Al borde del eclipse (Entre mímesis y falsa mímesis : Razón situada)
Descripción
Al borde del eclipse. Entre mímesis y falsa mímesis : Razón situada. Introducción La palabra Poetika , que deriva del verbo griego ποιέω que significa ‘hacer’, es la palabra cual nombra el escrito aristotélico que versa acerca de la obra teatral, en él Aristóteles comenta acerca de la naturaleza de la poética y sus modos, además de describir el proceso a través del cual se escribe una fábula con éxito. Sin embargo, en este ensayo no nos ocuparemos de la obra artística teatral, siquiera de la obra artística en sí misma, por el contrario nos adentraremos en la naturaleza del concepto poético ligado en la ratio , entregando una nueva interpretación del objetivo crucial de la obra de Aristóteles, el cual, situados hoy en la llamada por algunos "era técnica" no confiere el sentido que hace siglos entrañaba, por lo que, centrándonos más bien en su esencia, trataremos de extrapolar a un escenario actual aquellas aproximaciones y alcances los cuales es capaz de motorizar, devolviéndole así, a su sentido genuino un tinte de actualidad, tal obra artística. De la mano del acto mismo nos encontraremos con su pariente más cercano, la mímesis, precursor de la creación y de las formas nuevas, pórtico a través del cual se prosiguen materia(objeto) y forma(subjetivización) en una danza elemental y magnética, rehuyéndose a veces entre polaridades aparentemente adversas, se desentienden para ojalá, volver a comprenderse. Buscamos, entonces, una práctica que concilie contradicciones, que abrace el caos, que desordene para reordenar en una sucesión infinita, su curso hacia lo eterno. Para lograr este objetivo trataremos de apoyarnos en los autores contemporáneos Theodor Adorno y Max Horkheimer y su dialéctica negativa detallada en el texto "Dialéctica de la Ilustración" que revela las formas de dominio que saturan a la práctica mimética encerrándola en sí misma, argumentandose circularmente, enardecida viciosamente de una masturbación placentera pero banal, incapaz de reconocer un pasado ni de seminar un futuro. Ya expuesta la crítica a la razón totalizante e instrumentalizadora desde el rechazo a la extirpación de lo que considero sus miembros importantes, se dibujará un escenario posible donde se revitaliza un acontecer sin dominio donde la teoría crítica cobra relevancia y necesidad en un presente abierto a cuestionamiento y por qué no, a la creación.
Entre naturalezas. La actualidad del conocimiento. Cuando nos referimos a ‘actualidad del conocimiento’ tomamos la palabra actualidad en su sentido originario (aristotélico), vale decir, el movimiento constante a través del cual la potencia intelectual se vuelve acto, se perfecciona. Por supuesto que como fenómeno particular el acto de conocer y su movimiento (actualización) posee un ritmo específico, tanto como una forma particular de proceder. Intentamos aquí, develar la naturaleza del conocimiento humano, en tanto que animal racional1, ya que es ésta la facultad que permite el desarrollo de un lenguaje común con el cual nos entendemos en sociedad y sobre el cual se erigen un gran número de expresiones humanas. Max Horkheimer abordará una crítica a la modernidad desde lo que él llama un “eclipsamiento de la razón”, mecánica bajo la cual la razón se subsume importunando procesos fructíferos de conocimiento genuino. Es la razón como facultad intelectiva inherente al hombre la que despliega su capacidad poética en tanto ‘ producción’; “Todo darlugara que algo (cualquiera que sea) vaya y proceda desde lo nopresente a la presencia es poíesis, es producir” dice Heidegger2 . La percepción que actúa en la razón se propone fines, establece reglas, prepara medios y así pone en marcha la acción”3. Sin embargo, la razón, como proceso distintivo de actualización de conocimiento en el hombre se manifiesta en formas variadas que originan tipos de conocimiento diferentes, algunos carentes de ciertos procesos, otros dotados de ciertos procesos, que los distinguen. Pretendo aquí, en la dilucidación de la naturaleza racional tomada desde dos visiones etimológicas diferentes (ratio y logos) explicar su distanciamiento desde su concepción originaria, subyacente a su significado, postulando que el atrofiamiento de la una (ratio) se comprende desde una mancanza del proceso vital que sostiene a la otra (logos), desencadenando dentro de sí una práctica totalizante que desemboca en ‘mito’ relato acumulativo e intercambiable por piezas de oro sólido (o en su defecto, digital). Para mostrar este
Justamente Aristóteles en su libro ‘De Anima ’ incurre en el concepto de ‘racional’ para definir la facultad que distingue al hombre e los animales, 2 “La pregunta por la técnica”, en Filosofía, Ciencia y Técnica, ed. cit., p. 124 (GA 7: Vorträge und Aufsätze, p. 12). 3 ¿Qué significa pensar?, Madrid, Trotta, 2005, p. 48 (Trad. de Raúl Gabás). (GA 8: Was heißt denken?, 2002, p. 65). 1
distanciamiento se recorre la vía por la cual la ‘obra de arte’ o ‘poetica’4 a través de la mímesis imita la realidad dada y percibida para configurar un nuevo sentido desde ésta, hasta llegar a la catarsis donde dicha producción logra su efecto. En contraposición a esta forma creativa y liberadora se pronuncia la modalidad desarrollada por la razón subjetiva, calculadora y conceptualizadora que identifica a través de la “falsa mímesis” los ítems por acumular hasta agotar sus recursos efectuando una “falsa catarsis” donde se arrastra a una novedad por degradamiento. Distinción elemental entre ‘ratio’ y ‘logos’ La palabra ‘razón’ en español deriva directamente de la palabra latina ‘ratio’ la cual a su vez es la traducción de la palabra griega ‘logos’. En rigor estas tres palabras deberían significar lo mismo, pero ya sabemos que a una palabra no le basta tan sólo una significación, sino que a veces posee variadas acepciones. La palabra ‘logos’ suele ser traducida como ‘razón’ pero en primera instancia deriva del verbo ‘ leguein’ que significa decir (en esta acepción encontraremos refugio a la razón poética). En un artículo realizado por Jorge Acevedo Guerra acerca de la razón poética advierte en palabras de Jean Beaufret que: “el griego léguein no significa, en primer lugar, hablar y decir; tampoco significa simplemente recoger y reunir; el léguein no recoge y reúne sino para volver a poner, reponer o restablecer lo que es recogido y reunido en él mismo, respetando en él, el reposo o la postura que le es más propia”5 Esto significa que la forma propia del leguein , decir, consta de una asociación de elementos que son librementes dispuestos al pensamiento para que éste haga su uso de razón pertinente a aquello asociado, ésta relación del leguein con el pensar en cuanto ‘noein’ (de ’ νούς’ ‘intelecto’) que se traduciría directamente por “albergar” es manifiesta por Anaximandro en su definición del ‘decir poético’ también traído a colación por Jorgue Acevedo en su artículo, el cual se caracteriza por ser la función propia de la actividad que realiza quien filosofa. Podríamos decir entonces que el pensar, o ‘decir poético’ se
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Elijo éste tópico por que me parece que en él la capacidad intelectual y creativa del hombre se ve retratada en su máxima expresión, además de albergar en ella prototipos de conocimiento muy reveladores, como es el caso de la mímesis, concepto que Theodor Adorno utiliza para calificar a su ‘fantasía exacta’ como proceso unificador de elementos en un principio desordenados y dadores de una nueva coherencia. 5 Cfr. Beaufret, J., “Le principe de raison”, en Dialogue avec Heidegger, III. Approche de Heidegger, París, Éditions de Minuit, 1974, p. 65.
configura como una producción (poética) originaria de lo recogido, reunido y simultáneamente albergado en el pensamiento. Esta comprensión del pensar desde el ‘logos’ como reunión de escorzos develados se hace patente gracias al lenguaje quien se hace cargo de engendrar la ‘obra poética’, gracias al prototipo mimético que yace en él, la mímesis en cuanto imitación y proceso a través del cual el hombre desde temprana edad comienza a desarrollar un aprendizaje condicionado por lo dado, objeto de su percepción. En palabras de Aristóteles: “Parecen haber dado origen a la poética fundamentalmente dos causas, y ambas naturales. El imitar, en efecto, es connatural al hombre desde la niñez, y se diferencia de los demás animales en que es muy inclinado a la imitación y por la imitación adquiere sus primeros conocimientos….”6 Esta naturaleza mimética como modo de aprehensión inherente al ser humano despliega una infinitud de posibilidades de imitación que el artífice en el proceso creativo recoge y reordena a gusto para lograr la eficacia catártica donde la obra se compone desde sentidos latentes en nuevos sentidos. Así, el proceso emparentado fraternalmente con la ‘techne’ , “el hábito que perfecciona la razón humana en orden de la producción”7 se perfecciona de tal manera que se vuelve arte8 Esta secuencia aprehensiva nos recuerda a lo que Theodor Adorno tildó como “fantasía exacta” proceso a través del cual el sujeto que rechaza lo inmediatamente dado y se subsume a lo particular y conflictivo, generando una reflexión crítica donde las categorías tanto de sujeto y objeto como de idea y naturaleza pierden dominio, proporciona una obra original a partir de la noidentificación de sus partes, mostrando cómo los conceptos pueden ser sintetizados sin el correr el riesgo de encerrarse en sí mismos. La Dialéctica negativa es un ejemplo que nace desde la teoría crítica para explicar la intelección del mundo actual sin dejarse llevar y manipular por lo inmediatamente dado. un orden impuesto que no permite la liberación y la creatividad en
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Aristóteles, Poética, 1448b423. Cfr. Aristoteles, Ética, Gredos, Madrid, 1985, 1140ª120. 8 Lo que diferencia esencialmente a la obra de arte e la técnica radica en que la obra artística “...Proviene de una actitud contemplativa de la realidad; que no actúa como modelo, sino que mueve al artista desde dentro del mismo proceso de realización de la obra. Dicho impulso, originado en la contemplación de lo otro de sí, está presente durante el proceso, otorgando a la obra el carácter de gratuidad que distingue la obra poética de la mera techne”(Cfr. M.A.Labrada, Estética, 128130). Este proceso que acompaña a la obra de arte y desacompaña a la técnica da pié a que al proceso técnico se le desplace fácilmente su arraigo con lo humano y su finalidad por lo material y su utilidad, que, si bien en principio se hallaba estrechamente ligado con aquello útil para el hombre, con su avance como esfera de dominio, se desvirtúa en función de su mera utilidad (saciando impulsos que se dibujan como necesarios, pero que no sobrepasan el marco temporal de lo momentáneo). 7
todas su formas posibles, esto, por que se encuentra estrechamente arraigado a sus densos mecanismos. Por la otra vereda del camino bifurcado del concepto de ‘razón’ nos hallamos con la traducción latina de la misma, ‘ratio’ que según Hobbes relata “ Los Latinos, llamaban rationes a las cuentas de dinero, y al contar mismo lo llamaban ratiocinatio . Y lo que en las facturas y libros de cuentas nosotros llamamos items , ellos llamaban nomina , es decir, nombre; y parece que, partiendo de ahí, procedieron extendiendo el significado de la palabra ratio, y lo aplicaron también a la facultad de hacer cálculos sobre todo lo demás”9 Dentro de la concepción de razón que tiende a nominar y clasificar los hallazgos revelados por el pensamiento se le adjudica una gran habilidad por sumar a ese cálculo todo lo que quepa en él, lo que vendría a ser en el proceso de calcular un resultado, la operatoria bajo la cual identificando los elementos en mí poder totalizo aquellos que no me incumben con tal de que la operación “me cuadre”, no quede descuadrada, otorgándole un espacio específico y una cualidad específica incluso a aquellos objetos fuera de mi alcance. El problema de la razón entendida como ‘ratio’ que se configurará primero como una razón objetiva totalizante y luego como una razón subjetiva totalizante (El fin por el fin, el medio por el medio) no radica en su facultad calculatoria, sino más bien que en su proceso calculatorio ha tendido a la mera acumulación de riquezas y conceptos, esto debido, según mi parecer, a la extirpación del proceso de cognición,connatural al hombre (la mímesis) dentro de sus mecanismos de acción (actualización). La razón calculadora identifica el concepto e instintivamente lo parcela para acumularlo y resguardarlo, generando un estancamiento en la facultad creativa que asocia y disocia los conceptos a libre disposición. Esto lo llamo “falsa mímesis” o estancamiento de la actualidad del conocimiento. El problema de la “falsa mímesis” es que, al igual que a su correlato artístico, conduce a una efecto que podríamos tildar de “falsa catarsis” o degradación del conocimiento por estancamiento, en el cual aquello que por mucho tiempo gozó de ser capturado se desplaza y desecha cuando sus potencias económicas y materiales que yacían dominadas se agotan (recursos o ítems) quedando obsoletas.
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El Leviatán,Madrid, Alianza, 72001, p. 40 (Capítulo 4). Versión, prólogo y notas de Carlos Mellizo.
Conclusión. Podríamos concluir entonces, que el problema de la razón calculadora, instrumental, eclipsada radica en que en su eclipsamiento rechaza formas de conocimiento y procesos extremadamente fructíferos que por lo demás, no le son del todo ajenos. La teoría crítica junto con la escuela de Frankfurt han desarrollado una crítica que logra en cierta medida resolver aquellas contradicciones en la cual la razón se enfrasca. La escritura filosófica a modo de ensayo constelacional y dialéctica negativa son dos salidas plausibles al problema del estancamiento. Sin embargo, se vuelve necesario que en la práctica política y filosófica recaiga una responsabilidad tal que gatille su desbordamiento en sociedad. Integrar estos procesos creativos que proporciona el desarrollo del arte, tanto como simplemente la actividad mimética como proceso connatural del conocimiento a las prácticas de la enseñanza en el aula, por ejemplo, contribuiría enormemente a la creación de horizontes nuevos de posibilidades desde el cuestionamiento del presente.10
Alumna Sofía Evans Profesor Carlos Ossandón Seminario “Escuela de Frankfurt”
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Estos procesos hoy en día no se toman en cuenta a la hora de “pasar” una materia, sino que se entiende la enseñanza como una instancia donde se reúnen profesores y estudiantes para “vomitar” por parte de los primeros ciertos “conocimientos” y para “memorizar” por parte de los segundos, los mismos.
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