\"Amazônia é do Brasil\". Producción simbólica y sentido del espacio en el festival Boi Bumbá en Parintins

June 24, 2017 | Autor: Bryan González | Categoría: Amazonia, Brasil, Geopolítica, Soberania
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Descripción

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"Amazônia é do Brasil". Producción simbólica y sentido del espacio en el festival Boi Bumbá en Parintins

Bryan González Hernández Introducción

Este ensayo pretende analizar la importancia del Festival Boi Bumbá como producción simbólica que busca fomentar y fortalecer el sentido del espacio amazónico, como mecanismos para garantizar la soberanía brasileña sobre este territorio. Sin embargo, el ensayo pretende ir más allá, estudiando desde la complejidad los cruces entre lo local y lo global, así como el sincretismo cultural que caracteriza a esta actividad popular.

Para realizar este análisis me basé en video-documentales, letras de canciones, música, noticias y otros materiales, que si bien no se igualan a la experiencia de vivir este festival, lo que quizás limita mis percepciones y no afecta directamente mi identidad (tema de por sí complejo por mi forma de ver el mundo). Sin embargo, los materiales utilizados sí me permitieron tomar los aspectos más importantes para mi análisis.

Para la comprensión del texto que a continuación sigue, decidí adjuntar los videodocumentales del festival, convirtiéndose así, este texto en una guía personal sobre el festival del Boi Bumbá, su importancia para mi interés personal y académico, queda plasmado en las siguientes páginas. Si bien este ensayo se queda corto ante la gran cantidad de información y sobre la gran cantidad de aristas desde donde estudiar este complejo festival (pienso por ejemplo en la cuestión de la cognición estética de la gente, del espectador, en las experiencias cotidianas en la preparación del mismo, desde un análisis de cada uno de los personajes de ambos bandos, etc.), lo que pretende es proponer una visión más desde donde (lo espacial) pensar a la cultura y al arte, para

2 comprender a festivales como este tipo.

Cultura y espacio

Para comenzar es necesario preguntarnos ¿qué relación tiene la cultura con el espacio? La respuesta resulta obvia si tenemos presente que la palabra cultura proviene de colere que hace referencia al cuido de la tierra. La cultura desde esta perspectiva estaría vinculada al cultivo, y por tanto esta sería la máxima expresión del sentido del espacio de una nación, noción que trataré más adelante.

Desde una perspectiva geopolítica podríamos afirmar que la cultura es uno de los resultados de la interacción entre los factores variables (Población, recursos, estructuras sociales, económicas y políticas) y los factores estables (Extensión, posición, configuración y estructura física) que caracterizan a un espacio geopolítico determinado.

Ahora bien, desde otra perspectiva, igualmente espacial y complementaria a la anterior se podría afirmar, según Sloterdijk, que, “las culturas no son sólo “sistemas” sociales organizados sino que son también, y aún fundamentalmente, sistemas de construcción escenográfica. Lo que importa de este diagnóstico para nuestra argumentación, es que una de las misiones principales de la cultura es la de construir un escenario, un espacio artificial, un imaginario, donde se desarrolla y se articula nuestro proceder social y personal en el mundo” (Tapia; Guerra; de la Iglesia, 2008:157)

Resulta interesante esta interpretación de Sloterdijk sobre la cultura como constructora de escenarios en cuanto que éste es un espacio de representación en donde se reproducen los valores (morales, estéticos, políticos, sociales, etc) sociales establecidos, en su mayoría, hegemónicos. Un espacio que al igual que el teatro es una construcción social, me refiero al territorio nacional, el escenario sobre el cual se representa al Estado-nación

3 como ente real, donde se evidencia la realidad del poder, o más precisamente, donde se representa/manifiesta la soberanía.

La cultura implicaría por tanto la construcción de espacios en los que se crea identidad, donde se pretende la cohesión social que identificándose así misma como igual frente a otros considerados como diferentes busca una unidad política. De ahí que si la cultura pretende un apego a la tierra, a ese espacio escenográfico, surge de ella esa comunidad imaginada, la nación.

Según Tapia, Guerra y de la Iglesia (2008), “Sloterdijk (2005) aporta un cierto matiz de actualidad con su definición porque al hablar de escenografía, hace resaltar el elemento de fingimiento, de simulacro, que acompaña a la cultura desde la segunda mitad del siglo XX. Si de los términos anteriores se derivaba como una especie de sentido naturalizado de lo que supone estar en el mundo, la cultura moderna, en su progresiva racionalización, funcionalización y abstracción de la vida, acaba produciendo una especie de disociación entre naturaleza culturizada y escenografía cultural oficial” (2008:157). Lo anterior se empataría con la definición de cultura que plantea Marcuse “la cultura aparece así como el complejo de objetivos (valores) morales, intelectuales y estéticos que una sociedad considera que constituye el designio de la organización, la división y la dirección de su trabajo, “el bien” que se supone realiza el modo de vida que ha establecido” (Marcuse, 1970:89).

Marcuse ya nos plantea la importancia de la cultura para la organización del espacio, la estratificación social que en él se desarrolla, específicamente su organización, división y dirección del trabajo en ese espacio determinado. Posteriormente Marcuse afirmará que “hablamos de una cultura existente (pasada o presente) solamente si sus objetivos y valores representativos se han traducido (o se traducen) de algún modo en la realidad

4 social” (Marcuse, 1970:90)

Por último, serán Pau Rausell y Salvador Carrasco (2002) quienes mejor explican los vínculos entre cultura y espacio, introduciéndonos, además, en el tema central de este ensayo, los vínculos entre la producción simbólica y el sentido del espacio. Según Rausell y Carrasco, “Desde el punto de vista interno la cultura conecta con el territorio en varias dimensiones; a) por una parte se trata de un sector económico con tasas de crecimiento superiores al conjunto de la economía y en general poco depredador del medio; es decir con capacidad de generar valor añadido, renta y ocupación sin excesivos costes. b) En segundo lugar la producción simbólica es el ingrediente básico en los procesos de cohesión territorial al construir los sentimientos de identidad y pertenencia. c) Finalmente el acceso a la práctica y el consumo de cultura satisface unas demandas que van más allá de la mera ocupación del tiempo de ocio y que tiene que ver con la capacidad de desarrollo integral de los ciudadanos a través de sus elementos expresivos y comunicativos; es decir tiene que ver con su calidad de vida ” (Rausell; Carrasco, 2002: 4)

El aspecto más importante de lo planteado por Rausell y Carrasco es el vínculo entre la producción simbólica y la cohesión territorial, pues es el aspecto que nos permite comprender la importancia estratégica de la construcción identitaria de una nación o región y la defensa de su territorio.

Para estos autores, la producción simbólica consiste en “la generación, producción transmisión, conservación y reciclaje de la información, el conocimiento, las experiencias y la cultura van a determinar no sólo la configuración de los espacios sino las bases de su competitividad a medio y largo plazo” (Rausell; Carrasco, 2002:2).

Esta noción de producción simbólica, considero, está estrechamente vinculada con una de las nociones geopolíticas más relevantes estudiadas desde Friedrich Ratzel y sus leyes del crecimiento espacial de los Estados. Esto es el Raumsinn, o sentido del espacio.

5 Según José Felipe Marini,

“el sentido del espacio encierra un futuro deseado, su logro incluye esfuerzos compartidos y aceptados por la mayoría, cuya captación y asentimiento son fundamentales en la elaboración del propio destino. Siempre se apoya en un proyecto común de vida expresado en una ideología que le sirve de soporte, y alimenta su trascendencia en el tiempo presentando al pueblo como al instrumento idóneo, la raza elegida, etc, para cumplir un pretendido destino manifiesto. Normalmente se presenta como una idea fuerza que traducida en slogans de fácil comprensión a la mentalidad popular, opera como el elemento impulsor que justifica los sacrificios y los desaciertos, y exalta los éxitos” (Marini, 1985:239, énfasis del autor).

El vínculo resulta harto evidente, “La gestión de la producción simbólica, por tanto, deviene en un elemento estratégico en la definición de la trama de jerarquías territoriales aún en mayor medida que la disposición de los medios de producción” (Rausell; Carrasco, 2002:2). La producción simbólica fomenta el sentido del espacio, esto es el apego al espacio escenográfico en el que se manifiesta la comunidad imaginada. Son nociones que no podemos disociar.

Producción simbólica y sentido del espacio: Soberanía sobre la Amazonia

¿Qué importancia tiene una pequeña isla de 5.952 km² en medio de los 1.577.820,2 km² que caracterizan la Amazonia brasileña?

De entrada, se podría responder a esta pregunta afirmando que Parintins con sus escasos 115 mil habitantes no es tan importante en relación con los aproximadamente 3 millones de habitantes de todo el estado de Amazonas de Brasil. Sin embargo, el municipio de Parintins es el centro de producción simbólica más importante de todo el estado, esto debido al festival del Boi Bumbá que se realiza cada año en el último fin de semana del mes de junio.

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El festival del Boi Bumbá que se realiza en Parintins, municipio del Estado de Amazonas en Brasil, se basa en la obra teatral folclórica brasileña Bumbá meu boi, en la que se mezcla la danza, música, poesía y artes plásticas que se realiza desde el siglo XVIII y narra el proceso civilizatorio brasileño.

Desde sus comienzos este festival simbolizado la realidad brasileña, sobre todo representando en el buey, la figura central del festival, la formación económica del país, que se caracterizó por la comercialización y uso del cuero (dos Santos, 2002:2). La fiesta del Bumbá-meu-boi es “básicamente una obra dramática, una especie de literatura y arte múltiple –teatro, poesía, música, artes plásticas y coreografía- que sirve de soporte a un baile callejero. Se lleva a cabo durante las fiestas de San Juan, que comienzan el 23 de junio para terminar el 30, o de mediados de noviembre hasta la noche de Reyes (6 de enero), con la que concluye el ciclo navideño” (dos Santos, 2002: 2-3).

Resulta interesante que en el caso del festival de Parintins desde 1988 esta festividad se realiza en el bumbódromo, una especie de “estadio” con capacidad para 35 mil personas. Lo que presenta, desde mi punto de vista, una gran importancia simbólica, su magnificiencia. La vastedad del territorio implica la necesidad de una promoción cultural imponente, fuerte que sea capaz de mantener la cohesión social entrelaza en un territorio caracterizado por su “pobre” infraestructura de comunicación.

La imponencia del Bumbódromo, catalogado como la mayor obra cultural del estado de Amazonas, las aproximadamente 3000 personas que participan de la actividad artística, las figuras robóticas de varios metros de alto, la suntuosidad de la actividad, organizada a lo largo del año, y la duplicación de la población en la isla para los días de la actividad,

7 son muestra de esa magnificiencia.

La hipótesis que sustenta a este ensayo es que ante los intentos de internacionalización del Amazonas, esta festividad ha tomado una importancia colosal por su producción simbólica que promueve ese apego del ciudadano amazónico (y brasileño en general) hacia el territorio sobre el cual se realizan sus vivencias cotidianas. Más allá de su importancia cultural, esta actividad es de gran importancia política y geopolítica por la promoción de un sentido del espacio que impida la pérdida de la soberanía sobre estos territorios.

La internacionalización de la Amazonia no es nueva, ha sido promovida por EEUU, principalmente, con la excusa de que su conservación compete a todo el mundo y no exclusivamente a un solo país. Sin embargo, lo que priva en esta propuesta son los intereses por explotar los recursos estratégicos (agua, biodiversidad, plantas medicinales, tradiciones indígenas, etc.) que posee esta región. Recursos que adquieren mayor relevancia en un contexto de Colapso Mundial y de una radicalización de la dependencia estratégica de los recursos para el sostenimiento del mundo capitalista y de la hegemonía estadounidense.

La propuesta de internacionalizar la Amazonia claramente violenta la soberanía nacional brasileña, pero además violenta las culturas amazónicas y a los grupos que habitan en esta región, que verían amenazadas sus formas de existencia, además del espacio que habitan.

Es en este contexto que el festival del Boi Bumba, toma gran relevancia no sólo en las construcciones identitarias sino en los mismos objetivos políticos que se pueden

8 desprender de esta actividad cultural y artística. En este festival uno de los lemas coreados es "El Amazonas es de Brasil", entre otras frases alusivas. Festival que ha tomado cada vez más fuerza en los últimos años, principalmente con los gobiernos de Lula.

Basta escuchar y leer las letras de las canciones y las representaciones artísticas durante el festival para comprobar la promoción del sentido del espacio en toda la producción simbólica que de esta actividad se desprenden. Por ejemplo, resulta interesante escuchar una de las “tonadas” cantadas durante el festival, llama “O futuro é agora”, en las que se dicen frases como:

“Amazônia , guerreira Amazona O vento da soberania conduz as tuas flechas Aos corações da tirania de quem fere os rios e a floresta1”

Donde se hace alusión a la defensa de la selva amazónica. Elemento que me resulta interesante pues un gran número de tonadas son cánticos de guerra. Otra canción que podría ser un ejemplo interesante es la tonada llamada “Energia da floresta” en la que se dice:

“A energia que alimenta a floresta Matiza o arco-íris e poliniza a vida Vem do sol . . . Vem do sol . . . 1

Ver “O futuro é agora”: http://www.boicaprichoso.com/toadas2.asp?ID=244&Titulo=O%20futuro%20%E9%20agora

9 A energia que emana da floresta ilumina Parintins com arte e magia vem do som . . . vem do som . . . dos tambores da natureza2”

Lo interesante de esta canción es que en varias ocasiones hace referencia al Amazonas como una fuente de energía para el Brasil. Si bien estas interpretaciones pueden caer en la unidimensionalidad racional, lo importante a rescatar es que toda la producción simbólica del festival gira en torno al sentido del espacio amazónico. Los mismos DVD que utilicé para esta investigación se caracterizan también por la promoción y defensa del espacio amazónico.

Complejidad y “glocalidad” en la fiesta del buey

Otro de los aspectos resultantes de la dinámica producción simbólica/sentido del espacio es la construcción identitaria que ha cooptado la isla de Tupinambarana, donde se localiza la ciudad de Parintins. La población y la ciudad están divididas en los colores de los 2 bandos participantes: Rojo (boi Garantido) y Azul (Boi Caprichoso). Bandos que además se disputan la versión histórica de la festividad.

El enfrentamiento de ambos bandos enriquecen más la cuestión simbólica del festival, ya compleja, pues representan las luchas de clases en el proceso de formación del Brasil: el buey Garantido, conocido como el buey del pueblo, y el buey Caprichoso presentado como el buey de la élite3.

Un elemento que considero importante de rescatar es la complejidad artística que 2 3

Ver “Energia da floresta”: http://www.boicaprichoso.com/toadas2.asp?ID=240&Titulo=Energia%20da%20Floresta Ver: http://www.parintins.com.br/bumbodromo.asp

10 impregna al festival, sobre todo en relación al público, pues éste no es solamente un espectador más que digiere inmóvil la puesta en escena, sino que es partícipe y parte fundamental en el festival. Como se puede ver en el video documental del festival, el presentador va indicando al público la acción a realizar (la canción a cantar, el baile, etc), éste ya conoce de antemano cada canción y cada baile, por lo que deja de ser un simple espectador y pasa a ser también un artista.

Otro aspecto a destacar de gran importancia simbólica para un análisis desde la complejidad es el sincretismo cultural que impregna a toda la actividad: tradiciones cristianas, danzas de afrodescendientes, leyendas de los indígenas amazónicos, ambientalismo y nacionalismo brasileño, son algunos de los elementos sincréticos fusionados en el Festival del Boi Bumbá, y desintegrarlos implicaría romper con su riqueza artística.

Ahora bien, hay un elemento a rescatar: la complejidad de lo global con lo local. El festival del Boi Bumbá presenta explícitamente esa convivencia conflictiva entre 2 espacios y realidades disímiles que se representa en lo que comúnmente se llama el glocalismo. En este punto resulta interesante el planteamiento de Tapia, Guerra y de la Iglesia (2008)

“Hay que tener en cuenta que lo local no puede entenderse meramente como una fuerza reactiva, sino que debe constituirse como fuerza productora de cultura activa, de identidad específica, si quiere constituirse en alternativa dialógica a las fuerzas globales y, al mismo tiempo, ser lo suficientemente flexible como para permitir ese diálogo productivo” (2008:161)

A pesar de ser una festividad en teoría local, el Boi Bumbá ha tenido gran impacto internacional, y esto se debe a su carácter de alternativa dialógica a las fuerzas globales (la internacionalización del Amazonas) y por su flexibilidad (la empresa transnacional más explotadora de recursos hídricos es la que más invierte en el festival).

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Lo anterior resulta ya contradictorio por ese choque de intereses. Pero ante esto ya nos lo advertía H. G. Wells, en palabras de Mattelart, “cuanto más grande sea el organismo social, más complejas y diversas serán las partes, más complicados y variados serán los juegos combinados de la cultura, las confluencias” (Mattelart, 2003:88).

La influencia del festival es tan grande que la empresa Coca-Cola tuvo que cambiar su diseño original para poder mantenerse en el mercado regional. Esto debido a que debido la fervorosa afición de las personas del buey Caprichoso (azul) había dejado de consumir la bebida pues esta utilizaba los colores del buey contrario (rojo) y estaban optando por consumir productos de Pepsi4.

Lo anterior evidencia que “la intensificación de la circulación de los flujos culturales, la existencia muy real de una tendencia a la mundialización de la cultura, no conducen a la homogenización del globo, sino hacia un mundo cada vez más mestizado” (Mattelart, 2003:100-101).

La importancia de este festival, desde la óptica del cruce entre lo global y lo local, es lo que señala, atinadamente, Mattelart, “lejos de desaparecer de la faz del mundo, las culturas locales se reformulan mediante una aleación de lo “moderno” y de la “tradición” (Mattelart, 2003: 101). En defensa de la soberanía brasileña sobre el Amazonas, se mezclan y fusionan en este Festival la producción simbólica que pretende generar un fuerte sentido del espacio, mediante el rescate de tradiciones populares ancestrales como el Bumbá-meu-boi, con el uso de nuevas tecnologías que han enriquecido enormemente al Festival, para hacer 4

Ver: http://comlimao.com/2009/05/22/parintins-2009-coca-cola-azul-para-atrair-consumidores/

12 frente a los intentos de usurpación del territorio amazónico. Así como ser una festividad lo suficientemente flexible como para incorporar las demandas de empresas transnacionales como Coca-Cola, que para poder mantenerse a flote en la región tuvo que repensarse, y que desde el 2010 exigió que se aumentara la publicidad en el Bumbódromo y obtuvo el apoyo de ambos bandos (Garantidos y Caprichosos)5.

Para concluir las palabras de Bertha Becker, nos permitirá comprender que es cada vez más difícil que Brasil ceda o pierda su soberanía sobre este territorio, en cuanto “la Amazonia pasó a ser una efectiva región del país, integrándose a la estructura del imaginario nacional. Es en ese proceso de conflictos y cambios que se elaboran las geopolíticas de diferentes grupos sociales y –hecho nuevo en la región- resistencias a la libre apropiación externa, tanto en el plano de la construcción material así como en el de la organización social, que influirán en su contexto actual” (Becker, 2006:271).

Es en esa “integración efectiva a la estructura del imaginario nacional” donde se evidencia la importancia de este festival como productor simbólico de un apego al espacio, el escenario donde se representa la soberanía.

Referencias:

Becker, B. (2006). Por que não perderemos a soberanía sobre a Amazônia? En: Silvestre de Albuquerque, E. (org.) Que país é esse? Pensando o Brasil contemporáneo. São 5

Ver: http://www.parintins.com/?n=2154

13 Paulo: Editora Globo.

Dos Santos, J. (2002). Bumba-meu-boi pieza principal del teatro popular brasileño. En: www.lacult.org/docc/oralidad_11_40-47-bumba-meu-boi.pdf.

García Canclini, N. (1979). La producción simbólica. Teoría y método en sociología del arte. México, DF.: Siglo XXI Editores.

Gregory, D; et. Al. (2009) The dictionary of Human Geography. 5a ed. Reino Unido: Wiley-Blackwell.

Marcuse, H. (1970). Ensayos sobre política y cultura. Trad. Capella, J-R. Barcelona: Ediciones Ariel.

Marini, J. (1985). Conocimiento Geopolítico. Buenos Aires: Círculo Militar.

Mattelart, A. (2003). Geopolítica de la cultura. Trad. Multigner, G. Bogotá: Ediciones desde Abajo.

Tapia, C; Guerra, C; de la Iglesia, F. (2008). Mil “cuasi” territorios. Soportes para lo común y lo identitario. La arquitectura como juego de transacciones entre signos, contextos y tiempos. En Piazzini Suárez, C; Montoya Arango, V. (org.). Geopolíticas: espacios de poder y poder de los espacios. Medellín: La Carreta Editores.

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Rausell, P; Carrasco, S. (2002).Cultura y producción simbólica en la comunidad Valenciana. Un análisis sectorial e implicaciones Territoriales. En: http://www.uv.es/econcult/pdf/RausellCarrasco.doc.pdf

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