América para los Latinoamericanos I

“América Para Los Latinoamericanos I” Andrés Felipe Mellizo

Las guerras en Colombia desde sus vísperas, desde el amanecer bélico, por allá en la época de “nuestra independencia”, siempre estuvieron bajo la influencia internacional, por omisión o como pretexto para ponernos los unos contra los otros, mientras los de arriba se llenaban los bolsillos y satisfacían su naciente morbo imperialista. Esa tal independencia no fué más que una trifulca entre hijos legítimos y bastardos, alimentada por ideales franceses y con una pizca de -la muy famosa en aquellos años- “picardía británica”, por no poner otros términos desafortunados. Según historiadores, la influencia extranjera en el siglo XIX estuvo marcada principalmente en la omisión de compra de armas por parte de Estados Unidos e Inglaterra, mientras que Venezuela y ecuador sirvieron de trincheras a los bandos implicados. Y es que la influencia de estados unidos sobre el mundo, en los últimos 100 años no han sido simplemente cuestiones de azar o fortuna (infortuna para muchos), sino que ha sido una milimétrica y precisa operación, digna de los más hábiles cirujanos.

Comenzando con el apoyo económico a potencias europeas, su participación en la primera guerra mundial, su protagonismo en la crisis de los años 30 y el colapso de la Bolsa, su importancia en la Segunda Guerra Mundial, el "triunfo" del capitalismo sobre el comunismo con la caída del Muro del Berlín, la caída de la Cortina de Hierro y las reformas que introdujo la Perestroika y su relación con los países del llamado 3er Mundo. Pero ahora bien, ¿Cuál era el interés de Estados Unidos en Latinoamérica? Recordemos que Estados Unidos fué el primer país de américa en lograr independizarse y así no queramos aceptarlo, este hecho fué la primera golondrina que precedió la lluvia y si bien, no influyó directamente en la independencia de los países latinoamericanos, si creó un ambiente propicio con una cierta –o incierta- atmosfera de seguridad para que el proyecto independentista a lo largo del continente se llevara a cabo. Con el paso del tiempo, Estados Unidos se convertiría en una potencia emergente junto con Japón, y el mundo dejaría atrás el

eurocentrismo para dar lugar a los pequeños gigantes que apenas conocían el “desarrollo”. De esta manera buscarían abrir nuevos mercados donde comercializar sus productos y así dinamizar y fortalecer su estructura económica. América latina pues, sería un objetivo de altísimo valor, pero antes tendrían que afianzar sus relaciones. Estados Unidos apoyó la gran mayoría de independencias, principalmente en Centroamérica, el apoyo político, económico y bélico no se hicieron esperar. Su gran influencia comenzaría con la Doctrina Monroe: "América para los americanos", con el fin de defender la posición de Estados Unidos en la región, sin intervención de otras potencias, teniendo así un papel hegemónico y hasta monopólico de la situación en el continente. “América para los americanos”, ha sido el mantra en la política exterior de USA para Latinoamérica. Es la concepción de política exterior de Estados Unidos según la cual cualquier intento de colonización o intervención de una potencia europea en territorio del continente americano será respondido por Estados Unidos, que no tolerará ninguna clase de intromisión en la

zona. Cabe destacar que la doctrina Monroe fue bien recibida por los ingleses, que vieron en pleno auge industrial una oportunidad de acceder libremente a los mercados de las nuevas repúblicas independientes latinoamericanas. Sin embargo, en el momento de su proclamación, la doctrina Monroe traía un objetivo un tanto más oscuro. En esos momentos USA carecía tanto de poder político como militar como para imponerla a la fuerza. Después de la Segunda Guerra Mundial, la transformación del mundo bajo la polarización de capitalismo VS comunismo llevó a experimentar la tensión de la Guerra Fría. USA y Unión Soviética dividirían el mundo en dos. De esta forma el mundo conocería el miedo, pero principalmente lo tendría que afrontar Estados Unidos, que quedando como única potencia de las denominadas "buenas" debería hacerle frente a un mundo que se encontraba bajo la amenaza del comunismo. Ahora la mirada se centraba en América Latina, debido a que la mayoría de países habrían caído como fichas de dominó ante los pies del “bastión del mal”, si, el "patio trasero" era la residencia del enemigo, lo que implicaba terminar rodeado por los rojos. Por lo cual

USA intentaría frenar algunos brotes comunistas que florecían en el continente. Vamos al caso de Colombia, donde la semilla del comunismo lanzada al aire en los años 20 por el señor Zawadsky, cayó en tierra fértil y germinó dando como fruto posterior a las guerrillas liberales. Claramente USA apoyó la dictadura de Rojas Pinilla, el cual efectivamente desarticuló temporalmente estos entes comunistas, generando así un clima de seguridad para los intereses estadounidenses. No fue hasta que el ejército dió de baja a un grupo de estudiantes y culpara de ésto al partido comunista colombiano, que volvió el aire a impregnarse de un viciante y denso humo de tensión política. El gobierno bajo esa excusa comenzó la cacería de brujas y represión contra un movimiento agrario de campesinos, dirigida obviamente por el hermano grande de américa: Estados Unidos –gran sorpresa- así pues, comenzaron los bombardeos, y la primera puesta a punto y utilización en campo de la famosa “Napalm”. La reorganización de las guerrillas móviles no se hizo esperar, el grupo de campesinos se trasladó hasta la región de Planadas (Tolima) donde se establecieron con

aires independentistas y fundaron La Republica de Marquetalia. Como era de esperarse el ejército colombiano de la mano de USA, mediante el “plan lazo” invadieron el territorio usando el poder de fuego, dieron parte de victoria, etc… el resto de la historia ya es bien conocido por todos: los campesinos se reorganizaron, y con la ayuda del partido comunista orientando ideológica y políticamente a este grupo, se fundaron las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, FARC. El papel de Estados Unidos como el principal actor del conflicto armado en Colombia no llega hasta allí, todavía tenemos su sombra sobre nuestras cabezas y sobre Latinoamérica, podemos culparnos entre nosotros: entre hermanos, podemos sacar miles y miles de conclusiones, libros, ensayos, películas de como los “actores” del conflicto acaban poco a poco con el pueblo y sus verdaderos intereses, podríamos pasar miles de años como la serpiente que muerde su cola, si no condenamos y señalamos a los hermanos del norte –que no son canadienses… algunos- y a su sed imperialista como principales responsables de todas las desgracias que aquí ocurren.

Se podrían firmar muchos acuerdos de paz entre nosotros, pero siempre que intereses de una potencia extranjera interfieran y atenten contra nuestra soberanía, seguiremos matando a nuestros hijos, hermanos y nietos. Es necesario poner sobre la mesa, no solo acciones sobre los actores tradicionales del conflicto, sino también sobre los NO populares, aquellos que desde la penumbra manejan los oscuros hilos del poder -cuya concentración es la fuente de toda maldad- y lograr una verdadera sociedad: justa, igualitaria, armónica y eficiente. ¿Qué tipo de acciones?... El tiempo y el ruido de nuestras cadenas crujiendo, nos lo dirán.