ALGUNAS CLAVES PARA EL ABORDAJE DEL LIDERAZGO: UNA VISIÓN DE SENTIDO COMÚN MÁS UNA “YAPA” (Contribución para el curso de ELAPDIS 2014, Buenos Aires, Argentina, 12-14 de Noviembre) J. Fernando Galindo PROEIB Andes, UMSS, Cochabamba, Bolivia,
[email protected] Es la primera vez que voy a referirme el tema del liderazgo en forma explícita, razón por la cual este ensayo tiene el propósito de explicitar mi sentido común al respecto. Asumiendo la complejidad del tema planteo algunas claves para su abordaje con propósitos de auto clarificación personal. Antes de proceder quiero explicitar dos aspectos de mi lugar de enunciación: la docencia e investigación en un programa de estudios interculturales en educación en una universidad pública y las búsquedas y tensiones del contexto boliviano por el reconocimiento de su diversidad cultural y lingüística. Desde mi sentido común, un primer elemento para el abordaje del liderazgo es el contexto. Coincido que no es lo mismo hablar del liderazgo en un contexto público o privado como bien lo planteaba nuestro colega Enrique G. Herrscher en su contribución a la temática de este curso de ELAPDIS. Destaco dos aspectos de la tarea de contextualización del liderazgo, la escala de los contextos y la cultura de los contextos. El liderazgo se manifiesta de distintas formas y asume diferentes sentidos dependiendo de la escala del contexto: macro (por ejemplo países, regiones, empresas transnacionales), meso (por ejemplo organizaciones e instituciones) o micro (pequeñas colectivas e interacciones de grupo). Yendo al segundo punto, también el liderazgo adquiere diferentes connotaciones, funciones y significados en contextos monoculturales, o interculturales. Si bien algunas definiciones, características y funciones del liderazgo de un contexto cultural pueden iluminar el liderazgo en otros contextos, probablemente también puedan crear zonas oscuras y ciegas del fenómeno. Por ejemplo, considerar la cultura del contexto puede ayudar a relativizar la tentación de extrapolar muy fácilmente el bagaje de conocimiento producido sobre el tema en el área de los estudios administrativos y organizacionales a otros ámbitos. Un segundo aspecto a considerar en el abordaje del liderazgo es la historia en el contexto y escala de interés, sea este una empresa, una comunidad, una institución como la universidad, u otro. El liderazgo no es algo estático sino dinámico que responde de múltiples maneras a contextos cambiantes. La manera como se concibe, ejerce y funciona el liderazgo no es la misma hoy que hace cincuenta años, aunque en el abordaje histórico es importante considerar no sólo los cambios, sino también las continuidades en los estilos, definiciones y funciones del liderazgo. Por ejemplo, en términos muy abstractos se puede plantear que en términos de estilo en las últimas décadas hemos ido pasando de estilos burocráticos y de control a formas más flexibles de liderar, aunque también cabría preguntarse sobre las formas burocráticas implícitas en las formas flexibles de liderar. Un tercer elemento que creo es importante considerar son las estructuras sociales (institucionales, organizacionales, etc.) en las cuales se ejerce el liderazgo. Estas estructuras sociales posibilitan y restringen al mismo tiempo el florecimiento de ciertos tipos de liderazgos y el acceso de ciertos actores a funciones y posiciones de liderazgo, al mismo tiempo que restringen el acceso a posiciones de liderazgo de otros actores. El considerar las dimensiones estructurales también nos recuerdan del carácter social del liderazgo, es decir que no son sólo atributos individuales, socialmente adquiridos, sino fundamentalmente atributos sociales investidos en las personas. 1
Un cuarto aspecto a considerar en el abordaje del liderazgo creo que son la multiplicidad de actores presentes en un escenario particular y que despliegan distintos intereses, recursos, y estrategias. Y estos actores no son iguales sino que configuran complejas relaciones de alianza, colaboración, cooptación y conflicto latente y abierto. En este contexto los así llamados líderes son actores que establecen relaciones de poder/saber, y control con otros actores denominados seguidores. Y el considerar las relaciones entre actores nos abren a dos dimensiones cruciales, el poder y las prácticas sociales. El poder que hace explicito la dimensión política del liderazgo y las prácticas sociales que especifican las maneras como las estructuras sociales configuran lo que hacen los líderes como actores. Finalmente creo que un quinto aspecto a considerar es la dimensión epistémica en nuestro abordaje del liderazgo. A pesar de las diferencias teóricas en los estudios del liderazgo, tengo la impresión que, nuestras concepciones de liderazgo están fuertemente marcadas por una visión euro céntrica, que pone énfasis en el liderazgo individual, expresión quizás de una visión política liberal, el liderazgo de los hombres, expresión quizás de una visión todavía patriarcal, y el liderazgo empresarial, expresión quizás del dominio de la lógica de mercado. Considero que en contextos como los nuestros, América Latina, es importante y necesariamente urgente contraponer estas visiones euro céntricas, con visiones y prácticas de liderazgo que provienen de la América profunda, de las comunidades indígenas, campesinas, barriales, y otras para ir construyendo visiones del liderazgo desde abajo. Por ejemplo en las comunidades indígenas aymaras de Bolivia el liderazgo tiene dimensiones comunitarias y espirituales aparte de sus dimensiones sociales y políticas. El ser líder, autoridad responde a una lógica comunitaria de rotación de cargos, uno no elige ser líder, sino es elegido líder como parte del proceso de ser jaque (persona), respondiendo a una lógica de rotación de cargos. El liderazgo es un aprendizaje, una sintonía con uno mismo, una forma de templar el carácter como persona (jaque), que ha pasado por diferentes experiencias y aprendizajes de otros cargos menores. Ser autoridad, líder, es un servicio que implica una fuerte inversión de tiempo y recursos, ya que durante la duración de su cargo, los y las líderes (la pareja) visitan a todos los miembros de su comunidad, enterándose de sus problemas, dando consejo, resolviendo conflictos y recogiendo necesidades. Por esta inversión de tiempo y dinero a veces algunas familias no quieren ser autoridades, pero la comunidad los obliga por el sistema de rotación de cargos1. Por otro lado, yendo al otro lado del continente, Chiapas, México, es ya de sobra conocida, sobre todo desde la irrupción Zapatista, la frase de mandar obedeciendo, que nos recuerda que el poder social se concentra en la comunidad. El poder del líder solo se ejerce de tanto en cuanto el colectivo se lo permite. .. Estos pequeños ejemplos sobre el liderazgo social imbricado en la vida de nuestras comunidades nos recuerdan e interpelan del gran desafío que tenemos de mirarnos con ojos propios, sin que esto signifique cerrarnos a lo que se produce en el mundo, de la necesidad inclusive de aprender no solo lenguas extranjeras, sino también lenguas indígenas para pensarnos de otro modo y actuar en el mundo de otro modo.
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Agradezco a mi colega Marina Arratia del PROEIB-Andes, Universidad Mayor de San Simón por las ideas contenidas en este párrafo.
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