Alquerías, cigarrales y palacios: Quinta de Mirabel. Lectura de paramentos y analítica de los materiales constructivos

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Descripción

SERIE EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS TOLEDO

Alquerías, cigarrales y palacios La Quinta de Mirabel

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“Alquerías, cigarrales y palacios: la Quinta de Mirabel” %DS#IENTĥlCOS*ORGE-ORĥNDE0ABLOS*ESŊS#ARROBLES3ANTOS

TÍTULO DEL PROYECTO

DIRECCIÓN CIENTÍFICA

ESTUDIO DEL PAISAJE CULTURAL

Jesús Carrobles Santos

EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE TOLEDO.

Cloe Cavero de Carondelet

LOS CIGARRALES

Jorge Morín de Pablos

Quinta de Mirabel ESTUDIO DEL MEDIO FÍSICO LOCALIZACIÓN

Geología, geomorfología e hidrología: Fernando Tapias

T.M. Toledo

Medio Natural: Manuel Casas

ENTIDADES PROMOTORAS

PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA

REAL FUNDACIÓN DE TOLEDO CONSORCIO DE TOLEDO

Arqueólogos: Mario López Recio, Laura Benito, Rocío Víctores, Jose Manuel Illán, Jose Manuel Curado y Gonzalo Calle

COORDINACIÓN DEL PROYECTO

Estudio de Materiales: Ernesto Agustí, Laura Benito y Jose Manuel Curado

Paloma Acuña (Real Fundación Toledo) Soledad Sánchez-Chiquito (Consorcio de Toledo)

LECTURA VERTICAL DE PARAMENTOS Pablo Guerra

CONSULTORÍA ARQUEOLÓGICA Departamento de Arqueología, Paleontología y Recursos Culturales

ESTUDIO DE MATERIALES CONSTRUCTIVOS Pablo Guerra

AUDITORES DE ENERGÍA y MEDIO AMBIENTE, S.A. Calle Felipe Campos, 3

TOPOGRAFÍA

28002 MADRID

Carlos Sobrino

INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA

CARTOGRAFÍA Y 3D

Revisión de Carta Arqueológica y Expedientes.

Francisco José López Fraile

Prospección arqueológica y toma de muestras polínicas, antracológicas y carpológicas

GIS

Lectura vertical de paramentos

Luis Rodríguez Avello DOCUMENTACIÓN Irene Criado DIRECCIÓN EDITORIAL DEL VOLÚMEN Esperanza de Coig O´Donnell DIRECCIÓN EDITORIAL DE LA SERIE Esperanza de Coig O´Donnell y Jorge Morín de Pablos

© DE LA PRESENTE EDICIÓN, LOS AUTORES EDITA: AUDEMA S.A. ISBN: 978-84-16450-14-5 Depósito Legal: M-6120-2016 Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluido fotocopias, grabación o por cualquier sistema de almacenamiento de información sin el previo permiso escrito de los autores.

índice Introducción *ESÚS CARROBLES, CLOE CAVERO Y *ORGE MORÍN ........................................................................................................................................................ 9 I

Estudio del medio físico FERNANDO T!0)!39MANUEL CASAS ................................................................................................................................................................................ 13 II

Fuentes documentales para el estudio del territorio: suertes y traídas IRENE CRIADO ...................................................................................................................................................................................................................... 17 III

0ROSPECCIķNARQUEOLķGICA *ESÚS CARROBLES, FRANCISCO *OSÉ Lâ0%: *ORGE MORÍN Y SAGRARIO R/$2Ñ'5%: 35 IV

V

Resultados de la prospección arqueológica de la Quinta de Mirabel

*ESÚS CARROBLES, FRANCISCO *OSÉ Lâ0%: *ORGE MORÍN Y SAGRARIO R/$2Ñ'5%:39 La génesis de un paisaje medieval I: los espacios irrigados andalusíes *ESÚS CARROBLES, *ORGE MORÍN Y SAGRARIO R/$2Ñ'5%: ........................................................................................................................................ 89 VI

La génesis de un paisaje medieval II: los espacios ganaderos bajomedievales *ESÚS CARROBLES, *ORGE MORÍN Y SAGRARIO R/$2Ñ'5%: .................................................................................................................................... 115 VII

Cigarral del Cardenal Quiroga CLOE CAVERO .................................................................................................................................................................................................................. 135 VIII

3ISTEMASDEINFORMACIķNGEOGRĆlCAUNRECURSODEMODELIZACIķNUNTERRITORIO LUIS R/$2Ñ'5%:9*ORGE MORÍN ................................................................................................................................................................................. 147 IX

Lectura de paramentos y analítica de los materiales constructivos 0ABLO GUERRA Y *ORGE MORÍN ................................................................................................................................................................................. 151 X

Fotogrametría de las bóvedas de la Quinta de Quinta de Mirabel: palacio y estufa FRANCISCO *OSÉ Lâ0%:9*ORGE MORÍN ..................................................................................................................................................................... 195 XI

XII

Bibliografía ...................................................................................................................................................................................................... 201

X

Lectura de paramentos y analítica de los materiales constructivos

0ABLO G5%22! *ORGE MORÍN

Lectura vertical de paramentos Metodología No es sino gracias a la lectura de paramentos con la que desarrollamos el estudio de la estructura constructiva desde el punto de YLVWDGHORVPDWHULDOHV\ODVWpFQLFDVTXHODFRQ¿JXUDQ(VWDPHWRGRORJtDFRQRULJHQHQODDUTXLWHFWXUDVHHPSHxDHQOOHYDUDFDER XQSURIXQGRHVWXGLRGHODVWpFQLFDVHGLOLFLDVHPSOHDGDVHQXQDHGL¿FDFLyQRHVWUXFWXUDDVtFRPRGHORVPDWHULDOHVHPSOHDGRVDWDO efecto. Las bases establecidos por la escuela italiana tienen su fundamento en los principios propios de la sucesión vertical de los HVWUDWRV 3DUHQWL $VtPLVPRODGHQRPLQDGD$UTXHRORJtDGHOD$UTXLWHFWXUDDSOLFDVXVEHQH¿FLRVQRVyORDODGRFXPHQWDFLyQ de los monumentos sino también al campo del UHVWDXUR (Brogiolo, 2002). El origen de la denominada Arqueología de la Arquitectura queda establecido aproximadamente en la década de los 80, momento HQHOTXHDOJXQRVDUTXLWHFWRV\DUTXHyORJRVVHSODQWHDQODQHFHVLGDGGHOOHYDUDFDERUHSDUDFLRQHV\UHVWDXUDFLRQHVGHHGL¿FLRV carismáticos de Europa, una vez que ha empezado el “boom” constructivo en el viejo continente y queda patente la necesidad de equilibrar lo nuevo con lo clásico. En cualquier caso no será hasta mediados de los años 90 cuando varios grupos de investigadores italianos y españoles como Luis Caballero Zoreda, Riccardo Francovich o Roberto Parenti preconicen ya los principios de la llamada Arqueología de la Arquitectura como una tendencia relacionada con la investigación de los elementos arquitectónicos desde la analítica de los materiales constructivos y de las técnicas edilicias (Caballero Zoreda y Escribano Velasco, 1996; Caballero Zoreda, 1997; Francovich, 1992; 1999; Parenti, 1996). Ya una vez iniciado el siglo XXI es cuando comienzan a ser constantes los trabajos de investigación en los que se analizan materias y técnicas constructivas, apoyándose en los principios básicos de la sucesión vertical de los estratos. Algunos proyectos como el plan director de la Catedral de Vitoria, dirigido por el grupo de investigación de Arqueología de la Arquitectura de la Universidad del País Vasco, cuentan con un apoyo institucional importante, avalado por los resultados obtenidos después de varias campañas de actuaciones. Igualmente han destacado los estudios de evolución urbanística llevados desde la Universidad de Granada o las QXPHURVDVLQWHUYHQFLRQHVGHVDUUROODGDVHQHGL¿FDFLRQHVWDQUHSUHVHQWDWLYDVFRPR 0DxDQD%RUUD]iVet alii, 2002; Quirós Castillo, 2002; Azcarate Garai-Olaun y Solaun Bustiza, 2006; Miguel Hernández, 1999) )LQDOPHQWHHQORV~OWLPRVDxRVODVOHFWXUDVGHSDUDPHQWRVKDQD¿DQ]DGRVHXWLOL]DFLyQJUDFLDVDOXVR\ODPHMRUDGHODVQXHYDVWHFQRORJtDVEDVDGDVHQVXPD\RUtDHQORV6LVWHPDVGH,QIRUPDFLyQ*HRJUi¿FD\HQODXWLOL]DFLyQGHORVWUDWDPLHQWRVItVLFRTXtPLFRV (Sánchez, 1998; López de Sagredo, 1992; Ramos, 2007). Destacan por ejemplo los trabajos basados en los modelos tridimensionales, como el que se ha ejecutado para la necrópolis de Tal-Al-Sin en Siria, por mencionar alguno (Gaspar Soriano y Lerma García, 2007), ya que son cada vez más numerosos los proyectos de reconstrucción virtual de enclaves históricos. El abanico de posibilidades del uso de estas técnicas es tan amplio como enriquecedor, ya que es posible la aplicación de este recurso en yacimientos arqueológicos y monumentos arquitectónicos muy dispares. Destacan entre los numerosos trabajos documentados el completo estudio desarrollado en el Castro de Elviña, basado en la descriptiva funcional de los espacios (Ayán Vila, 2001), o las investigaciones acontecidas por Alberto Plata en el Plan Director multidisciplinar valle de Salinas de Añana en Álava, donde se pretende recuperar el entorno y paisaje histórico de la zona (Plata Montero, 2003). En esta misma directriz también destacan otros estudios experimentales como los que se acontecen desde el punto de vista de la caracterización química de las pigmentaciones en los morteros romanos de la ciudad de Pompeya (Maguregui et alii, 2010). Como

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contrapunto y como ejemplo de estudios originales sobresale el análisis y la catalogación del patrimonio arquitectónico de la edad moderna de China, ejecutado por Jianfei Zhu y que han permitido la protección de este catálogo de vestigios además de conocer la evolución de los diferentes estilos arquitectónicos orientales del siglo XX (Zhu, 1999). (OFRORIyQSDUDHOD¿DQ]DPLHQWRFRPRPHWRGRORJtDGHOD$UTXHRORJtDGHOD$UTXLWHFWXUDHVODDSOLFDFLyQHQSUR\HFWRVGHUHLQWHJUDFLyQGHHGL¿FLRVSDUDGLJPiWLFRVHQFDVFRVXUEDQRVSURWHJLGRVGHPRQXPHQWRVKLVWyULFRVRHQODPXVHDOL]DFLyQGH\DFLPLHQWRV arqueológicos LQVLWX. La vinculación entre la lectura de paramentos y la Arqueología es estrictamente directa, ya que no son pocas las ocasiones en que se deben documentar aparejos de variopintas facturas, las cuales deben ser aplicadas en proyectos de restauraFLyQKLVWyULFD %URJLROR (ODSRJHRGHHVWDUHFLHQWHGLVFLSOLQDFLHQWt¿FDHVVXDSOLFDFLyQHQORVVHFWRUHVGHODUHVWDXUDFLyQGH yacimientos arqueológicos, tendencia solicitada desde diferentes esferas sociales y en donde es patente aún la polémica y el debate abierto entre las dos escuelas más activas: el UHVWDXURVWRULFR y el UHVWDXURVWLOLVWLFR (Parenti, 1995; Vela Cossío, 1999; Brogiolo, 2002). En España han destacado siempre los trabajos del Grupo de Arqueología de la Arquitectura de la Universidad del País Vasco, con GHVWDFDEOHVUHVXOWDGRVHQODVLQWHUYHQFLRQHVGHOD&DWHGUDOGH9LWRULDRORVHVWXGLRVVREUHHGL¿FDFLRQHVPHGLHYDOHVHQ9L]FD\D (Azcárate Garai-Olaun, 1990, 2009). También destacan los trabajos desarrollados desde hace poco años por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPM (Vela Cossío, 1999; 2008).

Procedimiento /DGRFXPHQWDFLyQFRQVXOWDGDDOUHVSHFWRGHODHYROXFLyQFRQVWUXFWLYDGHORVGLIHUHQWHVHGL¿FLRVGHOD¿QFD³4XLQWDGH0LUDEHO´ SURFHGHQHQVXPD\RUtDGHDUFKLYRVS~EOLFRVTXHRIUHFHQHVFDVDLQIRUPDFLyQVREUHODHYROXFLyQFRQVWUXFWLYDGHORVHGL¿FLRVDVt como de la autoría de los mismos. Los archivos privados, como el de la Casa de Bailén, sólo sirven para entender las reformas efectuadas en el complejo a partir de la Guerra Civil española. En este sentido, es claro que la lectura vertical de paramentos y la DQDOtWLFDVGHORVPDWHULDOHVFRQVWUXFWLYRVYDDVHUGH¿QLWRULRSDUDODFODUL¿FDFLyQGHODVGLIHUHQWHVIDVHVFRQVWUXFWLYDV 8QDYH]JHQHUDGDXQDSULPHUDLPSUHVLyQVHSURFHGHDODUHDOL]DFLyQGHXQFDWiORJRIRWRJUi¿FRFRPSOHWRGHODVIDFKDGDV\GHORV HOHPHQWRVFRQVWUXFWLYRVTXHSXGLHUDQVHUGHLQWHUpV'LFKDVIRWRJUDItDVKDQVLGRPHMRUDGDV\UHPRGHODGDVD¿QGHREWHQHUVHFXHQcias cenitales de las fachadas documentadas. A su vez se ha empleado el programa SketchUp 8.0.4811 con el objetivo de generar IRWRPRGXODFLRQHV\UHFUHDFLRQHV¿FWLFLDVGHODVGLIHUHQWHVIDVHVFRQVWUXFWLYDV(VWHVLVWHPDSHUPLWHHQWUHRWUDVJHQHUDUPRGHORV WULGLPHQVLRQDOHVGHODVIDVHVRULJLQDULDVGHORVHGL¿FLRVGHOD4XLQWDGH0LUDEHO6LQDJUHJDUWH[WXUDDOJXQDVHKDQVHFXHQFLDGRORV HGL¿FLRVDVtFRPRORVHQWRUQRVDMDUGLQDGRVODWDSLDSHULPHWUDO\ORVDFFHVRV&RQD\XGDGHORVSODQRVWRSRJUi¿FRVVHKDFRQVHJXLdo que el resultado quede, además, escalado y referenciado con las curvas de nivel. (QFXDQWRDODLGHQWL¿FDFLyQGHODVGLVWLQWDVIiEULFDVVHKDFRPSHQVDGRODDXVHQFLDGHODLQIRUPDFLyQUHIHULGDDODFRQVWUXFFLyQ FRQODSUHVHQFLDGHGLVWLQWRVWLSRVGHDSDUHMRV/DLGHQWL¿FDFLyQGHGLFKRVDSDUHMRVKDVLGRFUXFLDOHQODVHSDUDFLyQGHORVPXURV\ IiEULFDV7DPELpQKDVLGRYLWDOODLQVSHFFLyQGHORVHGL¿FLRVSRUHOLQWHULRUGHODVHVWDQFLDV/DVPRGL¿FDFLRQHVVXFHVLYDVTXHKDQ VXIULGRQRKDQHOLPLQDGRODFRQ¿JXUDFLyQRULJLQDULDQLGHOHGL¿FLRSULQFLSDOQLGHODOODPDGD³&DVDGH9HUDQR´*UDFLDVDHVWDVLQVpecciones se han localizado antiguos vanos, hoy anegados, que corresponden con ventanas y puertas. No obstante la documentación existente sobre la obra, así como la información oral aportada por la familia propietaria, han sido de gran ayuda y utilidad. (OHVWXGLROOHYDGRDFDERVHKDFHxLGRDODGRFXPHQWDFLyQGHWRGRVORVPDWHULDOHVHPSOHDGRVHQODHGL¿FDFLyQGHODVHVWUXFWXUDVDVt FRPRODLGHQWL¿FDFLyQGHORVGLIHUHQWHVIRUPDWRVFRQVWUXFWLYRVGHWDOIRUPDTXHHVSRVLEOHLGHQWL¿FDUDVXYH]YDULDVIDVHVFRUUHVpondientes a reparaciones, ampliaciones o mejoras de las instalaciones. La descripción de los diversos materiales de la edilicia sirve a su vez para diferenciar las técnicas constructivas modernas de las tradicionales. Así mismo la evolución histórica del complejo QRVHSXHGHFRPSUHQGHUVLQXQDLGHQWL¿FDFLyQGHORVXVRVGHODHGL¿FDFLyQ UHFUHRDOPDFHQDPLHQWRFRPSOHMRWHUPDO« IDFWRUHV que pueden ser conocidos gracias a las diferentes fases constructivas. &RPRXQLGDGEiVLFDGHGH¿QLFLyQTXHGDHVWDEOHFLGDOD8QLGDG&RQVWUXFWLYDR8QLGDG(VWUDWLJUi¿FD&RQVWUXFWLYDODFXDOVHHTXLSDUDHQXQQLYHOGHFRQVWUXFFLyQDOPLVPRHVWLORTXHODVXQLGDGHVHVWUDWLJUi¿FDVFRQYHQFLRQDOHV 3DUHQWL 9DULDV8(&TXHGDQ englobadas en lo que se denomina una fase, que viene a ser lo que los ámbitos son para las UES. Este formato de documentación queda establecido por consenso de los diferentes grupos de investigación arriba mencionados.

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

)LJXUD4XLQWDGH0LUDEHOHGL¿FLRSULQFLSDO

Figura 2. Estufa en su aspecto original y tras la reforma

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Resultados obtenidos /RVHGL¿FLRVTXHKDQVLGRHVWXGLDGRVSDUDHVWHFDVRVRQWUHVHOHGL¿FLRSULQFLSDOFRQJDOHUtDGHEyYHGDVHOHGL¿FLRGHQRPLQDGR ³&DVDGH9HUDQR´\XQDHVWUXFWXUDVLWXDGDIXHUDGHODSDUFHODSULQFLSDOOODPDGD³3DORPDU´/DVWUHVHGL¿FDFLRQHVVHYLQFXODQFRQ ODSULPHUDIDVHGHHGL¿FDFLyQ\RFXSDFLyQGHOD4XLQWDGH0LUDEHODXQTXHDORODUJRGHORVVLJORVKDQVXIULGRGLYHUVDVPRGL¿FDciones de distinta índole.

598.70

I II I

Figura 3. Quinta Mirabel. Planta y reconstrucción 3D. Abajo conjunto originario del cardenal Quiroga

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

(GL¿FLRSULQFLSDO (VWDHGL¿FDFLyQHVODTXHPiVDOWHUDFLRQHV\PRGL¿FDFLRQHV\KDVXIULGRGHWRGRHOFRPSOHMRXUEDQR$SDUHQWHPHQWHQRSDUHFHTXH haya sido así, ya que las fábricas empleadas han tratado de respetar la apariencia originaria (se han evitado, a al vista, el hormigón, HO¿EURFHPHQWR\RWURVGHULYDGRVGHORVSOiVWLFRV\PHWDOHV $FWXDOPHQWHWLHQHVLUYHGHUHVLGHQFLDSULYDGD\FRPRLQVWDODFLRQHV GHKRVSHGHUtD7RGRHOFRQMXQWRHVWiFRPSXHVWRGHYDULDVQDYHV'H1RUWHD6XUTXHGDUtDFRQ¿JXUDGRGHODVLJXLHQWHPDQHUD •

(GL¿FLRGHODJDOHUtDGHEyYHGDVDFWXDOPHQWHTXHGDUHVHUYDGRSDUDODVHVWDQFLDVSULYDGDVGHORVSURSLHWDULRV(VWiGLYLGLGR en dos plantas principales, un recibidor y una planta tipo altillo, aunque esta última pertenece a una construcción posterior. 3RUHO(VWHVHDEUHXQDPSOLRSDWLRDMDUGLQDGRFRQXQDFFHVRGLUHFWRKDFLDODSDUWHSRVWHULRUGHOHGL¿FLR3RUHO1RUWHFROLQGD FRQYDULRVHGL¿FLRVSRVWHULRUHV\SRUHO6XUFRQXQRGHORVMDUGLQHVGHOD4XLQWDGH0LUDEHO)LQDOPHQWHSRUHO2HVWHVHDEUH un patio de acceso desde la salida del recinto y desde el que se acceden tanto a las instalaciones de hospedaje como a la Casa de Verano.

)LJXUD5HFRQVWUXFFLyQ'GHOHGL¿FLRSULQFLSDOFRQVXDVSHFWRDFWXDO LVT \FRQVXDVSHFWRRULJLQDO GFKD



(GL¿FLRGHODKRVSHGHUtDGHUHFLHQWHFRQVWUXFFLyQDSURYHFKDHODQWHULRU\DGRVDDVXIDFKDGDYDULRVPyGXORV\MDUGLQHV6H FDUDFWHUL]DSRUTXHGDUSODWDIRUPDGRDJUDQDOWXUDFRQORVMDUGLQHVGHODTXLQWD6HDGRVDDOHGL¿FLRSULQFLSDODODEyYHGD\D la tapia exterior por el Norte.

)LJXUD5HFRQVWUXFFLyQ'GHOHGL¿FLRGHODKRVSHGHUtDFRQVXDVSHFWRDFWXDO LVT \FRQVXDVSHFWRRULJLQDO GFKD

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Figura 4. Reconstrucción 3D del jardín con su aspecto actual (isq.) y con su aspecto original (dcha.)



-DUGLQHV\DFFHVRVDO1RUWHQRVyORTXHGDODHQWUDGDSULQFLSDOVLQRORVSDWLRVGHDFFHVR\RWURVHGL¿FLRVUHODFLRQDGRVFRQHO mantenimiento de la parcela. En el extremo Norte linda con la tapia perimetral y la entrada. Al Oeste colinda con un pequeño SDWLRTXHVHSDUDHVWHHGL¿FLRFRQOD&DVDGH9HUDQR$O(VWHOLQGDFRQXQJUDQMDUGtQIRUPDGRSRUWUHVFRQMXQWRVRULJLQDULRV que han sufrido alteraciones de diferentes magnitudes.

8QLGDGHV(VWUDWLJUi¿FDV&RQVWUXFWLYDV 8(& 7UDVUHYLVDUORVGDWRVSODQLPpWULFRV\GHLQVSHFFLRQDUODHGL¿FDFLyQ\VXVHOHPHQWRVFRQVWUXFWLYRVWRGRSDUHFHLQGLFDUTXHRULJLQDULDPHQWHHOHGL¿FLRSULQFLSDOHVWDEDFRQ¿JXUDGRSRUGRV~QLFRVPyGXORVODQDYHGHODVHVWDQFLDV\ODHVWUXFWXUDFXSXODGD$PERV compartirían tanto la fachada como los cimientos. En cuanto a la primera destaca la combinación de cajones de mampostería a modo de aparejo toledano, con verdugadas de ladrillo trabado con mortero. El aparejo de ladrillo es mayoritario tanto en la planta inferior como en la superior. La mampostería de los cajones es de cantos bien tallados y trabados con mortero. La segunda estaría FRQ¿JXUDGDSRUODPLVPDIiEULFDSHURKDVLGRPRGL¿FDGDGHWDOIRUPDTXHODIDFKDGDYLVLEOH IDFKDGD(VWH HVWiIRUPDGDSRUXQ aparejo de ladrillo, sin presencia alguna de cajones toledanos. Este caso representa perfectamente la esencia de la lectura de paraPHQWRVODFDSDFLGDGGHLGHQWL¿FDUWDQWRODVXQLGDGHVFRPRODVIDVHVFRQVWUXFWLYDV(QHOHGL¿FLRSULQFLSDOUHVXOWDHVSHFLDOPHQWH interesante, vista la evolución de todo el complejo. /DV8QLGDGHV(VWUDWLJUi¿FDV&RQVWUXLGDVORFDOL]DGDV HQDGHODQWH8(& VHUtDQODVVLJXLHQWHV •

• • • • • • •

• • • •

UEC 100: aparejo general de estilo toledano, a base de cajones de mampostería de cantos trabados en mortero y verdugadas intermedias de ladrillo. Esta fábrica queda cortada por los ventanales y por las distintas fases posteriores. Correspondería con la fábrica originaria y abarca el piso superior. UEC 101: aparejo general de ladrillo macizo con juntas de mortero. Correspondería con la UEC 100 pero en el piso inferior. Ha sido alterado en las celosías verticales intermedias entre los 7 arcos que se abren al exterior. UEC 102: de derecha a izquierda, quinto ventanal con reja de forja. UEC 103: de derecha a izquierda, cuarto ventanal con reja de forja. UEC 104: de derecha a izquierda, tercer ventanal con reja de forja. UEC 105: de derecha a izquierda, segundo ventanal con reja de forja. UEC 106: de derecha a izquierda, primer ventanal con reja de forja. 8(&DSDUHMRGHODGULOORVLWXDGRHQODIDFKDGDGHOSLVRVXSHULRUGHODWRUUHSULQFLSDOGHOHGL¿FLR(QGLFKRDSDUHMRHV visible el arco de descargas de la cúpula interior. Queda separada de la fábrica restante por un cornisal visiblemente alterado. Sobre éste se levanta directamente la cubierta. UEC 108: de derecha a izquierda, sexto ventanal con reja de forja. UEC 109: de derecha a izquierda, séptimo ventanal con reja de forja. UEC 110: de derecha a izquierda, octavo ventanal con reja de forja. UEC 200: aparejo de ladrillo situado en el piso inferior de la misma fachada que la anterior unidad. Entre ambas se dispone el cornisal mencionado. Esta unidad queda cortada por dos ventanales (UEC 105 y UEC 106) y limita por debajo con un segundo

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

Figura 5. Lectura vertical de paramentos. Puntos de toma y planimetría por fases



• • • • • • • • • • • • • • • • • •

cornisal de fábrica reciente (UEC 203). UEC 201: aparejo de ladrillo con juntas de mortero, dispuesto de forma irregular en la parte central de la fachada de la torre. Se localiza en el centro de la UEC 200 pero no forma parte de ella, ya que son visibles las irregularidades de la fábrica aquí empleada. Aparenta ser el resultado de un parcheo en ese punto. UEC 202: cornisal situado entre el segundo y el tercer piso constructivo de la torre. Se encuentra muy alterado (recortado y PXWLODGR SHURVHUtDHOHTXLYDOHQWHDOFRUQLVDOJHQHUDOGHODIDFKDGD(VWHGHOHGL¿FLR 8(&  UEC 203: cornisal inferior situado entre el primer y segundo piso constructivo de la fachada de la torre. De construcción reciente, separa el piso de los ventanales con la fábrica de las arcadas inferiores. UEC 204: de derecha a izquierda, quinta celosía vertical de aparejo de ladrillo situada en la junta de los salmeres de los arcos. Alteradas intencionadamente (picadas). UEC 205: de derecha a izquierda, cuarta celosía de mismas características que la anterior. UEC 206: de derecha a izquierda, tercera celosía de mismas características que las anteriores. UEC 207: de derecha a izquierda, segunda celosía de mismas características que las anteriores. UEC 208: de derecha a izquierda, primera celosía de mismas características que las anteriores. UEC 209: de derecha a izquierda, última celosía vista con las mismas características que las anteriores. UEC 300: Cornisal superior en aparejo de ladrillo macizo, dispuesto en vertical, y delimitando la fachada con la cubierta de la nave. Este elemento queda alterado intencionadamente en el cuerpo de la torre (UEC 202). UEC 301: cubierta principal a dos aguas. UEC 302: cubierta secundaria lateral a modo de peto de un agua. 8(&VHJXQGDFXELHUWDODWHUDODPRGRGHSHWRPX\DOWHUDGDSRUODFXELHUWDGHXQVHJXQGRHGL¿FLRTXHVHOHYDQWDDVX lado. UEC 304: cubierta principal de la bóveda cupulada, a ocho aguas. 8(&DMDUGLQDPLHQWRVREUHWHUUD]DOHYDQWDGRIUHQWHDODIDFKDGDGHOHGL¿FLRHOFXDOTXHGDVRODSDGRDODIDFKDGDFHJDQGR XQDUFRKDVWDFHUUDUFRQHOHGL¿FLRFRQODHVTXLQD6XU&RUUHVSRQGHDXQDIDVHWDUGtD UEC 306: fábrica del arco cegado por la UEC 305, la cual debiera seguir el mismo patrón que la fábrica general del piso (UEC 101). UEC 307: fábrica de la fachada principal en su segundo piso, pero no correspondiente a ningún arco. Por lógica debiera ser de aparejo de ladrillo. UEC 308: hueco dejado por un pequeño ventanal, cegado por el ajardinamiento en plataforma (UEC 305) y cortando la fábrica principal (UEC 307). Este hueco es visible desde el interior de la estancia. UEC 309: muro-pantalla de aparejo de ladrillo con remate en la cornisa, cerrando el hastial Sur incluso en todo el ancho de la nave ampliada a posteriori. Su aparejo no enjarja ni con el aparejo del piso superior (UEC 100) ni con el inferior (UEC 101).

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Figura 5. Lectura vertical de paramentos, UEC

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

Con este inventario de unidades construidas ha sido posible dirimir acerca de las diferentes fases constructivas que pudiera tener HOHGL¿FLR(VWDVFRQFOXVLRQHVTXHGDUtDQUHYDOLGDGDVJUDFLDVDORVUHVXOWDGRVJUDQXORPpWULFRV\DODREVHUYDFLyQPDFURVFySLFDGH los morteros. )DVHV&RQVWUXFWLYDV )&  /DGLVWLQFLyQGHGLIHUHQWHVPDWHULDOHV\IiEULFDVQRVSHUPLWHD¿QDUHQODLGHQWL¿FDFLyQGHUHSDUDFLRQHV\PRGL¿FDFLRQHVGHODREUD originaria. No obstante hay que tener claro que no siempre una fase está formada por varias UEC, e incluso a veces una única UEC FRQ¿JXUDXQDIDVHDOFRPSOHWR6LQHPEDUJRHQHOHVWXGLRGHOHGL¿FLRSULQFLSDOGHOD4XLQWDGH0LUDEHOQRKDVLGRFRPSOLFDGDOD estructuración de fases por unidades. Tal vez la más representativa sea la que se ha denominado la Fase I. Corresponde a una primera fase constructiva y por lo tanto, FRQODRULJLQDULDGHOHGL¿FLR$VXYH]HVWDIDVHVHGLYLGHHQGLIHUHQWHVVXVIDVHVODVFXDOHVUHVSRQGHQDODVGLVWLQWDVHMHFXFLRQHV llevadas a cabo en ese periodo. La Fase IISRUVXSDUWHVHFRUUHVSRQGHFRQDOPHQRVFLQFRPRGL¿FDFLRQHVGHORVSDUDPHQWRV principales, casi todos correspondientes a la estructura de la bóveda y cúpula. Son sobre todo, reparcheos y picado, aunque destaca la Fase II a en la que se documenta un aparejo muy irregular y de juntas inferiores, asemejando una reparación de la fachada. Finalmente la Fase IIIHVWiYLQFXODGDFRQORVQLYHOHVGHFXELHUWD6HKDQVHSDUDGRGHOUHVWRSRUTXHODDPSOLDFLyQGHOHGL¿FLRKDFLDHO 2HVWHFDPELDSRUFRPSOHWRODFXELHUWDRULJLQDULDGHOHGL¿FLR3RU~OWLPRODFase IVUHVSRQGHDXQDPRGL¿FDFLyQSXQWXDO\UHFLHQWH FXDQGRHOHGL¿FLRSUiFWLFDPHQWH\DHVWDEDFRQ¿JXUDGRWDO\FRPRORYHPRV(QUHVXPHQHOHGL¿FLRRULJLQDULRHVWDUtDFRQ¿JXUDGR tQWHJUDPHQWHSRUOD)DVH,/DVSULPHUDVLQWHUYHQFLRQHVTXHVXIUHHVWDUtDQLQFOXLGDVHQOD)DVH,,\)DVH,,,PRGL¿FDGDpVWD\DTXH ODFXELHUWDRULJLQDOVHPRGL¿FD/D)DVH,9VHDSOLFDUtDVREUHHOHGL¿FLRSUiFWLFDPHQWHLJXDODFRPRVHHQFXHQWUDHQODDFWXDOLGDG

Figura 6. Lectura vertical de paramentos, fases

160

(GL¿FLR³&DVDGH9HUDQR´ Estructura de poca altura formada por una única nave longitudinal, a la que se le adosan varias estancias de nueva construcción. 1RKDVXIULGRWDQWDVPRGL¿FDFLRQHVFRPRHORWURHGL¿FLRSHURVtVHKDQYLVWRDOWHUDGRVVXVHOHPHQWRVYLVXDOHV IDFKDGDSULQFLSDO YHQWDQDV\FXELHUWD 'H1RUWHD6XUVHGLVSRQHSDUDOHORHOHGL¿FLRDODQWHULRUGHVFULWR\DXQHVSOpQGLGRMDUGtQH[WHULRUTXHVHDEUH DO(VWH3RUHO6XUOLQGDFRQODWDSLDKLVWyULFD\DO1RUWHFRQXQHGL¿FLRDGRVDGRUHFLHQWHPHQWH(VWDHVWUXFWXUDUHVSHWDHQFLHUWDPDnera el estilo de la fachada pero no así la altura (es mayor) ni la cubierta (a tres aguas con un ángulo menor). Por el Oeste se abre un patio, en el que antaño se levantaba un lagar, hoy desaparecido, y a continuación una serie de estancias y estructuras de construcción DFWXDOTXHHQFLHUWRPRGRURPSHQFRQODRULJLQDOLGDGGHOFRPSOHMR6REUHHOHGL¿FLRVHDSUHFLDXQD~OWLPDPRGL¿FDFLyQ\HVHO rebaje intencionado del hueco existente entre los cajones 5 y 6, rebaje que en su momento afectó a una ventana originaria y a una de las puertas de acceso. Así mismo las ventanas originales fueron sustituidas por puertas, que en la actualidad sirven de acceso a las distintas estancias interiores. En una de ellas, en el centro, se encuentra uno de los baños históricos del complejo.

Figura 7. Reconstrucción 3D de la estufa, aspecto actual (isq.) aspecto original (dcha.)

8QLGDGHV(VWUDWLJUi¿FDV&RQVWUXFWLYDV 8(& Grosso modo las Unidades Constructivas que se han localizado podrían ser las siguientes: •

• • • • • • • • • • • • • •

UEC 100: aparejo de ladrillo con cajones de mampostería tipo toledano, el cual abarca la totalidad de las fachadas. Las dimenVLRQHVGHORVFDMRQHVVRQPX\VXSHULRUHVDOORVGHOHGL¿FLRSULQFLSDO/DVYHUGXJDGDVVRQGHODGULOORPDFL]R\ORVFDMRQHVGH mampostería de cantos bien tallados. UEC 101: vano abierto a modo de ventanuco o gablete en la fachada principal, desaparecido eliminado tras las últimas repaUDFLRQHVHQHOHGL¿FLR 8(&SXHUWDRULJLQDULDGHDFFHVRDOHGL¿FLR'DODLPSUHVLyQGHTXHKDVLGRDPSOLDGDHQOX]DSURYHFKDQGRODHOLPLQDFLyQ del ventanuco que se situaba en la parte superior (UEC 101). 8(&GHL]TXLHUGDDGHUHFKDSULPHUDYHQWDQDRULJLQDULDGHOHGL¿FLRKR\FRQYHUWLGDHQSXHUWDGHDFFHVR 8(&GHL]TXLHUGDDGHUHFKDVHJXQGDYHQWDQDRULJLQDULDGHOHGL¿FLRKR\FRQYHUWLGDHQSXHUWDGHDFFHVR 8(&GHL]TXLHUGDDGHUHFKDWHUFHUDYHQWDQDRULJLQDULDGHOHGL¿FLRKR\FRQYHUWLGDHQSXHUWDGHDFFHVR UEC 106: vano abierto en la fachada por debajo de la línea de suelo, a modo de carbonera o salida de vapores. 8(&GHL]TXLHUGDDGHUHFKDFXDUWDYHQWDQDRULJLQDULDGHOHGL¿FLRKR\FRQYHUWLGDHQSXHUWDGHDFFHVR 8(&GHL]TXLHUGDDGHUHFKDTXLQWDYHQWDQDRULJLQDULDGHOHGL¿FLRKR\FRQYHUWLGDHQSXHUWDGHDFFHVR 8(&GHL]TXLHUGDDGHUHFKDVH[WDYHQWDQDRULJLQDULDGHOHGL¿FLRKR\FRQYHUWLGDHQSXHUWDGHDFFHVR 8(&FXELHUWDSULQFLSDOGHOHGL¿FLRDGRVDJXDV\FRQSHWRHQORVH[WUHPRV(OSHWR6XUTXHGDPRGL¿FDGRSRUXQUHEDMH PLHQWUDVTXHHOSHWR1RUWHVHDGRVDDXQHGL¿FLRSRVWHULRU UEC 111: cornisal y alero de la cubierta. UEC 201: cornisal rebajado en fechas recientes. 8(&FXELHUWDGHOPyGXOR6XUTXHVHUHEDMDHQIHFKDVUHFLHQWHVPRGL¿FDQGRQRVyORODIiEULFDSULQFLSDO 8(& VLQR eliminando algunos elementos (UEC 101). 8(&SXHUWDDELHUWDGHFRQVWUXFFLyQUHFLHQWHPRGL¿FDQGRXQDYHQWDQDRULJLQDULD 8(&

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

Figura 8. Lectura vertical de paramentos, UEC

• • • • •

8(&SXHUWDDELHUWDGHFRQVWUXFFLyQUHFLHQWHPRGL¿FDQGRXQDYHQWDQDRULJLQDULD 8(& 8(&SXHUWDDELHUWDGHFRQVWUXFFLyQUHFLHQWHPRGL¿FDQGRXQDYHQWDQDRULJLQDULD 8(& 8(&SXHUWDDELHUWDGHFRQVWUXFFLyQUHFLHQWHPRGL¿FDQGRXQDYHQWDQDRULJLQDULD 8(& 8(&SXHUWDDELHUWDGHFRQVWUXFFLyQUHFLHQWHPRGL¿FDQGRXQDYHQWDQDRULJLQDULD 8(& 8(&SXHUWDDELHUWDGHFRQVWUXFFLyQUHFLHQWHPRGL¿FDQGRXQDYHQWDQDRULJLQDULD 8(&

)DVHV&RQVWUXFWLYDV )&  $OLJXDOTXHHQHOHGL¿FLRSULQFLSDOOD³&DVDGH9HUDQR´JXDUGDELHQODVIDVHVFRQVWUXFWLYDV6HKDQSRGLGRDYHULJXDUJUDFLDVVLQ GXGDDXQDEXHQDOHFWXUDGHODGRFXPHQWDFLyQIRWRJUi¿FDH[LVWHQWH6LQHPEDUJRWDPELpQODYLVXDOL]DFLyQUHDOGHOHGL¿FLRQRV GHFtDTXHHUDLPSRVLEOHTXHODFXELHUWDRULJLQDOJXDUGDVHODFRQ¿JXUDFLyQTXHSUHVHQWDHQODDFWXDOLGDG(VSRUHOORSRUORTXH se diferencian al menos dos fases bien diferenciadas: la Fase I, la cual correspondería con toda la fábrica originaria, incluyendo ventanales, gablete y cubierta con faldones a dos aguas y petos en los extremos; y la Fase IIFRUUHVSRQGLHQWHDODVPRGL¿FDFLRQHV TXHUHFLHQWHPHQWHVXIUHHOHGL¿FLR UHEDMHHOPyGXOR6XUDGRVDPLHQWRGHXQEORTXHDOKDVWLDO1RUWHHOLPLQDFLyQGHOYHQWDQXFR\ conversión de las ventanas en puertas de acceso).

Figura 9. Lectura vertical de paramentos, fases constructivas

162

(O3DORPDU Esta estructura es la que cuenta con menor complejidad a la hora de interpretar. Consta de un único espacio circular con un pasillo LQWHULRUSDUDOHORDORVSDUDPHQWRVGHOHGL¿FLR/DFXELHUWDHVDGRVDJXDVSHURFXEULHQGRWDQVyORHOSDVLOORLQWHULRUGHMDQGRXQHQRUme tragaluz en el centro. El acceso se efectúa por la única abertura que existe en su fachada. Por el exterior se aprecian múltiples reparaciones con morteros de cemento, tratando de cubrir el precario aparejo de ladrillo macizo y la mampostería del zócalo.

Figura 10. Reconstrucción 3D del palomar, aspecto actual (isq.) aspecto original (dcha.)

8QLGDGHV(VWUDWLJUi¿FDV&RQVWUXFWLYDV 8(& 'DGDODQDWXUDOH]DGHOHGL¿FLR\DVXVLPSOLFLGDGODV8(&LGHQWL¿FDGDVVRQPX\HVFDVDV6HUtDQODVVLJXLHQWHV •

• • •

8(&PDPSRVWHUtDGHFDQWRVGHHVTXLVWRVGLVSXHVWRVKRUL]RQWDOPHQWH\WUDEDGRVFRQPRUWHUR6XGREOH¿QDOLGDGHVSRU un lado, la de aislar al resto de la fábrica de la humedad de terreno, y por otro, la de soportar el peso y las cargas de la estructura (zócalo). UEC 101: aparejo de ladrillo macizo, tipo rústico, muy degradado (asemeja al ladillo de adobe) y trabado con mortero. Por el H[WHULRUFRQVHUYDXQHQIRVFDGRGHPRUWHURFRQFHPHQWR\FRQJUD¿ODGHUHFLHQWHFRQVWUXFFLyQ UEC 102: puerta de acceso al interior de la estructura, con dinteles de madera. UEC 103: cubierta a dos aguas con los faldones muy cortos (cubre única y exclusivamente el pasillo-corredor del interior), dejando al aire libre una claraboya para el acceso de las aves al interior.

1RVHKDQLGHQWL¿FDGRHOHPHQWRVGHXVRQLHQHOH[WHULRUQLDOLQWHULRUDXQTXHQRVHGHVFDUWDQGHELGRDOSUHFDULRHVWDGRGHFRQVHUvación de la estructura.

Figura 9. Lectura vertical de paramentos, fases constructivas

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

)DVHV&RQVWUXFWLYDV )&  /DLGHQWL¿FDFLyQGHODV)DVHV&RQVWUXFWLYDVKDVLGRVHQFLOOD\DTXHWDQWRSRUODFRQ¿JXUDFLyQYLVXDOGHOHGL¿FLRFRPRSRUODFRQ¿JXUDFLyQGHVXVXQLGDGHVQRVHDSUHFLDQPRGL¿FDFLRQHVHVWUXFWXUDOHVGHUHOHYDQFLDVREUHODFRQVWUXFFLyQRULJLQDULD(OHQIRVFDGR que se conserva parcialmente en el exterior no se ha tenido en consideración, ya que es sólo un elemento decorativo que no afecta DODHVWUXFWXUDGHOHGL¿FLR3RUORWDQWRVHUHGXFHDXQD~QLFDIDVH Fase I), a la espera de que en el futuro se pueda desarrollar el YDFLDGRLQWHULRUGHOHGL¿FLR\ODOLPSLH]DGHVXSHUtPHWUR Caracterización de los materiales constructivos Metodología La caracterización de los materiales constructivos históricos viene realizándose desde hace casi veinte años. El objetivo principal de esta metodología es el conocimiento de las características físico-químicas del material de construcción, así como la documentación GHORVHOHPHQWRVTXHORFRQ¿JXUDQD¿QGHHVWDEOHFHUXQDVSDXWDVEiVLFDVVREUHODREWHQFLyQGHODVPDWHULDVODVFDUDFWHUtVWLFDV de su elaboración y en resumen, documentar las condiciones y los motivos de su fábrica. En líneas generales la aplicación de las técnicas de caracterización de materiales tiene su fundamento en los ensayos propios de control de calidad de los materiales de construcción. Existen dos tipos de ensayos: ensayos de control de calidad o normalizados, y ensayos de investigación. Los primeros tienen como objetivo determinar si los materiales de construcción H[QRYR cumplen las llamadas Normas UNE. Estas normas establecen unas condiciones básicas para cualquier material destinado a la construcción, características que se cotejan por medio de ensayos de caracterización física. La aplicación de estas normas sobre ensayos de caracterización de materiales arqueológicos tiene en Magalhaes y Veiga su máximo exponente, quienes desde el Laboratorio de Ingeniería Civil de Lisboa, desarrollan ensayos físicos sobre materiales históricos para después aplicar los mismos ensayos sobre probetas H[QRYR, aplicando las normas EN 101511 y EN 1015-18 de morteros constructivos (Magalhaes y Veiga, 2009: 63). La aplicación de estos ensayos sobre materiales constructivos históricos está avalada por los resultados de los últimos cinco años de investigación, y de hecho se aplica en un amplio repertorio de materiales constructivos, desde los morteros y otras concreciones (Essen, 2006; Miriello, 2010) hasta en ladrillos, piedra, metal e incluso vidrios (Álvarez, 2001; Alonso et alii, 2009; López de Azcona Fraile y Mingarro Martín, 1986; Rovira Llorens, 1999). Los resultados obtenidos avalan la utilidad de este procedimiento, que combina necesariamente conocimientos de arquitectura, geología y arqueología, y que responden otras muchas veces a la necesidad GHFRQRFHUORVPDWHULDOHVFRQVWUXFWLYRVGHFDUDODUHVWDXUDFLyQGHHGL¿FLRVKLVWyULFRV $OHMDQGUH6iQFKH]et alii, 2004). No obstante la mayor parte de las veces se analizan los materiales de cara a una simple caracterización de los mismos o al ensayo de una técnica QXHYDD¿QGHYDORUDUVXVUHVXOWDGRV 0DJDOKDHV\9HLJD9DUDVet alii, 2008). Son varias las fases que se integran en el análisis de cualquier materia constructiva. El principal problema con el que se encuentran ORVLQYHVWLJDGRUHVHVODDXVHQFLDWRWDOGHXQPpWRGRXQL¿FDGR\DFHSWDGRSRUORVDFDGpPLFRVDXQTXHVtKD\YDULRVLQWHQWRVGH generar un modelo de ensayos que abarque desde la recogida de la muestra hasta su almacenamiento. No obstante no existe ningún procedimiento consensuado, y sí unas normas básicas. En cualquier caso a la hora de desarrollar un programa de ensayos suele existir cierta coincidencia en el uso de determinados procedimientos. Lo habitual es desarrollar Microscopía Óptica (MOP), Difracción de Rayos X (DRX) e incluso Microscopía Electrónica de Barrido (MEB), aunque en los últimos años se viene desarrollando un VLQItQGHHQVD\RVTXHD¿QDQD~QPiVHQODFDUDFWHUL]DFLyQTXtPLFDGHORVHOHPHQWRV 0LULHOORet alii, 2011). Análisis estereoscópico *UDFLDVDOHVWHUHRPLFURVFRSLRROHQWHELQRFXODUODYLVLyQGHODPXHVWUDDQDOL]DEOHVHUHDOL]DSRUUHÀH[LyQGLUHFWDGHOREMHWRSHUPLWLHQGRYHUORVHOHPHQWRVTXHORFRQ¿JXUDQGHIRUPDQDWXUDO\DPSOLDGDKDVWDOOHJDUDGH¿QLUFLHUWRVGHWDOOHV/DREVHUYDFLyQTXHVH profesa es generalmente del conjunto, principalmente debido a la amplitud del campo de visión. Así por ejemplo, cualquier muestra aplicada en la platina nos proporciona una visión completa a una talla superior a los 10 centímetros. La visión estereoscópica, o también llamada sensación de relieve, se consigue cuando reciben imágenes cada ojo con distintos planos del objeto. Por lo tanto la lupa binocular posee dos sistemas ópticos distintos, ya que se recibe una imagen por separado en cada ojo captada por cada sistema óptico correspondiente del aparato, y por lo tanto con la convergencia necesaria para producir una visión correcta. La lupa binocular es un aparato de precisión con una amplia capacidad de movimiento, lo que permite entre otras cosas observar cualquier anomalía en la materia analizada. Incluso es posible precisar tenues diferencias en las texturas, capas, secuencias e interacción de materias. A veces esta simple visual, en campo o en laboratorio por medio de lentes binoculares, se completa con el análisis de la reacción mecánica o con ensayos físicos, cuyo objetivo es conocer de forma inmediata la reacción de la materia, por ejemplo, ante el agua (Miriello, 2006). A este respecto uno de los trabajos más interesantes fue el desarrollado en la Iglesia de Santa

164

María en Évora (Portugal) por el equipo de la Universidad de Évora y el Laboratorio de Engenieria Civil de Lisboa. Las muestras GHPRUWHURVHDQDOL]DURQSRUPHGLRGHXQHVWHUHRPLFURVFRSLRSXGLHQGRLGHQWL¿FDUHOHPHQWRVYLQFXODGRVDiULGRVQyGXORVGHFDO y otros componentes agregados (Adriano et alii, 2009: 612). Para este análisis óptico se ha empleado una Lupa Motic, modelo SMZ-140 series, con aumentos 10x20 e iluminador de luz fría SCHOTT, modelo KL 200. Para la escala se ha empleado un objetivo micrométrico calibrado con un micrómetro objetivo de 1 mm. DFRSODGRDODOXSDELQRFXODU/DGRFXPHQWDFLyQIRWRJUi¿FDVHKDUHDOL]DGRFRQXQDFiPDUD&DVLR(;=GHPHJDSt[HOHV extra large 2,5” LCD, y 3x Optical zoom. Procedimiento La recogida de muestras en los paramentos de la fachada se realizó de dos maneras: con escalera y por medio de ascensión por cuerda. El método más sencillo para tomar muestras es gracias a una escalera, pero tiene la limitación obvia de la altura. A partir GHFXDWURPHWURVQRKD\HVWDELOLGDGVX¿FLHQWH\VLQXQD³OtQHD de vida” instalada, hay riesgo real de accidente grave por traumatismo. Las alternativas al sistema de la escalera se resumen en dos (sin contar con medios mecánicos): descender mediante cuerda GHVGH OR DOWR GHO HGL¿FLR R DVFHQGHU SRU FXHUGD ¿MD PHGLDQWH un bloqueador. La primera opción se desechó por el difícil acceso a la parte inferior de la cúpula. La opción elegida fue la VHJXQGDPRQWDQGRXQDFXHUGD¿MDDXQVLVWHPDFRQDQFODMHVD una gran balconada de hierro (y reasegurado a otra balconada por el interior de la casa). El aseguramiento para el ascenso se hizo a través de un arnés homologado (deportivo de Rock) y un asegurador-descensor mecánico (“gri-gri” de Petzl). El sistema permite ascender por la cuerda y se bloquea al ejercer peso (sólo permite subir). El descensor se desbloquea accionando una palanca e ir graduando la velocidad de descenso hasta llegar al suelo y soltarse del sistema.

Figura 11. Toma de muestras

La extracción, manual en todos los casos, ha seguido estrictamente los protocolos del RILEM sobre muestreo para materiales inorgánicos, defendidos por Bartos, Groot y Hughes, combinados con los procedimientos de Doebley y Spitzer, y en conclusión seguidos por la inmensa mayoría de los investigadores en la actualidad (Doebley y Spitzer, 1996; Bartos et alii, 2000). Una YH]VHxDOL]DGR\IRWRJUD¿DGDHOiUHDGHH[WUDFFLyQVHSURFHGH D OD UHWLUDGD GH ODV SULPHUDV FDSDV FRQ XQD HVSiWXOD D ¿Q GH eliminar posibles componentes orgánicos y/u otros materiales innecesarios en el análisis. Tras esto se lleva a cabo el embolsado de las muestras con un instrumental apropiado (Mertens et alii, 2009: 581) y se remiten al laboratorio de la empresa Auditores de Energía y Medio Ambiente S.A., donde son procesadas HLQYHQWDULDGDVVLJXLHQGRHOVLJODGRTXHVHGH¿QHPiVDGHODQWH 3DUDODLGHQWL¿FDFLyQGHODVIRUPDVPLQHUDOHVVHKDDFXGLGRDOD obra básica de MacKenzie y Guilford, en la versión tradicidoa y renovada por los profesores Lago y Arranz, así como a las referencias básicas sobre análisis de morteros (MacKenzie y Guilford, 1992).

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

La observación por medio de microscopios binoculares permite una primera visión muy directa y detallada de los materiales. A simple vista cualquier concreción no es sino una masa informe de elementos adheridos, de la que no se desprende ninguna conclusión PiVTXHVXVFDUDFWHUtVWLFDVItVLFDV GXUH]DUXJRVLGDGDVSHUH]DÀH[LELOLGDG« 6LQHPEDUJRHVWRVGDWRVSRUHMHPSORSUHFHGLHURQ a los buenos resultados obtenidos en los ensayos de caracterización llevados a cabo en la Basílica Ulpia y el Foro de Trajano en Roma, donde el equipo de Elisabetta Bianchi marcó un antes y un después en el análisis de materiales constructivos (Bianchi et alii, 2011). Por lo tanto si la misma muestra se analiza aplicando varios aumentos se consiguen dos cosas: observar la relación entre los ligantes y los agregados (dispersión/concentración, orientación, deterioro, degradación de los materiales…) y determinar las características físicas de éstos (dimensión de los granos, reacción de la mixtura, capas, geometría…). Estos datos no nos permiten conocer las fases cristalinas, pero sí nos informan acerca de las materias primas básicas. Así por ejemplo se consiguieron distinguir residuos de piedra pómez y escorias en las mezclas de mortero efectuadas en la 6DOD7ULVHJPHQWDWD de la Basílica Ulpia de Roma (Bianchi et alii, 2011: 88) Resultados de la observación óptica Se han recogido y analizado un total de 14 muestras (en adelante QM-1, QM-2, QM-3, QM-4, QM-5, QM-6, QM-7, QM-8, QM-9, QM-10, QM-11, QM-12, QM-13 y QM-14 ODVFXDOHVTXHGDQGH¿QLGDVVHJ~QHQFXDGURTXHVHPXHVWUDDFRQWLQXDFLyQ Todas las muestras corresponden a mezclas con base de cal. En líneas generales son morteros con agregados de áridos en proporciones aproximadas al 1:3 de cal y arena, salvo la muestra QM-5, la cual presenta un componente de cemento en bajas proporciones. Sería por lo tanto la única mezcla del tipo industrial, mientras que las restantes podrían corresponder a producciones locales y SXQWXDOHVFRQ¿UPDGRHQSDUWHSRUORVUHVXOWDGRVGHJUDQXORPHWUtDTXHFRPHQWDUHPRVHQORVDSDUWDGRVSHUWLQHQWHV

6LJOD

Tipo

/RFDOL]DFLyQ

([WUDFFLyQ

QM-1

Mortero de junta

Aparejo de ladrillo

Manual

QM-2

Mortero de junta

Aparejo de ladrillo (cajón)

Manual

QM-3

Mortero de junta

Aparejo de ladrillo

Manual

QM-4

Mortero de junta

Aparejo de ladrillo

Manual

QM-5

Mortero de reparación

Manual

QM-6

Mortero de junta

Manual

QM-7

Mortero de junta

Dintel de ventana Mampostería (cajón) Aparejo de ladrillo

QM-8

Mortero de junta

Aparejo de ladrillo

Manual

QM-9

Mortero de junta

Aparejo de ladrillo

Manual

QM-10

Mortero de revestimiento

Manual

QM-11

Mortero de junta

Bóveda decorada Mampostería

QM-12

Mortero de revestimiento

(cajón) Bóveda decorada

QM-13

Mortero de junta

Aparejo de ladrillo

Manual

QM-14

Mortero de junta

Mampostería

Manual

Manual

Manual Manual

166

QM-1 /DPXHVWUDFRUUHVSRQGLHQWHFRQODVLJOD40VHH[WUDMRGHODSDUHMRGHODIDFKDGDSULQFLSDOGHOHGL¿FLRDSULRULPiVDQWLJXRGHOD propiedad. Se trata de un aparejo de ladrillo macizo rejuntado con mortero, sin alteraciones aparentes aunque en las proximidades GLVFXUUHQDOJXQRVVHUYLFLRVWDOHVFRPRFDEOHV\EDMDQWHV(ODSDUHMRFRQ¿JXUDHOFUXFHGHGRVDUFDGDVHQXQVDOLHQWHDPRGRGH cenefa vertical. En dicha cenefa, en una zona aparentemente limpia, se lleva a cabo la toma de la muestra una vez se retiran las primeras capas de masa que pudiesen encontrarse contaminadas o alteradas. La muestra analizada presenta varios factores a destacar. En primer lugar el agregado está formado por un árido de tamaño medioalto, compuesto fundamentalmente por cuarzos, feldespatos y micas. Presenta una porosidad alta, con poros de más de 1 mm. de diámetro aparente. Así mismo se aprecian varios nódulos de cal de tamaño medio, intercalados con los poros. A los cuarzos se les suman varios ejemplares de biotitas distinguidos entre la masa. No obstante la distribución de los áridos con respecto al agregante es bastante simétrica y ordenada, lo que indica que aunque no se hayan decantado bien los materiales y no se haya hecho la mezcla FDODJXDFRUUHFWDPHQWHHOSURGXFWR¿QDOHVGHFLHUWDFDOLGDGFRQVWUXFWLYD

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

QM-2 /DPXHVWUD40IXHWRPDGDHQODPLVPDIDFKDGDTXHODDQWHULRUDVDEHUHQODSULQFLSDOGHOHGL¿FLRPiVDQWLJXR/D~QLFDGLIHrencia entre ambas es la localización. Si la primera fue extraía del cuarto apoyo (de izquierda a derecha), tercera arcada, ésta fue tomada del segundo apoyo, primera arcada. El propósito no es otro sino comparar ambos morteros que aparentemente proceden de un mismo piso constructivo. A simple vista, la muestra QM-2 aporta los mismos datos que la anterior y se posiciona de igual IRUPDFRQUHVSHFWRDORVVHUYLFLRVDIHFWDGRV FDEOHDGR\WXEHUtD 6HWUDWDGHXQDSDUHMRGHODGULOORTXHFRQ¿JXUDXQDFHQHIDHQHO rejuntado de dos arcos. Tras retirar nuevamente los restos del mortero alterado se procede a la toma de la muestra. Dicho mortero posee características muy similares al anterior. Guarda unos áridos de tamaño medio compuestos por cuarzos y micas, con la presencia de algunas plagioclasas que sobresalen de unos poros de tamaño medio. Sin embargo este mortero posee XQDFDUDFWHUtVWLFDSDUWLFXODU0H]FODGRFRQODPDVDVHKDQGHWHFWDGRQXPHURVDV¿EUDVRUJiQLFDVLGHQWL¿FDGDVFRQFDxDV\UHVWRV vegetales que fueron mezclados en el momento de realizar la masa. Esta factura no es casual. No son pocos los ejemplos de material orgánico mezclado en los morteros, ya que facilita el fraguado y evita la aparición de porosidades que puedan fracturar la masa. Más adelante se incidirá en este factor, bien documentado en la bibliografía actual.

168

QM-3 El mortero siglado como QM-3 se corresponde con el aparejo principal de la misma fachada que las anteriores muestras. La diferencia es que el aparejo se encuentra cubriendo la fachada un piso por encima, formando el paramento principal entre dos ventanales. Así mismo no se han encontrado servicios cercanos tales como cables, ni ninguna otra intrusión que haya podido alterar la naturaleza del mortero originario. Una vez se ha accedido a la zona, se procede de misma forma: retirada de las primeras capas de mortero visiblemente alterado (insectos, líquenes, musgos…) y toma mecánica de la muestra. Se trata de un aparejo de ladrillo macizo sin ninguna peculiaridad constructiva que se deba destacar. El análisis por binocular muestra unas características distintas de los anteriores morteros. Mientras que los agregados de los anteriores estaban formados por áridos de tamaño medio, en este caso los áridos poseen un tamaño alto, con una porosidad superior y una mayor presencia de nódulos de cal. También es habitual encontrar impurezas de arcilla y arena en la matriz de la cal. La presencia GH¿EUDVYHJHWDOHVKDVLGRFRQVLGHUDGDFRPRDFFLGHQWDO SHTXHxDVUDtFHV\FDxDV \DTXHODSURSRUFLyQGHpVWDVFRQUHVSHFWRDOD muestra tomada es mínima. Los cuarzos, las micas y los feldespatos se presentan muy desorganizados y con tamaños heterométricos, como se verá en el ensayo granulométrico. Es por lo tanto un mortero similar a los anteriores por los materiales empleados, y por en contrario de peor factura y distinto por la calidad de la masa.

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

QM-4 Esta muestra fue tomada de la misma fachada que las anteriores y en un aparejo de ladrillo macizo muy similar, perteneciente a la IDFKDGDSULQFLSDOGHOHGL¿FLRGHODVVLHWHIXHQWHV(VWHPRUWHURVHORFDOL]DHQHOVHJXQGRQLYHOGHSLVRSRUHQFLPDGHODOtQHDGH ventanales y por lo tanto, por encima de las anteriores muestras. El objetivo era sopesar si el mortero de esta fábrica, desde este punto hasta la cornisa es el mismo que el de la anterior muestra. Tras acceder al punto de extracción se procedió a la limpieza de las primeras capas por medio de un raspado. Al igual que en la muestra QM-3 no se apreciaban elementos que pudiesen alterar el mortero originario. La inspección estereoscópica ha determinado que se trata de un mortero de cal con unos agregados de tamaño muy similar a la DQWHULRUPXHVWUD6HKDQGLVWLQJXLGRDEXQGDQWHVFDOFL¿FDFLRQHVGHDQKLGULWDVFDXVDQWHVGHOSULQFLSDOGHWHULRURGHOPRUWHUR$Vt mismo es habitual observar nódulos de cal, así como poros de más de 2 mm. de diámetro. Si le unimos la dispersión desorganizada de los cristales de cuarzo y mica, así como sus tamaños heterométricos, tendríamos una masa muy similar a la QM-4, prácticamente LGpQWLFDLQFOXVRHQODDSDULFLyQDFFLGHQWDOGH¿EUDVRUJiQLFDV7DPELpQVHKDQLGHQWL¿FDGRODVPLVPDVLPSXUH]DVGHPDWUL]DUHQRVD arcillosa, entre mezcladas con los nódulos de cal. Por lo tanto estaríamos ante una masa muy similar a la anterior tanto en materiales empleados como en la calidad de la misma.

170

QM-5 La muestra QM-5 fue tomada porque en apariencia el mortero era diferente a los anteriores. Situado sobre el dintel de uno de los ventanales, “de visu” la masa tenía un color más grisáceo que el motero de junta analizado hasta el momento. Dicho ventanal se sitúa entre ambos pisos, rejuntando el dintel de madera del ventanal con el aparejo principal de la fachada. Tras acceder al punto en concreto se procedió a la retirada de numerosos restos que pudieran alterar los resultados del análisis (pequeñas raíces, insectos y líquenes procedentes de la madera superior). El análisis visual con binocular ha concretado que dicho mortero es de factura reciente, ya que aparenta tener un porcentaje de cemento en la masa. Este dato sólo se podría asegurar por medio de un análisis por microscopía óptica o electrónica de barrido. No obstante es casi seguro que sea un mortero de cemento, a la vista de las características de los agregados. Éstos están formados por cuarzos y micas preferentemente, aunque también se han encontrado feldespatos y plagioclasas en menor cantidad. La aparición GH¿EUDVRUJiQLFDVGHEHVHUFRPSUHQGLGDFRPRDFFLGHQWDO1RVHDSUHFLDQQyGXORVGHFDOQLFDOFL¿FDFLRQHVORTXHFRUURERUDOD modernidad de esta masa (no ha habido tiempo ni humedad para la reacción de la cal). Así mismo los reactivos de la cal con los áridos son sólidos (apenas hay porosidad). Estos datos, unidos con la granulometría obtenida, determinan que se trata de una mezcla realizada recientemente con productos tratados de forma industrial, o al menos, no tan artesana como las anteriores mezclas.

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

QM-6 La muestra QM-6 ha sido tomada de un mortero de junta de mampostería. A esta particularidad se le une la localización vertical de punto de toma. Mientras las muestras QM-2 a 5 se sitúan en el segundo apoyo de la primera arcada, la muestra QM-6 se localiza en la misma vertical de la QM-1, con la singularidad de que forma parte del primer cajón de mampostería de aparejo toledano. Estos cajones VHVLW~DQJUDGXDOPHQWHGHVGHHOYHQWDQDO\KDVWDHO¿QDOGHODIDFKDGD8QDYH]VHDFFHGHDOSXQWRGHH[WUDFFLyQVHOLPSLDQODVFDSDV VXSHU¿FLDOHVD¿QGHUHWLUDUORVUHVLGXRVTXHDOWHUHQHODQiOLVLV7UDVDQDOL]DUODPXHVWUDVHKDQGRFXPHQWDGRYDULRVIDFWRUHVDGHVWDFDU /DPXHVWUDKDSHUPLWLGRODLGHQWL¿FDFLyQGHDOPHQRVGRVWLSRVGLVWLQWRVGHPRUWHURV8QSULPHUPRUWHURFRUUHVSRQGHUtDFRQODFDSD exterior, mientras que el segundo queda oculto tras el primero. A simple vista, y previo a la extracción de la muestra, no se apreciaba diferencia alguna. Tras la inspección estereoscópica se distinguen claramente dos tipos de masas. Exterior, de color más claro, posee un DJUHJDGRGHiULGRGHWDPDxRPHGLRSHTXHxRFRPSXHVWRSRUFXDU]RV\PLFDV$VtPLVPRVHKDQLGHQWL¿FDGRDOJXQRVIUDJPHQWRVGH SLHGUDPHWDPyU¿FDTXHSRGUtDQUHVSRQGHUDHVTXLVWRVDXQTXHQRKDVLGRSRVLEOHVXGHWHUPLQDFLyQ/DSRURVLGDGPHGLDGHHVWDFDSD es baja, así como la presencia de nódulos, lo que aclara que es un mortero bien decantado y con un grano de tamaño homogéneo. Por otro lado el mortero interior -por lógica, anterior al primero- presenta un aspecto más escaso en calidas. Los agregados son de un tamaño mayor (mediano y grande) y presentan alteraciones por oxidación de los cuarzos y feldespatos. Así mismo es habitual encontrar FDOFL¿FDFLRQHV SRU¿OWUDFLyQGHXQDFDSDDRWUD \DXVHQFLDWRWDOGH¿EUDVRUJiQLFDVFRPRVtVXFHGtDHQODVRWUDVPXHVWUDV

172

QM-7 La muestra QM-7 se localiza en el mismo piso que la anterior, aunque por encima de la cota y fuera del cajón de mampostería. A diferencia de ésta, se trata de un mortero de junta del aparejo principal de la fábrica. Aparenta tener las mismas características visuales que los anteriores morteros analizados, también de junta. Tras retirar el mortero alterado se procede a la toma de la muestra, sin localizarse ningún elemento que pudiese alterar los resultados. La inspección por el binocular ha documentado un mortero de cal con agregados áridos de tamaño medio y grande, con una distribución muy regular y ordenada. Por otro lado los tamaños son más o menos homogéneos, con algún cristal de cuarzo de mayores GLPHQVLRQHV$pVWRVVHOHVXQHQIHOGHVSDWRV\PLFDVDVtFRPRXQDOWRQ~PHURGHFDOFL¿FDFLRQHV DQKLGULWDV HLPSXUH]DV$Vt PLVPRVHKDQGLVWLQJXLGRR[LGDFLRQHVHQFXDU]RV\SHTXHxRVIUDJPHQWRVGHSLHGUDPHWDPyU¿FDDSDUHQWHPHQWHHVTXLVWRV(VWH dato concluye que es un mortero bien trabajado y con cierta antigüedad, para cuya factura se empelaron materiales no muy bien GHFDQWDGRVSHURVtELHQPH]FODGRV1RVHDSUHFLDQ¿EUDVRUJiQLFDVQLRWURVFRPSRQHQWHV

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

QM-8 La siguiente muestra fue tomada en la misma vertical que la anterior pero en un piso superior. El mortero pertenece al aparejo de ODGULOORGHODIiEULFDSULQFLSDOGHOHGL¿FLR\HQDSDULHQFLDHOPLVPRTXHODPXHVWUD407UDVDFFHGHUDOSXQWR\QXHYDPHQWH retirar las partes alteradas, se toma la muestra de la junta, asegurando que no hay ningún elemento moderno que pueda alterar los resultados. Tras el análisis se concreta que tanto la muestra QM-7 como la QM-8 son dos morteros de factura prácticamente idéntica. Ésta última presenta un agregado de árido a base de cuarzos, feldespatos y micas, con presencia de biotitas de forma aislada. Los granos VRQGHWDPDxRPHGLR\ODSRURVLGDGHVEDMD$OJXQDVFDOFL¿FDFLRQHV DQKLGULWDV VHFRQFHQWUDQHQORVSRURVGHPHQRVGHPP DVtFRPRODVHVFDVDV¿EUDVRUJiQLFDVDWULEXLGDVDSHTXHxDVSODQWDV\OtTXHQHVTXHGHIRUPDDFFLGHQWDOKDQDUUDLJDGRHQODPDVD La única diferencia con el anterior es la mezcla, ligeramente peor realizada a la vista de la desorganización de los granos en la cal, \ODPDODGLVJUHJDFLyQGHpVWD(QFXDOTXLHUFDVRODSUHVHQFLDGHSLHGUDVPHWDPyU¿FDV\GHXQDPD\RUFRQFHQWUDFLyQGHQyGXORV de cal no lo distancian mucho de la fabricación del anterior muestreo.

174

QM-9 /DPXHVWUD40IXHWRPDGDHQHOHGL¿FLRGHQRPLQDGR³&DVDGH9HUDQR´(VWDHVWUXFWXUDHVWiFRQVLGHUDGDFRPRODPiVDQWLJXD MXQWRFRQHODQWHULRUHGL¿FLR(VWDWRPDIXHUHDOL]DGDHQODIDFKDGDSULQFLSDOGHOHGL¿FLRTXHGDVDOLGDGHpVWHDXQRGHORVMDUGLQHV GHOD¿QFD$VtPLVPRHOPRUWHURSHUWHQHFHDXQDPDPSRVWHUtDFRUULGDODFXDOFRQ¿JXUDORVFDMRQHVGHXQDSDUHMRWROHGDQR/D presencia de vegetación en la fachada es masiva, con alteraciones en el paramento de todo tipo. Siguiendo las indicaciones de la DQWLJXDGRFXPHQWDFLyQSODQLPpWULFD\IRWRJUi¿FDVHWRPDODPXHVWUDHQXQD]RQDDSDUHQWHPHQWHRULJLQDULD7UDVUHWLUDUODPD\RU cantidad de material alterado se procede a la extracción. El análisis binocular determina que se trata de un mortero de cal muy alterado por deshidratación (debido a las plantas) pero que mantiene bien sus componentes. Se ha evidenciado un agregante a base de áridos en micas, cuarzos y feldespatos muy bien decantados y distribuidos de forma ordenada por la mezcla. Dichos granos tienen un tamaño homogéneo y no presentan alteraciones por oxidación. Eso sí, la presencia de abundantes poros indica la pérdida de buena parte de esos áridos por la deshidratación de la cal, ORTXHSURGXFHHOGHVSUHQGLPLHQWRGHORVJUDQRV\HOSHUWLQHQWHSRUR$SHVDUGHHVWDLQWUXVLyQQRVHDSUHFLDQ¿EUDVRUJiQLFDVVDOYR las accidentales en el proceso de extracción.

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

QM-10 /DPXHVWUD40IXHWRPDGDHQHOPLVPRHGL¿FLRTXHODDQWHULRU6HWUDWDGHXQHVSDFLRGHVWLQDGRDOEDxRGHFRUDGRFRQIUHVFRV(O proceso de toma de muestra no podía afectar a las pinturas conservadas, por lo que se decidió recoger las muestras ya desprendidas de las paredes. Dichos desprendimientos se conservaban sobre una pequeña cornisa que decoraba la habitación. Sobre dicha cornisa y de forma casi inapreciable, se tomaron las muestras de pequeñas “galletas” semi-desprendidas de la pared. Tras acceder a la zona y limpiarlas de inmediato, se almacenaron para su análisis. Primero fue determinar las características estereoscópicas de las capas de pintura y su base. La pintura queda aplicada sobre un mortero prácticamente líquido de cal, agua y agregantes áridos a base de micas y feldespatos, con ausencia casi completa de cuarzos. Por lo tanto el tamaño de los granos es mínimo, así como su dispersión HVPX\RUGHQDGD\UHJXODU'HVWDFDODSUHVHQFLDGHDOJXQDV¿EUDVRUJiQLFDVTXHKHPRVGHWHUPLQDGRFRPRDFFLGHQWDOHVHLQWUXVLWDV La porosidad de mínima en esta capa. Sobre ella se asienta –que no impregna- una capa de pintura de base cristalina (posiblemente JUD¿WDGD 6DOYRTXHVHGHVDUUROOHQDQiOLVLVGH6(0R)5;QRVHSRGUiQGHWHUPLQDUORVFRPSRQHQWHVGHODSLJPHQWDFLyQ'HVWDFD HOGHWHULRURDOTXHHVWiVRPHWLGDODFDSDH[WHULRUFRQDEXQGDQWHVSRURV\FDOFL¿FDFLRQHVSRUUHKLGUDWDFLyQGHODFDO(OORSHUPLWHOD presencia de pequeños insectos y líquenes que levantan tanto la capa pictórica como la cama de cal. Por su parte la capa inferior, que es sobre la que se asienta esta primera lechada, cambia por completo. Este mortero de cal tiene un árido de tamaño mayor (mediano) con abundantes granos de cuarzo, feldespato y mica. La porosidad es mayor pero también lo es la regularidad de los agregados.

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QM-11 /DVLJXLHQWHPXHVWUDIXHWRPDGDQXHYDPHQWHHQODIDFKDGDH[WHULRUGHOHGL¿FLRMXQWRDXQDGHODVHQWUDGDVGHOPLVPR(OSDUDPHQWRVLJXHVLHQGRXQDPDPSRVWHUtDGHFDQWRVWUDEDGRVFRQFDOSHUWHQHFLHQWHVDODSDUHMRWROHGDQRGHOHGL¿FLR$OLJXDOTXHHQOD PXHVWUD40SUHYLDPHQWHDODWRPDVHDVHJXUyTXHGLFKRSXQWRSHUWHQHFtDDODHVWUXFWXUDRULJLQDULDGHOHGL¿FLR(QHVHSXQWR también era masiva la presencia de vegetación, lo que provocaba el deterioro en el mismo grado que en la muestra QM-9. Una vez se retiraron las partes más alteradas se procedió a la toma de la muestra. Se trata de un mortero de cal con unas características muy similares a la muestra QM-9, lo que demuestra que ambas forman parte de una misma fase de fabricación. Sus agregados, mayormente en cuarzos y micas, quedan bien distribuidos. La porosidad es casi mínima en este mortero, en contraste con el de la primera toma de fachada. Ello puede deberse a que los granos son de menor tamaño, \SRUORWDQWRPHQRVVXVFHSWLEOHVDODSHUGLGDGHPDWHULDO1RREVWDQWHVtVRQIUHFXHQWHVODVFDOFL¿FDFLRQHVGHDQKLGULWD DOWHUDFLyQ propia de un desequilibro hídrico por la vegetación) y la aparición de impurezas de matriz arcillosa. Es frecuente que aparezcan de IRUPDKRPRJpQHDDOJXQRVSHJRWHVGHDUHQDELHQGHFDQWDGD(VWDVDOWHUDFLRQHVVHKDQLGHQWL¿FDGRFRQUHSDUDFLRQHVUHFLHQWHVGHOD propia mampostería. En cualquier caso se trata de un mortero con materiales bien seleccionados y bien decantados.

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

QM-12 Esta muestra fue tomada nuevamente en la estancia denominada “Estufa”, zona donde ya se había tomado la muestra QM-10. El objetivo de esta muestra era la comparación de los resultados obtenidos en ambas. La primera fue tomada en un punto con presencia de pigmentos, mientras que la segunda fue tomada sobre el dintel de la puerta principal, una zona donde no quedaban restos de pigmentos. En ambos casos, no obstante, se evitó en todo momento alterar o dañar las pinturas existentes, recogiendo pequeñas muescas semi-desprendidas de apenas 5 mm. La observación binocular ha evidenciado la presencia de un mortero de cal con agregados áridos de tamaño medio-pequeño, mortero que por su parte sirve de cama para una escasa lechada de cal. La impresión que nos produce es que dicha lechada podría ser la misma que se ha documentado en la muestra QM-10. Sin embargo en este caso el espesor de dicha capa es de apenas 0,3 mm., mientras que en el anterior caso podía llegar a los 4 mm. Es posible que en este caso se haya perdido el resto de la cama pictórica, o simplemente no se llegó a aplicar. En cualquier caso sí existe una segunda capa de áridos de mayor tamaño, sobre todo de cuarzo, IHOGHVSDWR\PLFD6HKDQGRFXPHQWDGRWDPELpQDOJXQDV¿EUDVRUJiQLFDVGHJUDQWDPDxRODVFXDOHVVHKDQMXVWL¿FDGRFRPRDFFLdentales. En cualquier caso el grado de deterioro es similar a la anterior muestra, con presencia de numerosos poros en cuyo interior VHGHVDUUROODQODVFDOFL¿FDFLRQHVGHDQKLGULWD

178

QM-13 Tanto la muestra QM-13 como la siguiente, la QM-14, fueron tomadas en una estructura que se encuentra fuera del recinto de la 4XLQWDGH0LUDEHO1RVUHIHULPRVDOHGL¿FLRGHQRPLQDGR³3DORPDU´\TXHVHVLW~DHQXQDSHTXHxDODGHUDMXQWRDODWDSLDQRURHVWH $PEDVPXHVWUDVUHVSRQGHQDTXHHVWHHGL¿FLRSRGUtDSHUWHQHFHUDXQDHGL¿FDFLyQDQWHULRURDOPHQRVDXQDFRHWiQHDGHORVDQWHriormente estudiados. En cualquier caso el uso actual es del palomar, por lo que la presencia de material alterado está asegurada. (QFXDOTXLHUFDVRVHKDWRPDGRHVWDSULPHUDPXHVWUDSURFHGHQWHGHODSDUHMRGHODGULOORTXHIRUPDSDUWHGHORVPXURVGHOHGL¿FLR 'LFKRDSDUHMRHVWiFRQ¿JXUDGRSRUXQODGULOORPDFL]RPX\GHWHULRUDGRFDVLVLPXODQGRHODGREH\WUDEDGRFRQPRUWHUR La visual del mortero en el laboratorio ha determinado que se trata de una mezcla con base en cal y agregados áridos de cuarzo, feldespato y mica. El tamaño medio-grande de estos granos, así como la colocación de la mezcla (excesivamente oscura) hace prever que este mortero fue producido con una proporción alta de arena y muy baja de cal. Así mismo no existe prácticamente ningún orden en la disposición de los áridos, así como sus dimensiones medias son absolutamente aleatorias. Ello indica un uso de materias primas sin decantar y una mezcla sin cuidado alguno. No se aprecian intrusiones orgánicas de ningún tipo y sí cuantiosas FDOFL¿FDFLRQHVDGKHULGDVDVXDOWDSRURVLGDG

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

QM-14 /DPXHVWUD40IXHWRPDGDHQHOPLVPRHGL¿FLRTXHODDQWHULRUSHURHQRWUDGHODVIiEULFDVTXHORFRQ¿JXUDQ(QFRQFUHWR HVWDPXHVWUDIXHWRPDGDHQODPDPSRVWHUtDSULQFLSDOGHOHGL¿FLRODFXDOVLUYHGH]yFDORSDUDHODSDUHMRGHODGULOORTXHVHDO]DHQ HOH[WHULRU\GHOTXHVHWRPDODPXHVWUD408QDYH]ORFDOL]DGRXQSXQWRORVX¿FLHQWHPHQWHOLPSLRVHSURFHGHDODUHWLUDGDGH DOJXQRVSDUFKHVGHPRUWHURPRGHUQRD¿QGHORFDOL]DUHOPRUWHURGHWUDEDRULJLQDULR8QDYH]ORFDOL]DGRVHUHWLUDQDOJXQDVFDSDV de mortero que pudiera estar alterado, y se procede a la toma de la muestra. El ensayo estereoscópico ha determinado que se trata de un mortero de cal con agregados áridos de cuarzos, micas y feldespatos, lo que viene a corroborar que tanto esta muestra como la anterior reúnen las condiciones para que sean asumidas en el mismo momento constructivo. En esta muestra se han localizado abundantes poros de tamaño singular, al igual que el tamaño de los granos de cuarzo y feldespato. La coloración de la mezcla también sigue siendo oscura, signo inequívoco de que la proporción cal-arena se decantaba a favor de la segunda. Así mismo la distribución de los granos es absolutamente irregular y desordenada. Las impurezas de matriz arenosa y arcillosa no parecen afectar a la mezcla del mortero. Así como los materiales empleados no están seleccionados, ni siquiera bien mezclados, el resultado de ambos morteros es una masa compacta y dura, resistente y sólida.

180

Conclusiones A la vista de los resultados obtenidos de forma global se podría concluir que los morteros analizados están formados por un agregante de base en cal, y por un agregado de áridos con cuarzos, feldespatos y micas. Residualmente se localizan, además, biotitas, esquistos y plagioclasas. Todos estos componentes se encuentran presentes en los áridos de naturaleza sedimentaria de la zona. En general nos encontramos ante mezclas destinadas al sostén de los paramentos exteriores de las fachadas. Dos casos (QM-10 y QM12 SUHVHQWDQFDUDFWHUtVWLFDVItVLFDVSURSLDVGHSDUHGHVSLQWDGDV\HVWXFRV/DVSLQWXUDVSRGUtDQSUHVHQWDUXQDPDWUL]JUD¿WDGD/DV FDSDVLQIHULRUHVVRQGHFDOFRQDJUHJDGRVPX\¿QRV /DFDUDFWHUL]DFLyQGHORVPRUWHURVSRGUtDFODVL¿FDUVHVHJ~QODHGL¿FDFLyQ\HOSXQWRGHWRPD(VWHSURFHGLPLHQWRQRVSHUPLWH HQWUHRWUDVFRQ¿UPDUODVHFXHQFLDFRQVWUXFWLYDTXHSRUOHFWXUDGHSDUDPHQWRV\DVHKDEtDGHWHUPLQDGR1RVKHPRVDSR\DGRHQ una serie de “ratios” para comparar y relacionar los morteros en función de los resultados de los análisis. Dichos varemos son los siguientes: • Agregados de similar disposición en la masa. • Homogeneidad de los tamaños de grano. • Distribución relativa de los agregados. • Porosidad. • *UDGRGHGHWHULRUR FDOFL¿FDFLRQHV  (QORTXHUHVSHFWDDOHGL¿FLRSULQFLSDO HGL¿FLRGHODVVLHWHIXHQWHV ODVPXHVWUDVQM-1, QM-2, QM-6, QM-7 y QM-8 responden a unas características morfológicas muy similares. Por otro lado las muestras QM-3 y QM-4 atesoran unos rasgos muy similares en cuanto a las características de sus morteros. El caso de la muestra QM-5 es especial, ya que es el único mortero atestiguado que sabemos que es de factura reciente, dada su composición con cemento. 3RUVXSDUWHHOHGL¿FLRGHQRPLQDGR³&DVDGH9HUDQR´UHSHUFXWHHQPHQRVPHGLGD\DTXHHOQ~PHURGHPXHVWUDVHVUHGXFLGR\OD VHFXHQFLDFRQVWUXFWLYDHVWiPiVRPHQRVFODUL¿FDGD(QFXDOTXLHUFDVRTXHGDGHPRVWUDGDODWHRUtD\DTXHODVPXHVWUDVQM-9 y QM-11 poseen unas características morfológicas casi idénticas. En cuanto a las muestras tomadas en el interior, QM-10 y QM-12, tomadas en una estancia con pinturas murales, sus morteros comparten buena parte de las características observadas. Por otro lado, comparten no sólo la base constructiva, sino las malas condiciones de conservación. Finalmente, el palomar, que se encuentra a las afueras del recinto, presenta dos morteros prácticamente idénticos. Tanto los áridos como la proporción de cal-arena es prácticamente la misma en ambos casos, estando dispersos de forma similar y con idéntica preVHQFLDGHFDOFL¿FDFLRQHV$GLIHUHQFLDGHORVDQWHULRUHVVRQPRUWHURVGHVWLQDGRVDDJXDQWDUODLQWHPSHULH\DOVRVWpQGHODVFDUJDV (VSRUHOORTXHQRHVXQPRUWHURSDUDHOGHOHLWHH[WHULRUVLQRSDUDXQDH¿FLHQFLDHQFXDQWRDOUHSDUWRGHPDVDV

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

Granulometría de áridos La granulometría o estudio granulométrico es la técnica de análisis por la cual se calcula el tamaño medio de los granos de un componente. Dicho tamaño medio se calcula en base a la visual directa, es decir, no es necesario ningún tipo de ensayo destructivo ni tampoco una ampliación microscópica de los materiales ensayados. Habitualmente suele emplearse una serie de tamices, gracias a los cuales van quedando los residuos en función de sus dimensiones, de tal forma que es posible no sólo dimensionarlos, sino contabilizarlos. Para nuestro caso, las dimensiones medias de los agregados, no es tan necesario conocer la cantidad de grano por tamaño, sino la dimensione media de los mismos. Es por lo tanto que incluso este procedimiento puede llevarse a cabo gracias a una lupa binocular o micro estereoscopio, sin necesidad de acudir a métodos más engorrosos como es la tamizadora. En cualquier caso, y como ya se ha mencionado en el apartado correspondiente al análisis óptico, la visual de los morteros no se reduce a la simple observación de los mismos, sino a la documentación cuantitativa de sus componentes. En el conjunto de los ensayos a los que se someten los morteros, el análisis visual forma parte de la primera fase de caracterización del material, fase con la que prácticamente todos los investigadores están de acuerdo (Adriano et alii, 2009: 611-612). Incluso en el campo de la restauración, la visual de las muestras y su caracterización en términos cuantitativos está prevista en la mayor parte de los estudios consultados (Ariuglu y Acun, 2006: 1224-1226). En cualquier caso este análisis no determina en ningún caso una cronología absoluta para los morteros estudiados, pero sí facilita ese objetivo en colaboración con otras metodologías, como es la lectura de paramentos, o con otras analíticas más complejas como la Microscopía Óptica o la Fluorescencia de Rayos X. Algunas investigaciones desarrollan la granulometría como parte indispensable en la caracterización de los materiales constructivos, caso de los trabajos desarrollados por el equipo de Guido Biscontin en HGL¿FLRVKLVWyULFRVGH9HQHFLD³ « ,GHQWL¿FDWLRQRIPRUWDUW\SRORJLHVKDGUHTXLUHGWKHJUDQXORPHWULFDQDO\VLVRIVDPSOHVE\ mechanical sieving (…)” (Biscontin et alii, 2002: 32). Uno de los trabajos más interesantes fue el desarrollado por el equipo del Departamento de Química Orgánica e Inorgánica de la Universidad de Córdoba. En el yacimiento romano de El Ruedo (Almenadilla, Córdoba) desarrollaron un amplio espectro de ensayos físicos y químicos, entre los que se encontraba un análisis granulométrico del mortero recogido en diferentes estancias del asentamiento. Las curvas acumulativas permitieron determinar cuáles eran los grupos de morteros que por su tamaño medio del grano pudiesen resultar más modernos (Fernández Rodríguez y Fernández Fernández, 2004: 42 y ss.) (QFXDOTXLHUFDVR\FRQWDQGRFRQORVGDWRVREWHQLGRVSRUPHGLRGHODDUTXHRORJtDRFRQODD\XGDGHODVWpFQLFDVLQIRJUi¿FDVOD llamada lectura de paramentos comparada puede facilitar la interpretación de las fases constructivas de cualquier estructura (Bianchi et alii, 2011). Se recomienda, como menciona Figueiredo, Veiga y Solva, una absoluta estandarización del procedimiento a la hora de analizar cualquier material constructivo, partiendo del análisis óptico entre los que se encuentra la observación con estéreo microscopio, y siguiendo las pautas metodológicas impulsadas en 1996 por el equipo de Chiari (Figueiredo et alii, 2001: 396; Chiari et alii, 1996).

Procedimiento /DJUDQXORPHWUtDVHKDOOHYDGRDFDEREiVLFDPHQWHFRQHOHVWHUHRPLFURVFRSLRROXSDELQRFXODUFX\DVHVSHFL¿FDFLRQHVWpFQLFDV ya han sido mencionadas. Esta lectura cuantitativa se basa en las mediciones de ancho por largo de cada uno de los granos seleccionados. Dichos granos han sido, preferentemente, cuarzos, feldespatos y micas, aunque también se han tomado datos de biotitas, granos de arcilla cocida y esquistos. En otras condiciones se habría realizado mediciones de los áridos por selección, es decir, los FXDU]RVSRUXQODGRODVPLFDVSRURWUR\ORVIHOGHVSDWRVSRUHOVX\R,QFOXVRORQRUPDOHVUHDOL]DUXQDFXDQWL¿FDFLyQSRUJUDQRHV decir, la exacta contabilización del número de individuos de cuarzo, de feldespatos, de biotitas o de plagioclasas. Sin embargo este tipo de análisis pretende obtener resultados de cara a una restauración completa, caso que no se produce en la Quinta de Mirabel. En nuestro estudio pretendemos saber qué condiciones métricas y morfológicas cuentan los agregados del mortero. Este dato nos DSRUWDFRQRFLPLHQWREiVLFRVREUHODFDOLGDGGHOPLVPRODGHGLFDFLyQGHODPH]FOD\HOSURGXFWR¿QDO(VRVtLQGLUHFWDPHQWHREWHnemos también resultados relacionados con el estado de conservación del mortero a corto y medio plazo. Tras seleccionar los morteros en fragmentos de no más de 1 dm3 se desmenuzan sobre un porta-muestras, de tal manera que queden dispersos sobre éste. Hay varias formas de separas el agregado del agregante. Una opción es eliminar los compuestos cálcicos con productos químicos como el ácido clorhídrico. Otras opciones pasan por la molienda de la muestra con maquinaria especializada, RKDFHUODSRUPHGLRGHXQPRUWHURGHDPDWLVWD6LQHPEDUJRSDUDQXHVWUD¿QDOLGDGQRHUDQQHFHVDULRVWDOHVSURFHGLPLHQWRV+D

182

servido con el desmenuzado manual de pequeñas cantidades en un soporte de no más de 10 dm2. Una mayor o menor cantidad de muestra no nos habría variado el resultado. Se ha propuesto un total de 24 mediciones por cada muestra (14 en total), lo que hace un total de 336 mediciones. Un universo de 336 resultados es más que aceptable para diferenciar la manufactura de un mortero a otro. 8QDYH]KDQVLGRWRPDGRVORVGDWRVVRQSDVDGRVDWDEODVSRUFHQWXDOHVSDUD¿QDOPHQWHGHVDUUROODUORVJUi¿FRVTXHVHGHVFULEHQHQ este trabajo. Resultados de las mediciones granulométicas A continuación se representan los resultados numéricos del análisis: 6LJOD

QM-1 Mortero de junta Aparejo de ladrillo

0HGLGDV /[$ 0P 2,28

3,41

3,60

7,01

1,36

3,16

4,95

6,57

2,28

0,97

2,41

1,50

2,24

1,71

2,97

2,72

1,92

1,97

3,74

1,95

4,20

4,01

4,50

3,82

Ȉ  QM-2 Mortero de junta Aparejo de ladrillo (Cajón)

0,40

1,02

2,21

0,69

6,48

1,04

1,48

7,34

4,83

26,25

10,35

2,64

5,94

5,50

5,87

0,48

0,48

0,78

0,56

1,31

0,70

1,50

2,18

1,21

Ȉ 

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

6LJOD

QM-3 Mortero de junta Aparejo de ladrillo

0HGLGDV /[$ 0P 1,26

11,48

6,87

0,94

1,31

4,11

10,68

5,60

3,39

11,12

2,90

11,59

4,78

22,45

4,20

11,52

7,59

1,57

1,75

14,23

5,06

3,56

2,48

0,83

Ȉ  3,00 QM-4 Mortero de junta Aparejo de ladrillo

0,91

6,10

5,66

3,22

4,36

9,55

8,53

2,67

5,46

36,23

35,65

34,60

36,60

1,28

4,77

9,47

3,65

1,91

1,75

4,85

1,68

3,36

3,31

Ȉ 

184

6LJOD

QM-5 Mortero de junta Dintel de ventana

0HGLGDV /[$ 0P 1,12

0,57

0,66

0,41

2,69

0,41

0,58

0,39

0,50

2,29

0,87

1,05

0,82

1,50

1,41

1,07

0,97

2,77

2,21

3,53

0,99

1,37

3,34

3,13

Ȉ  5,00

12,02

1,24

2,99

3,79

QM-6 Mortero de junta

3,85

1,88

3,93

1,20

4,16

2,98

1,21

2,44

1,29

3,69

Mampostería (Cajón)

0,91

2,59

1,61

1,65

5,25

2,42

11,20

3,33

6,39

Ȉ 

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

0HGLGDV /[$ 0P

6LJOD

QM-9 Mortero de junta Aparejo de ladrillo

4,69

1,77

1,04

0,94

1,49

0,39

3,03

1,57

0,94

3,62

2,36

0,72

1,22

3,56

1,77

0,61

1,32

1,68

3,51

1,40

2,21

1,80

1,20

0,93

Ȉ 

QM-10 Mortero de revestimiento Bóveda interior

4,65

2,03

1,78

3,30

2,52

2,80

2,97

1,86

1,38

0,93

3,57

6,04

1,03

1,58

2,78

2,80

1,20

2,45

1,24

0,88

4,56

8,09

0,70

2,30

Ȉ 

186

6LJOD

QM-11 Mortero de junta Mampostería

0HGLGDV /[$ 0P 2,08

3,83

1,82

2,49

1,40

13,10

23,71

3,45

3,69

1,33

6,87

1,99

5,89

2,13

3,20

2,37

1,81

1,08

1,12

1,93

0,38

0,71

2,49

1,61

Ȉ 

QM-12 Mortero de revestimiento Bóveda interior

0,03

0,09

0,69

9,02

0,27

0,60

0,64

0,51

0,51

1,48

1,08

0,89

2,41

0,36

0,75

0,24

0,56

2,32

0,78

0,30

1,67

1,30

0,29

0,45

Ȉ 

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

6LJOD

QM-13 Mortero de junta Aparejo de ladrillo (Palomar)

0HGLGDV /[$ 0P 23,37

1,77

4,38

5,17

6,30

16,27

4,06

13,44

6,09

2,21

9,70

10,41

6,53

4,08

2,84

13,80

2,57

4,28

15,91

5,13

8,14

5,67

8,90

3,72

Ȉ 

6LJOD

0HGLGDV /[$ 0P 9,36

QM-14 Mortero de junta Mampostería (Palomar)

16,95

3,85

6,98

3,67

5,80

4,46

8,54

5,29

7,41

9,45

14,05

3,51

9,30

5,45

2,76

14,04

14,57

26,04

2,17

4,86

13,82

9,8

2,52

Ȉ 

188

La lectura particular de cada una de las muestras nos facilita unos datos importantes a la hora de interpretar los resultados de la lectura de paramentos. A continuación se pormenorizan esos resultados y sus consecuencias. • • • • • • •

QM-1: la granulometría de los áridos de esta muestra presenta una facción dentro de la media de grano de árido común (0,977,01 FRQXQDVXSHU¿FLHPHGLDGH3,13 mm2. QM-2: las medidas de estos áridos se asemejan mucho a la muestra anterior, si acaso ligeradamente superior (0,4026,25 \FRQXQDVXSHU¿FLHPHGLDGH3,80 mm2. QM-3: si las mediciones anteriores eran similares, las que corresponden a esta muestra son radicalmente distintas, pues no sólo son mayores los rangos (0,8322,45 VLQRTXHODVXSHU¿FLHPHGLDVHGLVSDUDKDVWDORV6,30 mm2, el doble. QM-4: estas medidas responden a un mortero prácticamente idéntico al anterior, superior si cabe en los ratios medios (0,9136,60 \FRQXQDVXSHU¿FLHPHGLDGH9,52 mm2. QM-5: el mortero correspondiente a un mortero moderno de cemento responde a sus calidades industriales, con ratio de árido PX\¿QR 0,413,53 \FRQXQDVXSHU¿FLHPHGLDGH1,44 mm2, datos propios de un árido industrial. QM-6: las mediciones de esta muestra vuelven a parecerse a los granos de mortero de aparejos originales, con un ratio medio (0,9112,02 \XQDVXSHU¿FLHPHGLDGH3,62 mm2, similar a las muestras QM-1 y QM-2. QM-7: muy similar al anterior, el mortero tiene un ratio ligeramente superior (1,0829,20 FRQXQDVXSHU¿FLHPHGLD de 6,43 mm2.

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

190

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

• • • • • • •

QM-8: las medidas correspondientes a este mortero suben el ratio con respecto a la media (0,8932,02), pero se manWLHQHHQXQDVXSHU¿FLHGH 5,98 mm2. QM-9ODVPXHVWUDVGHOD&DVDGH9HUDQRPDQWLHQHQHOUDWLRPHGLRGHODQWHULRUHGL¿FLR 0,398,09 \XQDVXSHU¿FLH media de 2,64 mm2, muy baja con respecto a la media total. QM-10: estas mediciones han dado un ratio variable muy por debajo del normal, al tratarse de un mortero de paredes pintadas (0,708,09 SUHVHQWDQGRXQDVXSHU¿FLHPHGLDGH2,64 mm2. QM-11: las mediciones en este mortero lo equiparan en calidad al mismo tomado en el otro extremo de la fachada, con ratios moderados (0,3823,71 \FRQXQDVXSHU¿FLHPHGLDGH6,41 mm2, dentro de la normalidad. QM-12: al igual que la muestra QM-10, tomada de una lechada para pintura, ésta muestra un ratio extremadamente bajo (0,039,02 \ODVXSHU¿FLHPHGLDPiVEDMDGHWRGRHOHQVD\R1,13 mm2. QM-13: la primera medición sobre un mortero del palomar demuestra un ratio muy superior (1,7723,37), y una VXSHU¿FLHPHGLDGH7,69 mm2. QM-14ORVUHVXOWDGRVGHOVHJXQGRPXHVWUHRHQHOSDORPDUFHUWL¿FDQXQDIDFWXUDFDVLLGpQWLFDFRQUDWLRVGLVSDUDGRV 2,1726,04 \FRQXQDVXSHU¿FLHPHGLDGH8,52 mm2FDVLVXSHULRUDDOJXQRVGHORVPRUWHURVGHSHRUIDFWXUDGHORWURHGL¿FLR

Conclusiones Los resultados obtenidos demuestran varias hipótesis barajadas al inicio de la lectura de paramentos. Hay que recordar que este ensayo no aporta en ningún momento datos concretos sobre cronología, pero sí facilita la interpretación de las edilicias, y por lo tanto, permite dilucidar fases constructivas. Desde el punto de vista cuantitativo se podría decir que hay cuatro grupos diferentes de morteros, no sólo por la variable de los JUDQRVVLQRSRUODVXSHU¿FLHPHGLDGHFDGDXQR(QHODSDUWDGRFRUUHVSRQGLHQWHDODVFRQFOXVLRQHV¿QDOHVVHUHODFLRQDQWRGRVHVWRV datos con los cuantitativos de cada muestra. Mientras tanto el resumen de los datos dejaría a las muestras de la siguiente manera: Grupo

Tipo

Muestras

1

0RUWHURVGHiULGRPX\¿QRGHSURFHGHQFLDLQGXVWULDO

2

0RUWHURVGHiULGRPX\¿QRFRQXQDYDULDEOHEDMD

3

0RUWHURVGHiULGR¿QRPHGLRFRQXQDYDULDEOHLQWHUPHGLD

4

Morteros de árido medio con una variable alta

5

Morteros de árido grueso con una variable media

QM-5 QM-10 QM-12 QM-1 QM-2 QM-7 QM-11 QM-8 QM-6 QM-9 QM-3 QM-4 QM-13 QM-14

Los morteros correspondientes con el Grupo 3, el más numeroso, son los morteros que casualmente fueron tomados de fábricas UHODFLRQDGDVFRQODVRULJLQDOHVGHOHGL¿FLRSULQFLSDOGHOD4XLQWDGH0LUDEHO6LQOOHJDUDVHUPRUWHURVGHFDOLGDG¿QDVRQPX\ KRPRJpQHRVHQVXVYDULDEOHVGHPHGLGDV$VtPLVPRFRPSDUWHQHQPD\RURPHQRVPHGLGDODVVXSHU¿FLHVPHGLDVGHVXViULGRV 3RURWURODGRORVPRUWHURVLQFOXLGRVHQHO*UXSRH[WUDtGRVWDPELpQGHODIDFKDGDGHOHGL¿FLRSULQFLSDOVRQPRUWHURVFX\RViULGRV GHVWDFDQSRUWHQHUXQDPHGLDPX\VXSHULRUDORVDQWHULRUHV\FRQXQDYDULDEOHH[FHVLYDPHQWHDOWD(VWRVLJQL¿FDTXHORVDJUHJDGRV apenas fueron decantados. Precisamente los aparejos de los que fueron extraídos pertenecen a reparaciones posteriores efectuadas VREUHODVIiEULFDVRULJLQDOHVORTXHFRQ¿UPDUtDODVHFXHQFLDHVWUDWLJUi¿FDGHODOHFWXUDGHSDUDPHQWRV Finalmente tenemos los morteros extraídos del palomar, y que si casualidad quedan incluidos en el Grupo 5. Son áridos gruesos y KHWHURPpWULFRVFRQYDULDEOHVPHGLDVSHURFRQXQDVXSHU¿FLHGHVRUELWDGD(VWHGDWRQRVXSRQHTXHVHDQPRUWHURVGHEDMDFDOLGDG pero fueron ideados no para el lustre sino para aguantar la intemperie y soportar las cargas generadas por la estructura. En cuanto a los morteros incluidos en el Grupo 2 es obvio que corresponden con las muestras tomadas de la cúpula situada en una de las estancias de la “Casa de Verano”. El interior se encuentra decorado con pinturas, cuya base es un mortero de agregados PX\¿QRVXQJUDGLHQWHFDVLLPSHUFHSWLEOHHQDOJXQRVFDVRV6HWUDWDUtDGHOFDVRDQWDJyQLFRDORVPRUWHURVGHODQWHULRUJUXSRVRQ OHFKDGDVPX\¿QDVFRQDOJ~QSLFRGHPHGLGDVGHJUDQRVSURFHGHQWHVGHODPDWUL]LQWHULRUSHURTXHHQJHQHUDOORViULGRV VREUH todo micas) no superan el milímetro cuadrado.

192

Todos estos datos culminan con las medidas tomadas a un mortero cuya matriz es de cal con cemento. Ha sido excluido del resto GHJUXSRVHLQFOXLGRHQHO*UXSRSRUSUHVHQWDUiULGRVPX\¿QRV\GHFDUiFWHULQGXVWULDO'HDQWHPDQR\DVHVDEtDTXHSRGUtD pertenecer a un reparcheo moderno con cemento de mortero, pero estos datos corroboran la hipótesis. (QUHVXPHQHVWDJUDQXORPHWUtDKDFRQ¿UPDGRODJUDQXWLOLGDGGHODVPHWRGRORJtDVEDVDGDVHQORVSRUFHQWDMHVFXDQWLWDWLYRV,QVLVWLmos en la necesidad de regularizar estos ensayos, no como método infalible, sino como complementario a otros análisis y estudios como es la lectura de paramentos.

Figura 12. Áridos QM-2

Figura 13. Áridos QM-6

Figura 12. Áridos QM-1

Figura 13. Áridos QM-10

Figura 14. Áridos QM-12

Lectura de paramentos y analítica de materiales constructivos

Conclusiones generales (OHVWXGLRGHORVHGL¿FLRVKLVWyULFRVGHOD¿QFDGHQRPLQDGD4XLQWDGH0LUDEHOKDGDGRFRPRUHVXOWDGRXQDVHFXHQFLDFRQVWUXFWLYD FX\DPD\RUPDJQLWXGKDEUtDTXHVLWXDUODSULQFLSDOPHQWHHQWUHSULQFLSLRVGHOVLJOR;9,,,\¿QDOHVGHOVLJOR;,;
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