Análisis crítico del discurso de las políticas de educación dirigidas a hombres y mujeres en México y Quintana Roo

June 8, 2017 | Autor: L. Blanco Cebada | Categoría: Estudios de Género en la educación, Análisis Crítico Del Discurso
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Descripción

Un acercamiento al quehacer de la investigación en educación superior intercultural Manual de buenas prácticas en investigación y educación

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Coordinadoras: Juanita Jiménez Jiménez Sara Esperanza Sanz Reyes

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Un acercamiento al quehacer de la investigación en educación superior intercultural Manual de buenas prácticas en investigación y educación

Sara Esperanza Sanz Reyes Juanita Jiménez Jiménez Coordinadoras

Social media

Aldo Can Nájera José Balam Canché Diseño Editorial

Secretaría de Educación Pública Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo Cuerpo Académico de Políticas Públicas y Desarrollo Local

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Proyecto realizado con financiamiento de la Secretaría de Educación Pública-Subsecretaría de Educación Superior-Dirección General de Educación Superior Universitaria. Convenio 2014-23-007-038.

Directorio

Lic. José del Ángel Arjona Carrasco Rector M.C. Ildefonso Palemón Hernández Silva Director Académico Dra. Margarita de Abril Navarro Favela Jefa del Departamento de Desarrollo Sostenible M. C. Sara Esperanza Sanz Reyes Coordinadora de la Licenciatura en Gestión Municipal M. C. Juanita Jiménez Jiménez Líder del Cuerpo Académico de Políticas Públicas y Desarrollo Local 5

Índice

Presentación Ildefonso Palemón Hernández Silva

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Aspectos metodológicos para la investigación sobre seguridad y soberanía alimentaria. Estudio de caso en la Zona Maya de Quintana Roo. Santos Humberto Alvarado Dzul, Héctor Cálix de Dios.

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Análisis crítico del discurso de las políticas de educación dirigidas a hombres y mujeres en México y Quintana Roo Sara Esperanza Sanz Reyes, Luis Antonio Blanco Cebada.

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Cultura, comunicación y negociación: aspectos sobresalientes del proceso educativo en la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo Ildefonso Hernández Silva, Juana Jiménez Jiménez, Susanne Kissmann

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Determinantes de los precios del maíz en Quintana Roo, México, 1980-2010. Lorenzo Reyes Reyes, Oscar Iván Reyes Maya, Miguel Ángel Barrera Rojas.

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La participación de la mujer en cargos de elección popular en el estado de Quintana Roo, México Wendy Guadalupe Chan Caamal, María Cristina Osorio Vázquez.

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Presentación

Ildefonso Palemón Hernández Silva Director Académico

Docencia e investigación son dos funciones sustantivas de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo que llevan, por la concepción de nuestras universidades y el modelo educativo Sui géneris que desarrollamos, directa e irremediablemente a la vinculación con las comunidades del entorno. Y esta es nuestra tercera función sustantiva. Las tres, por esa razón, constituyen los procesos clave –llamados también macroprocesos- del Sistema Integral de Gestión de Calidad (SIGC) que se ha implementado para aglutinar los procedimientos institucionales que desarrolla a diario la comunidad universitaria. Docencia e investigación precisamente son las palabras clave de esta publicación que ofrecemos a la sociedad; por la misión y visión que nos guía mostramos enseguida los avances en el desarrollo y/o puesta en marcha de buenas prácticas en dichas funciones. La experiencia de ocho años desarrollando un proceso formativo con elementos innovadores nos ha permitido sistematizar al-gunas particularidades que deseamos compartir con miras a obtener una alimentación que contribuya a la mejora, como lo establece nuestro SIGC. Lo mismo ocurre en cuanto a los procesos de generación y aplicación innovadora del conocimiento. Cada grupo de autores que verá en las siguientes páginas comparte su experiencia colegiada con sus compañeros del Cuerpo Académico de Políticas Públicas y Desarrollo Local quien es el impulsor de esta publicación, de otros cuerpos y/o de colaboradores invitados de otras instituciones. Por lo ya expresado, podrán ver en sus reflexiones la vinculación universitaria a la que nos remite el quehacer en las dos primeras funciones sustantivas. Esa es la intensión también, mostrar el cum-plimiento de objetivos múltiples en el trabajo cotidiano de grupos de profesores-investigadores de una institución intercultural mexicana. Vale la pena adelantar que en el caso de la docencia al papel tradicional del profesor se han agregado otros actores como lo son estudiantes asistentes del profesor, cuya selección tiene un pro-cedimiento en el SIGC, y los sabios locales, aunque no en todos casos se aplica pues depende de los temas y de la disponibilidad de las personas invitadas. En la investigación por su parte se hace énfasis en aquella que permitan atender los problemas del desarrollo de la sociedad, es por ello sobre todo una investigación de aplicación inmediata, pertinente a las necesidades más sentidas de la comunidad. Lo anterior son algunos de los sellos del trabajo que enseguida se ofrecen al lector.

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Aspectos metodológicos para la investigación sobre seguridad y soberanía alimentaria. Estudio de caso en la Zona Maya de Quintana Roo Santos Humberto Alvarado Dzul / Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo Héctor Cálix de Dios / Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo

Resumen Se presenta un documento sobre los resultados parciales de un trabajo que se inició en 2011 (cuyos datos se siguen recabando a la fecha), sobre la metodología que se ha seguido para diagnosticar, investigar y trabajar sobre el tema de Seguridad Alimentaria en Quintana Roo. El documento incluye las experiencias de trabajo derivadas de una investigación sobre seguridad alimentaria (SA); aspectos de trabajo desde la logística, tecnologías, acuerdos, trabajo de campo, retos organizativos; y un análisis sobre la metodología que se siguió (Investigación Acción Participativa) en el trabajo que se ha estado realizando sobre la SA en la parte centro-occidente del estado de Quintana Roo; contemplando tres zonas de agricultura, de acuerdo a su conservación: zona tradicional, zona intermedia y zona mecanizada. Con base en los resultados obtenidos a partir de recorridos de campo preliminares, encuestas, y talleres de investigación-acción-participativa, se encontró que las comunidades tienen potencial de producción y diversidad agrícola, pero faltan elementos importantes que les ayuden a posicionar sus productos en los mercados comunitarios, y precios justos. Palabras clave: Seguridad alimentaria, vinculación comunitaria, investigación acción participativa.

Introducción

El documento se compone de dos partes; en la primera se exponen las experiencias de trabajo derivadas de una investigación acción participativa (IAP) sobre seguridad alimentaria (SA), alimentado con base en el modelo educativo de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (UIMQRoo) que trata de realizar algún tipo de investigación en determinadas comunidades para hacer posible la implementación de un proyecto y que los habitantes de dicha comunidad salgan beneficiados; se da a conocer la forma en la que se ha venido trabajando, es decir, el inicio del proyecto, y lo que se ha hecho en la región, en distintos aspectos de trabajo desde la logística, la organización los acuerdos y el trabajo de campo. En la segunda parte, se mencionan algunos hallazgos sobre el potencial que tienen las comunidades para lograr la Seguridad Alimentaria, pero también se exponen los retos que representan para las mujeres y hombres -con quienes colaboramos- de ahí radica la importancia de no des-viarnos del camino trazado en el Modelo Educativo de la Universidad, especialmente del com-ponente de la Vinculación comunitaria bajo el enfoque de la Investigación Acción Participativa. La fuerza de la inercia de hacer el esfuerzo mínimo, las malas prácticas que han vivido de procesos de organización en el pasado y la falta de motivación en el grupo han sido los principales desafíos con los que se ha tenido que lidiar para iniciar una nueva etapa de trabajo de equipo y corresponsabilidad con todos los actores que participamos en este proyecto. Éste trabajo, nace de un proyecto sobre seguridad y soberanía alimentaria (SSA) que se inició en 2010 en Yucatán, y que se continuó a partir de 2011 en Quintana Roo. Es un proyecto que se está llevando a cabo en asociación entre investigadores de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (UIMQROO) y de Community Agroecology Network (CAN) de la Universidad de California; y con el financiamiento de la Fundación Kellogg. En el proyecto, se tienen como componentes: a) el conocimiento y rescate de buenas prácticas agroecológicas; b) el impulso de líderes jóvenes tratando de evitar la emigración hacia los polos turísticos del estado; y c) la búsqueda de mercados alternativos, para la venta de los productos y subproductos de las áreas agrícolas y las zonas naturales. 8

Objetivo El estudio tiene como objetivo identificar la situación de la seguridad y soberanía alimentaria en nueve comunidades en tres zonas del estado de Quintana Roo. Así mismo se pretende identificar las mejores prácticas de producción, consumo, uso y exponer los rasgos principales de la economía familiar de los campesinos en cada zona. Recuperar, promover y difundir las prácticas agroecológicas locales que promuevan la agrobiodiversidad y la seguridad alimentaria.

Métodos y técnicas Inicialmente se llevaron a cabo encuestas preliminares en 2011 (específicamente en las comunidades de Adolfo López Mateos, y Tabasco); posteriormente se tomaron como referencia parámetros de clasificación de áreas productoras (Sánchez, 2011), para regionalizar y clasificar el sitio, y con base en la hipótesis de que esa parte centro-occidental del estado podía subdividirse (de acuerdo al grado de conservación de sus prácticas agrícolas) en: Zona tradicional (ZT); Zona intermedia (ZI), y Zona mecanizada (ZM), se crearon instrumentos metodológicos que nos permitirían corroborar la hipótesis y depurar el universo de comunidades donde se podía llevar a cabo el proyecto. Dentro de éstos instrumentos metodológicos, se encuentran también las encuestas estructuradas que se aplicaron en la primera mitad del 2012; y los talleres de investigación acción participativa (IAP) que con base en los resultados de las encuestas, se llevaron a cabo en el área de estudios. Las encuestas estructuradas constan de 68 reactivos, y se aplicó aproximadamente al 5% del total de las familias de cada comunidad. Una vez que se analizó el resultado de las encuestas, que básicamente señala que existe mayor diversidad agrícola en la ZT, menor en la ZI, y mucho menor en la ZM; que hay un índice proporcionalmente mayor de alimentos de origen industrial en la ZM, menor en la ZI, y mucho menor en la ZT; y que la cantidad de insumos externos que se aplican a los cultivos y la influencia de apoyo y asistencia gubernamental es mayor en la ZM, menor en la ZI, y mucho menor en la ZT; se procedió a llevar a cabo una serie de talleres de IAP, donde se trataron de obtener y corroborar los parámetros que nos permitirían establecer el plan secuencial de aplicación del proyecto de Seguridad y Soberanía Alimentaria (SSA). En los talleres se utilizaron las preguntas generdoras para propiciar la discusión, se preguntó acerca de las expectativas, acerca del conocimiento de la agricultura, se indagó sobre las especies cultivadas y sobre las especies potenciales, sobre la organización social, y sobre la forma en la que se veía a un futuro inmediato, medio y lejano, la búsqueda de alternativas de mercado comunitario para los productos de las comunidades. Estas dinámicas se tuvieron con los participantes jóvenes hombres y mujeres menores de treinta años y adultos hombres y mujeres mayores de treinta años, para distinguir las disferencias de cada grupo de personas. Los resultados de las encuestas y los talleres de IAP, nos dieron las pautas para iniciar el proyecto en la Zona tradicional; y el hecho de que, precisamente en una de las comunidades de la Zona tradicional (Tabasco), forma parte de la Microrregión de Sabán en la Estrategia de Planeación y Gestión del Territorio para el Desarrollo con Identidad (EPyGTDI) de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), decidimos iniciar el proyecto en Tabasco, con la idea de que a mediano plazo, pudiéramos extender el trabajo hacia la Zona intermedia, y probablemente, después de considerar algunas perspectivas, tal vez continuar ampliándolo hasta la Zona mecanizada; y son los resultados parciales de éste proyecto, los que se consignan en éste documento; con un análisis sobre la logística, las áreas de oportunidad y los alcances que se han ido logrando a lo largo de éste trabajo. La crisis agrícola y la lucha por la seguridad alimentaria en la zona maya de Quintana Roo. La agricultura tradicional, el aprovechamiento de los recursos naturales, la organización social, la lengua, la etnobiología, y la cultura en general de las comunidades rurales, en general, y de los 9

pueblos indígenas en particular, se traduce en la forma en la que la personas se alimentan; y ésta forma de alimentación, durante los últimos años, ha llevado a definir y a discutir el concepto de “Seguridad alimentaria” (SA), que ha tomado mayor importancia, a la luz de la escasez de alimentos, la forma de producción y la sobrepoblación que existe actualmente en las zonas campesinas. Estos factores han sido analizados en varios estudios sobre la seguridad alimentaria; enfocándose principalmente a la búsqueda de alternativas para solucionar esta problemática; sin embargo, antes de saber cómo solucionar esa problemática, tenemos que saber cómo entenderla, cómo definirla, y cómo acordar estrategias de solución que emerjan desde el corazón mismo de las personas de la comunidad, desde su sentir profundo, desde su cosmovisión integral y sobre todo, desde sus saberes tradicionales. Por lo tanto, la metodología de trabajo es sumamente importante, la forma en la que se aborde desde el diagnóstico general hasta la propuesta integral, al alimón con la comunidad, para que se garantice su resiliencia y su detonancia. La crisis de los precios de los alimentos que se empezó a manifestar a finales de 2007, situó el tema de la seguridad alimentaria en la agenda política internacional y nacional, rebasando las fronteras de los organismos y foros especializados. A su vez, la crisis económica y financiera de 2009 profundizó los impactos negativos de los precios en los consumidores de bajos ingresos y en las economías deficitarias en alimentos. El tema de los precios puso de relieve una serie de cambios de largo alcance que se han venido produciendo en los sistemas alimentarios y que, al combinarse, limitaron en un momento dado la capacidad de respuesta de la oferta a la demanda de alimentos. La persistencia del alza, con precios estimados para la próxima década de entre 10% y 30% por arriba de los de la década anterior, apunta a un giro en la situación alimentaria mundial (Anónimo, 2012). La seguridad alimentaria, se define como la circunstancia en que todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a alimentos a fin de llevar una vida activa y sana (FAO, 2011; Cáceres, 2010); y el derecho social a la alimentación, entendido como el derecho de todos los individuos a disfrutar del acceso físico y económico a una alimentación adecuada y los medios para obtenerla (OACDH, 2004), está reconocido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la Ley General de Desarrollo Social y en la Ley General de Salud. Además, México, como estado integrante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), está obligado a cumplir con lo establecido en el artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales. En el caso de México, se han notado algunos avances, donde se han alcanzado metas comprometidas respecto a la reducción del porcentaje de personas con ingresos per cápita inferiores a un dólar diario (de 10.8% en 1989 pasó a 3.5% en 2005) y a la prevalencia debajo peso en menores de cinco años (que pasó de 14.2% en 1988 a 5% en 2006). El marco conceptual de seguridad alimentaria, parte de la tesis de que existe un vínculo multifactorial entre la disponibilidad, acceso, consumo y aprovechamiento de los alimentos en ambientes sanos (CONEVAL, 2010). De tal manera que podemos hablar de seguridad alimentaria tomando en cuenta sus “cuatro pilares” la disponibilidad, el acceso, la utilidad y la estabilidad. Para saber si las personas cuentan con la seguridad alimentaria adecuada, y si tienen una buena alimentación, lo cual depende de la biodiversidad agrícola, la organización comunitaria y los sistemas de producción. Sin embargo, hay regiones con alta biodiversidad de cultivos, con cultura ancestral de producción y con grupos étnicos con buena organización social, donde se presupone que pobres niveles de alimentación y nutrición, y se consideran como zonas, sin seguridad alimentaria pero sin estudios que respalden esta visión, como es el caso de la zona maya. Es por ello que se planteó esta investigación sobre la SA en la zona Maya de Quintana Roo, con el objetivo de identificar el grado de seguridad alimentaria en el que se encuentra esta región de acuerdo a determinados indicadores; trabajando bajo la hipótesis de que existe aquí un índice de seguridad alimentaria presumiblemente bajo debido al rendimiento de los cultivos, la calidad del suelo, el tipo de agricultura, el cambio climático y el interés de las personas por producir sus propios alimentos. Dado que este es el primer estudio que se realiza sobre la SA en la zona Maya, nos enfrentamos con varias dificultades logísticas y metodológicas por lo que además de los resultados del estudio se analizan los pasos que se siguieron para la implementación del proyecto, con el fin de proponer una forma de trabajo con investigación y acción participativa, con el fin de conocer el estado que guardan las comunidades en cuanto a su SA. 10

El enfoque de investigación bajo la IAP y la vinculación comunitaria. El enfoque de la IAP, para algunos investigadores, forma parte del Modelo Sociocrítico, de racionalidad emancipadora, ciencia crítica de la educación como alternativa a los paradigmas tradicionales. Desde esta perspectiva, la investigación crítica asume una visión democrática del conocimiento, así como de los procesos implicados en su elaboración. Postula que la investigación es una empresa participativa en la que el investigador y los sujetos investigados comparten responsabilidades; se articula, genera y organiza en la práctica y desde la práctica; se construye desde la realidad si-tuacional de los sujetos implicados, de sus luchas, intereses, preocupaciones y problemas; está decididamente comprometida con la transformación de esa realidad desde una dinámica liberadora y emancipadora de los individuos implicados en ella; se trata de una investigación orientada a la acción, a la resolución crítica de problemas, a la capacitación de los sujetos para su propia emancipación (Pérez Serrano, G. 1998). Para los académicos del siglo XXI ésta manera de hacer investigación implica trascender las formas tradicionales de aproximarse a la realidad, implica asumir un papel más crítico, encaminado a elaborar conocimientos con una finalidad emancipadora y liberadora. Las Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo impulsa este modelo y asume la responsabilidad de transformar su entorno, más aún cuando se encuentra en uno de los municipios con el índice de marginalidad más bajo en la entidad. En este sentido los Cuerpos Académicos lo conforman investigadores y estudiantes que provilegian el diálogo de saberes, conscientes de que los sujetos de investigación son individuos que también tienen sueños, anhelos y conocimientos muy valiosos sobre su entorno y la cultura en general, las cuales son la base para la producción de alimentos y resultado de la transmisión de saberes de generación en generación, pero que con la conjunción de saberes de otras tradiciones como aquellas que se cultivan en las universidades, se puede llegar más fácilmente a la solución de los múltiples problemas asociados a la Seguridad y Soberanía Alimentaria. La apuesta de la universidad en este contexto es que bajo el proceso del diálogo de saberes, los estudiantes –con el acompañamiento de sus asesores- puedan retornar a sus comunidades de origen durante los cuatro años que dura su proceso formativo y aborden algunas problemáticas con la activa participación de la comunidad, que faciliten los procesos para la toma de decisiones para aprovechar las potencialidades –naturales y culturales- que poseen, pero también para enfrentar los problemas que provocan situaciones de inequidad, injusticia y que perpetúan las condiciones de pobreza y exclusión.

Resultados Esta investigación se llevó a cabo a finales del 2012 y principios del 2013, en el municipio de José María Morelos en las comunidades de Tabasco, Huaymax, Bulukax, Adolfo López Mateos, Dos Aguadas, Lázaro Cárdenas y en el municipio de Felipe Carrillo Puerto con las comunidades de Graciano Sánchez “La Pantera”, Vallehermoso e Ignacio Manuel Altamirano (Figura 1); del estado de Quintana Roo, México. En el sitio de estudio se detectaron tres tipos de agricultura, que se denominan como “tradicional”, “intermedia” y “mecanizada”; esta denominacion y tipificación fue obtenida con base en un estudio llevado a cabo por Sánchez (2011); Y de acuerdo a esas de-finiciones se seleccionaron para la implementación del proyecto de SA, se realizaron recorridos de campo preliminares para: ubicar las comunidades, recopilar la información base (número de habitantes, personas clave, infraestructura, tipo de organización social tipos de agricultura y métodos de producción), las personas clave facilitarían y tendrían conocimiento acerca de las actividades a realizar y el acceso en las diferentes comunidades. Se implementaron entrevistas semiestructuradas donde las variables fueron el trabajo de la milpa tradicional, el uso de agroquímicos y de productos orgánicos, el sistema de riego y las prácticas locales agroecológicas llevadas a cabo en dichas actividades; una de las variables más importantes fue el acceso a alimentos, la fuente de los alimentos que consumen, origen de su ingreso y forma de egresos; utilización y aprovechamiento biológico (potencial de productos para el mercado). 11

Otras variables fueron el consumo y venta de alimentos. Las entrevistas se realizaron al azar en las nueve comunidades; dependiendo del número de habitantes fue el número de entrevistas aplicadas donde las comunidades con menor número de habitantes (como es el caso de Lazaro Cárdenas, con 125 habitantes) se aplicaron ocho encuestas y en la de mayor número de familias (como es el caso de Huaymax, con 1133), se aplicaron 13 encuestas. Por otro lado, se realizaron talleres participativos con la finalidad de validar los resultados de las encuestas, y así tener más claro lo que la gente había respondido en cada una de las preguntas. De igual modo ayudó para observar la participación de las personas de cada una de las comunidades. En la implementación de las actividades en campo, influyó mucho la actitud, el compromiso y la entrega que toma cada miembro del proyecto. Se realizaron reuniones semanales para seguir el trabajo en las comunidades; se dividieron en tres equipos de trabajo, la primera de producción y alimentación, le segunda de mercados y la tercera de organización; se realizó la minuta del día; se capturaron los datos en los talleres y se hizo el registro fotográfico del evento. Para la implemen-tación de las prácticas agroecológicas se llevaron a cabo capacitaciones, para que la gente pudiera conocer a profundidad el conocimiento vertido en los talleres y así llevar a cabo y difundir esas actividades en su vida cotidiana. Las capacitaciones se dividieron en dos partes una teórica donde la gente que sabía leer y escribir podía tomar notas de lo que se discutía, la segunda parte fue práctica permitiendo la participación de las personas que asistían a esta actividad, y con ello la gente memorizaba y reflexionaba cada uno de los datos que se comentaba. • Los integrantes del proyecto eran los encargados de adquirir los materiales a utilizar en los talleres y en el momento de estar aplicando encuestas y trabajando en campo. • En el momento de las capacitaciones las personas de la comunidad facilitaban algunos materiales para realizar dicho trabajo. La regionalización del área de trabajo Ahora bien, veamos como está conformada el área de trabajo donde se realizó la investigación, la zona tradicional (ZT) comprende las comunidades de Huay Max, Tabasco y Bulukax; la zona intermedia (ZI) Dos Aguadas, Adolfo López Mateos y Lázaro Cárdenas, finalmente la zona mecanizada (ZM) lo conforma: Graciano Sánchez La Pantera, Ignacio Manuel Altamirano y Vallehermoso. Se aplicaron 89 encuestas con un total de 68 preguntas en las nueve comunidades (Figura 1).

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Las poblaciones donde se realizó el trabajo son en su mayoría bilingües (Maya y español) y varios de los integrantes del equipo, son personas bilingües, lo cual debe ser muy importante a la hora de trabajar en cualquier comunidad, porque facilita la comunicación con los habitantes y los entrevistados sienten más confianza cuando alguien habla su mismo idioma, en el equipo del proyecto habían docentes con experiencia en el campo, y estudiantes de distintos grados de nivel superior. Figura 1. Ubicación de las comunidades de acuerdo a las regiones de conservación de agricultura. Como resultado de las encuestas aplicadas se encontró que las tres zonas tienen una producción insuficiente de alimentos para atender sus necesidades alimentarias y autoabastecerse. En las tres regiones de estudio se aprecia una gran diversidad de cultivos; en las milpas y en los huertos familiares se cultivan en mayor cantidad el maíz blanco, (Zea mays L.) morado y amarillo, frijol (Phaseolus vulgaris L.), calabaza (Cucurbita pepo L.), chile (Capsicum sp), camote (lpomoea batatas L.), ibes (Phaseolus lunatus L.), plátano (Musa spp), y en menor cantidad la yuca (Manihot esculenta Crantz), papaya (Carica papaya L.), malanga (Xanthosoma sp), tomate (Solanum lycopersicum L.), guano (Sabal mexicana Martius.) y otros cultivos. La gran variedad de cultivos comestibles se usan en la alimentación de las familias. Salvo en la ZM en donde buena parte del maíz producido y el sorgo se destina a la venta y para el ganado. El uso de abonos orgánicos, es muy limitado en las tres regiones. Se observa que algunos productores de la ZT recurren al uso de estiércol, gallinaza e incorporan de hojas y rastrojos en el suelo, ya sea antes de la siembra o durante el ciclo de vida del cultivo (en el cultivo de plátano, por ejemplo). El uso de agroquímicos es muy elevado en la ZM y también se usa en menor cantidad en la ZI. La mayoría de los encuestados en ambas regiones opinan que los productores recurren al uso de los agroquímicos para el control de malezas, fertilización de los cultivos y la desparasitación del ganado; además de que existe un fuerte problema de falta de riego en las tres regiones. Tanto en la ZT como en la ZI se carece de riego tecnificado. En la ZM hay un bajo porcentaje de campesinos con sistema de riego. Ante esta problemática, los productores de las tres regiones optan mayormente por realizar la siembra de los cultivo en temporada de lluvia. Una de las prácticas que se lleva a cabo en la ZT es la de roza-tumba y quema, mientras que la ZI tiene un nivel medio en el uso de esta práctica. Sin embargo en la ZM esta práctica ya no es implementada en las actividades agrícolas. Por otro lado la ZT es la que realiza con mayor frecuencia los rituales agrícolas por la lluvia y la cosecha que tienen en la temporada adecuada; de igual modo la observación de las fases lunares, intervienen al momento de realizar sus labores agrícolas. En la ZI son pocas las personas que aun practican estas actividades, mientras que en la ZM no se realiza esta práctica, debido presumiblemente a que esta región está formada por familias provenientes de otros estados del país. En las tres zonas la principal fuente de ingresos es la agricultura; todas las zonas reportan que en alguna temporada del año no han podido cubrir sus necesidades básicas alimenticias, siendo la ZT la más relevante. Una enorme diversidad de productos viene del sistema agrícola de las familias (milpa, huerto familiar, zona de hortalizas) y en las áreas de ZI y ZM también viene de áreas me-canizados). En las áreas donde practican el cultivo mecanizado, ninguno de estos cultivos son para el consumo: ZI (Maíz Blanco, Calabaza), ZM (Maíz Blanco, Frijol, Sorgo). En las tres zonas hay actividad pecuaria siendo esta la que da un ingreso mayor porque los productos son llevados al mercado. En las tres zonas se reporta actividad pecuaria de bovinos (vacas), ovinos (borregos), porcino (puercos) y aves (pollos-pavos) para auto consumo y para vender, pero en niveles bajos. La ZT es la única que no reporta actividad en bovinos, y la única zona que no tiene el uso de estos animales. En el caso de los ovinos y caprinos son utilizados en cría carne y leche; los porcinos solamente se emplean para la cría, consumo y venta de la carne. Otra actividad importante es la apicultura en la zona tradicional e intermedia y en la zona mecanizada esta actividad no se lleva a cabo. Los principales productos de esta actividad son la miel y cera.

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Una vez concluido el diagnóstico en las comunidades, cada uno de los integrantes del equipo se avocó a una línea de trabajo (“alternativas de trabajo, “producción” y “buenas prácticas). No obstante, cada equipo de trabajo tenía una labor muy importante en el área de producción sobre todo para verificar el trabajo de campo se estaba llevando a cabo por ejemplo, las formas y tiempo de siembra, problemas fitosanitarios y concientización de los campesinos sobre los productos como fuente de alimentación. Analizando las cuatro dimensiones/pilares de la seguridad alimentaria de acuerdo al estudio realizado en esta zona encontramos que: En lo que se refiere al primer pilar (disponibilidad de los alimentos), existe un nivel bajo en cuanto a la disponibilidad de alimentos, porque este solamente cubre las necesidades familiares dejando a un lado las necesidades del entorno. El segundo pilar (el acceso), juega un papel muy importante en la vida cotidiana de las personas, de tal modo en las comunidades donde fue realizada la investigación el grado de acceso es medio porque gran parte de lo que producen no les alcanza para su subsistencia, esto significa que tienen que buscar la manera de satisfacer sus necesidades alimentarias, sin embargo la principal causa de la obtención de alimentos son los problemas económicos. Esto se debe a que la agricultura es la principal fuente de ingresos de las familias; y esto coincide con lo mencionado por Torres (2002), que comenta que la producción de alimentos es una primera condición para definir un mapa de seguridad alimentaria en función del volumen producido y de la capacidad de abasto de cada región. Mayor vocación productiva, estabilidad de la producción, diversificación y canales adecuados de abastecimiento pueden favorecer el acceso hacia los alimentos generados en la propia región y, por tanto, mejorar las condiciones de seguridad alimentaria, pero los niveles reales de seguridad de las familias dependen de su ingreso. El tercer pilar (consumo) tampoco se cumple adecuadamente, porque las personas pueden tener una alimentación adecuada o que les permita sobrevivir, sin embargo ese problema empieza desde la producción debido a que lo que se consume actualmente en su mayoría se produce transgénicamente, y esto impide que los productos cumplan con los nutrientes adecuados que el cuerpo necesita. Esto lleva a creer que las enfermedades en la actualidad derivan del uso incorrecto de alimentos; lo cual se fundamenta por lo que mencionan Ospina (2010), y Pensado (2011), que aseveran que en el mundo, y específicamente en América Latina, existen situaciones críticas que requieren especial atención, como es el caso de la Seguridad Alimentaria y Nutricional, pero la multicausalidad de su origen hace que sea difícil de abordar; y que en el caso del promedio de la región latinoamericana en consumo de nutrientes per cápita, es claro que se acerca más al comportamiento inestable y de fallas o ausencia de seguridad alimentaria, lo cual tiende a constituirse en un gran obstáculo para mejorar la salud y las condiciones de vida de la gente y hacer viable el desarrollo sostenible para la región. Finalmente el cuarto pilar (la utilización de los alimentos), con los problemas sociales, económicos y ambientales, no se cumple adecuadamente los criterios que estos consideran necesarios para alcanzar una seguridad alimentaria en diferentes regiones. Y para tener estabilidad, es necesario contar con cierta biodiversidad agrícola; biodiversidad con la que efectivamente se cuenta en las comunidades mayas, donde hay más de 50 especies cultivadas en las milpas y en los solares, resultando en tecnologías propicias, tal y como lo mencionan Braun, Swaminathan y Rosegrant (s/f), al decir que éstas tecnologías propicias para el medio ambiente surgirán tanto de enfoques científicos convencionales como de nuevos enfoques, los que incluyen modificaciones genéticas científicamente sólidas y seguras para el medio ambiente. En este sentido, la innovación agrícola debe aumentar la producción, reducir los costos ambientales y ser de precio asequible para los pequeños agricultores. Una vez analizados los cuatro pilares de la seguridad alimentaria, en la región donde se hizo la investigación es evidente que hay suficiente espacio para realizar las actividades productivas, sin embargo las personas de la zona Maya, no están utilizando adecuadamente los espacios para la siembra de diferentes cultivos, y la clave para la sostenibilidad es encontrar una solución de com14

promiso entre los dos —un sistema que modele la estructura y función de los ecosistemas naturales — pero que rinda un producto para el uso humano. Tal sistema es manipulado en un alto grado por humanos, para fines humanos y por lo tanto, no es autosostenible, sino que se apoya en procesos naturales para el mantenimiento de su productividad (Gliessman, 2002). Por otra parte, bien vale la pena esbozar el perfil de los beneficiarios directos y principales protagonistas de este proyecto, me refiero a este grupo de mujeres, jóvenes y algunos hombres que han entrado en un proceso de sensibilización o concienciación, a decir de Pérez Serrano la comunidad está compuesta por sujetos conscientes y que “a través del proceso de concienciación buscan un comprensión más profunda tanto de la realidad sociohistórica que configura sus vidas como de su capacidad para transformar esa realidad” (1998, Pág. 19). Este proceso es fundamental para poder iniciar un plan de futuro que les permita transitar de ser una comunidad pasiva y dependiente de programas, proyectos o subsidios que puedan venir del exterior a ser una comunidad cuya característica sea la participación activa de sus integrantes en la toma de decisiones sobre sus genuinas necesidades. Para incidir en este proceso, se han facilitado talleres orientados a fortalecer su liderazgo, el trabajo en equipo y a estimular su capacidad de emprendimiento. La motivación del grupo es fundamental en estas actividades, ya que en el pasado afirmaron haber recibido cursos y talleres, pero que los esfuerzos se fueron diluyendo sin lograr sus objetivos. Mantenerse como grupo de trabajo es un reto cuando se lucha con la responsabilidad, la pun-tualidad y la equidad en el reparto de las actividades y los ingresos que eventualmente se obtienen al participar en el tianguis agroecológico y cultural que organiza mensualmente la universidad o al vender de manera directa los productos que se obtienen en la parcela comunitaria. Han sido muchos los logros en estas comunidades, cada paso hacia delante se disfruta, pero detrás hay una serie de actividades que ayudan a dar esos pasos, se cuenta con el apoyo del grupo de profesores investigadores, estudiantes, jóvenes recién graduados y Organizaciones de Sociedad Civil, redes académicas y fundaciones que dan su mejor esfuerzo para apoyar el proceso. Los retos, no son solamente técnicos para la producción de más y mejor calidad de alimentos hortícolas, sino también se deben superar los conflictos que eventualmente desmotivan a los beneficiarios directos. El peso de la frustración de sus esfuerzos en el pasado, la baja autoestima y la etiqueta social, son algunos de los temas que se deben reflexionar y de los retos a superar para innovar en la producción de alimentos que los lleve a una verdadera Seguridad y Soberanía Alimentaria.

Discusión Tanto en el África Subsahariana, como en las zonas rurales pobres de Europa, y por supuesto en las áreas depauperadas de América Latina, la agricultura campesina es sumamente importante, no solamente para los campesinos en sí, sino además para la gente urbana que consume sus alimentos (Van der Ploeg, 2013); y ésta agricultura campesina, de base agroecológica es diversificada, re-siliente al cambio climático, eficiente energéticamente y compone una base fundamental de toda estrategia de soberanía alimentaria, energética y tecnológica. Una de las fuentes importantes de conocimiento de la cual se nutre la agroecología es la agricultura campesina-indígena prevalente en el Tercer Mundo donde miles de agricultores aún cultivan millones de hectáreas agrícolas con variedades nativas y tecnología ancestral, que muestra la existencia de una estrategia agrícola indígena exitosa (Altieri y Nicholls, 2010). Con base en la información obtenida, hemos encontrado que los componentes del concepto de agricultura familiar campesina, tiene muchas aristas, no solamente es la cuestión productiva o alimenticia. En la zona Maya, se conserva la agricultura tra-dicional, se practica la roza-tumba-quema (R-T-Q), se observan y se utiliza el conocimiento sobre los ciclos de lluvia (para la “agricultura de temporal”), se conservan las ceremonias agrícolas, se registran bajos o nulos insumos externos, integrando cultivos, apicultura, ganadería incipiente y de bajo impacto, y la utilización holística del huerto familiar. Eso le da un especial, de tal manera que la agricultura familiar campesina se alimenta y a la vez nutre a la organización social, la cultura, el lenguaje, la etnobiología, la ecología, la economía, la seguridad alimentaria, la educación, la 15

migración, la relación estado: grupos de producción, el proceso de aprendizaje en las zonas cam-pesinas, etc. El 64% de la gente tiene una dieta balanceada, pero a 34% les falta frutas y verdura y 2% carecen de cereales en su promedio de régimen nutricional. Los datos de este estudio reflejan que efectivamente existe una gran diversidad de productos y alimentos disponibles para su consumo. En el caso de los productos del campo y los animales de traspatio la gente los utiliza como auto consumo. El producto más utilizado y más común en las comunidades es el maíz; la gente lo utiliza para realizar tortillas hechas a mano, como también para realizar tamales, panuchos, etc.; así como los productos altamente nutritivos, como la pepita, o el maíz y frijol que, cuando combinados, presenten un índice proteínico alto. Adicionalmente, la manera en que las personas de estas comunidades preparan la comida maximiza su valor nutritivo. Un ejemplo es el proceso conocido como Nixtamal, en donde se cuece el maíz en agua con cal y se deja reposar una noche antes de molerlo. Este proceso ayuda el cuerpo humano a tener mayor facilidad en la absorción de minerales y le aumenta la disponibilidad de aminoácidos esenciales, fósforo y calcio; además de que impide enfermedades serios como la pelagra; y todo descansa sobre el modelo ecológico de la agricultura campesina; Altieri y Koohafkan (2008), comentan que la agricultura campesina en su forma más pura ofrece un modelo ecológico prometedor ya que promueve la biodiversidad, se desarrolla sin agroquímicos, con poca energía fósil y sostiene producciones todo el año. Los nuevos modelos de una agricultura ecológica, biodiversa, resiliente, sostenible y socialmente justa que la humanidad necesitará en el futuro cercano, deberán estar necesariamente arraigados en la racionalidad ecológica de la agricultura tradicional campesina, que representa ejemplos duraderos de formas acertadas de agricultura local. Y nosotros pensamos que hay una gran área de oportunidad para revertir la tendencia regional de la falta de una dieta balanceada es la de fomentar una revaluación a la comida tradicional y su manera en prepararla, no solo en las comunidades sino también en los centros urbanos quienes representan las posibles futuros clientes de este tipo de comida. La zona Maya de Quintana Roo, puede tener una seguridad alimentaria porque cuenta con los recursos naturales adecuados y los conocimientos tradicionales sin embargo es la zona tradicional que ha manejado adecuadamente esos recursos y cumplen con las cuatro dimensiones de la se-guridad alimentaria. Como resultado se han realizado tianguis agroecológico entre 2013 y 2014, en la cabecera municipal de José María Morelos, Quintana Roo (Figuras 2 y 3); donde las personas de esa zona fueron las más importantes en dicha actividad porque llevaron a la venta productos que se encontraban en sus huertos y parcelas. Sin embargo antes de llevar a la venta esos productos, ellos tenían que satisfacer sus necesidades alimenticias y nutricionales de la mejor manera, ya que es lo primordial antes de la venta.

Figura 2. Bebidas naturales en el tianguis agroecológico

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Figura 3. Frutas y verduras en el tianguis agroecológico.

A pesar de que este trabajo es el resultado de un proyecto de investigación y acción participativa sobre la seguridad alimentaria, cabe preguntarse, ¿cuáles son los escenarios en donde los indígenas han abordado esta cuestión amplia y comprensiva, por boca de sus líderes, representantes e intelectuales, de sus organizaciones políticas, productivas, culturales y de derechos humanos, de sus movimientos y de la acción de grupos organizados para buscar soluciones a los problemas de desarrollo, salud y medicina, educación, tierras y territorios, conocimientos tradicionales, conservación y uso de las lenguas, migración, empleo e ingreso, pobreza y marginación, acceso a los medios de comunicación, representación política, medio ambiente y manejo de ecosistemas?. La internacionalización de la presencia indígena y el eco mundial de sus demandas, si bien constituye una de las novedades más significativas, identificable durante las tres últimas décadas del siglo XX, tiene en las realidades nacionales –en los marcos de los Estados/Nación, en sus políticas, programas y proyectos- los escenarios de negociación, conflictos, reformas legales y, más frecuentemente, de necesidades insatisfechas y de exclusión de la población indígenas en los sistemas de información que dan sustento a los indicadores convencionales usados por Estados y por diversos organismos internacionales. Analizada con cierto detalle y en asociación con las tendencias visibles en los movimientos etnopolíticos de las tres últimas décadas, la demanda indígena que aparece en las reuniones sobre indicadores y en los documentos vinculados a ellas (convocatorias, declaraciones, manifiestos o estudios indígenas) ofrece elementos contextuales que explican y enriquecen, pero también complican los trabajos teórico-metodológicos (Del Val, 2008). Esta situación explica la existencia de universidades interculturales y bilingües en las regiones indígenas del país para que sirvan de impulso y fortalezcan los procesos productivos que como bien se ha dicho constituyen los pilares de la Seguridad y Soberanía Alimentaria. El diálogo de saberes bajo un enfoque de investigación acción participativa resuelve la dualidad entre la teoría y la práctica, posiciona los saberes en el mismo nivel y devuelve a las comunidades el protagonismo, su capacidad de ser actores, de trazar sueños y de apropiarse de las estrategias tecnológicas y organizativas que le darán ventajas en su lucha por transformar su realidad.

Conclusiones La agricultura en la zona Maya de Quintana Roo, tiene una enorme diversidad; y es la principal fuente abastecedora de alimentos en los hogares, y aunque manifiestan que en los últimos años, ha habido inestabilidad de los períodos de lluvia que provoca baja en la producción de alimentos, la milpa sigue siendo la principal actividad económica y base para el sustento de las familias; y el maíz, el frijol y la calabaza son los productos principales de su dieta. Se practica la agricultura de subsistencia, usando el sistema de roza-tumba-quema para su sobrevivencia, y éste sistema de cultivo tiene sus raíces en la antigua cultura maya, y la vida diaria, social, y ritual en estas comunidades están estrechamente vinculadas a este sistema de cultivo. Por lo general, el jefe o la jefa del hogar estima en base a su experiencia, el producto de la milpa que sería necesario para abastecer de alimentos a la familia durante el año, y conforme a su estimación decide la superficie a trabajar durante la época lluviosa. Y la mayoría de las personas que llevan comida a la mesa de la familia, están entre los 30 y los 50 años; y la escasez de jóvenes en la milpa, se explica por la elevada emigración que hay hacia los polos turísticos (Cancún, Tulum, y Playa del Carmen) en las costas del estado de Quintana Roo. Para contar con alimentos y para tener semillas para la siguiente siembra, los productos cosechados de las parcelas o de la milpa son almacenados en bodegas o en otros recipientes adecuados para conservarlos por largo tiempo; pero al agotarse los alimentos, la gente recurre a varias alternativas: a veces, acude a pedir dinero prestado (44% - 58%) o comprar alimento a crédito (37 - 40 %), situación que les permite asegurar la alimentación de la familia, aunque esto implique endeudarse. El trueque o intercambio de alimento se practica muy poco (entre 6 y 16%). Y otro dato importante es que las personas venden muy poco de lo que producen, pero consumen más de lo que producen (Figura 3); y esto último se explica por la compra de galletas y pastas en las tiendas de abarrotes de la comunidad, sobre todo en las épocas de escasez. La insuficiencia de alimentos, obedece a varios factores entre los cuales cabe destacar los siguientes: a) las superficies destinadas a la producción de cultivos no llegan a producir la cantidad de alimentos necesarios para todos los miembros de la familia, debido a los bajos rendimientos de los suelos (agotados) y al uso indiscriminado y excesivo de agroquímicos en los sistemas de producción;

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y b) los productores, no cuentan con los recursos financieros para llevar a cabo las faenas requeridas debido al fenómeno migratorio mencionado anteriormente. Los productores que se dedican a la agricultura tradicional (roza-tumba y quema) dependen de las temporadas de lluvia, y solamente en este período pueden producir sus alimentos, que en muchas ocasiones no logran abastecerse para todo el año, sin embargo, estos productores cada vez son más vulnerables ante los cambios climáticos. Este estudio expone la manera en que la agricultura campesina en la zona Maya, está viviendo una situación de transformación acelerada en sus configuraciones económicas y culturales, producto de la interacción de diversos actores al interior y exterior de las comunidades. Las organizaciones gubernamentales y los agentes del mercado de insumos han estado impulsando la agricultura basada en el uso de agroquímicos para fertilizar las plantaciones, combatir plagas y controlar las arvenses; además, está la emigración laboral y temporal de los jóvenes a la Riviera Maya, dejando así vacíos en el tejido social de las unidades familiares que se ven obligadas a desarrollar estrategias para re-configurar el trabajo. Ésta región tienen una producción de alimentos insuficientes para atender sus necesidades de autoconsumo, en su mayoría el maíz les dura a proximadamente seis meses y el frijol cuatro meses. Los meses de Junio a septiembre son los meses de mayor escasez de alimentos, sin embargo obtienen alimentos y semillas de organizaciones gubernamentales; y en el ámbito do-méstico, las mujeres y los niños apoyan el gasto familiar a través del trabajo en los huertos de tras-patio. Sin embargo, creemos que el sistema de agricultura campesina es capaz de producir alimentos suficientes para nutrir bien a las familias de la zona Maya; y consideramos que es posible encontrar formas viables de producción de alimentos que conserven las prácticas tradicionales agrícolas, la cultura, y la organización social, y a la vez que sean redituables, y con un nivel de balance nutricional eficiente y armónico. También reconocemos que para alcanzar la Seguridad y Soberanía Alimentaria es importante la participación de una serie de actores sociales comprometidos con los mismos objetivos, en este caso la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo, Los Amigos de Sianka’an A.C., La Red de Agroecología Comunitaria A. C. y la Fundación Kellogg han iniciado un proceso de revaloración de los procesos productivos y organizacionales de manera conjunta con las comunidades, se tienen proyectadas nuevas acciones para el 2015 que apuntan al mismo rumbo de impulsar la producción de alimentos con alto valor nutricional, fortalecer la organización campesina y seguir abriendo mercados alternativos donde se puedan colocar mejor los excedentes de la producción.

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Análisis crítico del discurso de las políticas de educación dirigidas a hombres y mujeres en México y Quintana Roo Sara Esperanza Sanz Reyes / Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo Luis Antonio Blanco Cebada / Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo

Resumen En este trabajo se presentan los resultados del Análisis Crítico del Discurso evaluando instrumentos de política pública como son las leyes sobre educación, Plan Nacional de Desarrollo, Plan Sectorial de Educación y el Plan de Desarrollo del Estado de Quintana Roo. Se comparan los documentos federales y los estatales para reconocer semejanzas y diferencias en cuanto a políticas de género en la educación. Los resultados muestran que las leyes, planes y programas no se han modificado siguiendo las recomendaciones internacionales sobre género y el discurso sobre la diferencia entre hombres y mujeres continúa centrado en la diferencia sexual (biológica). Lo cual, repercute en las condiciones de acceso de mujeres y varones al sistema escolar estatal. Palabras clave: Políticas públicas, análisis crítico del discurso, educación, sexo y género.

Intruducción Las leyes, planes y programas de educación son los documentos que guían las políticas públicas; en ellos se encuentran los conceptos fundamentales que se verán reflejados en estrategias, gestión y asignación de presupuestos por parte del poder ejecutivo. En el caso de los planes de desarrollo y programas sectoriales es importante señalar que tienen una íntima relación con aquellos temas que los grupos de la sociedad civil o empresarios logran colocar en la agenda pública, así como con la jerarquía de prioridades que establece el grupo en el poder ejecutivo. Aunado a esto, tienen una condición de caducidad sexenal, lo que tarda el periodo de gobierno del presidente o gobernador. Estas cualidades hacen importante su pronta revisión. La herramienta que proponemos para ello es el Análisis Crítico del Discurso (ACD) pues permite reconocer las intenciones subyacentes en la redacción al visibilizar cómo se favorecen ciertos conceptos en lugar de otros. Al respecto, García Prince señala que en los instrumentos de política pública los conceptos deben ser suficientemente explícitos para quienes están encargados de ejecutarlos: (…) las políticas por ser orientaciones para la acción pública y los derechos y deberes ciudadanos, deben ser objeto de especial consideración, en relación con los términos que se emplean en su formulación, porque los vacíos de sentido y significado en la terminología que se emplea, muchas veces dejan los textos de las políticas y sus mandatos en “limbos” de incomprensión o lo que es peor, la ausencia de significados explicitados en la política, deja a la interpretación de quienes la ejecutan el sentido que habrá de darse a los mandatos (2008: 22). A la propuesta de utilizar el ACD, sumamos la perspectiva de género para conocer el interés por la igualdad entre hombres y mujeres desde la agenda pública. Para Gamba, esta mirada implica: a) Reconocer las relaciones de poder que se dan entre los géneros, en general favorables a los varones como grupo social y discriminatorias para las mujeres; b) que estas relaciones han sido constituidas social e históricamente y son constitutivas de las personas, y c) que atraviesan todo el entramado social y se articulan con otras relaciones sociales como las de clase, étnica, edad, preferencia sexual y religión (2009: 122). Así, este trabajo surge a partir de una doble curiosidad: describir la concepción del Estado sobre la educación de las mujeres, y reconocer el discurso en los instrumentos de las políticas de educación. Algunas de las preguntas sobre las que trabajamos son: 19

¿Qué modelos educativos se han pensado desde la visión de género y desde las distintas corrientes del feminismo para promover el acceso y permanencia de las mujeres en las escuelas?; ¿Cuál es el papel que asume el Estado mexicano respecto a la Educación de las mujeres?, y ¿Qué elementos del discurso pueden ayudarnos a comprender la desigualdad de género desde las políticas? La tesis es que el Estado mexicano todavía no reconoce a la desigualdad de género como una prioridad en el ámbito educativo. Los argumentos que la sostienen son los siguientes: 1.- Las leyes, planes y programas no se han modificado siguiendo las recomendaciones internacionales sobre género; 2.- El discurso sobre la diferencia entre hombres y mujeres continúa centrado en la diferencia sexual (biológica) y, 3.- La falta de introducción de la perspectiva de género en los instrumentos legales sobre educación repercute directamente en las condiciones de acceso desigual entre mujeres y varones al sistema escolar estatal. De ahí que esta investigación tiene como objetivo analizar críticamente el discurso de la legislación y los planes y programas del gobierno federal y del Estado de Quintana Roo, lugar donde somos docentes universitarios, para reconocer semejanzas y diferencias en cuanto a políticas de género en la educación. El trabajo está organizado en cuatro apartados. En el primero, se presenta una revisión breve sobre las principales corrientes feministas que se han ocupado de la educación; en el segundo, explicamos la propuesta de recorrido a través del ACD como una posición metodológica y política; en el tercero, presentamos datos estadísticos que esbozan el acceso de las mujeres a la educación en México y en el Estado de Quintana Roo, mismo que serán el marco referencial para el acercamiento discursivo; en cuarto lugar, mostramos los resultados del ACD aplicado a los do-cumentos. Por último, las consideraciones finales.

1. Las mujeres en la educación y la respuesta del feminismo. Muchos de los elementos que conserva la institución escolar en relación al tratamiento distinto que da a mujeres y varones se puede localizar en su historia y en sus orígenes. Creada para dar cabida a los hijos varones de los grandes propietarios y de altos profesionales (Feito, 2008 en García, Calvo y Susinos) de tez1 blanca, la escuela se erigió como el centro del saber y de la moral. Según Jesús Márquez (2009: 25) sus cimientos se encuentran relacionados con “la constitución progresiva de la infancia, el nacimiento de la pastoral cristiana del siglo XVI y el desarrollo del Estado absolutista”. Hacia el siglo XIX fue un espacio moderno donde el individuo tomó mayor importancia como el operador de la transformación de su realidad, procurando dejar de lado –al menos en lo formal- los aspectos metafísicos y comenzar a construir el sentido de la ciudadanía. A estos lugares se fueron incorporando poco a poco los diversos, las mujeres, los pobres o de la clase trabajadora, los indígenas, entre otros; pero como no había sido pensado para ellos, se encontraron desde el principio en desventaja. Las mujeres particularmente entraron a escuelas para varones, blancos y cristianos, con un curriculum que privilegiaba la racionalidad como forma de aprendizaje y descartaba lo sensible. En respuesta a esta situación, desde el feminismo se han producido críticas que desembocan en una gama variada de estrategias de solución. La primera de ellas, ubicada en los orígenes del feminismo, es la búsqueda de la igualdad (Femenías, 2002: 2), promovida por la corriente liberal. Esta consiguió el voto femenino en distintos países y que se reconociera el status de ciudadanía a las mujeres, a pesar de que la idea de ciudadano continuara siendo el modelo masculino. En la vida escolar, la igualdad en el acceso y la igualdad en el aula, encierran una paradoja: mientras se busca la igualdad se ignoran otro tipo de desigualdades. Tal es el caso de algunas metas internacionales que al privilegiar los derechos de las mujeres olvidan su condición, como puede verse actualmente en los Objetivos del Milenio (ODM), que son una Declaración presentada en la Asamblea General de las Naciones Unidas en la 8ª. sesión plenaria en el año 2000, a la que se han adherido sus países miembros para proveer datos para el seguimiento de acciones y resultados que les permita el cumplimiento de metas para mejorar la calidad de vida de la población.

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Utilizamos tez en sustitución de raza para evitar el enfoque biologicista superado sobre la diferencia de los humanos por raza, aunque reconocemos que raza ha servido para evidenciar una diferencia política.

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El segundo objetivo de esta declaración propone lograr la enseñanza de la primaria de manera universal, y el tercer objetivo la búsqueda de la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer tomando en cuenta cuatro indicadores que son: 1.- La relación entre niñas y niños en la educación primaria, secundaria y superior; 2.- La relación entre las tasas de alfabetización de las mujeres y los hombres de 15 a 24 años; 3.- La proporción de mujeres entre los empleados asalariados en el sector no agrícola; 4.- El porcentaje de puestos ocupados por mujeres en el parlamento nacional (ONU, 2000). Estas metas, de cumplirse, representarán un gran avance. No obstante, sería positivo tomar en cuenta las condiciones de acceso a la educación, al trabajo y a la política. De ahí la crítica que se le hace a este feminismo donde según Belaustegoitia:“(…) es por concentrarse en hacer competitivas a las mujeres sin cuestionar a fondo los modelos socioeconómicos y políticos que la noción de igualdad ofrece, y por su carencia de análisis de las múltiples formas que adopta la sujeción femenina en estas sociedades” (1999:13). El señalamiento que se le hace al liberal de no combatir el sistema general de opresión repercutió en la multiplicación de otra corriente del feminismo en los años sesentas que fue la radical, la cual insiste en el concepto de patriarcado como el fundamento de la dominación masculina, donde identifican el espacio privado como un centro de autoridad patriarcal. Para Ana de Miguel: “A ellas corresponde el mérito de haber revolucionado la teoría política al analizar las relaciones de poder que estructuran la familia y la sexualidad; lo sintetizaron en un slogan: lo personal es político” (2009:11). El feminismo radical tiene interés también en el lenguaje como forma de dominación lingüística desde el patriarcado. En el ámbito educativo se presentan críticas al lenguaje sexista de los libros infantiles, manuales escolares y se identifican estereotipos sexistas de la sociedad que se reproducen en la escuela (Calero, 1999).En este sentido, la corriente socialista reconoció en la escuela una maquinaria de procesamiento de la dominación de clase, de género y de la relación que guarda con la familia y el mercado laboral en “(…) el mantenimiento de las relaciones de dominio entre géneros y clases” (Weiner 1994 en Belaustegoitia, 1999:15). No obstante, las anteriores posiciones feministas han sido criticadas por el propio feminismo racializado y sexualizado por considerar que su esencialismo radicado en el ser femenino-mujer les impide ver otras formas de desigualdad que sufren las mujeres de color y no heterosexuales. Al respecto, la posición posestructuralista dentro del feminismo sostiene que: “No es suficiente a-travesar al sujeto con las diferencias clásicas como clase y raza: hace falta desentrañar los núcleos, entrecruzamientos y jerarquizaciones que la categoría de género posibilita y los nuevos reordenamientos discursivos que tal diálogo, tal entrecruzamiento, exigen” (Belaustegoitía, 1999: 22). Este enfoque ha sido retomado por la pedagogía crítica2 que ha reconocido el compromiso que el feminismo de mujeres de color, lesbianas, pobres y de clase obrera han librado contra los esencialismos, el etnocentrismo y el separatismo y que al rechazarlos “… han socavado gravemente el euro centrismo y el discurso totalizador que se han convertido en una camisa de fuerza política dentro del movimiento” (Giroux, 1999: 21). Estas interjecciones con la pedagogía crítica logran construir puentes para atender a las alumnas y alumnos en la especificidad de sus circunstancias, pues parten de la idea de la diferencia y comparten “la necesidad de analizar al otro en su intrínseca e inexorable sujetación al discurso como sistema de poder” (Belaustegoitia, 1999: 20). Desafortunadamente, la apropiación de las corrientes educativas más progresistas no es una práctica común en los Estados Latinoamericanos. A la par, los aportes feministas se reflejan en las políticas educativas de forma desigual, tal y como se mostrará con el análisis de los documentos de política pública a través del ACD que a continuación explicamos.

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Cuyo propósito es la transformación de la sociedad y las relaciones de la vida diaria (Giroux, 2003: 291).

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2. Propuesta de análisis del discurso de las políticas públicas de educación hacia las mujeres en México. ¿Qué niveles de determinación de las políticas educativas deberíamos incluir en un proyecto desde la perspectiva de género? Es una pregunta que nos hace dirigir la mirada hacia las leyes, planes y programas educativos en México y de Quintana Roo para evaluar su estado actual. Las políticas públicas se refieren a “(…) la acción de las autoridades públicas, investidas de legitimidad gubernamental, que abarca múltiples aspectos, que van desde la definición y selección de prioridades de intervención, hasta la toma de decisiones, su administración y evaluación” (Thoening, 1997 en García, 2008:18). La propuesta es analizar su discurso, entendiendo éste como una práctica social compleja, heterogénea, que implica la interacción entre personas que usan formas lingüísticas variadas (repertorio comunicativo) y contextualizadas en lo lingüístico, lo local, lo cognitivo y lo sociocultural (Gallegos, 2001). El interés por el discurso surge de la necesidad de observar a la sociedad como un mundo en que las desigualdades, como las de género, se hacen presentes de forma implícita más que explícita, y se reproducen a través del discurso; al respecto Van Dijk sostiene que: La expresión de la ideología en el discurso habitualmente es más que un simple despliegue explícito u oculto de las creencias de una persona, sino que tiene también, principalmente, una función persuasiva: los hablantes quieren cambiar la mentalidad de los receptores de un modo que sea consistente con las creencias, intenciones y objetivos de los primeros (Van Dijk, 1999: 328). En este sentido, el ACD sugerido para indagar sobre las políticas educativas, es un planteamiento dedicado a estudiar los textos y el habla que emerge de la crítica lingüística, la crítica semiótica y en general del modo sociopolítico consciente y oposicionista en que se investigan el lenguaje, el discurso y la comunicación. Este dirige su atención a las estructuras y estrategias de dominio y resistencia, tanto las desarrolladas en el discurso como las legitimadas y que se hallan en las relaciones sociales de clase, género, étnicas, raciales, de orientación sexual, lengua, edad, religión, nacionalidad o nacionalismos (Van Dijk, 1997). Lo anterior tiene relevancia en el ámbito educativo si se piensa que los cambios efectuados al nivel de las políticas tendrán una repercusión escalonada hacia el aula a nivel simbólico y material. Entonces, el analista no puede perder de vista la relación de intertextualidad reconocida en los discursos, haciéndose necesario su análisis a lado de otros con los cuales mantiene relaciones complejas (Foucault, 1990: 36) y con el contexto inmediato de su enunciación; preguntándonos así en el proceso de la investigación ¿cómo es que ha aparecido tal enunciado y ningún otro en su lugar?, ¿qué fuerza es lo que lleva a un enunciador emitir un mensaje con determinado sentido y no otro?

2.1 Herramientas de análisis. Los cinco documentos analizados con la metodología del ACD fueron: La Ley General de Educación Federal (LGEF), el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 (PND), el Programa Sectorial de Educación (PSE), La Ley de Educación del Estado de Quintana Roo (LEEQR) y el Plan de Estatal de Desarrollo de Quintana Roo 2005-2011 (PEDQR). El análisis3 está dividido en dos partes: la primera, es una exploración cuantitativa con la finalidad de construir el corpus4 , donde indagamos en el total de los documentos conceptos asociados con género como: sexo, género, equidad/ inequidad, igualdad/desigualdad, madres, jóvenes –en femenino- embarazadas y el número total de veces que aparecen cada uno.

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3 Se creó una base de datos en el programa Access de Office 2007 para facilitar la correlación de los conceptos y como constancia para una futura constatación de los hallazgos que se discutan. Los ítems recabados son: Documento de política pública, competencia, página, sección, subsección, concepto asociado a Educación, concepto asociado a Salud, concepto asociado a otros grupos (minorías), otras asociaciones. 4 Conjunto de textos que serán analizados, delimitados espacio y temporalmente. Procesados a través de una base de datos.

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La segunda parte, es una exploración cualitativa, que mostrará el contexto de enunciación de los conceptos, su relación con valores, otros grupos desfavorecidos, estrategias y acciones a llevarse a cabo como instrumento de política pública. Así, es posible describir su significado y características a través de la construcción de campos semánticos que, para Denise Slakta, se definen por sus re-laciones con otras unidades, relaciones que se establecen a partir de la experiencia, del conocimiento preciso de la realidad social (1971:95 en Salgado, 2000:51). Por lo tanto, los campos semánticos son construidos bajo la óptica particular del investigador y están abiertos a varias lecturas y no habrá que considerarlos como otra cosa que como supuestas estructuras establecidas por el analista, construcciones metalingüísticas hechas a la medida de la investigación.

3. El contexto de la educación de las mujeres en México y en Quintana Roo. En el 2010 éramos 112, 336,538 millones de mexicanos, 51.2% de mujeres y 48.8 de hombres, lo que equivale en la relación hombres-mujeres a 95 hombres por cada 100 mujeres (INEGI, 2010:6). En cuanto a la escolaridad y el contexto donde se desarrolla no existen diferencia significativas según el lugar donde se desarrolla, las mujeres tienen menos años de escolaridad que los hombres ya sean poblaciones pequeñas o ciudades. Esto se muestra a continuación: Grafico 1. Promedio de escolaridad de la población de 15 años y más por sexo y tamaño de localidad, 2010.

Fuente: INEGI, Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 2010, Mujeres y Hombres en México, 2013. Por su parte, el analfabetismo se ha reducido en los últimos años drásticamente como consecuencia de la flexibilidad en los programas de alfabetización de adultos y su amplia cobertura a zonas rurales pero continúa siendo mayor el porcentaje de mujeres analfabetas que el de hombres (Gráfico 2). Grafico 2. Tasa de analfabetismo de la población de 15 años y más por grupo de edad y sexo, 2012.

Fuente: INEGI, Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 2010, Mujeres y Hombres en México, 2013. 23

El Estado de Quintana Roo por su parte tiene una población de 1, 325, 578 habitantes, siendo el 50.8% hombres y 49.2% mujeres (INEGI, 2010:29), lo cual se refleja de manera proporcional en la matrícula escolar estatal (PED, 2005:48) y ocupa el lugar número 7 en el índice de Desarrollo Humano (IDH) (PNUD, 2009: 324) en el país. De igual modo, en las últimas décadas se ha observado el incremento considerable de las mujeres en todos los niveles y particularmente en Latinoamérica existe un número alto en las universidades. En México el aumento en la última década es considerable. En el 2001 era de 46.5 % mujeres y 53.49% hombres (Aguayo, 2002) y en el 2006 los números dieron un giro impredecible, las mujeres ya eran un 50.3% y los hombres el 49.7% (2008), planteándose términos como la feminización de la matrícula en contraste con su desmasculinización. En contraste, se ha demostrado que no es suficiente con garantizar el acceso de las mujeres a la educación; sino el mejoramiento sustancial en su posición de género y su nivel de vida. Según Stromquist, indicadores como los ODM relacionan educación con empoderamiento “(…) una posición que va contra los hallazgos existentes sobre los procesos de socialización en la escolaridad formal; más aún, se centran en capacidades individuales, no en capacidades colectivas, que constituyen una caracterización crucial del empoderamiento feminista” (2006:371). En este sentido, se hace necesaria una evaluación de las leyes, planes y programas en relación a educación de las mujeres y conocer la influencia que puedan tener estos los números anteriormente expuestos.

4. ACD en los documentos de política pública. La relevancia de estudiar la LGEF y la LEEQR es porque, en la jerarquía legal, son generados por el poder legislativo y representan los marcos para enunciar y proponer acciones en materia educativa. Por otro lado, se encuentran los planes de desarrollo del poder Ejecutivo, que en los últimos años promueve foros de consulta para integrarlos. Así el Plan Nacional de Desarrollo 20062012 (PND),es el documento rector de la política nacional, el Plan Sectorial de Educación 2007-2009 (PSE)es el eje de conducción de las políticas en el ámbito educativo (guarda relación de dependencia con lo establecido en el PND); y a nivel Estatal, también se redactan planes acordes a las necesidades contextuales y atendiendo a la autonomía federal como el PEDQR. En estos documentos localizamos los sustantivos5 de Igualdad, Equidad, Mujer (es), Género, Sexo, Madres y Embarazadas por considerar que darían muestra de algún tipo de posición sobre la perspectiva de género. Estos aparecieron asociados a distintas temáticas como son la salud, la pobreza, el acceso a la justicia, la participación económica, la violencia intrafamiliar, entre otros. Empero, con el afán de seguir el objetivo principal de este trabajo, nos ceñimos a su asociación con el concepto de Educación. Antes de continuar, consideramos pertinente acotar que una herramienta elemental del analista del discurso es la descripción minuciosa de los pasos que sigue, explicando las dificultades que fueron presentando la aplicación de ellas y las adaptaciones que tuvo que realizar. El registro de las intuiciones y acercamientos pueden ser comparables a la redacción de un diario de campo donde las enunciaciones construyen actores sociales, los significados son sistematizados con un afán explicativo y las palabras develan verdades gramaticales.

4.1 La revisión cuantitativa: cada sustantivo es un mundo. El primer paso fue cuantificar las ocasiones en las que aparecen los conceptos sin distinción de documentos: Igualdad, 15; Equidad, 21; Mujer, 10; Género, 14; Sexo, 3; Madre, 3 y, Embarazada, 2. ¿Qué puede indicarme que sea mayor el número de ocasiones en que aparece Equidad respecto a Igualdad?, ¿Y cuáles son las implicaciones de la persistencia de sexo como categoría diferencial en lugar de género?, y ¿En qué documentos específicamente aparecen?

_________________________

5 El sustantivo o nombre en español, se puede definir como lo que existe por sí mismo, es independiente en la oración. En este caso se consideraron en singular y plural. El caso de Embarazadas se puede observar también

como un adjetivo que es un modificador o un atributo de la mujer o adolescente.

24

Tabla 1. Apariciones de sustantivos por documento y ámbito de competencia.

Sustantivo

Federal LGE

PND

Igualdad

5

Equidad

2

Genero

Estatal PSE

LEEQR

PED

Total

4

5

1

0

15

0

15

4

0

21

2

2

8

2

4

14

Sexo

1

0

0

2

0

3

Mujer

0

1

5

0

4

10 4

Madre

0

0

2

1

1

Embarazada

0

0

1

0

1

2

Total

8

7

34

8

10

68

Fuente: Elaboración propia. Al contrastar los datos de la tabla 1, se observan los conceptos que se eligen en preferencia respecto a otros. En primer lugar, revisamos las leyes de educación, ahí se muestra que ni la nacional, ni la estatal, han incorporado el concepto de género cuando se trata de explicar los criterios que orientará la educación sino que persiste la distinción por sexo. Como se muestra a continuación: 1) Artículo 8, Fracción III.-Contribuirá a la mejor convivencia humana, tanto por los elementos que aporte a fin de robustecer en el educando, junto con el aprecio para la dignidad de la persona y la integridad de la familia, la convicción del interés general de la sociedad, cuanto por el cuidado que ponga en sustentar los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, evitando los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de individuos (LGE, 2012:4) . 2) Artículo 3.-La educación es un derecho fundamental del ser humano y de la sociedad. Toda persona tendrá derecho a recibir educación, sin límites de edad, sexo, religión o raza; con las mismas oportunidades de acceso, permanencia y conclusión en el Sistema Educativo Estatal, con el único requisito de satisfacer las disposiciones generales aplicables. El Estado garantizará el ejercicio del derecho a la educación para todos y la universalización de la educación básica obligatoria, que comprende: la educación preescolar, primaria y secundaria (LEEQR, 2009:1). Cabe preguntarse por qué no se ha incorporado el concepto de género y por qué continuar con una distinción biologicista de la diferencia sexual. Al respecto, cabe mencionar que la LGE es re-glamentaria del artículo tercero de la Constitución y debe adecuarse a los Tratados Internacionales de Derechos Humanos como fuentes primarias de derechos y obligaciones. Como se ve, se encuentra desfasada de los compromisos firmados y está alejada también de los planes de acción porque sólo incorpora el sustantivo perspectiva de género en 2 ocasiones, la primera cuando se trata de las responsabilidades de las autoridades educativas respecto a las becas y en la segunda en el artículo correspondiente a la educación especial: Art. 33, fracción VIII.- Desarrollarán programas con perspectiva de género, para otorgar becas y demás apoyos económicos preferentemente a los estudiantes que enfrenten condiciones económicas y sociales que les impidan ejercer su derecho a la educación; (LGE, 2012:13) Artículo 41.-La educación especial está destinada a personas con discapacidad, transitoria o definitiva, así como a aquellas con aptitudes sobresalientes. Atenderá a los educandos de manera adecuada a sus propias condiciones, con equidad social incluyente y con perspectiva de género (LGE: 14).

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Semejante es el caso de la Ley estatal, la cual tiene sólo 2 apariciones del sustantivo género y en el primer caso se refiere a la misma indicación para las autoridades educativas que el art. 33 de la LGE, y en el segundo caso aparece en los artículos transitorios haciendo mención de la necesidad de presentar informes de distintas Comisiones legislativas, entre ellas la de Equidad y Género. En segundo lugar, el sustantivo Género aparece en 2 ocasiones en el PND, 8 en el PSE y 4 en PED, lo cual es sobrio si se piensa en la dimensión de los documentos – en número de páginas e implicaciones-. Por ejemplo el PND está elaborado sobre 5 ejes de acción de los que derivan es-trategias y acciones. El tercer eje es el único apartado donde la igualdad de género se hace visible. Tampoco cuenta en su diagnóstico con datos desglosados por sexo (Medina, 2008:10), indicador básico para reconocer la desigualdad de oportunidades, además de que el lenguaje utilizado no es incluyente, se procura siempre el masculino. Un hallazgo importante es que género explica la diferencia entre hombre y mujer (semejante a sexo) donde la perspectiva de género es una perspectiva de ayuda a las mujeres, ignorando otros géneros dentro de las posibilidades identitarias, es decir, persiste la idea heterosexual de la sociedad como bien se señalaría desde la corriente feminista sexualizada. En tercer lugar, siguiendo la búsqueda de compatibilidades y diferencias entre los conceptos, el sustantivo Madre y el adjetivo Embarazada nos ayudaron a identificaren los documentos de po-líticas públicas estrategias para atender las condiciones en las que acceden las mujeres a los espacios educativos. Su aparición es mínima, con 6 veces en sólo 3 documentos, como se observa en los ejemplos siguientes: 1) “Apoyar a las madres jóvenes y jóvenes embarazadas para continuar y concluir su educación básica” (PSE, 2007:31). 2) “Consolidación de la perspectiva de género en los modelos pedagógicos, con programas educativos de prevención de la violencia de género y desarrollo de programas educativos alternativos de reinserción al sistema educativo, especialmente de las adolescentes madres o embarazadas” (PED, 2005: 67). Como un dato contextual, que no se mencione en el PSE, la Secretaria de Educación Pública (SEP) tiene un Programa de Becas a madres jóvenes y jóvenes embarazadas (Promajoven), el cual permanece desde el sexenio anterior. Su presupuesto es modesto (1,975 Becas por un año de 50 dólares mensuales, aproximadamente) y sus alcances lo son aún más debido a lo complejo y numérico de la situación. Está dirigido a mujeres de 12 a 18 años y 11 meses que sean madres o se encuentren embarazadas y por tal motivo no hayan concluido su educación básica. Las beneficiarias potenciales son 180, 408 mujeres (SEP, 2007). El programa se encuentra en una etapa de promoción y distribución de recursos precaria, con dificultades tanto administrativas como conceptuales. Según Guzmán (2007) uno de los problemas que presenta es que incluye un proyecto de educación sexual que acompaña a las becarias y se debe extender a la población en su conjunto, sin que se articulen convenios de colaboración con otras instancias para desarrollarse. Tampoco prevé educación sexual para los varones como parte de la problemática. En este orden de ideas, la propuesta de consolidación de la perspectiva de género en la educación del PED no enuncia qué estrategias llevará a cabo y cuál será la articulación con la federación para favorecer los cambios, ya que en materia educativa los lazos entre federación y estado son inevitables por el presupuesto, sindicato, distribución de libros de textos gratuitos e infraestructura. Finalmente, sobre los sustantivos Igualdad, con un total de 15 apariciones, y Equidad con 21,es notorio que en el PSE apareciera Equidad 15 veces mientras que en el PND no esté presente asociado a educación. De igual forma, es significativo que en el PED no aparezcan ambos sustantivos, en el ámbito educativo. Sobre estas ausencias cabe preguntarse: 26

¿Qué tipo de políticas se están presentando?, ¿qué repercusiones puede tener para la explicación de la desigualdad social?, ¿existe una política de igualdad de oportunidades?, ¿qué significa la equidad?

4.2 La afinidad entre los temas y las estrategias: las mujeres en jaque. La segunda herramienta de análisis es la construcción de campos semánticos, la cual nos permitió comprender el significado de una política de igualdad frente a una de equidad, teniendo en cuenta los contextos de enunciación. Esta revisión permite poner los conceptos en una dimensión más amplia y comprender el sentido de las estrategias y programas planeados. A continuación exponemos: a) Campo semántico: Equidad social = Igualdad de condiciones. La igualdad es una meta que debe cumplirse para lograr la equidad social. Se presenta como un logro del Estado en beneficio de la población, tratando de legitimar su autoridad y proyecto económico. Algunas enunciaciones que evidencian esto, en los distintos documentos que integran el corpus, son: 1) “Artículo 32. Las autoridades educativas tomaran medidas tendientes a establecer condiciones que permitan el ejercicio pleno del derecho a la educación de cada individuo, una mayor equidad educativa, así como el logro de la efectiva igualdad en oportunidades de acceso y permanencia en los servicios educativos”(LGE, 2009). 2) “Al mismo tiempo, sólo asegurando la igualdad de oportunidades en salud, educación, alimentación, vivienda y servicios básicos, las personas podrán participar activamente en esta economía dinámica y aprovechar los beneficios que ésta les ofrece” (PND, 2006:3). 3) “Un país democrático no puede admitir la falta de equidad, y menos en la educación que es el medio por excelencia para promover la igualdad ”PSE, 2007:2). b) Campo semántico: Mujeres Vulnerables: Las mujeres son presentadas junto a minorías –a pesar de no serlo- que necesitan de todo un soporte del Estado para desarrollarse. Esto reproduce la idea de la mujer como un porcentaje menor de la población, desvalido, que necesita de un Estado paternalista que la proteja, desde un enfoque asistencialista y compensatorio. Por ejemplo: Artículo 19.- La Autoridad Educativa Estatal elaborará y aplicará un Plan Integral de Equidad, por medio del cual coordine a todas las instituciones que operen programas que incidan en la función educativa, sin distinción por su fuente de financiamiento -federal, estatal, municipal o privado-, para apoyar el acceso, la permanencia y la conclusión de la educación básica de niños y jóvenes en condiciones de mayor desventaja social, especialmente a personas en condición de pobreza extrema; en reclusión; habitantes de zonas urbano marginadas, rurales, indígenas, asentamientos irregulares; migrantes; personas con capacidades diferentes y sobresalientes; jóvenes y adultos en rezago educativo; madres solteras y jóvenes desamparadas(LEE, 2009: 6).

En el PSE: “Por eso, una de las prioridades del Gobierno del Presidente Felipe Calderón es ofrecer a niños, jóvenes y adultos más opciones educativas, con independencia de su condición económica, social, ideológica, de género, etnia o región”(PSE, 2007: 2). En resumen, los resultados del análisis de los instrumentos de política pública muestran una realidad distinta a la dilucidada en las estadísticas, mencionadas con anticipación y que muestran que cada vez más mujeres están en la escuela. Mientras el acceso y permanencia de las mujeres se incrementa, la transversalidad de género es todavía un instrumento sin tocarse. Se encuentran señales de adelanto, como la presencia del concepto de género y la búsqueda de una igualdad de oportunidades, algunos guiños de una corriente feminista liberal en la redacción de los documentos, aunque las estrategias que atiendan a las condiciones de acceso siguen ausentes. 27

Consideraciones Finales En este trabajo se utilizó el ACD como una forma de acercamiento lingüístico e intertextual a las políticas educativas desde la perspectiva de género, lo cual implica la inclusión de una reflexión crítica sobre la construcción social de la diferencia sexual haciendo visibles los procesos de desigualdad y la búsqueda de acciones afirmativas. Se revisaron las corrientes feministas y su repercusión en la educación para poder identificar en los documentos estudiados rasgos que los acerquen más a una posición que a otra, en un trabajo comparativo, encontrándose características sustanciales de la corriente liberal, en el sentido de la búsqueda de la igualdad sin renunciar al esencialismo del ser-mujer y considerar otros géneros diversos, no heterosexuales. Una suerte de avance sustancial, sería incorporar otras formas críticas de pensarse hombres y mujeres como las propuestas por las feministas racializadas o desde una perspectiva intercultural, lo cual implicaría partir desde la desigualdad de la que han sido objeto con una historia y espacio las mujeres y los hombres; visibilizando las problemáticas de la diferencia para poder definir estrategias para solucionar las tenciones y atender la exclusión. También esta primera indagación muestra un mayor involucramiento de la perspectiva de género en el discurso de las políticas del Estado de Quintana Roo, a diferencia de las federales. Sin embargo, las estrategias se encuentran en un nivel retórico más que operativo y ameritan un estudio más exhaustivo. Finalmente, esta evaluación abre caminos posibles para continuar investigando a partir de estas interrogantes: ¿Cuál es el concepto de educación que permea las políticas públicas? y ¿cómo se pueden incorporar las criticas feministas a la educación a las políticas educativas a nivel local?

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Cultura, comunicación y negociación: aspectos sobresalientes del proceso educativo en la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo

Ildefonso Hernández Silva / Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo Juana Jiménez Jiménez / Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo Susanne Kissmann/ Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo

Resumen Los procesos interculturales en la educación reclaman de un esfuerzo supremo debido a diversos aspectos que convergen ahí: programas educativos con otras pautas en los contenidos y en las formas de la enseñanza-aprendizaje, personal académico con formación clásica pero interesado en los conocimientos locales propios de una cultura específica, estudiantes que sin una institución cercana a sus comunidades con alta probabilidad se habrían incorporado al mercado laboral o a las labores de sus padres, sabios locales que colaboran con los profesores en el aula y en las prácticas de campo, procesos de tutoría bajo una óptica comunitaria para amortiguar el tránsito de la preparatoria clásica a la universidad intercultural, marco normativo y estructura administrativa con fines que apuntan al desarrollo local y formación profesional atenta a las necesidades de los estudiantes, etc.; todo ello reclama una comunicación efectiva que tiene como soporte la cultura del entorno para que mediante la negociación logre el proceso formativo intercultural exitoso. En el trabajo se detallan las particularidades de la formación universitaria que desde el 2007 reúne los diversos elementos antes numerados para el cumplimiento de la misión de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo. Palabras clave: educación, cultura, interculturalidad.

Introducción Partiendo de que la interculturalidad es una relación positiva y para el desarrollo humano que se da o promueve entre culturas (Gobierno del Estado de Quintana Roo, 2009) y de que el enfoque intercultural se basa en principios filosóficos y valores que se proponen modificar las formas de abordar y atender la diversidad de las relaciones sociales afectadas por condiciones de desigualdad entre sus sectores (CGIB, 2006: 34), las funciones básicas en las Universidades Interculturales de México tienen como base el intercambio de saberes de las comunidades universitarias y locales por medio del intercambio y diálogo, como estrategia para generar nuevos conocimientos, vías, herramientas y acciones que permitan superar las limitantes del desarrollo de las capacidades y potencialidades de las personas que viven en estas comunidades (Hernández, 2009). En este trabajo se tiene como objetivo el análisis de las expresiones concretas del proceso for-mativo intercultural en la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo, que por definición es un proceso que no ocurre solo en las aulas sino en las comunidades mayas del entorno. La interculturalidad, por lo antes dicho, implica procesos que ocurren en sociedades abiertas donde se da una integración diferenciada de personas, lo cual conlleva implicaciones sociales, éticas y políticas -el pluralismo- como establece Sartori (2001: 19). De ahí que la educación, la investigación, la gestión y la vinculación universitarias en las Universidades Interculturales del país deben atender fuertemente las actitudes y principios de un Código de Ética para que se cumpla con las con-diciones mínimas y centrales que lleven a su verdadera expresión; a lo anterior se agregan, para no ser implícitos, el compromiso entre las comunidades y el reconocimiento del valor de la diversidad. La implicación de lo anterior es la participación total y amplia de actores locales que comúnmente, cuando ocurre en otros casos, colaboran en forma marginal en los procesos universitarios determinados por métodos tradicionales de búsqueda de conocimiento, transmisión y difusión. Esto, además, remite de manera inmediata a la cuestión del sentido de las funciones universitarias, el ¿para qué?, y ello tiene su respuesta –en este tipo de universidades- en el grupo de trabajo intercultural, el grupo universitario y extra-universitario. El tipo de quehacer en estas universidades, 29

entonces, tiene la resolución de sus principales interrogantes en su proceso de definición y de desarrollo, donde los valores, actitudes, principios e implicaciones se ponen a prueba y dan muestra de las capacidades diversas y su grado de desarrollo. Si los objetivos y metas académicas, que cubren diversos aspectos del desarrollo socioeconómico de la sociedad, apuntan a la sostenibilidad –como en estos casos que se comentan- ello implica una elevada participación de los actores sociales del desarrollo; además de los profesores se convoca a otros participantes -no reconocidos por la política oficial pero si en este modelo educativo: los estudiantes y la comunidad (los sabios locales, el ciudadano común, los líderes comunitarios, las autoridades, otros profesionistas, etc.). En el desarrollo de las funciones universitarias sustanciales y la búsqueda del desarrollo sostenible local se tienen como principios de actuación el reconocimiento del valor de la diversidad y la tolerancia, valores del pluralismo que es considerado como el código genético de una sociedad abierta (Sartori, 2001: 19).

Desarrollo temático El modelo educativo de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (UIMQROO) -ubicada en José María Morelos, Quintana Roo, en el sureste de México- se planeó desde el año 2005, administrativamente se formalizó en el 2006, en agosto de 2007 arrancó su fase escolar, inició en junio de 2008 la aplicación de un modelo de vinculación con las comunidades del entorno inmediato y en el 2009 se formalizó el proceso de investigación. Como se ve, las funciones se han desarrollo en distintos momentos y ello se debe a razones administrativas y de política educativa pero también por razones académicas. Al ingreso del personal académico y administrativo y de los estudiantes se imparte un taller de inducción al modelo educativo intercultural para adentrar a los actores en una nueva forma de trabajo académico; a ello sigue, en el caso de los estudiantes, el desarrollo de los primeros dos semestres de clases para atender la formación básica, y por tanto dotar de los conocimientos, aptitudes y herramientas generales para realizar posteriormente la vinculación con la comunidad; así llega el trabajo de campo, también bajo un enfoque distinto a lo que es común en las Universidades. Esta experiencia ocurre antes de iniciar el tercer semestre de clases y tiene como objetivo elaborar un diagnóstico general y participativo en alguna comunidad de la elección del estudiante, que cuenta con el apoyo de un asesor directo. Los semestres 3º y 4º no solo permiten retomar la experiencia del primer verano (primer taller de vinculación con la comunidad) sino dotar a los estudiantes de nuevos elementos para el siguiente verano; así, antes de iniciar el quinto semestre de su carrera, todos los estudiantes de la UIMQROO realizan su segundo taller de vinculación con la comunidad (segundo verano). En esta segunda ocasión que los estudiantes trabajan con las personas de la comunidad de su elección, analizan participativamente los aspectos que obstaculizan o facilitan el desarrollo del lugar, derivan uno o varios temas de intervención y preparan un proyecto que puede ser de inversión, de investigación o de desarrollo. En los semestres 5º y 6º se retoma en las aulas la experiencia de la segunda estancia en la co-munidad a la luz de las nuevas asignaturas de su programa educativo, dotando al estudiante de otros elementos para el siguiente verano; así, antes de iniciar el 7º semestre de su carrera, todos los estudiantes de la Universidad Intercultural Maya realizan su tercer taller de vinculación con la comunidad. En esta tercera ocasión que los estudiantes trabajan con las personas de su comunidad, ponen en marcha el proyecto antes formulado. Los semestres 7º y 8º no solo permiten al estudiante obtener nuevas competencias sino hacerlo a la luz de la experiencia del tercer taller de vinculación con la comunidad, al tiempo que se preparan también para el último verano; así, al concluir sus créditos de las asignaturas que se atienden en el aula, todos los estudiantes de esta Universidad realizan su última estancia de vinculación con la comunidad. En esta ocasión los estudiantes obtienen los datos e información que a les haga falta para redactar su último informe; integran los informes de los veranos previos, lo ajustan al tipo de trabajo que elijan con su comité de titulación y defiende su trabajo para obtener su título profesional. 30

El quehacer universitario conlleva al trabajo de investigación implícito en los veranos, en sus primeras etapas, y explicito posteriormente, según el tipo de proyecto del estudiante. Fue así que en la UIMQROO en forma posterior al inicio de cursos se constituyeron los Cuerpos Académicos y sus líneas de investigación, como producto de un trabajo similar al de los estudiantes, realizado por los profesores: desarrollo de un diagnóstico, reflexión colegiada, definiciones y puesta en marcha de enfoque, líneas y proyectos de investigación. El trabajo de docencia, vinculación e investigación brevemente descritos en los párrafos anteriores tuvo como base fundamental, en esa secuencia de aparición, la comprensión del modelo intercultural y su adopción consiente y comprometida. Por ello se afirma que la comunicación efectiva, en el contexto cultural maya, mediante la negociación, logra un proceso formativo intercultural exitoso. Sobre esto vale la pena decir más para expresar con claridad este caso.

1. Los programas educativos con nuevas pautas en los contenidos y en las formas de la enseñanza-aprendizaje En esos momentos ha cobrado mayor dimensión la docencia y la vinculación; con ellas se impacta el proceso formativo que pone sobre la mesa los saberes cotidianos, propios de la cultura maya, su lengua y su cultura, y la ciencia occidental para buscar nuevas respuestas a los viejos problemas; de manera paralela, se impacta el proceso de trabajo con la comunidad, revalorando los saberes mayas, rescatando los ”valores vivos” que pasan desapercibidos cuando los procesos de transculturación son fuertes. Por ello los contenidos y las formas de la enseñanza son distintos; los espacios seguros de convivencia están en el aula y en la comunidad, teniendo como base la cultura, la comunicación y la negociación. La vinculación con la comunidad implica un trabajo que se desarrolla no solo en el periodo de verano sino en los demás periodos escolares, para evitar la desvinculación entre las funciones universitarias. Los cuerpos académicos y sus líneas de investigación guardan correspondencia con el trabajo de vinculación estudiantil aunque también existen los proyectos propiamente del personal académico, que luego puede incorporar estudiantes o resultados de los trabajos de ellos.

Figura 1. Proceso formativo intercultural.

2. El personal académico con formación clásica pero interesado en los conocimientos locales propios de una cultura específica Vivir y convivir con la cultura maya es una opción de vida que el académico pudiera no optar; quienes trabajan en una institución intercultural no solo lo hacen porque les interese la educación sino porque aprecian la cultura local. En el México multicultural, reconocido así constitucionalmente a raíz del movimiento indígena reciente, y con lo cual se derrota la visión igualitaria para todos, quienes se comprometen con alguno de los grupos originarios lo hacen convencidos y por ello a su formación en la cultura occidental agregan el conocimiento local, maya en este caso, y con ello contribuyen a la misión de la Universidad, a la esencia de la interculturalidad, 31

todo eso bajo unambiente no favorable pues el proceso de extinción de lo indígena y de cualquier minoría- sigue presente hasta en formas “inofensivas”.

3. Los estudiantes mayas, sin una institución cercana a sus comunidades, tienen alta probabilidad de incorporarse al mercado laboral o a las labores de sus padres El proceso colonial y neocolonial lleva bajo doble fuerza a la desaparición de una cultura diferente que es minoría; quienes no pertenecen a dicha cultura ni la aprecian son la primera fuerza que lleva a ello, quienes se apartan de su cultura inconscientemente también conducen a esa desaparición. Sin embargo, la falta de respuestas a los graves problemas del desarrollo lleva a buscar en los otros lo que pudiera darles una solución; ahí inicia el proceso inverso que alimenta los valores y saberes que “se niegan a desaparecer”. Las opciones de vida de los jóvenes mayas en las condiciones del desarrollo depredador sólo son las fuentes de trabajo de las grandes empresas que sí los necesitan cuando son jóvenes o la milpa de los padres y los abuelos que muchas veces no les llama la a-tención pues han perdido en las escuelas su cosmovisión, sus saberes y sus valores. Tener muy cerca de sus hogares una institución educativa que aprecie su lengua y su cultura se ha vuelto la tercera opción de vida para muchos jóvenes del entorno pero amerita atender aspectos culturales para que la comunicación sea efectiva en un ambiente intercultural.

4. Los sabios locales colaboran con los profesores en el aula y en las prácticas de campo El discurso tiene sentido si se concreta en la vida diaria, por ello, por convicción, porque lo mandatan los documentos básicos y porque es esencial para alcanzar plenamente las pretensiones, los sabios mayas pueden ser profesores que colaboran con sus colegas de formación occidental en las aulas y fuera de ellas. Ya se tiene en la Intercultural Maya de Quintana Roo a los primeros pro-fesores: herbolarias y parteras que, sobre todo en la Licenciatura en Salud Comunitaria, participan en las clases y en las prácticas de campo guiando los diálogos formativos con los estudiantes.

5. Los procesos de tutoría bajo una óptica comunitaria para amortiguar el tránsito de la preparatoria clásica a la universidad intercultural El estudiante que elige seguir su preparación en una institución donde su lengua, su cultura y su gente tienen valor indiscutible, por lo dicho líneas arriba, necesita de un proceso de acompañamiento distinto a la tutoría. Requiere, en este caso, del iknal, del acompañamiento múltiple. Bárbara Rogoff (2012) mostró recientemente en el Seminario Internacional de Educación Intercultural, desarrollado en la UIMQROO, que los mayas aprenden en comunidad, no de manera aislada; comparativamente con personas de otras culturas logran mayor aprendizaje y desenvolvimiento si son acompañados de su familia inmediata y de su comunidad. La palabra maya iknal refleja eso: la participación del tutor, del asesor, de sus compañeros, de sus abuelos y de otros actores, en forma directa y reconocida por la institución.

6. El marco normativo y estructura administrativa con fines que apuntan al desarrollo local y a la formación profesional atenta a las necesidades de los estudiantes Todo el andamiaje institucional se prepara para potenciar las posibilidades de formación profesional y desarrollo local bajo un ambiente intercultural; la estructura ad hoc contribuye efectivamente a la misión que tienen las 10 universidades interculturales que existen en México. 32

La misión de la UIMQROO es contribuir al desarrollo socioeconómico del Estado de Quintana Roo y la región, mediante la formación de profesionistas y la generación y aplicación de conocimiento innovador, a través de un modelo educativo intercultural, multilingüe y con una fuerte vinculación entre los diferentes sectores a nivel local, estatal, nacional e internacional, para reconocer e impulsar todas aquellas actividades que promuevan el estudio, desarrollo y fortalecimiento de la lengua y cultura Mayas de la Península de Yucatán (Rosado May, F., 2008: 3).

Conclusiones Los estudiantes, profesores y administrativos de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo planean, organizan, dirigen y evalúan su trabajo cotidiano en la docencia (organizada en academias de distinto orden), la investigación (organizada en cuerpos académicos) y la vinculación, bajo a-cademias y por consenso, con la finalidad de lograr una ampliación de la comunidad educativa más allá de los muros de la Universidad para que tenga sentido el desarrollo sostenible y, por tanto, la razón de ser de la institución intercultural. El papel de los asesores, tutores, estudiantes como asistentes de profesor, abuelos tutores, sabios locales como profesores, académicos, administrativos y personas de la comunidad es esencial en el éxito del modelo educativo intercultural. El concepto maya que los aglutina es iknal y significa acompañamiento, en comunidad, y reclama una comunicación efectiva que tiene como soporte la cultura del entorno, ello bajo una negociación solidaria logra que el proceso formativo intercultural sea exitoso: los egresados ya acuden a su ceremonia de graduación para recibir su título profesional. El “olvido” de los trabajos de vinculación con la comunidad durante los periodos escolarizados de primavera y otoño provoca la separación de las funciones de docencia y vinculación, la pérdida del vínculo con el entorno y la falta de continuidad del trabajo con las comunidades por lo que la concepción de asignaturas separadas y/o que no pueden durar más de un semestre no es aplicable en el modelo intercultural universitario. El tomar los problemas, experiencias o situaciones de las comunidades, que se detectan en el verano, al momento de planear las clases y al impartirlas permite no solo continuar el trabajo de campo sino referir los contenidos a experiencias propias y con ello se fortalecen el proceso de enseñanza-aprendizaje, la investigación y el desarrollo socioeconómico. El trabajo de vinculación con la comunidad es un elemento adicional en la definición de cuerpos académicos, líneas de investigación y proyectos de aplicación innovadora de conocimiento por parte del cuerpo docente y ello fortalece, en una institución intercultural, la pertinencia del trabajo universitario y su coherencia interna lo que abona fuertemente a la misión universitaria. La evaluación y la retroalimentación del trabajo universitario permiten hacer a tiempo mejoras para garantizar el cumplimiento de los objetivos y fortalecer las acciones para cumplir la misión universitaria, si se logra una comunicación y negociación que tengan como base la educación, la cultura y la interculturalidad

Bibliografía - Alvarado Dzul, S. H., Kissmann, S. Hernández Silva, I. P., Blanco Cebada, L. A., 2012. Guía para el taller de vinculación con la comunidad I. 4 ed. José María Morelos: UIMQROO. -GCEIB, 2006. Universidad intercultural: modelo educativo. 1 ed. México: SEP. - Gobierno del Estado de Quintana Roo, 2009. Periódico Oficial: Decreto por el que se modifica integralmente el decreto por el que se crea la Universidad Intercultural de la Zona Maya del Estado de Quintana Roo, como organismo descentralizado de la administración pública paraestatal. 1 ed. Chetumal: Gobierno de Quintana Roo. - Hernández Silva, I. P., 2009. La evaluación y retroalimentación como fases necesarias de la vinculación para un trabajo efectivo con el entorno: los veranos en la UIMQRoo. 3er Encuentro Regional sobre Educación Superior Intercultural de América Latina y del Caribe. 1 ed. México: Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe-Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. - Rogoff, B., 2012. Cómo aprenden los mayas. Seminario Internacional de Educación Intercultural. 1 ed. José María Morelos: UIMQROO. - Rosado May, F. J., 2008. Plan Estratégico de Desarrollo Institucional 2007-2017. 1 ed. José María Morelos: UIMQROO. - Sartori, G, 2001. La sociedad multiétnica: pluralismo, multiculturalismo y extranjeros. 1 ed. México: Taurus.

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Determinantes de los precios del maíz en Quintana Roo, México, 1980-2010

Lorenzo Reyes Reyes / Universidad Autónoma Chapingo Oscar Iván Reyes Maya / Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo Miguel Angel Barrera Rojas / Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo

Resumen En la presente investigación se estudian las principales variables que influyen en el precio del maíz en el estado mexicano de Quintana Roo, ya que a pesar de que es el cultivo más importante de la región con 65% del total las hectáreas cultivadas en el 2010, apenas ha podido incrementar sus rendimiento en 200 kilogramos por hectárea en los últimos 30 años. Incluso en lo que respecta a la variable precio del grano, el estado de estudio presenta precios superiores a los referentes nacionales, sin embargo dicha condición no ha incrementado en manera sustanciosa el número de hectáreas cultivadas ni el volumen de la producción. Por tanto las unidades agrícolas quintanarroenses no han podido aprovechar los grandes incrementos de precio que se traducirían en ingresos para sus hogares. En este sentido se evaluará si es que en este caso específico y con la temporalidad dada, se cumplen las leyes de mercado neoclásicas para la determinación de los precios agrícolas y como los actores económicos reaccionan ante estos cambios. Palabras claves: Precios Agrícolas, Quintana Roo, Maíz.

Introducción En un principio, lo que más interesó de la agricultura al sistema económico fue el incremento en la producción agrícola, prueba de ello fueron los paquetes tecnológicos generados durante la década de los 70 en la llamada “Revolución Verde” (Herrera, 2013), los cuales lograron que se incrementara hasta el límite natural el rendimiento de los cereales básicos que son el soporte de la alimentación mundial. Las principales características de los paquetes tecnológicos y en general de las innovaciones agropecuarias que se emplearon durante la Revolución Verde fue emplear fuertes cantidades de pesticidas y fertilizantes químicos, promover la tecnificación de la producción, el uso de semillas híbridas que ponen en riesgo la biodiversidad, la dependencia a asesoría técnica y la sobre explotación de los mantos acuíferos. No obstante todos los riesgos ecológicos y la dependencia tecnológica que implicaban dichas medidas, su puesta en marcha no se hizo esperar en A-mérica Latina, África e India, y a pesar de los altísimos rendimientos agrícolas que se generaron, en ninguno de los casos se terminó con el hambre y menos aún con la pobreza al interior de los países. Puesto que la tecnificación de las labores agrícolas, el uso de fertilizantes, pesticidas y semillas hibridas beneficiaron principalmente a los agricultores que ya eran competitivos antes de las re-formas, pero no fueron incluyentes con los pequeños agricultores o los campesinos de subsistencia. Ante la agricultura con gran contenido de fertilizantes, pesticidas y semillas transgénicas, la Or-ganización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) plantea que los sistemas tecnológicamente cercanos a la agricultura orgánica han demostrado rendir más que los sistemas agrícolas ordinarios que operan en condiciones de presión ambiental, pero al respecto señala “La producción mundial de alimentos es algo más que contar con suficientes alimentos para la población mundial, el problema es hacerlos llegar a las personas que los necesitan”6 , dicha cita pone en el centro de la discusión más que la producción la distribución de los alimentos.

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Cita textual de ¿Preguntas frecuentes sobre agricultura orgánica? De la página electrónica de FAO, para ver el

documento completo consulte: http://www.fao.org/organicag/oa-faq/oa-faq7/es/

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Por tanto, parece que con la tecnología existente es posible producir por lo menos los alimentos que la población necesita mediante técnicas de cultivo eficiente ecológica y económicamente. Sin embargo, el desarrollo de otro tipo de agricultura (como la orgánica) presenta la limitante que solo se ha puesto en marcha y se reconoce como viable hasta que se considera en las lógicas de mercado. Según la FAO, los productos orgánicos certificados “son aquellos que se producen, almacenan, elaboran, manipulan y comercializan de conformidad con especificaciones técnicas precisas (normas), y cuya certificación de productos “orgánicos” corre a cargo de un organismo especializado. Una vez que una entidad de este tipo ha verificado el cumplimiento de las normas que rigen el ámbito de los productos orgánicos, se concede una etiqueta al producto…”7 Es decir, no basta con que un productor que por tradición, cultura, conocimiento o falta de recursos, sea capaz de que su sistema productivo agrícola opere sin un solo gramo de insumos químicos y esté en total equilibrio con el medio ambiente; sino que para acceder al mercado diferenciado y el sobre precio que implica contar con una etiqueta de producto agrícola, hace falta la certificación por parte de un organismo externo que lo introduzca a la lógica de mercado y le abra el nicho de consumidores finales, por supuesto mediante el pago de los servicios de dicho organismo. Más aún, en el marco económico y social que implica la presente etapa económica en donde los procesos productivos se han vuelto globales y por tanto necesitan de políticas de liberalización económica, las cuales consisten en suprimir las barreras arancelarias y no arancelarias de los países para permitir el libre tránsito de mercancías (Villareal; 1984:124), hay especialistas que señalan que la liberalización ha sido inducida únicamente por los países desarrollados fuera de sus fronteras, y por el contrario incrementan el proteccionismo dentro de ellas en base a mantener una hegemonía productiva y comercial incluso en los sectores que podrían considerarse hoy poco productivos como el caso de la agricultura (Chang, 2004). De tal modo, es criticable que las naciones desarrolladas actúen con un doble discurso, ya que ellas son los mayores impulsores del libre mercado, sin embargo son conscientes de que los mercados no consiguen por si mismos ser eficaces, ya que se ven alterados por un sin fin de factores como la desigualdad en el ingreso y niveles elevados de pobreza que reducen la demanda agregada y además entran en los mercados internacionales de manera desigual. Es en este contexto en el que la búsqueda de un equilibrio entre la producción de alimentos y materias primas ya no obedece únicamente a objetivos de equilibrio económico entre oferta y demanda, sino que “la viabilidad ecológica es condición necesaria para la producción duradera de cualquier Sistema Económico” (Martínez, 2007:129). Sin embargo, no se puede desligar el aspecto económico que implica como los productores agrícolas producen el ingreso agrícola de sus hogares y al mismo tiempo como los hogares han modificado su estructura de gasto en función de las fluctuaciones que han experimentado los alimentos.

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Idém

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1.1 El contexto Mexicano México es hoy una de las economías de tamaño intermedio más abiertas del mundo. Los aranceles se han abatido y el flujo de bienes, servicios y capitales es prácticamente libre. El interés por guardar coherencia con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se ha convertido en guía de toda su estrategia comercial internacional y se ha plasmado en las múltiples zonas de libre comercio producto de los acuerdos que ha signado con prácticamente todos los países desarrollados y varias naciones en vías de desarrollo (Puyana; 2008:3). A raíz de la apertura comercial con América del Norte es verdad que las exportaciones de productos se ha incrementado cuantiosamente, sin embargo, en términos de la balanza comercial las importaciones han tenido un mayor peso, generando una balanza comercial agropecuaria deficitaria que desde 1993 y hasta 2012 continua en la misma vía. Para el caso específico de México, autores como Baudasse y Calderón (2009), Prina (2013) y Appendini (2014) concluyeron que la agricultura mexicana poco podía competir contra las agriculturas de los países desarrollados, puesto que la agricultura de los países en desarrollo está basada en la ventaja comparativa. Dicha liberalización económica de los mercados, implica que los agricultores tradicionales y de baja eficiencia, tengan que competir en los mercados internacionales con productos con mayores ventajas o subvenciones. “Esta situación provoca una reducción del precio doméstico de los bienes alimenticios, y la disminución de los ingresos agrícolas; cuestión que trae consigo el incremento de los movimientos migratorios internos, el aumento del desempleo y la eclosión del sector informal de la economía.” (Baudasse y Calderón, 2009:3). Incluso los defensores del libre comercio en el sector agrícola, señalan que los apoyos gubernamentales han resultado nocivos y hasta “perversos” pues estos hacen que los productores no puedan cambiar a cultivos altamente rentables, pues de hacerlo perderían el subsidio que es parte fundamental de su ingreso. De hecho, plantean que “la baja en los precios de los productos agrícolas no ha sido compensada del ingreso de los productores con el incremento de rendimientos, ni por la disminución de costos de la materia prima, sino por los apoyos provenientes del Estado” (Brambila, 2003:259). Finalmente, a dos décadas de la implementación de las políticas de liberalización económica, en donde el mercado se ha impuesto sobre el Estado, “la prosperidad ofrecida por los reformadores neoliberales está cada vez más lejos de la realidad. Más aún: los resultados reales del modelo neoliberal contrastan negativamente con los observados durante el vilipendiado modelo económico precedente” (Calva, 2004:5). Por tanto, se plantea una investigación que ante un escenario tan complejo como la misma economía y el marco social en el que se desarrolla, estudie en específico un caso que sin el afán de generalizar, el presente análisis pueda ser un punto de partida para la comprensión de los ingresos y gastos de los hogares en un contexto geográfico y temporal de-finido en México. Actualmente el contexto financiero que impera en la economía, no discrimina entre sectores económicos sujetos de especulación en donde el último fin es la rentabilidad monetaria desvinculada en su totalidad de los niveles productivos y enfrentando a las economías nacionales que dependen de la realización de sus productos agrícolas a merced de los mercados. Dicha espiral especulativa sobre los precios internacionales de los commodities agrícolas ha experimentado un incremento desde el año 2005 hasta que en el 2010 marco un incremento de 30% en lo que respecta a la variación de precios. En un primer momento, pareciera que dichos incrementos en los precios agrícolas internacionales pudieran beneficiar a los pequeños productores vía el incremento de sus ingresos producto de la comercialización de su producción, sin embargo al ser al mismo tiempo comprador de productos que completan su alimentación y consumo básico, no parece tan claro el beneficio directo de la población agrícola en función de la reducción de la pobreza y la disminución de la desigualdad en el ingreso de dicha población respecto a las poblaciones urbanas (FAO 2010; Prina, 2013; Chiu & Turvey, 2014).

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Incluso organismos internacionales como FAO señalan que la volatilidad extrema de los precios en los mercados agrícolas internacionales hacen evidente las mayores y más frecuentes amenazas a la seguridad alimentaria mundial, teniendo mayor impacto entre los pobres, pues estos “llegan a gastar hasta un 70 por ciento de sus ingresos en alimentos. La falta de diversificación alimentaria agrava el problema, ya que los aumentos de precios de un alimento básico no se pueden contrarrestar fácilmente con la sustitución de otros alimentos” (FAO, 2010:2). Es decir, dicha volatilidad afecta directamente las estructuras de gasto que existen en los hogares rurales por la dependencia que existe a los precios de los productos agrícolas en función de la magnitud del ingreso disponible que se utiliza para satisfacer su propia demanda de productos alimenticios. Del lado de la oferta, la volatilidad afecta a los agricultores “quienes dependen en gran medida de los productos básicos para sus medios de vida, la volatilidad extrema puede dar lugar a una notable fluctuación de sus ingresos” (FAO, 2010:2). Es decir, por una parte el incremento de los precios pagados al productor puede reflejarse en un incremento de los ingresos del hogar rural medio, sin embargo las altas fluctuaciones pueden tener como consecuencia escenarios inciertos que no le permitan a los agricultores emprender procesos de capitalización y/o tecnificación que les asegure un incremento productivo en sus unidades agrícolas. Como tendencia internacional no es ajena al caso mexicano, puesto que el incremento de los precios agrícolas ha afectado a grandes segmentos de la población mexicana “de manera proporcional a los sectores más marginados por el efecto que tiene sobre la composición del consumo de las familias de menores ingresos, ya que la proporción del ingreso que destinan a la adquisición de alimentos tiende a ser mayor” (Chávez y Villarreal, 2009:799). Incluso, Chávez y Villarreal (2009:799) concluyen que la magnitud de la población que vive en condiciones de pobreza es susceptible en gran medida por el incremento en los precios de alimentos, pues “ante un incremento de 15% implicaría, ceteris paribus, que aproximadamente el 2% de la población pasara a ser pobre alimentario”. Los mismos autores, afirman que las limitaciones de su estudio radican en contemplar la población en general y ello sentaría como un supuesto que el incremento en los precios agrícolas crean una disminución del poder adquisitivo de las familias en general, sin embargo el caso que implican los productores agrícolas crearía una categoría de análisis separada, particularmente cuando la producción excede al autoconsumo, por tanto, “un incremento en el precio de los alimentos no implica forzosamente un incremento en la pobreza” (Chávez y Villarreal, 2009:800). Sin embargo, la disponibilidad de datos que aporta representatividad al análisis hace necesario que se concrete a un estudio de carácter nacional que reconoce las limitantes en exactitud que ganaría un estudio por separado en función de las regiones productoras y una diferenciación rural-urbano.

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2. Materiales y Métodos La presente investigación se plantea como un estudio de caso, puesto que el análisis se centrará en la comparación a nivel regional de México, analizando como existen factores regionales que hacen una diferenciación respecto a los precios, características y formas de producción nacionales. Por tanto se hace una revisión teórica respecto a las determinantes de los precios agrícolas y se compara respecto a las observaciones empíricas del cultivo de Maíz en el Estado de Quintana Roo para el periodo 1980-2010.

3. Perspectiva Teórica Existen diferentes posturas teóricas respecto a la formación de precios de los productos agrícolas, para la presente investigación se abordan las posturas neoclásica (microeconómica) y kaleckiana (formación de precios). En términos generales los determinantes del precio de los productos agrícolas están explicados generalmente por la teoría microeconómica, en donde la relación entre oferta y demanda resulta con elasticidad negativa, puesto que ante cambios en los precios de dichos productos, no se producen variaciones significativas de los precios y consumo de los mismos. No obstante la naturaleza de los productos primarios el analizar el ingreso en términos agregados ofrece poca explicación sobre el fenómeno social, sin embargo cuando se analiza por deciles el gasto que se hace en alimentos, puede ofrecer lucidez en función de cómo se distribuyen los gastos en alimentación (Ballestero, 2000:165). Según la Ley de Engel “a medida que el ingreso aumenta, una proporción menor de éste se gasta en alimentos”, por tanto la elasticidad-ingreso de los alimentos es baja, puesto que a medida que aumenta el ingreso, la cantidad absoluta destinada a la alimentación aumentará, sin embargo la proporción del ingreso total que se destine al consumo de productos básicos disminuirá. No obstante, aunque la proporción destinada a alimentos disminuya constantemente de los ingresos nacionales, la demanda productos primarios en su conjunto aumentara con el desarrollo económico de la población debido al crecimiento natural de la población y los desplazamientos ocupacionales de ésta. Dicho fenómeno ejercerá una presión sobre la oferta de alimentos que modificara las condiciones de mercado y por tanto los precios (Flores, 1964:64). En este sentido Schultz (1965) clasifico a los productos alimenticios (ver tabla 1) en Estados Unidos según su elasticidad-ingreso y argumenta que si bien en general la elasticidad demanda-precio de los productos agrícolas es muy pequeña al igual que su elasticidad demanda-renta, dando como resultado una curva de demanda-precio de cualquier producto agrícola es casi vertical, conviene hacer un par de acotaciones, puesto que los productos como los granos básicos que sirven como insumo para la ganadería u otro tipo de industrias en donde los bienes sustitutos son muy cercanos y a medida que se les agrega valor a los productos primarios, la elasticidad de estos tiende a incrementarse. Lo cual es diferente a si la elasticidad demanda-precio de los productos agrícolas tomados en conjunto puede ser alta o baja. Para ello, conviene diferenciar los efectos según el poder adquisitivo de los consumidores, puesto que la diferencia de la estructura de consumo por deciles hace efectos diferenciados (Ballestero, 2000:166-167).

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Además de los factores microeconómicos peculiares que pudiera tener la producción de alimentos y bienes primarios, Flores (1964) enumera las siguientes características fundamentales: 1.Solo se pueden llevarse a cabo donde las condiciones ecológicas no actúan como factores li-mitativos. 2.Dependen de la interacción de procesos bióticos sobre recursos renovables o fluentes. 3.Están sujetas a intensas variaciones cíclicas. La recurrencia de ciertos fenómenos naturales, como las estaciones o los monzones, rige los ciclos vegetativos de las especies, ya sean éstas vegetales o animales, anuales o perennes. 4.Sus grandes necesidades de espacio y la escasez relativa de éste dan una enorme importancia a la localización y a las formas de apropiación de la tierra. (Flores, 1964:41) En este sentido, los presentes autores hacen referencia a las leyes microeconómicas de la oferta y la demanda con algunas peculiaridades propias de las condiciones naturales para la producción de materias primas, puesto que atribuyen como “Las causas principales de estas fluctuaciones son la duración del proceso productivo, su estacionalidad y la irregularidad de los rendimientos, irregularidad debida precisamente a los cambios imprevisibles del clima y a otros factores, como las plagas.” (Flores, 1964:68), pero no dejan de lado que en el momento de la comercialización la eficiencia de mercado asignara un equilibrio entre oferentes y demandantes. Incluso, Flores (1964) señala que los efectos monopólicos del Estado en la distribución y comercialización de alimentos son la razón fundamental por la que no se cumplan los equilibrios de mercado correspondientes al sector agropecuario mexicano. Por tanto, para el caso mexicano la presión fundamental sobre los precios de los productos agrícolas proviene de la incapacidad de las exportaciones para aumentar a la misma velocidad que la economía interna. Esto provoca desequilibrios en la balanza de pagos y las devaluaciones sucesivas con cambios en el nivel de precios. No así en el largo plazo, pues la política de abastecimiento de materias primas en el extranjero y producción local ha contenido la presión fundamental, surgida de inelasticidad de la producción agrícola. Es entonces que los mecanismos de propagación pueden servir como el más fuerte mecanismo de reajuste de precios y de ingresos, debido al alto grado de monopolio que existe en la economía mexicana. Dicho grado de dominio sobre el mercado hace que los empresarios puedan influir en los precios de las mercancías y de los servicios generando las presiones inflacionistas (Guillén, 1989:30-33). En otra propuesta, Kalecki señala que las variaciones a corto plazo de los precios pueden clasificarse en dos grandes grupos: las que son determinadas principalmente por los cambios del costo de producción y las que se originan fundamentalmente en cambios de demanda. “En términos ge-nerales, las modificaciones de los precios de los artículos acabados son determinadas por los costos, en tanto que las de los precios de las materias primas y los productos alimenticios primarios son determinados por la demanda.” (Kalecki, [1954] (1995), 11). Esto debido a que para la producción de materias primas se necesita que transcurra un periodo relativamente grande y estacionario que depende de las condiciones meteorológicas para que pueda aumentarse la oferta de productos agrícolas, por tanto es inelástica oferta a corto plazo, puesto que un aumento de la demanda provoca una disminución de existencias y la consiguiente elevación del precio. El movimiento inicial del precio puede acentuarse a causa de un elemento especulativo adicional que modificara la relación en función de los pesos relativos que tengan los actores económicos.

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Más recientemente, nuevos factores han influido con diverso peso en las fluctuaciones de los pre-cios de productos agrícolas, por ejemplo, el alza en las cotizaciones de las materias primas de origen agrícola en los mercados internacionales se ha contagiado a los precios en el ámbito interno de numerosos países (Salama, 2008:837), dichas cotizaciones de las materias primas han incrementado el precio de productos primarios disminuyendo la capacidad de compra de la población en general, pero sobretodo de las familias de los deciles más bajos que son las que gastan mayor proporción de su ingreso en alimentos y por tanto quienes sufren en mayor medida los procesos inflacionarios que los hacen vulnerables a las fluctuaciones de los mercados. Y aunque las cotizaciones de las materias primas no se refleja de modo íntegro en los precios de esos productos al ser comercializados en los mercados nacionales gracias a las políticas gubernamentales de contención de dinámicas internacionales convertidas en problemas nacionales, ya sea por medio de subsidios, restringiendo las exportaciones o con menores aranceles (Salama, 2008:839). Aunado a la nueva dinámica especulativa financiera, el mercado de los productos agrícolas se enfrenta a fenómenos o causas de fenómenos que le eran ajenos como la escases relativa de la oferta de productos agrícolas producto de nuevos usos industriales (por ejemplo los biocombustibles que han modificado los usos industriales y han hecho que los países que tenían un consumo de granos básicos estacionario incrementen su demanda y ejerzan presión extra en los mercados); nuevos factores que modifican la demanda, causada por el enorme incremento que se ha dado en diferentes países de Asía, en especial China e India, cuyo crecimiento económico ha permitido la reducción de los niveles de pobreza a ritmos acelerados, y por tanto existen nuevos demandantes de alimentos. En el mismo sentido, la mejora en los niveles de vida a nivel mundial, han modificado la estructura de consumo, primero enfocado a los cárnicos que indirectamente ejercen presión sobre la demanda de cereales y oleaginosas que son usados para la alimentación de ganado producido de manera estabulada. Al mismo tiempo se han incrementado los procesos especulativos en bolsa, concentración de la propiedad de la tierra, domino de las empresas trasnacionales en la producción y comercialización de materias primas, los nuevos paquetes tecnológicos que hacen dependientes a los agricultores incrementando sus costes de producción (Salama, 2008:838). En términos generales los determinantes de los precios de los productos agrícolas se resumen en:

4. Análisis y discusión de los resultados Si bien es cierto que el PIB agrícola de Quintana Roo en el 2012 aporto apenas el 0.8%8 al total estatal, es de destacar la importancia que este tiene para las regiones rurales que se encuentran ubicadas en las partes con más alto índice de marginación en el Estado y fuera de los polos de desarrollo que han generado los servicios en las zonas turísticas consolidadas dentro del mismo estado (Reyes y Barrera, 2014; Barrera y Reyes, 2013). Es decir, la importancia de la producción agrícola del Maíz en Quintana Roo es económica, pero al mismo tiempo social, puesto que las unidades de producción en términos generales cuentan con poca capitalización. Los precios de estatales de Maíz han tenido incrementos constantes, lo cual supondría que los productores tienen incentivos para cultivar más superficie y así poder aprovechar los incrementos en los precios que se reflejarían en términos de ingreso producto de la venta de productos agrícolas. Sin embargo al analizar la superficie sembrada de Maíz desde 1980 hasta el año 2010, esta solo se ha incrementado en poco menos de 18 mil ha para ubicarse en 69,561 ha. Esto representa un retroceso respecto a los máximos históricos de 1982 (102,631 ha) y 2002 (94,933). Mientras la pendiente de regresión lineal (véase Gráfica 1) describe el comportamiento de la superficie sembrada es prácticamente horizontal al eje de las x, la pendiente de la recta de regresión que describe el incremento de los precios del mismo grano crece rápidamente.

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Más información al respecto véase Monitos Agroeconómico del Estado de Quintana Roo 2011. http://www. sagarpa.gob.mx/agronegocios/Documents/pablo/Documentos/monitor%20estados/Quintana_roo.pdf

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El modesto incremento en términos de superficie sembrada bien pudiera verse subsanado vía el incremento de rendimientos, lo que significaría que aunque no se incrementara en términos sustanciales la superficie sembrada se obtuviera un mayor número de kilogramos/ha, producto de capitalización, tecnificación y asistencia técnica que permite el incremento de los precios, y por tanto, un incremento en los ingresos de los agricultores. No obstante, dicho proceso no ha o-currido, puesto que el rendimiento por ha sembrada en 1980 era de apenas 0.627 toneladas/ha, y en el año 2010 fue de 0.830 ton/ha. Es decir, en 30 años apenas se incrementó en 200 kilogramos/ha el rendimiento de las unidades productivas de Quintana Roo, mientras que nacionalmente dichos incrementos pasaron de 1.829 ton/ha a 3.260 ton/ha (Véase Grafica 2). Por lo tanto, el incremento en los precios del grano de Maíz no ha sido el detonante para una mejora técnica o productiva en términos de las unidades productivas. Y por tanto no pueden aprovechar los beneficios económicos que les significaría un mayor ingreso. No obstante, el cultivo no deja de ser el más importante en el Estado, todavía en el año 2010, se cultivaban más de 69 mil ha, que representan el 62% del total de la superficie cultivada.

5. Conclusiones En el caso específico del cultivo de Maíz en el Estado de Quintana Roo, la oferta de este no o-bedece necesariamente a uno de los estímulos más grandes que tiene el mercado: el precio. Es decir, que en los últimos 30 años las presiones que se han ejercido sobre el producto prácticamente no han modificado la oferta, lo cual pareciera un estado estacionario en el que se cumplen los supuestos kaleckianos en lo que respecta a la formación de precios de productos primarios. Es decir, la teoría clásica de oferta y demanda que modifica el panorama de oferentes y demandantes no aplica en este caso, pues al mismo tiempo el presente producto opera con una carga estructural que refleja los polos de desarrollo en el Estado. Mientras en los destinos turísticos se han vuelto enclaves de desarrollo con grandes inversiones que apenas emplean mano de obra local, las unidades de producción agrícola poco han visto de las mejoras en indicadores económicos y sociales a nivel Estatal y nacional, manteniendo estructuras productivas casi idénticas a las de hace 30 años.

Anexo figuras y tablas. Tabla 1: Clasificación de alimentos según su elasticidad-ingreso.

Elasticidad-ingreso negativa

Baja Elasticidad-ingreso (0.25 o menos)

Elasticidad-ingreso media (mayor a 0.25)

Frijoles y chicharos. Retazos y manteca de cerdo. Harina y gramíneas. Grasas y aceites. Azúcar y jarabes.

Café, té y chocolate. Carnes, aves, huevos y pescado. Verduras y frutas (excepto tomate y cítricos). Lácteos sólidos descremados.

Tomates y frutas cítricas. Crema de leche fresca y helado. Pavo. Cortes selectos de carne.

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Tabla 2. Factores que influyen en los precios de los productos agrícolas.

Precio de los productos agrícolas Oferta • Nuevos usos (biocombustibles, aprovechamiento industrial). •

Concentración de la propiedad de la tierra.



Transnacionales que dominan materias primas y comercialización.



Dependencia a paquetes tecnológicos (Costos de producción)

Particularidades • Dependencia a las condiciones ecológicas.

Demanda • Nuevos compradores (China e India).



Variación cíclica en función del clima y fertilidad.



Cambio en la estructura de consumo (cárnicos, lácteos y oleaginosas).



La necesidad de uso ex- • tensivo de tierra modifica la localización y la tenencia de la producción.

Especulación de los grandes capitales en las bolsas de valores.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfica 1. Superficie sembrada (ha) y Precios de Maíz en Quintana Roo, 1980-2010.

Fuente: Elaboración propia con datos de SIACON (2013).

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Gráfica 2. Volumen de producción (ton) y Precio del Maíz en Quintana Roo, 1980-2010

Fuente: Elaboración propia con datos de SIACON

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La participación de la mujer en cargos de elección popular en el estado de Quintana Roo, México

Wendy Gpe. Chan Caamal / Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo IMaría Cristina Osorio Vázquez / Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo.

Resumen En este artículo se describirá un recuento histórico de la participación de la mujer en política en el estado de Quintana Roo, con una descripción de las políticas que han apoyado su presencia en cargos de representación popular, así como los obstáculos económicos, políticos y sociales que la mujer enfrenta en su participación política, con una alternativa a la equidad de género a través del empoderamiento. Palabras clave: Mujer-Política-Empoderamiento

Introduccion En 1953 la mujer mexicana es reconocida legalmente con el derecho a votar y de ser electa para cargos públicos; sin embargo su participación en la vida política del país ha sido limitada, enfrentando numerosos obstáculos. La mujer ha tenido que luchar lo que por derecho le corresponde, teniendo que pasar por la subordinación, desigualdad de oportunidades, e incluso discriminación; a pesar de las luchas y las leyes promovidas, el acceso de las mujeres mexicanas a las posiciones de poder político sigue siendo un reto. Peschard (2001) define a la política como “El espacio donde se adoptan las decisiones que tienen proyección social, es decir, donde se define cómo se distribuye los bienes de una sociedad, es decir, qué le toca a cada quien, cómo y cuándo”. Sin embargo la participación política de las mujeres parece estar en una contradicción con la afirmación anterior, ya que la mujer no está con-templada en esta visión. La mujer participa reiteradas veces en la política informal, pero poco en la formal; salen del espacio doméstico, pero fundamentalmente para resolver problemas inherentes a él; gestionan y presionan pero no toman parte en las decisiones; son elemento fundamental de la gobernabilidad democrática de los gobiernos locales, pero no son percibidas como personas con capacidad de gobierno; en la repartición de poder no son tomadas en cuenta; es decir, están cerca del poder y lejos de su ejercicio Con los cambios que comenzarían a registrarse en los municipios en la década de los ochenta, la descentralización y el fortalecimiento del municipio, iniciaría un cambio de mirada hacia el gobierno local como espacio de influencia directa en la vida de las comunidades y, por tanto, como espacio de participación política institucional, lo cual podría favorecer la participación de la mujer, lo cual se observará a lo largo de este artículo no ha sido de manera fácil.La activa participación de mujeres como intermediarias y gestoras de su colonia o comunidad ante los ayuntamientos, les ha brindado experiencias de socialización, deorganización, de interacción con las instituciones de poder público; ha fortalecido su autoestima mediante su actuación en el espacio público, han comenzado a empoderarse9.

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En septiembre de 1995 se realizó la 4ª. Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing, y fue en este lugar donde se acuñó la palabra Empoderamiento; González Marín (2008) la define como la autoridad que se gana con base en el desarrollo de las capacidades, el liderazgo y lo que sirve para realizar cambios en diversos aspectos sociales

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El concepto se encuentra relacionado con que las mujeres tengan la oportunidad de decidir, apuntar hacia la capacidad de cambio personal y de cambio político y social. Pero las mujeres me-xicanas construyen su realidad a partir de normas culturales que se basan en el predominio de los hombres sobre las mujeres; la sociedad mexicana que descansa en el modelo patriarcal, ha establecido espacios y roles de actuación diferentes en función del sexo de las personas. Esto se hace evidente cuando se analizan las diferentes realidades nacionales, donde se observa que a pesar del progreso de las últimas décadas en materia de equidad, la desigualdad de género aún existe en todos los ámbitos de nuestra sociedad, y uno de los ámbitos principales en donde esta inequidad es evidente, es precisamente en el ejercicio de los derechos civiles y políticos de las mujeres, entre los cuales se nombra el derecho a postularse para cargos públicos, que son ejercidos mayormente por los varones y muy poco por las mujeres, dando como resultado que las mujeres estén subrepresentadas en las instancias de poder formal. Dado que el municipio es el espacio más cercano a la ciudadanía, resultaría positivo que hagan suyo el desafío de evitar las asimetrías de género en las políticas públicas que defina, partiendo por fomentar las políticas equitativas en este nivel de gobierno

La participación de la mujer en la política en Quintana Roo El Estado de Quintana Roo se localiza en el extremo este-sureste de la República Mexicana, y es el único estado del país que tiene tres fronteras internacionales: con el Caribe al este, con Belice al sur y con Guatemala al suroeste. Es uno de los estados más jóvenes de México, con una edad de 40 años y, cuenta actualmente con 10 municipios: Benito Juárez, Solidaridad, Othón P. Blanco, Cozumel, Felipe Carrillo Puerto, Tulum, Bacalar, Lázaro Cárdenas, Isla Mujeres y José María Morelos. El 2 de marzo de 1975 se efectuaron las primeras elecciones generales en Quintana Roo para elegir gobernador, legisladores y los siete ayuntamientos, conformados por siete cargos cada uno: una presidencia municipal, una sindicatura y cinco regidurías. El entonces y durante muchos años el hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue el único que participó con candidaturas en todos los ayuntamientos para esa elección. El Partido Popular Socialista (PPS) participó sólo con candidaturas para el ayuntamiento de Othón P. Blanco. En total fueron postuladas 49 personas para cargos propietarios y 42 para cargos suplentes (la presidencia municipal no tenía suplentes); de entre ellos, sólo seis mujeres: tres con candidaturas propietarias y tres suplentes. Y así comenzó la historia de las mujeres quintanarroenses en la participación institucional de ese estado. De acuerdo a las estadísticas del total de mujeres electas por municipio según el Instituto Electoral del Estado de Quintana Roo, se hace evidente que entre aquellos que fueron creados en 1975, la mayor participación proporcional se encuentra en Isla Mujeres y, Benito Juárez (20%), respectivamente. En el otro extremo, con la menor participación se ubica José María Morelos (13%), Lázaro Cárdenas y Cozumel (14%). Solidaridad con veinte años de existencia como municipio, acusa una notable ausencia de mujeres en su gobierno local (14%). Y Tulum, a la vuelta de cuatro años se coloca con una tendencia creciente a mayor inclusión de mujeres en su ayuntamiento, al igual que Bacalar en su primera elección de ayuntamientos. En general, en el Estado de Quintana Roo, por el porcentaje de mujeres en los ayuntamientos, y específicamente en el municipio de José María Morelos, se observa que se presenta una importante asimetría entre mujeres y hombres, de la que se infiere que existen múltiples factores u obstáculos que impiden que las mujeres del municipio avancen en su inclusión en los partidos políticos y en los cargos de elección y representación política, lo que tiene una relación en los ámbitos: cultural, social, económico y político.

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Objetivos El objetivo general de esta investigación fue Identificar cuáles son las principales condicionantes que obstaculizaron el acceso de la mujer a cargos de elección popular en Quintana Roo.

Metodología Para poder identificar cuáles son las principales condicionantes que obstaculizaron el acceso de la mujer a cargos de elección popular en Quintana Roo, se utilizará el enfoque cualitativo, utilizando la metodología de la entrevista abierta, la cual según Girraldo (2007) es el proceso de identificación de patrones culturales, por medio de una entrevista flexible, en la que se favorece la comunicación dejando hablar libremente y haciendo sentir al/a la entrevistado/a cómodo/a, además permite al investigador corroborar, descartar o descubrir elementos relacionales de su entrevistado y así fi-nalmente presentar el informe que se requiere. La revisión de la bibliografía, también será una herramienta importante para poder analizar y comprender los obstáculos a las que se enfrentan las mujeres para poder acceder a un cargo de e-lección popular.

Resultados Han transcurrido 40 años desde que Quintana Roo se erigió en estado libre y soberano, en estas casi cuatro décadas, se han llevado a cabo 14 procesos electorales ordinarios y dos extraordinarios. De las elecciones ordinarias, siete han sido completas, es decir, la ciudadanía ha elegido a personas para ocupar la gubernatura, el Congreso del Estado y los ayuntamientos, en 1975, 1981, 1987, 1993, 1999, 2005 y 2010. Las elecciones ordinarias restantes han sido intermedias, pues sólo se eligieron representantes para el Congreso del estado y los ayuntamientos, en 1978, 1984, 1990, 1996, 2002, 2008 y 2013. Los procesos electorales extraordinarios se convocaron para elegir el primer ayuntamiento de So-lidaridad en 1994, y el primero de Tulum en 2009. Así, se han llevado a cabo 14 elecciones para siete ayuntamientos creados desde 1975: Othón P. Blanco, Benito Juárez, José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto, Lázaro Cárdenas, Isla Mujeres y Cozumel. Por su parte, Solidaridad ha vivido ocho elecciones y Tulum tres, incluidas la de su primer ayuntamiento. En total han participado 18 partidos políticos, de los cuales siete no tienen presencia política en el estado, y han contendido solos, en alianzas de facto o en coaliciones formales. Los partidos o coaliciones han postulado en candidaturas propietarias para los 10 ayuntamientos a 3685 personas, entre los cuales se registraron 760 mujeres (24%) y 2450 hombres (76%). Los partidos, en suma, inscribieron hombres siete veces más que a mujeres: 88% de sus candidaturas para ese cargo fueron destinadas a hombres y 12% a mujeres. La brecha es menor, pero igualmente significativa en las postulaciones para la sindicatura y la primera regiduría. Para esos cargos inscribieron a cuatro veces más hombres que mujeres. Por otra parte, el total de mujeres electas por municipio, se hace evidente que entre aquellos que fueron creados en 1975, la mayor participación proporcional se encuentra en Isla Mujeres (20%) y, Benito Juárez (20%). En el otro extremo, con la menor participación se ubica José María Morelos (13%), Lázaro Cárdenas y Cozumel (14%). Solidaridad con veinte años de existencia como municipio, acusa una notable ausencia de mujeres en su gobierno local (14%). Y Tulum, a la vuelta de cuatro años se coloca con una tendencia creciente a mayor inclusión de mujeres en su ayuntamiento, al igual que Bacalar en su primera elección de ayuntamientos. En la elección para miembros de ayuntamientos del proceso electoral 2013 del municipio de José María Morelos, Quintana Roo se observa la participación de las mujeres de la siguiente manera: 46

Mujeres que participaron con cargo propietario en José Ma. Morelos, Q. Roo. (2013) Partido político

Presidencia municipal

Sindicatura

Primera regiduría

Regidurías restantes

Total

%

PRI

0

0

1

2

3

37.5

PRD

0

1

1

2

4

50

PVEM

0

0

0

4

4

50

PT

0

1

0

3

4

50

Nueva Alianza

1

1

0

2

4

50

Movimiento CIudadano

1

0

1

2

50

Fuente: Instituto Electoral de Quintana Roo El porcentaje de participación en el Partido Revolucionario Institucional es el más bajo registrado (37.5%), en comparación con los restantes que cuentan con un 50% de participación de la mujer, respetando de esta manera la paridad de género.

Discusión El espacio público ha estado siempre dominado por los hombres mientras las mujeres se han de-dicado al cuidado de sus familias y hogares, siendo el ámbito público prohibitivo para aquellas mujeres que quisieron cuidar su reputación. Al día de hoy, si bien las mujeres han sabido ganar un lugar de incuestionable protagonismo en la vida social y pública también es cierto que la cultura patriarcal, aún presente, adopta formas sutiles de coartar a las mujeres que intentan participar en el ámbito político. Por otro lado, las relegan a participar a la sombra de líderes varones, aplicando resistencias encubiertas que determinan lo que corresponde hacer culturalmente como hombres y mujeres. En este sentido, la participación femenina se ve duramente condicionada por un discurso que reconoce la igualdad, pero en la práctica las continúa subordinando a los roles tradicionalmente femeninos, aun cuando participan en organizaciones sociales y ámbitos políticos. De acuerdo a Tello (2009), la sumisión es una de las características más presentes entre las mujeres pobres: si por un lado el analfabetismo en la principal barrera, por otro, su condición de de-pendencia económica, las hace vulnerables, con baja autoestima. Sus escasos recursos determinan también su movilidad, pero sobre todo su tiempo: las mujeres mejor posicionadas económicamente pueden contar con el apoyo del servicio doméstico para atender las cargas familiares y del hogar, mientras que las más pobres deben ocuparse por sí solas de tales obligaciones que, en la mayoría de los casos, no son compartidas con sus parejas. El estudio de Tello (2009), encontró como barreras de entrada algunas de las dificultades del entorno más habituales que han debido superar durante su postulación, entre las que se destacan los estereotipos culturales contrarios a la participación de las mujeres en la política, los altos costos de medios para realizar la campaña electoral y las “argolla de amigos ”10 opuestos a sus postulaciones en el mismo partido político. Pero también su población de estudio, reconoció asimismo tener factores personales que dificultan o limitan sus carreras políticas, como son: la poca experiencia en el ejercicio del poder, la insuficiente preparación y formación política y la difícil conciliación político-pública.

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Grupos políticos internos dentro de cada partido.

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La categoría experiencia política es la acumulación de aprendizajes sociales y políticos generados por las prácticas cotidianas y luchas individuales de las mujeres como integrantes de los concejos municipales, lo cual al finalizar el periodo electivo les permite tener una visión y comprensión ampliada de lo que es un gobierno municipal. La experiencia política pasa por el autodescubrimiento de sí mismas, por el reconocimiento de su potencial, capacidades, habilidades y valoración de sus actitudes asumidas durante el periodo de gobierno. Se compone de la red de acontecimientos y aprendizajes sociopolíticos derivados de las relaciones de poder; relaciones en las cuales ellas pon en práctica diversas estrategias de resistencia y estrategias de subordinación, entendidas éstas: por una parte como los mecanismos utilizados por cada una para validar su presencia dentro del gobierno local y, por la otra, como las respuestas y acciones asumidas frente a la actuación de los otros miembros del concejo, y de otros actores sociales que intervienen en los asuntos del municipio. Esta experiencia está medida por la propia condición étnica y posición de clase, elementos de identidad que proveen recursos materiales y simbólicos para refrendar su presencia en la esfera pública como un derecho político. En México, la voluntad de generar mejores condiciones para el acceso de las mujeres a las candidaturas electorales se expresó en sucesivas modificaciones y adiciones al Código Federal de Instituciones y procedimientos Electorales (COFIPE). La legislación aprobada en 1993 (fracción III del artículo 175 del COFIPE) señalaba que los partidos promoverán una mayor participación de las mujeres en la vida política del país. El nivel de generalidad de la nueva reglamentación no puede considerarse sino como una declaración de principios. No obstante, es importante señalar que se trató del primer episodio, expresado en una normativa a escala federal, que atendía al problema de la distribución de candidaturas según el género. En este sentido, su relevancia está dada por el hecho de ubicar en la agenda política, la necesidad de fortalecer las candidaturas de las mujeres. Las adiciones y modificaciones posteriores, en 1996 y 2002, a los artículos “Transitorio XXII” y 175 del COFIPE, respectivamente, lograron disminuir la generalidad de la normativa de 1993. Con estas modificaciones se incorporaron especificaciones sobre la implementación de las cuotas de género y las sanciones por el incumplimiento de éstas. Con estas modificaciones, la representación de género ya no sólo es una declaración de principios y una recomendación a los estatutos partidarios, sino que se ha ido materializando en una legislación que determina las proporciones de candidaturas y su instrumentación.

Conclusión Hoy en día la participación de las mujeres en la política, en la toma de decisiones, se centra en las estructuras de poder. La democracia es en el fondo un asunto de distribución del poder político y del poder económico. Desafortunadamente en la mayor parte de los estados del país padecen de grandes déficits de democracia, siendo las mujeres las que están en mayor desventaja que los hombres en esa distribución del poder. La participación política de las mujeres en el mundo ha conseguido avances importantes, pero no suficientes para los nuevos tiempos en que vivimos, estos exigen que una democracia tenga una ciudadanía activa; con reconocimiento en los marcos jurídicos nacionales y las normas internacionales para el ejercicio de los derechos humanos, civiles y políticos. González (2008) define al Empoderamiento, como la autoridad que se gana con base en el de-sarrollo de las capacidades, el liderazgo y lo que sirve para realizar cambios en diversos aspectos sociales.

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La meta del empoderamiento de las mujeres es transformar la ideología patriarcal y las estructuras e instituciones que refuerzan y perpetúan la discriminación de género, haciendo uso de mecanismos como la capacitación para lograr el acceso y el control de la información y de los recursos materiales. Es indispensable poner de manifiesto que el empoderamiento de las mujeres es un proceso por la equidad que también libera a los hombres; contribuye a reducir el obstáculo del machismo. Los hombres pueden liberarse de los roles de opresión y de explotación, así como de los estereotipos de género que limitan el desarrollo personal de hombres y mujeres. Es ahora cuando se observa una participación de la mujer en la política real y creciente, y aún que se encuentran con obstáculos sociales, económicos y políticos e inclusive relacionados con el actuar de otras mujeres, es necesario que la mujer se encuentren en cargos de representación popular si realmente queremos trabajar en condiciones de equidad de género en nuestro estado y país.

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