ALBERTO DE SINSENAT: REALIDAD Y FICCIÓN

May 25, 2017 | Autor: J. Rodríguez Herm... | Categoría: siglo XX, Biografías, Historia De Extremadura
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Descripción

ALBERTO DE SINSENAT: REALIDAD Y FICCIÓN En recuerdo de Asunción Hermosell y Manuel Navarro. En 1922, un año antes de que Miguel Primo de Rivera impusiera su directorio militar en el periodo final del reinado de Alfonso XIII, las cosas estaban animadas por Barcarrota. En años precedentes habían aparecido instituciones como la sociedad de vecinos “La Benéfica”, para gestionar las fincas comunales del término municipal, y movimientos políticos contestatarios como la Juventud Socialista, convertida en Agrupación Socialista en 1923 (sociedades obreras vinculadas a la Casa del Pueblo como El Renacimiento y El Progreso habían sido también protagonistas en las dos primeras décadas de siglo). Pues bien, a comienzos de los felices veinte se manifestaron dos fenómenos inéditos a nivel local: la irrupción y el auge del football y la publicación de la revista semanal Barcarrota. En cuanto al deporte rey, un pionero Sporting Club dio rápido paso a la Sociedad Deportiva de Barcarrota en 1921 ó 1922. Los primeros presidentes fueron José Velasco Calaff, José Barriga (en septiembre de 1924 designado vicepresidente de la recién constituida Federación Extremeña de Clubs de Fútbol); y Wenceslao García, desde abril de 1925. En la temporada 1924-25 la Deportiva barcarroteña jugaba el primer campeonato regional frente al Cacereño, el Sport Badajoz, el Emérita y el MZA de Mérida, el Extremadura de Almendralejo y otros equipos de Zafra, Villafranca y Montijo. Sin embargo, dicho club ya tenía importante presencia en 1922, como atestigua el diario badajocense Correo de la Mañana de 19 de diciembre. La jugosa noticia habla de la inauguración del campo de fútbol, dos días antes, no se dice en qué preciso lugar, si bien podría ser el que habilitaron en lo que hoy se conoce como “El balón”. La crónica, que firma nuestro personaje Alberto de Sinsenat, comenta que los dos teams o equipos están formados por: Wenceslao García (c), Juan y Adrián Poch, Luis Martín, Mariano Mata, Servando y Adrián Bernáldez, José Díaz, Gabino Saavedra, José Larios y N. Martínez, por parte de los rojos; y en los blancos están Enrique García (c), Evelio Iglesias, Sotero y Alberto García, N. Cacho, Joaquín Mata, Pedro Fernández, J. Velasco Naharro, V. Enciso, José Díaz Barriga y Francisco Falcón. Destaca el juego de Wenceslao García y los dos goals de Gabino Saavedra. Arbitraba quien lo cuenta, Alberto de Sinsenat; y la señorita Amalia García junto al presidente Velasco Calaff hicieron los honores de la inauguración oficial en el centro del field o terreno de juego. El Correo de la mañana de 27 de diciembre, por su parte, recoge otro escrito de Sinsenat: “La Sociedad Deportiva ha sido todo un éxito”. El 25 volvieron a jugar los dos equipos locales, con nuevos participantes como Mangas, Santiago Burgos y Llinás. Se cuenta también que el día 30 habría un festival benéfico en el salón teatro Guerra para recaudar fondos destinados a la construcción de asientos en el campo de fútbol. Se pondría en escena la comedia sentimental, obra del propio Sinsenat, “La mujer fuerte”, musicada con algunas piezas del maestro Juan Jiménez. Finalmente, tenemos documentada la Deportiva al menos hasta agosto de

1928, cuando juega un amistoso frente al Athlétic Club de Olivenza. El otro asunto que estudiamos de aquella época es la breve existencia de la revista semanal Barcarrota, editada entre el 22 abril y el 3 septiembre de 1922. De ideario liberal y progresista, contará con dos directores, los ya citados Alberto de Sinsenat y Victorio Enciso Pertegás. Éste último era un maestro aragonés que al menos entre 1921 y 1930 está en Barcarrota y en 1941 lo encontramos enseñando en Cádiz, vía Boletín Oficial del Estado. Y en 1923, como atestigua El Socialista de 7 de junio, presenta un acto de “propaganda societaria”, con lo que se confirma que militó al menos entonces en el socialismo barcarroteño (dato que me proporcionó Guillermo Casas, que fue su alumno). Dirige la revista desde el número 10. El primer director es Alberto de Sinsenat, del que hemos visto su interés por los temas deportivos. Pero ¿quién es Sinsenat? Parece cierta su procedencia americana, concretamente argentina: Luis González, en un escrito aparecido en la revista de feria de 1985, se refiere a él como “un señor, mitad americano, que lo trajeron de Badajoz unos paisanos. Creo que era un aventurero. [...] decía que era médico” y estuvo por aquí “una temporada”. D. Guillermo Casas, hombre de gran memoria aun en sus últimos años de vida, nos refirió que “se hizo pasar por médico” y logró engañar a todos, hasta que fue casualmente descubierto. En fuentes contemporáneas también se evidencia esta cuestión: Narciso Bou Prats, en un artículo de noviembre de 1924 publicado en el diario pacense La Libertad, habla de un “falso galeno” y se refiere a la efímera publicación barcarroteña. La propia revista en el número 8 dice que sale “con dirección a Madrid, donde pasará una corta temporada con objeto de arreglar unos asuntos, nuestro querido director don Alberto Tomás Casado”. El mismo Casado que, en el número inaugural de la revista, habla en el homenaje al Dr. Pita, recién operado, según relata José Velasco, otro de los protagonistas de esta historia y aquel tiempo: “Su voz dulce, su acento cariñoso y sus conceptos desarrollados con gran elocuencia pusieron suspenso el auditorio [...] Nos resta aplaudir al doctor Casado, que con tanto acierto recogió las aspiraciones de todos, iniciando y organizando este acto, el más solemne...” En una web de genealogía hallamos a un Alberto Tomás Casado hijo de los españoles José A. Casado y María Pita. Parece claro que Sinsenat es un pseudónimo de Alberto Tomás Casado Pita, pues la poesía “Son tus ojos”, del número 3, la firma Atip Odasac, o sea, Casado Pita. ¿Pariente, por tanto, del doctor Pita Cobián? Pudiera ser, no es un apellido muy común en Extremadura. Su nombre aparece en prensa por primera vez en diciembre de 1921, cuando se da noticia de la “comida íntima” que celebran ciertas personas relevantes como el alcalde Antonio Ortiz, Damián González, Narciso Bou Prats, el médico Alberto Tomás Casado y el industrial Eliseo Merchán. Luego lo vemos como miembro destacado de la Sociedad de Médicos y Farmacéuticos de Barcarrota homenajeando al Dr. Pita Cobián. Terminada la aventura del semanario Barcarrota, colaborará en el Correo de la Mañana entre diciembre de 1922 y febrero de 1923 con siete escritos, así que parece que aún no ha sido totalmente descubierto. En todo caso, su serie de artículos “De Buenos Aires a New York a través de la América del Sur” se ve rápidamente interrumpida (a las tres entregas), como le pasó en la publicación local que dirigiera. Es quizás el momento en que se desvela su

misterio y la falsedad de su profesión, aunque ya en el comentario inicial del ejemplar 10 de la revista, “Nuestros propósitos”, Victorio Enciso manifiesta hacerse cargo de la publicación y refuerza sus deseos de luchas contra las injusticias, solicitando que “no se nos juzgue prematuramente” y que se aparten las querellas contra el inefable Sinsenat, sin citarlo expresamente. El Correo de la Mañana da esta curiosa explicación del personaje el 3 de febrero de 1923: “Detrás de Alberto de Sinsenat se esconde un hombre inteligente, de intensa espiritualidad, nacido en América, que las corrientes de la vida, de esa vida de aventuras tan extremeña cuando los conquistadores lo han traído entre nosotros. Sinsenat posee, además de otros méritos positivos, el de ser un brillante escritor que ha colaborado en los diarios más importantes de Buenos Aires”. Tampoco parece muy real esta presencia en el mundo del periodismo argentino. Después de esas fechas no hay ya ni rastro de Alberto de Sinsenat entre nosotros. Internet nos ofrece otros datos: en el Boletín Oficial de la República Argentina con fechas 25/10/1926 y 18/11/1926, Alberto Tomás Casado Pita aparece relacionado con transacciones entre particulares; pero en los boletines correspondientes a 1/6/1918 y 12/5/1930 parece que es perseguido judicialmente por defraudación… Resulta probable que volviera a sus orígenes en la Argentina. Finalmente, por añadir más incertidumbre a su figura, encontramos en la red, a través de una página que publica los registros de entrada de inmigrantes en Estados Unidos que pasaron por la isla de Ellis, en Nueva York (donde se encuentra la estatua de la Libertad), a un Alberto Tomás Casado, español, hijo de Antonio Casado y María Rodríguez, que a bordo del barco American Legion llega a EE. UU. procedente de Buenos Aires el 10 de diciembre de 1923. Y, cuando esto podría encajar, nos dice el registro que el pasajero tiene… 11 años. Así es Alberto de Sinsenat, todo un misterio, acaso un impostor. El que, a decir de la sabiduría popular, aseguraba ser médico sin sé ná.

JOSÉ IGNACIO RODRÍGUEZ HERMOSELL

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