Alfonso Reyes-Macedonio Fernández: Correspondencia 1929-1937

June 9, 2017 | Autor: Garcia Hamburg | Categoría: Alfonso Reyes, Macedonio Fernández, Correspondencias literarias
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Descripción

U NIVERSIDAD

DE

M tXICO

Alfonso Reyes I Macedonio Fernández: correspondencia

1929-1937 CARLOS

GARCiA

ParaA.C. Primera vista, nada en común pare~

/!.

cen tener el movedizo ysociable polígrafo mexicano Alfonso Reyes (18891959) Yel argentino Macedonio Femández (1874-1952), hombre medirabundo yparco, serio humorista, alegre pensadorde metafísica y "belarte", eclipsado padre de la vanguardia. Dos cosas, sin embargo, los unen, siquiera de modo superficial: una es la pasión IXJr la escritura, aunque cada cual la vivió asu manera, harro diferente. Otra, el afecto y el respeto que ambos suscitaron en quienes los conocieron. Por vocación y por oficio, se movie~ ,on en ámbitos disímiles: el mundano y trashumante Reyes representó dignamente asu país, ya como escritor ya como em~ bajador, en Madrid, París, Buenos Aires y Río de Janeiro. Más tarde, radicado en México y reconocido como una de las plumas más elegantes de Hispanoamérica, continuó su labor en pro del humanismo y las letras. De otro natural yotros intereses, Ma~ cedonio (como prontO serra conocido) se li~it6 a algunos barrios de Buenos Aires, pero influyó en la juventud de la vanguardia literaria argentina en las décadas de 1920 y 1930, desde que Borges comenzara, a partir de 1921, a introducirloen ella. Su obra es la más singular producida por ~ argentino en el siglo xx. El Museo de la """"la de la erema, de aparición pósnuna, pero de subterránea presencia en los ámbitos literarios porteños desde 1926 hasta supublicaciónen 1967,eselmásraclical intento de modernidad que se arriesgara en el país. (La edición canónica de Museo es la realizada por Ana Camblong para la colección Archivos, en 1993.) Objeto de este breve trabajo es recoger yglosar dos tesrimonios inéditos de la

relación entre Reyes y Macedonio, surgi~ da durante los años en que don Alfonso fuera embajador de México en Buenos Aires. La lista es, por cieno, exigua. Nin~ gún documento se conserva en la Biblioteca de Alfonso Reyes (Capilla Alfonsina, México, D. E), que dirige su nieta, la doctora Alicia Reyes. Los testimonios aquí ofrecidos proceden del archivo de Macedonio Fernández; fueron amablemente cedidos por su hijo, el esforzado y afable Adolfo de Obieta. Reyes y Macedonio se conocieron, quizás, en la cena que el periódico por~ teño Martín Fierro ofreciera al primero el 7de septiembre de 1927, a poco de que don Alfonso asumiera el cargo de embajador de México en Argentina (cuando menos, Macedonio estaba invitado a ella). Por estas fechas, Macedonio era aún una devo~ ción deJorge Luis Borges; imagino, pues, que éste debe haberlo presentado a Reyes, por quien Borges llegaría a sentir gran afecto y, sobre todo, respeto intelectual. La primera constancia hológrafa de la relación entre Macedonio y Reyes es de agosto de 1929:

Esquela de Reyes a Macedonio, Buenos Aires, 30 de agosto de 1929, una página manuscrita (dirigida a "Sr. Dn. Macedonio Fernándezl Otamendi 622 I Ciudad" -domicilio de sus hijos-, en sobre con matasellos del31 de agosto de 1929):

los Cunde",o, del Piara, de que eslá lan complnciJo y honrado.

Reyes h"bía remirido el 11 de abril de 1929 (Diario, 265), el mismo día en que conviniera con Evar Méndez los términos del conrrarop'dta la publicaciónde los CuadL'TIlOS del Plalll, I una misiva a Bor· ges: "pídole active colección de Macedonio Femández", La misma fuente consigna el 5 de mayo de 1929 (Diario, 275): "Escribo a Macedonio Fcrnández, normalizando invitación par~ Cuadernos del Plara."Ninguna de esas cartas parece haberse CO~ servado (no figurc'ln, cuando menos, en la Capilla Alfonsina ni en el archivopóstumo de Macedonio).' Hacia el 15 de agosto de 1929, Reyes recibió, a rravés de Evar Méndez (ex director del periódico Martín Fierro --que diera nombre a WCJ¡.l una generación literaria porteña- y editor de los Cuadernos del Plalll), la noticia de que Macedonio, tras varias idas y vueltas, había entregado por fin lo::; manuscritos para la selección de trabajos suyos que debía aparecer en los Cuadernos. Pese al encargo de Reyes y de lo que cuentan las leyendas locales, no fue Borges quien sonsacara a Macedonio los materiales para la antología, sino don Alfonso, según consta en otra correspon~ dencia inédita. (La publicación de un libro llamado El recienoenido, diferenre de Papeles de recienoenido, estaba planeada por Editorial Proa ya desde 1925, según surge de tres anuncios aparecidos en el pe~ riódico Martín Fierro, entre enero y julio de ese año; cfr. Carlos García, 2000b, capírulos "1925" y "1929"). Sin embargo, yapesarde la euforia de Méndez yde la esquela de Rey.es, es probable que Macedonio volviera a cambiar de idea: los textos que finalmente aparecieron

I

Al respecto, cf. Carlos Garda 20C0a, cap. m

("Cuaderno San Martln y los Cuaderno, del Piara"), donde se alude al papel jugado por Revesen

[Membrete:] EMBAJADA DE MBuCO

la colección.

BsAs30.viii.929

Z Por estas fechas. y de forma paralela a la confección de Papeles de Recienuenido, tiene lugar la colaboración entre Macedonio y Reyes en

[Rúbrica:] Alfonso Reyes saluda a su distinguido amigo el Sr. Do. Macedonio Femández y --con vivo agradecimien~ to-Ie acusa recibo de sus originales para

.72.

el marco de la revista Libra (un número, aparecido con colofón del 22-VlII·29). Macedonio publicó allí fragmentos del mítico texto que se convertiría en Museo de la nooela de la eterna.

)

UNIVERSIDAD

en Papeles de reoowenido no son "originales": toda; ellos habfansido publicada;, desde 1922, en diversosórgana; poneña;: Proo (primera ysegunda épocas), Martín Fierro, lA Gaceta del Sur, Pu~o y Carátula. El material presentado por Macedonio habría dado un libro grueso, pero el aparecido en diciembre de 1929 contiene apenas 74 páginas, elegidas y ordenadas por Méndez. Entre los textos previstos por

Macedonio para la imprenta, aparre de algún inédito, habrá figurado "Una novela que comienza", "Brindis a [Leopoldo] Marechal", "Brindis aNorah Lange" y "Evar Méndez" -contribución que éste recha·

ro, imagino, para no suscitar la impresión de vanidad (mi conjetura acerca de los materiales entregados por Macedonio se basa en sus tratativas con el poeta peruano Al· benoHidalgo, en 1927, para publicar una recopilación de sus escritos; cfr. OCMF, Il, 90). Menos el primero, que apareció 1941 en Chile (OCMF, Vll), ninguno de los orros textos fue publicado, en vida de Macedo-

DE

MeXICO

cierta predilección y con quien mantuvo nutrida correspondencia. Los comensa~

les, apane de Reyes ysu esposa Manuela: Francisco A. Colombo (impresor), Evar Méndez (editor), Victoria Ocampo, Silvina Ocampo, Jorge Luis Borges, Maria Rosa Oliver, Guillermo de Tone, Norah Borges de Tone, Francisco Luis Bemárdez, Eduardo Mallea, Ricardo Molinari, Alejandro Sirio yAlejandro Xul Solar (Diario, 293). Macedonio no asistió al banquete, a

pesar de la invitación arriba reproducida. Su ausencia no debe ser sobrevalorada, ya que se sustraía a menudo a tales celebracio; nes. En este caso concreto, sin embargo,

la renuencia de Macedonio puede haberse debido a la presenciade GuillermodeTone, cuñado de Borges desde agosto de 1928, quien había ocasionado un entredicho con una publicación madrileña en junio de ese año, a consecuencia de la cual tarn~

nal en la proliferación nacionalista de una

familia y culrura comunes: la ibero-ame~ ricana, puede creerse que sois persona

nio, en algún libro suyo; confonnan ahora

bién se enfadaran Macedonio y Borges entre sí (cfr. Carlos Gareía 2000b, capftulo "1928"). El grupo listado será, con pocasexcep-

la reedición del Recienvenido (considera-

dones,

el mismo que confonnará ¡xx:o

ramiento del desplegarse temperamental

blemente aumentada por su editor, Adol·

después, a partir de comienzos de 1931, el

de lo ibero-americano con eximici6n de

fo de Obieta; cfr. OCMF, IV).

núc1eode la prestigiosa revista Sur, funda~

aconsejarnientos de lo no ibero-arnericano

da ydirigida por Victoria Ocampo, proyecto que ya estaba gestándose por esas fechas. Hacia octubre de 1930, el título planeado para la revista era aún Nuestra América o América y Cía. (hacia fines de 1930 se decidió bautizarla Sur). Reyes abandonó Argentina en 1930, con rumbo a Brasil. De Macedonio a Re-

sea anglo-americano o europeo.

dores inter ibero;americanos de la His-

yes se conserva en el archivo póstumo de

toria Continental. As( os vemos ausen; taros como nuestro Embajador y llegar

de los Cuadernos del Piara (incluyendo al

aquél apenas una misiva del 19dediciembrede 1937 (reproducida en OCMF, 11,118119), que parece no haber sido enviada. Gracias a Adolfo de Obieta he accedido al manuscrito de la segunda yúltima pági-

impresor y al ediwr) el próximo lunes 28

na, que contiene algunas variantes:

Esquela de Reyes a Macedonio, Buenos Aires, 19 de octubre de J 929, una página manuscrita.: [Membrete:] El EMBAJAOOR DE M8
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