Agencias de Noticias de América Latina en el siglo XXI: informe preliminar de investigación

June 15, 2017 | Autor: Pedro Aguiar | Categoría: Political Economy of Communication, Media and Democracy, Political Economy of the Media, Latin American media systems, News agencies, Geopolitics of information, Brazilian media, Brazilian mass media, Media, Governance and Democracy, (Alternative) news agencies, Argentina Media, Media in Mexico, Economía política de la comunicación, media studies, social movements in global south and new Left politics, Strategic Communication and Contentious Politics - Media and Politics - Media and Foreign Policy Analysis - Social Media - Social and Political Movements - Media and Democracy - Political/ International Communication -, Left Politics, Social Theory, Media and Text Studies, UERJ, News Agency Journalism, Distintos Proyectos De Comunicación Desarrollados Por Organizaciones Y Movimientos De América Latina, Online Media In Latin America, Latin America Media Systems, Latin America Media, Circulation Des Informations, Communications Culture and Caribbean Society, News Agency, Latin American Literature and Mass Media, Turn to the Left In Latin America, Economia Politica De La Comunicacion, Agencias de noticias, Agencias de prensa, Caribbean and Mexican Media and Culture, International News Agencies, Communication Theory; New Media; Media and Caribbean Society., Brazilian Media Studies, Geografias da Comunicação, news agencies in Latin America, Unión Latinoamericana de Agencias de Noticias, Prensa Latina, Télam, Geopolitics of information, Brazilian media, Brazilian mass media, Media, Governance and Democracy, (Alternative) news agencies, Argentina Media, Media in Mexico, Economía política de la comunicación, media studies, social movements in global south and new Left politics, Strategic Communication and Contentious Politics - Media and Politics - Media and Foreign Policy Analysis - Social Media - Social and Political Movements - Media and Democracy - Political/ International Communication -, Left Politics, Social Theory, Media and Text Studies, UERJ, News Agency Journalism, Distintos Proyectos De Comunicación Desarrollados Por Organizaciones Y Movimientos De América Latina, Online Media In Latin America, Latin America Media Systems, Latin America Media, Circulation Des Informations, Communications Culture and Caribbean Society, News Agency, Latin American Literature and Mass Media, Turn to the Left In Latin America, Economia Politica De La Comunicacion, Agencias de noticias, Agencias de prensa, Caribbean and Mexican Media and Culture, International News Agencies, Communication Theory; New Media; Media and Caribbean Society., Brazilian Media Studies, Geografias da Comunicação, news agencies in Latin America, Unión Latinoamericana de Agencias de Noticias, Prensa Latina, Télam
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Descripción

COMISIÓN: 1.3 Propiedad, grupos de comunicación y estructura de medios TÍTULO: Agencias de Noticias de América Latina en el siglo XXI: informe preliminar de investigación

Autor: Prof. Ms. Pedro Aguiar Institución: UERJ (Universidad del Estado de Rio de Janeiro) País: Brasil Correo electrónico: [email protected] Síntesis curricular: Pedro Aguiar es maestro por la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ) y presentemente alumno de doctorado en la Universidad del Estado de Rio de Janeiro (UERJ). Es becario por la Fundación de Amparo a la Investigación del Estado de Rio de Janeiro (FAPERJ), Brasil. RESUMEN: El artículo presenta resultados de las dos primeras etapas de la investigación de doctorado desarrollada por el autor (sobre estrategias de las agencias de noticias estatales del sur Global) para el recorte geográfico de América Latina y Caribe. Desde categorías de análisis desarrolladas con base en la literatura especializada en agencias de noticias (Boyd-Barrett, Thussu y otros) y perfeccionadas a partir del recojo de datos documentales de aceso público, se hace comparación entre ellas a fin de identificar tendencias, innovaciones y dificultades enfrentadas en cada una de las agencias. Se busca trazar un panorama actualizado y empírico del sector de agencias de noticias en el contexto de la perifería global y en el latinoamericano en particular. Hasta el momento, es posible constatar movimientos como la opción por el contenido abierto – que pone en jaque la relación suministrador-cliente, típica de las agencias –, la reestructuración de

agencias en los países de la “Vuelta hacia la Izquierda”, la distinción de modelos entre las esferas latina y anglosajona, y una pelea contra los conglomerados privados por hegemonía en la circulación de contenido periodístico, especialmente para la prensa regional y periférica. Palabras clave: agencias de noticias; Estado; América Latina; indústria de la información.

El sector de las agencias de noticias, como suministradoras estructurales de los medios en el sistema internacional de informaciones constituído por el capital y por los Estados imperiales desde el siglo XIX, es generalmente analisado teniendo por base la bibliografia existente, originada en Europa Occidental y en los Estados Unidos, que a su vez toma como referencia las empresas fundadas y sediadas en esas mismas áreas. Sin embargo, para regiones periféricas de la economía global, son pocos los datos disponibles (y, aún menos, los actualizados) que se centren específicamente sobre el estado contemporáneo de tales instituciones-clave para la economía de la información, bien como las estrategias que adoptan hoy en el contexto tecnológico y económico de la convergencia. Responsables no tanto por la producción de información (de naturaleza periodística) sino mucho por su circulación, las agencias siguen siendo mecanismos de pelea entre fuerzas hegemónicas y contrahegemónicas, particularmente en América Latina. Enfrentados por medios de comunicación privados, a servicio del capital y de sus representaciones políticas institucionalizadas, gobiernos latinoamericanos – particularmente los de la llamada “Vuelta hacia la Izquierda” – han privilegiado las agencias de noticias públicas y estatales como

vectores de circulación de información contrahegemónica para medios sin presupuesto para costearse suscripciones de las grandes agencias, no solo medios alternativos, sino también la prensa y sitios web de alcance pequeño y mediano, especialmente los de provincia. Los resultados acá reportados son fruto de la investigación de doctorado desarrollada por el autor, en presente marcha, y se han obtenidos a partir de recojo en las fuentes documentales de acceso público proveídas por las mismas agencias, específicamente sus respectivas páginas en la interfaz web. Los datos se han recogido por el autor entre marzo y agosto de 2015.

1. Agencias de noticias en América Latina y el Caribe La principal particularidad operacional de las agencias de noticias es volverse hacia la distribución de noticias, y no a la publicación, ahorrando costos con impresión gráfica, producción audiovisual y radiodifusión, por ejemplo, que son sustituidos por inversiones en líneas dedicadas de transmisión de datos, software y hardware de captura y procesamiento de imágenes y otras informaciones. Por ello, en el conjunto de las regiones periféricas del capital, actualmente reunidas bajo el término “Sur Global”, las agencias son usadas como estrategia privilegiada de difusión de informaciones, sea por fines políticos o financieros, tanto por parte del Estado como de la propiedad privada (agencias comerciales o de activismo). De esta manera, el periodismo de agencias se muestra particularmente adaptable a las circunstancias propias del subdesarrollo (Cf. Aguiar, 2013), lo que ya explica parcialmente su diseminación como práctica profesional en el contexto latinoamericano. La primera agencia de noticias latinoamericana ha sido la brasileña Agencia Americana Telegraphica (en la ortografía del entonces), que ha tenido duración muy corta en el siglo XIX

(Molina, 2015: 424-426). Más estable e importante ha sido la Agencia Saporiti argentina, que operó por 84 años y dio paso a una línea de agencias nacionales en la región (Cuadro I). Cuadro I. Primeras agencias de noticias latinoamericanas y caribeñas (1900-1958) Nombre Creación Propiedad Agencia Americana Telegraphica 1874 privada Agencia Noticiosa Saporiti 1900-1984 privada Agencia Americana 1913-1915 privada ABN - Agencia Brasileira de Noticias desde 1924 privada Agencia Meridional (DA Press) desde 1931 privada (grupo) ANTA - Agencia Noticiosa Telegráfica Americana 1935-1943 privada Agencia Nacional (antecesora de Agencia Brasil) 1937-1979 estatal Peve - Prensa Venezolana 1940-...? privada Argus Press 1942-...? privada ASApress - Agencia Sul-Americana de Noticias 1942-1951 privada Agencia Transchile 1944-1949 privada ANI - Agencia Nacional de Informaciones 1945-…? privada PRYC - Agencia Noticiosa Prensa, Radio y Cine 1945-…? privada Télam - Telenoticiosa Americana desde 1946 estatal Coper - Agencia Noticiosa Corporación de Periodistas 1948-…? privada ANA - Asociación Noticiosa Argentina 1948-1950 privada ORBE Servicios Informativos desde 1955 privada AICA - Agencia Informativa Católica Argentina desde 1956 privada Agencia Noticiosa Telpress 1957-...? privada Empresa Jornalística Transpress 1958-1965 privada BGIS - Barbados Government Information Service desde 1958 estatal

País Brasil Argentina Brasil Brasil Brasil México Brasil Venezuela Brasil Brasil Chile Uruguay Chile Argentina Chile Argentina Chile Argentina Argentina Brasil Barbados

*Sobre las agencias marcadas con suspensivos e interrogación en el campo “creación”, no hay datos sobre el año en que han dejado de operar.

El inicio de las agencias en América Latina está relacionado, antes mismo de la existencia de congéneres locales, a la presencia de agencias europeas y norteamericanas. En Europa, las agencias Havas, Reuters y Wolff se estableceron entre las décadas de 1830 y 1850, y en los Estados Unidos la primera agencia fundada ha sido Associated Press, en 1846, nacida de la cooperación de seis diarios populares de Nueva York (Boyd-Barrett, 1980). Las

tres europeas han pactado un cartel por numerosos acuerdos firmados entre 1859 y 1870, repartiendo el mundo en zonas de exclusividad donde solo una podría operar, tanto para captar como para distribuir noticias (Aguiar, 2015b). La instalación del cable transatlántico sur, en 1874, motiva un protocolo suplementario al cartel tripartite, confiriendo Sudamérica inicialmente a un duopolio Havas-Reuter que operaría conjuntamente, tanto para receber como para enviar noticias. Pero el esquema ha sido efímero, ya que tan temprano como 1876 Reuters dejó la sociedad y así la agencia francesa ganó exclusividad sobre las operaciones sudamericanas (Molina, 2015: p.404). La región ha ingresado temprano en los planes de expansión de la norteamericana Associated Press, pero ella evitaba ingresar en el mercado latino para no ferir los términos del cartel europeo. En 1875, AP firmó un compromiso de sociedad con Havas, Reuters y Wolff para compartir tarifas en el uso de los cables del Atlántico Norte. En 1893, la adhesión formal de AP al cartel ha conferido a aquella la exclusividad sobre el Caribe (entonces prácticamente todo bajo dominio colonial, a la excepción del Haití y de la República Dominicana), pero la mantuvo fuera de América del Sur, donde solo Havas podría operar. A partir de la Primera Guerra Mundial, la cobertura tendenciosa de las agencias europeas sobre el conflicto, defendiendo los intereses de sus respectivos países, ha generado insatisfación por parte de clientes latinoamericanos, que se pusieron a suscribir los servicios de agencias norteamericanas (Molina, op.cit.). Sin embargo, como AP era todavía oficialmente socia del cartel europeo y, por contracto, estaba excluída de Sudamérica, solamente una agencia competidora, sin amarres, podría ingresar en el mercado. Este rol cupo a United Press, fundada en 1907 por la cadena de prensa de Edward Scripps. La Guerra Fría y el período de las dictaduras militares es también cuando la agencia norteamericana United Press International (UPI), creada apenas meses antes de la Revolución Cubana, empieza a insertarse de manera más agresiva en el mercado latinoamericano. UPI ha

sido fruto de la fusión entre la UP de Scripps y la International News Service (INS) de William Randolph Hearst, en 1958. A ejemplo de Associated Press, su gran competidora, UPI operaba en sociedades con diarios locales. En la década de los 60, ha tomado de AP el liderazgo en el mercado regional latinoamericano. La diferencia era una afinidad, percibida por parte de los periodistas latinos, de la linea editorial de UPI con los regímenes militares, materializada en su clientela que incluía periódicos más a la derecha en el espectro político. La misma época ve nacer nueva hornada de agencias oficiales, tanto en dictaduras como en los (pocos) regímenes democráticos de la región. México crea NOTIMEX, actualmente una de las más grandes del continente, en 1968, año de los Juegos Olímpicos en su capital (Trejo, 1989). Venezuela crea Venpress, el Ecuador crea Ecuapress – ambas serían extintas en los años 80 y sustituídas por otras agencias estatales en el início del siglo XXI. En 1981, surge a ANDINA, en el Perú (Barraza et al., 2006). En los 60 y 70, estudios de la llamada Escuela Latinoamericana de Comunicación, especialmente referenciados por

las investigaciones empíricas del ILET (Instituto

Latinoamericano de Estudos Transnacionales), sediado en el Chile, lanzarían los reflectores sobre las agencias de noticias como responsables por el mantenimiento de todo un orden desigual en el flujo global de informaciones (Reyes-Matta, 1976). Tales estudios irían basar los llamados por un Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación (NOMIC), apadrinados por UNESCO pero abandonados tras una fiera campaña por los medios privados y de los gobiernos de EEUU y de Europa Occidental. En respuesta, iniciativas de comunicación en el eje Sur-Sur (inclusive intrarregional) se centraron en la cooperación justamente entre agencias de noticias, privilegiando el intercambio de la producción periodística entre pares en estas empresas como paradigma del NOMIC. De início, hubo la adhesión de agencias latinas al consorcio (pool) de agencias del Movimiento NoAlineado (el NANAP), creado en 1975, activo hasta el 1980 y formalmente sobreviviente hasta

el 2005. Luego, se impulsó la formación de los primeros consorcios entre agencias de noticias de la región, como la Acción de Sistemas Informativos Nacionales (ASIN), que reunía a los servicios estatales; la Agencia Latinoamericana de Servicios Especiales de Información (ALASEI), proyectada bajo la forma de ONG para ser suministradora de features y reportajes de fondo sobre temas de desarrollo regional; y la Agencia Centroamericana de Noticias (ACAN), una sociedad de periódicos privados de Centroamérica bajo los auspicios de EFE (para detalles sobre el tema, Cf. Aguiar, 2015a). En el Caribe, una interesante iniciativa toma cuerpo en 1976: la Caribbean News Agency (CANA), fundada por 15 medios de la región antillana, entre periódicos y estaciones privados y otros de propiedad estatal (Cuthbert, 1990). La sociedad ha sido incentivada por Reuters para producir contenido local para sus servicios globales, lo que también ha intentado con LATIN, consorcio entre periódicos privados latinoamericanos que impulsaba intercambio de contenido entre ellos y con la agencia británica (Salinas, 1984). También en ese período, las principales cadenas de prensa de América Latina han percibido el potencial de las agencias de noticias para, al difundir informaciones (textos y fotos, principalmente) para otros periódicos fuera de sus grupos empresariales, crear relaciones corporativas de clientelismo y capitalizar sobre contenido periodístico previamente producido. Al revés de la Agencia Meridional, de los Diarios Associados, ellas se dan cuenta de las ventajas financieras de vender para medios de otros grupos, a veces competidores. Con eso, varios conglomerados de prensa crean “agencias de noticias” propias, que a menudo no se portan como agencias de hecho, sino como revendedores de noticias no-exclusivas, reportajes “fríos”, faits-divers y notas “de refrito”, preparadas y guardadas para publicación oportuna – además, con mucho énfasis, de fotografias periodísticas. Es así en Brasil, con la creación de Agencia JB (1966), de Agencia Estado (1970), de Agencia O Globo (1974) y de Folhapress (1994), pero también en México, con la Agencia de

Noticias El Universal, y en Colombia, con el Centro Informativo El País (1976), del periódico epónimo de Bogotá. En Argentina, predomina el modelo de cooperación entre los periódicos para constituir agencias unificadas que suministran cobertura, especialmente internacional y de las capitales, para los diarios de provincia. Así es que operan las agencias DYN (Diarios y Noticias, 1982) y DIB (Diarios Bonaerenses, 1993). Lo mismo se ha adoptado por la agencia colombiana Colprensa, una joint-venture entre los periódicos El Colombiano, La República, El Universal, La Patria y otros. Los años 90 y la digitalización abren puertas para la adhesión de distintos movimientos sociales, organizaciones no-gubernamentales y entidades de la “sociedad civil” al periodismo de agencias como herramienta para difundir sus causas y sesgos informativos sobre asuntos corrientes en la esfera pública. Así es que a partir de esa década se crean numerosas agencias militantes, ligadas a tales organizaciones, ni siempre preocupadas con proveer textos y fotos para la prensa (ni siquiera la prensa especializada), pero en publicar directamente a los lectores finales, usando la interfaz world wide web, que entonces despuntaba1. Ya en la primera década del siglo XXI, el proceso político de la llamada “Vuelta hacia la Izquierda”, al promover un rescate del aparato del Estado y de las políticas públicas de comunicación, da nueva fuerza al periodismo de agencias en la modalidad estatal (Cuadro II). Son fundadas o refundadas agencias de noticias públicas en Brasil (2003-2007), Venezuela (2005), el Ecuador (2009), el Paraguay (2009) y en Guatemala (2010). La reformulación de la

1 una de las primeras dessa categoría es a LApress (Latinamerica Press), sediada en el Perú y operante desde 1964. también tiene destaque agencia Latinoamericana de Información (ALAI), desde 1977 sediada en Quito, en el Ecuador, que suministra especialmente artigos de opinião en regime de derechos liberados para reprodución. otra de acrónimo parecido, pero distinta, es a Agencia Latinoamericana de Información y Análisis (ALIA), baseada en la Venezuela, que segue modelo semellante. en 2004 criou-si a Agencia Púlsar, en el Ecuador; en 2008, a Noticias Latinoamericanas (NLA), en la Argentina; y, en 2010, a Colombia Informa, sediada en Bogotá. Várias de estas agencias no exatamente prestam servicios pagos de suscripción, y son financiadas por gobiernos afins o fundaciones internacionales.

Agencia Venezolana de Noticias (AVN) bajo Hugo Chávez inaugura el cuarto y actual ciclo del periodismo de agencias latinoamericano, caracterizado por la presencia reforzada del Estado en el sector, como promotor de la distribución de informaciones, teniendo en vista una pelea abierta con los medios privados por la hegemonía de la información en la esfera pública. Esta breve síntesis ayuda a jugar alguna luz sobre ciertas características particulares del sector. Tal vez en la región no esté tan claro el concepto de “agencia de noticias” como una organización suministradora grosista de información, como lo describen Boyd-Barrett (1980) y otros, pero ciertamente es una estrategia privilegiada por Estados nacionales en la difusión de sus políticas públicas, especialmente en contextos en los cuales no cuentan con la buena voluntad de la prensa de propiedad privada en sus respectivos países. El periodismo de agencias en América Latina también es caracterizado por la particularidad del localismo, algo paradojal para un tipo de actividad cuya lógica canónica es fundada justamente en el potencial global de distribución. Así, surgen hoy agencias de provincias/estados, de ciudades o mismo de barrios, como la Agencia de Prensa Lima Norte (1997), del Perú; la Agencia Carabobeña de Noticias (2009), de Venezuela; la agencia Amazonía de Noticias (2006), de Brasil; y la COPENOA - Agencia de Noticias del Norte Argentino (2001). El florecimiento de esa modalidad periodística en algunos países está asociado a ciertos sectores específicos. En muchos, como ya visto, es fenómeno bastante ligado a la información política, tanto por parte de agencias oficiales de los gobiernos como por sectores opositores o de la sociedad civil organizada. Por ejemplo: en Argentina, varias de las agencias existentes son vueltas hacia la cobertura regional o local, proveyendo material a los diarios de provincia y a los sitios web. En los países andinos (Ecuador, Perú, Bolívia y Chile), están fuertemente ligadas a los movimientos sociales, especialmente de trabajadores de la minería y pueblos originarios (también llamados “indígenas”).

Ya en Cuba, el formato de agencias también es el preferido por la disidencia al regimen socialista, pero en grados y tipificaciones muy heterogéneas: algunas de hecho constituídas como agencias con estructura informatizada de telecomunicaciones para distribución de material a clientes; mientras otras son formatadas como sencillos blogs para publicación de textos, vueltos especialmente al exterior. Es éste el caso de Cuba Press (CP, 1995); del Centro de Información Hablemos Press (CIH-Press, 2009); de Cubanacán Press (2009); y, tal vez la más emblemática de todas, de Habana Press (HP, 1995). Las agencias de noticias también son canal privilegiado por organizaciones religiosas en América Latina para difundir sus interpretaciones sobre los hechos globales y alimentar medios de orientación editorial confesional. La primera de este género en la región ha sido la católica Agencia Sul-Americana de Noticias (ASApress), creada en 1942 en Brasíl y activa hasta el 1951; luego vinieron la Agencia Informativa Católica Argentina (1956; aún activa) y la Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC), basada en Quito y mantenida por una miríada de entidades ecuménicas. Probablemente la más destacada en esta categoría es la boliviana Agencia Fides, difusora no solo de la fe católica (como indica su nombre en latín) sino también del trabajo de movimientos sociales, incluso en la época del autoritarismo de Hugo Bánzer (1971-1978). Se debe probablemente a ésta heterodoxia, para adoptar un eufemismo, el hecho de, por un lado, aparecer numerosos sitios web o blogs autointitulados como “agencias” sino sin la relación de suministro y clientela, mucho menos con exclusividad de información; y, por otro, ser creciente un fenómeno que Gonçalves (2014) presentemente investiga, que son las “agencias” institucionales, especialmente por parte de gobiernos provinciales, además de autarquías públicas y movimientos sociales. Finalmente, llama atención la coexistencia de éstas con el citado modelo de “agencias” creadas en el seno de grupos multimediáticos privados. En estos casos, tales “agencias” son simplemente órganos de reventa de contenido

(texto periodístico, pero especialmente fotografías), ya producido por los medios del grupo, para otros clientes, en particular otros periódicos medianos y pequeños, como los diarios de provincia. Es justamente en ése segmento que crece la penetración de las agencias públicas y estatales, particularmente atrayentes para los medios locales, regionales o alternativos, de presupuesto restringido, por ofrecer servicios gratuitos y fundados bajo la lógica del contenido abierto, como será examinado a continuación.

2. Escopo de la investigación y categorías de análisis Actualmente, la región América Latina y Caribe cuenta con 35 países soberanos (20 en América continental propiamente dicha, y 15 en el Caribe), además de 17 dependencias y territorios ultramarinos (siendo 15 en el Caribe y dos en Sudamérica: Guyana Francesa y la posesión británica de las Islas Malvinas y Georgia del Sur). Tres países – Guyana, Surinam y Belice – hacen parte del continente americano pero no de la región cultural latina, ya que han tenido colonización británica y neerlandesa, y sus respectivas lenguas oficiales son del tronco germánico. Su poblamiento es mixto entre descendientes de colonizadores europeos y de poblaciones traídas de la África y de la Asia, como hindús, chinos y malayos-indonesios. Poco se comenta, pero el Surinam, por ejemplo, es un país de expresivas minorías musulmana e hinduísta, clavado en Sudamérica. Por ello, guardan más proximidad con países insulares del Caribe (los archipélagos de las Antillas2). Para efecto de integración entre las agencias de noticias, eso significa exclusión de la esfera hispanófona y latina.

2 NOTA: el término “Caribe” se refiere primeramente al mar y, en un sentido extenso, a toda la región de los países insulares entre las Américas del Norte y del Sur. mientras “Antillas” describe específicamente a las islas donde se ubican esos países, bañadas por el mar caribeño.

Cuadro II. Actuales agencias estatales de América Latina y el Caribe (2015) Nombre Año País servicios Télam - Telenoticiosa Americana

1946

Argentina

BGIS - Barbados Government Information Service

1958

Barbados

Prensa Latina

1959

Cuba

Notimex - Agencia de Noticias del Estado Mexicano AIN-ACN - Agencia Cubana de Noticias (Agencia de Información Nacional) Andina - Agencia Peruana de Noticias y Publicidad AHP - Agence Haïtienne de Presse ABr - agencia Brasil

1968

México

1974

Cuba

1981

Idiomas

texto, foto, video, audio, infográficos, archivo etc. texto, foto, video, archivo

español, inglés, portugués inglés español, inglés, francés, ruso, portugués, italiano, turco español

Perú

texto, foto, video, audio, infográficos, publicaciones, comunicados, boletins, agenda oficial, reportajes especiais etc. texto, foto, video, infográficos, archivo texto, foto, video, audio, archivo, acreditación texto, foto, video

1989 1990

Haití Brasil

texto texto, foto, audio

ABI - Agencia Boliviana de Información JIS - Jamaica Information Service GINA - Government Information Agency AVN - Agencia Venezolana de Noticias

1998 2001 2002 2005

Bolívia Jamaica Guyana Venezuela

GISL - Government Information Service Limited ANDES - Agencia Pública de Noticias del Ecuador y Suramérica IP Paraguay - Agencia de Información Paraguaya AGN - Agencia Guatemalteca de Noticias

2006 2009

Trinidad y Tobago Ecuador

texto, foto texto, foto, video, audio texto texto, foto, video, audio, archivo, AVN Cifras texto, foto, video, audio, archivo

francés portugués, español, inglés español inglés inglés español, inglés

2009 2010

español, inglés, francés, ruso español, inglés

inglés español, inglés

Paraguay

texto, foto, video, audio, infográficos, archivo texto, foto

Guatemala

texto, foto, video

español

español

*fuente: levantamiento realizado en los sitios web de las agencias

De las 22 agencias estatales localizadas, 16 están activas: la investigación pudo confirmar actividad reciente en mayo de 2015 (Cuadro II, listadas en orden cronológico de creación). Las otras seis no han tenido registro disponible de actividad o han sido

confirmadas como extintas y, por lo tanto, acabaron excluidas del levantamiento3. Asimismo, en un universo regional de 35 Estados soberanos en América Latina y Caribe, 15 de ellos operan agencias estatales, mientras los otros 20, no. Es la segunda menor proporción de presencia de agencias estatales entre las regiones investigadas, solamente detrás de Oceanía (islas del Pacífico), donde no hubo ninguna agencia estatal localizada para 15 países soberanos (y diez dependencias). Esas 16 agencias están así distribuidas en nivel subregional: ocho en Sudamérica (ABI, ABr, ANDES, Andina, AVN, GIS, IP y Télam), cinco en el Caribe (Prensa Latina, AHP, BGIS, GISL y JIS), una en Centroamérica (AGN) y una en Norteamérica (Notimex). Los países sudamericanos que no cuentan con agencias estatales son Chile, Colombia, Uruguay y Surinam – siendo que los tres primeros jamás las han tenido (Cuadro III). Los países centroamericanos (continentales) sin agencia estatal son Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá – para los dos primeros, no se ha encontrado ninguna referencia de agencia estatal que ya haya existido.

3 Son éstas: ANN - Agencia Nueva Nicaragua (fundada en 1979 por el gobierno revolucionario sandinista y sin rasgos de operación desde los años 80); BNA - Bahamas News Agency (mencionada en la versión digital del catálogo oficial de medios de la Comunidad Británica, pero cuyas únicas referencias obtenidas remontan a créditos en fotografias de competiciones de automobilismo en los años 50 y 60); Panapres - Agencia Panameña de Prensa (extinta en 1979, sin fecha de fundación); Costarica Press (sin maiores informaciones); a ANTENA - Agencia Nacional de Noticias y Temas Nacionales (agencia estatal de la República Dominicana que teve curtíssima existencia, de 2009 a 2012); y a SNA Surinaams Nieuws Agentschap (agencia estatal del Suriname, fundada en 1977 y también sin registro de actividad desde los años 80).

Cuadro III. Mapa de los modelos nacionales de agencias de noticias en América Latina y el Caribe

Finalmente, en el Caribe, los únicos a poseer agencia estatal son

Cuba,

Haití,

Jamaica,

Barbados y Trinidad y Tobago, siendo que Bahamas y República Dominicana llegaron a tener sus propias, pero hoy ya no las tienen. Los datos acá descriptos y analisados han sido recogidos en la segunda etapa, correspondiente al recojo documental en los sitios web de las agencias, conclusa en mayo de 2015. Cada una de las 16 direcciones web ha sido visitada y escrutinada para la obtención de las informaciones catalogadas en el fuente: investigación propia

banco

de

datos

de

la

investigación. Después de inclusos en la estructura del banco de datos,

en

campos

predeterminados, los datos han sido sistematizados y categorizados para comparación. Las categorías (campos) para los servicios prestados y las rubricas (temas) de las noticias son de llenamiento binario (“sí” o “no”), mientras las categorías particulares son de libre llenamiento.

3. Resultados preliminares De las 16 agencias estatales de América Latina y Caribe, seis son empresas estatales con autonomía jurídica (AIN/ACN, GISL, IP-Paraguay, Notimex, Prensa Latina, Télam); cinco tienen naturaleza administrativa de órgano o repartición directamente subordinada al poder ejecutivo (ABI, AGN, BGIS, GINA, JIS); y cuatro funcionan como servicios prestados por empresas públicas de comunicación (ABr, ANDES, Andina, AVN). Sobre la AHP haitiana, no se han obtenido informaciones que confirmaran su estatuto jurídico. También se identifica que la mayoría de ellas es históricamente reciente, con fecha de los años 90 del siglo XX hasta el año tan cercano de 2010. Son nueve agencias en ese lapso de tiempo, con las siete otras creadas entre 1946 y 1989. Eso contrasta con la antiguedad de las agencias estatales europeas o mismo asiáticas, bien como con las agencias africanas, fundadas mayoritariamente en la época de la descolonización (años 60 y 70). En América Latina, esa ventana temporal refleja el período de la redemocratización, cuando distintos países de Sudamérica y Centroamérica han salido de regímenes militares autoritarios que, en algunos casos, han perdurado por décadas. Mas allá, la cooperación es una orientación constante entre las agencias oficiales latinoamericanas. Tras la ASIN, extinta en 1992, y la experiencia de participación en el pool no-alineado, las congéneres del sector han fundado recientemente la Unión Latinoamericana de Agencias de Noticias (ULAN), que desde abril de 2015 mantiene un

portal periodístico conjunto alimentado por noticias de sus participantes (ANSUR.am)4. ULAN es formada por diez agencias estatales (ABI, ABr, AGN, ANDES, Andina, AVN, IP, Notimex, PL, Télam) y cuenta con la Secretaria de Comunicación de la presidencia del Uruguay como órgano observador. Cuatro de las agencias de la región (ABI, Andina, PL, Télam) participan en la red de intercambio Non-Aligned News Network (creada en 2005 en sustitución al NANAP, ya mencionado), que también tiene un portal propio semejante al ANSUR. Otras cuatro más envían representantes a los congresos trienales del NAWC (sigla en inglés para Consejo Mundial de Agencias de Noticias), a saber: ABr, Notimex, PL y Télam. Finalmente, Agencia Brasil es socia de la ALP (Alianza de las Agencias de Información de Lengua Portuguesa), junto a otras seis agencias de países lusohablantes (Lusa de Portugal, ANGOP de Angola, Inforpress de Cabo Verde, AIM de Mozambique, ANG de Guinea-Bisáu y STP-Press de Santo Tomé y Príncipe). Un aspecto esencial del periodismo de agencias es la traducción, que presupone el uso de diferentes idiomas en sus servicios. Sin embargo, se constata la esperada predominancia de la lengua castellana (español) como idioma primario más común entre las agencias (aunque algunas de ellas ofrezcan servicios en otras lenguas, como inglés, francés y portugués). Son diez agencias que operan primariamente en castellano, otras tres en inglés y más una cada en francés y en portugués. Para la mayoría, el servicio es prestado exclusivamente en la lengua oficial de los Estados – que, no casualmente, son los idiomas de los respectivos colonizadores. No hay, en ninguna de las agencias de América Latina, servicios en lenguas de los pueblos nativos americanos, ni siquiera en los países donde ésos idiomas hayan logrado status oficial o co-oficial, como Paraguay

4 el ANSUR, lanzado en abril de 2015, es un portal editado en Buenos Aires por una equipe de la agencia estatal argentina Télam destacada para esa función.

(guaraní), Bolívia (aymará) y Ecuador (quíchua). La situación es idéntica en el Caribe, donde los idiomas adoptados son inglés, francés y holandés. No hay servicios, por ejemplo, en criollo haitiano ni en papiamento. Siete agencias ofrecen servicios de noticias en otras lenguas que no aquellas oficiales de sus países, a saber: ANDES, Andina, AVN (inglés todas, además del original en español), Télam (inglés y portugués, allá del español), ABr (inglés y español, además del portugués), AIN/ACN (inglés, francés, ruso) y Prensa Latina (inglés, francés, ruso, portugués, italiano y turco). Todas las agencias de países anglófonos de la región operan únicamente en inglés; AHP trabaja solo en francés; y ABI, AGN y Notimex emiten cables solamente en español. El hecho de que la mayoría de las agencias estatales de la región (nueve entre las 16) no trabajan con idiomas extranjeros refleja una tendencia a privilegiar los medios domésticos como destino de su producción periodística, en lugar de contenidos ya direccionados hacia el exterior. Por otro lado, la integración regional latinoamericana en la comunicación se da muy basada en la lengua española, común a 18 de los países de la región, y que entre ellos desecha traducción. Es notable, en este aspecto, la singularidad de Télam en ser la única investigada a ofrecer servicio en portugués, evidentemente direccionado a la prensa de Brasil. Es interesante notar que en el ambiente caribeño anglófono se consolida la tendencia de los “servicios de información” gubernamentales en lugar de una agencia de noticias con autonomía editorial y centralidad de la producción periodística en sus operaciones. El gobierno jamaicano ha creado su Jamaica Information Service (JIS) en 2001, sustituyendo una agencia de hecho (la JAMPRESS, existente de 1984 hasta 2001); seguido de Guyana con la Government Information Agency (GINA) el siguiente año; y del

Government Information Service Limited (GISL) de Trinidad y Tobago el 2006. El gobierno de Barbados ya tenía su Barbados Government Information Service (BGIS) desde el 1958, pero lo remodeló profundamente el 2014. Los modelos institucionales de las cuatro agencias anglófonas de la región se caracterizan por esa lógica del servicio público de información oficial. Tales “servicios”, primariamente, prestan asesoría de comunicación y relaciones públicas a órganos del Estado y, apenas secundariamente, hacen “las veces” de agencias al distribuir contenido periodístico, aunque compuesto mayoritariamente de noticias gubernamentales, y no nacionales. Asimismo, por suministrar servicios para los medios de comunicación, cuentan como agencias en este levantamiento. Ese tipo de “servicio”, directamente subordinado al poder ejecutivo y direccionado a la difusión de actos oficiales, agenda y discursos de funcionarios, era común en la Guerra Fría, no solo en el Tercer Mundo/Sur Global como un todo, sino específicamente en América Latina, y ha sido progresivamente abandonado por el formato de las agencias de noticias con personalidad jurídica y autonomía editorial. Por ejemplo, el SERIGUA (Servicios Informativos de Guatemala), de la década de 1970, ha sido extinto y dio paso a la AGN (Agencia Guatemalteca de Noticias), mientras el SEPE (Servicio de Prensa del Ecuador) de los años 80 ha dejado de existir y abrió camino para ANDES (Agencia Pública de Noticias del Ecuador y Suramérica). Todo eso sin mencionar el caso brasileño, donde la EBN (Empresa Brasileira de Noticias), que funcionaba en los mismos moldes oficialistas, acabó en 1988, dos años antes de la creación de Agencia Brasil. Todas las 16 agencias estatales de América Latina y el Caribe prestan servicio de noticias en texto. De estas, solo dos (AHP y GINA) no ofrecen también servicio de fotografía. Estas dos y más tres (ABI, ABr y IP) no ofrecen servicio de video, mientras las

otras 11, sí5. Una minoría de las agencias, siete, presta servicio de audio para periodismo radial y webradios: ABr, AIN/ACN, ANDES, AVN, BGIS, GISL, JIS, Prensa Latina y Télam. Es interesante percibir, entre éstas, tres de las cuatro agencias que siguen el modelo de “servicio de información” descrito recién (todas menos la GINA guyanesa). Cuatro agencias estatales de la región ofrecen servicios de infográficos a los clientes: ANDES, Notimex (reconocida por la excelencia de sus gráficos), Prensa Latina y Télam. Tres reúnen a los servicios de texto, foto, video, audio y gráficos en “paquetes multimedios” (un tipo de servicio común entre las agencias globales): ANDES, Prensa Latina y Télam. Seis facilitan material de archivo (texto o foto) para clientes: AIN/ACN, AVN, BGIS, GISL, Notimex y Télam. Respeto a los géneros de texto, la diversificación es maior: cinco agencias producen entrevistas y perfiles de personalidades (AIN/ACN, GINA, Notimex, Prensa Latina y Télam); nove hacen informes temáticos y reportajes especiales (ABr, AGN, AIN/ACN, ANDES, Andina, AVN, Notimex, Prensa Latina y Télam); cinco ofrecen artículos de análisis y textos de opinión (AGN, AIN/ACN, AVN, GINA y Télam) y tres envían contenido de efemérides e historia (BGIS, JIS y Télam). Otras tres envían el servicio de pronóstico del tiempo (AIN/ACN, GISL y Télam). El “oficialismo” queda evidente en algunos aspectos. De las 16 agencias investigadas, siete publican íntegras de discursos y pronunciamientos de funcionarios

5 A categoría si refere al servicio de “video”, no necessariamente de telejornalismo, considerando que el material produzido muchas vezes si trata de videos en alta compresión, baixa resolución y formatos inadequados para a transmisión de TV, especialmente as de canais con sinal en alta definición (HDTV). A maior parte de los servicios de video prestados por agencias estatales del sur Global si destina a la interfaz web.

como parte del servicio noticioso (los cuatro “servicios de información” anglófonos caribeños, BGIS, GINA, GISL y JIS, más las hispánicas AVN, Notimex y Prensa Latina), mientras cinco difunden la agenda oficial de esas autoridades (BGIS, GISL, AVN, Prensa Latina y Télam). Entre los servicios no-periodísticos que suelen generar fuentes de ingreso adicional para agencias estatales del Sur Global, las agencias latinoamericanas revelan poca inserción. Apenas tres de ellas ofrecen publicidad a anunciantes – BGIS, AHP y AIN/ACN –, curiosamente, todas de países insulares caribeños. Cinco distribuyen boletines regulares de noticias además de los cables en flujo continuo (BGIS, GISL, Notimex, Prensa Latina y Télam), mientras tres elaboran reseñas de prensa a partir de lo que sale en los medios de sus países (GINA, Prensa Latina y Télam). Andina, AIN/ACN, el BGIS y el JIS invierten en el segmento editorial, publicando libros de carácter “oficioso”, especialmente sobre la historia y símbolos nacionales. Prensa Latina edita semanarios, quincenales y revistas mensuales, como Orbe, Cuba Internacional, Negocios en Cuba y The Havana Reporter, ésta última en inglés. Notimex hace lo mismo con el semanario trilingüe La Semana/Weekly/La Semaine. Solo una (BGIS) publica anuarios políticodiplomáticos, lo que es más común entre agencias africanas. Ninguna de ellas presta servicio de información financiera, lo que es la “joya” de los servicios de las agencias globales y de las grandes agencias privadas de varios países (como

las norteamericanas Bloomberg y Dow Jones y la brasileña

Broadcast/Agencia Estado). Los formatos de distribución del contenido son mayoritariamente por la interfaz web, aunque algunas también trabajen con alimentación por RSS (ABI, AGN, AIN/ACN, ANDES, AVN, BGIS, JIS y Prensa Latina), envío de boletines por correo electrónico

(AIN/ACN), PDA (Prensa Latina) y teletexto (AIN/ACN). Ninguna utiliza emisión por fax. Solamente cuatro de ellas facilitan aplicaciones móviles para la plataforma Android (ABI, ABr, Notimex y Télam, siendo que únicamente la primera es para contenido texto; las otras tres tienen aplicaciones con audio para la radio). El uso continuado de ciertas tecnologías obsoletas en contraste con la baja inserción en tendencias recientes es un retrato bastante claro del periodismo practicado en la periferia global – a considerarse siempre que hablamos acá de empresas que operan financiadas por el presupuesto estatal. Interesantemente, apenas cuatro de las 16 agencias investigadas tienen, en sus sitios web, una área accesible mediante login y contraseña (ABr, AIN/ACN, Notimex y Télam), lo que configura relación de suministro a abonados previamente registrados – aún cuando sea gratuito. Las demás trabajan con contenido abierto, lo que es un aspecto divergente del cánon operacional de las agencias de noticias desde su concepción. Si no hay suscripción, no cabe a la agencia concretizar la logística de la información, por medio del “envío” de los cables hacia los clientes, sino se invierte el sentido logístico, haciendo con que a los clientes quepa la tarea de ir al sitio web de la agencia coger noticias para publicar. De paso, la misma nomenclatura “cliente” se vuelve cuestionable en una situación así, ya que se cambia la naturaleza de la relación agencia-medio. Entre las agencias estatales latinoamericanas que trabajan con contenido abierto, están todas aquellas fundadas o refundadas en el contexto de la “Vuelta hacia la Izquierda”: ABI boliviana, AGN guatemalteca, ANDES ecuatoriana, Andina peruana, AVN venezolana e IP paraguaya. También se incluyen las cuatro agencias anglófonas bajo el modelo “servicio de información”: BGIS, GINA, GISL y JIS.

La presencia en redes sociales es más significativa: casi todas están en Facebook, a la excepción de la haitiana AHP, y 14 agencias poseen cuenta en Twitter (GINA y AHP, no), por la cual publican titulares con enlaces para las noticias en sus respectivos sitios. La mayoría de ellas (11) posee también canal en YouTube, aunque algunas no lo actualicen. ABr, ABI, Prensa Latina, AHP y el GISL no están presentes en el portal de videos. Otras plataformas utilizadas por ellas son el Google+ (ANDES, Andina, AVN, BGIS, JIS, Notimex, Prensa Latina y AHP, la única red social utilizada por la agencia haitiana), LinkedIn (AGN, GISL, JIS y Notimex) y el Instagram o Flickr (ANDES, Andina, BGIS, JIS y Notimex), especialmente útiles para fotos. Télam, por cierto, es la agencia latinoamericana con mayor diversidad de servicios prestados. Allá de los ya citados formatos tradicionales, la agencia estatal argentina vende aún contenido de columnas de opinión, “videocolumnas”, informaciones de tránsito y transporte aéreo, listas de curiosidades, agendas de pauta, ilustraciones, caricaturas, humor, bandas diseñadas y horóscopo. Télam también es la única a ofertar contenido bajo demanda para clientes, como publicaciones y coberturas personalizadas – ingresando en un sendero que poquísimas agencias en el mundo, públicas o privadas, explotan, a la excepción principalmente de Reuters. Otras clases de servicios menos comunes prestados por las agencias estatales latinoamericanas son estadísticas oficiales (AVN Cifras), teletexto y acreditaciones para prensa (AIN/ACN), diseño gráfico, alojo y mantenimiento de sitios web (JIS), campañas de concientización pública (BGIS) y registro de denuncias de desapareción de niños (AGN). Los datos de personal, equipo, productividad y finanzas se espera obtener en una fase posterior, a depender de respuestas a un cuestionario de la investigación a ser

enviado a los gestores de las agencias. La mayoría de las agencias investigadas no publica estos detalles en sus sitios web. Como visto, todavía son muchos los países de América Latina que no tienen agencia de noticias oficial (estatal), como es el caso del Uruguay, de Chile, Colombia, Surinam, de la República Dominicana y de la mayoría de los pequeños países insulares del Caribe, allá de todos de Centroamérica continental a la excepción de Guatemala. La mayoría de estos jamás llegó a tenerlas, mientras otros, las han tenido pero ya las extinguieron. Entre los ya mencionados, Uruguay, Chile y Colombia poseen solamente agencias de noticias privadas. Estos dos últimos, de paso, son países socios de la “Alianza del Pacífico”, signatarios de tratados de libre comercio con los Estados Unidos y mercados de comunicación donde la fuerza de los medios privados es tan evidente que ha llegado a los primeros niveles del gobierno en 2010 (con las elecciones de Juan Manuel Santos, de la familia propietaria del conglomerado El Tiempo, el mayor de la Colombia; y de Sebastián Piñera, ex-dueño de la TV Chilevisión). Los otros cuentan con al menos una agencia estatal o pública, y la mayoría dispone paralelamente de agencias privadas que operan en sus territorios, con miradas al mercado interno (periódicos y otros medios de circulación doméstica). La creación de nuevas agencias estatales en un futuro cercano, como se estudia en el Uruguay y en algunos países centroamericanos, puede venir a contribuir para la diversidad del escenario y para emprender refuerzos en la cooperación Sur-Sur en comunicación en la persecución de la soberanía informativa, integrada a la permanente búsqueda por la superación del subdesarrollo – un tema sempiterno en América Latina y en el Caribe.

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