ALASKA, FRONTERA NORTE DE LA NUEVA ESPAÑA

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Descripción

ALASKA, FRONTERA NORTE DE LA NUEVA ESPAÑA


Por: Enrique Moreno Kegel

En un punto determinado de la historia, a finales del Siglo XVIII, Alaska
fue territorio español y por ende, la frontera norte de la entonces Nueva
España, miles de kilómetros cuadrados que se perdieron entre el tiempo, las
guerras, malas administraciones y un sin número de imponderables que
redujeron el entonces vasto territorio a menos de la mitad.

La efímera ocupación de este territorio se basaba en la -BULA INTER
CAETERA–emitida en 1493 por el Papa Alejandro VI, la cual dividía y
entregaba los territorios del "nuevo mundo" a los españoles y portugueses,
ese documento entrego casi por completo el territorio del continente a los
españoles.

El Virreinato de Nueva España extendía entonces sus dominios al norte, bajo
la siempre mirada de inglés y rusos, fue entonces que el marinero Juan
Pérez, comisionado por el virrey Juan Antonio Bucareli, alcanzó en 1774 los
límites de Alaska, llegando al puerto de San Lorenzo, que cambiaría su
nombre a Nootka, hoy Columbia Británica.

En viajes posteriores, Bodega y Cuadra, en 1775 y 1779, alcanzó el paralelo
58º de latitud Norte, reclamando esos territorios para la corona española.

En 1788, una nueva expedición salió con la finalidad de explorar el
territorio norte del continente, así como los territorios en Asia y Oceanía
a cargo del teniente de navío Alejandro Malaspina, la expedición recibió el
nombre de "expedición Malaspina".



El 3 de febrero de 1790 zarpó de San Blas una flota con rumbo al norte del
pacifico, comandada por Francisco de Elisa cuyo objetivo era realizar un
reconocimiento del área y ver si existían asentamientos rusos o ingleses.

Salvador Fidalgo, quien estaba al mando de Barco "San Carlos", dejo rastros
de su travesía en un diario de a bordo, donde estableció los puntos y
puertos a los que llegó, desembarcó en la costa de las islas del Príncipe
Guillermo, tomó posesión del territorio en nombre de la Corona española y
bautizó ese territorio como bahía de Córdova, hoy en día, Puerto Córdova
que aún existe en los mapas como un recuerdo de esta exploración.

Siguió navegando con rumbo norte y fue tomando posesión de la costa,
nombrando los lugares y puertos como Gravina, Mazarredo y Revilla-Gigedo,
lugares que fueron renombrados por los nuevos conquistadores de esas
tierras y que se perdieron en el tiempo.

Años después de sus exploraciones, George Vancouver realizó el mismo viaje,
utilizando los apuntes y mapas de navegación y cambió el nombre de Puerto
Mazarredo a Puerto Fidalgo, nombre que se conserva en los mapas y se ubica
en el estado de Washington, Estados Unidos de América, casi en la frontera
con Vancouver, Canadá.

Así como Puerto Fidalgo, también subsistió a las nuevas conquistas, Puerto
Valdez, nombrado así por Fidalgo en 1790.

A su regreso, encontró a los balleneros rusos en la rivera de Cook
resistiendo a los pueblos nativos del área que los atacaban con furia por
estar en su territorio.

Sin embargo su travesía se perdería en el tiempo, pues mientras surcaba los
mares del norte, la corona española firmaba la primera de las convenciones
de Nutka, que terminaron con la renuncia de la corona a esos territorios a
favor de Inglaterra en los años posteriores.

Esteban José Martínez, también bajo la instrucción de Bucareli, llego y
estableció el fuerte de San Miguel, lugar en que levantó la bandera
española en 1795, precisamente un año antes que las negociaciones del Rey
Carlos IV entregase ese territorio de manera definitiva a los ingleses.

Fueron particularmente dos virreyes los que impulsaron las expediciones a
California y más al norte, Antonio María de Bucareli y Ursúa, envió
expediciones para explorar y colonizar toda la zona costera de California y
para vigilar las incursiones rusas.

Bajo el gobierno de Bucareli, Juan Francisco de la Bodega y Cuadra zarpó de
México y navegó a lo largo de la costa de California, exploró y realizó en
1775, mapas de la bahía de San Francisco. Continuó rumbo al norte y tomó
posesión de bahía de Bucareli, en nombre de España, este lugar, aún
conserva su nombre.

El segundo conde de Revilla-Gigedo, Juan Francisco Güemes, ordenó una
expedición al estrecho de Juan de Fuca donde se ubicaron bodegas, un
cuartel militar, enfermería y viviendas, con el fin de establecer una
colonia española en la zona.

A finales del siglo XVIII España tenía el dominio absoluto del territorio
del continente Americano, de Alaska a tierra del fuego, únicamente el
territorio de Brasil está fuera de sus dominios.

Un continente dominado por un solo país que poco a poco fue perdiendo
posesiones y en un lapso de aproximadamente 30 años terminaría perdiéndolo
todo, esto, cuando iniciaron los movimientos libertarios de las colonias
españolas en América.

Para 1840 de este vasto territorio y de lo que fuera el imperio más grande
del mundo, solo quedaba el recuerdo.


BIBLIOGRAFÍA

Miguel Ángel Puig-Samper. Las expediciones científicas españolas en el
siglo XVIII CSIC. Madrid. España. 2011

Leandro Martínez Peñas y Manuela Fernández Rodríguez (coordinadores). El
ejército y la armada en el noroeste de américa: nootka y su tiempo. Madrid,
España. 2011

http://www.designing-america.com/contenido/la-expedicion-de-
malaspina/?lang=es. Consultado 10 de mayo de 2016.
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