternal Espacio Proyecto”... 15

2.2.

Control democrático: asambleas de decisión en “La Tribu”............................ 19

2.3.

Participación económica: distribución de excedentes en “La Libre” .............. 22

2.4.

Autonomía e independencia: autogestión apartidaria en “MU-Punto de

Encuentro" ................................................................................................................... 25 2.5.

Educación y formación: propuestas formativas en “Club Cultural Matienzo” 29

2.6.

Integración cooperativa: asociación de espacios culturales en “MECA” ........ 33

2.7.

Preocupación por la comunidad: actividades con impacto comunitario en “La

Casona de Humahuaca” ............................................................................................... 36 3.

Conclusiones.......................................................................................................... 40

4.

Referencias bibliográficas ..................................................................................... 44

5.

Anexos ................................................................................................................... 47 5.1.

Principios cooperativos por espacio................................................................. 47 pág. 3

5.2.

la paternal espacio proyecto ............................................................................. 47 5.2.1. Entrevista LPEP (Extracto) ....................................................................... 47 5.2.2. Carpeta de Proyectos LPEP ...................................................................... 51

5.3.

La tribu ............................................................................................................. 51 5.3.1. Entrevista La tribu (Extracto) ................................................................... 51

5.4.

La libre ............................................................................................................. 56 5.4.1. Entrevista La libre (Extracto).................................................................... 56

5.5.

Mu-Punto de encuentro .................................................................................... 58 5.5.1. Entrevista Mu-Punto de encuentro (Extracto) .......................................... 58

5.6.

C. C. Matienzo ................................................................................................. 61 5.6.1. Entrevista C. C. Matienzo (Extracto)........................................................ 61 5.6.2. Carpeta de Proyectos CCM ....................................................................... 65

5.7.

MECA .............................................................................................................. 65 5.7.1. Entrevista MECA (Extracto)..................................................................... 65 5.7.2. Estatuto MECA ......................................................................................... 69 5.7.3. Espacios participantes ............................................................................... 69

5.8.

La Casona de Humahuaca ................................................................................ 70 5.8.1. Entrevista La Casona de Humahuaca (Extracto) ...................................... 70 5.8.2. Propuestas de actividades ......................................................................... 74

pág. 4

1. INTRODUCCIÓN 1.1.

FUNDAMENTACIÓN Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Históricamente, el movimiento cooperativo se ha puesto de manifiesto en la cultura argentina, principalmente a través de cooperativas teatrales, con más de 400 cooperativas inscriptas en la Asociación Argentina de Actores año tras año (Schraier, 2005). Este tipo de organización, creada sobre la necesidad de obtención de algún tipo de financiamiento público, no necesariamente se rige por los valores y principios del cooperativismo. Esto abre la posibilidad de analizar al movimiento cooperativo desde un nuevo enfoque: aquel que trate del plano ideológico del cooperativismo, fundamentado a través de sus siete principios (ACI, 1995). De tal forma, evitaremos la utilización del cooperativismo exclusivamente desde el aspecto formal como una herramienta para la obtención de un fin específico.

En la actualidad, la autogestión se presenta no sólo como un instrumento a la hora de gestionar un emprendimiento –en este caso, cultural-, sino que posee también una carga ideológica. Podemos considerar, desde este aspecto, a la autogestión como hermana del cooperativismo, ya que ambas son presentadas como “modos alternativos de producción que cuestionan, desde su propia práctica, al modelo socioeconómico hegemónico y las lógicas propias del capitalismo” (Fallacara, 2012). Los siete principios universales que analizaremos poseen cada uno una raíz filosófica relacionada con los principios implícitos de los proyectos culturales autogestionados. La igualdad de sus miembros, la estructura horizontal para la toma de decisiones, el reparto de los excedentes equitativamente, la autonomía e independencia, y la función social con la comunidad, entre otros, son aspectos que se hacen presentes tanto en los modelos autogestionados de espacios culturales, como en las cooperativas que respetan los principios básicos. En este trabajo, partimos del emparentamiento mencionado entre cooperativismo y autogestión, ya que tomaremos en consideración el modelo autogestionado como punto de partida para analizar el cooperativismo en espacios culturales. pág. 5

1.2.

OBJETIVOS 1.2.1. OBJETIVO GENERAL

Dar cuenta del modo en que los principios organizativos del cooperativismo son aplicados en espacios culturales administrados con la modalidad de la autogestión, localizados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y activos en 2016.

1.2.2. OBJETIVOS PARTICULARES -

Relevar e identificar la puesta en práctica de los principios organizativos

del cooperativismo, en espacios culturales de la Ciudad de Buenos Aires en funcionamiento al 2016. -

Analizar buenas prácticas en la gestión de espacios culturales, basadas en

los principios del cooperativismo. -

A partir de las observaciones realizadas, dar cuenta de las problemáticas

comunes de gestión identificadas en espacios culturales autogestionados.

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1.3.

MARCO TEÓRICO El presente trabajo abordará algunos conceptos que, ante la diversidad de acepciones

que poseen, consideramos oportuno definir. En primer lugar, especificaremos el concepto de cooperativismo, tomando como referencia la definición que realiza la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) –órgano representativo de las cooperativas a nivel global-, en su Ley Marco para las Cooperativas de América Latina (ACI, 2009, pág. 3). En su artículo 3, define a las cooperativas como “asociaciones de personas que se unen voluntariamente para satisfacer sus necesidades

económicas, sociales y

culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta democráticamente gestionada”. En este sentido, podemos definir al cooperativismo como aquella doctrina que entiende sobre las organizaciones que funcionan bajo la tipología de las cooperativas, según la definición presentada previamente.

El movimiento cooperativo, desde sus inicios, definió un marco ideológico de funcionamiento que sirve de guía para el desarrollo de las cooperativas. Estos lineamientos históricamente han sufrido revisiones y han sido reformulados con el objetivo de representar fielmente el funcionamiento de las cooperativas en una etapa determinada. La última definición propuesta, cuyo contenido consideramos apropiado para el trabajo que presentaremos, es aquella realizada en el año 1995, en la ciudad de Manchester, en el marco de la Asamblea General de la ACI. Allí se dictó la Resolución acerca de la Declaración sobre la Identidad Cooperativa (ACI, 1995), en la cual se resolvió que “(...) la declaración reemplace a los Principios Cooperativos que fueron adoptados por el Congreso de la ACI en 1966 [debido a que] debe ser mirada dentro de un contexto histórico, contemporáneo y futuro.” (pág. 15).

Utilizaremos estos principios para el relevamiento, estudio y análisis de la puesta en práctica en espacios culturales. Estos principios son: asociación voluntaria y abierta; control democrático por los socios; participación económica de los socios; autonomía e independencia; educación, capacitación e información; cooperación entre cooperativas; y pág. 7

preocupación por la comunidad (ACI, 1995, págs. 32-47). En el desarrollo del trabajo, dentro de cada capítulo, analizaremos el significado de cada uno y su correlación con las prácticas de gestión que nos proponemos identificar en espacios culturales. Si bien no necesariamente adoptan la forma de cooperativas, creemos relevante considerar a tales principios en un plano simbólico, y del modo en que son evidenciados en la práctica por los espacios culturales analizados.

El objeto de estudio del presente trabajo refiere particularmente a aquellos espacios culturales que adoptan a la autogestión como modelo de organización. Abordaremos la cuestión conceptual de la autogestión al considerar dicho modelo como el que presenta mayor afinidad con el movimiento cooperativo, especialmente en aquellos espacios que no son considerados como cooperativas desde un punto de vista formal. Para este particular, tomaremos el enfoque de autogestión propuesto por Fallacara (2012) en su trabajo sobre los modos alternativos de producción y consumo:

La autogestión es aquella gestión de los trabajadores sobre su unidad de trabajo (…), desarrollando su propia organización del proceso de trabajo, adoptando formas no jerárquicas de organización. (…) Es una forma dinámica de organización económica-productiva alternativa a las propias del sistema capitalista (…), donde los propios trabajadores definen colectivamente bajo qué normas y reglas se regula la producción, qué organización toma el proceso de trabajo, cuál es el uso que se le da al excedente, cómo se comercializan sus productos o servicios y cómo es la relación con el resto de la sociedad. (pág. 3)

Una vez definido el enfoque que utilizaremos respecto a la autogestión, es necesario adentrarnos en el modo en que los espacios culturales aplican este modelo a su forma de organización. Para ello, tomaremos la definición que presentó Ottone (2008): “Un centro cultural2 es una institución de creación, producción y difusión de culturas actuales. Es un

2

Si bien el concepto de “centro cultural” es más reducido que la de “espacio cultural” adoptado en este estudio, consideramos que la definición de Ottone (2008) es válida al aplicarse al objeto de estudio del presente trabajo.

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continente con contenidos, abierto al público en comunión con los creadores, por intermedio de manifestaciones culturales y disciplinas artísticas” (pág. 1). La mirada de Wortman (2015), quien analiza específicamente los espacios de carácter autogestivos, completa la orientación aplicada al trabajo en lo que respecta al objeto de estudio. La autora define de la siguiente forma a aquellos espacios generalmente constituidos con posterioridad a los hechos de 2001 en Argentina3 -si bien también se analizan espacios creados con anterioridad-:

[Son espacios donde] se han desarrollado una diversidad de proyectos educativos y de difusión cultural, en los cuales se destacan nuevas apropiaciones de la esfera cultural, de los bienes simbólicos, (…) de recuperación de la ciudadanía avasallada y de formas organizativas que cuestionan las jerarquías y las estructuras verticales fundadas en la autogestión y las formas cooperativas. (pág. 3)

Finalmente, consideramos oportuno introducir también el concepto de gestión colectiva, desarrollado a partir del enfoque de Desjardins (2012, págs. 3-5). Esta forma de gestión se expresa por medio de las redes de cooperación. Las mismas nos permiten pensar a la autogestión como necesariamente colectiva4. La autora identifica dinámicas de trabajo propias a este tipo de gestión como: la organización para la obtención de recursos y financiamiento; la horizontalidad como esquema de trabajo; la conexión entre espacios, que genera nuevos canales de distribución y exhibición; y la creación de plataformas de investigación e intercambio de pensamiento, entre otras particularidades.

3

Se hace referencia al período de estallido social con cambios de gobierno sucedido a finales del 2001 en Argentina, con epicentro el 19 y 20 de Diciembre de dicho año, cuyas causas -que exceden el análisis de este trabajo-, tienen su origen en profundas reformas a nivel económico y social que perjudicaron principalmente a las clases más desprotegidas del país. 4 En este estudio, el concepto de “gestión colectiva” no se refiere aquí a las organizaciones administradoras de derechos colectivos (como la Asoc. Argentina de Actores, o SADAIC, entre otros), sino a un modo de gestión en comunidad, colaborativo y horizontal, capaz de crear sus propios espacios de distribución de contenidos.

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1.4.

ESTADO DE LA CUESTIÓN

Las temáticas del cooperativismo y la autogestión aplicada al arte y la cultura, han sido abordadas tanto a nivel académico, como así también en publicaciones de libros y artículos. A pesar de esto, podemos observar que las investigaciones identificadas sobre la temática se han planteado desde un enfoque en particular, que aplica el concepto de cooperativismo a actores del campo cultural y no a espacios culturales. En este enfoque, se incluyen análisis realizados sobre cooperativas teatrales, grupos musicales autogestionados y colectivos de artistas, entre otros, que serán analizados para determinar su correspondencia con el objeto de estudio del presente trabajo.

Como antecedentes a la cuestión de la autogestión en cultura, en primer lugar identificamos el trabajo de Quiña (2014) sobre la producción musical independiente en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien el autor plantea un recorrido desde la autogestión a los llamados métodos de producción 360° 5, presenta asimismo una realidad en la cual la autogestión de grupos musicales de Buenos Aires se hace indispensable para desarrollar el arte en bandas de convocatoria reducida, que no cuentan con posibilidades de acceder a discográficas o cobrar cachets que permitan un autofinanciamiento. Un escenario similar abordaremos respecto a espacios culturales, partiendo del movimiento cooperativo, para proponer así métodos de gestión aplicables a espacios autogestivos.

Continuando con esta línea, podemos considerar a Desjardins (2012), quien realizó una publicación referida a las redes de autogestión colectiva respecto al arte contemporáneo argentino. El panorama se repite al igual que en el trabajo anterior: la aparición de formas de producción necesarias ante un contexto socioeconómico de crisis y de financiamiento insuficiente para el sector de la cultura. El artista deja de cumplir su 5

El llamado método de “360°” refiere a una metodología de producción y comercialización integral. Por ejemplo, para el caso de la industria musical, una compañía discográfica dirige y participa del amplio abanico de actividades de comercialización del artista que representa y que, más allá de la edición discográfica, puede incluir acciones de marketing, sponsoreo, promoción digital, giras y convenios con productoras regionales. Ejemplo de este modelo en Argentina son las productoras Time4Fun y PopArt Music.

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rol característico, para involucrarse en decisiones de gestión. Este fenómeno se verá desarrollado en el presente trabajo al abordar análisis de programas como “ArtistaGestor” del Club Cultural Matienzo. En palabras de Desjardins (2012, pág. 2), es a partir de su gestión que los artistas accionan como agentes activos en la constitución del campo artístico. Este planteo nos acerca a la idea de un movimiento cooperativo (explicitado en el principio de la integración cooperativa) emparentado con la autogestión, como puntualizamos anteriormente.

La expresión artística que por excelencia ha recurrido a la autogestión, incluso desde la formalidad como cooperativas (como hemos mencionado en los fundamentos de este trabajo), es la actividad teatral. Sobre este particular, Mercado (2013) expone en una conferencia la experiencia del teatro comunitario y la autogestión de los recursos. Analiza en particular la toma de decisiones colectivas y su libre asociación a través de comisiones de gestión donde la participación es abierta y voluntaria. Asimismo, desarrolla la forma en que se relacionan con la sociedad estos espacios, mediante nodos de trabajo en red destinados a crear cultura de forma colaborativa, y la forma en que se plantean la autonomía e independencia, ya no como una instancia absoluta, sino como una “tensión entre las prácticas de autonomía y prácticas de delegación de ciertas funciones en otras instancias” (pág. 5). Estos puntos de análisis nos permiten validar las propuestas que planteamos inicialmente, a través de experiencias concretas de autogestión en la cultura. Nos servirán, además, de base para analizar la posibilidad de aplicación de los principios cooperativistas a espacios culturales de autogestión.

El artículo de Mauro (2015), investigadora del CONICET, retoma la experiencia de las cooperativas teatrales. Plantea problemáticas como las estrategias de las salas, que producen una alta rotación cuando trabajan con compañías pequeñas, para mantener alta la convocatoria de las primeras funciones; o la necesidad de contar con agencias de prensa que aumentan el presupuesto requerido para la producción de obras. Ante este panorama, la necesidad de especializarse en roles que antes no eran realizados de forma

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autogestionada (producción y difusión, entre otros) se vuelve indispensable. Este trabajo nos presenta el escenario inicial sobre el que planteamos nuestra investigación.

Respecto a espacios culturales, la investigación de Gentile (2013), referida a nuevos modos de gestión cultural en el campo artístico, analiza en primer lugar un recorrido sociopolítico por el escenario cultural de la ciudad de La Plata, para luego ahondar en estrategias de gestión de los nuevos espacios culturales surgidos en la última década. Toma como ejemplo dos espacios autogestionados, localizados en casas particulares y con una propuesta colectiva del arte. Principios como la autonomía, la distribución de excedentes, la libre participación, o la formación, se encuentran presentes en dichos espacios y configuran una alineación al trabajo que desarrollaremos.

Finalmente, consideramos pertinente incluir los trabajos desarrollados por Bokser (2010) (2011), quien ha investigado sobre el centro cultural IMPA-La Fábrica en diversos artículos. En primer lugar (2010), considera la problemática de la autogestión cultural, para luego comentar, en un segundo artículo (2011), la propia experiencia desde su participación en el equipo de trabajo del IMPA, incluyendo aspectos de la autogestión. Aun formando parte del colectivo de gestión del IMPA (en palabras de Bokser, como “militante” del IMPA), sus artículos ofrecen una visión relativamente objetiva desde la investigación, atravesados por la perspectiva particular de ser parte activa del equipo de gestión de la cooperativa. Sin duda la perspectiva que aportan estos trabajos sirve para comprender la importancia de la autogestión y las implicancias que tiene ser parte de una cooperativa de trabajo. En el IMPA es posible observar desde la praxis algunos aspectos teóricos desarrollados en este trabajo, no sólo desde los “beneficios” de seguir los lineamientos ideológicos del movimiento cooperativo, sino también desde las dificultades de ser parte de una organización nacida en los albores de la crisis y como soporte a una fábrica metalúrgica recuperada, situación muy diferente a la que presenta cualquier otro espacio cultural.

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En conclusión, si bien han habido investigaciones en torno a la autogestión en el campo de la cultura y las artes, hasta el momento no se ha abordado la problemática de la gestión de los espacios culturales teniendo en consideración lineamientos ideológicos sobre el quehacer cultural, sino que se han recolectado experiencias desde la praxis en relación a la gestión independiente de la cultura. Es aún mayor la carencia de investigaciones si se toma en cuenta exclusivamente el movimiento cooperativo como lineamiento para la gestión efectiva de organizaciones que cumplen un rol social, como las del tipo cultural. Es por ello que este trabajo busca dar cuenta de un campo aún no estudiado. Aspiramos a que esto proporcione nuevos enfoques, orientados a espacios culturales para la autogestión, siguiendo el modelo de principios del movimiento cooperativista.

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2. DESARROLLO Uno de los objetivos de este trabajo (ver sección 1.2.2 – Objetivos Particulares) trata sobre la identificación y el relevamiento de la puesta en práctica de los principios organizativos del cooperativismo. Para este particular, recurrimos a diferentes espacios culturales autogestionados de la Ciudad de Buenos Aires, para indagar sobre las metodologías de gestión aplicadas en relación a los principios enunciados.

En cada apartado veremos en primer lugar el significado que el movimiento cooperativo le otorga a cada principio. Una vez definido esto, abordaremos la relación entre las organizaciones cooperativas y las culturales, para finalmente dar paso al análisis en detalle de la aplicación de los principios cooperativos en los espacios analizados.

Hemos seleccionado un objeto de estudio según tres parámetros generales: en primer lugar el aspecto territorial, delimitando el mismo a aquellos espacios localizados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; en segundo lugar el aspecto temporal, ya que tomaremos únicamente aquellos que se encuentren en funcionamiento en el año 2016; finalmente el modelo de gestión aplicado, dado que seleccionamos espacios culturales que practiquen la autogestión como metodología de administración. La selección de cada caso está dada por la correspondencia de las prácticas de gestión con los principios analizados, sin por ello dejar de observar que hay otros espacios que se corresponden con el delineamiento trazado para recortar el objeto de estudio, pero que, por cuestiones de relevancia, no fueron tomados en cuenta para el presente trabajo6.

Habiendo definido el esquema de trabajo, proseguiremos con al análisis propiamente dicho de los principios del cooperativismo en relación a espacios culturales autogestionados.

6

En la actualidad, en la Ciudad de Buenos Aires se encuentran espacios que por sus prácticas de gestión podrían estar incluidos en el presente trabajo. Los mismos pueden ser objeto de estudio de futuros trabajos sobre la temática. Hablamos de espacios como FRACCTAL, Teatro El Mandril, El Archibrazo, El Quetzal, La Casa del Árbol, entre otros.

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2.1.

LIBRE ADHESIÓN: CONVOCATORIAS ABIERTAS EN “LA PATERNAL ESPACIO PROYECTO” El primer principio del cooperativismo refiere al libre acceso y la adhesión

voluntaria. Si bien se encuentra específicamente orientado a la incorporación de socios en cooperativas formalmente constituidas, aquí nos enfocaremos en la esencia del principio para trasladarlo al modelo de gestión de espacios culturales que no necesariamente funcionan bajo la forma de cooperativas.

Tomando la interpretación de Drimer (1981, págs. 113-116) sobre este principio, su acepción del libre acceso indica que el ingreso a las cooperativas se encuentra al alcance de todos cuantos quieran incorporarse a ellas, mientras que la libre adhesión representa el ingreso y egreso voluntario de los participantes. Ambos enunciados se suman a lo que manifiesta la ACI (1995, pág. 33) sobre la libre adhesión y su consecuente oposición a cualquier discriminación de género, social –principalmente, de clases-, política, racial o religiosa que pudiera limitar el acceso a una entidad, configurando un compromiso de reconocimiento de la dignidad de los individuos. Nos valdremos de estas tres afirmaciones para analizar su aplicación en el objeto de estudio del presente trabajo.

En este primer caso, analizaremos a “La Paternal Espacio Proyecto” (en adelante, LPEP), espacio localizado en el barrio homónimo de CABA, cuyo inicio de actividades se remonta a 2009 de la mano de su fundador, Francisco Paredes.

LPEP es un espacio dedicado a promover el cruce entre arte y sociedad, generando intercambio entre artistas y la comunidad. A nivel organizativo, lo forman 20 personas, que funcionan en sus tres áreas base: Residencia Artística, Investigación y Producción, y Exhibición. Las actividades se ponen en práctica a través de cuatro programas integrales, que se alimentan de las diferentes áreas para funcionar: 

Arte y Ambiente – La Paternal Recicla (LPR)



Arte y Política – La Paternal Arte y Política (PAPO) pág. 15



Arte y Tecnología – MediaLab SirveVerse



Arte y Derecho a la Ciudad – Conjugar Ciudad

Como práctica habitual, periódicamente renuevan el equipo de trabajo mediante la publicación de convocatorias abiertas a la comunidad, para los diferentes programas que componen el espacio. Esta metodología obedece a dos factores que hacen a la dinámica de los espacios autogestionados y colectivos: en primer lugar, se presenta la dificultad de contar con una dedicación exclusiva de las personas involucradas, al no poder ofrecer una retribución suficiente que evite tener que contar con uno o más trabajos remunerados adicionales. Por otra parte, la ampliación de miradas mediante la posibilidad de contar con un equipo multidisciplinario es una capacidad que estos espacios deciden aprovechar.

En este trabajo, analizaremos la Convocatoria de Voluntarios en Gestión Cultural realizada por LPEP en 2015/16. Previamente, es importante ubicar al espacio dentro del ecosistema cultural de la Ciudad: el mismo funciona dentro de una casa particular que no se encuentra abierta al público de forma permanente -únicamente en caso de exhibiciones en horarios reducidos-, y la dirección se comunica por medios privados. Esta limitación impacta indefectiblemente en el alcance que pueda lograr una convocatoria de este estilo, más allá de la difusión realizada.

La convocatoria para la presente edición contó con una recepción de 12 personas interesadas que completaron los requisitos, enviando su CV actualizado y ajustándose al perfil buscado. Se dividieron los perfiles en 3 áreas a “alimentar”: Comunicación, Desarrollo de fondos, y Relaciones institucionales. De todas las personas recibidas, algunas han ido descartándose de forma natural, al considerar que no contaban con la disponibilidad requerida, o no se ajustaban al funcionamiento de la convocatoria (por ejemplo, se han recibido propuestas de personas que pretendían conseguir un trabajo remunerado, sin comprender la dinámica de un voluntariado). Finalmente, han quedado

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5 personas para las áreas de Desarrollo de fondos y Comunicación, en general con un perfil más acorde a la gestión que al arte, por lo cual complementan el equipo de LPEP.

Para difundir la convocatoria, se recurrió a 4 vías de publicación: Recuros Culturales7, Idealistas8, redes sociales y contacto mediante afiches o correos electrónicos con universidades de arte. Las dos primeras fueron las que han tenido mayor recepción de gente interesada. Esto puede deberse, según analiza Paredes (ver Anexo 5.2.1. Entrevista LPEP), a que la gente que acude a estos sitios es aquella ya interesada de antemano en propuestas de trabajo y voluntariado, a diferencia de otros medios donde el alcance es mayor en la comunidad artística, relegando la gestión a un segundo plano.

Los perfiles que se sumaron fueron variados. Esto se corresponde con el objetivo multidisciplinario mencionado previamente. Se recibieron personas con experiencia en el armado de proyectos y propuestas de financiamiento (licenciados en Administración, y Abogados); estudiantes de carreras de Comunicación Social con interés en involucrarse en la comunicación artística; y personas con escasa experiencia, pero el interés suficiente como para formarse en esta pasantía no rentada de 3 meses en el campo de la gestión cultural.

Los trabajos realizados son acordes a los objetivos de cada área, pero se intenta de que se incorporen a una dinámica ya pre-existente, y logren realizar objetivos concretos. En el caso de Desarrollo de Fondos, se ha conseguido, con el aporte de los voluntarios, aplicar a diversos fondos y subsidios del Estado. De igual manera, se lograron objetivos respecto a la difusión de actividades y convocatorias artísticas en el área de Comunicación.

7

“Recursos Culturales” es un sitio web de difusión, información, herramientas, servicios y contenidos relacionado al ámbito artístico y cultural. http://www.recursosculturales.com. 8 “Idealistas” es una plataforma de publicación de voluntariados a nivel global, destinado a la conexión de organizaciones sin fines de lucro con personas interesadas en aplicar a voluntariados sociales. http://www.idealistas.org.

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Una vez finalizado el período de la convocatoria, es posible observar que este proceso permitió a los involucrados identificarse con el espacio. Pasaron, así, a formar parte del equipo permanente y continuaron con el trabajo realizado. En este aspecto, Paredes, en la entrevista realizada, considera al voluntariado como la forma de generar una “red de colaboradores” y que esta red alimente al proyecto que, desde sus inicios, se gestó como un proyecto de vocación colectiva.

En convocatorias abiertas como la realizada por LPEP, podemos observar la aplicación del principio analizado de una forma práctica y concreta. Se realizan sin mayores restricciones

que los

requisitos

estipulados

por el programa,

sin

discriminaciones de ningún tipo a la hora de incorporar voluntarios, y con el compromiso de los participantes de colaborar de forma voluntaria con el espacio desde el corazón mismo de su funcionamiento. Estas son las particularidades que demuestran que la adhesión abierta es posible en proyectos culturales de gestión colectiva, y abiertos a la comunidad.

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2.2.

CONTROL DEMOCRÁTICO: ASAMBLEAS DE DECISIÓN EN “LA TRIBU” El principio que analizaremos a continuación refiere, en primer medida, a la

metodología en la toma de decisiones, pero incluye también el derecho de los socios (o colaboradores) a participar activamente en la fijación de políticas sobre el rumbo de la organización de la cual son parte. En una cooperativa, el órgano mediante el cual se lleva a cabo este control es el de la asamblea que cumple el rol de autoridad máxima, más allá del tipo de estructura que utilice la organización para su gestión (vertical, horizontal o mixta9). Cada cooperativa define la forma y periodicidad en que la asamblea se reúne, siguiendo un criterio general de realizar reuniones periódicas ordinarias, y reuniones extraordinarias cuando circunstancias especiales así lo requieran.

Este funcionamiento asambleario pone de manifiesto la aplicación práctica del principio de “control democrático”. Mediante el mismo, se vela por los intereses de las mayorías, permitiendo a todos los integrantes de la organización la participación en las decisiones mediante la aplicación de la regla de que cada socio representa un único voto. En el relevamiento realizado sobre espacios culturales, hemos observado que en aquellos espacios donde se realizan asambleas, las decisiones no sólo son tomadas de forma democrática, sino que recurren al consenso como forma inequívoca de decisión, sin acudir a las votaciones u otras metodologías de aplicación democrática. Esto implica no sólo el involucramiento de los participantes en la toma de decisiones, sino la garantía de que todos los temas serán tratados, discutidos y decididos en una instancia superadora, con el acuerdo de todas las partes y no sólo de una mayoría.

9

Entendemos a estructura vertical, como aquella en la que se respeta un orden jerárquico tanto para la gestión como para la toma de decisiones. En la misma, las decisiones son tomadas por el personal que se encuentra en el tope de la jerarquía, y desplegadas hacia abajo para su ejecución. Por otra parte, una estructura horizontal responde a modos de gestión y decisión colectivos, en los que las decisiones son tomadas por consenso y teniendo en cuenta las particularidades de cada área. Finalmente, una estructura mixta combina ambos modelos, dependiendo el tipo de decisión o tarea a realizar (por ejemplo, puede haber una cúpula de dirección para tareas sensibles, y áreas de gestión a un mismo nivel para tareas cotidianas).

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Para el análisis de la puesta en práctica del principio, recurrimos a la observación de un espacio insignia en la autogestión en el campo cultural: FM La Tribu, cuyo bar y espacio de exhibición e intercambio, denominado “Territorio-Bar La Tribu”, es donde se desarrollan las actividades culturales. Nacido en 1989, ya forma parte de la fisonomía de Almagro y la radiofonía argentina, y le da voz a las expresiones comunitarias y sociales del país y la región. En el caso de Territorio, es el espacio donde se realizan tanto ciclos fijos –ciclo infantil Pororó, festival de animación Cartón, etc.- como actividades programadas. Incluye en su programación presentaciones de libros, exhibiciones de artes visuales, charlas-debate, proyecciones, entre otras actividades. En todas ellas, se observa la impronta comunitaria y social que atraviesa al espacio, tanto de la radio como del bar.

Respecto a su forma de organización, si bien toman rasgos del movimiento cooperativo, como las decisiones asamblearias, tanto en la práctica como en la formalidad funcionan como Asociación Civil. En una entrevista con Milagros Abate, integrante del equipo de coordinación de Territorio (ver Anexo 5.3.1. Entrevista La Tribu), pudimos indagar acerca de la forma en que se toman decisiones organizativas en el espacio. Por cuestiones de confidencialidad en el acceso a temáticas sensibles, no ha sido posible estar presente en una asamblea, por lo que analizaremos su funcionamiento desde la óptica de la entrevistada.

La asamblea es la máxima instancia de decisión. Debajo de esta, funcionan tres unidades de gestión: Radio, Comunicación y Territorio. Cada área tiene sus propias reuniones y lógicas de organización, sosteniendo la horizontalidad en la distribución de tareas. A partir de las mismas, se generan inquietudes que son trasladadas luego a la asamblea, con representantes de cada unidad. A nivel formal, en la asamblea están representados los puestos jerárquicos de la asociación civil: presidente, tesorero, etc. Las reuniones son realizadas con una periodicidad mensual, lo cual no quita que se convoque a reuniones extraordinarias en caso que algún motivo en especial así lo requiera.

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El inicio se da con la lectura de la orden del día, en el cual se incluye el temario general establecido según un orden de prioridades. Luego, se pasa a plantear las opiniones diversas que tienen los participantes. Como mencionamos anteriormente, en esta clase de espacios, por su carácter horizontal, las decisiones son tomadas por consenso. Esta salvedad, que en la práctica puede llevar a extender las asambleas por varias horas, permite asegurar una coherencia ideológica respecto a un tema en particular, al incluir la opinión de todos los participantes en la discusión y lograr una opinión unificada como colectivo. En este punto, el control de la organización no es estrictamente democrático, ya que no se recurre a votaciones ni se privilegia la opinión de una mayoría, sino que estamos en presencia de una instancia superadora y colectiva respecto a la toma de decisiones en equipos. Sumado a esto, se cumple con los valores de igualdad y solidaridad respecto al rol que toman los miembros en la asamblea: todos son iguales, con los mismos derechos y acceso a la toma de decisiones de forma colectiva. Es tarea de la misma asamblea promover la participación de todos los miembros para ampliar las posibilidades de debate y llegar a decisiones que abarquen al conjunto de la organización.

En conclusión, es posible verificar cómo el modelo autogestionado de organización encuentra en las asambleas una metodología de trabajo alineada con los principios cooperativos, que respeta valores fundamentales como igualdad y solidaridad entre miembros. Asimismo, si bien en la práctica el método de decisión por consenso implica mayor complejidad que la votación democrática, es el más fiel al momento de pensar en una autogestión horizontal y colectiva. La estructura de las organizaciones debe pensarse en función de las necesidades de cada espacio. El asambleario es un modelo válido y representativo del movimiento cooperativo.

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2.3.

PARTICIPACIÓN ECONÓMICA: DISTRIBUCIÓN DE EXCEDENTES EN “LA LIBRE” Este principio nos adentra en un tema delicado en la administración de cualquier

organización: la gestión del capital y la retribución a los participantes. En estos dos ejes, se expresa el principio, ya que en primer lugar refiere a la forma en que los socios contribuyen a la formación del capital y lo gestionan democráticamente; y por otro lado a la distribución de los excedentes sobre las actividades de la organización.

Respecto a la formación del capital, el principio entiende que los socios deberían contribuir equitativamente a la misma, mediante aportes iniciales (al ingresar como socios) o con el pago de cuotas periódicas para pertenecer a la organización y beneficiarse de la calidad de socio. Esto, que en apariencia resulta cotidiano para las cooperativas, también podemos verlo presente al trasladarlo a los espacios culturales autogestionados. La formación de capital en los espacios culturales, también está dada, en líneas generales, por el aporte de los socios fundadores, dado que es imposible pensar en otras fuentes de financiamiento -tanto internas (por actividades artísticas y complementarias) como externas (subsidios, préstamos, etc.)- hasta que comienza a funcionar como espacio.

El aporte que hace el cooperativismo sobre este principio permite también la sustentabilidad de las organizaciones y facilita su funcionamiento como colectivo de trabajo. Se menciona que los excedentes generados por las actividades realizadas deben estar destinados, en primer lugar, al desarrollo de la cooperativa, para luego permitir un reparto entre los socios, de forma proporcional a sus operaciones (ACI, 1995). Lo que en términos corporativos es conocido como “reinversión de las ganancias” aquí se pone de manifiesto desde los principios fundamentales, colocando en un nivel superior al sostenimiento de la organización por sobre el lucro de los participantes. Esta definición, sobre la cual adicionaremos la interpretación de Drimer (1981), quien afirma que “lo más importante dentro de las cooperativas son las personas y no el capital”, viene a dar pág. 22

cuenta que el capital debe estar en función de las necesidades de la organización, y no al contrario, tal como lo hemos visto manifestado por la ACI.

Para demostrar la aplicación práctica del principio hasta aquí presentado, recurrimos al análisis de un espacio cultural que funciona como cooperativa desde sus prácticas de gestión, a pesar de estar inscripto en la formalidad como local comercial. Analizaremos el caso de librería La Libre, localizada en el barrio de San Telmo, nacida en el año 2010 como punto de encuentro entre librería, espacio de actividades culturales, y distribuidora de libros.

En una entrevista realizada con Darío Semino (ver Anexo 5.4.1. Entrevista La Libre), quien forma parte del colectivo de coordinación de La Libre, hemos podido constatar la forma en que se gesta un espacio con intenciones de ser cooperativo y se desarrolla económicamente hasta lograr su sustentabilidad. El espacio se forma como la unión de 2 proyectos: el de Fernanda Catulo y Darío Semino, quienes tenían la intención de armar una librería; y el de Simón Ingouville y Lucila Secas, quienes contaban con una distribuidora de libros y necesitaban un espacio físico10. Desde un principio, adoptaron la autogestión como forma de llevar a cabo el proyecto, para lo cual realizaron un aporte inicial, que fue recuperado con el transcurso del tiempo. Se configuraron así, como socios fundadores del espacio.

Con el tiempo, se fueron desarrollando diferentes metodologías para sustentar el espacio –actividades culturales, barra de bebidas, ferias, etc.-, hasta lograr organizar el equipo de gestión y cooperativizar el espacio. De tal forma, se generó un equipo de 9 personas, que, gracias al flujo de dinero del espacio, pueden contar con una retribución acorde a las horas trabajadas. Si bien los valores son insuficientes para el costo de vida actual, por lo cual la mayoría debe realizar trabajos adicionales, se destaca la posibilidad con la que cuenta el espacio de autosustentarse económicamente, y lograr una retribución 10

Hasta dicho momento realizaban su actividad en otro espacio cultural autogestionado, el C. C. Pachamama, del barrio de Villa Crespo, cuyas instalaciones resultaron insuficientes para el desarrollo habitual de la distribuidora.

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para su personal. Lo que en apariencia debería ser la regla, con el análisis de los espacios autogestionados realizado en este trabajo, se configura una excepción, y es por eso que se destaca.

Adicionalmente a la librería, el espacio cuenta con una programación de actividades periódicas –cursos, talleres, ferias, eventos- que, si bien no representan un ingreso considerable (según cálculos realizados por el espacio, más del 90% de los ingresos provienen de la librería, dejando el resto para las actividades culturales), sí permite un flujo de gente que potencia a la librería y posibilita expandir la propuesta cultural del espacio, más allá de la venta de libros.

Una problemática que observamos en diversos espacios analizados, es la posibilidad de acceder a fuentes de financiamiento externo. Sin incursionar en el aspecto ideológico de la injerencia de un agente externo al esquema económico de la organización (aspecto analizado en el apartado 2.4 – Autonomía e independencia), se observa una falta de conocimiento sobre la realización de carpetas para presentación en fondos y subsidios de organismos estatales o privados. “La Libre” no está exenta de esta problemática, e incluso podemos pensar en que esta carencia les haya permitido pensar en soluciones creativas para autosustentarse. Teniendo en cuenta la amplia oferta de recursos que ponen a disposición tanto el Estado como organizaciones privadas, es llamativa la escasa utilización que hacen de ellos los espacios culturales analizados. En ciertos casos hemos observado como los espacios, ante la falta de conocimiento para la confección de carpetas y presentaciones, no consideran a dichos recursos como una fuente posible a la hora de obtener financiamiento para sus proyectos.

Para concluir, hemos podido observar la forma en que un espacio nace a partir de un capital propio, y cómo el mismo luego es devuelto a sus socios fundadores. Seguidamente, abordamos el modo en que éstos logran, a partir de la realización de diversas actividades y bajo un esquema de aprendizaje continuo, la autosustentabilidad económica. Adicionalmente, se destaca la posibilidad del reparto de ganancias a los pág. 24

participantes del colectivo –en formato similar a un sueldo variable por horas realizadas-, sin por ello resignar viabilidad al proyecto cultural.

2.4.

AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA: AUTOGESTIÓN APARTIDARIA EN “MU-PUNTO DE ENCUENTRO" En todo espacio autogestionado, la autonomía y la independencia están

permanentemente en juego. Por un lado, la autonomía permite asegurar a las entidades que serán capaces de subsistir por sus propios medios, asegurando el control democrático sobre las decisiones (de la forma en que se menciona en el apartado 2.2 de este trabajo), más allá de las fuentes de financiamiento utilizadas. Esto toma relevancia cuando observamos que en el ámbito cultural, los espacios se financian básicamente de 3 formas: la venta de entradas a espectáculos o exhibiciones, la gastronomía y el financiamiento externo (gubernamental o privado). Este último punto es el que pone en riesgo el aspecto de independencia, que se postula mediante el principio que analizaremos. Las organizaciones que quieran mantener una independencia del capital deberían permanecer alertas para que, al requerir la presencia del Estado o de corporaciones bajo la forma de aportes financieros, los mismos no influyan en la toma de decisiones, tanto de gestión como artísticas.

La autonomía entendida como “libertad para controlar sus propios destinos” (ACI, 1995) es un principio inalienable y cobra una relevancia mayor cuando la misma pone en riesgo un área sensible de los espacios culturales como lo son los contenidos artísticos que proponen. En el ámbito de los espacios culturales, a diferencia de otros actores del campo cultural (como las producciones artísticas, por ejemplo, donde se cuenta con un productor que aporta el financiamiento y puede influir directamente sobre el contenido), es responsabilidad del equipo de organización planificar los medios para separar la forma de financiar las actividades del contenido que las mismas ofrecen. De lo contrario, es posible que se produzca una apropiación del acto cultural por parte de quien lo soporta pág. 25

económicamente, desviándolo de su sentido original con la pérdida de independencia que ello implica.

En los diversos espacios culturales analizados, pudimos observar cómo la presencia del Estado y entidades privadas es objeto de debates al interior de la organización, respecto a si debe o no recurrirse a los mismos. Por ejemplo, en el barrio de Paternal se encuentra FRACCTAL, un espacio social y cultural autogestionado que ya desde el nombre11 hace referencia a la autonomía. En este caso, quizás extremo, se ha decidido no recurrir a ningún tipo de financiamiento que provenga del sector público o privado. Aun así, ofrecen todas las actividades con precios mínimos (en algunos casos incluso a voluntad del público). Sin dudas, esto implica un desafío en la gestión presupuestaria, pero con la tranquilidad que otorga saberse completamente autónomos e independientes. En el otro extremo, encontraremos espacios culturales pertenecientes a corrientes políticas, como “Casa del Pueblo”, espacio cultural localizado en Villa del Parque. En este otro caso, la autonomía se encuentra limitada a los lineamientos que tiene la corriente en cuestión (el espacio pertenece y es soportado tanto financiera como ideológicamente por el Socialismo para la Victoria, de orientación socialista).

Finalmente, en una línea intermedia nos encontramos con espacios como MU-Punto de Encuentro. Este bar-espacio cultural forma parte del colectivo “La vaca”, una cooperativa de medios alternativos autogestionada que edita mensualmente la revista de actualidad MU y tiene en Punto de Encuentro un espacio para el desarrollo de actividades artístico-culturales. Por medio de una entrevista realizada con Guido Veneroni, coordinador del bar (Ver Anexo 5.5.1. Entrevista MU-Punto de Encuentro), indagamos acerca de la incidencia del financiamiento externo en el funcionamiento del espacio y de la realización de actividades culturales por parte de organizaciones políticas.

11

Proyecto FRACCTAL hace referencia a las iniciales de Federativo, Rizomático, Autogestivo, Colectivo, Cooperativo, Transversal, Apartidario y Libertario.

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Respecto del financiamiento, nos encontramos con una realidad insoslayable: por cuestiones de habilitación, el espacio no puede cobrar entrada por los eventos culturales ofrecidos al público. Sumado a esto, la estructura del bar no permite explotar de forma intensiva la gastronomía –al no contar con instalación de gas, y por el elevado costo de la electricidad para el uso de hornos eléctricos-, lo cual limita la oferta de alimentación. A pesar de esto, cuentan con tres fuentes principales de financiamiento, dos de las cuales no presentan conflictos respecto a la autonomía: la venta de bebidas, y la realización de Cátedras Autónomas y Diplomados. La última es la pauta oficial. Al ser un medio de comunicación, cuentan con el derecho de recibir pauta publicitaria del Estado. Tomaron la decisión de aceptarla, sin que esto afecte el mensaje que se pretende transmitir. Un ejemplo de esto es la pauta recibida de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, colocada junto a artículos sobre cómo la misma Legislatura aprobó compras de terrenos que favorecieron negocios particulares. A este respecto, es importante considerar al dinero recibido del Estado como un derecho de acceso a la cultura, y no como una acción para influir en el contenido comunicado por el medio.

Al igual que otros espacios autogestionados, Punto de Encuentro ha sido partícipe de lo que han denominado una “persecución” a la cultura independiente por parte del Gobierno de la Ciudad. A pesar de que reconocen fallas internas de seguridad, interpretan las inspecciones y posteriores clausuras como un acto de adoctrinamiento, como consecuencia del mensaje desplegado a través de la revista y las actividades. En este punto, el conflicto por mantener la independencia se hace latente, y es cuando se pone de manifiesto la práctica del principio analizado. La realización de acciones colectivas para el levantamiento de clausuras permite asegurar que la acción se concentre en solucionar los hechos concretos de las clausuras, y no pasar a un plano simbólico de persecución ideológica. A pesar de esto, consideran que el Estado se encuentra ausente en materia de capacitación y financiamiento para el acondicionamiento de los espacios y proponen un esquema de fomento a la cultura autogestionada que está muy lejos de hacerse realidad.

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En este espacio es posible observar cómo se intenta llevar a la práctica el principio de autonomía e independencia, teniendo en cuenta las dificultades propias de cualquier organización con una fuerte carga ideológica, y nacida como medio de comunicación alternativo y cooperativo.

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2.5.

EDUCACIÓN Y FORMACIÓN: PROPUESTAS FORMATIVAS EN “CLUB CULTURAL MATIENZO” El cooperativismo incluye entre sus principios a la educación y formación,

entendidas como la forma de contribuir de forma eficaz al desarrollo de las cooperativas (Proyecto Trama, 2016, pág. 29). De tal forma, la capacitación permitiría asegurar que los participantes de las organizaciones cooperativas –como menciona también la ACI (1995, pág. 44)- tengan la pericia necesaria para hacer frente a sus responsabilidades. Desde los valores del cooperativismo es posible alinear la capacitación y formación a cuestiones como la igualdad, la solidaridad y la ayuda mutua.

Si bien el enfoque presentado se encuentra dirigido a contenidos educativos en materia cooperativista, en nuestro trabajo orientaremos la aplicación del principio hacia la educación y formación respecto a la gestión en cultura. De tal manera, daremos cuenta de la puesta en práctica de la idea de una formación continua y específica en aspectos que hacen al funcionamiento de una organización, en este caso, cultural y de carácter autogestivo.

Para cumplir con este objetivo analizaremos el caso del “Club Cultural Matienzo” (en adelante, CCM, o “Matienzo”) en lo que hace específicamente a su programa de formación en gestión. CCM es un espacio interdisciplinario, con una estructura de más de 80 personas, que se define como “proyecto independiente y autogestionado de arte, cultura, y sociedad” (ver Anexo 5.6.2. Carpeta de Proyectos CCM). Nacido a fines de 2008 en una casona de 3 plantas en Palermo, desde 2013 se ubica en Villa Crespo, en un renovado espacio con más de 1.000 mts2 dedicados a la producción, investigación y exhibición de expresiones artísticas y culturales.

A nivel organizativo, el Matienzo funciona mediante una Mesa de Coordinación integrada por los fundadores y a cargo de Juan Manuel Aranovich, Coordinador General; y una Mesa de Contenidos, con responsables por cada área artístico-cultural (música, pág. 29

visuales, escénica, literatura, audiovisuales, formación y radio). En un nivel de dependencia jerárquica, un equipo de trabajo multidisciplinario permite llevar a cabo las diferentes actividades del espacio -entre ellas el área de Formación, sobre la que analizaremos a continuación la puesta en práctica del principio-.

El área de Formación, cuya responsable es Camila Gallagher, se presenta como un espacio de formación, experimentación y desarrollo de proyectos en arte, tecnologías creativas y gestión. Con una oferta variada y contemporánea, se ofrecen talleres, workshops y seminarios para todo tipo de disciplinas: fotografía, agricultura urbana, audiovisuales, escritura, producción, diseño, tecnología y posicionamiento personal, entre otros. A su vez, Camila diseñó y puso en práctica un programa diferenciador, que es el que analizaremos más en detalle: el programa “Artista Gestor”, una experiencia anual de aprendizaje y producción colaborativa.

El programa consta de 6 instancias que se transitan a lo largo de los 10 meses de duración: Laboratorios, Talleres, Cajas de herramientas, Tutorías, Pasantías y Festivales. Con un esquema mediante el cual se relacionan las diferentes instancias de aprendizaje, se pretende desarrollar un proyecto artístico por cada participante, en relación a diferentes disciplinas y metodologías de trabajo.

La convocatoria contó con diferentes etapas de selección. Comenzó con 63 inscriptos que debieron completar un formulario, subir un currículum y diseñar una versión inicial del proyecto a desarrollar. De entre ellos, se realizó una selección de 25 personas. Las mismas pasaron a entrevistas presenciales con Camila, la coordinadora del programa. A partir de las mismas se seleccionaron 15 personas. Esta cifra debió ser reducida por una cuestión de cupo, dado que, por limitaciones económicas, se impuso un límite de 12 inscriptos al programa. Los perfiles fueron enviados a los talleristas, quienes seleccionaron finalmente 10 personas, de las cuales dos desistieron antes de comenzar, restando finalmente 8 participantes. A nivel etario, los seleccionados parten en los 22 años, llegando a una persona de más de 60, cuyo aporte enriqueció tanto al grupo como pág. 30

al espacio, ya que conllevó un desafío en sí mismo la posibilidad de transmitir conocimientos y prácticas a personas que no están familiarizadas con el ambiente en que se desenvuelve el Matienzo.

Las instancias de trabajo fueron diferenciadas y persigieron objetivos distintos. En una primera etapa, se buscó que el alumno pudiera incorporar herramientas teóricas de diversas disciplinas, y comenzó a transitar el proyecto personal a través de las posibilidades que se ofrecieron en la variedad de talleres y laboratorios. Al final del semestre, lo producido se puso en exposición por medio de un festival, de un día de duración. Al respecto, surgió una problemática sobre lo efímero de la exhibición, y se planteó la posibilidad de ampliar los plazos de duración del festival. Este tipo de problemáticas son desafíos a resolver en futuras ediciones, teniendo en cuenta que al ser una primera edición, los organizadores mismos lo planearon como una “prueba piloto”, sujeta a modificaciones o con el fin de observar la puesta en práctica del proyecto –cuya planificación llevó más de 1 año y medio de trabajo-. En una segunda etapa, que al momento de realizar la entrevista aún no había sido ejecutada, se espera que los proyectos se pongan en discusión y, por medio de las clínicas –más esporádicas que los laboratorios, y que requerirán una mayor disciplina del alumno-, se definan metodologías de trabajo específicas que hacen a la gestión, como ser la producción, la comunicación y difusión, y el aspecto de financiamiento y comercialización. Una vez finalizados los aspectos artísticos y de gestión, se realizará un segundo festival al finalizar el año, dando por cerrado el ciclo de formación.

El programa, por su dinámica de trabajo, terminó configurándose como un “programa estrella” entre toda la propuesta formativa del espacio. Es el único que involucra al equipo de formación en todo su recorrido y abre las puertas, una vez finalizada su cursada, a la incorporación de los participantes en la organización del propio espacio. En este sentido, se puede considerar al programa como fuente de alimentación para el movimiento de espacios culturales autogestionados, dado que difunde herramientas y metodologías para gestionar sus propios proyectos. De hecho, la pág. 31

propia responsable comenta en una entrevista realizada (ver Anexo 5.6.1. Entrevista CCM), que una vez asentado el programa, se espera poder replicarlo en espacios del exterior, o alojar extranjeros que quieran desarrollar proyectos locales. Consideramos que este tipo de intercambios enriquece todavía más al ecosistema de la autogestión en cultura, y pone de manifiesto el cumplimiento del principio analizado.

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2.6.

INTEGRACIÓN COOPERATIVA: ASOCIACIÓN DE ESPACIOS CULTURALES EN “MECA”

El principio de Integración está íntimamente relacionado con los valores de solidaridad que pregona el cooperativismo y pone de manifiesto la necesidad de asociarse entre espacios para obtener resultados superadores para el colectivo de espacios. La ACI (1995, págs. 45-46) recomienda que las mismas tomen conciencia de la necesidad de reforzar sus organizaciones y actividades de apoyo, ya que éste es el camino para lograr su pleno potencial.

En el sector cooperativo, encontramos, por un lado, la presencia del Estado a través de un organismo encargado tanto del soporte como de órgano de regulación de los participantes de la economía social, el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social). Existen también entidades destinadas al financiamiento de las cooperativas, como el IMFC (Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos); o el Credicoop, banco cooperativo que financia actividades del sector. A nivel global, entidades como la ACI funcionan como ente asociativo del movimiento cooperativo en todo el mundo, con filiales regionales que articulan con la entidad global. Sin embargo, observamos que en el ámbito cultural la asociación ocurre de forma orgánica, fomentada directamente por los espacios que forman parte del sector. En la actualidad, se recurre al trabajo en red y colaborativo como soporte para realizar acciones en conjunto y crear proyectos colectivos, tanto políticos como artísticos.

Ante esta realidad, se presenta MECA (Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos), agrupación que reúne a diferentes espacios culturales de Buenos Aires. MECA nace en 2010 y hoy cuenta con más de 20 espacios autogestionados de la ciudad (ver listado completo en Anexo 5.7.3. Espacios participantes). Es una organización social, cultural y política, que cuenta entre sus logros principales la redacción y presentación de la Ley de Centros Culturales (por medio de la herramienta de “Iniciativa popular”), aprobada en 2015 por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires pág. 33

(actualmente en vías de reglamentación). Con MECA se pone de manifiesto el principio de integración y se demuestra que, en determinados ámbitos, la construcción de cultura debe ser necesariamente colectiva. Si bien en los comienzos estuvo orientada a intercambiar público y contenidos, y a reducir gastos por medio de proveedores compartidos; la coyuntura –en la que se atraviesa un período de dificultad en la subsistencia de espacios culturales- requiere aunar esfuerzos en el campo de la política, tomando un rol activista (hasta podría caracterizarse como militante) por el derecho a la cultura, manifestado principalmente en algo tan básico como necesario, como lo es asegurar la supervivencia de los espacios culturales. En conjunto con otros colectivos de espacios (como ESCENA –Espacios Escénicos Autónomos- o ARTEI –Asociación Argentina de Teatro Independiente-), conformaron un meta-colectivo, colectivo de colectivos, llamado Cultura Unida. Desde dicha plataforma, han ejecutado acciones políticas ante los diferentes niveles del Estado, como por ejemplo una petición, en 2016, de la aplicación de un tarifario social en materia de servicios básicos para organizaciones culturales.

Desde lo ideológico, MECA se exhibe como una organización que busca fortalecer la forma de construir colectivamente, a través del intercambio y la acción. En palabras de uno de sus fundadores, “es un lugar creado para compartir experiencias y valores, como contención y para accionar ante problemáticas concretas que surgen de la gestión cotidiana de los espacios” (Ver Anexo 5.6.1. Entrevista CCM).

A nivel estructural, todos los espacios que conforman MECA tienen el mismo peso y jerarquía, tanto nominal como de funcionamiento. Las decisiones en todos los casos son tomadas por consenso, sin recurrir a votaciones. Si bien existen espacios más activos que otros, su estructura no es necesariamente del tipo verticalista, ya que no cuentan con un espacio que oficie como presidente o coordinador general, sino que funcionan de un modo horizontal e igualitario.

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El colectivo funciona en 3 instancias diferentes: plenarios generales, reuniones mensuales y reuniones de las comisiones de trabajo. En el plenario –se realizan 3 por año- participan necesariamente todos los espacios. En caso de querer integrarse al colectivo, el acceso se da por medio de la Comisión de Bienvenida, encargada de recibir las solicitudes de adhesión, visitar el espacio en cuestión y compartir los objetivos de la organización, y se lo invita a participar del siguiente plenario. De todas formas, el acceso es por etapas, ya que no se encuentra permanentemente abierta la adhesión. Las reuniones mensuales se realizan en base a una agenda cultural y política establecida de antemano por los espacios que participarán, y se compone de representantes de cada espacio integrante del colectivo. Al comienzo de las reuniones, se relevan los temas a tratar por cada espacio, resolviendo los mismos durante el transcurso de la reunión, o definiendo las acciones a realizar posteriormente. Finalmente, el funcionamiento periódico es en base a comisiones de trabajo, cada una con una integración y dinámica de trabajo particular. La Institucional y la de Comunicación son las únicas fijas.

Desde lo normativo, se busca que el colectivo funcione con la mayor flexibilidad posible. El movimiento cuenta con un Estatuto como guía normativa, pero el mismo es de carácter informativo y no pretende regular las acciones que se realizan, sino organizar la constitución del colectivo y su funcionamiento general. Al trabajar con espacios culturales autogestionados e independientes, la posibilidad de destinar recursos es limitada y variable, por lo que se requiere de una estructura y funcionamiento lo más flexible posible.

Con la mira puesta en el futuro, MECA espera el momento en que la agenda pueda estar orientada a fomentar y potenciar los espacios culturales, y no sólo en lograr subsistir ante la realidad política y económica coyuntural. Es aquí donde los colectivos de organizaciones toman sentido, dejan de ser un simple vehículo para el otorgamiento de beneficios concretos, para transformarse en un motor de la economía social y colaborativa. Una vez logrado este aspecto, podremos considerar al principio de integración completamente realizado. pág. 35

2.7.

PREOCUPACIÓN POR LA COMUNIDAD: ACTIVIDADES CON IMPACTO COMUNITARIO EN “LA CASONA DE H UMAHUACA”

El principio de preocupación por la comunidad es incorporado propiamente como principio general recién en la última definición que se realizó al respecto, por medio de la Declaración sobre Identidad Corporativa (ACI, 1995). Resulta interesante observar que dicha declaración es realizada 30 años después de la anterior vigente, de 1966. En el transcurso entre una y otra, el mundo ha sufrido una profundización de los efectos devastadores del sistema capitalista global, llevando a la necesidad de reformular la manera en que los participantes de la economía social –en la cual se enmarca el cooperativismo-, se relacionan con la sociedad. De igual manera, podemos identificar cómo, en el ámbito corporativo, surge en la década del 90 la llamada Responsabilidad Social Empresaria (RSE), orientada al desarrollo social y medioambiental. Es a partir de este panorama que se decide incorporar el desarrollo sostenible de la comunidad como un objetivo esencial de los actores económicos, mediante la incorporación de principios como el aquí analizado.

En el ámbito cooperativo, la “preocupación por la comunidad” refiere al aseguramiento de un desarrollo económico, social y cultural sostenido de la misma, como así también a la protección del medio ambiente en el que se desenvuelven las organizaciones. En este caso, observamos nuevamente que los principios aquí presentados no necesariamente son aplicados en su totalidad por todas las organizaciones, sino que sirven de guía para la toma de decisiones en el campo de acción. Esto implica que, si bien no todas las cooperativas pueden desarrollar acciones con impacto en la comunidad, se espera que al menos las mismas no se desenvuelvan de forma opuesta a estos principios.

A lo largo del trabajo, analizamos espacios culturales de todo tipo y en todos ellos es posible percibir un impacto en la comunidad donde participan. Desde las convocatorias abiertas de LPEP, hasta los programas de formación de Matienzo, el impacto económico, pág. 36

social o cultural está siempre presente. Esto es debido al rol que cumplen los espacios culturales autogestionados en la sociedad: a diferencia de las empresas y corporaciones, la relación y preocupación por la comunidad está en la esencia de los espacios culturales analizados.

Para dar cuenta del desarrollo de este principio analizaremos un caso en particular en donde se realiza un trabajo intenso en el territorio, y la preocupación por la comunidad se manifiesta de forma clara y concreta: se trata de La Casona de Humahuaca. Se encuentra ubicada en el barrio de Almagro (más precisamente en la zona del Abasto), en una casona de mediados del siglo XIX reconvertida como espacio cultural a partir del año 2000, de la mano de Guillermo Castañeda, su fundador. A nivel organizativo, se divide en dos estructuras complementarias: por un lado encontramos al bar, cuyo funcionamiento es el de una cooperativa; y por otro lado a “la Casona” propiamente dicha, que se mantiene como asociación civil. Esta dualidad se ve presente también a nivel económico: como en la mayoría de los espacios culturales autogestionados, es el bar el que con sus actividades no sólo se autofinancia, sino que sostiene económicamente a la mayoría de las actividades culturales de la Casona.

En este último punto es donde nos encontramos con el primer impacto comunitario del espacio: la política de precios. Nacida en los albores del cacerolazo de Diciembre de 2001 (ver nota al pie nro. 3 en pág. 8), la Casona adoptó una política social respecto a los precios de las actividades realizadas. Cuenta en su programación con una diversidad de talleres y encuentros de asistencia gratuita (Psicodrama, Teatro Espontáneo, etc.), y en los casos en que los mismos deben abonarse, los precios son considerablemente menores a los ofrecidos en otros espacios. En una entrevista realizada con su fundador (ver Anexo 5.8.1. Entrevista Casona de Huamahuaca), encontramos una de las razones fundamentales que permiten subsistir a un espacio de estas características, con la política de precios aplicada: “(…) si esta casa la hubiésemos alquilado al precio que la tenemos que alquilar, nunca hubiésemos podido hacer absolutamente nada”. En este caso particular, fue un familiar quien realizó el aporte del inmueble, a un alquiler muy por pág. 37

debajo del mercado, lo que permitió trasladar el bajo costo a una política de precios accesible, convirtiéndola en un aspecto favorable para el colectivo que asiste al espacio.

Al adentrarnos en el funcionamiento interno del bar, identificamos otro punto de impacto social: los días viernes y sábados por la mañana funciona una especie de “administración paralela” del bar, a cargo de un proyecto de inserción laboral destinado a personas con discapacidad mental. “Franca Matina” es el nombre otorgado al programa mediante el cual tres personas que formaron parte de institutos de salud mental, participan de forma activa en la atención del bar. De esta manera, logran su reinserción laboral y colaboran con el funcionamiento del espacio, con el acompañamiento de dos socioterapeutas. Si bien estas personas no están en condiciones de formar parte del staff permanente del bar, es valorado el trabajo realizado en materia de inclusión y adaptación a un entorno por fuera del Instituto.

Uno de los pilares en el nacimiento de la Casona fue el espacio público y un trabajo intensivo en el territorio. A través de actividades de articulación con otros espacios, nacieron proyectos que hoy se desprendieron físicamente de la Casona y lograron expandirse a otros barrios o ciudades. Una de estas actividades es CuJuCa, la Cumbre de Juegos Callejeros. La misma consta de un dispositivo de trabajo en la calle que, por medio de la recreación y el tiempo libre (una de las especialidades de Castañeda), propone juegos al aire libre, involucrando a referentes del barrio y de organizaciones vecinas. El éxito fue tal que pudieron trasladar la Cumbre a lugares como Ciudad Oculta, o 25 de Mayo, en la provincia de Buenos Aires. Otro ejemplo de relación con el barrio y la calle son las acciones realizadas en conjunto con La Tribu, por medio de radios abiertas emplazadas en plena calle Humahuaca. Estas acciones, entre otras, dieron origen a una red barrial de espacios y colectivos culturales: RIOBA (Red de Integración Once Balvanera Abasto).

El trabajo de la Casona en el barrio es extenso y su impacto en la comunidad es difícil de mensurar. Localizado en un barrio que ha venido sufriendo un proceso de pág. 38

gentrificación12 -a partir de la instalación del shopping Abasto en los terrenos del antiguo Mercado de Abasto (Carman, 2006)-, el espacio funciona como memoria viva de una comunidad que está siendo relegada, pero que encuentra allí un espacio de encuentro, reflexión y acción. Las acciones colectivas que realiza con otros espacios y organizaciones permiten mantener vigente el principio analizado y posibilitar su expansión más allá de los límites territoriales.

12

El término de “gentrificación”, neologismo derivado del término inglés gentrification, hace referencia al proceso mediante el cual, producto de una revalorización del espacio urbano, el mismo comienza a ser habitado por nuevos grupos de niveles socioeconómicos elevados, mientras los habitantes originales – generalmente de clases bajas y media-bajas- sufren una relocalización hacia otros barrios, al no poder afrontar los costos de permanecer en su territorio original.

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3. CONCLUSIONES En este trabajo hemos podido observar cómo los espacios culturales aplican en sus prácticas cotidianas de gestión, aspectos que pregona el movimiento cooperativo desde sus principios fundamentales. Este paralelismo realizado entre cooperativismo y autogestión, viene a dar cuenta de un modelo de gestión perfectamente viable, a partir de un movimiento histórico y en constante crecimiento como el cooperativo.

A partir del análisis realizado, se han planteado diversas inquietudes que, por la profundidad del trabajo, no han podido abordarse con el detalle que las mismas permiten. De todas formas, consideramos a éstas como punto de partida en futuras investigaciones que amplíen el marco teórico sobre el tema. En primer lugar, se observa a través de las entrevistas realizadas con referentes de los espacios, una problemática dialéctica respecto a la definición del cooperativismo, en tanto el mismo implica necesariamente o no un fin de lucro como objeto de la organización. Ejemplo de esto es la entrevista realizada con personal de La Tribu, en la cual se mencionó al fin de lucro como uno de los determinantes a la hora de privilegiar la forma jurídica de asociación civil por sobre la cooperativa. No es objeto de este trabajo ahondar en la pertinencia o no de esa afirmación, pero consideramos importante, una vez que estamos analizando espacios de carácter cultural, plantear el interrogante respecto a si un espacio debe perseguir el fin de lucro para ser cooperativa, o si es posible, como hemos intentado demostrar en este trabajo, aplicar principios cooperativos a espacios que no adoptan dicha modalidad como forma de gestión, y de esta forma mantener vigente el cooperativismo desde un aspecto informal.

En línea con este planteo, hemos podido evidenciar que algunos espacios –los cuales en su práctica no funcionan como cooperativas-, aplican prácticas de gestión del tipo cooperativa con mayor énfasis que aquellos que sí adoptan al cooperativismo como forma de gestión. Ejemplo de esto son las asambleas en La Tribu; o la asociación de espacios culturales a través de MECA, en la cual se incluyen en su mayoría espacios que pág. 40

no son cooperativos. Del otro lado, en espacios decididamente cooperativos como La Libre o La Casona de Humahuaca, hay cuestiones inherentes al movimiento cooperativo como la integración o la libre adhesión, que por cuestiones prácticas no han sido consideradas, a pesar de que dichos espacios son presentados como de gestión cooperativa. Esto que por sí mismo no representa una problemática a la hora de gestionar los espacios, nos permite evidenciar cómo el movimiento cooperativo es lo suficientemente flexible y se ha sabido adaptar a las realidades cotidianas para otorgar un marco de referencia que no necesariamente debe aplicarse en su totalidad, y aun así lograr un funcionamiento cooperativo desde la práctica, albergando toda clase de organizaciones.

A lo largo del desarrollo del trabajo pudimos dar cuenta de un denominador común a todos los espacios culturales autogestionados: la presencia del Estado en su rol de “contralor”, en lo que respecta a habilitaciones y permisos. Mientras dos de ellos (La Tribu y Mu-Punto de Encuentro) estaban finalizando o en pleno proceso de levantamiento de clausura, el resto ha pasado por la experiencia traumática de un Estado –principalmente el municipal, por medio de la AGC (Agencia Gubernamental de Control) de CABA- que presenta un perfil persecutorio ante la cultura independiente, realizando clausuras indiscriminadas que ponen en peligro la subsistencia de los espacios. Ante esto, la respuesta que observamos fue proactiva, por medio de la asociación, a través de colectivos como MECA -aquí analizado-, como un intento concreto de equiparar la relación de fuerzas y poner el foco en el trabajo colectivo para la obtención de derechos. La asociación de los espacios parece resultar entonces indispensable para lograr un objetivo básico de todo proyecto, como lo es la mera subsistencia. A pesar de esto, resulta curioso observar como los espacios individualmente tienen una visión sesgada del conjunto, y se caracterizan en función de atributos que le otorgan a otros espacios, sin conocer realmente cómo es su funcionamiento interno. Por ejemplo, ha habido una diferenciación entre espacios autogestionados como Matienzo (el cual es considerado como un gigante dentro del ecosistema cultural independiente –mito derribado por su propio fundador al aclarar pág. 41

cuestiones como la dimensión del equipo de trabajo y la dinámica del mismo-), y otros que se consideran en veredas opuestas respecto a formas de trabajar y relacionarse (como La Libre, también de carácter independiente y autogestivo). La falta de relación entre este tipo de espacios hace que los mismos tengan una imagen no del todo acertada y ajustada a la realidad, desaprovechando la oportunidad de asociarse en función de aquellas características que los unen (espacios culturales, independientes y autogestionados).

En miras al futuro, y en línea con los objetivos de este trabajo, planteamos un interrogante respecto a la oportunidad de incluir a los espacios culturales como agentes activos de una economía social. En la praxis, los mismos no son considerados como tales, ignorando los efectos positivos que tiene la cultura en la sociedad, especialmente en espacios de carácter colectivo y comunitario. Esto se evidencia directamente, por ejemplo, en su nula inclusión en organismos como el INAES, dedicado al desarrollo de entidades de la economía social, o en los hechos relacionados con la reciente Ley de Centros Culturales: la misma ha tenido que ser impulsada mediante iniciativa popular, dado que no logró suficiente adhesión en el arco político; por el momento sólo tiene aplicación en la Ciudad de Buenos Aires; y, habiendo transcurrido ya 2 años desde su aprobación, aún no ha sido reglamentada, por lo que no ha podido ponerse en práctica en su totalidad. Por su rol en la comunidad, y por la potencialidad que tiene la cultura en la formación de una sociedad más comprometida y solidaria, la consideramos como parte del engranaje de la economía social, y es en base a este postulado que desarrollamos en este trabajo una conexión posible entre cooperativismo y autogestión en el campo cultural, por medio de casos reales de espacios autogestionados.

En síntesis, este trabajo ha planteado en sus objetivos un interrogante que hemos tratado de dilucidar a través del desarrollo del mismo: es la posibilidad de aplicar principios del cooperativismo en espacios culturales autogestionados, más allá de su tipo organizativo de gestión. Por medio de análisis de diferentes prácticas, pudimos observar cómo los colectivos de trabajo han tomado cuestiones inherentes al cooperativismo y se pág. 42

han apropiado de las mismas para reconvertirlas en nuevas prácticas autogestionadas. Confirmamos que es posible lograr una comunión entre los principios de un movimiento que ha sido pionero respecto a prácticas de economía social y colaborativa, y actores de un campo como el cultural, en el cual la gestión es una tarea que está comenzando a profesionalizarse, y requiere de modelizaciones y herramientas ya probadas en su funcionamiento para lograr perdurar en el tiempo.

En conclusión, este trabajo ha permitido dar cuenta de aspectos de gestión, los cuales han sido enunciados y desarrollados desde la práctica misma, que permiten imaginar un escenario donde cada vez más espacios adopten aspectos que hacen a una gestión colectiva, en el marco de lo que entendemos como movimiento cooperativo. Esperamos que el mismo sirva de guía práctica-teórica sobre formas de administrar espacios autogestivos, que se identifiquen con las dificultades aquí planteadas, y encuentren bajo el paraguas del cooperativismo, un abanico de herramientas para una mejor gestión de sus espacios. Consideramos que el cooperativismo ofrece todo su potencial para que la autogestión logre sus objetivos, incluso, como hemos evidenciado, respecto a aquellos espacios culturales autogestionados que no adoptan al cooperativismo como forma de gestión. Será entonces tarea de los gestores culturales observar, aprender y replicar prácticas de administración que ya han sido puestas en funcionamiento por otros actores del campo cultural, las cuales les han permitido desarrollarse de forma positiva en el ámbito de la independencia y la autogestión.

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4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Ley N° 20.377, "Ley de Cooperativas". (02 de Mayo de 1973). Argentina. ACI. (1987). Nuevos enfoques de los principios cooperativos en el mundo (7ma. ed.). Santa Fe, Argentina: Instituto de la Cooperación. ACI. (1995). Los principios cooperativos para el siglo XXI. Buenos Aires, Argentina: InterCoop Editora Cooperativa Limitada. ACI. (2009). Ley Marco para las Cooperativas de América Latina. Bokser, J. (2010). Tensiones de la autogestión cultural: el Centro Cultural de IMPA. Experiencias de autogestión en el seno de los Movimientos Sociales. Córdoba, Argentina. Bokser, J. (2011). Teatristas trabajando: la experiencia IMPA. La revista del Centro Cultural de la Cooperación, nro. 11. Book, S. A. (1992). Valores cooperativos para un mundo en cambio. Génova, Suiza: ACI. Carman, M. (2006). Las trampas de la cultura. Buenos Aires, Argentina: Paidós. Cracogna, D., & Uribe Garzón, C. (2003). Buen gobierno cooperativo : hacia un código de buenas prácticas. Bogotá, Colombia: Confederación de Cooperativas de Colombia. Desjardins, P. (2012). El artista como gestor y la gestión como discurso artístico. ASRI: Arte y sociedad. Revista de investigación. Drimer, B., & Kaplan de Drimer, A. (1981). Las cooperativas: fundamentos, historia, doctrina. Buenos Aires, Argentina: InterCoop Editoria Cooperativa Limitada. Fallacara, M. (2012). Trabajo y autogestión: aportes para pensar modos alternativos de producción, consumo y comercialización. La revista del Centro Cultural de la Cooperación, nro. 14/15. Fantini, J. (2009). Imágenes paganas : relatos sobre buenas prácticas desde los márgenes de la gestión cultural. Córdoba, Argentina: Ábaco. Gentile, L. (2013). Nuevos modos de la gestión cultural en el campo artístico platense. VII Jornadas de Jóvenes Investigadores. Buenos Aires, Argentina. pág. 44

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5. ANEXOS 5.1.

PRINCIPIOS COOPERATIVOS POR ESPACIO

En el cuadro a continuación, se detallan los principios cooperativos que han sido puestos en funcionamiento, a través de diferentes prácticas de gestión, en los diferentes espacios culturales analizados. Para este trabajo, se ha determinado analizar un único principio por cada espacio, considerando aquel que se manifestó como más representativo en las entrevistas realizadas a los referentes de cada

La Tribu



La Libre



MU-Punto de Encuentro Club Cultural Matienzo MECA

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La Casona de Humahuaca

5.2.





 













  

  



  









 

   

  

Preocupación por la comunidad



 

Integración cooperativa

Participación económica

Educación y formación

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Autonomía e independencia

La Paternal Espacio Proyecto

Control democrático

Libre adhesión

espacio.

      

LA PATERNAL ESPACIO PROYECTO

5.2.1. ENTREVISTA LPEP (EXTRACTO) FECHA: 02-AGO-16 INTERLOCUTOR: FRANCISCO PAREDES – COORDINACIÓN GENERAL

¿Hacen todos los años la convocatoria de gestión cultural? No la hacemos todos los años, depende la necesidad. Lo que pasa con las convocatorias es que mucha gente se anota… este año es el año que más recibimos gente interesada, que deben haber sido 10 o 12 CVs, que están bien ¿Qué es lo que se busca, algún perfil especial?

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Lo que buscamos es justamente en la convocatoria concreta de residencia, tuvimos 3 áreas: comunicación, desarrollo de fondos y relaciones institucionales. El perfil que buscamos es gente con algo de experiencia y formación idónea. Después lo que nos encontramos es de todo, y ahí está la gente que tiene ganas pero no sabe ni lo que quiere, que hay mucho, o que en realidad está buscando un trabajo y no un voluntariado. Quizás vienen acá y se da cuenta que, se podría, pero depende de esa persona. Después tenemos la gente que es muy joven, que finalmente se distrae al toque y desaparece porque, hay que laburar, es una pasantía son 3meses, no es mucha exigencia pero tenés que tener voluntad para seguir el ritmo. Hay gente que no trabaja, si haces 15 hs por semana son 3 hs por día. Yo empiezo exagerando, y después... depende quien lo que le puede dedicar. Hay gente que viene por muy diversos motivos que yo desconozco cuales, pero muchos tienen que ver con la formación y la experiencia. Acá hay que agitar, tenemos experiencia, no somos profesionales, pero hacemos cosas que profesionales no logran hacer. Entonces bueno, llevamos a cabo un proyecto artístico, por lo que nosotros necesitamos gente que venga más del palo de la administración, de la gestión… si bien alguien que es artista y quiere hacer gestión con nosotros, seriamos uno más que no complementa, nosotros necesitamos que complemente. En general la gente interesada, los años que vino poca gente habrán sido 6, 7, 8, los años de más serán 10 o 15 interesados. Después se suman uno o dos, o en este caso 4 o 5 personas. Algunos están en desarrollo de fondos y otros en comunicación. La convocatoria básicamente se hace en las redes sociales, en idealistas.com, en recursos culturales, y en algunos casos en afiches en universidades y mails a universidades, esas son las vías de publicación. Creo que llegan muchos por recursos y por idealistas, ahí va la gente que ya está sabiendo de que se trata, sino te vienen artistas… Por ejemplo, alguien que quiere tener la experiencia de montar una muestra, no se… nosotros no montamos muchas muestras, montamos algunas pero no significa mucho. A veces si es necesario, por momentos… Los que se sumaron, ¿Qué perfil tienen más o menos? Hay gente que según el perfil, nosotros le hacemos una propuesta. Viene un perfil de gente que puede desarrollar, escribir, armar presentaciones de proyectos, tiene una idea o la capacidad de organizar ideas, presentar proyectos, hacer presentaciones. Hay gente que viene más del palo de la gestión cultural y la administración, otra gente que viene con una cuestión más teórica, o si hay un perfil que está estudiando comunicación y no tiene mucha experiencia, y está dando una mano. Y hay otra gente que viene con más fuerza del lado del arte, y puede hacer comunicación, tiene más discurso. Después hay gente con poca formación, poco tiempo, le damos un tiempo para ver si viene la reunión pero después… si vos querés laburar pero no podes reunirte mínimo una vez cada quince días, no va, no funciona. ¿Una vez que termina el voluntariado, qué pasa? ¿Les proponen quedarse? Mira, en ese sentido yo soy súper frontal, te das cuenta al toque si esa persona da para continuar o no. Muchos se quedan, se incorporan al staff. Nosotros tenemos dos vías de acceso a participar y formar parte del proyecto, porque tiene como una vocación colectiva. En esa construcción colectiva, de responsabilidad, de hacer lo que esté a nuestro alcance para mejorar ciertas condiciones, de tener una existencia un poco más consciente. Nosotros abrimos la puerta a la experiencia colectiva, proponiéndolas dentro del campo delas artes, trabajamos con artistas mayoritariamente, y con gente que tenga ganas de sumarse que no necesariamente sean artistas, pueden ser docentes, gestores, críticos, estamos abiertos. Y tenemos distintos canales. Un canal funciona por invitación o simpatía a través de la actividad en los programas. Gente que vamos conociendo en la actividad, se acercó, y le preguntamos si se quiere sumar, o el mismo dice “che, me quiero sumar, cómo hacemos?”. ¿Surge la necesidad de gente? En general sí, igual la necesidad de qué? Quizás tienen proyectos que requieren tal gente, o quieren expandirse, o ampliarse en la comunidad…

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Esto ha sido siempre bastante orgánico. Sí en algún momento se necesita gente que se quiera involucrar en la temática que propone el programa, para que el programa siga existiendo y no sea solo una vía de investigación. Entonces en realidad nosotros si a veces lo que queremos es que haya más gente participando del programa, entonces se invita… La convocatoria abierta fue el programa de voluntariado y la paternal recicla, porque pensamos que LPR había quedado casi acéfalo, dos personas participando y dijimos “bueno, hagamos una convocatoria abierta”, como un experimento más. Funcionó, y saco un nuevo proyecto. Como siempre, las convocatorias tenés una primera ola de gente, y después la ola vuelve y lo que queda queda, y con eso se trabaja. Es lo que pasa con casi todos los grupos, son siempre pocos los que activan. Es preferible trabajar con los que activan y después ver lo que pasa. La mayoría de la gente no tiene mucha experiencia en lo colectivo, y es un aprendizaje que no todo el mundo se toma el trabajo de tomar los recaudos que tiene. Entonces hay como dos grandes líneas: están los programas que son por afinidad o invitación, y a través de la convocatoria abierta que es más que nada de gestión, donde lo que se propone es, en el caso de LPR que no es lo más típico, una convocatoria abierta para formar parte del programa para activar en el barrio acciones, que estaría en el medio. La convocatoria de voluntarios tienen la particularidad que es una de las puertas de acceso a participar activamente del proyecto como un miembro más, no como un colaborador externo… a mí lo de voluntario no me gusta mucho, prefiero más como una red de colaboradores, porque muchas veces el voluntariado es ir 4 hs los sábados para darle de comer a… acá nosotros vemos como una red de colaboradores: “bueno, que tenés para aportar?”. Este proyecto no es como una empresa, más allá que necesita aspectos de una empresa, no tiene nada que ver con una empresa. En muchos aspectos funciona como colectivo, en muchos no. La particularidad del proyecto es que lo funda una sola persona con vocación colectiva, que es la que empieza a darle ritmo a las cosas y a generar que el espacio sea como una plataforma de exploración para otros. De los que van quedando empieza a haber un colectivo, a haber un grupo. Y si, cualquiera que esta más de 3 años acá tiene derecho a decir “no, esto no va, tiene que ser así”, y esa es la idea, que suceda. Entonces a partir de la gestión de colaboradores, la idea es que en esos 3 meses entiendas como trabajamos y si querés seguir como colaborador externo, o como socio activo. ¿Cuándo termina este programa, hacen algún tipo de evaluación? Sí, hay una charla donde se ve si seguimos, no seguimos. Muchas veces la gente que se queda los 3 meses después termina participando. Hay gente que… nosotros abrimos demasiado la puerta y a veces la energía se va, con gente que no es de lo más idóneo pero están haciendo su experiencia. Todo lleva tiempo, viene alguien, te hace una propuesta, después desaparece, estuviste trabajando en una propuesta… es energía que se pierde. Hay gente que empezó como colaborador y hoy sostiene… si esa gente no estuviera yo renuncio, porque esto es un montón de laburo y mal pago. ¿Por qué pensás que se sostiene en el tiempo? Yo creo que porque hay un entusiasmo, siempre hay gente… hay como una vocación de mi parte y de la gente que esta hace un tiempo, de profundizar esta experiencia. ¿Cuándo es el tope de la experiencia? ¿Cuándo uno dice, bueno estos son los resultados? Y es ahora, nosotros estamos en el séptimo año, es ahora… estamos en un momento en que uno dice “bueno, de esto que me queda? Con que sigo? Con que no? Como se va a transformar el proyecto?”. Tienen ciclos… creo que hay un ciclo que ya paso y hay un ciclo nuevo que hay que ver qué forma toma. Esta el interés que puedo tener yo, el interés que puedan tener otros, y como eso convive es una inquietud, como va a convivir de ahí en más. Hay cosas que yo no tengo ganas de hacer… hay que coordinar, somos 20. Entonces estas esperando… sabes que contás con la gente, pero contás de manera… no todo el mundo lidera acciones, entonces eso es trabajoso, hay cosas en que la mayoría no tiene ganas de participar.

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El espacio son cuatro áreas independientes que confluyen todos en este espacio, pero si el día de mañana un proyecto se quiere independizar, si o si necesita estar dentro de LPEP como contención o ya tienen una maduración? Cualquiera que se abra me tiene a mi como socio y le debe al espacio su existencia, entonces tendrá que ver como se negocia. No es descabellado pensar en eso… De hecho, a partir de las experiencias de acá mucha gente... hay gente que a otros países ha llevado la idea, y hay gente que se conoce aca y después sigue generando proyectos por afuera. No exactamente los mismos, si un programa se quiere escindir, bueno… Y después la problemática de este lado: vos Tenés 4 programas como pilares, puede existir ese espacio sin esos programas eje? Sí, porque nació sin los programas. El proyecto estuvo pensado como de movida sin los programas, los programas devinieron a partir de que el proyecto se propuso generar un espacio (por eso la palabra Espacio, tiene que ver con un libro de Peter Brook, “El espacio vacío”), una sala donde puede suceder cualquier cosa, y esa fue la consecución del proyecto. Entonces el proyecto tiene 3 áreas básicas que son residencia, investigación y exhibición, eso era lo único que había como idea. Lo que sucedió a lo largo de los años fue que se fueron armando acciones y actividades, que se fueron repitiendo y se transformaron en los programas. Esa es un poco la lógica… entonces hoy por hoy podrían no estar los programas, quedaría toda esa experiencia como líneas de investigación. Ese conocimiento queda, entonces es una línea de investigación. Dejaría de operar un programa pero si seguiría existiendo la línea. Yo creo que va más por ese lado, que el colectivo quedara gestionando esas líneas de investigación. Entonces podemos hacer 4 muestras al año, y con eso es un re espacio, nada más que eso está recontra bueno, nosotros hemos hecho por 20 y era un desquicio, porque no publicamos nada porque estamos haciendo todo el tiempo, entonces ahora es un poco… De los que pasan por acá, los voluntarios que no siguen, sabes si la experiencia les sirve a ellos, ves si siguen gestionando proyectos por fuera? Si, la mayoría de los casos, hubo gente que salió y consiguió laburo, le sirvió de algo de experiencia mientras buscaba laburo, y todo bien… siempre se da el contacto. Hay muchas colaboraciones, yo les colaboro en sus proyectos, o nos asociamos, o saben que pueden venir acá y yo les doy el espacio… es un poco parte de la vida del espacio, me proponen “por qué no hacemos una muestra de esto?” y se abre la puerta, porque es parte de la vocación del proyecto. El de LPR es el primero que se hace, la convocatoria? Los programas (LPR, PAPO, SirveVerse) surgen al inicio del proyecto, salvo conjugar ciudad que surge hace poquito. Entonces LPR habíamos decidido los que estábamos: si nadie quiere mover las riendas, entonces bueno, yo no me voy a hacer cargo, alguien se quiere hacer cargo? Seguimos haciendo actividades hacia afuera, como taller de reciclado de pallets, porque no es privativo de que exista el programa, se hace el taller y ya. Esta fue la primera convocatoria que hicimos. Dijimos, “por qué no hacemos una convocatoria, la hacemos grande?” Y fue la primera que hicimos. Al principio se sumaron 10, 20 personas, y terminaron quedando 4. No hacemos un documento final con el cierre de la convocatoria, deberíamos hacerlo…

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5.2.2. CARPETA DE PROYECTOS LPEP

LPEP carpeta_liviana.pdf

5.3.

LA TRIBU

5.3.1. ENTREVISTA LA TRIBU (EXTRACTO) FECHA: 24-JUN-16 INTERLOCUTORA: MILAGROS ABATE – COORDINACIÓN TERRITORIO

¿Funcionan como cooperativa? Nosotros no somos una cooperativa, somos una asociación civil. Y el mayor rasgo que nos diferencia del cooperativismo es: si bien podemos compartir similitudes ideológicas o forma de trabajar, nosotros no perseguimos un fin de lucro. El cooperativismo sí persigue un fin de lucro. En general las cooperativas que se arman autogestionadas, de todo ese proyecto se puedan dividir las ganancias entre los trabajadores de cierta forma, como sueldo y eso. Nosotros como una asociación civil sin fines de lucro, como un medio de comunicación, no perseguimos esto de los sueldos, y la mayoría del trabajo que hay acá es voluntario. Esa es como una diferencia con el cooperativismo. Si bien tenemos similitudes en la forma de trabajar. Sí te puedo decir que compartimos el tema… La Tribu nace como un colectivo de comunicación. Partimos de esa base que después, con los años y las gestiones, fue creciendo. Pero como principio fundamental es un colectivo de comunicación, comunitario. ¿Comunitario por qué? Los medios de comunicación se dividen a grandes rasgos en los medios masivos, los medios comunitarios y los estatales. Los masivos pertenecen a un mercado, los estatales pertenecen al estado, y los comunitarios pertenecen a la comunidad, son independientes. Puede ser privado y no masivo Claro, pero ya no es comunitario. Porque vos podes ser independiente, ser un medio chiquito y no ser comunitario. Comunitario en el sentido de perseguir otra mirada, no persigue al mercado ni al estado. Obviamente tejés redes y estás dentro de colectivos: nosotros somos parte de AMARC, que es la Asociación de Medios Alternativos Comunitarios. Después hay otras redes, hay coaliciones, uno es parte de distintos lugares. Sí lo que te une en ese sentido es que vos perseguís a la comunicación en un derecho y no un medio. Nosotros hemos participado de fondos del estado. Plata no ganamos, pero sí nos mantenemos. No perseguimos un fin comercial. Vos podes ser chico y perseguir un fin comercial. No hacen mediciones de rating…

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Sí nos gusta llegar a las audiencias, pero el contenido no va en función de lo que venda o no venda, porque básicamente… hay una diferencia. Sí podes ser un medio independiente, chico pero eso no quiere decir que seas comunitario: hay fines distintos que se persiguen. Nosotros perseguimos la comunicación como un derecho, no estás atado a lo que venda o no venda y por ahí mostras otra mirada. ¿Tienen algún tipo de publicidad del gobierno? Lo que nosotros pensamos es que tenemos derechos adquiridos, por ser un medio de comunicación. Nosotros concebimos a la comunicación como un derecho, eso está bastante claro en la última Ley de Medios. Si bien sigue vigente, algunos artículos ya no, y bueno, se está haciendo otra ley a la cual nosotros estamos dentro de la coalición, y de ahí nosotros tenemos nuestros puntos para plantear nuestras necesidades, que también se plantearon en su momento cuando se debatió la ley de medios. Pero bueno, dentro de lo que era la ley de medios estaban los fondos concursables del estado, que quiere decir que dentro del presupuesto un porcentaje tiene que ir destinado al fomento de las redes comunitarias, las televisiones comunitarias, universitarias, lo que sea. Era una forma de sustentar estos proyectos que te digo, no perseguimos un fin comercial pero necesitamos subsistir. Era una forma de mantener la diversidad. Entonces nosotros sí hemos concursado para fondos del estado, desde los FOMECA, el auditorio se refaccionó con un fondo de Cultura para espacios culturales, y eso si nos parece como un derecho, eso no quiere decir que seamos partidarios. Asimismo tenemos también unas pautas del Gobierno de la Ciudad. Las pautas oficiales nosotros lo vemos no como que estás apoyando a un gobierno, sino que estás reclamando lo que te pertenece en cierta forma. ¿Se discute eso, como si fuera una pérdida de autonomía? Se discute, nosotros nos manejamos con una asamblea. Todas las decisiones del colectivo son asamblearias. Tenes una asamblea conformada por varios de “nosotres”. ¿Forman comisiones? Lo que tenemos son unidades de gestión. La asamblea es la máxima instancia de decisión, pero bueno, como es algo grande y como no todos podemos estar en todo porque es algo grande y sería imposible, sí se divide en distintas áreas o unidades de gestiones. Tenés el área de Radio que se ocupa más de lo que suena al aire, de los programas, de escuchar, de dar las devoluciones. El área de Comunicación que transmite todo lo que pasa acá y los que manejan las redes, son nuestro nexo con la comunidad y los demás colectivos. Hay un área de Publicidad que no es tal, pero sí tenemos contacto con publicaciones barriales, y van a gestionar las pautas oficiales. Tenemos pauta con el Credicoop que es un banco cooperativo. Sí sabemos que hay cosas que nunca vamos a tener: Coca Cola o Monsanto, porque todo nuestro discurso es en contra de eso. Pero bueno, todo te genera contradicciones. El GCBA nosotros lo que pensamos es que esa pauta nos corresponde para subsistir, porque de otra manera no podés. Si bien nosotros tenemos varias patas de sustento, no es que estamos promocionando y que por eso no vamos a hablar mal del Gobierno de la Ciudad porque tenemos pauta. Todas estas discusiones… el GCBA es el Estado, ahora está en manos del Pro, pero el Estado es el Estado. Uno puede tener mayor o menor afinidad con el gobierno de turno pero son luchas que los medios comunitarios nos ha costado mucho conseguir. Me parece que si se logra una legislación o un apoyo, si bien este con algo que vos no comulgas tanto, es un derecho que vos estuviste peleando un montón de tiempo, y eso hay que defenderlo. ¿Tienen alguna presión por eso? La verdad que podemos estar muy en contra del Pro, pero no tenemos bajada de línea de ninguna manera, como tampoco teníamos cuando teníamos la pauta oficial en los gobiernos anteriores. Pero para nosotros es algo que es una pata más que nos ayuda a sostener. No es la única, sino estaríamos quebrados como el Grupo 23. Es una pata más que nos ayuda a sobrevivir, y tenemos que sobrevivir porque es fundamental.

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La mayoría tenemos otros trabajos, ojala pudiéramos todos vivir de La Tribu pero por ahora no. La verdad que si bien el proyecto creció mucho y tenemos varias patas: el tema de los programas, las pautas oficiales, hemos concursado distintos fondos, tenemos el auditorio con el bar, tenemos las capacitaciones, todo es para financiar el espacio. Por ejemplo nosotros en el auditorio no cobramos entrada, las charlas tampoco. A nivel Territorio, nosotros creemos que la cultura es gratuita, entonces también sostener eso… ¿Funciona sin el bar? Es una pata más, sí, claro. Sirve, es una pata más de sostenimiento. Nosotros tener el bar cerrado nos mata bastante. Te liquida, no te hace que todo se desmorone porque te digo, tenemos varias patas que nos ayudan a sostener el proyecto. Pero si, a nosotros nos mata el tema de todo el incremento de las tarifas nos ahogan. El tema del alquiler, nosotros acá pagamos un alquiler, subió un montón con la luz y el gas. Estamos viendo de conseguir tarifas sociales o más acordes pero si, es el nuevo mecanismo que tienen de censurar un poco, de clausurar. Porque esta bien no te cierran, no te callan la voz, pero después te ponen alquileres o tarifas que la mayoría de los lugares autogestivos o under no lo podes sostener, o te clausuran… Igual es raro lo que paso, sabemos que por ahí viene un poco por la fiesta de Costa Salguero. Pero van a los chicos, y aparte bastante injustamente. Volviendo a las unidades de gestión: radio, comunicación… Territorio. En general cada área tiene sus propias reuniones y sus propias lógicas de cómo se organiza acorde a las necesidades. Siempre nos organizamos todos en base a la misma manera: horizontalidad. Y después eso depende de cada área. Nosotros nos manejamos con horizontalidad si bien cada uno tiene tareas más específicas, no quiere decir que seas más o menos, o el jefe de nadie. A nivel de la comunidad, ¿participan en algún tipo de colectivo del barrio? En el barrio no tanto, a nivel comunidad siempre somos como un referente en ese sentido. Por ahí antes había más conexión interbarrial, ahora hay más conexión con otros colectivos. Nosotros tenemos al colectivo solidario que nos trae las canastas, tenemos conservas agroecológicas, o los artículos de limpieza son de burbuja latina. La casa está abierta para el que lo necesite, y muchas acciones que ocurren acá son llevadas por gente del barrio. Ahora se va a hacer una reunión de patrimonio acá de la comuna, para ver el tema de los edificios. En ese sentido, estamos como abiertos pero por ahí está la murga también, que tiene más contacto con el barrio y es parte del colectivo. En carnaval la gente está acá, en la calle. ¿A nivel formal están armados? A nivel formal sí, estamos. Hay asambleas, pero no es que cobre el presidente o el tesorero por eso. Los puestos se eligen en la asamblea. Hay gente que está en la parte de administración y financiera, pero no cobran algo por eso, o por ser el presidente no vas a tener la ganancia de la radio. No hay dueños. A la gente que se incorpora le cuesta comprender eso. ¿Por qué pensás que subsiste tantos años? ¿Qué tiene que a pesar de no tener fin comercial la gente sigue dándole tiempo y dedicación? Es una forma de vida, es una militancia. Es pensar que hay otras vidas posibles, y uno lucha para que eso sea. Otra forma de hacer, de trabajar. Ojala todos pudiéramos vivir de esto, por ahora nos es inalcanzable, siempre terminamos en rojo. Creo que se mantiene porque primero nació con mucha energía, tiene conexiones y es parte de muchas redes, tenemos muchas patas que nos hace más visibles, pero no somos los únicos medios comunitarios. Subsistimos porque hay mucho laburo comunitario, pero porque pensamos que es una forma de vida posible, porque pensamos que este proyecto vale la pena y que este tipo de comunicación hace falta, porque pensamos que la cultura tiene que ser gratis.

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Lo que no se ve en los medios o no esta en los grandes espacios tiene que tener un lugar para ser mostrado. Es una militancia, es puro amor básicamente. ¿Hay forma de vivir de la autogestión? Lo que nosotros hemos siempre optado es para seguir creciendo. Cuando yo entre acá ya estaba todo esto, si bien sigue creciendo ya estaba toda la estructura. Pero quizás se podría haber quedado como una radio, ponerle todas las fichas a eso y quizás ahí sí podría haber traído ganancias. Que sean poco que trabajan, que se autofinancie y que cobren un sueldo. Lo que siempre se aposto es al crecimiento, que siga creciendo como proyecto. Es un proyecto muy grande y hay que mantenerlo. Si en algún momento las políticas acompañaran… Tenés ciertas limitantes, hay cosas con las que por ahí no tranzas. También hay un tema de que esto en la ley de medios tampoco se hizo, que era el 33% del espectro para medios comunitarios y nunca se hizo. Por ahí nuestras antenas no tienen la potencia que tienen otras entonces tienen poco alcance. Todavía tenemos legalidad provisoria como radio, entonces hay muchas cosas… porque nunca nos terminó de salir la definitiva, estamos legalmente pero con la provisoria. Entonces le queda mucho a los medios comunitarios como para poder pensar después en poder vivir de eso, tenemos un montón de factores en contra todavía… Con Internet teníamos la cantidad de oyentes, siempre tratamos de llegar a la mayor cantidad de audiencia, pero es como difícil en ese sentido, porque hay todo un monopolio comunicacional que tiene los medios para poder ser así. Pero ojala todos podamos vivir de eso, sería ideal y no tendríamos otros trabajos…Por ahí las cooperativas sí lo tienen más claro este fin. ¿A nivel de equipo fue cambiando? Hace unos años hubo un cambio de gestión importante. Hasta hace un par de años estaba la gente que fundo con Ernesto Lamas y eso y después hubo un quiebre en esa gestión y empezó a moverse a nivel asambleario, de otra manera. No se vendió nada porque no hay nada que vender, lo empieza a gestionar otro grupo de personas, y así nos pasara a nosotros también. En algún momento vendrá gente más joven y tomara la posta, con más energía, nuevas ideas, con nuevos proyectos. Siempre fue una radio comunitaria. La verdad que no hacemos convocatorias, si bien la gente conoce acá y quiere empezar a participar de los espacios que más les interesa, cuando vemos que entienden y nos gusta lo que hacen, lo invitamos a que participe en la asamblea y aporte desde otro lado, pero convocatorias no hacemos. En la programación del espacio, si hay una propuesta que no está de acuerdo con el colectivo, ¿se da esa discusión? Se da cuando tenemos alguna duda sobre algo, tampoco vienen acá… acá llegan propuestas pero no llega una propuesta que no tenga nada que ver con el espacio. En general te buscan porque sos la tribu, y el público que viene acá es el mismo que puede leer tu libro, tu revista o ver tu espectáculo. No es que sea todo militancia, pero no vamos a tener una obra de teatro en el cual la mujer tenga un rol de objeto sexual, porque va en contra de nuestra lucha y de lo que nosotros pensamos que hay que cambiar, o no vas a tener un show homofóbico o presentar un libro que hable de la teoría de los dos demonios, porque es algo que nosotros no compartimos. Porque no lo podes separar como colectivo de la radio, yo estoy solamente en la programación del auditorio, y sin embargo tengo todos los lineamientos que nos parece que hay que reproducir. Lo único que rechazamos son los que vienen a proponerse para tocar en vivo, porque no tenemos habilitación. Entonces les sugerimos otro lugar, porque no podemos poner en riesgo todo el proyecto por eso. Si tenemos un ciclo de cine no vamos a pasar X-Men, vamos a pasar las películas que no tienen difusión de otra manera, o que nos parecen

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interesantes, o les damos espacio a directores que no tienen espacio y los pasamos acá. Hay pocos espacios también que se pueden dar el lujo de no cobrar entrada, porque lo podemos sostener con la estructura. ¿Tienen en cuenta cómo puede aportar a nivel financiero al espacio las propuestas? Los eventos por ejemplo sirven para sostener la barra que es la que financia el bar. Hay dos cosas: por un lado se piensa en la promoción y difusión del evento, y el espacio se fue sosteniendo hasta poder tener el espacio lleno de gente, no todos los eventos pero muchos sí. Hay mucho público cautivo que sin importar lo que se programa viene igual. El bar como bar solo no funciona, no viene gente a tomar algo al bar sin evento. Esta mas instalado como espacio cultural con un bar. Siempre cuando tenemos un día libre estamos pensando cómo hacer para programar algo, pero no siempre se puede… nosotros abrimos de Martes a Sábados. Los martes el ciclo de cine, miércoles el Camalote, y después tenemos ciclos fijos: dos jueves al mes tenemos un contador de cuentos y un titiritero, el primer y tercer viernes tenemos eventos fijos también, el cuarto sábado está el ciclo Pororó que es un ciclo para chicos, entonces hay una base más o menos armadas, y tenes días libres que los vamos cubriendo con otros eventos. ¿Son como una unidad de gestión aparte? Somos parte de Territorio, que es el bar y la barra, y dentro de eso nosotros nos encargamos de la programación del contenido. Si algo nos genera un poco de ruido ahí consultamos con el resto de la gente o con la asamblea. ¿Cada cuánto se reúne la asamblea? Una vez por mes. Y a veces tenemos alguna asamblea extraordinaria por el motivo que sea. ¿Ustedes hablaron de formarse como cooperativa? No. Yo cuando llegue ya hace cuatro años ya éramos una asociación civil, y me parece que es lo que nos representa. En el caso de Tiempo Argentino por ejemplo: ellos son una cooperativa que tiene un fin de lucro. Que sean una cooperativa no significa que sean un medio comunitario. Me parece buenísimo que sean una cooperativa de trabajo y eso, pero la mayor diferencia que tenemos con la cooperativa es que esto es una asociación civil sin fines de lucro, ahí está la diferencia. Y que sean una cooperativa no quiere decir que sean un medio comunitario, pero puede haber otros medios comunitarios que sean cooperativas, pero no es el caso de Tiempo, para mí, aunque celebro que se hayan organizado. Respecto a la asamblea, nosotros lo que hacemos es definir por consenso. Eso lo hace un poco más lento, pero si hay una persona que no está de acuerdo, se toma en cuenta la opinión. Nosotros no es que hay un administrador que nos guía, sino que es a nosotros mismos que nos tocó hacer ese rol, y quizás nos equivocamos. La asamblea es un lugar de decisión política y donde se definen cosas, lo que pasa en la asamblea es algo interno. Hay un temario que se hace por orden de prioridades, y hay asambleas que duran 5 o 6 hs. Habla el que quiere hablar, se discute la postura y se toman las decisiones, no todos están obligados a participar. Depende las problemáticas, hay decisiones que son más políticas, que no quiere decir que sean partidarias, y las discusiones son más intensas. Por ejemplo la pauta oficial, es un tema que se discutió bastante en la asamblea: si estaba bien, o estaba mal, y se tomó una decisión.

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5.4.

LA LIBRE

5.4.1. ENTREVISTA LA LIBRE (EXTRACTO) FECHA: 4-OCT-16 INTERLOCUTOR: DARÍO SEMINO – COORDINACIÓN

La libre empezó hace 6 años, en 2010. Al principio eramos 4 personas, esas 4 personas nos habíamos conocido en la FLIA. En realidad surge como la fusión de 2 proyectos: había una distribuidora de libros independientes armada, participaban Simón y Luli a Secas, y yo y Fernanda Catulo teníamos el proyecto de armar una librería. Habían armado antes una librería? No, teníamos cero experiencia. Yo escribo, había participado en la FLIA, pero habíamos participado con un puestito y en la organización, como muchos. Teníamos algo de guita para empezar la librería, pero no lo suficiente, entonces decimos qué hacemos? Y bueno, nos aliamos a Simón y Luli que estaban buscando un lugar para armar la distribuidora, porque estaban trabajando en el Pacha (NdeR: Espacio Cultural Pachamama, en Argañaraz 22, Villa Crespo) y lo que hacían ellos excedía el lugar, entonces cruzamos necesidades y dijimos: bueno, queremos un lugar juntos. Que fue este lugar. Ese fue el inicio, después pasaron 7 millones de cosas, Fernanda y Luli se alejaron por diferentes motivos en diferentes momentos, quedamos Simon y yo durante un tiempo… Funcionaron como cooperativa desde el principio? Al principio no lo teníamos claro ni nosotros, eramos librería y distribuidora. Despues estuvimos un monton de tiempo Simon y yo con un monton de gente que aprticipaba rotando, pero no pariticpando desde adentro del lugar. Tampoco teníamos en claro si el lugar podía durar demasiado, tener una librería es difícil… encima nosotros manejamos libros que no son digamos los mas comerciales, de todas formas tenemos el piso de arriba donde hacemos movidas y eso nos da un flujo de guita para mantenernos. Pasaron 10 millones de cosas, hasta q surgio la posibilidad cuando ya teníamos cierta solidez económica, q no nos íbamos a fundir de un dia para otro. En general con lo que generaba la librería, tuvimos varias etapas… tuvimos una etapa en que arriba vendíamos cerveza por las noches, no llegamos a clausura, tuvimos inspección nomas, pero era bastante agotador el laburo de barman y no nos daba el cuero. Pero hubo un año en que eso nos sirvió, todavía nos faltaban los contactos en el mundo del libro para tener la librería andando, y eso nos sirvió para sobrevivir. Despues estuvo bien cuando se acabo también porque ahí potenciamos mas los libros, ya teníamos mas redes y algo armado… Hasta que llegó un punto que llegamos a un nivel minimo de explotación, que fue difícil llegar, estábamos bastante quemados, y con bastantes roces entre nosotros… y se le ocurrio a Simon la posibilidad de abrirlo y cooperativizarlo. A partir de ahí entraron todos ellos, nosotros pasamos de ser los 2 de la libre, a ser 2 de un conjunto que ahora somos 9, y a partir de eso se potencio bastante la librería, lo que se hacia mas o menos empezó a hacerse con mas intensidad, con otra dinámica distinta… hoy somos una cooperativa de hecho, no legalmente porque tarda tiempo y plata en hacerse legalmente. La personería funciona como asociación civil? No, hoy es un local comercial a mi nombre, pero eso es formal. En los hechos, funcionamos en grupo, colectivamente. Acá las 9 personas se dividen en comisiones?

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Somos 4 libreros, está Manuela que labura en Difusión, está el Tino que está arriba, ahora haciendo talleres y labura produciendo algunos contenidos, están Marol y Nat que son las editoras de la editorial y también organizando movidas, nosotros estamos empezando a distribuir la editorial de ellas… es variable todo, lo mas fijo es Manuela haciendo Comunicación y 4 libreros que atendemos los libros. Forman parte de redes o algún colectivo? Formalmente no, pero estamos en permanente contacto de red informal con todo el mundo, al ser 9 siempre alguien conoce a alguien… la pertenencia formal a un lugar como MECA no se da, tampoco es nuestro estilo. […] Tampoco somos super interesados en que todo lo decidamos por consenso, si alguien quiere hacer algo va y lo hace, mientras no vaya contra los preceptos del espacio… tenemos asamblea todos los meses, armamos unos informes. […] Yendo a la parte más de financiamiento, cómo funciona a nivel económico? Nosotros pagamos las horas que laburamos, no vivimos obviamente los 9 de esto, pero lo que se labura se paga, dependiendo de la cantidad de horas que labures cubrís un sueldo o no. Muchos de nosotros hacemos otras cosas también. A su vez también viajamos mucho al interior, siempre hay encuentros, el festival de poesía de rosario por ejemplo, entonces vamos rotando mucho… los horarios que vos cubris depende de quien esté, el que se queda labura más. La librería en si se sustenta sola? La librería es la que paga los sueldos. Estamos empezando a vender mayorista a otras librerías, o sea el laburo de la distribuidora se había cerrado, y ahora nosotros desde la librería lo estamos haciendo, absorviendo esa parte, que todavía es chiquito pero algo de guita da. Pero el 98% de nuestros ingresos debe ser por la librería. Después las movidas que se hacen arriba son pagas pero dejan poquito, arreglando un 70-30 con el tallerista. En general son pagos porque nadie da un taller gratis, pero varía mucho, depende la propuesta que traiga la persona… tratamos de que sea redituable para todos. A veces son talleres con 2 personas que, por mas que no genere plata, siempre tener actividad te genera movimiento… la librería está abajo y eso funciona. Planifican mas o menos las actividades que tienen que hacer a futuro? No tenemos una capacidad de planificación anual, se va viendo… depende de lo que vaya surgiendo y lo que te vas enterando. Porque están las cosas que organizamos nosotros y tiene un trabajo previo de 3 meses con un ultimo mes de trabajo intenso, mas de eso no se planifica… en general tratamos de que no nos insuma recursos, laburamos con lo justo. Se da el caso de que resignen algo del sueldo para hacer una actividad? Y no, no tiene sentido… porque a la larga eso es muy desgastante. Una vez q vos llegaste a la posibilidad de cobrar un sueldo minimo, porque es minimo… con toda la furia llegamos al minimo y cobrándolo en negro. Entonces una vez que ya llegas a eso, es difícil resignar. Al principio sí lo hacíamos porque los números no daban y no quedaba otra, pero ahora ya no tiene sentido. Esto es mas que una librería, la librería es lo que genera movimiento económico que permite hacer muchas otras cosas. La librería es el sostén. Acudieron a financimiento externo? Becas, subsidios… Nunca usamos, yo no tengo nada en contra de eso, pero no somos muy buenos en armar carpetas para la burocracia. Una vez nos presentamos para un concurso que hicimos, no ganamos nada, y no nos presentamos mas. Creo que

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ninguno está ideológicamente en contra, pero ninguno es amigo de la burocracia, y eso hace que a la larga elijas no aplicar en eso… para mi esta bien si lo sabes hacer, obtener financiamiento de ese estilo. En lo personal me parece que es un problema cuando empezas a hacer cosas para encontrar el financiamiento, como se empieza a dar vuelta la ecuación. Pero no estamos ni cerca de que eso nos pase porque nunca nos presentamos a ningún lado… también porque el Estado viste como es, entre que nosotros somos medio colgados, y ellos no ayudan. El año pasado con la Defensoria del Pueblo se hicieron unas jornadas aca, medio que nos alquilaron el espacio, nos iban a pagar una plata y nosotros preparamos el salón, lo pintamos, todo y conseguimos que nos paguen la pintura… pero nunca la cobramos. Igual es nuestro salón y lo pintamos, pero aun hoy estamos luchando para que esa plata que son 10 mil pesos la cobremos Con esas cosas tampoco te dan muchas ganas… Ahora estamos en la situación que posiblemente nos tengamos que mudar, para principios del año que viene, y eso nos obliga a ahorrar una guita importante. El dueño quiere vender, cambiar la inversión… si lo hace nosotros nos tendríamos que mudar, estamos viendo que pasa. Hay formas de que no siga mas, es una posibilidad? No creo, tenemos un movimiento económico que nos permitiría subsistir. Vamos a pasar malos momentos seguramente, pero creo que no seria riesgoso en ese sentido. Hay que conseguir un buen lugar, hay que mudarse, pero bueno… como se consiguió este, se conseguirá otro… […] Cuando arrancaron hicieron un aporte propio de los participantes? Hubo una inversión inicial, que mas o menos se devolvió y después se fue reinivirtiendo. No hace falta que sigan aportando plata, se mantiene y paga los sueldos que hablábamos…

5.5.

MU-PUNTO DE ENCUENTRO

5.5.1. ENTREVISTA MU-PUNTO DE ENCUENTRO (EXTRACTO) FECHA: 1-AGO-16 INTERLOCUTOR: GUIDO VENERONI – COORDINADOR BAR

[…] Durante muchos años esto fue un espacio de experimentación, porque nunca hubo como una ciencia de decir “esto va a funcionar así”, esto fue mutando. Durante muchos años la revista terminaba sosteniendo el bar. Primero nace la página web, después la revista, y a los 3 o 4 años aparece el lugar. El lugar esta hace 8 años funcionando, la revista tiene 15. Al principio costo mucho encontrarle la vuelta, que se pensaba más como un lugar gastronómico, que un lugar cultural. Hace 4 o 5 años empezamos a buscarle la vuelta cultural… Acá siempre fuimos cambiando el modelo de gestión, y recién a partir de estos últimos años encontramos la vuelta más cultural, de darle espacio a eventos más culturales… antes se hacía pero poco, lo que aparecía, no había una programación, no se proponía el espacio abierto a cualquiera. A partir de que le empezamos a dar más bola a lo literario, empezó a fluir más y a tener más presencia esa cosa cultural. Yo estoy hace más o menos 5 años, nunca estuve en la otra parte periodística. Recién hace esa cantidad de años que el bar se autogestiona, durante mucho tiempo la revista es la que sostenia el espacio, y hace mucho tiempo el bar se

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sostiene solo. Acá como no estaba tan orientado a la venta de gastronomía, antes se compraba la comida, no se cocinaba… aca tenemos la dificultad que no tenemos gas, tenemos horno eléctrico, y lo de la luz… De a poco fuimos generando nuestra propia de producción, y le apuntamos a eso. Los eventos son gratis? Si, no podemos cobrar entrada por un tema de habilitación. Somos cooperativa, la cooperativa de lavaca abarca a todo: al bar, la revista, todo… y decidimos por asamblea, podemos opinar tanto de la revista como ellos del bar, toda la cooperativa participa de eso. […] Somos todos socios de la cooperativa, no hay ningún empleado. Para entrar a trabajar, tenes un periodo como si fuera de prueba, porque no podes meter como socio de la cooperativa a cualquiera…La idea es tratar de meter lo mas rápido que se pueda… […] Como se manejan ustedes en el tema de pauta oficial, o financiamiento del estado o de privados, y que tipo de dependencia tienen con ellos? Aca hay pauta en la revista con todos los gobiernos, y se los critico a todos. Quizas la revista o el bar tiene una ideología, una posición política, pero sí tiene mucha autonomía respecto a que no hay una bajada de línea editorial, o incluso desde la editora, sobre lo que hay que escribir. Nunca te van a decir sobre que ideología escribir o hacer… Lo mismo para los eventos? A veces se hacen eventos políticos para los partidos, por ejemplo Donda hizo un evento aca. Siempre y cuando no te quieran enganchar después como si fueras la sede de un partido… no se si recibiríamos a alguien del PRO para hacer un evento cultural, le diría que no es este el lugar, y no queremos que alguien asi haga algo aca. Pero con distintos partidos pueden venir a usar el espacio, pero tratamos que no se empiece a pegar como si fuera la unidad básica de la campora o de libres del sur… Pero si estamos abiertos, viene un monton de gente de agrupaciones de todo tipo a hacer eventos aca, no hay un problema político con eso. En cuanto a la dependencia, hay algo, es importante la pauta, la verdad es esa. Pero no hay ninguna bajada de línea, nosotros tenemos pauta de la Legislatura y sacamos notas criticando compras de Macri que autorizo la legislatura. Y a nivel financiero, como pasa con un monton de medios que recortaron la pauta oficial, pueden seguir sobreviviendo? Si, porque aca hay un nivel de adaptación donde, si hay falta de financiación y hay que salir a vender la revista en persona no hay problema con eso, porque muchos lo hemos hecho y no hubo problemas con eso. Si cortan toda la pauta quizás estaríamos complicados unos meses, pero creo que eso no impediría que de alguna manera se siga acomodando. Se están buscando, incluso ahora con el cambio de gobierno, otras formas de financaicion alternativas. Aca se dan talleres, esta el espacio con actividades culturales, hay una cátedra de comunicación social que es paga, o un diplomado de comunicación ambiental, y eso financia… la idea es no trabajar gratis, pero creo que se sostendría igualmente. No veo que haya una dependencia directa. Es muy difícil que si vos tenias algo tan ligado a la pauta, tenías un medio hiperkirchnerista, se fue el gobierno y quizás dependías mucho de eso… aca no somos de ningún partido, entonces podes sobrevivir sin eso. […] El tema de la clausura, no fue un tema de persecución, o si?

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Y ese fin de semana clausuraron 35 espacios, y justo fue lo de Tiempo Argentino… el tipo de AGC vino y dijo “busco esto, esto, esto” y justo dijo el matafuegos, y ahí vio que estaban vencidos. Hay motivos que quizás no son de clausura, y tardamos 10 dias en abrir porque no venían a inspeccionar. El inspector dijo “quédate tranquilo que si no era por esto, yo algo te iba a encontrar y te lo clausuraba igual”. Encima te mienten y te dicen “el lunes a la mañana estas abierto”. Es raro que pase algo porque acá no se hace nada con fuego, no se puede fumar, no tenemos gas… pero bueno, igual lo tenes que tener actualizado. Nosotros ahora estamos buscando instruirnos con algunos colegas de otros espacios… hablamos con los de Abogados Culturales, igual nosotros tenemos una abogada de la cooperativa que es bastante grosa… cuando los de AC vinieron acá dijeron “no puedo creer como todavía están abiertos”: no teníamos plano de evacuación, la puerta se abria para adentro, no teníamos habilitación… También esto es un medio de comunicación, entonces tenés otras armas… nunca nos habían clausurado. Esta fue la primera vez que el bar estuvo cerrado 10 dias por algo asi, es un monton de tiempo. Si te quieren realmente hacer fundir, viene la inspección, te encuentran algo y te cierran… es muy difícil subsistir asi. Hay lugares que, por tener gente bailando, como en el teatro El Mandril, los multaron con 50.000 pesos, una locura. Ahora estamos viendo el tema de la ley de centros culturales, que todavía no se si esta reglamentada. Pero desde que se aprobó la ley, no están dando números para poder empezar el tramite para habilitarse como centro cultural… quizás los espacios mas grandes sí pueden porque tienen otra rosca, otro tamaño. […] No se si hay una dependencia, en algún punto puede ser que haya algo relacionado o haya dependencia de plata estatal, en mayor o menor medida dependiendo de la época, pero también aca hay una política de pensar, por ejemplo, la pauta… es plata que te corresponde, es un derecho. Es una política también de estado, financiar o no financiar ciertas cosas… hay cosas que tienen que recibir financiamiento de estado, como revistas independientes, que si no tienen la pauta no sale: porque la imprenta es carísima, porque no vende tanto… eso va también de la política del estado. Creo que hay mucha de esa plata que nos corresponde… Ademas, por ejemplo, si en vez de ponerte un inspector que venga y te clausure, te ponen un asesor… que venga aca, y te diga como tienen que ser las cosas, y te ponga un plazo… asi se garantiza la seguridad de los lugares, en vez de venir, “tenes esto” y listo, 10 dias cerrado, 80 lucas de multa. Si en cambio viene alguien y me dice “tenes que cambiar esto”, tenes estas líneas del estado para financiarlo… bueno, de a poco lo vas haciendo, no podes cerrar, arreglar todo y después… si hubiese una política de asesoramiento con eso, garantizaría que la gente viene aca y este tranquila, que no se va a prender fuego ni nada por el estilo. La alternativa es unirte con otros espacios, con otra gente? No esperar del estado que venga… No, pero estaría buenísimo que suceda, que no solo el que te asesore sea de abogados culturales… Igual es la única forma, si todos estamos asesorados, sabemos lo que nos van a pedir, es la forma de estar mas fuerte. Si los inspectores van a todos lados y les empiezan a contestar igual, con conocimiento, van a tener que ir cambiando.

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5.6.

C. C. MATIENZO

5.6.1. ENTREVISTA C. C. MATIENZO (EXTRACTO) FECHA: 22-AGO-16 INTERLOCUTORA: CAMILA ZAPATA GALLAGHER – COORDINADORA DE FORMACIÓN

[…] Se inscribieron unas 63 personas que llenaron el formulario. Tuvo una convocatoria para mi inesperada. En ningún taller se hubo este nivel de… era la primera vez que presentábamos un programa de una estructura tan formal dentro de lo que es educación no formal. Era la primera vez que hacíamos algo de un año, y con una estructura casi escolar. Tenía módulos… Tenemos 63 proyectos que llegaron, con una mini-biografía, y una idea de proyecto que vincule el arte y la gestión sobre consignas ya definidas. De ahí hicimos una selección de 25 personas. Yo me encargué de entrevistar cada una de las personas. ¿Cómo es el equipo de formación? El equipo está compuesto por mí, que soy la coordinadora del área. Maia Minovich que es una asistente satelital, que viene a pensar un par de proyectos como éste. Y después mi compañera de trabajo es Maribel, que hace la parte de administración. Y después un cuerpo docente bastante grande, que son los que llevan más de 2 años dando clases, con los que tenemos un diálogo y hemos tenido reuniones de pensamiento, que son 1 o 2 veces por año, y hacemos los festivales. Yo me encargué de hacer las entrevistas, y de ahí seleccioné unas 15 personas. Esas las reboté, porque solamente teníamos un cupo de 12. Nosotros estábamos esperando un mecenazgo que nunca salió, para poder financiar becas. Finalmente el programa tuvo que ser pago, y solamente pudimos becar a 5 personas, y hacer las cuotas muy accesibles para que eso no desestimulara a la gente. Como el programa estipulaba que vos te pudieses anotar a tantos talleres, laboratorios y cajas de herramientas, teníamos que pagarle al docente por cada persona que nosotros metíamos, y no nos daban las cuentas. Nosotros le pagamos un porcentaje al docente por esa persona, pero lo que pagaba la persona para hacer todo eso era menos, entonces nosotros teníamos que poner algo de plata, entonces bueno… cerramos en 12. Al final la semana pasada salió el mecenazgo, pero ese sobrante seguramente se reinvierta para el programa del año que viene. De esos 15 seleccionados, les mandé las planillas de los perfiles a los laboratoristas, que son los docentes que hacen los laboratorios, que es como la troncal del programa. Ellos hicieron otro filtro, y de ahí seleccionamos a 10, de los cuales empezaron 9, y de esos 9 una chica a las 2 semanas se tuvo que ir de viaje y no volvió más, así que quedaron 8 en el camino. La matrícula de $200 nomás, era algo simbólico nomás, tampoco te compromete… Hoy por hoy esos 8 continúan, incluso como superando las expectativas de todos, siendo muy demandantes. Nosotros no esperábamos que el programa fuese tan demandante con el equipo, sin embargo es llamativa la cantidad de hs que le tengo que dedicar por día, es más de lo que pensaba. Es como un trabajo más aparte del trabajo habitual de programación que yo tengo, pero bueno, es lo que me gusta… Empezaron en Abril… Si, la convocatoria fue a fines de Febrero y Marzo, y empezamos en Abril. En Julio fue el primer festival donde los 8 participantes presentaron avances de sus proyectos artísticos, que los estuvieron desarrollando en los laboratorios. La

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mayoría hizo más de un laboratorio artístico, nosotros teníamos 3 laboratorios: el de música, artes visuales y artes audiovisuales, y hay chicos que hicieron más de uno… desde lo conceptual del trabajo de la obra, había muchos que venían de la parte más visuales, se metieron en escénicas y se transformó todo, se salió de la pared… Ese lugar es muy demandante porque tienen como muchos… complejos quizás, todo el tiempo están en una crisis, son muy artistas todavía. ¿Qué rango de edad tienen? Nosotros queríamos que fueran jóvenes, pero quedaron seleccionados gente bastante grande. De hecho, no entran en las convocatorias de sub30, solamente 3, el resto todos más arriba de 30… y después tenemos una mujer que es mayor, es jubilada, Marcela Cortés. Es la única que supera la edad de 60… pero porque tenía un proyecto muy interesante, y se está metiendo mucho en lo que es la cultura tecnológica, y nos parecía como que podía generar algo interesante. Ella es bióloga, se jubiló anticipadamente y ahora está estudiando música, y cursa en el IUNA. Nos parecía interesante también qué le podíamos generar nosotros a una persona grande… fue la única que hizo los dos talleres más fuertes de tecnología, que es uno de Ableton Live, se compró una Mac y empezó a mezclar música, muy moderna! Habían hecho la convocatoria en el IUNA por ejemplo, apuntando a un público joven? Nosotros no queríamos gente tan joven tampoco, preferíamos alguien que ya tuviese algo de experiencia o que estuviese estudiando algo relacionado, y que pudiera aprender la forma de hacer arte de Matienzo, que esta mucho más vinculada a la gestión y la producción que a sentarse en un taller a trabajar. Los chicos lo que hacen es ir a los laboratorios los lunes, martes, miércoles y viernes, hay que venir una vez por semana depende el laboratorio. Aparte elegís talleres que duran 2 meses, y cajas de herramientas de una tarde, como workshops. Son muy específicas y tienen que ver con las prácticas de ciertos dispositivos: uno solo sobre cables, sobre montaje… Económicamente funciona un poco así, el taller tiene que abrir con la convocatoria general, cumpliendo el cupo mínimo de 5 personas, y los chicos que hacen el programa se van anotando en todos esos talleres, dependiendo lo que quieren hacer y les vaya recomendando el laboratorista según sus proyectos. Aparte tienen un tutor. En los laboratorios hacen desarrollo conceptual de obra, y pensar un proyecto de obra. En los talleres te nutren de otras herramientas o lenguajes, vas inventando tu curricula… Y a su vez tienen un tutor que se junta con todos los chicos una vez por mes, y ahí es donde todos interactúan un poco, porque algunos van a un taller o a otro y nunca se cruzan. Es muy individual el trabajo? Hasta ahora fue muy individual, nuestra idea era que sea algo más grupal pero hasta ahora no fue así. Ellos igual están vinculados entre ellos, se mueven como en masa, pero sus proyectos son muy individuales y nuestra idea, en el segundo semestre, es empezar a armar cuestiones más colectivas y pensar más a nivel comunidad y no tanto obra. La idea es que deje de tener el carácter individual que tuvo el primer festival, y ver si se animan a pensar algo distinto. Ellos entre si son muy distintos, hay una chica que es ingeniera industrial, otro que es arquitecto, una que es director de teatro, Vera estudia gestión en la UNTREF, marce es bióloga y jubilada… es muy jugado lo que puede llegar a pasar. Nosotros igual tiramos los hilos y vamos que se va tejiendo, tratamos de no poner muchas trabas. Igual eso quizás nos va a jugar en contra, en el sentido que tal vez no podamos soportarlo como equipo y como institución, Matienzo todavía no es una institución tan grande… hay que ver de qué manera contenemos también en el espacio. Buscaron apoyos de otras instituciones? No, por eso te digo, para mi Matienzo es un espacio que institucionalmente todavía no creció lo que debería haber crecido, para los proyectos que alberga… tenemos muy pocos vínculos con instituciones, incluso a nivel recursos

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económicos tampoco nos alcanza. Los chicos que hacen el programa, para desarrollar sus obras, todos los materiales los compran ellos…nosotros los asistimos, les damos contactos, pero más que eso no tenemos tanto armado. Nosotros es algo que dijimos en la primera charla del programa: esto es una prueba piloto, y va a tardar en asentarse y tomar forma, y algunos chicos se la jugaron y nos acompañan. Por ahora viene todo bien… El programa tuvo un desarrollo creativo bastante largo, tuvo un año y medio para darle forma. Cómo surgió? Surgió acompañando el perfil del cuerpo docente que tenemos., Veía que muchos docentes con los que trabajamos tenían su veta artística muy explotada, y tenían la gestión desarrollada, entonces dijimos que estos eran artistasgestores… a mí me gustaba que su manera de dar clases transmitía toda esa mezcla, esa combinación, de alguna manera ellos transmitían mucho ese doble engranaje entre arte y gestión. Por ejemplo, el docente de escritura de ficción, lleva adelante su propia editorial. Había como muchos artistas que tuvieron que formar parte de la gestión para llevar adelante sus propios proyectos. Entonces ahí vimos que estaba bueno armar algo, en un programa, y mostrar nuestra forma de encarar la gestión… Es como el programa de formación estrella del Matienzo? Puede ser, es el que tiene el acompañamiento del equipo de formación, porque vos venís a otro taller y tenés contacto con el docente solamente. Tratamos de hacer que los artistas y gestores puedan hacerse de sus recursos… También investigamos que otras cosas pasaban en la ciudad, y encontramos un par de cosas que eran bastantes interesantes. El programa de CIA (Centro de Investigaciones Artísticas), de agentes, pero si vos ves el perfil de uno de esos chicos, lo que producen está muy enfocado hacia el mercado del arte… después tenías los programas o maestrías de gestión, pero no teníamos mucho vínculo con el arte… no había como ninguno en el medio, que eso era lo que nos interesaba, ese hibrido que combine la gestión y con el arte y ver que produce ese choque. Entonces vamos, porque no lo está haciendo nadie, hay un vacío formacional que puede tener su propio público. Y afuera, en limítrofes u otros países? No investigamos mucho afuera…sé que en Alemania están mucho con esta onda, también en México y en Colombia están muy avanzados en este nivel, pero por haber leído algunos textos, pero no investigamos más nada. Mi objetivo, cuando esto ya este asentado de acá a un par de años, es abrirlo… podemos también traer gente del exterior, que se forme acá. En Europa todo funciona a través de residencias… […] ¿Qué hacen después que se termina el programa? ¿Tienen pensado que se incorporen al espacio? Estoy volviéndome loca con eso, porque tengo un montón de ideas pero no sé qué va a pasar… la verdad no tengo idea que va a pasar. Mi idea más fuerte es tratar de incorporar a todos los chicos al equipo de trabajo, o hacerlos armar un espacio. Parezco una madre, pero es como que no se vayan! Ellos lograron un nivel de apropiación del espacio que esta bueno, y se logra después de haber trabajado bastante en Matienzo… cosas que vas conociendo en el trato diario y ellos lograron en 6 meses, cosas cotidianas como saber reservar un espacio, tenés que coordinar con tal persona, decirle que hacer y depende lo que hagas puede convivir con lo que está al lado o no… para mí se puede capitalizar un montón para el año que viene, que sigan acompañando el espacio. Que el espacio crezca junto con ellos de alguna manera… Ellos están muy familiarizados con el club, tienen ganas de invertir tiempo acá, que eso es lo que más hace falta generalmente. La verdad es que todos trabajan, pero yo los veo todos los días acá, no sé cómo hacen… y después ves la exposición que se nota que tiene un montón de trabajo hecho en la casa. Están súper comprometidos, de hecho nosotros tenemos

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la teoría comprobada de que es que la gente que no paga una cuota, no se compromete con los talleres. Nos ha pasado con todos los talleres, pero con el programa es distinto: tenemos 5 que están becados, y de todas formas no paran. Hicimos una encuesta rara al estilo de asistente social para ver si podían soportar la carga o no, y en función de eso asignamos las becas, hay medias becas y becas completas. La única que paga completo el programa es la jubilada, pero lo primero que dijo es “yo tengo una pensión enorme, una buena jubilación, así que problemas económicos no tengo… yo pago, quiero estar tranquila y listo”. El programa es regalado, porque el que más paga paga $550 y vienen 3 o 4 veces por semana mínimo 3 horas, las cuotas de los talleres salen $700… mi intención era que sea gratuito, pero la verdad es que no salió el mecenazgo, así que… El área de financiamiento se inició en Mayo recién… el espacio es muy joven todavía, el área de comerciales se formó hace un mes… […] Se notaba que había un trabajo donde entendieron que hoy el lugar del arte contemporáneo esta mucho más ligado a mostrar los procesos, que a mostrar una obra. Vos los ves muy conmovidos a ellos, algo les pasó… hay un chico que es cineasta, pero viene de un palo muy duro del cine, y está todo el tiempo en crisis. A nivel pedagógico como lo acompañan? A nivel pedagógico es el acompañamiento que le dan los docentes, por eso yo me apoyo mucho en ellos. Antes de empezar nos juntamos con los docentes para estar seguros que estaban comprometidos con este proceso, el acompañamiento de ellos… Yo me encargo más que nada de la gestión y ahora de tener reuniones con ellos grupales, pero más que nada de producción y para ver si puedo hacerlos despegar sus obras a un nivel político, porque a mí me interesa que empiecen a transitar la historia política argentina del hoy, y que las obras puedan discutir con eso… los quiero vincular un poco con temáticas socio-políticas. Cuando termine el programa, algún tipo de evaluación de lo que hicieron, o plantearon objetivos? Yo les pedí a todos que hicieran una evaluación del programa, y de lo que viene, cuáles son sus expectativas a futuro. Nosotros tenemos un listado de objetivo, que evaluaremos a nivel equipo, de los docentes con el programa, y de los que transitaron el programa con el programa. Ahora hicimos una evaluación de medio semestre y mañana abriremos esos datos a ver lo que hay… A veces hacemos encuestas a fin de curso, pero no está sistematizado. No se hace nada en cultura, no hay registro de nada, y sobre eso va mi próximo proyecto. A nivel de documentación, queda un registro de lo que van haciendo, del proceso? Hay muy poco registro, lo único que estoy pidiendo ahora son evaluaciones por escrito, pero todavía no le pedí a los docentes que hagan evaluaciones del proceso que está llevando cada uno. Me refería también a nivel documentación de fotos, videos, cómo funcionó la dinámica… Hay, pero poco. De la mayoría de las obras hay registro fotográfico, y después tenemos de los que se metieron más con el tema audiovisual, tenemos videos registrados de obras terminadas, y de música bastante. No lo tenemos compilado… La muestra planean que salga del espacio? Una de las cosas que surgió bastante, es esto de lo efímero. Nosotros tenemos el festival de mitad de año donde se muestra lo que se produce, que dura 1 día. Después tenés el festival de fin de año donde se supone que evolucionaron un poco más, y se muestran esos trabajos. Pasan 2 cosas: la primera es que hay trabajos que llevan demasiada producción para que dure solo un día, entonces hay como una exigencia de durabilidad en el tiempo. Las exposiciones no están planificadas para que duren más, entonces se superponen con otras actividades y hay que bajarlas. También está empezando a pasar que hay gente que está pensando proyectos de larga duración o ciclos periódicos. Eso creo que

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va a hacer entrar en conflicto la idea que tenemos nosotros con la realidad, pero me encanta ver como se resuelven, o si precisan habitar otros espacios porque Matienzo no les puede dar ese lugar en ese momento, y de qué manera haces que se lleve el sello de Matienzo para no perder la marca. Sería cuestión de articular, o incluso ellos mismos como parte de un trabajo de vincularse con otro espacio, nosotros tiramos unas líneas y contactos y listo… de acá a fin de año esos problemas van a empezar a surgir. Sino queda muy cerrado, ya hablábamos de lo individual y encima cerrado al espacio… Y si, muy endogámico. Hay que ver, estoy a la expectativa de que va a pasar, pero ya me veo venir todos estos problemas. Estoy esperando un poco a que decante más, quiero que arranquen las clínicas. Son después de los laboratorios donde te llenaste de conceptos teóricos, en las clínicas tenés que tomar decisiones: mi campo de estudio va a estar acá, y todo esto va a quedar afuera. Estoy esperando ese momento… Yo me puedo anticipar, pero hasta que eso no empiece a pasar no puedo hacer mucho. Hay un corte en el segundo semestre en la forma de trabajar. Las clínicas van a ser más espaciadas, cada 15 días. Y ahí va a pasar a depender más de cada uno, va a ser más autodidacta, tenés que llevar un avance a la clínica… porque si no se te acumula y ahí es más difícil. A nivel económico tenés la clínica de producción de obra y la de gestión, esa la van a tener con Maia. Ahí la idea es que vean un poco 3 ramas importantes: la producción, la comunicación y difusión de sus proyectos, y la parte de financiación y comercialización de sus proyectos, que es la viabilidad a lo largo del tiempo. Esas 3 líneas se van a trabajar sobre los proyectos que vayan saliendo de las clínicas de producción de obra. Eso es lo que tiene que suceder, ya está programado para el último trimestre. En Diciembre es producción de festival, a mitad de diciembre se corta y en enero está cerrado.

5.6.2. CARPETA DE PROYECTOS CCM

Club Cultural Matienzo - Carpeta de proyectos(1).pdf

5.7.

MECA

5.7.1. ENTREVISTA MECA (EXTRACTO) FECHA: 22-JUL-16 INTERLOCUTOR: JUAN MANUEL ARANOVICH – COORDINADOR GENERAL

¿En la formalidad están viendo convertirse en cooperativa? Vamos a formar una cooperativa formalmente seguro, en la realidad lo que no tenemos muy claro bien es cuál es la figura que nos agrupa genuinamente porque hay cosas que tienen que ver con la cooperativa que nosotros no somos,

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pero sí lo que refleja la estructura es un reconocimiento a entender que esto es un proyecto colectivo, siempre lo fue; y que el ownership de eso es colectivo y no solo de los fundadores. Hay órganos de dirección, sigue habiendo estructura (que se está transformando después de esto), recién ahora están empezando a germinar nuevos métodos de organización pero sí, hay una coordinación general, una de contenidos y después pequeñas coordinaciones adentro, comisiones con dirección o codirección. ¿Qué les cambiaria pasar a ser un colectivo? Surge por una necesidad de reconocimiento a una historia que es de construcción colectiva, un reconocimiento a una realidad y principalmente es un reconocimiento y plataforma para poder seguir creciendo. Aclarar las reglas en un proceso de mucho tiempo es necesario con una estructura tan grande, es necesario en general empezar a tener ciertas reglas más explicitas y claras que a todos le permita entender dentro del panorama qué significa invertir 8 años dentro de este proyecto, más allá que si hay o no hay un sueldo por el proceso de trabajo, es una inversión de vida. Surge de ustedes mismos, de los fundadores Si, surge de una necesidad interna, impulsada por los fundadores, entendiendo el contexto del proyecto ¿Qué puede llegar a cambiar? Principalmente el empoderamiento del colectivo en la toma de decisiones del proyecto: compartir, colectivizar la toma de decisiones, permitir que el espacio empiece a mutar y transformarse con diversas influencias, de alguna manera que el empuje de las grandes transformaciones no esté dado desde una cúpula sino que empiece a ser más colectivo, eso lo que hace es transformar la potencia del proyecto por la cantidad de individuos que participan. Tenemos un montón de gente pero esa gente necesita reglas claras para saber cuánto apostar, y la búsqueda es que apuesten más, la búsqueda es cómo hacer crecer el proyecto y el capital es que sea claro. Hoy somos una Asociación Civil que puertas para adentro nos manejamos a nuestro criterio, y si vamos a cooperativa igual vamos a respetar los contratos internos. Más allá que [convertirse en cooperativa] tiene algunos beneficios como líneas de crédito particulares, tiene regulaciones también. No tiene una búsqueda puntual de reconocimiento técnico legal ni de acceso a nuevas formas de financiamiento. Las estructuras cambian constantemente. Sí hay una lógica atrás de la búsqueda de que los proyectos sean colectivos, que las decisiones sean colectivas, pero que al mismo tiempo la única característica particular que nosotros tenemos es un modelo basado en la confianza, es decir: “vos sos encargado de X cosa y hacelo”, hasta que sientas que algo que estás por hacer no representa lo colectivo, y ahí volvés a una instancia semanal o quincenal que siempre vas a tener con tus colegas para ponerlo sobre la mesa. Eso es la base de cómo se construye la estructura en el proyecto. Todo funciona de forma autónoma y colectiva a la vez, hay una mesa de contenidos donde se discuten todos los contenidos de la casa y se define una línea curatorial, todo funciona por consenso. Jamás en la historia votamos al día de hoy. Hay coordinaciones y si hay estructuras jerárquicas, no es en pos de imponer poder pero si en pos de profesionalizar, de distribuir, de dinamizar la toma de decisiones. Es decir: por consenso decimos “che, esta es la línea”, pero no vamos a consensuar cada obra de teatro. La directora de teatro hará lo que quiera, yo no sé qué programa, te lo juro, no sé hasta que voy a verlo. Hoy trabajo en la parte más estructural del Club, y me fui de la parte de contenidos hace dos años. No tengo ninguna decisión ni opinión sobre lo que Matienzo programa salvo que vengan y me pregunten: “tenemos esta muestra, qué te parece”. Pero la decisión no la tomo, y soy fundador y director de Matienzo. La mesa de contenidos genera ciertos consensos respetando la particularidad de cada área y director de equipo, después lo que se busca es puntos en común para generar una afinidad, que se construyan propuestas transversales, que se construya la experiencia, que la experiencia y la búsqueda de vivir y circular el Matienzo tenga sus particularidades y siga siendo completa. Pero tenemos una cantidad en volumen de contenidos y en diversidad

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muy importante. De ahí también la idea de tener estructura con flexibilidad y cierta verticalidad está construida en base a poder hacer más y equivocarse más versus hacer menos y equivocarse menos. Que entre todo es difícil porque somos estrictos y hay mucho contenido, la vara es alta y cada equipo programa de forma diferente, se discuten todas las obras que se programan. ¿Con el espacio nuevo cambió mucho? ¿Había mucho contenido que estaban dejando fuera? ¿Puede crecer ilimitadamente el Matienzo? Siempre dejamos mucho afuera allá y acá también. Esto no puede crecer ilimitadamente, de ninguna manera. No porque no es sostenible, ya es una estructura muy grande para sostener esto con nuestros valores. Si sos Niceto o sos Konex no es tan grande en el sentido que tienen otra idiosincrasia, otros valores, tiene que ver con un modelo de negocios, cuál es la búsqueda de cómo se distribuye y construyen los activos. Nosotros tenemos un proyecto que no tiene el lucro como fin principal. Muchas de las cosas que hacemos las hacemos sabiendo que pierden plata, pero construyen identidad. Financieramente funciona gracias a la gastronomía, 75% de los ingresos. A la gente que viene a vivir la experiencia Matienzo también es porque vienen a participar de la experiencia cultural completa, desde la social hasta la artística. Nosotros tratamos de sostener acuerdos en que ganan todos: público, artista, trabajadores, con una distribución igualitaria, y eso con compatibilidad con seguir acompañando circuitos alternativos y dar espacio a propuestas que no son rentables hace que nuestro modelo de negocio tenga sus límites. En términos de dimensiones o de capacidad de ingreso y sobre todo también como la búsqueda de lo que haces hacerlo profesional y de calidad. El volumen de equipo que necesitás para sostener un espacio como este si no estás buscando ganar la mayor cantidad de plata posible, tiene un límite. El futuro de Matienzo ya está y va a ser por afuera de las paredes de Matienzo. ¿Tienen pensado la conexión con otros espacios por fuera de Matienzo? Ya no somos un espacio, tenemos nuestros propios contenidos, hay obras que se hacen afuera que nacieron acá, nosotros producimos nuestros contenidos, casi ningún espacio cultural lo hace. Tenemos una buena cantidad invertida en términos de proyectos de impacto social y cultural, desde “Abogados Culturales” (que tiene 45 abogados trabajando y levantaron más de 500 clausuras en los últimos 4 años), que trabaja de forma gratuita, asesora de forma gratuita a artistas y espacios. Tenemos “Yo reciclo” que funciona de administrador de base de datos para cooperativas de cartoneros y también eventualmente cuando lo logremos, con interfaz para el usuario. Tenemos la “Radio Colmena” como ente autónomo que funciona con 25 o 30 programas en vivo todas las semanas. Todo lo que es MECA, ESCENA, Cultura Unida, Cultura de Red que trabajamos en colaboración con espacios de toda Latinoamérica, todo eso es un montón de tiempo de trabajo y desarrollo, de inversión que hace Matienzo porque cree que hacemos esto para transformar, y si en su momento tener un espacio cultural donde hubiera lugar para la innovación era necesario para el territorio, y después era necesario porque había 100 de esos espacios tener un espacio más grande que sostuviera esos mismos acuerdos pero con otras condiciones, es necesario y en ese proceso fue necesario transformar la legislación de la ciudad para sobrevivir, y dar batallas políticas y culturales como lo es ahora, y hoy por hoy después de conectarse con una amplia variedad de sectores, fortalecer el circuito cultural y entenderlo como una plataforma de trasformación el circuito en sí, y el impacto que podes tener a nivel social y profundo está no solo adentro (porque adentro sigue estando, cada obra que pasa, cada evento de literatura, cada música mueve algo y es transformador), también Matienzo sostiene con su espalda una gran inversión con lo que pasa a su alrededor. Es una presión eso también, ¿no? Es una presión autoimpuesta. No hay ninguna presión, es la razón por la cual hacemos esto. En realidad no es necesario: si nosotros quisiéramos, si nuestra ambición fuera tener el espacio cultural más copado del mundo, sería más fácil. Pero como la búsqueda de todos los que hacemos este proyecto siempre tuvo que ver con un espacio de

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inclusión, de participación y de transformación social, después a medida que pasa el tiempo vas queriendo tener más impacto. Y una vez que tenés 3 años en este espacio querés cambiar y entendés que todos los cambios para un espacio de esta dimensión necesitan de diferentes capas alrededor, y empezás a conocer otros proyectos y otras formas de generar impacto y otras herramientas, entonces te ampliás y construís en un organismo, que es como conceptualmente funcionamos. ¿Cómo funciona Matienzo en MECA? MECA es un movimiento de espacios culturales, hoy serán unos 24. Todos tienen el mismo peso, la misma jerarquía a nivel técnico: no hay votación ni presidente. Como todos los proyectos de militancia y participación, siempre existen los movilizadores que son los que invierten más tiempo y lo transforman, y eso va cambiando alrededor del tiempo. Nosotros invertimos mucho tiempo en las construcciones colaborativas y colectivas porque nos gustan, pero son muy largas, y hay que tener mucha paciencia para generar consenso con 25 proyectos (que cada uno tiene su estilo, forma de trabajo, metodología, demanda y día a día difícil). Sostener MECA durante casi 7 años… ¿Cómo funciona MECA en el día a día? MECA se junta una vez por mes, con una agenda cultural y política, dependiendo la época. Durante sus comienzos tenía un peso muy fuerte el compartir público, contenidos, circular -porque la escena era más chica-, compartir proveedores. Después la agenda política cultural pesa mucho: la implementación de la ley, lo que es ahora las tarifas con Cultura Unida. Porque con MECA, ESCENA, ARTEI, se construye algo más grande que es una organización de organizaciones, que ahora se reúne con más frecuencia, más intensidad. Toda la construcción de la agenda política es coyuntural. Lamentablemente como es un sector muy relegado, estamos hablando de, hoy, la mayoría de las batallas políticas que nos han tocado dar son de supervivencia y reconocimiento. Ninguna es de la posibilidad de tener una mejora real a nivel sector, estamos hablando de poder habilitarte, de existir o de no desaparecer, cuando la verdadera agenda debería estar en cómo fomentar. Pero bueno, ya llegará… ¿La reuniones cómo son? Hay representantes de cada espacio. No está limitado, generalmente van uno o dos representantes por espacio, se define una agenda, se trabajan los temas, se lleva adelante. Las decisiones son por consenso. En el acceso a MECA hay una Comisión de Bienvenida. Para participar tenés que pedirlo, te van a visitar, te cuentan de qué se trata y ahí entras. Pero no siempre están abiertas las puertas de MECA: hay momentos que se abren y dejan entrar espacios y después vuelve a cerrar. Ahora están empezando a entrar espacios nuevos, entraron 5 espacios nuevos la semana pasada. Todavía no empezaron a participar sino que entraron, se hizo todo y ahora el próximo plenario, que es el mes que viene (se hacen 3 por año), se suman. No hay ningún secreto por fuera de eso: alguien manda un mail (hay un grupo de mail y whatsapp), el grupo de mail dice: “che, tenemos fecha tal día, acuérdense” y nos vemos. “Este es el temario”, que ya viene, que son los temas que están dando vueltas. La gente aporta al principio de la reunión todos los temas que tiene, se va uno por uno, se resuelve uno por uno o se sacan conclusiones, se definen acciones o comisiones para llevar adelante esas acciones y próxima reunión, y así siempre igual. Cuando hay más demanda nos juntamos más seguido. Generalmente los que se juntan más seguido son las comisiones: la Comisión Institucional que maneja tema más políticos y la de Comunicación, que son las únicas fijas. Y el resto va rotando a medida que sea necesario. Hay un Estatuto de MECA que dice más o menos eso: “hay que juntarse una vez por mes, para participar hay 3 plenarios por año y tenés que participar de casi todas las reuniones para ser parte…”. Tampoco es tan exigente. Lo que pasa es que son espacios en que es muy difícil: son todos construidos por gestores de espacios a los que nos cuesta mucho sostener nuestros propios espacios, después sostener la construcción política y después sostener una institución atrás de eso. Por eso es una institución flexible con pocas reglas y pocas estructuras: porque si te institucionalizas mucho después lo

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tenés que sostener. Las agrupaciones contemporáneas buscan juntarse porque necesitan una contención, porque entienden en la colaboración por sobre la competencia como conceptos principales, entonces sabemos que más juntos estamos más fuertes somos. ESCENA funciona parecido, casi lo mismo. Hay diferencia de cantidad de frecuencia. ARTEI funciona diferente pero nosotros no somos parte. Después está CLUMI, de clubes de música, la OMM de milonga, la FAO de artistas organizados, cada una tiene su estructura, casi todas trabajan por consenso, son todas muy parecidas en ese sentido.

5.7.2. ESTATUTO MECA

EstatutoMECA2015. docx

5.7.3. ESPACIOS PARTICIPANTES Espacios integrantes del colectivo MECA (actualizado a Dic-2016):

TEATRO MANDRIL CASA BRANDON CLUB CULTURAL MATIENZO EL EMERGENTE EL SURCO LA BRECHA VUELA EL PEZ LA GRAN JAIME LA SENDA LA QUINCE LA BISAGRA CASA PRESA EL QUETZAL LA CASA DEL ARBOL ESPACIO CULTURAL BENIGNO SEÑOR DUNCAN RINCÓN CASA CULTURAL El OCEANARIO CLUB CULTURAL MULTIESPACIO PASCO ESPACIO CULTURAL DINAMO ARCHIBRAZO El UNIVERSAL ESPACIO CULTURAL

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5.8.

LA CASONA DE HUMAHUACA

5.8.1. ENTREVISTA LA CASONA DE HUMAHUACA (EXTRACTO) FECHA: 8-SEP-16 INTERLOCUTOR: GUILLERMO CASTAÑEDA – COORDINACIÓN GENERAL

Si venís solo al bar, es más difícil enterarse de todo lo que hay en la Casona Primera falla que te das cuenta que en realidad nace y es producto de lo mismo, pero el comunicar todo el tiempo que es lo que sucede para la gente del bar, es un laburo. Entonces en un momento dijimos “que el río vaya yendo”, y si podemos ponemos. Sabemos que tenemos el déficit en la comunicación en el bar y la verdad es que no se bien cuanto se escucha “esto es la Casona”, sabemos que lo que hacemos hace ruido, pero en realidad lo que nosotros vemos son los huecos que hay. Hay participación del barrio? Mucha, pero en realidad vemos que todos estos otros no participan Bueno, pero en algunos eventos cortan la calle. No cualquiera puede cortar la calle sin que todo el barrio se te venga encima, se queje, haya policías, disturbios… Hay un origen: cacerolazo. Nosotros abrimos muy poquito antes del cacerolazo, con una intención del trabajo del tiempo libre y la recreación. Yo vengo trabajando hace 25 años en el movimiento del tiempo libre y la recreación, que no es animación, sino… No, claro. Estuve en contacto en Salta con gente que tiene una escuela de tiempo libre y recreación, seguramente conozcas… Entonces yo me decía “la puta madre los veranos voy y la paso bárbaro laburando 20 horas al día”. Soy profe de educación física. El movimiento me atrapó, me metió… entonces abrimos con un espíritu recreativo de estar en la calle haciendo cosas, y el cacerolazo nos atravesó. Entonces se quedó de todo ese movimiento hubo vecinos, las asambleas de los vecinos que llego abril 2002, “estamos teniendo frio, nos haces un lugar?” Claro, pase… la diferencia es que no le pedíamos una consumición. Nace con un fin social, más que cultural? Si, está buena la diferencia… es desde una movida que originalmente era desde la recreación, la psicología social y el psicodrama que era mi formación. La formación de mis amigos que ayudaban en cada uno de los estamentos. Después eso fue tomando más cuerpo y a cada gente que venía se la fue invitando a participar del bar, y entonces pasaron primero los talleristas, después algunos talleristas quedaron pero otros se quedaron como talleristas. Paso la gente que venía de atención a tomar una cerveza, amigos que venían a tomar una cerveza, y ahora a lo último fue una convocatoria un poco más grande, pero siempre fue: “conoces la casona, el movimiento?”. Nos conocemos entre nosotros y nos cuidamos. Y hacemos movida en la calle porque desde algún lugar el vecino está participando acá adentro. Pero ahora es mentira eso, porque el vecino ya no está más. Desde algún lugar sentimos que hay una paradoja, en que nos pusimos a laburar para el barrio, cuando en realidad el barrio estuvo un poco mejor, más seguridad, nos decía que abramos los domingos sino esto es una boca de lobo. Te empezás a dar cuenta por la ausencia de lo que empezás a ser. Cuando empezamos a abrir los domingos no hubo nadie, pero se fue dando… el barrio fue mejorando, o no sé si mejorando, pero los vecinos que sacaban la corriente, las sillas, los que hacían el aporte

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comunitario al evento les empezaron a subir el alquiler, y se fue yendo… Moraleja: tenemos 7 edificios nuevos, 5 en lugares donde los vecinos participaban. 2 o 3 años atrás viendo todo esto, dijimos “hay que empezar todo de nuevo”, y bueno, no será parte del laburo empezar todo de nuevo? Y empezamos a laburar en un evento que se llamaba “Contacto con el barrio”, es decir, volver a hacer el contacto, recuperar los que estaban, valorarlos, cuidarlos, parte de ellos hacen el locro del 25 de mayo, una olla para 150, precio de vamos a pagar los vegetales y la carne, no a la persona que lo hace, tratando de invitar a los vecinos nuevos y decirle “mira, acá a donde te mudaste está pasando esto”. Y esto que es? Esto es cumbre de juegos, movimiento social psicodramatico, cuestiones de arte, música, y grupos, amigos que los vamos invitando a participar… Desde ese lugar se arma en el cruce de calles de Humahuaca y Sánchez de Bustamante. Tienen más alcance que la manzana? Se llena porque viene gente de otros lados. Sabemos que hay gente que no le interesa, inclusive a los que les molesta… desde el teatro de enfrente siempre hubo una pulseada con los vecinos, por el tema de los parlantes en la calle. […] Cuando laburas abriendo al vecino te encontrás con todo tipo de vecino. Uno de ellos decía esto por ejemplo: enfrente había un bar, una parrilla. Cuando nosotros hacíamos el evento, lo que él decía “la gente en vez de venir a comprarnos a nosotros, le va a comprar a la parrilla, yo esta noche le voy a quemar toda la parrilla…” Y nosotros parándolo, no se trata de eso! Que haga su dinero, que la pase bien también… bueno, con este espíritu se llenaba. Económicamente es un sacrificio, porque la casona labura 4 horas por día con la venta de cerveza. Y diciendo que trabajamos en salud comunitaria, y nos alimentamos vendiendo cerveza. Tenemos clara la paradoja… El bar sirve para financiar la casona, o la casona es autosustentable? No, el bar siempre garpo todo lo que se daba en la casona. De 10, 9 entra por el bar y 1 por el centro cultural. También fue como lo encararon… yo venía del palo de la docencia, psicología social, el psicodrama, y hace 17 años atrás me tenía que poner una bandeja y decirte “que querés tomar?”. Entonces me resultaba más fácil el intercambio de 1 peso 1 cerveza, que cuando dabas talleres de cosas que la gente ni siquiera sabía que era. Entonces lo promocionabas desde algún lugar más gratuitamente “vení a jugar, vení a hacer talleres de técnicas participativas”, que no se sabía bien que era y menos sucedía en la calle. Lo distintivo fue que los técnicos de recreación salimos a la calle a participar… Pero hoy las actividades muchas son gratuitas Si, aunque conservan todavía el espíritu de “si estas mal, no tenés por qué estar pagando 400 mangos un taller”, hace un taller de psicodrama, teatro espontaneo, cine… llego un momento en que era yo el que estaba en bar. Esto fueron muchos colectivos que se fueron uniendo y formando. Llego un momento en que al bar veníamos trabajándolo cooperativamente desde siempre, y en el 2007 dijimos “vamos a hacer cooperativa formal”. Y empezamos a hacer los papeles de un lugar donde cobra muy mal, paga muy mal y tiene mucha fuga de gente. Entonces fue todo muy lento, pero se termina de conformar la cooperativa y ahí se sostiene la gente, y esta desde el 2013, solo para el bar. La casona es asociación civil, la explotación del bar es cooperativa. También con un poco y un ánimo de decir “yo creo que esto tiene que dar, pero es una locura que 2 o 3 personas estemos locos haciendo mil cosas”, primero fueron los amigos que fueron entrando pero cuando hubo un peso los amigos decían “ya está, si le podes pagar a alguien que lo use alguien que lo necesite como laburo”, pero igual también es muy poco lo que se llega a cobrar. La cuestión de infraestructura es pesada. Hay muchas cosas que son gratuitas y solo las sostiene el bar, 4 hs por día. Es pesado para los que laburan a la noche, laburas por 3 pero cobras por 2, pero forma parte de la apuesta mía o de varios nosotros, es que esto tiene que rendir…entonces ahí te doy uno

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de los ejemplos: los viernes y sábados a la mañana y mediodía hay un proyecto social que atiende el bar. Si lo ves de afuera tenés 2 bares que funcionan: el bar de los casoneros que atiende a la tarde, y si venís el viernes y sábado a la mañana es un grupo de gente que viene a partir de un proyecto que viene hace 5 años, que hoy se llama Franca Matina, de un señor en Italia, Basaglia, que dice que a los locos hay que darle laburo y no pastillas… lo mismo que a todo el mundo. Entonces hay un proyecto dando vueltas que cayó en la casona, se instaló en la casona y atienden locos. Fue cambiando muchas veces y se fueron cortando los hilos de subvención, un apoyo de 800 pesos para los pibes, y todo eso se fue cortando pero ellos se querían quedar. Franca porque era la esposa de Basaglia, y Matina porque es a la mañana. Trabajan 3 chicos que en algunos momentos durmieron en el Borda y están a medio camino, y 2 chicas que son socioterapeutas y le dan apoyo. Ahora estamos en el momento de la contradicción profunda, porque por un lado yo los sigo nombrando así y sigo buscando subvención, sigo diciendo que es un proyecto enfocado en salud mental, pero desde el lugar de ellos, y fundamentalmente de las socioterapeutas, estamos escuchándonos a ver como lo resolvemos… para ellas ellos ya cumplieron el cometido, ya instalaron que el grupo que tiene una discapacidad se articule en un lugar que no la tiene. Por lo tanto seguir hablando que ellos tienen un proyecto de salud mental es como seguir cosificándolos, es como decir “ah, entonces cuando venís ves a un loco y no a un mozo que te está atendiendo”. Entonces lo veo y digo, tenés razón, pero si no hubieran venido con esa raíz, no se hubiese dado lo que se da. Si viene cualquier persona y se quiere instalar las mañanas de los lunes y los martes le digo “vos quien sos?”. Y entonces cómo salís de eso? O renovás la gente, incorporando algunos que todavía no fueron tratados con este tipo de salida laboral terapéutica… Por ejemplo, armando un dispositivo donde puedan rotar una o dos personas, pero fundamentalmente que este sostenido económicamente, entonces puede ayudar al sostenimiento en mayor forma de la casona en su totalidad. Nosotros por ejemplo de luz pagamos 8 lucas… Eso te sucede en la calle, entonces para contarte lo que te voy a contar, me falta un paso que es RIOBA. Nosotros haciendo eventos en la calle, la época del cacerolazo, nos empezaron a decir por qué no se juntan con la gente que está en la vereda que es un centro cultural, por qué no se juntan con la juegoteca abasto. Y empezamos a ver que había técnicos en recreación por todos lados, y nos pusimos de acuerdo y armamos un evento que se llamó Caravana Abasto, salía una caravana de cada lugar y nos congregamos todos en la calle. Eso paso hace 15 años, cada uno aporto sus recursos, sus conocidos, sus redes… salían las murgas que estaban funcionando en el barrio, de acá salía un grupo de una fundación con chicos con discapacidad, y a partir de eso se armó toda una historia preciosa. Al siguiente año, entre las 3 instituciones dijimos “vamos a hacer otro curso como el año pasado, para hacer otra cosa”. Y de ahí nació el CuJuCa, la cumbre de juegos callejeros. Es un dispositivo muy zonzo, que es poner los tableros todos juntos en la calle al mismo momento, de los juegos que jugábamos cuando éramos pibes. Y nos sirvió como red para ir con el barrio haciendo este evento, y en los costados entraban los centros de salud, un taller de tejido que era el único evento donde vendía algo, y con el CuJuCa como dispositivo que sostuvimos nosotros, fue algo maravilloso. Una especie de juegoteca a cielo abierto Si, sabiendo que no se inventó nada, pero poniendo toda la onda de todo lo que fuimos encontrando en los rincones y lo metimos ahí. Y sucedió que de estos encuentros que hicimos había alguien que estaba en Ciudad Oculta laburando, y dijo “me lo llevo para allá, me acompañan a hacerlo?”, y fue buenísimo. Primera reunión, fotos de lo que querían hacer, fotos del evento…abrieron el plano y dijeron “donde lo hacemos?”. Y al final fue en el lugar donde todos acordamos, el sacerdote, el médico, las dos pibas que funcionaban en la juegoteca… todos lugares que después fueron a cada uno de las instituciones a hacerse cargo de un juego. Sucedió algo increíble, y eso se multiplico, lo vio gente que estaba trabajando en retiro y se fue a hacerlo a retiro. Y a partir de dos años el CuJuCa paso a ser ejemplo de

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dispositivo de trabajo social, lo que por un lado nos dio orgullo y sorpresa, aparte de mucho trabajo voluntario. Creo que recién ahora estamos capitalizando… nos llamó gente de 25 de mayo que tienen ganas de que hagamos un CuJuCa allá, hacer un curso, y nos vamos todos como viaje de egresados con algo de guita también, creo que hay 5000 pesos y tenemos los 3 días de hotel incluidos y lo llevamos a 25 de mayo. […] La casona es como un hijo que fui cooperativizando. Desde el instituto de recreación es que yo me animo a hacer la casona. Quiero buscar una casa con una cama al lado, y una pieza para hacer los talleres de psicodrama y de juego, y yo quiero vivir de eso. Ahí me encontré con esta casa, que está desde 1893 o 98. Le fui preguntando a amigos, a gente profesional que venga a hacer cosas de la recreación, la psicología social y el psicodrama. Las 3 cosas que estuve yo siempre fueron muy under. Con TEA fue la actividad con la que me animé a abrir. Con uno de esos compañeros abrimos el espacio de los juegos, que era técnico en recreación. En aquel momento era hacer el taller, salir corriendo al bar y “que te vas a servir?”. Hace muy poquito que me desentiendo de si hay empanadas o no hay empanadas. Somos asociación civil y yo no podía estar dentro de la coope porque yo era presidente de la asociación civil. Ahora tenemos que hacer un cambio de habilitación… cada vez el GCBA te pide más y más cosas, con la intención de voltearte. Y bueno, nosotros que venimos haciendo las cosas, llegas acá y ves que cerró la otra, y vamos a cerrar nosotros? No, entonces tenemos que seguir… dentro de todo eso está que yo pueda formar parte de la coope y no quedo adentro por una cuestión legal. Y después con esa cuestión no se puede facturar a nombre de la coope si está a nombre mío… Por qué no hicieron todo cooperativa, incluyendo a la casona también? A ver, algo que no te nombré y está bueno que se sepa… nosotros siempre tuvimos la casa muy barata. Si esta casa la hubiésemos alquilado al precio que la tenemos que alquilar, nunca hubiésemos podido hacer absolutamente nada. Desde el 2000 que pagamos el alquiler acordado que era muy bajo, en el 2001 dejamos de pagar, hasta el 2005 el dueño, que es un familiar mío, estaba muy orgulloso de lo que hacía y nos dejaba. En el 2005 nos estabilizamos un poco y podemos pagar algo… hoy llegamos a pagar un tercio de lo que correspondería. Entonces en primer medida, como puede subsistir un espacio así? En principio porque tenés un lugar que te lo permite, porque si no sería imposible. Entonces este familiar cuando nos pasa la historia dice, “yo te lo presto a vos, no quiero que cambie la gente… quiero tener una sola persona de referencia y esa persona sos vos, y quiero tener el cuidado de que si vos no estás en algún momento vas a seguir sosteniendo el proyecto estando fuera”. Entonces desde ese lugar se arma una asociación civil, y la explotación del bar es cooperativa. Así me quedo afuera de una cosa que yo había promovido… Ahora con las nuevas formas con que viene la AGC, viene y tenemos que replantear todo absolutamente. Hoy a la tarde estábamos en esa discusión, y tenemos reunión el lunes que viene con Abogados Culturales. Nos sacamos el sombrero con esos pibes… el problema es el “amarillo”… Pensaba qué relación tienen con La Tribu… Somos primo-hermanos. Yo estaba fundido en el bar hace 2 o 3 años, y chicos que estaban allá vieron que no era ninguna magia… Cuando inauguramos acá, yo a FM La Tribu la tenía como una de las radios como faro. Inauguramos con autos recorriendo la ciudad, y había que hacer varias prendas, una de ellas era a las 4 de la tarde prender FM La Tribu y ver que música había en ese momento. Era una de Fito Páez que habíamos acordado con el pibe que conducía… Este muchacho era un compañero de recreación, Edu Nachman, muy militante de DDHH.

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La segunda relación fue hace 7 años atrás nos encontramos con Diego Skliar, él fue alumno mío cuando el tenía 13 años y yo tenía unos cuantos menos que ahora… yo venía madurando la cosa de querer hablar de política… éramos 4 en la reunión, venían las 2 chicas de comunicación que querían trabajar conmigo, venia Diego y yo. Y con Diego que nos queremos mucho no tardamos 20 segundos que arreglamos todo lo que teníamos que hacer, sin sentarnos. Después vinieron las pibas y le dijimos “disculpen pero ya nos pusimos de acuerdo!”. Y así fue, empezaron a venir una vez por mes a trasmitir en la calle, con mitad de corte de calle... […] funcionó 2 años, hermosa la movida. Y de ahí quedo que chicos de la tribu trabajaron acá, y de acá fueron a la tribu. Y ahora parte de la militancia fue armar una red, que en principio fue armar el RIOBA (Red de Información Once Balvanera Abasto). Ahora estamos armando una red de cultura Almagro, está bien movido eso… Pensaba en el Archibrazo, en el IMPA también… tienen muchos espacios cooperativos, culturales, en el barrio Es muy céntrico. Yo pienso que si yo hubiese tirado la semilla Casona en Saavedra, o en Lugano, no crecía. La tirás en Almagro a una cuadra del subte, donde puede venir la mina de san isidro a 1 hora y el de Quilmes a 1 hora, y crece. La mayor cantidad de concentración de gente está acá. Parte de lo que escuchamos que dicen de Almagro es: el lugar de mayor movimiento cultural de Buenos Aires…

5.8.2. PROPUESTAS DE ACTIVIDADES -

Hasta Aca Llegamos: Lunes de trasnoche

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CUMBRE de JUEGOS CALLEJEROS: Horarios y días variables

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Llamada (Red de Psicodramatistas): 1er sábado de cada mes

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Por el ojo de la cerradura: Horarios y días variables

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RED de PSICODRAMATISTAS en ARGENTINA: 1er sábado de cada mes

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Cultura Almagro (El barrio en red): Sábados de 15 a 18hs

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Arte Crítico: Miércoles 14-Dic

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Feria Vegana: 1er domingo de cada mes

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Ciclo de Cine Casonero: Lunes a las 22hs

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Feria La Casonera: Segundos domingos del mes de 15 a 19 hs

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Música de Martes a la Gorra: Martes a las 21.30 hs

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Kororo – Corazón: Miércoles 9-Nov

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Franca Matina - Bar Cultural: Viernes y sábados de 9 a 15 hs

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