Análisis Comparativo de la Heráldica Asturiana

June 9, 2017 | Autor: L. Valero de Bernabe | Categoría: Heraldica, Emblemática, Heráldica española
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Descripción

Análisis Comparativo de la Heráldica Asturiana Por Luis Valero de Bernabé Martín de Eugenio Boletín de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía Académico Correspondiente El Principado de Asturias tiene una de las heráldicas más ricas de España asociada al carácter heroico de sus primeros pobladores, tras la crisis del reino visigodo, como tierra de hombres libres entre los que la hidalguía era la principal constante. A partir del siglo XIII surgen los primeros blasones asturianos como elementos identificativos de los principales linajes. Costumbre que con el trascurso del tiempo se iría transmitiendo entre la mayoría de las Casas Hidalgas que portaban en su escudo el cuartel de su varonía, cuyo uso estaba reservado a los miembros de dicho linaje, tanto a los pertenecientes a la rama troncal del mismo como a las diferentes ramas colaterales que se habían ido desgajando a lo largo de las generaciones y que lo incorporaron a sus blasones, bien sumando sus figuras a las originales del blasón de varonía o bien subdividiendo su campo en varios cuarteles. Las ciudades, pueblos y campos de Asturias son pródigas en labras heráldicas 1 constituyendo un rico patrimonio artístico. La Sociedad Medieval, inmersa en un profundo simbolismo iconográfico, fue escogiendo para componer sus escudos de armas una serie de figuras, tomadas tanto de la vida que caracterizaba al caballero, como de la naturaleza, tanto animada como inanimada, o de las actividades productivas o recreativas de la sociedad burguesa, a las que concedía un simbolismo que rebasaba su propia conceptualización natural, utilizando un diseño esquematizado de éstas para dibujarlo como signo identificativo del portador de los blasones. Esta elección no fue algo casual o arbitraria, si no que se correspondía con la forma de pensar del hombre medieval, inmerso en un profundo simbolismo iconográfico, en la que los emblemas heráldicos como jeroglíficos o representaciones pictóricas que eran se convirtieron en un signo de identificación preciso como puede ser una bandera, una enseña, un sello o un logotipo. En una sociedad mayoritariamente analfabeta, el uso de un determinado blasón era el mejor procedimiento para identificar un linaje, mucho más firme y determinante aún que el propio apellido de éste. La adopción de un determinado blasón antaño era algo que debía efectuarse con sumo cuidado, pues a través de su visión sé identificada y consideraba la calidad e importancia del propio linaje, mediante un sistema comprendido por todos los estratos sociales, incluso por el pueblo llano, mejor incluso que cualquier lenguaje escrito. Los motivos heráldicos reproducidos en los blasones son la mejor expresión de los ideales no solo de una determinada clase social sino de toda una comunidad. Siguiendo las tesis de Michel Pastoureau hemos investigado entre las diferentes fuentes documentales y plásticas en las que se recoge la Heráldica gentilicia de Asturias, habiendo encontrado 3.340 escudos diferentes, lo que nos ha permitido tratar de esbozar cuales son las características propias de la heráldica de Asturias que hemos obtenido de los armoriales: Armas y Linajes de Asturias y Antigüedades del Principado, de Tirso de Avilés2; Heráldica de los Apellidos Asturianos, de Francisco Sarandeses3; Antigüedades y Cosas Memorables del Principado de Asturias4 y Linajes Asturianos, de Luis Alfonso de Carballo5; Heráldica 1

Se llaman así a los escudos de alianza labrados en piedra en los que se reproducen los cuarteles de los antepasados de los propietarios de la casa solariega. 2

AVILÉS, Tirso de: Armas y Linajes de Asturias y Antigüedades del Principado, Oviedo. Grupo Editorial Asturiano, 1991 SARANDESES, Francisco: Heráldica de los Apellidos Asturianos, Oviedo. Instituto de Estudios Asturianos, 1994 4 ALFONSO DE CARBALLO, Luis Alfonso: Antigüedades y Cosas Memorables del Principado de Asturias, Biblioteca Histórico Asturiana, Silverio Cañada Editor, Gijón 1988 5 ALFONSO DE CARBALLO, Luis Alfonso: Linajes Asturianos, Monumenta Histórica Asturianense, Gijón (Asturias), 1987 3

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Asturiana, de Manuel Ferrero Blanco de Quirós6; Armorial del Cuerpo de la Nobleza Asturiana, de Almudena Rodríguez de Maribona7; Heráldica Llanisca, de Elviro Martínez8; Apuntes Históricos sobre la Casa de Navia, de Ángel Buerés9; Escudos de Armas del Municipio de Gijón10, de Miguel Cimadevilla y María Prieto; Caballeros Asturianos en la Orden de Carlos III, de Manuel Álvarez Valdés11; Boletín de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía; Lo hemos completado con los escudos asturianos que aparecen en el Nobiliario Español, de Julio de Atienza12. Una vez analizada la heráldica asturiana la compararemos con la española, utilizando para ello nuestra base de datos elaborada sobre 55.000 escudos gentilicios españoles13, agrupándolos según su lugar de ubicación de acuerdo con los territorios de los antiguos reinos hispánicos: A) Principado de Asturias; B) Corona de Castilla: Andalucía, Canarias, Cantabria, Castilla, Extremadura, Galicia, León, La Rioja, Madrid, Murcia, la Mancha y sin incluir Asturias; C) Corona Aragonesa: Aragón, Baleares, Cataluña y Valencia; D), Corona de Navarra, incluidas las Vascongadas por su afinidad cultural. En nuestro estudio hemos procedido a desmenuzar por cuarteles las labras heráldicas encontradas, descartando los cuarteles repetidos propios de los escudos cuartelados. Dentro de cada cuartel hemos procedido a describir y clasificar las diferentes figuras heráldicas que contienen habiendo llegado a reunir 122.266 motivos heráldicos, a los que a efectos metodológicos hemos tratado de agrupar en cuatro grandes tipologías: A) Geométricas; B) Heroicas; C) Naturalistas; y C) Populares, obteniendo el siguiente cuadro: Heráldicas

Asturiana

Castellana

Aragonesa

Vasconavarra

España

Nª de escudos Geométricas Heroicas Naturales Populares

3.340 1.459 3.194 1.807 541

24.420 12.741 24.630 13.450 3.835

15.615 8.152 11.876 9.860 3.902

11.625 6.642 8.515 10.212 1.450

55.000 28.994 48.215 35.329 9.728

Total

7.001

54.656

33.790

26.819

122.266

1.- Las Figuras Geométricas Las Figuras Geométricas se caracterizan por ser privativas de la heráldica y dibujarse de acuerdo con unas estrictas reglas de diseño, dimensión y color. Es decir, se trata de unas figuras que no existen sino en función de la heráldica que las ha creado y dado contenido. Aunque su adopción parece haberse debido inicialmente a circunstancias más relacionadas con la estética o la visibilidad, ya a finales de la Edad Media se difundió la creencia de que las traen en sus escudos las casas más ilustres y antiguas como símbolo de su nobleza y señales de su honor. Siguiendo con dicha interpretación, estas piezas se daban a los nobles y 6

FERRERO BLANCO DE QUIRÓS, Manuel: Heráldica Asturiana, Instituto de Estudios Asturianos, Oviedo 1964 RODRÍGUEZ DE MARIBONA DÁVILA, Almudena: Armorial del Cuerpo de la Nobleza Asturiana, Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias, Madrid 2005 8 MARTÍNEZ, Elviro: Heráldica Llanisca, El Oriente de Asturias, Llanes (Asturias), 2002 9 BUERES Y SANTA EULALIA, Ángel: Apuntes Históricos sobre la Casa de Navia, Colegio Heráldico de España y de las Indias, Madrid, 1996 10 CIMADEVILLA RODRÍGUEZ, Miguel, y PRIETO VERGARA, María: Escudos de Armas del Municipio de Gijón, Libros del Pexe, Gijón 2005, Gijón 2005 11 ÁLVAREZ-VALDÉS, Manuel: Caballeros Asturianos de la Orden de Carlos III, Oviedo, KRK Ediciones, 1992 12 ATIENZA, Julio, Nobiliario Español, Madrid, Editorial Aguilar, 1948 13 El resultado de esta investigación fue la elaboración de una Tesis Doctoral, presentada en la Facultad de Historia de la Universidad Complutense de Madrid, bajo el título Análisis de las características generales de la Heráldica Gentilicia Española y de las singularidades heráldicas existentes entre los diversos territorios históricos hispanos, defendida en el 17 de octubre de 2007 con la calificación de sobresaliente cum laude, otorgada por unanimidad por el tribunal calificador. 7

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caballeros que habían prestado algún señalado servicio o sufrido heridas en el campo de batalla peleando por su rey, recibiendo en premio a su fidelidad alguna de las mencionadas piezas con que poder adornar su escudo. Estas figuras, en su doble acepción de Piezas y Seantes, son los motivos heráldicos más empleados en nuestra heráldica gentilicia pues aparecen representadas en 28.994 ocasiones, si bien en muchos escudos aparecen repetidas, pues a menudo en un mismo cuartel se dan más de una pieza geométrica diferente, combinándose normalmente borduras con fajas, bandas u otra pieza, o bien una pieza con seantes; es por ello que no podemos proceder a sumar simplemente los diferentes porcentajes en que cada figura geométrica aparece representada, lo que nos conduciría a un dato erróneo. Geométricas

Heráldica Asturiana Nª Escudos %

Piezas Seantes Total:

1.210 249 1.459

Heráldica Española Nª Escudos %

36,2% 7,5%

24.249 4.745 28.994

44,1% 8,6%

En la heráldica asturiana encontramos 1.459 representaciones heráldicas, divididas en 17 piezas diferentes y 13 Seantes. Sin embargo, de todas ellas solamente diez alcanzan una cierta frecuencia, según el cuadro que exponemos seguidamente y en el que hemos destacado en negrita las figuras que arrojan en Asturias un porcentaje superior al resto de España. Heráldica Asturiana

Castellana

Aragonesa

Vasconavarra

Geométricas Bordura Banda Barra Faja Palo Campaña Jefe Cruz Sotuer Escaques Roeles

Nª Escudos 655 222 29 173 21 33 7 28 19 120 69

% 19,6% 6,6% 0,9% 5,2% 0,6% 1,0% 0,2% 0,8% 0,6% 3,6% 2,1%

% 21,2% 8,5% 1,1% 5,8% 1,3% 0,4% 0,4% 0,9% 1,0% 3,5% 1,7%

% 12,2% 7,6% 0,5% 9,2% 4,4% 0,9% 1,9% 1,6% 0,6% 4,9% 1,1%

% 21,4% 9,1% 0,8% 7,8% 1,8% 0,7% 0,6% 1,6% 1,6% 4,3% 0,7%

Bezantes Losanjes Las demás Total

40 9 34 1.459

1,2% 0,3% 1,0%

1,7% 0,4% 4,3%

1,5% 0,9% 4,9%

1,0% 1,1% 4,6%

La más frecuente de todas las piezas honorables es la Bordura o Bordadura que aparece blasonando 655 escudos asturianos (19,6%), lo que la sitúa ligeramente por encima de la media española, si bien es inferior a la del resto de las heráldicas castellanas y vasconavarras. La Bordura es una peculiaridad típica española sirve para para incorporar nuevas armerías, como si de una partición del escudo se tratara, lo que explica que el 93% de las borduras asturianas (88% en la media española) vaya cargada con otras figuras o piezas, como las cruces aspadas de la Batalla de Baeza (201 escudos), diversos lemas (81 escudos), motivos zoomórficos (60 escudos), vegetales (39 escudos), Lises (33 escudos), escaques (32 escudos), castillos (24 escudos) y otras muchas figuras heráldicas más.

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La segunda pieza es la Banda, presente en 222 escudos asturianos (6.6%), si bien con una presencia muy por debajo de las demás heráldicas hispanas. Dentro de las Bandas normalmente encontramos dibujada una sola (72%) y en muchos casos engolada de dragantes, pues se blasonan con ellos 103 escudos. Mientras que su inversa la Barra o Contrabanda, apenas si se da en 29 escudos (0,9%). Le sigue en importancia la Faja con la que se blasonan 173 escudos (5,2%), aunque también con una frecuencia muy inferior a la del resto de España. De los que 97 escudos traen tres fajas y solo 28 traen una faja, siendo muy raras las fajas disminuidas. Su inversa el Palo, es también muy inusual con solo 21 escudos (0,6%). Otras piezas con cierta presencia son la Campaña, con 33 escudos (1%), mientras que su opuesto el Jefe es sumamente raro, con solo 7 escudos. La Cruz se da en 28 escudos (0,8%) y el Sotuer en 19 escudos (0,6%). Las demás piezas son muy inusuales. Los Seantes están presentes en 249 escudos asturianos de los que 120 se blasonan con Escaques (3,6%), 69 con Roeles (2,1%) y 40 con Bezantes (1,2%), mientras que los demás apenas si aparecen. 2.- Las Figuras Heroicas Si bien el Marqués de Avilés denominaba Ciencia Heroica al Tratado del Blasón que compuso, entendemos que hoy en día, a la luz de las modernas investigaciones, este concepto acuñado en el año 1725 es demasiado amplio, por lo que trataremos de concretarlo considerando que el nacimiento de la heráldica proviene de los tiempos heroicos relacionados con el entonces llamado Noble Arte de la Guerra. La guerra en aquellos tiempos era el principal sistema de ennoblecimiento y los blasones el mejor adorno y reconocimiento de la nobleza14. Simbolizaban las virtudes y cualidades de la caballería en lenguaje visual, por lo que los blasones que ostentaba el caballero debían atestiguar la virtud de su portador y así servir de ejemplo a sus descendientes y a la sociedad en general; es decir la heráldica era el mejor testimonio del pasado militar no solo de un individuo, sino de una familia, y así servía para atestiguar hazañas antiguas y recordar a la posteridad el valor que se esperaba de aquel linaje15. La representación de armas de combate, distintivos y fortalezas en los escudos, hace evocar los antiguos campos de combate a los que se remontan las más ilustres familias16. El auge que alcanzó la creación de las primeras armerías se debió en gran parte a que eran unas marcas de honor, compuestas de signos específicos que la nobleza solamente tenía derecho de utilizar, trasmitidas de generación en generación como distinción hereditaria17. Su exhibición antes de un torneo otorgaba un sentimiento de superioridad y una febril excitación. Una vivencia festiva e idealizada de la acción militar como instrumento de promoción, ascenso social y ennoblecimiento18. La épica de la caballería fue un estado de poética exaltación, consistente en la hermosura de la generosidad sin límites con que el paladín arriesgaba sus bienes, comodidad y sangre al servicio de la equidad y la fe19. El blasón que el caballero exhibía en su escudo era el mejor testimonio de la historia y méritos guerreros de su linaje, a la vez del compromiso de ser un fiel continuador de ellos lo que servía de acicate al joven caballero que los portaba con todo orgullo. Es por ello que no debemos de extrañarnos que en una nación guerrera, como fue España, que tuvo que combatir durante ocho siglos para expulsar de sus tierras a un invasor nunca aceptado, este esfuerzo heroico se convirtiera en el crisol de una nueva forma de nobleza, forjada a sí misma en el campo de batalla; es decir una "Nobleza de Armas" en constante evolución y abierta a todo 14

KEEN: Maurice: La Caballería, Editorial Ariel, Barcelona, 1986. p. 192 KEEN: Maurice: La Caballería, op. cit. p.216 16 VERNOT, Nicolás: D’Azur et d’Or, Besançon (Francia), Société Française d’ Héraldique et Sigillographie, 1998, p. 194 17 EYSENBACH, Gérard: Histoire du Blason et Science des Armoires, Tours 1848, reed. Pardés Editeurs, Puiseaux (France, 1996, pp. 75-76. 18 RUIZ-DOMÉNEC, José Enrique: La Novela y el Espíritu de la Caballería, Biblioteca Mondadori, Barcelona 1993, p. 59. 19 LUGONES, Leopoldo: El Ideal Caballeresco, Ediciones Pasco, Buenos Aires (Rep. Argentina) 1999, p. 184. 15

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hombre esforzado dispuesto a sacrificar su vida en la recuperación de las perdidas tierras de Hispania. Sus hijos heredarán no el privilegio de los padres sino la sangre generosa de éstos, de ahí que ésta sangre sea la que les ennoblece. Desde entonces la nobleza en España, a diferencia de la nobleza feudal transpirenaica, se ha trasmitido siempre por la sangre, no por la posesión de un cargo o de una tierra, configurando así lo que se ha llamado Infanzonía en Aragón, e Hidalguía en Castilla20. Estas difíciles circunstancias históricas tendrían una gran influencia en la formación de la heráldica española, las propias hazañas bélicas serían el mejor motivo de inspiración a la ahora de escoger las figuras emblemáticas que conformarían el escudo de un hidalgo. Así se comprende la proliferación de espadas, lanzas, mazas, armaduras, broqueles, banderas, pendones, coronas, cadenas, campanas, cruces, castillos, torres y demás figuras basadas en la épica guerrera que adornan nuestra heráldica. A ellas se unieron las representaciones de guerreros, caballeros y reyes, bien dibujados de cuerpo entero o solamente sus brazos como símbolo de su fuerza, o bien las cabezas cortadas de sus enemigos como trofeos de guerra. Incluso se recurrió a incorporar algunos animales nobles, tenidos en los Bestiarios medievales como símbolo de los ideales caballerescos del valor o la fuerza. Aparecen así el león y el águila junto con el grifo, obtenido de la fusión de ambos animales, a los que se dibujaba erguidos como si de un guerrero se tratara, mientras que los demás animales terrestres habían de adoptar la posición mucho menos digna de un cuadrúpedo. A ellos se uniría el dragón en todas sus variantes, incluidos los dragantes e incluso una única figura tomada del mundo vegetal, el Lis, aunque dado su estilización y diseño no concuerda con ningún vegetal existente en la naturaleza.

Heroicas Armas Arneses Fortificaciones Distinciones Símbolos de Poder Vexilos Cruces Guerreros Animales Lises

Heráldica Asturiana

Heráldica Española

Nª Escudos 416 270 346 75 106 36 534 340 700 371 3.194

Nª Escudos 4.398 2.526 9.705 3.265 1.990 929 7.324 3.405 10.223 4.450 48.215

% 12,5% 8,1% 10,4% 2,2% 3,2% 1,1% 16,0% 10,2% 21,0% 11,1%

% 8,0% 4,6% 17,6% 5,9% 3,6% 1,7% 13,3% 6,2% 18,6% 8,1%

Este tipo de figuras Heroicas resultan ser las más frecuentes en la heráldica asturiana, en donde 3.194 escudos se blasonan con ellas. Lo que supone el 44% de todas las encontradas en Asturias. Seguidamente las analizaremos por grupos según su procedencia: a) Las Armas del Caballero: En España se blasonan con todo tipo de armas 4.398 escudos (8,0%), mediante 75 figuras distintas, principalmente las relacionadas con las con Armas Blancas. Lo que nos recuerda que el nacimiento de la heráldica proviene de los tiempos heroicos, conocidos por los clásicos como la Edad de Oro. Aquellos tiempos admirables a los que se refiere el inmortal Don Quijote, en su «Discurso de las Armas y de las Letras», en que aún existía la Caballería Andante y se desconocía aún la diabólica invención de la pólvora que segaría la vida de tantos caballeros 20

VALERO DE BERNABÉ, Luis: El Ideal de la Caballería. Colegio Heráldico de España y de las Indias, Madrid, 1993

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mediante armas diabólicas disparadas por quienes valían mucho menos que ellos. Motivo por el que las armas blancas predominan en heráldica sobre las de fuego y los artilugios bélicos. En Asturias se blasonan con ellas 416 escudos (12,5%), lo que casi dobla la media española (7,4%). Dentro de las llamadas Armas Blancas, nos encontramos con las Armas de choque (232 escudos con espadas, 112 con lanza, 20 con mazas, todas ellas con sus diversas variantes), con las que los combatientes se enfrentan personalmente en singular combate, así como las Armas arrojadizas (16 escudos con venablos, 21 con flechas, 6 con arcos o ballestas) con las que se puede herir a distancia al enemigo. Mientras que las Armas de fuego, consideradas indignas del caballero por la gran ventaja que ofrecían al que las utilizaba, durante mucho tiempo fueron totalmente extrañas a la heráldica y solo en la época moderna empiezan a aparecer como adornos exteriores del escudo e incluso dentro del campo del mismo, situación ésta última que se da en 4 escudos blasonados con cañones y 5 con armas cortas. Por el contrario no hemos encontrado ningún artilugio bélico. b) Los Guerreros: Si bien la heráldica europea rechaza la figura humana, no aceptándola como no sea entre los ornamentos exteriores del escudo, bien como tenante o como cimera21. En cambio las figuras humanas abundan en la heráldica española22, tanto que su presencia como muebles dentro del campo del escudo es propio de las armerías españolas.23 Si bien éstas figuras humanas se inspiran generalmente en el guerrero, dibujado unas veces de cuerpo entero como figura auxiliar que acompaña a castillos y torres, a las que defienden, guardan o saltan, y empuñando diversas armas. También se ha recurrido a mostrar solo su brazo, normalmente el derecho, o sus cabezas cortadas, en este último caso como trofeos de guerra. En España encontramos 3.405 escudos relacionados con combatientes (6,2%), porcentaje inferior al logrado en Asturias, en donde 345 escudos se blasonan con figuras bélicas: 221 son de guerreros dibujados de cuerpo entero, 52 de cabezas cortadas y 72 de brazos, generalmente recubiertos de armadura y empuñando algún arma. Lo que supone que el 10,3% de los escudos asturianos se blasonan con guerreros, frente al 7,1% del resto de los escudos castellanos, el 5,4% de los aragoneses y el 4,2% de los vasconavarros; lo que sitúa la heráldica asturiana a la cabeza de todas las heráldicas regionales españolas. c) Arneses de combate: Además de utilizar diversas armas ofensivas, el caballero protegía su cuerpo con su arnés. Entendiendo por tal el conjunto de prendas que cubrían el cuerpo del combatiente, lo que también ha tenido su representación en heráldica. En la heráldica española aparecen 2.526 escudos (4,6%) blasonados con 22 diferentes arneses, principalmente armaduras y guardabrazos. En Asturias nos encontramos con 152 escudos en los que aparece una armadura completa, generalmente recubriendo el cuerpo de un guerrero, 56 escudos con un guardabrazos que protege un brazo humano, 22 con rodelas; 17 con espuelas y 22 con otras partes de la armadura. En total 270 escudos, lo que supone el 4,5% y sitúa a la heráldica asturiana ligeramente por debajo de la castellana (6,0%), pero por encima de la aragonesa (3,5%) y de la vasconavarra (3,3%). d) Fortificaciones: La arquitectura de tipo defensivo alcanzó un importante desarrollo durante los tiempos medievales, la carencia de unos eficaces artilugios de asedio convirtió las fortalezas en prácticamente inexpugnables, hasta los tiempos modernos con el descubrimiento y desarrollo de la artillería. En heráldica las fortalezas son símbolo de protección y de fidelidad, protección frente al enemigo que inesperadamente pudiera atacarlos y fidelidad al monarca o 21

VEYRIN-FORRER, Théodore: Precís D’ Héraldique, Montréal (Canada), Larousse, p. 115, 2000 MARQUÉS DEL SALTILLO: La Heráldica en el Arte, Madrid, Sociedad Española de Amigos del Arte, 1947, p.13 23 VICENTE CASCANTE, Ignacio: Heráldica General y Fuentes de las Armas de España, Barcelona, Salvat, 1950, p. 231. 22

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señor feudal que les hubiera encargado su tenencia. La heráldica española es rica en Castillos, Torres, Murallas y Puentes con los que se blasonan 9.705 escudos (17,6%), si bien su presencia varía mucho de una comunidad a otra. Nos encontramos con que Asturias sorprendentemente no es una de las regiones ricas en fortalezas, pues solo se blasonan así 346 escudos (216 con castillos, 109 con torres, 15 con puentes y 6 con diversas murallas), lo que supone el 10,4%, frente al 22% del resto de la Corona de Castilla, el 16% de la Aragonesa y el 12% de la Vasconavarra. En consecuencia su heráldica es la más pobre en fortificaciones de todas las españolas, en contraposición a la riqueza en armas y guerreros que tiene. e) Vexilos: El vocablo vexilo, tiene su etimología en la palabra latina vexillum con la que se denominaba a todas las enseñas de tela que identificaban las tropas de las legiones romanas. En nuestros tiempos se utiliza genéricamente el sustantivo vexilo para designar a los pendones, los estandartes, las banderas, los gallardetes, los confalones..., aunque todos éstos difieran en su forma y dimensiones. En heráldica se utilizan diversas manifestaciones de vexilos, aunque a menudo resulta muy difícil identificarlos, dadas las reducidas dimensiones de esta figura y la imprecisión muchas veces de las descripciones heráldicas incluidas en los armoriales. Lo más frecuente encontrado ha sido que el vexilo penda de un mástil situado por lo general sobre la torre del homenaje de un castillo o torre, aunque también los hallamos sujetos por un brazo que los tiene asidos por su mástil o tremolando sobre una mansión solariega. En la heráldica española 929 escudos (1,7%) se blasonan con 13 variedades de Vexilos. En Asturias encontramos 21 escudos blasonados con una bandera, 7 con cintas, 4 con estandartes y 4 con pendones; en total son 36 escudos, lo que nos sitúa entre las heráldicas más pobres en Vexilos de España (1,1%), superados por la castellana (2,3%) y la aragonesa (1,6%) e igualados solo con la vasconavarra (1,1%). f) Distinciones: Desde antaño el ser humano ha reafirmado su condición mediante el uso de ciertos distintivos por los que se manifestaba la importancia y las prerrogativas de que gozaba, por lo que no es de extrañar que al buscar motivos con los que componer sus blasones se haya recurrido a incluirlas en sus armas. Hallamos 18 diferentes entre las que se dan las Calderas, las cuales junto con el pendón se convirtieron durante la Alta Edad Media en el símbolo de los Ricos hombres, que la ostentaban como señal de que mantenían a sus expensas a su propia mesnada de caballeros de honor, y cuyo uso se extendería asociado siempre a la idea de poder y riqueza24. Las Coronas, utilizadas como muebles heráldicos y no como timbre del escudo. Los Escudetes, como armas de pretensión. El Bordón o bastón de mando es símbolo de autoridad en militares, alcaldes y funcionarios. Y otras muchas más. En total se blasonan en España 3.265 escudos (5,9%). La heráldica asturiana con solo 75 escudos blasonados con estas Distinciones (32 con coronas, 22 con calderas, 13 con escudetes y 8 con bordones), se sitúa una vez más por debajo de las demás heráldicas hispanas. Solo el 2,2% de los escudos asturianos se blasona con ellas, frente al 7,0% en el resto de Castilla, el 4,9% en Aragón y el 5,9% en el área vasconavarra. g) Símbolos de poder: La heráldica recoge también el dibujo estilizado de diversos muebles con un fuerte contenido simbólico en las relaciones de poder. Habiendo encontrado 1.990 escudos que se blasonan en España con 15 símbolos distintos, entre los que las Cadenas son los más frecuentes, seguidos por las Llaves, las Campanas y los Candados. Mientras que las otras 24

VALERO DE BERNABÉ, Luis, y Vicenta Mª MÁRQUEZ DE LA PLATA: Nobiliaria Española, Madrid, Prensa y Ediciones Iberoamericanas, 2º edición, 1995. p. 40.

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once: Cerrojo, Grilletes, Enrejado, Rollos, Patíbulo, Cadalso, Pergamino, Lábaro, Caduceo, Trono, Mojón, apenas si aparecen representadas en algunas de las heráldicas regionales. En el caso de Asturias, su heráldica se encuentra ligeramente por debajo de la media española (3,5%), pues encontramos 106 escudos (77 con llaves, 20 con cadenas, 4 con candados, 2 con campanas, 1 con un enrejado, 1 con un patíbulo y 1 con un mojón), lo que supone que el 3,2% de los escudos asturianos se blasona así, frente al 3,7% en el resto de Castilla y el 4,2% del área vasconavarra, mientras que en Aragón están ligeramente por debajo (3,1%) h) Cruces militares: El uso de las cruces en heráldica se inició a consecuencia de las Cruzadas, en las que los combatientes adoptaron la costumbre de coser en el pecho de sus vestiduras una cruz, cuyo color variaba según la nacionalidad de éstos, así los así los hispanos utilizaban los gules, los francos la plata, los sajones el oro, los germánicos el sable, los italianos el azur. Costumbre que se recogería en sus escudos y pendones25, por lo que no es de extrañar que las diferentes cruces utilizadas por los cruzados se hayan convertido en uno de los motivos más usuales de la heráldica europea26. En lo que respecta a la heráldica hispana, España es un país singular en cuanto al uso de las cruces, pues las circunstancias históricas derivadas de la larga campaña que durante ocho siglos hubo de disputar contra el invasor musulmán, hicieron que numerosas batallas, Covadonga, Baeza, Clavijo, Alcoráz..... etc, se vieran estrechamente asociadas a diferentes cruces. A estas cruces históricas se unieron las veneras de las ordenes de caballería hispanas, las más numerosas de toda Europa. Unas y otras cruces se recogieron en nuestros blasones y convirtieron a la heráldica española en la más rica y variada en cruces de toda Europa, con cerca de medio centenar de diversas cruces heráldicas con las que se blasonan 7.324 escudos (13,3%). Circunstancia que también se da en Asturias en donde 534 escudos se blasonan con 26 cruces distintas. De ellas la más frecuente es la Cruz aspada de Baeza que traen 201 escudos. También aparecen 67 con la Cruz Flordelisada, 55 con pequeñas Crucetas, 52 con la Cruz Latina, 48 con la Cruz Florenzada, 24 con la Cruz Buidada, 18 con la Cruz Patada, 20 con la Cruz de la Victoria y el resto con otras muchas cruces más, entre las que no faltan las veneras de Calatrava, Santiago, San Juan, el Santo Sepulcro y el Temple. Todo ello arroja un porcentaje del 16% que convierte a Asturias en la comunidad más rica en cruces de toda España, superior por lo tanto al 15,2% del resto del área castellana, el 14,4% vasconavarra y el 8,4% aragonesa. i) Lises: Durante largo tiempo la heráldica europea relegó a las figuras vegetales, por considerarlas poco dignas de blasonarse con ellas, y solamente a finales de la Edad Media empiezan a aparecer los primeros vegetales, asociados a la necesidad de encontrar motivos de diversificación con que hacer frente a la avalancha de nuevos escudos que configurar, ante las múltiples peticiones que los Reyes de Armas recibían, pues todo linaje que se preciaba de ser noble precisaba tener su propio blasón a fin de identificarse como tal, así como sus bienes y pertenencias. No obstante, según Pastoureau, la utilización de las figuras vegetales en la heráldica europea ha sido siempre muy reducida, normalmente como armas parlantes y reservándose más bien a las armerías de la pequeña nobleza campesina27. Sin embargo no sucedió lo mismo con los Lises, tanto por la sencillez geométrica de su diseño que las asemeja a un seante y que permitía rellenar con ellas los espacios vacíos existentes en el campo del escudo, salvando así la agarofobia heráldica europea, como por asociarse el Lis con la 25

MARQUÉS DE AVILÉS: Ciencia Heroyca: Leyes Heráldicas del Blasón, Madrid, Editorial Bitácora, 1992, p. 430. NEUBECKER, Ottried: Le Grand Livre de l’ Héraldique, Bruxelles (Belgique), Elsevier, 1977, p. 106 27 PASTOUREAU, Michel : Traité d’ Héraldique, Paris (France), Picard Editeur, 1993, p. 158 26

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monarquía francesa. Desde que Luis VII (1137-1180) adoptó como emblema real los tres Lises de oro en campo de azur, simbolizando a la vez la dignidad real y la piedad cristiana de la dinastía de los Valois, numerosos nobles franceses fueron incorporándolos a sus blasones, tanto por concesión regia como por simple imitación de las armas reales. En España su uso se remonta a los tiempos medievales, pero alcanzaría su mayor extensión tras la llegada de la dinastía Borbón. El nuevo rey Felipe V premió a muchos de sus partidarios concediéndoles adicionar sus armas con los Lises borbónicos. Sin embargo, no se debe considerar los Lises como una exclusiva de la heráldica francesa, ni que éstos fueron quienes la introdujeron en España, pues al mismo tiempo que su uso se desarrollaba en Francia lo hacía también en otros países europeos, entre ellos los reinos hispanos. Ya que lo grácil del del lis heráldico, unido a su fuerte simbolismo cristiano, lo convirtieron en el mueble heráldico por excelencia en todas las armerías europeas28, pues su diseño geométrico les aleja del de las demás figuras vegetales en la heráldica, todas ellas dibujadas mucho más de acuerdo con la realidad, y les asemeja a un Seante. Lo que permite rellenar con Lises los espacios vacíos existentes en el campo del escudo, salvando así la agarofobia heráldica europea. En España encontramos 4.450 escudos blasonados con Lises (8,1%) y en Asturias 371 escudos (11,1%), porcentaje que sitúa a su heráldica en la primera de España en Lises, muy por encima del resto del área castellana (8,1%), aragonesa (9,8%) y vasconavarra (5,0%). j) Bestiario heroico: Durante la Edad Media se pusieron de moda los denominados Bestiarios o narraciones moralizantes en las que los distintos animales representados pensaban y actuaban movidos por las mismas virtudes y pasiones que los hombres, viviendo en una sociedad regida por el León, al igual que los hombres se rigen por los Reyes, en la que los animales desempeñan cargos palatinos de acuerdos con los diferentes valores y actitudes que a cada uno de ellos se les atribuía en los Bestiarios. Entre todos los animales solamente unos pocos destacaron de los demás y se convirtieron en los Reyes del Bestiario Heráldico: El León, rey de los animales terrestres; el Águila, de los aéreos; el Delfín, de los acuáticos, aunque desconocido en España; y el Grifo o Dragón, de los fantásticos. Todos los cuales recibieron una representación especial que permitía diferenciarlos y destacarlos dentro del conjunto de los animales heráldicos. Normalmente aparecen dibujados solos, sin compartir el campo con ninguna otra figura, salvo que ésta les esté subordinada. Ocupan el centro del escudo y cubren con su forma la mayor parte posible del mismo. Su posición natural es la de alzados, mientras que los otros animales que forman su reino deberán adoptar otras posiciones menos majestuosas. Y su presencia es mayor que la de cualquier otro animal. En la heráldica española se blasonan con estos cinco animales heroicos 10.223 escudos (18,6%) y en la asturiana contamos 700 escudos (21,0%), lo que la sitúa muy por encima de la media española. Seguidamente pasamos a considerar el caso de cada uno de estos animales heroicos: A) El León de todos los animales es la figura más antigua en heráldica y la que con más frecuencia aparece en todas las armerías. Desde antaño el hombre resultó impresionado por la majestad de este animal regio, si bien totalmente extraño a la fauna europea, y le convirtió en el símbolo del valor caballeresco. En España 4.524 escudos se blasonan con ellos (8,2%) y en Asturias 309 escudos, lo que supone el 9,3% de sus escudos, porcentaje que le sitúa en el primer animal heráldico y coloca a su heráldica en la más rica en leones de toda España, pues supera a la media castellana (8,6%), aragonesa (6,8%) y vasconavarra (4,9%) B) El Águila, reina de las aves y dueña de los aires, en contraposición al león, que es el rey de los animales que viven en la superficie de la tierra, antagonismo heráldico que será llevado al campo de la política en la pugna entre el Papado (León) y el Imperio (Águila). Los 28

NEUBECKER, Ottried, Le Grand Livre de L’ Héraldique, Bruxelles (Belgique), Elsevier Séquoi, 1977, pp. 132-135.

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romanos tuvieron al águila en su mayor consideración, tomándola como símbolo de Júpiter, la deidad suprema del panteón romano, y desde entonces se convirtieron en símbolo del poder.29 En España se blasonan con ellas 2.641 escudos (4,8%) y 185 en Asturias (5,5%), situando a su heráldica también la primera en este ave, por encima de la media del resto del área castellana (5,3%), aragonesa (4,6%) y vasconavarra (3,7%). Debemos destacar que en Asturias no se cumple la tesis del conocido heraldista francés Pastoureau, según el cual en los armoriales centroeuropeos se puede constatar que la pareja León/Águila ocupa la mayor parte de los armoriales, dándose la singularidad que las regiones ricas en Leones son muy pobres en Águilas y viceversa30, ya que la heráldica asturiana es igualmente rica en leones y en águilas. C) El Grifo, animal fabuloso cuyo origen se remonta a los leones alados de Caldea. Se lo representa mitad águila y mitad león, reuniendo así los elementos del ave y de la fiera, animales ambos consagrados a Zeus por la mitología. Tiene una variante muy española que son los Dragantes, símbolo del Caballero cristiano según la legenda de San Jorge que derrotó a un peligroso dragón, hundiéndole en las fauces abiertas su lanza, para rescatar a una doncella. En España la orden castellana de Caballeros de la Banda utilizó como insignia una banda cuyos extremos terminan dentro de las fauces de sendas cabezas de dragón, por lo que numerosos linajes adoptaron la banda engolada de dragantes. Así 1.844 escudos se blasonan en España con dragantes y grifos (3,4%). En Asturias tenemos 124 escudos (3,1%): 103 escudos con dragantes y solo 11 con grifos, situándose por debajo del área castellana (3,6%) y vasconavarra (4,6%), pero muy por encima de la aragonesa (2,0%). D) Los Armiños y los Veros se pueden incorporar también a este grupo de animales heroicos. En ambos casos se trata de las pieles de armiños y de ardillas, utilizadas como distintivo en las vestiduras de reyes y príncipes, que terminaron pasando a los blasones dibujadas de una manera muy estilizada y utilizadas a modo de forros heráldicos. Si bien en España suelen presentarse los armiños más bien solos, dibujados tanto sobre el campo del escudo o cargando alguna pieza al igual que los veros. En España 653 escudos se blasonan con armiños y 366 con veros, mientras que en Asturias encontramos 60 escudos blasonados con armiños y 10 con veros, alcanzando así un porcentaje total del 2,1% ligeramente inferior al castellano (2,3%), pero superior al aragonés (1,3%) y al vasconavarro (1,7%). 2.- Las Figuras de la Naturaleza En la Edad Media, conforme se fue extendiendo el uso de la heráldica y multiplicándose los blasones, fue preciso incorporar nuevas figuras heráldicas a fin de evitar repeticiones recurriendo a la naturaleza como fuente de inspiración por lo que los heraldistas las engloban bajo el término de figuras naturales31. En nuestra heráldica encontramos diversos motivos tomados tanto de la naturaleza inanimada (astros y elementos) como de la animada (animales y vegetales).

Naturaleza Astros Elementos Vegetales Animales Total:

Heráldica Asturiana

Heráldica Española

Nª Escudos 345 527 651 284 1.807

Nª Escudos 7.359 6.544 12.474 8.952 35.329

% 10,3% 15,8% 19,5% 8,5%

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% 13,4% 11,9% 22,7% 16,3%

ALDAZAVAL Y MURGUÍA, Pedro J.: Compendio Heráldico, Valencia, 1775, París-Valencia, Valencia p. 94. PASTOUREAU, Michel de: Figures de L’héraldique, Paris, Gallimard, 1996, p. 102 31 ATIENZA, Julio de: Nociones de Heráldica, Madrid, Editorial Aguilar, 1989, p.71 30

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a) Los Astros: Desde la más remota antigüedad el hombre ha alzado sus ojos, maravillado hacia el firmamento, contemplando el cielo estrellado. Los astros han ejercido siempre una gran influencia sobre la humanidad, tanto que muchos consideran que la vida de un hombre está ligada a un cierto astro, según tratan de hacernos creer los astrólogos, cuya influencia alcanzaría gran importancia en los tiempos antiguos. Según la astrología, el sol, la luna, las estrellas y demás cuerpos astrales tienen su propia simbología, lo que ha hecho sean profusamente utilizados en muchos escudos municipales y gentilicios europeos, como en las banderas de diversos países del mundo32, así como en numerosos blasones gentilicios. En España encontramos 7.359 escudos (13,4%) blasonados con 19 figuras distintas relacionadas con los astros. Aunque de cada diez escudos con astros, seis llevan estrellas, dos lunas con siete variantes, uno soles con tres variantes y el uno restante con las demás figuras celestes. En Asturias se blasonan con astros 345 escudos, principalmente con las estrellas que traen 208 escudos (6,2%), a los que añadir 95 que traen la luna (2,8%) en sus diversas variantes sobre todo en forma de lunel (47), aunque también hallamos crecientes (20) y menguantes (18). En tercera posición está el sol con 24 escudos (0,7%) y el lucero con 17, incluso hay un escudo con el orbe terráqueo. La suma de todos nos arroja un porcentaje del 10,3% que resulta ser uno de los más bajos de España, inferior a la del área castellana (12,5%), aragonesa (15,2%) y vasconavarra (13,7%). b) Los Elementos de la Naturaleza Los filósofos de la antigua Grecia identificaron cuatro principios básicos que constituían este mundo, a los que Empedocles denominó los cuatro elementos de la Naturaleza: el Aire, el Fuego, el Agua y la Tierra, pues si exceptuamos a los seres vivos y a las plantas, todos los demás cuerpos que aparecen en el mundo son artificiales. 33 Si bien por sus propias características físicas no es posible representarlos en heráldica como tales, sino por sus diferentes atributos34. En España aparecen representados mediante 46 figuras diferentes con las que se blasonan 6.544 escudos (11,9%). En Asturias 527 escudos se blasonan con los cuatro elementos: 286 escudos con el Agua (8,6%), principalmente en forma de ondas marinas como traen 248 escudos, 17 escudos con ríos, 12 con el mar, 4 con fuentes, 4 con una laguna y uno con un pozo; 183 con la Tierra (5,5%), presentada en forma de 97 escudos con terrazados, 39 con pueyos, 32 con rocas y el resto con otras representaciones; 56 con el Fuego (1,7%) en forma de llamas; y solamente 2 con el Aire, uno con una nube y otro con una humareda. Alcanzando un porcentaje del 15,8%, uno de los más altos de España, superando ampliamente al castellano (11,7%), aragonés (14,7%) y al vasconavarro (8,7%) C) Los Vegetales De todos los vegetales posibles las propias leyes del diseño heráldico hicieron que únicamente fueran encontrando cabida en los Armoriales europeos aquellos cuya figura era susceptible de ser estilizada, tales como los árboles, sus frutos, ramas y hojas; determinadas matas y arbustos, normalmente tomadas como armas parlantes, y ciertas flores, principalmente el lis y la rosa.35 Ya hemos tratado anteriormente del Lis al considerarla dentro del grupo de las figuras heroicas, por lo que ahora nos referiremos a las demás figuras vegetales. Las cuales a afectos metodológicos hemos dividido en cinco grandes tipologías: Árboles, Arbustos y Plantas, Hojas, Frutos y Cereales, Flores, con las que se blasonan 12.474

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NEUBECKER, Ottried : Le Grand Livre de l’ Héraldique, Bruxelles (Belgique), Elsevier Sequoia, 1977, pp. 140-141. MARÍAS, Julián: Historia de la Filosofía, Madrid, Revista de Occidente, 1967, p. 74. 34 GARMA Y DURÁN, Francisco Javier de: Adarga Catalana, Barcelona 1753. facsímil de Edit. París-Valencia,122 y ss. 35 NEUBECKER, Ottried : Le Grand Livre de l’ Héraldique, Bruxelles (Belgique), Elsevier Sequoia, 1977, p.134 33

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escudos en toda España (22,7%), mediante 197 figuras diferentes. Mientras que en Asturias hemos contado 651 escudos (19,5%), cuyo detalle seguidamente exponemos. A) Los Árboles: El árbol equivale en el reino vegetal a lo que el león significa entre los animales terrestres y el águila entre los aéreos, alcanzando una presencia en nuestros armoriales superior incluso a la de estos dos animales unidos. En consecuencia el árbol en la heráldica se le puede considerar como el rey de los vegetales, lo que viene refrendado tanto por la profunda simbología que se le atribuye como por su propio diseño y ubicación en el campo del escudo. En la heráldica de cada país se representa los árboles más representativos de la zona, aunque lo normal es que la estilización del dibujo no permita identificar claramente la especie a la que pertenece. Si bien debemos añadir que en los dibujos de los árboles en la heráldica española se representan éstos de una manera muy natural, recordando siempre al modelo en el que se inspiran, bien por sus formas o bien por sus frutos, a diferencia con lo que ocurre con las heráldicas cispirenaicas en donde se tiende a estilizarlo de tal forma que resulta totalmente diferente a su modelo natural. Así nos encontramos con un dibujo estandarizado del árbol heráldico, sin especificar su especie, incluidos aquellos que traen solo su tronco seco, sus ramas o sus raíces, presente en la mayor parte de los escudos. Pero además aparecen 36 especies distintas de árboles silvestres y 20 de árboles frutales. En total se blasonan con árboles 8.068 en toda España (14,7%) y de ellos 505 escudos en Asturias (15,1%): 283 escudos con un árbol innominado, 91 con un pino, 65 con un roble, 20 con un laurel, 15 con una encina, 13 con un fresno y 13 con un haya, más 19 con otras especies silvestres. En cuanto a los árboles frutales hay 12 escudos con un castaño, 9 con un peral, 5 con un nogal y 8 con otras especies. B) Los Arbustos y las Plantas: En menor proporción encontramos en los armoriales otras clases de vegetales, mucho menos vistosos por lo general que los Árboles, por lo que su utilización en heráldica suele quedar reducida a las Armerías Parlantes o relacionadas con la grafía del apellido. Se trata de 72 especies diferentes con las que se blasonan 1.218 escudos en toda España (2,2%) y 35 escudos en Asturias (2,9%), de ellos 6 con juncos, 6 con ortigas, 3 con cardos, 3 con carrizos, 3 con espadañas, 2 con vides, 2 con retamas.. etc. C) Las Hojas: En los armoriales europeos es bastante frecuente ver representadas diversas hojas, dibujadas aisladamente, cuyas características las hacen fácilmente reconocibles por ellas mismas, por lo que al blasonarlas se indicará a la especie a la que pertenecen.36 En la heráldica francesa las hojas heráldicas por excelencia son las del Trébol, la Encina, el Tilo y del Acebo37. En lo que respecta a Inglaterra las hojas de los árboles son bastante frecuentes, especialmente las del Roble, el Laurel, la Vid, el Castaño, el Arce y el Nenúfar, sin olvidar las hojas heráldicas por excelencia que son el Trébol, Quadrifoglio y Quinquefoglio38. Las hojas más frecuentes de la heráldica italiana son del Álamo, la Higuera, el Trifoglio y de la Parra39. En Portugal son del Acebo, el Trébol y el Plátano40. Mientras que en la heráldica española encontramos 15 especies distintas de hojas, con las que se blasonan 1.387 escudos (2,5%), si bien las hojas más utilizadas en los armoriales españoles son las Panelas, nuestra hoja heráldica por excelencia, presentes en ocho de cada diez escudos con hojas, mientras que las demás variedades apenas si aparecen, salvo la hoja de Higuera y la del Trébol. En Asturias encontramos 47 escudos (1,4%): 42 con Panelas, 3 con hojas de Higuera, uno de Laurel y uno de Trébol. D) Los Frutos de los Árboles y las Espigas: En la heráldica hispana aparecen 22 variedades de frutos con los que se blasonan 670 escudos (1,2%). Si bien la presencia de cada 36

NEUBECKER, Ottried, Le Grand Livre de h’Héraldique, Bruselas (Bélgica), Elsevier Séquoi, 1977, p .134 PASTOUREAU, Michel : Traité d’ Héraldique, Paris (France), Picard Editeur, 1993, p. 158 38 FOX-DAVIES, Arthur : A Complete Guide to Heraldry, London (England), Wordsworth, 1996, pp. 266-267 39 GINANNI, Marc’Antonio: L‘Arte del Blasone, Venecia, 1756, facs. Arnaldo Forni, Bologna (Italia), 1998, p. 87 40 ZÚQUETE, Martins : Armorial Lusitano, Lisboa (Portugal), Editorial Enciclopedia, 1961, 37

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variedad varía mucho, siendo las Peras las más utilizadas, normalmente como armas parlantes. Mientras que en Asturias hay solo cinco especies con las que se blasonan 22 escudos (0,7%): 10 escudos con uvas, 6 con piñas, 4 con manzanas, uno con una bellota y solo uno con una piña. A ellos debemos añadir los 322 escudos que en España se blasonan con seis variedades de espigas (0,6%) y en Asturias tenemos solo 5 escudos (0,1%), tres con una panocha de maíz y dos con espigas de trigo. En consecuencia la heráldica asturiana es de las más pobres en frutos y espigas. E) Las Flores: Las Flores, por su gran vistosidad y la facilidad con que su diseño puede esquematizarse, constituyen uno de los motivos más característicos de la Heráldica de todos los países. Si bien no deja de sorprender que, siendo la heráldica un arte especialmente bélico en sus comienzos, puedan las flores convertirse en la representación de las hazañas de un linaje; pues no hay nada más opuesto a lo belicoso que una flor. Aparentemente las flores tienen su lugar más bien en el salón de una dama que en el escudo de un guerrero 41, de ahí que la flor de lis, haya sido la que primero se utilizó en heráldica y la más frecuente en todos los armoriales. Dadas sus connotaciones heroicas la hemos tratado ya en otro apartado, por lo que ahora nos remitiremos solo a las demás flores heráldicas de las que hemos encontrado en la heráldica española 20 especies diferentes con las que se blasonan 809 escudos (1,5%), mientras que en Asturias tenemos 37 escudos con flores (1,1%), de los que 33 se blasonan con rosas, 2 con azucenas, 1 con siemprevivas y 1 con un ramillete de flores innominadas. Comparación Figuras Vegetales Heráldica Asturiana Vegetales Escudos Árboles 505 Arbustos/Plantas 35 Frutos y Espigas 27 Hojas 47 Flores 37 Total 651

% 15,1% 1,0% 0,8% 1,4% 1,1% 19,5%

Castellana % 12,3% 1,4% 1,2% 2,0% 0,9% 17,8%

Aragonesa % 12,3% 4,3% 3,7% 0,9% 2,7% 23,8%

Vasconavarra % 23,6% 0,5% 0,7% 6,1% 0,9% 31,8%

d) Los Animales autóctonos: Al buscar elementos con que componer sus blasones el hombre medieval recurrió ampliamente a los diferentes animales que conocía, bien por formar parte de su entorno o bien por saber de ellos a través de las narraciones orientales que les traían los cruzados que regresaban de Palestina; así el bestiario europeo (lobos, osos, zorros, jabalíes, perros, serpientes, águilas, halcones, cuervos, abejas...) se vio enriquecido por nuevos animales, unos reales (leones, panteras, elefantes..) y otros fabulosos (grifos, unicornios, dragones...), mas todos ellos convertidos en símbolos de diferentes virtudes y pasiones, por lo que su representación gráfica se encontraba estereotipada y a veces tenía muy poco parecido con su figura natural. De esta forma los animales se constituyeron en las figuras heráldicas por excelencia, su empleo en el blasón se remonta al inicio de la heráldica, teniendo su origen al mismo tiempo que las piezas honorables y las particiones del escudo. Anteriormente hemos tratado ya de los denominados Reyes del Bestiario Heráldico: León, Águila, Grifo/Dragón, así como de los forros de veros y armiños, por considerarlos entre las figuras heroicas por sus especiales connotaciones, por lo que ahora nos referiremos a los demás animales que viven en libertad, dejando los que el hombre ha domesticado para el siguiente epígrafe por considerarlos unos bienes productivos. 41

OLIVER, Stefan: Introducción a la Heráldica, Edición española Arrigorriaga (Vizcaya), Quantum Books, London (Inglaterra), 1999, pp. 82 y 83

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Éstos animales también tienen una importante presencia en la heráldica española blasonándose con ellos 8.952 escudos (16,3%) y en Asturias 533 escudos (16,0%), por lo que su presencia se encuentra muy cerca de la media nacional, aunque por encima de la del área castellana (14,8%) y aragonesa (10,2%), si bien es muy inferior a la vasconavarra (27,5%) cuya heráldica es muy rica en animales silvestres. Heráldica Asturiana Autoctonos Lobos Osos Jabalies Sierpes Fauna Silvestre Aves Silvestres Piscícolas Conchas Fantásticos Total

Escudos 171 36 28 46 22 86 19 45 2 284

% 5,1% 1,1% 0,8% 1,4% 0,7% 2,6% 0,6% 1,3% 0,1% 8,5%

Castellana

Aragonesa

Vasconavarra

% 5,3% 0,8% 0,8% 1,1% 1,1% 2,5% 0,5% 2,6% 0,1% 9,5%

% 2,4% 0,4% 0,4% 0,4% 1,4% 2,9% 1,0% 1,1% 0,2% 7,8%

% 14,7% 1,9% 4,8% 0,4% 1,0% 1,6% 0,3% 2,7% 0,4% 13,1%

A) Animales Terrestres: Son aquellos propios de la fauna ibérica encabezados por el Lobo, Jabalí, Oso, Erizo, Hurón, Tejón, Zorro, Garduña, Sierpe, Lagarto, Conejo.. etc, hasta contar 29 especies distintas con las que se blasonan 5.966 escudos en toda España (10,9%) y 303 (9,1%) en Asturias. Del Bestiario heráldico asturianos hay que resaltar al Lobo presente en 171 escudos (5,5%), lo que sitúa el porcentaje asturiano de lobos por encima del castellano (5,3%) y aragonés (2,4%), aunque muy inferior al vasconavarro (14,7%), en cuya heráldica desplaza al León de la primera posición. Encontramos también representados en Asturias otros animales silvestres: 46 escudos con sierpes, 36 con osos, 28 con jabalíes, 7 con ciervos, 4 con erizos, 2 con lagartos.. B) Los Animales Aéreos: Además del Águila, aparecen otras muchas aves, comenzando por las rapaces: halcón, gavilán, azor, milano..., seguidas por las silvestres: cuervos, garzas, cigüeñas, cisnes, patos, búhos, merletas..., así como una amplia variedad de pájaros canoros: cogujadas, jilgueros, mirlos... etc; Sin olvidar a los insectos voladores: abejas, moscas.. etc. Así en total encontramos 53 especies diferentes con las que se blasonan 1.369 escudos en toda España (2,5%) y 86 en Asturias, siendo los más frecuentes: 19 escudos con cuervos, 15 con halcones, 13 con abejas, 12 con garzas, 6 con patos, 4 con jilgueros..., con un porcentaje del 2,6%, ligeramente superior a la media nacional y a la del área castellana (2,5%), aunque inferior al aragonés (2,9%) y muy superior al vasconavarro (1,6%). C) Los Animales Acuáticos: A diferencia de la frecuencia con que en heráldica aparecen representados las aves y los animales terrestres, los animales que pueblan los mares y los ríos ocupan siempre en todos los armoriales una posición secundaria; pues solamente en los países de gran tradición marítima abundan éstos, siendo prácticamente desconocidos en la heráldica de los países interiores. Tal es el caso de España, aún cuando estamos rodeados de mares, en donde peces y cetáceos solo aparecen en 325 escudos (0,6%), si bien es en las conchas marinas, llamadas en heráldica veneras, en donde España destaca de toda Europa con 1.216 escudos blasonados con ellas (2,2%). En el caso de Asturias encontramos 64 escudos con animales acuáticos (1,9%): 45 con veneras, 10 con peces, 7 con cetáceos y 2 con sapos; Lo que sitúa su heráldica acuática como la más pobre de toda España, pese a contar Asturias con un amplio litoral marítimo, inferior a la castellana (3,1%), vasconavarra (3,0%) y aragonesa (2,1%).

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D) Los Animales Fantásticos: son frecuentes en la heráldica centroeuropea, escandinava e inglesa, en donde existen muchos escudos con unicornios, dragones, grifos, basiliscos, centauros, pegasos, esfinges, trolls, harpías, anfísteras, lamias, quimeras, hipocampos, sirenas, tritones y otros monstruos marinos y terrestres con extraños nombres y formas. En cambio, son muy raras en la Península Ibérica, salvo el grifo y el dragón, dado el realismo de su heráldica, inspirada en animales autóctonos, de la que solo se aparta el león. En España están presentes en 1908 escudos (3,5%), aunque si descartamos los 1.844 blasonados con grifos y dragantes nos quedan solo 119 en toda España y únicamente dos en Asturias: una sirena y una anfístera. 3.- Las Figuras de la Heráldica Popular Frente al espíritu guerrero impulsor de la denominada Heráldica Heroica, a la que nos hemos referido en el capítulo anterior, se contrapone el llamado espíritu industrial o emprendedor característico de la burguesía. El espíritu guerrero parte de una sensación vital contraria a la que late bajo el espíritu industrial. Es un espíritu de confianza en si mismo42 y por ende de exaltación de los valores de tradición y linaje sobre los que se fundamenta; de ahí que la heráldica heroica esté plagada de armas, castillos, enseñas y símbolos. Mientras que el ánimo burgués lleva a la búsqueda del bienestar, a través de la laboriosidad y el comercio, pero que en cierta forma una vez obtenido éste tiende a elevarse imitando los hábitos de vida de la aristocracia. Surge así la necesidad que sienten las clases burguesas de construirse palaciegas mansiones y decorar sus muros con escudos. Unos seguirán la imitación hasta el fin adoptando los mismos motivos heráldicos que la nobleza, pero la mayoría tratará de escoger otros más en línea con sus ideas y gustos. Así lentamente se han ido abriendo paso en los diferentes armoriales diversas figuras heráldicas inspiradas en las relaciones sociales, mercantiles, industriales, domésticas, lúdicas… que realiza el ser humano. Este tipo de figuras es bastante frecuente en Francia, principalmente en familias burguesas no procedentes del estamento nobiliario que han constituido sus propios blasones con figuras heráldicas procedentes de sus oficios, propiedades, creencias y ocupaciones, fenómeno que Pastoureau ha denominado «Armoiries des Roturiers»43, apelación que en español se corresponde con la calificación de plebeyo o aquel que no goza de nobleza alguna. En España debemos recordar la existencia de un gran numero de pequeños hidalgos celosos de sus privilegios como tales, pero que solo conservaban de la nobleza el recuerdo de sus gloriosos antepasados pues su modo de vida se confundía con las clases burguesas con las que convivían.

Populares Industriales Religiosas Hamanas Animales Total

Heráldica Asturiana

Heráldica Española

Nª Escudos 138 83 133 187 541

Nª Escudos 4.358 841 1.456 3.073 9.728

% 4,1% 2,5% 4,0% 5,6% 16,2%

% 7,9% 1,5% 2,6% 5,6% 17,7%

a) Las Figuras de la Vida Cotidiana: En la heráldica española hemos encontrado 4.358 escudos blasonados con figuras relacionadas con estas figuras artesanales, lo que representa el 7,9% de todos los escudos investigados. De los que en Asturias se dan 51 figuras con las que se blasonan 138 escudos (4,1%). Suelen ser armas parlantes, como hemos dicho, y se utilizan generalmente como 42 43

ORTEGA Y Gasset, Ortega: El Espectador, Edit. Revista de Occidente, Madrid, 1961. Tomo II, pp. 430 PASTOUREAU; Michel de: Traité D’ Héraldique, Paris (Francia), Grands Manuels Picard, 1993 p. 167.

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figura única en el campo del escudo, sin mezclarlas ni combinarlas con otros muebles heráldicos. En total hemos contado hasta 366 figuras diferentes a las que a efectos metodológicos hemos agrupado en tres categorías: Industriales, Náuticas y Cotidianas A) Las Figuras Industriales: En ellas se reproducen aperos, herramientas, utensilios de trabajo o de comercio con los que se blasonan 1.369 escudos (2,5%), mediante 90 figuras diferentes, con la singularidad que la frecuencia con que una determinada figura aparece es muy reducida y que de una a otra heráldica varían mucho las figuras utilizadas. En Asturias hay 56 escudos (1,7%) en los que se blasona con 21 figuras diferentes relacionadas con la actividad laboral, a saber: 12 ruedas de carro, 7 herraduras, 7 hoces de segar, 7 colmenas, 3 ruejos, 2 picos, 2 mazos de herrero, 2 podaderas.. etc.; Lo que sitúa su heráldica por debajo de la castellana (2,6%) y de la aragonesa (3,8%), más superior a la vasconavarra (0,8%) B) Las Figuras Náuticas y mercantiles: Son todos aquellas relacionadas con la navegación de los mares, la pesca y el comercio, con las que se blasonan 729 escudos mediante 37 figuras en la heráldica española. En Asturias hay 25 escudos (0,7%) en los que se reproducen 7 figuras, todos ellas náuticas y ninguna mercantil. A saber: 11 barcos, 7 anclas, 3 barcas, 2 compases náuticos, 1 quilla y 1 faro. Lo que sitúa su heráldica por debajo de la castellana (1,5%) y aragonesa (1,6%) e igualada a la vasconavarra (0,7%) C) Las Figuras de enseres domésticos y viviendas: Son aquella relacionadas con la vida del hombre en familia, como sus vestidos, enseres, utensilios, muebles, viviendas, y diversiones, con las que se blasonan 2.260 escudos en España (4,1%), mediante 146 figuras diferentes. En Asturias hay 57 escudos (1,7%) y 24 figuras: 15 columnas, 10 bocinas, 5 antorchas, 3 calzas, 2 pucheros, 2 zuecos, 2 hebillas... etc. La heráldica asturiana es una vez más la más pobre en este tipo de figuras pues la frecuencia con que en ella aparecen (1,7%), está muy por debajo de la castellana (3,8%), aragonesa (6,5%) y vasconavarra (2,3%) b) las Figuras Religiosas: En todas las armerías europeas se da un número bastante considerable de figuras heráldicas relacionados con la iconografía cristiana, desde personajes bíblicos hasta objetos u ornamentos del culto religioso, pasando por cruces, ángeles, santos, obispos, clérigos, Vírgenes, unas veces dibujada la imagen entera y otras substituida por la salutación evangélica “Ave María...”. y hasta la imagen de Jesucristo, unas veces entera y otras substituida por diversos atributos divinos, como los clavos de la pasión, corona de espinas, santo cáliz.. etc. Todas ellas son bastante frecuentes tanto en las armerías gentilicias como municipales. Hemos tratado ya de las cruces por sus especiales connotaciones heroicas, por lo que trataremos ahora de las demás figuras religiosas con las que se blasonan 841 escudos (1,5%) en España, mediante 52 figuras diferentes, y 83 escudos en Asturias (2,5%), mediante 18 figuras, lo que convierte su heráldica en la más rica en figuras religiosas de todas las heráldicas españolas. Ya que su porcentaje es superior al castellano (1,4%), aragonés (2,1%) y vasconavarro (0,6%). c) Las Figuras Humanas: Decíamos antes que la heráldica europea rechaza reproducir el cuerpo humano, dentro del campo del escudo, prefiriéndose el substituirle por partes de su anatomía, como un brazo, mano o el corazón, según nos relata Nicolás Vernot en un detallado estudio realizado sobre los armoriales franceses.44 Hecho éste que explica el que Pastoureau, en su Tratado de Heráldica, apenas si le dedique unas líneas, al final del epígrafe dedicado a las Otras Figuras Heráldicas, por considerar que blasonarse con una figura humana dentro del escudo es más bien propio de la heráldica religiosa o de la heráldica de artesanos y comerciantes. 45 En lo que 44 45

VERNOT, Nicolas: D’Azur et D’Or, Besançon (France), Sté. Française d’Héraldique et de Sigillographie, 1948, p. 195 PASTOUREAU; Michel de: Traité D’Héraldique, París (Francia), Grands Manuels Picard, 1993, p. 169

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respecta a la heráldica inglesa desde antaño los heraldistas ingleses han considerado que la figura humana no podía ser representada dentro del escudo, quedando relegada a los adornos exteriores como la cimera y los tenantes46. No es ésta la situación de la heráldica italiana en donde abundan las figuras antropomórficas47. Sin embargo, las figuras humanas abundan en la heráldica española48, especialmente las de guerreros armados como estudiábamos anteriormente al tratar de las figuras heroicas. Ahora nos limitaremos a las figuras de hombres pacíficos y desarmados, como campesinos, trabajadores, clérigos..; a las figuras femeninas; y a las reproducciones de órganos humanos. En todas ellas es de destacar que su utilización se efectúa en España normalmente dentro del campo del escudo, a diferencia de lo que ocurre en otras armerías europeas en donde el uso de estas figuras se reduce al de ser elementos externos al escudo, adornando con Cimeras humanas y animales la parte superior de los cascos que en estas armerías suelen acompañar siempre a un escudo, o como Tenantes sosteniendo al escudo49. A) El Trabajador: En contraposición, al hombre armado y desafiante, aparece el nuestros escudos el trabajador a los que siempre se representa pacífico sin portar arma alguna, bien sean Campesinos, por aparecer relacionados con plantas o árboles, o Pastores, por aparecer acompañados por un rebaño u otros animales domésticos, o Marineros, por aparecer con barcos o relacionados con el mar. Mientras que es sumamente raro el que aparezcan clérigos en la heráldica gentilicia. También encontramos jóvenes y niños desarmados. En total encontramos 245 escudos en España (0,4%) que se blasonan mediante cuatro figuras diferentes y de ellos 37 escudos corresponden a Asturias, a saber: 15 trabajadores y 22 jóvenes. Obteniéndose así un porcentaje (1,1%) superior al de cualquier otra heráldica española, al igual que antes vimos sucedía con los guerreros, pues en el área castellana (0,3%), aragonesa (0,8%) y vasconavarra (0,2%) son muy inferiores. B) La Mujer: Si bien, aunque minoritaria, pues cada nueve figuras varoniles aparecía solo una femenina, no falta la figura femenina con toda su delicadeza, bien se trate de Damas, ataviadas con elegancia, o bien de hermosas Doncellas, representadas unas veces con larga cabellera, con los pechos al aire, y otras veces vestidas. Sin faltar la cabeza de mujer, sus pechos o sus trenzas. Aunque su presencia se reduce a 328 escudos (0,6%) en toda España y de ellos 55 en Asturias, mediante 32 doncellas, 11 damas, 6 bustos femeninos, 3 cabezas, 2 reinas y 1 con dos pechos. Todo ello otorga una especial riqueza a la heráldica asturiana en figuras femeninas (1,6%) que destaca ampliamente sobre las otras heráldicas regionales españolas, como la castellana (0,8%), aragonesa (0,4%) y vasconavarra (0,2%) C) Los Órganos y otras partes del cuerpo humano: Muy diversas partes de la anatomía humana tienen su presencia en nuestra heráldica, como corazones, muelas, ojos, orejas, manos, pies y diversos huesos. En total aparecen representados en 883 escudos (1,6%) en toda España, mediante 15 figuras diferentes, y 41 en Asturias, mediante: 22 escudos con corazones, 17 con la mano desnuda y 1 con una calavera. Lo que arroja un porcentaje (1,1%) inferior al castellano (1,6%) y al aragonés (2,3%) pero inferior al vasconavarro (0.6%) D) Animales en Domesticidad: Son aquellos que dependen del hombre a cuyo servicio se encuentran, habiendo perdido toda libertad y vida propia, por lo que en heráldica carecen de la importancia de los anteriores, pues en general se prefiere para blasonar aquellos animales que viven en libertad y libres de toda sujeción al hombre. Si bien también los animales que han unido su vida a los 46

FOX-DAVIES, Arthur: A Complete Guide to Heraldry, London (England), Wordsworth, 1996, p. 158. CROLLALANZA, Godofredo de: Enciclopedia Araldico-Caballeresca, Bologna (Italia) 1899, reeditado en fácsimil por Arnaldo Forni Editore, Bologna, 1999, p. 215 48 MARQUÉS DEL SALTILLO: La Heráldica en el Arte, Madrid, Sociedad Española de Amigos del Arte, 1947, p.13 49 NEUBECKER, Ottried, Le Grand Livre de l’Héraldique, Bruxelles (Belgique), Elsevier Séquoi, 1977, p. 122. 47

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humanos tienen su sitio en heráldica, así en los armoriales españoles hemos encontrado representados hasta 20 animales domésticos diferentes que aparecen blasonando en 2.540 escudos (4,6%). Vemos que al igual que el diseño de los animales salvajes tenía que representarlos en toda su fiereza, según Fernán Mexía, los domésticos habrán de mostrar toda la mansedumbre propia de su condición50. Es por ello que no encontraremos en nuestra heráldica ninguno dibujado en posición alzada o amenazante, como es posible verlos en otras heráldicas europeas. Normalmente se dibuja solo un ejemplar y su presencia en la heráldica española varía sensiblemente siendo Baleares, Galicia y Valencia las comunidades con mayor presencia de animales domésticos en su heráldica. A) Animales domésticos: Encontramos representados tanto a animales caseros, gatos y perros, como a ovinos, bovinos, caprinos y equinos, con los que se blasonan 2.622 escudos en España (4,8%) y de ellos 173 en Asturias, a saber: 71 escudos con perros, 1 con gato, 39 con caballos, 33 con cabras y uno con un chivo, 11 con corderos, 5 con toros, 5 con vacas, 3 con bueyes y 2 con sus pezuñas. Lo que arroja un porcentaje del 5,2%, superior al del área castellana (4,5%), aragonesa (4,9%) y vasconavarra (5,0%) B) Las Aves de corral: Son aquellas que el hombre ha guardado para sí, acostumbrándolas a vivir en domesticidad a fin de aprovechar sus carnes y huevos, como el Gallo, Gallina, Ganso, Paloma y Pavo doméstico, con las que se blasonan 451 escudos (0,8%). Si bien solamente la Paloma y el Gallo alcanzan una cierta presencia en nuestra heráldica. En Asturias encontramos solo 14 escudos blasonados con ellas: 8 con palomas, 4 con gallos y 2 con gallinas, lo que supone un porcentaje del 0,4%, inferios al del resto de las heráldicas hispanas, como la castellana (0,8%), aragonesa (1,2%) y vasconavarra (0,5%) Populares Industriales Naúticas Domésticas Trabajadores Femeninas Organos humanos Religiosas Animales Aves Total

Heráldica Asturiana Escudos % 56 1,7% 25 0,7% 57 1,7% 37 1,1% 55 1,6% 41 1,2% 83 2,5% 173 5,2% 14 0,4% 541 14,5%

Castellana % 2,6% 1,5% 3,8% 0,3% 0,8% 1,6% 1,4% 4,5% 0,8% 14,7%

Aragonesa % 3,8% 1,6% 6,5% 0,8% 0,4% 2,3% 2,1% 4,9% 1,2% 19,8%

Vasconavarra % 0,8% 0,7% 2,3% 0,2% 0,2% 0,6% 0,6% 5,0% 0,5% 10,1%

Conclusiones Observamos que en la heráldica asturiana predominan las figuras heroicas y que las de origen burgués o populares son las menos frecuentes. Distribución Figuras Heráldicas en Asturias

Populares 8%

Geométricas 21%

Naturales 26%

Heroicas 50

45% reedición facsímil del Instituto Bibliográfico MEXÍA, Fernán: Nobiliario Vero, Libro III, Cap. XV, Sevilla, 1492, Hispánico, Ministerio de Educación y Ciencia, Colección Primeras Ediciones, Madrid, 1974.

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