Amor, Dolor e Inmortalidad en Miguel de Unamuno.

July 5, 2017 | Autor: Lucero J. López | Categoría: Philosophy, Filosofía española, Miguel de Unamuno
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Descripción







Amor, Dolor e Inmortalidad en Miguel de Unamuno.

Ontología y Metafísica.
Lucero Jazmín López Olivares.
Universidad Autónoma de Baja California.
Correo electrónico: [email protected]




Abstract
El presente escrito hace un análisis sobre los conceptos de Amor, Dolor e Inmortalidad como puntos clave en el pensamiento de Miguel de Unamuno. La presencia del pensamiento unamuniano en la filosofía española es fruto de una mirada más personal e íntima en la vida del hombre. Unamuno reinterpreta a Dios, a la religión, al héroe y al amor como un imperativo por preservar la personalidad y aspirar hacia la autonomía a partir de la Conciencia, esta perspectiva permite un reconocimiento con el mundo desde orientadas voliciones.

Palabras clave: "Dolor", "Amor", "Inmortalidad", "Miguel de Unamuno".


Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y los pueblos.
En este libro Miguel de Unamuno expone las principales tesis de su filosofía. Los primeros capítulos son un golpe para aquellos filósofos extremadamente racionalistas o idealistas, desde el capítulo uno titulado "El hombre de carne y hueso" hace alusión a una concepción de distinta del Ser humano; es este un hombre que siente, que sufre, y que vive. Una antropología donde el hombre ya no es una idea sino una cosa concreta que lucha por conservarse, por seguir siendo un ser. "El hombre es un animal afectivo" dice Unamuno, por lo que la Voluntad o irracionalidad entrarán en constante lucha en la realidad racional. Para que esto funcione es preciso una mirada desde el yo, pues es donde se deposita la conciencia, la única conciencia autoconsciente, que debe irse formando por el sentimiento antes que por el pensamiento.
La irracionalidad sobre todas las cosas, así cada conciencia puede tomar el mundo para sí, de esta irracionalidad nacen el sentido social y la razón misma, si no es decir la realidad. De aquí parte su reflexión hacia la Filosofía, porque cada filósofo es un hombre y cada quien tiene sus motivos más que "razones" para encontrar el sentido del mundo.
La noción de inmortalidad, que se explicará más profundamente en la siguiente sección de este escrito, aparece como resultado del ansia por seguir existiendo a pesar de las contradicciones de la vida, un ansia por perpetuarse, que el ser propio trascienda en la totalidad de las cosas; y es así como se entiende el "Sentimiento trágico de la vida" durante el resto de la obra.
Bajo la influencia de Schopenhauer, Unamuno reconoce una realidad aparencial tras una verdadera donde los locos han podido acceder, como Don Quijote, quien sigue el llamado de su corazón, de Dulcinea, que lo movió a la acción y logró convertir de él en un héroe.
Dios es una necesidad, la totalidad unificada, la aspiración suprema y garantía de inmortalidad. Una proyección del yo, de ahí que la religión represente la esencia de los hombres. Dios como humanidad. Un Dios que existe porque uno así lo quiere, esto rompe con el problema de comprobar su existencia, y pone a la fe en un lugar activo, creativo, que trasciende lo sensible. Por lo tanto, la verdad al estar vinculada con Dios en el absoluto, se relativiza al presentársenos a cada quien en la Praxis, el entendimiento de cada sujeto, que satisfaga la relación entre necesidad y satisfacción. Es decir, que todas las ideas que intensifiquen la vida, que nos motiven al acto, son verdaderas al igual que las religiones y el Dios que produzca tal efecto. Una fe que ejecute esperanza, ilusión y dicha. De este modo ya se puede hablar de una vida después de la muerte o un más allá.
La vida en Unamuno.

La vida.
La vida, la existencia, requiere de un sentido; y este sentido es guiado por el sentimiento, la voluntad, bajo el marco de necesidades adquiridas en la pragmática del existir. La exaltación de la vida como un continuo del yo. La vitalidad como lucha. A continuación se explicará más detalladamente en qué consiste esta necesidad de vida.
La inmortalidad.
Es debido a ese Sentimiento trágico de la vida, se reitera, que hay una impulso de aspirar hacia la eternidad. ¿Por qué? Don Miguel contesta "No podemos concebirnos como no existiendo" pues nuestro instinto de conservación se niega a abandonar a la conciencia y su anhelo de extenderse a la totalidad de las cosas. Pues es en este reconocimiento con las cosas que nos extendemos en el tiempo, sólo siendo, ser un "ser". Grita Unamuno "¡Ser, ser siempre sin término! ¡Sed de ser, sed de ser más! ¡Hambre de Dios! ¡Sed de amor eternizante y eterno! ¡Ser siempre! ¡Ser Dios!" Eso se traduce en mera Autarquía. Veamos cómo es que se llega a ser una conciencia eternizada.
Puede llegar a sonar absurdo anhelar una vida después de la muerte, y llega a despreciarse o a tildase de egoísmo a todo aquel que superposicione al individuo, de ahí que nuestro autor desprecie las corrientes racionalistas y se apegue más a la religión; porque así hay un Dios que asegura la inmortalidad y su religión requiere de una constante fe. Es, pues, en la existencia que nos encontramos con la idea de la vida, del vivir por vivir porque todo terminará, pero ¿y si uno no quiere que sea sólo eso? ¿Un venir, ver y no vencer? Es en base a estas cuestiones que don Miguel formula varios estadíos en el anhelo de inmortalidad: inmortalidad personal, inmortalidad doméstica, inmortalidad mundana y la transmigración del espíritu a través de la obra de ficción.
La primera de éstas basa su argumento en la idea de que la individualidad encuentra su esencia al desear esa inmortalidad, la persistencia propia, para mí. Menciona Unamuno "Quiero ser yo, y sin dejar de serlo, ser además los otros, adentrarme la totalidad de las cosas visibles e invisibles, extenderme a lo limitado del espacio y prolongarme a lo inacabable del tiempo" ser ahora, de carne y hueso, porque el alma no puede vivir separada del cuerpo y viceversa, es por lo mismo que no puede concebirse la muerte.
La inmortalidad doméstica se refiere a lo relacionado con la familia, pues los lazos entre ésta resultan más espirituales que sanguíneos, la perpetuación del alma de uno mismo a partir de la descendencia, ya sea por memorias o herencia fisiológica. Padilla encuentra la causa "Cuando en la famosa crisis del 97 observa atormentado la cabeza deforme de su hijo Raimundo y, por otra parte, llega a dudar de su propia cordura, vuelve la mirada a esta circunstancia familiar y se obsesiona pensando en las leyes de la herencia" . Así, pues, entra el tema del amor en la familia como elemento importante para la inmortalidad, tema que abordaremos más adelante.
El "Erostratismo" al que nos refiere Unamuno viene desde el mito de Erostrato, en el que éste personaje incendió el templo de Efeso para hacerse famoso. Es esta inmortalidad "mundana" que permite guardar la individualidad del sujeto, que lo mantenga en la memoria colectiva como alguien insustituible, que los demás dependan de esa persona. Mas hay un problema en ello, menciona don Miguel "Peleamos con los muertos, que son los que hacen sombra a los vivos. Sentimos celos de los genios que fueron, y cuyos nombres, como hitos de la historia, salvan las edades. El cielo de la fama no es tan grande, y cuantos más en él entren, a menos toca cada uno de ellos" a este respecto, Navarro responde que inconscientemente se hace patente una línea aristocratizante en la que subyace una defensa a la sociedad de clases, donde el hombre común debe servir al amo, y no sólo por cuestiones económicas sino también intelectuales. Sin embargo, Unamuno pretende hacer de todos personas pensantes y únicas, que salven su yo, y si en esta lucha se va en contra de la sociedad o el pensamiento imperante ¡Mucho mejor! Mantener un equilibrio entre los extremos, que al igual no signifique una marginación, pues el ideal es reconocerse en todas las cosas y así alcanzar la inmortalidad.
En tanto al anhelo personal de conservación aparece el loco, al igual que don Quijote, quien logró independizarse de Cervantes al crear su propia y ficticia perpetuación. "La actitud de Unamuno le lleva al punto de discrepar evidentemente con Cervantes, hasta cambiar la misma historia, dando importancia sólo a algunos episodios y no a otros, hasta exaltar o describir peyorativamente algunos personajes que aparecen en la obra." explica Trapanese consecuencia de la apelación a la razón positivista en el autor del Quijote, y eso mismo hace que no se entienda la magnanimidad de la locura en su personaje. Esta inmortalidad viene de la mano de la fe, esa que permite crear una nueva realidad, y darle un sentido autentico y propio a la existencia. Don Quijote "Quiso poner en obra su sueño" y ahí reside su heroísmo, los demás no pudieron comprender su acto, la realización de su ser como resultado del dominio de la voluntad. En él vemos un claro ejemplo de la síntesis entre amor, dolor, e inmortalidad; cuestiones abordadas a continuación.
¿Inmortalidad para todos?
Al aludir a la vida después de la muerte relacionamos inmediatamente al dogma, a las religiones, nuestro autor entra en otra de sus "contradicciones" al insinuar que este pensamiento cae en el ateísmo porque no hay necesariamente un fin en sentido escatológico. Mas, no todos pueden alcanzar la inmortalidad, veamos el por qué.
En la doctrina cristiana se cree que Jesús regresará a la tierra y juzgará a vivos y muertos para concederles la vida eterna. Unamuno parte de ahí, y pregunta ¿Quiénes se salvan?, ¿a quiénes se les es concedida la eternidad?, "…y es que sólo se salven los que anhelaron salvarse, que sólo se eternicen los que vivieron aquejados de terrible hambre de eternidad y de eternización… porque no deja de anhelar con pasión avasalladora de toda razón, sino aquel que no la merece, y porque no la merece no la anhela." Cualquier humano tiene en sí el instinto de perpetuación, pero la razón obliga a negarla. Se necesita poner a trabajar la voluntad sobre la razón para que la pasión llegue a hacer de nuestra vida una estancia feliz, la vocación como principio.

El amor.
La inmortalidad muestra otra de sus caras y vías de acceso: el amor. "El amor busca con furia a través del amado algo que está allende a éste, y como no lo halla, se desespera." Este sentimiento se genera a través del amor sexual, pues con el otro es como se unen conciencias. Padilla aclara "Pero este tipo de amor es un acto de egoísmo mutuo. Ambos amantes buscan en la sexualidad el propio placer, la satisfacción personal, la posesión del otro. Y al mismo tiempo, sin pensarlo, sin proponérselo, están logrando su perpetuación." A este amor se conoce como "amor carnal" e igual se trata de una lucha de contrarios: amor y odio, vida y muerte en el acto sexual.
Más allá de ese amor primigenio se encuentra el "amor espiritual" que une a las parejas por medio de un gran sufrimiento compartido. "Porque amar es compadecer" afirma Unamuno y cada uno de ellos se compadece en su pena propia y reflejada en la pareja, se complementan las almas y entonces se aman más.
Y es con el amor espiritual que uno se reconoce con los demás, porque el individuo va por el mundo y ve a todas las almas miserables bajo el yugo de la enajenación, entonces los compadece y se desespera por la "nadería" en ellos (y hasta en los objetos), así los ama. Y es que el sujeto debe sentir todo en sí, personalizar las cosas, al sentirse semejante a éstas y que las compadece. Así, al totalizarlo todo, se encuentra una conciencia universal que Unamuno la define como Dios.
Ya en Una historia de amor nuestro filósofo abordaba la cuestión del amor. En el estudio que Lozano hace sobre esta obra, menciona la necesidad de la angustia para que el amor se solidifique; sin embargo, en estos menesteres es la mujer quien llega a tomar mayor peso de conciencia y dolor "La mujer se entrega al amor, mientras el hombre sigue lo dictado por su egoísmo" menciona el mismo autor.
Tras la necesidad del otro, y la presencia del sufrimiento como elemento clave en el amor, se genera una participación activa de la fe y una relación con el heroísmo que se mencionaba anteriormente.
Amor y fe: heroísmo.
Cuando Don Quijote emprende a la aventura, su locura viene de la fe que le permitió crear todo lo que adoraba. Encuentra una finalidad, tiene contacto con la conciencia del universo, que en nombre del amor por Dulcinea de Toboso, pronuncia el sentimiento del mundo como un antropomorfismo, donde todo lo subjetivo es real.
Elena Trapanese nota: "En el intento de rescatar al Caballero de la locura, Unamuno rescata también a Sancho al que considera figura de otro tipo de fe y de heroísmo: complementaria a la de su amo. Don Quijote necesita a Sancho, así como un héroe trágico necesita a un coro con el que hablar". Es el intento de nuestro autor por encaminar a los españoles hacia un ideal, con su respectiva incertidumbre ante lo desconocido, de lucha entre razón y fe que catalice a la acción creadora a pesar del ridículo.

El dolor.
El dolor es la forma en la que los humanos alcanzan la autoconciencia, la persistencia de la personalidad. "…tener personalidad es saberse y sentirse distinto de los demás seres, y a sentir esta distinción sólo se llega a partir del choque, por la sensación del propio límite." Es el producto de no alcanzar las aspiraciones, de no llegar a ser lo que se quiere ser. ¿Es posible trascender estos límites?
Al intentar ser todo en todas las cosas la razón nos lo impide. Sin embargo la voluntad produce un gran sufrimiento, un sufrimiento que a la vez produce un gozo de saberse vivo. Y al responder ese impulso de totalizar, sin perder nuestro "yo", reside la divinidad humana; es decir, al reconocernos en Dios, encontrar que éste también sufre, nos compadecemos de él y le amamos, y le comemos haciéndolo parte de nuestra persona. Una persona simpática, que forma parte de una conciencia colectiva, compartiendo sufrimiento y aspiración de perpetuación. Por eso, según nuestro autor, las personas religiosas se abocan a la trascendencia al asegurarse en Dios.
Bajo estas premisas ya no vemos la conciencia como algo necesariamente agradable. Es más, el filósofo ya decía "La conciencia es una enfermedad" porque al conocer nuestras limitaciones y luchemos bajo la esperanza de victoria y gloria, la vida se convierte en una constante tragedia. De ahí que se encuentre el "Sentimiento trágico de la vida", esta conciencia se obtiene sólo por medio del dolor y la desesperación.
Eugenio Nkogo subraya en Unamuno "La Filosofía de la agonía" pues la ciencia no desentraña el más profundo sentido de la vida humana, de ese "hombre de carne y hueso", en estas afirmaciones llega a estar en concordancia con Ortega y Gasset. La filosofía debe construirse con todo el cuerpo y no sólo con la cabeza, si hay que transmitir dolor o felicidad son meros reflejos de la existencia del mismo filósofo como humano.

Relación amor-dolor-inmortalidad como Autarquía.
Como podrá observarse, los tres conceptos van ligados como elementos volitivos. El amor resulta una aspiración a la inmortalidad, de hacerse un ser en el otro, bajo su nombre se crean héroes y se guardan individualidades; eso sí, con el dolor presente recordando la condición existencial.
Felipe Lee menciona: "La autarquía es el arte de vivir de los sabios antiguos, la belleza de la libertad. No seguían a nadie, seguían a todo. Meleta to pan (cuidado de todo) es Epimeleia heautó (cuidado de sí), sinónimos, no hay conflicto, uno es todo." En Miguel de Unamuno el concepto de la conciencia habla de esta autarquía, no de un panteísmo y contradicciones.
Elementos intrínsecos aquí son los de libertad y verdad. El primero se desempeña como un "Ser en el mundo" donde cada quien asume la responsabilidad de sus actos, pues al estar arrojados al mundo y haber tomado conciencia de éste no queda más que ejercer la Voluntad. Por lo tanto la verdad y su relación con la libertad humana obligan a que la mentira se entienda como todo aquello que no permita la plena expansión de la conciencia, todo lo que me niegue o me enajene (que obligue a olvidarse de uno mismo y el fin al cual se rige). Es importante señalar además, que todo lo que el autor menciona sobre el individuo se aplica, en semejanza con Hegel, a los pueblos.
La autarquía donde la realidad es sueño. Continuando con Lee "El ser es la esclavitud. Si un experto en salud, en arte, en política, o en religión te define, define tu identidad (enfermo, ignorante, salvo, en vías de desarrollo, etc.) si tú lo crees, te haces esclavo de la opinión de un experto, que sólo es experto por la fe que tienes en que es experto," Ahí, en ese reflejo de nuestra actualidad, como Unamuno ya se había percatado y pretendía evitar. ¡Que viva el loco en su irracionalidad! Porque este vive desde sí y para sí, porque tiene personalidad, porque no se somete a alguien más. Fe, esa fe, ese amor por la vida, no morir nunca. Crearse a uno mismo, autodefinición y reconocimiento con el mundo, conocer reconociéndome con las cosas, autoridad propia. No morir, porque uno así lo quiere, ser uno y todos; conciliarse con Dios, ser Dios…ahí está la cosa.

Conclusiones.

En el recorrido de estos apartados encontramos la importancia del individuo, la conciencia, para Unamuno. Todo gira en torno al yo; mas no se entienda en sentido peyorativo, pues es desde ahí donde parte la reivindicación moderna por la inmortalidad.
La actualidad del discurso en don Miguel de Unamuno recae en el aspecto autárquico que se expone en la última parte de este escrito. Es esta una filosofía de la cotidianidad, factores de la existencia, que ostentados en forma de amor, dolor y aspiración a la eternidad como una síntesis del "sentimiento trágico de la vida"; apuestan por la creación y sentido propio del hombre hacia el mundo. Crear personalidad, forjar una individualidad propia. Ser Uno.
En esta nuestra realidad dirigida por modelos preestablecidos de vida, se nos guía en una especie de infantilismo; se suprimen los impulsos volitivos. Unamuno rescata la figura del héroe quijotesco, la relevancia de la conciencia, para actuar y no permanecer fijos. Ser siempre diferentes, no claudicar ante el dolor y escuchar el llamado de la perpetuación. Unamuno sigue vivo.


Bibliografía.

Bibliografías.
AZOFRA, Agustín. Y CHAGUACEDA, Ana. "La casa-museo Unamuno" España, Universidad de Salamanca. 2003.

LEE, Felipe. "Autarquía". México, Universidad Autónoma de Baja California, 2010
LOZANO MARCO, Miguel. "Consideraciones sobre Una historia de amor, relato unamuniano". En: GOMEZ MOLLEDA, D. (Ed.): Actas del Congreso Internacional Cincuentenario de Unamuno. (Salamanca: Universidad de Salamanca, 1989).

NKOGO ONDÓ, Eugenio. "Miguel de Unamuno: la agonía en la encrucijada" En: GOMEZ MOLLEDA, D. (Ed.): Actas del Congreso Internacional Cincuentenario de Unamuno. (Salamanca: Universidad de Salamanca, 1989).

PADILLA NOVOA, Manuel: Unamuno, filósofo de encrucijada. Madrid, Cincel, 1985.
UNAMUNO, Miguel. Del sentimiento trágico de la vida. Madrid, Plenitud, 1966
UNAMUNO, Miguel. Ensayos, Novela, Teatro, Poesía. Barcelona, Círculo de lectores, 1970.

Fuentes.
GIMÉNEZ, Felipe. "Lecciones sobre Unamuno" Disponible en: http://www.filosofia.net/materiales/tem/unamuno.htm

JUAN-NAVARRO, Santiago. "La reflexión sobre la inmortalidad en la obra de Unamuno: Filosofía de la existencia, epistemología, y pensamiento religioso". Asociación de Licenciados y Doctores españoles en Estados Unidos. [en línea] (1998): 235-240. Disponible en: http://fiu.academia.edu/SantiagoJuanNavarro/Papers/90156/La_reflexion_sobre_la_inmortalidad_en_la_obra_de_Unamno_Filosofia_de_la_existencia_epistemologia_y_pensamiento_religioso

SWARTMORE. "Miguel de Unamuno y Jugo, ensayista, dramaturgo, novelista, poeta, pensador. 1864-1936" Visto en: http://www.swarthmore.edu/Humanities/mguardi1/espanol_11/unamuno.htm

TRAPANESE, Elena. "El caballero de la locura y su ambigüedad: Don Quijote entre Unamuno y Zambrano", Bajo Palabra (2a época), n° 5 (2010):



UNAMUNO, Miguel de. Del sentimiento trágico de la vida. Madrid, Plenitud, 1966. (información de contraportada).
Ibid. P. 8
Ibid. P 39.
Ibid. P. 40

Autarquía viene del griego αὐτάρκεια, autós por sí mismo, de sí mismo; y arkein, suficiente, seguro (de donde deriva arcano también); bastarse por uno mismo. Tomado desde: LEE, Felipe. "Autarquía". México, Universidad Autónoma de Baja California, 2010. P.1.

JUAN-NAVARRO, Santiago. "La reflexión sobre la inmortalidad en la obra de Unamuno: Filosofía de la existencia, epistemología, y pensamiento religioso". Asociación de Licenciados y Doctores españoles en Estados Unidos. [en línea] (1998): 235-240. Disponible en: http://fiu.academia.edu/SantiagoJuanNavarro/Papers/90156/La_reflexion_sobre_la_inmortalidad_en_la_obra_de_Unamno_Filosofia_de_la_existencia_epistemologia_y_pensamiento_religioso [consultado: 27 de noviembre de 2011].

UNAMUNO, M.: op. cit., p. 39.

PADILLA NOVOA, M.: op. cit., p. 51.

Ibid. P. 155.

UNAMUNO, M.: op. cit., p. 51.

JUAN-NAVARRO, S.: op. cit., p. 238.
TRAPANESE, Elena. "El caballero de la locura y su ambigüedad: Don Quijote entre Unamuno y Zambrano", Bajo Palabra (2a época), n° 5 (2010): pp. 349-366. [Revisar la propuesta de María Zambrano como continuación de la influencia unamuniana].

GIMÉNEZ, Felipe. "Lecciones sobre Unamuno" Disponible en: http://www.filosofia.net/materiales/tem/unamuno.htm [Consultado: 28 de noviembre de 2011].
UNAMUNO, M.: op. cit., p. 210.

Ibid. P. 117.

PADILLA, M.: op. cit., p. 131.
UNAMUNO, M.: op. cit., p. 120.

Consultar: LOZANO MARCO, Miguel. "Consideraciones sobre Una historia de amor, relato unamuniano". En: GOMEZ MOLLEDA, D. (Ed.): Actas del Congreso Internacional Cincuentenario de Unamuno. (Salamanca: Universidad de Salamanca, 1989). Pp. 505-508.
TRAPANESE, E.: op. cit., p. 356.

UNAMUNO, M.: op. cit. p. 123.
Ibid, p. 16.

GÓMEZ MOLLEDA, D. (Ed.): op. cit., comunicación de: NKOGO ONDÓ, Eugenio. "Miguel de Unamuno: la agonía en la encrucijada", pp. 533- 542.

LEE, F.: op. cit., p. 4.
Ibid. P. 11.



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