ALGUNAS OBSERVACIONES CRITICAS AL PROGRAMA DEL Observatorio de la Deuda Social Argentina De la Universidad Católica Argentina

June 7, 2017 | Autor: Walter Cespi | Categoría: Metodologia De La Investigacion, Estudios Sobre Pobreza, Deuda Social
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Descripción

Università di Bologna (Sede de Buenos Aires)

Universidad Nacional de Tres de Febrero

Maestría en Metodología de la Investigación Social Seminario de desarrollo Humano

ALGUNAS OBSERVACIONES CRITICAS AL PROGRAMA DEL Observatorio de la Deuda Social Argentina De la Universidad Católica Argentina

Abril de 2014

Lic. Walter Cespi

a) Caracterización del Programa

Por lo general quienes se ocupan de conducir un Estado, suelen asumir (con cierto desacierto)1 como una responsabilidad exclusiva de los mismos, el tratamiento de la cuestión de la pobreza. Tienden así, a suponer que una vez implementadas las políticas públicas correspondientes, los índices de pobreza se verán reducidos.

Sin embargo, un

problema importante se revela luego, cuando los índices no presentan las reducciones esperadas por la ejecución de las políticas aplicadas. No obstante, entendemos que otro inconveniente para nada menor lo representa el hecho de que la medición de la pobreza y la evaluación de las políticas públicas que pretenden darle batalla, también se encuentran en manos del Estado. Este supuesto menor detalle tiene una enorme importancia para quienes se ocupan de monitorear estas cuestiones de manera profesional y de acuerdo a los procedimientos metodológicos de la investigación social. Esto es interesante ya que suelen aparecer problemas colaterales de diversa índole, cuando la medición de los resultados de las gestiones estatales en torno a esta problemática no muestra efectos positivos esperados por los actores involucrados en la gestación e implementación de las correspondientes políticas públicas. Por ello es posible suponer que en ocasiones, los procesos de medición y la evaluación de las políticas públicas o no suelen desarrollarse según los procedimientos metodológicos que aludíamos anteriormente o bien sufren alguna especie de sesgo no de tipo metodológico sino mas bien político.

Por ello quienes conciben a la investigación social con la rigurosidad de su particular cientificidad (es decir, separada de la cientificidad de las ciencias duras) y con un profundo compromiso con la sociedad misma, entienden que mas allá de los condicionamientos ideológicos, políticos o los intereses económicos presentes tanto en la investigación como en la implementación de políticas públicas, es fundamental la existencia de grupos y programas de investigación independientes que se encuentren en condiciones de llevar adelante trabajos que puedan dar cuenta de la realidad concreta y objetiva de la vida de las

1

Ampliaremos esto más adelante.

personas, tratando precisamente de hacer visibles aquellos sectores que se encuentran en condiciones de vida alejadas de los actuales estándares de calidad.

Este es entonces el espíritu que nutre al Programa del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica y a su equipo de profesionales. b) Evaluación misión, objetivos y funciones. Decíamos que consideramos desacertado la apreciación por parte de los actores que, desde el Estado se ocupan del diseño y ejecución de las políticas públicas, como únicos responsables de los eventuales magros resultados en la lucha contra la pobreza y la indigencia. Esto se sustenta en el hecho concreto y real de que el problema de la pobreza, es un fenómeno sumamente complejo y que no es menester del Estado desempeñar un papel unipersonal en la lucha para erradicarla.

Considerando la idea de que este fenómeno se compone y nutre de una gran variedad de factores que no sólo se encuentran en las estructuras económicas sino también en la interacción humana y hasta en el campo de lo simbólico, es preciso ir entonces en busca de esta enorme y compleja información que surge al observar la pobreza en nuestro país.

Así es que el Programa del Observatorio de la Deuda Social se propone no evaluar las eventuales políticas públicas ni a sus decisores o ejecutores, se trata si de diagnosticar el estado de nuestra sociedad en materia de desarrollo humano y social, con la certeza de que ocultar el problema de la pobreza, a los únicos que perjudica es justamente a quienes se encuentran afectados por esta situación.

Precisamente, la misión es hacer visible el

problema al resto de la sociedad, con el fin de tomar conciencia del mismo y que tanto la sociedad civil como el Estado puedan actuar articuladamente en consecuencia; ya que nada de todo esto tendrá efecto positivo si no es, en las estructuras sociales donde las transformaciones deban operar en primer lugar.

c) Evaluación crítica de su marco-teórico conceptual y operativo

Conceptualmente, la pobreza aparece desde el punto de vista objetivo, como una deuda que la sociedad se debe a sí misma en relación a los sectores mas postergados. Estos sectores se hacen particularmente visibles cuando se los asocia al concepto de “Calidad de Vida.” No obstante la calidad de vida pueda referirnos a un índice que mide progreso social, también deja en evidencia sectores de la sociedad en los que tal progreso no se ha manifestado o por lo menos no se ha hecho presente de manera alguna.

Por otro lado, las transformaciones que se han venido produciendo a lo largo de las últimas décadas en el campo del reconocimiento de los derechos de las personas, refuerzan aun más esta idea de “deuda.” En este sentido por ejemplo, el enfoque basado en derechos considera en líneas generales, que el primer paso para otorgar poder a los sectores excluidos es reconocer que ellos son titulares de derechos que obligan al Estado a cambiar la lógica de los procesos de elaboración de políticas, para que el punto de partida no sea la existencia de personas con necesidades que deben ser asistidas, sino sujetos con derecho a demandar determinadas prestaciones. Es así que el Programa del Observatorio de la Deuda Social, utilizando el enfoque de derechos como marco conceptual, se propone definir una serie de indicadores, que den cuenta del nivel de satisfacción de cada uno de los derechos que dicho marco estipula. Tales indicadores no solo hacen referencia a privaciones o presencia de elementos propios de lo que podríamos incluir en el conjunto de las condiciones materiales de vida sino también a todo un espacio precisamente no-material, como el marco jurídico, la cultura, y hasta el universo de lo simbólico. Por ello deberíamos ponderar suficientemente este espacio de las relaciones por el fundamental papel que desempeñan en la integración social y la calidad de vida de las personas, ya que es a través de este espacio intangible pero real de las relaciones interpersonales donde se pone en juego concretamente, la posibilidad de satisfacer las necesidades materiales de las personas.

Es así que la Encuesta de la Deuda Social Argentina dimensiona los indicadores de satisfacción – insatisfacción en cada uno de estos dos niveles teóricos de análisis, uno el de las “condiciones materiales de vida” y el otro, no material, el cual el Programa denomina “espacio de integración humana y social”

Es éste nivel de análisis en el cual repararemos para la realización de este trabajo final del Seminario de Desarrollo Humano.

Esto adquiere razón en cuanto resulta temática de

investigación de nuestro proyecto de Tesis de Maestría; por lo cual nos limitaremos a evaluar el capítulo referido al trabajo y la seguridad social de la Encuesta de la Deuda Social Argentina. El espacio de integración humana y social involucra al trabajo, como una expresión humana básica. Expresión que no sólo conlleva la posibilidad de constituirse como medio para satisfacer las necesidades básicas de reproducción, es también un ámbito de desarrollo que va desde lo más intimo y personal, recorre el entorno familiar y llega hasta la esfera de lo social mismo. Por lo que cualquier suceso que se produzca en la vida laboral de una persona, tendrá su impacto en cada una de esos otros contextos.

Para el análisis de lo referido al trabajo y la seguridad social, la EDSA examina en la población urbana2 una serie de indicadores que pretenden dar cuenta del nivel de acceso a los derechos laborales.

En especial

la seguridad social;

la calidad del empleo, la

participación gremial y el nivel de ingreso. Más allá de los datos que se analizan coincidentemente con la Encuesta Permanente de Hogares del INdEC en torno al trabajo, el Programa del Observatorio de la Deuda Social Argentina, entendiendo, (siempre desde la perspectiva que brinda el enfoque de derechos) que uno de los caminos hacia el desarrollo personal lo constituye la posibilidad de satisfacer el derecho al trabajo digno y decente, incorpora adicionalmente el análisis de indicadores-satisfactores como el “Deseo De Cambiar De Trabajo” y “El nivel de satisfacción que le provoca el mismo.” Preguntarse en cuanto al nivel de satisfacción que la persona tiene en relación a las condiciones de su trabajo, la cantidad de tiempo que le insume llegar al mismo y el tipo de transporte que utiliza, se presenta como un indicador interesante para el análisis contextual del nivel de satisfacción del derecho al trabajo.

Otro aspecto fundamental es la participación de los trabajadores en los gremios y sindicatos, lo cual no solo constituye un medio para llevar adelante las reivindicaciones de 2

Tengamos en cuenta que según el Censo 2010 del INdEC, el 91 % de la población Argentina vive en conglomerados urbanos.

los derechos del trabajador o del sector; permite también desarrollar actividades de capacitación, formación profesional, formar conciencia en cuanto a las prácticas de seguridad e higiene en el trabajo así como otros aspectos propios de cada actividad. Por lo tanto, incluir en la EDSA una variable como el grado de sindicalización (Asalariados sin Afiliación Sindical) permite estudiar las posibles incidencias en el goce de derechos, de la falta de participación activa de los asalariados en organizaciones que los representan, considerando si se encuentran o no afiliados a sindicatos. c) Evaluación crítica de su diseño metodológico, muestreo y cuestionario No es la intención de realizar en el presente, un trabajo de comparación con la Encuesta Permanente de Hogares del INdEC, pero sin dudas, su trayectoria, alcance y la información recogida durante los años de su existencia, hace que la EPH se nos presente como un importante instrumento de referencia. Por lo tanto intentaremos rescatar específicamente, lo que la EDSA aporta como diferencial al estudio de las condiciones referidas al trabajo, la seguridad social y la agremiación.

En relación a la muestra:

La encuesta de la Deuda Social Argentina, se aplica sobre la base de una muestra multipropósito probabilística, aglomerada y estratificada no proporcional de

hogares

particulares urbanos viene siendo actualizada metodológicamente, con los ajustes necesarios para permitir las comparaciones con mediciones anteriores, las cuales se vienen realizando desde el año 2004.

La primera reflexión que obtenemos de esto es que la conformación de aglomerados urbanos, resulta eficiente ante la presencia de una población mayoritariamente urbana, extensa y dispersa como lo representa la de nuestro país. Dado que la distribución de la población urbana es heterogénea, es decir se reparte entre grandes aglomerados urbanos y otros menores, aquí se presenta una primera subdivisión entre dos dominios:

1- grandes áreas metropolitanas

2- resto urbano interior.

Con

respecto al el muestreo aleatorio estratificado su eficiencia estadística depende

fundamentalmente de las características de los estratos construidos. Cuanto más se parezcan entre sí los componentes de un mismo estrato y más se diferencien de los elementos de los otros estratos mayor sentido tiene la estratificación. Para este tipo de muestreo es de suma importancia contar con información previa respecto de la población a estudiar.

Este

particular estaría resuelto al disponer de una gran cantidad de información de la población a través del Censo Nacional de Población y la EPH, con lo que la Encuesta de la Deuda Social Argentina, ve facilitado el armado tanto de los aglomerados como de los estratos de la muestra.

Si bien para la selección de las unidades de análisis de las grandes áreas metropolitanas, el Anexo Metodológico correspondiente al Informe 2012 de la EDSA, no deja claro como se realiza, no sucede lo mismo con el resto urbano interior, explicando que en el mismo se aplica un muestreo probabilístico proporcional según el tamaño de cada aglomerado urbano. Siendo además la realidad poblacional de este segundo grupo también muy heterogénea en cuanto a cantidad de población, se lo estratifica en dos estratos:

1- de 80 mil a 200 mil habitantes 2- más de 200 mil excluyendo obviamente a las ciudades de ese tamaño pero que ya forman parte del primer dominio.

Luego de esto, una importante decisión estratégica está dada en resolver la siguiente estratificación a partir de la variable “promedio de años de educación del jefe del hogar.” En efecto, esta variable ha venido, desde estudios previos, dando muestras de su eficacia, por ejemplo como indicador de estratificación social, acercándose muy bien a lo que podría ser el nivel socioeconómico del hogar y además permite seguir estratificando a posteriori con un alto grado de correlación con otras variables. De esta estratificación tenemos 5 estratos en los conglomerados de más de 200 mil habitantes y 3 en los de 80 mil a menos de 200 mil. Esto se explica en razón de en las grandes ciudades se verifican casos

extremos que deben ser tenidos en cuenta aunque su proporción de asignación sea menor a la de la asignación de los casos que se ubican en los estratos intermedios. Posteriormente en una tercera estratificación se aplica un muestreo sistemático de hogares, en la cuarta y última, se busca llegar al segundo universo a describir, las personas de 18 anos y más.

Siendo la aplicación de la EDSA polietápica, no hemos encontrado en los anexos menciones la definiciones teóricas y metodológicas relativas a la periodicidad y construcción de cada una de sus etapas. Esto no ocurre en el caso de la EPH, disponiendo de material en el cual se define: periodicidad, ventana de observación, distribución de la muestra en el tiempo, esquema de rotación y solapamiento. Seguramente el hecho de que habiendo sufrido, la EPH partir del año 2003 un gran cambio conceptual y metodológico, rediseñando cuestionario y captando continuamente la información,

se ha generado

cuantioso el material, tanto desde el INdEC mismo como desde otros sectores, relativo al debate conceptual y metodológico de los cambios introducidos en dicha encuesta.

Más allá de todo esto, el aporte de enorme valoración que a nuestro criterio introduce la EDSA, es sin dudas la construcción de un Índice de Desarrollo Humano y Social. La exigente tarea de reducir en un indicador de resumen las diferentes dimensiones que se investigan en esta encuesta es directamente proporcional a la conmensurabilidad directa del concepto “Desarrollo Humano y Social.” Por tal motivo se ha definido teóricamente que este concepto incluye a aquellas dos dimensiones fundamentales que señaláramos al inicio de este trabajo y que han de ser estimadas: •

las condiciones materiales de vida.



las condiciones de integración humana y social.

El promedio ponderado de ambos índices constituye entonces el índice de desarrollo humano y social el cual expresa, en una escala de calificación de 0 a 10 puntos, donde cero (0) representa la máxima distancia observada a los umbrales normativos mínimos y diez (10) expresa el acceso a las condiciones establecidas por estos umbrales.

En relación al cuestionario:

Reparando siempre y en forma exclusiva en el modulo “Trabajo”, encontramos que a diferencia de la EPH, la EDSA cuenta con un cuestionario mucho más reducido. Efectivamente la encuesta oficial ahonda en muchos más aspectos y de manera minuciosa en por ejemplo cuestiones que tienen que ver con describir la situación de los desocupados, de los sub ocupados; el tipo de actividad y características de la unidad productiva donde el entrevistado trabaja; detalles acerca de los medios de producción y los términos de los intercambios.

Indudablemente las necesidades del Estado de contar con mucha más

información y los recursos volcados en la búsqueda de la misma, hacen que la EPH tenga mucho más volumen de información. Sin embargo la EDSA, además de la información que busca de manera compartida con la EPH, se propone de manera diferencial, indagar acerca de cuan satisfecho o insatisfecho se encuentra la persona con su trabajo, este particular detalle tiene una incidencia fundamental en lo que tiene que ver con entender al trabajo como medio de autorrealización de las personas.

Ya señalábamos el otro aporte particular que constituye la indagación acerca

de la afiliación a sindicatos o gremios aunque entendemos que se detiene sólo en ese dato y nada se pregunta acerca del grado de participación en la vida gremial en el caso que correspondiere. importancia

que

Esta dimensión podría otorgar información acerca del grado de para los trabajadores tendría el hecho de agremiarse

y accionar

colectivamente en defensa de sus derechos laborales. d) Evaluación crítica de sus contenidos temáticos

Un estudio del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación del año 2007, indica que el reemplazo de empleados por la técnica y la concentración económico empresarial son factores que expulsan a los trabajadores dependientes hacia el grupo de desempleados o del trabajo autónomo, ya sea para realizar tareas parecidas a las que tenían durante su empleo o para desempeñar actividades nuevas que les permitan subsistir. Además, el surgimiento de muchos trabajadores autónomos es consecuencia de un proceso de deslaboralización o de “huida del derecho del trabajo” que consiste en evitar la aplicación de las normas laborales, algo que en algunos casos llega a alentarse incluso desde el

Estado.3 Asimismo este efecto de pérdida de derechos, fundamentalmente aquellos que se presentan como indispensables para el goce de otros tantos,

también se verifica en

trabajadores asalariados no registrados, cuyos empleadores no realizan las correspondientes contribuciones al sistema de la seguridad social.

Sin embargo, respecto a esta categoría de trabajadores (sin aportes al sistema de la seguridad social), sería menester reflexionar acerca de la posibilidad de discriminar si la falta de los aportes, tanto de los patrones como de los independientes, es de manera circunstancial, en función del alto costo de los mismos en determinadas coyunturas económicas o bien sistemática y permanente. Esto podría dar cuenta de una determinada conducta evasiva por parte de los aportantes y por lo tanto privativa de la satisfacción de derechos jubilatorios y de salud de los trabajadores, que debería ser mensurada.

En el debate de esta problemática, también deberían estar involucradas cuestiones que tienen que ver con la valoración de justicia de los impuestos, la percepción de los contribuyentes acerca de que es lo que se realiza con sus aportes (eficiencia del estado), el principio de la capacidad de pago, sobre todo en aquellos sectores que se ubican en el límite con la informalidad, justamente en razón de que la carga impositiva tiene una participación enorme en el nivel de actividad de los mismos; como el caso de los trabajadores cuentapropistas de oficio y sobre todo los trabajadores cuentapropistas de subsistencia4

Una última cuestión que nos lleva a reflexionar acerca de los contenidos temáticos de la EDSA es la referida a un derecho consagrado, el cual no está siendo considerado suficientemente. Tal reflexión tiene inicio en el debate existente acerca de la graduación de relevancia de lo que podría ser el catalogo de derechos a satisfacer. Esto incluye la posibilidad de que los derechos que se encuentren en un nivel más bajo, no lleguen a ser considerados prioritarios dentro de la agenda política destinada al pleno desarrollo humano y a la realización de las personas. Sin ocuparnos de la validez de tal escala o motivación que lleva a construir la misma, repararemos si en una esfera de la vida de las personas que 3

Los Trabajadores Independientes Y La Seguridad Social, Serie De Publicaciones De La Secretaría De Seguridad Social. Año Iv. Nº 4. (2007)

4

Según clasificación de Lepore, E. y Schleser, D. (2012)

parecería no ocupar niveles de relevancia en esa graduatoria.

Se trata de uno cuya

medición tampoco se ve contemplada en la Encuesta de la Deuda Social Argentina.

En efecto el tiempo del no trabajo, el tiempo al que las personas dedican su tiempo libre para la recreación, el descanso y el ocio constituye un espacio en el que éstas tienen la posibilidad de recobrar la armonía física y nerviosa afectada por el trabajo; es el ámbito propicio para entablar un nuevo tipo de relaciones sociales (Gorz, 1982); diversión, distensión, gozo personal, fomento a la formación, la información, la capacidad creadora o la convivencia social (Moreno, 2006); se trata entonces de una recompensa por el tiempo, energía y esfuerzos invertidos en la actividad laboral; un modo de expresión de intereses. Hablamos de prácticas de esparcimiento separadas del trabajo, en tiempos y espacios diferentes, aunque en ocasiones puedan realizarse con sus compañeros. Por ejemplo, culturales, lúdicas, deportivas, sociales, políticas, religiosas, manuales, recreativas Muchas de esas actividades pueden ser consideradas como una vía para cubrir una necesidad, justamente la de satisfacer el derecho al esparcimiento. Aproximadamente desde mediados del siglo XX, en las sociedades desarrolladas el esparcimiento y la recreación han ido ocupando un lugar cada vez más importante en la vida de las personas; muchos son los factores que han contribuido a ello, entre otros: el aumento en la expectativa de vida, las mejores condiciones de vida, el incremento del nivel educativo, así como una disminución del tiempo total dedicado al trabajo. De modo que el esparcimiento y el ocio, anteriormente reservados a una minoría, han alcanzado cada vez más a amplios colectivos sociales. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 1948, en su artículo 24 reconoció que: “Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas”. Por lo que para conseguir un estado de bienestar físico, mental y social en todos y cada uno de los miembros de una sociedad, los gobiernos deberían ser capaces de identificar y satisfacer las diversas necesidades de esparcimiento y esforzarse por llevar a cabo iniciativas encaminadas a la satisfacción de ese derecho. El esparcimiento entonces, desde la óptica gubernamental, debería considerarse como un recurso para aumentar la calidad de vida.

Susan Clark, Andrew Harvey y Susan March (1990) han demostrado a partir de una serie de estudios empíricos en diferentes países que dentro de una misma sociedad el uso del tiempo es afectado por distintas variables: el sexo, la edad, el estatus, la situación laboral, el estado civil, la tenencia o no de hijos. Es decir, no puede pensarse al esparcimiento como un conjunto de actividades que son realizadas y vividas de manera homogénea por los distintos miembros de la sociedad, aun siquiera entre sujetos pertenecientes a una misma clase social, sino que son influidos por una serie de estructuras para su desarrollo.

A los fines de operativizar la medición de esta dimensión podríamos ordenar a ésta en algunas sub dimensiones como: •

El tiempo dedicado a esparcimiento



El tipo de actividades, frecuencia y duración



Los condicionamientos demográficos



Los condicionamientos económicos



Los condicionamientos sociales



El esparcimiento como socializador



Expectativas de uso del esparcimiento



Actividades que desearía desarrollar y no desarrolla



Cuestiones que atentan contra su esparcimiento

Indudablemente esto abre el camino a un enorme trabajo en el cual definir los indicadores y construir un cuestionario que puedan aportar información fehaciente y de esa manera formar parte de futuras mediciones de la EDSA. f) Reflexiones finales En función de el recorte efectuado a la evaluación critica del Programa de la EDSA, es decir, habiendo reflexionado exclusivamente acerca del capítulo dedicado al cumplimiento de los derechos laborales de seguridad social, podemos concluir que encontramos dos cuestiones que consideramos deberían

incluirse en el debate de aquellas que

corresponderían formar parte del relevamiento y análisis de la EDSA. Una lo representa el problema de la no registración del trabajo asalariado y el no aporte de la contribución del patrón o cuentapropista. Dentro de este problema se debería poder discernir si se trata de una conducta coyuntural o eventual, cíclica o constante; también indagar acerca de las causas de la no contribución brindaría importante información para trabajar en las correspondientes políticas públicas. Políticas que bien podrían ir tanto en la concientización del problema que representa el no gozar de los derechos de seguridad social y previsionales, como así también orientar la reestructuración de los esquemas tributarios en estos sectores específicos de la actividad económica y productiva de nuestro país. El segundo interrogante, lo compone la necesidad de aproximarnos al grado de satisfacción de un derecho que como señaláramos, no está siendo lo suficientemente visualizado como tal, tanto desde el ámbito estatal como desde la sociedad civil, aunque desde esta última es advertido como un mercado de grandes potencialidades económicas.

Es en efecto el

derecho al esparcimiento. Si bien lo presentábamos como el tiempo del no trabajo, su (para nosotros deseada) inclusión en la EDSA, implica volcar una enorme cantidad de tiempo y energía en recursos; pensando además si la satisfacción de este derecho debería formar parte de otros espacios de estudio al interior de la EDSA. Nos referimos a que, si dado que el esparcimiento tiene impacto profundo en el estado de bienestar físico y mental de las personas y por lo tanto un recurso estratégico para el aumento de la calidad de vida, no debería su observación y monitoreo formar parte de los capítulos dedicados a la salud, recursos psicológicos y capacidades sociales? O bien el de la cultura democrática y vida ciudadana. Este es un camino sugerido para que el crecimiento del Programa continúe y vea así incrementada su confiabilidad como instrumento idóneo para el estudio de la compleja deuda que en estos tiempos nuestra sociedad tiene con buena parte de ella misma. g) Bibliografía. Abramovich, V. (2006) “Una aproximación al enfoque de derechos” Revista De La Cepal 88 http://www.cepal.org/publicaciones/xml/1/24351/G2289e.pdf

Clark, S. M., Harvey, A. S., & Shaw, S. M. (1990). “Time use and leisure: Subjective and objective aspects”. Social Indicators Research.

Gorz, A. (1982). “Adiós al proletariado” (Más allá del socialismo). Barcelona: Ediciones 2001. Mora Donatto, C. (2008) “Derecho al Esparcimiento” www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/6/2975/18.pdf Lepore, E. y Schleser, D. (2012) “La Heterogeneidad Del Cuentapropismo en La Argentina Actual”

Dirección de Estudios y Estadísticas Laborales de la Subsecretaría

de Programación Técnica y Estudios Laborales. Ministerio de Trabajo, Argentina. http://www.trabajo.gov.ar/downloads/biblioteca_estadisticas/toe4_06heterogeneidad.pdf Moreno, V. (2006). “Carpe Diem. Una mirada sociológica sobre la influencia del trabajo sobre el ocio.” Buenos

Aires.

Recuperado

el

16

http://www.salvador.edu.ar/csoc/idicso/docs/sdti037.pdf.

de

enero

de

2009

de

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