ALGUNAS CONSIDERACIONES ALREDEDOR DE LA ANTROPOLOGÍA HISTÓRICA

July 7, 2017 | Autor: Santiago Bustamante | Categoría: Antropología
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Descripción

ALGUNAS CONSIDERACIONES ALREDEDOR DE LA ANTROPOLOGÍA HISTÓRICA

Santiago Bustamante González C.C 98.771.785 Curso Antropología Pedagógica Docente Juan Felipe Garcés Licenciatura en Educación, Humanidades y Lengua Castellana Facultad de Educación Universidad de Antioquia Septiembre de 2014

En presente texto busca proponer una discusión alrededor de algunos temas fundamentales para la antropología, en particular aquellos que toman como base la disciplina histórica y que entran en relación con diversidad de teorías, disciplinas y ciencias. Este marco conceptual, su definición y la descripción de las problemáticas y vínculos interdisciplinarios, tiene como propósito vindicar a la antropología histórica como punto central de los planes de estudio en pedagogía, en particular aquellos que tienen como objeto la enseñanza de la lengua materna. En primera instancia se elaborará una reflexión acerca de qué es antropología histórica. Esta elaboración parte de las lecturas de autores versados en el tema, más específicamente de Christoph Wulf y su Antropología, en la definición tanto de antropología como de la historia y de la interacción de sus implicaciones como disciplina. Por otra parte, se abordarán los temas y problemas más importantes de la antropología histórica, con el propósito de ampliar la definición y observar su campo de estudio. ¿Con qué ciencias, disciplinas y teorías está vinculada la antropología histórica? Responder a esta pregunta implica comprender las disciplinas que fundan la antropología y a la historia por separado, y las nuevas dimensiones y campos de estudio que se abren al interactuar. Para cerrar, sería prudente mencionar aquellos aportes que según el autor puede ofrecer la antropología histórica a la pedagogía y la formación de maestros.

¿Qué es la antropología histórica? La antropología y la historia son disciplinas que se implican de forma mutua: divergen y convergen en sus aportes teóricos y metodológicos. Lévi-Strauss advierte que la antropología apunta a un conocimiento global del hombre, que abarca el objeto en toda su extensión geográfica e histórica. De ahí que Wulf inicie su obra Antropología - Historia, Cultura, Filosofía, desde los inicios biológicos y evolutivos del ser humano: desde esa postura se abre todo el espectro de acción y reflexión de la antropología. Y como consecuencia de ello, la disciplina antropológica aspira a un conocimiento, que es aplicable al conjunto de la evolución del hombre desde los homínidos hasta las razas o etnias modernas, y tiende a conclusiones válidas para todas las sociedades, civilizaciones y grupos humanos, sin importar su tiempo y su espacio. Podría decirse que la antropología describe y explica el fenómeno del Homo Sapiens, la especie humana: sus particularidades físico-biológicas, las interacciones sociales, y la cultura. De ahí que sea una disciplina fundamental: combina los enfoques de las ciencias biológicas, sociales, culturales e históricas. Esto último involucra el origen y la historia de las sociedades humanas, su gestación y desarrollo. La antropología cultural abarca todas las formas culturales presentes y pasadas; se ha dividido en una antropología social y una antropología histórica. Por definición, el acontecimiento resulta ser la unidad de análisis de la historia, y su objetivo no es hacer revivir el pasado, sino comprenderlo. Para esto hay que desconfiar de los documentos brutos, de las supuestas experiencias vividas, de los juicios probables y relativos. Para hacer un trabajo de historiador no basta con hacer revivir una realidad, sino que debe someterse el objeto de estudio a un análisis de tipo científico. La ciencia histórica consiste en el proceso de interacción entre sujeto pensante y el fenómeno de los hechos humanos, para llevar a cabo una interpretación, para evocar el pasado y relacionarlo con su presente. Esta interacción pasado-presente resulta ser sensible en particular para la disciplina antropológica: según el modo como se aplique el método de trabajo, la antropología social estudiará el presente con el método de observación participante y la antropología histórica estudiará el pasado, haciendo uso de los conceptos básico de la historia. De modo que la antropología

histórica ejerce su enfoque sobre lo que ya ocurrió, a través de documentos, restos materiales, relatos de viajes, y las voces que ya no están vivas. Una de las dimensiones de la antropología histórica se desliga de la llamada auto-organización material de la vida: se trata de la irreversabilidad de la hominización y de la historia de la vida. Esto corresponde al carácter histórico y biológico, a la teoría de la evolución, a la "temporalización de la naturaleza y de la hominización", de modo que tiempo e historia se convierten en dimensiones esenciales de la antropología.

¿Cuáles son sus temas y problemas más importantes? Tal como lo describe Wulf en su texto, Herder y von Humboldt "subrayaron el carácter histórico y cultural de la antropología", y según este último la antropología debía "investigar las peculiaridades de las distintas sociedades", las culturas y los individuos, "el ideal de la humanidad", haciendo uso de procedimientos histórico-hermenéuticos y otros tantos "propios de las ciencias naturales, la reflexión filosófica y el juicio estético”, ya que través de la investigación de distintos espacio-tiempos y culturas surge un saber antropológico que contribuye a un mejor entendimiento del desarrollo social y cultural. Nietzsche y Foucault expandieron los temas antropológicos y los puntos de referencia sobre la historia: En tanto antropología histórica, trabaja sobre los resultados de las ciencias humanas y de la crítica de la antropología fundada filosófica e históricamente y las convierte en fructíferas para el nuevo planteamiento de interrogantes. En el núcleo de sus esfuerzos existe una inquietud del pensamiento que no puede ser satisfecha. Las investigaciones de la antropología histórica no se limitan a determinados espacios culturales ni a épocas específicas. En la reflexión sobre su propia historicidad y culturalidad son capaces de dejar tras de sí el eurocentrismo de las ciencias humanas y dar prioridad a los problemas abiertos del presente y del futuro. Uno de sus temas más importantes es la investigación de los paradigmas antropológicos, con el objeto de sacar a la luz las semejanzas y diferencia de las disciplinas que la componen: exponer las tareas y modos de proceder de la antropología histórica y aclarar su importancia para la investigación social y cultural.

Otro tema, que surge de la inclusión de la evolución y de la prueba del parentesco de toda vida, es el carácter que resulta de la comparación entre humanos y animales, una consciencia de los objetos que tiene como consecuencia la apertura del mundo. Con este aspecto se relacionan los actos de percepción del mundo, del cuerpo, y el origen de la cultura, la lengua y las instituciones. Se trata de asuntos abstractos, sin duda, pero de gran importancia para el entendimiento. Otros temas más prácticos podrían enfocarse hacia la investigación cultural, tal como se lleva a cabo en Alemania, con estudios históricos de la familia, la sociedad, la mujer, en última instancia asuntos de la vida cotidiana. Wulf lo describe de la siguiente manera: "El espectro temático va de estudios de casos sobre historias de vidas concretas, pasando por la historia local y regional, hasta llegar a al historia de las mentalidades y la antropología cultural históricas". Esto permite observar no solo temas, sino modos de aproximación a las cuestiones, tipos de enfoques, que no sólo van dirigidas hacia la detallada descripción de los fenómenos y sus interrelaciones, sino también a ofrecer ayuda hacia "la orientación y la toma de decisiones en la acción social". Más cercanos al nuevo milenio, la etnología y la antropología cultural ofrecen otro abanico de posibilidades que pueden ser observadas desde la disciplina de la antropología histórica: la diversidad. Conceptos como cuerpo, lenguaje e imaginación, cobran valor preponderante: a partir de allí surgen nuevos interrogantes. Pero va más allá: los estudios del Centro Interdisciplinar para la Antropología Histórica de la Universidad Libre de Berlín vinculan un aparato múltiple para abordar temas como el "alma", lo "sagrado", lo "bello", el "amor", el "tiempo", el "callar", la "mímesis", la "imaginación", la "mitología de la infancia", la "paternidad", el "cuerpo suprasensible". En lo relativo al cuerpo, un tema central según el cual los hombres transforman su entorno y conforman la comunidad, son el sexo, la vestimenta, la alimentación, las relaciones entre generaciones. Más aún: uno de los temas más fundamentales es el lenguaje: la simbología, el protagonismo de aspectos miméticos, rituales y performativos, el campo de conocimiento en el que surge una combinación harto compleja de aspectos culturales con la antropología histórica.

¿Con qué ciencias, disciplinas y teorías está vinculada la antropología histórica? Debido a su construcción basada en diversidad de disciplinas, construida a través de la relación con diferentes ciencias y la filosofía, el campo de investigación de la antropología histórica dista de ser cerrado. De su flexibilidad parten sus problemas pero también su diversidad de temas. Según las preguntas de la investigación, su misma interacción con otras disciplinas puede llegar a ser muy distinta, más aún cuando el espectro de la cultura humana define sus propios cimientos conceptuales, su teoría y su epistemología. El campo completo de la cultura humana puede convertirse en objeto y tema de la antropología histórica en los lugares y épocas más distintas. Por otro lado, la pluralidad de culturas presupone que las investigaciones se hallan abiertas entre sí, y de ahí que distintas disciplinas como la lingüística, la pedagogía, la literatura, la psicología y la sociología, puedan emerger a la luz de la antropología. Debido a que la misma antropología histórica es el resultado de una "posición científica a partir de la cual se investigan cuestiones y temas de tiempos y culturas diversos", también estas especialidades pueden disolver sus fronteras, "volverse interdisciplinares". La antropología histórica está vinculada de tal manera con otras disciplinas, que es natural para ella relacionarse con nuevas preguntas, con especialidades, y de igual manera con formas de interacción y cooperación científicas, y con métodos de investigación como el histórico-hermenéutico de interpretación textual, la reflexión filosófica, la investigación social cualitativa. "En algunas investigaciones se emplean también materiales artísticos y literarios, de modo que se terminan cruzando las fronteras tradicionales entre ciencia, literatura y arte". Desde este punto de vista, la definición de la antropología histórica gana en fundamento: el propósito central de la antropología es ser consciente de la "fuerte influencia de las tradiciones culturales en el surgimiento de las cuestiones, temas y perspectivas de la investigación (...) y del también creciente cruce de fronteras nacionales y culturales". Otra de las ciencias con las que se relaciona la antropología histórica es aquella que define algunas de sus dimensiones temporales: la teoría evolutiva: el largo proceso del desarrollo que se llevó a cabo en la Tierra que condujo al proto-humano,

"en cuyo transcurso la hominización se realiza como una morfogénesis pluridimensional a partir de la interacción de factores ecológicos, genéticos, cerebrales, sociales y culturales", que a la vez abren nuevos campos de estudio y de interrelación investigativa.

¿Qué aportes puede ofrecer la antropología histórica a la pedagogía y la formación de maestros? Comprender la definición de antropología, observar sus repercusiones y sus interacciones con las teorías, disciplinas y ciencias, más aún, vislumbrar el alcance de sus temas y campos de estudio, nos ha permitido argumentar que la antropología precede a la pedagogía, y que esto plantea cuestiones básicas, esenciales, sin las cuales la pedagogía sería una herramienta cuyo uso estaría sometido a las veleidades de cada instante, a los caprichos de los actores del proceso educativo, sin un propósito que la guíe y sin una base que le dé sentido. Podríamos hablar de la antropología histórica como aquel estrato epistémico que precede a todo el conjunto de prácticas pedagógico-didácticas, su fundamento y soporte, su razón de ser y su dirección: la condición antropológica, en cuanto describe la enseñanza como proceso de humanización en sus dimensiones principales, dirige cada posible acción educadora. Y para tener éxito en la dimensión transformadora del hombre, siendo tal el propósito de la pedagogía, hay que partir del reconocimiento de sus verdaderas posibilidades. Es allí donde debe hacerse presente el estudio de la antropología, no sólo histórica sino científica, filosófica y cultural. La disciplina antropológica, dentro de los planes de estudio que se enfocan en la formación de docentes, en especial de educación básica en lengua materna, ha de capacitar a educadores y pedagogos para entender las cuestiones educativas con capacidad reflexiva y crítica. Un asunto de perspectiva. Un ejemplo esencial es la hominización, el proceso evolutivo de la biología del Hombre, cuyas implicaciones ubican en un mismo nivel a toda manifestación cultural y social desde la remota antigüedad de las civilizaciones hasta nuestros días.

En un terreno investigativo, la antropología histórica deberá proporcionar guía y sustento a la hora de esclarecer asuntos de vital importancia tales como la transmisión cultural, y fijar la atención en los cauces de mediación. Una disciplina, la antropología cognitiva, ha influido en esta perspectiva, cuyas implicaciones e interrelaciones disciplinarias son vastas, sin embargo, más aún, ha dotado de herramientas de análisis para comprender cómo se transmite la cultura. Esto es de valor extraordinario para cualquier maestro en formación que se preocupe de impartir el conocimiento, de abrir los ojos a las formas de expresión, sin perder en ningún momento perspectiva de aquellos sustratos cognitivos, culturales, epistémicos e históricos de los cuales hacen parte cada uno de los actores de la educación. Esto no solo daría sentido a las prácticas, sino que también involucraría un conjunto de temas tales como la familia, los grupo de iguales por edad, el sexo, el trabajo, la afición, la cultura de masas, y otras de corte pedagógico en rigor como las instituciones educativas formales y no formales. En realidad, la antropología histórica se convertiría en un punto central de la teoría pedagógica: su labor consistiría en compaginar el conocimiento de mecanismos de aprendizaje con el estudio de las formas de aculturación, y en relación con la diversidad de grupos, agentes, actores. Un plan de estudios estaría pues estructurado alrededor de la antropología y, como es natural en la antropología, supone la coordinación con los estudios de otras disciplinas que la nutren, y que en particular componen la disciplina pedagógica. Sabemos que este no es el caso en la Facultad de Educación: los procesos de apropiación del conocimiento, la discusión sobre la cultura, el hombre, la filosofía y la ciencia, las ciencias del lenguaje y la literatura, están siempre en la periferia, y se pretende que sea la pedagogía quien las vincule desde la práctica en el aula de clase. Si bien es cierto que este enfoque no deja al margen elementos tan importantes como la familia, sólo considera cuestiones relativas al aprendizaje. Más aún: el dejar de lado a la antropología histórica, o el solo hecho de vincularla desde la periferia, hace que pierdan relevancia temas más esenciales y cercanos a la base pedagógica misma, como es la consideración de la persona en su integridad, protagonista de la educación.

BIBLIOGRAFÍA

Wulf, Christoph. Antropología: historia, cultura, filosofía. Anthropos Editorial. Universidad Autónoma Metropolitana. México. 2008.

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