Al borde de la guerra: la Crisis de la Corbeta Caldas

Share Embed


Descripción

Alexander Coiro

68 •

EL DESAFÍO DE LA

Colombia y Venezuela han tenido disputas fronterizas desde el mismo instante en que nacieron como repúblicas. El Tratado Michelena-Pombo de 1833 fue el primer capítulo de una serie de discusiones que buscaban aplicar el uti possidetis iure de manera satisfactoria para ambos Estados. Ello devino finalmente en el Tratado López de Mesa-Gil Borges de 1941, tristemente célebre para los venezolanos. Pero, con el desarrollo de nuevos conceptos en relación al derecho del mar, se abrió un nuevo frente de disputas en el Caribe, especialmente en el Golfo de Venezuela.

• Mediante tratados con arbitraje internacional, declaraciones oficiales e incluso iniciativas privadas, Venezuela y Colombia han reclamado para sí, a lo largo de su historia, el archipiélago de Los Monjes (en la imagen). EL DESAFÍO DE LA

• 69

LA LUCHA POR EL ESPACIO VITAL

• El más grave de todos los incidentes que tuvieron lugar entre las naciones colombiana y venezolana en torno al archipiélago de Los Monjes, aconteció durante la presidencia de Venezuela por Jaime Lusinchi (en la imagen).

• Patrullero misilístico ARV Libertad de la armada de Venezuela (PC14). Colección C arlos Hernández González.

70 •

EL DESAFÍO DE LA

La crisis del archipiélago de Los Monjes de 1952 asomó por primera vez la posibilidad de un conflicto relativo a la soberanía sobre este espacio. La postura firme del Estado venezolano hizo que Colombia desistiese de sus reclamos sobre las islas, aunque luego buscaría reafirmar su dominio en el área. Ambas naciones suscribieron la Declaración de Sochagota en 1969, comprometiéndose a delimitar conjuntamente sus zonas marítimas. El proceso se empañó cuando el 26 de marzo de 1971, el submarino ARV Carite interceptó al destructor colombiano ARC Almirante Padilla en aguas del Golfo. Ambos gobiernos se acusaron mutuamente de haber violado sus espacios soberanos, pero al final se impuso el diálogo y el protagonista del incidente dio marcha atrás. A la controversia siguió una tensa carrera armamentista en los años setenta. La Comisión Mixta que se entabló según lo pactado en 1969 produjo la Hipótesis de Caraballeda en julio de 1980. Días después, nacionalistas radicales en Venezuela denunciaron el documento por ser en extremo dañino para nuestra integridad territorial. El entonces presidente Luis Herrera Campíns consultó el proyecto con la nación, recibiendo un sonoro rechazo que le hizo suspender las negociaciones. Las tensiones entre Colombia y Venezuela se encontraron así en un punto muy alto. Era un hecho que ninguno de los dos quería ceder en sus reclamos ni ver modificaciones adversas en su propio mapa. En 1986, el canciller colombiano Julio Londoño Paredes entregó a su homólogo venezolano, Simón Alberto Consalvi, una hoja de ruta para retomar el proceso, pero Venezuela hizo caso omiso. Sin embargo, el 6 de mayo de 1987,

• Corbeta colombiana ARC Caldas. Fotografía de Robert Sheina. Colección C arlos Hernández González.

Colombia invocó el Tratado de No Agresión, Conciliación, Arbitraje y Arreglo Judicial de 1939 para forzar la reapertura del proceso. El presidente Jaime Lusinchi respondió llamando a consultas al embajador venezolano en Bogotá y destacando públicamente que el mismo tratado rechazaba su aplicación en cuestiones limítrofes. La Cancillería indicó posteriormente que ya los presidentes de ambas naciones se habían comprometido con anterioridad a tratar este tema directamente y sin intermediarios. El gobierno venezolano recibió amplio apoyo en el país por la posición adoptada. Colombia decidió entonces aplicar la “hipótesis máxima”.

Pero a las 10:15 pm (HLV) del 11 de agosto, la fragata ARV Brión observó atónita a la ARC Caldas navegando sin luces cerca del archipiélago de Los Monjes. De inmediato empezaron comunicaciones entre los capitanes de los navíos exigiéndose uno a otro la retirada

EL INTRUSO Dicha hipótesis consistía en trasladar la disputa a tribunales internacionales y, a la vez, hacer acto de presencia en las aguas en litigio. Así, la Fuerza Naval del Atlántico ordenó a la ARC Caldas, una corbeta clase Padilla, movilizarse al área considerada por el vecino país como propia. El 9 de agosto, el patrullero venezolano ARV Libertad vigilaba los sectores fronterizos. A las 8:10 am (HLV), detectó la presencia de la ARC Caldas en los 11° 46’ N, 70° 52’ O, al sur del paralelo de Castilletes (12°). Es decir: el barco estaba en aguas venezolanas. La versión colombiana, por su parte, afirma que la corbeta se encontraba en el norte del paralelo, en los 12° 4’ N, 70° 51’ O. Minutos después, el capitán de la ARV Libertad, Alfredo Castañeda Giral, le ordenó categóricamente por radio a la corbeta que se fuera de la jurisdicción venezolana. Luego de vuelos rasantes de varios F-16 de la Fuerza Aérea Venezolana (FAV) y tras momentos de tensión, la Caldas se retiró. Por seguridad, Venezuela incrementó su flota en la zona donde ocurrieron los hechos. Pero a las 10:15 pm (HLV) del

• Durante su presidencia, Luis Herrera Campins (en la imagen) había enfrentado una situación análoga. Cuando las tensiones limítrofes entre Venezuela y Colombia se repitieron en 1987, Lusinchi consultó, entre otras, la opinión de Herrera.

EL DESAFÍO DE LA

• 71

• Patrullero misilístico ARV Libertad (PC-14) el 10 de agosto de 1987, durante el embarque del primer misil.

SUBE LA TENSIÓN 11 de agosto, la fragata ARV Brión observó atónita a la ARC Caldas navegando sin luces cerca del archipiélago de Los Monjes. De inmediato empezaron comunicaciones entre los capitanes de los navíos exigiéndose uno a otro la retirada. Se repetía la situación de 1971. Los F-16 de la FAV hicieron vuelos rasantes sobre la corbeta como medida de disuasión durante quince minutos. Pese a ello, el Gobierno colombiano ordenó continuar y, de hecho, reforzar su posición. Ante este panorama, Lusinchi se reunió el 12 de agosto con su gabinete ejecutivo, y tras concluir que la estadía de la Caldas constituía una acción guerrerista frontal y meditada, decidió el despliegue de la Armada en el Golfo y el traslado de vehículos blindados del Ejército a la Península de la Guajira. Venezuela concretaba la movilización militar más grande en su historia. No obstante, se buscó una solución diplomática. El embajador venezolano en Bogotá, Luis La Corte, se reunió con el presidente Virgilio Barco para tratar el nivel de peligrosidad latente. La nota GM-1627, enviada por el canciller Consalvi al embajador neogranadino en Caracas, reafirmó la soberanía venezolana sobre el golfo y que, hasta ese momento, se había evitado tomar las medidas de rigor, pero que la paciencia tenía un límite.

72 •

EL DESAFÍO DE LA

Venezuela decretó la alerta militar y constituyó un teatro de operaciones en Fuerte Tiuna, para cuya comandancia fue nombrado el general de división José María Troconis. Se aprobaron las “reglas de enfrentamiento” en caso de guerra formal y se activaron fuerzas de tarea para complementar la respuesta. El país vecino también puso a sus tropas en alerta y movilizó soldados hacia La Guajira. El día 16, Colombia respondió la nota GM-1627 aduciendo sus propias tesis limítrofes y apoyando la versión de que su navío se encontraba en aguas propias. Ocurrió que ese

Ocurrió que ese mismo día la corbeta ARC Independiente llegó al sitio de la crisis para relevar de su puesto a la ARC Caldas. Al ver las dos embarcaciones, la Armada pensó que ya se trataba inequívocamente de una intención guerrerista por parte de Colombia y ordenó la preparación de todas sus unidades, con la ARV Sucre poniendo a tiro a la ARC Independiente

• Patrullero misilístico ARV Libertad (PC-14) después de interceptar a la ARC Caldas el 10 de agosto de 1987, en la base naval Mariscal Falcón de Punto Fijo, durante la instalación de los lanzadores de misiles antibuque Otomat.

mismo día la corbeta ARC Independiente llegó al sitio de la crisis para relevar de su puesto a la ARC Caldas. Al ver las dos embarcaciones, la Armada pensó que ya se trataba inequívocamente de una intención guerrerista por parte de Colombia y ordenó la preparación de todas sus unidades, con la ARV Sucre poniendo a tiro a la ARC Independiente. Así, las tropas venezolanas esperaban órdenes para atacar.

EL MOMENTO DECISIVO La situación prebélica también suscitó reacciones internacionales. Varios gobiernos regionales, además del secretario general de la Organización de Estados Americanos, instaron a Colombia y Venezuela a buscar una solución pacífica, así como ambos gestionaban la paz en Centroamérica. El día 17, Lusinchi sostuvo reuniones con el Alto Mando Militar y los ministros de Interiores, Exteriores y Hacienda para hacer una evaluación más completa de la crisis. Horas después, se reunió con los expresidentes Caldera, Pérez y Herrera Campíns, los presidentes de las cámaras del Congreso, los ministros de Interiores y Exteriores y el secretario de Acción Democrática. Hizo lo mismo con los líderes de los partidos políticos del país.

• General de división Eliodoro Guerrero Gómez, ministro de la Defensa en agosto de 1987. Colección C arlos Hernández González.

EL DESAFÍO DE LA

• 73

• Movimientos efectuados por las corbetas Caldas e Independiente del 9 al 17 de agosto de 1987. Dibujos de Nicos Chionis tomados de Alfredo Castañeda. El día que iba a lanzar el misil (Caracas, 1995).

Barco también tuvo un cónclave con su Alto Mando Militar. Allí, estudiando la correlación de fuerzas, se llegó a la conclusión de que Colombia estaba en desventaja táctica y armada frente a Venezuela. Barco manifestaría su preocupación al sentirse mal asesorado en cómo abordar la situación, por lo que decidió ordenar el retiro de la corbeta. Al anochecer, el gobierno venezolano finalmente aprobó el ataque contra la corbeta Independiente si no abandonaba el espacio marítimo venezolano. El ultimátum formal quedaba por anunciarse. Se libraron órdenes a todas las unidades para que asumieran estaciones de combate. A las 11:45 pm (HLC), la Radio Nacional de Colombia transmitió el mensaje de Barco en el que ordenaba la normalización del incidente. Minutos después, la Armada colombiana formalizó el retiro a la ARC Independiente del Golfo. Las unidades de la Armada de Venezuela vieron cumplir el repliegue hacia las dos de la mañana. En la noche del 18 de agosto, Lusinchi confirmó el retiro de la corbeta y rechazó cualquier medida de fuerza para negociar la frontera en el Golfo. Añadió que Venezuela sería firme en defender sus espacios marítimos, alabó a las Fuerzas Armadas por su desempeño e invitó al gobierno colombiano a la reflexión. Días después, Barco expuso que los problemas como este debían resolverse sin enfrentamientos ni daños a las relaciones bilaterales, pero manteniendo sus reclamos. La tensión vivida disminuyó con el pasar de los días, y ambos países volvieron a sentarse a conversar en 1989, dejando atrás el incómodo incidente.

74 •

EL DESAFÍO DE LA

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.